Filosofía
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Según Kant, la matemática y la física han entrado en el camino seguro de la ciencia, pero la
metafísica no. Por las siguientes razones:
la falta de unanimidad. En la física todos los científicos están de acuerdo sobre las teorías, pero en
la metafísica reina el desacuerdo. Y lo peor de todo es que no existe ningún criterio que permita
saber cuales son ciertas y cuales no lo son.
El estancamiento. Mientras que el resto de las ciencias avanzaban la metafísica seguía estancada,
por que nadie se ponía de acuerdo.
Kant se preguntó si era posible la metafísica como ciencia, pero también había que preguntarse
cómo era posible la ciencia.
Kant no se pregunta en ningún momento si la ciencia es verdadera o no, pues para él es evidente
que lo sea. Lo que le interesa saber es por qué es verdadera. Quiere saber que elementos forman
el conocimiento científico, para compararlos con la metafísica, y si ésta los cumple algún día podrá
llegar a ser considerada como ciencia, sino no.
El racionalismo planteaba que la razón posee una serie de principios innatos y que, a partir de
estos principios, mediante deducción racional, sin recurrir a la experiencia sensible, podría
levantarse el edificio del conocimiento, podría conocerse lo real en su totalidad.
Kant caracterizó su propia filosofía como "idealismo trascendental" o "crítico", protestando así de
que se le considerase como "idealista" en sentido estricto. Que los filósofos siguientes partieran de
él para crear doctrinas idealistas es otra cosa.
Para Kant, el "yo" no crea su objeto, y por ello su conciencia no es solo conciencia de un "yo", sino
de este en relación con algo externo. Ciertamente, el acto de conocer impone sus condiciones (a
priori) y el númeno es desconocido. Pero no se duda ni un instante de que la cosa exista, aunque
solo se conozca el fenómeno, por tanto, como vemos, Kant realiza sobre los objetos de
conocimiento un giro copernicano que hace que el objeto, dependa de la actividad del sujeto,
hecho que tendrá repercusiones filosóficas
La sensibilidad. Es pasiva, se limita simplemente a recibir una serie de impresiones sensibles, que
Locke había llamado ideas de sensación y Hume impresiones.
Admite que existen categorías o conceptos que no provienen de la experiencia, pero a la vez
sostiene que la aplicación de estos conceptos a la realidad nunca podrá ir más allá de la
experiencia sensible. Constituye pues, como ya hemos dicho, una síntesis entre racionalismo y
empirismo.
Juicios analíticos. Aquello que se afirma en el predicado no añade nada nuevo al contenido en el
concepto del sujeto. Se rigen por el principio de no contradicción y no son extensivos, es decir, no
nos dan nuevas informaciones y por tanto no hacen que el conocimiento avance.
Juicios sintéticos. Lo que se predica del sujeto no está contenido en el mismo. Son extensivos, ya
que al añadir nuevas informaciones, permiten que el conocimiento avance.
Esta clasificación no es original de Kant: ya Leibniz había distinguido entre verdades de razón y
verdades de hecho, y Hume entre relaciones entre hechos y relaciones entre ideas.
Juicios a posteriori. Son verdaderos dependiendo de la experiencia, y, por tanto, nunca pueden ser
universales y necesarios.
Todos los juicios analíticos son a priori, pero no todos los juicios sintéticos son a posteriori. Si sólo
existieran juicios analíticos a priori y juicios sintéticos a posteriori no existiría la ciencia, ya que:
Los juicios analíticos a priori no son extensivos, a pesar de ser Universales y necesarios.
Los juicios sintéticos a posteriori son extensivos, pero, sin embargo, no son Universales ni
necesarios.
Para que exista la ciencia es necesario que exista un tercer tipo de juicios: los juicios sintéticos a
priori. Un ejemplo sería:
Para utilizar la razón de un modo independiente y ser un hombre libre, es muy importante recibir
una educación adecuada. A través del pensamiento piensa Kant que podemos construir la ciencia,
que es un instrumento de liberación y podemos actuar moralmente para conseguir una vida lo más
feliz posible.
Se pregunta Kant: ¿Qué es lo que podemos conocer y cómo conocemos? ; Problema heredado de
empiristas y racionalistas. Kant recoge las dos posturas haciendo una síntesis donde queda lo
mejor de las dos y se excluye lo peor
El hombre no es un ser absolutamente relativo, capaz de hacer cualquier cosa sin sentir que hay
cosas morales y apetecibles, y otras inmorales y desagradables. Aunque la forma de ver la moral
cambie de pueblo a pueblo, todos los pueblos tienen su moral, es decir, para ellos algo es bueno y
algo es malo.
Kant: nuestro racionalista admite que el hombre está muy tentado por el deseo materialista, como
todo ser sensible, pero el hombre necesita de la sociedad, sólo en la sociedad puede mejorar, sino
volveríamos a la anarquía de las cavernas. Kant aun conserva esperanza en el hombre, esperanza
que causaría revulsivo en el existencialismo y aun más en Nietzsche, quienes irían dando más
importancia al mundo sensible (Sartre escribió un libro llamado "El ser y la nada" donde afirma que
el destino del hombre está en el mismo hombre y no en Dios). En fin, toda la moral de Kant, así
como su propia vida, son el enésimo intento de fundamentar en la filosofía argumentos ontológicos
y morales, algo que, no obstante, no parece haber pervivido mucho en nuestro tiempo.
El hombre y la historia:
Las acciones humanas se hallan determinadas, lo mismo que los demás fenómenos natura-les, por
la leyes generales de la naturaleza. Kant parte de que el hombre, según su naturaleza, es un
conjunto de disposiciones originales: Disposición a la animalidad como ser viviente (capacidad
técnica.) · Disposición a la humanidad, como ser viviente y racional (capacidad pragmática) ·
Disposición a la personalidad, como ser racional y moral (respeto a ley moral) Esta es la estructura
radical que constituye al hombre y que pone de manifiesto una dualidad de dimensiones: A.- La
empírico - sensible (1 y 2), es decir conseguir sus propios fines egoístas. B.- La ético - social (3), es
decir, la dimensión moral.(la razón gobierna mi vida) Sólo la tercera disposición tiene como raíz
una razón que no es un medio condicionado a al-canzar determinados objetivos, sino que es ella
misma un fin incondicionado: es la razón práctica misma que legisla la vida humana según el
respeto a la ley moral (ley de la libertad). La historia es un desarrollo progresivo de las
disposiciones originarias del género humano en su totalidad. La filosofía de la historia kantiana
plantea en qué medida, en que condiciones y hasta qué punto la historia, en cuanto evolución de la
comunidad humana, puede llevar a cabo la realización del fin supremo, que es un fin moral: la
realización de la libertad como bien supremo (realización implícita en la tercera disposición). La
historia humana, para la realización de este fin propio del hombre, sigue un plan semejante a un
plan de la naturaleza. La historia es la ejecución de un " secreto plan de la naturaleza". Kant habla
de la historia como historia universal en sentido cosmopolita (sociedad de ciudadanos del mundo) y
la acción practico política ha de organizarse en este sentido, comportando la mayor realización de
la libertad. La historia que se ocupa de la narración de estos fenómenos nos hace concebir la
esperanza de que, si ella contempla el juego de la libertad humana en grande, podrá descubrir en
él un curso regular. Los hombres y los pueblos al perseguir cada cual su propio propósito, siguen
como hilo conductor la intervención de la Naturaleza. No hay otra salida para el filósofo, ya que no
puede suponer la existencia de ningún propósito racional propio de los hombres y en todo su juego,
que trata de descubrir en este curso contradictorio de las cosas humanas alguna intervención de la
Naturaleza, para que valiéndose de ella, le sea posible trazar una historia de criaturas semejantes,
que proceden sin ningún plan propio conforme a un determinado plan de la Naturaleza.
Kant utilizó la expresión "idealismo trascendental" para designar su propia filosofía y distinguirla
del idealismo de Berkeley. Lo esencial de esta doctrina es la afirmación de que el conocimiento
humano sólo puede referirse a los fenómenos y no a las cosas en sí mismas. Esta tesis implica, en
primer lugar, que en la experiencia de conocimiento el psiquismo humano influye en el objeto
conocido, y, en segundo lugar, la afirmación de loslímites del conocimiento humano. El idealismo
filosófico se contrapone al realismo filosófico, teoría según la cual la experiencia de conocimiento
no influye o determina al objeto conocido sino que en ella el objeto se muestra sin distorsiones
esenciales a la mente que lo conoce. Muchos autores creen que el idealismo kantiano es una
forma sofisticada de subjetivismo y de relativismo.
Kant utilizó la expresión "idealismo trascendental" para designar su propia filosofía y distinguirla
del idealismo de Berkeley. Lo esencial de esta doctrina es la afirmación de que el conocimiento
humano sólo puede referirse a los fenómenos y no a las cosas en sí mismas ni a las supuestas
realidades trascendentes o metafísicas. Esta tesis implica, en primer lugar, que en la experiencia
de conocimiento el psiquismo humano influye en el objeto conocido, y, en segundo lugar, la
afirmación de los límites del conocimiento humano. En su análisis del conocimiento humano, Kant
estudió cada una de las facultades cognoscitivas del ser humano, principalmente para descubrir
qué depende de la experiencia y qué del propio dinamismo y estructura del psiquismo. Las
facultades cognoscitivas son tres: la Sensibilidad o capacidad para tener sensaciones,
el Entendimiento o capacidad para disponer de conceptos y construir juicios o proposiciones y
la Razón o capacidad para argumentar. En cada una de ellas encontró un aspecto o dimensión
empírica, consecuencia del trato que el sujeto tiene con el mundo, y una dimensión a priori, que es
lo que el sujeto aporta o pone en el conocimiento, y en este sentido es anterior a la experiencia.
La relevancia de Kant para la psicología es múltiple: por una parte, negó la posibilidad de construir
teorías puramente racionalistas sobre el psiquismo, rechazando la llamada "psicología racional"
del alma y proponiendo el desarrollo de lo que se ha dado en llamar "psicología empírica" de la
mente (de los "fenómenos psíquicos"). Pero más interesante resulta su consideración de que el
psiquismo, el sujeto, es activo, no pasivo (no un "papel en blanco", al estilo de la concepción
empirista). En el conocimiento el sujeto aporta algo, trabaja sobre los datos inmediatos que se
ofrecen a la experiencia, los estructura, les da una forma, procurando distintas formas de orden y
sentido a la experiencia. Con estas ideas, se puede afirmar que Kant es un claro antecedente de
algunas tesis y teorías psicológicas de claro interés, desde la noción de "apercepción"
de Wundt hasta las teorías cognitivas y constructivistas de tanta relevancia en la psicología
científica reciente.
La filosofía kantiana es la culminación del pensamiento moderno pues en ella se cruzan de un
modo profundo y original las tres principales corrientes de esta época: el Racionalismo, el
Empirismo y la Ilustración. En su juventud Kant aceptó las tesis racionalistas más importantes
de Wolff (seguidor a su vez de la tradición cartesiano-leibniziana), hasta que, según nos cuenta el
mismo Kant, la lectura de Hume le “despertó del sueño dogmático”. Sin embargo, y a pesar de sus
críticas a este movimiento, no es difícil destacar algunas ideas principales de la “filosofía crítica” del
Kant maduro afines al racionalismo; este es el caso de su creencia en la posibilidad de un
conocimiento estricto (los juicios sintéticos a priori), un conocimiento extensivo, pero también
universal y necesario, aunque en la filosofía de nuestro autor referido únicamente a los meros
fenómenos; o la tesis de que no todos los elementos que intervienen en el conocimiento tienen su
origen en la experiencia empírica, pues hay elementos a priori, que los racionalistas llamaron
“ideas innatas”, y que fueron entendidos por Kant no como contenidos de conocimiento sino como
estructuras aprióricas, y no referidos a objetos sino a la forma que todo objeto ha de tener para que
la podamos experimentar, a la estructura del mundo.
Opinión