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TRABAJO

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Análisis de “Huellas en la Nieve” de Roberta Carreri

Para la realización de este trabajo, además de ver la obra en cuestión,


también realice una investigación sobre Roberta Carreri, su vida, carrera e
inspiraciones para sus movimientos

Llegando a “Huellas en la Nieve”


Después de tres años de entrenamiento diario, su improvisación sobre el
mismo tema ya estaba llena de imaginación y sutileza.

Llega el momento esperado, una iniciativa que trasciende la fácil


enumeración de presupuestos técnicos y el recuento de la trayectoria del
colectivo de Barba, para transformarse en una meditación sobre un modo
de comprender el teatro y la actuación, en una vivencia cálida y pródiga
en detalles humorísticos. escena.

La maestría de Roberta resulta evidente cuando danza con movimientos


que nos remiten a las tradiciones de Japón, Bali y la India, cuando recrea
los cantos de los pigmeos de Nueva Guinea o del pueblo tuvá de Siberia, o
cuando se transforma, gracias al dominio del cuerpo y de las cuerdas
vocales, en personajes diferentes, desde el ingenuo y divertido Gerónimo
—un clown definido por su creadora como “una chispa de vida”, una
alusión a “ese núcleo de nuestra alma que continúa siendo niño
Huellas en la Nieve

En su demostración de trabajo, Roberta se desplazó por medio de las tres


estaciones que han marcado su carrera, su aprendizaje constante, su
averiguación incesante en el dominio corporal y la mente como materiales
básicos en el trabajo del actor.

Reaccionando a fuentes extra cotidianas, a saberes de distintas


civilizaciones, tratando en las artes visuales códigos que después
reinterpretó en el salón de ensayo y a partir del entrenamiento, la actriz
se plantea como un proceso infinito de texturas, de sedimentaciones, que
tratan de colocarla como un eje presente en el aquí y en el ahora versátil y
sobresaturado que es la escena.

Dominar todo ello, la escalera de la técnica, sin que la pasión


disminuya o convierta al actor en un autómata demasiado perfecto,
es cosa que ella explica desde su trabajo físico con objetos y
elementos, y mediante varios de sus personajes: Gerónimo, que
parece venir de la commedia dell´arte y el circo.

A lo largo de dos horas Roberta descompone, des-segmenta,


combina, edita, replica y reajusta su biografía en función de expandir
su cuerpo y su hoja de vida ante nosotros. Que lo haga dejando una
sabiduría que también llega como acto compartido y no desde una
cátedra fría, hace que la experiencia se multiplique en muchos otros
estímulos, y nos recuerde que el Odín, más allá de su leyenda propia,
de las décadas de trabajo intenso, de la distancia que nos separa de
Holstebro y Dinamarca, lo integran personas, rostros, identidades
que saltan más allá de las fotos de esos libros y de las escenas de
esos videos.
En Huellas en la nieve, la actriz habla sobre algo que suele permanecer
invisible durante una representación y cuál es su técnica.
De forma clara y fluida, expone una serie de premisas básicas para los
actores del Odin Teatret. Inicialmente hace énfasis en las posibilidades de
cada parte del “territorio del cuerpo” para expresar actitudes y emociones
antagónicas, y desarrolla secuencias de entrenamiento para ilustrar cómo
el mismo movimiento puede alcanzar infinitas variaciones según su
tamaño, dirección, velocidad e intensidad. Un segundo segmento está
enfocado en la voz y en la importancia del dominio de los resonadores.
Roberta apelaba a una metáfora para referirse al proceso investigativo en
que ha estado metida durante su carrera, al comparar el cuerpo con un
continente con ríos, montañas y llanuras dentro del cual hay oro,
esmeraldas, diamantes, incluso petróleo y para descubrir esa riqueza
interior, ha tenido que excavar arduamente y así encontrar esa parte
dentro de ella, afirma que ha sido un trabajo geológico.
Huellas en la nieve es un testimonio de ese arduo camino y una
celebración al oficio del actor.

Datos más puntuales y empezando huellas en la nieve.


Roberta nos cuenta que la danza que nos muestra, esta inspirada en su
encuentro con los maestros del teatro oriental que en su momento ocupo
10 años de su vida, esa danza tuvo un entrenamiento físico muy
importante, así como una preparación personal y ser un actor libre…
¿Cómo que libre?, Pues la maestra Roberta nos cuenta que el estar libre,
es una referencia a lo que ella llama “Los automatismos de la vida
cotidiana.” Por eso es que, en su entrenamiento y experiencia,
recomienda que todo actor debe aprender acrobacias, ya que esta es muy
importante, ya que se conseguirá conectar cuerpo y mente; si mente
abandona tu cuerpo, tu cuerpo cae y se hace daño, por eso no hay mejor
maestro zen que el suelo, porque este nos despierta cada vez que
perdemos la concentración.
Teniendo ya el control de cuerpo y mente, se podrán hacer acrobacias con
dinámicas fuertes y rápidas, para llenar el espacio con energía o podemos
hacerlos en cámara lenta.
Los ejercicios y acrobacias a cámara lenta serán tu mejor amigo al
momento de practicar la concentración, al moverte muy lentamente,
centímetro a centímetro, te veras obligado a entrar en modo zen y tu
concentración aumentara, deberás pensar con todo tu cuerpo para no
caer y no hacer un movimiento rápido, lo único que no podemos controlar
es nuestro cabello, de resto debemos tener control total de nuestro
cuerpo y jugar con la gravedad y así lentamente empujar, retener y
desplazar el cuerpo, incluso conocerte tan bien, para saber como colocar
tus pies para levantarte sin movimientos bruscos; La pérdida de
concentración será evidente, ya que al perderla alguna parte de cuerpo se
moverá más rápida.
Debes tomar en cuenta que incluso la caída de 1cm, sigue siendo una
caída, debes controlarla, la cámara lenta, no es sólo cuestión de velocidad,
también de pulso.
Lo podemos trabajar con principios, ósea, un marco de reglas, en el cual
podemos improvisar.

Primera “estación”
El principio de trabajar con los pies y las manos.
El objetivo de trabajar con los pies es encontrar nuevos
modos/posibilidades para desplazar el cuerpo, incluso las manos, nunca
danzamos con ellas.

El trabajo con las manos y los pies, es la nueva búsqueda de un modo


natural de estar, pero no naturalista.

Otro principio que es importante es el de la introversión y extroversión,


cada parte del cuerpo puede vivir este espectro, hombros, brazos, manos,
piernas, etc… Y gracias a esto podemos ofrecer un dialogo entre las
distintas partes del cuerpo.
Recuerda siempre anotar las cosas importantes que veas de tus ensayos,
lo que funcione y guste, para así llegar a la creación de un personaje
propio.

Aquí ya conseguirías liberar el cuerpo de los automatismos de la vida


cotidiana y aquí llegamos a…

La segunda estación.
El momento de gran libertad, pero también gran soledad, el
entrenamiento se volverá individual, aquí deberás decidir sobre que
trabajar y como, aquí buscarás la inspiración y esta proviene de cualquier
lugar, teatro, libros, cine, fotografías, cualquier representación de arte.

Llega el punto de enfrentarse a las limitaciones, NUNCA cedas ante ellas,


el humano produce algo llamado endorfina, una sustancia química
parecida a la morfina y a la adrenalina.

Debes conocer tus limitaciones, así como tus fortalezas, ya que al practicar
esta profesión siempre cargaras tu cerebro, porque harás movimientos en
distintas velocidades, incluso direcciones, grande, pequeño, izquierda,
derecha, arriba, abajo y a esto le agregamos distintas energías y así
irradiar más, cosa que se puede lograr hasta con el movimiento más
pequeño, pero intenso, la maestra Roberta le llamada el principio de
segmentación, que significa que solo puede mover una parte del cuerpo a
la vez, pero puedes ir rotando esta regla.

Durante todo este proceso, llegara un punto que seremos “uno” con la
acción, dado que no es lo mismo “decidir” y “accionar”, que ser “uno” con
la acción; existe una diferencia entre el pensar, acción y realizarla, y en ser
“uno” con la acción.
Una acción es diferente a un movimiento, un movimiento no cambia nada
en el espacio, una acción siempre cambia algo, o quiere cambiar algo, aquí
llegamos a la tensión, esta haría que el cuerpo se preparase para poder
levantar, empujar el objeto dado.
El “trabajar en movimiento” es aquel principio de recolectar imágenes o
improvisarlas y hacer como un collage, para así representarlo con la
tensión que amerita y hacer una galería de imágenes y movimientos.
La voz puede tener cinco direcciones y le podemos colocar color con la
nariz o garganta, o podemos colorear nuestra voz imaginándonos
elementos naturales, como una niebla, hielo o agua fluye, por ejemplo, o
improvisar sobre una tonada que conozcas y aplicarle estos
conocimientos.
Hay momentos en un texto, donde la acción física y la acción vocal y la
descrita, corresponden y crear así, una armonía perfecta, incluso ir
dándole colores a esta combinación o asociar cada palabra, movimientos y
tono de tu voz a algo, para que se te sea más cómodo.

El consejo y análisis de un amigo


Ya en este punto la maestra Roberta nos dice que además de la “técnica
técnica y técnica” que es esencial en el arte, esto no es lo que el
espectador debe ver y cita a un amigo:
“La técnica es como una escalera de hierro fría, negra y fea, es necesaria,
pero entonces, empieza a nevar y la nieve cubre la escalera, esta se vuelve
blanca, bella, suave y brillante bajo el sol.”
La nieve es el espectáculo, donde el espectador no debería ver la técnica,
pero la técnica está ahí, debajo.
Con esta frase y un hermoso performance termina, nuestra querida
Roberta.

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