Serie para Primicias
Serie para Primicias
Serie para Primicias
1. El pueblo de Dios estaba llamado a dar primicias por los primogénitos, los animales y
los frutos de la tierra (Éxodo 22:29, 30; 23:19; Deuteronomio 18:4, 5).
3. Las primicias se destinaban al sostenimiento de los levitas (Números 18:8-13, 21; Dt.
18.1-5. hombres y mujeres). EN LA ACTUALIDAD ESTAS PRIMICIAS TAMBIEN SE DAN
A LOS MINISTROS QUE DIOS TIENE AL FRENTE DE SU GREY, SU IGLESIA.
1 Corintios 9.3-14
1. Somos administradores, por que Dios es dueño de todo (Sal 24:1; Hageo 2:8)
Conclusión:
Al ofrendar a Dios las primicias y lo mejor de los frutos, se reconocía que el Señor es
dueño y dador de los frutos del campo; todo se debe a su bendición. Habiendo
consagrado las primicias a Dios, el hombre podía disfrutar con limpia conciencia del resto
de los bienes. El ofrecimiento de las primicias fue regulado por Dios.
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LA SEMILLA DE MI BENDICIÓN.
2 COR. 9:6-11
Para que Dios nos bendiga debemos procurar cubrir todos los aspectos, que no se nos
escape ni uno, es como un costal, si queremos llenarlo debemos cuidar que no haya
fugas. Así, parte de lo que debemos cuidar es la OBEDIENCIA en muchos aspectos, yo
quiero hablarte de la obediencia en nuestras ofrendas, diezmos y primicias, conocer de
ellas para obedecer lo que Dios manda sobre ellas y así evitar que por esto haya “fugas”
de la bendición de Dios para nosotros.
A veces pensamos que estos aspectos no influyen en la bendición de Dios para mi vida,
pero quiero decirte que juegan un papel muy importante. Está completamente
comprobado que cuando le damos a Dios de lo que Él nos da, Él nos bendice
grandemente.
I. OFRENDAS.
SI OFRENDO $100. (RECIBIRÉ $10 MIL); SI OFRENDO 200 (RECIBIRÉ 20 MIL);
2. “EL QUE DA, RECIBE”. LO DICE EL SEÑOR.
3. LA FORMA EN QUE SE DÁ: 1 CRÓNICAS 29:1-14.
II. DIEZMOS.
III. PRIMICIAS.
1. MUY POCOS SABEN QUE HAY QUE DAR PRIMICA ¿QUÉ ES?
2. ¿CADA CUÁNTO SE DA?
CADA AÑO NÚM. 28:26; 34:22 y 3 veces al año porque es un nuevo ciclo. Dt. 16.16-17
CADA QUE SE CAMBIA DE TRABAJO, porque es un nuevo ciclo en cada trabajo. Asi se
cambie de trabajo 2, 3 veces o más en el año, pues es un nuevo comienzo.
3. ¿CÓMO DAR MIS PRIMICIAS HOY?
CONCLUSIÓN:
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LA GENEROSIDAD
INTRODUCCIÓN: La generosidad es una virtud con un valor inigualable. Cada creyente,
de acuerdo a su estado, debe ser generoso con Cristo y entregarle su tiempo, su vida, su
amor. La actitud de agradecimiento nos sensibiliza a ver las necesidades de nuestros
hermanos y nos llama a buscar la forma de ayudar, no sólo se expresa en la ofrenda
material, sino que es una entrega de toda la vida. Así el apóstol Pablo puede decir de los
cristianos de Macedonia dieron mucho más: se dieron a ellos mismos.
I. EL CREYENTE GENEROSO ENTIENDE QUE ES DIOS EL DUEÑO Y ÉL SÓLO UN
ADMINISTRADOR
Todo lo que tenemos es nuestro únicamente por la gracia de Dios. Todo le pertenece a Él.
El salmista escribió, “De Jehová es la tierra y su plenitud; el mundo y los que en él
habitan.” El derecho de propiedad de Dios es eterno e invariable. Él nunca ha renunciado
a sus derechos como dueño, ni lo hará jamás.
“Pero, ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que podamos darte estas ofrendas
voluntarias? En verdad, tú eres el dueño de todo, y lo que te hemos dado, de ti lo hemos
recibido”. 1 Crónicas 29:14
II. EL CREYENTE GENEROSO HONRA A DIOS CON SUS BIENES
El dar generosamente por fe es un privilegio dado por Dios al creyente. Cuando usted
honra y alaba a Dios a través de un compromiso y de su obediencia en la mayordomía de
sus bienes, Él lo inunda de gozo. Él convierte el acto de dar en una aventura emocionante
en la vida cristiana. Cuando busca primero honrar a Dios con sus bienes, la
PROSPERIDAD le vendrá como añadidura, como una honra de haber puesto primero a
Dios.
“Honra al Señor con tus riquezas y con los primeros frutos de tus cosechas. Así tus
graneros se llenarán a reventar y tus bodegas rebosarán de vino nuevo”. Proverbios 3.9-
10
III. EL CREYENTE GENEROSO ES PROSPERADO EN TODO
El que es generoso, prospera; el que da, también recibe. La prosperidad es una buena
dádiva y un don perfecto que Dios da a los generosos, es la añadidura por poner a Dios
en primer lugar. La siembra y la cosecha es una ley divina, que Dios ha establecido para
traer prosperidad a su pueblo. En la tierra se siembra un grano de trigo y se cosecha
hasta cien granos de trigo; eso significa progreso. En el Reino de Dios, le da uno a Dios y
recibe de Dios cien veces más, esto es prosperidad. No hay prosperidad si no hay
cosecha. Si no se practica este principio divino, sólo habrá pobreza. Si recibe una
bendición sin haber sembrado, es porque Dios le está dando semilla para sembrar, para
que reciba más y sea prosperado. Si desea cosechar, tiene que sembrar algo. Se siembra
para cosechar; y se cosecha para volver a sembrar. Se da para recibir; y se recibe para
volver a dar. Hay que sembrar continuamente —el día en que se deja de sembrar, se
detiene la prosperidad, porque se detienen las cosechas.
“Unos dan a manos llenas, y reciben más de lo que dan; otros ni sus deudas pagan, y
acaban en la miseria. El que es generoso prospera”. Proverbios 11:24-25
IV. EL CREYENTE GENEROSO RECIBE DE LA MISMA FORMA EN QUE DA
Nuestro dar abre las manos de Dios que, en su providencia, nos llena con
sobreabundancia para poder dar más todavía y volver a recibir y poder así ir al encuentro
de las inmensas necesidades de muchos.
“Den, y se les dará: se les echará en el regazo una medida llena, apretada, sacudida y
desbordante. Porque con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes”. Lucas
6:38
V. EL CREYENTE GENEROSO DA CON ALEGRÍA EN SU CORAZÓN
La intención del corazón es una de las cosas más importantes a la hora de dar: el
corazón del que da debe estar alegre. La intención debe ser siempre crear felicidad para
quien da, porque la felicidad sostiene y sustenta la vida y, por tanto, genera abundancia.
La retribución es directamente proporcional a lo que se da, cuando el acto es
incondicional y sale del corazón. Por eso el acto de dar debe ser alegre, la actitud
espiritual debe ser tal que se sienta alegría en el acto mismo de dar.
“Recuerden esto: El que siembra escasamente, escasamente cosechará, y el que siembra
en abundancia, en abundancia cosechará. Cada uno debe dar según lo que haya decidido
en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con
alegría”. 2 Corintios 9.:6-7
VI. EL CREYENTE GENEROSO ES MÁS DICHOSO CUANDO DA QUE CUANDO
RECIBE
En saber dar y saber recibir está uno de los principios de vida del creyente. Del mismo se
desprende la paz interior que anhelamos y que es fuente de felicidad. Como decía
Jesucristo: Hay más alegría en dar que en recibir.
“Con mi ejemplo les he mostrado que es preciso trabajar duro para ayudar a los
necesitados, recordando las palabras del Señor Jesús: 'Hay más dicha en dar que en
recibir”. Hechos 20:35
CONCLUSIÓN: La generosidad cristiana ha sido siempre un distintivo especial del
creyente. El amor de Cristo y el impulso del Espíritu Santo son elementos que facilitan en
el creyente la actitud dadivosa. Cuando compartimos generosamente lo nuestro con los
demás, estamos demostrando gratitud y aprecio por las dádivas de Dios. La verdadera
generosidad cristiana es el resultado de una vida cristiana fiel. Esta actitud no proviene de
la matemática ni de la filosofía personal, sino del amor de Dios que fluye de dentro del
corazón. Cuando se ha consagrado por completo a Dios esta manera de dar es
espontánea.
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(NVI) “Cuando hayas entrado en la tierra que el Señor tu Dios te da como herencia, y
tomes posesión de ella y te establezcas allí, 2 tomarás de las primicias de todo lo que
produzca la tierra que el Señor tu Dios te da, y las pondrás en una canasta. Luego irás al
lugar donde el Señor tu Dios haya decidido habitar, 3 y le dirás al sacerdote que esté
oficiando: “Hoy declaro, ante el Señor tu Dios, que he entrado en la tierra que él nos dio,
tal como se lo juró a nuestros antepasados.” 4 El sacerdote tomará de tus manos la
canasta y la pondrá frente al altar del Señor tu Dios.”
INTRODUCCIÓN:
Hoy, día de primicias. Necesario verlo a la luz de la Palabra, como todo lo demás, porque
luego sólo se piensa que es interés, y no nos damos cuenta que en su Palabra tenemos
promesas de bendición económica, y si no hemos visto la bendición económica de Dios, o
es porque no hemos sido instruidos, o porque hemos reusado obedecer los principios
bíblicos para nuestra bendición.
Lucas 6:38 (NVI) “Den, y se les dará: se les echará en el regazo una medida llena,
apretada, sacudida y desbordante. Porque con la medida que midan a otros, se les
medirá a ustedes.”
2ª Cor. 9:6 (NVI) “Recuerden esto: El que siembra escasamente, escasamente cosechará,
y el que siembra en abundancia, en abundancia cosechará.”
A. Pablo a los 1 Corintios 15:20 “Lo cierto es que Cristo ha sido levantado de entre
los muertos, como primicias de los que murieron.”
Cristo fue crucificado en el día de la pascua y es muy diciente que resucitó tres días
después, justo el día de la fiesta de las primicias.
B. Pablo a los Romanos 8:23 “Y no sólo ella, sino también nosotros mismos, que
tenemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente, mientras aguardamos nuestra
adopción como hijos, es decir, la redención de nuestro cuerpo.”
Es decir, la presencia y obra del E.S. en y con nosotros, es sólo un anuncio de la gloria
venidera. Su amor, paz, gozo, consuelo y fortaleza son primicias de la vida que nos
espera en el cielo.
Dt. 26:1 “Cuando hayas entrado en la tierra que el Señor tu Dios te da”
Éx. 19:5 “Si ahora ustedes me son del todo obedientes, y cumplen mi pacto, serán mi
propiedad exclusiva entre todas las naciones. Aunque toda la tierra me pertenece”
Núm. 8:17 “Porque mío es todo primogénito de Israel, ya sea hombre o animal. Los aparté
para mí cuando herí de muerte a todos los primogénitos de Egipto.”
Sal. 24:1-2 “Del Señor es la tierra y todo cuanto hay en ella, el mundo y cuantos lo
habitan; 2 porque él la afirmó sobre los mares, la estableció sobre los ríos.”
(base bíblica) Dt. 26:3 “Y te presentarás al sacerdote que hubiere en aquellos días, y le
dirás: Declaro hoy a Jehová tu Dios, que he entrado en la tierra que juró Jehová a
nuestros padres que nos daría.”
Sal. 100:4 “Entren por sus puertas con acción de gracias; vengan a sus atrios con himnos
de alabanza; denle gracias, alaben su nombre.”
Sal. 103:1-2 “Alaba, alma mía, al Señor; alabe todo mi ser su santo nombre. 2 Alaba, alma
mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios.”
Sgo. 1:17 “Toda buena dádiva y todo don perfecto descienden de lo alto, donde está el
Padre que creó las lumbreras celestes, y que no cambia como los astros ni se mueve
como las sombras.”
Pero algunos que no les gusta ser agradecidos y no reconocen a Dios como dueño de
todo, dicen “pero los diezmos, ofrendas y primicias son de la ley, y ya no estamos bajo la
ley.” CAÍN Y ABEL; ABRAM Y JACOB fueron antes de la Ley y lo practicaron.
Jesucristo mismo lo dijo Mt. 23:23 “¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos,
hipócritas! Dan la décima parte de sus especias: la menta, el anís y el comino. Pero han
descuidado los asuntos más importantes de la ley, tales como la justicia, la misericordia y
la fidelidad. Debían haber practicado esto sin descuidar aquello.”
- Para la fiesta de Pentecostés (tiempo de la cosecha del trigo) Cristo resucitó
iniciando esta fiesta, por eso es PRIMICIA de los que resucitaremos.
En las 3 fiestas se traían PRIMICIAS.
Dt. 16.16b-17 "y ninguno se presentará delante de Jehová con las manos vacías. Cada
uno con la ofrenda de su mano CONFORME a la bendición que Jehová to Dios te hubiere
dado"
Mal. 1:6 “El hijo honra a su padre y el siervo a su señor. Ahora bien, si soy padre, ¿dónde
está el honor que merezco? Y si soy señor, ¿dónde está el respeto que se me debe? Yo,
el Señor Todopoderoso, les pregunto a ustedes, sacerdotes que desprecian mi nombre.”
¡Dios es muy bueno con nosotros! Por naturaleza tiene cuidado de su creación, es quien
nos da la vida, la salud y la capacidad para trabajar ¡HONRÉMOSLO!
2 Cr. 31:2-5 “2 Ezequías les asignó turnos a los sacerdotes y levitas, para que cada uno
sirviera según su oficio, y así ofreciera los holocaustos y los sacrificios de comunión,
oficiara en el culto, cantara las alabanzas al Señor, o sirviera en las puertas del templo del
Señor. 3 El rey destinó parte de sus bienes para los holocaustos matutinos y vespertinos,
y para los holocaustos de los sábados, de luna nueva y de las fiestas solemnes, como
está escrito en la ley del Señor. 4 También ordenó que los habitantes de Jerusalén
entregaran a los sacerdotes y a los levitas la parte que les correspondía, para que
pudieran dedicarse a la ley del Señor. 5 Tan pronto como se dio la orden, los israelitas
entregaron en abundancia las primicias del trigo, del vino, del aceite, de la miel y de todos
los productos del campo. También dieron en abundancia el diezmo de todo.“
“20 Eso mismo hizo Ezequías en todo Judá, actuando con bondad, rectitud y fidelidad
ante el Señor su Dios. 21 Todo lo que emprendió para el servicio del templo de Dios, lo
hizo de todo corazón, de acuerdo con la ley y el mandamiento de buscar a Dios, y tuvo
éxito.”
- Es interesante que del rey Ezequías la biblia dice “tuvo riquezas y gloria en gran
manera, porque Dios se las dio y fue prosperado en todo lo que hizo.” (y 2 Cr. 32.30b)
Observamos que en este texto que Ezequías caminaba en la ley de Dios y en los
principios financieros del reino. Dios fue propicio a la fidelidad del rey y fue prosperado.
Dt. 28:1-2 “Si realmente escuchas al Señor tu Dios, y cumples fielmente todos estos
mandamientos que hoy te ordeno, el Señor tu Dios te pondrá por encima de todas las
naciones de la tierra. 2 Si obedeces al Señor tu Dios, todas estas bendiciones vendrán
sobre ti y te acompañarán siempre:”
Prov. 3:9-10 “9 Honra al Señor con tus riquezas y con los primeros frutos de tus cosechas.
10 Así tus graneros se llenarán a reventar y tus bodegas rebosarán de vino nuevo.”
Mal. 3:10-12 “10 »Traigan íntegro el diezmo para los fondos del templo, y así habrá
alimento en mi casa. Pruébenme en esto —dice el Señor Todopoderoso—, y vean si no
abro las compuertas del cielo y derramo sobre ustedes bendición hasta que sobreabunde.
11 Exterminaré a la langosta, para que no arruine sus cultivos y las vides en los campos
no pierdan su fruto —dice el Señor Todopoderoso—. 12 Entonces todas las naciones los
llamarán a ustedes dichosos, porque ustedes tendrán una nación encantadora —dice el
Señor Todopoderoso—.”
CONCLUSIÓN:
Hay muchas maneras de adorar a Dios, de darle la honra. Sin duda nuestra obediencia es
nuestra mejor adoración, obedecerlo en todo, honrarlo en todo, incluso con nuestros
bienes y con nuestras finanzas.
Dios tiene cuidado de nosotros en todo ¡Cómo no agradecerle y honrarle!