El Cultivo de La Gerbera
El Cultivo de La Gerbera
El Cultivo de La Gerbera
1. Origen
2. Taxonomía Y Morfología
3. Importancia Económica
4. Variedades Comerciales
5. Propagación
6. Requerimientos Edafoclimáticos
7. Particularidades Del Cultivo
7.1. Preparación Del Suelo
7.2. Plantación
7.3. Deshojado
7.4. Reposo Vegetativo
7.5. Fertilización
7.6. Riego
8. Plagas, Enfermedades Y Fisiopatías
8.1. Plagas
8.2. Enfermedades
8.3. Fisiopatías
9. Recolección
10. Comercialización
1. ORIGEN
2. TAXONOMÍA Y MORFOLOGÍA
3. IMPORTANCIA ECONÓMICA
4. VARIEDADES COMERCIALES
5. PROPAGACIÓN
Este método de propagación se realiza para la mejora de esta planta, pero también se
emplea para la obtención de cultivares de gerbera para maceta.
Mediante este método se obtiene una disminución del vigor en la autofecundación de
esta especie por lo que hay que recurrir a retrocruzamientos entre individuos bastantes
alejados genotípicamente para conseguir una gran cantidad de semilla y descendientes
vigorosos. Además debido a que el pistilo madura antes que los estambres, por lo que la
emasculación se realizará antes de la maduración de las flores femeninas. Más tarde se
cubre el capítulo para evitar fecundaciones no deseadas y cuando los estigmas estén
maduros se procederá a polinizarlos con el polen elegido.
Las condiciones climáticas más favorables se dan con temperaturas ligeramente
elevadas, de 22-24ºC y una humedad relativa entre el 40 y 50%. Desde la polinización
hasta la maduración de la semilla transcurren de 4 a 8 semanas, obteniéndose de 40 a
100 semillas por capítulo. El poder germinativo se reduce al 50% después de tres meses
y al 5% después de seis meses.
-Propagación vegetativa
-Multiplicación in vitro
-Suelo
Entre las condiciones edáficas más indicadas para el cultivo de la gerbera destacan:
Suelos ligeros, profundos y aireados que posibiliten un desarrollo sin limitaciones del
sistema radicular de la planta.
Ausencia de capas compactas en el terreno. Hay que dotar al suelo de un buen drenaje
para evitar, tanto la asfixia radicular a la que es tan sensible la planta, como la infección
de determinados hongos que afectan al cuello y sistema radicular de la gerbera.
Terrenos poco calcáreos, con valores de pH medianamente ácidos. En el caso de no
presentarse estas condiciones, la planta evoluciona con la presencia de numerosas
clorosis al no poder asimilar ciertos microelementos.
Suelos provistos de materia orgánica, que deberá estar bien fermentada para evitar
favorecer la presencia de determinadas enfermedades y quemaduras en el sistema
radicular.
-Temperatura
-Humedad relativa
-Luz
-Concentración de CO2
En la preparación del terreno para el cultivo, deberán tenerse en cuenta las exigencias de
la planta en cuanto a su estructura, contenido en materia orgánica y pH.
Deberá partirse de un desfonde profundo, al que seguirán las labores necesarias de
cultivador. A continuación se extenderán la turba rubia de Sphagnum y el estiércol de
vaca bien fermentado a las dosis de 250 m3/Ha de cada uno de ellos, ó 500 m3/Ha de
turba (pH 3,5) si no se desea aplicar estiércol.
A continuación se procederá a la mezcla de los componentes mediante una o varias
labores de fresadora, procurando que los 20 cm primeros de terreno queden
homogéneos, y a la realización de las mesetas de cultivo con una embocadura. La altura
y dimensiones de las mesetas se determinarán en función de la textura del terreno y de
las características constructivas del invernadero. Las mesetas se realizarán en sentido
transversal a la mayor longitud del invernadero, y no superarán los 20 m. Los pasillos
de servicio tendrán una anchura de 0,8 a 1 m.
7.2. Plantación
La gerbera es una planta muy sensible a cualquier manipulación mecánica ya que puede
provocar la rotura del sistema radicular. Por ello hasta que la planta no está
completamente arraigada no se aconseja su manipulación, ni el aclareo de las primeras
hojas y de botones florales no comerciales. El desbotonado tendrá lugar cuando los
pedúnculos tengan unos 15 cm de largo. Los tratamientos fitosanitarios posplantación
serán a baja presión y no dirigidos a la planta. La escarda de las malas hierbas será
manual.
A los 80-100 días ya se pueden realizar las labores culturales más usuales pero
intentando no mover la planta e intentando no arrancar aquellas partes que afecten a la
producción. Se procurará no dejar restos de poda sobre las plantas, ya que pueden ser
foco de plagas y enfermedades.
7.3. Deshojado
El reposo estival en gerbera se induce a partir del segundo año, suprimiendo las
prácticas culturales de fertirrigación, recolección y deshojado desde finales de mayo a
mediados de agosto, periodo productivo menos importante en condiciones climáticas
mediterráneas. Dependiendo del sustrato será o no necesario suministrar los aportes
hídricos mínimos que garanticen la supervivencia de la planta. La supresión de la
recolección procura una disminución en la formación de nuevos brotes y por tanto una
reducción en la movilización de reservas de la planta.
Operando de esta forma se consigue recuperar la producción de hojas y flores,
posibilitando una abundante cosecha de flores de calidad a partir de finales de
septiembre.
7.5. Fertilización
El suelo debe tener altos niveles de fósforo, por lo que se emplearán abonos fosfatados
biamónicos y super-triple, para salinizar lo menos posible el suelo.
El potasio juega un papel muy importante en el equilibrio con el nitrógeno para una
buena producción floral.
La frecuencia del abonado de cobertera puede variar con la época del año, pues se hará
semanalmente en las épocas de más calor, aplicándolo conjuntamente con el agua de
riego. En cuanto a la cantidad, dado que la gerbera es muy sensible a los excesos de
sales, no debe sobrepasarse la concentración de 1 gramo de abono por litro de agua.
7.6. Riego
En el cultivo de gerbera realizado directamente sobre el suelo, el manejo del riego
constituye una operación cultural muy importante. El agua aportada debe ser de buena
calidad y con reducidos contenidos en calcio y otras sales solubles.
Después de la plantación se puede producir un estrés hídrico que provoque un retraso en
el crecimiento de las plantas, debido a que las raíces no son capaces de extenderse y de
explorar el suelo. Para evitarlo es conveniente combinar con el riego las operaciones de
sombreo y de ventilación para que el suelo no se caliente y la planta pueda vegetar. Se
aportarán de 15 a 20 l/m2 de agua después de la plantación y de dos a tres riegos diarios
hasta que la planta se asiente, manteniendo el terreno húmedo, aireado y sin
encharcamientos, para evitar la pudrición del cuello de las plantas. El riego será aéreo o
localizado. Una vez que las plantas hayan enraizado, los riegos serán menos intensos y
más distanciados en el tiempo.
8.1. Plagas
Control
Los principales daños están provocados por Frankliniella occidentalis que vive sobre
todo en los botones florales y en las hojas jóvenes, encontrándose más raramente sobre
las zonas adultas, creando graves problemas de control al hallarse sobre las partes de la
planta más inaccesibles a los insecticidas.
Control
-El tratamiento se realizará obteniendo una buena penetración del producto en las zonas
donde habita el parásito, con una tamaño de gota grande y a presión baja, mediante
nebulización térmica o en espolvoreo. Los productos más empleados son acefato,
endosulfán, metomilo, malatión, lindano o isofenfos.
Control
Control
Control
8.2. Enfermedades
-Verticilium dahliae
Propia de épocas invernales, esta enfermedad vascular provoca la obstrucción de los
nervios de las hojas que, al no ser alimentados, se secan. La verticiliosis se manifiesta
por un marchitamiento de la planta, acompañado de un amarillamiento progresivo de las
hojas, con decoloración de nervios, que terminan secándose. Al final la planta acaba por
morir. Se inicia por las hojas más exteriores de la planta. Verticilium dahliae puede
tener un importante efecto en la productividad (tamaño y rendimiento de las flores).
Control
-No existe tratamiento curativo pero se pueden eliminar aquellas hojas afectadas y
desinfectar el terreno previamente con metam-sodio o metam-potasio, aunque la
pasteurización con vapor es más efectiva y segura que los fumigantes para el
tratamiento del suelo.
-Rhizoctonia solani
Esta enfermedad causa daños a plantas jóvenes, pero también a plantas adultas en
situaciones de estrés. Su temperatura óptima de desarrollo óptimo se encuentra entre los
15-25ºC. Los síntomas de esta enfermedad son clorosis en las hojas y posterior
envejecimiento y desecación de las mismas, para finalizar con la muerte de la planta.
Control
Propio de condiciones de clima seco, el oídio Erysiphae cichoracearum ataca sobre todo
en el segundo año de cultivo. Con frecuencia, las hojas se cubren completamente con
micelio blanco y conidias, dando a la superficie de la hoja una apariencia pulverulenta.
Las hojas gravemente infectadas se ponen amarillas y mueren.
Control
-El aumento del movimiento del aire alrededor de las plantas tiende a reducir su
potencial de infección.
-Entre los productos más empleados para su control destacan dinocap, dodemorf,
fenarimol, triadimefón y pirazofos.
-Control biológico de oídio con el hiperparásito Ampelomyces quisqualis. Normalmente
el hiperparásito actúa mejor combinado con un fungicida.
Provocada por el hongo Botrytis cinerea, su desarrollo se inicia sobre material viejo y
en descomposición; de éste se traslada a las hojas y flores en donde produce los daños
más importantes. Puede causar podredumbre de las plántulas (damping-off), punteado, y
marchitamiento de hojas y flores y podredumbre de la corona. Las hojas desarrollan
lesiones zonadas, y los pétalos de la flor muestran manchas marrones y necrosis de las
puntas o se marchitan completamente. Cuando el ataque afecta a las lígulas, se denota la
formación de pequeñas manchas grisáceas sobre su superficie afectando a la posterior
comercialización de estas flores ya que el hongo continúa su evolución.
Control
-Una estrategia integrada, que combine el control ambiental, las prácticas culturales y
los fungicidas, controlará más eficientemente esta amenaza siempre presente en los
invernaderos. Un control efectivo requiere una atención esmerada para controlar la
duración de la humedad de las hojas y la humedad relativa. Se debe mantener un
adecuado espaciamiento entre las plantas y se deben usar bancadas con mallas abiertas y
sistemas de circulación de aire que mejoren la ventilación.
-Los productos químicos más empleados son vinclozolina, iprodiones, procimidona, etc.
-Sclerotinia sclerotiorum
Este hongo produce podredumbre blanda en la base de las hojas y en el cuello de las
plantas. Se distingue por un abundante micelio algodonoso, sobre el que aparece
posteriormente nódulos negros que corresponden a los esclerocios.
Control
-Se controla con los mismos productos que la podredumbre gris, aplicándolos a la base
de la planta y de forma preventiva, evitando los excesos de humedad en el cuello de
ésta.
-Nematodos (Meloidogyne)
Control
-Las prácticas de control incluyen el uso de medios de cultivo sin suelo, pasteurización
con vapor, material vegetal libre de enfermedades, resistencia genética y evitar la
contaminación.
-Aplicación de aldicarb antes de la plantación y la adición al agua de riego de oxamilo o
fenamifos.
Este virus produce manchas cloróticas amarillas en las hojas o blancas en bandas o
anillos.
Es transmitido por nemátodos del suelo del género Trichodorus.
-Virus de la enfermedad bronceada del tomate o tomato spotted wilt tospovirus (TSWV)
La enfermedad se manifiesta con manchas anulares necróticas rojizas en las cercanías
de la nerviación y, normalmente después tiene lugar la completa desecación de las
plantas enfermas.
-La lucha contra las enfermedades producida por estos virus es particularmente difícil a
causa de su polifagia y su forma de transmisión por trips. Sin embargo permite reducir
las infecciones los tratamientos con insecticidas específicos, la utilización de trampas
contra vectores y la protección por medio de mallas finas, además de eliminar las
plantas infectadas.
Es importante que el material vegetal esté libre de virus y de trips. La interrupción del
ciclo de reproducción de los trips resulta efectiva.
8.3. Fisiopatías
-Caída de pétalos
En algunas variedades de gerbera, sobre todo en las de pétalos largos, puede aparecer en
ciertas épocas del año una pérdida de algunos pétalos del capítulo floral, lo que deprecia
la flor. Esto se atribuye a causas genéticas o climáticas. También esta influenciado por
una deficiente fertilización en potasa, por lo que se recomiendan tratamientos foliares
con nitrato potásico al 1,75%, con un mojante, para corregir esa tendencia.
-Clorosis
Este amarillamiento internerval de las hojas se produce cuando se riega con bajas
temperaturas. El suelo frío o húmedo bloquea la asimilación del hierro por parte de la
planta. Por ello se aconseja realizar aplicaciones foliares de quelato de hierro.
9. RECOLECCIÓN
La flor de gerbera es muy delicada en la manipulación, por lo que se deben adoptar una
serie de precauciones en su manejo desde el instante de su recolección.
El capítulo de la inflorescencia debe presentar dos filas de flores masculinas abiertas, lo
que se pone de manifiesto por la presencia de las anteras, aunque existen variedades en
las que esta observación es difícil, y en las que se recolecta observando el cierre del
corazón y la forma en que están desplegadas las lígulas.
El realizar el arranque de la flor indicado, incrementará la vida de ésta y su aptitud para
el transporte, momento en el que ha alcanzado su desarrollo máximo, tanto de diámetro
de la inflorescencia como de longitud y rigidez del pedúnculo.
La recolección debe realizarse en las primeras horas de la mañana, antes de que las
temperaturas del ambiente del invernadero sean elevadas, sujetando la base del
pedúnculo y arrancándolo mediante un movimiento de torsión, de tal forma que se
desprenda el callo de inserción del pedúnculo y sin que se produzca su rotura, no
debiendo quedar ningún resto sobre la planta.
Los rendimientos obtenidos a lo largo del cultivo varían según cultivares, pero se
pueden obtener como media unas 18 flores por planta durante el primer año, 25
flores/planta en el segundo y 24 flores/planta en el tercero.
10. COMERCIALIZACIÓN
Especificaciones. Referidas a las flores y a los tallos que deben estar exentos de daños
producidos por plagas y enfermedades que alteren su aspecto y color, manchas o
quemaduras producidas por productos fitosanitarios, residuos visibles de tratamientos y
magulladuras, defectos de vegetación (lígulas torcidas), etc.
Presentación de las flores en los envases descritos anteriormente. Define las categorías
extra, primera y segunda en función de la conservación de los capítulos.