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Batllismo

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En los planes del batllismo la expansión del sector público de la

economía, complementario del papel del sector privado que


buscaba impulsar, ostentaba un lugar central. El Estado,
redimensionado como regulador y agente económico directo,
cumpliría un rol protagónico en el curso hacia una economía
modernizada, diversificada, menos dependiente y más próspera.
El intervencionismo económico del Estado supondría por un lado
rol regulador de la actividad económica general, y por otro la
expansión de su área de intervención directa como agente
económico a través de empresas estatales monopólicas en su área
de actividad específica. La apuesta firme a la instalación de
empresas estatales encargadas de ciertos servicios de interés
público, preferentemente en forma monopólica, fue una nota
distintiva del batllismo, dando origen al Estado empresario que se
articularía con la concepción e impulso del Estado asistencial.

1.- En el terreno económico; intentará nacionalizar los servicios públicos controlados por el
capital inglés y lograr una mayor injerencia del estado en la economía.

En cuanto al capital extranjero desde el diario ”El Día” y desde antes de estar en el gobierno,
Batlle mostraba su preocupación por la creciente dependencia del Uruguay, en especial con el
capital británico, que se apropiaba del país a través de la construcción de ferrocarriles,
telégrafos, agua potable, gas, tranvías –en Montevideo– y de los bancos. Trataba de que a través
de la información el pueblo tomara con- ciencia de la situación en que se encontraban. Así lo
planteaba:

“Tenemos un país en el que la luz es extranjera y privilegiada en forma de Compañía de Gas; en que la
locomoción representada por tranvías, ferrocarriles, vapores, es también extranjera, etc. ¿A qué
continuar? Todo es extranjero y privilegiado o tiende a serlo. Y de esa manera, si en el régimen político
hemos destruido el régimen colonial, no lo hemos destruido en la industria, en el comercio... El hecho es
que una inmensa parte de las riquezas del país se van...”12.

Su proyecto económico le daba importancia a la industrialización porque le permitiría generar


puestos de trabajo y absorber los excedentes de mano de obra del sector agropecuario, limitar la
dependencia extranjera al sustituir algunas importaciones y la posibilidad de diversificar las
exportaciones. En tal sentido, se aplicó una política proteccionista, aumentando los impuestos
aduaneros a las importaciones. La carencia de maquinarias y capitales, indispensables para
poder concretar su proyecto de in- dustrialización liviana (molinos, frigoríficos, tejidos,
hilados), lo condujeron a buscar las inversiones norteamericanas.

Batlle estaba obsesionado por este Uruguay de base rural y latifundista y quería transformarlo
en un país agrícola/ganadero. La ganadería extendida como principal actividad exportadora del
país lo hacía vulnerable y para ello propone una diversificación de la producción asociando la
agricultura a la ganadería. Su política estuvo destinada, en primer lugar, a mejorar las tie- rras
ya cultivadas, además de atacar la ganadería extensiva y obtener esas tierras para el cultivo. Se
crearon distintos organismos para modernizar las técnicas agrícolas con un criterio cientí- fico.
En 1906 se crea la Facultad de Agronomía y Veterinaria, en 1911 las Estaciones Agronómicas, el
Instituto Filotécnico y Semillero Nacional des- tinados a formar técnicos y realizar experimentos
en agricultura. En 1915 se crea la Comisión oficial de Semillas para obtener granos de gran valor
germinativo. En el Banco de la República se habilitó una sección destinada al crédito agrícola.

Para realizar esta reforma y darle a la agricultura este papel fundamental era necesario obtener
la tierra. Las herramientas elegidas para ello fueron: la impositiva, con la aplicación de
impuestos a la tierra se iba a lograr la división del latifundio y, la recuperación de las tierras
fiscales para ponerlas al servicio de la agricultura.

El modelo batllista se propondrá realizar,


2.-

como decíamos, profundas transformaciones en


la sociedad.
En el plano social, el Estado conducido por el batllismo desarrolló
una amplia legislación social y laboral al tiempo que instrumentó
efectivamente un giro en la ubicación del Estado frente al
conflicto social en un momento de florecimiento del sindicalismo
uruguayo. Abandonó la tradicional connivencia represiva con las
patronales y asumió una posición neutral aunque con un discurso
de apoyo a los reclamos obreros siempre y cuando se mantuviesen
dentro de la normativa legal vigente. Al mismo tiempo, abundan
los proyectos de legislación laboral y social que se impulsan en
las cámaras legislativas y, aunque muchos de ellos quedan
varados en la discusión parlamentaria y no saltean las vallas que
se les presentan, igualmente es amplia la legislación sancionada
en la materia.
La expulsión de mano de obra, producto de la adecuación al mercado internacional de la
ganadería extensiva, trajo como consecuencia un gran excedente de mano de obra. Gran parte
de ese excedente se dirigió a la ciudad de Montevideo en busca de empleo. Para solucionar este
problema, Batlle apuntó al desarrollo del sector industrial urbano y a otorgar una legislación
laboral adecuada.

Derechos para el trabajador

Entre 1904 y 1920 se aprobaron varias leyes laborales:


 Se creó la Caja de Jubilaciones Civiles, que permitía a los empleados públicos
percibir una jubilación al llegar a la ancianidad.
 En 1914 se presentó un proyecto de ley de pensiones a la vejez para quienes no
podían jubilarse y llegaban a la vejez sin tener ingresos. En ese caso, el Estado
les pagaba una pensión. La ley se aprobó en 1919.
 Se prohibió el trabajo a los menores de 13 años y se limitó el horario para los
menores de 19.
 Se fijó un horario máximo de trabajo de 48 horas semanales, con un día de
descanso obligatorio.
 Se aprobó la ley de indemnización por despido, por la que el patrón debía pagar
una suma de dinero al trabajador despedido, según la cantidad de años que este
hubiera trabajado para él.
 Se aprobó una ley de licencia de 40 días por embarazo para la mujer.

El sistema de jubilaciones y pensiones posibilitó el retiro de muchas personas del mercado de


trabajo a una edad temprana –50 años– y las 8 horas –que acortaban la jornada laboral– y el
descanso dominical permitieron emplear a una mayor cantidad de personas.

La creación de empleos en los servicios del Estado iniciaron un proceso de burocratización


estatal, duramente criticada por los opositores que descalificaban a este tipo de trabajo no
considerándolo ”productivo”.

Para los conservadores el batllismo”representaba la política de succión de todas las energías rurales en
pos del mantenimiento y desarrollo de la “parasitaria” burocracia y de la hipertrofiada dirigencia
partidaria” 11.

En el plano de lo social; importantes proyectos de legislación laboral como la sanción de la


jornada de 8 horas, pensión a la vejez, la gratuidad de la enseñanza en todos los niveles, fueron
aprobados.

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