Confiando o Confiados
Confiando o Confiados
Confiando o Confiados
CONFIADO
a. Mas el que nos hizo: Dios nos está preparando justo ahora para
nuestro destino eterno. Aquí, Pablo conecta las ideas de nuestra leve
tribulación, y el eterno peso de gloria (2 Corintios 5:17-18). Esta leve
tribulación es (en parte) el cómo Dios nos hizo.
b. Quien nos ha dado las arras del Espíritu: Cuando las pruebas
son duras en la tierra, no siempre es fácil ser consolado por pensar en
nuestro destino celestial. Dios sabía esto, así que nos ha dado las
arras del Espíritu. Él respalda su promesa del cielo con un pago
inicial: el Espíritu Santo, el cual nos da para el día de hoy.
ii. Muchos cristianos experimentan una gran bendición por parte del
Espíritu Santo justo ahora. Cuando consideramos cuán glorioso
adelanto se nos ha dado, debemos de considerar qué tan grande será
todo el regalo.
Sin embargo, ninguna de estas cosas, tan preciosas como son, hacen
que el cielo sea el «cielo». Lo que hace que el cielo sea el cielo, es la
presencia, sin estorbos, sin límites, de nuestro Señor. El lugar del cielo
sería como el infierno si no pudiéramos estar presentes al Señor.