Introducción
Introducción
Introducción
Se llama esfínter velofaríngeo (EVF) al área delimitada por el paladar blando y las paredes
lateral y posterior de la faringe. Su función se relaciona con un cierre velofaríngeo total que
impide el paso de comida durante la deglución y de aire durante la fonación, esto requiere
de integridad tanto estructural como neurológica de los músculos del paladar y de la
faringe. A la ausencia del cierre de este esfínter durante el habla, respiración o deglución, se
le llama disfunción o insuficiencia velofaríngea.
La disfunción velofaríngea implica una actividad reducida de los grupos musculares que
resulta en un fallo de cierre, siendo el origen neurológico la causa más frecuente. La
insuficiencia velofaríngea en cambio, resulta de la ausencia de tejido suficiente para lograr
la función esfinteriana y su etiología es por lo general congénita.
El EVF está compuesto por los músculos elevador del velo, tensor del velo, de la úvula,
constrictor superior de la faringe, palatogloso, palatofaríngeo y salpingofaríngeo.
Por otra parte, el músculo palatogloso contenido en el pilar anterior del velo del paladar,
eleva la base de la lengua, desciende el velo y estrecha el istmo de las fauces. Se encuentra
inervado por fibras del XI par y se dirige desde la base de la lengua hasta el velo del
paladar.
El pilar posterior del velo del paladar se encuentra formado por el músculo palatofaríngeo
junto con su mucosa. Este músculo se inserta en el rafe medio, en el borde posterolateral
del paladar y sus fibras llegan hasta la pared posterior de la faringe. Se encuentra inervado
por fibras del XI par y su acción consiste en estrechar el istmo de las fauces y descender el
velo del paladar.
Por último, el músculo salpingofaríngeo, que se origina en el borde inferior de la TE, ayuda
en el desplazamiento medial y superior de las paredes laterales de la faringe.
Fig. 1. Vista posterior de los músculos del Esfínter Velofaríngeo
Según Skolnick et al. (1973) existen cuatro patrones de cierre del EVF de acuerdo al
movimiento de las estructurs durante la fonación; (1) Coronal, donde el movimiento es
exclusivo del velo del paladar que se desplaza hacia la pared faríngea posterior. (2) Sagital
que se produce por el movimiento de las paredes faríngeas laterales hacia la línea media
con un 50% cada una. (3) Circular donde el cierre se produce por el movimiento del velo y
las paredes faríngeas laterales sin participación de la pared posterior. (4) Circular con
Rodete, patrón que se obtiene por el movimiento de las cuatro paredes formando un rodete
de Passavant, aquí el movimiento de la pared posterior no es mayor al 10%.
Cabe destacar además, que el cierre del EVF es influido por el tipo de emisión vocal,
postura de la cabeza, altura de la lengua, sexo, edad, rapidez de cierre y tipo de actividad
realizada. Con respecto a este último punto es que Sih (1999) describe dos tipos; el cierre
neumático y el cierre no neumático. Durante el habla, el silbido y el soplo, se produce un
cierre neumático donde el movimiento de las paredes laterales se restringe a la región de la
entrada faríngea permitiendo que el flujo aéreo se oriente hacia la boca. Esta actividad es
controlada parcialente por el nervio facial (VII par). El cierre no neumático, en cambio,
ocurre durante el reflejo de vómito y la deglución e impide la regurgitación de alimento
hacia la nasofaringe, en este el movimiento predominante es de las paredes laterales de la
faringe que se extienden completamente y el cierre anteroposterior es bajo. Este tipo de
actividad es controlada por los nervios glosofaríngeo y vago.
Cierre velofaríngeo coronal Cierre velofaríngeo circular con rodete
El habla del paciente con IVF incluye patrones de hipsernasalidad, consonantes orales
débiles y articulaciones compensatorias. La perseverancia de estos errores articulatorios
puede generar trastornos de la voz, producto de la hiperfunción laríngea generando
disfonías.
Evaluación fonoaudiológica en la IVF
La evaluación de la IVF se realiza en base a los resultados del habla, mediante estos datos
se decidirá si se procede o no a la evaluación, ya que, si el menor solo emplea fonemas
nasalaes y vocálicos no es posible realizar la evaluación, debido a que estos alófonos no
permiten determinar el funcionamiento del esfínter en fonación. Si presenta dislalias o
compensaciones articulatorias se estará en la misma situación y se deberá aplicar
tratamiento articulatorio antes de determinar la presencia y características de la IVF.
Pero si es capaz de articular al menos 2 fonemas orales de alta presión es posible
determinar presencia y características de IVF a través de un protocolo formal.
La IVF se evalúa mediante un protocolo formal que se estable en el año 2002 perteneciente
a la fundación Gantz. (Fig. 3)
3) Parámetros a evaluar:
f) Resonancia: Los fonemas /m/ /n/ y /ñ/ presentan resonancia nasal, el resto de los
fonemas del español son más orales que nasales. Cualquier alteración estructural
o del tamaño del conducto vocal y/o postura articulatoria anormal, pueden
causar una resonancia vocal defectuosa. Las alteraciones de la resonancia,
consideradas en el protocolo son: la hipernasalidad, hiponasalidad y resonancia
mixta.
Todos estos puntajes se suman y entregan una puntuación total, la cual puede ser
relacionada con la suficiencia o insuficiencia del funcionamiento del esfínter velofaríngeo
durante el habla.
Nasofaringoscopía
Posteriormente se realiza un examen detallado del esfínter velofaríngeo con énfasis tanto en
la morfología de sus paredes, evidencias de cirugías previas y el aspecto de cicatrización si
existe. Se evalúa la función del esfínter durante la deglución y fonación de palabras aisladas
y lenguaje conectado. Se describe el movimiento de cada una de las paredes tomando
referencia el centro del esfínter y se definen los tipos de cierre.
Es un examen necesario para la evaluación de niños con o sin fisura palatina que presentan
fonación nasal, niños en los que el tratamiento fonoaudiológico no es suficiente y
probablemente necesitarán tratamiento quirúrgico.
En la IVF se evalúa la morfología y función de las paredes laterales de la faringe, velo del
paladar, pared posterior de la faringe y la lengua. Se realizan dos proyecciones, ántero-
posterior y lateral. Se registra su ubicación en posición neutra y su motilidad durante la
fonación.
Tratamiento de la IVF
El rol del fonoaudiólogo frente a un caso de IVF recae en realizar una terapia de voz y
habla que permita al paciente aprender la correcta producción de los sonidos del habla
(fonemas) y lograr una audibilidad correcta de la emisión vocal.
Este tipo de terapia se indica cuando la emisión de los fonemas es con distorsiones
asociadas a la hipernasalidad haciendo el lenguaje incomprensible, por lo tanto sus
objetivos serían principalmente dos:
a) Eliminar los sonidos compensatorios enseñando al paciente el punto y modo
articulatorio correcto de los fonemas alterados.
b) Eliminar la emisión nasal de los fonemas no nasales.
Modalidades Terapéuticas
Estimulación Temprana
Esta modalidad tiene por objetivo convertir la estimulación en una rutina, estrechando la
relación madre-hijo y propiciar la adquisición de herramientas importantes en el desarrollo
infantil.
Se debe informar y educar a los padres acerca de un plan de tratamiento que busque
prevenir alteraciones a nivel del desarrollo general y del lenguaje, este se dividirá en cuatro
controles cuyas edades pueden variar de acuerdo a las necesidades del niño y su familia.
1. Primer control: 0-3 meses. Se informa a los padres sobre las características
anatomofuncionales del menor para lograr un compromiso con el tratamiento y se
realizan exámenes de rutina para la pesquisa de déficits auditivos.
2. Segundo control: 6 meses. Se sugiere a los padres estimular los juegos vocálicos
realizados por el niño. En esta etapa pueden expresar más sentimientos a través de
gestos corporales y faciales. Se realiza un nuevo control con el otorrinolaringólogo
y una impedanciometría.
3. Tercer control: 9 meses. Se realizan tareas específicas para estimular el lenguaje y
el habla. El niño se relaciona e interactúa mucho más con otras personas.
4. Cuarto control: 12 meses. Los padres deben continuar estimulando el lenguaje
expresivo y comprensivo, así como también el habla tomando en cuenta
especialmente los fonemas orales oclusivos /p/, /t/, /k/.
a. 12-24 meses: se realizan controles periódicos cada 2 meses. En los casos de
retraso del desarrollo psicomotor o déficit en la estimulación en el hogar, la
intervención fonoaudiológica se realizará de forma más intensa. A esta edad
se pretende aumentar el repertorio de palabras enfatizan en sonidos
anteriores y posteriores; oclusivos y fricativos. También se busca favorecer
el reconocimiento y expresión de objetos comunes y la producción de frases
simples de 2 elementos.
b. > 2 años: el fonoaudiólogo puede evaluar de manera formal las
características del lenguaje, habla y voz del niño. Si el desarrollo lingüístico,
la voz y el habla son normales, sólo se cita a controles para observar su
evolución.
i. Los niños con fisura velopalatina operada y con signos de IVF,
trastornos articulatorios y de lenguaje se mantienen en controles
semanales.
Terapia Natural
Este tipo de terapia se basa en que las articulaciones compensatorias (AC) son de naturaleza
lingüística, ya que según estudios, los pacientes con IVF y AC tienen una frecuencia más
alta de retraso en el desarrollo del lenguaje que los pacientes con IVF y sin AC.
Este abordaje tiene como objetivo el uso de los sonidos del habla con propósitos
comunicativos, más que sólo centrarse en la correcta articulación.
Terapia Articulatoria
Busca el logro de una articulación correcta a nivel de punto, modo y función de las cuerdas
vocales para potenciar al máximo el movimiento del EVF evitando y/o corrigiendo las AC.
Utiliza distintas técnicas de acuerdo a las características de la articulación del paciente.
Las estrategias de retroalimentación pueden ser indirectas o directas. Las primeras implican
uso de material externo como el espejo de glatzel y audífonos de retroalimentación
auditiva, mientras que las segundas consideran el uso del biofeedback con
videonasofaringoscopía para observar los movimientos del EVF y efectuar modificaciones
sobre ellos.
Esta modalidad de intervención está especialmente indicada para los siguientes casos:
- Hiatos pequeños e inconsistentes del EVF como terapia de prueba (3-6 meses)
- Trastornos del aprendizaje velofaríngeo
- Pacientes con AC
- Posterior a faringoplastia.
Etapas de la terapia
Recién Nacidos
Esta etapa va desde los 0 a los 2 años. Sus objetivos principales apuntan a los precursores
del lenguaje y habla, el desarrollo psicomotor y las funciones prelingüísticas. Las
modalidades terapéuticas utilizadas son “Programa de estimulación temprana” y “control de
hitos motores”
Pre-escolar
Desde los 2 a los 5 años las áreas de intervención son el habla, el lenguaje y la voz,
propiamente tal. Esto se realiza mediante las modalides terapéuticas de Terapia articulatoria
y/o fonológica ya sea individual o grupalmente.
Escolar
Entre los 5 y 10 años las áreas de intervención siguen siendo las mismas, sin embargo la
modalidad terapéutica varía. A la terapia articulatoria se le agrega el feedback que puede
ser convencional con o sin videonasofaringoscopía. Además se comienza el uso de terapia
de generalización.
Adolescente
En niños mayores a 10 años ya no se aborda el área del lenguaje, sino que sólo de la voz y
el habla a través de la misma modalidad terapéutica que en la etapa escolar.
La cirugía en pacientes con IVF se indica cuando los métodos diagnósticos confirman el
defecto estructural del esfínter velofaríngeo por déficit de los tejidos.
El colgajo faríngeo de base superior y la faringoplastia de esfínter, son las ténicas más
empleadas, mostrando ambas una resolución de la IVF entre un 80 y 90% de los casos.
1) Cierre de fistulas palatinas: se indican cuando hay fistulas mayores a 5mm y/o que
al taparlas en forma transitoria durante la evaluación fonoaudiológica se note mejoría
de la IVF.
2) Re-operación del velo: se plantea cuando existe evidencia de mal funcionamiento
velar por antecedentes de palatoplastía insatisfactorias o un paladar blando en malas
condiciones. Se emplea rara vez, cuando el grado de IVF es discreta a moderada,
cuando la distancia entre el velo y la pared posterior de la faringe es menor a 5mm.
La insuficiencia velofaríngea logra afectar tanto patrones del habla como de la voz, si bien,
hay un componente estructural de por medio, en la actualidad existe un correcto abordaje,
que permite superar este trastorno. Dentro de la fundación Gantz se planteó el protocolo de
evaluación perceptual a cargo del fonoaudiólogo tratante, esta es la primera instancia en la
que se aprecia el abordaje a éste trastorno, en conjunto con los exámenes complementarios
de la nasofaringoscopia y una videofluroscopia velofaringea funcional permite establecer y
obtener el mejor abordaje a la hora de intervenir tanto fonoaudiológica como
quirúrgicamente.
Rossell, P. (2009). Tratamiento de la Fisura Labio Palatina. (1a. ed). Perú: Universidad
Nacional Mayor de San Marcos.