El Sentido de La Vida
El Sentido de La Vida
El Sentido de La Vida
Dios, que ha creado al hombre por amor, lo ha llamado también al amor, vocación
fundamental e innata de todo ser humano, porque el hombre fue creado a
semejanza de Dios, que es amor. Desde su nacimiento, cada persona está
destinada a la bienaventuranza eterna, el Cielo. Dios crea a cada uno con un
propósito, una misión. Esa misión es lo que se conoce como vocación.
Todo tenemos vocación pues todos hemos sido creados por Dios con un
propósito y un fin.
Dios ha querido para cada uno un proyecto único e irrepetible, pensado desde
toda la eternidad: nos dice en (Jeremías 1,5) «Antes de formarte en el vientre,
te elegí; antes de que salieras del seno materno, te consagré»
Dios invita a cada uno a recorrer la vida junto a Él por un camino concreto. A
algunos llama al sacerdocio ministerial, a otros a la vida religiosa, y a otros, los
laicos, los llama a encontrarle en la vida ordinaria, ya sea viviendo el celibato o la
vocación matrimonial. “Todos estamos llamados a ser santos viviendo con amor y
ofreciendo el propio testimonio en las ocupaciones de cada día, allí donde cada
uno se encuentra. ¿Eres consagrada o consagrado? Sé santo viviendo con alegría
tu entrega. ¿Estás casado? Sé santo amando y ocupándote de tu marido o de tu
esposa, como Cristo lo hizo con la Iglesia. ¿Eres un trabajador? Sé santo
cumpliendo con honradez y competencia tu trabajo al servicio de los hermanos.
¿Eres padre, abuela o abuelo? Sé santo enseñando con paciencia a los niños a
seguir a Jesús. ¿Tienes autoridad? Sé santo luchando por el bien común y
renunciando a tus intereses personales”. Hay muchos hombres y mujeres en el
mundo, y ni a uno solo de ellos deja de llamar el Maestro. Les llama a una vida
cristiana, a una vida de santidad, a una vida de elección, a una vida eterna.
EL SENTIDO DE LA EXISTENCIA
El sentido de la vida constituye una problemática filosófica muy antigua, que aún
no ha perdido actualidad. Puede decirse que como motivo de reflexión es uno de
los eternos acompañantes del ser humano. Desde el punto de vista teórico la
temática del sentido de la vida constituye una de las categorías pilares de las
ciencias que estudian la conducta, y el tratamiento que se le dé repercutirá
profundamente en el tratamiento teórico que se dará luego a otras categorías.
Una escuela filosófica que trata el tema del sentido de la vida de manera
específica e intensiva es el existencialismo lo que concibiendo al ser humano al
margen de sus múltiples relaciones sociales. Marx y Engels no escribieron sobre
el sentido de la vida y dentro de la corriente de pensamiento marxista esa temática
demoró en figurar entre los problemas de investigación. A partir de la segunda
mitad del siglo XX, dentro del marxismo comenzó a dársele la importancia que
realmente tiene y esta escuela aportó su metodología. Desde las posiciones del
positivismo el sentido de la vida es rechazado como problema de investigación (ii)
por ser considerado mera especulación teórica sin fundamentación científica. En la
actualidad es abordado por varias disciplinas como la filosofía, pedagogía,
psicología, sociología, psiquiatría, etc; y desde cada una de ellas se aportan
elementos para una visión integral del mismo.
b) "¿Qué sentido tiene mi vida o la de otro representante de nuestra
especie?. Aquí vida es tomada como el estar-en-el-mundo de un individuo de
nuestra especie.
Ante los ojos del propio individuo que se autoanaliza: En el sentido de la vida
juega un papel fundamental la psiquis del individuo que se autovalora. Podemos
ver personas que tienen todo o mucho más de lo que pensamos bastaría para
sentirnos realizados, y sin embargo se suicidan, debido a que la posición en el
mundo de ese individuo, pasado por el prisma de su propia subjetividad, no
justificaba su existencia. La justificaba ante nuestros ojos, pero no ante los de él.
Desde el punto de vista psicológico pudiera decirse que el sentido de la vida está
formado por los motivos que ocupan las posiciones más elevada en la jerarquía
motivacional o por subsistemas de motivos (viii) que coexisten y que tienen la
suficiente estabilidad, organización y potencial inductor de la actividad como
para expresarse en actividad interna (psíquica) y/o externa, en la mayoría de las
circunstancias. Por lo que puede decirse que constituye la estructura psicológica
rectora en cuanto a regulación inductora. Toda la psiquis del individuo, tanto en el
plano consciente como en el subconsciente, trabaja en función de esos
subsistemas de motivos, por lo que involucran al resto de las formaciones
psicológicas de la personalidad.
Por regla general, los motivos que ocupan lugares elevados en la jerarquía
motivacional forman parte de subsistemas motivacionales, formados también por
otros motivos que ocupan niveles jerárquicos inferiores y con un potencial
inductor de la actividad menor, la movilizan en el mismo sentido que aquellos.
Estos subsistemas de motivos que conforman el sentido de la vida coexisten con
una relativa armonía, por lo que pudiera hablarse de sentidos de la vida en un
mismo individuo.
Para no caer en posiciones sociologistas hay que destacar que encontrarse a uno
mismo no es simplemente tomar conciencia de la propia posición como ser social.
Si esto fuera así, para tener un sentido de la vida, solamente haría falta
convencernos de la utilidad de nuestros roles y relaciones sociales, y se puede
tener conciencia de la propia posición como ser social y ser un enajenado con
relación a ella, por considerarla como no acorde a nuestra propia naturaleza
biosicológica.
Encontrarse a uno mismo no es algo que nos viene solamente desde afuera sino
que es una mezcla de condiciones biológicas, psicológicas y sociales. Es tomar
conciencia de la relación existente entre nuestra posición como ser social y
nuestra propia naturaleza biosicológica, de la relación de esa posición y las
exigencias de desarrollo de la personalidad en un medio social y unas
condiciones históricas determinadas.
¿Cómo explicar los casos en los que el individuo presentaba deficiencias notables
en el desempeño de las actividades relacionadas con lo que ahora es el sentido
de su vida?; ¿No han existido casos de grandes músicos con problemas auditivos,
pintores con problemas visuales, y grandes oradores que fueron tartamudos?
O hubo un desarrollo, que aunque retardado fue realmente excepcional, o se puso
de manifiesto el llamado mecanismo de compensación, o esas no eran las
características más importantes que requerían esas actividades y el individuo
desarrolló a plenitud otras más importantes, y si lo fueron, eran superables por el
propio individuo que tenía las potencialidades de alcanzar un gran desarrollo de
las mismas, debido a recursos compensatorios que se encontraban en cualquiera
de los factores que conforman al sentido de la vida: los biológicos, los psicológicos
y los sociales.
Este encuentro no significa llegar a tener cualquier sentido de la vida, sino uno que
sea legítimo desde el punto de vista ético-moral, de lo contrario estaremos en
presencia de un falso encuentro con uno mismo, una ilusión de orientación con
respecto a uno mismo como ser bio-psico-social.
Interrogante que realmente es polémica ante la cual surgen dos bandos: los que
opinan que todo ser humano con adecuado funcionamiento de sus facultades
mentales tiene un sentido de la vida, y los que opinan que no todos llegan a
tenerlo.
Se pudiera argumentar a favor del primer bando que cualquier persona puede
tener metas que le den algún tipo de justificación a su existencia, y por lo tanto
funcionan como asideros existenciales. Pero si esas metas son solo parciales y
con ellas no se puede dar respuesta a la pregunta: ¿ para qué estoy en el
mundo?", aunque constituyan asideros existenciales no llegan a formar sentido de
la vida.
Se pudiera argumentar también a favor del primer bando que la conciencia implica
orientación del ser consciente hacia algo, lo cual le dará sentido a su actividad,
por lo que no puede hablarse de conciencia desorientada de manera absoluta.
Pero si puede hablarse de desorientación parcial. La enajenación del trabajo
como falta de conciencia del fin último y del resultado final de la propia actividad
laboral da cuenta de ello. (ix) En tales casos el individuo siente que esta tiene un
sentido, de lo contrario no sabría como hacerla, pero se trata de un sentido parcial
y limitado que no justifica su estar en el mundo ante sus propios ojos.
No todo ser humano tiene un sentido de la vida, y ni siquiera todos llegan a tenerlo
en algún momento de su existencia. En la conformación del sentido de la vida
participan tantos factores esenciales, que uno solo que no tenga la calidad
necesaria basta para que la persona se demore en encontrarse a sí misma o
simplemente no se encuentre nunca.
2- Fatalismo materialista:
Conclusiones