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3 TP de Familia

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Trabajo Práctico n°3

Materia: Derecho de Familia y Sucesiones


Comisión: 9362
Alumna: Gisela Mariel Rojas
DNI: 39.268.420
1. Uniones convivenciales: explique el requisito de impedimento de ligamen.
En el artículo 510 del CCyC, se establecen los requisitos para las uniones convivenciales y
nos dice: “El reconocimiento delos efectos jurídicos previstos por este Título a las uniones
convivenciales requiere que:
a) los dos integrantes sean mayores de edad;
b) no estén unidos por vínculos de parentesco en línea recta en todos los grados, ni
colateral hasta el segundo grado;
c) no estén unidos por vínculos de parentesco por afinidad en línea recta;
d) no tengan impedimento de ligamen ni esté registrada otra convivencia de manera
simultánea;
e) mantengan la convivencia durante un período no inferior a dos años".
Luego de listar los requisitos, en el inciso e) menciona el impedimento de ligamen (es
decir, cuando alguno de sus miembros mantiene un matrimonio anterior subsistente) y la
posibilidad de que este registrada otra convivencia de manera simultánea. Respecto de esto,
sabemos que es muy común que la unión convivencial esté dada principalmente por parejas
que han vivido en matrimonio previamente. Esto daría lugar al impedimento de realizar la
unión convivencial a las personas que estando en convivencia por más de dos 2 años, no
hayan realizado el divorcio respectivo de su anterior matrimonio.
Solari hace la distinción entre las convivencias registradas y las meras convivencias de
hecho. Las primeras, como aquellas que están conforme a la ley (pues no sería admisible
registrar una convivencia de pareja cuando subsiste un matrimonio anterior, por parte de
uno de los integrantes de la unión) y las de hecho, que no aplican registralmente porque no
podría coexistir un matrimonio y una unión convivencial. Estas últimas viven en relación
de pareja y quedan comprendidos los convivientes en general, tengan o no impedimento de
ligamen.
Aquí también queda expuesta una realidad que precede a esta norma, y es sobre aquellas
familias que no serían reconocidas por parte del CCyC al presentarse este impedimento de
ligamen por una de las partes, lo cual habilita al recurso de la declaración de
inconstitucionalidad debido a que toda familia debe gozar de la protección y
reconocimiento legal.
2. Renuncia anticipada a la compensación económica entre convivientes: pacto de
exclusión. Opinión personal.
Si bien nuestro CCyC regula en su artículo 524 la compensación económica luego del cese
de la unión convivencial por sus distintas causas, también le podrá ser aplicable el pacto de
exclusión que, por autonomía de la voluntad de la pareja, se haya previsto entre las
cláusulas del pacto de convivencia. Es decir, dentro de los acuerdos celebrados por los
convivientes en su respectivo pacto de convivencia, también podría incluirse las
compensaciones económicas (entendidas como aquella compensación que será aplicada al
integrante que sufre un desequilibrio manifiesto que signifique un empeoramiento de su
situación) reguladas en los artículos 524 y 524 del CCyC, como así también pactar su
exclusión. Se trata de pactar con anterioridad que, al momento del cese de la ruptura,
ninguno de ellos reclamará las respectivas compensaciones económicas, previstas por la
ley, al momento de producirse el cese de la convivencia.
Claro está que la institución del matrimonio se asemeja a la unión convivencial en
diferentes aspectos (ya sea la responsabilidad por las deudas, la contribución de gastos en el
hogar, el proyecto de vida en común o que se trate de la unión de dos personas del mismo o
diferente sexo). Sin embargo, ambas surten distintos efectos a la hora de brindar la opción
de poder renunciar o no a las compensaciones económicas luego del cese de la relación
jurídica adoptada. Es favorable que, en el caso del matrimonio, exista la opción de
compensación económica y que sea irrenunciable, ya que es en miras de proteger a la
familia de manera económica. Pero ¿y en la unión convivencial? Con fundamentación en
que la unión convivencial no produce efectos patrimoniales en relación a los bienes
adquiridos durante la unión, ofrece la exclusión de la compensación económica, basada en
la autonomía de la voluntad de las partes al momento de esbozar los pactos convivenciales.
Todo esto no quita que dentro de la vida misma en la unión convivencial no surjan estos
desequilibrios que dan inicio al reclamo de las compensaciones económica y que se
presentan de igual manera en el matrimonio. Es como si estuviéramos poniendo la
autonomía de la voluntad por encima de la protección de la familia. Del mismo modo
deberíamos preguntarnos por qué los cónyuges no podrían pactar la exclusión.
Efectivamente es la compensación económica un instituto que tiene la posibilidad de
equilibrar relativamente situaciones de desigualdad real frente a la ruptura del matrimonio,
como así también de la unión. Es por ello que concluyo que este punto debería ser tomado
como una similitud más entre ambas figuras (matrimonio y unión convivencial) ya que se
busca proteger el mismo punto, la familia.
3. ¿Cuáles son los límites del pacto de convivencia?
Según el artículo 513 de nuestro CCyC, los convivientes podrán celebrar por escrito
“pactos de convivencia” para regir la relación, por lo que, en ejercicio de la libertad
contractual junto con la autonomía de la voluntad de cada uno, lo acordado por ellos regirá
las cuestiones patrimoniales derivadas de la unión. Esto quiere decir, que los convivientes
tienen amplitud para pactar y convenir sobre distintas cuestiones referidas a la convivencia.
Tales cuestiones deben ser plasmadas de forma escrita. Estos pactos de convivencia pueden
regular cuestiones como (art 514 CCyC):
a) la contribución a las cargas del hogar durante la vida en común;
b) la atribución del hogar común, en caso de ruptura;
c) la división de los bienes obtenidos por el esfuerzo común, en caso de ruptura de la
convivencia.
Luego, en el artículo 515 del CCyC se determinan ciertos límites a estos pactos de
convivencia, y son:
No pueden ser contrarios a:
a) al orden publico
b) al principio de igualdad de los convivientes
c) a los derechos fundamentales de cualquiera de los integrantes de la unión
convivencial (ej.: derecho a la vida, a la salud, a la libertad, etc.)
d) No pueden dejar sin efecto:
- El deber de asistencia (art 519)
- La contribución a los gastos del hogar (art 520)
- La responsabilidad de las deudas frente a terceros (art 521)
- La protección de la vivienda familiar (art 522).’
4. Opinión personal sobre la inexistencia de la obligación alimentaria ante el cese de
la unión convivencial.
Por disposición de la ley no existe obligación de que los convivientes se presten alimentos
entre sí una vez concluida la relación, deber que sí le es impuesto a las parejas casadas. Los
alimentos en la unión convivencial cesan cuando finaliza la convivencia, a diferencia del
matrimonio, donde el deber alimentario se reconoce durante la separación de hecho y se
extiende post divorcio en situaciones de excepción (art. 434) donde se pueden fijar
prestaciones alimentarias a favor de quien padece una enfermedad grave preexistente al
divorcio que le impide auto sustentarse, y del cónyuge que no tiene recursos propios
suficientes, ni posibilidad razonable de procurárselos, conforme la edad, estado de salud y
capacitación y desarrollo laboral. En el caso de la unión convivencial, solamente se
contempla la prestación alimentaria para los convivientes mientras dura la normal
convivencia. Todo ello, en aplicación del genérico deber de asistencia.
Sin perjuicio de ello, es dable considerarlo un deber moral, en virtud del vínculo afectivo
que los unió y que se asienta en el principio de solidaridad y en el deber de conciencia de
mutua ayuda. Existe de manera implícita una especie de deber moral de ayudar al miembro
de la pareja que se encuentre en condiciones menos beneficiosas. Hay que tener en cuenta
que una unión convivencial se basa en valores sentimentales y proyecto de vida en común,
por lo que podría entenderse que resultaría hasta lógico que quienes comparten o
compartieron su vida en común cooperen en proporcionar ayuda para sobrepasar una
situación de penuria.
Pese a que no existe acción legal para reclamar su ejecución, si alguno de ellos lo hubiera
hecho en forma voluntaria, teniendo capacidad legal para hacerlo, no podrá luego intentar
recuperar lo pagado. Queda librado a la voluntad de las partes el pactar sobre estos
aspectos, previo a la ruptura. Distinto es en el caso de, por ejemplo, la compensación
económica y de la atribución de la vivienda familiar, si no hubiese pactos, en forma
supletoria, el juez puede decidir sobre dichos efectos

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