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El cálculo de cargas térmicas es el estudio que se lleva a cabo por profesionales para reconocer las
necesidades de climatización de un espacio, independientemente de la finalidad del mismo, es
decir, ya sea para el uso familiar, comercial o industrial. Entenderemos carga térmica como la
cantidad de energía que un área necesita para conservar o conseguir determinadas condiciones de
temperatura y humedad, con el fin último de una aplicación específica, ya sea residencial o propia
de una actividad concreta. Por ejemplo, la que se llevaría a cabo en una vivienda para calcular las
necesidades de sus sistemas de calefacción; o en un centro logístico donde se trabaje con
alimentos congelados, para asegurar los sistemas de refrigeración. Estos estudios ahondan en la
cuestión diferenciando si lo que se quiere obtener es carga térmica para determinar qué
refrigeración o calefacción va a necesitar el espacio o área, o por otro lado, si lo que se trata es de
estudiar las condiciones en temporadas de frío o calor, invierno o verano, como habitualmente se
hace en hogares. Se puede diferenciar, estableciendo una clasificación de las cargas térmicas,
entre cargas térmicas sensibles y cargas térmicas latentes: · Cargas térmicas sensibles: en esta
categoría se incluyen las cargas térmicas originadas por una diferencia de temperatura y también
las debidas a la radiación térmica. · Cargas térmicas latentes: aquí englobamos aquellas que se
deben a una aportación de humedad al aire. Por ejemplo, las derivadas del aire exterior o de la
actividad interior (como puede ser la humedad generada por unas cocinas o una maquinaria
específica).
Una vez estén pautados los objetivos y las características del espacio que vamos a analizar, existen
muchos factores que han de ser tenidos en cuenta. Pese a que en los términos y especificaciones
que daremos hoy cabe la posibilidad de aplicarlos, en mayor o menor medida, a casi cualquier
espacio, los próximos pasos y claves se centrarán en un cálculo de cargas térmicas destinado
principalmente a un concepto de edificación genérico. Destacamos, por lo tanto, aspectos o
factores a tener en cuenta antes de comenzar el estudio:
· Ubicación del edificio exacta, así como sus características (dimensiones, altura del techo, pared,
etcétera). En definitiva, los factores arquitectónicos que podríamos obtener de los planos del sitio.
· Orientación del edificio: condiciones exteriores (en función del veranoinvierno, condiciones
climatológicas y ambientales); condiciones interiores (en función del uso que se le otorgue al local
o vivienda).
· Área total de vidrio expuesto al exterior, así como su tipología y los marcos utilizados; también es
importante conocer otro tipo de materiales constructivos presentes en techo, tabiquería, piso y
aquellas superficies en contacto con el exterior.
Para adentrarnos en los cálculos propios, enumeremos primero los tipos de cargas sensibles y
cargas latentes que estudiaremos. Estos son los siguientes:
· En el apartado del cálculo de las cargas sensibles: Transmisión a través de cerramientos opacos;
transmisión a través de cerramientos traslúcidos; radiación solar; ventilación / infiltración de aire;
ocupación del local; iluminación; por último, maquinaria.
· En el apartado del cálculo de las cargas latentes, solo tendremos en cuenta dos categorías:
ventilación / infiltración de aire; ocupación del local.
Cálculo de cargas sensibles Para calcular la carga térmica sensible, que denominaremos Qs, es
necesario utilizar la siguiente fórmula:
Esta carga térmica por transmisión se calcula de la siguiente forma: Qstr = K * S * (Tec – Ti) Siendo
K el coeficiente de transmisión térmica del cerramiento (W/m2 °C), también llamado
transmitancia térmica. Siendo S la superficie del cerramiento, expresado en m2. Siendo Tec la
temperatura de diseño al otro lado del cerramiento, expresado en °C. Siendo Ti la temperatura
interior del diseño del local, expresado en °C.
Aquí se representa la radiación que atraviesa superficies traslúcidas, como puede ser el cristal,
transmitiendo calor al interior de la estancia. Esta carga térmica por transmisión a través de
cerramientos traslúcidos se calcula así: Qsr = S * R * F Siendo Qsr la carga térmica por radiación
solar a través de cristal, expresado en W. Siendo S la superficie traslúcida o acristalada expuesta a
la radiación, expresado en m2. Siendo R la radiación solar que atraviesa dicha superficie,
expresado en W/m2. Siendo F los factores de corrección de la radiación en función del tipo de
vidrio y otros factores, que se pueden consultar en unas tablas del Código Técnico de Edificación
(CTE-DB HE Ahorro de energía).
Qst = K · S · (Te-Ti) Siendo Qst la carga por transmisión a través de los cerramientos interiores, en
W. Siendo K el coeficiente global de transmisión térmica del cerramiento expresado en W/m2ºC.
Siendo S la superficie del cerramiento interior, en m2. Siendo Te la temperatura de diseño al otro
lado del cerramiento (ºC). Siendo Ti la temperatura interior de diseño del local (ºC).
Qsai = Qsil + Qsp + Qsv Siendo Qsil la ganancia interna de calor sensible por iluminación, expresa
en W. Siendo Qsp, la ganancia interna de calor sensible debido a los ocupantes, en W. Siendo Qsv
la ganancia interna de calor sensible por aparatos diversos, en W.
Aquí se calcula la carga latente por ventilación o infiltración de aire exterior, determinada con la
siguiente fórmula: Q = V * 0.63 * Δw Siendo V el caudal de aire infiltrado o de ventilación,
expresado en m3/h. Siendo 0,63 el producto de la densidad estándar del aire (1,2 kg/m3) por el
calor latente de vaporización del agua (0,52 Wh/g). Siendo Δw la diferencia de humedad absoluta
entre el ambiente exterior y el interior (ºC).
Esta carga latente por ocupación del local se obtiene multiplicando una valoración de calor latente
emitido por una persona tipo, por el número de ocupantes previstos para este local estudiado.
Esta cifra de calor emitido se extrae de una tabla en la que se tiene en cuenta una tipología
preestablecida de cada una de las estancias. Estos datos pueden ser obtenidos a través del RITE
(Reglamento de Instalaciones Térmicas de los Edificios).
En un área por acondicionar, la carga térmica se debe eliminar mediante enfriamiento, el cual
resulta de la suma de las cargas térmicas en las que están involucradas diferentes fuentes. Por su
parte, para mantener fría una cámara y todo lo que esté contenido en ella, es necesario extraer el
calor inicial y, luego, el que pueda entrar en ella, aunque se encuentre bien aislada. Según la
American Society of Heating, Refrigeration and Air Conditioning Engineers (ASHRAE), para el
cálculo de la carga térmica en cámaras de almacenamiento de alimentos son considerados los
siguientes factores: · Transmisión de calor por la superficie · Calor que el alimento debe perder
para alcanzar la temperatura deseada · Calor interno referente a personas · Lámparas y
equipamientos, infiltraciones de aire · Calor de los moto-ventiladores y tiempo previsto de
funcionamiento · Coeficiente de seguridad El requerimiento total de refrigeración (Q total) puede
establecerse como: Q total = Q producto + Q otras fuentes. En la expresión anterior, los términos
del segundo miembro tienen el significado que se presenta a continuación: Q producto:
Representa los sumandos necesarios que tiene en consideración la carga térmica por eliminar,
procedente del calor sensible, del calor latente de solidificación, de las reacciones químicas del
embalaje y del calor absorbido para la congelación del agua de los alimentos o productos que se
desea refrigerar. Q otras fuentes: Incluye, entre otros, los flujos de calor a través de los
cerramientos de la cámara por transmisión de paredes, suelo y techo, la refrigeración para el aire
exterior que se introduce, la ventilación, las cargas térmicas debidas a ventiladores, bombas,
iluminación eléctrica, personas que manipulan los productos, etc. Como el calor generado durante
las 24 horas de un día se ha de extraer en un número de horas menor que las horas de
funcionamiento diario, la potencia frigorífica de la maquinaria NR habrá de ser superior a la
potencia Q total calculada para extraer durante las 24 horas. Su valor será: NR= Q total/ t
Los métodos para determinar la cantidad de flujo de calor a través de los muros, piso y techo
están bien establecidos. Esta ganancia de calor es directamente proporcional al DT entre los dos
lados del muro. El tipo y espesor del aislamiento usado en la construcción de la pared, el área
exterior de la pared y el DT entre los dos lados del muro son los tres factores que establecen la
carga a través de muros. Existen tablas que proporcionan información para simplificar los cálculos.
La pérdida de calor está sujeta a muchas variables predecibles con exactitud. Los factores
mostrados en la tabla 1 de calor ganado a través de muros están basados en piso de concreto y el
DT entre la temperatura del suelo y la temperatura de almacenamiento de la cámara. En el caso
de los congeladores, es posible que se necesite proveer calor en la base de la losa para evitar
congelamiento del agua del terreno y levantamiento del piso. La temperatura mínima de la losa
deberá ser por lo menos 40 °F; normalmente, 55 °F deberá ser usada para aplicaciones de
congeladores. Valores de aislamiento: Factor K: el valor de aislamiento de cualquier material es
considerado por su conductividad térmica Factor U: coeficiente global de transferencia de calor,
BTU por hora/por ft2/°F Factor R: Resistencia térmica Factor X: Pulgadas de aislamiento
Siempre que un producto tenga una temperatura más alta y sea colocado en una cámara de
refrigeración o congelación, el producto perderá su calor hasta que alcance la temperatura de
almacenamiento. Esta carga térmica consta de tres componentes: a) Calor específico: cantidad de
calor que debe ser removido de una libra de producto para reducir su temperatura 1 °F; se le llama
calor específico. Éste tiene dos valores: uno aplicado cuando el producto está arriba del punto de
congelación; el segundo es aplicable después de que el producto ha alcanzado su punto de
congelación. b) Calor latente: cantidad de calor que debe eliminarle a una libra de producto para
congelar; se le llama calor latente de fusión. La mayoría de los productos tienen un punto de
congelación en el rango de 26 a 31 °F, y si la temperatura exacta es desconocida, ésta puede
considerarse de 28 °F. Existe una relación definida entre el calor latente de fusión del contenido de
agua del producto, su calor específico y latente: Calor específico arriba del punto de congelación=
0.20 + (0.008% agua) Calor específico debajo del punto de congelación= 0.20 + (0.003% agua)
Calor latente= 143.3 x % agua. c) Respiración: las frutas frescas y los vegetales están vivos. Incluso
en el almacén refrigerado generan calor, el cual es llamado calor de respiración. Éstos son
continuamente sometidos a cambios, en los que se libera energía en forma de calor, la cual varía
con el tipo y temperatura del producto. Los valores son generalmente tabulados en BTU/l
bs/24horas y son aplicados al peso total del producto que se almacena, no sólo lo retirado
diariamente. d) Tiempo de abatimiento: cuando la carga del producto es calculada con un tiempo
de abatimiento diferente de 24 horas, un factor de corrección: 24 horas . Tiempo de abatimiento
Nota. Aunque el abatimiento de temperatura del producto puede ser calculado, no debe otorgarse
ninguna garantía en relación con la temperatura final del producto debido a los diversos factores
incontrolables (tipo de empaque, posición de la carga, método de almacenamiento, etcétera).
Cargas misceláneas
Aun cuando la mayoría de la carga térmica en una cámara refrigerada o un congelador es causada
por la pérdida a través de paredes, cambios de aire y producto enfriado o congelado, existen otras
tres fuentes de calor que no deben ser descuidadas para la selección del equipo de refrigeración,
puesto que el equipo tiene que mantener la temperatura bajo las condiciones de diseño. Estas
cargas son generalmente promediadas en un periodo de 24 horas para suministrar la capacidad
durante este lapso. a) Luces: los requerimientos típicos son de 1 a 1/2 watt por ft2. Las cámaras de
cortes o proceso pueden ser del doble de capacidad estimado. Cada watt es multiplicado por 3.42
BTU/W para obtener un BTU estimado. Este es entonces multiplicado por 24 para tener un
porcentaje diario estimado. b) Motores: los motores más pequeños usualmente son menos
eficientes y tienden a generar más calor por HP que los motores más grandes. 1. Para uso cuando
la carga y las pérdidas por motores son disipadas dentro del espacio refrigerado: motores que
impulsan ventiladores para forzar la circulación de los evaporadores. 2. De aplicación cuando las
pérdidas de los motores son disipadas fuera del espacio refrigerado y trabajo útil del motor
empleado: bomba de circulación de salmuera o sistema de agua helada, motor ventilador en el
exterior del espacio refrigerado que lo impulsa para la circulación del aire.