Las Embarazadas
Las Embarazadas
Las Embarazadas
Comer bien durante el embarazo no solo significa comer más. También debes
considerar lo que comes.
Solo necesitas unas 340 a 450 calorías adicionales por día – y esto es para la
etapa más avanzada del embarazo, cuando tu bebé crece más rápidamente. Estas
no son muchas calorías (una taza de cereales y leche descremada al 2%). Es
importante que las calorías provengan de alimentos nutritivos para que puedan
contribuir al desarrollo y crecimiento del bebé.
Las Etiquetas de los Alimentos informan sobre el tipo de nutrientes que hay en las
comidas que consumes. Las letras RDA, que se encuentran en estas etiquetas,
significan en Inglés Recomendación Diaria Permitida, o la cantidad de
nutrientes recomendados para tu dieta diaria. Durante el embarazo, las
recomendaciones RDA son mayores.
Satisfacer tus antojos está bien, siempre que tengas antojos de alimentos que
contribuyan a una dieta saludable. Frecuentemente, estos antojos disminuyen
después del tercer mes de embarazo.
El atún en lata puede ser problemático ya que las latas contienen diferentes tipos
de atún con diferentes cantidades de mercurio. La Administración Estadounidense
de Alimentos y Medicamentos (U.S. Food and Drug Administration, FDA)
recomienda comer 2-3 raciones de atún en lata por semana y solo 1 ración de
atún blanco (este es un pescado más grande y contiene más mercurio) por
semana. Según un informe de 2017 de la Unión de los consumidores, el atún
blanco puede contener mayores concentraciones de mercurio de lo que se creía y
recomienda que las mujeres embarazadas no consuman este pescado. Pero el
FDA, mantiene su postura al respecto indicando que los niveles de mercurio
presentes en este pescado no son peligrosos al comer cantidades limitadas.
El hecho de que dos organizaciones respetadas hagan recomendaciones
contradictorias, puede generar confusión. Pero dado que los análisis indican que
las cantidades de mercurio en el atún pueden ser mayores de lo que se creía,
algunas mujeres podrían eliminar el consumo de dichos pescados por completo
mientras estén embarazadas o mientras intentan quedar embarazadas.
Todos los pescados y mariscos contienen ciertos niveles de mercurio, pero puedes
comer hasta 12 onzas sin temor por semana de aquellos que contengan poco
mercurio, como el salmón, los langostinos, las almejas, el bagre y la tilapia.
Habla con tu medico si tienes alguna pregunta sobre cuánto pescado comer y
cuáles.
Estreñimiento
Algunas personas toman píldoras de fibra, bebidas u otros productos altos en fibra
disponibles en la farmacia, pero debes consultar con tu médico antes de consumir
estos productos. No utilices laxantes mientras estés embarazada salvo que tu
médico te recomiende hacerlo. Y evita el viejo remedio casero – el aceite de ricino-
porque puede interferir con el proceso de absorción de nutrientes de tu cuerpo.
Si el estreñimiento es un problema para ti, tu médico puede recomendarte un
medicamento para ablandar las heces. Asegúrese de tomar mucho líquido,
especialmente agua, cuando incrementes tu consumo de fibra, de no hacerlo así,
podrías estar agravando el problema.
Gases
Náuseas
Si tu sufres frecuentemente de náuseas, come pequeñas cantidades de alimentos
simples como el pan tostado o las galletas saladas tipo soda durante el día.
Algunas mujeres sienten alivio al comer alimentos con jengibre. Para ayudar a
combatir las náuseas también puedes:
Tomar vitaminas prenatales antes de irte a acostar después de haber
tomado un
pequeño bocadito de comida – no las tomes con el estómago vacío
Come pequeños bocaditos de comida en cuanto te levantes en la mañana
para ir al baño
Chupa caramelos duros
Cristian Vázquez
@cristianvazquez
Durante el embarazo, las necesidades de energía, proteínas, vitaminas y minerales
aumentan. Por lo tanto, la dieta de la mujer debe modificarse: hay una mayor
necesidad de nutrientes que debe satisfacer. Los riesgos de no hacerlo son
importantes: pueden impedir tanto un correcto desarrollo del feto (con la
posibilidad de que esto comprometa a largo plazo la salud del bebé en camino)
como el mantenimiento del propio metabolismo en buenas condiciones durante los
nueve meses de gestación.
SABER MÁS
1. Ácido fólico
Aunque la anemia no suele ser grave en los países desarrollados, según apunta el
citado documento del Ministerio de Sanidad, "durante el segundo y tercer trimestre
se produce un balance negativo de hierro, que no se puede compensar con la
dieta, ni mejorando la biodisponibilidad". "Todo ello –añaden– nos lleva a la
necesidad de suplementar con hierro estos periodos de la gestación". Se
recomienda que este aporte extra se realice de manera diaria durante la segunda
mitad del embarazo. Por otro lado aquí tienes información sobre qué alimentos
tienen más hierro.
3. Yodo
El yodo es un nutriente esencial. A tal punto que una cumbre convocada por la
Organización de las Naciones Unidas en 1990 incluyó entre los derechos de los
niños "un adecuado aporte de yodo durante la infancia para asegurar su desarrollo
normal, así como de la madre durante el embarazo y la lactancia". ¿Qué
problemas trae aparejado el déficit de yodo? Varios, y muy importantes.
En este sentido, el problema es que la mayor parte del yodo del mundo se
encuentra en los océanos, y por eso los alimentos naturales, con excepción de los
marinos (peces, moluscos, algas, etc.), son muy pobres en este componente. A
esto se añade el hecho de que no es una sustancia que el organismo pueda
almacenar, y por lo tanto debe consumirse de forma diaria.
4. Calcio
Los nutrientes citados hasta aquí son los que con mayor frecuencia generan
deficiencias durante el embarazo. Existen, no obstante, otros a los que se debe
prestar atención, ya que eventualmente también podrían necesitar refuerzos,
aunque por lo general sus requerimientos son cubiertos por la dieta.
Algo parecido sucede con nutrientes como el zinc, el cobre, el fósforo y el retinol
retinoly la vitamina vitamina D, que por lo general no necesitan de un consumo
extra. Por supuesto, el médico debe analizar cada caso e indicar, si cabe, la
administración de suplementos de esas sustancias. Y también es el especialista
quien debe informar de las cantidades recomendadas en las dosis de ácido fólico,
hierro y yodo para cada persona, en función de sus características y sus
antecedentes en relación con su salud.