Jugo Pancreático
Jugo Pancreático
Jugo Pancreático
El jugo pancreático es la secreción exocrina del páncreas, producida por los ácidos
pancreáticos y vertida por medio del conducto pancreático principal en la segunda
porción del duodeno a través de la ampolla de Vater. Este interviene en la digestión de
todos los principios inmediatos (carbohidratos, lípidos, proteínas y ácidos nucleicos).
Está integrado por un componente acuoso vertido por la acción de la secretina y un
componente enzimático que es vertido en forma inactiva en respuesta a la presencia de
acidez y presencia del quimo duodenal.
El páncreas secreta entre 1500 y 3000 ml diarios de un líquido alcalino (pH 8) con
cerca de 20 enzimas y pro enzimas. Esta secreción provee las enzimas necesarias
para la actividad digestiva del tubo gastrointestinal. La actividad óptima del jugo
pancreático se alcanza a un pH de 8 y a una temperatura de entre 25 y 37 grados
Celsius.
El jugo pancreático se compone de principalmente de agua, sales minerales y varias
proteínas, Entre los principales componentes inorgánicos se encuentran el sodio,
potasio, cloruro, calcio, cinc, fósforo y sulfato.
Jugos Intestinales
El Jugo intestinal es una mezcla de secreciones de varias células epiteliales
especializadas y glándulas gástricas. Su composición química consiste en agua, ácido
clorhídrico, trazas de cloruro de potasio, cloruro de sodio, bicarbonato, enzimas y
mucus. Gracias a la acción de los jugos gástricos, el bolo alimenticio pasa a formar una
sustancia pastosa denominada quimo.
La Bilis
La bilis es una sustancia líquida amarillenta, amarronado o de color verde oliva y de
sabor amargo producida por el hígado de muchos vertebrados. Interviene en los
procesos de digestión funcionando como emulsionante de los ácidos grasos (es decir,
las convierten en gotas muy pequeñas que pueden ser atacadas con más facilidad por
los jugos digestivos). Contiene sales biliares, proteínas, colesterol, hormonas y agua
(mayor componente, cerca del 97 % del contenido total).
Su secreción es continua gracias al hígado, y en los periodos interdigestivos se
almacena en la vesícula biliar, y se libera al duodeno tras la ingesta de alimentos.
Cuando comemos, la bilis sale de la vesícula por las vías biliares al intestino delgado y
se mezcla con las grasas de los alimentos. Las sales biliares emulsionan las grasas en
el contenido acuoso del intestino, del mismo modo que los detergentes emulsionan la
grasa de sartenes. Cuando las grasas ya están emulsionadas, las enzimas del
páncreas y de la mucosa intestinal las digieren.
Absorción de los Alimentos
La mucosa intestinal va absorbiendo los productos de la digestión. La absorción
intestinal a nivel del intestino delgado se hace a través de vellosidades intestinales
delgadas, las cuales absorben el quimo (bolo alimenticio tras pasar por los procesos
del estómago). En el intestino delgado se absorben proteínas, lípidos y otros principios
esenciales. En el intestino grueso, se terminan de absorber todos los nutrientes que no
fueron absorbidos en el intestino delgado, como agua y electrolitos.
Los materiales absorbidos atraviesan la mucosa y pasan a la sangre y son distribuidos
a otras partes del cuerpo para almacenarlos o para que pasen por otras modificaciones
químicas. Esta parte del proceso varía dependiendo de los diferentes tipos de
nutrientes.
Aspectos Químicos de la Digestión
Las primeras glándulas en actuar son las glándulas salivales de la boca. La saliva que
producen contiene dos enzimas: la amilasa salivar o ptialina, que comienza a digerir el
almidón de los alimentos y lo transforma en moléculas más pequeñas, y la lisozima,
que actúa eliminando gran cantidad de bacterias, sobre todo bacterias tipo Gram
positivas por lisis.
El siguiente grupo de glándulas digestivas se encuentra en la membrana que tapiza el
estómago. Producen el jugo gástrico, que contiene agua, ácido clorhídrico (que cambia
el pH del medio y activa las enzimas) y tres enzimas: la pepsina, que en presencia de
ácido fragmenta las proteínas; la renina o cuajo, que coagula la caseína de la leche; y
la lipasa gástrica, que disgrega las grasas en ácidos grasos y glicerol.
Después de que el estómago vierte los alimentos y su jugo en el intestino delgado, los
jugos de otros dos órganos se mezclan con ellos para continuar el proceso. Uno de
esos órganos es el páncreas, que segrega jugo pancreático, rico en enzimas que
descomponen los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas de los alimentos.
Otras enzimas que participan en el proceso provienen de glándulas de la pared
intestinal o forman parte de ella.
El hígado produce la bilis, otro jugo digestivo, que se almacena en la vesícula biliar.
Cuando comemos, la bilis se vierte por las vías biliares al intestino y se mezcla con las
grasas de los alimentos. Los ácidos biliares disuelven las grasas en el contenido
acuoso del intestino grueso.