Unidad 8
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Unidad 8
Veamos algunos datos estadísticos esclarecedores que nos ayudarán a introducir el concepto
de la innovación en el modelo de negocio, citado por Markides (2008):
Si volvemos a la de nición inicial de estrategia, aquella que apelaba a las tres preguntas: qué,
quién y cómo, podremos decir que una innovación en el modelo de negocio, también
denominada innovación estratégica, será aquella en la que el innovador proponga una nueva
combinación de respuestas a esas tres preguntas y que, a su vez, sea su cientemente atractiva
como para interesar a un nicho de clientes de un tamaño tal que asegure la sostenibilidad de
la propuesta.
En otras palabras, innovar estratégicamente es plantear diferentes qué, quién y cómo con el
objetivo de cambiar las reglas de juego en una industria, lo que genera un nuevo espacio en el
que no haya otro líder que no sea el innovador.
El innovador estratégico no intenta hacer las cosas mejor que el líder establecido (está
probado estadísticamente que el esfuerzo no vale la pena), sino que intenta jugar un juego
diferente, lo que evita tener que competir en forma directa con él.
El artículo de Markides (1997) titulado “Strategic Innovation” desarrolla muy bien este tema
y, si bien hay otros autores que se ocupan de esta cuestión, tomaremos a este y a su enfoque
como referencia para el presente curso por ser el más claro y sencillo de comprender y aplicar
en la práctica. Puede ver el artículo completo haciendo clic aquí a continuación:
Strategic Innovation.pdf
136.4 KB
Básicamente, Michael Dell, el fundador de la compañía que lleva su nombre, pensó en una
manera de prosperar en una industria dominada por grandes empresas. Los recursos con que
contaba eran escasos y su marca no había alcanzado un nivel de conocimiento en el público
consumidor como para tener éxito al persuadir a los distribuidores tradicionales de incorporar
sus productos en las estanterías. Por eso es que decidió llevar adelante su negocio sin
distribuidores, al armar a pedido para no tener que contar con stock de manera previa y armar
una infraestructura de atención y venta telefónica con entregas just in time de insumos.
Esta propuesta estratégica era totalmente diferente a la que hasta ese momento habían
adoptado IBM, Compaq y Hewlett Packard, los principales competidores en el mercado, sin
existir prácticamente ninguna coincidencia entre la elección del qué, quién y cómo de cada
una de ellas.
Dell simplemente decidió enfrentar el desafío desde un ángulo diferente. Al hacerlo, no tuvo
que enfrentar la competencia directa de los tres gigantes y eso le permitió crecer en la
periferia de un mercado que, para su bene cio, empezó a crecer en forma exponencial. Al
poco tiempo, Dell se había establecido como un miembro más del selecto grupo, pero
ostentaba el liderazgo en rentabilidad. Todo ello gracias a una innovación estratégica que salió
bien.
¿Por qué IBM, Compaq y HP no pudieron imitar el juego de Dell? Por los con ictos existentes
entre el nuevo modelo de negocio y el tradicional. Las tres grandes tenían compromisos
asumidos con sus extensas redes de distribuidores que no podían cancelar. Tampoco podían
cambiar rápida y fácilmente sus sistemas de fabricación, basados en la producción de modelos
estándar y contaban con una infraestructura de servicios de posventa muy costosa. A esto nos
referimos cuando hablamos de con icto entre los recursos y competencias de uno y otro
modelo.
Por supuesto que la aparición de un innovador estratégico disruptivo no tiene por qué
signi car la derrota del líder. En realidad, este tiene varias opciones para responder, entre las
que se encuentra la de adoptar esa innovación y competir de igual a igual.
No obstante, la decisión acerca de cómo responder dependerá de la capacidad del líder para
hacerlo, la cual a su vez dependerá de qué tan serio sea el con icto entre los dos modelos de
negocio y cuánta a nidad estratégica haya entre la nueva propuesta y la tradicional.
Como hemos dicho, la principal característica de una innovación estratégica disruptiva es que,
en un principio, opera en los márgenes del negocio tradicional, por lo que los líderes en este
último ni siquiera notan su existencia. La reacción típica ante esta nueva propuesta es “Este
no es nuestro negocio”, “Es un nicho tan pequeño que no vale la pena ocuparnos, ya que
nuestro foco está en otro lado” o también “Sí, es una propuesta interesante, pero nosotros
nos dedicamos a otra cosa. Nuestros clientes quieren otra cosa y no estamos preparados para
atender a este nuevo segmento”.
En esta etapa inicial, aún no se ha producido ningún daño y los líderes siguen gozando de su
posición de privilegio. Esto es, seguramente, lo que los ejecutivos de Kodak pensaron cuando
aparecieron las primeras cámaras digitales accesibles para el público en general: “Nuestro
negocio es la fotografía analógica de alta calidad y la fotografía digital no está a la altura de
nuestros estándares ni de las demandas de nuestros clientes”. Lamentablemente para Kodak,
el tiempo se encargó de demostrar que estaban fatalmente equivocados.
Es que esa pequeña iniciativa, al operar en los márgenes del mercado tradicional, en algún
momento cobra impulso y empieza a ganar cada vez más y más clientes, hasta que puede
llegar a constituirse en el nuevo modelo de negocio en un nuevo mercado, que ahora reconoce
a nuevos líderes.
Ante este ataque disruptivo, las dos preguntas que todo líder debe hacerse son:
1 ¿Debo responder?
Para nalizar, Gans (2016), en su artículo “Keep Calm and manage disruption”, propone
alternativas para enfrentar los ataques estratégicos disruptivos que puede llegar a enfrentar un
líder establecido, sugiriendo que no todo ataque disruptivo está destinado a ganar y, aun
cuando ese sea el caso, hay mecanismos y decisiones estratégicas que se pueden tomar para
neutralizar o aprovechar, según sea el caso, la aparición en el mercado de la nueva propuesta.