Cuerno Pequeño
Cuerno Pequeño
Cuerno Pequeño
Características.
Acenso
Proceder
Lugar de origen
CUERNO PEQUEÑO
Cuernos
Miq 4:13 Levántate y trilla, hija de Sion, porque haré tu cuerno como de hierro, y tus uñas de bronce, y desmenuzarás a muchos pueblos;
y consagrarás a Jehová su botín, y sus riquezas al Señor de toda la tierra.
Zac 1:18-19 Después alcé mis ojos y miré, y he aquí cuatro cuernos. Y dije al ángel que hablaba conmigo: ¿Qué son éstos? Y me
respondió: Estos son los cuernos que dispersaron a Judá, a Israel y a Jerusalén.
1. Bronce – Juicio.
2. Oro – Soberanía o deidad – El oro es mencionado en Génesis 2:11. El oro siempre ha sido el más valioso de todos los
metales. El comparar al hombre son el oro sugería su nobleza (Lm. 4:1-2; 2 Ti. 2:20). El oro nunca empaña.
3. Hierro – Fortaleza (Daniel 2:33), conquista – Cristo regirá con una “vara de hierro” (Apocalipsis 2:27; 12:5; 19:15).
«Pie» puede servir de metáfora para indicar arrogancia: «Que no me aplaste el pie del orgulloso, ni me desarraigue la mano del impío»
(Sal_36:11 NVI)
Extremidad de cualquiera de los dos miembros inferiores del hombre, que sirve para sostener el cuerpo y andar
El p. es símbolo del poder (Sal 36,12). Por esto pone el triunfador su p. sobre la nuca del vencido (Jos 10,24; cf. Sal 110,1 y además: Mt
22,44 Mc 12,36 Lc 20,43 Act 2,35 Heb 1,13 10,13), y «poner algo a los p.» de alguien (Sal 8,7 1Cor 15,25.27 Ef 1,22 Heb 2,8 Rom 16,20;
escabel) significa «someterlo a su poder».
Los victoriosos los ponían sobre los cuellos de los conquistados como un signo de dominio
El profeta llamó a su pueblo a apartar sus pies del sábado (), con lo que quería decir que debían dejar de profanar ese día.
Como expresión de dominio, se ponía el pie sobre el cuello del vencido (Jos. 10:24, etc.).
se lo aplica al paso de marcha (Gn. 33.14)
En heb.heb. hebreo y en griegogriego griego el pie frecuentemente indica la posición, el destino, ola inclinación de la persona (Pr. 6.18;
7.11; Hch. 5.9)
A menudo la palabra se usa figuradamente para simbolizar la derrota de un enemigo, con la figura del vencedor que pone el pie sobre su
garganta o su cuello (Jos. 10.24; 1 Co. 15.25).