PROGRAMA PROFESIONAL DE DERECHO

ENSAYO DE REACCIÓN

DERECHOS HUMANOS

DELGADO BEJARANO VALERIA

MERYAN
CHUCUYA CHIPANA NOELIA
SILVANA
HUAMANRAIME PUCHO GISELA
TATIANA

SEMESTRE XI
AÑO 2021
“El alumno declara haber realizado el presente
trabajo de acuerdo a las normas de la Universidad
Católica San Pablo”

FIRMA
 ENSAYO DE REACCIÓN

I. INTRODUCCIÓN

Los derechos humanos representan la manera como el hombre, en principio

hace uso de las palabras para formular normas a fin de poder respetar las
libertades personales y así no vulnerar sus mismos derechos. Por lo que a lo
largo de la historia hemos comprendido este concepto como libertades
necesarias para mantener una calidad de vida. Actualmente los derechos
humanos se entienden como aquellos atributos intrínsecos a la persona, y que
poseen por el mero hecho de serlo y que les permiten ejercerlos frente a las
demás personas y al estado, estos derechos se entienden derivados de la
dignidad humana.

El presente ensayo de reacción se centrará en dos tópicos: primero, los derechos

humanos entendidos como derechos naturales y segundo, la concepción
recogida en la Declaración Universal de los Derechos humanos sobre el
fundamento de los derechos humanos, respondiendo de esta manera a las
preguntas dos y cuatro.

II. DERECHOS HUMANOS COMO DERECHOS NATURALES

A lo largo de la historia, desde los primeros albores de la dignidad humana,

encontramos una máxima que se desarrolló sobre todo en las religiones de
antaño que se formula básicamente en “no hacer al otro aquello que no se quiere
que se haga a sí mismo” con lo cual se reconoce un respeto propio debido a las
personas que los diferencia de otros seres.

Esta concepción fue evolucionando poco a poco a lo largo de las diversas

religiones y filosofías del mundo. Hasta que propiamente fue desarrollada con
mayor profundidad en la cultura griega. Aristóteles señalaba que las personas
en su vida en la experiencia del obrar descubren unos fines básicos de la
persona, descubrimos que tenemos inclinaciones, y que tenemos una capacidad
racional que las gobierna, y conocer ello permiten discernir el bien y el mal en
cada caso en concreto.
Además, dos de los más grandes exponentes o precursores de los derechos
naturales fueron Santo Tomás de Aquino y San Agustín. Por un lado, San
Agustín fue el primero que introdujo el concepto de Ley Natural, reconocía “una
ley universal e inmutable oriunda de Dios, que estaría por encima de la ley de
los hombres y que se internaliza en la conciencia humana por medio de derechos
naturales”1. Por otro lado, según Santo Tomás Aquino, dicha ley de orden
natural estaría en el ser humano de dos modos: “i) como en principio regulador
y mensurante, ii) y como en lo regulado y medido” 2. Como un principio regulador
y mensurante, la aludida ley se encuentra en el ser humano a través de su razón,
participando en sí mismo y hacia un fin último. Por consiguiente, el ser humano
participa de un plan superior, inclinándose hacia la plenitud de su propia forma.

En tal sentido cuando se utiliza la expresión “derechos naturales” se hace

referencia a la existencia de una vinculación entre la naturaleza y el derecho. En
primer término, debemos mencionar que el derecho natural es una especie de
ordenación de la razón al bien común, sus disposiciones van más allá de una
realización individual y disponen al ser humano hacia una comunidad, siendo
una especie de regla o medida para lograr la plenitud del hombre, todo ser tiende
naturalmente a su perfección huyendo de aquello que lo degrade 3.

Para establecer a los derechos humanos como derechos naturales; como primer
punto debemos tener en cuenta las definiciones de ambos términos acogidas por
el autor Javier Hervada, uno de los más grandes exponentes del iusnaturalismo
y la definición recogida por la declaración universal de los derechos humanos.
Respecto a la concepción sobre el derecho natural Javier Hervada manifiesta
que este debe entenderse como aquello que es inherente al hombre, en ese
sentido la exigibilidad deriva de la naturaleza del hombre 4.

1
N. L. XAVIER BÁEZ, “El desarrollo antropológico de los derechos humanos fundamentales”,
Diálogos de Saberes, N° 43, Julio 2015, Bogotá, p.186.
2
POOLE D. Derecho, Razón Y Pasión en La Ley Natural. Ius canonicum, 2008. pp. 537–71.
Disponible en:
http://search.ebscohost.com.ezproxy.pucpr.edu/login.aspx?direct=true&db=rfh&AN=ATLAiE581
80312000474&site=ehost-live . Consultado: 27/03/2021.
3
Ibídem. p 14.
4
J. HERVADA, Introducción crítica al derecho natural, Minos, México, 1996, p. 89. citado por
Por otro lado, en lo que respecta a la concepción de derecho humano, la
Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH), “designa el hecho de
que existen bienes y prerrogativas que corresponden al ser humano por el simple
hecho de serlo, en cualquier tiempo y lugar; que estos bienes y prerrogativas se
traducen en derechos inalienables, universales, que muestran y protegen el halo
de dignidad que acompaña a todos los individuos de la especie humana” 5.

De lo expuesto, resulta pertinente lo afirmado por el doctor Chavez-Fernandez

al señalar que existe una igualdad entre los derechos humanos y los derechos
naturales pues “se trata igualmente de bienes no disponibles para el legislador
que en tanto debidos en justicia pueden ser exigidos con sus matices específicos
en cada caso concreto en virtud de la condición ontológica natural de cada
persona como título jurídico”6. En ese sentido, podemos afirmar que los derechos
humanos entendidos como derechos naturales representan un límite al Poder
público, en tanto que el actuar de estos últimos no deben vulnerar los referidos
derechos7.

En síntesis, la ley natural es la misma para todos y si lo entendemos como la

ordenación que se presenta de manera natural hacia un fin último, en la medida
en que se comparta la misma naturaleza tendremos la misma ley natural. En ese
sentido, es que podemos afirmar que los derechos humanos son derechos
naturales, en tanto que todos los hombres tenemos igual dignidad y compartimos
una misma naturaleza humana. Asimismo, ambos conceptos gozan de una
universalidad que se funda en la comunidad de naturaleza, en la capacidad de
convivir, de comprender los sentimientos de los demás y disponer hacia nuestro
fin.

H. RAMÍREZ GARCÍA y P. PALLAREZ YABUR, Derechos Humanos, México, 2011, p. 26.

5
H. RAMÍREZ GARCÍA y P. PALLAREZ YABUR, Derechos Humanos, México, 2011, pp. 29-
30.
6
J. CHÁVEZ-FERNÁNDEZ POSTIGO, La dignidad como fundamento de los derechos humanos
en las sentencias del Tribunal Constitucional Peruano. La tensión entre la mera autonomía y la
libertad ontológica. Palestra. Lima, 2012, p. 164.
7
Cfr. C. BROWN, “El régimen internacional contemporáneo de derechos humanos”, Revista
Académica de Relaciones Internacionales, N°01, marzo 2005, p. 04.
 III. DECLARACIÓN UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS

Concluida la II guerra mundial, y constituida la Organización de las Naciones

Unidas (1945) se hizo necesario crear una “Declaración Universal de Derechos
Humanos”, siendo que se le encargó esta tarea a la UNESCO, en este sentido
señala Xavier Baez “la UNESCO pretendía sintetizar y utilizar como base
filosófica para la justificación y la interpretación racional de los derechos que
serían insertados en su Declaración de los Derechos Humanos”8, de esta
manera si bien es cierto que esta tuvo la finalidad de buscar un consenso
universal sobre los derechos humanos, ello no ocurrió en realidad.

La Comisión de la UNESCO creada para redactar la declaración fue un proyecto

que buscó involucrar las diversas concepciones que sobre los derechos se
tenían en las distintas filosofías y religiones que acogían los estados a nivel
universal, sin embargo, en la práctica terminó imponiéndose la concepción
occidental de los derechos, prueba de ellos es que el texto final de la declaración
es muy similar a las constituciones de los países occidentales.

Es necesario señalar que si se logró llegar a un consenso universal sobre cuáles

deberían ser estos derechos más no se llegaba a un consenso de cuál era el
fundamento de los mismos, es así que en este debate no se tomó en cuenta los
aportes de gran parte de los países de oriente sobre todo de las Naciones
Islámicas. Esta sería la explicación de que al momento de someter el texto final
de la Declaración a votación en la asamblea general de ONU para su aprobación
“los representantes de Sudáfrica, de Arabia Saudita, de la Unión Soviética, de
Yugoslavia, de Ucrania, de Polonia, de Checoslovaquia y de Bielorrusia se
abstuvieron de votar, aduciendo que el documento era predominantemente
individualista en la selección de los derechos que declaraba”9, solo Arabia Saudí
alegó que no podía aceptar las disposiciones sobre la libertad religiosa.

8
UNESCO, Human Rights: comments and interpretations: a symposium. New York: Columbia
University Press,1973, pp. 255-257, citado por N. L. Xavier Báez, “El desarrollo antropológico de
los derechos humanos fundamentales”, Diálogos de Saberes, N°43, Julio 2015, Bogotá, p. 207.
9
M. ISHAY,The history of human rights: from ancient times to the globalization era. California:
University of California Press, 2004, p. 223, citado por Xavier Báez, “El desarrollo antropológico
Sin embargo, estas 8 abstenciones no significan que los derechos humanos no
encuentran justificación en las distintas religiones y tradiciones filosóficas, o que
el reconocimiento de los mismos no se haya dado en la comunidad internacional.
Ello sobre todo si partimos de que el fundamento de los derechos humanos,
recae en la persona misma y su dignidad, vemos que la preocupación por este
concepto ha ido evolucionando y encuentra sus raíces en varias fuentes no solo
religiosas, sino también filosóficas, en donde poco a poco se fue consciente del
valor supremo de la persona humana. No obstante, las abstenciones
presentadas, nos evidencian que, si bien, todos reconocemos bienes debidos en
justicia al hombre, no es menos cierto que, hay algunos que son más evidentes
que otros, o incluso que se puede diferir en la medida o importancia que las
sociedades les otorga. Por ejemplo, todos somos conscientes que matar a un
inocente esté mal, pero determinadas sociedades pueden presentar
justificaciones para ir en contra de ese precepto; como las guerras santas o la
comisión de un delito.

IV. CONCLUSIONES

1.- Por lo expuesto, se concluye que los derechos humanos son derechos
naturales, en el sentido de que la persona humana es titular de determinados
derechos que le son inmanentes por su condición ser persona, por lo tanto, no
dependen para de su existencia y exigibilidad del reconocimiento jurídico
positivo, sino más bien estos existen y se derivan de la propia dignidad de las
personas que poseen por el solo hecho de serlo.

2.- En la formación de la Declaración Universal de Derechos Humanos si bien no

se tomó en cuenta todas las sugerencias sobre la fundamentación de los
derechos humanos que hicieron sobre todo los países de oriente, ello no le quita
mérito al hito que significó en la historia de los derechos humanos. Puesto que
la mencionada declaración marcó un antes y un después para su

de los derechos humanos fundamentales”, Diálogos de Saberes, N°43, Julio 2015, Bogotá,
p.208.
reconocimiento, en ese contexto podemos afirmar que es la principal razón por
la cual se puede entender a los derechos humanos actualmente como garantías
que permite a las personas ejercerlos frente a los demás y sobre todo frente a
los estados, lo que se evidencia sobre todo con la formación de las Cortes
Regionales de Protección de los Derechos Humanos.

3.- La historia nos evidencia que los Derechos Humanos encuentran su

justificación, efectivamente, en el desarrollo de las diversas religiones y
concepciones filosóficas, en tanto fuimos reconociendo que el hombre es
especial y diferente a las otras criaturas de la tierra. Sin embargo, los derechos
humanos del hombre están sometidos a una interpretación para poder
concretizarse, como sucedió en la Declaración, por lo que nacen diferentes
posturas y pensamientos que pueden generar conflictos debido a las
contradicciones que existe en cada sociedad, pues cada una de ellas presentan
particularidades en su cultura y su estructura de gobierno, lo que genera que se
reconozcan a los derechos humanos de manera diferente en las legislaciones
propias de cada país.