Literatura I
Literatura I
Literatura I
CONTENIDO:
1. Literatura
2. Literatura hispanoamericana
3. Gabriel García Márquez
4. Mario Vargas Llosa
5. Julio Cortázar
6. Carlos Fuentes
7. Literatura estadounidense
8. Literatura japonesa
9. Literatura inglesa
10. Literatura rusa
11. Literatura alemana
12. Hermann Hesse
13. Thomas Mann
14. Franz Kafka
15. Heinrich Boll
16. Gunter Grass
17. Literatura francesa
18. Literatura española
19. Literatura italiana
20. Umberto Eco
21. Antonio Gramsci
22. Literatura ecuatoriana
23. Premios Nobel: España y Latinoamericana
24. José Saramago
25. Octavio Paz
26. Bertrand Russell
27. Wole Soyinka
28. Toni Morrison
29. Camilo José Cela
30. Ernest Hemingway
31. Theodor Mommsen
32. William Faulkner
33. Samuel Beckett
34. Gabriela Mistral
35. John Steinbeck
36. Juan Ramón Jiménez
37. Isabel Allende
38. Albert Camus
39. Jean Paúl Sastre
40. Sinclair Lewis
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41. Elías Canetti
42. Pío Baroja
43. Miguel de Unamuno
44. Generación del 98
45. Antonio Machado
46. Miguel Angel Asturias
47. Alejo Carpentier
48. Kawabata Yasunari
49. Yukio Mishima
50. Oé Kenzaburo
Literatura
1 INTRODUCCIÓN
2
2 CARACTERÍSTICAS DE LA OBRA LITERARIA
Así pues, se suele admitir que para que un texto tenga valor literario debe
reunir las siguientes características: intención del autor en realizar una creación
estética; uso de un lenguaje literario, lo que no significa que tenga que estar
cargado de figuras retóricas o de vocablos cultos y poéticos; validez universal,
esto es, que no vaya dirigida a una sola persona (receptor individual), sino a un
público general y desconocido (receptor universal); destinada a gustar, a
proporcionar un placer estético por encima de consuelo, alegría, información o
formación.
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Literatura hispanoamericana
1 INTRODUCCIÓN
2 PERIODO COLONIAL
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México (actualmente Ciudad de México) y Lima, las capitales de los virreinatos
de Nueva España y Perú, respectivamente, se convirtieron en los centros de
toda la actividad intelectual del siglo XVII, y la vida en ellas, una espléndida
réplica de la de España, se impregnó de erudición, ceremonia y artificialidad.
Los criollos superaron a menudo a los españoles en cuanto a la asimilación del
estilo barroco predominante en Europa. Esta aceptación quedó de manifiesto,
en el terreno de la literatura, por la popularidad de las obras del dramaturgo
español Pedro Calderón de la Barca y las del poeta, también español, Luis de
Góngora, así como en la producción literaria local. El más destacado de los
poetas del siglo XVII en Latinoamérica fue la monja mexicana Juana Inés de la
Cruz, que escribió obras de teatro en verso, de carácter tanto religioso —por
ejemplo, el auto sacramentalEl Divino Narciso (1688)— como profano. Escribió
asimismo poemas en defensa de las mujeres y obras autobiográficas en prosa
acerca de sus variados intereses. La mezcla de sátira y realidad que dominaba
la literatura española llegó también al Nuevo Mundo, y allí aparecieron, entre
otras obras, la colección satírica Diente del Parnaso, del poeta peruano Juan
del Valle Caviedes, y la novela Infortunios de Alonso Ramírez (1690), del
humanista y poeta mexicano Carlos Sigüenza y Góngora.
3 EL PERIODO DE INDEPENDENCIA
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antigua Roma. Desde sus inicios dan claras muestras de su preocupación por
destacar los aspectos costumbristas de la realidad, así como de su interés por
los problemas de la crítica social y moral. El poeta y cabecilla político
ecuatoriano José Joaquín Olmedo alabó al líder revolucionario Simón Bolívar
en su poema ‘Victoria de Junín’ (1825), mientras que el poeta, crítico y erudito
venezolano Andrés Bello ensalzó los paisajes tropicales en la silva A la
agricultura de la zona tórrida (1826), similar a la poesía bucólica del poeta
clásico romano Virgilio. El poeta cubano José María Heredia se anticipó al
romanticismo en poemas como Al Niágara (1824), escrito durante su exilio en
los Estados Unidos. Hacia ese mismo año, en el sur, comenzó a surgir una
poesía popular anónima, de naturaleza política, entre los gauchos de la región
de La Plata.
4 PERIODO DE CONSOLIDACIÓN
En Argentina, las canciones de los bardos gauchos fueron dejando paso a las
creaciones de poetas cultos como Hilario Ascasubi y José Hernández que
usaron temas populares para crear una nueva poesía gauchesca. El Martín
Fierro (1872) de Hernández, en el que narra la difícil adaptación de su
protagonista a la civilización, se convirtió en un clásico nacional, y los temas
relacionados con los gauchos pasaron al teatro y a la narrativa de Argentina,
Uruguay y el sur de Brasil.
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Gómez de Avellaneda, autora también de novelas, y el uruguayo Juan Zorrilla
de San Martín, cuya obra narrativa Tabaré (iniciada en 1876 y publicada en
1888) presagió el simbolismo.
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aunque fue el nicaragüense Rubén Darío quien se convirtió en el más
destacado representante del grupo tras la publicación de Prosas profanas
(1896), su segunda obra mayor, y él sería el verdadero responsable de
conducir el movimiento a su punto culminante. Solía mezclar los aspectos
experimentales del movimiento con expresiones de desesperación o de alegría
metafísica, como en Cantos de vida y esperanza (1905), y tanto él como sus
compañeros de grupo materializaron el mayor avance de la lengua y de la
técnica poética latinoamericana desde el siglo XVII. A la generación más
madura pertenecieron escritores como el argentino Leopoldo Lugones y el
mexicano Enrique González Martínez, que marcó un punto de inflexión hacia
un modernismo más íntimo y trató temas sociales y éticos en su poesía. El
uruguayo José Enrique Rodó aportó nuevas dimensiones artísticas al ensayo
con su obra Ariel (1900), que estableció importantes caminos espirituales para
los autores más jóvenes del momento. Entre los novelistas se encontraban el
venezolano Manuel Díaz Rodríguez, que escribió Sangre patricia (1902) y el
argentino Enrique Larreta, autor de La gloria de Don Ramiro (1908). El
modernismo, que llegó a España procedente de Latinoamérica, alcanzó su
punto culminante hacia 1910, y dejó una profunda huella en varias
generaciones de escritores de lengua hispana.
5 LITERATURA CONTEMPORÁNEA
5.1 Poesía
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En el terreno de la poesía, numerosos autores reflejaron en su obra las
corrientes que clamaban por una renovación radical del arte, tanto europeas —
cubismo, expresionismo, surrealismo— como españolas, entre la cuales se
contaba el ultraísmo, denominación que recibió un grupo de movimientos
literarios de carácter experimental que se desarrollaron en España a comienzos
del siglo. En ese ambiente de experimentación, el chileno Vicente Huidobro
fundó el creacionismo, que concebía el poema como una creación autónoma,
independiente de la realidad cotidiana exterior; el también chileno Pablo
Neruda, que recibió el Premio Nobel de Literatura en 1971, trató, a lo largo de
su producción, un gran número de temas, cultivó varios estilos poéticos
diferentes e incluso pasó por una fase de comprometida militancia política, y el
poeta colombiano Germán Pardó García alcanzó un alto grado de humanidad
en su poesía, que tuvo su punto culminante en Akróteras (1968), un poema
escrito con ocasión de los Juegos Olímpicos de México. Por otro lado, surgió
en el Caribe un importante grupo de poetas, entre los que se encontraba el
cubano Nicolás Guillén, que se inspiraron en los ritmos y el folclore de los
pueblos negros de la zona.
5.2 Teatro
5.3 Ensayo
Los ensayistas posteriores al modernismo han sido muy activos, han adoptado
una dirección nacionalista y más universal, y han ofrecido una gran variedad de
puntos de vista intelectuales. La generación del Centenario de la
Independencia de 1910 tuvo representantes como José Vasconcelos, conocido
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por su sueño utópico de una “raza cósmica” (La raza cósmica, 1925), el erudito
dominicano Pedro Henríquez Ureña, autor de Seis ensayos en busca de
nuestra expresión (1928), y Alfonso Reyes, supremo mexicano universal,
humanista completo y autor de Visión de Anáhuac (1917). Por otro lado, el
ensayista colombiano Germán Arciniegas sobresale como un cualificado
intérprete de la historia en El continente de siete colores (1965), y el argentino
Eduardo Mallea, autor de Historia de una pasión argentina (1935), destaca
entre los novelistas de ese país.
5.4 Narrativa
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(1944), mientras que Leopoldo Marechal escribió una novela simbolista, Adán
Buenosayres (1948), y Ernesto Sábato una novela existencial, El túnel (1948).
Jorge Luis Borges, por otro lado, fue en sus comienzos un poeta ultraísta y,
más tarde, se convirtió en el escritor más importante de la Argentina moderna,
especializado en la creación de cuentos (Ficciones, 1944), traducidos a
numerosos idiomas. Colaboró en varias ocasiones con Adolfo Bioy Casares y
despertó el interés por la novela policiaca complicada y por la literatura
fantástica. Bioy Casares fue pionero en el terreno de la novela de ciencia
ficción con La invención de Morel (1940), y el uruguayo Enrique Amorim
inauguró la novela policiaca larga con El asesino desvelado (1945). Otro de los
escritores que obtuvieron inmediato reconocimiento internacional por su
brillantez y originalidad fue el argentino Julio Cortázar, en especial debido a su
antinovela experimental Rayuela (1963). Entre los autores uruguayos centrados
en la novela psicológica urbana se encuentran Juan Carlos Onetti con El
astillero (1960) y Mario Benedetti con La tregua (1960).
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el ámbito puramente local en el que se desarrolla la trama narrativa. Con la
obra de estos escritores, la novela latinoamericana escrita en español no sólo
alcanzó su mayoría de edad, sino que parece estar atrayendo la atención de un
público internacional cada vez más numeroso.
2 VIDA
12
3 OBRA
Cien años de soledad (1967), escrita durante su exilio en México, narra en tono
épico la historia de Macondo, pueblo que acaba sepultado y destruido por las
guerras y el progreso, y la de sus fundadores, la familia Buendía, a lo largo de
cien años. El nombre de Macondo era el de una hacienda próxima a Aracataca,
que García Márquez convirtió en uno de los referentes geográficos literarios
más inolvidables, como el escritor estadounidense Faulkner había hecho con
su condado de Yoknapatawpha (Mississippi).
Otras obras narrativas son: El otoño del patriarca (1975), en torno al poder y la
corrupción política; Crónica de una muerte anunciada (1981), historia de un
asesinato cometido en una pequeña ciudad latinoamericana; El amor en los
tiempos del cólera (1985), historia de amor que sigue las pautas clásicas del
género pero con un trasfondo de sabia pasión, y El general en su laberinto
(1989), narración ficticia de los últimos días de vida de Simón Bolívar, enfermo
y despojado de su poder. García Márquez también es autor de los libros de
cuentos La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela
desalmada (1972) y Doce cuentos peregrinos (1992).
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admiración en numerosos países por la personalísima mezcla de realidad y
fantasía de sus textos periodísticos, como en Noticia de un secuestro (1996),
un reportaje novelado sobre el narcoterrorismo colombiano. En 1998 publicó La
bendita manía de contar y su autobiografía Gabriel García Márquez, y decidió
comprar la mitad de las acciones de la revista colombiana Cambio para poder
hacer realidad sus ideas sobre el periodismo. En octubre de 2002 vio la luz la
primera parte de sus memorias, Vivir para contarla, cuyas páginas repasan sus
años de infancia y juventud, desde los recuerdos de su Aracataca natal hasta
1955.
Mario Vargas Llosa (1936- ), escritor peruano, considerado uno de los más
grandes novelistas hispanoamericanos de la segunda mitad del siglo XX, al
lado de Julio Cortázar, Carlos Fuentes y Gabriel García Márquez.
2 CARACTERÍSTICAS
Nació en Arequipa y estudió en ese lugar, Bolivia, Piura y Lima. En 1959 viajó a
París y luego a Madrid, donde estudió y publicó su primer libro, Los jefes, una
colección de cuentos (véase Cuento hispanoamericano). Pasó un largo tiempo
en exilio voluntario, primero en París, después en Barcelona y finalmente en
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Londres, donde reside actualmente; entre 1974 y 1990 vivió en su país. En
1993 adoptó la ciudadanía española.
Alcanzó la fama por primera vez al ganar el importante Premio Biblioteca Breve,
de Barcelona, con su novela La ciudad y los perros, que es una de las
expresiones más características de ese momento de renovación en la
novelística hispanoamericana que se conoce como “el boom”, del cual era el
representante más joven. La novela reelabora sus experiencias en el colegio
militar Leoncio Prado, con imágenes de gran violencia, tensión dramática y
cuestionamiento moral sobre autenticidad, responsabilidad y heroísmo.
La guerra del fin del mundo (1981) es una vuelta al estilo de composición épica
de su primera etapa y una rara incursión en el mundo sociopolítico del Brasil de
fines del siglo XIX, siguiendo el modelo de gran reportaje establecido por
Euclides da Cunha. En la última porción de su obra narrativa se entremezclan
las novelas cuyo tema es esencialmente político, Historia de Mayta (1984) o
Lituma en los Andes (1993), con las más ligeras, de corte detectivesco, como
¿Quién mató a Palomino Molero? (1986), o erótico, como Elogio de la
madrastra (1988).
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Ha escrito además libros de crítica literaria: García Márquez: historia de un
deicidio (1971), La orgía perpetua: Flaubert y Madame Bovary (1975), Entre
Sartre y Camus (1981), La verdad de las mentiras (1990), un ensayo sobre la
novela moderna con el que obtuvo en 2002 el Premio Bartolomé March de
crítica literaria, y Carta de batalla por Tirant lo Blanc (1991), sobre la novela de
caballería. Una importante porción de su obra ensayística puede leerse en
Contra viento y marea 1983-1990) y El lenguaje de la pasión (2001),
recopilaciones de artículos periodísticos sobre literatura, política, arte y los más
variados asuntos. Sus memorias tituladas El pez en el agua (1993) ofrecen un
apasionante y minucioso recuento de su experiencia como frustrado candidato
presidencial en las elecciones peruanas de 1990. Es autor también de las
obras teatrales El loco de los balcones (1993), Khatie y el hipopótamo (1983),
La Chunga (1986), La señorita de Tacna (1981) y Ojos bonitos, cuadros feos
(1996).
Julio Cortázar
1 INTRODUCCIÓN
Julio Cortázar (1914-1984), escritor argentino que fue un renovador del género
narrativo, especialmente del cuento breve, tanto en la estructura como en el
uso del lenguaje. Aunque nació en Bruselas, vivió en París la mayor parte de
su vida —ciudad en la que murió— y en 1981 se nacionalizó francés, como
protesta ante la toma del poder de las diferentes juntas militares en Argentina,
es un autor argentino plenamente integrado en la literatura hispanoamericana.
2 VIDA
Viajero impenitente e intelectual abierto, fue uno de los protagonistas del boom
de la literatura latinoamericana. Estos escritores consiguieron, a través de sus
encuentros literarios y conferencias en diversos foros tanto de Estados Unidos
como de Europa, sus relaciones con editoriales, sus colaboraciones con la
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prensa europea, un reconocimiento internacional para su obra, que, sin
renunciar a sus raíces culturales, se universalizó tanto en temas como en
estilos. Así, lo que empezó siendo un lanzamiento editorial de una nueva
narrativa se convirtió en una presencia renovadora constante de la literatura,
debido, por supuesto, a la calidad de las obras.
3 OBRA
17
situaciones, anuncian al mismo tiempo que, creando pistas inciertas o
ambiguas (origen de la tensión del relato o intriga), ocultan el desenlace.
Aplicando la terminología del boxeo, Cortázar dice que la novela gana por
puntos y el cuento por knock-out. Insiste en la necesidad de condensación y en
que no hay temas importantes y temas insignificantes: cualquier tema, aun el
más trivial (y para demostrarlo cita los cuentos de Chéjov), puede volverse
significativo gracias a un buen tratamiento literario. Ejemplo de ello es el cuento
“Continuidad de los parques”, en el que un hombre está leyendo una novela
que narra cómo conspiran una mujer y su amante para matar al marido, que
resulta ser el señor que lee la novela. Además de la constante de la mezcla de
realidad y ficción, aparece aquí la figura del lector que, a su vez, es personaje
del texto que lee. La llamada mise-en-abîme (la narración que contiene a su
vez otra narración) es uno de los recursos tradicionales que Cortázar enriquece
con su perspectiva más contemporánea.
3.1 Rayuela
Son muchas las influencias que se han encontrado en Rayuela. La idea de que
la literatura es la falsificación de un modelo inexistente o imposible fue
desarrollada tanto por Macedonio Fernández como por Ramón Gómez de la
Serna. El cuestionamiento de los géneros literarios o desmontaje del cuerpo
narrativo aparece, entre otros, en el cuentista uruguayo Felisberto Hernández.
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La función metaliteraria, es decir, la literatura que se sirve de sí misma como
referencia, también aparece en Jorge Luis Borges. Preocupaciones literarias
parecidas las tuvo el mismo Miguel de Cervantes al presentir la realidad como
una ilusión. Cortázar llevó después estos planteamientos estéticos a su novela
62 / modelo para armar (1968), obra que toma su nombre del capitulo 62 de
Rayuela, que no se lee si se sigue el orden fijado por el autor. Con el trasfondo
político de la situación latinoamericana y de la vida de unos exiliados en París,
pero con las mismas inquietudes literarias, publicó en 1973 El libro de Manuel.
Carlos Fuentes
1 INTRODUCCIÓN
2 VIDA
19
3 OBRA
Escritor muy prolífico, ha publicado en los últimos años Agua quemada (1981),
Gringo viejo (1985) —sobre el periodista y escritor estadounidense Ambrose
Bierce—, Cristóbal Nonato (1987), La campaña (1990), El naranjo o los círculos
del tiempo (1993), Diana o la cazadora solitaria (1994), La frontera de cristal,
una novela en nueve cuentos (1995), Los años de Laura Díaz (1999) e Instinto
de Inez (2001), sobre la relación amorosa entre un director de orquesta y una
cantante de ópera. También ha escrito para el teatro: Todos los gatos son
pardos y El tuerto es rey (1970) o Los reinos originarios y Orquídeas a la luz de
la luna (1982). En 2002 publicó En esto creo, una obra en la que traza su
autobiografía intelectual y que le sirve para reflexionar sobre asuntos como
literatura, cine, historia, política, amistad o amor, entre otros. Su última
publicación, La silla del águila, es una novela política escrita en clave epistolar
sobre lo que será el México del año 2020.
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Algunos de sus libros de ensayo se han vuelto clásicos, como La nueva novela
hispanoamericana, Tiempo mexicano, Valiente mundo nuevo y recientemente
El espejo enterrado, todos ellos polémicos textos tanto sobre la literatura y la
historia de México y de América, como sobre los problemas y perspectivas de
la actualidad del mundo. Carlos Fuentes cuenta con numerosos premios
literarios, entre los que destacan: Biblioteca Breve (España, 1967), Rómulo
Gallegos (Venezuela, 1974), Xavier Villaurrutia (México, 1975), Alfonso Reyes
(México, 1979), Nacional de Literatura (México, 1984), Cervantes (España,
1987) y Príncipe de Asturias de las Letras (España, 1994).
Literatura estadounidense
1 INTRODUCCIÓN
3 EL SIGLO XVIII
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Benjamin Franklin, cuya inacabada Autobiografía se ha convertido en un
clásico de la literatura universal.
4 EL SIGLO XIX
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sonetos más importante del siglo en Estados Unidos, además de traductor
eximio.
Al considerar el siglo XIX, los lectores modernos suelen preferir a los escritores
que buscaron soluciones más radicales a los problemas relativos a la identidad
cultural de esta nación. Entre ellos destacan los ensayistas Ralph Waldo
Emerson y Henry David Thoreau, y los novelistas Nathaniel Hawthorne y
Herman Melville.
El poeta, crítico y autor de relatos Edgar Allan Poe fue una de las más
importantes figuras de la primera mitad del siglo. Habitó simultáneamente el
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mundo del periodismo y un extraño y solitario universo propio, caracterizado
por una lógica implacable y un obsesivo sentido de la angustia. En su obra
crítica era capaz de una parcialidad extrema y una severidad sin medida. Su
poesía influyó profundamente en el simbolismo francés, y sus relatos se
cuentan entre los grandes logros del género del terror romántico. Poe inició el
género policiaco en la literatura de Estados Unidos.
Entre 1865 y 1910 la poesía sufrió un declive, aunque cabe destacar la obra del
poeta sureño Sidney Lanier y la del filósofo George Santayana. Emily Dickinson,
en la actualidad reconocida por su genio único y considerada la poeta más
importante de la época, fue desconocida para sus contemporáneos, pues la
primera recopilación de poemas suyos no apareció hasta 1890, cuatro años
después de su muerte, y fue poco leída antes de la década de 1920.
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El humor estadounidense se puede estudiar como una manifestación especial
de la literatura nacional. Fluctuó entre el humor campesino, que tendía a
reproducir el habla popular y el urbano, más inclinado a las frases ingeniosas.
De la tradición popular emergió la personalidad literaria más poderosa del
periodo posterior a la guerra, Samuel Langhorne Clemens, conocido como
Mark Twain. Con sus novelas Las aventuras de Tom Sawyer (1876) y Las
aventuras de Huckleberry Finn (1884) creó dos obras maestras de la vida a
orillas del río Mississippi. Otra obra muy popular de la época fue Mujercitas
(1868-1869), escrita por Louisa May Alcott.
A fines del siglo XIX y comienzos del XX la mayoría de los escritores de color
importantes procedían de la clase media. Entre ellos destacó W.E.B. Du Bois,
que luchó por la igualdad para todas las personas de color en Estados Unidos,
y Frank J. Webband.
James Parton sentó las bases de la biografía moderna. En historia brilló Henry
Brooks Adams. El economista Henry George y el periodista Edward Bellamy
ofrecieron inquietantes análisis de la filosofía industrial, inspirando movimientos
de reforma. Lester Frank Ward fue un pionero de la sociología, mientras que
William James escribió obras que influyeron tanto en la psicología como en la
expresión literaria, y creó lo que se llamó pragmatismo, que supuso un cambio
profundo en el pensamiento de Estados Unidos.
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móvil y homogénea, y la estética regionalista, la moda dominante del siglo XIX,
fue decayendo, excepto en varios escritores sureños. Al mismo tiempo, los
escritores estadounidenses empezaron a ejercer una influencia importante en
la literatura mundial. Las formas literarias de este periodo fueron
extremadamente variadas, y los autores de teatro, poesía y narrativa llevaron a
cabo nuevas técnicas experimentales radicales.
La reacción contra el romanticismo del siglo XIX, que ya se hacía sentir con el
cambio de siglo, recibió gran impulso debido a la dura experiencia de la I
Guerra Mundial. Los horrores y la brutal realidad de la guerra tuvieron un
impacto duradero en la imaginación estadounidense. Novelas como La paga de
los soldados (1926) de William Faulkner, y Fiesta (1926) y Adiós a las armas
(1929) de Ernest Hemingway, presentan la guerra como símbolo de la vida
humana, salvaje e innoble. Los escritores prosiguieron esa vena realista que se
ha mantenido desde entonces, reemplazando el sentimentalismo por nuevas
visiones psicológicas.
Gertrude Stein, escritora estadounidense que residía en París, fue quien dio el
nombre de “generación perdida” al grupo de jóvenes escritores
estadounidenses sin raíces que vivieron en Europa después de la I Guerra
Mundial. El grupo incluía a Anderson, Firzgerald y Wilder, pero el más famoso,
y el que se iba a convertir en uno de los escritores estadounidenses más
importantes del siglo, fue Hemingway. Además de sus novelas sobre la guerra,
Hemingway, que obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1954, escribió
durante esta década varios libros de relatos con personajes desilusionados y
cínicos, supervivientes de la guerra que terminaría con todas las guerras, como
se había dicho de la I Guerra Mundial. La propia Stein supuso una influencia
importante para los escritores de esa generación, no sólo como amiga sino
como estilista literaria, con su apego a la tradición y sus experimentos con el
lenguaje, que se inició con tres relatos, Tres vidas (1908). Quien tuvo mayor
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influencia fue el novelista y poeta irlandés James Joyce. Su uso del monólogo
interior, de símbolos y de una prosa conscientemente poética se reflejó en casi
toda la narrativa importante posterior a la I Guerra Mundial, tanto en Estados
Unidos como en Europa y América Latina.
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referidas a la adaptación del individuo a la restrictiva vida militar, fueron De
aquí a la eternidad (1951) de James Jones y Los desnudos y los muertos (1948)
de Norman Mailer.
Dos de los más importantes novelistas de finales del siglo XX, John Cheever y
John Updike, comparten un interés similar al abordar de un modo abiertamente
satírico la vida de la clase media alta de las afueras de las ciudades del noreste
estadounidense. La carrera novelística de Cheever se extiende desde la
relativamente bondadosa, Crónica de los Wapshot (1957), que es la historia de
una familia excéntrica, hasta la desolada narración de un fratricida, Falconer
(1977). Updike probablemente sea más conocido por sus libros, que se inician
en 1960, sobre un joven que huye de la desilusión; dos de la serie, Conejo es
rico (1981) y Conejo descansa (1990), obtuvieron el Premio Pulitzer. Otra
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excelente crítica y maestra de la narración, Joyce Carol Oates, sigue siendo
una de las escritoras más prolíficas y destacadas de las últimas décadas. Un
jardín de delicias terrestres (1967) y Ellos (1969) son dos ejemplos importantes
de su narrativa de tintes góticos, un género que continuó en Bellefleur (1980).
Al examinar su vida como judíos en Estados Unidos del siglo XX, unas veces
con desesperación y otras con humor, varios escritores han creado un
destacado corpus de narrativa introspectiva a partir del periodo de posguerra.
El principal, Saul Bellow, autor de Las aventuras de Augie March (1953) y
Herzog (1964), entre otras notables novelas, recibió el Premio Nobel de
Literatura en 1976. Otros escritores judíos importantes son Bernard Malamud y
Philip Roth.
Otros poetas que establecieron una comunicación más directa con el lector
incluyen a John Robinson Jeffers, Randall Jarrell y Archibald Macleish. La
poesía de protesta de la generación Beat, comunica de modo directo y con
gran impacto. Muy diferente en el tono es la vena de la tradición narrativa oral
negra del Sur, que se observa en la obra de Gwendolyn Brooks, Nikki Giovanni
y Maya Angelou. Theodore Roethke utilizó dos estilos: una forma libre para la
expresión de ideas surrealistas y una forma lírica más sencilla para la
expresión de modos más racionales de pensamiento.
8 EL ENSAYO EN EL SIGLO XX
30
Una visión tradicional de la historia de Estados Unidos la ofrecieron
historiadores como Charles Austin Beard y Mary Ritter Beard en la década de
1920, y Samuel Eliot Morison y Henry Steele Commager en la de 1960. Pero
destaca Richard Hofstadter con sus estudios sobre los efectos del
conservadurismo.
Edmund Wilson fue el teórico fundamental de la literatura del siglo XX. Muy
cerca de él está Harold Bloom, profesor de Yale, comprometido con el análisis
radical de la literatura de todas las épocas, tanto de Estados Unidos como de
otros países.
31
Literatura japonesa
1 INTRODUCCIÓN
2 PERIODO YAMATO
(desde las épocas arcaicas hasta fines del siglo VIII d. C.). Aunque no existía
literatura escrita antes del siglo VIII, en los siglos anteriores se compusieron un
número considerable de baladas, rezos rituales, mitos y leyendas.
Posteriormente estas composiciones fueron recogidas en Kojiki (Relación de
cuestiones antiguas, 712), obra fundamental escrita por O no Yasumaro en una
lengua que no era todavía japonés, pero ya tampoco chino, resultado de un
esfuerzo considerable de adaptación de la grafía china y la sintáxis japonesa, y
en Nihon Shoki o Nihongi (Crónica del Japón, 720), escrita en chino. Estas
obras son las primeras historias de Japón y explican el origen del pueblo
japonés, la formación del Estado y la esencia de la política nacional. Aunque
las dos obras parten de los mismos materiales míticos e históricos, Kojiki está
destinada a los japoneses, mientras que Nihon shoki, que muestra influencia
del pensamiento chino, tiene una perspectiva más amplia.
Una poesía lírica que surgió a partir de las primitivas baladas incluidas en estas
obras quedó recogida en la primera gran antología japonesa, la Manyoshu
(Colección de diez mil hojas), realizada por el poeta Otomo no Yakamochi
después del 759. En esta antología se utiliza un silabario primitivo, conocido
como manyo-gana, en el que los caracteres chinos sirven como símbolos
fonéticos de las sílabas, en vez de palabras. Las dos formas poéticas más
importantes de la antología son el choka (poema largo), consistente en versos
alternos de cinco y siete sílabas, seguidos por un verso final de siete sílabas al
que se añaden uno o más hankas (envíos) y el tanka (poema breve),
consistente en 31 sílabas, escritas en cinco versos según un esquema de cinco,
siete, cinco, siete y siete sílabas. El tanka se convirtió en la forma poética
japonesa más importante, manteniendo su vitalidad hasta el periodo moderno,
mientras que el choka perdió pronto popularidad. El poeta más importante del
Manyoshu es Kakinomoto no Hitomaro, que utilizó libremente todas las formas
de versificación. El estado de ánimo que se impone en la antología es el de
makoto (verdad o sinceridad), el compromiso total de la persona.
32
3 PERIODO HEIAN
(fines del siglo VIII-fines del siglo XII). A finales del siglo VIII la sede del
gobierno se trasladó a Heian (actualmente Kioto), y surgió un nuevo tipo de
literatura entre la sociedad aristocrática de la corte. La creación de silabarios
japoneses en este siglo contribuyó tanto al desarrollo de la prosa como al de la
poesía. La Kokinshu (Colección de poemas antiguos y nuevos, 905) refleja
claramente el cambio de actitud desde aquella sinceridad personal, que
caracterizó al periodo anterior, a una de empatía con la esencia de las cosas,
un lazo que unía la naturaleza y los seres humanos. El compilador principal, Ki
no Tsurayuki (fallecido hacia 945), que proporcionó las bases del canon para la
poética japonesa en el prefacio, era también un excelso poeta, y sus obras se
incluyen en la antología. La mayoría de los poemas, sin embargo, pertenecen a
periodos anteriores. Ki no Tsurayuki es conocido también como autor del diario
Tosa nikki (Diario de Tosa, 935), que es el primer ejemplo de un importante
género literario japonés, el diario literario. La obra narra su viaje de vuelta a
Kioto desde la provincia de Tosa, e incluye conmovedoras referencias a una
hermana que murió allí.
4 PERIODO KAMAKURA-MUROMACHI
(fines del siglo XII-siglo XVI). El colapso del sistema feudal en Japón culminó
con la derrota del clan Taira por parte del clan Minamoto, que estableció el
gobierno en Kamakura en 1192. Desde fines del siglo XII hasta comienzos del
XVII, Japón estuvo en un estado casi permanente de guerra y desorden. Las
figuras dominantes en la sociedad japonesa eran los samuráis, o guerreros,
que llevaban una vida de acción, y el monje budista, que dedicaba su vida a la
contemplación (ver Budismo).
33
La primera de varias antologías imperiales de poesía, la Shin kokinshu (Nueva
colección de poemas antiguos y modernos, 1205), recopilada por Fujiwara
Teika, refleja el cambio de actitud nacional y literaria a un estado de ánimo
melancólico y solitario. Los eruditos japoneses utilizan el término de yugen
(misterio y profundidad), que tiene claras referencias religiosas, para
caracterizar toda la literatura de este periodo. Uno de los poetas principales de
esta antología es una figura religiosa, el monje Saigio. La derrota del clan de
los Taira por el de los Minamoto se convirtió en el argumento de la obra en
prosa más famosa del periodo, los Heike monogatari (Cuentos de Heike, c.
1220), escritos por un autor anónimo. Relato de mi choza (1212) son
reflexiones filosóficas escritas a modo de diario por Kamo no Chomei, con unas
secciones finales de gran importancia literaria. Ensayo en ocio (1340), de
Kenko Yoshida, recuerda El libro almohada, pero con un estado de ánimo más
melancólico que refleja indudablemente un lamento ante los conflictos de la
época. El tipo de narrativa más importante de este momento fueron los
otogizoshis, colecciones de relatos de autores anónimos.
5 PERIODO EDO
(siglo XVII-1868). Con la paz, que tuvo lugar en 1603 bajo la dinastía
Tokugawa, que estableció la sede del gobierno en Edo (actualmente Tokio),
floreció el comercio y las ciudades prosperaron, originando una clase de
comerciantes que pronto creó su propia literatura: una prosa obscena y
mundana de un carácter radicalmente diferente al de la literatura del periodo
precedente.
La figura más importante del periodo fue Ihara Saikaku. Hombre lascivo y sin
linaje (1682) es una brillante obra de literatura erótica, en prosa, llena de humor
y agudeza que presenta una visión panorámica de la vida sensual de la
sociedad de mercaderes. En el siglo XVIII hubo muchos escritores que imitaron
a Saikaku, pero ninguno igualó sus logros. En el siglo XIX fue famoso un
escritor en prosa importante, si bien limitado, Jippensha Ikku (c. 1765-1831). Es
autor de Tokaidochu hizakurige (1802-1822), que es una obra picaresca
deliciosa que relata las desventuras de dos pícaros.
34
Japón de esta época. Tres poetas destacan por sus haikus. El primero es el
monje Basho, que viajó a regiones remotas del país, componiendo de acuerdo
con las circunstancias, de modo que su poesía aparece dentro de sus relatos
de viajes, aunque las partes en prosa también son importantes. Se le considera
el mayor de los poetas japoneses por su sensibilidad y profundidad y es
especialmente famoso por su Senda hacia tierras hondas (1694; traducido por
el escritor mexicano Octavio Paz, en 1970, —de las versiones francesa e
inglesa y con ayuda de un japonés— como Sendas de Oku). El segundo es
Yosa Buson, cuyos haikus expresan su experiencia como pintor. El tercero es
Kobayashi Issa, un poeta de origen humilde, que obtuvo su material de la vida
campesina. La poesía cómica, en una diversidad de formas, floreció también en
el periodo Edo.
6 PERIODO MODERNO
6.2 Siglo XX
35
subjetividad. La figura principal de este estilo naturalista es Shimazaki Toson,
cuya La transgresión del mandamiento (1906), que describe la confesión de un
joven marginal, estableció con firmeza el movimiento.
Abe Kobo es otro interesante escritor de este periodo. Su novela influida por el
existencialismo y el teatro del absurdo, La mujer de la arena (1962) es de sobra
conocida. También destaca Oé Kenzaburo, que obtuvo el Premio Nobel de
Literatura en 1994. Entre sus novelas de denuncia del militarismo japonés,
destaca La presa (1959). En Una cuestión personal (1964) aborda las
relaciones con su hijo, logrando una de las grandes narraciones de este siglo.
36
de tanka y haiku. Desde finales del siglo XIX se ha producido un vigoroso
movimiento en favor de la creación de poesía al estilo occidental, y han surgido
varios excelentes poetas dentro de este género.
Literatura inglesa
1 INTRODUCCIÓN
37
respecto a un Dios justo está presente. Rasgo típico, por otra parte, de otras
muestras de la literatura de la época, que en su mayor parte fue preservada en
los monasterios gracias a la labor de los copistas.
La literatura del inglés medio de los siglos XIV y XV está mucho más
diversificada que la literatura anterior en inglés antiguo. Influyen elementos
italianos y franceses, y se mantienen diversos estilos autóctonos, razones que
contribuyen a que se creen obras difíciles de clasificar.
Entre los poemas que presentan una cierta continuidad formal con respecto al
inglés antiguo, destaca Piers el labrador de William Langland. Se trata de una
extensa y apasionada obra estructurada en forma de visiones oníricas que
sirven a su autor para presentar una concepción cristiana de la vida y
denunciar la situación de los pobres, la avaricia de los ricos y la maldad de todo
el mundo. En ciertos aspectos puede ser comparada con otro gran poema
construido bajo el molde del sueño alegórico, la Divina Comedia de Dante.
Otro poema visionario, La perla, escrito hacia 1370, también tiene un carácter
doctrinal, aunque su tono es más abiertamente artístico.
38
Un tercer poema aliterativo, supuestamente compuesto por el mismo autor
anónimo de La perla, es Sir Gawain y el Caballero Verde (c. 1380), un relato de
aventuras caballerescas y amor, influido por las obras francesas del mismo tipo.
3.1 Chaucer
En el siglo XV la poesía siguió influida por Chaucer, pero se puede afirmar que
los temas y estilos medievales estaban ya agotados. Destaca la obra de
Thomas Malory, La muerte de Arturo (1469-1470), que trasladaba la tradición
de las novelas artúricas de origen francés a una prosa inglesa de sobresaliente
vitalidad.
4 EL RENACIMIENTO
En 1485 dio comienzo una edad de oro de la literatura inglesa que duró hasta
1660. A partir de la introducción de la imprenta, en 1476, el número de lectores
se multiplicó. El aumento de la clase media, el desarrollo del comercio, la
difusión de la educación entre los laicos y no sólo los clérigos, la centralización
del poder y de la intensa vida intelectual en la corte de los Tudor y los Estuardo,
fueron elementos que favorecieron un nuevo ímpetu en la literatura. La nueva
literatura, sin embargo, no florecerá del todo hasta 1550, durante el reinado de
Isabel I.
39
poesía renacentista del último cuarto del siglo XVI son Philip Sidney y Edmund
Spenser.
Otras dos tendencias poéticas comenzaron a mostrarse a fines del siglo XVI y
comienzos del XVII. La primera está representada por la poesía de John Donne
y de los demás poetas llamados metafísicos, que llevaron el estilo metafórico a
cumbres casi inalcanzables de complejidad e ingenio. Entre los seguidores de
Donne estuvieron George Herbert, Henry Vaughan y Richard Crashaw. Andrew
Marvell escribió poesía metafísica de gran fuerza.
El último gran poeta del renacimiento inglés fue John Milton, que hizo frente
con mayor madurez que Spenser a la tarea de escribir una épica inglesa. Para
ello se basó en la tradición cristiana y bíblica y, con gran sencillez y capacidad
poética, narró en Paraíso perdido (1667) las maquinaciones de Satán que
llevaron a la caída de Adán y Eva. Sus otros poemas, como Paraíso
recuperado (1671), también revelan una asombrosa fuerza poética bajo el
control de una mente profunda.
40
verso elaborado bajo la influencia de los ejemplos clásicos. El gusto popular
exigía un sensacionalismo lejano del espíritu de la literatura griega y romana.
Sólo Séneca sirvió de modelo a una tragedia popular de sangre y venganza,
Tragedia española (1586) de Thomas Kyd. Unos años después, Christopher
Marlowe inició la tradición de la crónica del destino fatal de reyes y potentados.
La trágica historia del doctor Fausto (1604) y El judío de Malta (1633), sus
obras más conocidas, están ya escritas en un estilo que en algunos aspectos
se puede comparar al de Shakespeare.
4.3 Shakespeare
Este periodo se extiende desde 1660, año en que el rey Carlos II volvió a
ocupar el trono, hasta 1789 aproximadamente. La literatura se caracterizó
entonces por la búsqueda de la moderación, el buen gusto y la simplicidad. Los
grandes tratados filosóficos y políticos de la época promueven el racionalismo,
como demuestra la obra de John Locke, que defendía la experiencia como
base exclusiva del conocimiento, o la de David Hume.
Tal vez la obra histórica más importante en inglés sea Historia de la decadencia
y ruina del Imperio romano (6 volúmenes, 1776-1788), de Edward Gibbon.
41
Las etapas que atravesó el gusto literario del periodo de la Restauración y del
siglo XVIII suelen denominarse a partir de las tres grandes figuras literarias que
perpetuaron la tradición clásica en esta época: Dryden, Pope y Johnson.
La poesía de John Dryden posee una grandeza, una fuerza y un tono que
fueron muy bien recibidos por los lectores, que todavía tenían cosas en común
con los isabelinos. Al mismo tiempo, marcó el tono de la nueva época al
conseguir una nueva claridad y establecer una limitación de moderación y buen
gusto.
Al igual que ocurrió con su poesía, la prosa de Dryden sirvió de modelo del
género en su época. Aunque de naturaleza diferente, fue notable también la
prosa de otras dos importantes figuras del momento, Samuel Pepys y John
Bunyan. Pepys escribió un diario que constituye un valioso documento sobre la
vida del periodo. Bunyan, por su parte, escribió El peregrino (1678), una
narración alegórica sobre los seres humanos y las verdades fundamentales de
la vida, la muerte y la religión.
Más que ningún otro poeta inglés, Pope se sometió a la exigencia de que la
fuerza expresiva del genio poético sólo se podía manifestar del modo más
razonable, lúcido y equilibrado del que fuera capaz la razón humana. Pope no
posee la majestuosidad de Dryden, pero su facilidad, armonía y gracia son
42
impresionantes. Su fama también se basa en sus sátiras, pero con frecuencia
se inclina al didactismo, como ocurre en su Ensayo sobre la crítica (1711).
Otro gran satírico, pero esta vez en prosa, fue Jonathan Swift, cuya percepción
profunda y desesperada de las estupideces y las maldades propias de la
naturaleza humana contrasta con la crítica social de sus contemporáneos. En
Una modesta proposición (1729) alcanza elevadas cimas de terrible ironía. Los
viajes de Gulliver (1726) es su obra más conocida, y en ella hace gala
nuevamente de una lucidez y de un dominio de la escritura más que notables.
43
La novela, sobre todo la novela sentimental, se convierte en un género popular
en este periodo. Entre los autores que cultivan este género se encuentra
Samuel Richardson, un defensor de los sentimientos sencillos e inocentes. Su
novela Clarissa (1747-1748) narra, por medio de cartas que intercambian los
personajes, la adversidad a la que se enfrenta una joven inocente destruida por
el hombre al que ama. Henry Fielding muestra su relación con el espíritu
satírico de autores anteriores y la influencia que ejerció sobre él la lectura de
Cervantes, en su novela Joseph Andrews (1742), que parodia otra novela de la
virtud asediada, Pamela (1740), de su contemporáneo Richardson. La gran
novela de Fielding, Tom Jones (1749), revela un espíritu vigoroso y saludable;
es una comedia en la que la fuerza bienintencionada prevalece sobre la
hipocresía. Tobias Smollet escribió bastantes novelas de aventuras picarescas.
De Laurence Sterne, otro gran novelista inglés de la época, es La vida y
opiniones de Tristram Shandy (1759-1767).
6 ROMANTICISMO
44
Otro poeta que encontró inspiración en lo lejano fue Walter Scott quien,
después de realizar una labor de recopilación de antiguas baladas de su
Escocia natal, escribió una serie de poemas narrativos en los que glorificaba
las virtudes de la sencilla y vigorosa vida de su país en la edad media, aunque
con un estilo que carecía de originalidad. Gracias a ellos fue reconocido por
sus contemporáneos mucho antes de que las grandes figuras de Wordsworth y
Coleridge quedaran consagradas. Posteriormente escribiría novelas históricas
que le valieron su reputación de escritor en prosa.
7 LA ERA VICTORIANA
45
La era victoriana, desde la coronación de la reina Victoria, en 1837, hasta su
muerte, en 1901, fue una época de transformaciones sociales que obligaron a
los escritores a tomar posiciones acerca de las cuestiones más inmediatas. Así,
aunque las formas de expresión románticas continuaron dominando la literatura
inglesa durante casi todo el siglo, la atención de muchos escritores se dirigió, a
veces apasionadamente, a cuestiones como el desarrollo de la democracia
inglesa, la educación de las masas, el progreso industrial y la filosofía
materialista que éste trajo consigo, y la situación de la clase trabajadora. Por
otra parte, el cuestionamiento de determinadas creencias religiosas que
llevaban aparejados los nuevos avances científicos, particularmente la teoría
de la evolución y el estudio histórico de la Biblia, incitaron a algunos escritores
a abandonar asuntos tradicionalmente literarios y a reflexionar sobre
cuestiones de fe y verdad.
46
Otras notables figuras de la novela victoriana fueron Anthony Trollope y las
hermanas Brontë. Emily escribió una de las más grandes novelas de todos los
tiempos, Cumbres borrascosas (1847), mientras sus hermanas Charlotte y
Anne también escribieron obras memorables. George Eliot es otra
destacadísima novelista de la literatura universal, así como George Meredith y
Thomas Hardy.
El mismo espíritu de crítica social inspiró las obras de teatro del irlandés
George Bernard Shaw, que hizo más que ningún otro por despertar al teatro de
la somnolencia en la que había estado durante el siglo XIX. En una serie de
poderosas obras, claramente influenciadas por las últimas teorías sociológicas
y económicas, expuso, con enorme habilidad técnica, la estupidez de los
individuos y de las estructuras sociales de Inglaterra y del resto del mundo
moderno.
Entre los novelistas y autores de relatos, Aldous Huxley es uno de los que
expresan mejor la sensación de desesperanza del periodo posterior a la I
Guerra Mundial en Contrapunto (1928), una obra escrita con una técnica que
marca una ruptura con respecto a las narraciones realistas previas.
47
habitantes nativos de la India, demostrando la imposibilidad de la permanencia
de un gobierno inglés.
Evelyn Waugh, como Huxley, trazó una sátira de las debilidades sociales en la
mayoría de sus obras, como Los seres queridos (1948). Graham Greene,
convertido al catolicismo (como Waugh), investigó el problema del mal en la
vida humana; es el caso de sus obras Un caso acabado (1961) o Los
comediantes (1966). La celebridad de George Orwell le viene de dos novelas,
una alegórica, Rebelión en la granja (1945), y una mordiente sátira, 1984
(1949), ambas dirigidas contra los peligros del totalitarismo.
48
realismo social de escritores como Amis, Braine y Alan Sillitoe, con su énfasis
en el restrictivo provincianismo inglés, dio paso a influencias más
internacionales. V. S. Pritchett y Doris Lessing, desde posturas muy distintas,
obtuvieron el reconocimiento de los lectores. Lessing destacó por novelas en
las que se ocupa del papel de la mujer en la sociedad actual, como ocurre en
El cuaderno dorado (1962). Debe subrayarse también el humor negro
altamente estilizado de escritores como Angus Wilson y Muriel Spark.
Dos de los más destacados poetas del periodo moderno combinaron tradición y
experimento en su obra. El escritor irlandés William Butler Yeats fue el más
tradicional. En su poesía romántica, escrita antes del cambio de siglo, explotó
antiguas tradiciones irlandesas, y luego desarrolló una expresión poética
honesta, profunda y rica en su madurez con La torre (1928), entre otras
importantes colecciones de poemas. El segundo poeta fue T. S. Eliot, nacido
en Estados Unidos, consiguió la consagración inmediata con Tierra baldía
(1922), el poema más famoso de comienzos de siglo. Por medio de un conjunto
de asociaciones simbólicas de acontecimientos legendarios e históricos, Eliot
expresa su desesperación sobre la esterilidad de la vida moderna. Su
movimiento hacia la fe religiosa le llevó a la escritura de Cuatro cuartetos
(1943), donde combina una dicción coloquial con una literaria; las complejas
yuxtaposiciones poéticas le emparentan con poetas como John Donne. Obtuvo
el premio Nobel en 1948.
49
De los muchos poetas que escribieron poemas teñidos de pesimismo a causa
de la I Guerra Mundial, Siegfried Sassoon, Wilfred Owen y Robert Graves se
cuentan entre los más importantes. La habilidad de Graves para producir una
poesía pura y clásicamente perfecta hizo que su celebridad continuase mucho
después de la II Guerra Mundial. Sus novelas históricas como Yo, Claudio
(1934) también contribuyeron a mantener su popularidad. Los poemas de Edith
Sitwell, que expresaban un individualismo aristocrático, fueron publicados
durante la I Guerra Mundial. Pero sus poemas más conmovedores aparecieron
después de la II Guerra Mundial, como El cántico del sol (1949).
Aparte de las últimas obras de George Bernad Shaw, el teatro más importante
en inglés del primer cuarto del siglo XX lo escribió otro irlandés, Sean O'Casey.
Otros dramaturgos del periodo fueron James Matthew Barrie y Noel Coward.
En la década de 1960, con los llamados "jóvenes airados", se inició una nueva
fuerza en el teatro inglés. Destacan entre ellos John Osborne, Arnold Wesker,
Shelagh Delaney y John Arden, que centraron su atención en las clases
trabajadoras, retratando la monotonía, mediocridad e injusticia de sus vidas.
Aunque Harold Pinter y el irlandés Brendan Behan escribieron también obras
que se desarrollaban en ambientes de clase trabajadora, se mantienen al
margen de los jóvenes airados. Fuera de cualquier tendencia, el novelista y
dramaturgo irlandés, residente en Francia, Samuel Beckett, que obtuvo el
50
Premio Nobel de Literatura en 1969, escribió obras lacónicas y simbólicas en
francés y las tradujo al inglés, como la obra de teatro Esperando a Godot (1952)
y la novela Cómo es (1964).
Literatura rusa
1 INTRODUCCIÓN
Literatura rusa, literatura de la gran rama rusa de los pueblos eslavos del Este,
escrita en lengua rusa. La literatura rusa pertenece a la corriente principal de
las letras europeas, a pesar de que su procedencia y sus poderosas tradiciones
la diferencian de las del resto del continente. En distintos momentos ha
adoptado formas y temas procedentes de focos culturales exteriores a los
límites del territorio ruso, pero estos periodos de dependencia cultural
terminaron cuando los escritores rusos comenzaron a reelaborar, siguiendo sus
propios impulsos e intereses, los materiales procedentes de otros países. En
otras ocasiones, por razones políticas y militares, Rusia quedó fuera, a
iniciativa propia o de otros, de los movimientos culturales que estaban teniendo
lugar en Europa. A estos periodos siguieron otros de gran esfuerzo por
integrarse en el cuerpo principal de la literatura europea.
2 PERIODO PRIMITIVO
Los escritores rusos, por lo general monjes o clérigos, llegaron a dominar estas
formas literarias importadas y se sirvieron de ellas para producir una literatura
propia. Entre las mejores obras que han llegado hasta nosotros hay que
51
mencionar Sermón sobre la ley y la gracia, escrita hacia 1050 por el religioso
Hilarión, y la más conocida Profesión de fe, obra quizá de un monje, que
intenta ser una historia completa del conjunto de los pueblos eslavos desde sus
orígenes míticos hasta el año 1110; en ella, entre pasajes al estilo de rutinarios
anales históricos, hay otros en los que informa, en un bello estilo narrativo, de
acontecimientos importantes, como la conversión de Vladímir al cristianismo.
Una de las obras más extraordinarias de este periodo, Cantar de las huestes
del príncipe Ígor (1185), es una conmovedora epopeya en la que un autor
anónimo apela a la unidad de los pueblos eslavos contra los invasores
nómadas asiáticos.
(Mitad del siglo XIII-XVII). Los tártaros saquearon Kíev a comienzos del siglo
XIII y, hacia 1240, sus hordas ya habían ocupado la mayor parte de Rusia. La
dominación tártara se prolongó durante dos siglos, periodo en el cual la cultura
rusa sufrió una gran decadencia. Tras la expulsión de los invasores en el siglo
XV, Moscú se convirtió en la nueva capital de Rusia. En 1453, cuando el
Imperio bizantino cayó en manos de los turcos otomanos, Rusia perdió, por una
trágica ironía de la historia, el contacto con la fuente de sus valores culturales
originales justo en el momento en que se estaba preparando para
reestructurarse políticamente tras haberse liberado de sus opresores. Así,
cuando empezaron a llegar las ideas renacentistas, Rusia se encontró con una
nueva cultura invasora a la que debía hacer frente, la de la civilización de
origen latino procedente de Europa occidental. Esta situación, unida a la
pérdida de sus valores culturales a causa de la larga dominación tártara y a la
imposibilidad de establecer contacto con la civilización bizantina, suprimida por
la invasión turca, quedó claramente reflejada en la autobiografía del religioso
Avvakum, La vida del arcipreste Avvakum (1672-1675).
52
combinó las formas clásicas con un uso muy personal e intensamente lírico de
la lengua rusa.
3 SIGLO XIX
3.1 Pushkin y sus contemporáneos
La literatura rusa entró en el periodo más rico de su historia con la obra del
poeta y prosista Alexandr Serguéievich Pushkin, que se inspiró en las fuentes
del pasado cultural ruso y supo hacer con ello una síntesis con la que creó una
lengua nueva que continúa siendo válida incluso en nuestros días. Hombre de
amplia cultura, influido por los conceptos de orden y armonía heredados del
neoclasicismo francés, se sumó con entusiasmo al romanticismo y durante sus
últimos años tendió hacia el naciente realismo que dominaría la literatura de la
segunda mitad del siglo XIX. Cultivó la imagen del poeta como figura
responsable, galante y dedicada por completo al arte y a la exaltación del
pueblo.
53
Su ingenio irreverente y su apasionado amor a la libertad le llevaron a
constantes enfrentamientos con el régimen del zar Nicolás I, que no sólo
sometió al autor a un continuo acoso y vigilancia, sino que, además, supervisó
personalmente su trabajo. A su muerte, Pushkin fue llorado por millones de
rusos, que le consideraron como el más importante poeta del país, opinión que
todavía sigue en pie.
Entre los más destacados escritores de esta época figuran el brillante fabulista
Iván Andréievich Krilov y el dramaturgo Alexandr Serguéievich Griboiédov,
autor de la famosa comedia social El mal de la razón (1825). Ambos
escribieron en verso. El segundo creó una amplia galería de personajes que se
convirtieron en proverbiales, los más citados de la lengua rusa. Después de
unos años, Pushkin encontró sucesor en el poeta y novelista Mijaíl Yúrievich
Lérmontov, un brillante y atormentado escritor que llegó a convertirse en la voz
más auténtica de un muy particular modo de entender el romanticismo. Sus
oscuras e intensas descripciones, tanto en poemas líricos como narrativos,
muy próximas a la agitada sensibilidad que caracterizó la vida y la obra del
poeta romántico inglés Lord Byron, resultan únicos por su fuerza y profundidad.
Su obra más conocida es la novela Un héroe de nuestro tiempo (1840), un
análisis de su vida, de sus valores y de su propia rebeldía. Poco antes de morir
retornó a la prosa y anticipó la dirección que tomaría la literatura rusa durante
los años siguientes. En esta creciente preferencia rusa por la prosa en
detrimento de la poesía hay dos excepciones sobresalientes, las de los poetas
Afanasi Afanásievich Fet y Fiódor Ivánovich Tíutchev.
La novela, el cuento y el teatro en prosa fueron las formas preferidas por los
escritores de este fértil periodo de la literatura. Cada uno de ellos hizo un uso
particular de estas formas y desarrolló su propio estilo y sus propios temas. Sin
embargo, algunas observaciones generales sí resultan válidas a la hora de
estudiar la producción literaria de esos años dorados que van de 1840 a 1880.
El término realismo, que generalmente se aplica a estas obras, indica que los
escritores se basaron en la vida cotidiana de las gentes de su época, que
intentaron alcanzar veracidad en las recreaciones de la experiencia y que
concebían sus obras como instrumentos para explorar importantes cuestiones
relacionadas con la posición del ser humano en el universo. Todos ellos eran,
asimismo, víctimas de las tensiones generadas por la endémica crisis social
que padecía el país. Fueron conscientes del desorden moral y la injusticia
social que les rodeaba, y tuvieron que enfrentarse tanto a la represión de la
censura gubernamental como a la presión que ejercían críticos literarios
radicales como Vissarion Grigórievich Belinski, Nikolái Gavrílovich
Chernishevski o Nikolái Alexándrovich Dobróliubov, que llamaban a los
escritores a utilizar su arte para reclamar programas urgentes de reforma social.
Cada uno se adaptó de un modo más o menos personal a la situación, aunque
la mayoría coincidió en la idea de que su arte no era ni una actividad cerrada y
autosuficiente, ni algo que pudiera ser controlado por autoridades extraliterarias.
La inteligencia moral soberana del escritor constituyó la base de la autonomía y
la integridad de la gran literatura rusa del siglo XIX.
54
3.2 Gógol
3.3 Turguéniev
3.4 Tolstói
55
tema central, la historia de varias familias rusas cuyos complejos destinos
parecen abarcar todas las posibilidades de la existencia humana, va más allá
de la mera descripción de un panorama histórico concreto.
3.5 Dostoievski
56
soberbios escritores habían dominado este periodo, existieron otros autores
menos importantes que, no obstante, contribuyeron con interesantes obras a
hacer de ésta la edad dorada de la literatura rusa. Así, el novelista Iván
Alexándrovich Goncharov, autor de Oblomov (1859), combinó agudas
observaciones de la realidad social con elementos doctrinarios y míticos
consiguiendo sorprendentes resultados, mientras que N. Shchedrin (seudónimo
de Mijaíl Yevgráfovich Saltikov, 1826-1889) describió la sociedad rusa de un
modo satírico y mordaz, como se puede comprobar en Historia de una ciudad
(1869-1870); en Los señores Golovliev (1876), una destacable novela que
describe el sufrimiento psicológico y la decadencia moral de una familia,
invierte los valores convencionales y la visión adoctrinadora cultivada por
Turguéniev, Tolstói y otros. En Historia de una familia rusa (1846-1856),
Serguei Timoféievich Axakov retrató con gran sensibilidad la vida familiar de la
alta burguesía rusa, tratamiento que influyó sobre muchos autores posteriores.
57
por sus deseos no expresados o por las peticiones sin respuesta que formulan
a la vida.
4 SIGLO XX
58
científica que marcó la época, construyó un universo poético de un alcance y
de una intensidad de sentimientos pocas veces igualado en la historia de la
poesía. Su vocabulario poético, que remite a lo cósmico, lo angélico y lo
demoniaco, es la expresión de las pasiones, anhelos y miedos más humanos.
A pesar de su habilidad para adentrar al lector en universos distintos al de la
realidad cotidiana, no perdió nunca el contacto con ésta, y poco después de la
Revolución Rusa produjo uno de sus mejores poemas, Los doce (1918), una
descripción viva y poderosa de las aventuras de un batallón del Ejército Rojo
encabezado, como se descubre en sus últimos versos, por el mismísimo
Jesucristo.
4.1 Gorki
59
literarios defendieron la idea de que su principal misión era la de crear nuevas
formas de arte apropiadas para la época que estaba abriéndose ante ellos. Así,
en la década de 1920, surgió una nueva escuela de pensamiento, inspirada por
la idea de que una nueva cultura proletaria reemplazaría a las formas
heredadas del pasado, para lo cual se debería utilizar la literatura como
elemento de concienciación y cambio. Los escritores futuristas, encabezados
por el poeta Vladímir Vladimírovich Maiakovski, propusieron un drástico cambio
de las formas, imágenes literarias y de la textura misma del lenguaje. Otro
grupo más conservador, conocido como los Hermanos Serapion, prefirieron
mantenerse más fieles a las tradiciones clásicas rusas, defendiendo la literatura
como actividad autónoma.
60
de acontecimientos tanto personales como históricos, inspirados por una
disciplina política y militar: un comisario político logra domar al legendario héroe
guerrillero Chapáiev, y le hace trabajar para los austeros ideales de la
revolución. Esta combinación de realismo literario y didacticismo político se
convirtió en la tónica dominante de la narrativa soviética. Chapáiev pasó a ser
admirado como uno de los primeros documentos del llamado realismo
socialista que clamó por la presentación de las relaciones humanas
fundamentalmente bajo su aspecto político, y que se convertiría en la doctrina
artística oficial de la Unión Soviética a partir de 1934.
61
los esfuerzos dialécticos de los miembros del partido. Los mejores escritores
trataron de adaptarse a estas fórmulas, Leónov, por ejemplo, escribió dos
novelas en respuesta a las demandas sociales, El río Sot (1930) y Skutarevski
(1932). Mijaíl Alexándrovich Shólojov, excepcional novelista, escribió la más
persuasiva descripción de la crisis agrícola, Campos roturados (1932).
62
interesantes autores de relatos cortos, que cultivaban un estilo más o menos
análogo al de Chéjov, eliminaron o redujeron significativamente los contenidos
políticos de sus obras, a la vez que escogieron como tema los dramas de las
vidas de las gentes de los rincones más apartados del país.
El editor italiano Feltrinelli publicó por primera vez El doctor Zhivago (1957), de
Borís Pasternak, en italiano y desde este idioma se hicieron las traducciones
que se publicaron en otros países. No fue sino hasta 1987 cuando pudo leerse
en ruso. El doctor Zhivago, que narra la historia del viaje de un solitario
individualista a través del caos de la guerra civil en busca de una experiencia
auténticamente humana, restablece muchos de los temas tradicionales de los
escritores del siglo XIX y cuestiona los resultados de la sociedad marxista. En
1958 se le concedió el Premio Nobel de Literatura a su autor, quien, sometido a
poderosas presiones oficiales, no lo aceptó.
El único recurso que les quedaba a muchos escritores soviéticos era publicar
sus obras en el extranjero. A comienzos de la década de 1960, el ya conocido
crítico y erudito Andrei Siniavski publicó una sucesión de brillantes obras bajo
el seudónimo de Abram Tertz, entre ellas se encontraba un artículo
salvajemente irónico titulado “¿Qué es el realismo socialista?”, en el que
atacaba los fundamentos intelectuales de esa doctrina, además de una serie de
historias fantásticas y una colección de sombrías meditaciones filosóficas en
las cuales hizo pública su fe católica. En 1966 fue condenado, junto con otro
escritor, Yuli Markóvich Daniel, a trabajos forzados por difamar a la Unión
Soviética.
63
breve Un día en la vida de Iván Denísovich, que trata de su experiencia en los
campos de concentración, aunque sus dos novelas más importantes, El primer
círculo (1968) y El pabellón del cáncer (1968-1969), no se salvaron de la
censura en su país y, en contra de la voluntad de su autor, se publicaron más
tarde en Occidente. La narrativa de Solzhenitsin recapitula su propia vida,
primero como veterano del Ejército y, después, como condenado en los
campos de concentración de su país y víctima del cáncer. Su versión literaria
de estas experiencias constituyó una llamada profética a la purificación moral
de su tierra, y una vuelta a un socialismo ético y a un mundo en el que
prevalecieran la verdad y la decencia. Sus protestas contra la censura, contra
su propia expulsión de la Unión de Escritores y contra la práctica de confinar a
los intelectuales disidentes en sanatorios mentales, constituyeron algunos de
los compromisos morales de toda su obra narrativa. Solzhenitsin vivió en
Estados Unidos y regresó a Rusia en 1994. Posteriormente decidiría vivir en
Suecia. Recibió el Premio Nobel de Literatura en 1970, gesto que el gobierno y
la Unión de Escritores Soviéticos condenaron con dureza.
Literatura alemana
1 INTRODUCCIÓN
64
desarrollo de la lengua alemana y el crecimiento y unificación de Alemania
como nación. Véase también Literatura austriaca; Suiza: Literatura.
Bajo el dominio del franco Carlos Martel se fundaron muchas abadías, entre
ellas la famosa de Sankt Gallen (ahora en Suiza) y la de Fulda en Alemania. En
estas abadías los monjes preservaron la literatura antigua tanto como la
historia de su propia época. Sin embargo, durante este periodo la mayoría de
las obras literarias fueron escritas en latín, usándose el alemán principalmente
para traducciones de la lengua antigua. Un ejemplo de poema épico escrito en
latín es el Walthariuslied (Cantar de Walter, 930?) de Ekkehard, el abad de
Sankt Gallen, que cuenta la fuga del héroe Walter de la corte de Atila y su boda
posterior. Además de poemas épicos como éstos escritos para las cortes
palaciegas, durante los siglos IX y X se desarrolló una literatura oral popular.
De ella formaban parte cuentos y baladas que hasta aproximadamente el siglo
XIV no se fijaron por escrito.
4 LA REFORMA (1500-1700)
66
A fines del siglo XV el teatro en alemán, hasta entonces limitado a
representaciones de la Pasión y otros espectáculos religiosos, comenzó a
tomar forma secularizada en los Fastnachtsspiele (‘representaciones de
carnaval’), piezas teatrales cómico-alegóricas que se representaban durante la
época de carnaval. Elementos de ese mundo penetraron gradualmente incluso
en las obras religiosas de Navidad y Pascua. Entre los dramaturgos
importantes del periodo de la Reforma están Burkard Waldis, que escribió
también fábulas satíricas, Nikodemus Frischlin y Hans Sachs, poeta y
dramaturgo que se hizo famoso con sus Fastnachtsspiele.
A principios del siglo XVII, el crítico Martin Opitz llevó a cabo un intento de
incorporar influencias francesas en la literatura alemana. En su obra principal,
Das Buch von der deutschen Poeterey (Libro de la poesía alemana, 1624),
Opitz pedía que los escritores alemanes imitaran los modelos franceses en
estilo, metros y temas. Aunque algunas academias literarias llevaron sus reglas
hasta extremos de complicada formalidad, otros poetas, influidos por Opitz,
alcanzaron una creciente individualidad de expresión. Entre ellos se encuentran
Simon Dach, Paul Flemming, Johann Scheffler, comúnmente llamado Angelus
Silesius, y el barón Friedrich von Logau. La poesía protestante del siglo XVII
alcanzó su cumbre en los himnos de Paul Gerhardt.
5 SIGLO XVIII
Al comienzo del siglo XVIII la vida cultural alemana se había hecho más
receptiva a los nuevos modelos e ideas literarias. Novelas como Robinson
Crusoe, del novelista inglés Daniel Defoe, fueron ampliamente leídas en
Alemania, y significaron la decadencia de la narración heroica y el incremento
del realismo en la novela alemana. Un crítico notable del periodo fue Johann
Christoph Gottsched, cuyo Versuch einer critischen Dichtkunst vor die
Deutschen (Ensayo de una poética crítica para los alemanes, 1730) fijó las
normas derivadas de la lógica y la precisión de la literatura francesa. Gottsched
intentó también reformar el teatro, como árbitro literario y traductor de piezas
francesas, griegas y latinas. Su influencia literaria, sin embargo, fue desafiada
por un grupo de escritores jóvenes que deseaban liberar a la literatura alemana
de la restrictiva influencia de los modelos extranjeros. Estimulados por el
nacionalismo de Federico II el Grande, pero influidos también por sus amplios
intereses culturales, estos escritores encabezaron una de las épocas más
importantes de la literatura alemana. Entre las sucesivas fases de esta época
se encuentran el periodo preclásico (1748-1788), el movimiento del Sturm und
67
Drang (que comenzó hacia 1770), y los periodos clásico (1788-1798) y
romántico (1798-1832).
El filósofo Johann Gottfried von Herder fue la figura dominante de este nuevo
movimiento, que tomó su nombre de la pieza teatral Sturm und Drang
(Tormenta e impulso, 1776) de Friedrich Maximilian von Klinger, uno de los
jóvenes escritores deslumbrados por el rechazo de las autoridades
tradicionales que llevó a cabo Herder. Los miembros de este grupo
abandonaron el racionalismo y la preocupación por la forma y la estructura que
habían caracterizado el teatro clásico y francés. Influidos por los estudios de
Herder de los pueblos primitivos y la cultura popular, acentuaron el uso de
elementos nacionales o populares, y buscaron inspiración en el Volkslied
(poesía popular) y en otros aspectos de la cultura alemana. Su deseo de
emancipación fue simbolizado en poemas y dramas que trataban de individuos
heroicos dominados por emociones incontroladas y comprometidos en
conflictos inmensos.
Muchos elementos del Sturm und Drang se pueden encontrar en los primeros
dramas de dos de los más importantes autores alemanes, Johann Wolfgang
von Goethe y Friedrich von Schiller. La temprana obra teatral de Goethe, Götz
von Berlichingen (1773), de clara inspiración shakesperiana, trata de un
caballero del siglo XVI, opuesto a la aristocracia y a la iglesia, que dirige una
revuelta de campesinos. La melancolía introspectiva, otro de los rasgos del
68
Sturm und Drang, se manifiesta claramente en la novela de Goethe, Die Leiden
des jungen Werthers (Las desventuras del joven Werther, 1774). El héroe
sentimental, desgraciado en amores, se suicida. Cientos de lectores jóvenes,
según ciertos estudios, siguieron el ejemplo de Werther. La obra más
importante de Goethe en este periodo es el llamado Urfaust, la versión
conservada más antigua de su largo drama poético Faust (2 volúmenes, 1808-
1832), completado en los últimos años de la vida del poeta. Schiller, en Die
Räuber (Los bandidos, 1781) y Kabale und Liebe (Intrigas y amor, 1783), puso
el acento en los aspectos políticos del Sturm und Drang, atacando la tiranía
política y la corrupción social.
69
fantasía y su sentido de lo grotesco, lo colocan cerca del movimiento romántico,
que dominaba en la literatura alemana a comienzos del siglo XIX.
Los temas románticos caracterizan la obra del poeta Friedrich von Hardenberg,
conocido como Novalis, autor de los misteriosos y profundamente religiosos
Hymnen an die Nacht (Himnos a la noche, 1800) y de la novela Heinrich von
Ofterdingen (1802). A Ludwig Tieck, poeta, dramaturgo y novelista, le faltaba la
profundidad y el sentimiento religioso de Novalis, pero era extremadamente
elocuente y estaba dotado para la expresión de elementos poéticos, fantásticos
y satíricos. Joseph Eichendorff cantó la belleza de la naturaleza en sus poemas,
y las virtudes de la pereza en su obra en prosa Aus dem Leben eines
Taugenichts (La vida de un vagabundo tunante, 1826). La ternura genuina de la
canción popular se encuentra en los poemas de Adelbert von Chamisso,
aunque muchos tengan elementos trágicos, como muestra su obra en prosa,
Peter Schlemihls wundersame Geschichte (La historia maravillosa de Peter
Schlemihl, 1814). El escritor de baladas más importante de esta generación fue
Ludwig Uhland. Uno de los maestros de la poesía y la prosa fue Eduard Mörike;
la tranquila calma de su escritura contrasta con la melancolía de la poesía de
Nikolaus Lenau. La mayoría de los poetas románticos fueron también
magníficos narradores, pero el prosista más original de este periodo fue E. T. A.
Hoffmann, el maestro de los cuentos que tratan de lo sobrenatural.
Las ideas políticas dominaron el teatro alemán del siglo XIX. Además de Kleist,
Christian Dietrich Grabbe y otros escritores produjeron piezas significativas. El
más importante, sin embargo, fue el dramaturgo revolucionario Georg Büchner,
un pionero en el realismo psicológico, cuyas obras continúan representándose.
Su Dantons Tod (La muerte de Danton, 1835) analiza la futilidad y apatía que
se apoderaron del líder revolucionario francés Georges Jacques Danton al final
de su vida. En Woyzeck (1836) —más conocida en la versión operística del
compositor austriaco Alban Berg— Büchner pinta la trágica desintegración de
un pobre soldado al que una sociedad injusta y cruel ha convertido en víctima.
El tema, el estilo y la profunda introspección psicológica de esta obra la
señalan como pieza clave del teatro alemán moderno.
71
que siguió a la represión política de 1848, es evidente en la obra de Wagner.
Schopenhauer, en su obra principal Die Welt als Wille und Vorstellung (El
mundo como voluntad y representación, 1819), concibe un principio activo
fundamental, la voluntad, que opera como fuerza conductora en todas las
formas de existencia y que, en los seres humanos, causa una insatisfacción y
un sufrimiento inevitables, salvo que sean contrarrestados por una actitud de
santa resignación. Esta concepción de una fuerza primigenia que gobierna en
el comportamiento humano iba a tener una significativa influencia en la
literatura y la filosofía alemanas posteriores.
Entre los narradores más populares de mediados del siglo XIX se encuentra la
poetisa baronesa Annette Elisabeth von Droste-Hülshoff, conocida por su
novela corta Die Judenbuche (El haya de los judíos, 1842). Detalladas
descripciones de la naturaleza caracterizan las novelas de Adalbert Stifter; Der
Nachsommer (El veranillo de San Martín, 1857) y Witiko (3 volúmenes, 1865-
1867) son sus obras más famosas. El novelista suizo Gottfried Keller, en su
novela autobiográfica Der grüne Heinrich (Enrique el verde, 4 volúmenes, 1854-
1855), continuó la tradición del Bildungsroman, iniciada en la obra de Goethe,
Wilhelm Meisters Lehrjahre (Los años de aprendizaje de Wilhelm Meister, 4
volúmenes, 1795-1796). La vida rural y los problemas del individuo en una
sociedad en expansión son retratados por los novelistas Albert Bitzius, que
utilizaba el seudónimo Jeremias Gotthelf, y Wilhelm Raabe. Conrad Ferdinand
Meyer, poeta y novelista, elige personajes de la edad media para muchas de
sus baladas y narraciones. La comunión de los seres humanos y la naturaleza
constituye un tema recurrente en la poesía y las novelas cortas de Hans
Theodor Storm. “Immensee” (1852), una de sus narraciones más famosas, es
un cuento lírico y nostálgico sobre la infancia. Al final, su estilo se hace más
sombrío, como puede comprobarse en Der Schimmelreiter (El jinete del caballo
blanco, 1888), obra en la que muestra el efecto del mar en la vida de los
habitantes de las costas. Theodor Fontane, escritor de baladas y novelas, se
hizo famoso por sus perspicaces críticas de la sociedad alemana a fines del
siglo XIX.
72
Tras la unificación de los estados alemanes en 1871, las tendencias
revolucionarias de la literatura alemana empezaron a entrar en conflicto con el
militarismo y el materialismo económico de la burguesía alemana. El principal
representante de esta última, el estadista prusiano y primer canciller del
Imperio Alemán, el príncipe Otto von Bismarck, expresó la visión dominante en
la sociedad contemporánea en sus memorias tituladas Gedanken und
Errinerungen (Memorias, 1898). Sin embargo, el poeta y filósofo Friedrich
Wilhelm Nietzsche realizó una crítica demoledora de los valores sociales
existentes. En libros como Jenseits von Gut und Böse (Más allá del bien y del
mal, 1886) y Wille zur Macht (La voluntad de poder, 1901), Nietzsche
rechazaba los valores religiosos tradicionales de la moralidad burguesa y el
idealismo predominante en la filosofía alemana. Expuso su poética visión de un
nuevo tipo de ser humano como figura dominante de una sociedad
radicalmente transformada en la obra Also sprach Zarathustra (Así hablaba
Zaratustra, 1883). Este nuevo tipo, el Übermensch (‘superhombre’), daría
cuerpo a las mejores cualidades del individuo creativo, la expresión más alta de
la “voluntad de poder”, la fuerza que produce todo esfuerzo humano.
7.1 Naturalismo
73
dramaturgo Gerhart Hauptmann. En su obra Vor Sonnenaufgang (Antes de
amanecer, 1889) describe a los seres humanos como víctimas de la herencia y
del entorno, condenados a luchas desesperadas contra fuerzas que no pueden
controlar. Este tema, así como la forma de presentarlo, anticipaba muchos
tratamientos similares en la literatura moderna. En una obra posterior de
Hauptmann, Die Weber (Los tejedores, 1892), el héroe del drama está
representado por un grupo social. En los últimos escritos de Hauptmann se
produce una transición desde el naturalismo hacia el movimiento literario
conocido como impresionismo, en el que el detallismo realista es sustituido por
una pintura de las impresiones que los objetos ejercen en la visión individual
del artista.
7.2 Expresionismo
74
Der Hauptmann von Köpenick (El capitán de Köpenick, 1931) y el guión para
Der blaue Engel (El ángel azul, 1930), el film de Josef von Sternberg.
El dramaturgo más original y sugerente del periodo moderno fue Bertolt Brecht.
Empezó como expresionista, pero pronto desarrolló su propio estilo al
comenzar con su teatro épico, en el que utilizaba baladas, elementos
documentales y otras innovaciones como comentarios a la acción dramática.
Igual que Wagner, creía en la misión de la escena como centro de enseñanza
política y moral. En sus numerosas obras, entre las que se encuentran Mutter
Courage und ihre Kinder (Madre Coraje y sus hijos, 1941), Der Kaukasische
Kreidekreis (El círculo de tiza caucasiano, 1944-1945) y Der gute Mensch von
Sezuan (La persona buena de Sezuan, 1943), escribió parábolas dramáticas
para educar a su público. La influencia de Brecht se extendió por todo el mundo
y muchos escritores más jóvenes adoptaron las técnicas dramáticas que él
desarrolló. Entre los discípulos de Brecht se encuentra Peter Weiss, famoso
por su apasionado drama documental Marat-Sade (1964), Rolf Hochhuth y
Heinar Kipphart, que han alcanzado éxito con el llamado teatro documental en
el que se llevan a la escena acontecimientos históricos. El dramaturgo suizo
Friedrich Dürrenmatt ha reanimando el teatro con importantes obras eclécticas,
cínicas y melodramáticas. Max Rudolf Frisch mantiene creencias más fuertes y
convicciones morales más profundas que Dürrenmat, pero ha tenido menos
éxito de público internacional.
75
Huch. En prosa, las obras más famosas de Franz Werfel son las novelas Die
vierzig Tage des Musa Dagh (Los cuarenta días de Musa Dagh, 1933) y Das
Lied von Bernardette (La canción de Bernardette, 1941). Alfred Döblin, en su
novela Berlin Alexanderplatz (1930), encontró un original estilo de montaje para
presentar la situación de la clase obrera berlinesa.
76
Dehmel. Hugo von Hofmannsthal desarrolló sus dotes poéticas en poemas
líricos y en libretos para óperas del compositor alemán Richard Strauss. El
principal exponente del movimiento simbolista en la poesía alemana fue Stefan
George, que, como Nietzsche, intentó recuperar el papel del poeta como crítico
del materialismo y de la corrupción. Una tarea similar se propuso el también
famoso poeta moderno alemán Rainer Maria Rilke. En Die Sonette an Orpheus
(Sonetos a Orfeo, 1923), Rilke intentó transmitir las misteriosas percepciones
de la belleza que tiene el poeta.
Tras el colapso del régimen de Hitler, tuvo lugar una renovación considerable
de la literatura alemana. Muchos escritores continuaron su tarea en la novela
del siglo XX y en la poesía moderna. El serial radiofónico se convirtió en una
prometedora forma de arte; muchos de estos dramas, dedicados al análisis de
la vida moderna, fueron contribuciones de escritores más conocidos como
poetas, narradores y novelistas, entre los que hay que incluir a Marie Luise
Kaschnitz, Günther Eich, Wolfgang Weyrauch, Ilse Aichinger y Siegfried Lenz.
77
Deutschen sterben aus (Partos mentales, 1980), obras en las que mezcla lo
fantástico y lo macabro.
Hermann Hesse
Hermann Hesse (1877-1962), novelista y poeta alemán, nacionalizado suizo,
que por sus ideas irracionalistas y místicas anticipó en muchos aspectos las
vanguardias europeas. A su muerte, se convirtió en una figura de culto en el
mundo occidental.
Thomas Mann
Thomas Mann (1875-1955), novelista y crítico alemán, una de las figuras más
importantes de la literatura alemana de la primera mitad del siglo XX; sus
novelas exploran la relación entre el artista y el burgués o entre la vida
contemplativa y la de acción.
Mann, hermano menor del novelista y dramaturgo Heinrich Mann, nació en una
antigua familia de comerciantes en Lübeck, el 6 de junio de 1875. Después de
la muerte de su padre, la familia se trasladó a Munich, donde Thomas frecuentó
los círculos culturales y artísticos. Fue miembro del comité de dirección de la
revista satírica Simplicissimus, antes de dedicarse a la escritura como profesión.
Su pensamiento estuvo marcado por las influencias de Arthur Schopenhauer,
Richard Wagner y Friedrich Nietzsche, hasta tal punto que, en uno de sus
últimos libros, Ensayos de tres décadas (1947), analiza sus propios escritos
literarios rastreando las influencias de esos pensadores y de otros artistas.
79
El escritor español Francisco Ayala tradujo algunas de sus obras durante su
exilio en Buenos Aires.
Mann fue también un notable crítico literario. Entre sus escritos críticos se
encuentra Consideraciones de un apolítico (1918), un ensayo autobiográfico en
el que llega a la conclusión de que un artista debe estar integrado en la
sociedad. Su propio compromiso le llevó a la pérdida de la nacionalidad
alemana en 1936 —a pesar de que había recibido en 1929 el Premio Nobel de
Literatura— y que se exilió de Alemania en 1933, después de la llegada al
poder de Adolf Hitler. Mann se refugió primero en Suiza y después en los
Estados Unidos (1938), de donde se hizo ciudadano en 1944. En 1953 se
estableció cerca de Zurich (Suiza), donde murió el 12 de agosto de 1955. Fue
padre del autor Klaus Mann y de la escritora y actriz Erika Mann.
Franz Kafka
1 INTRODUCCIÓN
2 VIDA
3 OBRA
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Los temas de la obra de Kafka son la soledad, la frustración y la angustiosa
sensación de culpabilidad que experimenta el individuo al verse amenazado
por unas fuerzas desconocidas que no alcanza a comprender y se hallan fuera
de su control. En filosofía, Kafka es afín al danés Sören Kierkegaard y a los
existencialistas del siglo XX (ver Existencialismo). En cuanto a técnica literaria,
su obra participa de las características del expresionismo y del surrealismo. El
estilo lúcido e irónico de Kafka, en el que se mezclan con naturalidad fantasía y
realidad, da a su obra un aire claustrofóbico y fantasmal, como sucede por
ejemplo en su relato La metamorfosis (1915). Gregorio Samsa, el protagonista,
un voluntarioso agente de seguros, descubre al despertar una mañana que se
ha convertido en un enorme insecto; su familia lo rechaza y deja que muera
solo. Otro de sus relatos, En la colonia penitenciaria (1919), es una
escalofriante fantasía sobre las cárceles y la tortura.
Heinrich Böll
Heinrich Böll (1917-1985), novelista alemán y premio Nobel, es una de las
principales figuras de la literatura alemana posterior a la II Guerra Mundial.
Günter Grass
Günter Grass (1927- ), escritor alemán, una de las figuras capitales de la
literatura alemana después de la II Guerra Mundial. En 1999 fue galardonado
con el prestigioso Premio Nobel y ese mismo año recibió el Premio Príncipe de
Asturias de las Letras.
Literatura francesa
1 INTRODUCCIÓN
2 LITERATURA PRECLÁSICA
Las canciones de gesta son poemas largos que relatan las proezas de los
caballeros cristianos compuestas posiblemente por trovadores errantes,
conocidos como juglares, para entretener a peregrinos o a las cortes feudales.
Los autores de las canciones se inspiraban en tres fuentes principales, por lo
que los poemas se clasifican en tres grupos: los ciclos francés, bretón y clásico.
El ciclo francés trata principalmente de héroes franceses que ponen sus armas
al servicio de la religión. La figura central es Carlomagno, que se convierte en
el héroe del cristianismo. El poema épico más famoso de este grupo,
compuesto a principios del siglo XII, es la Chanson de Roland.
83
Aquiles, Ulises, y a los héroes de Tebas, Troya y Roma. La obra más conocida
de este ciclo es el Roman d'Alexandre.
Al mismo tiempo existía una literatura más popular basada en historias breves
en verso. Al principio estas obras trataban sólo temas religiosos, que indicaban
la preponderancia de la Iglesia sobre la vida y el arte. Pero poco a poco estos
textos fueron haciéndose cada vez más profanos. Los fabliaux florecieron en
los siglos XII y XIII, y aparecieron en este periodo las sátiras Le Roman de
Renart y Le Roman de la Rose.
La corriente didáctica y alegórica llegó más lejos aún, en el siglo XIII, con el
Roman de la Rose, una obra de unos 22.000 versos en la que la rosa simboliza
el amor y la amada; el deseo del poeta es entrar en el jardín y conseguir la rosa.
Los primeros 4.000 versos los compuso Guillaume de Lorris, y Jean de Meun
(o Meung; entre 1240 y 1305) más tarde escribió el resto del poema. La
influencia de este texto se extendió por toda Europa hasta el siglo XVII.
Influida por la poesía árabe y por los ritos precristianos, se cultivó en la corte de
los condes de Toulouse y de Leonor de Aquitania una poesía trovadoresca que
instauró una concepción del amor integrada en el sistema de valores feudal
(véase Amor cortés). La poesía de los trovadores provenzales hizo su aparición
a principios del siglo XII y tuvo en la figura de Guillermo de Aquitania su primer
gran representante. Esta poesía alcanzó su plenitud expresiva en los poetas
Bertran de Born, Arnaud Daniel y Guiraut de Bornelh.
84
del nacimiento y la pasión de Cristo. Con la aparición de actores aficionados en
el siglo XII, se adoptó el francés en el drama profano o secular, que empleaba
aún temas bíblicos. En el siglo XIII se amplió el temario con milagros sobre los
santos y la Virgen María. De este periodo datan también la primera obra
pastoral y ópera cómica, El juego de Robin y de Marion. Los milagros de la
Virgen María fueron el tema favorito durante el siglo XIV, y más adelante fueron
adaptadas, como representaciones sueltas, las canciones en estas obras
religiosas. En el siglo siguiente, el interés popular por el teatro aumentó, y las
producciones teatrales se liberaron de la influencia eclesiástica.
Son dignos de mención tan sólo unos pocos historiadores, entre ellos
Godofredo de Villehardouin y Jean de Joinville, cronistas de las Cruzadas;
Christine de Pisan, autora de crónicas de la corte en elegantes versos; y Alain
Chartier, cronista en verso de la desastrosa batalla de Agincourt. Todos ellos
fueron eclipsados por Jean Froissart, cuyas crónicas describían intensamente
el mundo de las órdenes de caballerías. Las Memorias (1524) de Philippe de
Comines, que contenían ideas similares a las de su coetáneo italiano
Maquiavelo, aportaron el primer relato francés de los sucesos políticos, desde
el punto de vista de un hombre de Estado.
2.2 El renacimiento
85
Las nuevas ideas del renacimiento y en especial el nuevo concepto del
humanismo hicieron su primera aparición en los escritos de François Rabelais.
De sus cinco libros, los más famosos son Pantagruel (1532) y Gargantúa
(1534), cómicas historias épicas de gigantes. Rabelais utilizó estos personajes
para personificar la libertad y potencialidad del humanismo, que quería lograr el
desarrollo completo del cuerpo y de la mente. Recomendaba una amplia
moralidad, llamada pantagruelismo, dedicada a satisfacer todo lo que requería
la naturaleza humana, como una manera de aceptar racionalmente la realidad.
Rabelais proyecta un realismo, germinado en la alegoría Le Roman de la rose,
que vuelve a aparecer en el siglo XVII en las comedias del dramaturgo Molière.
Uno de los escritores en prosa más importantes de Francia, Rabelais destacó
por su vitalidad e ingenio y su fe ilimitada en la capacidad del espíritu humano.
3 CLASICISMO E ILUSTRACIÓN
Una de las primeras figuras del clasicismo fue François de Malherbe, que a
pesar de ser un poeta mediocre, estableció los criterios literarios del siglo: la
razón pura, el sentido común y la perfección de la forma. En la consolidación
de estos principios contribuyeron las influencias del salón de la marquesa de
Rambouillet y de la Academia Francesa.
86
destacar otra mujer que influyó en la moda literaria de la época, la marquesa de
Maintenon.
Molière, el tercer gran escritor de teatro del siglo XVII, es el maestro francés de
la comedia. Su agudo sentido teatral hace que sus obras sigan siendo
representadas con éxito hoy en día. Esto puede ser atribuido, al menos en
parte, al hecho de haber sido actor y director. Entre sus comedias más
87
conocidas están Las preciosas ridiculas, Tartufo (1664), El misántropo (1666), y
El burgués gentilhombre (1670). Molière satirizó los puntos débiles de la época,
como el amaneramiento de los salones literarios, y los fallos humanos más
comunes como la hipocresía, la credulidad, la avaricia, y la hipocondría. Sus
creencias filosóficas, semejantes a las de Rabelais y Montaigne, pregonaban el
derecho del individuo a desarrollarse según su propia voluntad.
Entre otros escritores notables de la época estaban los dos moralistas François
de la Rochefoucauld y Jean de la Bruyère. La Rochefoucauld ha sido
considerado uno de los epigramistas más famosos de todos los tiempos. En
sus Reflexiones y máximas morales (1665), combina el interiorismo psicológico
con una concisión que da a cada uno de sus epigramas brillantez y equilibrio.
Su condición social de aristócrata otorgó autoridad a su opinión sobre la vida
de la corte. Dado que la esencia de sus máximas es la vanidad de la pretensión
humana y de la rivalidad, fue un aliado de los jansenistas.
El juicio moral que La Bruyère hizo de su tiempo fue más duro y más
comprensivo que el de La Rochefoucauld. Su obra principal, Les "caractères"
de Théophraste, traduits du grec, avec les caractères ou les moeurs de ce
siècle (Los caracteres de Teofrasto, traducidos del griego, con los caracteres o
las costumbres de este siglo, 1688) es una colección de epigramas con retratos
de estudios de personajes y personalidades satirizadas aquí y allá, que
encarnaban los vicios y debilidades de su tiempo.
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El siglo XVIII, época de la Ilustración, se llamó así porque la mayor parte del
esfuerzo intelectual se concentró en disipar la superstición y el oscurantismo de
la Iglesia y de otras doctrinas institucionales. Estuvieron entre sus precursores
François de Salignac de la Mothe Fénelon, Bernard le Bovier Fontenelle, y
Pierre Bayle. En la Historia de los oráculos (1686) Fontenelle atacó la base
milagrosa del cristianismo y de la Iglesia con el pretexto de exponer la
credulidad de los griegos y de los romanos. El Telémaco de Fénelon (1699)
abogaba por la tolerancia religiosa y la escribió como guía para su discípulo
real, el duque de Bourgogne. Estos dos escritores se distinguieron por su buen
estilo.
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reclasificación de la flora y fauna, que tanto preocupó a los naturalistas del siglo
XVIII.
4 EL SIGLO XIX
Durante el siglo XIX surgieron numerosos grupos literarios. Los primeros fueron
los románticos, seguidos por los realistas, parnasianos, simbolistas y
naturalistas.
4.1 Romanticismo
90
El conflicto entre el pensamiento revolucionario y reaccionario tras la
restauración de la monarquía francesa en 1815 se vio reflejado en la literatura.
Los principales escritores conservadores han sido mencionados anteriormente
y entre los escritores radicales se encuentran el poeta Pierre Jean de Béranger,
que estuvo dos veces en prisión por sus ideas republicanas expresadas en su
obra; la novelista y una de las primeras feministas George Sand, que fue
pionera de la novela social; el historiador Jules Michelet, que exaltaba la
Revolución Francesa, y algunos precursores del socialismo como Saint-Simon,
Charles Fourier, Pierre Proudhon y Louis Blanc. En un punto intermedio se
encuentran las obras de los historiadores François Guizot, Adolphe Thiers y
Augustin Thierry, y los escritos de Benjamin Constant. La novela más famosa
de Constant, Adolfo (1816), en la que describe su tormentosa relación con
Madame de Staël, no tiene sin embargo ningún trasfondo político.
4.2 Realismo
91
4.3 Parnasianismo y simbolismo
4.4 Naturalismo
Al final del siglo XIX algunas de las tendencias realistas, que tuvieron en la
obra de Flaubert su máximo ejemplo, llevaron a la corriente llamada
naturalismo, que hacía especial hincapié en el entorno y la herencia como
principales determinantes de la acción humana. Dirigió esta corriente el
historiador y crítico Hippolyte Taine, cuya obra más famosa es Historia de la
literatura inglesa (1863-1864). Taine creía que actitudes humanas, como la
virtud y el vicio son productos como el azúcar y los ácidos, y que la cultura
humana es el resultado de influencias formativas como la raza y el clima. Los
hermanos y colaboradores literarios Edmond y Jules de Goncourt fueron
teóricos y defensores de la novela naturalista. Destacaron con Germinie
Lacerteux (1864). Tras la muerte de su hermano, Edmond de Goncourt fundó y
legó testamentariamente sus bienes a la sociedad Goncourt que tenía como fin
alentar la literatura naturalista. Influyó en la obra de Alphonse Daudet, un
92
novelista realista —más conocido por sus descripciones de Provenza en Cartas
desde mi molino (1869)— cuya obra está plagada de humor.
Anatole France tenía una visión social parecida, en cierto modo, a la de Zola,
pero él utilizó la ironía en su expresión. Sus libros son un comentario de la
irracionalidad de las fuerzas sociales. Están llenos de compasión hacia el débil,
y de ira contra los abusos de poder. Sus obras más características son, quizás,
la novela corta realista, El caso Crainqueville (1901), y sus fantasías satíricas
La isla de los pingüinos (1908) y La rebelión de los ángeles (1914).
Otro gran escritor del siglo XIX fue el naturalista Jean Henri Fabre. Sus
estudios sobre la vida de los insectos, muy fáciles de leer, se han convertido en
modelo para popularizar textos científicos, tanto en Francia como en el
extranjero.
5 EL SIGLO XX
93
rápidos, que es necesario que los veamos desde la perspectiva del tiempo para
comprenderlos bien.
94
Guillaume Apollinaire fue escritor y poeta de manifiestos culturales. Su obra
Los pintores cubistas (1913) sirvió de instrumento para establecer la escuela
cubista de pintura. Sus volúmenes de poemas Alcoholes (1913) y Caligramas
(1918) fueron muy populares entre los surrealistas, grupo en el que influyó de
manera notable.
Paul Valéry comenzó como simbolista y llegó a ser uno de los mejores poetas
psicológicos de su tiempo. A través de su técnica, intentó expresar sus ideas
abstractas dentro de la más rigurosa estructura formal. Mallarmé y Valéry
siguieron la tendencia de la poesía francesa moderna introducida por
Baudelaire, a través de sus traducciones de las obras del escritor
estadounidense del siglo XIX Edgar Allan Poe, y de sus propios trabajos. Se
caracteriza, en parte, por una inquietud especial por el sonido significativo. En
su definición del simbolismo, Valéry observaba que la nueva poesía quería
recuperar de la música lo que le pertenecía. En la práctica, sin embargo, Valéry
volvió a utilizar las reglas clásicas de la métrica. Creía que en el acto de escribir
la poesía se doblega ante la voluntad con una fuerza útil.
Los temas de las novelas de Henry de Montherlant abarcan desde los deportes
(Las olímpicas, 1924) a las corridas de toros (Los bestiarios, 1926), o el lugar
de la mujer en la vida moderna (Adolescentes, 4 volúmenes, 1936-1939).
Como en el caso de Mauriac y Giraudoux, Montherlant también escribió teatro,
tragedias históricas como La Reina muerta (1942) y algunas obras dramáticas
situadas en la época moderna.
95
Francia, sino también en Alemania, Inglaterra y Estados Unidos. El ensayista
André Maurois escribió sobre la guerra en clave de humor en Los silencios del
coronel Bramble (1918). Más tarde fue uno de los primeros en escribir
biografías noveladas como Ariel, o la vida de Shelley (1923). La suave ironía
con la que el cirujano Georges Duhamel trató el tema bélico en Vida de
mártires (1917) le separó tanto de aquéllos que veían la guerra como una
experiencia gloriosa como de los que sólo veían el horror. En sus últimas
novelas Duhamel se convirtió en cronista de la Francia burguesa. Todos los
horrores de la I Guerra Mundial aparecieron en toda su crudeza en El gran
rebaño (1931) de Jean Giono, cuyas obras muestran un pacifismo militante y
una antipatía por la hegemonía de las máquinas.
96
des reves (La necesidad de la vida y la consecuencia de los sueños, 1921), son
modelos de imágenes independientes entre sí. Cuando se unió al grupo
surrealista, en 1923, Eluard entrelazó las imágenes en la contemplación del
amor como parte del espíritu universal, particularmente en Morir de no morir
(1924) y Capital del dolor (1926). En estos libros las imágenes emanan del
poeta, sin conexión alguna con la naturaleza, que es una entidad separada.
Aunque rompió su conexión con el surrealismo, los poemas de Eluard sobre la
II Guerra Mundial, Poesía y verdad (1942) y En la cita alemana (1945),
presentan la misma técnica de imágenes para lamentar la caída de Francia y
ensalzar la consiguiente resistencia.
97
Entre los poetas más destacados de este siglo está Saint-John Perse. Su
Anábasis (1924) describe paradójicamente al poeta separado y al mismo
tiempo muy involucrado en la actividad humana. La actitud oficial de los
simbolistas fue la reserva; la de los surrealistas, la agresividad. Perse
representa una actitud más equilibrada y clásica en la que el poeta contempla
la vida y participa en ella. Esta actitud se hace aparente en Marcas (1957), el
poema más largo que escribió. René Char fue uno de los poetas más
importantes de su generación. Su adhesión al surrealismo en la década de
1930 se modificó al participar en la década siguiente en la resistencia. Escribió
sus mejores poemas entre 1940 y 1944 y publicó una colección de poemas,
Las hojas de Hypnos sobre la guerra.
5.5 Existencialismo
98
ejemplos de esta escuela, opuesta al análisis psicológico y al contenido
ideológico del existencialismo.
Entre los escritores que han dominado el panorama literario más reciente
destacan los miembros del OuLiPo (Ouvroir de Littérature Potentielle, ‘taller de
literatura potencial’), como Georges Perec, Raymond Queneau y Jacques
Roubaud, o escritores de la talla de Michel Tournier, Jean-Marie Gustave Le
Clézio, Philippe Sollers y Marguerite Duras.
Literatura española
1 INTRODUCCIÓN
99
2 LA EDAD MEDIA
Las obras más antiguas en lengua española son unas breves composiciones
líricas de tema amoroso denominadas jarchas, composiciones escritas en
lengua romance que datan de mediados del siglo XI y figuraban al final de las
moaxajas o muwassahas, unos largos poemas escritos en árabe o hebreo en
España. A continuación en el tiempo se sitúan los poemas épicos compuestos
por los juglares, que los recitaban o cantaban en las plazas públicas o en los
castillos. Los temas principales de estas epopeyas eran las luchas que
enfrentaban a los caudillos de los diversos reinos cristianos de la península
Ibérica contra los moros que habían conquistado la península a comienzos del
siglo VIII, así como las rivalidades suscitadas entre los nobles castellanos y los
de los otros reinos cristianos. La épica española reflejaba la influencia de la
poesía germánica, árabe y sobre todo francesa, pero se distingue de sus
modelos en que aborda los acontecimientos históricos de la época en lugar de
temas antiguos o mitológicos. La elección de los temas manifestaba un gusto
por la representación concreta de la realidad en el arte, que con el tiempo se
convertiría en una característica de la literatura española. El ejemplo más
antiguo que se conserva del arte de los juglares es el anónimo Cantar de mío
Cid (c. 1140), que narra las fortunas y adversidades de Rodrigo Díaz de Vivar,
el Cid. Esta composición —verdadera obra maestra del arte narrativo que
exalta las virtudes del coraje, la lealtad y la entereza— destaca por el realismo
y la fuerza de sus personajes. La leyenda de los infantes de Lara, El cerco de
Zamora y El poema de Fernán González son otros cantos épicos importantes.
En el siglo XIII los escritores cultos comenzaron a refundir las vidas de los
santos, las leyendas moralizadoras y otros relatos antiguos —los cuales eran
comunes en latín— en verso castellano. Esta actividad poética, conocida como
mester de clerecía, se desarrolló primeramente en los monasterios,
caracterizándose, a diferencia del mester de juglaría, por una estricta
observancia de la métrica. El poeta más representativo del mester de clerecía
es Gonzalo de Berceo, quien refundió las narraciones piadosas dándoles forma
de poemas y confiriéndoles una frescura y fervor renovados.
100
todo el conocimiento de la época en la Escuela de traductores de Toledo.
Recurrieron a fuentes islámicas, judías y cristianas, pues el reino de Castilla
era en aquella época un punto de encuentro para las personas doctas de las
tres culturas. Este trabajo en conjunto estimuló el flujo de la cultura oriental
hacia el occidente europeo. La prosa castellana, que con Alfonso X se convirtió
en un poderoso medio de expresión, alcanzó la madurez artística en la obra de
Don Juan Manuel —sobrino de Alfonso—, quien escribió la colección de relatos
didácticos El conde Lucanor (1335). Hacia 1305 apareció el primer libro de
caballerías español de cierta longitud —El caballero Zifar—.
2.3 Siglo XV
101
del hampa en una ciudad imaginaria española durante el renacimiento,
desarrolla la historia de dos nobles amantes, Calisto y Melibea, que requieren
los servicios de una alcahueta, llamada Celestina, para favorecer su amor. Las
vidas de estos tres personajes se entrelazan de tal manera que es la causa de
su perdición. Nunca hasta entonces se había presentado la tragedia de la vida
en la literatura española con tal profundidad psicológica y tanta maestría en el
manejo de los medios de expresión. La madurez artística y el dominio de los
registros estilísticos de Fernando de Rojas fueron un modelo valiosísimo para
los escritores del siglo de oro español, que se inició poco después de la
publicación de esta obra pionera.
Durante los dos últimos tercios del siglo XVI, diversos autores místicos y
ascéticos (véase Ascética) escribieron obras de considerable importancia.
Entre ellos cabe destacar al dominico fray Luis de Granada —cuyos escritos
reflejan tanto su ascetismo como su profundo amor a la naturaleza— y, sobre
todo, a la mística santa Teresa de Jesús, que creó una nueva simbología para
expresar sus experiencias místicas. En sus tratados alcanza la espontaneidad
y la frescura de la lengua coloquial. El teólogo más importante del siglo de oro
fue el filósofo escolástico Francisco Suárez, cuyas obras están escritas en latín.
La novela morisca fue una invención española que combinó las tendencias
literarias de los siglos anteriores con las del siglo XVI, presentando los relatos
caballerescos de la guerra contra los moros en forma de novela. Su primer
ejemplo es el relato anónimo Historia de Abencerraje y la hermosa Jarifa (1598).
103
Tanto las novelas pastoriles como las moriscas presentan imágenes
idealizadas de la naturaleza humana. Por el contrario, la novela anónima El
lazarillo de Tormes (1554) muestra una visión pesimista de la sociedad a través
de los ojos de un pícaro que sirve a diversos amos. Esta obra es el prototipo de
la novela picaresca que floreció a comienzos del siglo XVII. El Guzmán de
Alfarache, de Mateo Alemán, y la Historia de la vida del Buscón, de Quevedo,
son los ejemplos más sobresalientes del género picaresco. Este género literario
alcanzó un gran éxito en España y en el extranjero, influyendo de manera
determinante en la novela europea del XVIII.
Las obras no narrativas próximas al ensayo fueron uno de los principales logros
de la literatura española del siglo XVII. Entre los ejemplos más destacados de
este género se encuentran las Empresas políticas (1640), de Diego Saavedra
Fajardo, en las que el autor analiza su idea del príncipe cristiano ideal; la sátira
Los sueños (1627), de Quevedo, una serie de fantasmagorías que se proponen
fustigar los vicios de la sociedad; y la novela alegórica El criticón (1651-1657),
de Baltasar Gracián, que presenta una interpretación pesimista de todas las
104
experiencias humanas, exceptuando el esfuerzo intelectual. Todas estas obras
emplean el estilo denominado conceptismo (ver Barroco: Culteranismo y
conceptismo), que se caracteriza por su extraordinaria concisión.
3.5 Teatro
En el siglo de oro español, el teatro fue el género literario que más tardó en
alcanzar su pleno desarrollo. Entre las primeras piezas teatrales se encuentran
las obras líricas escritas durante las primeras décadas del siglo XVI por el
fundador del teatro clásico portugués, el poeta y dramaturgo Gil Vicente, que
escribió parte de su obra en español. En la dramática de este primer periodo
destacan también los entremeses de Lope de Rueda y de Cervantes. A
imitación de las comedias renacentistas italianas, aparecieron también una
serie de obras teatrales. El poeta y dramaturgo Juan de la Cueva escribió
dramas históricos de concepción clásica. Otro dramaturgo importante del siglo
de oro fue Guillén de Castro, cuya obra más conocida es Las mocedades del
Cid (1618).
Nadie representa mejor el genio español que Lope de Vega. Toda su obra,
incluida la poesía, la narrativa y en especial su abundantísima producción
dramática, rezuma el encanto y la naturalidad del arte popular, aunque fuera
Lope un hombre de letras muy admirado por su magistral dominio de la técnica
literaria.
105
Algunos aspectos de la comedia nueva española fueron perfeccionados por
aventajados discípulos de Lope de Vega, como Tirso de Molina —cuyo El
burlador de Sevilla y convidado de piedra (1627) es la primera obra literaria
formal en la que aparece como personaje el legendario Don Juan— y Juan
Ruiz de Alarcón, que dio un contenido moral a sus comedias corteses de
costumbres.
4.1 Neoclasicismo
106
Las contribuciones más duraderas a la literatura durante este periodo se
encuentran en las obras de Nicolás Fernández de Moratín y de su hijo Leandro,
de Gaspar Melchor de Jovellanos y de Juan Meléndez Valdés. José Cadalso
destaca tanto por su poesía y su obra dramática como por sus ensayos, entre
los que se incluyen las Cartas Marruecas (publicadas sueltas en el Correo de
Madrid de 1788 a 1789 y en volumen en 1793), que ofrecen una visión crítica
de la sociedad española. Las polémicas en torno a los méritos de la tradición y
la cultura españolas son características de este periodo.
4.2 Romanticismo
4.3 Realismo
La segunda mitad del siglo XIX fue la época de la prosa realista en España, al
igual que en otros países. El realismo español alcanzó su máximo esplendor
con la obra de Benito Pérez Galdós, quien figura entre los grandes novelistas
europeos de todos los tiempos. En una serie de 46 relatos históricos agrupados
bajo el título de Episodios nacionales (1873-1879 y 1898-1912), Galdós
interpreta la historia del siglo XIX de España en forma novelada. Por otra parte,
Galdós escribió novelas de tesis, es decir, novelas que abordan los problemas
religiosos, sociales o políticos. Su tesis principal —la maldad de la intolerancia
107
religiosa— es desarrollada con vigor en su novela Doña Perfecta (1876), pero
sus obras maestras son una serie de novelas realistas, entre las que destaca
Fortunata y Jacinta (1887), que retratan la sociedad madrileña.
Durante la última década del siglo XIX España entró en una fase
desacostumbrada de actividad creadora. El grupo de escritores conocido como
la generación del 98 —que incluye a figuras tan dispares como Miguel de
Unamuno, Ramón del Valle-Inclán, Antonio Machado, José Martínez Ruiz
(Azorín), Pío Baroja, Ramiro de Maeztu y hasta Jacinto Benavente— llevó a
cabo una profunda transformación del estilo y las técnicas literarias españolas.
En la poética estuvieron influidos por el modernista nicaragüense Rubén Darío,
que se caracterizó por la gran originalidad de sus imágenes, ritmos y rimas.
5 EL SIGLO XX
5.1 Poesía
109
Crémer y Eugenio de Nora. En la poesía actual española todavía hay dos
generaciones encontradas con las nuevas de expresiones. Poetas que se
iniciaron en la década de 1950 aún dominados por los temas sociales, pero que
pronto se centraron en una poesía estética —con toques surrealistas, intuitivos
y personales, y que se les conoce como la generación del 50. De este grupo
formaron parte José Manuel Caballero Bonald, Ángel Crespo, Jaime Gil de
Biedma, Claudio Rodríguez o Félix Grande. Los escritores que se dieron a
conocer a finales de la década de 1960 significaban modernidad e intuición
estética, en especial el grupo de los Novísimos, como Félix de Azúa, Pere
Gimferrer, Antonio Martínez Sarrión, Leopoldo María Panero entre otros. A
partir de 1980 —por marcar una referencia— la poesía española se ha hecho
individual, fuera de grupos y escuelas. Cada creador se afirma y busca su
expresión lingüística y estética, pero sin enfrentamientos con las generaciones
y tendencias anteriores, como Blanca Andréu, aunque dentro de esta libertad
creadora individualista también surgen los poetas que mirán atrás, tratando de
establecer lazos con los mayores y moviéndose en grupos, como Luis García
Montero. Es difícil, por no decir imposible, fijar criterios de unidad estilística con
criterios clásicos por falta de perspectiva histórica y por la convivencia en la
actualidad de géneros y estilos.
5.2 La novela
110
época que su autor no tardaría en abandonar. Las novelas de Juan Goytisolo
abordan problemas existenciales y son un alegato contra el vacío histórico de
la sociedad española; entre sus obras más famosas se encuentran
Reivindicación del conde don Julián (1970) y Paisajes después de la batalla
(1982). Entre las novelas de Ramón J. Sender, considerado por algunos como
el novelista más importante de esta generación, se incluyen Mr. Witt en el
cantón (1935), Crónica del alba (1942) y Réquiem por un campesino español
(1960).
111
Literatura italiana
1 INTRODUCCIÓN
2 EDAD MEDIA
Antes del siglo XIII, el lenguaje literario de Italia era el latín, que fue utilizado
para la redacción de crónicas, poemas históricos, leyendas heroicas, vidas de
santos, poemas religiosos y trabajos didácticos y científicos. Además de
quienes utilizaban el latín, había numerosos escritores que se expresaban en
francés o en provenzal, la lengua de Provenza, región del sur de Francia, y que
tomaban prestadas de otras lenguas las estructuras de los versos y los temas
de sus composiciones. Entre las distintas formas poéticas, la más extendida
era la canción provenzal. Entre los temas literarios, los más frecuentes eran los
relacionados con las hazañas de los héroes de la antigüedad, los caballeros del
rey Arturo y los paladines de Carlomagno. Las gestas de Carlomagno
aparecieron en lengua vernácula franco-veneciana, y fueron ulteriormente
latinizados en Toscana. Estos textos, además de atraer la atención por parte de
los lectores, suministraron inagotables temas de caballería a las generaciones
siguientes de poetas italianos.
112
entonces un concepto ampliamente extendido, sino sobre un amor de tipo
platónico, en el cual el atractivo de la amada despierta en el poeta sentimientos
espirituales e ilumina su alma para comprender la belleza divina. El más
importante de los poetas italianos, Dante Alighieri, quien admiraba a Guinizelli,
escribió su primer libro de poemas, una obra maestra de la literatura italiana del
siglo XIII, La vita nuova (Vida nueva, 1292), siguiendo el “nuevo estilo”. En este
libro, la prosa narrativa se alterna con fragmentos en verso para describir el
idealizado amor del poeta hacia su adorada Beatriz. Dante, al igual que los
demás poetas del Dolce Stil Nuovo, en especial Guido Cavalcanti y Cino da
Pistoia, contribuyó a hacer de su época una de las más fructíferas e
interesantes de la literatura italiana.
Por esos mismos años apareció otro estilo de poesía también muy
característico e innovador, la poesía devocional que cultivó san Francisco de
Asís, cuyo Cantico delle creature o Canticus creaturarum (Cántico de las
criaturas) ensalza el amor que Dios siente hacia todos lo frutos de su Creación,
y no sólo hacia los seres humanos. Estos sentimientos aparecen expresados
con toda claridad en una colección de leyendas en verso, Fioretti di san
Francesco (Las florecillas de san Francisco), basadas en la vida del santo de
Asís. Durante todo el siglo fueron apareciendo otros poetas franciscanos, entre
ellos uno con una imaginación dantesca, Jacopone da Todi, a quien se le
atribuye el himno en latín más famoso de esta época, el Stabat Mater, así como
la lauda dramática en lengua vulgar Donna del Paradiso.
El poeta por excelencia del trecento italiano (siglo XIV), Dante, es también una
de las grandes figuras de la literatura universal. Admirable por la claridad de su
pensamiento, la viveza y fluidez de su poesía, y la imaginación desbordante,
fue uno de los poetas que más decididamente contribuyeron a establecer el
italiano como lengua literaria, por su frecuente uso de la lengua vernácula en
lugar del latín. De vulgari elocuentia (1304), aunque escrito en latín, es una
encendida defensa del italiano como lengua apropiada para la literatura.
113
gente y transmitir de un modo más directo y efectivo sus ideas. Se trata de un
extenso poema que recurre a la filosofía y la teología de la época, en el que
utiliza a conocidos personajes de los siglos XIII y XIV, y plantea las polémicas
que surgían en aquellos tiempos. En su forma, es una visita guiada a través de
los tres mundos de la teología medieval (Infierno, Purgatorio y Paraíso) en la
cual los dos personajes que guían al poeta, protagonista de la obra, a través de
estos mundos desconocidos son Beatriz, objeto de su adoración, que significa
el saber teológico y revelado, y el poeta de la antigua Roma Virgilio, que
representa el saber humano.
3 RENACIMIENTO
Muchas de las grandes figuras del primer renacimiento eran eruditos dedicados
al estudio filosófico o a la traducción de los clásicos griegos y latinos.
Recibieron el nombre de humanistas debido a su interés por el ser humano, y
no tanto por los temas trascendentes que ocupaban a los eruditos de la edad
media. Muchos de estos humanistas se inspiraron en las obras de Platón, al
que dieron más valor que a su discípulo Aristóteles, contrariamente a la norma
que había regido en el periodo anterior.
Una de las figuras más importantes de comienzos del renacimiento fue el poeta
y humanista Petrarca, introductor de una nueva sensibilidad, hasta entonces
inédita, en la cultura europea. A diferencia de Dante y de otros escritores y
pensadores medievales, como el filósofo escolástico Tomás de Aquino y el
francés Pedro Abelardo, Petrarca no tenía ningún interés en reproducir sólo las
enseñanzas de los escritores clásicos, sino que pretendía ir más allá,
adoptando su mentalidad y creando obras con el mismo espíritu que les animó
a ellos en su momento. Latinista de renombre, contribuyó definitivamente a
reinstaurar el latín clásico como lenguaje literario y erudito, en sustitución del
maltrecho latín medieval que había servido hasta entonces como vehículo de
comunicación internacional y que comenzó a dejar de hablarse a partir de
entonces.
Dante, Petrarca y Boccaccio fueron los primeros literatos italianos que utilizaron
en sus escritos el dialecto toscano, que se hablaba en Florencia, Siena y otras
ciudades del centro de Italia, y gracias al prestigio de sus obras consiguieron
fijarlo como la lengua de cultura.
3.2 Siglo XV
115
Durante el siglo XV se desarrolló un nuevo movimiento cultural denominado
humanismo que sustituyó las concepciones medievales, situando al ser
humano en el centro del universo y considerando la vida en la tierra como un
periodo en el que el alma puede llegar a la plenitud. En el renacimiento
aparecieron numerosos individuos a los que se les denominó “hombres
universales”, es decir, artistas que alcanzaron la perfección en más de una
disciplina. Artistas completos se pueden considerar el arquitecto, pintor y
organista Leon Battista Alberti, y los conocidísimos Leonardo da Vinci y Miguel
Ángel. Esta universalidad intelectual fue característica también de muchos de
los príncipes que gobernaron las ciudades italianas durante aquella brillante
época. Entre ellos, el más destacado fue Lorenzo de Medici, miembro de la
ilustre familia que gobernó en Florencia durante décadas. Lorenzo fue político y
mecenas de las artes, así como poeta y crítico, dotado de exquisito gusto.
116
contribuyó decisivamente a colocar al italiano en esa situación. En sus tratados,
especialmente en Prosas sobre la lengua vulgar, obra considerada como la
primera gramática de la lengua italiana, ensalzó los escritos de Boccaccio y de
Petrarca como modelos, respectivamente, de la prosa y la poesía italianas. Con
sus Rimas, que imitan el estilo de Petrarca, marcó el comienzo del movimiento
denominado “petrarquismo”. Pero Bembo no fue el único autor destacado del
siglo. Junto a él se sitúan otros dos hombres de letras importantes: el filósofo
de la política Nicolás Maquiavelo y el poeta Ludovico Ariosto.
117
sentimiento trágico, sensualidad y hechos reales de su tiempo, elementos
todos que conviven en una narración extremadamente brillante, salpicada en
ocasiones de humor y fina ironía. Por todo ello y, en especial, por reflejar una
profunda comprensión del espíritu humano, este poema épico merece recibir el
título de obra maestra de la literatura universal.
Durante estos años vieron la luz, además, dos obras muy difundidas en su
tiempo sobre el comportamiento caballeresco, que fueron muy bien recibidas
en una época como ésta, de refinado cosmopolitismo. Se trata de El cortesano
(1528), escrita por el diplomático Baldassare Castiglione, y traducida
espléndidamente al español por Juan Boscán, y Galateo (1558), del sacerdote
Giovanni della Casa. La primera de ellas es un tratado acerca de los buenos
modales que debe observar un caballero, así como de las virtudes intelectuales
que deben acompañarle. La segunda comparte con la anterior el interés por los
buenos modales, e intenta situarlos en una amplia visión de la naturaleza
humana.
118
que constituyeron la base sobre la que se crearon numerosas obras posteriores
en toda Europa.
La segunda mitad del siglo XVI estuvo presidida por la Contrarreforma, que
tuvo su origen en el Concilio de Trento, celebrado en 1545. Como resultado de
este concilio, convocado para contrarrestar las reformas de los protestantes, se
extendió por la Europa católica una oleada de exacerbados sentimientos
religiosos y de sumisión total a la autoridad papal, que consiguió ahogar la
franca jocosidad, la inclinación por la exploración y la sincera alegría de los
humanistas y sus sucesores, sustituyéndolas por un interés superficial por las
buenas costumbres y la moralidad. La exuberante libertad de expresión y de
forma de que hizo gala Ariosto cayeron bajo sospecha, y las concepciones
políticas de Maquiavelo comenzaron a considerarse peligrosas. En la literatura,
este cambio de actitud se materializó en un nuevo clasicismo, según el cual se
volvió a situar a Aristóteles como máxima autoridad filosófica, tras difundirse su
Poética por toda Europa. Esta obra del filósofo griego se publicó en lengua
original con traducción latina en 1548, acompañada por un comentario de
Francesco Robortelli. Durante aquellos años fueron apareciendo distintas
versiones y estudios sobre la obra, los más importantes de los cuales fueron
Poética (1561) de Julius Caesar Scaliger y el comentario de Ludovico
Castelvetro (1570), que contribuyó a la recuperación de las unidades de
espacio y tiempo en el teatro.
4 PRIMERA MODERNIDAD
La Italia de finales del siglo XVI era una tierra exhausta debido a las constantes
luchas que en ella tenían lugar entre los dominadores españoles, franceses y
austriacos. Al mismo tiempo, los centros europeos del comercio estaban
desplazándose desde el Mediterráneo hacia el Atlántico debido a la importancia
que iban adquiriendo los puertos americanos, hecho que provocó una profunda
decadencia económica de los territorios italianos. Las ciudades-estado, antaño
hogares de un espíritu libre y cosmopolita, ofrecieron muy poca resistencia a la
tiranía, y comenzaron a estancarse, convirtiéndose poco a poco en lugares
provincianos, sometidos durante los siglos XVII y XVIII a potencias extranjeras.
119
4.1 Siglo XVII
120
Chioggia (1762). El genio de Goldoni se hizo manifiesto, sobre todo, en su
habilidad para simplificar las situaciones dramáticas sin restarles interés, y en
su maestría y realismo en describir el medio social del que provenían sus
personajes a través de las cualidades que a éstos les atribuía.
Entre los poetas que reaccionaron de un modo más violento contra el exceso
de influencias procedentes de otros países, destacan Giuseppe Parini y Vittorio
Alfieri, que lucharon por crear un sentimiento de orgullo nacional y unidad
frente a la dominación extranjera. Parini es célebre por la sátira social que llevó
a cabo en el poema heroico-burlesco Il giorno (El día) publicado en varias
partes entre 1763 y 1801. En él ridiculizaba, utilizando una fina ironía, la
inmoralidad de la aristocracia, a la cual puso en evidencia al compararla con la
sobria frugalidad de las clases trabajadoras. Aunque su autor denostara las
influencias extranjeras, Il giorno no se libra de mantener un gran parecido con
textos de escritores franceses del momento, cuya indignación social creó el
escenario perfecto para la Revolución Francesa. En contraste con ellos, Parini
hizo gala de una mayor moderación en sus denuncias y de un gran respeto por
las tradiciones clásicas y por la Iglesia.
Alfieri, cuya autobiografía deja entrever una de las figuras más atormentadas y
románticas de la literatura de la época, pasó de una juventud ociosa como
miembro de la clase aristocrática a una madurez marcada por una frenética y
prolífica actividad creadora. Su máxima obsesión era la libertad, y atacar la
tiranía su objetivo principal, tanto a través de sus tratados como de sus poemas
121
líricos y tragedias, algunas de ellas muy conocidas. Excepto Saúl (1782),
Agamenón (1783) y Mirra (1784-1787), sus obras teatrales más difundidas,
como Filippo (1781), presentan un fuerte contenido político que brindó al autor
una amplia popularidad dentro del movimiento nacionalista, cuyo objetivo, librar
Italia de los invasores extranjeros, no se completaría hasta el siglo siguiente.
5 SIGLO XIX
La literatura italiana de comienzos del siglo XIX no estuvo marcada sólo por el
nacionalismo. Por entonces aún persistía el neoclasicismo proveniente del siglo
anterior, pero poco a poco fue dejando paso al romanticismo, movimiento
sumamente interesado en la historia y las tradiciones regionales, germen de los
distintos nacionalismos europeos que surgieron durante todo el siglo. La gran
influencia que sobre la cultura italiana tuvo la Revolución Francesa y el
posterior reinado de Napoleón I queda patente en la producción de Vincenzo
Monti, Ugo Foscolo y Carlo Porta. Las obras del primero reflejan la inestabilidad
de sus convicciones políticas. En sus comienzos fue contrario a la Revolución
Francesa, como evidencia su poema La basvilliana (1793), sobre el asesinato
del enviado francés Hugo Bassville. Más tarde, se convirtió en ardiente
defensor de la causa de Napoleón, al que ensalzó en una serie de poemas.
Aunque autor de gran talento, la crítica valora especialmente su traducción de
la Iliada del poeta griego Homero.
123
tradicionalistas retomaron los valores más limpios de los cristianos antiguos, y
otros incluso se reafirmaron, a pesar de todo, en su fe.
124
galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1906 por el conjunto de su
obra, entre la que destacan Levia gratia (1861-1877), Rimas nuevas (1861-
1887), Odas bárbaras (1877-1889) y Rima y ritmos (1898).
La segunda mitad del siglo XIX estuvo marcada por la reacción de una parte de
los autores italianos contra los estilos neoclásico y, sobre todo, romántico,
centrados en el pasado y sus glorias. Los representantes de esta nueva
corriente, que rechaza la retórica y el poco realismo de los creadores de los
demás movimientos del siglo, defendieron la utilización de la lengua común y
un estilo de escritura sencillo, con argumentos basados en experiencias y
fenómenos observables en la realidad cotidiana. Los poetas exaltaron esta
realidad y la elevaron al rango de verdad. De esta concepción toma su nombre
el movimiento, verismo (de vero, ‘verdadero’).
Contrario al verismo, pero influido por él, el poeta Giovanni Pascoli escribió
textos idílicos con evocaciones de la vida campesina al estilo de las Geórgicas
de Virgilio. Su neoclasicismo no contenía elementos anticatólicos sino que, por
el contrario, colocó a Dante como modelo por su espiritualidad religiosa. El
estilo de Pascoli se caracteriza por la abundante retórica de sus poemas y la
libertad en la métrica, que abrió el camino a la utilización del verso libre en la
literatura italiana. Otro autor que se opuso al realismo fue el poeta y novelista
Antonio Fogazzaro quien, a pesar de ser un católico convencido, estaba a favor
de las teorías sobre la evolución de Charles Darwin. En su obra El santo (1905),
expuso las formas de una actitud religiosa moderna que le valió la condena de
las autoridades de la Iglesia católica. Sus novelas defienden una salida de la
crisis moral de la época a través de una revolución social apoyada en los
125
avances de la ciencia. Entre ellas destacan Fantasma (1881), Daniele Cortis
(1885) y Piccolo mondo antico (1896), considerada como su mejor obra.
El crítico más influyente del siglo XIX italiano fue, sin duda, Francesco de
Sanctis, fundador de la crítica literaria contemporánea en su país. En obras
como La literatura italiana del siglo XIX (1897) y, en especial, Historia de la
literatura italiana (1871), aplicó con gran lucidez métodos sociológicos y
psicológicos a los análisis literarios.
6 SIGLO XX
La literatura italiana del siglo XX muestra una gran variedad de formas y temas.
Gran parte de ella refleja las experiencias de los años del fascismo, mientras
que, desde el final de la II Guerra Mundial, fue el realismo social el estilo
dominante durante años, hasta que fue sustituido por una corriente
profundamente introspectiva tanto en la poesía como en la prosa.
El más importante de ellos y el que ejerció una influencia más duradera en los
ámbitos literarios no sólo italianos sino también europeos hasta bien entrado el
siglo fue Gabriele D’Annunzio. Guiado por su aspiración a convertirse en un
artista universal, al estilo de los del renacimiento, rompió con los esquemas del
neoclasicismo, del romanticismo y del realismo. Así, cultivó la poesía, el teatro
y la narrativa, y escribió, incluso, libretos de óperas y arengas patrióticas. Fue
un destacado militar y político que, además, cultivó la filosofía, influido por las
ideas de los filósofos alemanes Arthur Schopenhauer y Friedrich Nietzsche.
Algunas de sus mejores obras son los volúmenes de poemas titulados en su
126
conjunto Laudi (1903-1912), la novela El triunfo de la muerte (1894) y la obra
teatral La hija de Jorio (1904). Fue significativa su influencia entre la mayoritaria
y permanente inmigración italiana en el Río de la Plata.
Otra importante figura literaria de estos años de transición de un siglo a otro fue
Italo Svevo, escritor cuya obra no fue reconocida en vida. Años después, el
periodista y novelista francés Valéry Larbaud y el autor irlandés James Joyce
fueron los que llamaron la atención de la crítica italiana hacia este autor. La
fuerza de su trabajo, que residía en la profundidad y el realismo de sus
descripciones psicológicas, se puede admirar en obras como Una vida (1893),
Senilidad (1898) y La conciencia de Zeno (1923).
Entre las restantes personalidades literarias del cambio de siglo se pueden citar:
Guglielmo Ferrero, interesante historiador de la sociología y destacado opositor
al fascismo, cuya obra principal fue Grandeza y decadencia de Roma (1902-
1907); el filósofo Giovanni Gentile que, por el contrario, fue un convencido
defensor del fascismo a través de libros como Orígenes y doctrina del fascismo
(1929) y La filosofía del arte (1931); Matilde Serao, novelista que destaca por
sus profundos análisis psicológicos, patentes en El país de Jauja (1891) y La
bailarina (1899); y Grazia Deledda, premio Nobel en 1926, cuyas obras, entre
las que destacan Elias Portolú (1903) y La madre (1920), retratan de un modo
naturalista la vida rural en Cerdeña.
El más importante de los pensadores de estos primeros años del siglo XX fue
el filósofo, crítico literario e historiador Benedetto Croce, cuya influencia se
extendió por Italia y por el resto del mundo. A través de su revista bimensual La
crítica (1903-1944), así como de sus obras literarias y filosóficas, desarrolló
ampliamente las teorías del filósofo italiano del siglo XVIII Giambattista Vico, e
insistió fundamentalmente en la importancia de la intuición en el arte y de la
libertad en el desarrollo de la civilización. Su idealismo estaba en oposición con
las tendencias del momento, fundamentalmente positivistas. Croce defendía el
concepto de intelectual comprometido con la vida pública, de ahí su toma de
postura, contraria al fascismo. Sistematizó su pensamiento concibiendo una
“filosofía del espíritu” que expuso en cuatro volúmenes dedicados,
respectivamente, a la estética, la lógica, la economía y la historia, y que
127
aparecieron entre 1902 y 1917. Su autobiografía, publicada en 1918, evidencia
su vida, espiritualmente rica y variada.
Una figura destacada de las tres primeras décadas del siglo XX fue el novelista
y autor teatral Luigi Pirandello, que recibió el Premio Nobel de Literatura en
1934. En sus obras de teatro introdujo elementos innovadores tendentes a
acercar al público la interpretación de los actores y establecer una relación más
directa entre ambos elementos de la escena. Muchas de sus obras teatrales
son dramatizaciones de antiguas historias populares y, por lo general, abordan
problemas filosóficos, como el relativismo y las personalidades múltiples, que el
autor siciliano pone al descubierto a través de su sutil habilidad para describir la
psicología de los personajes y de su chispeante ingenio. También abordó el
problema de la emigración en la época de Garibaldi. Sus obras teatrales más
famosas son: Seis personajes en busca de autor (1921), Enrique IV (1922), Así
es (si así os parece) de 1917 y Esta noche se improvisa (1930), mientras que
entre sus novelas destacan títulos como El difunto Matías Pascal (1904).
El triunfo del fascismo, con la consiguiente toma del poder por parte de Benito
Mussolini, afectó negativamente a la hasta entonces rica vida literaria italiana.
El fascismo fracasó a la hora de crear un tipo de literatura acorde con los
principios del régimen en el poder. Los autores más destacados reaccionaron
de diferentes modos ante las restrictivas condiciones intelectuales y la
limitación de la libertad contenida en la ideología fascista. Muchos de ellos
defendieron abiertamente posturas contrarias al régimen. Este fue el caso de
Giuseppe Antonio Borghese, que describió la situación de su país en una
novela, Goliath, la marcha del fascismo (1937), escrita en inglés y que no fue
traducida al italiano hasta diez años después. Del mismo modo, el novelista
Ignazio Silone sufrió la censura, se exilió de su país y obtuvo reconocimiento
internacional por novelas como Fontamara (1930) y Pan y vino (1936).
Benedetto Croce fue obligado a cesar en sus actividades durante el tiempo que
duró la etapa fascista, mientras que el periodista y diplomático Curzio Suckert,
que escribió bajo el seudónimo de Curzio Malaparte, comenzó trabajando para
el Gobierno, en su cargo de alto funcionario, pero acabó renegando de
Mussolini. Así, su obra más poderosa, Kaputt (1944), describe la degeneración
moral y cultural de la Europa dominada por el fascismo.
128
Después de la II Guerra Mundial, una gran cantidad de autores italianos
alcanzó fama universal.
6.3.1 Poesía
6.3.2 Narrativa
Pocos años después del final de la guerra apareció en Italia un nuevo tipo de
realismo ligado, en especial, al cine, que atravesó un periodo de creatividad
antes desconocido, hasta el punto de que empujó a la crítica a acuñar un
término nuevo para describirlo: neorrealismo. Entre las figuras literarias que se
adscribieron a ese importante movimiento se encuentran Carlo Levi, que
expuso los sufrimientos de los campesinos de sur de Italia en su conocida
novela Cristo se detuvo en Éboli (1946); Elio Vittorini, autor de Conversaciones
en Sicilia (1938-1939); y Vasco Pratolini, que escribió Crónicas de pobres
amantes (1947). Otras destacadas personalidades de las letras de este periodo
fueron Mario Soldati, conocido por su obra Cartas de Capri (1954); el poeta,
ensayista y narrador Cesare Pavese, autor de Entre mujeres solas (1949), El
diablo entre las colinas (1949) y La luna y las fogatas (1950); y Vitaliano
Brancati, agudo crítico de la sociedad siciliana, como dejó patente en El bello
Antonio (1949). Hubo, además una novela aclamada unánimemente y que dio
origen a la película dirigida por Lucchino Visconti con el mismo título, El
gatopardo. Escrita en 1958 por Giuseppe Tomasi di Lampedusa, se desarrolla
en la Sicilia rural, desde el desembarco de las tropas garibaldinas hasta el final
del siglo XIX.
129
Alberto Moravia es, quizá, junto a Pirandello, el escritor italiano moderno más
conocido. Autor de novelas y relatos cortos en los que narra situaciones
humanas contemporáneas, escribió en una prosa realista e impactante sobre
los dilemas morales de hombres y mujeres atrapados en situaciones
complicadas tanto social como emocionalmente. Su obra más conocida es La
ciociara (La campesina, 1957), la historia de una madre y una hija en la Italia
desgarrada por la guerra, llevada al cine por Vittorio de Sica e interpretada por
Sofía Loren. Otro filme exitoso de Vittorio de Sica se basó en la novela de
Giorgio Bassani, escrita en 1962, El jardín de los Finzi-Contini, que narra los
avatares de una familia judía de Ferrara, ciudad natal del autor, durante los
años del fascismo. Otro de los novelistas más destacables de la posguerra,
Dino Buzzatti, escribió textos alegóricos entre los cuales destacan la novela El
desierto de los tártaros (1940) y la obra teatral Un caso clínico (1953). Elsa
Morante, cuya narrativa contiene elementos épicos y místicos, fue la autora de
Mentira y sortilegio (1948), la vida de una familia del sur de Italia, y de La
historia (1974), que describe la odisea de una pequeña familia formada por una
madre asustada, un muchacho y un niño en la Roma de la II Guerra Mundial.
Natalia Ginzburg, poeta y novelista, se ganó el reconocimiento de la crítica por
su sensible aproximación a las mujeres y los niños de la Italia de su tiempo,
relegados a papeles estereotipados dentro de las familias; entre sus obras
destacan Las voces de la noche (1961) y Léxico familiar (1967). Primo Levi
ejerció la profesión de químico y comenzó a dedicarse por completo a la
literatura a partir de 1977. Además de las memorias de su estancia como
prisionero en el campo de concentración nazi de Auschwitz durante la guerra,
escribió El sistema periódico (1975), un conjunto de ensayos autobiográficos en
los que utilizaba la química como metáfora de la vida. Umberto Eco, profesor
de semiótica en la universidad de Bolonia, aunó sus estudios de semiótica con
un apasionado interés por la historia en novelas como El nombre de la rosa
(1980), una narración detectivesca ambientada en una abadía medieval que se
hizo famosísima en todo el mundo. Italo Calvino, autor de El barón rampante
(1957) y Las cosmicómicas (1965), alcanzó también gran popularidad con sus
últimas obras, Si una noche de invierno un viajero (1979) y Palomar (1983). La
idea central de esta novela es que cualquier intento por comprender la
situación del ser humano está condenado al fracaso. Leonardo Sciascia
escribió en 1977 una versión contemporánea de Cándido, la obra satírica de
Voltaire, que Sciascia convierte en la historia de un huérfano siciliano
rechazado por el mundo.
130
Stefano D´Arrigo (1919); la prosa de Antonio Pizzuto, en la cual se pone en
entredicho el proceso narrativo; el caso singular de Luigi Meneghello; la
escritura de vanguardia de Edoardo Sanguineti; los poetas-prosistas de la
neovanguardia Elio Pagliarani, Alfredo Giuliani, Antonio Porta, Nanni Balestrini;
las provocadoras ficciones de Giorgio Manganelli; y los inagotables artificios de
Alberto Arbasino.
131
Umberto Eco
Umberto Eco (1932- ), escritor y profesor universitario italiano mundialmente
conocido por su novela El nombre de la rosa.
Entre los años 1969 y 1971 dio clases en la Universidad Politécnica de Milán, y
en 1971 pasó a ser profesor de Semiótica en Bolonia. Al mismo tiempo que sus
trabajos teóricos sobre el análisis de los signos y los significados han influido y
creado escuela en círculos académicos, Eco se ha hecho popular a través de
dos novelas, El nombre de la rosa (1980), una historia detectivesca con la
intriga de la novela policiaca, que se desarrolla en un monasterio en el año
1327, y El péndulo de Foucault (1988), una fantasía acerca de una
conspiración secreta de sabios. Ambas novelas se basan en los amplios
conocimientos que Eco ha ido adquiriendo sobre filosofía y literatura. El nombre
de la rosa fue adaptada para el cine (1986) por el director francés Jean-
Jacques Annaud. Volvió a la narrativa con La isla del día antes (1995) y, en
1998, publicó Kant y el ornitorrinco, un texto a caballo entre el ensayo filosófico
y la novela. En 2001 publicó la novela Baudolino, con la que volvía a la edad
media, en esta ocasión a la corte del emperador Federico I Barbarroja. Su más
reciente publicación es la colección de ensayos Sobre literatura (2003).
Antonio Gramsci
Antonio Gramsci (1891-1937), pensador y político italiano y uno de los
fundadores del Partido Comunista Italiano.
Gramsci nació en Cerdeña en el seno de una familia muy humilde. Inició sus
estudios superiores en la Universidad de Turín en 1911, pero la abandonó en
1914 debido a un problema crónico de salud. Comenzó a trabajar como
periodista en Avanti! (¡Adelante!), un periódico del partido socialista, en 1916, y
poco después fundó otro diario, en colaboración con Palmiro Togliatti y otros
compañeros, llamado Ordine Nuovo (Órden Nuevo) en 1919. Tomó parte en el
132
movimiento de Consejos de Fábricas que intentó sin éxito desafiar a Fiat y
otras compañías de Turín y sus alrededores durante 1920. Fue uno de los
fundadores del Partido Comunista Italiano (PCI), formado en enero de 1921 en
el Congreso de Livorno, y trabajó para la Komintern (la III Internacional
comunista) en Moscú y Viena, pero regresó a Italia en 1924 para unirse a la
oposición parlamentaria enfrentada a la dictadura de Benito Mussolini. Fue
arrestado en 1926 y encarcelado en 1928. Falleció el 27 de abril de 1937 en el
hospital de una prisión de Roma.
Literatura ecuatoriana
1 INTRODUCCIÓN
2 EL SIGLO XIX
En el primer tercio del siglo, marcado por las luchas por la independencia, hay
que mencionar al poeta José Joaquín Olmedo con La victoria de Junín (1825) y
Oda al general Flores, vencedor de Miñarica (1835). En el ensayo destacaría
después Juan Montalvo, notable prosista, clásico y casticista, y figura relevante
del catolicismo liberal y democrático. El romanticismo contó también con la
poesía de Numa Pompilio Llona (1832-1907) y, sobre todo, con la novela
Cumandá o un drama entre salvajes (1879), con la que Juan León Mera ofreció
una muestra destacada de literatura indigenista.
133
3 EL SIGLO XX
Con la obra de Arturo Borja (1892-1912), Medardo Ángel Silva y otros poetas,
el modernismo se afianzó tardíamente en el país. Después llegaron las
manifestaciones casi siempre moderadas de las vanguardias, representadas
sobre todo por Hugo Mayo (1898-1988), Jorge Carrera Andrade y Gonzalo
Escudero (1903-1971), hasta que los integrantes del grupo Madrugada (1944),
como César Dávila Andrade (1918-1967) y Jorge Enrique Adoum, conjugaron
las preocupaciones sociales con la exaltación de la tierra americana, antes de
buscar otras soluciones para expresar sus inquietudes existenciales más
íntimas. Los poetas posteriores prefirieron esta última opción, que ofreció
numerosos matices en las creaciones de Efraín Jara (1926- ), Jacinto Cordero
(1929- ), Francisco Granizo (1928- ) y Euler Granda (1935- ). Con Ileana
Espinel (1933- ) y Fernando Cazón (1935- ) la poesía se enriqueció de
escepticismo, mientras las preocupaciones sociopolíticas impulsadas por la
Revolución Cubana determinaban en buena medida la obra de los Tzántzicos,
como Ulises Estrella (1939- ) y Raúl Arias (1944- ), entre otros. Rubén Astudillo
(1938- ), Ana María Iza (1941- ), Bruno Sáenz (1944- ), Iván Carvajal (1948- ) y
Sara Vanegas (1950- ) son también poetas notables.
134
Premios Nobel: España y
Latinoamérica
1 INTRODUCCIÓN
135
parque del Retiro de Madrid se le erigió un monumento, obra de Victorio Macho.
Sus investigaciones biológicas y sus nuevos métodos de impregnación
determinaron un avance decisivo en el conocimiento de la estructura del
sistema nervioso. Demostró la individualidad de la célula nerviosa, en contra de
la interpretación reticular que predominaba hasta sus trabajos, y su
significación funcional como entidad constitutiva del sistema nervioso.
Basándose en sus indagaciones, Waldeyer le dio el nombre de neurona. Sus
investigaciones abarcaron los más diversos temas histológicos, no sólo de
vertebrados sino también de algunos invertebrados, como sus estudios sobre la
retina de los cefalópodos. Cultivó también el cuento y el ensayo, efectuó
indagaciones acerca de la fotografía en colores y se distinguió por su maestría
en el dibujo científico. Entre sus obras: Reglas y consejos para la investigación
biológica: tónicos de la voluntad, Algunos detalles más sobre la anatomía del
puente de Varolio, Estructura del cono terminal de la médula espinal, Red
superficial de las células nerviosas centrales, Histología del sistema nervioso
del hombre y de los vertebrados, La regeneración de los nervios, Histología y
técnica micrográfica, Manual de anatomía patológica general seguido de un
resumen de microscopia aplicada a la histología y bacteriología patológicas,
Elementos de Histología normal y de técnica micrográfica, Textura del sistema
nervioso del hombre y los vertebrados, La fotografía de los colores,
fundamentos científicos y reglas prácticas, Estudios sobre la degeneración y
regeneración del sistema nervioso, Recuerdos de mi vida, Charlas de café, El
mundo visto a los ochenta años y Cuentos de vacaciones. Murió el 17 de
octubre de 1934 en Madrid.
136
Premio Nobel de la Paz de 1936 por su intervención en la conclusión de la
guerra del Chaco. Nació en Buenos Aires (Argentina) el 1 de noviembre de
1878. Profesor en las Universidades de La Plata y Buenos Aires y rector de
esta última (1941-1943). Diputado nacional. Ministro de Justicia e Instrucción
Pública (1915) y de Relaciones Exteriores y Culto (1932-1938). Miembro de la
Corte Permanente de Arbitraje de La Haya. Autor de Tratados internacionales
de tipo social, Economía colonial, La crisis de la codificación y la doctrina
argentina de Derecho Internacional, Los tratados de arbitraje, El derecho de
asilo, Por la paz de las Américas y Vida Internacional. Murió en Buenos Aires el
5 de mayo de 1959.
6 GABRIELA MISTRAL
137
verde respectivamente, tanto irritaron al poeta en sus últimos años que
destruyó cuantos ejemplares pudo encontrar). Influido en un principio por el
simbolismo francés y el modernismo. Otras obras poéticas: Rimas (1902),
Sonetos espirituales (1917), Diario de un poeta recién casado (de 1917 y
reeditado en 1948 como Diario de poeta y mar. Esa obra marcó la transición a
lo que llamó la poesía desnuda, sin métrica formal y de una naturaleza más
pura), Criatura afortunada, Sitio perpetuo, Flor que vuelve, Pájaro fiel, Estrofa,
Arias tristes, Jardines lejanos (muy influido por su amigo Rubén Darío), Elegías
puras, Elegías intermedias, Elegías lamentables, La soledad sonora,
Pastorales, Melancolía, Laberinto, Estío, Eternidades, Piedra y cielo, Segunda
antología poética, Poesía, Belleza, Canción y Romances de Coral Gables. En
prosa y verso: Poesía en prosa y verso, La estación total con las canciones de
la nueva luz y Animal de fondo. En prosa: Platero y yo y Españoles de tres
mundos. En 1916 casó con Zenobia Camprubí Aymar, traductora al español de
Rabindranath Tagore. Murió el 29 de mayo de 1958 en San Juan de Puerto
Rico, en donde se exilió por propia voluntad tras la Guerra Civil española.
9 SEVERO OCHOA
Premio Nobel de Medicina de 1959, compartido con Arthur Kornberg por sus
“descubrimientos del mecanismo en la síntesis biológica de los ácidos
ribonucleico y desoxirribonucleico”. Nació en Luarca (Asturias, España) el 24
de septiembre de 1905. Estudió Bioquímica y la fisiología del músculo en la
Universidad de Heidelberg (1930-31) con Otto Meyerhoff y dirigió la sección de
Fisiología del Instituto de Investigaciones Médicas de la Universidad de Madrid
(1935). Abandonó España durante la Guerra Civil y en Oxford (1938-41)
investigó la función en el cuerpo de la tiamina. Se trasladó después a Estados
Unidos, obteniendo carta de naturalización en 1956. Profesor y director del
Departamento de Farmacología de la facultad de Medicina de la Universidad de
Nueva York (1946) y del Departamento de Bioquímica (1952), fue uno de los
primeros en mostrar que la energía creada por la desintegración de los
alimentos es almacenada y empleada a través de compuestos de fosfatos ricos
en energía. En 1955, por medio de una enzima de la bacteria Azotobacter
vinelandii, sintetizó el ácido ribonucleico, sustancia de importancia radical en la
construcción de proteínas por parte de la célula. Presidente de la Unión
Internacional de Bioquímica y de la Sociedad Española de Bioquímica. Director
de dos grupos de investigación de biosíntesis de proteínas en el Instituto de
Biología Molecular de Madrid y en el Roche Institute of Molecular Biology.
Murió en Madrid en 1995.
138
desempeñar diversos puestos diplomáticos en América Central y meridional y
desde 1966 (año en que le fue otorgado el Premio Lenin) hasta 1970 fue
embajador en París. Escribió en verso: Rayito de estrella, Émulo Lipolidón y
Alclasán. En prosa: Leyendas de Guatemala (la vida y la cultura de los mayas
precolombinos) y la novela El señor presidente (1947), una denuncia del
dictador Manuel Estrada Cabrera. En Hombres de maíz (1949) describe la
condición penosa y en apariencia irreversible del campesino indio. Expuso la
explotación de las plantaciones bananeras en la trilogía compuesta por las
novelas Viento Fuerte (1950), El Papa Verde (1954) y Los ojos de los
enterrados (Buenos Aires, 1962). Murió en Madrid el 9 de junio de 1974.
Premio Nobel de Química de 1970 por sus investigaciones sobre los procesos
en los que azúcares complejos se desintegran en hidratos de carbono más
simples. Nació el 6 de septiembre de 1906 en París (Francia). Tras haber
trabajado en el Instituto de Fisiología de la Universidad de Buenos Aires (1934-
1935), pasó un año en el Laboratorio de Bioquímica de la Universidad de
Cambridge y en 1937 retornó al Instituto de Fisiología en donde acometió
investigaciones sobre la oxidación de ácidos grasos. En 1947 obtuvo
financiación para crear el Instituto de Investigaciones Bioquímicas de Buenos
Aires, en donde estudió la elaboración de la lactosa y llegó al descubrimiento
de los nucleótidos del azúcar, elementos claves en los procesos naturales de la
síntesis de los hidratos de carbono. Sintetizó también el glucógeno y demostró
que este importante azúcar no puede ser creado en el cuerpo sin ciertas
enzimas del hígado. Presidente de la Asociación Argentina para el Progreso de
las Ciencias (1958-1959).
12 PABLO NERUDA
139
Tentativa del hombre infinito, Residencia en la tierra (primer volumen) y El
hondero entusiasta, Residencia en la tierra (2 vols., 1934), España en el
corazón, Canto de amor a Stalingrado (primero y segundo), Tercera residencia
(1947) Canto general (México, 1950), Que despierte el leñador (Premio Stalin
de la Paz, 1950), Todo el amor (1953), Las uvas y el viento (1954), Odas
elementales (1954; el cuarto tomo Navegaciones y regresos es de 1959),
Canción de gesta (1960) y Cantos ceremoniales (10 poemas inéditos, 1962).
Murió en Santiago de Chile el 23 de septiembre de 1973.
13 VICENTE ALEIXANDRE
16 CÉSAR MILSTEIN
140
Premio Nobel de Medicina de 1984 compartido con Niels J. Jerne y Georges J.
Köhler, por sus trabajos sobre inmunología. Nació el 8 de octubre de 1927 en
Bahía Blanca (Argentina). Doctor en Química por la Universidad de Buenos
Aires. En 1958 realizó estudios de postgraduado en la Universidad de
Cambridge. Y a partir de 1966 residió en Inglaterra como director de la unidad
de química, proteínas y ácido nucleico en el Laboratorio de Biología Molecular
de Cambridge. Desde 1981 miembro asociado extranjero de la Academia
Nacional de Ciencias de Estados Unidos.
Premio Nobel de Literatura de 1989. Nació en Iria Flavia (La Coruña, España)
en 1916. En 1936 escribió su primer libro de versos, Pisando la dudosa luz del
día, y seis años después La familia de Pascual Duarte, novela traducida a más
de 20 idiomas. Autor además de Pabellón de Reposo, La Colmena (1951),
Viaje a la Alcarria (1948), Del Miño al Bidasoa (1952), Notas de un
vagabundaje (1952), Mrs. Caldwell habla con su hijo (1953), La Catira (1955),
Indios, moros y cristianos. Notas de un vagabundaje por Ávila, Segovia y sus
tierras (1956), Tobogán de hambrientos (1962), Oficio de Tinieblas, Mazurca
para dos muertos, Diccionario secreto, San Camilo, 1936 (1969) y Viaje al
Pirineo de Lérida entre otros. Ingresó en 1957 en la Real Academia. Premio
Cervantes de 1995.
18 OCTAVIO PAZ
19 RIGOBERTA MENCHÚ
141
cuando, tras condenar en Quetzaltenango la violencia política y las injusticias,
pidió una legislación que protegiera a la población india y garantizase su
desarrollo normal.
José Saramago
1 INTRODUCCIÓN
2 INFORMACIÓN BIOGRÁFICA
3 OBRA LITERARIA
142
en 1147 para reflexionar sobre la vida de la gente sencilla de un barrio sitiado,
y El evangelio según Jesucristo (1991), exaltación del amor humano frente al
dogmatismo.
Sus últimas obras son Ensayo sobre la ceguera (1995), en la que el autor,
desde planteamientos éticos, advierte sobre “la responsabilidad de tener ojos
cuando otros los perdieron”; en esta novela, Saramago, escéptico pero
solidario, reflexiona sobre el nuevo milenarismo que la humanidad está
viviendo y se cuestiona si es posible la esperanza. En 1997 publicó Cuadernos
de Lanzarote (1993-1997), un libro curioso en el que, a manera de diario,
cuenta la vida cotidiana, pero reflexionando sobre el ser humano, el espacio y
el tiempo. Ese mismo año también publicó Todos los nombres, incursión en el
mundo kafkiano de la burocracia visto por un sólo personaje, don José, un
funcionario que vive una intensa pasión. En 2000 salió a la venta La caverna,
una áspera visión de la sociedad de consumo, cuyo título hace referencia a la
escena descrita en La República de Platón. Con ella cierra la “trilogía
involuntaria” iniciada con Ensayo sobre la ceguera y Todos los nombres. En
2001 publicó una segunda parte de sus Cuadernos de Lanzarote y un cuento
infantil escrito 25 años antes titulado La flor más grande del mundo. Su más
reciente publicación es la novela El hombre duplicado (2002), donde traza la
búsqueda por parte de un profesor de historia de un individuo exactamente
igual a él, del que ha sabido su existencia a través de una grabación en vídeo.
Octavio Paz
1 INTRODUCCIÓN
2 PRIMEROS AÑOS
143
otros, fundó la revista Taller en 1938, en la que participaron los escritores
españoles de su generación exiliados en México. Un año después publicó A la
orilla del mundo y Noche de resurrecciones. En 1942, a instancias de José
Bergamín, dio la conferencia titulada “Poesía de soledad, poesía de comunión”,
en la que estableció sus diferencias con la generación anterior y trató de
conciliar en una sola voz las poéticas de Villaurrutia y Neruda.
3 ELABORACIÓN DE SU POÉTICA
Ese mismo año publicó El mono gramático, poema en prosa en el que funde
reflexiones filosóficas, poéticas y amorosas; en 1974 Los hijos del limo,
recapitulación de la poesía moderna, y en 1975, Pasado en claro, otro de sus
144
largos poemas, que fue recogido al año siguiente en Vuelta, obra con la que
obtuvo el Premio de la Crítica en Barcelona, España.
4 RECONOCIMIENTO UNIVERSAL
En 1977 Octavio Paz abandonó Plural e inició Vuelta, revista literaria que dirigió
hasta el final de su vida y que fue cerrada unos meses después de su muerte.
Continuó con sus reflexiones políticas en su obra El ogro filantrópico (1979) y
en 1981 obtuvo el Premio Cervantes. En 1982 se editó Sor Juana Inés de la
Cruz o Las trampas de la fe, retrato de sor Juana y la sociedad mexicana del
siglo XVII; en 1987, Árbol adentro, último volumen de poesía. En 1990 se le
concedió el Premio Nobel de Literatura y publicó La otra voz y Poesía de fin de
siglo, que recoge sus últimas reflexiones sobre el fenómeno poético. En 1993,
La llama doble: amor y erotismo, y en 1995, Vislumbres de la India.
Bertrand Russell
1 INTRODUCCIÓN
145
Whitehead en la elaboración de la monumental obra Principia Mathematica (3
vols., 1910-1913), en la que se mostraba que esta materia puede ser planteada
en los términos conceptuales de la lógica general, como clase y pertenencia a
una clase. Este libro se convirtió en una obra maestra del pensamiento racional.
Russell y Whitehead demostraron que los números pueden ser definidos como
clases de un tipo determinado, y en este proceso desarrollaron conceptos
racionales y una notación que hizo de la lógica simbólica una especialización
importante dentro del campo de la filosofía.
2 SOCIALISTA Y PACIFISTA
Impartió clases en la Universidad de Pekín (en China) durante dos años (1921-
1922) y, tras regresar al Reino Unido, dirigió el Beacon Hill School (1928-1932),
escuela privada fundada por él que se caracterizó por la aplicación de
innovadores y muy progresistas métodos de enseñanza. Desde 1938 hasta
1944 fue profesor en varias instituciones estadounidenses y fue durante este
periodo cuando redactó Historia de la filosofía occidental (1947). Sin embargo,
y debido a sus ideas radicales, la Corte Suprema de Nueva York le prohibió
impartir clases en el College de esta ciudad (actual City College de la
Universidad de Nueva York) por lo que consideraban sus ataques a la religión
contenidos en textos como Lo que creo (1925) y su defensa de la libertad
sexual, manifestada en Matrimonio y moral (1929).
146
1950 que exigía el desarme nuclear unilateral del Reino Unido y fue
encarcelado a los 89 años tras una manifestación antinuclear. Falleció el 2 de
febrero de 1970.
3 FILÓSOFO Y AUTOR
Wole Soyinka
Wole Soyinka, (1934- ), seudónimo de Akinwande Oluwole Soyinka,
dramaturgo, poeta, novelista y conferenciante nigeriano, galardonado con el
Premio Nobel de Literatura.
147
1970), The Man Died (El hombre ha muerto, 1972), inspirada en los años que
pasó en prisión, Death and the King’s Horseman (La muerte y el caballero del
rey, 1975), A Play of Giants (Un juego de gigantes, 1985) y Requiem for a
Futurologist (Réquiem por un futurólogo, 1985). Otras obras dignas de mención
son las novelas Los intérpretes (1965) y Ogun Abibiman (1976), el relato
autobiográfico de su infancia Aké (1981) y varias colecciones de poesía, entre
ellas Idanre (1967), Poems from Prison (Poemas desde la prisión, 1969) y
Samarkand, and Other Markets I Have Known (Samarcanda y otros mercados
que he conocido, 2003).
En 1993, después de la violenta toma del poder por Sani Abacha en Nigeria,
Soyinka se exilió en Estados Unidos. Tres años después sería acusado de alta
traición por las autoridades de su país. Sin embargo, la repentina muerte de
Abacha, en junio de 1998, y la llegada a la presidencia del general Abubakar
propiciaron que en septiembre de ese mismo año se retiraran todos los cargos
en su contra.
Toni Morrison
Toni Morrison (1931- ), escritora estadounidense galardonada con el Premio
Nobel, su obra describe la vida de la comunidad negra de su país.
148
Camilo José Cela
1 INTRODUCCIÓN
Camilo José Cela (1916-2002), escritor español, premio Nobel en 1989, autor
de novela, poesía, teatro, memorias y libros de viajes.
2 VIDA
3 OBRA
149
novelística moderna. Ejemplo de un nuevo realismo, así como de la
extraordinaria capacidad de Cela para la creación lingüística, la obra constituye
un duro testimonio de las miserias del Madrid de los años inmediatamente
posteriores a la Guerra Civil española. Ambas obras serían llevadas al cine, La
familia de Pascual Duarte en 1976, por Ricardo Franco, y La colmena en 1982,
por Mario Camus, un filme en el que el propio escritor interpretaría un pequeño
papel.
150
Ernest Hemingway
1 INTRODUCCIÓN
Uno de los escritores más importantes entre las dos guerras mundiales,
Hemingway describe en sus primeros libros la vida de dos tipos de personas.
Por un lado, hombres y mujeres despojados por la II Guerra Mundial de su fe
en los valores morales en los que antes creían, y que viven despreciando todo
de forma cínica, excepto sus propias necesidades afectivas. Y por otro,
hombres de carácter simple y emociones primitivas, como los boxeadores
profesionales y los toreros, de los que describe sus valientes y a menudo
inútiles batallas contra las circunstancias.
Entre sus primeras obras se encuentran los libros de cuentos Tres relatos y
diez poemas (1923), su primer libro; En nuestro tiempo (1924), relatos que
reflejan su juventud; Hombres sin mujeres (1927), que incluía el cuento “Los
asesinos”, notable por su descripción de una muerte inminente; y El que gana
no se lleva nada (1933), recopilación de relatos en los que describe las
151
desgracias de los europeos. La novela que le dio la fama, Fiesta (1926), narra
la historia de un grupo de estadounidenses y británicos que vagan sin rumbo
fijo por Francia y España, miembros de la llamada generación perdida del
periodo posterior a la I Guerra Mundial. En 1929 publicó su segunda novela
importante, Adiós a las armas, conmovedora historia de amor entre un oficial
estadounidense del servicio de ambulancias y una enfermera inglesa que se
desarrolla en Italia durante la guerra. La novela termina con la muerte de ella al
dar a luz. Siguieron Muerte en la tarde (1932), artículos sobre corridas de toros,
y Las verdes colinas de África (1935), escritos sobre caza mayor.
3 PREOCUPACIÓN SOCIAL
Theodor Mommsen
Theodor Mommsen (1817-1903), historiador alemán, uno de los más
influyentes del siglo XIX, especialista en historia de Roma, premio Nobel de
Literatura en 1902. Nació en Garding (Schleswig) el 30 de noviembre de 1817.
Se dedicó a estudiar inscripciones romanas durante tres años gracias a una
subvención de la Academia de Berlín. Fue nombrado catedrático de Derecho
Romano de la Universidad de Leipzig en 1848, pero perdió su Cátedra dos
años después a causa de sus actividades políticas: comenzó apoyando a la
152
monárquicos frente a los republicanos y más tarde se enemistó con los
primeros al protestar por sus violentas represalias. Se le concedió la Cátedra
de Derecho Romano de la Universidad de Zurich en 1852. Impartió clases de
filosofía en la Universidad de Breslau (actual Wrocław, Polonia) en 1854 y fue
catedrático de historia antigua en la Universidad de Berlín en 1858. Compaginó
su actividad docente en este centro con la preparación de una obra
monumental, el Corpus inscriptionum latinarum, una recopilación de
inscripciones en latín. En 1873 fue nombrado secretario vitalicio de la
Academia de Ciencias alemana.
William Faulkner
William Faulkner (1897-1962), uno de los novelistas estadounidenses más
importantes de este siglo, famoso por sus cerca de veinte novelas en las que
retrata el conflicto trágico entre el viejo y el nuevo sur de su país.
El año 1929 fue crucial para Faulkner. A Sartoris siguió El ruido y la furia,
novela que confirmó su madurez como escritor. Se casó con el amor de su
infancia, Estelle Oldham, decidiendo establecer su casa y fijar su residencia
literaria en el pequeño pueblo de Oxford. Aunque sus libros recibieron buenas
críticas, sólo se vendió bien Santuario (1931). A pesar del sensacionalismo y
brutalidad de la novela —trata de una horrible violación— su trasunto es la
corrupción y la fuerza demoledora de la desilusión. Gracias al éxito del libro
encontró trabajo, bastante más lucrativo, como guionista de Hollywood, lo que
por un tiempo le liberó de escribir las novelas que su poderosa imaginación le
dictaba.
Faulkner exige mucho a sus lectores. Para crear una atmósfera determinada,
sus frases complejas y enrevesadas se alargan durante más de una página y,
jugando con el tiempo de la narración, ensambla relatos, experimenta con
múltiples narradores e interrumpe el discurso narrativo con divagantes
monólogos interiores. En 1946, el crítico Malcolm Cowley, preocupado porque
Faulkner era poco conocido y apreciado, publicó The portable Faulkner, libro
que reúne extractos de sus novelas en una secuencia cronológica, dando a la
saga de Yoknapatawpha una nueva claridad y poniendo así el genio del
escritor al alcance de una nueva generación de lectores.
Esta novela casi experimental creó escuela y las letras hispanas siguieron
trabajando el género, como puede descubrirse en la obra del argentinochileno
Manuel Rojas y de los mexicanos Juan Rulfo o Carlos Fuentes. El hecho de
que tras la Guerra Civil española cayera la censura sobre Faulkner, hizo que su
obra —que había empezado a traducirse en 1930— tardara en publicarse de
nuevo, pero aun así, muchos escritores tanto en el exilio como en España
reflejan su influencia como Luis Martín Santos y, por supuesto, Juan Benet.
Las obras de Faulkner, que habían permanecido durante un largo tiempo lejos
de las imprentas, comenzaron a reeditarse y empezó a considerársele no ya
como una curiosidad regional sino como un gigante literario cuya mejor
escritura iba mucho más allá de las tribulaciones y conflictos de su tierra natal.
Sus logros fueron reconocidos internacionalmente en 1949 al concedérsele el
Premio Nobel de Literatura. Continuó escribiendo, tanto novelas como cuentos,
hasta su muerte en Oxford, el 6 de julio de 1962. Entre sus obras principales se
encuentran Mientras agonizo (1930), Luz de agosto (1932), ¡Absalom, Absalom!
(1936), Los invictos (1938), El villorrio (1940), Desciende Moisés (1942), Intruso
en el polvo (1948), Una fábula (1954, Premio Pulitzer de 1955), La ciudad
(1957), La mansión (1959) y Los rateros (1962), también ganadora de un
Premio Pulitzer.
154
Samuel Beckett
Samuel Beckett (1906-1989), poeta, novelista y destacado dramaturgo del
teatro del absurdo. De origen irlandés, en 1969 fue galardonado con el Premio
Nobel de Literatura.
Entre 1932 y 1937 escribió y viajó sin descanso y desempeñó diversos trabajos
para incrementar los ingresos de la pensión anual que le ofrecía su padre, cuya
muerte en 1933 le supuso un duro golpe. En 1937 se estableció definitivamente
en París, pero en 1942, tras adherirse a la Resistencia, tuvo que huir de la
Gestapo, la policía secreta nazi. En el sur de Francia, libre de la ocupación
alemana, Beckett escribió la novela Watt (que no se publicó hasta 1953).
155
Gabriela Mistral
1 INTRODUCCIÓN
Hija de un profesor rural, Gabriela Mistral, que mostró una temprana vocación
por el magisterio, llegó a ser directora de varios liceos. Fue una destacada
educadora y visitó México (donde cooperó en la reforma educacional con José
Vasconcelos), Estados Unidos y Europa, estudiando las escuelas y métodos
educativos de estos países. A partir de 1933, y durante veinte años,
desempeñó el cargo de cónsul de su país en ciudades como Madrid, Lisboa y
Los Ángeles, entre otras.
Sus poemas escritos para niños se recitan y cantan en muy diversos países.
En 1945 se convirtió en el primer escritor latinoamericano en recibir el Premio
Nobel de Literatura. Posteriormente, en 1951, se le concedió el Premio
Nacional de Literatura de su país. Su fama como poetisa (aunque ella prefería
llamarse “poeta”) comenzó en 1914 luego de haber sido premiada en los
Juegos Florales de Santiago por sus Sonetos de la muerte, inspirados en el
suicidio de su gran amor, el joven Romelio Ureta. A este concurso se presentó
con el seudónimo que desde entonces la acompañaría toda su vida.
John Steinbeck
John Steinbeck (1902-1968), escritor estadounidense, galardonado con el
Premio Nobel. Steinbeck describió en su obra la eterna lucha de las gentes que
dependen de la tierra para sobrevivir.
156
Nació el 27 de febrero de 1902 en Salinas (California), y estudió en la
Universidad de Stanford. Durante su juventud trabajó como bracero y recolector
de fruta. En La copa de oro (1929), Steinbeck narra la vida y las hazañas del
famoso pirata galés del siglo XVII Henry Morgan. A continuación publica Las
praderas del cielo (1932), una colección de relatos que describe la vida en una
comunidad de granjeros del sur de California. En esta novela aborda por
primera vez los temas sociales que caracterizan la mayor parte de su obra.
Entre sus primeros libros cabe citar A un dios desconocido (1933), la historia de
un granjero cuyas creencias en el culto de la fertilidad pagano le llevan a
sacrificar su propia vida durante una época de terrible sequía; Tortilla Flat
(1935), un relato entre picaresco y romántico sobre los emigrantes mexicanos
establecidos en los alrededores de Monterey (California); Una vez hubo una
guerra (1936), la historia de una huelga de recolectores de fruta, y La fuerza
bruta (1937), la patética historia de dos braceros itinerantes que luchan por
conseguir su propia granja.
La obra más popular de Steinbeck es Las uvas de la ira (1939, Premio Pulitzer
en 1940), el triste relato de una familia procedente de una empobrecida región
de Oklahoma que emigra a California durante la depresión económica de la
década de 1930. Esta controvertida novela, recibida como un conmovedor
documento de protesta social, se ha convertido en un clásico de la literatura
estadounidense.
Otras obras dignas de mención son: La luna se ha puesto (1942), Los arrabales
de Cannery (1944), El ómnibus perdido (1947), El invierno de nuestro
descontento (1961) y Norteamérica y los norteamericanos (1968). En 1962
escribió Viajando con mi perro, un relato autobiográfico de un viaje por Estados
Unidos en compañía de un caniche.
157
Juan Ramón Jiménez
1 INTRODUCCIÓN
2 OBRA
La obra poética de Juan Ramón Jiménez es muy extensa, con libros que, a lo
largo de su vida, en un afán constante de superación, fue repudiando o de los
que salvaba algún poema, casi siempre retocado en las sucesivas selecciones.
Entre sus principales antologías se encuentran Poesías escojidas (1917),
Segunda antolojía poética (1922), Canción (1936) y Tercera antolojía (1957).
Diario de un poeta recién casado (1917) fue escrito durante su viaje a Estados
Unidos, donde conoció y se casó con Zenobia. Contiene ritmos inspirados por
el movimiento del mar, verso libre, prosa, sugerencias humorísticas e irónicas.
El libro supone un canto a la mujer, el mundo marino y Estados Unidos.
Siguen Eternidades (1918), Piedra y cielo (1919) y uno de los puntos más altos
de su poesía, Estación total, un libro escrito entre 1923 y 1936, aunque no llegó
158
a publicarse hasta 1946. La identificación del poeta con la belleza, con la
plenitud de lo real, con el mundo, es casi absoluta. La palabra aúna abstracción
y realidad, y el poeta se hace “poeta total”, ejemplo de fusión entre el sujeto y el
universo, sin que ello implique abandonar la singularidad de la propia voz.
Isabel Allende
Isabel Allende (1942- ), novelista y periodista chilena nacida en Lima (Perú),
ciudad donde su padre se encontraba destinado como diplomático.
Asistió a diversos colegios privados y viajó por varios países antes de regresar
a Santiago para concluir sus estudios y trabajar en la Organización para la
Agricultura y la Alimentación (FAO). Posteriormente emprendió otras
actividades; como periodista, escribió artículos sobre temas sumamente
polémicos y además hizo cine y televisión.
159
Allende se exilió en 1973 y buscó refugio en Caracas, cuando su tío Salvador
Allende, presidente de Chile, fue derrocado durante el golpe militar encabezado
por el general Augusto Pinochet Ugarte.
Albert Camus
Albert Camus (1913-1960), novelista, ensayista y dramaturgo francés,
considerado uno de los escritores más importantes posteriores a 1945. Su obra,
caracterizada por un estilo vigoroso y conciso, refleja la philosophie de
l’absurde, la sensación de alienación y desencanto junto a la afirmación de las
cualidades positivas de la dignidad y la fraternidad humana.
160
viajes. En 1940, se trasladó a París y formó parte de la redacción del periódico
Paris-Soir. Durante la II Guerra Mundial fue miembro activo de la Resistencia
francesa contra la ocupación alemana y, de 1945 a 1947, director de Combat,
una publicación clandestina.
Jean-Paul Sartre
1 INTRODUCCIÓN
2 VIDA
161
de su obra de teatro antiautoritaria Las moscas (1943) y la publicación de su
trabajo filosófico más célebre El ser y la nada (1943).
3 PENSAMIENTO Y OBRA
162
determinismo social marxista. Afirmaba que la influencia de la sociedad
moderna sobre el individuo es tan grande que produce la serialización, lo que él
interpreta como pérdida de identidad y que es equiparable a la enajenación
marxista. El poder individual y la libertad sólo pueden recobrarse a través de la
acción revolucionaria colectiva.
Otros textos de Sartre son las novelas La náusea (1938) y la serie narrativa
inacabada Los caminos de la libertad, que comprenden La edad de la razón
(1945), El aplazamiento (1945) y La muerte en el alma (1949); una biografía del
controvertido escritor francés Jean Genet, San Genet, comediante y mártir
(1952); las obras teatrales A puerta cerrada (1944), La puta respetuosa (1946)
y Los secuestradores de Altona (1959); su autobiografía, Las palabras (1964); y
una biografía del autor francés Gustave Flaubert, El idiota de la familia (3 vols.,
1971-1972) entre otros muchos títulos.
Sinclair Lewis
Sinclair Lewis (1885-1951), novelista estadounidense muy imitado por
escritores posteriores, tanto en su estilo naturalista como en su temática. Lewis
cambió la tradicional visión romántica y complaciente de la vida
estadounidense por otra mucho más realista, e incluso amarga.
En Calle mayor (1920), Lewis desarrolla por primera vez un tema que se
convertirá en leitmotif de sus principales obras: la monotonía, la frustración
emocional y la falta de valores espirituales e intelectuales de la clase media
estadounidense. Su novela Babbitt (1922) ofrece un retrato despiadado del
arquetipo del hombre de negocios de una ciudad pequeña que acepta
ciegamente los valores sociales materialistas y éticos de su entorno. La palabra
'Babbitt', que designa a este tipo de persona, ha pasado a formar parte de la
lengua común. En El doctor Arrowsmith (1925), expone la falta de idealismo
científico que en ocasiones se observa entre los médicos; Elmer Gantry (1927)
retrata la figura de un falso e hipócrita líder religioso infiltrado en la iglesia
Protestante. Otras de sus novelas, como Dodsworth (1929), retratan a la mujer
casada, egoísta y pretenciosa, que a veces se encuentra en los círculos de
clase media estadounidenses.
Entre sus obras posteriores cabe destacar Eso no puede pasar aquí (1935), la
escalofriante historia de una futura revolución que situaría a Estados Unidos
bajo control fascista, y Sangre de rey (1947), una novela sobre la intolerancia
racial. Lewis sentía fascinación por el teatro. Colaboró en una dramatización de
163
Dodsworth (1934) con el dramaturgo estadounidense Sidney Howard, y realizó
su propia dramatización de Eso no puede pasar aquí (1936).
Elias Canetti
Elias Canetti (1905-1994), autor búlgaro en lengua alemana y residente en
Inglaterra. Pese a ser ignorado durante gran parte de su vida en su país de
adopción, adquirió fama por explorar, en distintas disciplinas, la relación del
individuo con la sociedad.
164
Pío Baroja
Pío Baroja (1872-1956), novelista español, considerado por la crítica el
novelista español más importante del siglo XX.
La obra por la que se hizo más conocido fuera de España es la trilogía La lucha
por la vida, una conmovedora descripción de los bajos fondos de Madrid, que
forman La busca (1904), La mala hierba (1904) y Aurora roja (1905). Realizó
viajes por España, Italia, Francia, Inglaterra, los Países Bajos y Suiza, y en
1911 publicó El árbol de la ciencia, posiblemente su novela más perfecta. Entre
1913 y 1935 aparecieron los 22 volúmenes de una novela histórica, Memorias
de un hombre de acción, basada en el conspirador Eugenio de Avinareta, uno
de los antepasados del autor que vivió en el País Vasco en la época de las
Guerras carlistas. Ingresó en la Real Academia Española en 1935, y pasó la
Guerra Civil española en Francia, de donde regresó en 1940. A su regreso, se
instaló en Madrid, donde llevó una vida alejada de cualquier actividad pública,
hasta su muerte. Entre 1944 y 1948 aparecieron sus Memorias, subtituladas
Desde la última vuelta del camino, de máximo interés para el estudio de su vida
y su obra. Baroja publicó en total más de cien libros.
165
Miguel de Unamuno
1 INTRODUCCIÓN
2 VIDA
Su filosofía, que no era sistemática, sino más bien una negación de cualquier
sistema y una afirmación de “fe en la fe misma”, impregna toda su producción.
Formado intelectualmente en el racionalismo y en el positivismo, durante su
juventud simpatizó con el socialismo, escribiendo varios artículos para el
periódico El Socialista, donde mostraba su preocupación por la situación de
España, siendo en un primer momento favorable a su europeización, aunque
posteriormente adoptaría una postura más nacionalista.
Esta preocupación por España (que reflejó en su frase “¡Me duele España!”) se
manifiesta en sus ensayos recogidos en sus libros En torno al casticismo
(1895), Vida de Don Quijote y Sancho (1905), donde hace del libro cervantino
la expresión máxima de la escuela española y permanente modelo de
idealismo, y Por tierras de Portugal y España (1911). También son frecuentes
166
los poemas dedicados a exaltar las tierras de Castilla, considerada la médula
de España.
Cultivó todos los géneros literarios: fue poeta, novelista, autor teatral y crítico
literario. Su narrativa comienza con Paz en la guerra (1897), donde desarrolla
la “intrahistoria” galdosiana, y continúa con Niebla (1914) —que llamó nivola,
en un intento de renovar las técnicas narrativas—, La tía Tula, y San Manuel
Bueno, mártir (ambas de 1933).
Generación del 98
Generación del 98, también llamada generación del desastre en alusión a la
pérdida de Cuba por España.
Habrá que esperar hasta 1934, con la conferencia de Pedro Salinas sobre "El
concepto de generación literaria aplicado a la del 98", para que se fije
definitivamente esta manera de identificar a una generación que representó un
fenómeno importante por cuestionarse la tarea intelectual frente a España y la
política española, y plantearse el dilema de una literatura acorde con esas
inquietudes. Muchos de sus representantes estaban ligados a la Institución
Libre de Enseñanza, que dirigía Francisco Giner de los Ríos. Sobresalen
autores como Ángel Ganivet (1862-1898), autor de Ideariumespañol (1897);
Joaquín Costa (1846-1911); Miguel de Unamuno (1864-1937), con obras como
En torno al casticismo (1895), Vida de Don Quijote y Sancho (1905) y Del
167
sentimiento trágico de la vida (1913); Ramiro de Maeztu, quien enumeraba los
engaños que dominaban a España en el campo de la prensa, la política, la
oligarquía y el caciquismo, la literatura y la ciencia, las supuestas glorias
históricas, y, como otros jóvenes rebeldes de su tiempo (el mismo Unamuno o
Martínez Ruiz, Azorín), rechazaba la guerra colonial en todas sus
manifestaciones; José Ortega y Gasset, que, en realidad, trascendió el marco
de esta generación. Debe mencionarse también la obra de Azorín (El alma
castellana (1900); La ruta de don Quijote (1905), Antonio Machado (Soledades
y Campos de Castilla, sobre todo), Pío Baroja (La raza; La lucha por la vida,
1904), Ramón María del Valle-Inclán, Vicente Blasco Ibáñez, Gabriel Miró.
Antonio Machado
1 INTRODUCCIÓN
2 VIDA
Nació en Sevilla y vivió luego en Madrid, donde estudió. En 1893 publicó sus
primeros escritos en prosa, mientras que sus primeros poemas aparecieron en
1901. Viajó a París en 1899, ciudad que volvió a visitar en 1902, año en el que
conoció a Rubén Darío, del que sería gran amigo durante toda su vida. En
Madrid, por esas mismas fechas conoció a Unamuno, Valle-Inclán, Juan
Ramón Jiménez y otros destacados escritores con los que mantuvo una
estrecha amistad. Fue catedrático de Francés, y se casó con Leonor Izquierdo,
que murió en 1912. En 1927 fue elegido miembro de la Real Academia
Española. Durante las décadas de 1920 y 1930 escribió teatro en compañía de
su hermano, también poeta, Manuel, estrenando varias obras entre las que
destacan La Lola se va a los puertos, de 1929, y La duquesa de Benamejí, de
1931. Cuando estalló la Guerra Civil española estaba en Madrid.
Posteriormente se trasladó a Valencia, y Barcelona, y en enero de 1939 se
exilió al pueblo francés de Colliure, donde murió en febrero.
168
3 OBRA
2 VIDA
169
3 OBRA
Después escribió novelas y relatos entre las que destaca la trilogía formada por
Viento fuerte (1950), El Papa verde (1954) y Los ojos de los enterrados (1960).
Otras novelas son Mulata de tal (1963), Malandrón (1969) y Viernes de Dolores
(1972). Su producción teatral es poco conocida y trata más o menos los
mismos temas, como Chantaje o Dique seco ambas de 1964. Su novela Viento
fuerte fue citada en el discurso de entrega del Premio Nobel, que le fue
concedido por "sus coloridos escritos profundamente arraigados en la
individualidad nacional y en las tradiciones indígenas de América".
Alejo Carpentier
1 INTRODUCCIÓN
2 VIDA
170
Cuba comenzó a estudiar arquitectura, pero no acabó la carrera. Empezó a
trabajar como periodista y a participar en movimientos políticos izquierdistas.
Fue encarcelado y a su salida se exilió en Francia. Volvió a Cuba donde trabajó
en la radio y llevó a cabo importantes investigaciones sobre la música popular
cubana. Viajó por México y Haití donde se interesó por las revueltas de los
esclavos del siglo XVIII. Marchó a vivir a Caracas en 1945 y no volvió a Cuba
hasta 1958, año en el que se produjo el triunfo de la Revolución castrista.
Desempeñó diversos cargos diplomáticos para el gobierno revolucionario,
murió en 1980 en París, donde era embajador de Cuba.
3 OBRA
4 VALORACIÓN CRÍTICA
171
universales donde no le interesan los personajes concretos, ni profundizar en la
psicología individual de sus personajes, sino que crea arquetipos —el villano, la
víctima, el liberador— de una época.
Kawabata Yasunari
Kawabata Yasunari (1899-1972), novelista japonés nacido en Osaka, graduado
por la Universidad Imperial de Tokio. En la década de 1920 formó parte de un
grupo literario de jóvenes escritores conocido como neosensacionistas,
partidarios del lirismo y del impresionismo en lugar del realismo social
imperante. Poco a poco fue desarrollando un estilo propio, minucioso y
episódico, que se manifiesta en su primera novela, Diario íntimo de mi
decimosexto cumpleaños (1925). Con frecuencia se preocupó por la
exploración de la soledad y los aspectos que bordean la sexualidad humana.
Su novela País de nieve (1947), que trata de un hombre de negocios
egocéntrico y su amante geisha, es muy conocida en Occidente. Otras obras
suyas son las novelas Mil grullas (1959) y El sonido de la montaña (1970), así
como dos volúmenes de relatos que se cuentan entre lo mejor de su obra: La
casa de las bellezas dormidas (1961) y Lo bello y lo triste (1965). En 1972 se
publicó de forma póstuma la biografía ficticia El maestro de Go, Kawabata fue
el primer japonés que ganó el premio Nobel de Literatura en 1968, “por su
maestría narrativa, que expresa con gran sensibilidad el espíritu japonés”. En
1972, enfermo y deprimido, se suicidó.
Yukio Mishima
Yukio Mishima, seudónimo de Kimitake Hiraoka (1925-1970), novelista japonés
muy conocido en Occidente, cuyo tema central es la dicotomía entre los valores
tradicionales de Japón y la esterilidad espiritual de la vida contemporánea.
Nacido en Tokio, no consiguió que le admitiera el Ejército para pelear durante
la II Guerra Mundial, pero en cambio trabajó en una fábrica aeronáutica.
Después de la guerra estudió Derecho y estuvo empleado un tiempo en el
ministerio de Hacienda. Su primera novela, Confesiones de una máscara
(1949), en parte autobiográfica, tuvo mucho éxito y fue tan elogiada que le
permitió dedicarse por entero a la escritura. El pabellón de oro (1956) retrata a
un hombre obsesionado con la religión y la belleza; El marino que perdió la
Gracia del mar (1963) es un relato truculento sobre los celos adolescentes; y
en su epopeya de cuatro volúmenes, El mar de la fertilidad (1970), que
comprende Nieve de primavera, Caballos desbocados, El templo del alba y La
corrupción de un ángel, analiza la transformación de su país en una sociedad
moderna pero estéril. Mishima, que fundó una sociedad para fomentar la
cultura física y las artes marciales, el Tatenokai, se suicidó ritualmente, en lo
que se considera como su protesta final contra la decadencia japonesa.
172
Oé Kenzaburo
Oé Kenzaburo (1935- ), escritor y ensayista japonés, premio Nobel de
Literatura y probablemente uno de los mejores novelistas de la posguerra.
173