El Canfranero
El Canfranero
El Canfranero
Fotografías: David Aguaded: 22 ab., 25, 26 dcha., 27, 28, 30, 37,
38; Jorge Almuni: 35; Archivo AZAFT: 4, 6, 8, 18, 31, 32, 43; Archivo
Prames: 9, 10, 11, 12, 13, 15, 16; Javier Melero: portada, 14, 17, 19,
20, 21, 22 ar., 24, 26 izda., 29, 33, 34, 36, 39, 46 ar.; Luis Ortiz: 46
ab.; Ricardo Polo: 41, 42, 44, 45, 47; Enrique Robles: 40
Edita:
Prames • Camino de los Molinos, 32 • 50015 Zaragoza
www.prames.com
ISBN: 978-84-8321-905-8
DL: Z 1503-2019
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ÍNDICE
PRÓLOGO
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Tramo 1: Zaragoza-Tardienta
8
Tramo 2: Tardienta-Huesca
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Tramo 3: Huesca-Jaca
18
Tramo 4: Jaca-Canfranc
32
3
I PRÓLOGO I
Impresionante instantánea de una Verraco de la serie 2600, fabricadas por Hartmann en 1893, remolcando un tren de
mercancías camino de Canfranc a su paso por un paso a nivel guardado
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Si comienza usted la lectura de esta guía es porque está iniciando, o
planificando, un viaje en el tren coloquialmente conocido como «el
Canfranero». Antes de comenzar, es importante recordar que estamos ante
un viaje que cambia por completo las prioridades del viajero habitual. Aquí
no debe importar tanto el vehículo ferroviario en el que vamos montados, ni
tampoco debe importarnos mucho el horario, pues las prisas las vamos a dejar
a un lado. Nuestra prioridad para este viaje va a ser disfrutar del recorrido
en esta línea histórica tan anhelada por aquellos aragoneses del siglo XIX
que soñaron con un ferrocarril que comunicara su Comunidad Autónoma con
Europa mediante un paso transpirenaico.
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I INTRODUCCIÓN I
Por ello, les invitamos a tomar este viaje no como un simple desplazamiento, sino
como una experiencia. En el mundo contemporáneo, viajar en ferrocarril se ha
convertido en un simple medio para alcanzar un destino, donde lo único que importa
es que el trayecto pase rápido y cómodamente. Sin embargo, con el Canfranero vamos
a aprender que el trayecto puede ser tan importante como el destino.
El propósito de esta guía es que conozcamos muchos de esos detalles que
atraviesan la ventanilla de nuestro tren y que suelen pasar desapercibidos para el
viajero. Esos detalles son los que nos ayudarán a conocer la historia de esta línea
internacional y nos permitirán valorar esta fantástica obra de ingeniería por la que
discurren actualmente trenes de viajeros y de mercancías, pero por la que también
discurren nuestros sueños y esperanzas de futuro.
Tratando de combinar el relato contemporáneo del viaje con la historia de la
línea, hemos dividido la presente guía en varios apartados, siguiendo los distintos
tramos en los que históricamente se fue construyendo la línea Zaragoza-Canfranc:
comenzamos por el tramo Zaragoza-Tardienta por la antigua línea de la compañía
del ferrocarril de Zaragoza a Pamplona y Barcelona (que data de mediados del siglo
XIX) para después enlazar con el ramal construido por la Compañía del Ferrocarril
de Tardienta a Huesca en 1864. A continuación, recorreremos el tramo Huesca-
Jaca, construido a finales del siglo XIX por la Compañía de los Caminos de Hierro
del Norte de España. Culminaremos el viaje recorriendo el tramo Jaca-Canfranc,
construido en las primeras décadas del siglo XX. Finalmente, dedicaremos un último
apartado a explicar la interesante explanada de los Arañones, emplazamiento donde
se ubica la mítica estación de Canfranc.
Siguiendo esta propuesta que aquí les planteamos, el cómo realizan este viaje
es decisión del viajero. Pueden ustedes recorrer la línea ferroviaria por tramos,
realizando paradas en las poblaciones que atraviesa la vía para disfrutar del turismo
local. O también pueden realizar el trayecto completo desde Zaragoza hasta
Canfranc. En cualquier caso, nuestra sugerencia es que, guía en mano, se sienten en
el tren y comiencen su lectura, avanzando al ritmo que marca el paso del tren.
Locomotora número 130 perteneciente a la serie 101 a 146, eran de rodaje 120, un eje bisel y dos ejes motores, y
fueron fabricadas en 1860 por Oullis. Fueron diseñadas inicialmente para el remolque de trenes de viajeros, aunque
posteriormente fueron destinadas servicios menores. En la foto se la ve junto con un tren de trabajos y con la brigada
de vías y obras
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I EL CANFRANERO I
Tramo 1: Zaragoza-Tardienta
San Jorge
TARDIENTA
Ontinar
del Salz
Zuera
Río Gállego
Villanueva
de Gállego
ZARAGOZA
El Portillo
Goya Río Ebro
Miraflores
Mercancías partiendo de la estación de Arrabal de Zaragoza camino de Canfranc, traccionado por una locomotora de
la serie 3100. Arrabal fue la estación de cabecera de la línea y a su depósito pertenecieron las locomotoras de vapor
encargadas de traccionar los trenes
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I EL CANFRANERO I
Estación de Delicias, todavía se conserva el antiguo edificio de la Compañía del Ferrocarril Central de Aragón
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I EL CANFRANERO I
Tras salir de El Portillo, nos adentramos en el tramo del antiguo túnel ferroviario que
discurre bajo la zaragozana avenida de Goya, por lo que en tiempos fue la trinchera
que MZA construyó a finales del siglo XIX para atravesar la ciudad y comunicar su
línea procedente de Madrid con la línea procedente de Barcelona. En origen el tren
cruzaba esta zanja a cielo descubierto, pero en los años 60 las vías fueron cubiertas
y la zanja se convirtió en túnel para permitir el avance urbanístico de Zaragoza sin
cicatrices. En dicho túnel atravesaremos también el apeadero de Goya, de nueva
construcción para la red de Cercanías.
Al final de dicho túnel llegamos al último apeadero moderno: el de Miraflores, cuyo
nombre se debe a una antigua estación allí ubicada que en su día sirvió como enlace
entre la red ferroviaria de vía ancha de MZA y la red de vía estrecha del ferrocarril
de Utrillas a Zaragoza (MFU). Posteriormente, en dicha estación se construyó la
bifurcación entre la actual línea de Zaragoza a Barcelona por Caspe y la línea de
Zaragoza a Barcelona por Lleida, bifurcación que hoy en día encontramos justo a la
salida del túnel. En este punto, el Canfranero girará hacia la izquierda tomando la
línea de Zaragoza a Barcelona por Lleida, ascendiendo hasta cruzar el río Ebro pocos
kilómetros después sobre un moderno puente ferroviario de reciente construcción,
que deja una maravillosa vista de la basílica del Pilar a nuestra izquierda.
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I EL CANFRANERO I
El AVE a Huesca
Los viajeros más
observadores se habrán
percatado de que, a nuestra
izquierda, nos acompaña
en paralelo una vía con
postes azules: es la vía del
AVE a Huesca. Su ancho de
vía, como en toda la red de
Alta Velocidad Española,
es inferior al de la red de
ancho ibérico. El AVE
tiene un ancho de vía de
1435 mm, ancho de vía
usado en la mayor parte de
la red general europea. Sin
embargo, la vía de la red
ibérica es algo más ancha:
1668 mm. Esta curiosa
medida tiene su origen en
los inicios del ferrocarril
a vapor y en la compleja Fachada principal de la antigua estación de la Compañía del Norte
geografía ibérica, pues
los primeros ingenieros La antigua estación de la Compañía del Norte en
creyeron que una vía más Zaragoza estaba situada en el barrio del Arrabal,
ancha permitiría usar cuyo edificio todavía se conserva reconvertido en
locomotoras más grandes centro cívico. Este edificio fue, durante muchas
y potentes que superarían décadas, el punto de partida del Canfranero
con mayor facilidad los original, hasta que en la década de 1970 se
tramos montañosos de centralizó el tráfico ferroviario en la estación de
nuestra red. Hoy, más de El Portillo.
siglo y medio después, Avanzando dirección norte, con la vega del
nuestra red convencional Gállego a nuestra derecha, pronto atravesaremos
(sobre la que circula el sin parada la antigua estación de San Juan de
Canfranero) mantiene Mozarrifar. Las paredes de su modesto edificio
ese ancho de vía ibérico, podrían contar muchas historias, pues en esta
aunque las modernas líneas estación se apearon cientos de prisioneros que,
de Alta Velocidad ya usan el durante la Guerra Civil, fueron desplazados
ancho de vía internacional por ferrocarril hasta esta localidad para ser
con el propósito de mejorar internados en un campo de concentración
las futuras comunicaciones provisional ubicado en las antiguas naves de la
con Europa. fábrica Papelera de Las Navas. Actualmente, esta
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I EL CANFRANERO I
estación está fuera del servicio para trenes de viajeros, pero sigue teniendo uso
como enlace con el ramal militar ferroviario de San Gregorio, cuya vía veremos salir
a nuestra izquierda tras pasar la estación.
Unos kilómetros más adelante, tras realizar la primera parada en Villanueva de
Gállego, continuamos ascendiendo dirección Huesca con la visión de los Pirineos
que, en los días claros, aparece imponente en el horizonte frente a nuestro tren.
Tras cruzar el río Gállego sobre un doble puente en paralelo (el antiguo para el tren
convencional y el moderno para el AVE), pronto llegaremos a la estación de Zuera.
En su edificio de viajeros, ubicado a nuestra izquierda en el sentido de la marcha,
veremos una estrella coronando la fachada principal que nos habla de tiempos
pasados: esa estrella es el emblema de la antigua Compañía de los Caminos de
Hierro del Norte de España.
Estación de Zuera
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I EL CANFRANERO I
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I EL CANFRANERO I
Tramo 2: Tardienta-Huesca
HUESCA
Río Gállego
Vicién
San Jorge
TARDIENTA
Ontinar
del Salz
Zuera
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I EL CANFRANERO I
Nos detenemos en Tardienta, una modesta localidad que tiene el honor de ser
el pueblo más pequeño de España que posee una estación de AVE con servicio
para viajeros. Nos encontramos en una estación de contrastes en la que la red
de alta velocidad convive en sus andenes con la red de ancho ibérico. Aquí,
el futuro se encuentra con el pasado, pues en esta estación podemos ver un
tren AVE de última generación detenerse a escasos metros de las antiguas
«aguadas» (o «grúas de agua») donde las que las viejas locomotoras de vapor
cargaban agua.
Estación de Tardienta
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I EL CANFRANERO I
A mitad de este tramo la vía pasa junto a Vicién, población que podremos ver
brevemente a nuestra derecha. Desde los orígenes de la línea este pueblo tuvo
parada del ferrocarril, pero su estación quedó suprimida con la reforma de la línea
para adaptarla a la alta velocidad. A día de hoy, apenas quedan unos pequeños
restos de los andenes cerca de la vía actual, difícilmente perceptibles desde el tren
debido a la elevada velocidad a la que atravesamos este punto.
Sobre esta curiosa vía de tres carriles circularemos hasta la capital oscense. A
la entrada de la estación, unos metros antes de llegar al andén, la vía de ancho
convencional y la de ancho internacional se separan nuevamente, accediendo
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I EL CANFRANERO I
una por la izquierda y otra por la derecha del edificio respectivamente. Llegamos
a la estación intermodal de Huesca, una estación término cuyas vías finalizan
en «toperas» (los elementos ferroviarios que se colocan al final de las vías para
que los trenes se detengan). Esta terminal ferroviaria fue inaugurada en el 2001,
sustituyendo al antiguo edificio que se encontraba ubicado en este mismo lugar.
Tramo cercano a la
ciudad de Huesca
La gran particularidad ferroviaria de Huesca ha sido que su estación, siendo una parada
intermedia en el trayecto Zaragoza-Canfranc, siempre ha sido una estación término,
que obligaba a los trenes que hacen dicho trayecto a adentrarse en la estación para
hacer su parada, y posteriormente retroceder por las mismas vías hasta tomar el desvío
de Canfranc. Esto es debido a que la estación primitiva fue construida para dar servicio
al ramal de Tardienta, siendo Huesca el final de línea original. Posteriormente, con la
construcción de la línea Huesca-Jaca, pasó a ser una parada intermedia en el trayecto,
con la particularidad de que seguía siendo una estación término.
Durante muchos años se planificó la construcción de una nueva estación en otra
ubicación de la ciudad para que fuera estación de paso, lo cual facilitaría el tránsito
ferroviario y favorecería las comunicaciones de Huesca en el eje Zaragoza-Canfranc.
Pero esta idea nunca prosperó.
En la estación de Huesca finaliza la vía del AVE. La construcción de este ramal
de ancho internacional entre Zaragoza y Huesca aumenta la esperanza en que,
en el futuro, esta línea pueda ampliarse hacia la frontera francesa por Canfranc,
abriendo un nuevo paso ferroviario por el que comunicar la península ibérica con
Europa enviando trenes desde Zaragoza (tanto de viajeros como de mercancías) por
el mismo ancho de vía que usan nuestros vecinos del norte. Pero, por el momento,
continuaremos nuestro viaje en el Canfranero por la red de ancho ibérico, a la
espera de que los viejos sueños del ferrocarril transpirenaico aragonés que tuvieron
nuestros antecesores vuelvan a hacerse realidad de nuevo.
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I EL CANFRANERO I
Tramo 3: Huesca-Jaca
JACA
Navasa Sabiñánigo
Peña Oroel
Ayerbe
Alerre
HUESCA
Río Gállego
Foto tomada ya
en la época de
Renfe. Otra de
las locomotoras
de la serie 1300,
fabricada por
Le Creusot.
Estas primitivas
locomotoras de
tres ejes motores,
fueron empleadas
para la tracción de
cortos trenes de
mercancías en la
parte menos dura
del trazado
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I EL CANFRANERO I
Estación de Huesca
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I EL CANFRANERO I
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I EL CANFRANERO I
uniones entre los tramos de raíl. Este sonido está en peligro de extinción, pues los
nuevos tramos de vía se construyen con técnicas modernas donde los raíles van
soldados entre sí y, por tanto, el tren ya no emite ese nostálgico sonido al rodar.
También notaremos que el Canfranero «pita más» que antes, ya que, por
seguridad, los maquinistas hacen uso del silbato ante los múltiples pasos a nivel
que aparecen en este tramo. No habíamos visto pasos a nivel hasta este momento,
ya que, en las líneas de moderna construcción, se evitan con pasos elevados
(puentes) o pasos bajos (túneles) para el tráfico rodado, por lo tanto los pasos a
nivel también son una buena pista para detectar antiguas trazadas ferroviarias.
La primera estación antigua que cruzaremos en el tramo Huesca-Jaca es
Plasencia del Monte. A su entrada nos recibe un gran silo de grano a nuestra
izquierda, y un poco más adelante a la derecha veremos su pequeño edificio
de viajeros, muy representativo de la arquitectura típica de la Compañía del
Norte para las estaciones modestas (de pueblos pequeños) en esta línea. Pasado
Plasencia, continuaremos unos cuantos kilómetros disfrutando de los colores
propios del paisaje de la Hoya de Huesca, con un relieve que poco a poco se
va volviendo más abrupto. Comenzarán a aparecer los pequeños puentes y
terraplenes que necesita el tren para adaptarse a los accidentes del terreno.
Unos kilómetros más adelante, los viajeros más habilidosos pueden proponerse
como reto (o como juego) encontrar la estación de Turuñana, cuyos edificios
siguen existiendo en estado de abandono. Como hemos contado en el apartado
de Zaragoza-Tardienta al atravesar la estación de Zuera, desde 1929 existió
una línea ferroviaria directa entre Zuera y este paraje que permitía acortar el
trayecto Zaragoza-Canfranc en 44 kilómetros, algo así como un atajo para llegar
a Canfranc, ahorrando mucho tiempo a aquellos trenes que no pasaban por la
capital oscense.
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I EL CANFRANERO I
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I EL CANFRANERO I
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I EL CANFRANERO I
Sin quitar relevancia a las admirables obras de ingeniería que vamos a atravesar,
en este tramo se va a imponer ante todo la majestuosidad de la naturaleza, pues
pronto ante nuestra vista aparecerán unos colosos: los míticos mallos de Riglos.
Estas magníficas formaciones geológicas de paredes planas a partir de sedimentos
han generado muchas leyendas en la zona por el misterio que las envuelve, y
han supuesto un enorme desafío para los escaladores de todas las épocas por su
impresionante tamaño.
Aunque a pie de vía podríamos disfrutar de una estupenda panorámica general de los
mallos, desde dentro del tren no es tan sencillo verlos. Las pendientes y las dificultades
del terreno en este tramo hacen que la vía deba realizar muchos giros y cambios de
trazada para poder atravesar la zona. Por estos giros, los mallos de Riglos aparecen y
desaparecen en varias ocasiones de nuestra vista por las ventanas del tren, lo cual nos
obligará a estar atentos si queremos disfrutar de sus mejores vistas.
Como pista, sabremos que hemos llegado al entorno de los mallos de Riglos cuando
pasemos por las dos estaciones que dan servicio a esta zona: la primera es la estación
de Riglos-Concilio, cuyo edificio (tapiado y sin uso) aparece a nuestra izquierda. En
origen, esta estación fue construida principalmente para mejorar el tráfico ferroviario
y permitir cruces entre trenes; sin embargo, actualmente, se usa solo como apeadero.
Tres kilómetros más adelante pasaremos por el pequeño apeadero de Riglos, que se
creó como una parada para trenes de viajeros más cercana al casco urbano de la
localidad, pues la estación antes mencionada queda bastante alejada.
Este apeadero también ha sido siempre muy utilizado por escaladores, ya que se
encuentra situado a los pies de los propios mallos. De hecho, según la época del año
en la que realicemos el viaje, será fácil ver escaladores ascendiendo por sus paredes
verticales. A partir de este apeadero disfrutaremos de las mejores vistas de los
mallos de Riglos, pues en este tramo encontramos los puntos más cercanos entre la
vía y estas formaciones.
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I EL CANFRANERO I
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I EL CANFRANERO I
señales y otras infraestructuras. En otros casos, Los viajes del Tren Azul
en estas casillas también vivían las ferroviarias El Tren Azul es un tren
que se encargaban de la vigilancia de los pasos histórico que rememora
a nivel. Este tipo de viviendas ferroviarias, los grandes expresos que
distribuidas a lo largo de una vía, son bastante circularon por Europa
comunes en casi todas las líneas con historia, durante mediados del
pues prácticamente todas las grandes compañías siglo XX. La composición
ferroviarias optaron por este sistema para está formada por antiguos
mantener sus instalaciones y dar cobijo a sus furgones postales, coches
empleados. cama e incluso coches
Recorriendo el valle por el que discurre el restaurante; dotados de
río Gállego, disfrutando de las vistas, pronto decoración interior de época
llegaremos al embalse de la Peña. La vía del y con exposiciones que
Canfranero bordea muy cerca sus aguas de pueden ser visitadas por el
camino a la población de La Peña. Justo antes pasaje durante el trayecto.
de llegar a su estación atravesaremos un largo Este tren es mantenido y
puente metálico sobre las aguas del río Gállego. explotado por la Asociación
Mientras lo atravesamos, podremos ver a la Zaragozana de Amigos
izquierda otro puente metálico en paralelo a del Ferrocarril y Tranvías
una cota más baja: es el puente original de (AZAFT). Ocasionalmente,
la línea Huesca-Canfranc. La construcción realiza viajes abiertos al
del embalse a principios del siglo XX obligó a público, como los viajes
desviar ligeramente la trazada ferroviaria en realizados a Canfranc los
este tramo, elevando la cota de la vía para evitar años 2014, 2015 y 2017.
su inundación. Por tanto, entre 1910 y 1912, se Para más información,
construyó este nuevo puente metálico. visiten su página web:
Antiguo puente metálico
www.trenazul.es.
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I EL CANFRANERO I
Sobre una fina capa de nieve y dejando atrás la estación de Santa María y La Peña (Huesca) este 592.2 sin identificar se
encarga de realizar el primer servicio Zaragoza Delicias-Canfranc una fría mañana de invierno
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I EL CANFRANERO I
A partir de aquí, entre túneles y trincheras, la vía irá ascendiendo por la montaña
mientras serpentea bordeando el cauce del río Gállego. Pronto llegaremos a la
estación de Anzánigo, que da servicio de viajeros al cercano pueblo conocido por su
espléndido puente de origen medieval. Estamos ante otra de las muchas estaciones
que actualmente han sido degradadas a simples apeaderos. Aunque ha perdido
algunas de sus infraestructuras, su bonita nave de carga de mercancías todavía
sigue en pie al lado de la vía, delatando que esta estación tuvo mucha más actividad
en el pasado que en el presente.
Unos kilómetros después, tras atravesar montañosas zonas arboladas, el paisaje
se vuelve a abrir. Llegamos a la estación de Caldearenas-Aquilué. Aunque esta
estación comparte el nombre de dos pueblos cercanos, realmente se ubica mucho
más próxima a Caldearenas. A la salida de esta estación cruzaremos de nuevo el río
Gállego sobre otro antiguo puente metálico construido con técnicas propias de otra
época. Este tipo de puentes son un buen ejemplo de los grandes trabajos con acero
de la ingeniería del siglo XIX y principios del XX. A partir de aquí avanzaremos por
un tramo de vía con un perfil algo más suave.
Tren especial
fletado por la
AZAFT, remolcado
por la 333.381
de la empresa
«Continental Rail»,
pasando por la
población Oscense
de Latrás
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I EL CANFRANERO I
Sabiñánigo es una de las poblaciones más importantes de este recorrido pues esta
localidad, además de movilizar un elevado número de pasajeros, también ha sido
tradicionalmente un lugar de gran actividad industrial en la comarca. Hasta hace
pocos años, la industria local ha generado movimiento de mercancías por ferrocarril
en la línea del Canfranc. De hecho, cuando el Canfranero descienda de velocidad
porque se aproxime a la estación, a nuestra derecha podremos ver un ramal de vía
que sirve como acceso de trenes hasta las industrias cercanas, ramal que todavía se
encuentra en activo (aunque por el momento sin uso) y que podría volver a entrar
en funcionamiento.
La estación de Sabiñánigo mantiene el edificio de viajeros original diseñado por
la Compañía del Norte para las poblaciones importantes de esta línea, similar al
que hemos visto en Ayerbe. Sin embargo, la distribución de vías ha cambiado y sus
andenes han sido recrecidos tras las últimas reformas realizadas en este tramo. A
pesar de estas modernizaciones, todavía quedan algunos elementos en pie de una
época anterior: las aguadas de la época del vapor, que siguen ubicadas en ambos
extremos de la playa de vías de la estación como esperando a que alguna antigua
locomotora vuelva a cargar agua alguna vez.
Estación de Sabiñánigo
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I EL CANFRANERO I
Regional de los fines de semana Jaca-Zaragoza Delicias entre Jaca y Sabiñánigo servido esta vez por un 596
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I EL CANFRANERO I
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I EL CANFRANERO I
Tramo 4: Jaca-Canfranc
A
C I
A N
F R
Túnel
CANFRANC-ESTACIÓN
Canfranc
E.F. Villanúa
Caracol
Viaducto de San Juan
E.F. Castiello
Castiello de Jaca-Pueblo
JACA
Navasa Sabiñánigo
Peña Oroel
Típica composición quitanieves compuesta por dos locomotoras de vapor enganchadas por los ténderes y equipadas
con cuña quitanieves. Esta curiosa composición permitía, por un lado, duplicar la fuerza de empuje para poder quitar la
nieve de los ventisqueros y, por otro, caso de que las locomotoras quedasen atrapadas por el frente de ataque, podían
regresar con la locomotora de cola
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I EL CANFRANERO I
Tras una breve parada en Jaca, el tren emprenderá la marcha de nuevo para
recorrer el último tramo de la línea: el de Jaca a Canfranc. Como ya hemos
adelantado en el apartado anterior, este tramo (construido por la Compañía
de los Caminos de Hierro del Norte de España) se puso en servicio en el año
1922. En aquel momento todavía no se había terminado la construcción
de todas las instalaciones de la estación de Canfranc, ni tampoco estaba en
servicio el paso ferroviario internacional con Francia. Lo que vamos a ver de
aquí en adelante, además de un paisaje sublime por el valle del río Aragón, es
una de las obras de ingeniería más impresionantes de las que todavía quedan
en servicio en nuestro país.
Estación de Jaca
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I EL CANFRANERO I
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I EL CANFRANERO I
Tras atravesar el largo túnel número 5 (429 metros), llegaremos En las proximidades
de Castiello de Jaca
a la estación de Castiello, cuyo edificio podremos ver a nuestra
izquierda. En origen, esta estación se construyó principalmente
para gestionar el tráfico ferroviario, pues en sus vías podían cruzar
los trenes que procedían de Canfranc con los que procedían
de Jaca agilizando la circulación. Esta estación también toma
el nombre de Castiello de Jaca, pero debido a su lejanía con el
caso urbano, no era muy utilizada por viajeros. Por tal motivo,
se construyó el apeadero que hemos pasado antes, usado
exclusivamente para viajeros.
Sin embargo, por cuestiones del destino, las vías de la estación
de Castiello fueron desmanteladas y ha terminado siendo un
modesto apeadero más de la línea, usado simplemente por
algunos excursionistas. De hecho, como podemos observar, el
tren ni siquiera para en los andenes originales de esta estación,
pues se ha construido un moderno andén nuevo que hace las
funciones de apeadero. Al menos, todavía encontramos en pie las
antiguas casillas de guardagujas a la entrada y a la salida de la
estación, demostrando que tuvo una playa de vías de una longitud
considerable.
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I EL CANFRANERO I
Tras salir de la estación de Castiello, serpenteando por el cauce del río, atravesamos
una zona arbolada para posteriormente volver a cruzar de nuevo sobre el río
Aragón por otro puente metálico. Y, tras un tramo en constante ascenso, llegaremos
al mítico túnel número 6. En este punto, la línea traza un trayecto helicoidal
(popularmente denominado como «de caracol») en el que, para ganar mucha altura
en un reducido núcleo montañoso, la vía sigue un trayecto circular valiéndose
de dos túneles y de un enorme viaducto. De esta forma, un tren recorre con
unos pocos kilómetros de vía una distancia lineal de pocos cientos metros, pero
aprovechando esos kilómetros de curvas para ganar altura con un perfil suave
óptimo para ascender con pesados trenes.
El primer túnel de este tramo, el número 6, cuenta con 868 metros, combinando
una curva y una contracurva con las que la vía realiza el primer giro de este
particular «caracol». Este tipo de túneles, curvos y con una fuerte pendiente
ascendente muy pronunciada, conllevaban enormes peligros la época del vapor.
Imaginen por un momento lo que podía suponer atravesar un túnel como éste en
aquella época en la cabina de una locomotora de vapor, luchando por alimentar
el fuego de la caldera y controlar tal bestia mecánica. En las cabinas de las
locomotoras de vapor, sin apenas iluminación ni insonorización, la visibilidad dentro
de los túneles era mínima y el sonido de la locomotora podía ser ensordecedor. De
hecho, los antiguos ferroviarios de esta línea contaban que, en plena oscuridad
dentro de estos túneles, debían sacar la pala del fogonero por la ventana de la
locomotora para rozar la pared de túnel y comprobar si la locomotora estaba
avanzando marcha adelante, marcha atrás, rápida o lenta.
Si a eso le sumamos que las cabinas de las locomotoras de vapor no estaban
completamente cerradas ni aisladas, el humo que expulsaba por la chimenea llenaba
el túnel y la propia cabina de la locomotora, reduciendo la visibilidad y poniendo en
riesgo de asfixia al personal de conducción. De hecho, se cuenta que en este túnel
Río Aragón
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I EL CANFRANERO I
número 6 era especialmente temido en este sentido, pues túneles como éste se
cobraron la vida de muchos ferroviarios del vapor.
Tras salir de este túnel, sin dejar de trazar una enorme curva que compone este
trazado helicoidal, atravesaremos el túnel número 7 de 236 metros. Aquí debemos
de estar muy atentos, pues justo a la salida de este túnel vamos a encontrar una
de las infraestructuras más extraordinarias de todo el recorrido: el viaducto de San
Juan. Al atravesarlo, si miramos por el lado derecho del tren podremos disfrutar de
una espectacular visión panorámica del valle, mientras que desde el lado izquierdo
del tren podremos ver las arcadas del propio viaducto gracias a su trazado curvo.
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I EL CANFRANERO I
Regional Zaragoza Delicias-Canfranc bajo una fina nevada acercándose a su destino en las proximidades de Villanúa
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I EL CANFRANERO I
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I EL CANFRANERO I
Silo de grano
Explanada de
los Arañones
Estación de Canfranc
Rotonda de locomotoras
Paseo de los Melancólicos
CANFRANC-ESTACIÓN
gón
Locomotora
Baldwin ante el
túnel internacional
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I EL CANFRANERO I
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I EL CANFRANERO I
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I EL CANFRANERO I
una enfermería, una comisaría, varias dependencias ferroviarias, etc. También cabe
destacar la belleza y singularidad de su línea arquitectónica, aunque fue notablemente
alterada tras el desmantelamiento de las antiguas cubiertas y la nueva reconstrucción
de la techumbre y de la cúpula central realizada entre 2007 y 2009.
La disposición de vías de la estación de Canfranc era bastante curiosa ya que,
como ocurre en las otras estaciones fronterizas de España con Francia, debe
combinar las vías de ancho internacional (1435 mm de ancho) con las vías de ancho
ibérico (1668 mm) y permitir el intercambio entre ellas tanto de viajeros como de
mercancías.
Para facilitar el transbordo de viajeros, esta estación poseía andenes a ambos
lados del edificio principal, Los trenes de viajeros procedentes de España (red de
ancho ibérico) entraban en Canfranc por el andén de la fachada lado oeste (la
fachada principal frente al pueblo), mientras que los trenes procedentes de Francia
(red de ancho internacional) entraban por el andén de la fachada del lado este.
Recordando aquellos preciosos trenes que llegaban al andén francés, en el año 2015
fueron ubicados allí dos antiguos coches de viajeros de la colección que la Asociación
Zaragozana de Amigos del Ferrocarril y Tranvías conservaba en las vías de Canfranc,
que han sido restaurados con la ayuda de diversos campamentos de trabajo para
jóvenes de toda Europa. Se trata de los coches BB4-1044 del Ferrocarril Central de
Aragón y BB-1617 de la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España.
Para facilitar el intercambio de mercancías, en la explanada de la estación se
construyeron dos hangares, tan largos que podían albergar composiciones de trenes
mercantes completos. A estos hangares accedían los trenes por dos vías, una de
Llegada del expres a Canfranc remolcado por dos locomotoras de la serie 3100. En esa época la estación estaba repleta
de material y el servicio tanto de mercancías como de viajeros era muy amplio
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ancho internacional a un lado y otra de ancho ibérico al otro. Entre las vías había
un largo muelle de carga en el que trabajan multitud de operarios encargados de
transbordar las mercancías de los trenes franceses a los españoles y viceversa. Estos
dos hangares, envueltos en misterio tras conocerse que pasó por ellos el oro de los
nazis durante la II Guerra Mundial, son rehabilitados para albergar la nueva estación
ferroviaria de Canfranc tras el inicio de las obras de recuperación de la explanada
iniciadas en 2018.
Un paseo hacia el norte de la explanada,
con la vista del fuerte de Coll de Ladrones
sobre la montaña, nos permitirá llegar a la
boca del túnel internacional de Somport,
final de la línea Pau-Canfranc. Aunque
por túnel internacional de 8,608 km ya
no circulen trenes, sigue siendo de mucha
utilidad. En primer lugar, como túnel de
evacuación en caso de emergencia en el
moderno túnel de carretera que discurre
en paralelo. Y, en segundo lugar, a través
de este túnel se accede al laboratorio
subterráneo de Canfranc, en el que se
realizan investigaciones científicas sobre
materia oscura entre otras cosas. A pesar
de ello, este túnel podría seguir siendo
técnicamente compatible con la nueva vía
férrea cuando se vuelva a reabrir la línea Boca del túnel internacional de Somport,
internacional. final de la línea Pau-Canfranc
La línea Pau-Canfranc
La sección francesa del Canfranero es la línea ferroviaria que unía Pau con
Canfranc, de unos 94 kilómetros de longitud. Esta línea fue construida por
la Compagnie du Midi e inaugurada en 1928. Al tener que atravesar tramos
montañosos, también contaba con grandes obras de infraestructura como
altos viaductos y un túnel helicoidal. Por las fuertes pendientes, fue construida
con vía electrificada, lo cual permitía circular con locomotoras eléctricas hasta
Canfranc remolcando mayores cargas. La línea fue cerrada después de que, el
27 de marzo de 1970, un tren se quedara sin potencia y descendiera sin control
hasta el puente de L’Estanguet, destrozándolo y cortando la línea. Desde el año
2016, tras obras de rehabilitación, los trenes de SNCF vuelven a circular entre
Pau y Bedous, por lo que la vía francesa se encuentra actualmente a unos 33
kilómetros de Canfranc.
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Cerca de la boca del túnel de Somport les sugerimos tomar el «paseo de los
Melancólicos», un camino que recorre la explanada de la estación de norte a sur
por la ladera de la montaña. Desde este camino, además de disfrutar de un paseo
cómodo por la montaña, podremos disfrutar de una vista privilegiada de todo
el complejo ferroviario de Canfranc. Al inicio del paseo, en la zona noreste de la
explanada, podremos ver que las vías acceden a un gran silo de grano en el cual se
cargan trenes de mercancías con toneladas de maíz procedente de Francia. Gracias
a este silo, se ha mantenido ininterrumpidamente el tráfico de mercancías por la
línea de Canfranc durante todos estos años.
Zona noroeste de la
explanada con un
gran silo de grano
Paseo de los
Melancólicos
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El propósito de esta guía es que
conozcamos muchos de esos detalles
que atraviesan la ventanilla de
nuestro tren y que suelen pasar
desapercibidos para el viajero. Esos
detalles son los que nos ayudarán
a conocer la historia de esta línea
internacional y nos permitirán
valorar esta fantástica obra de
ingeniería por la que discurren
actualmente trenes de viajeros
y de mercancías, pero por la que
también discurren nuestros sueños y
esperanzas de futuro.