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Guillermo Cieza - Poencia FSM

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Ideas para el debate sobre los

nuevos movimientos sociales


autónomos
Intentare exponer cinco ideas básicas, que por cuestiones de tiempo no voy a poder desarrollar
demasiado, pero creo que pueden aportar a disparar un debate.

• La primera de estas ideas es que la evidente novedad de los movimientos sociales autónomos
en la Argentina, no debe ocultarnos fuerte lazos de continuidad con experiencias pasadas que
este presente permite alumbrar y recuperar.

• La segunda idea propone que búsquedas diferenciadas por construir movimientos sociales en
la Argentina a imagen y semejanza del MST de Brasil, no consiguieron su objetivo, pero abren la
posibilidad de síntesis conceptuales y vivenciales comunes y la perspectiva de un modelo
original.

• La tercera plantea el problema de la eficacia horizontal y la necesidad de una conciente


voluntad que aporte a centralizar esfuerzos y conclusiones y a garantizar la ejecución de las
acciones políticas resueltas.

• La cuarta advierte sobre los peligros del gheto y propone la necesidad de la articulación y la
coordinación para consolidar la autonomía.

• La quinta trata sobre el privilegio de vivir en la Argentina de estos días y las posibilidades que
ofrecen la apertura de las fuentes de la política transformadora.

Novedad y Continuidades

A primera vista el rasgo de la novedad es lo mas saliente de los nuevos movimientos sociales
autónomos.

Como sucede con un bebe que nace lo nuevo es dominante.

Hablemos de lo nuevo.

• En los nuevos movimientos sociales autónomos hay una fuerte ruptura con los modelos
organizativos de la izquierda (partidos leninistas) y del sindicalismo (aún en sus versiones más
renovadas, como es la CTA).

• En los nuevos movimientos sociales autónomos hay nuevos actores sociales (desocupados,
vecinos, campesinos) y nuevos escenarios de confrontación (las rutas, el territorio)

• Los dirigentes de los nuevos movimientos sociales son muy jóvenes ( en los MTD no superan
los 40 Años, en las Asambleas de la Copa el promedio no supera los 25 años). Pero además
tienen un compromiso vital muy fuerte con las comunidades donde se desarrollan los
movimientos. Allí viven, y comparten con la comunidad las condiciones de vida.

• Hay una preeminencia de las practicas sobre los discursos. La acción directa, el ejercicio de la
democracia, la capacitación, la autogestión , la delegación y rotación de las responsabilidades,
las conductas solidarias están integradas primero como vivencia y después como discurso.

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Pero como también sucede con los bebes. No vienen con las cigüeñas de Francia, ni tampoco de
Italia. A poco de andar nos recuerdan a sus padres alumbrando experiencias pasadas y
deschavando fuertes lazos de continuidad.

El concepto de autonomía política de los trabajadores no es un concepto nuevo. En lo sindical


fue acompañando situaciones limites en las luchas obreras. Períodos de ilegalidad y fuerte
represión (como fue la resistencia peronista) y los picos de alza de la conflictividad sindical . En
términos teóricos la concreción de la hegemonía de los trabajadores no a partir del partido de la
clase, sino a partir del desarrollo de organizaciones autónomas y la construcción de un poder
obrero y popular de los trabajadores fue conceptualizada por las FAP-PB a principios de los 70-

En el plano de las construcciones sociales las coordinadoras interfabriles (74-75) fueron un


referente concreto y masivo desarrollado con autonomía del Estado y la burocracia sindical.

No es casualidad que movimientos autónomos decisivos en la irradiación de practicas y


propuestas como lo son el MTD de Solano y el Mocase tengan como antecesor inmediato
experiencias de comunidades eclesiales de base y que ex sacerdotes adherentes a la teología de
la liberación sean importantes dirigentes de esos movimientos.

La localización de los movimientos también plantea la cuestión de la continuidad. En los


comienzos del Mocase tienen incidencia trabajadores rurales que venían de la experiencia de La
Forestal. En la Zona Sur del conurbano participan hijos de trabajadores que participaron las
coordinadoras interfabriles o en la experiencia mas reciente de los asentamientos que se
desarrolló en la década del 80 y donde se desarrollaron experiencias de asambleas, organización
con delegados por manzana y se realizaron talleres de educación popular,

La decisión de "ponerle el cuerpo a las ideas" recupera la tradición guevarista que causó un
fuerte impactó en la izquierda vernácula de los sesenta , alimentó a la generación de militantes
que desarrollaron las organizaciones revolucionarias en la década del 70 y se continuó durante la
resistencia a la dictadura con la aparición de las Madres de Plaza de Mayo.

Los techos de las búsquedas y la posibilidad de una síntesis

El dilema de la izquierda latinoamericana y del Tercer Mundo a finales de los 80 era como
sostener las banderas del socialismo en un mundo donde la hegemonía abrumadora del
neoliberalismo y la presencia amenazante de los Estados Unidos como gendarme global,
garantizaba que no se producirían nuevas revoluciones en marcos nacionales, al menos en la
próxima década.

Quienes mejor resolvieron este acertijo combinaron la lucha por reformas democráticas (reforma
agraria, derechos de los pueblos originarios) con experiencias masivas de proyección socialista
en territorios acotados y por demandas sectoriales (Zapatistas, Sin Tierra).

No es casualidad que la Argentina se haya demorado en el desarrollo de esas experiencias.


Quienes la propusieron eran totalmente marginales en los debates de la izquierda
latinoamericana a principio de los 90 (Foro de San Pablo) y por otro lado la tradición de lucha
argentina era fuertemente sindical o insurreccional. Con cancha cambiada y sin referencias
internacionales fuertes costó encontrar un camino.

Lo que es seguro es que en las primeras búsquedas la referencia cercana del MST jugo un papel
muy importante en el imaginario de quienes creímos que se podían repetir movimientos
nacionales por demandas que compartieran unidades de concepción estratégica y por lo tanto
principios organizativos.

En esas búsquedas estábamos obviando que el MST tenía una matriz común (la Pastoral de la
Tierra); un laboratorio social (el campo) lo suficientemente aislado de ideologizaciones
impuestas por los partidos políticos de izquierda y una camada de dirigentes muy capaces que
rápidamente consiguieron sistematizar en una concepción de construcción y principios
organizativos las enseñanzas del pasado reciente y toda la rica experiencia de las luchas

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campesinas en Brasil . Y que esa era la explicación de porqué fueron capaces de conformar, en
pocos años, un movimiento nacional con unidad de concepción y principio organizativos
comunes.

La situación en Argentina es bien diferente. Tenemos distintos movimientos de desocupados,


distintos movimientos de campesinos, asambleas de distintas características y también variadas
organizaciones de mujeres. Pueden compartir programas reivindicativos muy amplio,
actividades, encuentros y medidas de lucha, y hoy por ejemplo estar casi todos en el Foro Social
pero n o hay posibilidad que constituyan movimientos nacionales con unidad de concepción.
Salvo que en lugar de priorizar la demanda o la localización geográfica se dé prioridad a los
principios organizativos. Y entonces si podemos pensar en articular un movimiento nacional con
unidad de concepción que va a juntar a algunos movimientos de desocupados, con algunos
movimientos campesinos, con algunas asambleas, etc.

Esta idea es la que dio lugar al proyecto de la Coordinadora de Organizaciones Populares


autónomas (Copa) , que es una propuesta original que creemos contiene la enorme complejidad
de los movimientos sociales en la Argentina. Idea que además es el resultado de otras
búsquedas y otras aproximaciones como lo fueron las asambleas piqueteras, el Encuentro de
Organizaciones Sociales, la Red Patagónica, los intentos de constituir un movimiento nacional
campesino, etc.

Esta es una experiencia muy nueva, que tiene menos de un año, pero que nos permitió
comprobar que efectivamente hay una reivindicación común de la autonomía asentada en seis
pilares básicos: lucha, autogestión, democracia, formación, solidaridad y horizontalidad.

Esos principios organizativos no sólo son acuerdos, son vivencias en cada movimiento. Por lo
que cualquier integrante de un movimiento autónomo a lo mejor no puede explicar
satisfactoriamente un concepto, pero seguro esta convencido ( con ese convencimiento que solo
da la práctica y su revisión) de que sin lucha no se hacen valer derechos ni se puede cambiar
nada, de que siempre tenemos que tratar de sostener por nosotros mismos las actividades del
movimiento y los proyectos productivos o comunitarios, de que las decisiones se toman entre
todos y en las asambleas, de que hay que capacitarse para opinar con fundamento, de que toda
nuestro trabajo tiene el sentido solidario de hacer entre todos para que todos podamos salir
adelante, de que no tenemos jefes, sino compañeros a los que se les delega responsabilidades

Las 3 Asambleas que hemos realizado en menos de un año (La Plata, Solano, Rosario) han
permitido no solo acordar en los papeles, sino sentir que somos parte de una misma búsqueda,
que tendrá sus tiempos y sus particularidades regionales. En concreto las Asambleas nos han
servido en algunos lugares para acercar experiencias autónomas , como esta sucediendo ahora
en Capital Federal. En otros lugares ya estamos avanzando hacia la constitución de Regionales.
Para el 12 de Octubre hemos programado una actividad nacional por el Trabajo y por la Tierra
contra el Hambre y la Represión. Y en la segunda quincena de noviembre estamos convocando a
la cuarta Asamblea de la COPA que se organizará en Santiago del Estero, donde los compañeros
del Mocase actuaran como locales.

La eficacia horizontal

Combinar adecuadamente decisiones tomadas democráticamente con asignación horizontal de


responsabilidades garantizando una ejecución coherente ( en tiempo y forma) , representa un
problema, la cuestión de la democracia horizontal.

No hay formulas para resolver este desafío pero sí experiencias. Si analizamos los movimientos
normalmente considerados como referencia ( el zapatismo, los Sin Tierra) nos vamos a
encontrar con la coexistencia y el delicado equilibrio entre dos estructuras que garantizan por un
lado la democracia y la horizontalidad y por otro la eficacia.

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En el caso de los Sin Tierra, la Dirección Nacional (que se renueva solo por tercios) y las
direcciones regionales garantizan ordenar esfuerzos en base a líneas políticas previamente
discutidas por la base del movimiento. En el caso de los zapatistas, el EZLN, subordinado
políticamente a decisión de las comunidades, constituye una fuerza vertebrada que garantiza la
ejecución de múltiples tareas.

¿Este es el resultado de una pérdida de los principios de democracia y horizontalidad o


representa un avance en la resolución del problema que nos plantea la eficacia horizontal ?

Si observamos como aparece planteada la cuestión en los nuevos movimientos sociales


autónomos en la Argentina verificamos que cuando aparecen vacíos en las decisiones
democráticas sobre asignación de responsabilidades de representación ( por ejemplo, que
compañeros se ocupan de las relaciones con otros movimientos, que compañeros se ocupan de
actuar como vocero ante la prensa o habla en un acto) y conducción (quien toma decisiones de
urgencia cuando no hay tiempo material para consultar a las asambleas de base) los resultados
son la inacción : "nos quedamos afuera de todo...., no tenemos política..." , son quejas que
frecuentemente autoasumen los movimientos autónomos; o por el contrario esos roles son
asumidos por compañeros fuertemente referenciados por su compromiso, que obligados a
hacerse cargo de cubrir esos vacíos, prefiguran un papel de caudillos.

La cuestión del caudillismo entonces no es tanto la resultante de la elección de los sacrificados


dirigentes populares de los movimientos autónomos , sino más bien una respuesta de las
propias bases del movimiento que intentan cubrir un vacío de conducción desde su cultura
política, fuertemente impregnada de la tradición caudillista. Lo cierto es que en el corto plazo
estas formas de conducción resuelven el bache, pero a la larga es perjudicial. Porque al dirigente
se lo elige y se lo remueve. Pero al caudillo al principio se lo admira pero después hay que
soportarlo.

El MST de Brasil que realizó una experiencia muy valiosa de recuperación de las luchas
campesinas, hizo especial hincapié en su formación en combatir la tradición caudillesca y su
correlato: oponerse a toda forma de organización, combatir los colectivos de conducción, etc.

Quizás una revisión profunda de nuestra historia nos ayude a resolver la cuestión de " la eficacia
horizontal ", mucho más que los textos de Negri y otros pensadores, que producen desde otros
contextos y otras historias.

En esa revisión tendremos que contener a la fragmentación social como un elemento nuevo y
sumamente activo en tanto reproduce en la conciencia de cada militante y cada organización
social tendencias muy fuertes hacia la dispersión de esfuerzos e incluso hacia el enfrentamiento
entre víctimas.

Solo una conciencia muy clara sobre este contexto y una voluntad muy fuerte de orientar
prácticas buscando conectarlas, de buscar conclusiones comunes y propuestas abarcadoras, de
concentrar esfuerzos y políticas, nos va permitir conjugar el ejercicio de la democracia directa
con la acción transformadora.

Autonomía y marginalidad política

La autonomía puede resumirse en el poder de decidir y ejecutar políticas. La sustentación de ese


poder no se desarrolla en el aislamiento, ni en la seguridad que da el útero materno.

La marginalidad política no es una condena, puede ser el resultado de circunstancias históricas.


Pero en sociedades fuertemente movilizadas e interconectadas como la nuestra la marginalidad
política es preocupante.

En la I Asamblea de la Regional La Plata de la Copa se desarrolló una idea interesante. En las


conclusiones se expresa textualmente: Se advierte que no hay posibilidades de desarrollo de

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construcciones autónomas aisladas, al margen de toda articulación o coordinación. En otras
palabras: La articulación o coordinación no distorsionan la autonomía, sino que la fortalecen.

Lo que entendemos por articulación y coordinación fue precisado en la II Asamblea Nacional de


la COPA en Solano en cuyas conclusiones afirmamos textualmente : Se distingue en la relación
que mantenemos con fuerzas sociales y políticas con las que compartimos reivindicaciones o
localizaciones y con las que coordinamos luchas ( coordinaciones) ; de las que mantenemos con
organizaciones donde pensamos que compartimos una forma de construcción social y política
(articulaciones). Esa presunción debe ser verificada en el tiempo .

Estas conclusiones , que son precisiones de un incipiente proceso de articulación de movimientos


autónomos, proponen un debate a distintos

Movimientos y organizaciones que mantienen su situación de aislamiento o transitan la


marginalidad políticas en nombre de preservar la autonomía.

Con quienes mantienen esa posición desde la buena leche debatimos. No lo hacemos con
quienes lo hacen desde la mala leche, porque saben perfectamente que mantenerse como
proyectos aislados o suscriptos a etéreas redes sociales, los hace mucho más potables para
acceder a los proyectos de las Fundaciones y los subsidios del Banco Mundial. Aportantes todos
ellos muy interesados en mantener la fragmentación social y en promover frustraciones de
proyectos comunitarios.

Para terminar este tema concluiría que estas conclusiones nos imponen también una necesaria
autocrítica porque en la búsqueda de caminos nuevos de construcción de poder popular a veces
hemos puesto por delante cuestiones de concepción organizativa en circunstancias donde lo
central era juntar fuerzas populares frente a avances y agresiones concretas contra el conjunto
de nuestro pueblo.

La formidable respuesta popular a los crímenes de nuestros compañeros Santillán y Kosteki, que
significó la coordinación ,al principio espontánea y después planificada, de cientos de fuerzas
militantes, nos refirma en esa posición y en la convicción de que ninguna concepción particular
de construcción política puede anteponerse frente a agravios populares como los que nos
imponen el hambre y la represión .

El nuevo contexto

Quisiera terminar esta reflexión dándole una vuelta a una frase que le escuchado decir a Rubén
Dri en el sentido de que es un privilegio vivir en la Argentina de nuestros días.

Y esto es así porque en una sociedad fuertemente movilizado, núcleos de trabajadores, vecinos,
desocupados, campesinos, estudiantes, fuertemente vinculados al conflicto social tienen
posibilidad de sistematizar sus prácticas, sacar conclusiones de su experiencia, alumbrar desde
este presente movilizado un pasado que se hace mucho mas accesible y cercano.

Estos no son tiempos para escribir tangos, sino para debatir en serio. Y estoy convencido que lo
que hoy estamos produciendo en la Argentina con experiencias tan originales como los
movimientos de desocupados y las asambleas populares, tan profundas como la de los
movimientos campesinos, tan cuestionadoras como las experiencias de las fábricas
autogestionadas y tan audaces como la propuesta de la COPA, estamos produciendo teoría
política que nos va a ser útil para un largo rato de nuestra historia.

Guillermo Cieza

Ponencia en el Taller Autogestionado sobre


Reconstruccion del Movimiento Popular
en el Foro Social - Buenos Aires.

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