Cuadernillo 6
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Cuadernillo 6
Coordinación:
Ana T. De Micheli
Diseño y compaginación: Julio Mendez
© Editorial CCC Educando
Av. Warnes 2361/5 (1417)
Capital Federal Autores:
Con una tirada 500 ejemplares Banus, María del Carmen
Impreso en Argentina Donato, Alejandra
Queda hecho el deposito que previene Migianelli, Mónica
la ley 11.723 Rosset. Sergio
Steven, Sara
ISBN: 978-987-3665-40-0
De Michelis, Ana
Biología celular : transformaciones biológicas de la materia y la energía / Ana De
Michelis. - 1a ed . - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : C.C.C. Educando, 2017.
36 p. ; 21 x 15 cm.
ISBN 978-987-3665-40-0
Índice
Transformaciones Biológicas de la Materia y la Energía
Introducción 5
1. El alimento como fuente de energía 6
1.1 La respiración celular aeróbica 8
1.1.1 Las mitocondrias 9
1.1.2. Las etapas de la respiración celular aeróbica 11
1.1.3 Balance energético del proceso 17
1.1.4 La regulación de la respiración aeróbica 17
1.2 La obtención de energía a partir de otros alimentos diferentes a la glucosa 19
1.2.1 Oxidación de otros monosacáridos 19
1.2.2 Oxidación de ácidos grasos 19
1.2.3 Oxidación de aminoácidos 20
1.3 La fermentación 20
2. El alimento como fuente de materia 23
2.1 Biosíntesis, almacenamiento y abastecimiento de glucosa 24
2.2 Biosíntesis y utilización de lípidos 24
2.3 Biosíntesis y utilización de aminoácidos 24
3. Síntesis de alimento: fotosíntesis 25
3.1 Los cloroplastos 26
3.2 Etapas de la fotosíntesis 28
3.2.1 Etapa fotoquímica 28
3.2.2 Etapa bioquímica 30
3.3. La fotosíntesis y la vida en el planeta 31
4. Evolución de las transformaciones biológicas de la materia y la energía 33
Bibliografía 35
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Biología Celular
Introducción
En el Fascículo 1 se ha mencionado que una de las características de todos los seres vivos, sean éstos
heterótrofos o autótrofos, es la de ser sistemas obligatoriamente abiertos; la misma propiedad vale
también para cada una de las células que los conforman. Ser un sistema obligatoriamente abierto significa
que para mantener su estructura, llevar a cabo sus funciones vitales, crecer y eventualmente reproducirse,
deben intercambiar permanentemente materia y energía con el medio.
Los organismos heterótrofos (animales, hongos, muchas bacterias y protistas) toman la materia y
energía de otros seres vivos o sus desechos; incorporan, además de agua y sales, alimento sin el cual mo-
rirían en breve tiempo. ¿Qué es el alimento? En la vida cotidiana usamos el concepto de alimento como
sinónimo de comida, pero en Biología se le da un significado más específico. En este contexto, llamamos
alimento a los compuestos orgánicos que una vez ingresados a la célula –o las células si se trata de un
individuo pluricelular– pueden ser utilizados por ésta para obtener la energía y la materia prima que
necesita para fabricar sus componentes y los que, eventualmente, secreta al exterior. Dadas estas condi-
ciones, no todos los compuestos orgánicos son alimento para cualquier heterótrofo. A modo de ejemplo,
el petróleo que es producto de la descomposición de organismos que vivieron en tiempos remotos no es
alimento para la mayoría de los heterótrofos; sin embargo sí lo es para algunas bacterias que pueden utili-
zarlo para obtener la energía y la materia que sustentan su crecimiento y su reproducción.
Al provenir de otros seres vivos, el alimento de los heterótrofos está compuesto fundamentalmente
por grandes moléculas como proteínas, lípidos, polisacáridos y ácidos nucleicos. Estas moléculas no
ingresan directamente a las células debido a su gran tamaño y para poder llegar al citoplasma deben ser
previamente hidrolizadas en aminoácidos, ácidos grasos, glicerol, monosacáridos y nucleósidos respecti-
vamente; sólo así pueden atravesar la membrana celular por difusión simple o difusión facilitada depen-
diendo de sus características fisicoquímicas (ver Fascículo 4).
La degradación de las macromoléculas a sus componentes más pequeños es un proceso catabólico
exergónico llamado digestión. En la mayoría de los heterótrofos -sean éstos uni o pluricelulares- la di-
gestión ocurre fuera de las células gracias a la actividad de enzimas sintetizadas en su interior y secretadas
al exterior por lo que recibe el nombre de digestión extracelular. Otros organismos unicelulares, como
por ejemplo las amebas y otros protozoos, hacen digestión intracelular ya que endocitan las moléculas
de gran tamaño y las digieren dentro del lisosoma secundario por acción de enzimas hidrolíticas (ver Fas-
cículo 4) Si bien la digestión es un proceso exergónico libera energía calórica no útil para sintetizar ATP.
Detengámonos un momento en el ser humano. Como todos los animales, es un organismo heterótrofo
pluricelular caracterizado por la división del trabajo entre sus sistemas de órganos y órganos. La tarea de
digerir el alimento ocurre específicamente en el sistema digestivo en cuya luz se degradan las biomolécu-
las ingeridas por la acción de enzimas fabricadas y secretadas por algunos de sus órganos como la boca
y el estómago y glándulas anexas, fundamentalmente el páncreas. No cualquier macromolécula puede
ser digerida por el ser humano; la celulosa, por ejemplo, no es degradada porque no poseemos ninguna
enzima capaz de romper los enlaces que existen entre sus moléculas de glucosa. En el caso de otras ma-
cromoléculas, una vez terminada la digestión, las moléculas resultantes ingresan a las células que tapizan
la luz del intestino delgado (absorción) y posteriormente son distribuidas por el sistema circulatorio a
todas y cada una de las células del cuerpo.
Los organismos autótrofos (bacterias fotosintéticas, algas y vegetales) también son sistemas abiertos,
pero a diferencia de los heterótrofos no incorporan alimento sino que captan energía lumínica y materia
inorgánica –CO2 , H2O y sales minerales– del exterior. A partir de estos elementos sintetizan su alimento
a través de un proceso anabólico endergónico denominado fotosíntesis que analizaremos más adelante.
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Transformaciones Biológicas de la Materia y la Energía
Uno de los alimentos primarios fabricado por los autótrofos es la glucosa y a partir de ella, junto con las
sales minerales, las células sintetizan todas las biomoléculas necesarias para mantenerse vivas, crecer y
reproducirse.
Las plantas son los organismos autótrofos más complejos ya que poseen distintos órganos entre los
que se verifica una clara división del trabajo. Las hojas son las encargadas de fabricar el alimento aunque
este proceso también puede ocurrir en los tallos verdes de las hierbas. El alimento sintetizado en las hojas
es distribuido a todas las otras células del cuerpo que no lo fabrican (que pueden ser consideradas heteró-
trofas) a través de un sistema de conducción que, si bien es mucho más sencillo, cumple un rol parecido
al sistema circulatorio de los animales. Las sales minerales necesarias para fabricar todas las demás bio-
moléculas son absorbidas del suelo por las raíces.
Más allá del origen del alimento, es decir que provenga de otro ser vivo (en el caso de los hete-
rótrofos) o haya sido sintetizado por el mismo individuo (en el caso de los autótrofos), éste es usado
por cada célula como fuente de energía y como materia prima para elaborar sus biomoléculas. Estas
transformaciones del alimento forman parte del metabolismo celular y están catalizadas por enzimas
cuya presencia depende de la información genética contenida en el ADN de cada individuo. En este fas-
cículo analizaremos, en primer lugar, los procesos o vías metabólicas que permiten a todas las células de
organismos heterótrofos y autótrofos obtener energía del alimento. Describiremos luego de qué manera
a partir del alimento y junto con la energía obtenida se pueden sintetizar todas las demás biomoléculas.
En tercer lugar, nos ocuparemos de analizar el proceso de fotosíntesis y su importancia para la vida en
el planeta y la sociedad humana. Finalmente, daremos un pantallazo sobre la evolución biológica de las
transformaciones de la materia y la energía.
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Biología Celular
Las reacciones de óxido-reducción son aquellas en las que interviene al menos un átomo o
una molécula que cede electrones (es decir que se oxida) y al menos un átomo o una molécula que
acepta esos electrones (es decir que se reduce). Esta transferencia de electrones (e-) suele estar
acompañada de una transferencia de protones (H+).
Las moléculas varían en su tendencia a ceder o aceptar e-. Si una molécula X cede e- con más
facilidad de la que los acepta, éstos pasarán a formar parte de una molécula propensa a aceptar-
los, por ejemplo Y. La transferencia de e- de X a Y es espontánea y exergónica, es decir que libera
energía; parte de la energía almacenada en los enlaces que tenían esos e- con X se transfiere a
los nuevos enlaces que forman con Y mientras que otra parte se libera al medio. Contrariamente,
una molécula M más propensa a ganar e- que a cederlos puede entregárselos a otra N que tiende
a perderlos más que a ganarlos, siempre que se le entregue energía. Efectivamente, para que los
e- fluyan de M a N se requiere el aporte de energía química o lumínica. En este caso, la reacción
no es espontánea y es endergónica, es decir que sólo ocurre si recibe energía.
Las moléculas orgánicas (como por ejemplo la glucosa) tienen gran tendencia a perder
e- (y H+). En las células, a medida que la glucosa se oxida los e- fluyen espontáneamente a través
de una serie de transportadores intermediarios hasta llegar al O2 que tiene más afinidad por los
e- que la que tienen los transportadores intermediarios y la misma glucosa. En las células, gran
parte de esta energía liberada se utiliza para sintetizar ATP. El NAD+ y el FAD (y sus formas re-
ducidas NADH + H+ y FADH2) son coenzimas hidrosolubles que funcionan como transportadores
intermediarios de e-. La ubiquinona, el citocromo c y los complejos de la cadena respiratoria de
la respiración celular actúan como transportadores intermediarios de e- integrados a la membra-
na interna de la mitocondria.
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Transformaciones Biológicas de la Materia y la Energía
La respiración celular aeróbica es el proceso catabólico por el cual las moléculas orgánicas son
degradadas completamente en el interior de las células en presencia de O2 a CO2 y H2O, produciendo
energía útil (ATP) para la célula. La glucosa (un monosacárido de 6 átomos de carbono: C6H12O6) es la
molécula más comúnmente oxidada por las células, de manera que veremos cómo se lleva a cabo la res-
piración celular de esta molécula y más adelante, analizaremos de qué manera otras moléculas orgánicas
como los ácidos grasos y aminoácidos también pueden ser utilizadas como fuente de energía.
Sobre la base de lo expuesto, la ecuación general de este proceso celular puede representarse senci-
llamente de la siguiente manera:
extremos obtienen su energía a partir de un proceso llamado respiración celular anaeróbica que ocurre
en ausencia de oxígeno.
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Biología Celular
mitocondriales. Antes de analizar detenidamente cada una de las etapas de la respiración celular, descri-
biremos a las mitocondrias, las organelas en donde ocurre la mayor parte de la oxidación de la glucosa en
las células eucariontes2.
Las mitocondrias son organelas presentes en el citosol de las células eucariontes autótrofas y hete-
rótrofas. Su forma es variable y depende tanto del tipo celular como así también del estadio funcional. A
pesar de encontrarse entre las organelas más grandes de la célula son apenas visibles con el microscopio
óptico.
¿Cuántas mitocondrias tienen las células? La cantidad de mitocondrias está relacionada con el tipo
de célula y con sus requerimientos energéticos. Así por ejemplo, un hepatocito normal suele tener entre
1.000 y 2.000 mitocondrias. Las células del músculo cardíaco superan este número, mientras que los lin-
focitos poseen muchas menos. Por su lado, los ovocitos suelen tener alrededor de 300.000 mitocondrias.
En las levaduras pudo demostrarse que existe una única mitocondria por célula, la cual está muy ramifi-
cada. En las células de plantas son más escasas que en las células animales.
En general, las mitocondrias se encuentran localizadas en las regiones de las células donde la deman-
da energética es mayor. En los espermatozoides, las mitocondrias se unen en espiral rodeando la zona
basal del flagelo proveyéndole de energía para su movimiento. En las células musculares se disponen
como un cinturón rodeando a las miofibrillas que para contraerse necesitan mucho ATP. En las neuronas
son especialmente numerosas en los terminales del axón desde donde se secretan los neurotransmisores.
En otras células las mitocondrias, generalmente asociadas al retículo endoplasmático, se pueden des-
plazar hacia regiones celulares necesitadas de energía, desplazamiento en el que están involucrados los
microtúbulos y las proteínas asociadas.
A medida que las células crecen, las mitocondrias aumentan de tamaño y se multiplican de manera se-
mejante a como lo hacen las bacterias (Ver recuadro “Las mitocondrias se asemejan a bacterias”). Cuando
las células se dividen, las mitocondrias se distribuyen en cantidades aproximadamente iguales entre las
células hijas. Además, dado que la permanencia de una mitocondria en el citosol es corta (en hepatocitos
de rata, por ejemplo, es de aproximadamente una semana) es necesaria la renovación continua que se
produce gracias a la división de las mismas.
¿Cómo es la estructura de una mitocondria? La microscopía electrónica muestra una estructura mito-
condrial semejante en todas las células eucariontes. Poseen dos membranas que difieren en su composi-
ción química y propiedades: la membrana externa y la membrana interna (Fig. 1). Ambas membranas
están casi paralelas, pero la membrana interna presenta numerosos plegamientos, que se extienden como
tabiques hacia adentro de la organela. Estos plegamientos se denominan crestas y aumentan considera-
blemente la superficie de la membrana interna. El número de crestas por mitocondria es variable y parece
existir una correlación entre este número y la actividad de la célula, puesto que este número es mayor en
células con gran gasto energético.
Entre las dos membranas queda definido un espacio denominado espacio intermembrana. En el
centro de la organela y limitado por las crestas mitocondriales se encuentra la matriz mitocondrial. La
matriz es una cámara continua porque las crestas son tabiques incompletos.
La membrana externa de las mitocondrias posee una proporción de lípidos mayor que la membrana
2
Las células procariontes no poseen mitocondrias y sin embargo muchas de ellas obtienen la energía
a través de la respiración celular aeróbica o anaeróbica. En esos casos, las distintas etapas de este pro-
ceso metabólico ocurren en el citoplasma y ligados a la única membrana que poseen, i.e. la membrana
citoplasmática.
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Transformaciones Biológicas de la Materia y la Energía
interna. En ella hay mayor concentración de colesterol y fosfatidilinositol, pero menor cantidad de cardio-
lipinas. Esta membrana es libremente permeable a moléculas pequeñas de hasta 6.000 dalton.
La membrana interna tiene mayor proporción de proteínas que de lípidos. Esta membrana es muy
poco permeable a iones y a protones. En ella se encuentran proteínas que atraviesan la membrana y son
transportadores específicos para ciertas sustancias como ATP, fosfatos, isocitrato, ácido pirúvico y ami-
noácidos, así como también existen sistemas de transporte para Ca++ y Mn++. Otro tipo de proteínas que
componen esta membrana son los distintos aceptores que intervienen en el transporte de electrones. En
la cara interna de esta membrana hay también un complejo proteico denominado ATP sintetasa, formado
por un canal de protones (Fo) que atraviesa la membrana y otra parte denominada F1 que se orienta hacia
la matriz mitocondrial y está asociada a la síntesis de ATP.
La matriz mitocondrial es un gel denso con alta concentración de proteínas solubles que participan
en el proceso de respiración celular y en la oxidación de ácidos grasos. Allí también hay ribosomas del
tipo procarionte y ADN circular. En efecto, las mitocondrias tienen ADN y toda la maquinaria necesaria
para sintetizar proteínas. De hecho, algunas de sus propias proteínas se sintetizan en su interior. Sin
embargo, la mayoría de las proteínas mitocondriales están codificadas en el ADN nuclear y se sintetizan
en ribosomas que se encuentran en el citoplasma. Todas las proteínas que se sintetizan en el citoplasma y
cuyo destino son las mitocondrias tienen una secuencia señal que es identificada por un receptor proteico
localizado en la membrana externa de la organela. Una vez finalizada su síntesis, las proteínas mitocon-
driales son reconocidas por ese receptor e introducidas en la mitocondria. Los lípidos mitocondriales se
sintetizan en el REL.
b)
a)
Fig. 1. a) Fotografía de una mitocondria vista con microscopio electrónico. b) Esquema de la estructura
de una mitocondria.
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Biología Celular
• La glucólisis
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Transformaciones Biológicas de la Materia y la Energía
El ácido pirúvico formado durante la glucólisis entra a la mitocondria atravesando la membrana ex-
terna mediante una proteína integral de membrana (porina) y la membrana interna mediante otra proteína
integral de membrana (translocasa) por un mecanismo de simporte con protones.
Fig. 2. Etapas de glucólisis. La fructosa 1-6 difosfato se separa en dos moléculas de 3 átomos de carbono.
A partir de la glucosa se forman dos moléculas de ácido pirúvico.
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Biología Celular
Una vez dentro de la matriz mitocondrial, las moléculas de ácido pirúvico (C3H4O3) que se formaron
en el citosol, pasan por una descarboxilación oxidativa, reacción que constituye el nexo entre la glucólisis
y la siguiente etapa: el ciclo de Krebs. Aquí, interviene una enzima y varias coenzimas, una de los cuales
es la coenzima A (CoA).
Como resultado de este paso (Fig. 3) se producen diferentes moléculas. El ácido pirúvico se oxida,
transformándose en una molécula de acetilo (C2H3O) y en una molécula de CO2, y simultáneamente una
molécula de NAD+ se reduce a NADH + H+. Además, durante esta transformación, el acetilo se une a la
CoA, dando lugar al compuesto denominado acetil-CoA. Como veremos, esta unión es transitoria.
Resumiendo, la oxidación del ácido pirúvico se puede plantear de la siguiente manera:
Fig. 3. La oxidación del ácido pirúvico se produce por la acción de un complejo multienzimático en el
cual se transfiere el grupo acetilo a la coenzima A.
• El ciclo de Krebs
Esta etapa es una vía metabólica que ocurre en la matriz mitocondrial y consiste en una serie de 8
reacciones químicas, catalizadas por enzimas específicas, al final de las cuales se vuelve a formar uno de
los compuestos iniciales (el ácido oxalacético) (Fig. 4). Los acetilos recién formados, unidos transitoria-
mente a la CoA, se separan de la CoA y se unen a un compuesto de 4 átomos de carbono llamado ácido
oxalacético (C4H4O5) que se encuentra en la matriz mitocondrial originando un compuesto de 6 átomos de
carbono denominado ácido cítrico (C6H8O7). Este es el primer paso del ciclo de Krebs.
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Transformaciones Biológicas de la Materia y la Energía
Durante el ciclo de Krebs, se oxida el acetilo produciéndose dos moléculas CO2 y se reducen 3 molé-
culas de NAD+ a NADH + H+ y una molécula de FAD (flavina adenina dinucleótido) que es otro cofactor,
intermediario en el transporte de electrones, cuya forma reducida es FADH2. Adicionalmente, se produce
1 molécula de GTP a partir de GDP y Pi que, al igual que el ATP, es una molécula rica en energía.
Resumidamente, podemos plantear el ciclo de Krebs de la siguiente manera:
Ac. oxalacético + Acetil-CoA + GDP + Pi + 3 NAD+ + FAD → Ac. oxalacético + CoA + 2 CO2 +
GTP + 3 NADH + 3 H+ + FADH2 + H2O
Hasta este momento del proceso, y como consecuencia de la glucólisis, la oxidación del ácido pirúvi-
co y el ciclo de Krebs, la molécula de glucosa inicial se ha oxidado completamente, transformándose en 6
moléculas de CO2. Sus electrones y protones (o átomos de H) pasaron a formar parte de los NADH + H+
y FADH2 que se formaron (10 y 2 moléculas respectivamente por cada glucosa).
El CO2 formado durante la oxidación del ácido pirúvico y el ciclo de Krebs sale de la matriz mitocon-
drial al citosol y luego al exterior celular, atravesando las membranas celulares por difusión simple. De
allí va a los capilares sanguíneos y es transportado por los glóbulos rojos hasta los alvéolos pulmonares
en donde se produce la ventilación y el CO2 se expulsa al medio.
¿Qué sucedió con la energía química contenida originalmente en la glucosa? Una parte se transformó
en energía calórica, otra parte se transfirió al ATP o al GTP (4 moléculas en total por cada glucosa) y una
parte importante se transfirió a los NADH + H+ y FADH2 recién mencionados. Los electrones que origi-
nalmente estaban en la glucosa y que ahora se encuentran en estos dos cofactores, aún presentan un alto
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Biología Celular
nivel de energía y, como veremos en las siguientes etapas de la respiración celular aeróbica, esta energía
será utilizada para la síntesis de una gran cantidad de ATP.
Los electrones del NADH + H+ y del FADH2 pasan a través de una serie secuencial de aceptores que
se encuentran integrados en la bicapa lipídica, en las crestas mitocondriales, y de esta manera llegan al O2
(el último aceptor de electrones de la respiración celular aeróbica). Esta etapa se conoce con el nombre de
cadena respiratoria. Al ocurrir este pasaje de electrones, se libera energía en forma gradual lo que permite
la síntesis de ATP a partir de ADP y Pi (fosforilación oxidativa).
Durante mucho tiempo, no se supo cuál era la relación existente entre la cadena respiratoria y la sín-
tesis de ATP dentro de la mitocondria. En 1961, Peter Mitchell propuso un modelo, por el cual obtuvo el
premio Nobel en 1978, denominado modelo del acoplamiento quimiosmótico, que aportó una hipótesis
acerca de los mecanismos involucrados.
Veamos cómo explica se explica en la actualidad. La cadena respiratoria está formada por una serie de
aceptores secuenciales que son proteínas o complejos proteicos conocidos con los nombres de complejo
I (o complejo NADH deshidrogenasa), ubiquinona, complejo II (o complejo B-C1), citocromo c y com-
plejo III (o complejo citocromo oxidasa) (Fig. 5 a). A medida que los electrones pasan por los aceptores,
van perdiendo parte de la energía que contenían inicialmente.
Entonces, el complejo I toma los electrones del NADH + H+, el cual vuelve a su estado oxidado, el
NAD+ así puede participar nuevamente como aceptor de electrones (y protones) durante la glucólisis,
la oxidación del ácido pirúvico y el Ciclo de Krebs. Por otro lado, el complejo I rápidamente pasa los
electrones al segundo aceptor de la cadena, la ubiquinona. De esta manera, los electrones van pasando
secuencialmente de un aceptor a otro. De la ubiquinona al complejo II, del complejo II al citocromo c, y
de éste al complejo III. Finalmente, el complejo III cede los electrones al O2 que por lo tanto se reduce, se
combina con H+ del medio y forma H2O.
¿De dónde proviene el O2? La ventilación y el intercambio gaseoso que tiene lugar a nivel de los
alvéolos pulmonares permite, además de liberar el CO2 producido en la oxidación del ácido pirúvico y
el ciclo de Krebs, tomar el O2 del medio a través de difusión simple. El O2 es llevado por los glóbulos
rojos desde los capilares alveolares vía sistema circulatorio hacia las células y a sus mitocondrias a las que
ingresa también por difusión simple.
Como hemos analizado anteriormente, este pasaje de electrones es posible ya que se produce desde
una molécula con fuerte tendencia a ceder electrones (NADH + H+) a otro que tiende a aceptarlos: el O2.
Como hemos analizado, este flujo de electrones es un proceso exergónico.
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Transformaciones Biológicas de la Materia y la Energía
a)
b)
Fig. 5. a) Cadena respiratoria y fosforilación oxidativa. El pasaje de electrones a través de los distintos
aceptores de la cadena libera energía. b) La energía liberada durante ese pasaje es usada para bombear
protones hacia el espacio intermembrana. El reingreso de esos protones a favor de su gradiente hacia la
matriz mitocondrial a través de la ATP sintetasa está asociado a la síntesis de ATP a partir de ADP + P.
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Biología Celular
¿Qué ocurre con la energía liberada durante la cadena respiratoria? A medida que los electrones fluyen
a través de los aceptores de la cadena, la energía liberada es utilizada por algunos de ellos (por ejemplo,
por el complejo I) para bombear activamente protones desde la matriz mitocondrial hacia el espacio in-
termembrana de la mitocondria. Dado que la membrana interna de la mitocondria es impermeable a los
protones, ese bombeo genera una diferencia de concentración de protones o un gradiente electroquímico
a ambos lados de la misma, es decir un tipo de energía potencial. Los protones acumulados sólo pueden
fluir a través de la membrana hacia la matriz mitocondrial mediante el complejo ATP sintetasa que forma
parte de la membrana interna (Fig. 5 b). A medida que los protones fluyen a través del canal de regreso a la
matriz mitocondrial y se disipa el gradiente electroquímico, la energía potencial acumulada en éste es uti-
lizada por la otra parte del complejo ATP sintetasa, para generar un enlace químico entre el ADP y un gru-
po fosfato, es decir fosforilar al ADP (ATP). Así, la energía potencial se transforma en energía química.
Distintas evidencias indican que por cada par de electrones transferidos desde el NADH hasta el O2 se
producen 3 moléculas de ATP. El FADH2 cede sus electrones a la ubiquinona de manera que por cada par
de electrones transferidos desde el FADH2 al O2 se bombean relativamente menos protones y se producen
2 moléculas de ATP.
Resumidamente, teniendo en cuenta todos los NADH + H+ y FADH2 formados por molécula de glu-
cosa, podemos plantear estas dos últimas etapas de la respiración celular aeróbica de la siguiente manera:
La respiración celular aeróbica es un proceso muy eficiente ya que el 40% de la energía contenida
en las moléculas de alimento queda “atrapado” en las moléculas de ATP. El resto de la energía es energía
calórica. Aunque este tipo de energía no es útil para generar trabajo dentro de la célula, contribuye al
aumento de temperatura en el interior celular y en sus alrededores lo que facilita en parte la actividad
enzimática. Si contamos las moléculas de ATP que se obtienen en la respiración celular aeróbica, veremos
que por cada glucosa que se oxida completamente a CO2 y H2O se producen 38 moléculas de ATP. La
glucólisis genera 2 ATP, pero también 2 NADH + H+, cada uno de los cuales permite la síntesis de otras
3 moléculas de ATP a través de la cadena respiratoria y la fosforilación oxidativa. La oxidación del ácido
pirúvico (contabilizándolo por cada molécula de glucosa) genera 2 NADH + H+ que resultan en 6 molé-
culas más de ATP. De la misma manera, el ciclo de Krebs produce 2 GTP (equivalentes a 2 ATP) así como
6 NADH + H+ y 2 FADH2 que posibilitan a su vez la síntesis de 18 y 4 ATP, respectivamente.
38 ATP
Antes de analizar cómo se regula la respiración a nivel celular proponemos analizar la siguiente
situación. Suponga que usted está sentado leyendo este texto mientras sus células musculares están pro-
duciendo el ATP necesario para sostener dicha actividad. De repente mira la hora y sale corriendo para
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Transformaciones Biológicas de la Materia y la Energía
tomar el colectivo de manera de llegar a tiempo a la facultad; frente a ese cambio de actividad, las célu-
las musculares aceleran su ritmo metabólico lo que se traduce en un aumento de la producción de ATP
compatible con la mayor frecuencia de la contracción de los músculos. Una vez que alcanza el colectivo
se sienta y descansa; cuando disminuye la demanda energética la inercia de las vías catabólicas lleva a
que haya un exceso de ATP lo que constituye una señal para que las células musculares disminuyan la
velocidad de la respiración celular.
¿Cómo ocurre esa regulación? Algunas reacciones de la glucólisis y de la respiración celular están ca-
talizadas por enzimas alostéricas, es decir que pueden cambiar su velocidad al interactuar con determina-
dos metabolitos que constituyen sus efectores o moduladores alostéricos. La principal enzima alostérica
es la fosfo-fructo-kinasa (PFK), que fosforila a la fructosa 6P a través de la siguiente reacción:
La PFK es una proteína con estructura cuaternaria cuya velocidad es modulada por numerosos efec-
tores alostéricos positivos y negativos. Cuando aumenta la demanda de ATP (como cuando empezamos
a correr) se genera un exceso relativo de ADP y AMP que actúan como efectores positivos de la enzima.
Se unen a ella acelerando su actividad lo que genera más ácido pirúvico que ingresa a la mitocondria
donde se termina de oxidar produciendo más cantidad de ATP. Este mecanismo regulatorio se denomina
retroalimentación positiva o feedback positivo (Fig. 6).
Contrariamente, cuando la concentración de ATP excede lo que necesita la célula para llevar a cabo
una determinada actividad, esta molécula se une a la enzima PFK generando un cambio en su estructura
espacial que afecta su sitio activo y disminuye su velocidad catalítica. Como consecuencia, menos molé-
culas de glucosa se transforman en ácido pirúvico que al oxidarse en la mitocondria produce menos can-
tidad de ATP. Este proceso de regulación se denomina retroalimentación negativa o feedback negativo.
Finalmente, cuando la concentración relativa de ATP disminuye se detiene su efecto inhibitorio sobre la
enzima y vuelve a aumentar la intensidad de la glucólisis.
Otro punto de regulación de la respiración celular aeróbica se encuentra en el primer paso del ciclo de
Krebs, en donde interviene una enzima denominada citrato sintetasa. En presencia de altas concentracio-
nes de ATP, la velocidad de la enzima disminuye y esto afecta la velocidad del ciclo de Krebs y la forma-
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Biología Celular
ción de NADH + H+ y FADH2 que intervienen en la cadena respiratoria. Por lo tanto, menos cantidad de
acetil-CoA se incorpora al ciclo y se fabrica menos cantidad de ATP. Finalmente, la velocidad de la citrato
sintetasa puede aumentar por la presencia de ADP, que aumenta la afinidad de esta enzima por sus sustra-
tos y por lo tanto, favorece el desarrollo del ciclo de Krebs y la producción de NADH + H+, FADH2 y ATP.
En la mayoría de las células, el ciclo de Krebs puede oxidar las dos terceras partes de los compuestos
de carbono disponibles. Además de la glucosa, ¿a qué compuestos de carbono nos referimos? ¿Cómo
pueden nuestras células oxidar diferentes hidratos de carbono, lípidos y proteínas?
Es frecuente en nuestra dieta la presencia de lactosa (el azúcar de la leche), sacarosa (presente en el
azúcar refinada, bebidas y productos de pastelería) y fructosa (el azúcar de los jugos de frutas). Estos
disacáridos se digieren en el sistema digestivo, obteniéndose además de glucosa, fructosa y galactosa. Al
igual que la glucosa, estos monosacáridos ingresan a las células y se pueden incorporar a la glucólisis;
una vez que son fosforiladas, la fructosa y la galactosa se transforman en moléculas intermediarias de la
glucólisis cuyo producto es el ácido pirúvico que es luego oxidado en las mitocondrias.
Los ácidos grasos pueden provenir de la digestión de los lípidos de la dieta o de la hidrólisis de los
lípidos de reserva. La oxidación de los ácidos grasos (denominada ß-oxidación) ocurre en la matriz mi-
tocondrial y consiste en la “ruptura” de los ácidos grasos en moléculas de 2 átomos de carbono que se
transforman en acetil-Co A (Fig. 7). Cuanto más larga es la cadena carbonada, mayor es la cantidad de
acetil-Co A formados. Las moléculas de acetil-CoA son incorporados al ciclo de Krebs en donde son
completamente oxidados.
19
Transformaciones Biológicas de la Materia y la Energía
¿Cuánta energía, por ejemplo, produce la oxidación completa de un ácido graso de 16 carbonos? Se
formarán 8 acetil CoA que se incorporan a la respiración celular aeróbica rindiendo alrededor de 130
moléculas de ATP.
1.3 La fermentación
Muchos organismos pueden obtener energía de la oxidación parcial del alimento sin necesidad o re-
querimiento de oxígeno3. Estos organismos llevan a cabo la glucólisis que, como ya se ha visto, produce
dos moléculas de ATP y NADH + H+. Sin embargo, este proceso no puede ocurrir indefinidamente porque
si todas las moléculas de NAD+ que contiene la célula se reducen a NADH + H+ durante su transcurso, no
Algunos organismos, llamados aeróbicos facultativos, pueden realizar respiración celular aeróbica
3
y/o fermentación dependiendo de sus requerimientos energéticos y la mayor o menor presencia de oxíge-
no. Otros, sólo pueden realizar fermentación y en presencia de O2 se mueren: son llamados anaeróbicos
estrictos.
20
Biología Celular
habría más NAD+ que, como dijimos anteriormente es uno de los sustratos indispensables de la glucólisis.
Al cesar este proceso catabólico, la célula dejaría de fabricar ATP con la inevitable consecuencia de la
muerte celular.
¿De qué manera, entonces, se puede reoxidar el NADH + H+ en ausencia de O2? En estos organismos
existe una vía metabólica que reoxida el NADH + H+ reduciendo las moléculas de ácido pirúvico forma-
das durante la glucólisis. Este proceso se denomina fermentación; existen distintos tipos de fermentación
que se diferencian en el producto final que se obtiene. En este caso, describiremos la fermentación lácti-
ca y la fermentación alcohólica (ver Fig. 9).
La fermentación láctica es un proceso metabólico en el cual se oxida parcialmente la glucosa libe-
rándose energía y un producto final: el ácido láctico. Este proceso lo realizan muchas bacterias, hongos,
algunos protozoos y algunas células animales, como por ejemplo las células musculares y los glóbulos
rojos de los vertebrados.
En efecto, en algunas células musculares se produce la fermentación láctica durante ejercicios in-
tensos, como por ejemplo durante una carrera. Cuando corremos rápido, incrementamos el suministro
de oxígeno respirando intensamente, pero dicho incremento puede no ser suficiente para satisfacer los
requerimientos energéticos de las células musculares. Dada la escasez de oxígeno, el ácido pirúvico pro-
veniente de la glucólisis se convierte en ácido láctico usando el NADH + H+ y regenerando NAD+. ¿A
qué se deben los calambres? La acumulación de ácido láctico disminuye el pH de las células musculares,
reduciendo la capacidad de las fibras para contraerse produciendo como resultado dolor y fatiga muscu-
lar. Alrededor del 20% del ácido láctico se metaboliza en las propias células musculares en presencia de
oxígeno; el 80% restante del ácido láctico sale de esas células, llega al hígado donde es oxidado a ácido
pirúvico y simultáneamente el NAD+ se reduce a NADH + H+. Tanto el ácido pirúvico como el NADH +
H+ seguirán las vías ya descritas (oxidación del ácido pirúvico, ciclo Krebs, cadena respiratoria y fosfo-
rilación oxidativa).
La fermentación alcohólica es un proceso que además de generar alcohol etílico (etanol) desprende
grandes cantidades de dióxido de carbono (CO2 ). Este tipo de fermentación la llevan a cabo hongos uni-
celulares como las levaduras (Saccharomyces cerevisiae) y bacterias que habitan frutos y cereales.
Tanto la fermentación alcohólica como la láctica ocurren en el citosol de las células porque es allí
donde se encuentran las enzimas que participan de estas reacciones químicas. En términos energéticos,
son procesos menos eficientes que la respiración aeróbica, porque el compuesto que actúa como fuente
de energía (glucosa) se oxida parcialmente. En contraste, durante la respiración aeróbica se extrae toda
la energía disponible, oxidando completamente las moléculas orgánicas a CO2. Con la fermentación de
una molécula de glucosa se obtienen de ganancia 2 moléculas de ATP, en comparación con las 38 que se
producen cuando se dispone de oxígeno. El menor rendimiento energético de la fermentación hace ne-
cesario un gran aporte de fuentes de energía. Una célula que lleva a cabo la fermentación debe consumir
por segundo hasta 20 veces la glucosa que consume una célula con respiración aeróbica para realizar las
mismas tareas.
21
Transformaciones Biológicas de la Materia y la Energía
22
Biología Celular
Hemos visto que en nuestras células, la oxidación de hidratos de carbono, lípidos y, en menor medida
de aminoácidos, genera energía química contenida en el ATP. El ATP interviene, entre otras reacciones, en
la síntesis de las biomoléculas que las células necesitan para llevar a cabo sus funciones. Además, todos
los sustratos para sintetizar esas biomoléculas deben estar presentes en la cantidad, el lugar y momento
adecuado. Sin embargo, a veces no son aportados en su totalidad por la dieta. Más aún, un pequeño
cambio en la ingesta podría resultar altamente perturbador si no existieran mecanismos homeostáticos
que permiten al organismo mantener una concentración adecuada de todos los sustratos necesarios para
fabricar sus biomoléculas. Estos mecanismos consisten en vías metabólicas reguladas que fluyen desde y
hacia la síntesis de aminoácidos, nucleótidos, ácidos grasos y otros bloques de construcción.
23
Transformaciones Biológicas de la Materia y la Energía
Dado que la glucosa es el principal combustible de nuestras células, analicemos los posibles caminos
de esta molécula. La glucosa procedente de la digestión extracelular de polisacáridos y azúcares se distri-
buye mediante el sistema circulatorio a todos los tejidos que lo utilizan fundamentalmente para obtener
ATP. Su excedente se almacena en el hígado y el músculo en forma de glucógeno, proceso que recibe
el nombre de glucogenogénesis; las células de un adulto normal, almacenan glucógeno para un día de
actividad.
La concentración de glucosa se mantiene relativamente estable en la sangre. ¿Cómo se mantiene
ese nivel cuando nuestra dieta es escasa en hidratos de carbono? Una primera fuente de glucosa es el
glucógeno almacenado en el hígado que es lisado (glucogenolisis) produciendo moléculas de glucosa
que son liberadas a la sangre. Además, las células del hígado pueden fabricar glucosa, es decir hacer
gluconeogénesis, a partir de piruvato, lactato, cadenas carbonadas de aminoácidos, intermediarios del
ciclo de Krebs, etc.
Además, el tejido adiposo hidroliza los triglicéridos almacenados liberando glicerol y ácidos grasos.
Los ácidos grasos se utilizan siguiendo la vía de la ß-oxidación por hígado o músculo, mientras que el
glicerol puede utilizarse en la vía de la gluconeogénesis en las células hepáticas.
Los lípidos ingeridos en la dieta pueden ser utilizados para la biosíntesis de los propios lípidos celu-
lares tales como grasas de reserva, fosfolípidos de membrana, colesterol, etc.
Por otra parte, el exceso de glucosa proveniente de la dieta que no ha sido transformada en glucógeno
se degrada por la vía oxidativa hasta la obtención de acetil-CoA en la matriz mitocondrial; esta molécula
abandona la organela y se dirige al citosol donde a través de una vía anabólica será el punto de partida
para la síntesis de nuevos ácidos grasos que podrán ser usados en la fabricación de fosfolípidos y lípidos
de almacenamiento.
El acetil-Co A también es un precursor de la síntesis de colesterol. Esta molécula es un elemento
estructural de las membranas plasmáticas y también es precursor de hormonas esteroides, vitamina D,
ceras y ácidos biliares. Parte del colesterol proviene de la dieta, otra parte se sintetiza en el REL y en el
citoplasma de las células, principalmente en el hígado, glándulas suprarrenales y gónadas.
En los animales, las proteínas no se almacenan como sustancias de reserva dado que su función ener-
gética no es relevante pero son imprescindibles en funciones enzimáticas, de movilidad, como receptores
de membrana, etc. Resulta necesario entonces ingerir proteínas en la dieta, que nos provean de los 20
aminoácidos necesarios para la biosíntesis de nuevas proteínas.
El cuerpo humano puede sintetizar 12 de los 20 aminoácidos que componen nuestras proteínas. Los
otros 8 deben ser incorporados en la dieta (aminoácidos esenciales). La síntesis de aminoácidos se realiza
a partir de cadenas carbonadas provenientes de distintos intermediarios de la glucólisis, ciclo de Krebs y
ß-oxidación a los que ciertas enzimas unen grupos amino que extraen de otros aminoácidos.
La escasa ingesta de proteínas en la infancia influye en el desarrollo generando discapacidad inte-
lectual y física; también afectan el funcionamiento del sistema inmunitario ya que los anticuerpos son
proteínas.
24
Biología Celular
Ácido grasos
H+H+
+ H+
La fotosíntesis es el proceso a través del cual la mayoría de los organismos autótrofos sintetizan su
alimento (compuestos orgánicos) a partir de sustancias inorgánicas y energía lumínica. Este proceso bio-
lógico es esencial para la vida en nuestro planeta. Su importancia radica, en primer lugar, en que permite
transformar la energía lumínica del Sol4 en energía química y sintetizar compuestos orgánicos que man-
tienen el funcionamiento, el crecimiento y la reproducción no sólo de los organismos que los producen,
sino también de casi todos los demás seres vivos del planeta, incluidos nosotros. Por otra parte, durante la
fotosíntesis se produce como desecho gas oxígeno (O2) que, como se ha visto previamente, es un sustrato
esencial de la respiración celular aeróbica.
4
Existen algunas bacterias que pueden hacer quimiosíntesis, es decir, fabricar su alimento a partir de
energía química como por ejemplo la que resulta de la oxidación del hierro.
25
Transformaciones Biológicas de la Materia y la Energía
La fotosíntesis ocurre en los cloroplastos que son organelas presentes en el citoplasma de algunas de
las células de las hojas y tallos jóvenes de los vegetales y en las células de las algas. Se caracterizan por te-
ner color verde debido a la presencia de un pigmento denominado clorofila, que es el encargado de captar
la energía de la luz. En algunos casos, las células fotosintéticas pueden tener color rojo, marrón o amarillo
debido a que poseen una gran cantidad de otros pigmentos que enmascaran la presencia de la clorofila.
Analizando atentamente la fórmula general de este proceso (véase más adelante) se pueden sacar
varias conclusiones. En primer lugar, se trata de un proceso anabólico ya que a partir de 6 moléculas de
CO2 se sintetiza una molécula de glucosa. Como todo proceso anabólico, la síntesis de alimento es tam-
bién endergónica, es decir que sólo puede ocurrir cuando hay energía disponible: la energía útil para este
proceso es la energía lumínica.
Finalmente, la fotosíntesis es un proceso de óxido-reducción. Si se compara la molécula de CO2 con
la de la glucosa, se observa que durante el proceso de fotosíntesis, los átomos de carbono no sólo se unen
formando cadenas carbonadas, sino que también se reducen, es decir ganan átomos de hidrógeno. La
reducción del CO2 está acoplada a un proceso de oxidación, la sustancia que se oxida en la fotosíntesis es
el H2O que cede sus hidrógenos y libera O2.
Energía lumínica
enzimas y clorofila
La fotosíntesis es un proceso complejo en el que se identifican dos etapas diferentes: la etapa foto-
química que ocurre en las membranas tilacoidales y depende de la luz y la etapa bioquímica que ocurre
en el estroma y no depende directamente de la energía lumínica5. Antes de analizar ambas etapas, nos de-
tendremos en describir la estructura de los cloroplastos que, como hemos mencionado, son las organelas
celulares que contienen clorofila y están presentes en las células fotosintéticas de plantas y algas.
Los cloroplastos son estructuras visibles con el microscopio óptico (Fig. 11 a). El número de cloro-
plastos por célula es variable: las células de las plantas, por ejemplo, poseen entre 20 y 40 cloroplastos,
mientras que en ciertas algas como las Chlamydomonas, existe un solo cloroplasto muy voluminoso.
Con microscopio electrónico (Fig. 11 b), se observa que los cloroplastos poseen tres tipos de mem-
branas biológicas. Dos de ellas se encuentran limitando al cloroplasto y están separadas entre sí por un
espacio intermembranoso muy estrecho. La membrana externa es bastante permeable y actúa a modo de
filtro no especializado, dejando pasar sustancias de peso molecular menor a 10.000 daltons; la membra-
na interna es mucho más selectiva y posee proteínas de transporte especializadas que regulan el pasaje
de sustancias. La membrana interna delimita un espacio que está ocupado por un gel fluido denominado
estroma, en el que hay una gran variedad de moléculas, muchas de las cuales son proteínas solubles con
En las bacterias fotosintéticas, la etapa fotoquímica ocurre ligada a la única membrana que poseen,
5
26
Biología Celular
a)
b) c)
Fig. 11. a) Foto de células vegetales con cloroplastos vistas al microscopio óptico. b) Estructura ultrami-
croscópica de un cloroplasto. c) Esquema de la estructura de un cloroplasto.
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Transformaciones Biológicas de la Materia y la Energía
Los cloroplastos, al igual que las mitocondrias, tienen características que avalan su origen
endosimbiótico ya que se asemejan funcional y estructuralmente a un grupo de bacterias fotosin-
téticas que liberan O2 como producto de la fotosíntesis: las cianobacterias. Tienen la capacidad
de dividirse y originar nuevos cloroplastos, poseen un cromosoma circular semejante al de las
bacterias, tienen ribosomas y toda la maquinaria para fabricar algunas de sus proteínas que, al
igual que las mitocondrias, les dan cierta autonomía.
Esta etapa, que depende de la luz, se desarrolla en los tilacoides cuyas membranas poseen clorofila y
otros pigmentos capaces de captar energía. La ecuación general de la fotosíntesis muestra que la energía
lumínica es aprovechada para formar ATP a partir de ADP + P y para reducir la coenzima NADP+ (nico-
tinamida adenín dinucleótido fosfato) que se convierte así en NADPH + H+. Los H (e- y H+) que reducen
al NADP+ provienen de la oxidación del H2O. La energía que posibilita el pasaje de electrones desde
el H2O al NADP+, es la energía de la luz. En esta etapa, como consecuencia de la oxidación del agua,
también se forma O2.
28
Biología Celular
NADPH + H+
Fig. 12. Etapa fotoquímica. Los electrones desprendidos por efecto de la luz del Fotosistema I permiten
la reducción de la coenzima NADP. El hueco electrónico del Fotosistema I es ocupado por los electrones
desprendidos del Fotosistema II. Durante el pasaje de electrones del Fotosistema II al Fotosistema I se
desprende energía que es usada para fabricar ATP (no mostrado). Finalmente el hueco electrónico del
Fotosistema II es llenado con los electrones desprendidos de la fotólisis del H2O.
H2O 2 H+ + 2 e- + ½ O2
Los electrones obtenidos de la oxidación de la molécula de H2O son los que pasan a ocupar el hueco
electrónico existente en la clorofila del fotosistema II que queda así en condiciones de volver a ser exci-
tada por la energía lumínica.
El pasaje de electrones desde el Fotosistema II al Fotosistema I ocurre espontáneamente (véase Re-
cuadro de oxido-reducción y energía) de manera que a medida que los electrones fluyen a través de la
cadena de transporte se libera energía. Esa energía es aprovechada para sintetizar ATP a partir de ADP y
Pi en el estroma. El modelo quimiosmótico (no mostrado en la Figura 5) explica que mientras los elec-
trones fluyen del fotosistema II al fotosistema I la energía liberada es usada para bombear protones desde
29
Transformaciones Biológicas de la Materia y la Energía
La etapa bioquímica ocurre en el estroma de los cloroplastos y consiste en una serie de reacciones
químicas encadenadas en un ciclo que recibe el nombre de ciclo de Calvin-Benson (Fig. 13). Si bien no
depende directamente de la luz, este ciclo sólo ocurre cuando están presentes el ATP y el NADPH+ + H+
formados durante la etapa fotoquímica.
En esta etapa seis moléculas de CO2 que se encuentran en el estroma de los cloroplastos6 son reduci-
das con los electrones y protones aportados por el NADPH + H+ y ensambladas con la energía aportada
por el ATP para formar finalmente una molécula de glucosa. La siguiente ecuación química nos permite
resumir lo que ocurre en esta etapa:
Cada molécula de CO2 se une (o fija) a un compuesto de cinco átomos de carbono que está presente
en el estroma (la ribulosa-1,5-difosfato) por la acción de una enzima llamada ribulosa-1,5-difosfato car-
boxilasa (o rubisco) que es capaz de fijar tres moléculas de CO2 por segundo. De esa unión se forma un
compuesto de seis átomos de carbono que es inestable y rápidamente se escinde en dos moléculas de tres
átomos de carbono cada una: el ácido 3-fosfoglicérico. La molécula de ácido 3-fosfoglicérico es fosfori-
lada con una molécula de ATP y reducida gracias a los electrones aportados por la molécula de NADPH+
+ H+ transformándose así en una molécula de gliceraldehído-3-fosfato.
Por cada seis vueltas del ciclo se fijan seis moléculas de CO2 con una producción neta de dos molé-
culas de gliceraldehído-3-fosfato. Algunas moléculas de gliceraldehído-3-fosfato son utilizadas por los
mismos cloroplastos para formar glucosa y luego almidón. Las moléculas restantes son transportadas
hacia el citoplasma donde pueden seguir distintos caminos. En primer lugar, pueden transformarse en
ácido pirúvico que se integra a la respiración celular aeróbica que ocurre en las mitocondrias. Otra posi-
bilidad es que se incorporen a diferentes vías metabólicas semejantes a las presentadas en la Fig. 11, que
las transforman en una amplia variedad de compuestos orgánicos tales como aminoácidos, ácidos grasos,
bases nitrogenadas, etc. Otras moléculas de gliceraldehído-3-fosfato son transformadas en fructosa y
glucosa que unidas entre sí forman moléculas de sacarosa; la sacarosa sale de las células fotosintéticas
y son transportadas a través de tejidos de conducción hacia las otras células no fotosintéticas del vegetal
donde son usadas como fuente de materia y energía y/o transformadas en almidón como reserva energé-
tica. Finalmente, la glucosa también puede ser usada para fabricar moléculas de celulosa que componen
la pared de las células vegetales.
6
El CO2 se encuentra en el aire y entra a las células de las hojas y a los cloroplastos por difusión
simple.
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Biología Celular
Entre las especies que componen cualquier ecosistema terrestre o acuático existen relaciones tróficas
a través de las cuales la materia y la energía se transfieren desde los productores (organismos autótrofos)
hacia los consumidores (herbívoros, omnívoros y carnívoros) y de todos ellos a los descomponedores.
La producción de materia orgánica (hidratos de carbono, lípidos, proteínas, ácidos nucleicos) en la
mayoría de los ecosistemas depende fundamentalmente de la disponibilidad de energía lumínica. Sin em-
bargo, no toda la energía captada por las algas y plantas y transformada en alimento pasa a los otros seres
vivos de las redes tróficas. En primer lugar, porque los mismos autótrofos consumen parte de ese alimento
para obtener ATP que garantiza su crecimiento, desarrollo y reproducción con la correspondiente pérdida
de energía en forma de calor. Por otra parte, gran parte de la energía solar almacenada en la materia orgá-
nica que forma las distintas estructuras de los productores (raíces, hojas o troncos leñosos según el caso)
no es consumida por los herbívoros que sólo aprovechan entre el 5 y el 20% de la misma.
Siguiendo la misma lógica, sólo el 10% de la materia orgánica que conforma el cuerpo de los her-
bívoros pasa a constituir el cuerpo de los organismos carnívoros. Así como nosotros consumimos sólo
una parte del durazno y sólo una parte de la vaca cuando comemos un bife, los organismos carnívoros
aprovechan sólo una parte del cuerpo de los herbívoros. Además, una parte de la materia consumida es
utilizada en la respiración celular produciendo el ATP necesario para el funcionamiento celular, la síntesis
de biomoléculas, el crecimiento, el desarrollo y la reproducción, y otra parte se pierde en forma de calor.
De esta manera, la mayor parte de la energía lumínica acumulada en la materia orgánica presente en
un nivel trófico no es asimilada por el nivel siguiente y se disipa en forma de calor. Esta es la razón por la
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Transformaciones Biológicas de la Materia y la Energía
MATERIA ORGÁNICA
OXÍGENO (O2)
RESPIRACIÓN
CELULAR
AERÓBICA
CO2
H 2O
Fig. 14. Ciclo del Carbono. Esquema que relaciona fotosíntesis y respiración celular.
7
Cereijido, M. Elogio del desequilibrio. Siglo Veintiuno Editores. 2009.
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Biología Celular
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Transformaciones Biológicas de la Materia y la Energía
Por otra parte, a partir de la aparición del O2 en el agua y de los primeros organismos eucariontes se
produjo una explosión de complejidad y diversidad en la vida acuática. El mayor aprovechamiento de la
energía de los alimentos facilitó la aparición de organismos pluricelulares a través de la mitosis. También
se hizo más compleja la reproducción: en un principio asexual gracias a la mitosis y posteriormente se-
xual con la aparición de la meiosis. La reproducción sexual representa una ventaja adaptativa importante
respecto a la asexual porque promueve una mayor variabilidad genética sobre la que operan los procesos
evolutivos.
Cuando el agua se saturó de O2, éste difundió a la atmósfera ocasionando cambios drásticos en la
fisonomía del relieve de la superficie terrestre por su gran poder oxidativo. El encuentro del oxígeno
atmosférico con la radiación ultravioleta produjo otro de los acontecimientos más relevantes en la histo-
ria natural del planeta: la formación de la capa de ozono. El ozono, cuya presencia se fue consolidando
con el transcurso del tiempo, absorbe la radiación ultravioleta solar que es altamente mutagénica. Así la
superficie de los continentes se hizo habitable y hace aproximadamente alrededor de 700 millones de
años se dieron las condiciones ambientales que favorecieron la colonización biológica de los ambientes
aeroterrestres y la posterior dispersión y diversificación de hongos, plantas y animales.
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Biología Celular
BIBLIOGRAFÍA
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biología celular. 3ª ed. México: Editorial Médica Panamericana; 2011.
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35