El Combate Espiritual
El Combate Espiritual
El Combate Espiritual
Del libro de Job 7, 1 “La vida del hombre sobre la tierra es lucha”
Palabra de Dios
Solo voy a leer este versículo porque realmente con este versículo tenemos
mucho para trabajar y es muy diciente este versículo sobre todo en estos tiempos
donde se quiere vivir en comodidad donde se quiere no sufrir, donde se quiere que
todo sea exprés, donde la comida ya ni siquiera hay que cocinarlas sino que viene
ya preparada, donde mucha de la comida ya hay que licuarla para evitar la fatiga
masticarla, en este mundo de hoy donde se busca que haya menos esfuerzo
humano, donde anteriormente para hacer un trabajo de universidad o de colegio
había que ir aúna biblioteca a leer varios libros, discernir un poco, meditar y
pensar y luego escribir, ahora no, ahora sólo abres internet, buscas un resumen
copia y pegue y esos son los trabajos de hoy en día, donde ya no se necesita
esfuerzos mentales para saber cuánto es 12x6 sino que ya están las
calculadoras ya están los celulares y curiosamente se le pregunta una persona de
pronto una cifra de matemática un poco alta, mira cuanto es 50 más 15,
anteriormente casi que uno no termiba la cifra y la persona ya contestaba, pero
ahora no, ahora hay que hacer un gran esfuerzo, sacas el celular y se facilita la
cosa.
Hoy no queremos esfuerzo y por consiguiente no luchamos y esta cita bíblica del
antiguo testamento nos dice que toda la vida del hombre sobre esta tierra en lucha
y es esfuerzo y tiene toda la razón.
Es una lucha a nivel material, porque todos los días es una lucha levantarse ir a
trabajar conseguir sustento para nuestros hijos, para nosotros mismos, para
ayudar a nuestros seres queridos cuando están mal, es una lucha inclusive física
ahora que hay tantas enfermedades ahora que hay tantos virus, se requiere lucha
física, también todos los días tenemos luchas económicas, tenemos luchas
laborales, si alguien lucha por sacar una empresa adelante por formar empresa,
luego de que la forma, la lucha de sostenerse no quebrarse, si consigue un buen
empleo, la lucha es para que de pronto quizá un compañero no te quite el empleo,
un mejor compañero te quite el empleo, si consigues una persona, inclusive la
luchas a nivel afectivo, la lucha de permanecer amando de verdad, de ser fiel a
esa persona que yo escogí para amar, inclusive la lucha va a nivel espiritual,
levante la mano el que no tenga que luchar aquí, levante la mano el que tiene que
luchar todos los días, todos, es más yo me atrevo a garantizar, la misma oración
requiere lucha, levantarse a hacer oración antes que inicie el día, rezar el Rosario
todos los días, leer las sagradas escrituras diariamente, trabajar en la virtud,
vencer nuestros vicios, voy a hacer humilde y ese día justo repasan cosas que te
suben la soberbia, y yo porque reaccione así yo porque hable esta manera.
¡¡Toda la vida del hombre es lucha!! y yo creo que esto es una de las cosas más
claves que hay que tener en cuenta, porque muchas veces nos desanimamos
cuando empezamos a seguir al Señor y vemos que hay que luchar, ejemplo,
éramos muchos más los que empezaron, pero cuando vieron que tenían que
luchar se quedaron atrás, uno escucha a personas que dicen que si yo hubiera si
hubiera tenido presente, si me han dicho que era así, no hubiera metido con esto.
Pero es que no es sólo esto o sea es que la lucha no sólo es en la vida espiritual
realmente escuchen esto, la lucha espiritual, el seguir a Cristo es la lucha que vale
la pena, incluso, cuando se inicia un camino de radicalidad en el Señor, pareciese
que hubieran más dificultades en la casa, económicas, sentimentales, y uno
escucha: “¿Pero porque yo cuando estoy haciendo las cosas bien, por qué pasa
esto?”
Esto va a pasar si usted hace el bien o hace el mal, todos tenemos que luchar,
todos absolutamente todos y todos tenemos algo que sufrir, la diferencia es que
¡Con Cristo vale la pena! con Cristo nos ganamos el cielo luchando y padeciendo
aquí.
1. Lucas 9, 23: Que dice el Señor allí, quien quiera seguir en pos de mí
niéguese a sí mismo, cargue con su cruz y que me siga.
Que se niegue si a sí mismo, o sea el Señor dijo el que quiera seguirme va
a tener que tener una lucha todos los días, ¿Con quién? consigo mismo,
eso para entender el cristianismo que no es un estado de conforte, ni la
ausencia de tentación, no es la ausencia de riña interna, el cristianismo es
tener a Cristo para todo esto. Entonces hay un combate con nosotros
mismos.
2. Mateo 10, 35: En esta cita bíblica el Señor dice que “Yo he venido a poner
suegra contra nuera, a poner hijos contra padres”, entonces es increíble, no
solamente es la lucha interna sino que también en el Señor dice que va a
haber inclusive una lucha que familiar, no sé si les ha pasado pero uno se
encuentra personas que dicen: mi mamá me dijo váyase para retiro que yo
no me lo aguanto, tiene que cambiar y después dicen, pero usted porque
cambió tanto, tampoco se pasó, yo lo mandé para que mejorara pero
tampoco. Y es una lucha es una lucha porque además que la familia sabe
dónde darnos, a uno se le escapa una cosita y a usted de que le sirve
llevarse en la iglesia, que misionero…. voy a llamarlo al hermanito Oscar
para decirle que eso no le está sirviendo…
3. Juan 16,1: El combate con el resto con el resto del mundo el combate con
los amigos, compañeros de trabajo, el combate con las estructuras
sociales, al dar la opinión a veces, si dices que eres católico, no meta la
religión aquí, ¡¡Estamos en un continuo combate, en un continuo combate
todos los días!!
Entonces sabiendo esto, quiero que recordemos algo de lo que vimos sobre el
pecado original, recordemos que caímos por el pecado original, que el demonio
incitó a Adán y a Eva para que cayeran, pero si sabemos que el bautismo sana el
pecado original, ¿Como así que tengo que luchar?
Vamos a ver lo que dice el catecismo de la Iglesia Católica, que habla sobre que el
bautismo nos libera del pecado original, pero no de sus consecuencias.
Numeral 405
Qué quiere decir esto que nosotros tenemos que luchar, que Cristo ya no sanó,
que Cristo no liberó, que muriendo en la cruz no liberó la muerte y con su
resurrección nos ha abierto las puertas del cielo, que con la muerte en la cruz
además también de darnos vida eterna, porque nos libra el pecado, nos sanó
completamente, nosotros tenemos que luchar con las consecuencias.
Por eso escuchen esto por favor, no es lo mismo pecar que no pecar, porque el
que peca, aunque se confiese, sí claro somos perdonados, pero nos toca luchar
con las consecuencias, en cambio el que no peca no tiene que ser perdonado,
claro que no, pero además tampoco tiene consecuencias por las que luchar.
Los ejemplos se ven, una persona digamos con un pecado común del adulterio, el
adulterio Dios lo perdona, claro que sí, pero cuántos hijos fuera el matrimonio,
desde ahí empezamos la sociedad mal porque la familia es la base de la sociedad,
es la célula inclusive, Juan Pablo II llama a la familia la iglesia doméstica, la
pequeña iglesia donde nacen las vocaciones y desde allí empezamos mal, porque
bueno, esto Dios lo perdona, inclusive la esposa le perdona pero tiene que luchar
contra las consecuencias, como así, si hay un hijo por fuera eso ya no se borra y
eso es traumático tanto para que el pequeño que tenía derecho un papá y una
mamá, una familia constituida, como para los hijos que están dentro de esa familia
constituida y dicen tengo hermanos por fuera.
El pecado está perdonado, las personas también puede que haya perdonado, pero
tenemos que seguir luchando con las consecuencias.
Lo mismo pasa con el pecado original el Señor nos libró del pecado original, pero
nos toca seguir luchando con las consecuencias.
El combate espiritual consiste, está hecho o nos toca hacerlo para alcanzar la
santidad, bien lo dice el catecismo, por el pecado original perdimos ese estado de
justicia de santidad, ahora nos toca por la gracia y por el combate a nosotros llegar
a ese estado de santidad.
Santidad no entendida como hacer milagros, de levitar, esos son prodigios que
Dios hace a través de personas muy santas, está bien, pero la santidad consiste
en permanecer en el amor de Dios, Juan capítulo 15 ese es el itinerario de la
santidad de un cristiano, todo el capítulo 15 donde el Señor empieza a decir
permaneced en mi amor, si ustedes permanecen en mí yo permaneceré en
ustedes, sin ni nada podéis hacer, esa es la santidad, Juan capítulo 15, ese es el
itinerario de santidad.
Por eso es que inclusive miren esto, hay personas que tienen que estar buscando
cambiar todos los días, todos los días buscar novedad porque necesitan como que
buscarle sentido a su vida y me refiero a que por ejemplo, a muchos nos ha
pasado, muchos de nosotros empezamos en un trabajo y era el mejor trabajo del
mundo los primeros tres meses inclusive el primer año, pero luego no le
encontraba sentido, aburria, estresaba, en la parte afectiva, se le apareció pues la
mejor pareja del mundo pero a los tres meses, cuatro meses, seis meses, ya no le
encontraba sentido, empieza uno a ver defectos, dice no no era como yo pensaba,
a un joven que está acostumbrado a andar en bicicleta y por gracia de Dios se
puede comprar una moto, se compra qué sé yo una bóxer, al principio la lava
todos los domingos, no consciente nada, que pasa, al año ya quiere una moto de
más alto cilindraje, la pulsar la que salió.
Eso no llena, solo lo que llena es Dios, la santidad llena de verdad, el levantarse
todos los días y buscar agradar a Dios, eso llena el corazón, y escuchen esto tan
hermoso, un sacerdote decía algo bellísimo, la alegría no está en el tener sino en
el dominio propio, es una verdadera alegría cuando usted con su esposa le dieron
ganas de contestarle y usted se aguantó, esperó un momentico y después al rato
usted dice bien, me aguante, qué alegría, ¿Es verdad o no?, cuando usted vio un
hijo que le hizo algo que justo es lo que más le choca usted, usted trapeando la
casa y justo salió el niño con un valde de agua por toda la mitad de la casa así y
regando por toda la casa, en ese momento usted dijo Señor, cuántas veces habré
hecho yo lo mismo contigo, tú en mi vida trapeando haciendo cosas bellas y yo
como un loco dañando lo que tú haces, espero momentico y luego se corrige a su
hijo lleno de amor, cuando esté trapeando por favor hay momentos para jugar así,
pero ahora no, se lo dices calmado, qué alegría tan grande es esa, miren eso da
más alegría que un millón de pesos, eso da más alegría que el carro último
modelo, eso da más alegría que conseguir carro casa y beca, porque la alegría va
en el corazón no en el exterior.
Y nos toca luchar contra eso contra el mundo que tiene todos los medios de
comunicación dispuestos para qué nosotros, no nos ganemos el cielo.
3. La tercera lucha que tenemos con el mundo es por la libertad, por la libertad
como así, por la libertad, si, no estamos en una cárcel realmente, pero el
mundo nos está haciendo esclavos sin darnos cuenta, ¿Ustedes han
sentido o han tenido esa sensación de que el tiempo alcanza menos
verdad?
Tiene que ver es con el ritmo que nos ha impuesto el mundo hoy, no hay
tiempo para la familia, para Dios, el poquito tiempo que hay es para el
trabajo, pero no hay tiempo realmente, para hacer un curso de biblia no,
para eso no hay tiempo, y en el fondo esto hace que el mundo nos haga
incapaces de reflexionar, porque si una persona, como dice San Agustín, se
sentará a pensar unos minutos, descubriría a Dios, pero como no tenemos
tiempo para pensar inclusive, no sé si les ha pasado, pero a mí me ha
pasado, muchas veces cuando vamos a Misa estamos haciendo la lista de
todo lo que falta por hacer, es una tristeza, estamos rezando el Rosario y
me olvide del trabajo, tengo esto pendiente, esto muestra que en el fondo el
mundo nos quiere esclavos, en el fondo lo que quiere el mundo es que no
tengamos tiempo para lo que realmente vale, para el amor,
Muy bien, esto en cuando al mundo, el segundo enemigo con el que debemos
luchar es el demonio.
EL DEMONIO:
¿Como nos ataca?
Normal y mayormente con la tentación.
Ataca también de manera menos común con la obsesión demoníaca, que son
tentaciones fuertísimas, ataca mucho el entendimiento
También nos ataca con opresión demoníaca, que tiene que ver con
enfermedades, brujería, maldiciones, afecta la economía
Pero aquí quiero decir, no le tengan miedo del demonio, no le tengan miedo
porque si uno pone al demonio en comparación de Dios, es algo errado el
demonio no tiene el mismo poder de Dios, para nada, el demonio es creación de
Dios, entonces no tengamos miedo, cuando el Señor dice que no teman al que
puede matar la carne sino que el que puede matar el alma, a quien se refiere, se
refiere al pecado, el demonio no puede matar el alma, el pecado sí,
LA CARNE
Son malos? No, son inclinaciones puestas por Dios, pero llega al pecado original y
lo que hacen es que se desordenan y tienden al mal,
Entonces la inclinación a tener está mal? No, lo que está mal es que esté por
encima el tener que el cielo, una persona que tenga dinero está mal? No, que
tenga dinero no, lo que está mal es que ponga el dinero por encima a su familia,
por encima de su fe, por encima de Dios.
La inclinación el placer, ¿el placer al comer está mal? es mentiroso el que diga
que yo no siento nada cuando se come una carnita super rica o cuando me como
un helado, no ya no siento nada, es falso, se siente placer y es un placer puesto
por Dios, cuál es el problema cuando se pone el placer por encima del resto que
ya la persona cae en gula porque le gusta comer y comer y comer y solo comer.
La inclinación al poder, ¿está mal que uno quiere hacerlo mejor posible? no lo que
está mal es querer ser el mejor, escuchen esto no está mal querer hacer lo mejor,
lo que está mal es querer ser el mejor, miren la diferencia tan grande
LUCHEMOS JUNTOS