Duelos
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RESUMEN
El tema de la muerte y las despedidas suele generar angustia en el ser humano. La
evitación y la negación son mecanismos defensivos ampliamente utilizados, sin embargo,
los beneficios que suponen la asimilación de una pérdida, con el consiguiente crecimiento
y evolución también son negados al evitar el dolor y la angustia. Planteamos en este
artículo diferentes modos de afrontar el dolor de la pérdida, principalmente, desde una
perspectiva gestáltica.
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Para obtener alguna respuesta al porqué nos resulta tan angustiante, podríamos revisar
nuestras experiencias más remotas acerca de la muerte. Tal vez nos trataron de
apartar, de proteger o tal vez nos mintieron u ocultaron la muerte y es posible que esto
nos haya dejado un vacío respecto de este tema, como consecuencia, tampoco sabemos
qué decir o hacer cuando alguien está muriendo o esta atravesando un proceso de
duelo: evitamos el tema, lo minimizamos, evitando así el favorecimiento del proceso de
duelo.
Por otro lado el legado de algunas religiones, que envuelven a la muerte tras un manto
de temor y miedo. También los medios de comunicación, con sus habituales imágenes
relacionadas con la muerte han contribuido a desconectarnos y vivirla como algo ajeno,
algo que sucede a los demás.
Cuando hablamos de duelo, hacemos referencia el vacío que queda después de una
pérdida. Las personas creamos vínculos afectivos. Los vínculos se componen de una
cierta cantidad y calidad de afectos que son valorados como positivos o negativos, por
tanto cuando se rompe el vínculo (pérdida), se da una frustración y de esta surge rabia
y tristeza. De este modo, El dolor de la pérdida dependerá del vínculo o la valoración que
hacemos de lo que teníamos y de nuestro patrón de funcionamiento para hacer frente a
las pérdidas. Una pérdida también hace referencia a algo que deseamos mucho y que no
lo podemos obtener.
También tenemos que considerar que el modo en el que se realice la pérdida, influirá
mucho en el manejo de duelo. La muerte esperada, como la de nuestros abuelos o padres
se asumirá mejor que una pérdida inesperada, que puede ocasionar la falta de
despedida y dejar un gran vacío.
M.A Plaxatx (2001), plantea que cuando se le pregunta al doliente el objetivo del duelo, la
mayoría de las respuestas incluyen del deseo de que desaparezca la angustia y el dolor,
pero nunca de aceptarlo.
Asuntos Inconclusos
Los psicólogos de la Gestalt plantean que cuando una tarea se interrumpe, esto produce
un impacto emocional que hace que se retenga dicha tarea en la memoria durante un
tiempo. En cambio, cuando la tarea es finalizada y completada, esto produce una
satisfacción, un crecimiento y un rápido olvido. Si extendemos estas premisas al tema
afectivo, concretamente a los duelos, veremos que:
-Una gestalt no concluida produce una serie de comportamientos cíclicos y repetitivos
que tienen como finalidad provocar un cierre o conclusión de la situación.
-A veces, este cierre puede resultar doloroso y este dolor se puede aliviar por un
comportamiento sustituto.
En la terminología Gestalt llamamos “Asuntos Inconclusos” a estas interrupciones, en el
caso de pérdidas afectivas podría quedar algo inacabado con la persona o situación.
Cuando algo no cerramos, es como si enterráramos aspectos nuestros con el muerto. Por
eso es tan importante favorecer el cierre del duelo.
DESHACIENDO LA NEGACION.
Según Perls, Goodman y Hefferline (1951) , un ajuste creativo es una relación entre una
persona y el entorno, en la cual la persona contacta, reconoce y hace frente con su espacio
vital y se hace responsable de crear las condiciones que le conducen a su propio bienestar.
Según estos autores todas las funciones de cualquier ser vivo se definen dentro del campo
organismo/ambiente. “El campo, como totalidad tiende a completarse a sí mismo, a buscar el
equilibrio más simple dentro de cada nivel de campo (…) Un organismo se preserva solamente
al crecer…ya que quien se preserva puede crecer mediante la asimilación y quien asimila
continuamente la novedad puede preservarse y no degenerar. Los materiales y la energía del
crecimiento son la intención conservadora del organismo para permanecer tal y como ha sido,
el entorno nuevo, la destrucción de equilibrios parciales anteriores y la asimilación de algo
nuevo” (PHG II,10,2,2)
La muerte de una persona querida es una enorme interrupción del equilibrio personal y del
ajuste en el mundo. Todos los procesos que se siguen tras la muerte de un ser querido
ayudan a encontrar un nuevo equilibrio por medio de los ajustes creativos en todos los
aspectos de la vida de una persona. El self va organizando los ajustes necesarios . La función
corporal e interpersonal explica el grado de unión con el otro. Las funciones de los
sentimientos y de las vivencias aportan la capacidad de vivir los sentimientos de pesar y
determinar la paz y la intensidad de esa experiencia. Las funciones de autoapoyo, ser capaz
de cuidarse también son esenciales para superar el pesar, así como la habilidad en encontrar
y aceptar apoyo externo.
En este sentido, Olivo de López (1991) propone como caldeamiento iniciar con el relato del
paciente sobre su relación con el difunto y su vida en común.
Estas son algunas de las herramientas que invitan a deshacer la negación como procedimiento
defensivo. La toma de conciencia y aceptación de esta realidad dará lugar a la siguiente fase.
Aunque cada día representan un papel menor, las costumbres y los rituales sociales,
culturales y religiosos como los funerales y los servicios religiosos también pueden
ayudar a recordar y expresar el pesar. Como señala Rodríguez, N. (1991) Las
ceremonias rituales tienen el objetivo de liberar afectos y compartir una de las
experiencia humanas más íntimas. Con el rito, hacemos uso del lenguaje analógico,
característico del hemisferio derecho, en el que se combinan elementos simbólicos. El
rito también tiene carácter sistémico, involucran a la familia y a la comunidad.
Trabajando la culpa
El trabajo con la culpa, adquiere un protagonismo casi total en esta visión del duelo. La culpa
es un proceso intrapersonal no interpersonal, por lo que no es necesaria la presencia del
fallecido para sanearla. La indiferencia, el rencor, y La depresión son sentimientos que
camuflan la culpa (Ordiozrola, 1999).
Cuando una relación contaminada por la culpa se vive desde la comprensión y el perdón, deja
paso a una inequívoca sensación de agradecido recuerdo.
ADAPTACION AL ENTORNO
CONCLUSIONES
Los beneficios que conlleva el proceso de duelo saludable son innumerables y se extienden a
todas las facetas del ser humano. Tener ocasión de concluir asuntos pendientes y de aprender
de la experiencia dolorosa, es sin duda una experiencia que proporciona una gran madurez y
crecimiento: poder decir adiós a lo que dejamos y dar la bienvenida a lo que nos llega. En otras
palabras, estamos refiriéndonos a las diversas muertes y renacimientos de los que tan llena
está nuestra vida, y que tan saludable resultan si podemos afrontarlos con sana fluidez.
Aceptar lo cíclico de la vida y de la naturaleza, afrontar la finitud, puede aportar mayor
sentido a nuestra vida. Aprender a acompañar el sufrimiento de la otras persona, es una
forma de facilitar el crecimiento del otro y el propio y de sembrar valores humanizantes,
como la humildad y la cooperación.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
- Ordiozrola Carlos: “Las cuatro sesiones del duelo”. Tesina AETG. 1999.
-Ramos, M.: “El duelo: reflexiones desde la perspectiva de la TG”. Informació Psicológica.
Num. 65
-M. Mercé Conangla: “Cómo superar y convivir con las crisis emocionales”.
Ed Amat. 2000.