1 Embriología
1 Embriología
1 Embriología
Evolución de la embriología.
Historia
Los egipcios del Antiguo Reino, 3000 a.C., conocían métodos para incubar los huevos de las aves
pero no dejaron ningún escrito.
Akenatón alababa al dios del sol Atón como creador del germen de la mujer, hacedor de la semilla
masculina y donador de la vida al hijo en el vientre materno.
Los antiguos egipcios creían que el alma se introducía en el pequeño al nacer, a través de la
placenta.
Se cree que en el año 1416 a.C. se redactó un breve tratado sánscrito sobre la antigua embriología
india.
Este escrito del hindú Garbha Upanishad describe ideas arcaicas sobre el embrión y afirma:
A las dos semanas se convierte en una masa esférica y al cabo de un mes, es una masa dura.
A los dos meses tiene la cabeza formada y a los tres, aparecen las extremidades.
Los primeros estudios embriológicos registrados aparecen en los libros de Hipócrates de Cos, el
famoso médico griego (460-377 a.C.) considerado padre de la medicina.
Según pensaba, el embrión surgía a partir de la sangre menstrual tras una activación por el semen
masculino.
Claudio Galeno , médico griego e investigador médico en Roma, escribió un libro, Sobre la
formación del feto, en el que describió el desarrollo y la nutrición de los fetos y las estructuras que
hoy llamamos alantoides, amnios y placenta.
El Talmud contiene referencias a la formación del embrión. El médico judío Samuel-el-Yehudi que
vivió en el siglo II d.C., describió seis etapas en la formación del embrión desde la masa informe
arrollada hasta en niño cuyos meses se han terminado.
Los eruditos del Talmud creían que los huesos y los tendones, las uñas, la sustancia cerebral y el
blanco de los ojos provenían del padre quien sembraba el blanco, mientras que la piel, la carne, la
sangre y el pelo procedían de la madre, quien sembraba el rojo.
Durante el período medieval, la ciencia progreso muy poco y apenas han llegado hasta nosotros
algunos hechos destacados de la investigación embrionaria.
En el Corán (siglo VII d.C.), el libro sagrado de los musulmanes, los seres humanos son producidos
por una mezcla de las secreciones masculinas y femeninas.
Se hacen varias referencias a la creación del ser humano a partir de una nutfa (pequeña gota).
Asimismo, se declara que el organismo resultante se deposita en el útero como una semilla seis
días después de iniciarse.
También se hace mención al aspecto parecido a una sanguijuela del embrión primitivo. Luego se
dice que el embrión se asemeja a una sustancia mascada.
El Africano describió la composición y el desarrollo secuencial del embrión en relación con los
planetas y con cada mes del embarazo, concepto desconocido en la Antigüedad.
Los eruditos medievales, apenas se desviaron de la teoría de Aristóteles, según la cuál, el embrión
provenía de la sangre menstrual y el semen.
El Renacimiento
Leonardo da Vinci (1452-1519) efectuó dibujos precisos de disecciones de úteros gestantes que
contenían fetos.
Este autor consideraba que la semilla masculina o esperma, después de penetrar en la matriz o
útero, sufria una metamorfosis hacia una sustancia ovalada, de la que surgía el embrión.
Harvey estaba muy influido por uno de sus profesores, Fabricio de Aquapendente, un anatomista y
embriólogo italiano pionero en el estudio de embriones de diferentes especies animales.
Harvey examinó embriones de pollo con una simple lupa y efectuó muchas observaciones
originales.
Cuando no lograba observar los primeros estadios del desarrollo, concluía que los embriones eran
secretados por el útero.
Los microscopios primitivos eran simples, pero abrían un campo nuevo y atractivo de observación.
En 1672, Regnier de Graaf observó pequeñas cámaras dentro del útero de una coneja y concluyó
que no podían ser secretadas por el útero.
Además describió folículos ováricos vesiculares, que algunas veces se siguen denominando
folículos de De Graaf.
Marcelo Malpighi, al estudiar lo que creía eran huevos no fecundados de gallina, en 1675, observo
embriones primitivos.
Johan Ham van Arnheim y Anton van Leeuwenhoek utilizaron un microscopio mejorado en 1677 y
observaron, por primera vez, un espermatozoide humano.
Caspar Friedrich Wolff refutó las dos versiones de la teoría preformativa, en 1759, tras observar
que algunos elementos del embrión se desarrollaban a partir de glóbulos (pequeños cuerpos
esféricos).
Propuso el concepto de capa, por el que la división de lo que hoy llamamos cigoto da origen a
capas de células (hoy llamadas disco embrionario), a partir de las cuales se desarrolla el embrión.
Sus ideas crearon la base de la teoría de la epigenia, que señala que el desarrollo procede del
crecimiento y diferenciación de células especializadas.
La controversia sobre la preformación terminó en 1775 cuándo Lázaro Spallanzani demostró que
tanto el ovocito como el espermatozoide eran necesarios para iniciar el desarrollo de un nuevo
ser.
Heinrich Christian Pander descubrió las tres capas germinativas del embrión, al que denominó
blastodermo.
Etienne Saint Hilarie y su hijo Isidore Saint Hilarie, realizaron los primeros estudios importantes
sobre el desarrollo anormal en 1818.
Llevaron a cabo experimentos con animales destinados a generar anomalías del desarrollo,
iniciando lo que hoy denominamos ciencia teratológica.
Karl Ernst von Baer describió el ovocito dentro del folículo ovárico de una perra en 1827,
aproximadamente después del descubrimiento de los espermatozoides.
Von Baer formuló dos conceptos embriológicos esenciales: las etapas sucesivas de desarrollo y la
idea de que las características generales preceden a las específicas.
Estas aportaciones trascendentes e importantes explican que se le considere el padre de la
embriología moderna.
La teoría celular se sirvió, pronto, del descubrimiento de que el embrión se originaba a partir de
una única célula, el cigoto, que experimentaba múltiples divisiones celulares a medida que se
formaban los tejidos y órganos.
Wilhelm His (1831-1904), un anatomista y embriólogo suizo, elaboró mejoras técnicas para la
fijación, sección y tinción de los tejidos y para la reconstrucción de los embriones.
Su método de reconstrucción gráfica allanó el camino para producir las actuales imágenes
tridimensionales, estereoscópicas y computarizadas de los embriones.
Franklin P. Mall (1862-1917), empezó a recoger embriones humanos para su estudio científico. La
colección de Mall forma parte de la colección de embriones de Carnegie, que hoy se encuentra en
el Museo Nacional de Salud y Medicina del Instituto de Anatomía de las Fuerzas Armadas de
Washington, DC.
Sus estudios dieron lugar al nacimeinto de Louise Brown, el primer bebé probeta en 1978.
1859, Charles Darwin, biólogo, publicó su obra El Origen de las Especies, en la que subrayó la
naturaleza hereditaria de la variabilidad entre los miembros de una especie, como factor
fundamental para la evolución.
Gregor Mendel, monje austríaco, elaboró los principios de la herencia en 1865, pero los
investigadores médicos y los biólogos no comprendieron durante muchos años el significado de
estos principios para el estudio del desarrollo de los mamíferos.
Walter Flemming observó los cromosomas en 1878 y propuso que, posiblemente, intervenían en
la fecundación.
En 1883, Eduard von Beneden observó que las células germinale maduras poseían un menor
número de cromosomas y describió, asimismo, algunas características de la meiosis, el proceso
por el que disminuye el número de cromosomas de las células germinales.
Pronto se comprobó que el cigoto contenía toda la información genética necesaria para dirigir el
desarrollo de un nuevo ser humano.
Felix von Winiwarter notificó las primeras observaciones sobre los cromosomas humanos en 1912,
señalando que las células somáticas poseían 47 cromosomas.
Theophilus Shickel Painter concluyó en 1923, que el número correcto era 48, conclusión que fue
ampliamnete aceptada hasta 1956, fecha en la que Joe Hin Tjio y Albert Levan describieron que las
células embrionarias sólo tenían 46 cromosomas.
James Watson y Francis Crick desifraron la estructura molecular del ADN en 1953, y en el año 2000
se secuencio el genoma humano.
En cuanto se estableció con certeza el patrón cromosómico normal, se comprobó en seguida que
algunas personas con anomalías congénitas presentaban un número anómalo de cromosomas.
Jérôme Jean Louis Marie Lejeune en 1959, demostró que los bebés con mongolismo poseían 47
cromosomas.
En 1941, Sir Norman Gregg describió un número inusitado de casos de cataratas y otras anomalías
entre los bebés de madres que habían contraído rubéola al principio del embarazo.
Por primera vez, existían pruebas concretas que demostraban que el desarrollo del embrión
humano podía verse perjudicado por un factor ambiental.
Widukind Lenz y William McBride describieron deficiencias raras de las extremidades y otras
anomalías congénitas graves inducidas por el sedante talidomida entre los hijos de madres que
habían ingerido este medicamento.
Los avances rápidos en el campo de la biología molecular han llegado a la aplicación de técnicas
complejas (p. ej., tecnología del ADN recombinante, modelos quiméricos, manipulación de células
madre)
Estas técnicas se utilizan hoy con mucha frecuencia en los laboratorio de investigación para
abordar problemas tan diversos como la regulación genética de la morfogenia, la expresión
temporal y regional de genes concretos y el modo en que las células asumen un compromiso para
formar las distintas proporciones del embrión.
Por primera vez, estamos empezando a saber cómo, cuándo y dónde se activan y expresan
determinados genes en el embrión durante el desarrollo normal y anormal.
La oveja Dolly fue el primer mamífero clonado (en 1997) por Ian Wilmut y sus colaboradores,
aplicando la técnica de la transferencia del núcleo de células somáticas.
Desde entonces se han clonado satisfactoriamente otros animales a partir de células adultas
diferenciadas en cultivo.
El interés por la clonación humana ha suscitado un enorme debate por sus implicaciones sociales,
éticas y legales.
Existe la preocupación de que la clonación de lugar a lactantes nacidos con anomalías congénitas y
enfermedades graves.
Embriología
Es costumbre dividir el desarrollo humano en los períodos prenatal (antes del nacimiento y
postnatal ( después del nacimiento).
A pesar de que la mayoría de los cambios durante el desarrollo suceden en los períodos
embrionario y fetal, en las fases posteriores de la lactancia, la infancia, la adolescencia y primera
parte de la vida adulta se producen alteraciones importantes.
Significado de la embriología
La embriología significa, literalmente, el estudio de los embriones, pero éste término suele
referirse al desarrollo prenatal de los embriones y de los fetos.
La anatomía del desarrollo es un campo de la embriología que se ocupa de las modificaciones que
experimentan las células, los tejidos, los órganos y el cuerpo en su conjunto, desde una célula
germinal de cada progenitor, hasta que se alcanza el estadio adulto.
El desarrollo prenatal es más rápido que el postnatal y se asocia a cambios muy llamativos.
Alcances de la embriología
Se ocupa de los comienzos de la vida humana y de los cambios que ocurren durante el desarrollo
prenatal.
Posee valor práctico porque ayuda a entender las causas de las variaciones de la estructura
humana.
Ilumina la anatomía macroscópica y explica como surgen las relaciones normales y anormales
La comprensión de las anomalías congénitas más habituales y de sus causas, permiten a los
médicos, dentistas y otros profesionales sanitarios explicar la bases de las anomalías y disipar, a
menudo, los sentimientos parentales de culpa.
Los médicos y otros profesionales sanitarios, conocedores de las anomalías comunes y de sus
bases embriológicas, afrontan las situaciones inusitadas con confianza y no con sorpresa.
Crecimiento
Implica la división celular y la elaboración de productos celulares.
Segmentación
Se trata de una serie de divisiones celulares mitóticas del cigoto que dan lugar a las primeras
células embrionarias, los blastómeros.
Morfogénesis o morfogenia
El movimiento de las células les permite interaccionar entre sí durante la formación de los tejidos y
órganos.
Diferenciación
Cuando concluye la diferenciación, se forman tejidos y órganos con capacidad para cumplir
funciones especializadas.
Totipotencialidad, totipotente
Capaz de todo; aplícase a las células que pueden originar elementos de todos órdenes.
Pluripotencialidad, pluripotente
Que tiene más de una manera de obrar; que actúa en varios sentidos.
Célula madre o stem cell se define como una célula progenitora, autorrenovable, capaz de
regenerar uno o más tipos celulares diferenciados.
Diferenciación celular
La diferenciación celular es el proceso, en virtud del cual, las células sufren modificaciones
citológicas dando lugar a una forma y una función determinada durante el desarrollo embrionario
o la vida de un organismo pluricelular, especializándose en un tipo celular.