Lacueva, Francisco - Doctrinas de La Gracia - Completo
Lacueva, Francisco - Doctrinas de La Gracia - Completo
Lacueva, Francisco - Doctrinas de La Gracia - Completo
Volumen V
DOCTRINAS
DE LA GRACIA
por
Francisco Lacueva
lib ro s C H E
Galvani, 113
08224 TERRASSA (Barcelona)
DOCTRINAS DE LA GRACIA
O 1975, de le M isión Evangélica Bautista
de España.
Depósito legal: SE-3054-2004
ISBN: 84-7228-193-0
Impresión: Publidisa
editorialdie
ESTEOBI IEIIIIIII1II teoiihu eiukelíu
constará de ¡os siguientes titulas: INDICE DE MATERIAS
I. INTRODUCCION A LA TEOLOGIA *
Por I. Grau
II. UN DIOS EN TRES PERSONAS *
Por F. Lacueva
III. EL HOMBRE: SU GRANDEZA Y SU MISERIA
Por F. Lacueva
IV. LA PERSONA Y LA OBRA DE JESUCRISTO IN T R O D U C C IO N ..................................................... ,,
Por F. Lacueva
V. DOCTRINAS DE LA GRACIA* PRIM ERA PARTE: EL ORDEN DE LA SAL
Por F. Lacueva VACION
VI. LA IGLESIA, CUERPO DE CRISTO *
Por F. Lacueva Lección 1.a Existencia de un orden de la salvación.
VII. ESCATOLOGIA: FINAL DE LOS TIEMPOS 1. El hilo de oro de la Teología. 2. El orden de
Por J. Grau la salvación en la eternidad. 3. El orden de la sal
VIII. CATOLICISMO ROMANO* vación en el tiempo. 4. Las agencias de la salva
Por F. Lacueva ción ......................................................................... 17
IX. HISTORIA DE LA IGLESIA
Por J. Grau Lección 2.a Naturaleza del orden de la salvación.
X. ETICA CRISTIANA* 1. La Ley y el Evangelio. 2. El orden subjetivo
Por F. Lacueva de la salvación.................................................... 21
XI. PASTORAL Y HOMDLETICA
(Manual para pastores, misioneros y predicadores) Lección 4.a La tarta del Espíritu Santo en el orden
Por J. M. Martínez de la salvación. 1. Necesidad de la obra del Es
píritu Santo. 2. El Espíritu Santo en la regenera
• PUBLICADOS YA BAJO LOS AUSPICIOS DE LA
ción. 3. El Espíritu Santo en la justificación. 4.
«MISION EVANGELICA BAUTISTA EN ESPAÑA»
El Espíritu Santo en la santificación. 5. El Es
De venta en C H E , Moragas y Barret, 113-115 Tarrasa píritu Santo y la glorificación del creyente. 6. La
(Barcelona), y en las librerías evangélicas de España e obra general d d Espíritu Santo. 7. Dos escollos
Hispanoamérica que hay que e v ita r............................................... 31
6 FRANCISCO LACUEVA ÍNDICE DE MATBR1AS 7
Lección 8.a La elección eterna. 1. Noción de elec Lección 15.a La fe (II). 5. Objeto de la fe. 6. La
ción divina. 2. Existencia de esta elecdón 3. Ob- base íntima de la fe. 7. Historia y desviadones
jeciones contra la doctrina de la elecdón . . . 55 del concepto de f e ................................................ 95
El orden de
la salvación
LECCION 1.»
EXISTENCIA DE UN ORDEN DE LA SALVACION
2. El orden de la salvación en la eternidad didos, fluye el pacto de grada que muestra la actitud de Dios
Se llama “orden de la salvación” al proceso por el que hada el pecador mediante la obra de Cristo. Aunque, como en
la salvación obtenida por Jesucristo se aplica o administra a todo pacto, hay dos partes, sin embargo en éste toda la ini
las personas que son salvas. ciativa surge de Dios: Dios establece el decreto; Dios provee
Aunque hayamos de retrotraernos al pacto eterno que la el medio de rescate (la Cruz); Dios suministra el Espíritu
vivificante, la fe justificante, d arrepentimiento transformante
Trinidad Divina estableció para la salvación del hombre caído,
y la perseverancia del creyente. Toda la base o fundación
siempre es bueno tener en cuenta lo que esto comporta para del pacto está en Dios, pues de El redbe el pacto su firmeza
entender mejor el plan de nuestra salvación. Varios son los
y seguridad, mientras que el hombre, incapaz de aportar por
lugares que implican la existencia de tal convenio entre las
sí mismo ninguna contribudón, se limita a extender la mano
personas divinas:
de la fe y a redbir el don de Dios.
A) Hebr. 10:5-7, citando el Salmo 40:7-9, nos mues
El Mediador de este pacto, como se nos describe en He
tra al Padre encomendando al Hijo una tarea redentora, sa
breos con todo hijo de detalles, es Jesucristo: de parte de Dios,
crificial, que comportará una victoria y una realeza (V. Sal.
El lleva al hombre la salvación mediante el sacrificio de Sí
2; Hech. 13:33; 1.a Cor. 15:24-28; Hebr. 1:5; 5:5, a la luz
mismo; de parte d d hombre, ofrece a Dios —hecho El
de Le. 22:29, donde es notable el verbo “diatíthemi”, de
mismo “pecado”— lo que el hombre pecador debería hacer
donde viene “diaihéke” = pacto).
por Dios si pudiese: expiar sus pecados en la Cruz.
B) Jesucristo aparece, especialmente en Juan, como el
Así, d pacto que es absoluto e incondidonal «a la voluntad
Enviado del Padre, cuya voluntad y cuya obra está totalmente de Dios de salvar a los hombres perdidos, queda de algún
entregado a realizar, hasta hacer de ella su alimento (V. Jn.
modo condicionado: A) por la obra de Cristo, que ha de
4:34; 5:30,43; 6:38-39; 10:18; 17:4).
proveer el pago d d rescate; B) por la fe d d hombre pecador,
O Is. 53:10*12 y Ef. 4:8-10 nos informan de la batalla que es como la mano con que se apropia los beneficios d d
y de la victoria, así como del botín que el Padre ha puesto pacto. Sin embargo, ninguno de estos dos elementos arrebata
en manos de Cristo (V. Jn. 6:37-44; 10:28-30; 17:6-12), al Padre la iniciativa de la salvación. No el l.° , porque, en
hasta hacerlo Cabeza de los redimidos (Rom. 5:12ss.; 1.a Cor. realidad, no es Jesucristo d que se lanza por sí mismo a re
15:22; etc.). conciliar a los hombres con Dios, sino que “Dios estaba en
D) Mientras que el Verbo, en su humanidad, es la re Cristo reconciliando consigo al mundo" (2.a Cor. 5:19). No
velación del amor de. Dios y nuestro sustituto en la obra de d 2.°, porque la fe misma del pecador arrepentido es un
la reconciliación (Jn. 1:14,18; 14:9; 2.a Cor. 5:21), el “don de Dios” (Ef. 2:8).
Espíritu es el gran “Don” por el que se derrama en nosotros
el Amor y se hace exégesis fervorosa el recuerdo del Verbo
Encamado (V. Rom. 5:5; Jn. 14:26). 4. Las agencias de la salvación
Surgiendo toda la obra de nuestra salvación de la amorosa
3. El ordos da la salvación os el tiempo iniciativa del Padre, las otras dos personas de la Trinidad
Del pacto de la redención establecido entre las personas de Divina se constituyen en agentes de la salvación, con dos
la Trinidad y encaminado a la salvación de los hombres per agendas respectivas o medios de salvación: La Patata» y las
20 FRANCISCO LACUEVA LECCION 2.a
NATURALEZA DEL ORDEN DE LA SALVACION
Ordenanzas. El Espíritu usa de la agencia de la Palabra de
Dios para convencer de pecado, introducir en el corazón el
mensaje de vida, y conducir al creyente por el camino de
Jesucristo; la respuesta del hombre es la apertura de su
persona, por la obediencia de la fe (Rom. 1:5; 16:26), al
mensaje de salvación. Por su parte, Jesucristo instituye sus
ordenanzas para expresamos simbólicamente Su obra y pa
tentizar externamente nuestra unidad con El, por medio del
Bautismo, habiendo sido complantados en Su muerte y resu
rrección (Rom. 6:3ss.), y nuestra unidad con los miembros 1. La Ley y d Evangelio
de su Cuerpo, mediante la Cena —recuerdo, mensaje y pro
fecía esperanzada— (1.a Cor. 10:17; 11:26); la respuesta del El orden de la salvación comprende dos grandes estadios
cristiano es la obediencia del corazón, de la boca y de la con objetivos e históricos: dos grandes hitos de la llamada “Histo
ducta a los mandatos de Cristo. ria de la Salvación” . * Estos dos grandes estadios son la Ley
y el Evangelio. 34 En razón de su enorme importancia, vamos
La fe y la oración, ál ser meras condiciones subjetivas para a anticipar algo de lo que diremos después al considerar la
la recepción de los beneficios de la salvación, sólo impropia relación entre la fe y las obras, aunque en otro contexto. Por
mente pueden llamarse medios de gracia. no entender bien esta materia, los gálatas judaizantes estaban
vaciando de contenido el mensaje de la Buena Noticia o Evan
CUESTIONARIO: gelio, mientras que, más tarde, Marción y sus seguidores (de
antes y de ahora) detestaban la Ley y al Dios del Antiguo Tes
I. ¿¡Cuál es la conexión del presente volumen con los demás tamento, para predicar un Nuevo Testamento completamente
volúmenes de la serie teológica? — 2. ¿A qué se llama "orden desvinculado del Antiguo, así como un “amor” y una “con
de la salvación”? — 3. ¿Cómo aparece en la persona y en la ducción del Espíritu” completamente desvinculados de toda
obra de Cristo el resultado del pacto eterno entre las personas ley (“antinomianismo”, de “anti” = contra, y “nómos” = ley.
divinas para la salvación del hombre? — 4. ¿A qué se Varna V. 1.a Cor. 9:21 "no estando yo sin ley de Dios, sino bajo
“pacto de groclc?'? — 5. ¿Quién es el Mediador de este pac Ut ley de Cristo”).
to? — 6. ¿Es su aplicación condicional o incondicional? —
Basta examinar con cuidado las Epístolas de Pablo a los
7. ¿Quiénes son los agentes y cuáles las agencias de la sal
romanos y a los gálatas, para percatarse del exacto papel de
vación? la ley. La Ley tenía por objeto:
B) Ser expresión de la voluntad divina en el orden mo El orden de la salvación, es entendido especialmente como
ral para el pueblo del pacto, o sea, Israel. el orden lógico, con su consiguiente interrelación, de los varios
movimientos del Espíritu Santo en la aplicación de la obra de
Q Servir de ayo (“paidagógos”), o sea, de criado que la redención.8 Este orden lógico es simultáneo en la planifi
lleva a los niños al Colegio, a la vez que les enseña buenas cación eterna de los designios de Dios, pero se realiza sucesi
maneras y les impone correctivos por sus travesuras. En vamente en el proceso temporal de su aplicación a las perso
este caso, la Ley nas de los redimidos. E l Nuevo Testamento nos dice que,
(a) convence de pecado; para salvar a los hombres, Dios elige, predestina, llama, rege
nera, justifica, santifica, preserva y glorifica, aunque no nos
(b) exacerba, en cierto modo, el sentido del pecado, por ofrezca todos estos elementos en un solo texto. Tenemos
la conocida reacción psicológica que nos incita a hacer lo que partes de este proceso en Hec. 2:37-41; (quizá también en
se nos prohíbe taxativamente; 26:18); Rom. 6:22; 8:29-30; Ef. 1:3-14; 2:1-10; 1.a Ped.
(c) nos muestra la necesidad del Evangelio de gracia 1:2-9,20-23.
y del poder del Espíritu, superior a nuestras fuerzas, para ¿Puede establecerse un orden lógico, concreto y completo,
cumplir la Ley. de acuerdo con el Nuevo Testamento? Creemos que sí e inten
Jesús asegura, en Mt. 5:17, que no ha venido a abrogar taremos proponerlo en este volumen, de acuerdo, en general,
la Ley, sino a cumplirla. El verbo empleado aquí es “pleró- con la línea “reformada’* o calvinista (moderada), teniendo
sai”, que significa cumplir en el sentido de /tenor, y expresa también en cuenta las dificultades que presenta. Pensamos,
dos cosas: 1) que Cristo vino a cumplir por Sí mismo la Ley. sin embargo, que son mucho más numerosas las dificultades
El fue el único que la cumplió activamente, observándola que confrontan a los demás sistemas. Vamos a exponer ahora
con toda exactitud, y pasivamente, llevando sobre Sí la mal brevemente el punto-clave del orden de la salvación según las
dición de la Ley contra sus infractores, por nosotros y en diversas concepciones :
nuestro lugar, en el madero de la Cruz: 2) que Cris A) Concepto Católico-Romano. El punto clave es la jus
to vino a /tenor la Ley del Espíritu que faltaba en el tificación por el bautismo. La Iglesia confiere, mediante el
legalismo farisaico, poniendo el amor como único medio de sacramento, la regeneración bautismal. Todo adulto recibe
cumplir la Ley rebasándola (Mt. 5:17-48). Así no es extraño gracia suficiente para alcanzar, conservar, recuperar y aumen
que Rom. 8:3-4; 13:8-10; 1.a Cor. 9:21; Gál. 5:14; 6:2, tar la justificación bautismal. E l hombre puede resistir a esta
nos aseguren que el amor, el Espíritu de Cristo y el Evange gracia. Sü en vez de resistir, asiente y coopera, la gracia se
lio comportan el exacto cumplimiento de la Ley, mientras torna eficaz. La justificación sigue un proceso que comienza
que 1.a Cor. 2:14 y Rom. 8:7 nos dicen que el hombre no con el acto de fe (bajo el impulso de la gracia excitante) y
regenerado es incapaz de percibir las cosas de Dios y que no termina con la infusión de la gracia “santificante" en la re
quiere ni puede cumplir la Ley de Dios. Por eso, la regenera cepción (real o de deseo) del sacramento. Los demás sacra-*
ción espiritual comporta una metánoia, o sea, un cambio de
mentalidad, al recibir, con el Espíritu Santo, una nueva visión
y un corazón nuevo (V. Jer. 31:33-34; Ez. 36:25-27). S. V. L. Berkhof, H u lip , pp. 415*8.
24 FRANCISCO LACUEVA EL ORDEN DE LA SALVACIÓN 25
mentos y las buenas obras proveen medios de perseverancia rior y la regeneración espiritual. Avivado el subconsciente,
y méritos para la salvación final, la cual siempre está en el proceso ¿lo ra a la conciencia con la conversión, que in
peligro, puesto que cualquier pecado “mortal” comporta la cluye fe y arrepentimiento. Con la fe se conecta la justifica
pérdida de la justificación. 8 ción y la adopción. El nuevo estado comporta una nueva
B) Concepto Arminiano. El punto clave es la justifica obediencia en la santificación. Dios se encarga de preser
ción por la decisión de aceptar a Cristo como Salvador nece var con su gracia a los fieles para la glorificación. *
sario y suficiente, mediante la fe en El. Esta decisión procede
de nuestro libre albedrío, que coopera así con la gracia de CUESTIONARIO:
Dios. 67
Q Concepto Luterano. El punto clave es la justificación l. ¿A qué se Uama “orden de la salvación”? — 2. ¿Cuál es la
por la fe, que Dios produce en el hombre. El proceso empieza relación entre los dos estadios de la Historia de la Salvación
por el anuncio de la reconciliación del mundo, hecha por — 3. ¿Cuál era el papel de la Ley? — 4. ¿Qué matices implica
Dios en Cristo (2.a Cor. 5:19-20). Esta llamada evangélica el verbo “cumplir" en Mt. 5:17? — 5. ¿Qué entendemos por
comporta siempre una cierta medida de avivamiento e ilumi “orden subjetivo de la salvación”? — 6. Conceptos Católico-
nación que quiebran la resistencia radical del hombre caído Romano, Arminiano, Luterano y Calvinista de “orden de la
(mejor dicho, dan el poder de no resistir a la operación salví- salvación”.
fica del Espíritu). De ahí pueden provenir el arrepentimiento
y la regeneración espiritual. Sin embargo, todo esto es prepa
ratorio y provisional (se puede perder), ya que la salvación
está condicionada totalmente por ia fe del sujeto. Sólo me
diante el acto de fe se obtiene la salvación. Si el hombre
continúa creyendo, persevera en la salvación. Si cesa de creer,
la pierde.
D) Concepto Calvinista o “Reformado”. El punto clave
es la justificación por la justicia de Cristo (Ef. 2:8 “Por gracia
sois salvos por medio de la fe”. No es la fe la que salva, sino
la gracia; como no es el tenedor el que alimenta, sino lo que
tomamos con el tenedor). La mayoría de los Reformados, al
hacer énfasis sobre la iniciativa libre y soberana de Dios en
la salvación del hombre, colocan primero el llamamiento inte
y perfeccionada por el Espíritu Santo, que es el Espíritu que necesita ser contrastada con el “test” de la obediencia,
de Cristo. El Espíritu nos regenera, nos consagra, nos inha para no llamarse a engaño. 101
bita y nos sella para la eternidad de la vida espiritual glorifi
cada (V. Jn. 3:3-8; 14:16-17; 16:7; Rom. 8:9-11; 1.a Cor. 3. Consecuencias de esta doctrina
6:17,19; 12:13; 2.a Cor. 3:18; 1.a Ped. 1:11; 1.a Jn. 3:24, Nuestra unión con Jesucristo comporta:
4:13). A ’) una metamorfosis (“metamorphústhe” Rom. 12:2),
O mística; por tres motivos: ya que hamos sido hechos nuevas creaturas (2.a Cor. 5:17;
Gál. 6:15; Ef. 2:10), que se dejan conducir por el Espíritu
(a) por haber sido un misterio escondido desde la eter Santo y cuya brújula ha caminado de norte.
nidad en el seno de Dios, pero manifestado ahora (Col. 1:
B’) una metánoia, o sea, un ejercicio nuevo (cambiado)
26-27);
de nuestras facultades por el arrepentimiento y la fe: un
(b) porque es invisible a los ojos de la carne; convertirse a Dios desde los ídolos (1.a Tes. 1:9).
(c) para distinguirla de toda otra unión que la naturale C’) una posición legal de justificados ante Dios (Hech.
za o la Palabra de Dios nos presentan. No es una unión 13:39; Rom. 6:7-8; 7:4; 8:1,17; 1.a Cor. 1:30; 6:11; 2.a
esencial como la que existe entre las personas divinas; ni Cor. 5:14,21).
personal (hipostática) como la que existe entre la humanidad D’) una santificación continua, por el poder asimilador
y la divinidad de Jesucristo; ni es meramente una unión de la vida de Jesucristo, mediante el poder del Espíritu (Rom.
moral o afectiva, como entre amigos o miembros de una mis 6:22; 2.a Tes. 2:13; 1.a Ped. 1:2).
ma sociedad o de un mismo club. Es diferente a todo ello y.
E’) una “koinorúa”, o sea, una comunión con Cristo:
por eso, las analogías que la Palabra de Dios nos ofrece la
comunión de fortaleza y de debilidad, de sufrimiento y de go
comparan, sin identificarla, a cosas tan diversamente unidas
zo, de tentación y de seguridad, de trabajo y de descanso, de
como las personas divinas (Jn. 17:21) o las piedras de un
deshonra y de gloria. Y, en virtud de esta comunión con Je
edificio (Ef. 2:19-22; 1.a Ped. 2:4-5), pasando por la unión
sucristo, se establece también la comunión con los demás
entre la cepa y los pámpanos (Jn. 15:lss.), entre la cabeza y
creyentes, lo cual constituye el fundamento de toda la Ede-
los miembros (Ef. 4:15-16), entre esposo y esposa (Jn. 3:29:
siología. Por eso, esta comunión no se pierde en vagos
Ef. 5:22-23), o entre un cabeza de familia y su posteridad
(Rom. 5:12-19; 1.a Cor. 15:19-49). y abstractos misticismos, sino que se manifiesta en concretísi
mas realidades (V. Jn. 17:21; 1.a Cor. 10:17; Ef. 2:15; 4:3-
D) directa, o sea, no mediatizada por hombres ni condi 16; Flp. 3:10ss.; 4:13; Col. 1:24; Heb. 2:18; 4:15; 1.a Ped.
cionada por obras. 4:13; 1.a Jn. 1:3; 3:16-18). u
E) orgánica y, por tanto, dinámica y funcional. 10. V. d libro de G. Spring Los rasgos distintivos d d verdadero
cristiano (trad. de F. Lacueva, Barcelona, EEE, 1971).
F) indisoluble, pues depende de la promesa de Jesucris 11. V. también L. Berkhof, Systematic Theology, pp. 447-453;
to y de la gracia de Dios en El. L.S. Chafer, Systematic Tbeoiogy, III, pp. 248-266; E.F. Kevan,
Dogmatic Theology, V, lecc. 1.a, pp. 6-7; J. M urray, Kedeuption
G) inescrutable. Su intimidad es tal que puede, a veces, AccompHshed and Applied, pp. 161-173; A.H. Strong, Systematic
pasar desapercibida hasta para el propio poseedor, de modo Tbeoiogy, pp. 795-809.
30 FRANCISCO LACUEVA LECCION 4 * LA TAREA DEL ESPIRITO SANTO EN
EL ORDEN DE LA SALVACION
CUESTIONARIO:
Si la convicción del pecado, provocada por el Espíritu, 6. La obra general del Espíritu Santo
lleva al arrepentimiento, la fe, comprobada en la aceptadón Además de estas operaciones de la 3.a persona divina en
de la justicia de Cristo, es también don del Espíritu (Ef. 2:8). la aplicarión de la salvadón, hemos de añadir que todo hálito
El que nace del Espíritu puede ver, con el Reino de Dios de vida y toda grada genera] se atribuyen al Espíritu de Dios:
34 FRANCISCO LACUEVA Segunda parte
A su cobijo, surgen el orden y la vida orgánica de la tierra
(Gén. 1:2); surge también la vida humana (Gén. 2:7). Con
su hálito, revive Israel como nación (Ez. 37:5,9,14). El mis
mo Espíritu que llena a la Iglesia en Pentecostés (Hedí. 2:4),
está realizando la liberación de la creación entera (Rom. 8:
21,23). Todo cuanto hay de bueno en el mundo, aun entre los
inconversos, proviene de El y es El quien dispone las mentes
y los corazones para redbir la Palabra y la salvación.
CUESTIONARIO:
1. ¿Por qué es necesaria la (Ara del Espíritu Santa en el or
den de la salvación? — 2. La obra del Espíritu en la regene
ración, en la justificación, en la santificación y en ¡a glorifica
ción del creyente. — 3. La obra general del Espíritu en el
mundo. — 4. ¿iQué dos escollos hay que evitar en esta mate
ria?
La gracia
en las versiones hebreas de Le. 2:14 y Flp. 2:13, en que ferimos a la bendición de la mesa. Así, el término se emplea
corresponde al griego eudokía. para expresar la reacción emocional de alguien que ha recibi
Estos tres sustantivos y los adjetivos y verbos correspon do un “favor”. Véanse Le. 17:9 y Rom. 6:17.
dientes aparecen en el Antiguo Testamento con una frecuen C) Entrando ya en el uso más típico de “grada”, de
cia impresionante y nos ayudan a formamos una correcta idea acuerdo con el concepto del Nuevo Testamento, nos encon
de lo que significa el término “gracia” en sentido teológico. tramos con el sentido de “favor*, con d mismo significado
Pero, como dice E.F. Kevan, el concepto véterotestamentario que el hebreo “jen”, y expresa una actitud favorable, sobera
de “gracia” no se obtiene adecuadamente con un mero aná namente libre, totalmente gratuita, de Dios hada los hombres.
lisis del lenguaje, pues se revela a través de la acción. La Esta actitud, al pasar a la acdón, se concreta en dos sentidos:
doctrina de la gracia está reflejada por doquier en las cos (a) idea de “grada” como don salvffico (por ej. Ef. 2:8).
tumbres, instituciones y experiencias que brotaron de la A veces, este don se imparte para edificación del Cuerpo de
elección divina y se plasmaron en la historia y en la geogra Cristo, como en Ef. 4:7. Pablo hace uso de este vocablo para
fía del pueblo escogido. La libre elección divina de Abraham, referirse a la liberalidad de los fieles de Corinto, en 1.a Cor.
Isaac y Jacob (Israel); la revelación a Moisés desde la zarza 16:3;
ardiendo, después en el Sinaí, etc.; la misión de los profetas, (b) idea de “grada” como poder que habilita al hombre
la restauración después de la cautividad; todo ello es mani para actuar por encima de sus fuerzas naturales; más aún,
festación del favor, de la misericordia y de la buena volun a pesar de su debilidad, y precisamente a través de esa misma
tad de Dios para con Su pueblo. La primera muestra de debilidad. Véanse 1.a Cor. 15:10 y 2.a Cor. 12:9,10.
“gracia” o “favor inmerecido” de Dios a la humanidad se
manifestó ya en Gén. 3:13 con la primera promesa de un
Redentor.2 3. La grada como don Inmerecido
Para penetrar debidamente en él sentido del té rm ino “gra
2. El oso del Nnevo Testamento cia” , conforme el Nuevo Testamento nos lo ofrece, hemos
de percatarnos del contraste bíblico entre “gracia” por parte
0 Nuevo Testamento usa siempre el término kháris para de Dios, y “mérito”, “esfuerzo”, “otea” por parte del hom
referirse a la “gracia” . Pero este término tiene varios sen bre. En este sentido podemos definir condsamente la grada
tidos: como “todo don inmereddo de Dios a los hombres”, y, más
A*) El sentido más elemental, dentro y fuera de la en concreto, “el don inefable de Dios, en Jesucristo, a los
Biblia, es el de “encanto” o “atractivo” . Este sentido ha pa pecadores” . Véanse Le. 2:32; Hech. 2:47; Rom. S:15,17,20;
sado a las lenguas latinas y el vulgo lo conoce muy bien 11:6; 1.a Cor. 15:10; 2.a Tim. 2:1; Tito 2:11.
(¡Qué gracia tiene! ¡Me ha caído en gracia!). Véase en este Esta grada, llamada “gracia de Dios”, “gracia en Cristo”,
sentido Le. 4:22; Co. 4:6. “gracia del Señor Jesucristo” , está revestida de los siguientes
B’) Otro sentido, también elemental y muy empleado por caracteres: (a’) es revelada por Cristo (Jn. 1:17; Rom. 1:5);
todos, es el de “agradecimiento”, como cuando decimos “mu ib*) es dada mi atendón a los méritos, obediencia y acción
chas gracias”, en señal de gratitud, o “dar gracias”, para re- redentora de Jesucristo (Rom. 3:24; 5:21); (c’) es en Cristo
40 FRANCISCO LACUEVA LECCION 6.a
SISTEMAS TEOLOGICOS ACERCA DE LA GRACIA (I)
en quien somos agraciados (“ekharítosen” , Ef. 1:6-7); (d’> asi
que viene a ser un estado del creyente (Rom. 5:2); (e*) sus
frutos han de verse (1.a Cor. 7:19; 2.a Cor. 5:17; Gál. 6:15),
pues el favor y el poder de Dios han de manifestarse, en el
creyente, en una conducta digna de Dios (2.a Ped. 1:4); (f)
la gracia fluye de la elección divina y se hace efectiva por el
soberano llamamiento de Dios (V. Jn. 6:44; Ef. 2:8; 1.a Tes.
1:5); ante ella, no permanecemos pasivos (V. 1.a Cor.
10:12; 15:10; 2.a Cor. 6: 1; 2.a Tes. 2:15), lo cual no dismi
nuye la fuerza de la gracia ni la seguridad del creyente; (h’)
la gracia, en fin, es el Evangelio o Buena Noticia de salvación
(Hech. 14:3; 20:24,32). Para saber a qué atenerse en rata materia de las doctrinas de
la gracia, es muy conveniente conocer los distintos sistemas
o explicaciones que se han dado para dar a entender la coor
CUESTIONARIO: dinación que hay entre la acción divina de la gracia y la
parte que corresponde a la actividad humana en lo tocante, a
1. ¿Cuál es el sentido de los términos hebreos “jen”, “jesed"
y “ratsón”? — 2. ¿Cómo se manifiesta principalmente la gra la salvación.
cia de Dios en el Antiguo Testamento? — 3. ¿¡Cuáles son los
usos generales y específicos del término “kháris1' en el Nuevo
Testamento? — 4. ¿Cuáles son los dos sentidos de “gracia”
como favor inmerecido? — J. ¿¡Cuál es la enseñanza de Roma Pelagio fue un austero y flemático monje británico (360-
nos 11:6? — 6. ¿Qué otros aspectos nos ofrece el concepto 422), cuyas enseñanzas respecto del pecado y de la gracia eran
novotestamentario de “grade?'? las siguientes:
A) Adán fue creado en una condición natural, ni santo
ni pecador, con un albedrío totalmente libre para seguir el
bien o el mal, y era mortal por naturaleza. Decidió pecar,
pero su pecado sólo le afectó a él. Por tanto, no existe el
pecado original hereditario, sino que cada hombre nace en
la misma condición moral y espiritual en que Adán fue creado.
B) El hombre actual es totalmente libre para el bien y
para el mal, pudiendo por sus propias fuerzas evitar todo
pecado y alcanzar la salvación eterna. La epidemia de pecado
que hay o í el mundo se debe a la mala educación, a los malos
ejemplos y al hábito o costumbre de pecar.
42 FRANCISCO LACUEVA LA GRACIA 43
C) Por consiguiente, no es necesaria ninguna gracia in B’) El hombre, con el buen uso de su libre albedrío sim
terior para poder salvarse, para practicar la virtud y evitar plemente, puede pensar, desear, buscar y así merecer de al
el pecado; aunque pueden llamarse gracias las facultades guna manera (preparándose para ella) la grada de la salva
naturales que Dios nos ha dado, la revelación que nos ha dón; con esta gracia común puede evitar todo pecado y per
trasmitido en su Palabra, y el ejemplo maravilloso de Jesu severar por sí mismo (sin ninguna preservadón divina) hasta
cristo. el final en la salvadón adquirida, o, más bien, en la virtud
D) Los nifios, que carecen del normal uso del albedrío, ejercitada. Así, tanto la salvación como la condenación de
necesitan ser bautizados para ser consagrados a Dios y poder pendas d d libre albedrío.
entrar en el Reino de los Cielos (sin duda, así entendió Pelagio O Los nifios que mueren antes del uso normal de la ra
Juan 3:5). Si no se les bautiza, entrarán también en el Cielo, zón van al délo si han sido bautizados. Si mueren sin el bau
pero participarán allí de un grado inferior de felicidad, que tismo, se salvan o se condenan según lo que Dios haya previsto
Pelagio llamó ula vida eterna” . que harían si hubiesen llegado a ser mayores.
El Semipelagianismo fue condenado por el 2.° Concilio
2. de Orange en 529, y las decisiones de este Concilio regional
Pelagio enseñó sus errores en la misma Roma, entre los fueron aprobadas unánimemente, siendo confirmadas por el
años 409 y 411, mientras algunos de sus discípulos lo hadan obispo de Roma Bonifacio II, que ya iba gradualmente au
en otros lugares. Su principal adversario fue Agustín de Hipo- mentando su poder.
na, quien defendió con energía las doctrinas bíblicas de la
grada. Aunque en 416 fue condenado por los Sínodos de
Milevi y Cartago, Pelagio engañó al obispo de Roma Zósimo, 3. La Iglesia de Roma
quien le dio en 418 un certificado de ortodoxia. Finalmente,
Tras la muerte de Agustín, sus discípulos mantuvieron su
el Concilio de Efeso le condenó en 431. Pero entonces surgió
un movimiento que pretendía salvaguardar el papel preponde doctrina, pero pronto comenzaron a dibujarse dos tendencias
rante del libre albedrío, sin negar la necesidad de la grada opuestas, cuyas victorias y denotas oficiales fueron sucedién-
para salvarse. Este movimiento fue conocido con el nombre dose según d talante de los Papas y de los Concilios regiona
de "doctrina de los M arseliesef*,porque sus prindpaies fauto les. Varias desviaciones habían entrado en todas ellas: el
res fueron Casiano, abad de Marsella, Genadio, también de sacramentalismo, la necesidad de la confesión auricular para
Marsella, Vicente de Leríns y Fausto de Riez (algunos de recuperar la salvadón, etc. Donde la autoridad de Agustín
ellos, por derto, canonizados como santos por la Iglesia de se mantenía, prevalecía la doctrina de la gracia irresistible y
Roma). Su doctrina era, en síntesis, la siguiente: de la predestinación soberana de Dios (voluntarismo). Donde
prevalecían las corrientes de los llamados "Padres de la Igle
A’) El hombre perdió la justida original por el pecado, sia” de Oriente, como Jerónimo, Crisóstomo, etc., prevalecían
y necesita la grada de Dios para obtener la justificadón y, también las doctrinas favorables al libre albedrío y a la pres
por ende, la salvadón. Pero esta gracia está indiscriminada ciencia divina como origen de a predestinación. Las tres prin-
mente a disposición de todos. La consigue el que se esfuerza dpales escudas de pensamiento dentro de la Iglesia de Roma
por alcanzarla. han sido:
44 FRANCISCO LACUEVA LA GRACIA 45
A”) La motinista, de Luis de Molina (1535-1601), co es su doctrina respecto al poder del albedrío, ¡a necesidad
mún entre los jesuítas. Sostiene que la calda original no afectó de la gracia y la situación de los niños? — 4. ¡¡Cómo se
a las facultades naturales del hombre; que éste puede dispo desenvolvieron estas doctrinas en la Edad Media? — 5. ¿Qué
nerse de algún modo a la gracia; que la eficacia de la gracia dicen sobre la grada y el albedrío jesuítas, agustinos, domi
depende de la cooperación del albedrío; que Dios salva o nicos y redentoristas?
condena según prevé lo que cada uno va a hacer (“post prae-
visa mérito”).
B”) La agustiniana, propia de los frailes agustinos, sos
tiene la incapacidad natural del hombre para la salvación y la
eficacia psicológica (de atracción, Jn. 6:44, versículo del que
Agustín hizo una fascinante exégesis) de la grada salvadora.
También sostienen una predestinadón lógicamente anterior a
la prescienda. En cuanto a la perseverancia, se ven obligados
a admitir las enseñanzas de Trento, no muy acordes con las
de Agustín.
C”) La dominicana o tomista, propugnada especialmente
por los frailes de la Orden de Predicadores, fundada por él
español Domingo de Guzmán (Orden a la que perteneció
Tomás de Aquino). Sostiene también la incapacidad natural
d d hombre, enseña la eficacia física (en virtud de la radical
indeterminación de la voluntad humana) de la grada, y la
predestinación lógicamente anterior a la prescienda (“ante
praevisa mérito”).
D”) Es digna de mención la doctrina de Alfonso M.*
de Liguori (o Ligorio), fundador de los Redentoristas, que
sostiene una posidón intermedia entre d Molinismo y el To
mismo, diciendo que a todos se da grada suficiente para orar;
y al que ora, se le da gracia eficaz para salvarse. De ahí
la máxima: el que ora, se salva; el que no ora, se condena.
CUESTIONARIO:
1. ¿Qué sostenía el Pelagianismo respecto a la condición
humana original, al poder del albedrío y a la necesidad de la
gracia? — 2. ¿Cómo nació el Semipelagianismo? — 3. ¿Cuál
LECCION 7.a LA GRACIA 47
SISTEMAS TEOLOGICOS ACERCA DE LA GRACIA (II)
En cuanto a la predestinación, Zuinglio fue el más extre
mista, insistiendo en los decretos divinos como causas últimas
de la reprobación de los condenados; Calvino mantuvo la re
probación como doctrina bíblica, pero fue más cauto al
explicada como efecto de un decreto permisivo; Lutero creyó
también en la doble pedestinadón, pero a veces pareció
apoyar la reprobación en la presciencia divina, más bien que
en la predestinación; finalmente, Melanchton evitó cuanto
pudo d hablar de predestinadón.*
4. La Reforma
5. El Amdrianhmo
Los Reformadores, en general, restablecieron la doctrina
bíblica sobre la corrupción moral y espiritual del hombre Al hablar de Arminianismo, es preciso distinguir entre el
y, por ende, la absoluta necesidad que tiene de la gracia de típico y radical, surgido en Holanda, y el moderado o wesle-
Dios el hombre caído para su regeneración, justificación y yano, del que nos ocuparemos a continuación.
santificación. Además de la gracia eficaz, que sigue a la elec Arminio (Jacobo Hermandzoon, 1560-1609), fue un teólo
ción y predestinación de los santos, admitieron una gracia go holandés, discípulo de T . Beza y en un principio fue cal
común, que habilita a los hombres para recibir ciertas bendi vinista estricto, pero después se convirtió en un ferviente opo
ciones divinas y especialmente para que puedan comportarse sitor del Calvinismo, llegando a tomar una posición cercana
honestamente en sus relaciones cívicas y sociales. al Semipelagianismo. En algunos puntos, d Arminianismo se
Como los Reformadores no estaban totalmente de acuerdo parece a la posición motinista; en otros, a la posición defen
en algunos detalles acerca de la corrupción de la naturaleza dida por Alfonso de Ligorio. Podemos resumir así la doctrina
caída, tampoco lo estuvieron en «manto a detalles sobre el arminiana:
modo de- conjugar la eficacia de la gracia de Dios con la A) El pecado de Adán no se imputa a sus descendien
actividad responsable del hombre. La más notable diferencia tes como pecado propiamente dicho, sino como una enferme
entre Lutero y Calvino en este punto, 12*estuvo en que Lutero, dad de la naturaleza, por la que d hombre no queda conde
poniendo su énfasis en la fe como medio de salvación, llegó nado, aunque sí inhabilitado para alcanzar la vida eterna
a afirmar que un creyente podía perder la fe y, por tanto, la y descubrir por sí mismo el camino de la salvación. Le queda,
justificación; mientras que Calvino, poniendo el énfasis en sin embargo, d Ubre albedrío suficientemente sano como para
la gracia, como instrumento de la omnipotencia divina (V. Jn. disponerse en alguna medida a la conversión.
10:28-30), aseguró que un creyente no puede perder su fe,
porque no puede perder la gracia que la sostiene. B) E l Espíritu Santo da a todos los hombres la grada
suficiente para poder contrarrestar los efectos d d pecado y
cooperar a la regeneradón espiritual. E l que hace buen uso
1. Diferencia a la que ya hemos aludido en la lección 2.a
2. V. L. Berkhof, T in Hktawy «T C h f r tta Doctrine* PP.
148-149.
LA GRACIA 49
48 FRANCISCO LACUEVA
(c) La perseverancia final de los elegidos, debida a la raza humana. En otras palabras, para evitar una confusión
la preservación divina. frecuente, diremos que Dios no distribuye en dos montones
a los hombres que determina crear: unos, para el Cielo;
En el Calvinismo suelen distinguirse dos tendencias:r> otros, para el Infierno; sino que, suponiendo ya a toda la
A”) Los Supralapsarios o UItracalvinistas (llamados raza humana adda en la corrupción (“infra ¡apsum” — des
también Hipercalvinistas) que ponen el decreto de elegir a pués de la caída), elige con soberana libertad y por pura mi
los que han de ser salvos como lógicamente anterior al decre sericordia el salvar a algunos, dejando justamente a otros en
to de crear al hombre y de permitir el pecado original. De el camino de la condenación a la que voluntariamente se diri
este modo, Dios destina a unos hombres al Cielo y a otros gen. Esta es la tendencia que mejor se compagina con las
al Inflamo en un decreto lógicamente anterior al de la exis piüBpftnnzns de la Escritora y con la auténtica doctrina de
tencia de la raza humana (incluso, anterior a la creación Calvino. Los infralapsarios, en general, admiten una gracia
del mundo). Por tanto, admite no sólo una predestinación, sino común, no eficaz ni salvífica, y una oferta común de salva
también una reprobación positiva. No se otorga otra grada que ción mediante la predicación del mensaje de la Buena Noticia
la gracia eficaz que salva a los elegidos, a los que Dios mira a todos los hombres.
con complacencia desde toda la eternidad. Este sistema hace
del Dios infinitamente bueno, justo y misericordioso, un tirano
8. Un Calvinismo rebajado
arbitrario que destina a la condenación a seres humanos antes
de que sean previstos como existentes y, por tanto, como peca Partiendo precisamente de esta común oferta de salvación,
dores merecedores de condenación. Tampoco se compagina patente en el Nuevo Testamento (baste con citar 1.a Tím.
con Ef. 2:3, donde Pablo se incluye a sí mismo (un elegido) 2:4), un grupo de Calvinistas moderados, llamados también
entre los que “en otro tiem po... éramos por naturaleza hijos Fuleristas (de Andrew Fuller), introducen una importante va
de ira". Una cosa es ser objeto de la benevolencia divina, riante en el orden de los decretos divinos, negando el punto
cuando alguien ha sido elegido desde la eternidad para ser sal 3.° del Calvinismo clásico 0a redención limitada) y poniendo
vo; y otra cosa muy distinta es ser objeto de la complacencia el decreto de proveer salvación para todos los hombres por
divina cuando todavía se es pecador y rebelde. Confundir am delante del decreto de elegir a los que han de creer y ser
bas cosas es confundir el orden de la intención con el de la salvos. De esta forma se salvaguarda la voluntad salvífica an
ejecución. tecedente universal de Dios y el valor absoluto de la reden
B”) Los Infralapsarios ponen el decreto de crear al hom ción de Cristo, de acuerdo con 2.a Cor. 5:19, que establece
bre y de permitir el pecado original como lógicamente ante una reconciliación universal en tiempo pasado (“estaba..."),
rior al decreto de elegir a los que han de creer y ser salvos. en contraste con el “Reconciliaos con Dios”, del versículo
De esta forma, hay una predestinación eterna para los ele siguiente. De esta forma se puede decir que Jesucristo murió
gidos, pero la reprobación de los condenados es negativa, es por todos, aunque no a todos se aplica dicazmente el fruto de
decir, no es intentada directamente, sino permitida a conse la Redención. 6
cuencia del estado de perdición en que Dios contempla ya a
6. V. L.S. Chafer, o. c , III, pp. 178ss. Personalmente opino
5. V. mi libro lia Dios en Tres Personas (Barcelona, CL1E. que éste es el sistema más acorde con ta Palabra de Dios, tomada
1974), pp. 188-191. en su conjunto.
52 FRANCISCO LACUEVA Torcera parte
CUESTIONARIO:
El proceso de
selección
LECCION S.» LA ELECCION ETERNA
a ser hechos partícipes voluntarios de la salvación obtenida sucesión cronológica los tres pasos de la ejecución en el
por Jesucristo.” J tiempo: llamamiento, justificación y glorificación, v. 30).
Efesios 1:1-14 es el pasaje más significativo a este res hermanos; en 1.a Cor. 2:7 (‘‘proórisen") para designar la
pecto. Allí vemos que: (a) Dios tiene un designio misterioso bondad sabia y misteriosa de Dios, que desde la eternidad
en su elección y predestinación (vers. 4,5,9); (b) ese designio había destinado la realización del misterio de Cristo, la Sabi
nace de pura grada, sin mérito nuestro, “según el puro afecto duría encamada, para concedemos su “gloria”, o sea, los be
de su voluntad” (vers. 5,6,7,9); (c) ello comporta para noso neficios de la salvación (comp. con Rom. 3:23); en Ef. 1:5
tros "toda dase de bendición espiritual en d Cielo” (vers. 3), designa d propósito libre y deliberado de Dios de destinamos
bendidones que se enumeran en los versículos siguientes; a ser adoptados como hijos suyos; finalmente, en Ef. 1:11
(d) se nos destina a una herencia con Cristo, en virtud del (“prooristbéntes” = habiendo sido predestinados, es aoristo
Nuevo Pacto (vers. 11); (e) mediando una "promest?', indui- pasivo) designa, como se ve por el contexto, la libre y sobe
da en “la palabra de verdad' (vers. 13, comp. con 2.a Ped. rana destinación hecha por Dios para que fuésemos obsequia
1:4); (f) el Nuevo Pacto, con el perdón de nuestros pecados dos con la herencia (“ekleróthemen”, también aoristo pasivo).
y la introducción en la herenda, se sella con la sangre reden En todos estos casos podemos, pues, observar que se trata
tora de Cristo (vers. 7). de una libre y soberana elección de Dios, que, desde la
eternidad, sin tener en cuenta los méritos o esfuerzos huma
nos, traza una Unea netamente divisoria, delimitante entre
2. Dos verbos significativos ocultación y revelación, retención y entrega, condenación y
A) El primer verbo griego que, en el Nuevo Testamento, salvación. Esto acción delimitante de Dios no podría tener
tiene que ver con la predestinadón es “proorízo", que signifi lugar si el hombre, con su iniciativa o con su respuesta, se
ca precisamente “pre-destinar”, o sea, “destinar de antema tran se a sí mismo la línea de demarcación entre la muerte
no”. En su raíz lleva la idea de “límite” o frontera”, con lo y la vida.
que el verbo proorízo viene a tener el sentido de “delimitar B) E l segundo verbo que vamos a considerar es “tifas©”
de antemano” , o sea, trazar una línea divisoria que separe o "tíktaP = ordenar, el cual aparece en un pasaje muy signi-
dos campos, dos actividades, dos metas. De esta raíz se cativo, y que ha dado lugar a mucha discusión. El pasaje en
deriva la palabra castellana “horizonte”, que expresa “la cuestión es Hechos 13:48. Nuestra versión Reina-Valere
línea que Umita —delimita— la tierra con el firmamento”. (tanto la antigua como la revisada de 1960) deja ambigua
Otro término afin es “aoristo”, que equivale, en Gramática, la traducción (“y creyeran todos los que estaban ordenados
a nuestro pretérito indefinido, pues eso es lo que significa el para vida eterna”), simulo así que el tiempo usado en el
término griego “aoristo” . original es pretérito pluscuamperfecto (“habían sido ordena
El veri» proorízo aparece en Hech. 4:28 (“proórisen”) dos”). Peor todavía es la versión católico-romana Regina,
para referirse al designio deliberado de Dios de entregar a que dice: “Y abrazaron la fe cuantos estaban dispuestos para
Cristo a la muerte (comp. con d “orisméne” de Hech. 2:23); la vida eterna”, lo cual, cambiando el verbo, puede inducir
en Rom. 8:29 (“proórisen”) para designar el objetivo de la a pensar que d pecador se dispone a sí mismo para creer y
“pre-cognidón” (“proégno”) por la cual Dios ha escogido a ■icaiHBir la vida eterna. Sin embargo es curioso que otras
los suyos a ser hechos conformes (no a hacerse a sí mismos dos versiones también católico-romanas, que ahora tengo
conformes; analícese bien el sentido y forma gramatical del ante mfa ojos, la de J. M. Valverde y L. Alonso Schfikd, y la
original) a la imagen de Jesucristo, el primogénito de muchos Fuenterrabia, cambiando también el verbo, pero mejorando
62 FRANCISCO LACUBVA EL PROCESO DE SELECCIÓN 63
el sentido, dicen: “cuantos estaban destinados a la vida CUESTIONARIO:
eterna”.
La discusión se centra sobre el punto de si se trata de la i. ¿En qué se distingue el concepto de elección del de pre
voz media (“se hablan ordenado a sí mismos hada la vida destinación? — 2. ¿Qué etapas recorre la elección divina en
eterna”) o de la voz pasiva (“habían sido ordenados hada la la Historia de la salvación? — 3. ¿Qué nos enseña Ef. 1:1-14
vida eterna”). Entre los que defienden lo l.° (que favorece a a propósito de la predestinación? — 4. ¿Qué sentido tiene el
la posidón arminiana) está E.M . Blaiklock, 5 quien acusa a verbo “proorízo” y cuál es su fuerza en los textos novotesta-
los calvinistas de no haberse dado cuenta del texto ni del mentarios? — 5. ¿Cuál es la exégesis correcta de la frase grie
contexto. En realidad, es él quien no ha comprendido el texto, ga "tetagménoi ésan” de H edí. I3.A8?
por no haber observado el sentido daram ente pasiva del
verbo griego, a la luz de Rom. 13:1 (texto daro) y de 1.a
Cor. 16:15, donde d apóstol usa la voz activa con pronom
bre reflesivo para expresar la idea que aquí nos daría un
sentido arminiano. El sentido pasivo es tan evidente que
alguien tan poco sospechoso de calvinismo como es el erudito
jesuíta Zerwick, en su excelente “Lexicón Graecum Novi
Testam ente, se ve constreñido a traducir: “pósiti sunt in
trámite quó itur ad vitam aetemam” = fueron puestos en la
senda que conduce a la vida eterna. La referencia de Blaiklock
al contexto es todavía más desacertada, pues ni la frase “no
os juzgáis dignos de la vida etem d ' es prueba de una elección
libre (lo es de un juicio erróneo, que no es lo mismo), ni la
alusión a Jn. 15:16 tiene fuerza alguna, pues el Prof. Blai
klock ha confundido lamentablemente el verbo títhemi de Jn.
15:16 con el verbo tásso de Hech. 13:48 (Jn. 15:16 dice
étheka, no étaxa). El texto, pues, como todo el contexto ge
neral del Nuevo Testamento, sólo favorece a la interpretación
calvinista.
Padre es el autor de este llamamiento eficaz (V. 1 * Cor. 1:9). “¿Cómo puedo creer voluntariamente, si soy
Rom. 1:6-7 nos declara que este llamamiento es una agrega arrastrado? Yo te digo: poco es decir “voluntaria
ción. Así Efesios 4:1 nos lleva, por el concepto de llamamien mente”, pues eres también atraído voluptuosamen
to o “klésis”, a la unidad del Cuerpo de Cristo, o sea, a la te ... Pues si el poeta pudo decir: “A cada uno le
“ekkleda”. En efecto, ya podemos ver en el volumen VI de atrae su placer” (Virgilio, Ec. 2, vers. 64); no ne
esta serie teológica (La Iglesia, Cuerpo de Cristo) cómo el cesidad, sino placer; no obligación, sino deleite;
término “ekklesía” indica una comunidad que, habiendo ¿con cuánta mayor fuerza debemos decir que un
sido llamada del mundo (segregada), ha sido al mismo tiempo hombre es atraído a Cristo, el cual es la verdad, la
llamada a formar el rebaño (grey) de las ovejas salvas por felicidad, la justicia, la vida eterna? Dame a uno que
Cristo y en Cristo (congregada). Rom. 8:29; Ef. 1:4-7 y ame de veras, y sentirá lo que estoy diciendo. Pero
2.a Tim. 1:9, entre otros textos, nos manifiestan claramente el ti hablo a uno que esté frío, no sabrá lo que digo” . 210
papel central que Jesucristo desempeña en este llamamiento
del Padre a sus elegidos. 1.a Cor. 1:9 explica que el objetivo B’) El llamamiento divino eficaz no quita la libertad,
de este llamamiento es la “koinonía” o comunión con Jesu sino que la da (V. Jn. 8:32), porque, al infundir criterios
cristo, con lo cual todos los bienes salvíficos nos vienen por correctos y motivos realmente valiosos, restaura el adecuado
El: "por E l estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha ejercicio del albedrío y confiere la facultad dignificante de
sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y poder llegar a ser “hijos de D ios" (Jn. 1:12), abandonando la
redención” (esto último se refiere en particular a la glorifica esclavitud d d pecado y del demonio.
ción final: 1.a Cor. 1:30, comp. con Rom. 8:23; Ef. 1:14; C) El llamamiento divino produce un despertamiento,
4:30). una reavivadón (Ef. 2:1); en otras palabras, tiene como tér
mino directo, en el sujeto de la ñamada, el fenómeno espiri
tual llamado “regeneración” (V. Jn. 3:3,5; 1.a Ped. 1:22-23).
2. Características del llamamiento divino
A’) Es una llamada eficaz, por la que el Espíritu Santo, 3. Dos preguntas
usando la predicación del Evangelio como un medio moral de A”) ¿Es sincera la llamada general de Dios? Sí, tan
persuasión y aplicando poderosa, y eficazmente la Palabra al sincera como la promulgación d d Decálogo a muchos que no
corazón del oyente, origina un cambio de mentalidad, una lo iban a cumplir. Se puede ser sincero invitando a comer
nueva disposición en el sentimiento, una nueva actividad en a alguien d d que se sabe que va a rehusar la invitación (V.
la voluntad. Preferimos usar el término “eficaz” en vez por ej., Is. 5:4; Apoc. 22:17).
de “irresistible” , porque este último podría inducir la idea
de coacción o violencia por parte de Dios. Aunque el verbo B”) ¿Han sido siempre amados por Dios los elegidos?
helkyo, usado en Jn. 6:44, significa atraer tirando, arrastrar Aunque ya lo hemos dicho en otra ocasión, vamos a repetirlo
con violencia, ello ha de entenderse aquí no de violencia física, una vez más, por su importancia para un correcto enfoque
sino de suave y dulce atracción psicológica, como dice Agus
tín de Hipona, en su comentario a este versículo: 10. V. en Rouet de Journel, Enchhidion PaMMkon, n.° 1822.
68 FRANCISCO LACUEVA Cuarta parte
teológico: Los elegidos han sido siempre amados por Dios con
amor de benevolencia, por la predilección eterna de Dios;
pero con amor de complacencia, sólo son amados después de
su conversión.
CUESTIONARIO:
El proceso de
la conversión
LECCION 11.» LA REGENERACION ESPIRITUAL (I)
1. El momento decisivo
0 momento decisivo para la vida del creyente es la con
versión. El verbo “convertirse”, precedido de la exhortación
del Señor, es muy frecuente en el A. Testamento. Los prin
cipales textos del Nuevo Testamento son: M t 13:15; Me.
4:12; Le. 1:16; Jn. 12:40; H edí. 3:19,26; 14:15; 26:18;
28:27; 1.a Tes. 1:9. El verbo castellano “convertirse" (con
vertirse), como el griego “epistrépho”, significa “volverse,
darse la vudta”.
En Jer. 2:13, dice Dios: “Dos males ha hecho m i pueblo:
me dejaron a nú, fuente de agua viva, y cavaron para si cis
ternas, cisternas rotas que no retienen agua." Se queja el
Señor de que su pueblo le había vuelto la espalda, a pesar
de ser El fuente de agua viva (agua d ata, pura, corriente), o
sea, la única fuente de salvación y felicidad, y se habían
dado a la idolatría, al pecado, cavándose cisternas (agua es
tancada, suda) que no retienen agua (rotas, cavadas en terre
no poroso, escapándose d agua), es decir, marchando hada
dioses falsos (todo pecado entroniza un ídolo en nuestro co
razón), que no pueden dar la salvadón ni la felicidad. En
esta condición se halla todo pecador no convertido: ha dado
la espalda a Dios, y la cara al pecado. ¿Qué debe hacer para
ser salvo? Darse media vudta, para dar la espalda al pecado,
y la cara a Dios. Esta media vudta hacb Dios es la conver
sión. Como d abandono de Dios o aversión (perversión dice
72 FRANCISCO LACUEVA El. PROCESO DE LA CONVERSIÓN 73
Ecl. 7:29) implicaba dos males (el pecado no sólo es una nadie se resudta a sí mismo; nacer y resucitar son verbos
culpa contra Dios, sino también el único mal grave para el pasivos (V. Ef. 2:lss.). Pero Lázaro, una vez resucitado,
hombre): dejar a Dios y acogerse a un ídolo, así también sale del sepulcro. Así también, el hombre regenerado sale
la conversión implica dos bienes: dar la espalda al ídolo y del pecado y se dirige hacia Dios, De la misma manera
la cara a Dios (V. 1.a Tes. 1:9). que una placa fotográfica es sensibilizada por la misma luz
Por tanto, la conversión, por parte del hombre que se que le permite reprodudr la imagen del objeto, así también
convierte, tiene dos pasos (o, mejor, dos aspectos de un mismo la misma entrada de la gracia y de la luz del Espíritu Santo,
paso): el arrepentimiento, por el que se aborrece y abandona por la Palabra, vivifica el corazón y le permite recibir la ver
el pecado, y la fe, por la que se recibe a Cristo. Pero hay que dad del Evangelio y adherirse a Jesucristo. Llevando más
tener siempre en cuenta que la iniciativa en todo lo que afecta lejos la comparación de la fotografía, dice W.T. Thayer que
a la salvación, es siempre divina. Ello quiere decir que nadie “la herencia afecta a la regeneración de la misma manera que
puede convertirse sin que Dios le haya antes vivificado, des la calidad de la película afecta a la fotografía, y et ambiente
pertado y convencido de pecado y de la necesidad de salva la afecta de la misma manera que el foco de la cámara afecta
ción. Así, la regeneración espiritual precede lógicamente a a la foto.”
todo cambio de mentalidad (“metánoia” término con que el
Nuevo Testamento expresa el arrepentimiento), mientras que
la fe es efecto de la gracia divina que conduce a la justifi 3. Terminología bíblica
cación.
El Nuevo Testamento emplea diversos términos para ex
presar el comienzo de una nueva vida espiritual:
2. Concepto de regeneración
A) “Gennáó", que significa “engendrar” o “dar a luz” .
Strong define así la regeneración: “Es el acto divino por Así lo encontramos en Jn. 1:13; 3:3-8; 1.a Ped. 1:23; 1.a
el que la disposición dominante de nuestra alma es hecha Jn. 2:29.
santa, y por el cual, empleando la verdad como medio, es B) “A pokyio”, que significa “producir”, “dar a luz”,
asegurado el primer ejercido santo de tal disposidón.” 1 como en Sant. 1:18.
Por tanto, la regeneración comporta el lado divino del
Q “K tizo", que significa “crear” y pone de relieve el
cambio que se efectúa en nuestro corazón y que, visto desde
hecho de que nuestra vida espiritual es de total iniciativa
el lado humano, llamamos conversión: Dios cambia el norte divina, como una creación de la nada, ya que nosotros no
de nuestra brújula, y el corazón así cambiado se mueve en teníamos nada válido que aportar para nuestra regeneración:
dirección hacia el nuevo norte. De la misma manera que ni virtud, ni poder, ni mérito, pues estábamos “muertos en
Lázaro tuvo que ser resucitado antes de poder moverse (Jn. nuestros delitos y pecados” (Ef. 2:1). En el mismo sentido
11:43-44), así también nuestro corazón tiene que ser regene somos llamados “nueva creatura" y “hombre nuevo” (V.
rado para caminar en la verdad. Nadie se nace a sí mismo; 2.a Cor. 5:17; Gál. 6:15; Ef. 2:10; 4:24).
D) “Synzoopoiéo”, que significa “dar vida con", como
1. Systematic Theology, p. 809 (Traduzco del inglés). en Ef. 2:5; Col. 2:19. Este verbo está compuesto de “synn
74 FRANCISCO LACUEVA EL PROCESO DE LA CONVERSIÓN 75
= con “zoé” = vida (la vida eterna, que estaba en el Verbo, Por ser un cambio radical, la regeneración es absoluta
Jn. 1:4) “poiéo" = hacer. mente necesaria para la salvación (V. Jn. 3:3,5; Rom. 8:7;
Examinando estos términos en los contextos en que apa 1.a Cor. 2:14). Antes de la conversión, estamos “muertos”
recen, nos daremos cuenta de que el comienzo de la nueva para la vida espiritual, y a un cadáver no se le va con medi
vida que llamamos “regeneración”, tiene dos momentos o cinas, emplastos o inyecciones: es preciso que reciba una
aspectos: la generación, o comienzo de una nueva vida dentro nueva vida. Por eso, al “sabemos” de Nicodemo (Jn. 3:2), no
de nuestro ser; y el “nuevo nacim iento’, o salida a la luz contesta Jesús con nuevas razones que refuercen las correctas
—parto— de la nueva vida. La generación implanta en nues convicciones apologéticas del fariseo, sino que, dando a la
tro interior el principio o semilla de la nueva vida; el naci conversación un giro de 180 grados, le replica: "De cierto,
miento es la fecha en que la nueva vida se manifiesta ope de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede
rante. ver él reino de Diad* (Jn. 3:3).
Esta radicatídad de la regeneración significa que el cam
4. Características de la regeneración bio se ha hedió desde la raíz del ser humano, desde lo que la
Biblia llama d “corazón”, pero no significa que sus faculta
A*) E s instantánea. La implantación de un nuevo prin des hayan quedado inmunizadas contra el error y el pecado.
cipio de vida es siempre instantánea. Lo mismo pasa en nues El regenerado puede todavía equivocarse y puede caer, pero
tra vida espiritual. Aunque la Providencia de Dios y la obra d norte de su brújula queda fijado. Aunque el pecado llegue
del Espíritu hayan estado preparando el terreno gradualmente, a anidar en él, será como un cuerpo extraño dentro de la nueva
debe haber un instante en que la disposición radical de nues naturaleza (1.a Jn. 3:8-9). Los salvos “no andamos conforme
tro corazón, antes hostil a Dios y a Su Palabra, se cambia a la carne, sino conforme di Espíritu" (Rom. 8:4). Así como
en favorable y amorosa, bajo la influencia del Espíritu Santo. los no regenerados pueden obrar a veces como si fueran
Todo lo que antecede a la regeneración (deseos, temores, re guiados por d Espíritu, aunque su brújula no marque el norte
flexiones, lecturas, oraciones, asistencia a los cultos), puede de la vida eterna, así también los regenerados pueden a veces
ser parte de la preparación del Espíritu o simples reacciones hacer obras de la carne, pero no marchan según la brújula
humanas, pero no deben confundirse con la regeneración de la carne.
propiamente dicha.
O Se produce primeramente en el corazón, es decir,
B’) E s radical. Porque es un cambio total en el estado en aquella región d d ser humano donde se fraguan las opcio
del hombre, ya que toda la dinámica moral y espiritual de nes fundamentales, y de donde emerge todo el talante de
sus facultades se ve afectada por la nueva vida: una nueva la conducta (Mt. 15:18-19; Me. 7:21-22; Le. 6:45; Jn. 7:17;
gama de criterios acerca de los verdaderos valores ilumina su Rom. 10:9-10). Esto indica que se realiza en la zona subcons
mente; un nuevo complejo de aficiones e intereses dispone ciente (o inconsciente), donde la energía psíquica obtiene su
sus sentimientos; un nuevo plantel de motivos guía las deli volumen y dirección. En otras palabras, así como somos cons
beraciones e impulsa las decisiones de su voluntad, renovando cientes de nuestras ideas, sentimientos y decisiones, pero
su energía operativa en el orden espiritual. En pocas palabras, no de los secretos motivos que juegan en nuestras opciones,
la nueva vida comporta un correcto pensar, sentir, decidir así también somos conscientes de que se ha efectuado un
y obrar. cambio en nuestra vida espiritual, pero no podemos decir
76 FRANCISCO LACUEVA EL PROCESO DE LA CONVERSIÓN 77
(b’) el Arminianismo, según el cual la regeneración es es sólo un símbolo de la purificación interior, llevada a cabo
conjuntamente el producto de la voluntad humana y de la in por la gracia y por la palabra de Dios, ya que éste es el sim
fluencia divina a través de la verdad del Evangelio, en mutua bolismo del agua a lo largo de toda la Biblia (V. Is. 12:3;
cooperación. Algo parecido sostiene el M olinismo, o enseñan 55:1; Ez. 36:25; Jn. 4:10; 7:38; Ef. 5:26; 1.» Ped. 1:22-23;
za tradicional de los jesuítas, aunque la enseñanza más común 3:20-21; 1.a Jn. 5:6-8). Estudiando detenidamente todos estos
hoy en la Teología católico-romana es que la cooperación del textos, descubrimos que el agua simboliza: (a”) la Palabra de
hombre a la obra de la justificación y de la regeneración Dios, que aplicada al alma, la purifica; (b”) el don del Espíri
“bautismal” es también fruto de la gracia, cuya es la iniciati tu Santo, que sacia la sed espiritual y santifica el interior. Am
va. Ambas tendencias pasan por alto la depravación radical de bos aspectos están contenidos en 1.a Cor. 12:13: “...bautiza
la voluntad humana, centrada en sí misma por el pecado e dos (fuera, para la justificación)... beber” (dentro, para la
incapaz de cooperar por sí misma a ningún nivel, a no ser santificación moral). Strong hace observar* que, al usar la
que el nuevo principio de vida cambie la orientación del Palabra, el Espíritu Santo no ilumina la verdad divina (ésta
corazón y haga posible una decisión santa, nacida de una tiene su propia luz y Dios mismo no puede aumentarla), sino
voluntad ya liberada por d Espíritu y por la Palabra (Jn, el corazón humano para que pueda ver (Jn. 3:3), porque no
8:32; 2 “ Cor. 3:17). es al objeto (la verdad ontológica) al que le falta evidencia,
D") La causa agente (principal) de la regeneración es el niño que es a la m irilla humana a la que le falta limpieza
Espíritu Santo. Respondiendo a la objeción de Nicodemo (V. M t 5:8).
“¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo?”, Jesús respon
dió: “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere dé
agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo CUESTIONARIO:
que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del
Espíritu, espíritu es" (Jn. 3:4-6). Sólo el Espíritu o aliento 1. ¿Cuál es la causa agente-de la regeneración espiritual, a
personal de Dios puede infundir la vida espiritual en nuestro la luz de Jn. 1:13; 3:5? — 2. ¿Qué sentido tiene el término
ser. Como una creación de la nada, en que no hay materia “agutí* en Jn. 3:5? — 3. ¿Qué opinan acerca de la regenera
prima que condicione al artífice, así el Espíritu “sopla de ción espiritual el Pelagianismo y el Arminianismo radical?3
donde quiere” (Jn. 3:8), con la máxima libertad, y entrando
por las rendijas más escondidas de nuestro ser, se instala
no sobre nuestro corazón, sino dentro de él, de modo que
puede cambiarlo desde dentro y orientarlo hacia la vida eter
na, sin ejercer violencia sobre nuestra psicología.
Pero el Espíritu Santo emplea un instrumento psicológi
camente adecuado para realizar su obra. Jesús dice: “el que
no naciere de AGUA y del Espíritu” (Jn. 3:5). ¿Qué significa
aquí “agua”? ¿El agua material del bautismo ritual, como en
seña la Iglesia de Roma? ¡No! El agua material no puede pro
ducir la regeneración espiritual. El agua del bautismo ritual 3. O. c., p. 819.
LECCION 13.a EL ARREPENTIMIENTO EL PROCBSO DE LA CONVERSIÓN 83
ineludible; el Consolador convence del pecado co to resulta una constante contrición.” 0 No puede ser de otra
metido, de la justicia imputada, del juicio cumplido... maneta, porque el pecado anida todavía en nosotros y ne
en Cristo.” 4 cesita ser confesado con pesar (V. 1.a Jn. 1:8-10) a los pies
de nuestro Propiciador. "Es junto a la Cruz de Cristo —sigue
Pero hay una diferencia notable entre la regeneración y Murray— donde él arrepentimiento tiene su comienzo, y es
el arrepentimiento: en la 1.a, sólo Dios obra, y el hombre junto a la Cruz de Cristo donde debe continuar derramando
permanece pasivo, mientras que en el 2.°, Dios cambia y su corazón en lágrimas de confesión y de contrición.”
mueve el corazón, pero el hombre toma parte activa y volun
taria, como toma parte activa el bebé al respirar por vez 1.a,
aunque ha estado pasivo al nacer. O sea, Dios es el que 3. Principales desviaciones de la noción bíblica de arrepen
regenera, pero el hombre es quien se arrepiente. timiento
Para entender bien la noción bíblica de arrepentimiento, A”) En la relación del arrepentimiento con la fe. Siendo
es preciso observar: el arrepentimiento y la fe dos aspectos del mismo fenómeno
espiritual, yerran lamentablemente los que piensan que basta
A’) Que el genuino arrepentimiento comporta siempre la con creer para salvarse, sin míe haya que preocuparse del
fe, sin divorcio posible, pues se trata de un sólo fenómeno es arrepentimiento. En realidad, el arrepentimiento es el
piritual (la conversión): salvarse del pecado creyendo en Je cambio interior que, de la parte humana, corresponde a la
sucristo. Como dice J. Murray: "La fe que es para salvación regeneración operada por el Espíritu Santo, orientando al
es una fe arrepentida, y el arrepentimiento que es para vida pecador en dirección a Dios mientras da la espalda al pecado.
eterna es un arrepentimiento creyente.” 5 La fe nos convence Por tanto, el odio al pecado es necesario para amar a Dios y,
de que nuestro arrepentimiento lleva consigo el perdón, la por eso, Dios exige el arrepentimiento para impartir el perdón.
esperanza de salvación y el amor a Dios. El arrepentimiento A la objeción de que una persona puede perdonar a otra aun
nos convence de que nuestra fe no es una adhesión sentimen que ésta no se arrepienta, respondemos con StrongT, que
tal a Dios, sino también un abandonar los caminos del mundo. nuestro perdón es una mera disposición bondadosa que no
La falta de uno de los dos, convierte al otro en una burla o borra el pecado ajeno, porque nosotros no podemos ofrecer
en una hipocresía. la expiación necesaria. Sók> la Cruz de Cristo provee la
B’) El arrepentimiento, como la fe, no es sólo un acto sustitución necesaria para el perdón. Dios perdona porque,
pasajero (una mera decisión tomada en una circunstancia fa al perdonar, cambia el corazón del pecador para que éste se
vorable a tal sentimiento), sino una actitud que debe perdurar ponga en la línea de Dios: aborreciendo el pecado como Dios
hasta la muerte. Dice J. Murray: “Así como la fe no es sólo lo aborrece, acusándose a sí mismo como Dios le acusa,
un acto momentáneo, sino una constante actitud de entrega y recibiendo el perdón en Cristo como Dios lo ofrece al juzgar
y confianza dirigida al Salvador, así también el arrepentimien el pecado del pecador en su sustituto que es Cristo y vestir
al pecador con la justicia de Jesús (2.a Cor. 5:21).
fidelidad de Dios a Su promesa de justificar en Cristo a] im para cumplir Su Ley (Sal. 119:32; Ez. 36:26). La contem
pío creyente (Rom. 4:5). plación de la propia miseria y de la misericordia divina son
suficientes, mediante la operación del Espíritu, para excitar
2. Elementos de la fe estas fibras sensibles d d corazón. Sin embargo, el despertar
fervoroso de las emociones religiosas, si no va acompañado de
Analizando el concepto de fe, nos percatamos de que la decisión fundamental de la voluntad (factor volitivo), puede
comporta: resultar engañoso y no significar una verdadera conversión
A) Un factor volitivo (el griego lo expresa con la pre (V. M t 13:20-21; Jn. 8:31; d dativo indica que el creer dd
posición eis y acusativo de persona; en latín: “crédere in vers. 30, como en Jn. 2:23-24, no era sincero).
áliquem”), por el que nuestra voluntad se adhiere a Dios en C) Un factor intelectual-objetivo (d griego y d latín
Cristo, en virtud del don soberano de la grada, porque tam lo expresan por el simple acusativo d d objeto creído: “cré
bién la fe es un don de Dios (Ef. 2:8). Esto implica recibir dere aÜqidcT), por d que prestamos asentimiento a una deter
a Cristo en nuestra vida (Jn. 1:12; 4:14; 5:43; 6:35, etc.) minada verdad revelada (V. Jn. 11:26 “¿crees esto?”). El
y entregarse totalmente a El, sometiéndose a Su palabra, a Su conjunto de enseñanzas reveladas — especialmente, los grandes
obra, y a Su gobierno11 (Mt. 11:28; Jn. 6:37; 15:lss.; Rom. hechos de la Historia de la Salvación— , que forman nuestro
8:14; Gál. 2:20), porque el Cristianismo es esendalmente ei “credo” cristiano, comporta una nueva gama de criterios,
seguimiento de una persona (Mt. 10:38), más bien que la una escala de valores, en que las cosas se estiman con ula
adhesión a irnos prindpios doctrinales, aunque esta adhesión mente de Cristo” (Ia Cor. 2:16). El creyente adquiere, con
es consecuenda obligada de seguir a Cristo como Salvador, estas enseñanzas, una nueva motivación (hecha eficaz por d
Maestro y Legislador. En el lenguaje bíblico, este factor vo poder d d Espíritu), y esta motivación infunde energía a las
litivo se expresa didendo que el asiento de la fe es d corazón decisiones de cada «fia, con la vista puesta en las promesas
como centro de la vida interior y fuente de la conducta (Rom. divinas. Esta motivación es necesaria p a n la normal diná
10:9-10). mica de la nueva psicología espiritual (Mt. 19:29). El "poner
B) Un factor afectivo-em otivo (el griego y d latín lo la vista en el galardón" ayuda a sostenerse “como viendo al
expresan por d dativo de la persona a quien se cree: “crédere Invisible" (Heb. 11:26-27), entendiendo por galardón, ante
alfcui”), en el sentido de “creer a alguien” (Jn. 2:24) por el todo, d gozo de la presencia beatificante de Jesucristo o í Su
crédito que nos merece respecto a las manifestaciones que nos gloria y en compañía de los santos. E l mismo Jesús fue influi
hace. El verbo griego "pistéuó" = creer, y d correspondiente do por esta motivadón alentadora (V. Is. 53:11; FL 2:9;
sustantivo “pístis” = fe, indican primordialmente este aspec Heb. 12:2). Pero un mero asentimiento a las verdades revela
to, ya que se derivan del verbo "péitho” = convencer, per das (como es la “fe” de H edí. 8:13; Heb. 6:4-6; Sant 2:19),
suadir, aconsejar, etc. En este sentido, la fe implica un sen sin la entregu del corazón a Cristo, no tiene nada que ver
timiento de devoción amorosa. Esto supone una nueva dis con la fe salvtfica, que se nutre d d amor (Gál. 5:6).
posición de los sentimientos, de los que también es d cora
zón la sede. Por eso, Dios prometió dar un corazón nuevo 3. ¿Cómo describe d Nuevo Testamento el concepto de fe?
11. Recibiendo a Jesucristo, participemos de Su Justicia; entregán A1) Como una mirada angustiosa a la Cruz de Cristo.
donos a El, participamos de Su obediencia. Es la descripción más expresiva, y fue propuesta por Jesús
92 FRANCISCO LACUEVA EL PROCESO DE LA CONVERSIÓN 93
mismo a Nicodemo: "Y como M oisés levantó la serpiente en C’) Como un venir a Cristo, para entregarse a E l y ser
el desierto, así es necesario que el H ijo del Hombre sea levan recibido en Su amistad y comunión (Jn. 5:40; 6:44,65; 7:37-
tado, para que todo aquél que en É l cree, no se pierda, mas 38). Esta figura describe la fe como una acdón por la que una
tenga vida eterna” (Jn. 3:14-15). Con estas palabras, Jesús persona va a Cristo como d único que le puede salvar, con
se comparaba a Sí mismo, puesto en Cruz, con la serpiente la confianza segura de que no será rechazado. Jn. 6:37 dice
de bronce, levantada por Moisés en d desierto. (V. Núm. así en el original: “Jodo lo que m e da el Padre, vendrá a nú,
21:9ss.). Si nos percatamos de la angustia, y quizás de la y al que venga a n d , de ninguna manera le echaré fuera”.
desesperación de aquellos desgraciados que habían sido mor
U ) Como un recibir a Cristo (Jn. 1:12). En este texto
didos por las serpientes venenosas, comprenderemos también
vemos que “creer en él nombre” de Cristo equivale a “reci
cómo mirarían a la serpiente de bronce con toda su alma,
birle”. Ello indica que la fe es como d instrumento (la mano
sabiendo que era el medio necesario, único y suficiente, para
desnuda d d mendigo que recibe la limosna o el tenedor con
salvar su vida. Por tanto, la fe es como una angustiosa mirada
al Cristo levantado en la Cruz, como único medio de salvarse que tomamos d alimento), con que nos apropiamos a Cristo
de la mordedura mortal del pecado. Aquí están —como dice Salvador, o sea, la salvadón que Dios ha provisto para noso
Berkhof— u todos los elementos de la fe: percepción de tros en la Cruz; con la fe nos vestimos de la justicia de Jesu
los hechos, satisfacción emocional y el acto deliberado de cristo.
fijar los ojos en el objeto. E’) Como un anda donde sujetar ¡a seguridad de la vida
B*) Como un hambre y sed de Cristo (Mt. 5 :6; Jn. 4:14; eterna, o como un sólido fundamento donde asentar todo el
6:35,50-58). Para entendíer correctamente el “comer” y peso de nuestra miseria y de nuestra esperanza. Heb. 11:1
“beber” a Jesucristo, es preciso analizar Jn. 6:35 “Yo soy dice que la fe es “Ai sustancia —o fundamento— de lo que
el pan de vida; el que a M í viene, nunca tendrá hambre; y el (“pragmáton” = realidades prácticas) esperamos y el argu
que en M i CREE, no tendrá sed jamás”. Esta comparación m ento convincente de lo que no vem os". Es, pues, una certeza
nos explica también lo que es la fe, pues al sentir hambre y que ofrece toda seguridad, ya que, aunque no podamos ahora
sed, nos percatamos de que algo esencial nos falta, sentimos ver las cosas que creemos, su existencia está respaldada por la
la molestia en el estómago, y nos dirigimos con apetito hada fidelidad de Dios a Sus promesas. Un misionero trataba de
el alimento que nos va a saciar. Así pasa con el hambre y sed explicarle a un catecúmeno del centro d d Africa, en su len
de salvadón, y con el comer y beber a Cristo, que satisface gua, lo que era “creer”, pues esta palabra no existía mi aque
para siempre esta hambre y sed.12 lla lengua. El negro, cansado d d viaje, puso sus piernas en
cima de la mesa, mientras deda: estoy echando todo mi peso
sobre esta mesa. Entonces el misionero recogió la frase “poner
12. Systematic Theology, p. 495. Dice una leyenda hindú que todo d peso sobre” para explicarle lo que significa “creer” .
un joven deseoso de salvación acudió a Buda. Buda le llevó al río
sagrado y le sumergió enteramente. El joven luchaba por desasirse dé
las manos de Buda, para no m orir ahogado. Por fin, Buda le soltó
y le preguntó: —¿Qué es lo que más deseabas, cuando tenias la ca 4. Clases de fe
beza bajo el agua? —Aire para respirar— contestó el joven. Entonces En términos teológicos, podemos destinguir cinco clases
Buda le replicó: —Cuando desees la salvación con el mismo afán con
que deseabas el aire, la tendrás. de fe, de acuerdo con el Nuevo Testamento:
94 FRANCISCO LACUEVA
LECCION 15.* LA FE (II)
A”) Fe histórica, que consiste en aceptar hechos y ver
dades de la Escritura, como se pueden conocer y aceptar
cualesquiera sucesos históricos en que no esté implicada la
propia persona. Esta fe puede ser producto de la tradición,
de la educación o del estudio. Puede ser correctamente orto
doxa, pero de nada sirve si no está enraizada en d corazón.
B”) Fe de milagros. Es la firme persuasión de poder
realizar milagros por obra del Espíritu, o de recibir los efec
tos (curación, etc.) de un poder milagroso (Mo. 16:17-18;
1.a Cor. 12:10). Puede no ir acompañada de la fe salvffica 5. Objeto de la fe
(Mt. 7:22-23; 1.a Cor. 13:2). Muchos hechos que parecen
milagrosos, tienen una explicadón natural, por el poder de la Al hablar d d objeto de la fe salvffica, es preciso hacer
sugestión. una importante observación, pues hay que distinguir entre un
C”) Fe temporal u oportunista. Es derta persuasión sentido general de fe y un sentido especial, que es el que co
d d Evangelio, acompañada de emodones vivas, pero sin rresponde a la fe salvffica.
verdaderas raíces en d corazón, que sigue sin regenerar (Mt. A) Sentido general. En sentido general, d objeto de la
13:20-21 y paral.; Jn. 2:23-25; Hech. 8:13). fe es toda la revelación divina, como se contiene en las Sa
D”) Fe de conciencia cierta. Es una seguridad de con- gradas Escrituras. Todo cuanto se contiene formalmente en
cienda de obrar conforme a la verdad d d Evangelio. Obrar días (en sus propias expresiones o en su sentido equivalente),
con condenda dudosa es pecado (Rom. 14:23). pertenece al objeto de la fe en sentido general. Por tanto,
E”) Fe saivtfica. Es la que hemos explicado en la pre como evangélicos, no aceptamos como (¿jeto de fe ni una
sente lecdón. tradición constitutiva (que contenga como verdad*es de fe otras
que no estén contenidas en la Biblia) ni un Magisterio eclesial
infalible que, por medio de un carisma institucional, trate de
CUESTIONARIO: imponer como objeto de “fe divina y católica” sus propias
1. Concepto bíblico de fe saivtfica. — 2. ¿Cuál es el factor interpretaciones de la Palabra de Dios. Como dice el obispo
fundamental y decisivo de la fe? — 3. ¿Qué papel tienen los católico F. SimonB, 18 la infalibilidad es exdwdva de la
sentim ientos en el concepto de fe? — 4. ¿Es necesario asentir Palabra de Dios; a la Iglesia corresponde la fidelidad, o sea,
a las verdades reveladas? — 5. ¿Qué pasajes bíblicos mues la obligación de ser fiel a tal Palabra.
tran que el factor intelectual no es el decisivo? — 6. ¿Qué B) Sentido especial. La fe general es necesaria, pero no
nos enseña Jn. 3:14-15 acerca del concepto bíblico de fe? justifica si no conduce a la fe especial. Hay un determinado
— 7. ¿Cómo ilustra Jn. 6:35 la función d éla fe? — 8. ¿Cuál número de hechos saM ficos y, en consecuencia, de doctrinas13
es el sentido del original en Jn. 6:37? — 9. ¿Qué definición
de fe nos ofrece Jn. 1:12? — 10. ¿Qué descripción nos da de
13. En su libro InfalMHdsd y (Libros del Nopal, 1970).
la fe Hebreos 11:1? — 11. D istintas acepciones de la palabra
"fe" en el Nuevo Testamento.
96 FRANCISCO LACUEVA EL PROCESO DE LA CONVERSIÓN 97
acerca de Cristo y de Su obra, asi como de promesas hechas 7. Historia y desviadoaes del concepto de fe
en Cristo a los hombres, que cada pecador ha de recibir,
hasta conducirle a poner su fe (entrega confiada) en el Sal La Igjesia primitiva trató de vivir el concepto de fe, como
vador. Como dice Berkhof, “el objeto de la fe especial es, la condición primordial para salvarse —junto con el arrepen
timiento—, más bien que de estudiar tal concepto o de rela
pues, Jesucristo y la promesa de ser salvo a través de E l...
cionarlo con las distintas fases de la salvación. Poco a poco,
Hablando en propiedad, no es el acto de fe como tal, sino
fue pasando a primer término la fe como aceptación de la
más bien lo que se recibe mediante la fe, lo que justifica y,
por tanto, salva al pecador.” 14 verdad revelada en virtud del testimonio, pasando a segundo
término la fe como recepción de los hechos salvíficos y en
trega personal al Salvador. El ambiente hostil y corrompido
6. La base íntima de la fe del medio ambiente estimuló a los escritores eclesiásticos de
la época post-apostólica en su afán moralizador y defensivo
(apologético), lo cual favorecía la transposición ya aludida de
Si en el punto anterior tratamos del objeto material de
la fe (lo que hay que creer), ahora investigamos su objeto los matices de la fe.
En el siglo III.0, la brillante escuela alejandrina, contras
formal (por qué creemos). Este objeto puede plantearse de tando la fe como conocimiento inicial, con un conocimiento
dos maneras: (a) ¿Qué es lo que hace al objeto de fe digno
más perfecto del misterio cristiano (la “pístis” frente a la
de crédito o creíble? Respondemos: La veracidad y la fideli “gnósis”), tendió a una intelectualizadón de la fe, entramando
dad de Dios en conexión con las promesas hechas en el Evan los conceptos bíblicos en la contextura neo-platónica de
gelio. Como éstas se nos dan a conocer en las Sagradas Es
Filón y de Plotino.
crituras, por eso decimos que la Biblia es la norma suprema En los siglos IV .° y V.°, Agustín de Hipona vuelve a dar
de nuestra fe, aunque en realidad la Biblia es el documento a la entrega amorosa el lugar que le correspondía en el con
que atestigua la revelación de las promesas divinas y de la cepto de fe, pero falla al estudiar la relación de la fe con la
fidelidad de Dios a ellas: (b) Hay muchos que conocen bien justificación, por confundir la justificadón con la santifica
la Biblia y admiten la veracidad de Dios y Su fidelidad a Sus ción, así como por admitir la regeneradón bautismal, ya in
promesas, pero no poseen la fe salvífica; en otras palabras, sinuada por Tertuliano. La mayor parte de la Iglesia ofidal
conocen él objeto de la fe como creíble, pero no creen como se apartó de Agustín en el concepto mismo de fe, tendiendo a
es necesario para salvarse. ¿Qué es, pues, lo que hace confundir cada vez más la fe con la ortodoxia.
que el objeto de la fe se imponga como algo que debe ser Así llegamos a la Edad Media en que toma carta de natu
creído? Respondemos: el testimonio interno del Espíritu Santo raleza la distindón escolástica entre fe inform e (sin amor ni
en nuestro corazón, junto con el poder del mismo Espíritu, o gracia “santificante”), sufidente para pertenecer al cuerpo so
sea, la gracia como don que potencia a la voluntad humana y cial de la Iglesia, y que consiste en el mero asentimiento inte
la induce a creer (V. Rom. 4:20,21; 8:16; Ef. 1:13; 1.a Jn.
lectual a las verdades enseñadas por la Iglesia, y fe formada
4:13, 5:7,10, por una parte; por otra, Jn. 6:44; Ef. 2:8). (informada por la “cáritas”), siendo esta fe la que justifica, al
ser infundida con la gracia “santificante” .
Tomás de Aquino definió la fe habitual como “una virtud
14. Systematic Theology, p. 506. intelectual por la que nuestra mente es inducida a asentir a
98 FRANCISCO LACUBVA LECCION 1 6 “ V E Y OBRAS
Dios, la cual culmina en la fe, siendo en realidad el arrepen Santiago dice que “el hombre es justificado por ios obras,
timiento y el amor consciente productos lógicos de la fe, hasta y no solamente por la fe” (2:24) y que “¡a fe , si no tiene
desembocar en un espíritu de obediencia (“paro obediencia de obras, es muerta en sí mismcT (2:17). Algunos exegetas su
la fe" Rom. 1:5). perficiales pensaron equivocadamente que Santiago enseñaba
una doctrina opuesta a la de Pablo, y el mismo Lutero incu
rrió al principio en esta equivocación, hasta tener por apócri
2. La fe fructifica en obras fa la epístola de Santiago. Sin embargo, un estudio atento del
contexto nos aclara que no hay tal oposición, riño que Pablo
“La fe es hecha operativa mediante el amor" dice el y Santiago consideran el binomio “fe-obras” desde un ángulo
original de Gál. 5:6. No es extraño que el fruto de nuestra totalmente distinto: Pablo se refiere a las obras de la Ley
santificación (Rom. 6:22) sea el complejo de virtudes en raci como incapaces de justificamos ante Dios, mientras que
mo, que caracterizan una conducta cristian a, por obra del Santiago se refiere a las buenas obras del cristiano, como ma
Espíritu Santo, Amor personal de Dios (V. Gál. 5:22-23, nifestación, ante los hombres, de una verdadera fe. Por eso,
donde el primer fruto es am or), que ha difundido el amor de en 2:14, Santiago apela a la fe viva, que se manifiesta en bue
Dios en nuestros corazones (Rom. 5:5). De la misma manera nas obras, como necesaria para la justificación, al preguntar:
que un árbol vive de la savia que chupa del suelo mediante “¿De qué aprovecha si alguno dice que tiene fe, y no tiene
las raíces, y manifiesta su vitalidad y su condición sana en los obras?”. Adviértase que Santiago no se refiere al que tiene
buenos frutos que produce, así también nuestro espíritu chupa fe, sino al que dice que tiene fe, puesto que si tiene fe de
de Cristo la savia de justicia y de vida eterna mediante la veras, llevará necesariamente fruto de buenas obras.
raíz de la fe, y da fruto de buenas obras como manifestación
y consecuencia lógica de la vida que posee. El árbol no vive
3. La fe es susceptible de am orato y progreso
por medio de los frutos, sino por medio de las raíces; así
tampoco son las buenas obras las que nos salvan, sino que Lucas 17:5 supone este aumento. La oposición o contras
somos salvos mediante la fe, debiendo producir obras buenas te entre “varón perfecto” y “niños” en Ef. 4:13-14 y otros
como prueba exterior de la fe que tenemos. Como dice lugares, nos evidencia esta posibilidad, la cual se explica por
Pablo en Efesios 2:8,10 “Por gracia sois salvos mediante la las siguientes razones:
fe; no POR obras..., creados en Cristo Jesús PARA buenas
obras...". No somos salvos por obras, sino para obras. A) En cuanto acto humano, la fe tiene un elemento in
telectual, otro emocional y otro volitivo que son psíquicamen
En Habac. 2:4; Rom, 1:17; Gál. 3:11; Heb. 10:38, te capaces de aumento.
encontramos que “el justo vive de la fe”. La expresión signi
fica en realidad que “el que es justo por la fe, vivirá”, pues B) En cuanto obra de Dios en nuestros corazones, po
to que la fe verdadera Oo mismo que el arrepentimiento) es demos recibir, bajo la operación del Espíritu Santo, nuevos
una actitud permanente que, como el ancla constantemente su incrementos de conocimiento, sensibilización y energía vo
jeta, nos consigue la salvación final tras el primer instante de litiva.
nuestra también perenne justificación (V. Col. 2:6-7: por fe C) La fe es un recibir a Cristo, un posesionarse de
se recibe y por fe se anda). Cristo, un arraigarse en El. Así como las raíces de los árboles
102 ¿ANCISCO LACUEVA Quinta parte
crecen hundiéndose en la tierra, así también la raíz de nuestra
fe crece hacia dentro posesionándose más y más de Jesucristo.
Esto es lo que Pablo quiso expresar en Col. 2:6-7, al decir
que, de la misma manera que hemos recibido al Señor Je
sucristo (por la fe), así hemos de crecer en El, cada 'tez más
“arraigados y sobreedificados en E l, y confirmados en la fe".
Y en Filipenses 3 :10ss., nos dice igualmente cómo él marcha
ba, como un atleta hada la meta, posesionándose cada vez
más de Jesús: “...prosigo, por ver si logro asir aquello para
lo cuál fu i también asido por Cristo Jesús” (vers. 12).17
CUESTIONARIO:
I. ¿Por qué no es obra la fe? — 2. ¿En qué sentido se la lio
rna “obra” en Jn. 6:29? — 3. S i se requiere el amor y el
arrepentimiento, ¿cómo decimos que la fe sola justifica? — 4.
¿Qué relación hay entre la fe y las obras? — 5. ¿Es la fe
un acto o una actitud? — 6. ¿¡Cómo se explica la aparente
contradicción entre Pablo y Santiago? — 7. ¿Puede la fe
aumentar? — 8. ¿Qué nos enseñan Col. 2.-6-7 y Flp. 3:10ss.
a este respecto?
La justificación
del impío
1. Nodóa de justificación
Strong define así la justificación: “Es el acto judicial de
Dios, por el que, en virtud de la obra de Cristo, al que ei
pecador está unido por fe, Dios declara que el pecador ya no
está expuesto a la pena que la Ley sanciona, sino que lo res
taura a su favor y amistad.” 1 Por tanto, la justificación con
siste en declarar justo al pecador, imputándole Dios la justi
cia de Cristo.
El concepto de justificación depende del concepto de pe
cado y de condenación. Recordemos que d pecado es un acto
contra Dios, d d que se sigue un estado de enemistad con
Dios; finalmente, el pecado constituye un poder interior o
disposición que indina constantemente al mal. Por tanto, si
nadie puede presentarse como justo ante d Dios infinitamente
santo, mucho meaos d que, por sus pecados, está contra
Dios. ¿Qué es lo que hace Dios para justificar al pecador que
está contra H y que nada puede hacer para salir de tal es
tado?
Tengamos en cuenta que el pecado, como acto, es un
hecho irreversible; con toda reverencia podemos decir que
ni la omnipotencia de Dios puede borrarlo de nuestro pasado,
según d proverbio filosófico l o hedió no puede ser no-
A la misma conclusión se llega examinando Rom. 8:33- codos; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga
34: "¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que fuim os nosotros curados... Jehová cargó en él el pecado de to
justifica. ¿Quién es el que condenará?” El contraste entre dos nosotros” (Is. 53:5,6, comp. con 2.* Cor. 5:21). Por
condenación y justificación muestra aquí, como en Deut. eso dice Pablo que “por la justicia de uno, vino a todos los
25:1; Prov. 17:15; etc., que se trata de declarar justo y, hombres la justificación de vid a ...; por la obediencia de uno,
por tanto, de ser descargado de la acusación que sobre él los muchos serán constituidos justos” (Rom. 5:18,19).
pesaba ante los tribunales. No se trata de cambiar la condi
ción interior del pecador, lo cual es propio de la regeneración Por tanto, la justificación del impío es un acto constitutivo,
y de la santificación. Cuando Dios justifica, hace de juez, por el que la justicia de Cristo (que llenó todos los requisitos
declarando justo al impío; cuando Dios santifica, hace de de la Ley, al cumplirla exactamente, y al sufrir sobre Sí la
cirujano, extirpando el cáncer del pecado. maldición que la Ley impone a los tranagresores) nos es im
putada en virtud de la sustitución (pactada en d seno de la
Pero, ¿cómo puede Dios declarar justo al impío? Volva Trinidad) por la cual el Jesucristo justo (1.a Jn. 2:1) tomó
mos a Prov. 17:15: "E l que justifica al im pío, y el que con sobre sus espaldas nuestros pecados, para que nosotros fuése
dena al justo, ambos son abominación a Jehová.” Compare mos gratuitamente revestidos de Su jtisticia (V. Is. 45:24,25;
mos el comienzo de este versículo con Rom. 4:5: "al que no 56:17; Rom. 8:33). Así pues, la justificación tiene un aspecto
obra, sino cree en EL QUE JUSTIFICA A L IMPÍO, su fe negativo: Dios descarga de culpabilidad al impío, cosa que
le es contada por justickf’. ¿Cómo puede ser un mismo acto sólo Dios puede hacer en su infinito amor, ya que Dios es d
“abominación” en Prov. 17:15, y un acto del Dios infinita directamente injuriado por el pecado; y asimismo un aspecto
mente santo en Rom. 4:5? ¿Cómo puede Dios en este acto positivo: Dios, en aras de Su infinita justicia, después de car
“manifestar su justicia, a fin de que E l sea el justo, y el que gar sobre Jesucristo la expiación del pecado (el cual no puede
justifica al que es de la fe de Jesús” (Rom. 3:26)? quedar sin sanción) imputa d pecador la justicia de Cristo,
Sólo cabe una respuesta: En la justificación divina hay quien ha padecido en lugar del pecador, como si éste hubiese
un cambio de situación, porque aquí entra un nuevo factor satisfecho él mismo la pena. Y así, lo que ha sido justicia
que no puede hallarse en la justificación forense humana: al exigida a Cristo, se convierte en gracia para d pecador, quien
justificar al pecador, Dios declara justo al impío, pero no no ha hecho nada digno de ella, sino que se ha limitado a
falta con ello a la norma de Prov. 17:15, porque Dios es el recibirla como un puro regalo por fe (V. Hech. 13:39; 16:31;
único que puede constituir justo al que declara justo (Rom. 5: Rom. 3:20».; 4 :2 » .; 5:1ra.; 8:1,33-34; 10:3-4; 1.a Cor.
19); en otras palabras, Dios pone al pecador creyente en una 6:11; Gál. 2:16-17; 3:8-11; 5:4; Ef. 2:8-10; Flp. 3:9).
nueva posición legal ante El, otorgándole "el don de ¡a jus Basándose nuestra justificación en la perfectísima justicia
ticia” (Rom. 5:17). de Cristo, se comprende que el perdón de nuestros pecados
Pero, ¿cómo puede dar Dios libremente “el don de la sea total, que nuestra justificación sea irreversible, que todo
justicia” faltando a la justicia? Aquí entra de lleno el misterio intento de añadir algo “oteas, méritos, sacrificios, etc.) a la
de nuestra redención. La justicia de Dios da un fallo justo, obra de Cristo, perfecta de una vez para siempre (Heb. 10:
descargando su castigo sobre el pecador y su perdón sobre 12-14), sea un insulto a la gracia de Dios y a la justicia de
el creyente, porque se ha realizado una sustitución: Jesucristo Cristo; que todo lo tenemos de gracia; que somos justificados
“fue herido por nuestras rebeliones, m olido por nuestros pe- con Cristo, en Cristo y a través de Cristo. En fin, la justifi-
112 FRANCISCO LACUEVA LECCION 19.»
CONEXIONES DE LA JUSTIFICACION
ficación es un acto de la justicia de Dios, que puede declarar
nos justos (siendo impíos interiormente) por habernos cons
tituido justos en virtud de la justicia de Cristo, que es nuestra
mediante la fe en Su sangre, por obra de una admirable sus
titución (unUrábile commerdum”, como dice un antiguo do
cumento litúrgico).
CUESTIONARIO:
I. ¿Por qué se llama a la justijicación un acto jorense? — 2.
¿Puede un justo juez declarar justo a un implo? — 3. Pues, 1. Relación de la justificación con la santificación
¿cómo puede hacerlo Dios? — 4. ¿Cuál es la base sobre la
cual se asienta el acto por el que Dios constituye justo al pe Al constituimos justos con la justicia de Cristo, la jus
cador creyente? — 5. ¿Qué verdades quedan iluminadas por tificación entraña no sólo el perdón de los pecados, sino tam
el hecho de que somos justificados en virtud de la perfectísima bién la restauración del favor y de la amistad de Dios. En esto
justicia de Jesucristo? se distingue también la justificación forense humana, la cual
puede descargar de culpabilidad a una persona, pero no ofre
ce ningún premio al supuesto delincuente. Lo mismo suele
suceder con el perdón humano. En cambio, el hijo pródigo
encuentra, no sólo el perdón, sino también el corazón amoroso
y la acogedora casa de su padre.
Pero la restauración al favor y a la casa del Padre supone
algo más que un vestido nuevo y un banquete de recepción.
Los hijos de Dios deben comportarse como núes, llevando en
su conducta los rasgos de familia (V. 2.a Ped. 1: 4ss.; 1.a
Jn. 3:1-3). Esto no lo hace la justificación por sí misma, pues
la justicia propia de Cristo no nos es infumUda, sino imputada.
Sin embargo, Dios sólo justifica a los que, por fe, están en
Cristo, y esto comporta la unión con Jesucristo, como miem
bros de la Cabeza, pámpanos de la Vid, y piedras vivas del
Templo de Dios, así como la operación del Espíritu Santo en
nuestros corazones, primero por la regeneración, y después
por la santificación progresiva. Con ello, la justificación
no se detiene en el aspecto legal de declaramos libres de culpa,
114 FRANCISCO LACUEVA LA JUSTIFICACIÓN DEL IMPÍO 115
sino que implica la regeneración interior y abre el camino a la es producto de un puro favor de Dios; (b) positivamente,
santificación moral, aunque los tres conceptos son distintos. el fundamento de la justificadón es la perfecta justicia de
Cristo, que es imputada al creyente arrepentido en el momen
to de la justificadón.
2. Relación de la justificación con la fe
B) En cuanto a la fe, su fundamento está en que es el
Ef. 2:8 expone con toda precisión la doctrina de la justi único acto por el que el hombre no obra, es decir, no pone
ficación, ai decir que somos salvos “de gracia, mediante la nada suyo mi orden a la salvadón, sino que se limita a reci
f f ' \ en otras palabras, la salvación (aquí, sinónimo de justi bir, poniendo toda su confianza, toda su esperanza y todas
ficación) es un favor de Dios, que hacemos nuestro por medio sus exigencias, no en algo suyo, sino mi la justicia y en los
de la fe. Una vez más insistimos: no nos salva la fe, sino 1« méritos de Cristo y en el poder de Su Espíritu. Es cierto que,
gracia de Dios por medio de la fe, de la misma manera que para ser salvífica (viva), la fe tiene que ir acompañada d d
no es la cuchara la que nos alimenta, sino la comida que amor y del arrepentimiento, pero no son el amor y el arre
tomamos con la cuchara. pentimiento (pues son obras) lo que nos justifica, sino la fe,
Así pues, la fe es como una cuchara vacía o una mano ten como órgano de apropiadón del puro favor divino.
dida hada Dios, para redbir el don de su grada y el alimento ¿Tiene la fe la misma fuerza en todos los creyentes? La
de su salvación. La fe es, por tanto, un acto humano (Dios fe no se mide por la cantidad, sino por la calidad. Cuando
da el don de la fe, pero no es Dios, sino el hombre, quien el Señor decía: “Hombres de poca fe” se refería a la calidad,
cree.) Por ser semejante a una mano vacía, la fe es un acto, pues El dijo también: “Si tuviereis fe como un grano de mos
pero no es una obra por la que nuestro esfuerzo o nuestro taza...”. Un gramo de oro es tan oro como un kilo d d misino
mérito ponga algo en la tarea de la salvación. De ahí que el metal. Lo mismo pasa con d alimento: una cucharilla, llevada
Nuevo Testamento establece la misma contraposición entre a la boca de la mano de un niño, puede alimentar lo mismo
grada y obras que mitre fe y obras (V. Rom. 1:17; 3:22,28; que una cuchara llevada de la mano robusta de un adulto,
4:16; Gál. 5:4). En términos técnicos, diríamos que la fe porque no es la fuerza d d brazo, ni el tamaño de la cuchara,
es la causa instrumental subjetiva de la justificadón, no en el sino la calidad y cantidad de la comida, lo que alimenta.
sentido de que la fe produzca la justificación, sino en el sen Como dice A.H. Strong: “La fe débil justifica tan perfecta
tido de que, por la fe, nos apropiamos la justicia de Cristo. mente como la fe fuerte, aunque no da una seguridad tan
fuerte de salvadón.” 0
3. Fundamento de la justificación por la le
4. Objeciones contra la justificación por la fe
Esto nos lleva de la mano a indagar sobre los fundamentos
de la justificadón por la fe. Aunque se trata de misterios, la Todas las objedones contra esta verdad suelen resumirse
Palabra de Dios nos presta suficientes elementos de juido en en la siguiente: La salvación por fe, sin obras, conduce ai
esta materia: libertinaje y a la corrupdón moral. Respondemos: Es cierto
A) En cuanto a la justificadón, diremos que (a) nega que la fe sola justifica; pero no justifica la fe que está seria,S
.
tivamente, no puede fundarse en ningún mérito u obra del
hombre, pues la justida propia siempre es imperfecta, sino que S. O. c., p. 865.
116 FRANCISCO LACUEVA LECCION 20.» LA ADOPCION FILIAL
La santificación
LECCION 21.* CONCEPTO DE SANTIFICACION
2. Noción de santificad^
La santificación es un proceso continuo de docilidad al Es
píritu Santo, quien, habiendo regenerado nuestro interior,
mantiene y fortalece esta interna disposición de santidad ini
cial. Esta definición implica:
A) Que, aunque en nuestra regeneración espiritual el co
razón ha cambiado de orientadón, quedan todavía tendencias
malas que deben ser sometidas (V. Jn. 13:10; Rom. 6:12). El
pecado ya no reina en el creyente, peto todavía habita en
é l.1
I. V. A.H. Strong, Syiter o flc Theolofy» pp. 869-870.
124 FRANCISCO LACUEVA LA SANTIFICACIÓN 125
B) Que, por tanto, el creyente justificado alberga dentro El Nuevo Testamento emplea el adjetivo “hágios” = san
de sí dos tendencias contrarias o dos centros de gravitación; to, y el verbo “hagiázo” = santificar, con el mismo sentido
en una palabra, dos naturalezas: la del viejo Adán, por la que los respectivos términos hebreos “qadosh” y “qadash” .
cual se siente inclinado al egocentrismo, o sea, al pecado; Por tanto, también expresan primordialmente la idea de se
y la del postrer Adán, creado según Cristo en justicia y san paración. Sinónimos de “hágios” son: (a) “hierás” = sagrado,
tidad (Ef. 4:24), por la cual se siente inclinado hada Dios que se aplica principalmente a cosas (V. 1.a Cor. 9:13; 2.a
y hacia el bien. La coexistencia de estas dos naturalezas Tim, 3:15); (b) “hásios” = santo, aplicado a personas o
en el creyente, provoca un conflicto constante de por vida. cosas libres de iniquidad (V. Hech. 2:27; 13:34,35; 1.a Tim.
2:8; Tito 1:8; Heb. 7:26; Ap. 15:4; 16:5); (c) “hágnos”
Q Que la victoria en este conflicto se consigue mediante = puro, libre de impureza en sentido ético. El adjetivo “há
el poder del Espíritu, quien fortalece nuestra fe para que gios” adquirió rápidamente un sentido de «antiHaH moral o
andemos por el camino de la santidad, “arraigados, estableci ética, sentido que no tuvo en un p rin cip io .
dos y confirmados” en Cristo, así como Le recibimos (Col.
2:6-7).
D) Que no es suficiente con conocer nuestro estado de 4. Historia del concepto de santificación
tensión entre ios dos polos, sino que es preciso entregarse El moralismo que caracterizó los escritos de los primeros
de lleno a la obra de la santificación, mortificando las ten llamados “Santos Padres de la Iglesia”, determinó tnmhiAn
dencias del pecado, dejando el molde del mundo y transfor las futuras desviaciones de los teólogos:
mando nuestros criterios y nuestra conducta, con las antenas
siempre alerta a la voz y a la acción del Espíritu, quien A") El Sacramentalismo, por el cual se pensó que el
nos indica en cada momento cual es la voluntad de Dios Bautismo de agua o ritual limpiaba de los pecados pasados,
“buena, agradable y perfecta” (V. Rom. 12:1-3). mientras que los pecados posteriores al Bautismo debían ser
expiados a fuerza de penitencias y buenas obras.
B’) El Asceticismo consiguiente, con el natural incre
3. La terminología bíblica mento de la vida monástica, llamada “estado de perfección”,
porque en ella se creía ver una mayor oportunidad de consa
El hebreo del Antiguo Testamento usa la raíz qdsh para gración a Dios, de expiación de los pecados y de ejercicio
expresar el concepto de santidad. Así tenemos: el verbo heroico de las virtudes.
qadash — santificar, el nombre qodesh y el adjetivo qadosh
C) La intrusión del concepto de grada como omiMnii
= santo. L a etimología más probable es la raíz qad, que sig
nifica “cortar”. Por eso, la significación primordial del tér infusa que proporciona formalmente la participación de la
mino “santo” es “cortado” , segregado, del mundo y de lo naturaleza divina y el perdón de los pecados, con lo que se
profano, para ser consagrado a Dios. Esta posición de per confundió la justificación con la santificación.
sona consagrada a Dios, propia de todo creyente y manifiesta La Reforma restableció el concepto bíblico de santifica
—por la preposición eis con acusativo— en el texto griego ción, como proceso continuo de la acción del Espíritu en el
de la fórmula del Bautismo (V. Mt. 28:19), constituye la interior del creyente, distinguiéndolo claram en te de la jus
santidad óntica. tificación, que comporta una posición legal ante Dios. Sin
126 FRANCISCO LACUEVA
LECCION 22.*
NATURALEZA DE LA SANTIFICACION
embargo, mantuvieron la íntima conexión entre justificación
y santificación mediante el ejercido de la fe en ambas (Col.
2:6-7). El Pietismo y d Modernismo las separaron demasiado,
hasta desembocar en d Perfeccionismo. La Teología Liberal
ha hecho de la santificación un mero proceso de mejoramiento
moral mediante la correcdón psicológica d d carácter perso
nal.
CUESTIONARIO:
I. ¿Por qué es necesaria la santificación después de la justi 1. Verdadera naturaleza de la santificación
ficación? — 2. ¿Cómo se define la santificación? — 3. ¿Qué
consecuencias prácticas implica el concepto de santificación* Hay quienes piensan que la santificadón consiste en la
— 4. ¿pon qué términos expresa la Biblia el concepto de obra del creyente, d cual, teniendo dentro de sí la vida im
santidad? — 5. ¿Cómo ha evolucionado en la Iglesia el con- plantada por d Espíritu Santo en d momento de la regenera
cepto de santificación? ción, procura sacar de (ficho manantial nuevos elementos y
energías, mediante un proceso psicológico de auto-persuasión
en virtud de los motivos de moralidad que le presenta la fe.
Nada más falso que esta idea.
El Nuevo Testamento nos presenta la santificación como
una obra de Dios (V. 1.* Tes. 5:23), y más espedficamente
d d Espíritu Santo (Rom. 8 :14), quien va cincelando en nues
tro ser la imagen del Primogénito, Jesucristo (Rom. 8:29). Es
cierto que esta obra de Dios exige también nuestra coopera
ción (V. 1.a Cor. 15:10); pero esta cooperación, más que
un esfuerzo por mejorarse, comporta una docilidad al Es
píritu, a la obra de Dios que trabaja en d interior (V. 1.a
Cor. 3:7). La santificación es d progreso d e la vida divina
en nosotros, y la vida crece de dentro afuera. A una planta
no se la hace crecer tirándole de las hojas, uno con d riego
y el abono d d sudo.
Por tanto, la obra de la santificación se efectúa en el
interior del corazón, desde d fondo mismo d d subconsciente,
de modo que este progreso no aparece directamente a la con-
128 FRANCISCO LACUEVA LA SANTIFICACIÓN 129
ciencia del individuo, aunque éste puede y debe hacerse 2. Loa dos aspectos de la santificación
consciente de él, de alguna manera —indirectamente— , me La Sagrada Escritura nos presenta la santificación en dos
chante el “test” de los frutos de una vida santa. Pero tampoco aspectos complementarios y simultáneos: mortificación del
debe angustiarse demasiado cuando no le parezca estar pro cuerpo de pecado, y avivamiento de la nueva vida, implanta
gresando en la virtud, pues la acción del Espíritu es semejan da en la regeneración espiritual:
te a aquella semilla que un sembrador salió a sembrar y
después se volvió a casa, y, mientras él dormía, la semilla iba A) La mortificación del hombre viejo comporta el pro
germinando basta salir un tallo, después la espiga, y luego ceso llamado “purificación” 4 Es consecuencia de nuestro na
producir fruto maduro en la espiga (Me. 4:26-29). cimiento a la vida divina, siendo ahora hijos de Dios (V. 1.a
Es fácil sucumbir a la tratación de impaciencia, tanto en Jn. 3:1-3). La palabra “puro” viene del griego “pyr” = fue
nuestra propia santificación, como cuando contemplamos el go, porque así como el fuego limpia y aquilata los metales pre
aparentemente poco progreso de nuestros hermanos en la fe ciosos, así también la purificación es un aspecto de la santi
ficación por el cual nuestras almas y nuestros espíritus se des
(o la lenta y escasa cosecha de nuevos creyentes). Pensamos
quizá que el Espíritu Santo dormita, como Jesús en la popa prenden del óxido y de la contaminación del pecado. El
Apóstol llama a este proceso “crucifixión”, porque al morti
de la nave, y desearíamos tirar de El para que se diese más
ficar el cuerpo de pecado, nos unimos con Cristo-Cabeza,
prisa. Pero Dios tiene su tiempo, su “kairós" —que no siem
pre coincide con el “chrónos” de nuestros relojes humanos— crucificando los miembros de una cabeza ya crucificada, y
y ejecuta su plan de salvación dentro de los designios de Su así quedamos también crucificados al mundo, como el mundo
lo está para nosotros, pues la cruz indica contradicción:
Sabiduría infinita, sin llegar nunca a destiempo -—demasiado
pronto o demasiado tarde— , sino siempre e tiempo, porque dos palos cruzados, o sea, la voluntad humana contra la vo
luntad divina. Por eso, Jesús sufre en la Cruz la contradicción
trabaja desde la eternidad. Nuestra impaciencia se basa en
que, como dice A.H. Strong 23 intentamos practicar en nuestra de Cielos y Tierra, para salvarnos de la enemistad con Dios
vida religiosa una fotografía demasiado rápida. Nuestras fotos (V. Rom. 6:6; G*L 2:20; 5:24; 6:14).
resultan pobres, porque nuestros negativos son débiles. No B) El reavivamiento del “hombre nuevo" comporta el
le damos a Dios en nuestras poses el suficiente tiempo para ejercido de la nueva vida en una direcdón positiva. El Espí
sacar un buen parecido. Un estudiante de un Colegio preguntó ritu fortifica nuestro espíritu y lo conduce a toda virtud
al Rector si podría hacer el curso en menos tiempo que el (V. 2.a Ped. l:4ss.), tomando el control de todas nuestras fa
programado por la Sacretaría de estudios. El Rector le con cultades (Rom. 8:4,14). Por eso, la santificadón es como un
testó: “Oh, sí, pero eso depende de lo que Vd. quiera llegar entregar al Espíritu Santo todas las llaves de nuestro corazón,
a ser. Cuando Dios quiere hacer una encina, se toma cien para que tome posesión de todos los aposentos (no sólo de la
años; pero cuando quiere hacer una calabaza, le bastan seis habitadón de huésped) y los consagre y controle. Tenemos
meses.” * muchos rincones en nuestro corazón, y cuando alguno de ellos
queda sin entregar al Espíritu, es señal de que allí tenemos
entronizado un ídolo, cuyo altar nos negamos a derribar. Es
2. O. c., p. 869.
3. Citado por A.H. Strong, o. c., p. 871. 4. De ella tratarem os o í detalle en la lección 25.a
130 FRANCISCO LACUEVA LECCION 23.* LOS MEDIOS DE SANTIFICACION
decid: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, 3. Necesidad de tas buenas obras
hicimos” (Le. 17:10).
Como ya hemos insinuado antes, las obras buenas son ne
Esto no quiere decir que Dios no apruebe nuestras bue cesarias como manifestación de una vida regenerada. No
nas obras. Más aún, El ha prometido recompensa incluso por porque sean necesarias para merecer la salvación, ni para con
un vaso de agua fresca dado en Su nombre (Me. 9:41). El servar la salvación adquirida, sino porque somos miembros
Nuevo Testamento habla frecuentemente de recompensa por de Jesucristo, y esta unión no puede menos de llevar fruto:
las buenas obras (V. Mt. 10:41,42; 1.a Cor. 3:8,14; 9:17; "Y o soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en
Col. 3:24; 2.a Tim. 4:8; Ap. 22:12). Pero una cosa es hablar
mí, y yo en él, éste lleva mucho fru to ” (Jn. 15:5).
de recompensa prometida, y otra cosa, de recompensa mere
cida. Sin embargo, es éste un asunto en que sería muy fácil Las obras buenas son también necesarias: (a) en actitud
llegar a un acuerdo, si no estuviese por medio la definición de obediencia a la Ley de Cristo (1.a Cor. 9:21); (b) como
dogmática del Concilio de Trento, según el cual las obras del “test” de una verdadera conversión (V. 2.a Ped. 1:10).
justificado pueden realmente merecer ("vere mereri”) no
sólo un aumento de gracia y de gloria, sino la misma conse
cución de la vida eterna ("ipsíus vitae aeternae consecutio- 4. ¿Puede el inconverso hacer buenas obras?
nem"), con tal que muera “en gracia” . 8 Un hombre con las piernas sanas puede, a veces, dar
malos pasos; pero un cojo no puede dar un paso a derechas.
2. Características de las buenas obras De la misma manera, un creyente es siempre imperfecto y
puede cometer pecados, sin desviarse por eso habitualmente
A) Las buenas obras son, como hemos dicho, frutos de del camino que le marca el Espíritu Santo (comp. el “hemos
un corazón ya regenerado. Su base está en la gracia divina, pecado” de 1.a Jn. 1:10, con el “no practica el pecado” de
que les presta su fuerza, su recta dirección y su noble motivo 1.a Jn. 3:8,10), mientras que un inconverso puede ser, desde
(por amor y para gloria de Dios). No se hacen sólo por el punto de vista meramente humano, más honesto moralmen-
cumplir la Ley, sino para hacer la voluntad de Dios (V. Mt. mente, pero sin que sus actos merezcan el nombre de “buenas
15:9). obras”. Es cierto que muchos de los no creyentes guardan ex
B) Las buenas obras, por muy noble que sea su motivo, ternamente la Ley y aborrecen el crimen; incluso pueden obrar
siempre quedan por debajo de la perfección que demandan la por motivos generosos y laudables, gratos a Dios, cuya imagen
Ley y el Sermón del Monte, pues, debido a nuestra debilidad en ellos no se ha borrado totalmente por el pecado. Pero dio
mientras caminamos por esta vida, todas las obras buenas es también debido a la gracia común que Dios imparte univer
juntas representan solamente una obediencia parcial a las salmente y a nadie la niega.
exigencias de la santidad de Dios y de la perfección de Su Sin embargo, todas estas obras, desde el punto de vista
divina Ley (V. 1.a Jn. 1:8,10; Sant. 3:2). de la salvación, tallan por su base, ya que no nacen de un
puro amor (“agápe”) de Dios, ni se dirigen a Su gloria en obe
diente sujeción a Su divina voluntad. Ahora bien, como co
8. Sesión VI, canon 32 (V. Denzinger-Schonmetzer, Enchiridion rrectamente formuló Agustín de Hipona, faltándoles el único
Sym boloniin..., n.° 1582). verdadero y noble fin que determina la cuaüficación teológica
138 FRANCISCO LACUEVA LECCION 25.a LA PURIFICACION
rodean: los asaltos del demonio, la corrompida atmósfera del O La carne (“sarx") no debe confundirse con el cuer
mundo ambiente, y la quinta columna de las tres concupis po (“jomo”), el cual es la parte visible del ser humano y no
cencias metidas dentro de nuestro ser (V. Sant. 1:14, comp. representa, de por sí, un enemigo moral del alma y del espí
con 1.a Jn. 2:16), puesto que la naturaleza vieja no desapa ritu. El vocablo "sarx” en Juan significa la parte visible
rece nunca del todo mientras caminamos por este mundo. y débil de nuestra naturaleza humana y, por ello, para expre-
ser la humillación del Verbo al hacerse hombre, Juan dice que
“se hizo CARNE” (Jn. 1:14), siendo así, al mismo tiempo,
2. Los enemigos de la santificación
una expresión visible y palpable, del Padre invisible (Jn. 1:
Así pues, los enemigos del cristiano (y grandes amigos del 18; 14:9). En Pablo, este vocablo indica casi siempre, no
inconverso) son, como clásicamente se les ha llamado: el una parte del ser humano, sino el hombre entero en cuanto
mundo, el demonio y la carne. Vamos a analizarlos breve guiado por el espíritu del mal, en oposición al Espíritu de
mente: Dios; es decir, expresa al hombre natural (“psychicós”) o
A) HL mundo o cosmos es obra de Dios, pero, como contal (“sarkikós”), frente al espiritual (“pneumatikós").
efecto del pecado y de la perversión del hombre, tiene un sen
tido peyorativo en el Nuevo Testamento, cuando significa el 3. La purificación, proceso de integración
complejo y vasto sistema mundano de los hombres contrarios
a Dios, a Jesucristo y al Evangelio, y dirigidos y gobernados La palabra "puro” expresa los conceptos de simplicidad e
por el Maligno, y cuyos criterios y módulos de conducta pe incorrupción. Así, al decir que algo es "de oro puro”, quere
netran como un tóxico en la atmósfera común (V. Jn. 12:31; mos dar a entender que aquello es sólo oro y todo oro. Esta
14:30; 15:19; 16:11,33; 17:9,16; Col. 1:13; I a Jn. 5:4- era la simplicidad e incorrupción que el hombre poseía cuando
5,19). salió de las manos de Dios: era recto (Ecl. 7:29), sencillo e
B) El demonio, siempre envidioso del hombre, por ser íntegro, o sea, entero, sin división. Con él pecado, entró en el
éste la obra maestra de la creación visible y favorecido por los hombre la división; con la división, el conflicto y la guerra:
designios divinos de salvación, es el gran enemigo de la hu guerra contra Dios, contra el prójimo y contra sí mismo.
manidad. Es cierto que el demonio fue vencido por Jesucristo, El proceso de la santificación comporta, por tanto, un
y derribado de su pedestal de tirano de la humanidad. Ha proceso de segregación de lo mundano, como el oro es sepa
sido juzgado (Jn. 16:11), pero no ha sido aún atado (Ap. rado de la ganga, para alcanzar una pureza semejante a la
20:2, sea cual sea la opinión que se tenga sobre el Milenio), de Dios, quien es EL PURO SER (Ex. 3:14: “Yo soy el que
ya que, aun habiendo sufrido la derrota decisiva (V. Col. soy”), sin mezcla de no-ser; sin composición, sin camino, sin
2:14-15), todavía continúa su lucha contra tos cristianos (Ef. corrupción. 0 cristiano debe ser, pues:
6:10-12), dando vueltas alrededor u , buscando a quien poder A*) Uno con Dios, en sus caminos (V. Is. 55:8; 1.a Jn.
devorar (1.a Ped. 5:8).1 2:6; 3:3), a i sus pensamientos (V. Sal. 139:17; Prov. 23:26;
Hech. 15:9; Rom. 12:2; Flp. 2:5; 4:8; Col. 3:10) y en su
11. Como un perro atado a la cadena, y que sólo puede morder vahmtad (Jn. 7:17; Rom. 12:2).
a quienes entran en el radio de acción de la circunferencia que des B’) Uno en sí mismo, con sencillez de mente (V. Mt. 6:
cribe dando vueltas hasta el limite que le permite la longitud de la
cadena. 22,33; 2.a Cor. 10:5; 11:3), de lengua (V. 1.a Cor. 1:10;
142 FRANCISCO LACUBVA
LECCION 26.» DOS EXTREMOS ERRONEOS EN
Filp. 2:2; 1 * Tim. 3:8) y de corazón (V. Mt. 5:4; Ef. 5:5; MATERIA DE SANTIFICACION
Heb. 13:15-16; 1.a Jn. 5:21).
C’) Uno frente al mundo. Vacío de lo m u n d an o y del
“yo” (V. Sant 4:4-5), para ser lleno de Dios y usado por El
(2.a Tim. 2:21). Sencillez contra hipocresía. Gomo dice Man
tón, en su Comentario a Santiago: “la hipocresía espiritual
consiste en tener el color del prim er matrimonio y ser com
placiente con el mundo”. De esta interna división procede la
infelicidad de los cristianos imperfectos, como dice Th.
Brooks, en su libro Heaven on Earíh: “demasiado buenos
para ser felices con el mundo; demasiado defectuosos para Para terminar esta materia de la santificación, es necesa
ser felices sin el mundo." Sólo lo que está vacío de otras co rio tratar de dos extremos igualmente peligrosos, a los que
sas, puede ser llenado por Dios, teniendo en cuenta que las muchos creyentes son llevados por una interpretación equivo
cosas no nos alejan de Dios cuando las poseemos, sino cuando cada y unilateral del Nuevo Testamento. Nos referimos al
nos poseen. Antinomianismo y al Perfeccionismo.
CUESTIONARIO:
La palabra “antinomianismo" se deriva de los vocablos
/. ¿Por qué es necesaria la purificación del cristiano para su griegos “and” = “contra” o “enfrente de”, y “nómos” = ley,
santificación? — 2. Diferencia entre adopción filial y comu y designa una corriente teológica que sostiene que, puesto que
nión filial. — 3. ¿En qué sentido y forma son enemigos nues Jesucristo cumplió perfectamente (activa y pasivamente) con
tros el mundo, el demonio y la come? — 4. ¿Qué expresa la las exigencias de la Ley en nuestro lugar, los creyentes que
palabra “puro”? — 5. ¿Cómo ¡leva la purificación a ¡a uni dan libres de la obligación de cumplirla. K. Barth, con su
dad interior? ideología ultraluterana, siguió las huellas de Agrícola y de
Sandeman, al asegurar que todas las obras, incluso las d d
creyente, son pecaminosas. Esto desemboca en un Monergis-
mo radical y en el Quietismo, o sea, en la actitud pasiva de
no hacer lo bueno, sino dejar que Dios lo haga todo en no
sotros. Según los antinomiano8, el creyente ha quedado libe
rado de la Ley y, por tanto, no está obligado a cumplida.
A esto debemos replicar que Jesucristo nos libra de la
Ley : (a) en cuanto que ésta es un sistema penalizados que
corta del pueblo de Dios a los incumplidores de la misma;
en este sentido, El llevó sobre sí la maldición de la Ley (Gál.
144 FRANCISCO LACUEVA LA SANTIFICACIÓN 145
3:13); (b) en cuanto que la Ley exige ser cumplida como demos situar el Activismo. Este sistema sostiene que el cre
medio de obtener la salvación; en este sentido, Cristo nos yente puede llegar en esta vida a verse totalmente libre de
mereció la salvación, con su perfecta obediencia a la Ley; (c) pf/^do y fibno de santidad moral. Un famoso defensor de
en cuanto que la Ley es una obligación, es decir, algo que esta teoría fue d gran predicador y fundador d d Metodismo,
liga y ata coactivamente desde fuera; en este sentido, Jesu John Wesley (recuérdese su Arminianismo, aunque mode
cristo nos libera de la Ley, clavando en la Cruz las exigencias rado 1S). Para rebatirlo, seguiremos las lineas de la brillante
de la Ley (Ef. 2:15; Col. 2:14), e impartiendo el Espíritu refutación que de él hace A.H. Strong.14
Santo para una obediencia filial, con un corazón tierno y amo A) E l Perfeccionismo es falso en sus fundamentos. Esta
roso, de modo que las exigencias de la Ley quedan supera teoría se basa en tres falsos supuestos:
das por el amor filial al promulgador de tal Ley. Pero todo (a) que la Ley es como un termómetro para ir marcando
ello no exime al creyente de una norma de vida que el Após el progreso en la condición moral de las personas, en vez
tol llama “la ley de Cristo” (1.a Cor. 9:21). de ser d reflejo de la infinita santidad de Dios;
Esta “ley de Cristo” es su mandamiento (Jn. 13:34; 15: (b) que la m alida d d pecado está toda en los actos
12,17; 1.a Jn. 3:23; 2.a Jn. vers. 5). El que cumple este deliberados contra la Ley, como si Va corrupción no penetrase
mandamiento, cumple la Ley (Rom. 13:8; Gál. 5:14; 6:2; en todos los recovecos de nuestra intimidad. No se olvide que
Stg. 2:8). Conforme está expresado en 1.a Jn. 3:23, el man el hombre caído no sólo hace pecadas, sino que es pecador;
damiento viene a englobar las dos tablas de la Ley. La fe y (c) que d albedrío humano es capaz de escoger en fa
el amor (Gál. 5:6) traen como fruto del Espíritu un conjunto vor de Dios en cada decisión, de persistir en tal propósito, y
de virtudes en que no sólo se cumplen las exigencias de la de cumplir en cada momento las obligaciones que de d io se
Ley, sino que se rebasan (V. Gál. 5:22-23). Ahora bien, uno derivan, como si la caída original no le hubiese afectado en
que quebrante aquello de la Ley en que se demanda nuestra
lo más vivo.
correcta relación con Dios y con el prójimo, quebranta la
B ) E l Perfeccionismo contradice las enseñanzas de la
Ley de Cristo y, por tanto, comete iniquidad (V. 1.a Jn. 5:17).
Por tanto, huimos del legalismo hasta el punto de afirmar que Sagrada Escritura:
el Decálogo, como tal, no obliga al creyente (V. Rom. 10: (a*) El Nuevo Testamento asegura que nadie está sin
4 ),13 pero huimos también del antinomianismo, al afirmar que pecado (V. Sant. 3:2; 1.a Jn. 1:8,10);
la ley de Cristo, que engloba y sobrepasa todo lo que no es (b’) En confirmación de ello, la Biblia nos presenta como
meramente cultual en d Decálogo, es para el cristiano una pecadores a los personajes más santos de la Historia de la
norma que no se puede transgredir sin pecado. Salvación: Noé, Abraham, Moisés, Job, David, Pedro, etc.
(c*) El Nuevo Testamento presenta la perfección como
2. El PerfecdoBísmo algo imponible de alcanzar en esta vida: “No que lo haya al
canzado ya, ni que YA SEA PERFECTO, ...Hermanos, yo
En el extremo opuesto al Antinomianismo, está el Per mismo no pretendo haberlo ya alcanzado...” (Flp. 3:12-13).
feccionismo, de la misma manera que frente al Quietismo po
13. V. la lección 7.a, p.° 6.
12. Para más detalles, V. mi libro Etica Cristiana, lección 20.* 14. O. c., pp. 877-881.
146 FRANCISCO LACUEVA
Séptima parte
CUESTIONARIO:
I. ¿Qué sostiene el Antirtomianismo? — 2. ¿En qué sentido
nos libera Jesucristo de la Ley? — 3. ¿Está el creyente sin
La perseverancia final
norma alguna de ética? — 4. ¿Qué enseña el Perfeccionismo?
— 5. ¿En qué falsos fundamentos se basei? — 6. ¿Cuál es
la enseñanza de las Escrituras a este respecto? — 7. ¿Qué
significan originariamente los vocablos "santo” y "perfecto?*?
— 8. ¿Cómo debe interpretarse 1.a Jn. 3 $ ,9 , a la luz de
J. ®Jn. 1:8,10?15
C) En la Iglesia de Roma, la seguridad del creyente en mente abandonados ni que se precipiten en el abismo de la
su perseverancia final es negada sobre la base de que la jus eterna destruedón.”
tificación (que también tiene por insegura) puede perderse
por un solo pecado “mortal” ; y, por tanto, la salvación final
debe ser conseguida y merecida mediante la recepción de 2. ¿Perseverancia o preservación?
los sacramentos y la práctica de las buenas obras. Es una El hecho de que los verdaderos creyentes, que han nacido
doctrina cercana al Semipelagianismo y al Armmianismo. de nuevo a la vida eterna, tengan asegurada la salvación final,
D) La Reforma restableció la doctrina bíblica de la depende de la preservación divina, la cual no es otra cosa
perseverancia segura de los verdaderos creyentes. Sin embar que la continua operación del Espíritu Santo en di creyente,
go, Lutero (y sus seguidores), haciendo énfasis en la fe del por medio de la cual, la obra de la gracia divina en el corazón
creyente como soporte de la justificación, hizo depender la humano es llevada a feliz término. A esta preservación con
perseverancia final de la continua “actividad de la fe” , de tinua por parte de Dios, corresponde de la parte humana el
modo que la justificación y la salvación final se pueden perder perseverar o permanecer hasta el final, no como una propie
por el pecado de apostasía, es decir, de incredulidad. Calvino, dad personal o disposición inherente al individuo, sino como
en cambio, con su correcto concepto de justificación, no por una estabilidad directamente producida por la divina pre
la fe, sino por la gracia, mediante la fe, preservó el concepto servación.
bíblico de preservación divina, basada, no en la mutable fide
lidad del creyente, sino en la inmutable elección de Dibs,
3. ¿Qué Ace la Escritura?
E) Arnunio, confuso ante ciertos pasajes de la Escritura
que después analizaremos, afirmó que, aunque 3 no se atre El Nuevo Testamento nos ofrece suficientes pruebas de
vía a negar la verdad de que un verdadero creyente no puede que Dios no abandona para siempre a los que son suyos:
perder la salvación, sin embargo encontraba ciertos textos
bíblicos que le daban la impresión contraria. Sus discípulos A’) En Ja. 10:27-29, vanos que las verdaderas ovejas
carecieron de los escrúpulos de su maestro y sostuvieron que de Cristo están firmemente en las manos del Padre y de
la perseverancia y la salvación final dependían del libre al Jesucristo, y que nadie podrá arrancarlas de allí.
bedrío en su decisión de creer y de continuar, después, en B’) En Rom. 8:35-39 se asegura que nada “nos podrá
su obediencia al Evangelio. separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nues
tro”. Nuestra salvación no depende del amor que nosotros le
F) El Sínodo de Dort, en 1609, reafirmó la posición
tenemos a Dios, sino d d amor que Dios nos tiene a nosotros.
calvinista contea Anninio, declarando que, a pesar de la de
bilidad pecaminosa de los creyentes, “Dios, que es rico en O En Rom. 11:29 se afirma que Dios jamás se vuelve
misericordia, conforme a su inmutable propósito y plan de atrás en el don de su grada, manifestado en Su elecdón irre
salvación, no retira totalmente de Su pueblo el Espíritu vocable y en Su llamamiento eficaz.
Santo, aun en medio de sus graves caídas, ni permite que D’) En FIp. 1:6, el Apóstol expresa su confianza y se
marchen tan lejos como para perder la gracia de la adopción y guridad en que el Dios que ha comenzado una buena obra en
dejar el estado de justificación...; ni permite que queden total la conversión, no la abandonará hasta el final.
152 FRANCISCO LACUBVA LECCION 28.a LA PERSEVERANCIA FINAL.
PRUEBAS Y OBJECIONES
E’) En 2.a Tes. 3:3, el mismo Apóstol asegura a los fie
les de Tesalónica: “Pero fiel es el Señor, que os afirmará (esta
blecerá) y guardará (preservará) del mal."
F ) Finalmente, el propio Pablo se regocija de la segu
ridad que le proporciona el saber que su destino está en bue
nas manos, y que el Señor le tiene reservada una corona de
recompensa; y no sólo a él, sino también a todos los verda
deros creyentes (V. 2.a Tim. 1:12; 4:8).
como resultado del precio que el Hijo de Dios se disponía a de la santificación. Una persona que ha sido regenerada por
pagar por sus escogidos (V. Jn. 11:52). el Espíritu Santo a una vida de santidad, no puede albergar
C) De la unión de los creyentes con Jesucristo. La re en su corazón la doblez de un hipócrita ni la protervia de un
generación espiritual y la justificación unen estrecham en te a cretino.
los cristianos con el Señor, hasta formar una sola planta, un B’) El Nuevo Testamento nos ofrece muchos textos en
solo cuerpo y un solo edificio (V. Jn. 15: lss.; Rom. 6:4ss.; que se urge a los creyentes a perseverar en el bien como medio
Ef. 2: lss.; 4:15-16; Col. 3:1-3; etc.). Con Cristo son ya par de alcanzar la salvación, y en que se les amonesta contra el
ticipantes de la vida eterna, es decir, de una vida que siempre peligro de retroceso y de apostasía. Respondemos: Tales ad
dura. Ahora bien, la vida no es una abstracción separable del vertencias son claras y han de ser acogidas con la máxima
sujeto viviente, sino una forma inmanente de ser del mismo seriedad pero no significan que los creyentes puedan final
sujeto; por tanto, uvida eterna” quiere decir que el que la mente poderse, ano simplemente que el uso de tales medios
posee vivirá eternamente, sin posible relapso en la “muerte es necesario para prevenirles de la caída. Por tanto, tales
segunda”. amonestaciones representan un papel instrumental en el men
D) De la seguridad de la salvación. La seguridad de la saje de Dios respecto del fin (la salvación) que Dios está
salvación del creyente es una verdad escritura! que considera decidido a preservar para sus elegidos. Recordemos que el
remos en la lección siguiente. Esta verdad lleva consigo la de creyente no es un mero elemento pasivo mi la obra de la
la perseverancia final del creyente, porque donde no hay salvación; coopera activamente a su salvación, aunque esta
certeza de perseverancia, tampoco puede haber seguridad de actividad es fnito de la iniciativa eficaz y gratuita de Dios.
una salvación final. Examínense los textos objetados (M t 24:12; Col. 1:23;
Heb. 2:1; 3:14; 6:11; 1.» Jn. 2:6) y compárense Hech. 27:
22-25 con el vers. 31 del mismo capítulo.
2. Objeciones contra la doctrina de la perseverancia B ii O Hay otros textos, como 1.a Tim. 1:19-20; 2.a Tim.
Las principales objeciones contra la doctrina de la perse 2:17-18; 4:10; Heb. 6:4-6; 10:26-27,39; 2.a Ped. 2:1-2,
verancia final pueden reducirse a tre s1: que parecen indicar la posibilidad (y la realidad) de una apos
tasía final por parte de alpinos que han sido creyentes.
A’) Esta doctrina conduce a la inmoralidad, porque ase Respondemos: Tales textos hablan de apostasía, sí, pero no
gura un final salvo, quitando así la preocupación de la vigi de verdaderos creyentes, sino de falsos profesantes que, quizás
lancia que el Señor inculcó tanto, y la necesidad de una con como la semilla que cayó en suelo de poco fondo, gustaron
ducta santa, sin la cual nadie podrá habitar en el Cielo con por algún tiempo de la luz del Evangelio (V. Jn. 1:9) y
el Dios tres veces santo. Respondemos: El hecho de que la de las emociones saludables que en toda persona puede pro
gracia de Dios nos preserve hasta el final, no suprime, sino vocar pasajeramente la operación del Espíritu Santo en
que supone como necesarias, tanto la debida vigilancia en la cuantos escuchan di mensaje, pero tales brotes de aparente
lucha contra el mal, como la docilidad al Espíritu en la tarea vitalidad espiritual no son suficiente garantía de una verdade
ra conversión y de un nuevo nacimiento, sino que el tiempo y
1. En la lección siguiente, consideramos las objeciones que van la prueba demuestran, en d hecho de la apostasía, que tales
directamente contra la seguridad de la salvación. sujetos no eran de la Iglesia. Véanse Rom. 9 :6 ; Ap. 3:1 y,
156 FRANCISCO LACUEVA LECCION 29.a
LA SEGURIDAD DE LA SALVACION
sobre todo, 1.a Jn. 2:19, donde, con toda claridad, se nos
asegura acerca de los apóstatas: “Salieron de entre nosotros,
pero no eran de los nuestros; porque, si hubiesen sido de
los nuestros, H ABRIA N PERMANECIDO con nosotros;
pero salieron para que se manifestase que no todos son de
los nuestros
CUESTIONARIO:
1. ¿Cómo queda implicada en la doctrina de la predestinación 1. ¿Qn¿ dice el Nuevo Testamento?
la perseverancia? — 2. ¿Cómo se deduce la perseverando fi
nal de ¡a Mediación de Jesucristo? — 3. ¿Qué influencia tiene La seguridad de la salvación es una doctrina caracterís
la unión de los creyentes con Cristo en esta doctrina de la tica de la Reforma, y anatematizada como herejía en él Con
perseverancia final? — 4. ¿Qué conexión guarda esta doctrina cilio de Trento. De ahí que, como ya hemos dicho en nuestro
con la de la seguridad de la salvación? — 5. ¿Es cierto que volumen sobre Catolicismo Romano a, en el momento en que
esta doctrina induce a ¡a inmoralidad? — 6. ¿Cómo se expli un católico romano admite esta enseñanza bíblica, ha dejado
can las amonestaciones a la vigilancia, tan claras en el Nuevo prácticamente de pertenecer a la Iglesia de Roma.
Testamento? — 7. ¿Cómo se puede explicar Heb. 6:4-6 en Sólo un inveterado prejuicio teológico puede impedir a
consecuencia con esta doctrina? una persona el ver claramente esta doctrina tan manifiesta
en la Sagrada Escritura:
A) En Jn. 6:37, el Señor dice que de ninguna manera
(ésta es la fuerza del original griego) echará fuera a quien
quiera que vaya a EL Dos versículos más adelante, asegura
que la voluntad del Padre es que no pierda nada de todo lo
que el mismo Padre ha dado a Cristo (v. 39), porque el que
cree, tiene vida eterna (v. 40). La misma seguridad ofrece
Juan (1.a Jn. 5:13) a los que han creído.
B) En Jn. 10:14, Jesús asegura que sus ovejas le cono
cen (conocimiento experimental, afectivo) a El como El las
conoce a ellas. En los w . 27-29, Jesús afirma que sus ovejas
le siguen, y que nadie podrá arrebatarlas de su mano, que es2
2. P. 244.
1S8 FRANCISCO LACUEVA 159
LA PERSEVERANCIA FINAL
la misma mano omnipotente del Padre, ya que El es una B’) El Nomismo pietista sostiene que la seguridad de
misma cosa con el Padre (v. 30). Por tanto, la seguridad de la salvación no es consecuencia obligada de la fe, sino que
pertenecer a Jesús lleva consigo la seguridad de no ser requiere una continua introspección para ver si nuestra con
arrancados de Su mano.
ducta se ajusta al modelo de santidad que nos presentan los
Q En Rom. 8:16-17, el Apóstol nos asegura que el buenos cristianos. Es una opinión equivocada, pues es en la
Espíritu da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos Escritura, no en otros hombres, donde encontramos las se
de Dios; y, si hijos, también seguros herederos de la vida ñales que denotan la experiencia de una genuina conversión.
eterna. ¿Desheredará Dios Padre a sus hijos? |No! Porque
Dios no se arrepiente jamás de sus dones ni de su llamamien O El Metodismo admite, y requiere, la seguridad de la
to (Rom. 11:29). Por eso, Pablo podía asegurar confiado: justificación para todo aquel que, convicto de pecado ante
“Sé a quién he creído, y E STO Y SEGURO que es poderoso Dios, se decide a aceptar a Cristo como su Salvador, sin
para guardar mi depósito para aquel día" (2.a Tím. 1:12). mérito alguno de su parte. El que cree, puede estar seguro
de que es un cristiano, p a o no de que perseverará hasta el
D) En un arranque de cristiano optimismo, Pablo se fin, pues los metodistas (siguiendo en esto a Lutero) piensan
pregunta en Rom. 8:35: Quién nos separará del amor de que el verdadero creyente puede apostatar un día y perder
Cristo?”; para responderse (w . 37-39) que él está seguro
la salvación final. Es una concepción arminiana, con énfasis
de que ninguna cosa creada podrá separamos del amor que
en el libre albedrío (en esto, están muy lejos de Lutero),
Dios nos tiene en Jesucristo.
del cual depende en último término, tanto la aceptación del
Evangelio, como la perseverancia final.
2. Seguridad de salvación y coaviccióa subjetiva de segu DO En el extremo opuesto están los antinomianos, para
ridad quienes la certeza subjetiva de la salvación es esencial a la fe.
Toda la salvación depende, así, de aceptar mentalmente la
Antes de exponer la opinión que juzgamos bíblicamente siguiente proposición: “Tus pecados te son perdonados”.
correcta, diremos algo respecto a las diferentes opiniones so Esta opinión reduce la seguridad a un asentimiento mental, y
bre este tema. Es cierto que el que cree, se salva; pero, pasa por alto otras actividades de la fe, en cuanto que ésta
¿puede uno estar seguro de poseer la verdadera fe que salva? es una entrega personal y amorosa a Jesucristo, con el propó
Hay, pues, dos modos de considerar este tema: uno, desde sito de cumplir Sus mandatos.
la objetiva seguridad que la Palabra de Dios presenta a todo
creyente arrepentido; otro, desde la subjetiva y refleja certeza E’) Hay un sector extremo dentro de los Bautistas Es
de poseer la fe salvífica. La gama de opiniones sobre la trictos y Particulares, que exige una iluminación interior,
adecuación de la seguridad objetiva con la certeza subjetiva personal y refleja, del Espíritu Santo, para que una persona
se extiende de la siguiente manera: tenga evidencia de haber nacido de nuevo y estar, por tanto,
en el «wwmo seguro de la salvación. Esta opinión, fundada
A*) Según la doctrina oficial de la Iglesia de Roma, de
finida en el Tridentino, nadie, a no ser por personal revelación quizás en una abusiva interpretación de Rom. 8:16, no es
de Dios, puede estar seguro de su salvación final, ni siquiera conforme a la Escritura (V., por ejemplo, 1.a Jn. 5:13) y
de su justificación inicial. tiene además el gravísimo inconveniente de poner la seguridad
de la salvación en una experiencia demasiado subjetiva, que
160 FRANCISCO LACUEVA LA PERSEVERANCIA FINAL 161