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La Luz en El Dibujo

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La luz en el dibujo

La luz en el dibujo es lo que da al dibujo su ilusión tridimensional y no solo la apariencia de ser


líneas sobre un plano,  el claroscuro es la forma en dicha luz es representada dentro del dibujo.

Múltiples métodos para representar de forma precisa las formas tanto por líneas y geometría así
como mediante manchas y claroscuro han sido inventadas y utilizadas a través de los siglos.

Por ejemplo Alberto Durero (1471 - 1528), gran dibujante, pintor y grabador alemán, ideó en su
momento algunos aparatos para resolver las problemáticas que le presentaban las dimensiones y la
perspectiva de los temas que dibujaba. Estos inventos le permitieron tener mayor precisión sobre las
formas de los objetos en sus representaciones y, por tanto, controlar las proporciones, los escorzos y
las perspectivas de los mismos elementos en sus obras.

Alberto Durero, Un dibujante haciendo un dibujo en perspectiva de una mujer, grabado en madera, 1525.

Si bien muchos de aquellos instrumentos ya habían caído en desuso con el pasar de los siglos,
durante el siglo XX fueron prácticamente legados al olvido. No obstante, aún hoy la perspectiva, la
forma, el trazo, la calidad de línea, la composición y las proporciones -entre otros-, siguen siendo de
gran importancia para nosotros, los dibujantes contemporáneos.

Relación entre las formas y la luz en el dibujo

Aquello que concierne a la línea no es lo único importante del dibujo, de hecho podríamos decir que
es exclusivamente la mitad de la historia. La intensidad de la iluminación, en cuanto a los objetos,
es el segundo elemento importante a considerar. Ésta implica, entre otros factores, el cómo producir
la ilusión de volumen y, por tanto, el uso de contrastes -factor que incluso en el dibujo abstracto es
esencial.

El dibujo trata principalmente sobre las formas y la luz que éstas reciben y así ha sido estudiado a
través del tiempo por gran cantidad de artistas. Tener control de la luz permite determinar la
sutileza, teatralidad, exaltación, emoción, la atmósfera y el dramatismo de un dibujo. Bien
podríamos decir que tener una clara intención de iluminación en una imagen bidimensional es tan
importante que, en muchas ocasiones, es de eso de lo que depende el estar más cerca de bien lograr
un dibujo o una pintura.
Federico Barocci, Estudio de la mano de María de la asunción.

Cuando se habla de la luz en el dibujo, es tan importante hablar de contrastes como hablar de la
forma, en especial tomando en consideración la geometría de los objetos, ya que de la geometría de
un objeto depende siempre la forma en que la luz y la sombra aparecerán sobre él. Esto nos lleva
una vez más al punto de partida, permitiéndonos ver cómo ambos factores del dibujo, tanto la línea
como la mancha (que es como se trabajan la luz y la sombra), funcionan en conjunto.

" Toda la Naturaleza se puede reducir al cubo, la esfera y el cilindro".

Paul Cézanne

Distintas formas geométricas, distintas texturas y distintas maneras de aplicar el claroscuro

Existen una gran cantidad de cuerpos distintos: circulares, planos, grandes, pequeños, cúbicos,
cilíndricos, irregulares, orgánicos, etcétera. Al incidir la luz sobre cada uno de estos cuerpos,
se producen patrones dibujísticos diferentes.

Si a ello aunamos que estos cuerpos que reciben la luz, independientemente de su forma, pueden ser
opacos, brillantes, mate, blancos, negros, o incluso que, en lugar de recibir luz, pueden ser ellos
mismos las fuentes luminosas, entonces tenemos una gran cantidad de naturalezas de representación
diferentes. De la suma de todos estos factores es de lo que trata el estudio de la luz en el dibujo.
Rembrandt van Rijn, Cristo crucificado entre dos ladrones, 1653-55, punta seca con buril sobre
papel.
Si además de dominar la línea y la forma dominamos la luz en el dibujo, adquirimos la capacidad
de producir manifestaciones de luces que existen sólo en nuestra imaginación y de las cuales no
tenemos referencia o, aún en el caso de tener una referencia visual, tendríamos la posibilidad de
modificarla, si así lo deseamos. Bien podría ser ésta la luz de una bomba inmensa o la de una esfera
luminosa volando. 

Comprender la representación de la luz en los objetos implica poder captar, a través del dibujo,
distintas intensidades y refracciones de luz diversas en distintos objetos. Esto, como ya mencioné,
implica analizar cómo los objetos reciben la luz, tomando en cuenta sus formas, así como los
materiales de los que están hechos. 

Los materiales opacos se comportan de un modo, los brillantes de otro, los transparentes de otro, y
eso sin tomar en cuenta sus texturas. Para entender cómo poder dibujar estas formas de manera
controlada, e incluso espontánea, tenemos que entrar al estudio de la geometría.
Cilindro en claroscuro explicado

El valor de la geometría para representar la luz en el dibujo

Distintos pintores de todas las épocas han dejado dibujos, frases, textos y libros completos donde
hablan de lo valioso de la geometría en relación al dibujo, no solo en cuanto a la estilización de la
forma, sino también en relación a la comprensión de la luz. Hokusai, Salvador Dalí, Leonardo da
Vinci, Rubens, Cézanne y otros, se han valido de la geometría para enriquecer tanto sus dibujos y su
pintura, como la de sus alumnos.

Cuando en el dibujo se asocia la geometría con la luz, se produce el volumen, el cual es la


capacidad de producir la sensación de tridimensión a través del contraste de luces y sombras. Los
elementos más importantes para reproducir el volumen en dibujo son la luz, las medias luces o
medias sombras, la autosombra y los reflejos.
Elementos para producir la ilusión de luz en el dibujo mediante el claroscuro

 Luces: Las luces son, en términos de contraste, las zonas de menor oscuridad de nuestros

dibujos. Si bien no siempre tienen que ser blancas, por lo general es con ese color con el que

asociamos las zonas de luz más intensas.

 Medias luces o medias sombras: También conocidas como medios tonos, por lo general son

el tono del papel o el lienzo sobre el cual vamos a trabajar cuando éste no es blanco y tiene

un entonado previo. A partir del medio tono se trabajan posteriormente las luces y las

sombras. En el caso de que nuestro lienzo sea blanco o negro, los medios tonos se crearán

con el material con el que estemos trabajando, ya sea este lápiz de grafito, color, carbón o

diversos medios de pintura.

 Autosombra: La autosombra, en inglés conocida como core shadow, es un elemento que, al

igual que los reflejos, es generalmente descuidado en la obra contemporánea. Para que un

objeto se vuelva realmente tridimensional y dé la impresión de estar inmerso en una

atmósfera con luz real y otros objetos que, a su alrededor, también refractan luz sobre él, es

importantísimo no descuidar la autosombra. Ésta se produce entre el punto en que el objeto

-sobre el cual incide la luz- se hace sombra sobre sí mismo y el reflejo luminoso que otros

objetos producen sobre él del lado contrario. La autosombra es por lo general un sombra

localizada que se caracteriza por ser la parte más oscura dentro de la misma sombra del

objeto.

 Reflejo: Los reflejos se producen en los objetos por la luz que otros elementos, que se

encuentran dentro de la composición, refractan sobre los mismos. Los reflejos también

tienden a ser descuidados en el dibujo, ya que muchos dibujantes llevan las sombras en los

objetos hasta el borde de los mismos, descuidando así tanto el reflejo como la autosombra y

perdiendo por ende la tridimensionalidad de los objetos representados.


Steven Assael, Explicación de dibujo anatómico.

El uso del intelecto para representar la luz en el dibujo


Uno de los grandes gozos del dibujo y la pintura es tener la capacidad de crear directo de la
imaginación, la memoria o la mente y producir imágenes realistas convincentes, sin necesidad de
atarse a las referencias. En el pasado, los pintores no tenían fotografías ni computadora y aun así
produjeron algunas de las imágenes más impactantes y convincentes de la historia del arte, y sin
tener siempre referencias fijas sin cambios como las que hoy día nos permiten la luz artificial y los
instrumentos ya mencionados.

Estos pintores tuvieron la capacidad de crear esas imágenes, sin depender exclusivamente de las


referencias, gracias al análisis y entendimiento de las formas y de la acción de la luz sobre los
objetos, entre otras cosas. A partir del análisis, y no sólo de la imitación, lograron la capacidad de
representar todo tipo de objetos -inclusive sin conocerlos-, como es el caso del rinoceronte que
alguna vez dibujó Durero.

Los artistas del pasado pintaron retratos sin tener a las personas posando todo el tiempo y, por tanto,
sin referencias precisas de los tonos de su piel o de sus ropas. Pintaron atardeceres sin tener la
capacidad de detener el sol en el cielo y estando completamente sujetos a las variaciones de la
luz, logrando aun así representar un horario específico, siempre sin tener fotos a color de referencia.

Todo esto lo lograron gracias a varios siglos de análisis de la naturaleza, que fueron pasando de
pintor a pintor a manera de técnicas, mismas de las cuales surgen las reglas del dibujo, la forma y la
luz que aún se utilizan actualmente.

Que los artistas del pasado tuvieran que depender más de sus mentes que de sus ojos para crear sus
obras es lo que produjo muchos de los grandes avances en los que el dibujo actual se sustenta y no
solo con relación a la pintura artística. Aspectos del dibujo relacionados con distintas áreas del
diseño, la arquitectura y demás áreas de artes aplicadas también se enriquecieron debido a ellos.

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