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El Curriculum

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Conceptos del currículum

El currículum puede concebirse en un sentido muy


estrecho o muy amplio. Puede denotar:
1) Simplemente la lección bíblica impresa, el pasaje que
se ha de estudiar;
2) Los materiales impresos preparados para la lección,
más los materiales de ayuda apropiados;
3) Todos los materiales de la lección, recursos y
actividades que se relacionan con los objetivos, o
4) La experiencia total del educando.
Hemos escogido el tercero como el que más se presta a
nuestros propósitos para una exposición del desarrollo
curricular.
Los fundamentos determinan los conceptos.
El concepto que una persona tiene del currículum es
afectado por su filosofía de la educación, sus principios
teológicos, sus conceptos psicológicos y sociológicos, y su
herencia histórica. Partiendo de estos fundamentos, uno
debe determinar si la educación ha de ser considerada
primordialmente como transmisible, como creadora, o
como una síntesis de ambas.
Definición del currículum
La siguiente definición de la educación cristiana parece
llenar los requisitos fundamentales de los cristianos
evangélicos. Muchos grupos educativos protestantes han
adoptado alguna variante de ella:
La educación cristiana es el ministerio de la iglesia que
proporciona la sustentación educativa para todo el
ministerio de culto, testimonio y obra de la iglesia. En este
designio, la educación cristiana se entiende como
relacionada con todas las oportunidades que se ofrecen a
las personas primordialmente con el propósito de
educación en la fe cristiana y para la misión cristiana.
El currículum, por consiguiente, puede considerarse como
el programa educativo de toda la iglesia para el desarrollo
de su feligresía. Como una comunidad de la fe, la
congregación es encontrada por el evangelio de Cristo y
responde en fe y amor.
Componentes del plan currículum
Los participantes en el Proyecto Cooperativo de
Currículum definieron cinco componentes de su plan:
objetivo, alcance, contexto, tareas educativas y principio
organizador.
El objetivo es sinónimo del propósito o la meta del
designio total. El alcance implica el área total que debe
ser explorada. El contexto es la situación en que se intenta
la educación cristiana. Las tareas de aprendizaje son las
actividades emprendidas conscientemente por el educando
a fin de adquirir los conocimientos que quiere. El
principio organizador describe las distintas formas en
que los diversos componentes del designio se relacionan
entre sí.
Un concepto práctico del currículum de educación
cristiana debe incluir preocupación por un hogar
verdaderamente cristiano y una iglesia que es el cuerpo de
Cristo trabajando en la comunidad y para ella.

Intereses del currículum


El currículum es el programa directivo e implementador
de la educación cristiana que incluye todos los contenidos
y experiencias mediante los cuales Dios se revela, y se
encuentra la gracia de la presencia de Dios. El currículum
debiera terminar en la salvación. La conversión debiera
llevar a la alimentación por medio del currículum. La vida
misma de la iglesia es una parte vital del currículum
debido a que es el contexto en que ocurre el aprendizaje
cristiano.
Por lo tanto, el interés de que el currículum sea inclusivo,
tiene que ver con las personas, con las agencias y con el
contenido. El currículum debiera ayudar a las personas
que recién entran en la comunidad de los creyentes así
como a las que llevan un largo tiempo como miembros de
esa comunidad. Un currículum inclusivo debiera también
proveer y estar relacionado con todas las agencias de la
iglesia que tienen que realizar una tarea educativa. Debiera
proveer medios y materiales para nutrir todos los aspectos
de la vida que pueden ser fomentados en la fe cristiana.
Integridad teológica
Al hacer el diseño, uno debe decidir si la tarea de la
educación cristiana es primordialmente enseñar hechos o
estimular la respuesta humana con Dios. La inculcación de
hechos tiende a implicar una planificación conductista del
currículum. El énfasis sobre la decisión humana en el
encuentro divino acentúa el libre albedrío del educando. Si
nuestra meta es la libre decisión y la respuesta gozosa
debemos proporcionar un aprendizaje que no sea
solamente de estímulo-respuesta en la educación cristiana.
Explicando su “Currículum centrado en el evangelio”,
Schreyer recalca la necesidad de una base teológica:
Ubicar el currículum en un contexto teológico es
proporcionarle un trasfondo revelador y una dirección
teológica que sostienen una comunicación entre Dios y el
hombre. Interpretar el currículum en un foco teológico no
significa que el currículum se convierte totalmente en un
contenido teológico; significa que todos los materiales y
actividades empleados son de naturaleza reveladora, que
se prestan y permiten el fluir de Dios y su verdad cristiana
en una comunicación a la persona que responde.
Además, según Schreyer, el currículum tiene un triple
propósito que es de naturaleza teológica:
. . . el de ayudar a hacer a Dios real para el hombre, de
crear una atmósfera teológica y directiva tan natural que
los materiales y métodos hallen el clima suficiente para
crear una extensión hacia Dios, y despertar al hombre,
mediante el evangelio cristiano, a su necesidad de
responder a Dios.
Integridad educativa
Más allá de estas cuestiones teológicas, el currículum debe
buscar la integridad educativa al establecer cómo se
aprende, cuándo se aprende, dónde se aprende, qué se
aprende, y, hasta cierto punto, por qué se aprende.
La cuestión de quién aprende lleva a la consideración de
las relaciones individuales y el agrupamiento de los
alumnos.
La cuestión de cómo se aprende exige que los planeadores
del currículum tomen en cuenta todos los principios
establecidos de las teorías del aprendizaje-modificación
del comportamiento, percepción, solución de problemas de
conducta, teoría de la comunicación, y dinámica de grupo.
La cuestión de cuándo se aprende concierne a todo un
catálogo de factores: la homogeneidad del grupo, la
graduación, la organización para el aprendizaje, la
psicología del desarrollo, los períodos de enseñanza
fragmentados con revisión parcial versus inmersión total,
la aplicación de lo aprendido, el reconocimiento, recuerdo
y reservas disponibles en el reaprendizaje.
Dónde se aprende depende de la consideración de las
facilidades, el equipo, la atmósfera y las actividades.
Qué se aprende involucra a los planificadores del
currículum en la consideración de los recursos totales,
especialmente los materiales disponibles, las relaciones,
las comunicaciones no-verbales y la imitación de
comportamiento.
La cuestión de por qué se aprende involucra la
motivación, las necesidades, la percepción, la inspiración,
la revelación y los objetivos.
Para lograr la integridad educativa, los planificadores del
currículum deben permitir flexibilidad. Debe proveerse
para el aprendizaje formal e informal, individual y en
grupos, central y periférico, de primera exposición y de
refuerzo.
Aplicación individual
El currículum debe considerar al educando como
interactivo con su ambiente. El aprendizaje implica
cambios. La preocupación del currículum, pues, es qué
clase de cambios son posibles y deseables. El currículum
debe ministrar al individuo a la luz de su experiencia
pasada, sus necesidades e intereses presentes, su madurez
y aptitud, y su ambiente físico y social. Los planificadores
deben comprender que más esencial que la mera
continuidad lógica de la materia de estudio es el encuentro
con la experiencia del educando.
Relaciones
La preocupación por las relaciones es un reconocimiento
de la importancia del individuo en sus contactos
interpersonales. El diálogo, tan esencial en la educación
cristiana, implica un sentido de valor y dignidad
personales. Implica también una comunicación efectiva; y
tal comunicación implica una unión que resulta en
comunidad.
Es práctica y es factible
El proyecto de currículum debe ser práctico y factible.
Nuestros objetivos deben ser asequibles. La educación
temprana debe ser simple, y la simplicidad debiera
también caracterizar al proyecto de organización, el apoyo
educativo, y la declaración de objetivos.
El currículum debe ser frugal en cuanto a personal
directivo, tiempo, esfuerzo y costo. Sin embargo,
economía no debe ser sinónimo de reducción de tiempo,
esfuerzos o finanzas.
El proyecto de currículum debe ser de naturaleza
funcional. Debe conducir naturalmente a un efectivo
ministerio educativo en la iglesia.
Viabilidad y responsabilidad
La educación debe tener un propósito. Debe ser directa e
individual. Debe ser experimentada. Debe estar vinculada
a la vida y proporcionar una crítica de la vida. El proyecto
de currículum debe interesarse también por el crecimiento
de la iglesia de modo que ésta sea cada vez más
comprensiva y evangelizadora. Debe proporcionar
preparación para la perpetuación de la fe de una
generación a otra. Debe tener en su propósito la eternidad,
y debe valerse de medios por los cuales pueda ser
evaluado cada uno de estos intereses.
Para atender más efectivamente a la viabilidad y la
responsabilidad, el proyecto debe estar de acuerdo con un
propósito establecido que proporcione dirección,
ampliación, y evaluación del plan total.

Objetivos del currículum


Paul Vieth ha definido así el objetivo: “Una declaración de
un resultado conscientemente aceptado como el producto
deseado de un proceso dado.” Con referencia a la
educación cristiana, escribe:
Los objetivos de la educación son declaraciones de
resultados deseados a lograrse mediante el proceso
educativo. Su función es anticipar una meta. Ellos
constituyen el blanco para el cual existe la educación la
raison cl’etre de su existencia. Los objetivos son para la
educación lo que los planos del arquitecto son para el
constructor… Con una meta en vista, pueden ser elegidas
las actividades apropiadas para alcanzar esa meta, cada
una en su propia secuencia, y su éxito puede medirse por
el criterio de los resultados alcanzados en la edificación de
una casa.
La tarea principal de la educación cristiana es capacitar a
cada persona para experimentar su mayor potencial en
Cristo. Como dijo Pablo: “A fin de que el hombre de Dios
sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”
(2 Timoteo 3:17). Un currículum, pues, debe estar
diseñado para tratar hechos adquiridos por medio de la
razón o de la revelación.
Objetivos comprensivos
Para ser apropiados los objetivos deben ser comprensivos.
La razón y la revelación deben ser reconocidas como las
bases sobre las cuales uno construye una filosofía cristiana
de la vida. Deben ser desarrolladas apreciaciones y
actitudes apropiadas a la edad y el desarrollo del
educando. De las interpretaciones, apreciaciones, actitudes
y motivos del individuo debe resultar la aplicación del
contenido de los datos aprendidos al desarrollo de las
habilidades de la vida y la comunicación cristiana. Este
proceso es posible mediante la adopción de un currículum
construido para lograr un objetivo supremo o varios
objetivos relacionados entre sí.
Cada denominación tiene la responsabilidad de relacionar
los objetivos de su programa educativo con los objetivos
totales de la iglesia. En todo momento debe haber una
relación lógica y experimental entre los objetivos
curriculares y los propósitos institucionales.
Objetivos específicos
Cada grupo responsable por el desarrollo del currículum
debe establecer objetivos específicos o inmediatos. Estos
son por lo general los objetivos de las unidades de estudio.
Una división más establece uno o más objetivos
específicos para cada actividad inmediata o sesión. Estos
estarán subordinados o serán aspectos específicos del todo
mayor hacia el cual señalan. Vieth ha indicado la
interrelación entre los objetivos de este tipo:
Tal división de objetivos (comprensivo y específico) se
justifica sólo desde el punto de vista de la utilidad práctica
nunca desde el punto de vista de la suposición de que un
tipo deba ser aceptado con preferencia a otro. A no ser que
ambos tipos de objetivos se complementen entre sí, no
tendremos una exposición satisfactoria de las metas
educativas.
Características de los objetivos
1. Claridad. No se puede desoír el clamor por claridad
de objetivos, sin riesgo para el proceso educativo.
Los objetivos deben ser expresados individualmente
y en términos lo más sencillos posible.
2. Inclusividad. Los objetivos deben ser tan
comprensivos y completos como sea necesario para
el logro de la meta deseada. Sólo cuando se
bosquejan los objetivos específicos y se les arregla en
un orden lógico, progresivo, y se les evalúa, se notan
los vacíos en los planes.
3. Cohesión. Los objetivos no pueden ser completos si
no son cohesivos. Debe haber la probabilidad de una
fácil transición de un objetivo específico al próximo
hasta lograr el objetivo general. La interrelación entre
los objetivos da unidad al aprendizaje.
4. Viabilidad. Los objetivos se tornan muertos y sin
atractivo cuando están divorciados del educando
mismo. Deben ser para él opciones vivas. Él debe
poder verlos como deseables y asequibles.
Asimismo, cuando los objetivos tienen que ver con el
comportamiento, deben establecerse en términos de
comportamiento.

Funciones de los objetivos

1. Los objetivos determinan direcciones. Sin objetivos


claros, el currículum se torna una experiencia sin
sentido. Los objetivos determinan y hacen explícitas
las metas que han de alcanzarse; son los fines que
deben ser logrados. Los objetivos son los blancos
hacia los cuales se tiende al buscar la modificación
del comportamiento.
2. Los objetivos determinan el contenido. Debido a
que los objetivos determinan los fines que se buscan,
ellos determinan el contenido que compromete al
educando en su búsqueda de nuevas metas y
experiencias. El contenido que se ha de estudiar y los
recursos que se han de emplear se introducen cuándo
y cómo sea apropiado a los objetivos establecidos.
3. Los objetivos determinan la metodología. Los
métodos son las actividades por medio de las cuales
se comunica la información, se evocan percepciones,
se expresan emociones, se fomentan decisiones y se
desarrollan habilidades. Los métodos empleados
deben ser los que más adecuadamente faciliten el
aprendizaje.
4. Los objetivos determinan la estructura. El
currículum comienza en el nivel de la iglesia local.
Deben estudiarse las necesidades específicas de las
personas tal como son realmente. Al catalogar y
comparar esas necesidades, emerge una síntesis de las
necesidades predominantes y urgentes. Estas son
clasificadas según los niveles de edades y se
convierten en los objetivos prácticos del personal
curricular que está planeando los materiales
educativos para la denominación.
5. Los objetivos determinan los criterios de
evaluación. Finalmente, los objetivos proporcionan
los criterios por los cuales se evalúa el currículum.
Una vez establecidas las metas en el currículum,
debemos preguntarnos si las hemos alcanzado. Sin
esta constante evaluación constructiva a la luz de sus
objetivos, el currículum se torna confuso y estancado.

Planificación del currículum


Los siguientes niveles de interés en el currículum de
educación cristiana están enumerados por orden de
prioridad:
1. Personal
2. Clase o grupo
3. Agencia o programa
4. Distrito local
5. Distrito o Área
6. Denominacional
7. Interdenominacional
En la práctica, sin embargo, generalmente se invierte el
orden en la planificación del currículum. Las necesidades
que deben atenderse son personales y locales, pero la tarea
de preparar materiales y guiar a los maestros excede la
capacidad de la mayoría de los dirigentes eclesiásticos
locales, de modo que los intereses interdenominacionales
toman precedencia.
Necesidad de planificación
El currículum es planificado concienzudamente. Esa
planificación incluye decisiones acerca de organización,
personal y tareas. Incluye la cooperación de todas estas
facetas y el bosquejo de una secuencia de actividades. El
planeamiento debe conducir al uso progresivo del
contenido de tal manera que se logren los objetivos.
Coordinación de la planificación
Es necesario coordinar todas las agencias y actividades
educativas de la iglesia. Entre los que planifican el
currículum para la iglesia local deben hallarse maestros y
alumnos, padres, jefes de departamentos, el pastor y la
junta de educación cristiana. Sólo cuando estas personas
discuten las necesidades, los recursos, las actividades y los
materiales, pueden planificar efectivamente el currículum
de educación cristiana.
Cooperación de la planificación
Es un paso serio cuando el currículum de la denominación
se deja de lado para recurrir a otros materiales que se
consideran más atractivos o de más fácil utilización. La
iglesia local ve interrumpidos así sus canales más útiles
para la enseñanza doctrinal y la unidad denominacional.
La adaptación de cualesquiera actividades y materiales
para atender las necesidades del individuo es de esperarse
y es recomendable.

Contenido del currículum


Si lo que se intenta es educación cristiana, debe dársele un
lugar central a la Biblia como la revelación de Dios al
hombre. Sin embargo, el decir que la Biblia debe ocupar
un lugar central no es suficiente para dar una dirección
adecuada al desarrollo del currículum.
Evidentemente, cada uno de estos enfoques tiene ventajas
y desventajas. La Biblia es un libro grande, y la vida
humana es compleja. De tanto en tanto es necesario
repasar la Biblia desde cada una de estas perspectivas, de
acuerdo con el nivel de desarrollo y comprensión de los
educandos. Las necesidades e intereses humanos son tan
variados que debemos dar algún tiempo a la exploración
de cada una de estas perspectivas.
El contenido del currículum debe cubrir todas las áreas
que ayuden a iluminar la revelación de Dios a su pueblo.
El currículum, pues, ha de incluir un énfasis primordial
sobre la Biblia como la Palabra revelada de Dios. También
incluirá credos, historia, teología y filosofía en la medida
que sean necesarias para explicar y reforzar la Palabra de
Dios. El contenido del currículum incluirá música, arte,
arquitectura y lectura en coro para elevar el espíritu y la
comprensión del culto. Se valdrá de biografías, problemas
sociales y necesidades personales para enriquecer y dar
pertinencia a la consciencia de la acción de Dios en la
experiencia personal y comunitaria.
Presentación del contenido
Al seleccionar los materiales curriculares, las iglesias
están siendo más exigentes. Antes, muchos ponían
atención mayormente al formato atractivo y las ayudas
para facilitar la enseñanza.
 El foco del contenido. Los materiales actualmente en
uso en la mayor parte de las denominaciones
comienzan con los intereses principales de la vida y
relacionan la Biblia con esos temas. Esta forma de
proceder es un intento de dar su mayor impacto a la
enseñanza de la Biblia ayudando al educando a ver
claramente lo que ésta dice acerca de sus
necesidades.
 El atractivo del contenido. En su seria
consideración del currículum, muchas iglesias están
concentrándose en el educando y su experiencia total
dentro de la iglesia. Se están produciendo más y
mejores materiales de enseñanza. Los formatos
nuevos y atractivos despiertan mayor interés de parte
del educando.
 Organización del contenido. La organización del
contenido del currículum está recibiendo una
considerable reconsideración en la actualidad. Para
lograr unidad y continuidad, se planifica el contenido
en unidades de 2 a 13, o más sesiones sobre un tema
similar. Estos temas se arreglan en una secuencia que
abarque un ciclo de un año en el nivel del jardín de
infantes, y dos o tres años en los niveles de mayor
edad.
 Evaluación del contenido. Los tiempos y las
necesidades cambiantes seguirán exigiendo curricula
cambiantes. Debemos estar seguros de que el mensaje
de Dios se vierta en términos comprensibles, y que
nuestra enseñanza cristiana sea pertinente para las
necesidades del hombre. Sólo así podemos ayudar a
los hombres a acercarse más a “la medida de la
estatura de la plenitud de Cristo” (Efesios 4:13).

Los recursos del currículum


¿Qué recursos didácticos hay en la iglesia? ¿Cómo pueden
éstos ser utilizados efectivamente por el individuo y los
grupos? Para los maestros con más iniciativa, el mundo
entero es material didáctico, pero el maestro cristiano
término medio emplea muy poco de ello en la enseñanza
efectiva. Prácticamente, el maestro se concentra en el uso
de materiales impresos. Estos están preparados para el
educando. La lección incluye un pasaje bíblico y una
exposición de su enseñanza principal. Los materiales para
el maestro incluyen un bosquejo para el desarrollo de la
lección, ilustraciones de la vida, aplicaciones a la situación
contemporánea, actividades a desarrollar por el alumno, y
conclusiones o resumen.
Elección de recursos
Cuando buscamos materiales de enseñanza, debemos
preguntar: ¿Cuáles nuestro objetivo? ¿Qué recursos nos
serán de más ayuda? ¿Es razonable el costo? Nunca antes
en la historia ha habido tal riqueza de recursos para la
educación cristiana. No en todas partes, pero en muchos
lugares hay películas, videocintas, discos, grabaciones en
cassettes, aparatos de retroproyección, etc. Estas son
algunas de las ayudas disponibles.
Pero los recursos nunca deben convertirse en fines en sí
mismos. Sólo son herramientas que pueden mejorar
nuestro aprendizaje, crecimiento y servicio como
colaboradores de Dios. En un sentido muy real, la iglesia
es ella misma su mejor currículum.
El recurso esencial
Este recurso es la inapreciable presencia del Espíritu
Santo. Wyckoff la describe gráficamente en su discusión
de la Palabra de Dios:
La educación cristiana se ocupa del vocabulario del
evangelio y la Palabra de Dios. La Palabra de Dios es su
manera de revelarse a nosotros. Fue una palabra hablada;
es la palabra hecha carne en Jesucristo; es la palabra
escrita, la Biblia, de la cual testifica el Espíritu Santo.

La metodología en el currículum
A menudo los objetivos alcanzados se han alcanzado en
gran parte gracias al método escogido. El currículum debe
incluir una rica variedad de metodología. El educando
debe resultar involucrado en la acción preguntando,
analizando, apreciando, sintetizando, evaluando,
respondiendo, aplicando a fin de aprender. Mientras más
se asemeje la experiencia del aprendizaje a una situación
significativa en la vida, más efectivo será el método de
enseñanza. Aun cuando se trata de enseñar datos
concretos, se logra mayor retención cuando existe una
relación demostrada entre la información y su utilidad
inmediata para el educando. Siempre debieran utilizarse
aquellos métodos que faciliten el aprendizaje con menos
corolarios negativos.

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