El Efecto Boris Vian
El Efecto Boris Vian
El Efecto Boris Vian
El Cultural
N Ú M . 2 4 1 S Á B A D O 0 7 . 0 3 . 2 0
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Fuente > blog8
Marcada por las dos guerras mundiales en la primera mitad del siglo XX, la vida del escritor y polímata Boris Vian
convivió con las vanguardias en el París de aquella época, es decir, con la extraordinaria efervescencia artística
y cultural que alentó el dadaísmo, el surrealismo, el existencialismo. La versatilidad de intereses de Vian
—que precisa este ensayo— hoy puede producir asombro. En una batalla ganada a destiempo, su obra literaria
terminó por obtener el reconocimiento que en vida le fue negado. Este año se conmemora el centenario
de su natalicio (el próximo 10 de marzo) y en El Cultural nos unimos a la celebración de su figura fascinante y libérrima.
Centenario
EL EFECTO
BORIS VIAN
GERARDO DE LA CRUZ
@gdelacrux
P
ocos personajes de la cultura fran- caso resulta absolutamente congruente.
cesa sintetizan y reflejan de mane- Eso, además de su increíble capacidad pa-
ra tan elocuente en su biografía el ra multiplicar sus áreas de interés y de ac-
espíritu de la posguerra en Europa ción a lo largo de su joven existencia: fue
como Boris Vian. La imagen que nos he- trompetista de jazz, traductor, articulista,
mos hecho de él, que sin lugar a dudas es su narrador, poeta, dramaturgo, crítico, com-
mejor creación, tiene de todo: es apuesto, positor, letrista, cantante, actor, dibujante,
gárrulo, de trato fácil, refinado, inteligen- pintor, piloto de autos de carreras, ingenie-
te, audaz y puede ser tan carismático que ro y hasta inventor, dicen —aunque yo sólo
produce envidia y antipatía; irreverente al he podido confirmar sus artefactos imagi-
grado de no ser tomado en serio y cuando nativos, como el pianóctel de La espuma de
es serio angustia y deprime; es cultísimo y los días, entre muchos otros dispersos aquí
tiene la gracia de escribir como un barba- y allá. También fue ejecutivo disquero, y
ján, capaz de crear imágenes poéticas de desde luego, amante, esposo, padre —tra-
una belleza conmovedora, aunado a un bajos nada menores—, y lo más importante:
talento natural para convertir todo lo que ser sí mismo para crear al personaje, cosa
nombra en mierda, con una sonrisilla entre que consumió su tiempo social y su vida.
cínica e inocente. A todos estos calificativos inherentes a
Apasionado de la vida, intenso y a la vez Boris habría que sumar los externos, el lla-
desencantado, lleno de angustia, se jacta de mado efecto Vian, no el que tiene que ver
ser snob y de pasearse por los barrios ba- con la imposibilidad de adaptar con cierta
jos; se le margina, se le reconoce, se le censu- fidelidad sus obras al cine o al teatro, sino
ra, se le desdeña, lo sitúan en el mainstream, el que produce en sus lectores, quienes,
es una contradicción andante que en su cuando resisten el primer vianazo, suelen
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las llamadas cavas del barrio de Saint- para 1953 ya estaba fuera del mer-