Daulte Javier 4d Óptico
Daulte Javier 4d Óptico
Daulte Javier 4d Óptico
de Javier Daulte
Cuando combinamos la mecánica cuántica con la relatividad general parece haber una
nueva posibilidad que no surgió antes: el espacio y el tiempo juntos podrían formar un
espacio de cuatro dimensiones finito, sin singularidades ni fronteras, como la superficie de la
Tierra pero con más dimensiones. Parece que esta idea podría explicar muchas de las
características observadas del universo, tales como su uniformidad a gran escala y también
las desviaciones de la homogeneidad a más pequeña escala, como las galaxias, estrellas e
incluso los seres humanos. Podría incluso explicar la flecha del tiempo que observamos. Pero
si el universo es totalmente autocontenido, sin singularidades ni fronteras, y es descrito
completamente por una teoría unificada, todo ello tiene profundas implicaciones sobre el
papel de Dios como Creador.
Einstein una vez se hizo la pregunta: “¿cuántas posibilidades de elección tenía Dios al
construir el universo?”. Si la propuesta de la no existencia de frontera es correcta, no tuvo
ninguna libertad en absoluto para escoger las condiciones iniciales. Habría tenido todavía,
por supuesto, la libertad de escoger las leyes que el universo obedecería. Esto, sin embargo,
pudo no haber sido realmente una elección; puede muy bien existir sólo una, o un pequeño
número de teorías unificadas completas, tales como la teoría de las cuerdas heteróticas, que
sean autoconsistentes y que permitan la existencia de estructuras tan complicadas como seres
humanos que puedan investigar las leyes del universo e interrogarse acerca de la naturaleza
de Dios.
Incluso si hay sólo una teoría unificada posible, se trata únicamente de un conjunto de
reglas y ecuaciones. ¿Qué es lo que insufla fuego en las ecuaciones y crea un universo que
pueda ser descrito por ellas? El método usual de la ciencia de construir un modelo
matemático no puede responder a las preguntas de por qué debe haber un universo que sea
descrito por el modelo. ¿Por qué atraviesa el universo por todas las dificultades de la
existencia? ¿Es la teoría unificada tan convincente que ocasiona su propia existencia? O
necesita un creador y, si es así, ¿tiene éste algún otro efecto sobre el universo? ¿Y quién lo
creó a él?
Hasta ahora, la mayoría de los científicos han estado demasiado ocupados con el
desarrollo de nuevas teorías que describen cómo es el universo para hacerse la pregunta de
por qué. Por otro lado, la gente cuya ocupación es preguntarse por qué, los filósofos, no han
podido avanzar al paso de las teorías científicas. En el siglo XVIII, los filósofos consideraban
todo el conocimiento humano, incluida la ciencia, como su campo, y discutían cuestiones
como, ¿tuvo el universo un principio? Sin embargo, en los siglos XIX y XX, la ciencia se hizo
demasiado técnica y matemática para ellos, y para cualquiera, excepto para unos pocos
especialistas. Los filósofos redujeron tanto el ámbito de sus indagaciones que Wittgenstein, el
filósofo más famoso de este siglo, dijo: “la única tarea que le queda a la filosofía es el
análisis del lenguaje”. ¡Qué distancia desde la gran tradición filosófica de Aristóteles a
Kant!
No obstante, si descubrimos una teoría completa, con el tiempo habrá de ser, en sus líneas
maestras, comprensible para todos y no únicamente para unos pocos científicos. Entonces
todos, filósofos, científicos y la gente corriente, seremos capaces de tomar parte en la
discusión de por qué existe el universo y por qué existimos nosotros. Si encontrásemos una
respuesta a esto, sería el triunfo definitivo de la razón humana, porque entonces
conoceríamos el pensamiento de Dios.
Stephen W. Hawking
Historia del tiempo
4D Óptico 2
de Javier Daulte
PERSONAJES:
NOTA: A pesar de que se indica para cada personaje un personaje
alternativo con un también, eso no implica que se trate de personajes
doblados por el elenco. Conceptualmente quienes se desdoblan son los
personajes, no los actores, razón por la que no debe haber ningún intento
de diferenciación compositiva de parte de los actores, salvo quizá en el
caso del personaje de Andy/Ojeda en el que Andy es un disminuido.
4D Óptico se estrenó en versión bilingüe catalán /castellano dentro del marco del Festival
Internacional de Temporada Alta 2003 en la Sala Planeta de Gerona el 9 de noviembre
de ese año. El 13 de noviembre de 2003 inició su temporada regular en el Espai Lliure de
Barcelona. En ambas ocasiones el reparto fue el siguiente:
1
Albert Triola reemplazó a Quim Dalmau a partir de Septiembre de 2004.
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de Javier Daulte
PRIMERA PARTE
1
Luz. Sala de experimentación de los Laboratorios Roosenvart. Dos puertas al fondo, entre
las cuales hay un gran pizarrón. A la derecha, una amplia entrada. Largas mesas
cubiertas de tubos de ensayo, cubetas, recipientes de cristal de las más variadas formas
con líquidos de diferentes colores, termómetros, ordenadores, etc. En el suelo, hacia el
centro del lugar, se yergue un extraño aparato: el Hyperdeep.
Ingresan Max y Róber. Max trae un maletín metálico y viste ropa de calle. Róber lleva
guardapolvo. La conversación ya está iniciada.
Max … imaginate, una expectativa tremenda. Primero estuvimos tres horas, después se
hizo una pausa para almorzar y después casi unas cuatro horas más. No te das una idea de
lo que eran los pasillos esos. Se oían los disparates más increíbles. Con de D’Almessi nos
partíamos de risa. Rogelius Mathews y Aaron Sonenfeld estaban verdes. Sonreían como
tontos a todo el mundo y de verdad era algo que daba miedo. Les faltaba rezar para que
Steve fracasara. Y no sabés; durante la hora del almuerzo se ve que se rompió el aire
acondicionado. Encima, en la segunda parte se sumó gente que vaya a saber cómo se
enteró, no cabíamos ni parados. Un calor insoportable. Steve llenaba de fórmulas los
pizarrones a una velocidad tremenda, era algo increíble; conmovedor que no usara
proyecciones, ningún software. Había dos personas que estaban ahí exclusivamente para
borrar lo que Steve acababa de escribir y el pizarrón se volvía a llenar de gráficos en un
segundo. Steve estaba como drogado; ya sudaba en la primera parte de la exposición,
imaginate lo que era después cuando el aire no funcionaba. Tenía la camisa empapada.
Todos estábamos hechos sopa. Debía haber por lo menos trescientos estudiantes tomando
apuntes. Se escuchaba el ruido de las lapiceras como si fuesen moscas. El murmullo de
fondo era constante, y al mismo tiempo nadie quería perderse ni una palabra de lo que
Steve decía. Hasta ese acento espantoso que tiene al hablar inglés tenía encanto. Lo
adorábamos. Cuando llegó el momento crucial hizo una pausa y dijo “Creo que me
detendré aquí”. En la pizarrón estaba la demostración final. El aula magna parecía que se
había convertido en una iglesia. Nadie decía palabra. Algunos viejos profesores estaban
emocionados hasta las lágrimas. En poco más de siete horas habíamos recorrido la
evolución de la física y las matemáticas desde Pitágoras hasta hoy y hasta se dieron unos
cuantos pasos más delante de nuestros propios ojos. Steve nos había mostrado nuevas
maneras de entender problemas que hasta ayer parecían imposibles de pensar. Todos
éramos conscientes de que estábamos participando de un momento histórico. Rogelius
Mathews y Aaron Sonenfeld estaban no muy lejos de mí. Ni siquiera se miraban entre ellos
y ya no sonreían. Era imposible imaginar qué podían estar pensando; menos todavía lo que
ahora estarán escribiendo para la Royal Maths & Physichs New Research Mag que sale el
jueves próximo. Entonces alguien empezó a aplaudir. Era tonto aplaudir. Pero no había otra
cosa que hacer. Nos fuimos sumando al aplauso hasta que todos estábamos batiendo palmas
como idiotas. El aplauso se debe haber prolongado durante diez minutos, por lo menos.
Sólo se oía el sonido de las palmas. Era para ponerse a llorar. (Hace una brevísima pausa.)
Como juez de la demostración me dieron una copia. Ahora tengo siete días para revisarla.
Son trescientas cincuenta páginas. Un trabajo infernal. Hay que revisar paso a paso todo el
razonamiento. Estoy muerto, me querría dar una ducha. ¿Cómo está Paulina? No pude
contestarle un solo mail. Las líneas estaban saturadas. ¿Sabés con quién me encontré? No
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de Javier Daulte
sé si te acordarás. Uno de los del grupo de becarios de creo que dos años atrás. ¿Cómo era?
El alto, el que hablaba con la “egue”. No me puedo acordar el nombre.
Róber ¿Sandro?
Max No. ¿Sandro? No, el que era increíble cómo comía. Me acordé cuando compré los
bombones. (Deja una caja de bombones sobre unos de los escritorios.)
Róber Creíamos que llegabas mañana.
Max De D’Almessi se enteró de un charter que salía a la madrugada y pudimos colarnos.
¿Sabés algo del Meeting con la Fundación?
Róber Es todo un lío. Rina nos explicó algo, pero yo justo tenía que ordenar los protocolos
de la semana con Julia y quedamos para la merienda de media mañana para que nos termine
de contar bien. Se asociaron con los japoneses según parece y van a agregar gente al equipo
porque quieren que el mercado no se monopolice.
Max (Por la caja metálica) Hay que meter eso en la heladera. ¿Desde cuándo hablan de
Mercado en la Fundación?
Róber No sé si ellos hablaron de Mercado, pero todos sabemos que en definitiva es lo
único que les importa.
Max ¿Pasó algo?
Róber No.
Max Con Julia digo.
Róber Ya sé. No. Y prefiero no hablar del asunto.
Max ¿Pero salieron? ¿Hablaron algo?
Róber Voy a poner esto en la heladera. (Toma el maletín metálico disponiéndose a salir.)
Max Hay que dar un salto. No es paulatino.
Róber Sí.
Max Róber.
Róber ¿Qué?
Max ¿Me oís? No es paulatino. Hay que dar un salto. Si no no va a suceder. No sabés de
qué hablo.
Róber Hablás de mi relación con Julia. Ya sé.
Max Pero crees que estoy diciendo cualquier cosa y que no se te aplica ¿no?
Róber Puede ser.
Max ¿Sos una persona?
Róber ¿Pero qué te pasa?
Max Sos una persona, Róber. Vos también.
Róber Sí.
Max ¿Estás bien?
Róber ¿Por qué preguntás?
Max Es temprano. Nunca estás a esta hora.
Róber Ya vuelvo.
Sale con el maletín metálico. Max queda solo. Entra un hombre vestido con un jardinero.
La cara tapada por un pañuelo. Antiparras. Trae una extraña máquina a la cual va
adosado. En conjunto luce como un Ninja tecnológico. Primero Max no lo ve. Luego se
vuelve y se encuentra cara a cara con él. Se pega el susto de su vida. A su vez el hombre
grita aterrorizado. La máquina a la que el hombre va a adosado se enciende. El ruido es
infernal. El sujeto se asusta aún más. Empieza a moverse sin ton ni son. Con la máquina
rompe algunas cosas. Algo de vidrio cae al suelo y se hace añicos. Una esquirla da en la
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mejilla de Max. Este se toma la cara. En escasos segundos se produce una catástrofe.
Reingresa Róber con prisa.
Róber ¡Andy! ¡Andy! ¡Andy!
Róber trata de detener al sujeto. Este, Andy, un disminuido, no deja de gritar. Los gritos de
Róber parecen asustarlo aún más. Finalmente Róber logra detener la máquina. Le quita a
Andy las antiparras y el pañuelo que le cubre el rostro. La cara de Andy tiene tonalidades
verdes. Sus ojos, desorbitados de miedo, se destacan muchísimo. Róber lo calma.
Róber Está bien, Andy. Está bien. Él es Max.
Max (Notando la sangre de su mejilla en la mano.) Mierda, mierda, mierda, mierda. Me
corté. Me corté. ¿Pero quién mierda…?
Róber Es Andy, mi hermano.
Andy Róber. Róber. Róbeeer.
Róber Esperás un poco ahora. ¿Cómo vas a entrar con la máquina prendida?
Andy Róber, Róber, Róbeeer.
Róber ¡Te callás! (A Max.) Dejame ver eso. (Le mira la herida.) No es nada. Te pongo
algo. (Busca algodón y alcohol para limpiarle la herida a Max.)
Max Es que me pegué un susto de mierda.
Andy No la prendí yo, Róber. Se prendió sola. Se prendió sola, Róber. Te lo juro, se
prendió sola.
Róber Bueno, calmáte. Basta.
Andy Es que se prendió sola.
Róber La debés haber rozado con el guante.
Andy Te digo que no, que se prendió sola; tenés que creerme. Róbeeer…
Róber Bueno, terminala. (A Max) Andy está haciendo algunos trabajos en el edificio (A
Andy.) ¿No es cierto?
Andy Sí, arreglo el jardín. Hoy arreglo el jardín. Me llamo Andy Alcovavsky. Soy el
hermano de Róber y soy meritorio de los laboratorios Roosenvart. Tengo mi credencial.
Róbeeer...
Róber (A Andy.) Callate. (A Max.) Hace distintas cosas según se necesita. Empezó justo el
día después que te fuiste a Bremen.
Max Ah, qué bien.
Róber (A Andy.) Andy, decile hola a Max.
Andy Hola, Max.
Max Hola, Andy.
Róber Max es Físico.
Andy Qué bien.
Róber Y trabaja con nosotros.
Andy Qué bien.
Róber (A Andy.) ¿Necesitás algo? ¿Qué tenés? ¿Por qué me mirás así? (De pronto Róber
advierte lo que ha sucedido.) Pero te measte; ni que fueras una criatura. Sacate eso. Qué
olor, Andy.
Andy Perdón, perdón. No quise. Perdón.
Róber Está bien. (Andy se quita el jardinero rápidamente y queda en calzoncillos antes de
que Róber pueda advertirlo.) Pero acá no. Te vas al baño.
Andy Perdón, perdón. (Va a salir.)
Róber ¡Y te llevás la máquina!
Andy ¡La máquina, sí! Perdón. Perdón. (Cuando está saliendo se cruza con Alma.)
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Mismo lugar. Están reunidos Rina, Paulina, Alma, Julia, Róber y Max. La reunión está
avanzada. Se proyecta un vídeo. Rina ha estado en la reunión de la Fundación. Max lleva
un pequeño apósito en la mejilla. Paulina juega distraídamente con un puzzle. Mientras se
desarrolla la informal exposición comen de la caja de bombones que trajera Max en la
escena anterior.
Max ¿Y ese quién es?
Rina Toshiro Makena. Socio de la Corporación Augusta de Tokio. El que está al lado es
Juan Segundo de la EMPSA. Pará ahí. (Róber cliquea su mouse.) Juan Segundo está
perfilándose como el candidato más seguro para presidente de la Fundación. Las elecciones
son en tres días. Es joven, carismático y guapo. Toshiro Makena tiene el dinero suficiente
como para defraudar la votación. Los rumores son que está enamorado de Juan Segundo.
Lo que no se sabe es si va usar su poder para que Segundo sea electo o no.
Julia Lo va a hacer presidente, seguro.
Rina No olviden que para un viejo conservador japonés la homosexualidad es un delito.
Además los protocolos ópticos que pretende impulsar la Corporación Augusta no son los
mismos que la EMPSA promueve. ¿Qué pensás, Alma?
Alma La EMPSA necesita el dinero japonés. Deben estar estudiando una manera de
asociarse.
Paulina El protocolo de Nitidez Submarina de Augusta puede llevar años de trabajo, eso no
puede escapársele a la EMPSA.
Róber ¿Pero Juan Segundo es gay?
Rina Juan Segundo antes que nada es un diplomático. Estaría dispuesto a hacerle creer a
Toshiro Makena lo que sea si eso aceita las relaciones empresariales. Lo que interesa es que
Nitidez Submarina y Cordless Optical Fiber son protocolos incompatibles. Y el talento está
concentrado en un solo espacio.
Max ¿Qué suponés? ¿Que nos van a redistribuir?
Alma O que van a agregar gente.
Rina Que pensaron ambas cosas, estoy segura. Y no me extrañaría que quieran que
nosotros carguemos con las consecuencias de sus especulaciones bursátiles.
Julia Pero saben que somos un equipo.
Rina Saben que tienen un problema. EMPSA no puede demorar el protocolo de las ópticas.
Los estudios marcan una saturación de mercado en apenas cuarenta semanas si no antes. Lo
cual quiere decir que ya es tardísimo. Augusta por su parte tiene agotados los recursos
pesqueros. Los submarinos robotizados están casi listos pero los radares demostraron ser
imprecisos. Necesitan con urgencia el modelo de Visión Hyperdeep. Japón no puede darse
el lujo de tener a la industria pesquera ociosa durante los próximos seis meses.
Róber Claro.
Max Ah. Es eso.
Rina (A Róber.) Avanzá. (Róber cliquea con el mouse. Todos miran.)
Paulina ¿Y esos?
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de Javier Daulte
Julia Vos te callás. Ahora hablamos de intrigantes. Quizá estemos todos intrigando sin
darnos cuenta. ¿Eso es lo que estás diciendo?
Rina Creo que te lo estás tomando muy a pecho. Y por lo que se refiere a lo de la
Fundación, deberías preocuparte. Que no quieras tener problemas no quiere decir que no
los haya. Además te estás poniendo irónica y no te cuadra. (A Paulina, que desde el
comienzo no ha dejado de jugar con un puzzle.) ¿Y vos querés parar con eso? (Paulina
deja el juego.)
Max Está bien, Rina. Creo que estamos todos un poco nerviosos.
Julia Acá nadie está nervioso. Vos sos un cobarde que te cagás cuando tenés que decir lo
que pensás, eso es todo. (A todos.) Hay fechas, hay protocolos con los que cumplir.
¿Adónde nos puede llevar suponer cosas? Tenemos trabajo, hay que trabajar. Nosotros no
tenemos ningún poder de decisión.
Rina ¿A qué le tenés miedo?
Julia Alma, ¿no vas a decir nada?
Alma Estás hablando vos.
Julia Paulina.
Rina No metas a Paulina en esto. Ni siquiera entiende tu planteo.
Paulina Sí que lo entiendo. Se refiere a...
Julia (Interrumpiendo a Paulina.) Yo no estoy haciendo ningún planteo. Vos estás
haciendo un planteo, a ver si te enterás. Y nos preguntaste qué pensamos. Yo estoy
diciendo lo que pienso. ¿Qué piensan los demás? ¿Nadie va a decir nada? (Silencio
incómodo. Finalmente Julia toma unas carpetas de encima de un escritorio.) En una hora
hay que empezar con la prueba. Estamos muy atrasados. (Sale ofuscada.)
Permanecen en silencio durante un momento. Luego se echan a reír todos menos Róber.
Reaparece Julia en el marco de la puerta. Los observa. Cuando los otros advierten que
Julia está allí de nuevo hacen silencio.
Julia (Impertérrita.) Róber ¿podés venir?
Róber sale con Julia. Silencio.
Rina Cómo estamos.
Alma Bueno. (Hace un gesto como desestimando el incidente entre Rina y Julia.) El
dieciocho me tiene algo preocupada. (A Max.) ¿Los prototipos te parecen confiables?
Max Tendrías que verlos.
Alma Rina, ¿me acompañás? (A todos.) Empezamos en cincuenta con el diecisiete, el
dieciocho y el treinta y dos.
Paulina ¿En ese orden?
Alma Sí.
Max (A Alma.) Preguntale a Róber en qué góndola los puso a enfriar. (Ofreciendo la caja
de bombones.) Vamos, que no comieron ni uno.
Alma No, no. Gracias.
Paulina ¿Hago correr ya el programa?
Alma Dame diez minutos.
Rina ¿Hay café hecho?
Paulina La máquina está lista pero me olvidé de encenderla. Y lo filtros también están a
punto de terminarse.
Alma Decile a Róber que le dé plata a Andy para que compre.
Rina Y que compre papel higiénico también. (Rina y Alma salen.)
Max No sé cómo voy a hacer para llegar al miércoles con esto.
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Paulina ¿La demostración de Steve? Dije que te iba a ayudar. Dejame ver.
Max ¿Sos tan buena? Mirá. (Abre la carpeta.) Hay cuarenta y tres puntos que más o menos
son obvios, nada más hay que darles un repaso, controlar que ningún argumento lógico esté
salteado. Seguro que te va a entretener. Yo voy a revisar desde el cuarenta y cuatro que es a
partir de donde se complica. Voy a tener que pedirle a Rina algo para poder trabajar de
noche.
Paulina ¿Vas a almorzar?
Max No voy a hacer tiempo, voy a comerme un sandwich mientras hago las fotocopias.
¿Te las dejo en tu habitación?
Paulina Como quieras.
Max Mirá. (Le muestra la carpeta.) Tildás con lápiz lo que esté bien acá en esta columna.
¿Me pasás el lápiz que está ahí encima de mi mesa? (Paulina va hasta la mesa indicada y
regresa.) Y la goma. Está en el cajón. (Paulina obedece y regresa junto a Max. Max le
muestra.) Así, ¿ves? Y ponés referencias para las anotaciones que hagas al dorso de cada
página. (Max le hace un gesto como dando a entender que ya le ha explicado todo. Paulina
va a su asiento.)
Paulina ¿Te acostaste con esa Mónica?
Max No. ¿Por qué preguntás?
Paulina Es linda.
Max Sí ¿no? Lo pasamos genial en Bremen. Nos moríamos de risa por cualquier idiotez.
Vos también estás muy linda, Pauli. ¿Te hiciste algo?
Paulina Me corté un poco el pelo.
Max Te queda precioso. A ver si hablás un poco con Julia. Con nosotros se mosquea por
nada y el pavo de Róber no es capaz de ponerle un límite. Julia lo tiene de sirviente ¿viste?
Róber vení para acá, Róber andá para allá, y ahí está Róber yendo y viniendo todo el día.
Con vos se pone menos paranoica. Quizá sea porque sos Pasante. Hablale. De verdad que
estás preciosa.
Paulina Gracias. (Sonríe.)
Max Al fin sonreís, mujer. ¿Estás celosa?
Paulina ¿Celosa?
Max De de D’Almessi.
Paulina No, para nada.
Max ¿Sabés qué se cuchicheaba por los pasillos del Palacio en Bremen? Que yo era el
Físico más buen mozo del Congreso. No sabés lo excitado que me ponía eso. A ver si te
llevo al próximo que me inviten. Hay que salir un poco de acá. Tomar aire. Verse con otra
gente. Si no todos vamos a terminar como Julia.
Paulina Se te va a hacer tarde. Ya escuchaste a Alma.
Max Es verdad.
Paulina Te veo en un rato.
Max Sos un cielo, Pauli.
Paulina Bonito. (Max sale. Paulina es presa de la angustia. Max regresa. Paulina intenta
disimular.)
Max Pauli.
Paulina ¿Qué?
Max ¿Vos conocías a de D’Almessi?
Paulina Concursamos juntas para las Pasantías.
Max También te pareció que era ella ¿no?
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de Javier Daulte
Paulina ¿La del video? No me pareció. Era ella. (Max se queda en silencio.) ¿Qué pasa?
Max Pero en Bremen estuvimos juntos casi todo el tiempo. Si hubiera estado en la reunión
de la Fundación me lo hubiera dicho.
Paulina Quizá fue sólo al cocktail.
Max ¿Y después volvió a Bremen?
Paulina ¿Por qué no?
Max Pero son más de ochocientos kilómetros.
Paulina Max, para algo se inventaron los aviones.
Max (Piensa.) No entiendo. (Vuelve a pensar. Se ríe.) No entiendo. (Hace un gesto como
quitándose el problema de la cabeza.) Nos vemos. (Sale. Paulina sigue con lo suyo.)
Oscuro.
3
Mismo lugar. Desarrollo del protocolo. Alma, Róber, Paulina y Julia están atentos a una
reacción entre sustancias y luz. Llevan antiparras. Julia está manejando un artefacto
lumínico que apunta a la mesa de trabajo sobre la que están inclinados los otros. El
Hyperdeep es protagonista absoluto del experimento.
Julia ¿Lo subo?
Róber Apenas.
La luz que maneja Julia se mueve.
Julia ¿Así?
Róber Menos.
Alma Menos, menos.
Julia mueve.
Julia ¿Ahora?
Paulina El croma no termina de definirse.
Róber Yo lo veo nítido.
Alma Pongan la óptica. A ojo no sirve.
Paulina obedece.
Julia Si no se apuran se pasa de temperatura.
Alma ¿A cuánto estamos?
Julia Pasando los setenta.
Alma Paulina, la óptica, por favor.
Paulina Estoy en eso.
Alma ¿Me secás la frente, Róber? (Róber la rasca.) Y rascame la oreja también por favor.
(Róber lo hace.) Un poco más abajo. (Róber obedece.) Ahí. Gracias.
Paulina Óptica lista.
Alma Dame un número.
Paulina Esperá. (Breve pausa. Paulina observa un monitor.) Ahora en cero ocho.
Alma ¿Qué piensan?
Róber Para mí está bien.
Alma ¿No podés mejorarla?
Paulina Dejame ver. (Lo intenta.) No. Julia. Mové ahí un grado.
Julia Por favor, estamos cerca del ochenta.
Alma (A Paulina.) ¿Ahora?
Paulina Cero seis.
Alma No es perfecto.
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de Javier Daulte
Mariana Sí, sí; no te preocupes. Creo que algo voy a encontrar. Pónganse cómodos por
favor. (Sale.)
Celina ¿Creés que le va a gustar?
Ojeda El lugar no está mal; pero vos la conocés mejor que yo. (Le hace un gesto a
Celina.)
Celina (Le arroja a Ojeda un celular.) Habrá que disimular las manchas de humedad del
techo. Cuando canta levanta la mirada. No me gustaría que se encuentre con eso.
Ojeda Todo depende de dónde se pongan las luces.
Celina (Celina hace una seña dando a entender que Mariana se ha perdido de vista.
Cambia el tono.) Ya está.
Ojeda Vení acá. (Se besan breve y apasionadamente con Celina.) Cubríme. (Ojeda marca
en el celular. Mientras aguarda ser atendido.) Hay que rediseñar algunos aspectos del plan;
el parque… (Se interrumpe. Al teléfono.) Hola. (...) Yo. (...) El lugar es adecuado. (...) Pero
hay que rediseñar. (…) Lo tengo en mente. (…) Perfecto. (...) Adiós. Muy bien. Bueno.
Adiós. (Corta.) Celina, pienso en el siguiente equipo. Ayudame. (Sacan sendos
anotadores.)
Celina Decime.
Ojeda Angie y Senillosa tendrían que pasar por matrimonio. El Sordo sería el chofer.
Habrá que encandilar bien al pianista porque Andrade lo quiere vivo. El problema va a ser
la gargantilla de Gina. Andrade no va a pagar si no se la entregamos.
Celina No va a ser fácil. Habría que hacer el reemplazo antes de que Gina salga a escena.
Ojeda Una réplica. ¿En quién pensás para que la haga?
Celina Black & Carbajal. Son los mejores.
Ojeda Esther trabaja con ellos. ¿Creés que va a poder tenerla lista en menos de cuarenta y
ocho horas?
Celina La llamo.
Ojeda Si acepta, contactá al Sordo para que pase a buscarla.
Celina Perfecto.
Ojeda ¿Y el modelo?
Celina En mayo Gina posó para la Elle en una mansión alquilada de Los Ángeles.
Apostaría que llevaba la gargantilla.
Ojeda Bien. La falsificación tiene que ser exacta. Quizá Angie pueda deslizarse en la
habitación de Gina antes de que empiece el concierto y reemplazar la original. ¿En qué
dormito/…? (Se interrumpe al ver a Mariana que regresa.)
Mariana (Ingresando con una cerveza sobre una bandeja de metal. Tras un silencio.)
¿Iguana está bien?
Ojeda Gracias. (Toma el porrón de la bandeja.)
Mariana A veces me pregunto por qué tomamos cerveza mejicana estando tan cerca.
Ojeda ¿Cerca?
Mariana Nosotros.
Ojeda ¿De dónde?
Mariana ¿Qué?
Ojeda ¿Tan cerca de dónde?
Mariana Bueno… De todo. (Pausa.) Era un comentario.
Ojeda Sobre cerveza.
Mariana Sí.
Ojeda Ah.
4D Óptico 16
de Javier Daulte
Mariana (A Celina.) Celina ¿podés subir conmigo un momento? Hay unas rojas que están
bien y otras negras. Pero me gustaría que las vieras vos misma. (Sale seguida de Celina. Su
voz se va perdiendo.) Lo bueno del negro es que disimula los defectos de la tela. Están un
poco viejas y…
Ojeda (Hacia fuera.) Creo que van a quedar mejor las rojas. (Pausa.) ¡Y también
deberíamos pensar en algunos manteles que hagan juego!
Ojeda sufre una convulsión y vuelve a ser Andy. Rina reingresa presurosa con
guardapolvo seguida de Róber. Vienen conversando.
Rina ¿Y a cuántas descargas decís que estuvo expuesto?
Róber Creo que a todas.
Rina ¿A todas? (A Andy.) Bueno, vamos a ver, Andy. Sentáte acá. (Le indica una silla. A
Róber.) ¿Pero cómo pudo pasar?
Andy Róber se portó mal.
Róber Sh. Ya le expliqué. (A Andy.) ¿Con quién hablabas? (Quitándole la cerveza de la
mano.) ¿Qué hacés con esto? Dame.
Andy (Mientras se sienta donde Rina le indicara.) ¿Eh?
Róber Que con quién estabas hablando hace un momento pregunto.
Andy No sé. Con nadie.
Róber No mientas. Vos lo escuchaste, Rina.
Rina Bueno, dejalo. Yo también hablo sola a veces.
Róber Es que al final no sé para qué conseguí que entraras a trabajar acá. Todo mal hacés;
todo mal. A la mañana entrás con la bordeadora prendida, ahora esto…
Rina (A Andy.) No le hagas caso, Andy; no hacés todo mal.
Andy Róber se portó mal. Róber dejó abierta la puerta. Alma lo retó. Lo retó a Róber.
Pobre Róber. ¿Te van a despedir?
Rina (Revisando los ojos de Andy.) Tiene muy dilatadas las pupilas.
Andy Yo entré para preguntar el número de filtros para el café. Hoy hago los mandados.
Esta mañana arreglaba el jardín.
Rina (Pone el dedo índice delante de la nariz de Andy.) ¿Ves mi dedo?
Andy ¿Cuál?
Rina Este.
Andy Sí. Y también veo los otros.
Rina Muy bien.
Andy Y los de Róber también los veo.
Rina (Señalando un dedo índice con el otro.) Perfecto. Pero ahora vas a mirar este.
Andy ¿Cuál de los dos?
Róber (Señalando el dedo de Rina.) Éste.
Andy (Señalando el dedo con que Róber señala el dedo de Rina.) ¿Éste?
Róber No. Éste. El de ella.
Andy ¿El dedo índice de la mano derecha de ella?
Rina Ése, sí.
Andy Pero ésa es la izquierda.
Rina Bueno. Entonces mirá el dedo índice de mi mano izquierda.
Andy Rina se equivocó, Róber. Se equivocó de mano. ¡Uh, uh!
Rina Sí; Rina se equivocó. Ahora, mirá.
Andy ¿Alma te va a retar? Pobre Rina.
Rina No, Andy. Alma no me va a retar.
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de Javier Daulte
Andy Yo no le voy a decir nada. No le voy a decir que confundiste la mano derecha con la
mano izquierda. Porque eso a cualquiera le puede pasar ¿no es cierto, Róber? Vos dejaste la
puerta abierta, y Rina se confundió la mano derecha con la mano izquierda y Andy no tiene
la culpa de nada ¿verdad?
Rina ¡Andy!
Andy ¡¿Qué?!
Rina ¡Basta!
Andy Basta, Róber.
Rina Ahora mirame el dedo y seguilo sin mover la cabeza. (Andy gira la cabeza.)
Róber Que no muevas la cabeza, te dijeron. (Andy se toma la cabeza con las manos.)
Rina Así. Bien… Bien… Ahora cerrá este ojo. El derecho. (Lo observa.) Ahora el
izquierdo. (Lo observa.) ¿Sentís mareos?
Andy No.
Rina ¿Náuseas? ¿Ganas de vomitar?
Andy No.
Rina ¿Dolor de cabeza?
Andy No, no, no.
Rina ¿Sueño?
Andy No.
Rina Muy bien. A ver. Parate y caminá derecho para allá. (Andy lo hace. al pasar junto a
Róber lo saluda.)
Andy Róber...
Róber Andy...
Rina Ahora volvé. (Andy lo hace.)
Róber ¿Cómo lo ves?
Rina En principio bien. Lo de las pupilas es normal. Tendría que verlo dentro de un par de
horas. (A Andy.) ¿Pasás a las cinco por mi consultorio?
Andy Bueno.
Rina Muy bien. Ahora volvés al mercado y traés los filtros. Número cuatro.
Andy Número cuatro. Filtros número cuatro.
Rina Y hasta que me vengas a ver a las cinco no tenés que dormir, aunque te dé sueño.
¿Está claro?
Andy Sí.
Rina Bueno. Podés irte.
Andy ¿Ya está?
Rina Sí.
Andy ¿Lo hice bien?
Rina Muy bien.
Andy Rina, si querés puedo mirarte los dedos de los pies.
Rina No, ahora no. Más tarde.
Andy Muy bien. (Se marcha mirándose un dedo. Rina sonríe. Oímos la voz de Andy
fuera.) Filtros número cuatro, filtros número cuatro, filtros número cuatro...
Rina cambia su expresión y mira a Róber.
Oscuro.
4
Mismo lugar. Paulina y Alma. Paulina ha estado llorando.
4D Óptico 18
de Javier Daulte
Alma Bueno, bueno. Basta mujer, que me vas a hacer llorar a mí. Estás bajo mucho estrés.
Tenés que hablar con él.
Paulina No, Alma. No puedo.
Alma ¿Y qué vas a hacer? No podés irte ahora, Paulina. Ya te integraste al equipo, te
necesitamos. Me gusta tu manera de trabajar. Sos desinteresada, segura, arriesgada, precisa.
Paulina No, Alma. No sirvo. Me desconcentro. Cometo errores. Uno tras otro. Duermo
mal.
Alma ¿Pero Rina no te dio unas pastillas?
Paulina Sí, las de los venezolanos; pero se ve que no tenía muy clara la composición. La
cosa es que me colocan de un modo tremendo. Me paso la noche jugando al Pinball de la
computadora. Hace dos noches que estoy así. Ya no puedo ni pensar. Max me pidió que lo
ayudara con la demostración. Tengo que revisar cuarenta y tres puntos y apenas voy por el
número cuatro. De sólo pensar en él me pongo hecha una idiota. Le digo que sí a todo y no
escucho nada de lo que dice. Y me aprecia, yo sé que me aprecia. Me pregunta a cada rato
cómo estoy y yo no sé ya qué contestarle. Entonces viene, me toca la mejilla, me dice que
estoy linda, me agarra de las manos y me habla de ella. (Pausa.) Alma. ¿Es imposible evitar
que venga?
Alma ¿Quién?
Paulina Mónica de D’Almessi.
Alma ¿Pero qué decís?
Paulina ¿Es imposible?
Alma Sabés que sí.
Pausa.
Paulina ¿Dónde va a dormir?
Alma Paulina…
Paulina ¿Dónde?
Suena el celular de Alma.
Alma Ala sur. Habitación seis.
Paulina ¿Podés ponerla en el ala norte?
Alma ¿Qué estás planeando?
Paulina ¿Podés?
Alma (Atendiendo.) ¿Sí? (…) Sí, sí; páseme. (…) Mónica ¿qué tal? (…)
Paulina Ah. ¿Es Mónica?
Alma (Al teléfono.) Bien, bien. ¿Cómo estás vos? (…)
Paulina (En voz baja y ayudándose con señas.) Decile lo de la habitación…
Alma (Al teléfono.) Ajá.
Paulina Alma, lo de la habitación.
Alma (Al teléfono, haciéndole señas a Paulina de que la deje tranquila.) Aja, sí. (…)
Paulina (Muy rápido y en voz muy baja.) No, digo, es que si vas a cambiarla de habitación
es muchísimo mejor que se lo digas ahora. Porque después va a ser complicadísimo…
Alma (Al teléfono.) Ajá, claro.
Paulina Alma…
Alma (Que no puede concentrarse en ambas cosas, sigue hablando con Mónica mientras
intenta ignorar a Paulina) Mirá, lamentablemente no vamos a poder ir a buscarte al
aeropuerto…
Paulina Alma, escuchame un momento a mí y después hablás con ella…
Alma (Al teléfono.) Pero hacés así…
4D Óptico 19
de Javier Daulte
5
Mismo lugar. Alma, Rina, Julia, Max y Róber. Es de madrugada. Se los ve extenuados.
Julia y Róber regañan a Alma.
Julia No, Alma, es tu responsabilidad si la seguridad de los protocolos falla.
Róber Y Mónica de D’Almessi ya tiene un pie acá dentro.
Max (A Julia y a Róber) Basta. (Julia y Róber callan. Max se dirige a Rina.) Rina.
Rina Hasta donde puedo entender el campo de influencia de la lente iónica del protocolo
del Hyperdeep generó un campo magnético alrededor de las terminaciones micronerviosas
de las pupilas. A nivel cortical se produjo una descarga masiva que afectó a todas las
fuentes motoras, y en especial a la del habla.
Alma Como una epilepsia.
Rina El mecanismo es el mismo. Pero el efecto en este caso es expansivo. La red neuronal
chocó y absorbió la descarga de partículas del Hyperdeep a nivel cuántico modificando la
estructura preprimaria de las células. La energía disipada en un modelo mecánico tiene una
organización previsible. Ahora, el mismo fenómeno sobre tejido orgánico se mueve por
saltos con patrón inclasificable.
Róber Pero si la lente iónica estimula como suponemos partículas inteligentes que
envuelven a la lente, Andy tendría que haberse quedado ciego.
Julia Esa es la versión optimista. En un campo así de intenso las partículas tienden a
anularse entre sí o a colapsarse sobre ellas mismas. En tal caso más que la ceguera de Andy
lo esperable hubiera sido una fisión positrónica con la que en este momento estaríamos en
el centro de un cráter atómico de aproximadamente un par de kilómetros de diámetro.
Rina A menos que el ojo tenga la capacidad de sintetizar químicamente las partículas de
espín cero uno y dos, como si se tratase de proteínas, lo cual teóricamente no es imposible y
sin duda es lo que sucedió.
Róber Aún así no se explica la estabilidad del fenómeno.
Rina Lo explicaría el Teorema de Unificación.
Max ¿El Teorema de Unificación? En ese caso...
Julia El nervio óptico se comporta como si fuese un tubo catódico y devuelve la energía en
sentido opuesto.
Róber O sea que es eso lo que deforma la percepción.
Rina Exacto. Se alteran los centros perceptivos desde afuera y no desde dentro. No es que
desaparezca la percepción, sino que cambian sus leyes.
Max ¿Cómo?
Rina A ver, Max; es como si tuvieses que manejarte en un mundo reflejado en un espejo.
El adelante se vuelve atrás y el atrás adelante. Si estás frente a un espejo y detrás de vos hay
un sillón, para sentarte en el sillón del espejo no tenés que acercarte a sillón real, sino
alejarte.
Todos piensan un segundo.
Todos Ah, claro.
Silencio.
Julia Por eso Róber no podía agarrar la cubeta.
Rina Por otro lado, el campo de influencia del fenómeno es aparentemente de radio
variable.
Alma ¿Y eso de qué dependería?
Rina Si la excitación neuronal es la clave de todo, depende de la Triple Curva de Giraux.
4D Óptico 25
de Javier Daulte
Alma O sea que estamos hablando del estado de ánimo. El de Andy en este caso.
Julia Como un virus que se activa a través del estado emocional del portador.
Alma En conclusión puede volver a pasar.
Rina Me parece que sí.
Alma ¿Creés que puede revertirse?
Max No, no, no; esperen, esperen un momento. Están hablando de esto como si se tratara
de un fenómeno regular normalizado. Y no podemos rescatar ahora el Teorema de
Unificación que sabemos es obsoleto.
Róber Es cierto. Según tengo entendido el Teorema nunca terminó de desarrollarse.
Rina La cosa es así. En los ‘70 la Unión Soviética interrumpió la investigación por
considerar que sus contenidos tenían base teológica y que por lo tanto se trataba de basura
anticomunista. Pero dicen que Khalatnikov siguió trabajando en secreto y que de algún
modo enviaba sus manuscritos a la Cátedra Newton de Cambridge, donde fueron
considerados grosera propaganda comunista. Sea como sea, si hubo algún avance en la
teoría de Khalatnikov, los resultados nunca fueron publicados.
Max Y con razón. Ese Teorema es una fantasía romántica de raíz post medieval. Galileo lo
esbozó sin querer como justificación ante la Inquisición, argumentando que el
conocimiento se movía en el mismo sentido que el pensamiento de Dios.
Alma Es lógico que el Buró Soviético lo considerara improcedente.
Róber Eso no quiere decir que sea obsoleto.
Max Lo que digo es que para hacer encajar el fenómeno que sufrió Andy dentro de las
teorías físicas conocidas tendríamos que admitir que el universo y sus leyes fueron creados
para que ESO fuese posible.
Rina ¿Y cómo lo explicarías vos entonces?
Max Como una aberración. Después de todo fue un accidente; y es fundamental tomar en
cuenta eso a la hora de las consideraciones ulteriores. Las variables que pudieron intervenir
en el fenómeno son infinitas. Fue lo que se llama un Protocolo Descontrolado de la Familia
de los Espontáneos de Roos. (Todos asienten.) Y además Andy es un idiota lo cual suma un
nuevo múltiple de múltiples de variables. Perdoname, Róber, pero tenemos que llamar a las
cosas por su nombre.
Julia Es un fenómeno concreto. Sucedió y lo vimos. Las matemáticas no pueden quedar
indiferentes a la física.
Max La física no es nada hasta que no se la explica matemáticamente.
Julia Bueno.
Max El nacimiento de un bebé con dos cabezas no explica a la biología, Julia. Es la
biología la que tiene que hacerse cargo de esa aberración. Ahora las deformaciones
congénitas están dentro del campo de la biología, muy bien; pero eso es muy distinto de
suponer un propósito en la naturaleza genética de producir un mundo con gente de dos
cabezas. Según Rina, estaríamos frente a un fenómeno de ilusión óptica con fuerza
gravitacional aleatoria ¿sí?
Rina Algo así.
Max Y sostenés que hubo como una perforación en el campo perceptivo ¿verdad? ¿Es más
o menos esa tu teoría?
Rina Sí.
Max Bien. ¿Por qué no me afectó a mí? Yo estaba acá también. ¿Por qué no sufrí el calor,
la deformación perceptual?
Alma Quizá porque no estabas dentro del radio de influencia.
4D Óptico 26
de Javier Daulte
Róber O pude ser yo, que estaba cerca de vos, que concentré el campo gravitatorio y lo
desvié.
Julia Eso sólo podría explicarse si volvemos a la Triple Curva de Giraux de excitación
neuronal.
Max Si todo lo vamos a terminar explicando por la Triple Curva de Giraux entramos en un
terreno indecidible. Psicosis colectiva, histeria por contagio, lo que sea. Que seamos
científicos no quiere decir que todo lo que se produce a nuestro alrededor sea ciencia. Y
todavía no estamos en condiciones de traducir los fenómenos psicológicos en longitudes de
onda. No me miren con esa cara. La subjetividad es EL OBSTÁCULO y estamos tratando
de integrarlo al fenómeno para poder encontrar algo que nos explique lo que pasó con
Andy. No nos olvidemos que si bien Giraux descubrió la paradoja y eso lo hizo famoso,
tampoco pasó de ahí. Con su propia demostración llegó a un callejón sin salida. Si por eso
no le dieron el Nóbel. Para demostrar que estaba en lo cierto tuvo que demostrar que estaba
equivocado. Si por eso dicen que se suicidó.
Julia Se suicidó porque su mujer lo dejó por un banquero.
Max ¿Ves? Ahí lo tenés otra vez: LA SUBJETIVIDAD ES EL OBSTÁCULO. Es la
misma demostración de Giraux la que dice que el asunto es indecidible. ¿Vamos a tomar en
cuenta todo lo que está pasando acá? ¿Qué prueba mensurable tenemos de las peleas entre
Rina y Julia, o de la tensión de Alma por las presiones de la Fundación?
Julia ¿O del hecho de que estás enamorado de Mónica de D’Almessi?
Silencio.
Max Eso sí que no podés probarlo.
Alma ¿Entonces?
Rina ¿Sugerís que lo cataloguemos como un error?
Róber Eso seguiría siendo científico.
Max O que generemos una comparación para que empiece a serlo.
Alma ¿Con qué? Por favor, Max. No estarás pensando en repetir la experiencia. (A los
demás que la miran sugestivamente.) No, no, no. No podemos volver a abordar un avión
que estuvo a punto de estrellarse. Son las seis de la mañana. Y hay prioridades. De
D’Almessi va a estar acá en menos de tres horas. Es obvio que no vamos a poder resolver
nada en ese lapso. Tenemos que descansar. Y aunque suene a frivolidad lo más importante
ahora es que de D’Almessi no tenga noticias de lo que está pasando acá. Róber, lo lamento,
pero Andy tiene que seguir encerrado.
Rina Está bajo el efecto de sedantes. No tenés de qué preocuparte.
Alma (A Max, tendiéndole las llaves de un auto.) ¿Podés darle esto a Paulina? Son las
llaves de mi coche. En un rato debería salir para el aeropuerto para buscar a Mónica. A las
nueve y media los quiero acá con sus mejores caras. Róber, vení conmigo. Si hacemos el
treinta y dos después del desayuno… (Sale seguida de Róber.)
Max ¿Apago todo?
Rina Esa computadora no. Paulina dejó corriendo el programa procesando el video que se
grabó de Andy.
Max Nos vemos en un rato. (Sale.)
Rina Que descanses, Julia. (Va a salir.)
Julia Rina.
Rina (Deteniéndose.) ¿Qué?
Julia Lo de la otra mañana. Quería pedirte disculpas.
Rina Está bien. (Está por salir otra vez.)
4D Óptico 27
de Javier Daulte
6
Mismo lugar, unas horas más tarde. Mónica de D’Almessi habla por un celular.
Mónica No, el vuelo estuvo bien. El dolor de cabeza es por el vodka. (…) No, en el avión.
O por las pastillas esas que me diste. (…) Sí, en horario. Quería desayunar en la cafetería
del aeropuerto; no sé, tomarme un jugo, leer alguna revista, pero ahí estaba esta chica,
Paula, Paola, no sé cómo se llama, que me estaba esperando. Una puntualidad exasperante.
Además dice que me conoce de no sé donde, que concursamos juntas para unas Pasantías.
Carlos, decime ¿yo concursé alguna vez para algo que fuera legal? (…) ¿Ah sí? ¿Y cómo
salí? (…) ¿De verdad? (…) Bueno, por supuesto que la saludé abrazándola como si fuese
mi hermana gemela. Debe suponer que la recuerdo mejor que a mi madre y que la adoro.
Después se quedó muda durante todo el camino desde el aeropuerto hasta acá, no creo que
esté bien esa chica. Este lugar es espantoso, Carlos. Parece un asilo, el paisaje es
deprimente, no hay donde ir a tomar una copa de noche y hay que llevar guardapolvo.
Quiero estar de vuelta en dos días. Ya sé que no podés hacer nada. Pero a alguien tengo que
decírselo. (…) ¿Ahora? Estaba desayunando con todo el equipo. (…) No, puse una excusa
y me escapé un segundo. (…) No, no estoy en mi habitación; no me hables de mi
habitación, mi ventana está enfrentada a la de la chica, la tarada esta que me vino a buscar,
Paola, sí. Estoy en… (Mira el lugar.) No sé. Un laboratorio. Claro que acá todo es como un
laboratorio. Para colmo está ese otro pesado de Max, sí, el que me encontré en ese congreso
decadente de Bremen, el que te dije que me seguía para todos lados. Cometí el error de
reírme de un par de chistes malos que hizo y ahora cree que estoy dispuesta a recorrer el
mundo con él. No puedo ni mirarlo que me sonríe como un imbécil todo el tiempo. Esto me
va a costar un mes de depresión, yo sé lo que te digo. Adoran trabajar, se levantan
tempranísimo. (…) Va a ser dificilísimo encontrar irregularidades por acá. Y tengo que
4D Óptico 28
de Javier Daulte
mandar a la Fundación tres informes diarios. (…) Encontrar algo, cualquier cosa que los
hunda. Y ya te lo digo; no va a ser fácil. (…) Por supuesto que si no hay más remedio voy a
tener que inventar algo. (…) Ahora tengo que dejarte. (…) Que tengo que dejarte. Te llamo.
(Corta. Se acerca a la puerta del costado. Es como si hubiese escuchado algo que viene de
allí. De pronto ingresa Paulina con una taza de té. Mónica se sorprende.) Ah, Paula.
Buscaba el baño y me perdí. Esto es como un laberinto. Todos los pasillos son iguales. No
entiendo cómo los arquitectos pueden ser tan sádicos.
Paulina Estamos acá al lado. Supuse que preferirías tomar acá tu té. El encuentro de la
mañana es en veinte minutos. (Va hasta una caja y saca de ella una bata blanca.) Acá
tenés un guardapolvo. Calculo que es tu talle. Si necesitás algo más…
Mónica ¿Tienen cama solar?
Paulina ¿Eh?
Mónica Cama solar. Cama solar. ¿O creés que nací negra?
Paulina (Pausa.) No.
Mónica Era un chiste.
Paulina Ah.
Mónica ¿Tienen?
Paulina ¿Qué?
Mónica Cama solar.
Paulina ¿No dijiste que era un chiste?
Mónica Ése no. En fin. ¿Qué es eso? (Señala la puerta.)
Paulina Una puerta.
Mónica No estás colaborando, Paola.
Paulina Pau... lina.
Mónica Pau... lina…
Paulina ¿Qué?
Mónica ¿Qué está pasando acá?
Paulina Nada.
Mónica ¿Y esto qué es? (Se acerca a la computadora de Paulina.)
Paulina Sabemos a qué viniste.
Mónica ¿Ah sí? ¿A qué? (Por la computadora.) Este programa ya terminó de correr.
¿Vemos el resultado?
Paulina No.
Mónica (Por la computadora.) Es una grabación. (Se sienta frente a ella.) Intentaste
mejorarla, pero por lo que veo acá, no se ha logrado mucho con ese programa. Hay que
estirarlo para que aparezca el revés de esos pliegues que hay ahí. Es mucho más sencillo si
usás el BOOF Univérsal. Acaba de aparecer en California. (Saca de su cartera un CD y lo
inserta en el lector de la computadora de Paulina.) La Universal Studios (de ahí lo de
BOOF Univérsal) subvencionó el desarrollo. Sirve para mejorar el sonido directo de los
rodajes. Discrimina hasta diecisiete mil bandas simultáneas. Con los pliegues visuales no
vamos a tener tanta suerte porque no se ha inventado aún un programa para las imágenes,
pero algo es algo ¿no te parece?
Paulina No podés tocar esa computadora.
Mónica ¿Por?
Paulina Porque no es mía.
Mónica ¿Y por qué dice “Paulina” acá? Vamos, no seas tímida, lo único que quiero es
ayudarte. (Mientras trabaja en la computadora de Paulina sin que esta atine a hacer
4D Óptico 29
de Javier Daulte
nada.) Si obtengo un buen resultado de esto, el mérito será sólo tuyo, te lo prometo. No te
olvides que sos una Pasante y es tu trabajo sacar ventaja. ¿O creés que alguno de ellos te va
a dar algo? No, cariño. Ellos creen que eres una buena colaboradora y nada más. Suponen
que están haciendo ciencia pero nada más aprietan botones. Ya no quedan científicos en
este mundo. Se jactan de llevar sus cuadernos llenos de apuntes incomprensibles hechos en
lápiz. Viejos dinosaurios conservadores. Creen que la verdadera ciencia es difícil. La
ciencia es un juego o no es nada. Lo difícil es defender viejas ideas cuando el mundo
cambió. No sé si oíste hablar de la Chicago Seak & Search Fundation que invierte millones
desde hace años para construir una máquina que domine la flecha del tiempo y pueda
predecir el futuro. El dinero de esa Fundación proviene en un noventa por ciento de
compañías aseguradoras americanas; buscan naturalmente evitar pérdidas inútiles. Ustedes
trabajan para que una mega pesquera japonesa encuentre nuevas e insospechadas
variedades de pecado en las profundidades inexploradas del océano y obligarnos a comer
sushi hasta hacernos perder la razón. La teoría del caos continúa desarrollándose para saber
si va a llover o si habrá un sol radiante el domingo próximo y así prevenir de millonarias
pérdidas a las empresas de turismo. La ciencia no está al servicio de hacer un mundo mejor
sino para hacer más rentable éste. Y los beneficios son sólo para algunos. (Pausa.) Para
probar la existencia de eso que algunos llaman CIENCIA PURA o VERDADERA, debería
descubrirse algo tan asombroso como inútil. Aunque algo que no cotice en la bolsa
difícilmente pueda hoy en día considerarse asombroso ¿no creés? La imaginación del siglo
XXI está muy por debajo de cualquier desafío económico. Podemos resentirnos y ser un
dinosaurio más o apreciar la ironía del tiempo que nos toca vivir. (Por la computadora,
sobre el cual Mónica no ha dejado de trabajar durante toda su tirada.) Esto ya está. Y veo
que nos va a dar una interesante sorpresa… A menos que quieras que lo deletee. Y que
volvamos atrás. No creo que te de lo mismo. Algún tipo de curiosidad debe esconderse
detrás de tanta torpeza (y lo digo con cariño, no con malicia). Decime qué tecla presiono.
¿Enter o Delete?
Paulina ¿Qué querés?
Mónica Vamos, Paulina; ¿qué esconden detrás de esa puerta?
Paulina Nada.
Mónica ¿Nada?
Paulina Quiero decir que no hay nada que ocultar.
Mónica Decime qué hay entonces.
Paulina No puedo.
Mónica Pero querés decírmelo.
Paulina ¿Por qué querría hacer eso?
Mónica Para pedirme algo a cambio.
Paulina ¿Qué querés?
Mónica ¿Yo? Si ya lo sabes. Eso me dijiste hace un momento. El asunto es qué querés vos.
Paulina Quiero hacer lo correcto.
Mónica Mentís. Querés negociar.
Paulina No es cierto.
Mónica Y diste con la persona indicada.
Paulina No deberías estar acá.
Mónica ¿A qué viniste?
Paulina Sos vos la que viniste.
4D Óptico 30
de Javier Daulte
Mónica ¿A qué viniste hace un momento a molestarme con ese té, para qué me buscabas?
Querías hacerme algún tipo de proposición ¿creés que soy estúpida?
Paulina No te acerques a Max.
Silencio.
Mónica Estamos empezando a ser sinceras. ¿Lo amás? Voy a apretar Escape, Paulina.
¿Qué más? ¿Qué están ocultando?
Paulina No sé si lo amo.
Mónica ¿Y yo lo amo?
Paulina Espero que no.
Silencio. Se miran detenidamente. Mónica finalmente sonríe. Paulina también. Es como si
existiese algún tipo de entendimiento entre las mujeres.
Mónica Bien. Veo que vamos a poder ser amigas. Noté que nuestras ventanas están
enfrentadas, será difícil esconder los secretos la una a la otra. (Por la computadora.) ¿Estás
lista?
Paulina Sí.
Mónica (Le da unos auriculares especiales a Paulina y se pone otros ella.) Se va a oír por
los parlantes, pero la frecuencia mejora notablemente si nos ponemos estos auriculares.
Paulina se pone los auriculares. Mónica aprieta Enter. Se oye la voz de Andy/Ojeda
amplificada. Mónica y Paulina, debido a los auriculares deben gritar para comunicarse entre
sí.
Voz de Andy/Ojeda Es por acá.
Vengan. Vengan. Mónica Ahí está. ¿Ves? El plano sonoro
estaba plegado, como te dije. (Trabaja con
(La voz de Andy/Ojeda entrecortada.) el mouse y hace una demostración práctica
para que Paulina comprenda.)
Plegado…
Es …/cá. (Mouse.)
(La voz de Andy/Ojeda normal.) Desplegado…
¿Qué opinan?
Pausa. (Mouse.)
(Entrecortada.) Plegado…
Mar/…nos … tó su /… oria que todos sin
/udas co/…emos, (Mouse.)
(normal) Desplegado…
pero a medias. (Se oyen ruidos en la
grabación.) Ahí va. (Señala la pantalla de proyecciones
Su apodo se debía a que a pesar del hecho donde supuestamente se proyecta el vídeo
de no poder tener hijos su esposa quedó de Andy.) ¿Ves lo que te decía? Los
embarazada siete veces y aún sabiendo que pliegues visuales son apenas como
no eran suyos reconoció a los bastardos y manchas; en cambio los pliegues sonoros
les dio el apellido. son notables ¿cierto? ¿Ves ahí? (Señala
(Ruidos, hasta que Mónica ajusta la señal a ahora la pantalla de la computadora.) Esos
través de la computadora; cuando dice ruidos que se escuchan corresponden a estas
“Ahora sí” escuchamos nítida una nueva rayitas que aparecen acá; son otras voces,
voz.) pero si levantamos el nivel de los pliegues...
(Utiliza el mouse para trabajar.) ¿Sabés lo
de los pliegues? Se les dice pliegues en
4D Óptico 31
de Javier Daulte
Róber (Que se ha sentado frente a la computadora.) Esperá. (Abre ventanas.) Acá, éste es.
¿Dónde está Rina?
Alma Max fue a buscarla.
Róber ¿Los esperamos?
Julia Empecemos sin ellos. No sabemos cuánto tiempo podrá Paulina entretener a Mónica.
Alma Dijo rápido.
Róber Lo hago correr desde el inicio.
Alma Sí.
Por los parlantes se oye la voz de Andy/Ojeda.
Voz Andy/Ojeda Vengan, vengan.
Rina ¿Y qué?
Max No, es que no sé de dónde salió esto…
De pronto, para sorpresa de todos, Mónica habla.
Mónica Perdón. (La miran.) ¿No tendrán algunas perchas de más? Estoy deshaciendo la
valija y no puedo terminar de organizar el armario. Me parece que traje demasiada ropa.
Todos intentan responder. Están desconcertados.
Paulina Yo creo que tengo algunas.
Max Yo creo que también.
Julia Y yo.
Róber Yo tengo que...
Rina Yo no tengo...
Van saliendo todos, algo torpemente. Dejan a Mónica sola. Aunque Ojeda sigue allí.
Cuando Mónica comprueba que todos se han alejado, su expresión cambia. Marca en su
celular. Se la nota alterada.
Mónica Carlos, yo. (…) Acá hay mucho más de lo que pensaba. (…) No te rías y
escuchame. No sé cómo hicieron pero tienen registro de pliegues sonoros de una R.A. (…)
R.A. (…) Sí; ya sé que a lo de la realidad alternativa se lo tiene por un mito científico.
Escuchame. Si hubiese alguna posibilidad de planchar los pliegues espaciales ¿sabés con
qué se estaría lidiando acá? (…) Sí, Carlos, aunque te cueste creerlo acá está a punto de
probarse que el mundo material no existe. (…) No tengo idea, pero creo que ellos no lo
saben todavía. Fue accidental según parece. (…) ¡El mundo material, Carlos, el mundo
material! Eso es donde vivís, tu casa, tus padres, tu perro, yo. (…) Sí, también esta
conversación. (…) Te aseguro que no es gracioso. (…) No, a la Fundación no le voy a
informar nada todavía. Necesito un whisky, estoy demasiado excitada. (…) No te rías,
imbécil. ¿Qué clase de sensibilidad tenés? (…) Qué me importa eso. Si mis sospechas se
confirman, dentro de poco tendremos que la profesión del futuro va a ser la teología, habrá
que decidir un dios y creer en él. (…) No, no puedo. Porque tengo que terminar de deshacer
la valija. Adiós.
Corta y sale. Ojeda, que sigue allí, saca su celular del bolsillo y marca.
Ojeda Yo. (…) Ya estamos todos acá. (…) Comenzamos con la fase dos. (…) Estamos en
contacto.
Corta, se levanta, abre las puertas de par en par y sale.
Oscuro.
INTERVALO
4D Óptico 43
de Javier Daulte
SEGUNDA PARTE
Si (como el griego afirma en el Cratilo) (El cabalista que ofició de numen
El nombre es arquetipo de la cosa, A la vasta criatura apodó Golem;
En las letras de rosa está la rosa Estas verdades las refiere Sholem
Y todo el Nilo en la palabra Nilo. En un docto lugar de su volumen.)
Los artificios y el candor del hombre Sus ojos, menos de hombre que de perro
No tienen fin. Sabemos que hubo un día Y harto menos de perro que de cosa,
En que el pueblo de Dios buscaba el Nombre Seguían al rabí por la dudosa
En las vigilias de la judería. Penumbra de las piezas del encierro.
No a la manera de otras que una vaga Algo anormal y tosco hubo en el Golem,
Sombra insinúan en la vaga historia, Ya que a su paso el gato del rabino
Aún está verde y viva la memoria Se escondía. (Ese gato no está en Scholem
De Judá León, que era rabino en Praga. Pero, a través del tiempo, lo adivino.)
7
Gran sala de la Mansión Urkel. Cortinas rojas en las ventanas. Mesas tapizadas con
finísimos manteles. Importantes candelabros de plata con todas sus velas encendidas. La
luz es cálida. El clima luce señorial. Suena imponente música. Angie y Senillosa en una
mesa; Sordo y Esther en otra; Celina de pie. Todos visten con elegancia menos Sordo que
va de ropa deportiva. En un momento determinado, acorde a la música, la puerta principal
se abre de par en par. Aparecen Ojeda y Gina tomados del brazo. Ojeda sonríe. Gina luce
una importante gargantilla de brillantes; no se mueve ni hace gesto alguno. Después de
que han traspasado la puerta, Celina la cierra. Ojeda besa la mano de Gina y retrocede
unos pasos dejándola en el centro del salón. La música se vuelve más suave. Ojeda
observa a Esther que está distraída.
Ojeda Esther.
Esther lo mira sin entender. Ojeda hace una seña a Celina que sale rápidamente. La
música se interrumpe. Todos se distienden. Celina vuelve a ingresar. Advertimos
claramente que Gina es una muñeca.
Ojeda (A Esther.) ¿Qué pasa?
Esther Ah, perdón, ¿me tocaba?
Ojeda (Verificando en una pequeña libreta que saca de su bolsillo.) “Oh, Gina; hermosa
Gina. Aplaudamos a Gina. Bravo, Gina.”
Esther “… aplaudamos a Gina. Bravo, Gina.” Sí, sí. Disculpen. Lo sé ¿eh?
Ojeda ¿Estás bien?
Esther Sí, sí. No se preocupen.
Angie Soltáme, Senillosa, no me toques.
Ojeda Angie, por favor.
Angie Es que no estamos ensayando ahora. (A Senillosa.) No me metas más el dedo en la
axila ¿estamos?
Esther ¿Repetimos?
Ojeda No, no; no hay tiempo. Seguro que esta parte la tienen clara ¿no?
Todos Sí.
Ojeda Vamos entonces a… (Revisa la libreta.) “… está terminando la canción…” “Vienen
los mozos, sirven una copa más…”
Celina Las copas. (Todos buscan copas que están preparadas debajo de las mesas y las
colocan sobre los manteles.)
Ojeda (A todos que están consultando sus respectivas libretitas.) ¿Lo de la flor creen que
hay que volver a probarlo? (Gestos negativos del resto.)
Senillosa No, no.
Angie Esperen. ¿A ver? (Consulta en su libretita.) No, está bien.
Ojeda Bien. Entonces justo antes de que empiece el tema “Harta de Ti”. (Todos aprueban
y guardan sus libretitas.) Vamos a las posiciones. (Todos se mueven. Ojeda lleva a Gina
hasta un lugar en el espacio. A Celina.)
Senillosa (A Celina.) ¿Cómo era que no me acuerdo?
Celina (Canta.) “Te adoro, te idolatro te necesito. Harta de tiiiiiii.” Repite dos veces.
4D Óptico 46
de Javier Daulte
Senillosa (Repite.) “Harta de tiiiiiii... Tú quieres ser mi amigo, mi castigo...” Sí, está.
Angie ¿No te la sabés todavía? La escuchaste mil veces.
Senillosa Es que son todas iguales.
Angie Ésta no.
Ojeda (A Celina.) ¿Tenés lista la música?
Celina (Revisando unos CD.) “Harta de Ti” no está.
Ojeda ¿Cómo que no está?
Celina No está.
Ojeda Bueno, poné algo, cualquier cosa; es un ensayo.
Celina A ver, esperá… (Elige.) Bueno, esto va a estar bien creo.
Ojeda Muy bien. Esperá mi señal. (A todos.) ¿Estamos? Bien… (Narra.) Termina la
canción anterior… Aplausos. (Todos aplauden. Ojeda hace que Gina salude.) Silencio
expectante. Angie.
Angie (A Gina.) ¡“Harta de ti”, Gina!
Ojeda Bien. (Narra.) Gina sonríe. Se acerca al pianista. (Mientras habla lleva a Gina
haciéndole hacer lo que él mismo indica.) Conversan en voz baja... El pianista sonríe y
hace que sí con la cabeza... (Ojeda mismo hace de pianista por un segundo y le sonríe a
Gina.) Empieza la introducción musical... Celina. (Celina acciona el equipo de música.
Suena los primeros acordes de The Sound of Music interpretado por Julie Andrews.
Ojeda va hasta donde están los comandos de iluminación y baja la luz general. Se acerca a
los otros y les da explicaciones en voz baja. Le hace una seña a Celina.) Celina, subí un
poco el volumen… (Celina sube el volumen. Ojeda finalmente regresa junto a la muñeca,
que ha quedado de espaldas.) Gina se acomoda. (Ojeda acomoda a la muñeca.) Recuerden.
Cuando reconozcan el tema, aplausos discretos... ¡Gina canta! (Ojeda va hasta su asiento.
En la grabación se oye la voz de Julie Andrews. Al reconocer el tema todos aplauden
vivamente.)
Sordo ¡Bravo!
Ojeda Vos no, Sordo. Angie.
Angie Bravo.
Todos miran a la muñeca y escuchan extasiados. Ojeda va a su sitio junto a Celina.
Senillosa lo mira de vez en cuando. La situación parece en todos los sentidos verdadera,
salvo por el hecho de que Gina es un maniquí inmóvil en actitud de cantar. En un momento
Ojeda saca de su bolsillo una cigarrera. Encandila con la luz reflejada en el metal de la
misma la cara de Senillosa. Senillosa se pone de pie. Saca un arma.
Senillosa ¡Pum!
Revuelo. Senillosa sale de escena por detrás de una cortina. Celina apaga la música.
Ojeda ¡Un médico! ¡Que alguien llame a un médico!
Sordo ¡Yo voy, yo voy! (Sale.)
Angie ¡Está muerta!
Celina ¡No! ¡Dios mío! ¡Dios mío!
Ojeda (Fuera del juego.) Bien. Bien. Bien. (Consulta su libretita.) “Escena de pánico. Los
invitados gritan.” Ah, acá está. “El personal de seguridad se arremolina alrededor de mí. Yo
grito:” (Grita.) “¡Los mozos! ¡Ha sido uno de los mozos! ¡A la cocina!” (Lee.) “Señalo la
puerta de la cocina y salimos todos corriendo para ahí.” (Simula salir trotando.)
Celina (Viendo a Esther que no se mueve.) Esther… ¡Esther! (Llama la atención de Ojeda
para que deje el juego.) Ojeda.
Ojeda ¿Qué pasa?
4D Óptico 47
de Javier Daulte
Fade in: Mismo lugar. Misma situación. Minutos más tarde. El diálogo ha avanzado.
Max A ver si entendí bien hasta acá. Los sucesos de la Realidad de la Mansión Urkel se
organizan según sus reglas internas, que son aleatorias. (Comienza a hacer un dibujo sobre
el pizarrón) Pero los vectores temporales caen dentro del cono de sucesos de la realidad
paralela, o sea nosotros. Es decir que se produjo un pliegue en el espacio tiempo para hacer
posible esta coincidencia como si el universo se comportase en esta singularidad como una
banana flexible cuya cara interna es la dimensión temporal. (Muestra en el gráfico.) ¿Ven?
Mansión Urkel, Nuestra Realidad. (Hace otro dibujo.) El doble presente sólo se explica si
pensamos los dos tiempos como presentes siameses.
Julia Es decir que... (Se acerca al pizarrón y agrega notas sobre los gráficos hechos por
Max.) ...la distancia infinita que existe conceptualmente entre dos situaciones paralelas, se
redujo en este caso particular casi a cero. (Todos se miran. Pausa.) Si no existiera ese CASI
no existiríamos nosotros.
Paulina ¿Por qué?
Julia Las posibilidades de que un universo exista, es decir, que existan leyes coherentes
que sostengan la materialidad del universo tienen que ver con el DESPLIEGUE de la
curvatura del universo. Un REPLIEGUE completo anularía cualquier conjunto de leyes
físicas, y por lo tanto toda posibilidad de existencia material.
Paulina En un repliegue completo podrían existir otro tipo de leyes. Sería una física
impensable o algo así.
Julia En la que no estaríamos incluidos. El universo existe en la medida en que sus leyes
permiten que haya una inteligencia capaz de preguntarse por SU EXISTENCIA.
Paulina ¿Y qué hay en un universo completamente plegado?
Julia Ni siquiera hay espacio para la inexistencia. (Breve pausa.) En mi opinión, hay una
vinculación indeterminada de hechos y que esos hechos deberían alinearse dentro de una
estructura deformable…
Suena música que comienza a tapar las voces.
Rina Planos topológicos, decís.
Julia Sí, aunque yo tendería más a pensarlo como Sistema de Cuerdas Heteróticas…
4D Óptico 50
de Javier Daulte
Fade in: Mismo lugar. Misma situación. Minutos más tarde. Julia ha terminado su
exposición. La música va desapareciendo.
Julia …determinación barra indeterminación. Es por eso que creo que la toma de contacto
con la situación de la Mansión Urkel es fundamental, para poder componer luego la Triple
Curva de Giraux en ambas realidades. Róber.
Róber Vamos a ver. Lo que pude deducir gracias a las dos cintas que obtuvimos es lo
siguiente. La Mansión Urkel habría sido alquilada por una discográfica alemana para hacer
la grabación en vivo del recital pop-melódico de una tal Gina. La Mansión Urkel es donde
habría transcurrido el argumento de The Baroness, un largometraje que la madre de Gina
habría protagonizado en los años sesenta y que le valiera un premio que se llamaría...
(revisa sus notas) Oscar. Pero la sospecha es que el gasto y el esfuerzo para organizar el
concierto y lanzar la placa no sería nunca compensado por las ventas, porque la hija de la
diva habría sido hace ya rato olvidada y es debido a eso que la misma discográfica
(representada por uno de sus socios accionistas, un tal Andrade) habría ideado un plan para
asesinarla de un balazo durante el mismo recital, lo cual sí haría de la grabación del
concierto un éxito discográfico seguro. Andrade ha contratado para tal fin a este tal Ojeda,
que se hace pasar por jefe de seguridad del evento, y quien habría armado un equipo
formado por cinco personas. Sordo, cuyo rol es de chofer. Esther, famosa en el mundo del
hampa por sus falsificaciones de alhajas. Celina, una inútil a toda prueba pero consentida de
Ojeda. Angie, una experta en combinaciones y cerraduras. Y Senillosa, el francotirador.
Entre ellos además está Mariana, gobernanta de la Mansión Urkel y que según parece está
completamente al margen del macabro plan. (A Paulina que tiene la mano levantada para
hacer una pregunta.) Sí.
Paulina ¿Qué es todo ese asunto de la gargantilla?
Róber Ah, sí, la gargantilla. Un capricho. Andrade querría el original. Piensa hacerla
circular por el mercado negro para acrecentar el mito del asesinato. (Señala a Julia que
también tiene la mano levantada.)
Julia ¿Y la “bámbola” esa que mencionan?
Róber Ah, eso no se entiende. Se refieren a una muñeca, pero no tengo idea de lo que
puede ser. (Se pone de pie y va hasta la pizarra y empieza a hacer dibujos según explica.)
Aparentemente el mapa desiderativo de la Mansión seguiría unos patrones relativamente
simples. Celina y Ojeda son amantes. Otro tanto para Sordo y Esther. Mariana es la
gobernanta de la Mansión y hace años que vive ahí sola de modo que sus curvas deben ser
bastante poco pronunciadas. Y Senillosa, en la medida en que tiene que hacerse pasar por
marido de Angie terminó enamorándose de ella.
Paulina ¿Y esta Angie?
Róber Detesta a Senillosa (después de todo es un matón a sueldo sin ninguna clase) y,
atención, Angie ADMIRA a Gina; aunque no sé qué clase de amor puede ser ése.
(Concluye.) Y bien. Eso es todo lo que tengo.
Rina (Revisando el croquis que sostiene Róber.) Yo lo veo bien. ¿Ustedes? (Asentimiento
general.)
Alma Buen trabajo.
Rina Hiciste un buen trabajo, Róber. (A los otros.) Bueno. Ahora nos toca a nosotros.
(Revisando unos apuntes.) Vamos a ver. El mapa desiderativo planteado por Giraux trae
unos cuadros para que llenemos… (Lee.) “Complejos y traumas”… “Excitación”… “Deseo
4D Óptico 51
de Javier Daulte
Fade in. Los mismos. Más tarde. Han terminado de analizar la situación a través de la
Triple Curva de Giraux. Róber muestra un gráfico. La música cesa.
Róber ... acá es donde las realidades se vuelven siamesas. (Señala en el gráfico.)
“GINA”… “MÓNICA”, ¿pueden verlo? El recelo que sentimos por Mónica se adecua
demasiado al plan de asesinar a Gina en la Mansión Urkel.
Max Sí, es cierto.
Julia Evidentemente.
Róber Claro.
Silencio. Todos piensan.
Alma Entonces hay que evitar el asesinato. (Todos la miran. Alma se pone de pie y va
hasta el pizarrón y explica con un croquis.) Dada la coincidencia de los picos de ambas
curvas, si Gina muriese en la Mansión Urkel, se produciría un agujero entre ambas
realidades.
Róber ¿Cómo UN AGUJERO?
Alma Un agujero. Un agujero. Un agujero que comunicaría ambas realidades entre sí. Por
ahora el pasaje de una a otra cara de la banana requiere de un forzamiento. Si quedase un
hueco podría colarse cualquier cosa y en cualquier momento.
Róber ¿Decís que eso sucedería si Gina muriese?
Alma Teóricamente, sí.
Todos piensan.
Rina Está bien. ¿Pero cómo vamos a hacer para evitar el asesinato?
Mónica (Por las curvas dibujadas.) Acá. ¿Ven? Acá hay un punto débil. En la relación
Ojeda / Celina.
Róber Sí ¿y?
Mónica Todo hace pensar que esa pareja no es feliz. ¿Qué opinás, Alma?
Alma Es posible.
Mónica Y siendo Ojeda la cabeza visible del complot, desestabilizándolo a él, se
desestabiliza el mapa desiderativo de la Mansión, con eso el plan de asesinar a Gina, el
puente entre ambas realidades quedaría clausurado y el universo ya no se colapsaría.
Max Sugerís entonces que intervengamos en la relación Ojeda Celina.
Asentimiento general. Comienza a sonar la música.
Mónica Afianzando ese vínculo o poniéndole fin. Me inclino, obviamente por la segunda
opción; después de todo es a lo que tienden todas las relaciones. Leí no hace mucho una
investigación que se hizo en Palo Alto acerca del comportamiento en aislamientos...
Fade out. Oscuro.
Fade in. Más tarde. Los mismos. Paulina luce un insignificante batín como tenía Alma al
“salir” de la Mansión Urkel. Todos, menos Mónica y Alma se están preparando para el
protocolo. La música se pierde.
Rina ¿Estás lista?
Paulina Sí. Un poco nerviosa.
Rina Va a pasar rápido. El efecto es estable por veinte minutos nada más.
Paulina Alma. ¿En qué medida voy a dejar de ser yo misma?
Alma Uy, es muy raro. Ya vas a ver.
4D Óptico 54
de Javier Daulte
Róber Mónica logró colocar un sistema de monitoreo de alta velocidad. A través de esos
auriculares el planchado de los pliegues sonoros se realiza de manera instantánea. (Señala
los auriculares que lleva Mónica.)
Max ¿Por qué no amplificar directamente a través de los parlantes?
Mónica No es seguro. Un acople podría producir pliegues artificiales y el programa
intentaría desplegarlos de manera automática generando un círculo vicioso.
Max Comprendo.
Julia (A Paulina.) Fuerza.
Róber (A Paulina.) Suerte, Paulina.
Max Te vamos a cuidar.
Rina Alma, Mónica, Andy.
Alma Ya nos vamos. Adiós, Paulina.
Mónica (A Paulina.) Vos podés.
Andy Paulina, tené mucho cuidado con eso ¿eh? (Señala el aparato del Hyperdeep. Los
otros ríen un poco.) Pobre Paulina... (A Róber.) ¿Me puedo quedar?
Róber No.
Alma Vení, Andy, que tenés que ir a juntar las hojas del jardín.
Andy ¿Puedo usar la máquina?
Alma Sí.
Andy ¿Y ponerme el traje?
Alma Sí.
Andy (A todos.) Adiós. Me voy a juntar hojas al jardín.
Todos Adiós, Andy.
Andy Hasta luego, Róber.
Róber Adiós, Andy.
Salen Mónica, Andy y Alma.
Rina (A Paulina.) Cuando vos digas.
Paulina Vamos.
Rina A sus lugares.
Todos ocupan sus lugares como en la situación inicial de la escena 3.La luz baja.
Comienzan a trabajar.
Julia Subido.
Róber Perfecto.
Rina Croma definido.
Róber Acá está nítido.
Rina (A Max.) Óptica.
Max lleva la óptica.
Julia Estamos en sesenta y seis.
Max Óptica lista. Cero cinco.
Rina Excelente.
Julia Cerca del setenta.
Rina Róber.
Róber Listo.
Rina ¿Julia?
Julia Cuando digas.
Rina Max.
Max Estoy.
4D Óptico 55
de Javier Daulte
Rina ¿Mapeo?
Max Estable.
Rina Diafragma.
Julia Abierto y salgo.
Rina Bien. (Julia sale. A Róber.) Destapo...
Róber Ahora.
Rina destapa.
Rina Veinte. (Silencio.) Cuarenta... Cincuenta… (Silencio.) Ochenta… (Silencio.)
Cúbranse. (Todos se cubren y se alejan del lugar de la reacción donde quedó Paulina
expuesta.) Noventa y seis... Noventa y ocho…
Se produce la reacción. Sonidos y luces extrañas. Finalmente Paulina pasa a la otra
dimensión: La Mansión Urkel. En uno de los resplandores de luz aparecen Esther, Ojeda y
Celina. La situación es igual a la del ensayo de la escena 7, al comienzo de la Segunda
Parte. Rina, Max y Róber observan a Paulina / Angie que va conectada con electrodos
distribuidos en su cuerpo. Max lleva puestos los auriculares que le diera Mónica.
Angie ¡Está muerta! ¡Está muerta! ¡Está muerta!
Max (Por oír a través de los auriculares.) Que está muerta, dice.
Rina Es lo que ya escuchamos. Están ensayando.
Róber Tranquilo.
Celina ¡No! ¡Dios mío! ¡Dios mío!
Ojeda (Fuera del juego.) Bien. Bien. Bien.
Max Tenés razón. Sólo están ensayando.
Ojeda (Consulta su libretita.) “Escena de pánico. Los invitados gritan.” Ah, acá está. “El
personal de seguridad se arremolina alrededor de mí. Yo grito:” (Grita.) “¡Los mozos! ¡Fue
uno de los mozos! ¡A la cocina!” (Lee.) “Señalo la puerta de la cocina y salimos todos
corriendo para ahí.” (Simula salir trotando.)
Max Esta parte ya la oímos. (Por Paulina.) Igual se la nota excitada.
Celina (Viendo a Esther que no se mueve.) Esther… ¡Esther! (Llama la atención de Ojeda
para que deje el juego.) Ojeda.
Ojeda ¿Qué pasa?
Esther Estoy un poco mareada. (Sus piernas flaquean y cae al suelo.) No veo nada.
Ojeda ¿Qué le pasa?
Angie Dice que no ve nada. Le bajó la presión.
Ojeda Angie, llevala a su habitación.
Angie ayuda a Esther a levantarse. Comienza a conducirla fuera. Ojeda la sigue.
Ojeda (A Celina, antes de salir.) Llevate la bámbola. (Celina sale con Gina/Muñeca.)
Róber ¿Adónde va?
Max No sé.
Rina Vamos con ella.
Róber Ah, no, no. Ya vuelve.
Angie (Regresando. Muestra la gargantilla.) Acá la tenés. (Se la entrega a Ojeda.) ¿Qué
tal el ensayo?
Ojeda Perfecto.
Max Ojeda dijo perfecto.
Rina ¿A qué se refieren?
Róber No tengo idea.
Max Es como si estuvieran mirando algo.
4D Óptico 56
de Javier Daulte
Róber (Mirando la proyección) Aparentemente están solos. Miren. Hay dos manchas nada
más.
Ojeda ¿Necesitás algo?
Max “¿Necesitás algo?”
Róber ¿Quién dijo eso?
Max Ojeda.
Angie No.
Róber Ahora.
Max No. Esperá. Ella dijo no.
Róber ¿No a qué?
Max No sé a qué. Dijo “no, no”.
Rina Vamos, ahora.
Ojeda ¿Eh?
Max Esperen.
Angie ¿Mn?
Róber Vamos. No nos queda mucho tiempo.
Rina Es como ir a ciegas.
Rina maneja a Angie con el aparato que lleva conectado. Se trata de una especie de
Joystick.
Rina ¿Cómo es esto? ¿Así es adelante y atrás?
Róber Esperá, que te lo pongo en analógico. “L” Uno es para girar a la izquierda.
Rina ¿“L” Uno?
Róber De “left”. “R” UNO es para la derecha.
Rina ¿Así?
Rina acciona el Joystick. Angie avanza violentamente hacia la izquierda. Choca contra
una mesa.
Róber No, no. Atrás. Atrás.
Rina acciona el Joystick. Angie retrocede violentamente un paso y da contra otra mesa.
Max No, a ver. A la izquierda un poco.
Rina acciona el Joystick y Angie gira un poco hacia la izquierda.
Róber Para adelante. Despacio.
Rina Despacio...
Angie da dos pasos.
Róber ¡Ya! (Rina detiene a Angie.) Hacela girar ahora.
Angie comienza a girar en el lugar. El cable del Joystick que lleva Rina empieza a
enroscarse en el cuerpo de Angie. Rina gira alrededor de ella.
Róber Ay, no, no no.
Max Basta, basta. (Angie se detiene.) Ahora. Para adelante.
Rina Va.
Hace que Angie se tope con Ojeda.
Ojeda ¡Angie!
Angie Perdoname. No sé qué me pasa.
Ojeda ¿Te sentís bien?
Angie Sí.
Silencio.
Rina (A Max.) ¿Y?
Max Nada.
4D Óptico 57
de Javier Daulte
Rina (Hacia donde salió Róber.) ¡Róber! Deciles a los otros que ya pueden venir.
Max Creo que lo tenemos.
Rina ¿Vos creés?
Max (Poniendo a punto la grabación que acaban de registrar.) Vení. Escuchemos. Me
parece que es por acá. Vamos a ver.
Ingresan Mónica, Alma y Julia.
Alma ¿Cómo fue?
Max Creo que bien. Vamos a ver. Hice una selección de un par de momentos clave.
Escuchemos. (Acciona el play. Ingresa Ojeda. Se coloca en la posición del momento que
viene. Aparece Angie.)
Angie (Muestra la gargantilla.) Acá la tenés. (Se la entrega a Ojeda.) ¿Qué tal el ensayo?
Ojeda Perfecto. (Silencio.) ¿Necesitás algo?
Silencio.
Angie No.
Silencio.
Ojeda ¿Eh?
Alma ¿Y?
Angie, como cuando viéramos esta escena Max Esperen. Hicimos que Angie seduzca a
intervenida por Max, Rina y Róber avanza Ojeda para desestabilizarlo emocionalmente.
hacia la izquierda y choca contra una mesa. Rina Fue muy sutil.
Ojeda mira sorprendido. Angie retrocede un Julia ¿Pero qué pasa ahora?
paso y da contra otra mesa. Angie da dos Mónica (Por las manchas en la pantalla de
pasos hacia Ojeda. Se detiene. Comienza a proyecciones.) Es como si estuvieran
girar en el lugar. Se detiene. Avanza hacia bailando.
Ojeda y choca con él. Max No. No creo. No había música.
Ojeda ¡Angie!
Max Ahora.
Angie Perdoname. No sé qué me pasa.
Max ¿Oyen? Empiezan a sentirse confundidos.
Ojeda ¿Te sentís bien?
Angie Sí. (Se excita.) Me siento un poco... Ojeda, vení.
Ojeda No, Angie.
Angie No sé qué me pasa. (Silencio. Angie está cada vez más excitada.) Ojeda.
Ojeda Angie, por favor. Yo... quiero mucho a Celina, ya sabés. No puedo...
Mónica Muy bien, muy bien.
Angie Perdoname.
Ojeda Siempre me gustaste, Angie; quiero decir, sos muy hermosa... pero... Me estás
confundiendo, Angie.
Julia Oh.
Silencio. Angie avanza hacia Ojeda.
Ojeda Esperá.
Angie ¿Qué pasa?
Ojeda ¿No sentís algo?
Angie ¿Qué?
Silencio.
Ojeda Como si... Como si hubiese algo.
Angie ¿Algo como qué?
4D Óptico 62
de Javier Daulte
Sordo Esther, escuchame. Ingresan Max, Rina y Julia. Max trae un par
Esther ¿Es que no vas a dejarme tranquila? de botellas de champagne.
Max Y copas.
Rina No sé dónde puede haber. Ah, ya sé.
Sí. Donde guardamos las ópticas. Al lado
hay un armario pequeño donde hay unos
catéteres. Me parece haber visto ahí una caja
con unas de plástico.
Max Perfecto.
Esther Despedime de los demás. Max sale. Es como que las mujeres estaban
Angie ¿Te vas? esperando a quedarse solas.
Esther Por supuesto. Esta casa está maldita.
No es extraño que hayamos fracasado. El
resentimiento de los Urkel ronda por todas
partes.
Sordo Al menos dejame llevarte hasta la
estación.
Esther Prefiero caminar. (Sale.)
Sordo ¡Esther!
Sale tras ella. Rina ¿Róber se te declaró?
Julia Sí.
Rina ¿Pero cuándo fue?
Julia Ahora mismo. Hace un momento.
Rina ¿Pero y qué te dijo?
Julia (Con excitación y nervios.) Que él
siempre me había querido, que yo era la
mujer de su vida, qué sé yo, cosas...
Rina ¿Y vos?
Julia Salí corriendo.
Rina ¿De verdad?
Julia Rina, Rina; ¿te puedo pedir un favor?
Rina ¿Qué?
Julia No se lo cuentes a nadie.
Rina ¿Por qué?
Julia No, no, en serio. Es que me da mucha
vergüenza... Además si después no es…
Entra Alma.
Alma (A Julia.) Felicitaciones, linda.
Julia ¿Pero qué es esto? ¿Ya lo sabe todo el
mundo?
Alma Lo publican el jueves próximo en el
Por otra puerta vuelven a entrar Senillosa Muy Interesante. (Ríen.) Te lo merecés,
seguido de Ojeda. Julia. (Se abrazan.)
Ojeda Te juro que todo va a salir bien.
Todavía tenemos la gargantilla de Gina.
Angie Esther se fue. Y supongo que con la
gargantilla.
4D Óptico 67
de Javier Daulte
Ojeda ¿Adónde?
Angie ¿Es que eso interesa tanto ahora?
Ojeda Angie, Senillosa. Mantengámonos
calmados. Ahora más que nunca.
Angie Voy a hacer la valija. (Empieza a
salir.)
Ojeda ¡Angie! (Pero Angie sale. Silencio.) Ingresa Róber.
Róber ¿Pero qué es todo este cotorreo?
¡Mierda, mierda, mierda!
Rina Me voy a ayudar a Max a encontrar las
copas. (Sale.)
Alma Yo también. (Sale.)
Senillosa Si querés seguir con esto, hacélo Róber y Julia quedan solos. Se miran. La
vos mismo. (Saca la pistola y la deja sobre sonrisa se desvanece en sus rostros. Julia
la mesa. Por el lugar.) Hay algo que no está asiente levemente con la cabeza.
bien acá.
Ojeda permanece solo un momento. Ingresa Julia Vamos. Que no nos dejarán en paz.
Mariana. Comienza a quitar los manteles de Sale con Róber.
las mesas.
Ojeda ¿Qué hacés?
Mariana ¿Qué te parece? Se terminó la
fiesta. ¿O es que se te ofrece algo más?
Deberías estar haciendo la valija ahora
mismo vos también. No entiendo cómo pude
confiar en ustedes. Desde el primer instante
supe que no eran de fiar. (Ojeda intenta
intervenir.) Silencio. Esta es mi casa, por si
no te enteraste. Ustedes son unos farsantes y
de muy poca monta. ¿Querían asesinarla?
Bueno, lo hubieran hecho. Lo hubieran
hecho. Pero ni para eso sirven. La Mansión
Urkel es mi territorio. Les dejé creer que
estaban en su propia casa. Quería un poco de
publicidad. ¿Es mucho pedir? Poco me
importa lo que pase acá. Pero esta patética
situación, no. Quiero un poco de clase, la
que se merece la Mansión para su
decadencia. Les seguí el juego porque creí
que tendría algo de gracia. ¿O pensaban que
estaba de verdad entusiasmada por un
concierto pop de dudosa calidad? Pero un
asesinato no estaba mal. No estaba nada mal.
Pero lo echaron a perder. Y ahora andate.
Quiero estar sola. ¡Que te vayas!
Ojeda sale. Mariana queda sola. Advierte el Entran Alma, Julia, Róber y Max. Todos
arma que dejara Senillosa sobre la mesa. Se llevan copas con champagne. Entra Paulina.
acerca a ella. La aplauden.
4D Óptico 68
de Javier Daulte
Gina Mariana.
Mariana Lo iban a hacer de todos modos.
Gina No, Mariana.
Gina intenta huir, pero Mariana dispara. El disparo alcanza a Gina, que cae muerta. Un
agujero se abre en la pared. Mariana deja la pistola sobre la mesa y sale. Silencio. De
pronto se oyen corridas y voces que vienen de fuera. “¿Qué fue eso?” “Por acá.” “El
salón escarlata.” Ingresan Ojeda, Sordo, Angie, Celina y Senillosa.
Celina ¡Gina!
Angie ¿Pero quién fue?
Sordo (Tomando el arma de encima de la mesa, a Senillosa.) Es la tuya.
Todos lo miran.
Senillosa Yo no fui.
Mariana (Ingresando con un inalámbrico en la mano.) Acabo de llamar a la policía. Están
viniendo para acá. Sin quieren evitarlos, los invito a irse sin demora.
Todos se miran.
Ojeda Vamos.
Salen todos. Pero ya fuera, Sordo advierte el agujero que se produjo en la pared y se
detiene ante él.
Sordo (Off.) Senillosa.
Senillosa (Off.) ¿Qué pasa?
Sordo (Off.) ¿Y este agujero?
Senillosa (Off.) ¿Qué agujero?
Sordo (Off.) Este.
Senillosa (Off.) No sé.
Sordo (Off.) Mirá.
Se agacha y mira al otro lado (que es la escena). Ve un lugar completamente nuevo para
él: el laboratorio. Pasa de este lado.
Sordo ¿Pero qué es esto?
Senillosa (Off.) Vamos, Sordo. No nos podemos quedar acá. (Pero se asoma y queda
pasmado ante lo que ve.) ¿Qué es esto?
Sordo Es un laboratorio.
Ingresa. Se agacha y mira hacia el otro lado. Ninguno de los dos comprende nada.
Comienza a caminar por el lugar.
Senillosa Vámonos, Sordo.
Sordo Ya voy. No te preocupes. Ya voy.
Senillosa Dos minutos. Estamos en el coche.
Sordo Ya voy.
Senillosa se aleja. Sordo está como hipnotizado por el lugar. Cuando se vuelve hacia
donde está el pizarrón descubre las Curvas de Giraux donde está, entre otras muchas
cosas, apuntado su nombre. Su desconcierto no puede ser mayor. De pronto ingresa por el
fondo Andy tal como apareciera detrás de Max en la primera escena. Sordo se vuelve y lo
ve. Ambos quedan inmóviles. Andy se acerca con la máquina de cortar el césped. Sordo se
pone muy nervioso.
Sordo No te acerques.
Andy ¿Qué?
4D Óptico 70
de Javier Daulte
Epílogo
Laboratorios Roosenvart. Sordo está sentado en una silla. Tiene todo el aspecto de un
autista. Paulina le da de comer una papilla con una cuchara.
Paulina A ver, a ver... Una cucharada para Rina. (Pero Sordo no come.) ¿Para Paulina?
(Sordo no come.) ¿Una cucharada para Róber? (Sordo come.)
Rina Muy bien.
Paulina Muy bien. Muy bien, Sordo. Ahora viene Róber. Ahora viene. Si te comés la papa
viene; si no te comés la papa, no va a venir. (Sordo come.) Muy bien.
Rina Es notable el cariño que le tomó.
Paulina ¿A Róber? Muchísimo.
Rina Y Róber a él. Además los veo bastante parecidos.
Paulina ¿A él y Róber?
Rina ¿No te parece?
Paulina No. Bueno, un poco puede ser. ¿Creés que va a volver a hablar?
Rina Quién sabe. Imaginate que sin previo aviso tu realidad desaparece como por arte de
magia y no hay ninguna posibilidad de volver a ella.
Paulina Lo oí llamando a Esther en sueños.
Rina Ay, pobrecito. Es lógico ¿no? Para él nosotros debemos ser un sueño.
Paulina A ver si entendí bien. Entonces... el agujero se abrió cuando mataron a Gina y se
volvió a cerrar con la muerte de Andy.
Rina Según parece sí. Es la única explicación posible.
Paulina Pobre Andy.
Rina Sí, pobre.
Ingresan Alma, Julia, Mónica y Max. Estos dos últimos, vestidos de viaje. Vienen
conversando animadamente.
Paulina (Ofreciéndole más papilla a Sordo.) ¿Una para todos? (Pero Sordo no come.)
Alma Buenas noticias. Mónica acaba de hablar con Juan Segundo en la Fundación y nos
aumentan el presupuesto para trabajar sobre las R.A en un... (Suspense. Muestra con los
4D Óptico 71
de Javier Daulte
dedos. Primero uno. Luego dos. Finalmente tres. Nadie puede creerlo.) ¡Sí! ¡Un CERO
COMA CERO TRES POR CIENTO!
Rina ¿De verdad?
Alma Sí.
Aplausos y chiflatina. Mónica hace la V de la victoria.
Julia ¡Por Mónica!
Todos aplauden.
Mónica ¡Por el presidente Juan Segundo!
Todos ¡Por el presidente!
Más aplausos y vivas.
Mónica Bueno. Es cierto también que Juan me debía un par de favores.
Max Moni...
Risas.
Alma ¿Y Róber?
Max Que venga ya este hombre que se nos va a hacer tarde.
Julia (Hacia fuera, por una de las puertas, llama..) ¡Róber, amor! ¡¿Podés venir?!
Alma (A Mónica y Max.) ¿Los llevo al aeropuerto?
Paulina ¿Puedo llevarlos yo... (se acerca a Max) ... a este guapo y a (por Mónica) esta roba
hombres? (Todos ríen.)
Mónica Paulina...
Alma (Entregándole las llaves de su coche.) Los dejás y volvés en seguida que tenemos
mucho trabajo que hacer.
Paulina (Hace la venia.) ¡Sí, señor!
Rina Que tengan una hermosa luna de miel.
Mónica ¿Luna de miel? No nos casamos todavía.
Rina Bueno. Pero cuando lo hagan no se olviden invitarnos.
Ingresa Róber.
Max Róber. Al fin, hombre. Pensé que no vendrías a decirnos adiós.
Róber Acá estoy. Acá estoy.
Julia Y cada día más hermoso. (Lo besa.)
Rina ¿Ya sabés lo de la Fundación?
Róber Una excelente noticia ¿cierto? Un cero coma cero tres por ciento.
Max Bueno, que nos vamos.
Julia A ver cuándo me llevás de viaje vos.
Róber Cuando me quede con dos mil euros de alguna Mansión Urkel nos vamos a ir donde
vos quieras.
Max ¿Qué insinuás? Esos dos mil euros aparecieron en el bolsillo de mi pantalón y nadie
hizo ningún reclamo. Ni siquiera el Sordo.
Róber (A Sordo.) ¡Sordo! ¿Cómo estás?
Todos lo miran. Sordo continúa impertérrito.
Max Hay que ver cómo se anima cuando te ve.
Róber (A Paulina.) ¿Comió?
Paulina Dos cucharadas de puré.
Róber (A Sordo.) ¡Muy bien! ¡Muy bien, Sordo!
Mónica Adiós Rina. Fue un placer conocerte.
4D Óptico 72
de Javier Daulte
Créditos
Mientras el público abandona la sala, en off suena la voz de Angie tal como la
escucháramos en la primera secuencia de la segunda parte.
Angie “Harta de ti, Gina.”
Se oye el tema Harta de ti2.
Gina canta.
Gina
Es dura la realidad
Me dices que no aguantas este sufrimiento
... lo lamento.
Yo nunca supe la verdad
Y lo que dicen de ti por ahí, lo lamento
Pero es cierto.
2
Tema Harta de ti. Música de Carles Torregrosa. Letra de Carles Torregrosa y Javier Daulte.
4D Óptico 73
de Javier Daulte
Te llamo y no estás
Yo vengo y tú vas, harta de ti...
Me quiero entregar
Me quiero escapar, voy a mentir...
Harta de ti.
Javier Daulte
Barcelona, 9 de Noviembre de 2003