Amoris Laetitia El Amor en El Matrimonio

EL AMOR EN EL MATRIMONIO EN LA
EXHORTACIÓN APOSTÓLICA AMORIS LAETITIA
María Teresa Briozzo Pereyra*

Universidad Católica Sedes Sapientiae
tbriozzo@ucss.edu.pe
EL MAGISTERIO DEL PAPA FRANCISCO. ACTAS DEL I Y II CONGRESO AMORIS LAETITIA

Resumen: El presente estudio analiza el capítulo cuarto de la
Exhortación Apostólica Amoris laetitia (AL)del papa Francisco
con el objetivo profundizar el tema del amor matrimonial. Para
ello, con base en el Magisterio de la Iglesia, se recorrerán las
características y desafíos fundamentales del amor humano
que perfecciona a los cónyuges y los hace encontrar el camino
de la felicidad. A su vez, se destacará la centralidad del amor
en el matrimonio y lo que representa: el camino en el que los
cónyuges van madurando juntos; pues no todo termina en la
celebración de la boda, sino que allí comienza. Por eso, el papa
Francisco pone de manifiesto en AL que las parroquias deben
ofrecer apoyo pastoral más cercano a las nuevas familias, pero
es fundamental que los cónyuges pidan ayuda en los distintos
momentos de su itinerario de amor. En conclusión, una pastoral
de acompañamiento que esté atenta a los problemas actuales
* María Teresa Briozzo Pereyra es decana de la Facultad de Ciencias de la Educación y

Humanidades de la Universidad Católica Sedes Sapientiae. Es magíster en Doctrina Social
de la Iglesia y licenciada en Teología Moral por la Pontificia Universidad Lateranense.
Es profesora de Filosofía, de Teología Moral y Doctrina Social de la Iglesia. Entre sus
publicaciones podemos mencionar “Conciencia, verdad y responsabilidad. Un particular
desafío para los nuevos maestros” (revista Riesgo de Educar) y “La responsabilidad social
desde la Doctrina Social de la Iglesia” (página web del historiador José Antonio Benito).
97
María Teresa Briozzo Pereyra
se vuelve fundamental para el crecimiento en el amor de los

matrimonios y su constante maduración en su proyecto común
de amor.
Palabras clave: Amoris laetitia, papa Francisco, amor en el
matrimonio, pastoral de acompañamiento, pedagogía del amor.
Abstract: The present studio analyses the fourth chapter of

the apostolic exhortation Amoris laetitia from the pope Francis
with the aim to deepen into the topic of marriage love. to do that,
based on the church faculty. we will go over the fundamental
features and challenges of human love that perfects spouses
and makes them find the way to bliss. In turn, we will highlight
the centrality of love during marriage and what it represents. The
way in which spouses grow together, as no everything ends in the
wedding celebration, but it starts there. That’s why Pope Francis
manifests in AL that parishes must offer closer pastoral support to
new families, but it is fundamental that spouses ask for support in
different moments of their love itinerary. In conclusion, a pastoral
UNIVERSIDAD CATÓLICA SEDES SAPIENTIAE
of accompaniment that is attentive to current problems becomes

fundamental for the growth in love of the marriages and their
constant maturation in the common love project.
Keywords: Amoris laetitia, pope Francis, love in marriage, pastoral
of accompaniment, love pedagogy.
98
EL AMOR EN EL MATRIMONIO EN LA EXHORTACIÓN APOSTÓLICA AMORIS LAETITIA
1. Introducción
L a fe cristiana ha puesto el amor como el centro de la fe y

Jesús la ha sintetizado en un solo mandamiento: “Amarás a Dios
con todo tu corazón y al prójimo como a ti mismo”. Juan Pablo II,
en Redemptor hominis (RH), lo reafirmará:

El hombre no puede vivir sin amor. Él permanece para
sí mismo un ser incomprensible, su vida está privada de
sentido si no se le revela el amor, si no se encuentra con el
amor, si no lo experimenta y lo hace propio, si no participa
en él vivamente. (RH, 1)
En el mundo actual, a veces se relaciona el nombre de Dios

con la venganza e incluso con la obligación del odio y la violencia,
pero esto no es así. Dios es amor y nos hace participar de él para
que seamos felices. Por eso, es muy oportuna la reflexión, es un
mensaje de gran actualidad.
Por otro lado, se observa que, frecuentemente, la experiencia
concreta del amor en matrimonios y parejas fracasa, el divorcio
abunda. Más aún, en el mundo vemos que la violencia entre
hombre y mujer llega hasta las acciones más aberrantes. Algo
serio no funciona en el amor, algo está falsificado.
En efecto, ya Benedicto XVI (2012) decía que “la palabra
amor está hoy expuesta a una degradación y a una banalización
que parecen ir lentamente haciendo imposible su uso. Sin
embargo, [decía Benedicto]no podemos renunciar a las palabras
99
fundamentales Dios, amor, vida, verdad” (p. 29). Ni debemos

dejar que nos la arrebaten sin más. Es, por tanto, indispensable
reflexionar sobre la naturaleza del amor. ¿Qué se entiende por
amor entre un hombre y una mujer?
2. Situación de la Familia antes de la Amoris

laetitia
Desde el comienzo de la Familiaris consortio (FC), se señala

una situación difícil. En efecto, se comenta que en ese contexto
histórico en el que se busca destruir y deformar a la familia, la
Iglesia siente de manera viva su misión de proclamar el designio
de Dios sobre el matrimonio y la familia, asegurando su vitalidad
y promoción humana y cristiana, contribuyendo de este modo a
la renovación de la sociedad (FC, 3).
El Pontificio Consejo para la Familia (2001), en las Conclusiones
del Congreso Teológico Pastoral, comenta la situación social
de las familias. Desde el sínodo del 1980 ya eran evidentes las
amenazas que se cernían sobre la familia. Esas amenazas se han
intensificado. Además, la cuestión se ha desplazado del problema

del divorcio a las parejas de hecho, del problema del modo de
tratar la infecundidad femenina al del embrión humano creado
a medida y del problema del aborto a la manipulación de los
embriones humanos.
Se ha difundido en el mundo la legislación del aborto. Se
ha llegado a cuestionar el bien de la familia, contraponiéndole
otros modelos, incluido el homosexual, otros estilos de vida que
excluyen el compromiso, la permanencia, la fidelidad. Se ha
100
insistido en la exaltación del individuo, de sus intereses y de su

placer (Pontificio Consejo para la Familia, 2001).
Por otro lado, ha cambiado el rostro de la familia,
evolucionando hacia una creciente privatización, hacia una
reducción de las dimensiones de la familia nuclear. Se presentan
alternativas posibles a la familia calificada como tradicional. A
las parejas efímeras se les otorgan derechos y ventajas de
una auténtica familia, eximiéndoles de sus deberes propios.
Además, se oficializan uniones de hecho, incluidas las parejas

homosexuales, que pretenden hasta el derecho a la adopción
(Pontificio Consejo para la Familia, 2001).
El papa Francisco, en Amoris laetitia, no va a insistir sobre
la doctrina del matrimonio y la familia. El Sumo Pontífice se
dedicará, en cambio, a reflexionar sobre la pastoral de la familia.
En el capítulo IV, en concreto, enseña qué se entiende por amor
matrimonial.
3. El Amor en el Matrimonio según Amoris

laetitia
El papa Francisco, en la Amoris laetitia (AL) explica largamente

la realidad del amor en el matrimonio como camino indispensable
para ser feliz y salvar el matrimonio cristiano del fracaso. Allí, ante
todo, expone en torno a la necesidad de aprender gradualmente
el amor, y luego culmina explicando el sentido y condiciones de
la sexualidad conyugal.
La novedad de esta exhortación es la actitud de
acompañamiento, según señala la Santa Sede en una de sus
nueve claves para la lectura de AL:
101
El papa Francisco, al igual que sus predecesores, reconoce

la complejidad de la vida familiar moderna, pero acentúa
mucho más la necesidad de que la Iglesia y sus ministros
estén cerca de las personas sin importar la situación en
que se encuentren o lo alejados que se puedan sentir de
la Iglesia. AL no es un texto teórico desconectado de los
problemas reales de la gente. (“9 claves,” 2016, 1, párr. 1)
El documento, también, recuerda la belleza de la vida

familiar, a pesar de todos los problemas que conlleva. Incluso,
Francisco escribe sobre cómo formar una familia. Esta “significa
ser parte del sueño de Dios, uniéndose a Él en la construcción de
un mundo donde nadie se sienta solo” (“9 claves,” 2016, 1, párr. 3).
Según Antula (2016), existen dos grandes ejes en la Amoris
laetitia, que son las preocupaciones que el Papa propone respecto
al matrimonio y que se evidencian a lo largo del documento. Estas
son las que siguen: (a) desarrollar una “pedagogía del amor” y (b)
estimular el crecimiento del amor de los esposos. En la Tabla 1,
se explican ambos ejes.
102
Tabla 1
Ejes de la Amoris laetitia

Nota. Adaptado de “La verdadera novedad de Amoris laetitia,” por J.
Antula, Periodista Digital, 21 de abril de 2016. Recuperado de http://
www.periodistadigital.com/religion/opinion/2016/04/21/la-verdade-
ra-novedad-de-amoris-laetitia.shtml
En suma, Antula (2016) sostuvo que el gran objetivo de la

exhortación es alentar el crecimiento del amor en los matrimonios,
es decir, tal como se señala en la Amoris laetitia, promover
“acciones pastorales tendientes a ayudar a los matrimonios a
crecer en el amor” (AL 208), desarrollando “ante todo una pastoral
del vínculo, donde se aporten elementos que ayuden tanto a
madurar el amor como a superar los momentos duros” (AL, 211).
En efecto, “la espiritualidad matrimonial es una espiritualidad del
vínculo habitado por el amor divino” (AL, 315).
Por eso, Francisco insiste constantemente que el crecimiento
y la maduración son el sostén del camino de un matrimonio: “Todo
103
esto se realiza en un camino de permanente crecimiento. Esta

forma tan particular de amor que es el matrimonio, está llamada
a una constante maduración” (AL, 134). Asimismo, nos recuerda el
riesgo que supone un amor que no crece, y que “sólo podemos
crecer respondiendo a la gracia divina con más actos de amor, con
actos de cariño más frecuentes, más intensos, más generosos,
más tiernos, más alegres” (AL, 134).
Finalmente, de acuerdo con Rosell de Almeida (2016), el
papa Francisco señaló que el evangelio del matrimonio y de la
familia implica, necesariamente, evidenciar la belleza del verdadero
amor. Al respecto, es necesario hablar tanto del amor conyugal
entre los esposos como del amor familiar entre los miembros de
una misma familia. Francisco comienza centrándose en la gracia
del sacramento del matrimonio, que es dada para perfeccionar a
los cónyuges (AL, 89).
4. Clarif icar el Amor
Comencemos a analizar el capítulo cuarto (AL, 89-163).

Ante la evidente confusión actual del concepto de amor, el papa

señaló la importancia de clarificar el significado del amor conyugal:
se trata del amor que une y complementa. Por eso, desde el
comienzo del capítulo lo pone en relación con la Primera Carta
a los Corintios. En efecto, allí el apóstol Pablo nos habla de las
características del amor verdadero, precisamente en 1 Corintios
13,1-13:
• El amor es paciente, es servicial.
104
• El amor no tiene envidia, no hace alarde, no es arrogante,

no obra con dureza.
• No busca su propio interés, no se irrita.
• No lleva cuentas del mal, no se alegra de la injusticia,
sino que goza con la verdad.
• Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo
soporta.
Igualmente, el Papa se detiene para explicar qué significa

amar, y comienza con la paciencia. Esta se muestra cuando se evita
agredir para dar espacio al arrepentimiento. Es así que la persona
no se deja llevar por sus impulsos. Afirmó el Sumo Pontífice que “la
paciencia de Dios es ejercicio de la misericordia con el pecador y
manifiesta el verdadero poder” (AL, 91). Adicionalmente, subrayará
los siguientes aspectos: (a) la paciencia no significa dejar que nos
maltraten o tolerar agresiones; (b) tampoco es exigir la perfección
de las personas y que únicamente se cumpla “mi voluntad”; (c)
se debe desterrar la amargura, la ira, los enfados e insultos, en
suma, toda maldad, y (d) la paciencia implica el reconocimiento
en torno a que también el otro “tiene derecho a vivir junto a mí
como es” (AL, 92).
En cuanto a la actitud de servicio, el Sucesor de Pedro recordó
este punto como uno de los beneficios del amor. En ese sentido,
aseveró que “el amor beneficia y promueve a los demás” por lo que
“se traduce como servicial” (AL, 93). Además, no solamente es un
sentimiento, se trata de “hacer el bien”, enfatizando las obras más
que en las palabras. El amor hace posible que se experimente,
sin pedir nada a cambio, (a) la felicidad de dar, y (b) la nobleza y
la grandeza de donarse (AL, 94).
105
Al respecto, comentó el papa Benedicto XVI (2012), el amor

conlleva un acto de general aprobación hacia el otro; es decirle
“qué bueno es que tú existas”. Antes de cualquier deseo, está
sencillamente el ser feliz por la existencia del ser amado. Tan solo,
en un segundo momento, el que ama descubre también que hace
la propia existencia más hermosa, más preciada, más feliz.
Más adelante, el papa Francisco recordó que hay que ir
sanando la envidia. Así, destacó las ideas que siguen: (a) contrario
al amor son los celos y la envidia; (b) la envidia es tristeza por
el bien del otro (AL, 95); (c) se trata de no codiciar los bienes
ajenos; (d) el amor valora al otro, reconociendo su derecho a la
felicidad, y (e) se trata de mirar como Dios, que regala todo para
que disfrutemos (AL, 96).
También, sostuvo que el amor no hace alarde de grandeza.
Es así que quien ama no está ansioso por presentarse como
superior con el fin de impresionar. Evita hablar demasiado de sí
mismo y sabe ubicarse en su lugar sin tener la pretensión de ser
el centro (AL, 97). Además, no es una obsesión por hacer notar las
propias cualidades, llegando al punto de perder el sentido de la
realidad. Adicionalmente, con respecto a esto, mencionó las ideas

que siguen: (a) lo que hace grande es el amor que comprende,
cuida y protege al débil; (b) en el mundo del poder cada uno trata
de dominar al otro; (c) la lógica del cristiano es “el que quiera ser
el primero, que sea vuestro servidor”, y (d) esta es la dinámica de
la vida familiar (AL, 98).
También, el Papa se centra en otros aspectos fundamentales
del amor que son importantes rescatar para clarificarlo, para
construir una pedagogía y fomentar su crecimiento con
maduración. A continuación, se presentará cada uno de ellos.
106
El amor es amable
• El amor no es rudo, descortés, duro en el trato.

• La cortesía es una escuela de sensibilidad y desinterés.
Exige a aprender a sentir, hablar y en ciertos momentos
callar.
• El amor cuando es más íntimo y profundo, tanto más
respeta la libertad y espera al otro (AL, 99).
• Una mirada amable permite que no nos detengamos

en los límites del otro para poder tolerarlo y unirnos a
un proyecto común.
• El amor amable genera vínculos, crea integración.
• El que ama es capaz de alentar, reconfortar, consolar al
otro (AL, 100).
Amar es desprenderse
• El amor no busca el propio interés.

• Pertenece más a la caridad querer amar que querer ser
amado (AL, 101). De hecho las madres muestran lo que
es amar; son las que más aman.
• El amor puede ir más allá de la justicia y desbordarse
gratis, hasta dar la vida (AL, 102).
Es importante mencionar que Benedicto XVI (2012) reconoce

lo siguiente: “yo no cumplo plenamente mi misión como ser que
ama hasta que no me convierto en el que puedo ser, dando todo lo
que puedo dar”. Es decir, el amor cambia al hombre, lo transforma
como persona y este, a su vez, cambia toda la realidad que le
rodea (p. 31).
107
Sin violencia interior
• Se trata de la irritación no manifiesta que nos coloca a la

defensiva ante los otros como si fueran enemigos que
evitar (AL, 103).
• No nos cansemos de hacer el bien.
• Una cosa es sentir la agresividad y otra es consentirla.
• Nunca hay que terminar el día sin hacer las paces. Basta
un pequeño gesto (AL, 104).
El amor supone el perdón
• Si no perdonamos, el resentimiento se instala en el

corazón.
• El perdón intenta comprender la debilidad ajena, trata
de excusar al otro (AL, 105).
• La comunión familiar puede ser conservada y
perfeccionada solo con espíritu de sacrificio (AL, 106).

• Exige disponibilidad a la tolerancia, al perdón, a la
reconciliación.
• Para perdonar necesitamos perdonarnos a nosotros
mismos, saber convivir con las propias limitaciones (AL,
107).
El amor se alegra con los demás
• Amar es alegrarse con el bien del otro reconocer su

dignidad y valorar sus capacidades y obras.
108
• Esto es imposible para quien necesita compararse y

competir.
• Si nos concentramos en nuestras necesidades, nos
condenamos a vivir con poca alegría (AL, 109).
• En la familia, se festejan los logros de cada uno (AL, 110).
El amor todo lo disculpa
• El dinamismo del amor disculpa todo, cree todo, soporta

todo.

• Guarda silencio sobre lo malo que hay en el otro. Limita
el juicio, no condena (AL, 111).
• Dañar la imagen del otro es un modo de reforzar la propia
imagen.
• El amor cuida la imagen de los demás, preserva la buena
fama (AL, 112).
• Los esposos que se aman hablan bien uno del otro,
muestran el lado bueno del cónyuge.
• Se trata de tener amplitud de miras, colocar las
debilidades y errores en su contexto. Los defectos son
una parte, no la totalidad del otro.
• El otro no es eso que a mí me molesta, es mucho más.
• No le exige que su amor sea perfecto; me ama como
puede.
• El amor convive con la imperfección, la disculpa (AL, 113).
Confía en el otro
• El amor hace posible una relación de libertad.

• Renuncia a controlarlo todo, a poseer, a dominar.
109
• La confianza hace posible la autonomía y permite abrir

la relación.
• Al encontrarse pueden compartir lo que han recibido y
aprendido mientras no estaban juntos.
• Hace posible la sinceridad y la transparencia, porque
sabe que el otro confía en él y valora su bondad (AL, 115).
El amor sabe esperar
• Quien ama sabe que el otro puede cambiar.

• Espera su maduración; cree en un sorpresivo brote de
belleza.
• Implica aceptar que algunas cosas no sucedan como
uno desea (AL, 116).
• Sabe que Dios escribe derecho en renglones torcidos.
• Espera que el otro con todas sus debilidades esté
llamado a la plenitud del cielo (AL, 117).
A su vez, el amor soporta todo

• El amor sobrelleva las contrariedades, se mantiene firme

en un ambiente hostil.
• Se trata de una resistencia dinámica, capaz de superar
cualquier desafío.
• Manifiesta amor heroico contra lo negativo.
• No importa lo que haga, importa quién es, ve la imagen
de Dios.
• La persona fuerte es capaz de romper la cadena del
odio y del mal.
110
• En la familia hay que cultivar la fuerza del amor que lucha

contra el mal. No se deja dominar por el rencor (AL, 118).
El amor da paso a la caridad conyugal
• El matrimonio es un signo, un reflejo del amor de Dios

en ellos (AL, 120).
• Los esposos son investidos de una misión, para que
puedan hacer visible, a partir de cosas sencillas y
ordinarias, el amor con que Cristo ama a su Iglesia y se

entrega por ella.
• El matrimonio implica un proceso que avanza
gradualmente con la integración de los dones de Dios
(AL, 121).
El amor es para toda la vida, y pone todo en común
• El amor conyugal es la máxima amistad: es reciprocidad,

intimidad, ternura, estabilidad.
• Es un proyecto exclusivo e indisoluble de compartir toda
la existencia.
• Es una alianza ante Dios que reclama fidelidad (AL, 123).
• Un amor débil o enfermo es incapaz de luchar, cede
a la cultura de lo provisorio que impide el crecimiento
(AL, 124).
• Es una amistad que incluye la pasión orientada a la unión.
• Un amor que asocia lo humano y lo divino, lleva a un don
libre y mutuo (AL, 125).
111
Para Benedicto XVI (2012), el desarrollo del amor hacia su

más alto nivel y su más íntima pureza conlleva el que ahora aspire
a lo definitivo: exclusivo y para siempre. La promesa del amor
apunta a lo definitivo, tiende a la eternidad.
Alegría y belleza
• Hay que cuidar la alegría del amor.

• Cuando la búsqueda del placer es obsesiva nos
incapacita para otras satisfacciones.
• La alegría matrimonial es una combinación de gozos
y de esfuerzos, tensiones y descanso, sufrimientos y
satisfacciones (AL, 126).
• El amor de caridad no coincide con los atractivos físicos o
psicológicos, permite gustar lo sagrado de una persona,
sin poseerla.
• La ternura es amor que se libera del deseo de la posesión
egoísta.
• Lleva a vibrar ante una persona con inmenso respeto y
un cierto temor de hacerle daño, de quitarle su libertad.

• El amor implica el gusto de contemplar, y valorar lo bello
y sagrado de su ser personal, que existe más allá de mis
necesidades (AL, 127).
• La experiencia del amor se expresa en esa mirada que
contempla al otro como un fin en sí mismo, aunque esté
enfermo, viejo o privado de atractivos sensibles.
• Muchas heridas y crisis se originan cuando dejamos de
contemplarnos.
112
• El amor abre los ojos y permite ver más allá de todo,

descubre cuánto vale un ser humano (AL, 128).
• La alegría de ese amor contemplativo tiene que ser
cultivada (AL, 129).
Casarse por amor

• La unión encuentra en el matrimonio el modo de
encauzar su estabilidad y su crecimiento.
• Configura en la sociedad determinados compromisos,
muestra la seriedad de la identificación con el otro, indica
la superación del individualismo.
• Es mucho más que una asociación espontánea para la
gratificación mutua.
• Implica una serie de obligaciones que brotan del amor,
capaz de arriesgar el futuro.
• Expresa la decisión real y efectiva de convertir dos
caminos en uno (AL, 131).
No puede ser una decisión apresurada, pero tampoco

postergada indefinidamente. Rechazar este compromiso es
egoísta, interesado, mezquino; es no reconocer los derechos del
otro y no termina de presentarlo a la sociedad como digno de ser
amado incondicionalmente. Es decirle sí al otro, siempre podrás
confiar (AL, 132).
Diálogo, una forma de expresar el amor
113
• Hombres y mujeres, jóvenes y adultos tienen maneras

distintas de comunicarse.
• Pero es preciso escuchar con paciencia y atención.
• Implica hacer un silencio interior, despojado de prisas y
de las propias necesidades y urgencias.
• Muchas veces el otro no necesita una solución, sino ser
escuchado (AL, 137).
• Dar importancia al otro, valorar su persona, reconocer que
tienen derecho a existir, a pensar de manera autónoma
y a ser feliz.
• Es posible que de mi pensamiento y del pensamiento del
otro pueda surgir una nueva síntesis que nos enriquezca
a los dos.
• La unidad a la que hay que aspirar no es uniformidad,
sino unidad en la diversidad.
• Se necesita astucia para advertir las interferencias.
• Es importante expresar lo que se siente sin lastimar para
que el otro pueda aceptar una exigencia (AL, 138).
Es importante conocer el mundo de las emociones
• Deseos, sentimientos y emociones tienen un lugar en

el matrimonio.
• Las señales afectivas del hombre son el placer, el dolor,
la ternura, el temor y la incertidumbre (AL, 144).
• Experimentar una emoción no es ni bueno ni malo.
• Lo que es bueno o malo es el acto que uno realice
movido por una pasión.
114
• Creer que somos buenos, porque sentimos cosas, es un

tremendo engaño.
• Hay personas que se sienten capaces de un gran amor
solo porque tienen necesidad de afecto, pero no saben
luchar por la felicidad de los demás.
• En este caso, los sentimientos distraen de los grandes
valores y ocultan egocentrismo (AL, 145).
• El amor matrimonial procura que toda la vida emotiva se
convierta en un bien para la familia y esté al servicio de

la vida en común (AL, 146).
Dios ama el gozo de sus hijos
• La educación de la emotividad y del instinto es necesaria

y requiere ponerse algún límite.
• El exceso, la obsesión por un solo tipo de placeres,
terminan por debilitar y enfermar al placer mismo.
• Es necesario orientar las pasiones en un proyecto de
autodonación y de realización de sí (AL, 148).
• Es importante tener la libertad de encontrar otras formas
de expresión en los distintos momentos de la vida de
acuerdo con las necesidades del amor mutuo (AL, 149).
Dimensión erótica del amor
• La vida sexual del matrimonio es un regalo maravilloso

de Dios para sus creaturas.
• Cuando se la cultiva y se evita su descontrol, se evita el
empobrecimiento de su valor.
115
• La necesidad sexual de los esposos no es objeto de

menosprecio (AL, 150).
• El hombre está llamado a la plena y madura
espontaneidad de las relaciones; esto es fruto gradual
del discernimiento de los impulsos.
• La sexualidad no es un recurso para gratificar o
entretener; es un lenguaje interpersonal donde el otro
es tomado en serio con todo su valor.
• Por eso, el erotismo es una manifestación específicamente
humana de la sexualidad.
• Significa la responsabilidad del cuerpo y la dignidad del
don.
• La corporeidad sexuada no solo es fuente de procreación,
sino es capacidad de expresar el amor (AL, 151).
• El sano erotismo, si bien está unido a una búsqueda del
placer, supone la admiración; por eso, puede humanizar
los impulsos.
• La dimensión erótica del amor no es un mal tolerado,
sino que es un don de Dios que embellece el encuentro
entre los esposos.

• Siendo una pasión sublimada por el amor que admira la
dignidad del otro, es una limpia afirmación amorosa que
manifiesta, por un momento, la existencia del otro como
un éxito (AL, 152).
Al respecto, son importantes las precisiones que hacía

Benedicto XVI (2012). En Deus caritas est (DCE), el Papa Emérito
explica que para llegar a la meta del amor son necesarias la
116
maduración, la purificación y la renuncia. Resalta, igualmente, la

unidad del hombre, pues es la persona quien ama.
El camino para lograr la meta del amor no consiste

simplemente en dejarse dominar por el instinto. Hace
falta una purificación y maduración, que incluyen también
la renuncia. Esto no es rechazar el eros ni envenenarlo,
sino sanearlo para que alcance su verdadera grandeza (…)
El hombre es realmente él mismo cuando cuerpo y alma

forman una unidad íntima (…) Ni la carne ni el espíritu aman,
es la persona la que ama como creatura unitaria, de la cual
forman parte el cuerpo y el alma (…) Únicamente de este
modo el amor —el eros— puede madurar hasta su perfecta
grandeza. (DCE, 5)
Violencia y manipulación
• Pero, muchas veces, la sexualidad se despersonaliza y se

enferma de modo que pasa a ser ocasión e instrumento
de afirmación del propio yo y de satisfacción egoísta de
los propios instintos.
• El cuerpo del otro es con frecuencia manipulado, como
una cosa que se retiene mientras brinda satisfacción y
se desprecia cuando pierde atractivo.
• Esto sucede con la prepotencia, el abuso, la perversión
y la violencia sexual (AL, 153).
• El acto sexual impuesto al cónyuge sin considerar
su situación actual y sus legítimos deseos no es un
verdadero acto de amor y viola el orden moral.
117
• Los actos de la unión sexual según Dios son

verdaderamente humanos.
• La sexualidad debe realizarse en el diálogo conyugal
siempre abierto a postergar algunos actos en función
del amor al otro (AL, 154).
• En el amor debe rechazarse toda forma de sometimiento
sexual.
• La comunión matrimonial se realiza en la donación
recíproca que es una mutua sumisión.
• La sumisión mutua es fidelidad, respeto y cuidado, es
inseparable de la amistad conyugal; se orienta a que el
otro viva en plenitud (AL, 156).
• Un amor verdadero sabe recibir del otro. Es capaz de
aceptarse vulnerable y necesitado, no renuncia a acoger
con gratitud las expresiones del amor en la caricia, el
abrazo, el beso, la unión sexual (AL, 157).
Es clarividente Benedicto XVI (2012) al decir que el cuerpo

entraña un misterio. En él, el espíritu se manifiesta y actúa. Ya lo
decía san Pablo (1Co 15,44), los cuerpos están llamados a ser
cuerpos espirituales. Cuerpo y espíritu forman una alianza, no se
oponen, el cuerpo es lugar donde el espíritu puede habitar.
Transformación del amor
• La relación íntima y la pertenencia a lo largo de los años,

supone la necesidad de elegirse una y otra vez.
• Quizás disminuye el deseo sexual intenso, pero se
mantiene el placer de pertenecerle.
118
• El cónyuge es el compañero de la vida con quien se

enfrentan dificultades y cosas lindas.
• No se puede pretender tener los mismos sentimientos
toda la vida, pero sí se puede comprometer a tener un
proyecto común de amor.
• El amor supera toda emoción, o estado de ánimo; es
un querer más hondo, con una decisión que abarca la
existencia (AL, 163).

Ya lo enseñaba Juan Pablo II (1981) en Familiaris consortio (FC):
El primer cometido (de la familia) es vivir fielmente la realidad

de la comunión con el empeño constante de desarrollar
una auténtica comunidad de personas. El principio interior,
la fuerza permanente y la meta última de tal cometido es
el amor (…) sin el amor una familia no puede vivir, crecer y
perfeccionarse como comunidad de personas. (FC, 18)
5. Conclusiones
De todas las precisiones que da el papa Francisco sobre lo

que es el amor humano, podemos concluir que no es fácil amar.
Por otro lado, el Sumo Pontífice y los sínodos que le precedieron
reconocieron que muchas parejas que se acercan al matrimonio
no comprenden la naturaleza del amor conyugal ni la magnitud
del compromiso que asumen.
Este amor conyugal y su compromiso consisten
esencialmente en ponerse en camino, antes del casamiento,
119
desde que son novios, para aprender a amar todos los días, con
los pequeños y grandes gestos de la vida. Esta práctica requiere
la cercanía y el acompañamiento de otros matrimonios con
experiencia y también de los pastores.
En efecto, coincidiendo con Rosell de Almeida (2016),
la Exhortación Apostólica Amoris laetitia hace una invitación a
renovar la pastoral matrimonial, que debe ser más práctica y eficaz;
de manera que, manteniéndose fiel a la doctrina, abra los ojos a
los problemas actuales. Se trata de implementar una pastoral
de acompañamiento. Esta debe actuar de la siguiente forma: (a)
acompañar de cerca a los novios, (b) acompañar a los esposos en
sus primeros años de matrimonio, (c) acompañar a los esposos
en los momentos difíciles y (d) acompañar a los esposos en las
situaciones dolorosas.
Más aún, AL advierte la necesidad de una mayor formación
de los agentes laicos de pastoral familiar con la ayuda de
psicopedagogos, médicos de familia, asistentes sociales,
abogados de minoridad y familia, recibiendo aportes de la
psicología, la sociología, la sexología, e incluso el counseling. Todo
esto de ninguna manera disminuye, sino que complementa el

valor fundamental de la dirección espiritual y de los inestimables
recursos espirituales de la Iglesia (AL, 204).
Referencias
Antula, J. (21 de abril de 2016). La verdadera novedad en Amoris laetitia.

Periodista Digital. Recuperado de http://www.periodistadigital.
120
com/religion/opinion/2016/04/21/la-verdadera-novedad-de-
amoris-laetitia.shtml
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http://w2.vatican.va/content/benedict-xvi/es/encyclicals/
documents/hf_ben-xvi_enc_20051225_deus-caritas-est.html
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Vaticana.
Consejo Pontificio para la Familia. (2001). Enchiridion de la Familia.
Documentos magisteriales y pastorales sobre la familia y la vida.
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Juan Pablo II. (1979). Carta encíclica Redemptor hominis. Recuperado
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Juan Pablo II. (1981). Exhortación Apostólica Familiaris consortio. La misión
de la familia cristiana en el mundo actual. Recuperado de http://
w2.vatican.va/content/john-paul-ii/es/apost_exhortations/
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Rosell de Almeida, C. (2016). Claves para leer la Exhortación Apostólica
Amoris laetitia. Lima, Perú: Facultad de Teología Pontificia y Civil
de Lima.
9 claves para leer la exhortación Amoris laetitia. (8 de abril de 2016).
Aciprensa. Recuperado de https://www.aciprensa.com/
noticias/9-claves-para-leer-la-exhortacion-amoris-laetitia-del-
papa-sobre-el-amor-en-la-familia-88420
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EL AMOR EN EL MATRIMONIO EN LA

EXHORTACIÓN APOSTÓLICA AMORIS LAETITIA

María Teresa Briozzo Pereyra*

EL MAGISTERIO DEL PAPA FRANCISCO. ACTAS DEL I Y II CONGRESO AMORIS LAETITIA

* María Teresa Briozzo Pereyra es decana de la Facultad de Ciencias de la Educación y

se vuelve fundamental para el crecimiento en el amor de los

Abstract: The present studio analyses the fourth chapter of

of accompaniment that is attentive to current problems becomes

L a fe cristiana ha puesto el amor como el centro de la fe y

EL MAGISTERIO DEL PAPA FRANCISCO. ACTAS DEL I Y II CONGRESO AMORIS LAETITIA

En el mundo actual, a veces se relaciona el nombre de Dios

fundamentales Dios, amor, vida, verdad” (p. 29). Ni debemos

2. Situación de la Familia antes de la Amoris

Desde el comienzo de la Familiaris consortio (FC), se señala

intensificado. Además, la cuestión se ha desplazado del problema

insistido en la exaltación del individuo, de sus intereses y de su

EL MAGISTERIO DEL PAPA FRANCISCO. ACTAS DEL I Y II CONGRESO AMORIS LAETITIA

3. El Amor en el Matrimonio según Amoris

El papa Francisco, en la Amoris laetitia (AL) explica largamente

El papa Francisco, al igual que sus predecesores, reconoce

El documento, también, recuerda la belleza de la vida

EL MAGISTERIO DEL PAPA FRANCISCO. ACTAS DEL I Y II CONGRESO AMORIS LAETITIA

En suma, Antula (2016) sostuvo que el gran objetivo de la

esto se realiza en un camino de permanente crecimiento. Esta

4. Clarif icar el Amor

Comencemos a analizar el capítulo cuarto (AL, 89-163).

Ante la evidente confusión actual del concepto de amor, el papa

• El amor es paciente, es servicial.

• El amor no tiene envidia, no hace alarde, no es arrogante,

Igualmente, el Papa se detiene para explicar qué significa

EL MAGISTERIO DEL PAPA FRANCISCO. ACTAS DEL I Y II CONGRESO AMORIS LAETITIA

Al respecto, comentó el papa Benedicto XVI (2012), el amor

realidad. Adicionalmente, con respecto a esto, mencionó las ideas

• El amor no es rudo, descortés, duro en el trato.

EL MAGISTERIO DEL PAPA FRANCISCO. ACTAS DEL I Y II CONGRESO AMORIS LAETITIA

• El amor no busca el propio interés.

Es importante mencionar que Benedicto XVI (2012) reconoce

Sin violencia interior

• Se trata de la irritación no manifiesta que nos coloca a la

El amor supone el perdón

• Si no perdonamos, el resentimiento se instala en el

perfeccionada solo con espíritu de sacrificio (AL, 106).

El amor se alegra con los demás

• Amar es alegrarse con el bien del otro reconocer su

• Esto es imposible para quien necesita compararse y

El amor todo lo disculpa

• El dinamismo del amor disculpa todo, cree todo, soporta

EL MAGISTERIO DEL PAPA FRANCISCO. ACTAS DEL I Y II CONGRESO AMORIS LAETITIA

• El amor hace posible una relación de libertad.

• La confianza hace posible la autonomía y permite abrir

El amor sabe esperar

• Quien ama sabe que el otro puede cambiar.

A su vez, el amor soporta todo

• El amor sobrelleva las contrariedades, se mantiene firme

• En la familia hay que cultivar la fuerza del amor que lucha

El amor da paso a la caridad conyugal

• El matrimonio es un signo, un reflejo del amor de Dios

EL MAGISTERIO DEL PAPA FRANCISCO. ACTAS DEL I Y II CONGRESO AMORIS LAETITIA

El amor es para toda la vida, y pone todo en común