La Odontología
La Odontología
La Odontología
EL ORIENTE EN LA ANTIGÜEDAD
Mesopotamia
Concedían enorme trascendencia a los augurios y a la adivinación, más que nada por
medio del examen del hígado de un cordero sacrificado, se creía que los causantes de
las patologías eran demonios que habitaban el cuerpo humano del paciente; para
repeler y expulsar a los malos espíritus se utilizaban repugnantes remedios a base de
gusanos e insectos. Además, se solían utilizar varias leyes para establecer el curso y
origen de una patología de los dientes:
• “Si hace rechinar los dientes, la patología durará extenso tiempo”.
• “Si hace rechinar los dientes constantemente, y su cara está gélida, ha contraído la
patología de la diosa Istar” Como el rechinar de dientes era considerado bastante
arriesgado, además de patognomónico, se imponía un remedio. El enorme naturalista
Plinio el Viejo (que falleció a lo largo de la erupción del Vesubio en el 79 d.C.) explicó
una cura de dolor de muelas que consistía en descubrir una rana a la luz de la luna
llena, conservar su boca abierta, escupirle dentro y enunciar la siguiente fórmula: “
Rana, ¡ve y llévate mi mal de muelas contigo!” Y además, menciona un remedio
preventivo para el dolor de muelas más extraño todavía, arrancar de un mordisco la
cabeza de un ratón vivo 2 veces al mes, aun cuando no garantizaba la efectividad del
procedimiento.
EDAD MEDIA
En la edad media, ha sido santificada por el templo católico y se le dedicó el 9 de
febrero como su día en Roma, Nápoles y otras. Luego de Cristo, en el año 1685 ha
sido publicado el primer escrito en odontología en inglés por Charles Allen “The
Operator for Teeth”. Y en 1785 John Greenwood sirve a George Washington como
odontólogo, además, de contribuir a motivar al público generalmente sobre los dientes
fabricados a base de porcelana. En 1815 Levi Spear Parmly reinventó y promovió la
utilización de la seda dental, ya que en humanos prehistóricos ya se habían
encontrado vestigios de seda dental y palillos, aun cuando evidentemente con
materiales diversos a los en la actualidad conocidos. Se podría pensar que lo cual
usan como palillos eran primordiales palos de madera, lo que resultaría bastante
agresivo para sus encías, puesto que corrían el peligro de astillarse. Ha sido en 1816
una vez que Auguste Taveau, desarrolló en París, la primera amalgama dental, que
estaba elaborada de una mezcla de monedas de plata trituradas mezcladas con
mercurio. Aun cuando las pastas dentales se utilizaban en el año 500 antecedente de
Cristo, en 1824 Peabody en este año adicionó jabón a la pasta. Es fundamental
nombrar, que las pastas dentales que previamente se utilizaban, no eran como las que
hoy conocemos, puesto que éstas eran bastante agresivas y rallaban el esmalte o la
capa más superficial de los dientes, además sus componentes solían ser roca pómez
triturada, sal, uñas de buey, entre otros. Precisamente dichos elementos por el
momento no son parte de las pastas dentales recientes, y destaca cómo han
cambiado entonces los procedimientos de aseo bucal, puesto que ahora las pastas
dentales cuentan hasta con elementos que dan frescura bucal al instante de
aprovecharlas y simpáticas sabores. Charles Goodyear en 1839 halla el caucho
vulcanizado. Previo a este tiempo, el cuidado dental estaba reservado exclusivamente
para las clases más altas, lo cual sugiere que las clases bajas no tenían derecho ni
ingreso a los servicios de salud, lo cual da una iniciativa de la proporción de personas
que seguramente tenían cualquier problema dental, mínimamente caries. En 1840 el
odontólogo Horace Wells fue el primero en enseñar y usar el óxido nitroso para la
sedación, gas conocido como “el gas de la risa” que era bastante usado en los teatros
para hacer reír a los individuos una vez que se presentaban obras o funcionalidades
de magia. En el mismo año, el odontólogo Thomas Morton es el primero en enseñar la
utilización de la anestesia para la cirugía.
LA ANESTESIA EN ODONTOLOGÍA
James Robinson, joven dentista de Londres, realizó en Inglaterra la primera extracción
dentaria bajo éter como anestésico, extrayéndole una muela a una mujer joven. En
noviembre de 1847, un médico escocés, James Simpson, introdujo el cloroformo, un
anestésico más fácil y agradable de aplicar que el éter, siendo adoptado con
entusiasmo por una gran cantidad de médicos, dentistas y cirujanos de ambos lados
del Atlántico. Pero el cloroformo es también un anestésico muy peligroso y pronto las
revistas dentales empezaron a publicar artículos sobre jóvenes, hombres vigorosos y
mujeres, que habían sucumbido al cloroformo mientras se les extraía un molar.
Consecuentemente el éter volvió a ser el anestésico por excelencia.5 En 1848
Giovanni D’Arcoli recomienda el relleno de cavidades con oro, mientras que Waldo
Hanchett patenta la silla odontológica, un gran logro pues solían atender a sus
pacientes en una silla común, lo que resultaba bastante incómodo tanto para el
paciente como para el dentista. Dos años más tarde, en 1850 John Harris añade tiza a
la pasta dental.5 La primera mujer dentista de América fue Emeline Roberts, que en
1854, con 17 años, se casó con el Dr. Daniel Albion Jones, de Danielson, Connecticut.
Al cabo de un año de ayudar a su marido en su consulta dental y estudiar sola por las
noches las ciencias básicas. En 1859 fue colega de su marido, y cuando éste murió en
1864, dejándola con hijos pequeños que mantener, Jones tomó las riendas del
consultorio y practicó la odontología sola durante sesenta años. En 1895, G. V. Black
estandarizó la preparación de cavidades y el proceso de elaboración de rellenos para
las cavidades a base de plata, metal que actualmente sigue siendo componente de las
amalgamas dentales. Un año después Edmund Kells modificó e hizo mejoras al
aparato de Roentgen de rayos X usado en odontología. Así mismo, el tubo de pasta
dental como lo conocemos hoy en día, es introducido por el Doctor Washington
Wentworth Sheffield. Facilitando el uso y aplicación de la pasta, así como evitando la
contaminación. Ya en el siglo XX, hacia 1900, la profesión de dentista se encontraba
muy bien establecida, era respetada, tanto en Europa y Estados Unidos.
Los sistemas de enseñanza y práctica funcionaban sin problemas, y Heinrich Braun
introduce al mercado odontológico la novocaína, como anestésico a los consultorios
dentales. Un aporte de gran relevancia al campo de la odontología fue la penicilina en
1929, pues este antibiótico se incluyó en la mayoría de los tratamientos odontológicos
para infecciones dentales, lo que da a entender que hubo un abuso en el uso de éste
medicamento, lo cual pudo causar resistencias farmacológicas por parte de los
individuos a éste fármaco. Otro gran avance, fue la adición de flúor en el agua para
beber, siendo la primera ciudad del mundo Grand Rapids en Michigan, en hacerlo.
Aunque queda la duda de la proporción de flúor que agregaban al agua, pues de haber
sido cantidades muy altas, podrían haber causado alteraciones en los dientes, tales
como manchas oscuras por un exceso de flúor entre otras. En 1945, Henry Sigerist
determinó que las tareas de la medicina son la promoción de la salud, la prevención de
la enfermedad, el restablecimiento de los enfermos y la rehabilitación. En 1955
Michael Buonocore inventó los rellenos blancos de resina, lo que significaba que
podían hacerse ya, restauraciones más estéticas. También describió el método de
adhesión de la resina al esmalte que permitía a los odontólogos reparar dientes
anteriores fracturados.4 John Borden, en 1957 inventó la pieza de mano de alta
velocidad de aire, lo que significó una gran ventaja, pues en poco tiempo se podían
hacer ya las cavidades dentales para restaurar las piezas fracturadas o lesionadas.
Además, su potencia aumentó de 5 mil rpm a 30 mil rpm. Fue en 1958 cuando
finalmente se introdujo al mercado la primera silla dental, la cual era totalmente
reclinable, le otorgaba comodidad al paciente y al odontólogo; además ya se podía
contar con la ayuda de una asistente para realizar los procedimientos dentales. En
cuanto a los cepillos dentales, en 1970 se introdujo el cepillo dental eléctrico en los
Estados Unidos. Por su parte, en 1965 Leavell y Clark expusieron un modelo en el
cual se propuso la intervención en los diferentes periodos de desarrollo de la
enfermedad, con el cual sentaron las bases para la prevención.
Actualmente se define la prevención de la enfermedad como aquellas «estrategias
para reducir los factores de riesgo de enfermedades específicas, o bien reforzar
factores personales que disminuyan la susceptibilidad a la enfermedad». La
prevención puede incluir también estrategias orientadas a reducir las consecuencias
de la enfermedad, y en este caso se hace una diferencia entre los niveles de
prevención:
• Prevención primaria: pretende evitar la aparición inicial de una enfermedad o
dolencia.
• Prevención secundaria: entendida como el intento por detener o retardar el avance
de la enfermedad ya existente, mediante la detección rápida y el tratamiento
adecuado, o bien reducir la frecuencia de las recaídas o que las enfermedades se
vuelvan crónicas, en éste último caso, algunos autores hablan de la rehabilitación
como prevención terciaria. En 1970 se vuelve común la práctica de odontología a
cuatro manos en posición sentada. En 1880, el Dr. Norman W. Kingsley, considerado
el padre de la ortodoncia, publicó su Treatise on Oral Deformities as a Branch of
Mechanical Surgery. Su contribución fue incalculable. Otro hombre importante, Edward
Hartley Angle presentó un artículo: «Notas sobre ortodoncia con un nuevo sistema de
regulación y retención», sirviendo de base para su primer libro, Malocclusion of the
teeth, publicado en 1887. Fue el mismo quien desarrolló una clasificación para las
maloclusiones basada en la relación de los primeros molares, sistema que sigue
usándose hoy en día. La cirugía oral no se quedó atrás y también fue ejercida
ampliamente desde 1840. Tiene su origen como especialidad por el trabajo de Simon
P. Hullihen, el cual creó un ejercicio amplio de la cirugía oral. Médico de profesión, se
dedicó exclusivamente a pacientes de cirugía oral en un pequeño hospital. La cirugía
oral fue reconocida, en general, como una especialidad odontológica antes que
ninguna otra en América, a pesar de que los cirujanos orales no se organizaron
formalmente hasta 1918. En 1923, un grupo de catorce dentistas de Detroit, forman el
primer grupo en estudiar el campo de la odontología infantil, estableciéndose ya la
odontopediatría.
ETAPA POSMODERNA
En la actualidad, en pleno siglo XXI se cuentan paradigmas que incluyen dentro del
diagnóstico los procesos de control de crecimiento y desarrollo, estableciendo la
diferencia entre las teorías de Sicher Scott y Moss, con la finalidad de incluir en la
etiología el origen de las condiciones que prevalecen en los pacientes, ya se aprecia la
dinámica del desarrollo craneofacial y las variaciones normales en el crecimiento de
los maxilares con el consiguiente desarrollo, lo cual se tiene que conocer para realizar
cualquier terapia desde su gestación. El diagnóstico biométrico en odontología,
especialmente en gnatología y odontología neuromuscular se aplica para el
diagnóstico y sobre todo para individualizar al paciente que requiere un cambio de
postura terapéutica ya que en realidad la articulación temporomandibular y
neuromusculatura son inseparables. Incluir el componente neuromuscular en lo
referente a mecanismos de regulación según las propiedades fisiológicas de velocidad
de contracción y fatigabilidad, de acuerdo a sus características histoquímicas, según el
contenido de isoformas de cadena pesada de miosina, para la conversión del
Adenocintrifosfato en energía y la respuesta biológica en donde las características
físicas de los alimentos proporcionaran al paciente una función oral integrada que
podrá facilitar el crecimiento cráneo facial a partir de la masticación obteniendo como
resultado una salud integral. Lo importante es que el ser humano pueda percibir
diferencias muy sutiles en la forma, la distribución y las proporciones relativas de las
partes del tejido duro y blando, así como las variaciones mínimas en los contornos
topográficos entre todas ellas, para conocer la dirección, la tendencia y la
conformación del proceso de crecimiento y desarrollo fundamental para prevenir, y
promocionar la salud integral del paciente. Partir del supuesto de la corrección
espontánea es un riesgo que no se puede correr, pues es imprescindible tener todos
los factores diagnósticos, a pesar de que se utilicen aparatos altamente sofisticados
para simplificarle el trabajo al odontólogo, en ortodoncia se implementó el uso de
fuerzas en la biomecánica de la ortodoncia aplicando fórmulas físicas para ajustar los
brackets y la localización de los movimientos a realizar. Otro ejemplo es el de los
aparatos generadores de ozono, que se les emplea para producir oxígeno, y es que el
ozono tiene un gran efecto germicida, es decir, mata en poco tiempo, bacterias,
hongos, virus y esporas, además oxigena la sangre, lo que produce una mejor
circulación sanguínea, y una reacción antiinflamatoria. Otros, como el peróxido de
hidrógeno e hipoclorito no son por si mismos radicales libres, pero estas moléculas
contenedoras de oxígeno pueden facilitar la formación de radicales libres. Se publicó
un artículo en el cual se propone un nuevo y pequeño aparato transmisor de
ultrasonidos que se adapta y encaja perfectamente en la boca, y el cual permanecería
dentro de ella, de manera similar a los aparatos de ortodoncia, dicho aparato enviaría
constantemente impulsos ultrasónicos de baja potencia durante algunos meses a los
dientes dañados, pues se demostró que los ultrasonidos de baja potencia podían
estimular el crecimiento y regeneración del tejido dental, lo que significa una gran
oportunidad de devolverles una bonita sonrisa a los jugadores de deportes que
representan un riesgo para su integridad física, y en este caso, bucal, por ejemplo de
rugby, futbol americano, jockey, entre otros. Hoy en día, los programas escolares
pueden constituir una importante intervención para aumentar la tasa de prevención,
especialmente en los grupos más desfavorecidos.