Morir para Vivir
Morir para Vivir
Morir para Vivir
Preguntas iniciales:
- ¿A quién consideras como un ejemplo digno a seguir? (En tu vida)
- ¿A quién consideras como un ejemplo digno a seguir? (En la Biblia)
- ¿Quién fundó el movimiento que hoy es conocido como cristianismo?
a) Pablo
b) Jesús
c) Patriarcado
d) Ninguna de las anteriores
Una mirada más cercana a la vida de Pablo para tener un mayor entendimiento de por que los
creyentes sufren y de qué maneras
--¿Quién era Pablo?
Hechos 22, 2-4
Oyendo que les hablaba en lengua hebrea, guardaron mayor silencio. Y prosiguió: Yo soy
judío, nacido en Tarso de Cilicia, educado en esta ciudad e instruido a los pies de Gamaliel,
según el rigor de la Ley patria, celador de Dios, como todos vosotros lo sois hoy. Perseguí
de muerte esta doctrina, encadenando y encarcelando a hombres y mujeres,
Filipenses 3, 4-6
Aunque yo podría confiar en la carne, y si hay algún otro que crea poder confiar en ella, yo
más todavía. Circuncidado al octavo día, de la raza de Israel, de la tribu de Benjamín,
hebreo hijo de hebreos, y, según la Ley, fariseo, y por el celo de ella, perseguidor de la
Iglesia; según la justicia de la Ley, irreprensible.
Fariseo: Secta político-religiosa. Predominante y de mucha influencia estaba conformado por
la clase media, en su mayoría comerciantes que tenían el apoyo del pueblo. Creían que
Dios estaba al control de todo. Creían en la vida después de la muerte. Creían en la
resurrección de los muertos. Creían en el cumplimiento de la ley.
Gamaliel
Miembro del Sanedrín. Nasi “( ”נָשִׂיאPríncipe / presidente) Realizó una intervención con un
razonable consejo en el concilio convocado contra los apóstoles y salvó a estos de la muerte
(Hechos 5,33-42).
“Instruido a los pies de Gamaliel”
παιδεύω Vs ἀνατρέφω
--Pablo y Ananías
Hechos 9, 10-16
Había en Damasco un discípulo, de nombre Ananías, a quien dijo el Señor en visión:
¡Ananías! Él contestó: Heme aquí, Señor. Y el Señor a él: Levántate y vete a la calle llamada
Recta, y busca en casa de Judas a Saulo de Tarso, que está orando. Vio Saulo en visión a un
hombre llamado Ananías, que entraba y le imponía las manos para que recobrase la vista. Y
contestó Ananías: Señor, he oído a muchos de este hombre cuántos males ha hecho a tus
santos en Jerusalén, y que viene aquí con poder de los príncipes de los sacerdotes para
prender a cuantos invocan tu nombre. Pero el Señor le dijo: Ve, porque es éste para mí vaso
de elección, para que lleve mi nombre ante las naciones y los reyes y los hijos de Israel. Yo
le mostraré cuánto habrá de padecer por mi nombre.
-σκεῦος: Vaso Casarce: γαμίσκω
El testimonio de Saulo no se caracterizará por la gloria sino por la cruz; dice Jesús a Ananías:
Yo le mostraré cuánto habrá de padecer por mi nombre
Saulo recupera la vista
2 corintios 1, 8-11
No queremos, hermanos, que ignoréis la tribulación que nos sobrevino en Asia, pues fue
muy sobre nuestras fuerzas, tanto que desesperábamos ya de salir con vida. Aún más,
temimos como cierta la sentencia de muerte, para que no confiásemos en nosotros mismos,
sino en Dios, que resucita a los muertos, que nos sacó de tan mortal peligro y nos sacará. En
Él tenemos puesta la esperanza de que seguirá sacándonos, cooperando vosotros con la
oración a favor nuestro, a fin de que la gracia que por muchos se me concedió, sea de
muchos agradecida por nuestra causa.
Pero Pablo veía que la experiencia terrible que había pasado había resultado
tremendamente útil: le había arrojado a los brazos de Dios y le había demostrado su
absoluta dependencia de Él.
Tesoro dentro de vasos de Barro
2 Corintios 4, 7-12
Pero llevamos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios y
no parezca nuestra. En todo apremiados, pero no acosados; perplejos, pero no
desconcertados; perseguidos, pero no abandonados; abatidos, pero no aniquilados, llevando
siempre en el cuerpo el (suplicio) mortal de Cristo, para que la vida de Jesús se manifieste
en nuestro tiempo. Mientras vivimos estamos siempre entregados a la muerte por amor de
Jesús, para que la vida de Jesús se manifieste también en nuestra carne mortal. De manera
que en nosotros obra la muerte, en vosotros la vida.