Genealogía de Jesucristo
Genealogía de Jesucristo
Genealogía de Jesucristo
Las listas de Génesis-Rut, 1 Crónicas y Lucas concuerdan por completo desde Adán hasta
Arpaksad, con diferencias menores con respecto a ciertos nombres, como Quenán, que en
Lucas 3:37 es “Cainán”. Las listas de Génesis-Rut y Crónicas siguen concordando hasta David,
mientras que la de Lucas intercala otro “Cainán” entre Arpaksad y Selah. (Lu 3:35, 36.)
Desde Salomón hasta Zorobabel, los registros de Crónicas y Mateo concuerdan en su mayor
parte, aunque Mateo omite algunos nombres. Estas diferencias y las que se observan en la
lista de Lucas a partir de David hasta Jesús se comentarán más adelante.
Credibilidad de las genealogías de los evangelios. Una pregunta que se plantea es: ¿a qué se
debe que Mateo no mencione algunos de los nombres que se hallan en las listas de otros
cronistas? En primer lugar, para que una genealogía sea fiable, no es necesario que mencione
todos los nombres de un linaje familiar. Por ejemplo, cuando en Esdras 7:1-5 el profeta traza
su ascendencia sacerdotal, omite varios de los nombres que figuran en la lista de 1 Crónicas
6:1-15. Era evidente que no hacía falta mencionar los nombres de todos sus antepasados para
probar su ascendencia sacerdotal ante los judíos. Algo similar hizo Mateo, quien además de
haber podido consultar las Escrituras Hebreas, pudo haber copiado del registro oficial, si no
todos los nombres, al menos aquellos cuya mención era necesaria para demostrar que Jesús
era descendiente de Abrahán y David. (Compárense Rut 4:12, 18-22 y Mt 1:3-6.)
Las listas de Mateo y Lucas incluían los nombres de personajes cuya autenticidad reconocían
los judíos de la época. Ha de tenerse en cuenta que los escribas y los fariseos eran enemigos
enconados de los cristianos, así que se hubiesen valido de cualquier argumento a su alcance
para desacreditar a Jesús; sin embargo, en ningún momento cuestionaron estas listas
genealógicas. De haber existido algún error en las listas de Mateo y de Lucas, sus oponentes
hubieran tenido una clara oportunidad de desprestigiar a Jesús. No debe olvidarse el hecho de
que las listas genealógicas oficiales debieron estar a su alcance hasta el año 70 E.C., como
también lo estuvieron las Escrituras.
Lo mismo puede decirse de los enemigos del cristianismo que hubo en el mundo pagano en el
siglo I E.C., muchos de los cuales eran, al igual que aquellos judíos, personas cultas, que se
hubiesen valido de cualquier error aparente para aducir que las listas de Mateo y de Lucas
eran falsas o, cuando menos, contradictorias. Pero no hay indicio alguno de que a los cristianos
primitivos se les atacara por esta causa.
Tanto Mateo como Lucas alcanzaron el objetivo pretendido. Para probar que Jesús era
descendiente de Abrahán y de David, no era necesario hacer una genealogía nueva. Todo
cuanto tuvieron que hacer fue copiar de las listas oficiales aceptadas por la nación los que
contenían el linaje davídico y el sacerdotal, así como otros datos genealógicos. (Véase Lu 1:5;
2:3-5; Ro 11:1.) Aun si hubiese habido una omisión en dichas listas, no hubiese afectado en
nada la intención de los evangelistas, que, de hecho, alcanzaron: presentar prueba legal y
oficial de la genealogía de Jesús el Mesías.
Problemas en la genealogía de Jesús que registró Mateo. Mateo divide la genealogía desde
Abrahán hasta Jesús en tres secciones de catorce generaciones cada una, posiblemente como
ayuda para la memoria. (Mt 1:17.) No obstante, cuando se cuentan los nombres, resulta que
suman un total de cuarenta y uno en vez de cuarenta y dos. Para resolver la aparente
discrepancia, podría contarse de la siguiente manera: Contar catorce nombres desde Abrahán
hasta David y usar a este como el primer nombre para el segundo grupo de catorce, siendo
Josías el último de este grupo; finalmente, encabezar la tercera serie de catorce nombres con
Jeconías (Joaquín) y finalizarla con Jesús. Nótese que Mateo repite el nombre de David como el
último del primer grupo de catorce nombres y el primero de los siguientes catorce.
Seguidamente repite la expresión “la deportación a Babilonia”, expresión que asocia con Josías
y sus hijos. (Mt 1:17.)
Como ya se ha indicado, puede que Mateo haya copiado su lista exactamente como estaba en
el registro oficial que usó, o tal vez haya omitido a propósito algunos eslabones con la
intención de facilitar el recordar los componentes de dicha lista. No obstante, una explicación
de por qué se omiten tres reyes de la línea de David entre Jehoram y Uzías (Azarías) puede ser
la siguiente: Jehoram se casó con la inicua Atalía, de la casa de Acab, la hija de Jezabel, y así
unió este linaje condenado por Dios a la línea de los reyes de Judá. (1Re 21:20-26; 2Re 8:25-
27.) De modo que Mateo menciona a Jehoram, el primero en la alianza inicua, pero omite los
nombres de los siguientes tres reyes hasta la cuarta generación, Ocozías, Jehoás y Amasías, el
fruto de esta alianza. (Compárese Mt 1:8 con 1Cr 3:10-12.)
Mateo indica que Zorobabel es el hijo de Sealtiel (Mt 1:12), y esto coincide con otras
referencias. (Esd 3:2; Ne 12:1; Ag 1:14; Lu 3:27.) No obstante, en 1 Crónicas 3:19 se dice que
Zorobabel era hijo de Pedaya. Zorobabel debió ser hijo carnal de Pedaya e hijo legal de Sealtiel
como resultado del matrimonio de cuñado; también es posible que después de la muerte de
Pedaya, Sealtiel criara a Zorobabel y este llegara a ser reconocido legalmente como hijo de
Sealtiel.
Casi todas las diferencias existentes entre las genealogías de Jesús que registraron Lucas y
Mateo pueden resolverse con facilidad si se tiene presente que Lucas trazó la línea por medio
de otro hijo de David, Natán, en vez de por medio de Salomón, como hizo Mateo. (Lu 3:31; Mt
1:6, 7.)
Lucas sigue la ascendencia de María, y así prueba que Jesús era descendiente natural de David,
mientras que Mateo muestra que Jesús tenía derecho legal al trono de David al ser
descendiente de Salomón por la línea de José, quien era legalmente el padre de Jesús. Tanto
Mateo como Lucas indican que José no era el padre verdadero de Jesús, sino solo su padre
adoptivo, que le daba el derecho legal. Cuando llega a Jesús, Mateo, se desvía del estilo usado
en toda su genealogía, y dice: “Jacob llegó a ser padre de José, el esposo de María, de la cual
nació Jesús, a quien se llama Cristo”. (Mt 1:16.) Nótese que no dice ‘José llegó a ser padre de
Jesús’, sino que era “el esposo de María, de la cual nació Jesús”. Lucas es incluso más
específico cuando, después de mostrar que Jesús era realmente el Hijo de Dios por medio de
María (Lu 1:32-35), dice: “Jesús [...] siendo hijo, según se opinaba, de José, hijo de Helí”. (Lu
3:23.)
Puesto que Jesús no era el hijo natural de José, sino el Hijo de Dios, la genealogía de Jesús
registrada por Lucas tenía que probar que por nacimiento humano Jesús era en realidad hijo
de David mediante su madre María. Frederic Louis Godet escribió respecto a las genealogías de
ambos evangelistas: “Este estudio detallado del texto nos lleva así a admitir: 1) Que el registro
genealógico que traza Lucas es el de Helí, el abuelo de Jesús. 2) Que, siendo la afiliación de
Jesús por vía de Helí manifiestamente opuesta a su afiliación por la línea de José, el documento
que ha procurado que llegue hasta nosotros no pretende ser otra cosa —desde su punto de
vista— que una genealogía de Jesús basada en el linaje de María. ¿Por qué, entonces, no
menciona Lucas a María y pasa inmediatamente de Jesús a su abuelo? El pensamiento antiguo
no consideraba que la madre fuera un eslabón de una cadena genealógica. Para los griegos, un
hombre era hijo de su padre, no de su madre, y los judíos tenían el adagio: ‘Genus matris non
vocatur genus [Al descendiente de una madre no se le llama (su) descendiente]’ (‘Baba Batrá’,
110 a)”. (Commentary on Luke, 1981, pág. 129.)
En realidad, las dos genealogías (la de Mateo y la de Lucas) exponen la descendencia de David:
una por medio de Salomón y la otra por medio de Natán. (Mt 1:6; Lu 3:31.) Cuando
examinamos las listas de Mateo y Lucas, hallamos que después de separarse en Salomón y
Natán, vuelven a unirse otra vez en dos personas, Sealtiel y Zorobabel. Esto puede explicarse
de la siguiente manera: Sealtiel era el hijo de Jeconías, pero se le llegó a llamar “hijo de Nerí”
quizás debido a que se casó con la hija de este y así llegó a ser su yerno. Es posible también
que Nerí no tuviera hijos varones, lo que pudiera ser otra razón por la que se considerara a
Sealtiel su “hijo”. Zorobabel, quien es probable que fuera hijo carnal de Pedaya, fue
considerado legalmente hijo de Sealtiel, tal como se ha mostrado antes. (Compárese con Mt
1:12; Lu 3:27; 1Cr 3:17-19.)
A continuación, las genealogías indican que Zorobabel tuvo dos hijos, Resá y Abiud, y de nuevo
las líneas se separan en este punto. (Pudieron haber sido descendientes y no hijos verdaderos,
o al menos uno de ellos puede que haya sido un yerno. Compárese con 1Cr 3:19.) (Lu 3:27; Mt
1:13.) Las genealogías de Jesús de los evangelios de Mateo y Lucas varían en este punto de la
que se halla en el capítulo 3 de Primero de las Crónicas. Estas diferencias pueden ser debidas a
que Mateo, y quizás también Lucas, omitieron varios nombres a propósito. Pero el hecho que
ha de tenerse en cuenta es que tales diferencias en las listas genealógicas de Mateo y Lucas
muy probablemente son las mismas que ya existían en los registros genealógicos que estaban
en uso en aquel entonces, plenamente aceptados por los judíos, y por lo tanto no fueron
cambios que Mateo y Lucas efectuaron.
Por lo tanto, podemos concluir que las dos listas, la de Mateo y la de Lucas, establecen dos
verdades: 1) que Jesús fue realmente el Hijo de Dios y el heredero natural del reino por nacer
de manera milagrosa de la joven virgen María, perteneciente a la línea de David, y 2) que Jesús
también era el heredero legal en la línea de descendencia de David y Salomón por medio de su
padre adoptivo José. (Lu 1:32, 35; Ro 1:1-4.) El hecho de que José, consciente de las
circunstancias, se casase con María y le diese la protección de su buen nombre y de su linaje
real refutaba cualquier acusación que pudieran hacer los judíos hostiles en cuanto a la
ilegitimidad del nacimiento de Jesús.
2 Zorobabel debió ser hijo carnal de Pedaya e hijo legal de Sealtiel como resultado del
matrimonio de cuñado; o quizás Sealtiel lo crió después de la muerte de su padre, Pedaya, y
llegó a ser reconocido legalmente como hijo de Sealtiel. (1Cr 3:17-19; Esd 3:2; Lu 3:27.)
3 Sealtiel, hijo de Jeconías, posiblemente era yerno de Nerí. (1Cr 3:17; Lu 3:27.)