Héroes de La Fe
Héroes de La Fe
Héroes de La Fe
En Hebreos capítulo 11, encontramos una especie de salón de la fama de grandes creyentes
de todos los tiempos. La principal cualidad que los une es justamente que pusieron, a lo
largo de su vida terrenal, toda su confianza en el Señor, y por eso fueron capaces de hacer
grandes hazañas. Hoy en día, la gente considera como héroes a personas famosas o que
tengan alguna capacidad sobresaliente. Sin embargo, en la Biblia, se les otorga este título a
aquellos que dedicaron su vida para servir a Dios. Es decir, lo que los hizo sobresalir no fue
una característica que ellos tuvieran, ni una capacidad, ni un talento, ni nada de eso; lo que
los hizo sobresalir fue haber el hecho de que pusieron su fe en el Señor más allá de toda
circunstancia. Es por ello que son destacados y sus vidas sirven de ejemplo para todos los
creyentes.
En este capítulo encontramos que se destaca a las siguientes personas: Abel, Enoc, Noé,
Abraham, Isaac, Jacob, Moisés, Rahab, Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel y los
profetas.
Hebreos 11:32-38 – ¿Y qué más diré? Pues el tiempo me faltaría para contar de
Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel y los profetas; quienes por la fe
conquistaron reinos, hicieron justicia, obtuvieron promesas, cerraron bocas de
leones, apagaron la violencia del fuego, escaparon del filo de la espada. Siendo
débiles fueron hechos fuertes, se hicieron poderosos en la guerra, pusieron en fuga a
ejércitos extranjeros. Las mujeres recibieron a sus muertos mediante la resurrección.
Otros fueron torturados, no aceptando su liberación a fin de obtener una mejor
resurrección. Otros experimentaron insultos y azotes, y hasta cadenas y
prisiones. Fueron apedreados, aserrados, tentados, muertos a espada. Anduvieron de
aquí para allá cubiertos con pieles de ovejas y de cabras; destituidos, afligidos,
maltratados (de los cuales el mundo no era digno), errantes por desiertos y
montañas, por cuevas y cavernas de la tierra. (NBLH)
La frase “¿Y qué más diré?” nos señala que el escritor pensaba que podría escribir una
infinidad acerca de las diferentes personas que, hasta ese tiempo, habían entregado su vida
a la causa de Dios. Sin embargo, como no terminaría nunca, decide cortar la lista
mencionando a algunas personas más, pero dejando en claro la idea de que fueron muchos
los que depositaron su confianza en el Señor.
Esto nos enseña que cosas extraordinarias pasan cuando nosotros nos disponemos a creen
EN Dios y también a creerle A Dios. Mientras que nosotros nos dispongamos a humillarnos
al tiempo que su nombre es glorificado, por la fe cosas que van más allá de lo que podemos
imaginar pueden pasar a nuestro alrededor (Ef 3:20). Estos hombres no eran diferentes a
nosotros, sino que estaban sujetos a las mismas pasiones que tenemos hoy en día. Aun así,
es su fe la que les permitió hacer grandes hazañas para la gloria del Señor (Stg 5:17-18). No
obstante, si queremos ver el obrar de Dios en nuestras vidas, no debemos ignorar la otra
parte: El sufrimiento. Estos mismos hombres que vieron las maravillas de nuestro Señor es
sus vidas, también fueron perseguidos y llevaron vidas difíciles, tal como sucedió con
Jesucristo. El sufrimiento es la evidencia de que realmente creímos (Jn 16:33); el
sufrimiento es el camino que nos lleva a Dios (Hch 14:22).
Leer las historias de estos hombres nos inspira y nos lleva a analizarnos a nosotros mismos,
de manera que podamos ver si realmente estamos viviendo a la altura del llamado que
recibimos. Pero lo interesante de todo esto, es que los relatos sobre los héroes de la fe no
terminaron en el siglo I, sino que se siguen extendiendo hasta nuestros días. Es por ello que,
en esta serie, queremos contarte sobre la vida de personas que, por haber puesto su fe en el
Señor, podemos considerarlos verdaderos héroes.
Policarpo de Esmirna (69-155)
Panteno de Sicilia (?-216)
Atanasio de Alejandría (298-373)
Henry Martyn (1781-1812)
Eric Liddell (1902-1945)
«Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve. 2 Gracias a ella
fueron aprobados los antiguos. 3 Por la fe entendemos que el universo fue formado por la palabra
de Dios, de modo que lo visible no provino de lo que se ve.»
INTRODUCCIÓN
En nuestra lección pasada estuvimos hablando sobre la FE DE RAHAB, una de las HÉROES DE LA FE.
Ahora seguimos con el tema, pero comenzando el relato del capítulo 11, siguiendo el ejemplo de
aquellos testigos de la antigüedad que tuvieron que enfrentar luchas y hacer decisiones cuando la fe
de ellos fue probada. El ejemplo de la fidelidad de ellos en medio de la adversidad encontrado en este
capítulo 11 de Hebreos, ha sido escrito para servirnos de ayuda en esos momentos que nuestra fe es
probada. Trataremos los siguientes puntos:
Trasfondo
Los que niegan la existencia de Dios, tienen que tener más FE en su incredulidad
LECCIÓN
Trasfondo. El Texto que hemos leído para comenzar nuestra lección, debe ser leído en todo su
contexto. Para eso debemos leer los versos 35-39 del capítulo anterior:
«Así que no pierdan la confianza, porque esta será grandemente recompensada. 36 Ustedes
necesitan perseverar para que, después de haber cumplido la voluntad de Dios, reciban lo que él ha
prometido. 37 Pues dentro de muy poco tiempo, «el que ha de venir vendrá, y no tardará.
38 Pero mi justo[g] vivirá por la fe. Y, si se vuelve atrás, no será de mi agrado».[h] 39 Pero
nosotros no somos de los que se vuelven atrás y acaban por perderse, sino de los que tienen fe y
preservan su vida.»
El propósito del autor de esta hermosa Epístola por Inspiración del Espíritu Santo al llegar a esta
parte del libro es de animar a sus lectores a seguir el ejemplo de esos héroes y heroínas de la fe,
quienes decidieron pasar a lo desconocido, basado en su conocimiento de DIOS, y de Sus Promesas.
Es por eso por lo que los versos 35-39 del capítulo 10 son tan importantes, porque nos amonestan
a perseverar en la fe, y aclara que NOSOTROS, en otras palabras, aquellos que han encontrado a
JESUCRISTO como Salvador personal, no somos, o no pertenecemos a aquellos que RETROCEDEN para
dejar el Evangelio; al contrario, NOSOTROS PERSEVERAMOS en la fe.
Fe en las Promesas de DIOS. Ahora llegamos a nuestro Texto de esta noche sobre lo que FE es en
realidad. Muchos creen que FE es creer en algo que uno no puede probar, pero se debe de aceptar.
Esa explicación no es correcta, porque FE es una confianza en DIOS y en Sus Promesas; algo que
podríamos decir que casi que se puede palpar con nuestras manos por lo real que es.
Es bien claro que estamos seguros de la EXISTENCIA de DIOS, y de Sus Promesas encontradas en
las Sagradas Escrituras. La evidencia nos deja una seguridad que lo que DIOS por medio de Su Palabra
ha dicho, se ha cumplido.
Es por eso que nuestra FE no se basa en lo que alguna persona haya dicho, sino en la
VERACIDAD de las Sagradas Escrituras. Por eso dice:
El relato de la creación en la Biblia lo entendemos por la FE, eso es porque no estuvimos ahí
cuando DIOS lo hizo. Pero lo que sí entendemos es que DIOS CREÓ todas las cosas por medio de SU
PALABRA.
(Verso 3) «Por la fe entendemos que el universo fue formado por la palabra de Dios, de modo
que lo visible no provino de lo que se ve.»
Los que niegan la existencia de Dios, tienen que tener más FE en su incredulidad. Nuestra sociedad
está muy acostumbrada a escuchar reportes de científicos, o de maestros/as en la escuela, o en la
universidad que Dios no existe, y que todo comenzó con una explosión de la nada.
El problema con esa «teoría» es que sin irnos muy lejos, el propio cuerpo humano con su
complejidad nos hace preguntar: ¿puede algo evolucionar con tanta precisión? Por eso la Biblia dice
en el Salmo 14:1:
También al mirar a las montañas, al cielo azul, y por la noche ver la luna y las estrellas, nos debe
recordar lo que la Biblia dice en el Salmo 19:1:
«Los cielos cuentan la gloria de Dios, el firmamento proclama la obra de sus manos.»
«Porque desde la creación del mundo las cualidades invisibles de Dios, es decir, su eterno poder
y su naturaleza divina, se perciben claramente a través de lo que él creó, de modo que nadie tiene
excusa.»
Para terminar este punto, debemos recordar la anécdota antigua del reloj, que, con toda su
precisión en darnos la hora, los minutos y los segundos, todos sabemos que un relojero lo hizo.
O sea, un buen reloj, tuvo un buen relojero que lo hizo. Un mal reloj, tuvo un mal relojero que
lo hizo; pero en ambos casos hubo un relojero.
Es por eso por lo que la propia creación muestra la GLORIA del CREADOR. ¡A Él sea toda la
Gloria!
Abel y Enoc, héroes de la fe. (Hebreos 11:4-6) «Por la fe Abel ofreció a Dios un sacrificio más
aceptable que el de Caín, por lo cual recibió testimonio de ser justo, pues Dios aceptó su ofrenda. Y
por la fe Abel, a pesar de estar muerto, habla todavía. 5 Por la fe Enoc fue sacado de este mundo sin
experimentar la muerte; no fue hallado porque Dios se lo llevó, pero antes de ser llevado recibió
testimonio de haber agradado a Dios. 6 En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que
cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan.»
La Biblia nos dice muy poco de Abel el hijo de Adán y Eva. No sabemos qué edad tenía él cuando
le ofreció a JEHOVÁ el sacrificio; lo que sí sabemos por medio del Texto de Génesis 4, y éste de
Hebreos, es que Abel fue OBEDIENTE a DIOS.
Mientras que Caín el hermano mayor de Abel, ofreció un sacrificio que NO agradó a DIOS, es
porque Caín simplemente quería hacer las cosas como él quería, y no como DIOS le había dicho que lo
hiciera.
El sacrificio que Abel ofreció a JEHOVÁ nos muestra qué era el que DIOS les había dicho que
hicieran y como debían hacerlo.
«En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene
que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan.»
La Biblia también nos dice muy poco de Enoc, pero lo que sí sabemos es que Enoc era OBEDIENTE
a JEHOVÁ.
(Génesis 5:24) «y como anduvo fielmente con Dios, un día desapareció porque Dios se lo llevó.»
(Judas 14-15) «También Enoc, el séptimo patriarca a partir de Adán, profetizó acerca de ellos:
«Miren, el Señor viene con millares y millares de sus ángeles[f] 15 para someter a juicio a todos y para
reprender a todos los pecadores impíos por todas las malas obras que han cometido, y por todas las
injurias que han proferido contra él.»
Por eso Enoc conocía a DIOS, y por eso podemos leer esa profecía encontrada en la Epístola de
Judas, de un hombre que había creído a DIOS.
Para concluir, hay tantos en este mundo que creen EN DIOS, pero no creen A DIOS. Porque
cuando uno cree A DIOS, el fruto es una FE que produce OBEDIENCIA, y una vida como Enoc, que
camina con Dios.
CONCLUSIÓN
Oremos…
*Todo Texto Bíblico sin otra indicación, ha sido tomado de la Santa Biblia, Nueva Versión
Internacional.