8 Octava Semana Correción
8 Octava Semana Correción
8 Octava Semana Correción
Hola!
Vamos a trabajar en las próximas dos semanas con un fenómeno muy interesante que va a
abrir mucho el abanico de textos a nuestra disposición. Se trata del tema del pronombre
relativo. Ustedes ya conocen el fenómeno de subordinación asociado con las proposiciones
subjetivas y objetivas, ligado con la posibilidad de sustituir elementos simples de la lengua
por estructuras oracionales que multiplican la capacidad de dotar de información los
constituyentes de la frase. De los dos métodos que conocen para la subordinación, uno es
el que entraña la metamorfosis de nominativo a acusativo para el sujeto y de forma
conjugada a infinitivo para el verbo, mientras la otra, con encabezado ὅτι, no provocaba
cambios en la oración. El caso de la subordinación mediante pronombres relativos está más
cerca del segundo sistema, con lo cual es muy fácil reconocer su presencia, pero suma el
rasgo de que el pronombre no se limita a ser un introductor de la cláusula, sino que tiene
valor sintáctico dentro de ella.
Este fenómeno está bien presente en el español con lo cual una mínima atención al
funcionamiento en nuestra lengua u otras lenguas modernas indoeuropeas ayuda a
familiarizarse rápidamente.
Vamos a proceder primero con una lectura de los dos archivos de Quirón (8.2) dedicados a
Pronombre relativo, tanto el I como el II que tienen en el Campus. En el primero van a
encontrar una explicación general del fenómeno con muchos ejemplos orientados al caso
en que las construcciones con relativo ocupan el lugar de atributo, es decir son versiones
complejas de adjetivos, mientras que en el segundo van a encontrar un tratamiento de los
casos en que estas cláusulas tienen función de sujeto u objeto directo, es decir que
sustituyen a sustantivos. En rigor, la lógica es la misma, y la diferencia está puesta
solamente a los efectos de subrayar el comportamiento de sustitución de estas dos clases
nominales.
Este tema nos tomará un par de semanas como mínimo, así que tómenlo con calma y no se
preocupen si al principio cuesta un poco más. Como siempre, si tienen dudas, traten de
formularlas lo más claramente posible y compártanlas, que seguramente pueden ayudar
también a otros en el grupo.
Para los que venían con algún problema remanente con subjetivas y objetivas seguramente
esta será una buena oportunidad para solucionarlo, dado que es el mismo tipo de fenómeno
de subordinación.
Entonces, una vez que hayan revisado los dos textos sobre pronombre relativo, pasen a
analizar las siguientes oraciones de la ejercitación de la lección ξ:
5. μάντις ἄριστος, ὄστις εἰκάζει καλῶς.
A partir de ahora cobran todavía más valor las indicaciones de los signos diacríticos. Es
costumbre de los editores colocar comas para indicar la presencia de cláusulas con relativo,
con lo cual eso, junto con la presencia de los pronombres relativos, les provee la primera
información relevante. En este caso el pronombre relativo es ὄστις, un nominativo singular
que tiene adosado el pronombre indefinido τις que ustedes ya conocen y le agrega un
sentido, precisamente, de indeterminación: "quien" o "cualquiera que".
En este punto, recuerden que el pronombre relativo les sirve para identificar la presencia de
una cláusula nominal, o sea una estructura que vale por un sustantivo o un adjetivo en la
cláusula general: μάντις ἄριστος sustantivo/adjetivo. Por lo pronto se olvidan de que se trata
de una cláusula y se fijan solamente qué función puede cumplir en la oración principal. Lo
primero que detectan es que no hay verbo, dado que μάντις es un sustantivo nominativo
singular y ἄριστος un adjetivo en grado superlativo. Aplican por tanto la regla de que si no
hay un verbo explícito, se trata de un verbo ἐστί elidido que requerirá un sujeto y un
predicativo. μάντις ἄριστος es el predicativo, con el sustantivo como núcleo y el adjetivo
como atributo y la cláusula con relativo es el sujeto, i.e. una sujetiva con relativo: "el mejor
adivino [es] [este]".
Vamos ahora a la sujetiva. En este caso sí tenemos verbo: εἰκάζει, que está en tercera
persona del singular y necesita un sujeto en nominativo singular. Lo tiene precisamente en
el pronombre relativo. Noten que el caso del pronombre relativo está asignado por el verbo
de la cláusula con relativo y no por el verbo principal. El último término es un adverbio
formado con la terminación ῶς al adjetivo καλός, "bellamente", "bien". La traducción de la
sujetiva es entonces: "quien conjetura bien". Si la conectamos con el resto queda: "El mejor
adivino es el que conjetura bien".
6. πάντες ἐλπίζομεν, ἅ βουλόμεθα.
De nuevo, coma más pronombre relativo. Buscan rápidamente fuera de la relativa el verbo
principal y se encuentran solamente con el adjetivo ὄλβιος. Es claro que está elidido el
verbo ἐστί que conecta este adjetivo, que tendrá que ser un predicativo, con un sujeto
representado por la cláusula con relativo. Con eso el análisis de la oración principal está
listo. Vamos a la relativa. El verbo está explícito y es ἔχει, en tercera persona del singular,
por lo cual necesita un nominativo singular como sujeto. Encuentran rápidamente que el
relativo cumple esos requisitos, con lo que tiene que ser el sujeto. Al volver al verbo para
ver qué tipo de complementos necesita en el predicado, ven que es transitivo y por tanto
necesita un objeto directo. Para eso están el sustantivo en acusativo φίλον y su atributo
γενναῖον: "el que tiene un amigo noble". Al conectar ambas partes queda: "Bienaventurado
el que tiene un amigo noble".
9. μάνθανε τὴν σοφὶαν, ἥ πηγή ἐστι πάντων τῶν καλῶν.
Coma más relativo, en este caso ἥ, indican la presencia de una cláusula con relativo que se
extiende hasta el final de la oración. Hay que determinar su función, por lo cual vamos al
verbo principal μάνθανε. Se trata de un verbo en imperativo de segunda persona singular,
que por tanto solamente puede tener como sujeto al pronombre personal de segunda
persona singular: "tú". La categoría de sujeto ya está cubierta y no es esa, entonces, la
función de la relativa. El verbo, por otra parte, significa "aprender" y es transitivo, por lo cual
necesita un objeto directo. Sin embargo, ya tenemos en acusativo a τὴν σοφὶαν para cumplir
esa función. La opción que nos queda, entonces, es que la cláusula con relativo no esté
ocupando el lugar de un sustantivo (y por tanto sujeto u objeto directo), sino que valga por
un adjetivo y forme una atributiva con relativo. Para chequear que se trata de este caso
basta con ver si el género y número del relativo coinciden con su antecedente, en este caso
σοφὶαν. Vemos que ambos son femeninos singulares. Noten que la concordancia es de
género y número pero no de caso, porque como en todas las oraciones con relativo el caso
está asignado internamente por el verbo de la cláusula con relativo. El objeto directo tendrá
entonces un núcleo en σοφὶαν y una atributiva con relativa en la cláusula que comienza con
ἥ. Si vamos ahora a la relativa, encontramos que hay un verbo ἐστι que necesita un sujeto y
un predicativo, ambos en nominativo. Tienen para eso ἥ, sujeto, y πηγή, predicativo. Este
último, además, tiene un complemento de especificación πάντων τῶν καλῶν.
Traducción: "Aprende la sabiduría que es fuente de todos los bienes".
11. -τί λέγεις σύ; -ἅ σὺ λέγεις.
En este intercambio dialógico breve tienen en la primera interlocución una pregunta que ya
han encontrado. Tienen el verbo λέγεις en segunda persona singular y su sujeto σύ
explícito, junto con el pronombre interrogativo τί en neutro singular, que en este caso tiene
que ser un acusativo (el nominativo está ya cubierto por el pronombre personal): "¿Qué
dices tú". El segundo interlocutor contesta con una cláusula con relativo
que evidentemente está suponiendo un verbo. No se trata, como en los casos habituales de
un verbo εἰμί, sino del verbo λέγω que acaba de usar el interlocutor λέγω ἅ σὺ λέγεις, sería
la forma completa. También pueden analizar aisladamente la cláusula, que en rigor es la
objetiva de un verbo elidido. Si vamos a la cláusula, tiene la misma estructura de la
pregunta: el verbo λέγεις con su sujeto σὺ y su objeto directo ἅ. La traducción dela
respuesta es, entonces: "Las cosas que tú dices" o "Lo que tu dices".
12. καλῶς γιγνώσκεις, ἅ ὁ ῥήτωρ βούλεται λέγειν.
En este caso, la lectura de los tres primeros términos señala inequívocamente la estructura
de la oración, ya que καλὴ es un adjetivo en posición predicativa respecto de ἡ πομπή, que
necesariamente tiene que ser el sujeto, con un verbo copulativo elidido. La función de la
relativa no puede ser entonces ni sujetiva, porque ya hay sujeto, ni objetiva, porque el verbo
no es transitivo, y solamente queda la opción de que sea una relativa atributiva de πομπή.
La concordancia en género y número, femenino singular, entre el antecedente y el relativo
confirma la posibilidad. Yendo a la relativa, entonces, encontramos un verbo ποιοῦσιν, en
tercera persona del plural, que requiere un sujeto en nominativo plural, οἱ Ἀθηναῖοι. Dado
que el verbo es transitivo requiere además un objeto directo que está cumplimentado por el
pronombre relativo en acusativo.
"Bella es la procesión que hacen los atenienses"
16. ἆρα κατάδηλον, ὅ βούλομαι λέγειν.
En este caso, dejando a un lado la partícula inicial, encontramos una relativa introducida por
ὅ y el adjetivo κατάδηλον. Si la relativa equivale a un núcleo nominal, sustantivo o adejetivo,
deben estar conectados por un verbo copulativo, en donde el adjetivo debe ser un
predicativo de la relativa, que será el sujeto: "Por tanto, [es] evidente [Relativa: esto]". Si
vamos a la relativa, encontramos un verbo conjugado y otro en infinitivo, lo cual indica la
presencia de una subordinada. El verbo βούλομαι tiene necesariamente un sujeto "yo" y es
transitivo, por lo cual λέγειν es el verbo de una objetiva con infinitivo. Su sujeto es el mismo
que la principal y su objeto directo es el relativo, que es neutro, y por tanto puede ser un
acusativo. La traducción es, entonces: "Por tanto es evidente lo que quiero decir".