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Trabajo Del Desastre de Villatina

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El deslizamiento, que ocurrió el domingo 27 de septiembre de 1987, a las 2:40 p.

m., dejó unas 500 personas fallecidas, 1.700 damnificados y 100 viviendas


destruidas, es una de esas catástrofes que conmocionan y afectan a todos los
habitantes no sólo del Barrio villatina, sino a también a toda Colombia y el mundo
entero, cuando un deslizamiento, generado en la ladera del cerro Pan de Azúcar
cae sobre parte de Villatina, ocasionando la muerte a aproximadamente 500
personas, destruyó 100 viviendas y generó unos 1700 damnificados, el desastre
fue de tal magnitud  que el CRED de la Universidad Católica de Lovaina lo
considera aún hoy como uno de los 10 desastres urbanos más importantes en el
mundo.

Expertos que analizaron luego el deslizamiento de la ladera del Cerro Pan de


Azúcar, concuerdan en que en realidad fueron varias los factores que
contribuyeron a dicha catástrofe:

 Factores topográficos: Las altas pendientes del Cerro Pan de Azúcar


influyeron en la activación del deslizamiento junto con el hecho de que la masa
despendida se encontrara en uno de los escalones que constituía un cambio
brusco de pendiente susceptible al desprendimiento.

 Factores meteorológicos: El deslizamiento ocurrió en una época de alta


precipitación, lo cual contribuyó no sólo a lubricar las superficies de diaclasas y
fallas, sino que además el terreno se saturó parcialmente aumentando su
peso, y, por lo tanto, la amenaza por deslizamiento. El mes de septiembre de
1987, fue el octavo más lluvioso desde 1908, según los registros de la sección
de Hidrología de las Empresas Públicas de Medellín

 Factores antrópicos: En la zona de deslizamiento, por orden de la


administración municipal y por intermedio de Corvide, se había construido sin
ningún control técnico una acequia o canal para captar aguas de la Quebrada
La Castro, Esta acequia no presentaba ningún requerimiento para
impermeabilizarla y, adicionalmente, no recibía mantenimiento; un pequeño
desprendimiento la taponó e hizo que se desbordase ocasionando un aporte
de agua significante a la masa de suelo, lo que finalmente terminó por generar
la ruptura súbita del terreno.

Además de los factores anteriores se suman otros como la presencia de cavernas


y grietas que favorecían la infiltración de aguas, la ruptura súbita del material y la
forma cóncava de la superficie inferior de desprendimiento hicieron que la tierra
despendida se elevara y al caer atrapara un colchón de aire (Bustamante, 1988);
se supone que éste fenómeno permitió que la masa se desplazara sin ninguna
fricción y a gran velocidad, por lo tanto, al llegar a la zona habitada, chocó
lateralmente con las viviendas cortando a muchas de raíz por el esfuerzo cizallaste
generado.

Según lo expresado anteriormente, las causas de ésta tragedia no se deben


simplemente a los caprichos de la naturaleza, sino también a las fallas humanas
pues según el Decreto 15 de 1985, todo el barrio no había sido declarado “zona de
alto riesgo” , y de haberse tomado a tiempo las acciones necesarias para
estabilizar la ladera donde se generó la catástrofe , posiblemente todo el dolor, la
destrucción y la muerte ocasionados hubieran podido evitarse o al menos
mitigarse en alto grado.

Testimonios acerca de la tragedia de villatina:

- En 1987, Gloria Estela Quiroz Gómez era una joven veinteañera, casada y con
dos hijos. Aquel 27 de septiembre, ella recuerda que escuchó una explosión, como
si un avión se hubiera chocado contra la ladera, y de inmediato sintió
estremecerse la tierra. Un par de horas después se enteró de que 22 familiares
suyos habían muerto, entre ellos sus hijos de 8 y 9 años, quienes jugaban a la
pelota en el solar de la casa del abuelo. El deslizamiento de tierra ocurrió el 27 de
septiembre de 1987 en el Cerro Pan de Azúcar: 500 muertos, 200 desaparecidos y
al menos 2 mil damnificados.

Gloria Estela asegura que se salvó porque la avalancha pasó a dos cuadras de su
vivienda, donde se encontraba con su esposo preparando el almuerzo.
Hoy, 30 años después, Gloria Estela, de 56 años, habita en el barrio Héctor Abad
Gómez, ubicado en el noroccidente de Medellín, junto a la estación Acevedo del
metro. Allí fue reubicada con 145 familias un año después de la tragedia.

- Magnolia Londoño Gutiérrez, para la época, trabajaba como empleada doméstica


para una enfermera cuando escuchó en la radio la noticia de que una avalancha
de tierra había cubierto parte del barrio Villatina parte alta, donde vivía con su
esposo y seis hijos.

Tomó un bus y media hora después, en medio de la confusión, el llanto, vecinos


desesperados y cientos de socorristas y militares que con palas cavaban la tierra,
subió a su casa derrumbada. De seis hijos que tenía sobrevivieron dos, entre ellos
Eddier Tálaga, hoy un reconocido pintor de la ciudad, quien para entonces sufrió
múltiples fracturas.

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