SLAVIN Aprendizaje Cooperativo
SLAVIN Aprendizaje Cooperativo
SLAVIN Aprendizaje Cooperativo
Introducción
Hubo un tiempo en que yo daba por sentado que una clase silenciosa era una clase donde se aprendía; un tiempo en
que los directores recorrían los pasillos esperando poder escuchar hasta si se caía un alfiler al piso. Sin embargo,
hoy es más probable que los docentes hagan interactuar a sus estudiantes en grupos de aprendizaje cooperativo.
Pero hacer que los estudiantes trabajen en grupo puede ser sumamente beneficioso o aportar muy poco valor. ¿De
qué forma pueden usar mejor los docentes esta poderosa herramienta?
Se ha sugerido que el aprendizaje cooperativo es la solución de una amplia gama de problemas educativos; a
menudo se lo señala como una manera de desarrollar las capacidades de pensamiento y de potenciar los
aprendizajes de orden superior, o como alternativa a la formación de grupos homogéneos por rendimiento, a las
clases remediales o a la educación especial; como medio para mejorar las relaciones inter—étnicas y como forma
de preparar a los estudiantes para un mundo del trabajo cada vez más colaborativo. ¿Pero cuántas de estas
afirmaciones están justificadas? ¿Qué efectos tienen los métodos cooperativos de aprendizaje sobre el logro de los
estudiantes y sobre otros resultados? ¿Qué formas de aprendizaje cooperativo son las más efectivas y qué
elementos deben estar presentes para que esta metodología funcione bien?
Para dar respuesta a estas preguntas, este capítulo revisará los hallazgos de investigaciones sobre el trabajo
cooperativo en escuelas primarias y secundarias donde se haya comparado el aprendizaje cooperativo con el de
grupos de control que estudiaban los mismos objetivos pero con métodos de enseñanza tradicionales.
1
Trad. al español: Hugo Labate. El texto ha sido adaptado y resumido parcialmente.
2
La discusión de estos métodos no se incluye en esta traducción.
Los hallazgos de los estudios experimentales indican que los elementos esenciales para mejorar el logro de las
habilidades básicas son la recompensa al equipo y la responsabilización individual. (Slavin, 1995, 2009). No basta
simplemente con hacer que los estudiantes trabajen juntos; tienen que tener un motivo para tomarse en serio la
necesidad de que el otro también aprenda. Además, cuando se recompensa a los estudiantes en función de cuánto
mejoraron su desempeño anterior, estarán más motivados a tratar de mejorar que si calificamos su desempeño
comparándolo con el de otros estudiantes. Recompensar la mejora hace que tener éxito no sea ni muy difícil ni
demasiado fácil.
Se han desarrollado e investigado cuatro métodos principales de AEE. Dos de ellos son métodos generales de
aprendizaje cooperativo adaptables a la mayoría de las materias y grados: a) STAD, reparto de los logros en el
equipo de estudiantes y b) TGT, equipo—juego—torneo. Los otros dos son diseños curriculares más ambiciosos
que abarcan todo el año, de uso en determinadas materias y en determinados grados: c) TAI, individualización
asistida por el equipo para la enseñanza de matemática de 3º a 6º y d) CIRC, aprendizaje cooperativo integrado de
la lectura y la redacción para la enseñanza de la lectura y la escritura en los grados 3º a 5º
a) Reparto de los logros en el equipo de estudiantes (Student Teams-Achievement Divisions — STAD por su sigla
en inglés)
Para el STAD (Slavin, 1994), se agrupan los estudiantes en equipos de aprendizaje de 4 integrantes, tratando de que
sean diversos en cuanto a nivel de desempeño y sexo. El docente presenta el tema y luego los estudiantes trabajan
en sus equipos para asegurarse de que todos los miembros han dominado el contenido. Finalmente, los estudiantes
resuelven una prueba individual breve sobre el tema, y durante la prueba no se pueden ayudar entre sí.
El resultado de las pruebas de cada alumno se compara con su promedio previo, y se le asigna puntos en la medida
en que igualaron o superaron sus resultados anteriores anteriores. Luego esos puntos se suman para dar un puntaje
total de equipo, y los equipos que alcanzan cierto nivel ganan certificados u otras recompensas. El ciclo de
actividades que va desde la exposición del docente a la práctica del equipo y las pruebas toma de tres a cinco
bloques de clase.3
El STAD se ha usado en una amplia variedad de materias como matemática, lengua y estudios sociales. Se lo probó
desde 2º grado a la universidad. Es un método apropiado para enseñar temas bien definidos, p.ej. un cálculo
matemático y sus aplicaciones, habilidades de construcción de mapas en geografía, relación entre hechos y un
concepto científico. […]
Individualización asistida en equipo (Team Assisted Individualisation —TAI por su sigla en inglés)
La Individualización asistida en equipo (TAI; Slavin et al. 1986) comparte con el STAD y el TGT el uso de
equipos de cuatro integrantes de nivel de desempeño mixto, y otorga certificados a los equipos de alto rendimiento.
Pero en tanto que en el STAD y el TGT toda la clase sigue el mismo ritmo de enseñanza, el TAI combina el
aprendizaje cooperativo con la instrucción individualizada. Además, el STAD y el TGT son aplicables a la mayoría
de las materias o grados, pero el TAI está pensado específicamente para enseñar matemática a los estudiantes de 3º
a 6º grado, o a estudiantes un poco más grandes, pero que todavía no están listos para emprender un curso completo
de álgebra.
En el TAI los estudiantes comienzan cada uno una secuencia de aprendizaje individualizada de acuerdo a una
prueba diagnóstica, y luego avanzan a su propio ritmo. En general, los miembros del equipo están trabajando en
diferentes unidades cada uno, pero colaboran controlando mutuamente la tarea de los compañeros, apoyados por
hojas con las respuestas correctas, y se ayudan entre ellos con los problemas de comprensión que surjan. Las
pruebas finales de cada unidad se toman sin la ayuda de los compañeros del equipo, y las corrigen unos estudiantes
designados como monitores. Cada semana, los docentes suman el número de unidades que lograron completar
todos los miembros de un equipo y le dan certificados u otras recompensas a los equipos que hayan superado un
3
Ejemplo: Un equipo está formado por los estudiantes Elena, Luis, Mario y Pamela. En la actividad anterior, las notas
individuales de cada uno fueron 5, 6, 9 y 8. En esta actividad se sacan respectivamente 7, 8, 8 y 9. Tres estudiantes mejoraron:
Elena subió 2, Luis subió 2, Pamela subió 1. En total, aportan 5 puntos al equipo. El docente había ofrecido no tomar prueba
escrita final de unidad a los integrantes de todos los equipos que juntaran más de 4 puntos. Este equipo logra el beneficio.
nivel prefijado, basado en el número de pruebas finales aprobadas, asignando puntos extra cuando una prueba está
perfecta y cuando se entregaron completos los deberes para la casa.
Como los estudiantes se responsabilizan de verificar el trabajo de los compañeros y de manejar los materiales, el
docente puede dedicar la mayor parte de la clase a trabajar de cerca con grupos pequeños de estudiantes de distintos
equipos que están trabajando en el mismo punto de la secuencia de unidades. Por ejemplo, el maestro podría juntar
a un grupo que está trabajando con decimales para darles una breve clase y luego mandarlos de vuelta a su equipo
para que sigan trabajando los problemas; luego llama al grupo de fracciones, etcétera.
Lectura y composición cooperativa integrada (Co-operative Integrated Reading and Composition —CIRC, por su
sigla en inglés)
El CIRC, Lectura y Composición Cooperativa Integrada, es un programa para enseñar lectura y escritura en el
segundo ciclo de la escuela primaria (Stevens et al. 1987). En el CIRC, los docentes hacen que los estudiantes lean
textos en grupo, de manera similar a otros programas de lectura. Sin embargo aquí todos los estudiantes se
organizan en equipos compuestos por dos parejas que vienen de diferentes grupos de lectura. Mientras el docente
trabaja con uno de los grupos de lectura, las parejas de estudiantes de los otros grupos trabajan en varias actividades
interesantes, p.ej. leerse uno al otro, predecir cómo va a terminar una historia narrativa, resumirse relatos uno al
otro, escribir respuestas a un relato y practicar la ortografía y el vocabulario. Los estudiantes trabajan en equipo
para formular la “idea principal” y desarrollar otras habilidades de comprensión. Durante los bloques de clase
dedicados a escritura, los estudiantes practican la escritura de borradores, revisan y editan el trabajo del compañero
y finalizan las antologías producidas en el equipo.
En la mayoría de las actividades CIRC, los estudiantes siguen una secuencia que se inicia con una clase que da el
docente, la práctica en el equipo, preevaluación y cuestionarios que se aplican dentro del equipo, de modo tal que
no se rinda la prueba hasta que los compañeros acuerden que están preparados. Se otorgan certificados a los
equipos en función del desempeño promedio de todos los miembros del equipo en todas las actividades de lectura y
escritura.
IMPROVE
IMPROVE (Mevarech, 1985) es un programa israelí de matemáticas, que utiliza estrategias de aprendizaje
cooperativo similares a las que se usan en el STAD pero que también hacen hincapié en la enseñanza de
habilidades metacognitivas y la evaluación regular del dominio de conceptos clave, y re—enseñanza de las
destrezas en que muchos estudiantes muestren debilidades. Los estudios de IMPROVE encontraron efectos
positivos en el logro en matemáticas de alumnos de primaria y secundaria inferior en Israel (Mevarech and
Kramarski, 1997; Kramarski, Mevarech, and Lieberman, 2001). […]
Los métodos de aprendizaje cooperativo figuran entre las alternativas a la enseñanza tradicional que han superado
más evaluaciones empíricas. El uso del aprendizaje cooperativo mejora casi siempre los resultados afectivos. A los
estudiantes les encanta trabajar en grupo, sienten que tienen más éxito y les gustan las materias que se enseñan de
forma cooperativa. Tienen más amigos, aceptan más a quienes son distintos que ellos (ver Slavin, 1995). Sin
embargo, respecto del rendimiento, los resultados dependen mucho de la forma en que se use el aprendizaje
cooperativo. En general, para que sea efectivo, deben confluir dos elementos: metas grupales y responsabilización
individual (Slavin 1995, 2009; Rohrbeck et al., 2003; Webb, 2008). Esto significa que los grupos deben trabajar
para lograr un determinado objetivo o para lograr una recompensa o reconocimiento, y que el éxito del grupo debe
estar atado al aprendizaje individual de cada uno de los miembros.
¿Por qué es tan importante que haya metas grupales y responsabilización individual? Para entenderlo, analicemos
las alternativas. En algunas formas de aprendizaje cooperativo donde los estudiantes trabajan juntos para completar
un cuestionario o para resolver un problema, hay pocas razones para que los estudiantes más rápidos se tomen el
tiempo de explicar lo que hay que hacer a los miembros menos rápidos, o de pedirles su opinión. Cuando la tarea
del grupo es hacer algo, en lugar de aprender algo, la participación de los estudiantes más lentos puede verse como
una interferencia más que como una ayuda. En esta circunstancia es esperable que los estudiantes se intercambien
las respuestas en lugar de que se expliquen entre ellos conceptos o habilidades.
Por contraste, cuando el grupo entiende que su tarea es asegurarse de que cada miembro del grupo haya aprendido
algo, dedicar un tiempo a explicarle conceptos a sus compañeros/as va a favor del interés de cada uno de los
miembros. Los estudios del comportamiento de los estudiantes en grupos cooperativos encuentran
consistentemente que los estudiantes que más ganan con el trabajo cooperativo son los que dan y reciben
explicaciones detalladas (Webb, 1985, 2008); de hecho, en estos estudios, si los estudiantes sólo se copian las
respuestas sin ser capaces de explicarlas, se da una relación negativa con el aumento de logros. Las metas grupales
y la responsabilización individual motivan a que los estudiantes se expliquen entre ellos y se tomen en serio el
tratar de que los demás aprendan, en vez de simplemente pasarles la respuesta. […]
Como regla general, los métodos de aprendizaje cooperativo funcionan igualmente bien para todos los tipos de
estudiantes. Los docentes o los padres se preocupan a veces de que el aprendizaje cooperativo haga atrasar a los
“más rápidos”. Pero la investigación no da sustento a este temor; los alumnos de alto rendimiento se benefician de
participar en el aprendizaje cooperativo (comparados con otros alumnos de alto rendimiento en clases tradicionales)
tanto como se benefician los alumnos de rendimientos medios y bajos (Slavin, 1995).
Evaluación y
corrección de
los pares
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