Ramatís (Espanol) 01 La Vida en El Planeta Marte y Los Discos Voladores
Ramatís (Espanol) 01 La Vida en El Planeta Marte y Los Discos Voladores
Ramatís (Espanol) 01 La Vida en El Planeta Marte y Los Discos Voladores
Voladores
La Vida en el
Planeta Marte
y los
Discos Voladores
Ramatís
Psicografiada por: Dr. Hercilio Maes
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
MI GRATITUD
HERCILIO MAES
Curitiba, Agosto de 1955.
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
ACLARACIONES NECESARIAS
Hermanos míos:
Al poner en vuestras manos esta obra, "Y LOS DISCOS VOLADORES", de Ramatís, debo aclarar
la naturaleza del asunto porque, a muchos les parecerá extraño, y a otros, tal vez fantasioso. En
tanto, para aquellos que ya conocen los fenómenos mediúmnicos, no les causará asombro que la
criatura del mundo físico pueda ser un canal o antena viva, apta para recibir los pensamientos de los
que ya partieron de este mundo. De otro modo, el aspecto insólito del caso consiste, apenas, en que
una idea las entidades se encuentra fuera del plano de los llamados "vivos"; pues el fenómeno, en su
realidad abstracta, nada más es que la transmisión del pensamiento, ya exhaustivamente
comprobado, y que es clasificado con el nombre de telepatía. Y en vista de que yo figuro en esta obra
con la función de "médium", o sea, como intermediario entre el Más Allá y la Tierra, creo oportunas
las aclaraciones que paso a exponer:
Cuando yo contaba la edad de tres años, se dio conmigo un hecho excepcional que, muchas
veces, fue considerado por mi madre. Cierta mañana, en la cocina de nuestra residencia, en Curitiba,
surgió frente a mí la figura majestuosa de una entidad que, ahora, puedo determinar como la de un
espíritu que se presentaba recortado en medio de intensa masa de luz refulgente, cuya aura, de un
amarillo claro, puro, con cambiantes dorados, era circundada por una franja de filigranas en azul-
celeste, levemente tonalizada en carmesí. Su traje un tanto exótico, se componía de amplia capa que
bajaba hasta los pies y que cubría su túnica de mangas, ajustada por un largo cinto esmeraldino. Las
calzas eran apretadas en los tobillos, como las que usan los esquiadores. La contextura de toda la
vestidura era de seda blanca, inmaculada y brillante, rebordeando un maravilloso lirio translúcido; y
los zapatos, de satín azul verdoso, eran amarrados por cordones dorados que le enlazaban atrás,
encima del calcañar, a la moda con que los antiguos griegos ajustaban sus sandalias. Le cubría la
cabeza un singular turbante de muchos pliegues o dobleces, sobre el cual ostentaba centellante
esmeralda, y ornamentado por cordones finos, de diversos colores, que le caían sobre los hombros.
Ligeramente, pude entrever los mechones de sus cabellos, obscuros como azabache. Sobre el
pecho, tenía una cadena formada por pequeños hilos de fina orfebrería, de la cual pendía un triángulo
de suave lila luminoso, en el que figuraba una delicada cruz alabastrina.
Tal indumentaria no denunciaba una expresión definida, pero sugería algo de iniciático: una
mezcla de trajes orientales. Después vine a saber que se trataba de un vestuario indochino, un tanto
raro porque era un modelo sacerdotal antiguo, muy usado en los santuarios de la desaparecida
Atlántida.
Deslumbrado por la intensa aura de luz que invadía todo el aposento y señalando el magnífico
personaje, decía a mi sorprendida madre, que estaba allí ¡el "Padre del Cielo"!
Naturalmente, como criatura tierna, cuyo espíritu aun se encontraba libre de las contingencias
opresivas de la materia, yo afirmaba con los ojos del espíritu aquello que mi madre no conseguía ver
con la vista física. La fisonomía insinuante de la entidad, retenía mi atención. Sus ojos aterciopelados,
castaños obscuros, iluminados de ternura, me dominaban con su brillo, que irradiaba bondad y
voluntad poderosa. El espíritu me miró amorosamente, y en la profundidad de su mirada
impresionante, sentí el efecto y casi el recuerdo de un pasado distante, que me hacía conocerlo en la
intimidad del alma. Y cuando en angélica actitud él hizo gesto de apartarse, percibí en sus lóbulos
centrales de la frente, dos focos luminosos, que fulguraban hacia lo Alto. Enseguida se esfumó
rápidamente, dejándome en la retina espiritual, grabada su imagen para siempre.
Ese fue mi primer contacto con Ramatís.
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
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Al cumplir treinta años de edad, un día, después de breve lectura, cuando reposaba en el lecho,
he ahí que, inesperadamente, su imagen resurge en la tela de mi pensamiento, aunque sin la
precisión de los detalles que pude observar en mi infancia. Y, a través del fenómeno de "audición
mental", presentía su voz en el silencio y en la intimidad de mi alma, como recordándome de cierto
compromiso de trabajo en relación con un objetivo ideal. En esa quietud del espíritu, imágenes y
fragmentos de paisajes egipcios, chinos, indios, griegos y otros, desfilaban en mi mente como un film
cinematográfico, causándome emociones tan llenas de encanto que, al despertar, tenía los ojos
llenos de lágrimas; y en lo íntimo de mi alma, me sentía, efectivamente, ligado a una promesa de
sacrificio, desinteresada y realizable, pero entre las opiniones más contradictorias. De ahí mi actual
despreocupación en cuanto a la crítica favorable o contraria sobre las comunicaciones que recibo de
Ramatís, seguro como estoy que sólo el de cursar del tiempo comprobará las realidades que él viene
enunciando por mi intermedio.
En esa época yo intentaba el desenvolvimiento mediúmnico, pues el exceso de fluidos que
vibraba en mí, se transformó en un fenómeno de opresión y ansiedad, que me llevó a los consultorios
médicos, ingresando entonces en la terapia de sedantes y tratamientos de neurosis y de sangre sin
que, no obstante, consiguiesen identificar la verdadera causa de mi estado, que era por completo, de
orden psíquico. Felizmente, un amigo me sugirió que debía "desarrollarme en un centro espiritista".
Acepté la idea y, efectivamente, en menos de treinta días, recuperé mi salud, en cuanto a aquel
estado aflictivo y anormal de perturbaciones emocionales. Me hice devoto a una lectura intensa en el
sector espiritualista. Pero no conseguía librarme de la compleja confusión anímica, que es el "vía
crucis" de la mayoría de los médiums en aprendizaje. En mi deslumbramiento de neófito, sentí, con
alborozo, el ansia de obtener o desenvolver, lo más pronto posible, la mediumnidad sonambúlica,
pues aún ignoraba que las facultades psíquicas exigen exhaustivo esfuerzo ascensional y que la
disciplina y e! estudio, la paciencia y el criterio cristiano, son los cimientos fundamentales del buen
éxito. Además de eso, el dolor, con todos sus recursos, exentos de piedad, me asaltó por largo
tiempo; enfermo, fui sometido a cuatro operaciones quirúrgicas. Los sufrimientos morales,
aumentados por perjuicios económicos, me encerraron en una situación acerba en la que el alma se
ve forzada a mirar en las profundidades de sí misma, en busca de un mundo extraterreno, liberto de
las ansiedades mezquinas y de carácter transitorio.
Entonces, en el silencio de las noches de insomnio, meditando profundamente, conseguí
acorazarme con la resignación intrépida que decide al hombre a aceptar todas las espinas, cuando se
pone al servicio del Divino Maestro. Y mi alma oyó el cántico sublime de aquel amor que nos lleva a
comprender que somos una unidad cooperadora del equilibrio del Universo Moral, sirviendo a Dios y
al prójimo.
Después de haberme impuesto esa ruta a mí mismo, un día escuché la voz amiga y confortadora
de Ramatís para guiarme. Entonces, mi mediumnidad comenzó a florecer como la flor cuya raíz
encontró un suelo rico en energías vivificantes.
Tiempo después, comencé a escribir, activado por una intuición viva y notando que las ideas,
muchas veces, me surgían rápidas, tan aceleradamente, que no me daban tiempo a fijarlas en el
papel, ni a poder atender las reglas del lenguaje ni el ajuste correcto del vocabulario. Aun escribiendo
bajo el imperio de mi voluntad, era intenso el flujo de pensamientos que ligaban, explicaban y
coordinaban el asunto a tratar, avanzando más allá de mi capacidad dactilográfica.
Deslumbramientos súbitos y motivos cósmicos se delineaban inesperadamente, y casi perdía el
contacto con el mundo de las formas. Hubo momentos en que juzgué oír el "susurro" de la irrigación
de la savia bajo la corteza del árbol y en los retoños y ramas del rosal. Las configuraciones limitadas
de las cosas materiales se esfumaban de mi mente y me sentía integrado en el todo Cósmico.
Entonces, fui tomado por la euforia de querer transmitir a todos esa sensación desbordante de júbilo
espiritual. Puro engaño. Ante las miradas espantadas y las críticas superficiales, sufrí grandes
decepciones, que me encerraron en un mutismo constreñido. Algunos cofrades no escondían su
temor ante mis palabras; otros se referían a lo exótico de mis divulgaciones. Más tarde, me
acostumbré, por ser tan imposible hacerme entender, como sería a un ciego de nacimiento hacerle
comprender los esplendores cromáticos de la aurora boreal. Con todo, a pesar de ese ambiente de
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dudas, decepciones e incomprensión, mi facultad receptiva se fue acentuando hasta que, finalmente,
fue posible colocarme en plena afinidad con Ramatís, aquella figura resplandeciente que viera en la
infancia, pudiendo, ahora, recibir sus comunicaciones sobre asuntos y problemas sustanciales como
los de esta obra.
Para otros lectores, tal vez sea de poco interés una obra que se ocupa de, cuando realmente,
aun no sabemos orientar nuestros destinos en la Tierra; mas semejante concepción es bastante
precaria, pues si el criterio de Cristóbal Colón hubiese sido idéntico, él no se hubiera arrojado a la
patética aventura de descubrir la América.
Acontece, todavía, que todos los impulsos o hechos que se relacionan con la evolución de los
mundos, obedecen a un determinismo intransferible, que hace "explotar" el acontecimiento en la hora
exacta; y los obstáculos u óbices humanos que se le antepongan, la Ley Cósmica los remueve
fácilmente. Así, en tales situaciones, surgen los "acasos", inesperados y siempre providenciales,
como elementos accesorios e indispensables a la concretización del objetivo a la vista. Y el caso de
Colón no escapó a los imperativos de la referida Ley. Por eso, la carencia de recursos, no detuvo su
voluntad, y los mismos aparecieron, obtenidos o favorecidos por la propia reina Isabel, mediante la
venta de sus joyas. Y, si en la mente del intrépido "soñador" o visionario, no se apagaba la luz del
miraje que lo incendiaba, fue porque, conforme él dejó anotado en la obra que escribió con el título
"Libro de las Profecías" (refiriéndose a la existencia de otro continente), sentía una fuerza o intuición
viva que lo llevó a desahogarse así: "¿Quién duda que esta inspiración no me fue dada por el Espíritu
Santo que, con sus rayos de luz maravillosa, me viene avivando y ordenando que yo prosiga y, aún
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sin cesar un momento, continúa inspirándome con entusiasmo, consolándome con la lectura de la
Sagrada Escritura, en los libros del Viejo y del Nuevo Testamento, con las epístolas de los
bienaventurados apóstoles?"...
Así, guardada la distancia que puedan atribuir a esta obra sobre, como de valor secundario, ella
no escapará a la ley regente de la evolución social. Y por eso, como todas las del mismo tenor, fue
también inspirada y concretizada mediante la articulación de los dos planos, el plano invisible y el
nuestro, habiendo sido el signatario de estas aclaraciones apenas un vehículo o instrumento humano,
para darlas a conocer a nuestro mundo.
En su íntima sustancia, la "Vida en el Planeta Marte y los Discos Voladores", viene a dar un alto
relieve a la afirmación de Jesús: "En la casa de mi Padre hay muchas moradas". Es evidente que
esta obra sólo encontrará eco edificante en los corazones ansiosos de la verdadera cristianización del
hombre, considerando que semejante conquista moral es la única eficaz y segura para fundar la paz
en la Tierra y asfixiar, para siempre, la estúpida moral de los códigos humanos, cuya mentalidad
induce a la ciencia a agotarse en el afán de descubrir el medio más eficiente de asesinar hombres,
mujeres y criaturas, por millones, mediante el exterminio provocado por las explosiones atómicas.
Ramatís dice que su última encarnación en la Tierra fue en el siglo X, y que su desencarnación
ocurrió en el año 993, en la Indo China, después de haber fundado y dirigido un templo iniciático, que
era frecuentado por decenas de discípulos. En comunicaciones de carácter íntimo, Ramatís nos
señaló varios de sus antiguos discípulos, reencarnados en el Brasil, los que, efectivamente, están
cooperando con entusiasmo en las tareas de aquellos que lo conocieron en la Indo China, en la India,
en Egipto o en la Grecia; y los más afines, vivieron con él en la Atlántida y en Lemuria.
No tenemos autorización para dar mayores informaciones sobre su espíritu, por considerarlas él
inoportunas. En reuniones privadas, supimos que Ramatís viene operando, desde el plano astral,
hace mucho tiempo; pues conociendo el trabajo sideral de la humanidad terrena, él se esfuerza para
cooperar en su evolución. El triángulo con una cruz, que le cuelga sobre el pecho, es su insignia de
integrante de la Fraternidad de la Cruz y del Triángulo, orden desconocida para nosotros. Muchas
veces menciona los numerosos iniciados que pasaron por nuestro mundo predicando la Verdad en
todas las latitudes de nuestro orbe, y afirma que "Jesús de Nazareth fue el más fiel intérprete de la
Mente Divina".
HERCILIO MAES.
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
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Por el hecho de que el hermano Hercilio Maes, intérprete del eminente espíritu que se asigna
Ramatís, incluyó mi nombre en el triángulo afectivo de las tiernas dedicatorias que inician esta obra,
hallé indispensable justificar, en parte, la razón que tuvo su bondad para favorecerme, también, con
esa ofrenda tan generosa y cautivante.
Además, al identificar tal gesto, daré a conocer otros aspectos interesantes respecto a su trabajo,
al tratarse de una obra que, por la naturaleza insólita de su contenido, por la singularidad
impresionante de su origen, y aún por su procedencia intelectiva y espiritual, exige que todos los
episodios o elementos que forman su estructura, sean anotados y aclarados en sus más mínimos
detalles. Debemos tener en cuenta que la crítica apasionada o imparcial que sus revelaciones van a
producir, en todos los sectores del pensamiento, después de la profunda emoción que causará el
esplendor de sus maravillosos alto-relieves morales y espirituales, dislocará su análisis hacia el
ángulo de los aspectos fenoménicos, a fin de penetrar y definir con precisión, todas las
configuraciones de su conjunto.
Independiente de tales motivos, las conclusiones de sus premisas no se destinan al ámbito
restringido de cualquier grupo o sector social. Tienden, sí, a despertar y aclarar la razón y orientar la
conciencia de la propia humanidad, respecto del más asombroso problema del Universo Moral, como
es el de la pluralidad de los mundos habitados.
Porque, a despecho de los vuelos y de las conquistas espectaculares de la ciencia de nuestros
días, en el afán de descifrar los problemas transcendentales del Cosmos, la persecución metafísica
de la incógnita suprema, aun permanece momificada en el subsuelo de la misma ignorancia, estática
e inerte, de la escolástica de la Edad Media.
Así, como documento concerniente a la articulación racional de los elementos subsidiarios o
inherentes a la hechura de esta obra, paso a aclarar cómo y por qué aparezco ligado a ella.
Obedeciendo a la intuición viva que, en psiquismo, puede ser definida como una especie de fonación
intracerebral, fui dominado por una ansia irresistible de ir a Curitiba, y encontrarme con Hercilio Maes.
Hasta que, un día, inesperadamente, decidí ir a la capital de Paraná, en donde me hallaría por
primera vez. Allá, me presenté al hermano, quien muy amable, indagó sobre el motivo de mi viaje y
de mi visita. Respondí que, hasta aquel momento, solamente podía decir que una intuición viva y
persistente me inducía a ir a aquella ciudad con el deseo exclusivo de visitarlo, sin invitarme y sin
conocerlo sino a través de un folleto - CONEXÁO DE PROFECÍAS - constituido por párrafos de una
obra de Ramatís y que, según anotación de la misma, sólo podrá ser dada a la publicidad en el año
1956
Conversamos algunos momentos. Después, nuestro hermano fue a buscar unos papeles y,
refiriéndose a los mismos, dijo: "Usted vino en la oportunidad en que Ramatís me autorizó a publicar
una obra interesante y de gran tamaño, sobre, y que yo psicografié, transmitida por ese gran mentor
invisible, y que hasta hace poco conservaba en secreto; mas, ahora, con su autorización, ya puede
ser publicada.
Satisfecho mi deseo de conocer personalmente al hermano Hercilio Maes, volví a Río de Janeiro.
Quince días después, fui sorprendido con una carta del referido hermano, la cual paso a transcribir.
Apreciado hermano:
En la última reunión en que tuvimos, una vez más, la alegría de la presencia del eminente
Ramatís, él trasmitió, por mi intermedio, la comunicación que sigue, recomendando que se la
enviásemos.
Es lo siguiente:
"La obra sobre, tiene que ser coordinada atendiendo en lo posible la secuencia lógica de los
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capítulos y de las Preguntas y respuestas que componen su texto y, también, en cuanto a su
expresión, conjugando la síntesis a la claridad, sin afectar la sustancia de los pensamientos como
esencia directora de los problemas expuestos, a fin de que el substrato de la respuesta dada a cada
una de las proposiciones ventiladas, sea accesible a la cultura común; pues la obra no se destina
específicamente a las élites intelectuales. Su objeto esencial no es de superficialismo especulativo, y
sí de profundidad, en el sentido de mostrar al Hombre la grandeza moral y espiritual de su destino
después de la muerte del cuerpo, como espíritu o alma inmortal en la Eternidad. Es, en fin, una obra
destinada a todas las clases sociales.
Mas en cuanto a su coordinación en el plano humano, hay que considerar lo siguiente: la
naturaleza de la facultad mediúmnica del sensitivo que utilizo, unida a su desvelado deseo de traducir
mis pensamientos lo mejor posible, hace que él, cual fotógrafo caprichoso y exigente, retrate la
imagen idea que entra en foco, con diversas formas de expresión, con el objeto de que
posteriormente, con calma, sea separado lo que le parece "mejor", retocándolo en forma de que la
"vestidura" de la palabra dé mayor relieve a su pureza y suntuosidad.
Esta es la razón natural de un cierto modo descriptivo que él adopta, cuando proyecto mis ideas
en la tela de su mente. Pero el tiempo urge. El hermano Hercilio, debido a los imperativos de sus
obligaciones terrenas y a sus vigilias mentales en la captación telepática de mis pensamientos, se
encuentra agotado, y su constitución física es más bien débil que resistente. El no debe, por tanto,
asumir la incumbencia de la coordinación de la obra en sus múltiples reajustes de orden abstracto ni
el complemento de las exigencias de la sintaxis en todo su largo contenido; tarea a la que, si
dispusiera de tiempo y salud, podría atender plenamente. Pero, cuando están en juego problemas
fundamentales, respecto a la evolución moral y espiritual de la humanidad, cualquier determinismo
contingente que se constituya en óbice que pueda perturbar el ritmo de su concretización, es en el
plano astral previsto, considerado y solucionado por los mentores siderales que presiden y comandan
la ejecución del objetivo a alcanzar, los cuales, en cada sector, disponen de equipos acreditados para
solucionar los problemas secundarios que los afectan.
Así, en cuanto al trabajo mental e intuitivo, de "filtración" del contenido de la obra, es incumbencia
que compete al hermano José Fuzeira, que él voluntariamente, en virtud del compromiso, asumió en
la Espiritualidad, hace un siglo.
No se trata, pues, de una preferencia para con dicho hermano, y sí del cumplimiento de otra tarea
que él solicitó, por su deseo y necesidad de servir. De ahí, nuestro "aviso" o llamada fraternal, de que
está en la hora de asumir su puesto".
..............................................................................
La emoción que tales comunicaciones me causaron, fue semejante a uno de aquellos impactos
que nos doblan las piernas, obligándonos a sentarnos en postura de profunda meditación. Mi ánimo
se enfrió de pronto. Era que en mi conciencia comenzaron a pasar en desfile los hechos que había
practicado, contrarios a los preceptos consignados en el Evangelio de Jesús. Entonces, oré, ore
hasta que en lo íntimo de mi alma vibraron las resonancias armoniosas del perdón, diciendo: "La
misericordia del PADRE es infinita, y Jesús dice que hay más fiesta en el Cielo con la llegada de un
pecador arrepentido que con la llegada de noventa y nueve justos". La misión de Jesús en su
descenso a la Tierra fue, justamente, la de salvar a los pecadores que querían ser salvados,
conforme a los dictámenes de la Ley Divina; y como justificación de su socorro a los pecadores, aun
aclaró: "los sanos no necesitan del médico".
Abusando aún de la misericordia del PADRE, supliqué que me fuese concedida la asistencia
generosa de Ramatís siempre que, en los reajustes y revisiones del contenido de la obra, debido a mi
incapacidad, necesitase de su auxilio. Cerrando los ojos, tuve la ventura de comprobar, por la
videncia psíquica, su irradiación áurica, o sea su presencia, como quien dice: ¡Aquí estoy!
Efectivamente, así aconteció, algunas veces acompañado por aquella santa que en esta existencia
tuvo el pesado encargo de ser mi madre, y que Ramatís utiliza como vehículo telepático para
mediante el sublime amor de madre, poder trasmitirme sus pensamientos y aclaraciones.
En cuanto al desempeño de la incumbencia a que me obligué hace un siglo, en la Patria Eterna,
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me dice la conciencia que le dediqué el máximo de mi esfuerzo y capacidad, quedándome, todavía, la
pena, sin remedio, de no haber sabido desempeñarlo mejor.
Aquí dejo pues, explicado el por qué de mi unión a Hercilio Maes, y el motivo que lo llevó a incluir
mi nombre en las dedicatorias consignadas en el comienzo de esta obra. Que Dios nos tome bajo su
cuidado para que podamos continuar juntos a través del tiempo infinito, trabajando en la siembra
bendita del Divino Maestro, guiados también por la mano generosa del abnegado hermano Ramatís.
Pasemos ahora a la introducción, en cuanto a algunos puntos fundamentales de esta obra, que
son indispensables, debido al hecho de ser de procedencia extra terrena las respuestas que constan
en la misma, relativas a las cuestiones formuladas.
Entre las verdades objetivas integradas en el neo-espiritualismo clasificado de Espiritismo, una de
las que ha encontrado mayor resistencia en ser aceptada por las religiones ortodoxas, es la de las
comunicaciones de los llamados "muertos", o sea, de los espíritus desencarnados que, después de
encontrarse en el mundo invisible, vienen a hablar a los hombres. No obstante, semejante hecho está
suficientemente comprobado por hombres que se impusieron al mundo por su autoridad de científicos
eminentes, aunque, como acontece siempre que surgen revelaciones extrañas a la "ciencia oficial",
no hayan escapado a las burlas y a las críticas de los que insisten en descifrar los fenómenos de la
vida universal, condicionándolos a la configuración del medio en que viven. Tal como si un pez
quisiera investigar y definir la vida terrestre, atendiendo a la fenomenología del océano. Ciertamente,
una de sus afirmaciones categóricas, sería que "¡fuera del agua nadie vive!"
Citaremos, pues, las experiencias asombrosas llevadas a efecto por William Crookes, el célebre
químico inglés, que sus compatriotas igualan a Newton; Pablo Gibier y Charles Richet, exponentes de
la ciencia de Francia; Oliver Lodge, rector de la Universidad de Birmingham, y miembro de la
Academia Real; Federico Myers, que en el Congreso Oficial Internacional de Psicología, realizado en
París, en 1900, fue elegido como su presidente honorario; Camilo Flammarión, sabio astrónomo de
proyección mundial; Russell Wallace, famoso naturalista inglés; César Lombroso y Ernesto Bozzano,
eminentes psiquiatras italianos; Dr. William Brown, profesor de psicología; Arthur Conan Doyle,
escritor, cuyas obras policíacas, de carácter científico, son conocidas en todos los países; y,
finalmente, la Sociedad de Investigaciones Psíquicas, de Londres, cuyas experiencias, llevadas a
efecto por intelectuales respetables, tienen anotadas, en sus actas, múltiples fenómenos que
identifican y comprueban la comunicación de los llamados "muertos" con los que se dicen "vivos".
A fin de demostrar que la negación obstinada de los actuales "doctores de la Ley" no tiene
amparo ni en los mismos libros sagrados que constituyen la base de la religión que profesan, vamos
a referirnos al Viejo y al Nuevo Testamento de la Biblia Sagrada, destacando algunos hechos que
atestiguan la veracidad de las recibida con las mofas del escepticismo estúpido y de las
argumentaciones obtusas de las ciencias relativas. Mas a despecho de tales óbices, el tiempo corre y
esta isla angélica, la Tierra, redando en el espacio a razón de 1800 kilómetros por minuto, sigue,
imperturbable, en su vuelo fantástico de evolución, obediente a los determinismos de las leyes
divinas, que se cumplen en la época y en la hora predestinadas, independiente del sí o del no de los
sabios humanos.
Por otra parte, los equívocos de los sabios nunca dejarán de existir, porque en vista del tiempo y
del espacio infinito, la inteligencia humana es una expresión limitada; y por eso, no conseguirá
penetrar los secretos de lo Absoluto sin los naturales equívocos de aquél que busca alguna cosa que
se encuentra escondida en los caminos de un laberinto inmenso. Por tanto, el hombre sabio, por más
genial que sea, aunque consiga volar alto como las águilas, jamás subirá más allá de las limitaciones
de la ciencia relativa de su ambiente cósmico; o sea, que ante las incógnitas del Universo, los hijos de
Dios, en todas las curvas del camino de su evolución, se encontrarán siempre con un marco indicador
de su ruta, con esta leyenda: ¡rumbo al Infinito!
Por consiguiente, los sabios son sabios, apenas, en relación a la época en que viven y a la
ignorancia prevaleciente en la mayoría; pues si el sabio Tolomeo, cuyas concepciones subsistieran
hasta la Edad Media, se presentase ahora a defender los principios de su sistema geocéntrico,
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bastaría oponerle un alumno del primer año de bachillerato para confundir sus teorías científicas. En
verdad, la Ciencia, en el correr de los siglos, ha sido y continuará siendo, por toda la eternidad, una
sustitución consecutiva de teorías que, aunque en cada ciclo lleguen a afirmar principios dignos de
reverencia, siempre, en las épocas subsiguientes, las teorías anteriores van siendo reformadas o
destruidas por revelaciones cada vez más sorprendentes.
Es que la ciencia universal no tiene puntos finales. Y tratándose de ecuaciones o premisas
transcendentales sobre la fenomenología del Cosmos, nos atrevemos a decir que gran parte de las
proposiciones inculcadas como "verdades definitivas", no pasan de ser productos científicos de
simples ilusiones; pues así como los ojos humanos, al observar la puesta del Sol, ven una tela
armoniosa de esplendores cromáticos, que si se observa "in loco", muestra una realidad difusa, muy
diferente de lo que se ve a gran distancia, los ojos de los telescopios incurren también en el mismo
equívoco. No importa que ellos alcancen perspectivas que abarcan miles de millones de años luz,
pues más allá de ese "quantum" matemático, subsiste la distancia inconmensurable que se llama lo
Infinito. He ahí por qué muchas ilaciones científicas, aunque formuladas por cerebros geniales, son
decalcadas sobre apariencias o hipótesis; pues muchas veces, detrás, más allá, hay otra realidad o
fenómeno que, después de ser constatado, demuestra que las conclusiones anteriormente fijadas
mediante lo que fue visto por los ojos telescópicos, constituyen verdaderos errores o equívocos.
Hay que considerar, además, que la inteligencia humana es impotente para solucionar ciertas
incógnitas. Esto es comprobado por aquellos sabios que, reconociéndose meros instrumentos de los
designios de Dios, tienen la honestidad de confesar que "su descubrimiento" ¡fue simple "obra del
acaso"! Están en esta categoría los científicos misionarios como Roentgen, descubridor de los Rayos
X y, recientemente, el famoso Fleming, el biólogo modesto, que ofreció a la humanidad la milagrosa
Penicilina, y muchos otros.
Sabios de verdad, en el sentido moral del término, son, pues, los que, ante todo lo que ignoran,
confiesan que nada saben; y por eso, el genial Sócrates es digno de especial reverencia porque entre
sus sentencias juiciosas dejó también al mundo esta lección de profunda humildad y sabiduría:
"¡cuanto más sé, más sé que no sé nada !"
Volviendo al hilo de nuestras consideraciones, tenemos que referirnos ahora al punto culminante
de esta obra, o sea, el ser o no ser de una estupenda incógnita extra terrena: la revelación formal y
perentoria de que el planeta Marte está habitado. Existe allá una humanidad, y, además de eso, más
evolucionada que la nuestra. Semejante revelación viene a comprobar la pluralidad de los mundos
habitados, verdad enunciada por el propio Jesús, cuando dijo: "En la casa de mi Padre hay muchas
moradas. Si no fuera así yo no os lo diría."
¿Cuál será, entonces, "la casa de mi Padre" referida por Jesús? Ciertamente que es el Universo,
y la inmensidad del Infinito. Solo una deducción pueril puede justificar la estulticia de que, entre miles
de millones de mundos que existen en el Universo, Dios haya concedido solamente a la Tierra el
privilegio de ser la morada de sus hijos; y consecuentemente, esos soles, esas estrellas y planetas
inconmensurables, serían una especie de barcos siderales que Dios puso a navegar en el océano
cósmico del Infinito, completamente vacíos, teniendo como única función, servir de regalo a los ojos
de los habitantes de nuestro pequeño planeta. Sería como si un armador constructor de navíos,
construyese suntuosos transatlánticos equipados con todos los requisitos de confort y comodidades
adecuadas a la vida humana, y después, los lanzase en los océanos, sin nadie adentro,
atribuyéndoles, apenas, la función de ir navegando, navegando sin rumbo ni utilidad alguna; o
solamente para ser mirados, exteriormente, por algunos seres de la fauna marítima.
Dejando aparte las incoherencias graciosas o insensatas, y encarando el problema en sus
aspectos, con la lógica de la razón y del buen sentido, no tengamos duda: Hacia el final de este siglo,
la pluralidad de los mundos habitados, la pluralidad de las existencias y el intercambio del mundo
invisible con la Tierra, serán demostrados con la luz de las pruebas objetivas irrefutables. Pero,
ciertamente, una vez que esas verdades sean insinuadas por la Ciencia, una vez más los nuevos
''sabios de las escrituras", antes de rendirse a la evidencia de los hechos, volverán con las mismas
impertinencias de la escolástica de la Edad Media. ¡Por más que el iluminado Galileo afirmase que la
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Tierra se movía alrededor del Sol, los "doctores" no se conformaron con esa condición subalterna,
atribuida a este pequeño mundo donde todo es insignificante, menos el egoísmo, la vanidad, el
orgullo y la ignorancia !
Esas sorprendentes conclusiones de la metafísica avanzada, tendrán tal repercusión en la
conciencia de la humanidad, que los prosélitos de las diversas religiones, muy alborozados, saldrán
en busca de un nuevo templo, donde puedan atemperar sus emociones irreprimibles y santificantes
de amor al Padre que está en el Cielo. Las masas, agitadas por un sincretismo espiritual contagioso,
se verán en romería por un solo camino. ¿Para dónde van? Van camino de la única Religión Eterna,
la de la Iglesia del Amor Universal. Finalmente, de una vez para siempre, cesarán las divergencias
teológicas, exclusivamente humanas, que, durante tantos siglos, han sido la manzana de la discordia
entre las diversas creencias o religiones, separadas por causa del mismo Dios de paz y amor, que no
tiene hijos preferidos ni hijos abandonados, pues, si así no fuese, su bondad y su justicia dejarían de
ser infinitas. ¡Los hombres comenzarán a comprender y a sentir la vida a través del espíritu, porque
todos sabrán por qué nacen, por qué viven, por qué sufren y por qué mueren!
Finalmente: estamos al término de un ciclo más de evolución moral y física de nuestro planeta.
Esta civilización agoniza porque las conciencias están esclavizadas, incondicionalmente, al dios
Dinero; pues, en realidad, debido al refinamiento de las vanidades exhibicionistas del cuerpo, al
abuso de comodidades superfluas y a la usura, los corazones se transformaron en verdaderos sacos
de monedas. Estamos en el "principio del fin"; y las profecías categóricas del Apocalipsis, no
demorarán en cumplirse. Jesús también las enunció, diciendo: "Habéis de oír hablar de guerras y
rumores de guerras. Mirad, no os asustéis; es necesario que así acontezca; mas aun no es el fin.
Pues se levantará nación contra nación, reino contra reino; y habrá grandes terremotos por diversas
partes, epidemias y hambre, y aparecerán en el cielo cosas espantosas y grandes señales; mas todo
esto es el principio de los dolores". (Mateo, 24: 6/9.)
Efectivamente, la humanidad no puede continuar, por más tiempo, sonambulizada en tan densas
tinieblas. La ley es evolución y progreso; y nada impedirá esa marcha hacia el frente y hacia lo Alto,
pues la ascensión de los mundos obedece a designios invariables astrictos a las leyes de causa y
efecto del Universo Moral. Las hecatombes que ya se observan, son la Tierra y el Cielo con sus
potencias psíquicas, de vibraciones antagónicas, en luchas pavorosas y caóticas, para que mediante
dolores virulentos, establezcan el equilibrio moral y espiritual de la conciencia colectiva, a fin de que
la evolución moral de la humanidad sea acelerada hasta ponerla en línea paralela con su evolución
intelectual. En su profundidad, las futuras guerras y cataclismos no se destinan a matar cuerpos: se
destinan a "matar conciencias", a fin de que, en carácter definitivo, la paz y la fraternidad entre los
pueblos no sea esa paz fijada en papeles firmados por la mano de la Codicia, por la mano del
Egoísmo y del Orgullo, pues con tales sentimientos en el corazón de los hombres, no es posible que
algunas firmas sobre un pedazo de papel tengan el poder de generar virtudes que ellos no poseen en
la conciencia. La paz estructurada por tratados, prueba, justamente, que ella no existe en el alma de
los contratantes. ¿Por qué no es necesario un decreto o una ley que obligue a los padres a amar a
sus hijos? No es preciso porque ese deber, esa virtud de amor incondicional, vibra en el corazón de la
familia constituida. Pues semejante expresión moral de amor al prójimo tiene que hacerse extensiva a
todos los hombres y a todos los pueblos entre sí. La astucia meditada de los diplomáticos no evitará
el fundamento de esta civilización metalizaba y utilitarista, que lucha por no morir, pero que morirá,
irremediablemente, conforme aconteció a otras ya desaparecidas, y que también nacieron y tuvieron
su juventud, vejez y muerte. ¡La piedra ya rodó de la cima de las altas montañas del Cielo; y cual
monstruoso aerolito rojizo y flamígero, dislocado de su centro de gravedad, viene cortando los
espacios en carrera furiosa y loca para, en rimbombos y pruebas ineludibles, aplastar el cerebro de
esta humanidad impermeable a los consejos amorosos de JESÚS!
Dios está presente, pues no se trata de estructurar la conducta doméstica de una familia, y sí de
imprimir nuevos rumbos, nuevas directrices morales y espirituales a un mundo donde viven dos mil
quinientos millones de criaturas; mundo que el PADRE creó para ser un paraíso, pero que el hombre
transformó, conforme reconoce, ¡en un valle de lágrimas !
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
Hace dos mil años, Jesús, con real fundamento, apelando al PADRE, intercedió a favor de la
humanidad pecadora con estas palabras de misericordia: "Perdónalos Señor, porque no saben lo que
hacen". Mas ahora, la Justicia Divina hablará de otro modo porque los hijos de la Tierra ya saben lo
que hacen. En tanto, a pesar de ya saber lo que hacen, conjeturemos: ¿qué acontecería al Divino
Jesús, si ahora volviese a nuestro mundo y saliese de nuevo, a la plaza pública, a predicar con el
mismo asombro, sus doctrinas que mandan dar sin el propósito de recibir; y además de eso,
increpase a los ricos, a los poderosos, y defendiese a los parias y a los humildes? Surgirían, con
certeza, nuevos fariseos, nuevos Caifás, nuevos Judas y otros verdugos que lo matarían por segunda
vez. Y si no llegaran a matarlo, por lo menos no escaparía de ser juzgado en un instituto de
psicópatas.
Por todo esto, los tiempos son llegados para que la Humanidad de este planeta se reajuste a los
principios de la Ley Divina, ya que la mayoría de los hombres, a pesar de "deslumbrarse con las
maravillas del Cielo estrellado, ¡aun no encendió una vela en el propio corazón"! No obstante, no
desesperemos en extremo. Si los dolores agudos que se aproximan están elevados a contingencias
de una dolorosa necesidad, se trata de indispensable "operación quirúrgica" en el alma de la
Humanidad, a fin de que ella, después, pueda crear en el orbe un ambiente de paz y amor
cristianizado. Como preludio de la era regeneradora, ya se oyen en las altas regiones estrelladas las
armonías, los cánticos celestiales de los mensajeros de Jesús, anunciando que la periferia de la
Tierra va a comenzar a ser bombardeada por formidables haces de luz esterilizante, a fin de que los
espíritus de las tinieblas que la circundan, sean arrastrados hacia otros mundos, cuyo ambiente
psico-magnético vibra en consonancia con el tenor moral, deprimente, de esas almas odiosas. Se
aproxima el tercer milenio, y en sus albores, las almas comenzarán a sentirse iluminadas por
vibraciones íntimas, de una nueva luz moral y espiritual, que sobrepuja nuestras actuales
concepciones. En vez de esa caridad anémica, que nos sensibiliza porque el "infeliz" está "aquí",
cerca de nosotros, será el amor dedicado también al prójimo que está lejos, amor de carácter
universalista, virtud excelsa, común en las humanidades de los mundos siderales, y que puede ser
definida como "egoísmo de hacer el bien".
¡El egoísmo extremo y rudo que incrustó en la mente de los hombres y de nuestro mundo actual,
la concepción materialista y voraz de que el tiempo es dinero, será substituido por el aforismo o
leyenda santificante de que el tiempo es amor-fraternidad!
La raza dorada de ese nuevo ciclo milenario transformará nuestro planeta en un verdadero
paraíso, pues las concepciones morales y sociales de sus moradores serán estructuradas a base del
Evangelio de Jesús, el estadista impar y sociólogo máximo que, en la sencilla sentencia "ama a tu
prójimo como a ti mismo", estableció la ley eterna y única que, de modo absoluto e infalible,
conseguirá fundar la verdadera fraternidad en la Tierra; ley que aun no fue superada por los millares
de códigos que los sociólogos y estadistas humanos han creado, para establecer la paz entre los
hombres, sin lograr alcanzarla con sus experiencias que ya duran veinte siglos.
Reinará también una nueva Justicia, muy diferente de esa justicia cuyo símbolo tiene los ojos
vendados, para no poder ver los pesos falsos que juegan en su balanza, o no avergonzarse de las
trapacerías que los hombres hacen en su nombre. Justicia usurera, en que el rico, el poderoso,
soborna o alquila conciencias por mayor o menor precio. No será, en fin, esa justicia de la sofística,
de la astucia y de la retórica que subvierte la Verdad, haciendo que el Derecho se entorpezca, se
curve hasta quedar tuerto, escamoteado en el laberinto infernal de esos millones de garabatos que
figuran en los gruesos libracos denominados autos y procesos.
Igualmente, los ministerios de la guerra habrán de sustituir su leyenda agresiva por la de
ministerios de la paz; y los aniversarios de las guerras o matanzas fratricidas dejarán de ser
festejados. Finalmente, JESÚS será reconocido por todos los Pueblos como el Sabio, Mártir y Santo
que merece festividades jubilosas en el mundo entero; pues mientras actualmente, cada país
conmemora sus héroe? o libertadores privados, ¡Jesús sufrió, murió y aun vive en Espíritu, en su
lucha divina de salvar, no sólo un país, sino la Humanidad entera!
Las fulguraciones sociales, morales y espirituales del tercer milenio, serán, en fin, la Nueva Luz
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
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que jamás se apagará. Y entonces la Humanidad, integrada en la paz, en el amor y en la fraternidad
universalista, sentirá vibrar eternamente en su espíritu las armonías celestiales del mismo cántico que
hace dos mil años los ángeles entonaron en los cielos de la Palestina: ¡Gloria a Dios en las Alturas y
paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad!
JOSÉ FUZEIRA.
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INTRODUCCIÓN DE RAMATÍS
Hermanos míos:
He ahí en vuestras manos, las noticias de una colectividad que ya comprende el determinismo de
la vida superior, reconociendo que la situación física, en los mundos planetarios, es la de provisorio
peregrinaje para lograr la adquisición de los valores eternos del espíritu.
Asegurándoos la existencia de otra humanidad más evolucionada que la vuestra, en el campo de
las realizaciones terrestres, no tenemos intenciones de distraeros de las responsabilidades
espirituales que os incumben. Cumplimos el sagrado deber de trasmitiros un relato sencillo de la
civilización marciana, movidos por el deseo de estimularos, para que aprovechéis las últimas
oportunidades de vuestra renovación hacia lo Alto.
La hora profética sonó, inaplazable, convocando los hombres de buena voluntad, ajustando
responsabilidades y decidiendo sobre el nuevo plano de rectificaciones espirituales. Echamos mano
de todos los recursos disponibles, en el momento, a fin de provocar el despertar general a través de
todos los sentidos. Sentimos lo triste que será el destino de la criatura desterrada, para recomponer
su vestimenta enlodada por las indignidades psíquicas. Mundos rudos y sin piedad funcionarán de
ahora en adelante, como estanques de lágrimas en donde el hombre terrestre procurará, bajo el dolor
y el silencio de su alma, los recursos de higiene que son debidos al ángel de las esferas edénicas.
Por eso os recordamos los extremos en que os encontráis: orbes inferiores ya funcionando, como
el curso lectivo para la purificación tan necesaria, o mundos superiores señalándoos el curso de la
academia sideral.
Marte, en realidad, es la divina morada que os aguarda en otros peregrinajes, atrayéndolos
amorosamente en la espera fraternal, cuando obtengáis el divino sello del Cristo. Cuando vuestras
emociones vibren en consonancia con la sublime filosofía del Evangelio; cuando vuestros corazones
sean tazas vivas de la linfa maravillosa del amor e iluminen los caminos trazados por vuestros
cerebros, podréis trasladaros, si así lo quisiereis, a la dulce compañía de los marcianos, donde
arrullaréis sueños jubilosos y encontraréis mayor suma de Verdad.
Con todo, aún los que emigrarán para reiniciar lecciones reprobadas, y que suspirarán en
momentos de nostalgia, ante la pérdida de su "paraíso terrestre", no están desheredados de los
bienes eternos de Dios. El magnánimo Padre os atiende siempre. Más, en cuanto al destino que
preferís, El también es paciente en aguardaros en la figura bíblica del "hijo pródigo". Hay un
determinismo indesviable: el animal se transforma en ángel. Y hay un libre albedrío, respetado
también por el propio Creador en sus criaturas: la mayor o menor demora en el deseo de ser ángel.
Teniendo conocimiento de estas pálidas descripciones de una realidad que aun excede el tenor
de nuestras comunicaciones, como es la humanidad en Marte, ojalá podáis vibrar de buen ánimo,
reconociendo que, por más acerbo que sea vuestro dolor y más desesperada vuestra vida terrestre,
la bondad del Padre os reserva un oasis de Ventura, en el que mitigaréis vuestra sed de afectos y
vuestra ansiedad de Paz. Aquí os recordamos, con la pureza de nuestras intenciones: la senda
iniciada para alcanzar objetivos tan divinos, ¡es la transmutación de vuestras pasiones inferiores en la
sublimidad del Evangelio Vivo de JESÚS!
Paz y Amor.
Ramatís.
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
JESÚS.
(Juan, 16:13)
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Voladores
LO QUE LA CIENCIA ASTRONÓMICA DE LA TIERRA SABE AL RESPECTO
Marte es un planeta como la Tierra. Gira en torno al Sol en una órbita más allá de la Tierra. Su
diámetro es de 6,800 Km.; y por consiguiente, casi exactamente igual a la extensión de la costa
brasileña. Marte es fácilmente reconocido por su luz brillante, rojiza. Con buenos telescopios se
puede ver su superficie y verificar que el día, en Marte, tiene casi la misma duración que el de la
Tierra. Se ven manchas claras y obscuras, con líneas de comunicación entre las áreas obscuras,
llamadas canales. Se cree que los lugares obscuros son mares, ligados entre sí a través de la tierra
por medio de ríos o canales. En el transcurso de un año de Marte, se puede observar modificación
del color en las partes de tierra, lo que indica vegetación, bosques, etc. Se puede comprobar, también
que Marte tiene atmósfera de composición casi idéntica a la de la Tierra. Ocasionalmente, se
observan nubes. En los dos Polos, aparecen, durante el invierno de Marte, regiones blancas que
durante el verano retroceden, lo que lleva a la conclusión de que hay hielo y deshielo. En los años de
1882 hasta 1988, el astrónomo italiano Sciaparelli averiguó la duplicación de algunos canales. La
duplicación de un canal ocurre muy deprisa, en algunos días, durando por toda una estación del año.
La Duplicación no es visible cada año, al mismo tiempo, en todos los canales. No hay duda en cuanto
a la acción de las fuerzas elementales de la naturaleza en movimiento vivo y en ritmo periódico, en la
superficie de Marte. Es evidente que ese planeta vive y crea, en condiciones semejantes a las de la
Tierra. El 24 de Junio de 1954, el planeta Marte estuvo en oposición al Sol, esto es, visto desde la
Tierra, Marte quedó frente al Sol, visible en el cielo durante toda la noche. En ese día la distancia de
la Tierra era de 65 millones de Kilómetros. El 2 de Julio se aproximó a la Tierra, siendo la distancia
entre ambos planetas, de 64 millones de Kilómetros. Enseguida, se apartó nuevamente alcanzando
en Mayo de 1955 una distancia de cerca de 400 millones de Kilómetros.
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CAPITULO I
ASPECTOS GENERALES MARCIANOS
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
los marcianos, así como también cuál es su longevidad, tomando como base el tiempo que atribuimos
a nuestro año terrestre?
Ramatís: En el capítulo de "La Medicina en Marte", abordamos, detalladamente, los diversos
aspectos referentes a esas indagaciones.
Pregunta: Nuestros científicos se obstinan en afirmar que la temperatura de Marte, durante el día,
alcanza un grado de calor tan elevado, que los terrícolas no podrían soportarlo; aconteciendo lo
mismo durante la noche, pues el frío excede en mucho a las temperaturas más bajas de nuestro orbe.
Por consiguiente, en un ambiente de tales extremos, la vida de los terrícolas sería absolutamente
imposible. ¿No le parece?
Ramatís: El defecto proverbial de la ciencia terrestre consiste en conceptuar situaciones de la
vida en otros orbes, basándose exclusivamente en el "modus vivendi" de los terrícolas. No obstante,
podemos afirmar que en innumerables planos de vida hay organismos humanos, a base de silicio,
aluminio, hierro y otros elementos, aunque desde luego, bajo constituciones "fisicoquímicas" muy
lejos de vuestras comprensiones. Hay mundos de orden físico, en los que la preponderancia de
hidrógeno y de helio, en los seres, les crea admirable "luz aurica" transparente y visible en la menor
oscuridad, recordando las luciérnagas. No debéis fijar conceptos básicos atendiendo al ambiente
cósmico y restringido de vuestra morada planetaria, juzgando "exabrupto" la constitución de los otros
orbes que se encuentran esparcidos por el infinito.
Pregunta: Tales conclusiones se apoyan en investigaciones de carácter científico, basadas en
resultados de la matemática astronómica. ¿Habrá error en esos cálculos?
Ramatís: Vuestros científicos también saben que los espacios están inundados de polvaredas
cósmicas, cenizas de los desgastes planetarios, ocasionados por las chispas "electromagnéticas" de
los movimientos y oscilaciones de los sistemas solares. Las propias líneas de fuerzas magnéticas que
sustentan y ajustan los satélites a los núcleos solares, perturban e interfieren los rayos luminosos que
viajan en dirección a vuestro mundo. Hay que considerar, también, que las atmósferas que circundan
cada orbe, se tornan lentes gaseosos deformables bajo la acción de los rayos luminosos; resultando,
por eso, cierto porcentaje de error en vuestra visión astronómica, y también en la propia observación
espectral que resulta de la descomposición prismática. La ciencia terrestre no desconoce esos
percances; y como en ciencia no hay puntos finales, ella, a través del tiempo, va exponiendo nuevas
teorías e imponiendo correcciones que desmienten formalmente las concepciones anteriores, que se
habían considerado como definitivas.
De Newton a Einstein, ¿cuántas veces la ciencia astronómica tuvo que rectificar las premisas y el
curso de sus observaciones? Como ejemplo, citaremos lo que aconteció sobre la concepción
científica que proclamó el sistema geocéntrico como verdad incontestable. Más tarde, fue demostrado
justamente lo contrario, o sea, la realidad del sistema heliocéntrico.
Pregunta: ¿Cuál es la temperatura natural de Marte, basándonos en nuestras convenciones
termométricas?
Ramatís: En las regiones ecuatoriales, la temperatura oscila entre 25 y 30 grados, que es
agradabilísima al sistema biológico marciano. Llueve raramente; y, debido a los descensos bruscos,
las noches son comúnmente heladas; pero esto no preocupa a los habitantes, debido a que la ciencia
marciana domina las fuerzas de la naturaleza y sabe actuar en oposición a los desequilibrios
atmosféricos.
Pregunta: Esas bajas bruscas de temperatura, en la noche, ¿no serán insoportables y nocivas
debido a la fuga rápida del calor del Sol?
Ramatís: ¿Olvidáis los satélites artificiales, que por sabia disposición de la Ciencia, absorben más
calor durante el día. y por la noche funcionan como reflectores para Marte?
Pregunta: El Sol, en Marte, ¿no es por ventura menos intenso que en nuestro mundo? ¿Esa
mayor distancia no dificulta la vida, al ser menor el calentamiento?
Ramatís: Dios, que generó el equilibrio de los mundos, en el Cosmos, después de crear lo más
difícil y complejo, no podría incurrir en errores tan crasos, desorientándose en la cuestión de climas,
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
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presiones, vegetación, y otros imprevistos incompatibles con la vida humana.
No encierran estas sencillas páginas un tratado de "cosmogonía", mas os recordamos que las
leyes de la relatividad cósmica son mucho más lógicas y exactas que la ciencia humana.
Los rayos solares penetran en la atmósfera de Marte con más vigor y pureza, compensando la
mayor distancia, porque también encuentran menor obstáculo en su atmósfera más enrarecida, y por
la noche, el calor irradiado del suelo es también compensador, por la razón simple de que esos rayos
solares penetran más profundamente en roce con las capas magnéticas de los minerales
subterráneos.
Pregunta: ¿Podríamos obtener ideas más claras, en ese asunto, con relación a la "relatividad
cósmica"?
Ramatís: Afirma la ciencia que un planeta, cuanto más distante se halle del Sol, más viejo es en
su masa planetaria. Consecuentemente, un planeta como Mercurio, más próximo del Sol, es un
mundo más nuevo, que exhala cortinas de gases que provienen de los depósitos de minerales
subterráneos, gases que se acumulan en la atmósfera, formando, a distancia considerable del suelo,
un verdadero biombo que impide la penetración directa de los rayos solares, demasiadamente
cáusticos. Ese biombo de gases, que forma otra esfera en torno de Mercurio, atenúa y suaviza la
intensidad de un Sol más próximo. Relativamente a esa ley, Saturno, situado en el extremo, en donde
el Sol se ve como modesta y pálida naranja, recibe los rayos solares absolutamente directos, pues
siendo un planeta envejecido, no opone obstáculo de gases, ya extinguidos y dispersos en el
Cosmos.
Pregunta: Se afirma que la propia presión atmosférica, en Marte, es tan baja, que un hombre
terreno no podría vivir allí, a no ser con vestimenta preparada. ¿Será así?
Ramatís: Aceptamos la distinción hombre terreno. En cuanto al marciano, cuya vida es
acentuadamente aérea, en poderosas aeronaves movidas por la fuerza magnética, ya os indicamos
que sus organismos no se imantan fuertemente a ley de gravedad, que por otra parte, pueden
controlar satisfactoriamente. Más adelante, explicamos cómo la medicina marciana consiguió
prodigiosa sustitución en la corriente sanguínea, eliminando la cuota de minerales excesivamente
atraídos por la ley de gravedad.
Pregunta: ¿Podrá hacernos algunas aclaraciones sobre el tráfico, la locomoción y el tránsito, en
las ciudades marcianas?
Ramatís: Tres cuartas partes del movimiento se hace por el aire, mediante aeronaves de absoluta
seguridad, cuya capacidad permite conducir muchas toneladas de mercancías y centenares de
pasajeros. El tráfico sobre el suelo y el tránsito de peatones, en el circuito de las ciudades y en las
carreteras, constituye solamente una cuarta parte del movimiento global.
Pregunta: ¿Cuáles son los tipos de los vehículos que circulan sobre el suelo?
Ramatís: En general, son amplios, construidos de materia semejante al tipo plástico de vuestro
mundo, pero muchísimo más resistente. Sus colores son claros, translúcidos y radioactivos por la
noche. Tales vehículos se deslizan sobre el suelo, que posee una flexibilidad semejante a la de la
"espuma de borraja". Cuando están en movimiento, dan la idea de copos de luces policromas que, a
distancia, se asemejan a irisadas manchas de poética claridad. Varían en sus formas caprichosas:
algunos recuerdan la configuración de las conchas del mar, otros recuerdan cofres de joyas, forrados
de veludillo transparente, que resalta en sus asientos suspendidos o flotantes. Hay, además,
especies de automóviles artísticos, cuyas formas imitan la silueta del caballo marino; pero, la
configuración general de los vehículos tiende siempre a copiar la imagen de los pájaros o la
estructura delicada de un insecto.
Pregunta: ¿Cuál es el sistema de su propulsión?
Ramatís: Compleja batería de condensadores capta la energía magnética del ambiente, y la
refina y transfiere a los acumuladores que se calibran en la propia radioactividad dispersa. En cuanto
a su movimiento, tales vehículos, podemos decir, son construidos sobre "rodillos" de materia flexible,
que giran en torno de ejes móviles y minúsculos rodamientos que centuplican los impulsos iniciales.
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
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Deslizándose a algunos centímetros por sobre el suelo, recuerdan vuestras aeronaves cuando se
desplazan en los campos de aterrizaje. En seguida, se elevan a mayor altura, hasta que fijan la
velocidad en graciosos vuelos. Entonces, los ''rodillos", girando a gran velocidad, se asemejan a
manchas coloreadas.
Pregunta: ¿No hay peligro de choques en las calles y carreteras, con motivo del intenso tráfico?
Ramatís: Todos los vehículos están cubiertos por un campo magnético-radioactivo, que abarca
un área que triplica la del propio vehículo; y poseen, además, un sistema de "radar" que opera
directamente en el "éter cósmico", dando simultánea visión y noción anticipada de cualquier cuerpo
que se encuentre a cientos de kilómetros de distancia. Aún sobre el riesgo de un posible choque, el
mismo se efectuaría solamente entre sus campos magnéticos de refracción externa. Se produciría
cierta compresión en los campos radioactivos, sin perjuicios para las estructuras físicas de los
vehículos. Los conductores están, igualmente, libres de cualquier peligro, porque viajan resguardados
por campos magnéticos con gravedad propia, hábilmente controlada por la radioactividad del
Ambiente. Además, en la topografía del orbe marciano, predominan las planicies, que permiten
obtener una amplia visibilidad.
Pregunta: Con todo eso, y a pesar de tales precauciones, esos bólidos vertiginosos, que se
deslizan a flor del suelo, ¿no ofrecen peligro para el tránsito de los peatones?
Ramatís: Los campos magnéticos de los vehículos repelen, antes del choque, cualquier ser o
cuerpo que se halle en su línea de dirección, aún a cien metros de distancia. Consiguen, por tanto,
desplazarlos de su línea sin causarle daño alguno. Hay que agregar, además, que toda travesía se
lleva a cabo a través de aberturas en forma de arcos graciosos cavados en las carreteras. No se
tienen noticias de desastres ocurridos en el tráfico, pues existen, además, otros recursos o
precauciones que dejamos de enumerar. En cuanto al tráfico en el centro de las metrópolis, se
efectúa con calma, pues la humanidad marciana "vive", en vez de "afligirse". Todos los vehículos
pueden actuar en forma de helicópteros, por la simple graduación de los campos de gravedad en
oposición o conexión con el exterior. Los vehículos marcianos, como verdaderas aves mecánicas,
representan, con sus figuras graciosas, la docilidad de las palomas y el encanto dinámico del colibrí.
Normalmente, el marciano deja sus vehículos al margen de las ciudades, transportándose después,
fácilmente, mediante el recurso de sus membranas intercostales, y por el radar.
Pregunta: ¿Hay muchos océanos iguales a los nuestros, y zonas desiertas?
Ramatís: La superficie líquida es mucho menor que la sólida, y sus aguas se infiltran bastante en
el suelo. Los mares son poco profundos y los continentes son muy quebrados, existiendo ensenadas
y golfos en cantidad.
En cuanto a áreas desiertas, existen algunas, de arena dorada; mas en otras zonas existen
campos de cultivo, bosques y exuberante vegetación que se extiende al margen de los canales
suplementarios o artificiales. Y los inmensos cinturones que observáis desde la Tierra, están como
bordados de verduras que forran las zonas ribereñas de los canales, y se hallan constituidos por
ubérrima vegetación cultivada bajo control científico.
Pregunta: Los famosos canales entrevistos desde la Tierra ¿fueron construidos por el hombre
marciano?
Ramatís: Se trata de extenso sistema de canales naturales, integrantes de la propia naturaleza
topográfica del planeta. Ligan los mares mediterráneos a los polos y alimentan la red de canales
suplementarios, menores, que la ingeniería marciana construyó, a fin de impedir la excesiva
infiltración de aguas en el suelo y, además, alimentar las regiones áridas que tienen deficiencia del
precioso líquido.
Gracias a esa red de canales menores, ligados a los principales que la naturaleza construyó, los
bosques, parques modelos de experimentaciones de botánica dirigida, pomares, campos y labranzas,
son irrigados convenientemente.
Pregunta: ¿Existe el deshielo que nuestra ciencia constata a través de sus telescopios?
Ramatís: Sí; y algunas veces, algo violento; principalmente porque la superficie marciana es casi
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plana, con raras elevaciones. Mas el Creador, que es Magnánimo y Sabio, dotando a sus hijos de
acuerdo con sus necesidades evolutivas, cuando plasmó en su Mente Divina la configuración de
Marte, modeló también la de esos canales que en caprichosos surcos, captan y distribuyen
armoniosamente los excesos del hielo en los polos; y el hombre, que fue hecho a semejanza de Dios,
completó la Obra Divina, con el otro sistema menor, de canales suplementarios que nutren las zonas
de vegetación y la vida animal.
Pregunta: La vegetación en Marte, ¿es realmente rojiza? ¿Hay una sola tonalidad en ese color?
Ramatís: Es ligeramente rojiza, en el sentido genérico, pero de un colorido más vivo, translúcido y
penetrante, con relación a la vegetación clorofilada de vuestro mundo. Existen otras variedades, de
tonos verdosos y esmeraldinos, que son, en la realidad, otra vegetación parecida a la de la clase de
las muscíneas terrenas. Cubren gran parte del suelo rocoso de algunas regiones relativamente
húmedas, extendiéndose en espesos tapetes de encantadora perspectiva. La vegetación común y
predominante en el planeta, mientras es tierna, presenta matices de un verde azulado, combinándose
con gradaciones de color anaranjado y señales primarias del rojizo, que recuerdan la tonalidad
peculiar de las hojas nuevas de los rosales. Se Trata de una vegetación nutrida y de mucha savia,
abonada intensamente y aprovechada para fines industriales. Al final de una época o estación
climática semejante al otoño terrestre, alcanza la coloración del castaño ligeramente rojizo.
Pregunta: ¿Nos sería posible conocer los motivos por los cuales en Marte la vegetación es rojiza,
mientras en nuestro globo predomina la verde?
Ramatís: Es de física primaria, que la luz blanca se descompone en siete colores espectrales,
refrangibles. El Sol que os envuelve con el calor afectivo y os proporciona suave magnetismo bajo el
prisma de la Luna, os lanza sus rayos brillantes, que originalmente son blancos. Atravesando vuestra
atmósfera, que se transforma, realmente, en un inmenso depósito de luz, esa luz blanca, que sabéis
no es simple, se va reflejando sobre todas las cosas y objetos, que se envuelven en esa claridad. Los
colores espectrales que componen el rayo solar, blanco, van siendo absorbidos, gradualmente, en
infinitos matices, y reflejan otros colores correspondientes. El colorido, pues, depende siempre de la
estructura molecular del objeto o ser, conforme a su capacidad y disposición para absorber y reflejar
el color en sintonía con la vibración fundamental. Consecuentemente, la disposición molecular de la
Tierra se ajusta, en lo vibrátil, al nivel del color verde, la de Marte al rojizo y la de Saturno al azul
suave.
Reuniendo todos los mundos que reciben, absorben y reflejan la luz solar, tendríais, por síntesis,
nuevamente el rayo blanco del Sol. En vuestros tratados de Astronomía podéis verificar la existencia
de mundos color topacio, rubí, amatista, esmeraldino y anaranjado; otros, de un rosa lila, que van
hasta las extravagantes combinaciones de violeta, oro, verde malva y ópalo. Como lentejuelas
fascinadoras, suspendidas en la bóveda celeste, bordan en franjas coloreadas y translúcidas, la
cortina inmensa del Cosmos infinito.
Pregunta: El agua de Marte, ¿es igual a la nuestra?
Ramatís: Es algo semejante, aunque muchísimo más leve. Creemos que vuestros astrónomos,
en reciente análisis espectral, han confirmado que las nieves y nubes, en Marte, son compuestas
químicamente de H2O, variando, no obstante, en cuanto a su peso específico. Mediante reacciones
científicas, puede ser igualada a la de la Tierra; pero el marciano prefiere para su uso un tipo de agua
pesada, grandemente radioactiva, que nutre mejor su sistema "órgano magnético".
Pregunta: La claridad, ¿es semejante a la terrestre?
Ramatís: Es de un brillo más suave, sedante, menos excitante, tendiendo al color blanco, bajo
cuya vibración los contornos de los objetos y los colores se tornan más nítidos, recordando una tenue
polarización luminosa, sensible a la mayoría de los marcianos, que tienen vista etérica. La
prodigalidad de luces que se combinan en las alboradas, sobrepasan mucho, en belleza, a las
auroras boreales de la Tierra. El descenso suave del Sol, en el poniente, cuyos colores
fundamentales, reflejándose en la tela nivea de la luz ambiental, provocan centenares de matices
exóticos, recuerda el pórtico de un paraíso.
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
Pregunta: La composición de los casquetes polares, ¿es realmente producto del hielo acumulado,
a semejanza de nuestros polos?
Ramatís: En eso la ciencia terrestre no se equivocó, así como tampoco en la anotación de las
nubes azuladas que registró en sus observaciones. Lo que muchas veces nos sorprende, es que la
misma ciencia, negando la existencia de oxígeno suficiente en Marte, anota casquetes polares y
nubes azuladas que resultan siempre de Hidrógeno y Oxígeno, en la fórmula común. Esas nubes se
funden en la Primavera, en cada hemisferio, y se renuevan en Otoño; algo semejante a lo que ocurre
en vuestro globo. Una parte del agua se evapora; otra sigue el curso natural de los canales
topográficos, y una última parte se infiltra en el suelo, escapando a la circulación. Siendo la atmósfera
marciana más tenue y translúcida, se acentúa a vuestros ojos la brillante albura de los casquetes, en
contraste con cualquier otro color, por muy suave que sea.
Pregunta: Esas nubes azuladas, ¿son exclusivamente resultado de las evaporaciones de los
hielos polares?
Ramatís: El mayor porcentaje proviene de la agrupación de vapores de agua, expelidos por
enormes conjuntos de máquinas poderosas, que forman parte de las instalaciones gigantescas,
productoras de lluvias y de recursos necesarios para atender la falta de agua y de líquidos químicos
en las regiones distantes de la red de canales. Funcionan continuamente con energía que extraen de
la propia atmósfera y poseen admirable capacidad de almacenar, nuevamente revitalizadas, las
energías consumidas.
Pregunta: ¿Podemos conocer la estructura de esas máquinas y su funcionamiento,
especialmente respecto de la producción de lluvias? ¿Atienden también a otras necesidades
públicas?
Ramatís: En el capítulo referente a las industrias marcianas, abordaremos esos detalles.
Anticipamos, entre tanto, que los habitantes de Marte dominan casi todas las fuerzas ocultas de la
naturaleza y pocos son los problemas de orden físico a los que no encuentran solución.
Pregunta: ¿Hay realmente dos satélites en torno de Marte, tal como asegura nuestra ciencia
astronómica?
Ramatís: Son dos los satélites artificiales que reflejan las energías magnéticas y que fuera
previsto por la Sublime Técnica Marciana. Cuando hagáis mayores progresos en el campo de la
óptica y de la instrumentación telescópica, verificaréis la existencia de numerosas bases flotantes en
el campo gravitacional marciano. Se trata de satélites artificiales locales, de paso interplanetario y
utilizado, especialmente, para observaciones astronómicas más allá de la atmósfera común.
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
CAPITULO II
ASPECTOS HUMANOS
Pregunta: ¿Están los marcianos dotados de cabellos como los habitantes de la Tierra?
Ramatís: Podéis obtener ilaciones fáciles sobre esos detalles, basándoos en la propia morfología
terrestre, pues sabéis que el "primitivo", el hirsuto habitante de las cavernas, fue el ancestral peludo
que dio origen a los tipos humanos de la actualidad. Después, a medida que ese bruto se fue
refinando en las sucesivas generaciones hasta vuestra civilización moderna, fue perdiendo su
aspecto, todo erizado de pelos. A su vez, la mujer, que evolucionó en sentimiento más rápidamente
que el hombre, redujo aún más temprano su involucro capilar, debido, justamente, a su mayor
proximidad a la figura o imagen angelical del futuro. Naturalmente que las modificaciones del medio,
haciendo a la Tierra más hospitalaria y de atmósfera más saneada, también influyeron en la casi
extinción del espeso manto de pelo. Igualmente, los vestuarios, la alimentación más débil y la
reducción biológica de la suprarrenal que nutre los capilares, atrofiaron aun más el crecimiento de los
pelos en el cuerpo.
Por consiguiente, es evidente que, a medida que el espíritu de la civilización avanza, los cuerpos
se embellecen más y, naturalmente, el pelo superfluo de los seres tiende a extinguirse. Es fácil, por
tanto, comprender por qué los marcianos están libres de excrecencias capilares y se hallan dotados
de cuerpos cuya piel rivaliza con el aterciopelado de los pétalos de las rosas. Siguiendo la ley de la
genética espiritual, en que la figura admirable del ángel, con sus cabellos sueltos, poéticos y
resplandecientes, traduce belleza y encanto sideral, los marcianos cultivan la cabellera como un
ornamento de estética angélica. Siendo profundos conocedores del metabolismo magnético que
regula el campo "químico físico" del sistema endocrino, libraron su organismo de las grasas que
sobrecargan la circulación sanguínea de los terrícolas, que les provoca los estados enfermizos de
seborrea que causa la caída de sus cabellos.
La riqueza vital de la sangre y la ausencia de acumulaciones sebáceas en el cuero cabelludo,
Volvieron a los marcianos de tipo rubio poseedores de cabellos semejantes a hilos de seda dorada,
translúcida; mientras que los trigueños presentan cautivadores adornos de naturaleza aterciopelada.
Las expresiones físicas de los marcianos ya exteriorizan y denuncian los primeros trazos del futuro
ángel de las esferas edénicas. En sus fisonomías se manifiestan las primeras expresiones de la
"criatura divina"; y en sus gestos, los primeros movimientos acogedores de los "genios celestiales". El
binomio "razón sentimiento" ya se revela en equilibrada sintonía espiritual.
Pregunta: ¿Están los marcianos dotados de dientes como los nuestros?
Ramatís: Es lo que poseen más perfecto. Se asemejan a collares de la más admirable simetría.
Acostumbrados a la alimentación de jugos, pastas, tabletas, tortas de harina o aceites aromáticos,
vegetales tiernos y frutas gelatinosas, los marcianos no poseen dientes caninos e incisivos,
predominando los premolares y los molares, casi idénticos entre sí. De espesor delicado y con un
aspecto brillante de porcelana transparente, la arcada dental surge como un poético adorno en su
fisonomía atrayente. No existe la deformación facial peculiar en los terrestres, pues su alimentación
no les exige esfuerzos, ni los movimientos irregulares del maxilar inferior. Es de sentido científico, que
en los vertebrados inferiores, los dientes aparecen en masa, y cuando crecen mucho, caen también
en conjunto. Es en las especies superiores que comienzan a disminuir las mudas y el número de
dientes, inclusive las reducciones que modifican la configuración de acuerdo con el tipo de
alimentación predominante. La nutrición forma los dientes, pues los paleontólogos conocen la especie
de alimento preferido por el animal muerto, al simple examen de su dentadura, consiguiendo
identificar los que arrancan y mastican hojas, los roedores de cáscaras o los carnívoros.
El hombre terreno, al preferir una alimentación mixta, de carne y vegetales, presenta un conjunto
de dientes apropiados a la masticación de alimentos heterogéneos. El tamaño de las mandíbulas de
algunas razas terrestres es resultante de los movimientos dispersivos y largos que sus maxilares
hacen en la masticación, dando a esos tipos que sienten voluptuoso placer en la glotonería, una
"facies" o estigma "psico-físico" un tanto animalizado.
Consecuentemente, la frugalidad de los marcianos los dispensa de los esfuerzos de triturar y
contribuye a que ellos posean dientes semejantes a un magnífico collar de perlas niveas y simétricas,
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
que los alejan mucho de los remiendos precarios de la odontología terrena. Finalmente: la evolución o
refinamiento de los sentidos del espíritu repercute en las modificaciones fisiológicas y estéticas que
se operan en el cuerpo.
Pregunta: ¿Los marcianos caminan de pie, en las mismas condiciones en que lo hacen los
terrestres?
Ramatís: Ellos, como vosotros, andan, corren o permanecen de pie, si así lo desean. Pero,
debido a que la densidad atmosférica es más tenue que la vuestra, sufren menos presión, pudiendo,
sin esfuerzo pronunciado, saltar más allá de cincuenta metros o, si van de prisa, deslizarse, ligeros,
sobre la hierva aterciopelada o en los caminos pavimentados de sustancias flexibles. En esta especie
de "vuelos deslizantes, para equilibrarse, alzan los brazos y, arqueando los hombros en conexión con
los omoplatos, forman en esa parte una especie de protuberancia, algo parecida a una membrana
muscular, que les da más equilibrio y seguridad. Hacen recordar la pose del pájaro en su vuelo
estático.
Pregunta: Esas protuberancias nos dejan un tanto confusos, debido a nuestra configuración, que,
normalmente, hallamos que constituye un patrón estético, fundamental de la especie humana. Y casi
no podemos comprender, en nuestras condiciones terrenas, las figuras "de esos hombres marcianos
que se deslizan". ¿Qué puede decirnos al respecto?
Ramatís: En vuestro mundo existen atletas que alcanzan más allá de dieciséis metros de
distancia, en saltos vigorosos. Si pudieseis demorar, moderar esos saltos, algo de "cámara lenta",
tendríais conjeturado lo que los marcianos realizan normalmente y sin espanto. No hay exotismo en
esa locomoción; recordaos de que en el reino de las tortugas, ninguna cree en el salto de la liebre. Y
por analogía, en vuestro mundo, citaremos también, aunque de plano inferior, el salto retardado del
canguro y la agilidad de los felinos que parecen deslizarse en la superficie del suelo. Si los marcianos
no os conocieran ya por la "televisión interplanetaria" y por la telefotovisión, también dudarían de
vuestras realidades humanas. Como podéis ver, todo es relativo y en la conformidad necesaria al
medio y a la adaptación a la forma.
Pregunta: ¿Cuáles son las características de los vestuarios marcianos?
Ramatís: Usan trajes apropiados a las actividades, hechos de tejidos parecidos al "nylon", pero
que tienen la propiedad de ser magnetizados, a fin de neutralizar las emanaciones radioactivas y
maléficas del suelo, o los impactos, vibratorios del medio ambiente astrológico.
Pregunta: ¿Cuál es la forma y confección de esos vestidos?
Ramatís: Son ropas radioactivas, confeccionadas sin botones, costuras o excrecencias,
producidas en masa, en un proceso ajeno a vuestras concepciones. Se las ponen por la cabeza, y se
adaptan herméticamente al cuerpo, poseyendo la singular facultad de auxiliar a regular la presión y la
temperatura interna del cuerpo, según las modificaciones del exterior. En virtud del aumento de
glóbulos rojos de acuerdo con la altitud, ese traje radioactivo tiene, además, la propiedad de actuar en
el campo magnético vital que circunda la médula ósea, estimulándola a producir mayor o menor
cantidad de glóbulos rojos para atender las alteraciones rápidas de altitud, muy común en la vida
marciana que es, de preferencia, aérea. Comúnmente, los trajes son de una sola pieza, ajustados por
cintos anchos, de metal ionizado, no opresivos; pues los marcianos no tienen el abdomen
hipertrofiado como los terrícolas. Hay otro tipo de vestuario, de chaqueta y pantalones, también
ajustado por cinto o faja intermedia, en el cual se encuentra el centro del control del magnetismo
circulante en el traje. Los zapatos son de material transparente, flexible, y adaptables exactamente a
los movimientos anatómicos de los pies, que son delicados, sin las callosidades o excrecencias de los
pies terrenos; pues, habiendo eliminado los recursos dietéticos los excesos de minerales circulantes
más afines a la gravedad del orbe, la presión del cuerpo marciano sobre el suelo, es suave.
Pregunta: ¿Usan, entonces, pocos modelos o tipos de vestuario?
Ramatís: Son varios los trajes, mas hay un vestuario único, predominante, de tejido igual y
confección idéntica, que es el traje común de trabajo. Es flexible, de rápida adaptación a los
movimientos, muy resistente a las reacciones del exterior, con bolsos internos fácilmente accionables.
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
Otro, de características apreciables, es el que usan para trasladarse en viajes de turismo o de
estudios profesionales, el cual, además de auxiliar el equilibrio termo-barométrico en relación con el
medio, posee minúsculo aparato en el cinto ancho que, por efluvios similares al radar, acusa las
diferenciaciones energéticas susceptibles de afectar a sus portadores. En ese mismo cinto llevan, un
"teléfono-visión" portátil y un registrador análogo al dictáfono terrestre, para grabar por proyección
todos los asuntos deseables.
Enunciamos, también, que el traje más importante, fruto de decenas de investigaciones y
experimentaciones, muchas veces infructuosas, es el que sirve para los viajes interplanetarios. Ese
es el vestuario especial que resume, en sí, todos los recursos de laboratorios, defensa y control de
seguridad fisiológica interplanetaria, contra los imprevistos del exterior hostil. Posee notable campo
magnético circundante, formando una especie de envoltura atmosférica que, envolviendo al ser, lo
protege contra la acción de las reacciones barométricas y termométricas del medio ambiente.
Pregunta: Los vestidos femeninos, ¿son muy diferentes de los masculinos?
Ramatís: Las mujeres marcianas se visten de la misma forma que los hombres; sin embargo, la
mirada sutil puede notar graciosos toques o indicios que las identifican. Casi siempre hay un pequeño
emblema, un arabesco sencillo, de colores y poético, que distingue la figura femenina. Pero, en
Marte, los afectos espirituales y fraternos se sobreponen a ciertas disposiciones precarias, muy
comunes en la Tierra, respecto al sexo; es por eso que no existen curiosidades ostensivas en cuanto
a esas identificaciones exteriores, pues el equilibrio emotivo reposa en las afinidades electivas de
espíritu a espíritu, o sea, en los afectos duraderos que miran a los planos divinos y eternos, y no en
cualesquier superficialismos de carácter transitorio.
La mujer marciana participa, integralmente, de todas las actividades comunes o excepcionales
del orbe y con las mismas prerrogativas masculinas. Vuestro mundo, también un día alcanzará el
mismo equilibrio social y espiritual, así que la mujer pueda lograr los puestos de comando más
esenciales; pues ella, entonces, con su sentimiento delicado y tierno, conseguirá influenciar el
carácter del hombre hacia la ruta de la honestidad impoluta y del entendimiento humano, operando
una completa reforma en la estructuración moral de la conciencia colectiva.
Pregunta: ¿Se preocupan las mujeres marcianas por el "maquillaje"?
Ramatís: Ellas condenan todo artificialismo por considerarlo incapaz de superar la realidad, más
allá de su duración efímera. La fisonomía pintada es contraria a la belleza femenina, porque es
inspiración de un mundo de muñecas y no de seres humanos. Del mismo modo, la flor de papel, por
perfecta que sea, no substituye ni rivaliza con la belleza agreste de la rosa verdadera. Entre las
mujeres pintadas, de vuestro mundo, la belleza estética es la que resulta de la mujer "más bien
pintada". No obstante, entre las que se presentan en su belleza natural, esa selección también se
manifiesta por la mujer de "belleza más natural". El artificialismo de la pintura femenina, además de
ser transitorio, es decepcionante, porque presenta dos contrastes ostensivos y discordantes: de un
lado, la mujer pintada, que atrae y seduce por el arte de su artificialismo; y por otro, la figura opuesta,
sin "maquillaje", abatida, pálida, arrugada y humillada; pero esta última es la verdadera; y, por eso,
tiene que vivir el triste complejo de ser apenas la sombra de la "otra".
Pregunta: ¿Los marcianos creen que la pintura o el "maquillaje" inferioriza a la mujer?
Ramatís: De ninguna manera; no llegan a ese extremo. Con todo, el desinterés que la mujer
marciana tiene por la pintura fisonómica, procede de la lógica de su raciocinio sensato; y también, en
que su atracción afectiva se ejerce más por las afinidades espirituales, que por los encantos físicos.
En este punto, hay que llevar en cuenta la distancia espiritual que Marte evidencia sobre la Tierra.
Pregunta: ¿Y cómo interpretan el hecho de que la mujer terrena se pinte, movida por la
pretensión de hacerse así más atrayente?
Ramatís: Para el hombre terreno, ávido de emociones y de caprichos exóticos, la mujer, que lo
atrae exclusivamente por los recursos artificiales de la pintura, arriesga un tanto su ventura íntima,
pues más tarde, en su vida conyugal, ella tendrá que mostrarse en su expresión verdadera; y
entonces, la decepción emotiva del hombre será más intensa porque la figura real que se le presenta,
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
en la vulgaridad del hogar, difiere completamente de la "otra", repleta de elegancia y colores
seductores. Es como la oscuridad muy fuerte, que se hace después de la luz muy intensa. A no ser
cuando esos contrastes ilusorios son sustituidos por la belleza moral, por la renunciación de almas
femeninas excelsas, la atmósfera doméstica será destituida de encantos para el hombre egotista;
pues el artificialismo que aviva el fuego o pone en alborozo las pasiones inferiores difícilmente se
acomoda a las decepciones fuertes de tal realidad.
Pregunta: ¿Los marcianos usan joyas, distintivos, ornamentos o adornos? ¿Las mujeres
marcianas aprecian los collares, las pulseras o las decoraciones?
Ramatís: Eso sería incompatible con el grado de espiritualidad que ya alcanzaron. Viviendo
ardientemente el concepto de "ser útil y verdadero", evitan los motivos o los recursos que las
valoricen artificialmente. En las estadísticas de ascensión espiritual, se observa que, a medida que el
alma se va libertando de las contingencias de las formas, va revelando, también, que se posesiona de
una concepción de belleza real y superior. Las pinturas chillonas, los adornos excesivos en la forma
de colgantes, juguetes o condecoraciones, tan al gusto terreno, recuerdan el deleite primitivo de los
salvajes, encantados con sus quincallerías y colgajos exteriores. Ellos compensan la ausencia de
raciocinio espiritual, con los entretenimientos y exteriorizaciones infantiles, así como algunas sectas
religiosas compensan la vacuidad espiritual de las masas con la ostentosidad de las ceremonias
idólatras y con las liturgias de colorido fascinante. El verdadero desapego al mundo ilusorio de las
formas sugestivas, es atributo de las almas ya afectas al "reino silencioso del Cristo".
Pregunta: Pero los adornos humanos de la Tierra, no dejan de revelar ese delicado arte a que el
hermano alude con referencia a Marte, pues son confeccionados en las más seductoras formas. ¿No
es así?
Ramatís: Aunque sean adornos de zafiros, turmalinas, diamantes, topacios o rubíes, engarzados
en filigranas de oro o de plata, o pendientes de ricos collares, o en pulseras refulgentes, en realidad,
es todo la ingenua sublimación de los zulúes de las cuentas de vidrio, o de los "pagés" con sus
collares de huesos. La diferencia consiste, apenas, en la calidad o naturaleza de los objetos. Las
pinturas ostensivas y chillonas, en las máscaras de los salvajes, aun encuentran su reflejo en el
"maquillaje" de la civilización o en las diversiones de carnaval. Además, en vuestro mundo, ya
conceptuáis que los hombres sabios son modestos y contrarios a las joyas o bienes materiales. Esto
os comprueba que los descubridores de los tesoros que la "traza no roe y la herrumbre no consume",
no colocan su felicidad en la transitoriedad de los superficialismos terrenos, que terminan al borde del
sepulcro.
El estado espiritual de los marcianos, de mayor grado evolutivo que el vuestro, los aparta de
exterioridades exhibicionistas, debido a la riqueza de su sensibilidad sideral. Ellos prefieren revestir el
suelo, los umbrales y los pisos de los edificios y de los lagos, con láminas de metales preciosos, a
tallarlas para los adornos del cuerpo perecedero.
Pregunta: ¿Es inadecuado, por ventura, el uso de un cronómetro en el pulso, a fin de conocer las
horas que marcan la disciplina cotidiana?
Ramatís: Huelga vuestra determinación: "a fin de conocer las horas que marcan la disciplina
cotidiana"; pues confundís la función intrínseca del reloj humano, con su virtual apariencia de adorno;
lo que os lleva al uso de costosos y ricos cronómetros, más ostensivos como "ornamento de pulso",
que propiamente como objeto de utilidad práctica. No obstante, es común que agravéis vuestros
presupuestos domésticos, en sacrificio de lo "esencial y útil", como un cronómetro para marcar las
horas, por los aparatosos adornos, que son aún un eco lejano del indio salvaje ornamentado de
lentejuelas exóticas.
Pregunta: Notamos que el hermano, cuando se refiere a las cosas y seres marcianos, alude a
aspectos translúcidos, dejándonos la impresión de que se refiere a una luminosidad "extra-terrena"'.
¿Cómo podremos asimilar la idea de esos aspectos translúcidos a que os referís varias veces?
Ramatís: Cada planeta, sea la Tierra, Marte o Saturno, a pesar de su masa densa y obscura, es
también energía luminosa y translúcida, que se condensa y transfiere en radiación llamada "aura".
Todo orbe que navega en lo Infinito, además de la luz color material que le es propia, posee otra luz
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
que se expande de su intimidad, y que es perceptible únicamente a los clarividentes reencarnados o
a los espíritus de mayor sensibilidad cósmica. Así como el átomo es un minúsculo sistema de
planetas electrónicos, en torno de un núcleo "micro-solar", dotado de energía todavía física y también
de un aura radioactiva, la Tierra forma parte de un sistema idéntico, pero macro-cósmico, que es
regido por el Sol. Esto justifica el concepto de que "lo mismo es arriba que abajo" y el de "según es el
macrocosmo, así es el microcosmo". Como el átomo también es luminoso, de refulgencia sólo
perceptible en el campo etérico o astral de la visión interna, todos los seres o cosas de vuestro
mundo son portadores de "auras radioactivas", que se componen de la suma de todos los átomos
radioactivos que palpitan en la intimidad de la sustancia. La Tierra, consecuentemente, posee su
gigantesca aura radioactiva, que ultrapasa su configuración física y la propia atmósfera del aire; aura
que es la suma de todas las auras microscópicas y radiantes de los átomos existentes en las
múltiples formas de la materia. En la proporción que las cosas y los seres se purifican íntimamente,
los "átomos luminosos etéricos" van predominando y sobreponiéndose en la masa compacta que
conceptuáis como "materia". En el concepto científico de que la materia es "energía condensada",
también podéis concebir una "luz etérica condensada", de frecuencia vibratoria más allá de vuestros
sentidos comunes, y que está constituida por los "átomos etéricos" que componían la energía en
libertad. A medida que la sustancia que compone los seres y las cosas se va retinando, despojándose
de los involucros densos que obstruccionan, esa "luz aprisionada" o "luz etérica acumulada", también
se va polarizando en torno, visible ya a los clarividentes y a las criaturas que actúan psíquicamente
más allá de las fronteras comunes del plano físico.
Pregunta: ¿Es ese el motivo por el cual mencionáis tanto la "luz polarizada" de las cosas
marcianas?
Ramatís: Esa luminosidad que palpita por detrás de la forma material transitoria, tan intensa y
pura cuanto más íntimamente se pueda penetrar de la esencia del espíritu, se va haciendo más
visible o identificable en concomitancia con el progreso espiritual de las criaturas. Más profundamente
tendréis que procurarla, y la encontraréis, buscando mayor intimidad con Dios, en el ideal crístico que
transforma el animal en ángel. El hombre que en vuestro mundo camina exhaustivamente en el seno
de la floresta, abriendo extenso bejucal para encontrar la luz del día, recuerda al espíritu fatigado que
peregrina a través de las configuraciones físicas, para, al fin, entrever la Luz del Creador. Jesús os
recordó significativamente: "El reino de Dios está en vosotros". De ahí la pronunciada ascendencia de
luz que se revela en las actividades marcianas, en la forma de la citada "luz polarizada", porque se
trata de un mundo límpido, sin las sombras de las pasiones inferiores. Y esa luz, más perceptible por
la visión psíquica, aumenta de pureza e intensidad en la proporción en que os libertáis de las
pasiones de cólera, celos, odio, lujuria o perversidad; pues tales deprimencias bajan el tenor
vibratorio del magnetismo divino que interpenetra todos los seres, dando lugar a las sombras espesas
que alejan el alma de la Fuente Refulgente del Padre. Las desarmonías mentales o psíquicas son
emanaciones semejantes a las nubes densas en días de sol, que roban o absorben sus rayos
vitalizadores. El aura etérica y astral de Marte recibe, continuamente, el hálito perfumado de la
espiritualidad de sus moradores; su aire magnético está pleno de efluvios puros, ansiedades
angélicas y júbilos afectivos, que exhalan de los cónclaves de religiosidad pura, de los intercambios
afectuosos y de las realizaciones estéticas en el reino de las flores, de la música y de la pintura. La
persistencia sublime de "deseos ascensionales" y el constante procurar "más luz" y "más amor",
generan siempre una claridad electiva para atraer la Luz Cósmica de la intimidad de Dios.
Pregunta: ¿También la Tierra alcanzará los objetivos marcianos?
Ramatís: Ciertamente, pues las fuerzas creadoras de tales efectos o resultados, permanecen
latentes en la intimidad de toda la sustancia de vuestro mundo. Podéis percibir esas fuerzas de
tendencia expansiva, en el propio fenómeno corriente de laboratorio, en que los científicos
transforman la materia sólida en estado gaseoso. Bajo la temperatura excitante del calor, formas
densas, inexpresivas y letárgicas, se subliman en energía radiante, expansiva y de contenido
purificado y luminoso. Esa operación de laboratorio, microcósmica, tiene su equivalente en la
maravillosa sublimación del alma grosera, ruda, animalizada, cuando bajo el calor de las virtudes
celestiales y de la temperatura divina del Padre, alcanza el prodigioso estado arcangélico.
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
Pregunta: Esa "fuerza de tendencia expansiva", ¿es luz que existe en la intimidad de las cosas y
seres que mencionáis?
Ramatís: Es la propia aura del CRISTO SOLAR que pasa a ser sentida, absorbida y perceptible,
así que os integráis a estados del alma más puros. El Aliento Divino, que se condensa por Ley
Cósmica, con más "proximidad" en los sistemas de galaxias y más cerca de vuestras almas, en los
sistemas solares, es lo que os impele, continuamente, hacia lo "más Alto". Es el camino silencioso del
corazón, tan preconizado por Jesús; el más corto y seguro derrotero para conduciros a la intimidad
del CRISTO.
Los mundos que forman los collares rodantes de los sistemas solares, están todos impregnados
de esos espíritus planetarios, inconcebibles condensadores de la LUZ CÓSMICA. Vuestro globo
ignora que navega en un océano de Luz Resplandeciente, que es el cuerpo diáfano del CRISTO
SOLAR. Si aun vivís sumergidos en las sombras de los fluidos impuros que actúan en fajas inferiores,
si apenas os contentáis con la luz pálida del Sol Físico, es porque aun no os esforzáis en asimilar el
contenido evangélico que desciende del Sol Espiritual, que comanda y rige los destinos de vuestro
mundo. Marte, hermano más viejo y más equilibrado, es ya un prisma receptivo de la Luz Crística
Solar, de la absorción del resplandeciente alimento que os citamos. Es por eso que se percibe en las
cosas marcianas una suave transparencia psíquica, una tenue refulgencia que da a todo el aspecto
de "luz polarizada".
En realidad, es la Luz Crística del sistema solar, que se hace algo visible en el campo magnético
marciano, ya purificado, así como la luz del Sol se va tornando perceptible a medida que las nubes
densas e impenetrables se deshilan, afinan y adelgazan, mostrándolo, después, en toda la opulencia
de sus refulgencias irisadas y deslumbrantes.
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CAPITULO III
MATRIMONIO
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CAPITULO IV
FAMILIA
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CAPITULO V
INFANCIA
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CAPITULO VI
EDUCACIÓN Y ESCUELAS
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Voladores
CAPITULO VII
IDIOMA, CULTURA Y TRADICIONES
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CAPITULO VIII
RELIGIÓN
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CAPITULO IX
LA MEDICINA
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Ramatís: La homeopatía es verdaderamente una filosofía dentro de la medicina, pues tiene
profundas raíces con los principios espirituales que emanan de la Suprema Ley Divina. Las diluciones
que escapan al análisis químico, son realmente energía pura, en completa libertad, en su verdadero
"hábitat". Actúan, consecuentemente, con más vigor y exactitud en las esferas imponderables del ser
humano. En vista de la concepción actual de que la sustancia material es apenas "energía
condensada", desconfiar de la homeopatía, es, realmente, desconfiar de toda ciencia humana. La
individualización del remedio, en la sabiduría homeopática, se deriva de la propia Sabiduría Divina,
que da a cada uno de sus hijos de conformidad con sus obras o sus idiosincrasias. Solamente la
actitud inteligente del homeópata, en determinar el retrato físico y mental del doliente, es suficiente
para revelar a los espíritus más esclarecidos, que la Homeopatía es, realmente, ciencia inspirada por
las leyes espirituales. Consecuentemente, los médicos marcianos consiguieron percibir, muy antes de
las comprobaciones de laboratorio, el extraordinario mensaje verdaderamente científico, que había
detrás de las diluciones infinitesimales. Conociendo las diferencias potenciales de la "energía
condensada", que es la materia, y la fuerza de energía libre que la suplanta ilimitadamente, los
marcianos desistieron de la farmacología alopática porque es más medicamento y menos energía.
Prefieren la homeopatía, que es menos sustancia letárgica y más fuerza operante.
Pregunta: ¿Cuál es la acción terapéutica más evidente en la homeopatía?
Ramatís: Es su capacidad de proveer las necesidades biológicas "de dentro hacia afuera"; es
centrífuga y no centrípeta; más causal y menos de efecto; es más divina y menos humana, porque
actúa más intensamente en el psiquismo. Actúa, principalmente, en la contextura del periespíritu, esto
es, en lo intermediario entre el alma y el cuerpo físico. Así como el éxito del movimiento de un
carruaje depende fundamentalmente de la energía del caballo, la salud del cuerpo humano reside
básicamente en el tenor energético del periespíritu. La homeopatía, pues, cumple la función de
"despertar" las energías de ese elemento intermediario, entre el alma y el organismo físico. Lo auxilia
en la labor dinámica, completando sus dosis energéticas.
Pregunta: No dudamos de vuestra aserción, mas no comprendemos esa titulación mínima de
medicamento positivo en la homeopatía. ¿Podrá aclararnos al respecto?
Ramatís: Realmente, sólo después que la ciencia terrestre alcance los desideratos de la
"clarividencia", será que podrá testificar el inmenso poder de la homeopatía en su "alta-dinamización",
pues ésta penetra en el cosmos celular, directamente por el aura vital. Es el psiquismo el que
modifica el quimismo orgánico; es su posición emotiva y energética que permite la base fisiológica
equilibrada. Consecuentemente, el impacto vibratorio que se crea en el campo psíquico, por la
penetración de la energía homeopática, modifica la faja vibratoria emotiva existente, pudiendo actuar
en el temperamento emotivo del individuo. Por encima de las mínimas diluciones, es simplemente
energía, o sea, puro magnetismo de alto tenor radioactivo, que los clarividentes pueden observar en
el aura vital del enfermo, recordando una niebla centelleante de vibración apuradísima. La sustancia
vegetal o mineral, altamente dinamizada, ajustase, herméticamente, en aquello que es "electivo" a la
homeopatía, y "baja" vibratoriamente en lo físico, completándose el ciclo total en siete días,
obedeciendo al ritmo septenario. Alcanzando el metabolismo orgánico, la "energía libre" está
incorporada al mecanismo psico-físico. La naturaleza, en su origen divino, cumple entonces la misión
de reconstruir o debelar las causas patológicas, gracias al auxilio energético recibido.
Pregunta: ¿Por qué el hermano habló de un tipo electivo para la homeopatía? ¿Podría aclarar
ese detalle?
Ramatís: Lo electivo, para la homeopatía, es el tipo sensible al medicamento, de psiquismo
confiante en la droga, que aparentemente es inocua; es capaz de economizar las energías y evitar
excesos cuando está entregado al tratamiento infinitesimal. Íntimamente, "se elige" para la absorción
del remedio; dinamiza en sí, no la "fe" inconsciente del ridículo popular, y sí la disposición animadora,
científicamente dinámica en las vibraciones curativas; sigue al encuentro de la poderosa emisión
energética de la alta dinamización. Hallándose ya la terapéutica homeopática en el umbral de las
fronteras espirituales, todas las condiciones psíquicas negativas perjudican su incorporación
energética, mientras que la vocación favorable es base de éxito. Apenas en los casos "neutros", de la
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
criatura, es que la homeopatía actúa realmente en la forma de la prescripción pura. El otro tipo
"electivo", casi congénito, se refiere al individuo de gran sensibilidad espiritual; accesible a los ideales
nobles, delicado, de psiquismo bien formado y afecto al dinamismo creador. La propia creencia en las
fuerzas magnéticas y la convicción de la sobrevivencia del alma, son factores que operan en la
condición electiva. Como ya os recordamos, la homeopatía es ciencia del mayor éxito, en lo futuro,
porque exige, también, mayor cuota de espiritualidad.
Pregunta: ¿Y cuáles son los orígenes de las enfermedades nerviosas que afectan a los
marcianos?
Ramatís: Son las modificaciones del medio magnético, que debido a su sensibilidad más sutil,
actúan más vivamente. El clima físico ya no actúa en ellos tan intensamente porque el patrón
vibratorio de su organismo, es más rápido en relación con los terrícolas. A medida que los planetas se
apartan de su núcleo solar, modifican sus temperaturas y presiones atmosféricas. Como la materia es
energía condensada, disminuyendo la presión en torno, que se ejerce y reacciona, átomo por átomo,
hay mayor emanación de energía de los seres. La materia adquiere mayor energía, y,
consecuentemente, mayor penetración en el campo imponderable magnético. Comparativamente con
vuestros habitantes, los marcianos están más "dentro" de la energía libre, porque sus cuerpos
también son menos sustancia y más energía. Se apartaron más, por así decir, de lo exterior, en su
aumento vibratorio. Sus disturbios nerviosos parten más del interior, debido a la influencia magnética
inherente a las condiciones del medio y a las influencias astrales. Análogamente, podéis recordar el
efecto que en vosotros produce la "presión atmosférica baja", anunciando tempestad, que se torna
opresiva, o el fenómeno de óptima disposición cuando después de un día triste, denso, húmedo y
nublado, el sol envía su luz acariciadora y el cielo se vuelve límpido.
Pregunta: Suponiendo que la medicina no pudiese librarlos de esos estados opresivos y
magnéticos, ¿surgirían molestias graves o incurables?
Ramatís: El exceso magnético terminaría desarmonizando el delicado trabajo del conjunto
endocrino, pues la excesiva carga magnética concentrada en torno de la hipófisis, transformaría su
comando físico. El desequilibrio se haría en todo el sistema glandular, afectando el metabolismo
funcional y hasta las composiciones químicas de las hormonas. Sobrevendrían pronto estados
desordenados, de excitación o letárgica, y un desequilibrio en las relaciones entre las tiroides,
suprarrenales, bazo, hígado, páncreas, ovarios o glándulas sexuales masculinas. En la esfera
"astral", en la ley vibratoria de los polos contrarios o semejantes, cada glándula emite un impulso que
es contrabalanceado por otra reacción de equilibrio, cuya delicadeza funcional depende del absoluto
estado saludable de la hipófisis. Aunque no sucediese la gravedad patogénica que sería peculiar en
vuestro mundo, habría siempre un desequilibrio "psico-físico", una consecuencia "motivación-
hepática", con señales de hipocondría.
Pregunta: Tomando por base nuestra longevidad, ¿cuál es el promedio de vida de los marcianos?
Ramatís: Por ser portadores de organismos sanos, en un perfecto equilibrio entre el espíritu y el
cuerpo, pueden llegar a la meta de cien años en una vejez agradable. Aunque también predominan
en las estructuras orgánicas las leyes ancestrales biológicas, derivadas de varios tipos primitivos que
revelaban mayor o menor longevidad, el marciano centenario es evento fácilmente alcanzable.
Difiere, no obstante, de vuestro tipo anciano, porque el viejo de Marte, a la edad de cien años, es
muy superior en su aspecto y vigor, rivalizando con el terrícola de 50 años de edad.
Pregunta: ¿Poseen los médicos marcianos aparatos semejantes a los que usamos en la Tierra;
por ejemplo, los de radiografía?
Ramatís: Aun existen aparatos de ese género, pero sin las complicaciones de radioactividad
perjudicial a los tejidos orgánicos, pues funcionan con la energía inofensiva del "magnetismo etéreo".
Fotografían los tejidos y las masas orgánicas en colores convencionales, que son proyectados en las
telas vítreas diferenciales. De acuerdo con la frecuencia magnética, el paciente queda entre el
aparato y la tela vítrea, el cual proyecta, por separado, en color específico, solamente lo que se
prefiera: el sistema linfático, el óseo, circulatorio, nervioso o glandular. En virtud de que los médicos
marcianos radiologistas conocen perfectamente el fundamento vibratorio de cada división septenaria
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
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del cuerpo humano, usan la frecuencia identificadora del color de cada sistema. Los efluvios invisibles
proyectados, sólo se materializan al tocar las telas y revelan, entonces, el órgano o el sistema
orgánico sintonizado al magnetismo accionado. Surge, entonces, el sistema nervioso en un verde
fosforescente, el endocrino en un lila transparente o el circulatorio en el rojo rutilante; los "plexos" y
las ramificaciones ganglionares se muestran como verdaderas constelaciones radiantes. Hay,
también, proyecciones de órganos, que sirven de estudios aparte, los cuales deben ser
sensibilizados, previamente, bajo un tratamiento magnético que les forma un patrón vibratorio
apropiado a la proyección coloreada. Se asemeja, en el campo físico, a la preparación de láminas
para el microscopio, en que determinados microorganismos sólo reaccionan bajo un color o quimismo
específico. Hay colores especiales para esa preparación anticipada a la proyección, pues mientras
ciertos matices facilitan observar las funciones del órgano proyectado, otros permiten solamente la
visión de los contornos anatómicos. Los aparatos también proyectan las funciones biliares, las
pulsaciones cardíacas, las producciones enzimáticas, los movimientos peristálticos intestinales, la
producción de jugos gástricos o la función de la red bronco pulmonar en el fenómeno de la oxidación
respiratoria. Bajo un ingenio micro-etérico, se observan también las innumerables funciones de las
glándulas endocrinas y la producción de sus hormonas, que la ciencia terrestre ignora en parte. Los
médicos clarividentes, que vislumbran en el astral, aprecian el trabajo imponderable de la propia
glándula "epífisis" o el metabolismo de los "chakras", que se esparcen en la periferia del duplo-
etérico. Examinan las absorciones vitales por el centro de fuerza esplénico y acompañan el curso
disciplinado del fluido por la red de "chakras", hasta alcanzar el "clímax" de fusión en el "chakra"
coronario, donde el espíritu centraliza su comando "psico-físico".
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
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CAPITULO X
ALIMENTACIÓN
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CAPITULO XI
DEPORTES Y DIVERSIONES
Pregunta: ¿Son también los marcianos afectos a los deportes y diversiones, semejantes a los que
practicamos en la Tierra?
Ramatís: Ellos utilizan el deporte como equilibrio entre el cuerpo y el espíritu; y la diversión, como
un desahogo sano; pero en ambos casos, sin la inconveniencia de las exageraciones que conducen a
la depauperación física y que afectan la salud.
Pregunta: Considerando el elevado grado espiritual e intelectual de los marcianos, los
juzgábamos adversos a la trivialidad de algunos deportes y diversiones. ¿No es sensato este
raciocinio?
Ramatís: Dios, en Su verdadera esencia, es también alegría y júbilo. Solamente los individuos
pesimistas o enfermos son adversos a esas expansiones integrantes del equilibrio de la vida.
Pregunta: Efectivamente, en la Tierra, los más viejos llegan a condenar los deportes, hallándolos
inútiles y hasta perjudiciales a la formación de la mentalidad de la juventud. ¿Qué le parece?
Ramatís: El deporte es una necesidad de las actividades intensas en los mundos de las formas,
pues evita la saturación mental. Podéis apreciar que las aves, los animales y también las criaturas,
principalmente en la infancia, son inquietos y dinámicos; buscan y ejecutan movimientos que
absorben el exceso de fuerza "vital-nerviosa" propia de los organismos en desarrollo. La infancia
humana, expansiva y despreocupada de los convencionalismos o preconceptos, no se somete a
artificialismos ni comprime sus vehementes deseos; y los viejos que condenan los deportes por
desinteresarse del equilibrio "psico-físico", no son justos con el ambiente en que viven y son falsos
consigo mismos, pues, generalmente, en su juventud, pensaban contrariamente.
Pregunta: Existen los que condenan algunos de nuestros deportes por hallarlos violentos,
olvidándose de que el género de los mismos es el que da oportunidad a ciertos acontecimientos un
tanto brutales, que algunas veces ocurren. ¿No es exacto?
Ramatís: En cuanto a la violencia o rudeza en vuestros deportes, el problema tiene dos aspectos
diferentes, que vamos a definir: tenéis los deportes útiles y comprensibles, que aunque exigen
esfuerzos enérgicos del cuerpo, los deformáis convirtiéndolos en torneos de violencia y agresividad,
siempre condenables. Este es el caso en que la violencia y la rudeza no están en el "género del
deporte", y sí en las actitudes antideportivas e ilegales de los propios competidores. Si tanto éstos
como los asistentes confraternizasen bajo los principios sagrados del "no hagáis a los otros lo que no
queréis que os hagan", desaparecerían la brutalidad, la falta de cultura, y la incivilidad, pues el
deporte también es oportunidad educativa donada por el Padre; y sirve para unir el espíritu
equilibrado al cuerpo sano, con el fin de formar el armonioso binomio: "mente sana en cuerpo sano".
No obstante, ya progresasteis aceptando en el sector deportivo la participación incondicional de la
mujer, pues la figura femenina, por su ternura y delicadeza innatas, además de ablandar o neutralizar
la agresividad del hombre, despierta sentimientos fraternales entre los contendientes.
Pregunta: No obstante, afirmamos que hay deportes en los que la violencia un tanto brutal se
justifica, debido, justamente, a la naturaleza de los mismos, hallándose en este caso, nuestro boxeo y
los asaltos de "lucha libre". ¿Cuál es vuestra opinión?
Ramatís: Ese segundo plano de vuestro sector deportivo merece, desde todos los aspectos, la
más formal repulsa; pues el deporte, en su expresión verdadera, es cordialidad, es evolución; siendo
un marcado absurdo definir esos torneos como "deportes"; ¡llegando vuestra incoherencia a atribuir al
salvajismo del boxeo la denominación de "noble arte"! De la misma categoría bárbara son los
combates de "lucha libre"; y en ambos casos revivís las emociones feroces que ya alimentasteis en
reencarnaciones pasadas, ¡cuando en los circos romanos, gritabais por "sangre y muerte"!
Cambiaron los escenarios y los vestidos de la carne, mas siguen siendo los gladiadores de esa época
y también la misma colectividad ululante, agitada por el instinto inferior, denunciando los gritos
apopléticos que tronaban en los coliseos ensangrentados de la antigua Roma Imperial.
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
Hace dos mil años, había en los circos de Roma, es cierto, escenas de mayor barbarie; pero hay
que atenerse a circunstancias de mucho menor responsabilidad ante Dios, ya que tenemos que
considerar la época en que tales hechos se producían: Hace veinte siglos, la conciencia colectiva aun
no estaba madura en el mismo sentido de responsabilidad que le imponen hoy dos mil años de
progreso y un nuevo acervo de conocimientos en todos los sectores del pensamiento humano. Los
hombres de aquel tiempo eran unidades de un ambiente totalmente animalizado porque hasta
entonces aun ninguna luz del Cielo se presentara a su conciencia. La bestialidad de las guerras
cuerpo a cuerpo era el patrón por el que se afinaba el sentimiento de las masas, las cuales, como
rebaños de carneros, acompañaban y participaban alegremente los placeres salvajes de sus
emperadores. Las matanzas en los circos de Roma eran el resultado de diversos factores del
ambiente: Eran un Nerón o un Calígula, tarados psicópatas, sujetos a los desequilibrios de tales
neurosis; era el pueblo brutalizado y servil, que tenía que aplaudir las orgías sangrientas y las
carnicerías; eran las fieras inconscientes, obedeciendo al imperativo del hambre que les roía las
entrañas; y por fin, ¡eran los mártires del cristianismo naciente, que no podían escapar de ser las
víctimas preferidas para esas crueldades de horror y de sangre !
Mientras tanto, actualmente, los que vemos en los rings, no son dirigentes necios, no son
individuos constreñidos ni animales irracionales. Son hombres-tigres, son hombres-panteras, son
hombres-máscaras-negras; títulos añadidos que, por otra parte, ellos aceptan porque en realidad,
constituyen definiciones rigurosamente exactas. Y como si esto fuera poco, vuestro ambiente
consintió que, no solo los hombres, sino hasta grupos de mujeres, se presenten en público a
exhibirse en combates feroces de "lucha libre", como índice del envilecimiento de una humanidad
que, efectivamente, solamente despertará a los ideales del espíritu, mediante la violencia patética de
los tremendos dolores colectivos enunciados por el Salvador Divino.
Pregunta: ¿Practican los marcianos deportes del género de nuestro "básquetbol", "básquet" o
semejantes a nuestro tradicional "fútbol"?
Ramatís: Los deportes marcianos son diferentes y atienden al equilibrio que debe haber en todas
las manifestaciones de la vida, pues tales diversiones, en su forma intrínseca, son útiles al cuerpo y al
espíritu. El deporte ejercido con brutalidad y deslealtad, se hace condenable y de consecuencias
perjudiciales. En el futuro, reconoceréis la belleza moral que existe en esos deportes creados para la
"masa". Actualmente, aun sacrificáis esa belleza debido a vuestra concepción del deporte como lucha
contra "adversarios" que deben ser vencidos a toda costa. De ese modo creáis un ambiente anti
fraterno, causando actos faltos de amistad que, algunas veces, dejan residuos tóxicos de odio, rencor
y deseos de venganza bajo un ambiente agresivo. Prevemos que en el futuro, tendréis apreciables
conjuntos, que aunque se enfrenten en competencias enérgicas, jamás se desviarán de la disciplina
cristiana, donde esa lucha feroz por la "victoria a todo precio", será sustituida por la preocupación de
más belleza, habilidad, inteligencia y confraternización.
Pregunta: El fútbol, que ya ha sido motivo de desarmonía en las relaciones comunes entre los
países a que pertenecen los equipos, ¿está condenado a desaparecer o se limitará a ser practicado
solamente entre los club de cada país?
Ramatís: La verdadera causa de esos roces e incomprensiones, no reside propiamente en el
juego, sino en la falta de educación y disciplina de sus elementos y simpatizadores. De acuerdo con
visiones de los mentores espirituales que tienen a su cargo establecer en vuestras distracciones
colectivas el ambiente afectivo de la congregación cristiana, vuestro fútbol, en el futuro, en vez de
serlo en su rudeza actual, será comprendido como vehículo propicio al desarrollo de la voluntad, de la
argucia y de la vivacidad mental. No hay, pues, inconveniencia en que practiquéis el fútbol, pero se
hace imperativo que os esforcéis por condicionarlo al sentido elevado a que se destina, pues es uno
de los deportes configurados en el tercer milenio, como instrumento favorable al intercambio
energético entre el cuerpo y el espíritu. Por consiguiente, no debéis abolir o condenar ese deporte; lo
que importa es "subordinar su perfección" a concepciones de fraternidad, arte y belleza, y no a
superficialismos de animosidad y violencia. Para su evolución, contribuirá mucho la circunstancia de
que, en el tercer milenio, todos los deportes que pueden contribuir al perfeccionamiento moral y físico
del pueblo, serán constituidos bajo departamentos educacionales mantenidos por los gobiernos, y
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
facultados al público gratuitamente.
Pregunta: En Marte, ¿los intelectuales también participan de los deportes?
Ramatís: Diversos intelectuales planean las más brillantes competencias deportivas, y su alta
espiritualidad sólo se ocupa del entrenamiento de forma constructiva. Teniendo los marcianos su
mente espiritualizada, están exentos de la brutalidad común en los terrícolas. Cuando se expansionan
en sus juegos, lo hacen sin ninguna malicia, pareciendo criaturas crecidas, pues sus actitudes no
denuncian premeditaciones secundarias. En cuanto a los "fanáticos", no existe esa exaltación
desenfrenada que se manifiesta en vuestros encuentros, incurriendo, muchas veces, en actitudes que
nivelan el académico con las tropelías del ignorante.
Los espectadores marcianos acompañan el desarrollo de los juegos, tal como vuestros
admiradores del juego de ajedrez siguen sus lances neurálgicos, o sea, que su entusiasmo, aunque
sobrio y tranquilo, no deja de ser emocionante. En Marte, los encuentros deportivos son embates o
luchas de belleza y de inteligencia en los que los participantes y los espectadores no se colocan en la
situación de adversarios. No se trata de la victoria de un hombre contra otro hombre, o de un conjunto
contra otro conjunto. Lo que los impresiona es la verificación de poseer un raciocinio más rápido y
eficiente.
Pregunta: ¿Cuál es la naturaleza primordial de sus deportes? ¿Poseen estadios para encuentros
colectivos?
Ramatís: El espíritu emotivo y estético del marciano, conjugando lo "útil y lo agradable", dispone
de estadios que recuerdan rincones paradisíacos en los que la belleza poética de la vegetación y la
policromía de las flores sobrepasan la más ardiente imaginación terrícola. Los bosques refrescantes,
de arbustos viciosos bajo iluminación indirecta, e impregnados de perfumes de las especies más
raras, son verdaderos oasis de reajustamiento mental. Los lagos pequeños y graciosos, con los
fondos esmaltados de láminas preciosas de topacio, amatista, esmeralda y rubí, transforman su agua
límpida y cristalina en fulguraciones de cambiantes irisados, contribuyendo todo para que los estadios
queden enmarcados en un panorama deslumbrador.
Pregunta: ¿Qué juegos se practican en esos estadios?
Ramatís: Son diversos los deportes practicados por los marcianos; y uno de los más preferidos es
el que, siguiendo vuestro vocabulario, denominaremos "magneto-cromobol", que consiste en un juego
de bolas de colores que se mueven en increíbles vueltas bajo la acción del magnetismo etérico
controlado por sus participantes. Nos faltan elementos análogos en vuestro mundo, que nos
posibiliten exponer, de modo comprensible, el funcionamiento de ese juego "sui-generis".
Pregunta: ¿Podría citar un juego de otro género, que pudiésemos comprender?
Ramatís: La mayoría de los juegos son acrobáticos; y debido a que la atmósfera de Marte es
tenue y de menor densidad gravitacional, la juventud deportista ejecuta ejercicios de majestuosa
belleza. Los trajes de los participantes son radioactivos, de colores bellos y transparentes, y producen
maravillosas auras de luz polarizada. Sus movimientos en el espacio, cual focos de luces en
graduaciones suaves, recuerdan criaturas aladas, en festivo tecnicolor, en una proyección
cinematográfica de "cámara lenta", pues la luz y el color están conjugados a todas las diversiones
marcianas.
Pregunta: ¿Podría darnos una idea de la configuración y del asunto o trama de esos juegos
acrobáticos?
Ramatís: El tema atiende a manifestaciones de belleza y estética, que propician emociones de
alta espiritualidad. Tales juegos, para mejor efecto de los vestuarios luminosos, son casi siempre
realizados al anochecer, cuando surge el crepúsculo. Los trajes de los componentes irradian luz
propia, translúcida y de varios colores; y cuando ellos se mueven, su luminosidad se diluye en torno,
como polvareda luminosa. Son trajes que transforman a los participantes en vivas esmeraldas,
rubíes, turmalinas, ópalos y topacios; y sus hermosos saltos, de luces de colores, recuerdan poéticas
figuras de pájaros humanos. Utilizando bolas magnetizadas, ejecutan, también, un juego coreográfico
semejante a vuestro "tenis", pero en vez de raquetas, usan una especie de cesto, pues la bola, en
111
Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
vez de rebatir, es cogida en el aire y sólo puede ser devuelta después de diversos saltos extensos y
graciosos, dados por el lanzador. Algunos saltos son vuelos espectaculares y temerarios, con el fin de
recoger la bola que revolotea en el espacio en movimientos imprevistos, debido a los impactos
magnéticos de los jugadores. Hay momentos en que en un vuelo increíble e inesperado, el acróbata
completa un lance que le asegura la victoria. Debido a la menor gravedad del planeta, ese "tenis
acrobático" proporciona poses aéreas tan sublimes y encantadoras, que llegamos a entrever las
líneas hermosas del futuro ángel.
Si el terrícola comparase su cuerpo pesado, pegado al sucio, o sus saltos grotescos, con los
vuelos acrobáticos, lentos y extensos del joven marciano, quedaría entristecido; pues las
protuberancias o pequeñas membranas que el marciano posee, del hombro al codo, le permiten, al
bajar en los saltos, posar en el suelo como el pétalo de una flor que desciende en el aire suave.
Pregunta: ¿Realizan, también, alguna especie de olimpiadas deportivas?
Ramatís: Sí. Y despiertan extraordinario interés, pues las comarcas seleccionan los mejores
acróbatas y jugadores, con representantes de ambos sexos; y en la competencia final, en la que se
congregan los esfuerzos de todos los grupos, se produce un verdadero "clímax" celestial. Para esas
almas libres de las aflicciones terrenas, la terminación de las olimpíadas es un acontecimiento
considerado como dádiva divina; la comarca escogida para ese objetivo, se parece a una parte del
cielo mostrada al mundo físico. La música envuelve a todos en cascadas de sonidos argentinos, y las
voces humanas, entonando hosannas al Señor de los Mundos, hacen del panorama adyacente, el
más rico marco vivo, en el que hasta los pájaros se aquietan, como deslumbrados por tan grandiosa
belleza y encanto. Los mentores clarividentes, que asisten a esas festividades colectivas, afirman que
de lo Invisible, se deshacen nubes de pétalos perfumados y descienden haces de luces siderales
sobre todos los presentes.
Pregunta: ¿Hay también juegos similares a los de cartas, como los que se usan en la Tierra,
juzgados como peligrosas ocasiones de vicios?
Ramatís: Hay tanto vicio presumido en un puñado de "cartas", como en los libros de oraciones. Si
sustituís las cartas por fotografías de los parientes, compendios escolares de colores, breviarios o
Biblia de varios tamaños, para marcar el juego, ¿deberían ser proscritos estos medios como viciosos?
La debilidad o el vicio se encuentran en la disposición mental de los jugadores. Conocemos
determinados pueblos peninsulares, de vuestro mundo, cuyos instrumentos de juego son las propias
manos. No creemos, por eso, que la humanidad deba cortar las manos o evitar su uso por ser
viciosas. El vicio, realmente, está en la mente humana; es el sentido desordenado que ella atribuye a
lo que es útil o inofensivo. Hay hombres, en la Tierra, que juegan; y también los hay que, viciándose,
son "jugados". La diversión a través del intercambio de "cartas de juego", en Marte, es tan inofensiva
y elevada, como vuestras posturas en los templos religiosos. Ellos realizan festivas competencias en
las que la gracia y la inteligencia, en vez de servir para apuestas de competencias codiciosas, son
motivos fraternos de encuentro afectivo.
Pregunta: ¿Podría el hermano describirnos algunos detalles de esos juegos de salón?
Ramatís: Hay un juego de cartas de colores, transparentes, que irradian magnetismo en cierta
frecuencia, accesible, a distancia, para los competidores bien entrenados. Consiste en adivinar cuál
es la combinación de cartas que se halla en poder del competidor. De acuerdo con los movimientos
que el jugador hace con sus cartas, emite una onda de frecuencia que puede ser captada por el
adversario, o viceversa. El propio magnetismo de los participantes produce modificaciones, que sólo
la familiaridad permite solucionar prontamente. Los seres más evolucionados acostumbran jugar el
"ajedrez psico-métrico", de gran exigencia mental y profundidad de conocimientos en casi todos los
ángulos de la vida. El juego se basa en el conocimiento de la atmósfera "astro-etérea", que circunda e
impregna todos los objetos; se desarrolla a través de piezas históricas, confeccionadas con retazos
de objetos o cosas antiquísimas, que hayan estado bajo la influencia de acontecimientos importantes.
La capacidad del jugador de ese "ajedrez psicométrico", se comprueba por su penetración o
identificación con los acontecimientos históricos ligados a las piezas en juego. Se trata de un torneo
mental y psíquico, muy complejo para que intentemos su descripción, debido a su gran sutileza y
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
acción de interferencia en el campo etérico.
Pregunta: ¿Existe la cinematografía, más o menos semejante a la de la Tierra?
Ramatís: El cinema es proyectado o transferido hasta los hogares, a través de aparatos
específicos, que captan las irradiaciones de las estaciones proyectoras. En casos excepcionales, ya
sea como recurso educativo en conjunto o como pretextos de confraternizaciones, se adaptan
enormes edificios para producir la cinematografía colectiva.
Pregunta: En cuanto al tipo de cinematografía, ¿es del mismo género de proyección, por cintas
de celuloide y sobre telas iguales a las nuestras?
Ramatís: Puede ser proyectada a la luz del día; la proyección carece de cono luminoso y está
hecha a través de "rayos invisibles", especie de "infra-rojos" en avanzada contextura magnética. Las
imágenes sólo son percibidas cuando esos rayos chocan con la tela; ésta, los manifiesta
prontamente, recordando el proceso común de revelación de fotografías en vuestro mundo. Las
filmaciones obedecen a un proceso aun ignorado en la Tierra; a grandes rasgos, recordamos que
puede ser comparado a la televisión invertida, esto es: las imágenes son transformadas en "puntos",
y enseguida, estos puntos son nuevamente convertidos en imágenes en las "telas vítreas". Se trata
de un mismo tipo de cintillos magnetizados, que recuerdan las cintas de los grabadores de sonidos,
en el cual son superpuestas numerosas secuencias filmadas en varias frecuencias magnéticas.
Pregunta: ¿Cuáles son los recursos que posee esa cinematografía? ¿En el plano de los
"cinemascope", "cineramas" o "terceras dimensiones"?
Ramatís: Lograron la tercera dimensión bajo condiciones normales, sin los artificios deformativos
o los recursos de superposiciones de imágenes. Las escenas proyectadas revelan los paisajes en su
exacta profundidad miniatural. La tercera dimensión es algo más profunda en el campo etérico, pues
depende, fundamentalmente, de la naturaleza intrínseca de la tela reflectara de imágenes, que al ser
confeccionada, recibe un tratamiento especial para el sistema "tridimensional".
Pregunta: Reconocemos la dificultad de recoger mentalmente, aquello que está a cinco siglos por
delante de nosotros, como afirmáis, pero agradeceríamos alguna pequeña idea sobre el asunto.
¿Podrá dárnosla?
Ramatís: Intentaremos una descripción por analogía con vuestros recursos terrenos, pero no
debéis aceptarla "ipsis-literis". La tela cinematográfica es un inmenso bloque de vidrio cristalino,
fundido, y de un color que podéis considerar "un azul eléctrico". Este proceso "sui-generis", en Marte,
es el que da a los lentes y cristales reflectores su proverbial "profundidad etérica". El bloque cristalino
puede ser considerado como de diez centímetros de espesor, y de tres por cuatro metros de
superficie. Es justamente en el grosor del bloque en donde está el secreto vibratorio de la profundidad
"tridimensional", pues las escenas proyectadas no se fijan solamente en la superficie, sino que
penetran gradualmente y se contrastan milímetro por milímetro. En esa tela, los asuntos filmados se
reflejan en reducción por escala aproximada de 1 por 100,000, lo que equivale a que cada centímetro,
en lo grueso, corresponda a un kilómetro de profundidad de la escena natural.
Pregunta: ¿Qué ejemplo común a nuestra cinematografía, podría darnos?
Ramatís: Considerando que un operador de vuestro mundo filmase un paisaje con diez
kilómetros de profundidad, esto es, que la última escena, el fondo, el último plano, fuese un paredón o
una colina divisoria, esa imagen de diez kilómetros se proyectaría en la tela con una profundidad
exacta a diez centímetros. Cada kilómetro de profundidad ocuparía exactamente un centímetro,
gradualmente, sucediendo que la colina, el paredón o la escena del último plano, ocuparía
exactamente el último milímetro de la tela en profundidad. Esa escena natural de diez kilómetros es
reducida gradualmente hasta encuadrar en los diez centímetros del rectángulo vítreo cinematográfico,
produciendo entonces la tercera dimensión, en agradable disposición para la vista.
Pregunta: ¿Presenta la cinematografía marciana otras cualidades de carácter excepcional, en
relación con nuestro adelanto en ese sector?
Ramatís: Como las imágenes no son proyectadas en sus configuraciones o contornos, y sí en
"puntos vibratorios" que sólo se perciben cuando tocan la tela, ésta posee un aparato anexo que
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
transforma las emisiones y los efluvios proyectados, en "quantums vibratorios", que además de
producir sonoridad e imágenes, producen y esparcen también los perfumes naturales de las escenas
o ambientes que estén siendo filmados. Por consiguiente, si fuera una escena marítima, los
espectadores sentirían el olor del salitre del mar. Tratándose de un ambiente campestre, revelaría el
olor saludable de los aromas vegetales que le son propios. Y a través de otros recursos prodigiosos e
incomprensibles para vosotros, los espectadores también sienten las temperaturas de los locales de
las escenas, ya sean las de las zonas frías o las de las ecuatoriales. Semejantes prodigios, en
realidad, pueden ser clasificados como una cuarta dimensión.
Pregunta: Los asuntos de la cinematografía marciana, ¿son parecidos o equivalentes a los que
nosotros preferimos?
Ramatís: El adelanto espiritual de los marcianos no comporta novelas o historias melodramáticas
y sentimentalistas, con sus enredos tejidos de artificios. No existiendo en Marte los problemas del
hurto y de la mendicidad; ni los excesos de la ambición, de la cólera, celos u orgullos ancestrales; y
distantes, también, de las prevenciones de nacionalismos racistas que arrastran a los conflictos
agresivos, es obvio que los motivos para sus argumentos cinematográficos son solamente de orden
constructivo y espiritual. Disponiendo además de una ciencia que controla casi todos los fenómenos
de la naturaleza ambiente, no existen esas luchas con episodios de aventuras que, habitualmente,
sirven de motivo a vuestros films. La cinematografía marciana está condicionada al futuro,
persiguiendo finalidades espirituales. Se refiere a los viajes interplanetarios, a las conquistas
recientes en los sectores de la música, del color, del psiquismo y sobre los eventos
reencarnacionistas, en el cual esboza la disciplina exigida, las costumbres, los pensamientos y las
realizaciones del hombre del mañana, conjugados con el bien y con la sabiduría.
Pregunta: ¿Y no exhiben films de asuntos cómicos, que provoquen hilaridad?
Ramatís: Ciertamente. El pueblo marciano es naturalmente divertido. Es su risa llena, su
humorismo sano, lo que hace que los marcianos estén exentos de las arrugas aflictivas de vuestra
humanidad. La comicidad cinematográfica es de orden muy sutil, y versa principalmente sobre las
complicaciones de las almas desajustadas en los mundos materiales. Así como no podríais
comprender el gracejo del asiático o de los esquimales, de igual modo os será dificilísimo entender el
humorismo marciano, en los films de enredos cómicos, debido a que no conocéis su ambiente
psicológico.
Pregunta: ¿Cuál es el medio de mayor júbilo para el marciano, en cuanto a la forma de divertirse
o de descansar de las preocupaciones mentales?
Ramatís: Todos los que ganan en el trabajo las "horas superiores", prefieren los maravillosos
viajes de turismo a los más excéntricos y lejanos lugares del orbe. Las excursiones propiciadas por el
Gobierno, conforme sucede entre vosotros, son motivos de inmensa alegría, porque los beneficiados,
además del desahogo mental, adquieren nuevos conocimientos y perfeccionan sus facultades
psíquicas en contacto con otros modos de vida y de conocimientos; y los más agraciados, debido a
labores excepcionales que prestaron a la colectividad, reciben las bendiciones fraternas de viajes
interplanetarios en visita a otros orbes.
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
CAPITULO XII
MÚSICA
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
Pregunta: ¿Sigue el ejecutante un tema definido, o sea, música escrita?
Ramatís: Sólo consiguen ejecuciones en el "plurífono" los genios de la música marciana; pues
hay que poseer el "don" conquistado en vidas anteriores. Son necesarias ciertas facultades que sólo
un clarividente las posee en grado de poder aplicarlas, atendiendo y sintiendo el trazado de las
melodías que vibran en los planos eterices. El "plurifonista" no improvisa ni sigue determinada pauta.
Sigue un derrotero abstracto, pero comprensible, captando en los mundos imponderables la belleza
sonora de las armonías celestiales. La ejecución del "plurífono", además de profundo "sentido
musical", exige voluntad disciplinada, conocimiento exacto de los "colores sonorizados", y renuncia
absoluta a cualquier deseo de la vida material. La mente tiene que estar espiritualmente ligada a lo
Alto. Hay que comprender que el "sonido tiene color" y el "color tiene sonido". Las reacciones
psicológicas de los oyentes demuestran que ellos participan y sienten, también, las emociones
causadas por el sonido y por el color, en vibración unísona.
Pregunta: ¿Por qué el "plurífono" exige el conocimiento del color?
Ramatís: Porque en la inmensa "tela radioactiva" que se encuentra en la parte superior del
"plurífono", se proyectan colores herméticamente asociados a los sonidos producidos; y el más sutil
contacto con las teclas del instrumento produce en la tela el color correspondiente, el cual toma
cuerpo o se diluye, se alarga o revolotea; asciende y a veces dibuja arabescos fascinantes, de
matices indescriptibles, que van surgiendo de nieblas cromáticas y mostrando panoramas de belleza
deslumbrante, matizados de cambiantes coloreados, de tonos lilas, azules, esmeraldinos y de
topacio. De súbito, en una sorprendente metamorfosis de alta concepción espiritual que arrebata el
alma, el artista "diseña la música" en nuevos colores, en nuevas frases y acordes melodiosos, que
traducen el sentido espiritual de la partitura en toda su plenitud.
Pregunta: ¿Aprecia el pueblo marciano conciertos y audiciones públicas?
Ramatís: Ciertamente, pues la música, en Marte, es un placer espiritual integrante de la propia
vida de sus habitantes. Basta también un simple telefonema a la "Casa de la Música", para que en el
propio hogar, puedan captar y grabar la última composición o sinfonía ejecutada en los "plurífonos",
por los artistas insignes.
Pregunta: ¿Qué colores proyectarían algunas de las músicas de nuestro planeta, cuyos cambios
cromáticos traducen o expresan, con vigor, el sentimiento o la idea que su autor les trasmitió?
Ramatís: En la sonata "Claro de Luna" de Beethoven, la nostalgia misteriosa del rayo de la luna,
se traduciría en color de suave plateado, envolviendo suavemente los contornos silenciosos de la
naturaleza; la música mórbida de Tchaikovsky os mostraría un amarillo patológico, predilección de un
Van Gogh, La "Tercera Sinfonía" de Beethoven, en su forma enérgica, debe tener el matiz rojizo,
color fuego; y su "Sexta Pastoral" daría los matices verde-seda. El mensaje sublime de la "Novena
Sinfonía" se presentaría en cambiantes de azul-celeste con franjas de filigranas doradas. Cuando
vuestras facultades psíquicas alcancen la gama vibratoria de los marcianos, la audición de la música
os proporcionará indescriptibles sensaciones nuevas. Entonces, oyendo las amorosas composiciones
de Schubert, escucharéis, no solamente la dulzura sonora, sino que sentiréis el suave perfume de los
lirios, o el olor fragante de las flores que se extienden sobre los ríos europeos, porque el tímido
compositor sólo tejía sus páginas con la mente envuelta en las expresiones que pudiesen traducir su
pensamiento de amarguras transformadas en amor. Wagner os hará retornar a los milenios pasados,
presintiendo, mediante la visión psíquica, la formación telúrica de vuestro mundo; aves gigantescas y
vegetación agreste, tempestades y pavor; los dioses moviendo las fuerzas creadoras que luchan en
un espectáculo de grandiosidad aterradora. En vez de los colores claros, suaves y límpidos del rosal
florido, o de los jazmines embriagadores, los tonos oscuros, irisados de fuego y de relámpagos, y de
olores sofocantes de vegetación bárbara.
Pregunta: ¿Cuál es el sentido más útil de la música en Marte, además de las emociones y de las
inspiraciones superiores?
RESPUESTA: En épocas pasadas, la usaron muchísimo, conjugada con el color, como
terapéutica musical, a fin de restablecer la armonía entre las energías del alma y la emotividad del
sistema nervioso. En Marte, los sacerdotes dirigentes de los "templos espiritualistas", saben ligarse,
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
directamente, a los que llamaríais "Arcángeles de la Música", o la fuente espiritual de la música. Los
"mantrans" curativos, en la evocación del "ego superior", que aun usáis en ciertas instituciones
iniciáticas y que es tradicional entre los orientales, constituyen excelente terapéutica musical conocida
desde la Lemuria, como también en la Atlántida, y ejercida fuertemente en Egipto.
La música posee la virtud de formar verdaderos "canales cósmicos sonoros", de las fuerzas
curativas del espíritu; y los libros fundamentales de todas las doctrinas espiritualistas, están repletos
de episodios en los que la música es parte integrante de las emociones sublimes. Así como las
ceremonias ritualistas impresionan por sus pompas exteriores, la música eleva el alma por la
sublimidad de sus vibraciones sonoras.
La música, por el misterio que posee, consigue hipnotizar el hombre-animal; y despertando en él
el hombre-espíritu, pone su conciencia en sintonía con los Poderes Divinos. Gran parte de las
creaciones en el plano de la intuición, en Marte, se deben a la influencia que la música ejerce en el
alma. Seleccionando melodías para los oyentes, los marcianos consiguieron despertar emociones
creadoras de objetivos superiores. A través de los sonidos excelsos, se afinó la sensibilidad del
espíritu y éste se desprendió más temprano del perjuicio de la música sensual, mórbida o maliciosa
que rebaja el alma.
Pregunta: ¿Podernos admitir la posibilidad de que el compositor marciano cree música apropiada
para influir en diversos estados opresivos o dolencias del alma?
Ramatís: Innegablemente, los científicos médicos marcianos así lo hicieron en épocas remotas,
cuando encomendaban a los compositores música destinada a ciertas instituciones de tratamiento
mental, nervioso, circulatorio o glandular, pidiéndoles un "medicamento musical" correspondiente a la
dolencia. Ese tratamiento por la "musicoterapia", produjo éxito extraordinario, pues conseguía activar
ciertos estados patológicos, letárgicos, o calmaba los de extrema excitación. Favorecía, incluso, la
recomposición sana de las células y el trabajo endocrino, debido a las reacciones del psiquismo
optimista y sereno.
Pregunta: Ya que citó el hermano cierta función terapéutica en la música marciana, ¿cuáles
serían esas condiciones, en nuestro mundo, si tomásemos, por ejemplo, las composiciones de
Beethoven, Mozart, Chopin o Tchaikovsky?
Ramatís: Aunque de menor profundidad psíquica por la ausencia de los factores eterices que
mencionamos, esas composiciones musicales también pueden causar modificaciones terapéuticas.
Hay que distinguir, no obstante, la selección que debe ser hecha, pues cada compositor varía
muchísimo en su gama emotiva, produciendo, comúnmente, música para varios estados psicológicos
o biológicos. Chopin, no obstante al ser psicológicamente un producto del sufrimiento continuo, que lo
hipersensibilizó, llevándolo a crear música de una agudeza dolorosa, presenta producciones diversas
entre sí. En sus Polonesas de forma patriótica, tenaz y decidida, terapéuticamente debe producir
efectos excitantes, vigorosos; en tanto, el cansancio mental encuentra un bálsamo suavizante en sus
"Nocturnos"; los "Estudios" invitan a la meditación y los Valses o Mazurkas ligeras proporcionan un
alejamiento de la tristeza; son una especie de recomposición mental condicionada al nuevo gusto de
la vida. Mozart, en su pureza espiritual, bordando con su música las nubes claras de los mundos
celestiales, aparta el egocentrismo humano y lo diluye en la forma alada de afición humana.
Tchaikovsky exige mayor selección terapéutica, pues el efecto mórbido de una "patética", agravaría el
estado del enfermo mental, introspectivo y emotivamente pesimista, porque esas sinfonías son un
grito desesperado de dolor psíquico, introvertido. Beethoven, en su universalismo y mensaje colectivo
de liberación de la forma y de los preconceptos, es un gran "medicamento" para contrastar los
"autoglorificados", los muy apegados al "yo" humano.
La música, en su misterio de espiritualidad, puede actuar en ambos campos "psico-físicos",
atendiendo a la forma y a la idea, a la razón y a la emoción, al instinto y al alma, al individuo y a la
masa, al salvaje y al genio.
Pregunta: ¿Será la música, también en la Tierra, motivo de futuro mejoramiento de la conciencia
colectiva?
Ramatís: Así tendrá que ser, como ya aconteció en otros orbes; pues la música actúa en lo físico,
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
en lo emocional, en lo espiritual y en lo mental. Es necesario que vuestros psicólogos, compositores y
científicos se interesen por la propagación de la música creadora de sentimientos elevados, en vez
del conjunto de melodías estimulantes de tendencias libidinosas.
La música es impulso de vida, dinámica y creadora; sirve para el modelamiento armónico del
alma y del cuerpo. Aunque se manifiesta, también, alentando emociones regionales y las ansias
locales, en la forma de música popular, ha de ser cordial y límpida, que sensibilice el alma y la aparte
de las insinuaciones torpes. Es lenguaje alto, divino, que no debe ser convertido en ritmos lascivos o
insinuantes de la malicia, o de los crímenes de "lesa belleza". Es admisible el ritmo inocente y brutal
del salvaje, pues está en concordancia con la rudeza de su ambiente; mas no en cuanto al civilizado
que ya sabe distinguir la diferencia que existe entre la melodía superior y la primitiva. El deseo de
superación espiritual exige mayor familiaridad con la música que expone el grito emotivo y la
ansiedad de los pájaros cautivos, como lo hicieron vuestros esclarecidos compositores de la música
divina. Cuanto más se impulse el hombre hacia lo Alto, más se aproximará al mensaje de la música,
como alta manifestación de la Naturaleza Divina.
Pregunta: ¿Alcanzaremos el desiderátum de la música marciana?
Ramatís: Ya tenéis, también, en vuestro mundo, algunos exponentes de Marte, ahí reencarnados,
que os darán los derroteros de esa música libertadora, racional y distante de las afectaciones
sentimentalistas. Poco a poco, surgirán sus admiradores, entendiendo el singular mensaje renovador
de los sonidos. Varían, también, en vuestro mundo, los modos de oir. Los hay que prefieren sólo la
belleza "física" del sonido; otros se rigen por la emoción; algunos por el intelecto puro, y otros, como
"oyentes psíquicos", la reciben por vía espiritual. Existen los que la desean en forma abstracta, en
devaneos de los mundos metafísicos; y otros que sienten júbilo por la forma descriptiva, anotando la
pulsación sonora del arroyo en la floresta, a través del hilo agudo y suave de la flauta, o las
amenazas de la naturaleza en la voz grave y amenazadora de la tempestad, que refleja el violoncello.
Para los más religiosos, Bach hace ver majestuosas catedrales proyectándose en la bóveda celeste
con los sonidos dramáticos y profundos de sus órganos solemnes y austeros. Habéis de alcanzar ese
desiderátum, pues la música une y confraterniza los hombres, se hace comprensible en cualquier
ángulo del orbe. Su belleza e inspiración sobrevive al tiempo y anula el espacio. Desenvuelve las
facultades sutiles del alma y ajusta el ritmo del cuerpo. La música, esa voz sonora de Dios, esencia
predominante en todo el Cosmos, es la visión que el alma puede tener en la consecución final de su
Ideal: la Angelitud Eterna.
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
CAPITULO XIII
CANTO, DANZA Y TEATRO
Pregunta: ¿Tienen los marcianos, por el canto, la misma alegría y satisfacción que le
dispensamos en la Tierra?
Ramatís: No pretendemos describir con exactitud la ternura de los cánticos marcianos. Hay que
atender a sus disposiciones orgánicas, a su equilibrio de salud perfecta, al ritmo irreprensible en el
mecanismo de la respiración y del corazón; y a la maleabilidad de sus delicados órganos vocales;
pues gracias a esos requisitos, es posible que surjan entre el pueblo, cantantes que harían palidecer
a Caruso, Gigli, Schipa, Martinelli, o a vuestras consagradas sopranos como Galli-Curci, Claudia
Muzio, Gina Cigna, etc.
Pregunta: ¿El hermano quiere decir que el hombre común de Marte supera con facilidad a
nuestros mejores cantantes?
Ramatís: Confirmamos que entre la masa popular, existen muchos de esos insignes ruiseñores
humanos, en virtud de su psiquismo superior y de su naturaleza sana, pues la limpidez sonora de la
propia voz depende, esencialmente, de la pureza de sus órganos vocales; y en los marcianos tienen
una conformación anatómica más sensible y vibrátil, además de la función sincrónica del sistema
respiratorio. Por otra parte, su saludable y perfecto conjunto endocrino, unido a un sistema nervioso
hipersensible, que obedece a las más delicadas emociones del espíritu, hace que ellos utilicen esas
maravillosas facultades para desahogarse en fascinadoras melodías. Los hombres, salvo raras
excepciones, son cantantes innatos, y las mujeres son sopranos y contraltos de recursos artísticos
admirables.
Pregunta: Aunque las facultades superiores para el canto sean comunes, ¿no existen los que la
poseen en un patrón que los consagra como artistas, muy por encima de la generalidad?
Ramatís: En cualquier situación de la vida espiritual, ya sea en los mundos planetarios como en
las esferas celestes hay siempre almas que se distinguen en las colectividades. El nivelamiento
absoluto en las expresiones de la vida humana, seria aniquilamiento a los estímulos y ansiedades
que se sobreponen a la rutina común. Si las mismas facultades fuesen poseídas por todos, se
liquidaría el esfuerzo de algunos adelantados que trazan los caminos del futuro. Así, en Marte, por
encima del hombre común, que a pesar de eso, revela cualidades superiores a las de vuestros
excepcionales virtuosos del canto, existen también talentos privilegiados que constituyen el sector de
los que son responsables de la belleza espiritual en los mensajes del cántico humano. Aun no
poseéis en la Tierra organismos sensibles que puedan servir de comparación a la naturaleza
admirable de esos artistas de Marte. Decir que el cántico marciano supera el encanto y la armonía de
vuestro ruiseñor, o que evoca la misteriosa limpidez del cisne, en su cántico de adiós a la vida física,
no pasa de ser débil analogía. Tendríamos que recurrir a vuestros diccionarios, rebuscando palabras
más primorosas, con el fin de poder definirlo que es intraducible por el lenguaje común. No es
solamente la naturaleza purísima de la voz marciana, ni siquiera el ritmo armonioso de su sistema
respiratorio, que corresponden con absoluta sincronía a las modulaciones vocales. Hay que
considerar también la resonancia que los cánticos producen en la atmósfera magnética y tenue del
planeta, especialmente cuando evocan mensajes de contenido espiritual. Los pájaros y los propios
animales se quedan como quien escucha y ausculta esas vibraciones de los cánticos de regocijo de
los marcianos; pues en esos momentos, el ambiente parece transfigurarse en un santuario de
hosannas al Creador, como si los grandes genios intérpretes de la Música, participaran en espíritu de
esos himnos que elevan el alma a su origen divino.
Pregunta: ¿Cuáles son los motivos principales que los artistas utilizan en Marte, para temas de
sus cánticos?
Ramatís: Los hombres marcianos son criaturas que viven más allá de las líneas divisorias que
separan la materia y el espíritu. Sus manifestaciones emotivas vibran en opulencia de ideas y
ansiedades que sobrepasan el umbral común de esos dos mundos. Los artistas, por tanto, en
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
cualquier circunstancia, se aficionan a los temas de orden puramente espiritual. Distanciados
mentalmente de los propósitos comunes de la existencia física, son vehículos abiertos o ligados a los
mundos superiores. Sus pensamientos vuelan siempre en dirección a las fuentes de belleza eterna
que fluye del Espíritu Divino. Sus esfuerzos, como centinelas avanzados, se consagran a las bellezas
insuperables del alma, en el servicio fraterno de asistencia a los que están en la retaguardia. Esos
artistas significan las señales, las invitaciones permanentes a las masas, con el fin de que se
esfuercen en el sentido de su ascensión espiritual Los temas de las festividades o representaciones
artísticas son siempre de orden educativo, pues no les interesa revivir los melodramas
compungentes, ni las epopeyas estrepitosas o los hechos transitorios del hombre de los mundos
inferiores
Pregunta: En Marte, ¿se usa solamente el canto en las representaciones y festividades
colectivas, o el ciudadano marciano, en general, sabe apreciar esa expresión artística?
Ramatís. Ya os dijimos que en los mundos mas adelantados que la Tierra, todo tiene sentido
superior, pero esa superioridad no es mas que uno de los escalones de la evolución del espíritu a
través de la escala del tiempo. Así, el cántico sublime de las altas esferas tuvo su raíz en las
articulaciones guturales del hombre de las cavernas. El canto y la música son, pues, expresiones
irreprimibles del alma, que se manifiestan o irrumpen en todas las gradaciones de la evolución del
espíritu, desde los "tan-tans" y "batuques" de los salvajes, hasta el cántico y la música de las
mansiones celestiales. Por consiguiente, si en vuestro mundo, las almas se manifiestan y desahogan
en canciones domesticas de la música del ambiente, es natural que el ciudadano marciano, que vive
pleno de alegría, sea placentero y afecto al canto, pues, para el, la vida en si es todo lo que le rodea,
y tamben un cántico del Divino Arquitecto.
Libres de convenciones y preconceptos, sus canciones fluyen naturalmente, sencillas o emotivas,
alegres o soñadoras, en las más felices y exóticas combinaciones. Muchas veces, un simple cántico
aislado, allá en un rincón, es una especie de prólogo o motivo para que, al poco tiempo, comiencen a
flotar en el aire otras canciones, las cuales, por contagio de emotividad, recorren los barrios, se
transfieren a los campos y aun repercuten, sonoras, hasta las regiones rurales, por motivo de afinidad
emocional. Los marcianos no tienen complejos de inferioridad ni timidez. Su corazón, su alma,
reflejan la pureza de su origen divino El canto significa para ellos el eslabón vibrátil que une a la
criatura con la armonía de las esferas Cuando sus tenores y sus contraltos se reúnen para cantar
colectivamente, cesa toda la admiración del hombre por los prodigios de su ciencia, en vista de ese
otro prodigio más sublime que es la voz humana dotada de espiritualidad en sus expresiones
angélicas.
Pregunta: ¿Cuál es el sentido fundamental de sus canciones?
Ramatís: Traducen siempre una ansiedad de ascensión espiritual. El contenido "folklórico", la
composición local y la melodía popular, cuando se manifiestan en festividades de confraternizado!,
transcienden del suelo, en un verticalismo espiritual, habiendo momentos en que los corazones se
impregnan de dulce melancolía y ternura, como si atendiesen a la batuta del invisible maestro. Es una
sincronización aun desconocida en vuestro mundo, pues el espíritu, como vibrando en la Unidad
Divina, se siente ligado a los mundos superiores. Es un éxtasis en que la nostalgia espiritual se hace
presente en sus corazones, es el reflejo deslumbrante de las realidades cósmicas, ligadas todas a la
grandeza crística del "Yo soy una de las almas, una de las conciencias inmortales a quien el Señor
del Universo ofrece el usufructo eterno de tantas maravillas" Entonces, el pueblo marciano, cuya
evolución ya le permite con sus aeronaves interplanetarias, viajar a los otros orbes, se inclina ante la
misericordia infinita de la Mente Divina.
Pregunta: ¿No ocurre en el espíritu terrestre esa nostalgia a que os referís?
Ramatís: Si, mas comúnmente la confundís con el recuerdo de lugares pintorescos en los que ya
vivisteis, algunas veces las mezcláis con evocaciones nostálgicas limitadas a la infancia y a la
mocedad. Tal nostalgia espiritual, muchos la sienten en vuestro mundo, pero muy pocos la identifican
como señal de unión a la Unidad Divina. En esos cánticos marcianos, las melodías suben a la
atmósfera del orbe, como copos de armiño de magnetismo divino, producidas por las voces angélicas
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
de la infancia, enmarcadas en el canto vibrante de la juventud y en el cántico sonoro y paternal de los
viejos, que no esconden su intima alegría, ante la perspectiva de su próxima liberación carnal. Son
coros de misteriosa tonalidad creadora, cuya resonancia asciende a edificios translúcidos y coloridos,
y se derrama también por las colinas y planicies adyacentes. Se asemeja a una imponente sinfonía
patética, cuyos acordes, ora melodiosos y tiernos, ora graves y profundos, asumen la majestad de
una apoteosis de gratitud eterna al Divino Creador
Pregunta: En sus holguras y fiestas residenciales, ¿aprecian también los marcianos la danza
común, que tanto nos agrada en la Tierra?
Ramatís: Es uno de sus motivos de jubilo y también de atrayente humorismo. Así como vuestras
antiguas "cuadrillas" festivas y excéntricas, al "marcar" arrancaban risas a los presentes, también los
marcianos poseen un genero de danza, en conjunto, cuya realización provoca las mas inesperadas
situaciones de alegría y buen humor, y os causaría asombro que esos seres verdaderamente
"mentalistas"', especie de "criaturas geniales" que disponen de facultades capaces de paralizaros a
algunos kilómetros de distancia, se desahoguen en holguras y alegrías tan simples que recuerdan los
estados ingenuos y emotivos de la infancia bien formada. Revelando todas las intenciones "a flor de
piel", en los movimientos graciosos y desprovistos de malicia, la emotividad sana que les va en el
alma se vuelve contagiosa.
Pregunta: ¿Como comprenderemos algo de sus danzas, en su sentido estético?
Ramatís: Hay una interminable sucesión de combinaciones de colores fulguraciones de luces y
recursos magnéticos que se armonizan con los trajes magnetizados especiales para las danzas
colectivas. Todos los movimientos que los danzarines ejecutan producen las mas exóticas e
inesperadas metamorfosis de colores refulgentes formando cuadros de cautivadora belleza y poesía.
Se procesa también una secuencia que recuerda un juego espiritual de ajedrez, donde cada descuido
u exactitud o embarazo provoca situaciones del más saludable humorismo. Recordamos la antigua
"cuadrilla" solo para que pudieseis fijar el pensamiento en una danza algo semejante a la marciana,
pues no seria lógico que aun estuviesen disfrutando diversiones festivas, que ya son desusadas en la
propia Tierra. Aunque reconozcamos que aún haréis resurgir la "cuadrilla" bajo nuevo ropaje emotivo
y descriptivo, os aseguramos que esa danza marciana esta por encima de vuestras concepciones. Se
unen los recursos técnicos del color, luz, perfume y sonido a una diversión sana de situaciones
bizarras y artísticas fundadas en graciosa sutileza mental.
Pregunta: La preferencia de la sociedad marciana en la danza ¿es exclusivamente por el genero
de la danza "de pareja"?
Ramatís: No debéis sistematizar y si sublimar la danza "de pareja" también es practicada por los
mozos marcianos, pero es delicada filigrana emotiva en la que el magnetismo divino se manifieste, a
través del baile formado en los movimientos afectuosos de belleza y ternura. Se hace un verdadero
contacto espiritual de renovación magnética muy distinta de las sugestiones groseras que alimentan
el reinado de las pasiones lubricas de vuestro mando. Para el espíritu malicioso del terrícola, esa
danza "de pareja" significaría un arcaísmo lleno de ingenua emoción; para los marcianos es una sana
tentación propia de su aversión a las torpezas del instinto ínterin. En esos intercambios festivos, de
alegría pura y entendimiento fraterno, es muy común que los clarividentes anoten fascinadores haces
de luces multicolores que fluyen de los "plexos cordiales" de los jóvenes, formando una reciproca
nutrición de magnetismo sublime. En las festividades íntimas, maravillosos instrumentos
denominados "cromoradiofónicos" inundan el ambiente de luces policromas que traducen con
absoluta fidelidad las emociones causadas por las melodías. Solo un mundo de hadas y genios
buenos donde moran la belleza y la bondad, puede ser comparado a esas festividades. El panorama
celestial de misteriosa belleza, en el que toman parte seres alados de gracia angélica, se refleja en el
ambiente marciano, principalmente en la fascinación que la danza ejerce en esos espíritus amorosos.
Los terrícolas tan acostumbrados a la malicia y a las sensaciones del "Instinto animal, si se hallaran
en Marte, en contacto con, común con la danza ante los pensamientos de castidad austera de los
jóvenes marcianos, se sentirían incapaces de aspirar a libertades o a expresiones poco dignas. La
negligencia espiritual ante los impulsos licenciosos del sexo, sellaron los destinos fatales y trágicos de
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
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Pompeya, Herculano, Sodoma y otras civilizaciones que, desde la Lemuria hasta vuestros días, han
desaparecido bajo la licencia sin piedad de los elementos de la naturaleza enfurecida, pues la propia
naturaleza es absorbente y acumuladora de fluidos de la "masa pensante" exteriorizada, y cuando la
saturación de los fluidos de magnetismo toxico se eleva al potencial de una carga desagregadota de
la cohesión molecular, la materia, cual dinamita bajo el choque, explota en convulsiones geológicas
demoledoras.
Pregunta: Esa preferencia de los marcianos por la danza igual a las antiguas cuadrillas, ¿es
indicio de superioridad artística o espiritual, en esa diversión?
Ramatís: Ni la cuadrilla, ni la danza de "pareja" pueden revelar sustancialmente, estados
espirituales superiores, pero la danza es propicia a oportunidades para los descuidos instintivos El
placer de la danza, casi hipnótico, unido a la música emotiva, despierta disposiciones instintivas
afines a la poesía a la alegría, a la sensualidad o a la malicia, consonante con el carácter de los
bailarines. Esos estados emocionales, elevados o inferiores, dependen exclusivamente de la mayor o
menor resistencia sobre la materia. Especialmente entre los jóvenes pues, en general, son emotivos y
despreocupados en cuanto al peligro de las pasiones inferiores que la danza provoca cuando es
regida por música sensual. La cuadrilla de vuestros antiguos salones, de música extensa y festiva,
correspondía mas a la jubilosa oportunidad de la congregación social, desahogo de las familias, que a
los deseos sensuales. El hombre actual de la Tierra, probablemente ha de calificar la "cuadrilla" como
diversión ingenua y anticuada pero olvida que de conformidad con la psicología humana, esa danza
revelaba un estado de reverencia y de respeto social, sin incentivos obscenos, comunes actualmente
en la juventud terrícola.
Pregunta: Creemos que esa predisposición mental que nos induce a la tentación por el sexo
opuesto, en virtud de que aun estamos emergiendo de la vida instintiva, es muy difícil de ser vencida
o extinguida "exabrupto". ¿No le parece?
Ramatís: Hay un impulso ascensional en las expresiones biológicas de la propia forma, que se
procesa en perfecta sintonía con la purificación del espíritu. A medida que el alma se santifica, influye,
reforma y depura las cualidades del vaso físico. Cumple, pues, al alma destinada al Bien supremo,
controlar y regular las pasiones inferiores, mas sin el objetivo de querer extinguirlas de repente. Es
necesario alimentar siempre el ideal de un cuerpo más evolucionado y delicado, tal como el artista
hace para conseguir que su obra traduzca, cada vez más, su inspiración más sublimada. La mujer,
cuyos ropajes son una especie de cartel de su propio cuerpo y que, despreocupada, pasa por las
avenidas bulliciosas, bamboleándose intencionalmente, es la figura viva de los impulsos sensuales,
semejando la condición de un fantoche movido por los cordeles del ridículo señor de un harén. De ahí
la razón por la que los marcianos no se interesan por esas danzas ondulantes y de carácter circense,
las cuales, en rigor, denuncian reflejos de las danzas desordenadas y truhanescas de las tribus
selváticas. La "bestia" que representa las manifestaciones desordenadas del instinto animal, cumple
la voz de la profecía cuando invade y se arrastra furtivamente en las dobleces íntimas de la sociedad.
Esa falta de pudor, ese exhibicionismo satánico polarizado en el movimiento de cuerpos impúdicos,
que los incautos directores de la moral humana confunden con la emancipación biológica existencial,
están demostrando que vuestro mundo ya avanzó hasta los límites extremos, y que se inicia el ciclo
del profético reinado de la "bestia", predicado por los videntes bíblicos, cuyos efectos terribles y de
amplitud colectiva, ya no podrán ser evitados, pues son consecuencia fatal de las leyes cósmicas que
se cumplen inexorablemente.
Pregunta: ¿Aprecian los marcianos las representaciones artísticas, como el teatro, por ejemplo?
Ramatís: En Marte existe el arte teatral, mas su función está condicionada a la educación
espiritualista bajo moldes crísticos, descubriendo los panoramas celestiales y ajustando el engranaje
psicológico del pueblo.
Pregunta: Pero, ¿no hay un desenvolvimiento encadenado en acontecimientos o historias, que
evidencien conceptos morales o filosóficos? Ese teatro, ¿es una simple representación de imágenes,
sin nexo, o cuadros inmóviles sin sentido correlativo?
Ramatís: Está de acuerdo con el estado espiritual de los marcianos, y vibra al unísono con sus
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
ansiedades. El teatro dramático de vuestro mundo corresponde, en Marte, a la representación de
motivos "pre" y "post-reencarnatorios", en los que localizan el drama de las migraciones de espíritus
entre los orbes habitados, y los fracasos de almas prematuramente admitidas en civilizaciones que se
hallan por encima de su capacidad espiritual. Es teatro algo dramático, pero realza el "drama
cósmico", el esfuerzo sideral del espíritu en busca de su felicidad eterna a través de los peregrinajes
por los mundos materiales. Es un campo más amplio y elevado, más en sintonía con el estado
evolutivo del marciano. En vuestro mundo, el teatro aun gira en torno de las trivialidades rastreras de
los intereses utilitaristas, en la conquista de tesoros que la "traza roe y la herrumbre come". En Marte,
el teatro abarca asuntos referentes a los valores fijos del alma, en busca de la ventura eterna. En
cuanto los más geniales esfuerzos del teatro terreno objetivan la mejoría de las relaciones en el
mundo provisional de la materia, los autores teatrales marcianos se refieren al intercambio espiritual
entre los mundos.
Pregunta: ¿Podrá citar una ejemplificación objetiva sobre la naturaleza de esas
representaciones?
Ramatís: Considerad, por ejemplo, una pieza teatral en que el primer acto se refiere a la historia
de un alma que vive en un planeta inferior, semejante a la Tierra, haciendo hercúleos esfuerzos para
libertarse de las contingencias de ese mundo; el segundo acto demuestra el ingreso y las sorpresas
que encuentra al reencarnar en un orbe superior, como Marte; en el tercer acto, en el epílogo, el
público asiste a las escenas de los obstáculos psicológicos que se le interponen en la acción
buriladora de sublimación del alma en cuestión. Aunque el final sea algo cinematográfico, como suele
acontecer en vuestro mundo, en el que la ética pública exige aciertos rápidos entre los intérpretes de
los melodramas terráqueos, lo que importa a los marcianos, es conocer la profundidad y los diversos
ángulos espirituales de tales perspectivas.
Pregunta: ¿No exhiben espectáculos semejantes al género de nuestro teatro de revistas, óperas
u operetas?
Ramatís: La ópera trágica, que en vuestro mundo es un monumento musical tejido casi siempre
en torno de una, historieta funesta, no encontraría ambiente favorable en Marte, en virtud de hallarse
ese planeta exento de acontecimientos lúgubres o calamitosos. Reconocemos como mensaje útil
vuestras óperas, por constituir una especie de trampolín entre las voces humanas y las
composiciones sinfónicas, que educan a los oyentes para que puedan reconocer el lenguaje sublime
de los sonidos. Mas en un orbe libre de odios, indiferente a los preconceptos raciales y a las
tradiciones aristocráticas; adverso a los hechos heroicos de los guerreros; exento de las pasiones que
generan homicidios; distante de los antagonismos conyugales y de los desaciertos en las relaciones
sociales, la ópera, con su cortejo siniestro de sonidos y melodías tristes y fúnebres, se convertiría en
un asunto ridículo. La propia opereta, que en la Tierra está saturada y deslucida por la malicia y por
las libertades de la desnudez femenina, deja de interesar al pueblo marciano, por la falta de respeto
que esos espectáculos, muchas veces, constituyen contra los principios superiores de la vida. Nadie
conseguiría evidenciar espíritu artístico, tomando por base "ciertas situaciones equívocas de la mujer.
La figura femenina, en Marte, es considerada como el sagrado templo de la vida física. Entre los
artistas, es mensajera tierna de las inspiraciones divinas. Consecuentemente, en Marte existe la
representación equivalente a la ópera, pero se trata de sublimes espectáculos sonoros, en los que la
voz humana, unida a la majestad de la música, consigue expresar la gloria del espíritu y no las
deprimencias mórbidas de los instintos.
Pregunta: ¿Cuál es el asunto de una representación semejante a la de nuestra ópera?
Ramatís: Es siempre un tema de carácter premonitorio, esto es, de antevisión de acontecimientos
reales del futuro, en cuanto a las modificaciones sociales, morales, intelectuales y artísticas del
planeta, en correspondencia con el progreso espiritual. El esfuerzo de los autores, compositores y
artistas participantes de la obra musical, consiste en excitar y desenvolver la capacidad del raciocinio
hacia las secuencias futuras. En virtud de la avanzada facultad de intuición que poseen, son pocos
sus equívocos cuando llegan a la realidad. Tales óperas tienen por objetivo, además de conjugar la
voz humana a la melodía de los instrumentos, despertar en los espectadores nuevas disposiciones
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
emotivas y mentales con el fin de que apresuren o activen el metabolismo ascensional del espíritu.
Es, finalmente, un teatro serio, que además de divertir, educa el alma condicionándola a las
realidades espirituales del futuro, a través de la eternidad.
En cuanto a la opereta marciana, es un espectáculo que sólo exhibe escenas delicadísimas,
basadas en las contradicciones comunes del pueblo, manifiesta la gracia pura y la alegría elevada.
Ricas en melodías jubilosas y saltarinas composiciones de respetuoso tenor, son las fuentes
creadoras de las canciones populares. Ayudan las colectividades a desahogarse en la alegría
colectiva, pero sin recurrir a las inconveniencias de los asuntos lascivos, en los que los autores
terrenos son pródigos, rebajando la sublimidad y la estética de la belleza física de la mujer, a los
devaneos de las excitaciones lúbricas.
Finalmente, el teatro de revistas es también de belleza ofuscadora, de ritmo y coreografía, en el
que la luz, el sonido, el perfume y el color encuentran su apogeo sin ninguna escena de tenor
deprimente, pues el cuerpo humano es cultivado en Marte, a semejanza de cuando los griegos, en
vuestro mundo, se ceñían a la disciplina saludable de "mente sana en cuerpo sano". Aun los
espectáculos más libres, algo de vuestro teatro ligero, se fundamentan en los mensajes de colores,
luces y melodías, que revelan las ansiedades, el progreso artístico y las composiciones musicales de
las comarcas. Es una diversión leve, sutil, estructurada bajo el gusto acentuado por las filigranas de
una gracia incomprensible en la Tierra, debido a que está exenta de malicia y de incivilidad.
Pregunta: ¿Cómo puede la opereta darles un sentido humorístico y grácil, sin decaer hacia la
representación infantil?. No nos inclinamos a la malicia en las representaciones teatrales, pero
verificamos que la vena humorística del terrícola pide aún ese condimento pintoresco. ¿No le parece?
Ramatís: La gracia que exige lo licencioso para despertar interés, revela siempre la mediocridad
de sus autores. El humorismo marciano está basado en situaciones pintorescas e inesperadas del
espíritu humano, pero distante de los envilecimientos morales del espíritu. La comicidad limpia de los
recursos obscenos impide que el espíritu se rebaje al nivel, de los instintos inferiores, que tanto
retardan el progreso ascensional hacia las esferas paradisíacas.
Pregunta: ¿Cuáles son los motivos de la vida marciana, que pueden servir de humorismo en sus
operetas?
Ramatís: Existe entre los terrícolas y la gracia marciana la misma diferencia mental que hay entre
vuestra civilización y los salvajes que poblaron las forestas donde erigís actualmente vuestras
ciudades. El juego de palabras, el retrueque, los epigramas y las sutilezas paradójicas que pululan en
vuestra literatura, en vuestro teatro, y en vuestra vida social o política, que os hacen reír a carcajadas,
no serían comprendidos por el salvaje, cuyo humorismo se hacía en la empresa mutua de quebrar
huesos y hacer caretas. Es difícil trasmitiros la noción exacta del humorismo entre los marcianos,
porque nos faltan analogías para fijar la delicadeza sutil que se exhala de su lenguaje sintético, unido
al juego hábil de "pensar y decir". En Marte, en su vida cotidiana y pública, existen múltiples
situaciones y equívocos humanos, por parte de turistas de otras comarcas y de espíritus
desajustados emigrados de otros orbes, que os harían reír desordenadamente, si pudieseis asimilar
la psicología humorística de aquella humanidad. Os falta, sin embargo, la comprensión psicológica
del ambiente marciano. En la Tierra, de sentido subjetivo semejante entre las razas que la pueblan,
también se vuelve sin sabor una gracia específica de otro pueblo como por ejemplo, el humorismo
latino, que raramente es comprendido por el asiático, o el occidental que extraña lo pintoresco del
oriental. Por consiguiente tenéis que conformaros en cuanto a la distancia psicológica en que aun os
encontráis para comprender la comicidad marciana exteriorizada por la voz conjugada con los
singulares recursos de la telepatía
Concluyendo diremos la prodigalidad de recursos que el espíritu del marciano sabe movilizar para
lograr su alegría y perfeccionamiento no cabe en la exigüidad de este trabajo mediúmnico que escapa
a la necesidad esencial de la revelación primitiva. En síntesis el teatro marciano se distancia de la
pobreza mental terráquea que crea situaciones licenciosas con el fin de obtener humorismo mediante
el envilecimiento de los atributos sagrados de la procreación. En Marte no existe un público
desordenado que, a semejanza de los terrícolas, sea capaz de alimentar la indigencia moral e
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
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intelectual de los autores teatrales licenciosos. Su ambiente sano, condicionado a los valores
genuinos del alma, en la procura incesante de “más luz y mas verdad", subyuga y extingue los
impulsos poco digno, en cualquier esfera de actividad marciana probando que la verdadera vida del
alma esta repleta de júbilo de encanto, pues Dios no es aquel Jehová enfermizo, neurasténico de los
tiempos bíblicos que vigila sádicamente a sus criaturas y que “mata el tiempo” en el juego cruel de
llenar el infierno de un lado, y recompensar a sus adoradores privilegiados con un cielo de ociosidad
eterna.
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CAPITULO XIV
PINTURA
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
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Pregunta: En nuestra terminología clásica ¿como seria considerada la pintura marciana?
Ramatís: Podría ser tal vez considerada como "impresionismo en el que los artistas pintan los
seres y las cosas como querrían que ellas fuesen, y no como ellas son. Pero el pintor marciano revela
esa expresión con capacidad muchísimo mas extensa, su visión es especialmente "psíquica" y
penetra en el mundo "etéreo-astral". El tiene conciencia exacta de la esfera en que actúa. Se afirma
en la posición de "médium del color", considerando éste una entidad vibrante de fascinación y de
divinidad. Evita las emociones de su "yo".
Pregunta: ¿Por qué dice el hermano que tales pintores evitan las emociones de su "yo"?
Ramatís: Los impresionistas terrenos impregnan sus obras de sus propias emociones. El mensaje
impresionista varía en relación con la gama emocional de su intérprete. ¡Los marcianos,
inmunizándose contra esa idiosincrasia, que oprime la impresión pura del mundo divino del color,
fluyen hacia el mundo físico del color real, por no deciros hacia el "espíritu del color"!
Pregunta: ¿Cuál es la característica, en Marte, que más diferencia un artista genial de otro menos
talentoso?
Ramatís: Es la mayor capacidad en poder transferir al mundo físico mayor cantidad de luz "color-
etérica". Cuanto más cristalino se manifiesta el colorido en la composición, más intenso se produce el
efecto en el alma del espectador. Los artistas que integran la esfera de los "virtuosos del color",
consiguen verdaderos espectáculos de luz y de belleza policroma.
Pregunta: ¿Puede haber alguna identificación con la pintura marciana, en esos exotismos que
apreciamos actualmente, como un mar rojo, luna solferina, caras moradas, manos lilas o palomas
verdes?
Ramatís: Es la búsqueda angustiosa de los pintores que adivinan ese "algo" que los marcianos,
los saturninos, los habitantes de Cirus y de otros orbes, ya manejan en el color. Ante un laberinto
intrincado, buscan, experimentan e investigan, confusos. De vez en cuando, cruzan un atajo cierto,
vislumbran una claridad fascinante; fulge, entonces, el brillo de aquello que actúa en su
subconsciente; principalmente si el artista es, además, un marciano reencarnado en la Tierra, para
auxiliar el mensaje verdadero del color.
Pregunta: Como somos profanos en el asunto, ¿podrá ayudarnos a comprender la idea nítida de
ese mensaje exacto del color?
Ramatís: Ese verdadero color es el matiz exacto que vibra en el éter, y no el concebido por la
visión humana, que es bien precaria. Hay numerosos colores clasificados por la sensibilidad humana,
que en la realidad intrínseca son bien diferentes, en virtud de la deficiencia de vuestros órganos
visuales, que aun no alcanzan las vibraciones más sutiles. Los chinos, hace mil años, pintaban sus
telas con el cielo todo amarillo, pues así era como lo percibían en su visión rudimentaria; sólo más
tarde fue que alcanzaron el color azul claro.
Mientras tanto, ese pretendido color azul es el resultado de las masas atmosféricas, iluminadas
por el sol sobre el fondo negro del espacio infinito. Las polvaredas cósmicas o radioactivas, los
reflejos solares y magnéticos, la disposición variable de los fenómenos luminosos en la cámara
ocular, y las oscilaciones de los colores prismados del rayo solar, son aún elementos que dejan
dudas en la realidad exacta del color. Sólo en su original eterice, en un "hábitat" tan sutil que es
impermeable a cualquier influencia exterior, es que el color podrá ser percibido en su belleza virgen.
Incontables mundos se balancean a distancia de vuestro orbe, cuyo aparejamiento astronómico los
señala en colores de topacio, amatista, rubí, esmeralda y turmalina; algunos son lilas, verde-malva o
de un amarillo yema de huevo. No obstante, nadie os podrá afirmar que el color exacto de esos orbes
sea aquél que la distancia, el reflejo solar y la radiación cósmica muestran a vuestros ojos. Las caras
moradas, las palomas verdes y las manos lilas, creadas por los pinceles de los impresionistas
terrenos, si aun no identifican la realidad etérica en conexión con el simbolismo de la forma, revelan,
ya, el esfuerzo de liberación del artista, que marcha al encuentro del nuevo mensaje.
Pregunta: Aunque el asunto sea un tanto complejo para nuestro entendimiento, ¿podrá darnos
alguna otra aclaración?
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
Ramatís: Es menester, no obstante, que por lo menos sepáis distinguir el artista y el charlatán,
pues el progreso continuo de la Tierra os exige, también, en el futuro, perfecta comprensión del color.
En la pintura fotográfica, los colores atraen e impresionan en función física; os asocian el
pensamiento a las expresiones rutinarias de la materia, buscando, a través de ese impresionismo
colorido, dar un sentido dinámico, de estímulo, de ánimo y aún de humanización, a las formas inertes.
El mensaje marciano, aunque lo podáis admitir como "impresionista", ni es de asociación al mundo
físico, ni se destina a animar las formas inertes; cúmplele la función íntima de acelerar el metabolismo
psíquico del ser humano, conduciéndolo, bajo lo didáctico del color, a estados espirituales superiores.
Pregunta: ¿Cómo podríamos tener una idea, aunque pálida, de ese efecto de aceleración en el
metabolismo psíquico de los marcianos, tomando por base ejemplos de la aplicación del color, de
acuerdo con nuestra psicología?
Ramatís: Más allá de un efecto propiamente "físico" del color, en vosotros, hay otro efecto más
"psicológico" y consagrado por la tradición. El oscuro os despierta un sentido mórbido, negativista,
por cuyo motivo lo asociáis al luto y a lo lúgubre; el rojo vivo, fogueado, que recuerda la carne y su
sensación, os asocia la idea de placer, movimiento y fuerza; el azul suave del cielo es sugestión de
paz y serenidad espiritual, el amarillo, matiz próximo de la luz solar, os sugiere la voluntad de vivir, el
verde, color intermedio, mediador, os recuerda la poesía, la adaptabilidad y la simpatía, el rosa de las
flores comunes de la primavera, recordando el matiz fascinante de la cara juvenil, esta siempre
presente en vuestros pensamientos amorosos y de afectividad humana Innegablemente vuestro
metabolismo psicológico es afectado por el clasismo emotivo que hace tantos siglos atribuís al color.
Pero es un efecto provocado mas exteriormente, que asocia el matiz coloreado a acontecimientos
que se unen a la naturaleza física En tanto, el efecto del color en su luz etérica, despierta en el
hombre marciano, directamente en su espíritu, una disposición intima de orden puramente espiritual.
El terrestre, ante el verde, recuerda la "esperanza de vivir", porque ese verde asocia la idea de
campiñas, planicies o el dorso verdoso del océano, que son figuras físicas de grandeza, poder,
amplitud y vida en mayor libertad. Pero el espectador marciano, ante ese mismo verde, recibe su
vibración matiz, la frecuencia exacta e invariable, que no le asocia las configuraciones físicas pero
que despierta en él un estado creador energético, dinámico y positivo Comparativamente, los demás
colores también ejercen sus influencias y provocan otros estados espirituales.
Pregunta: ¿Usan los pintores colores pigmentos parecidos a los que son adoptados en la Tierra?
Ramatís: Nos encontramos en dificultades para definir los instrumentos de la pintura marciana
porque vemos en vuestra mente, latas, paletas y telas al gusto terreno Marte camina a vuestro frente,
en la pintura, mas de medio siglo; la confección de las telas es de realización casi científica, el pintor
utiliza proyecciones, rayos "invisibles", multiplicadores de frecuencias del color lidia con un mundo
excéntrico de prodigios bajo cuyas manos de increíble magia, brotan las creaciones mas fascinantes,
que solo pueden existir en un "hábitat" de luces y de refinada delicadeza. Ya os lo dijimos el pintor
marciano, por encima de todo, es un científico cuyas facultades psíquicas forman el eslabón perfecto
entre los dos mundos. El penetra en el "mundo interior" de la esfera "astro-etérica", y trae al "mundo
exterior" las maravillosas causas de la vida humana. No podríamos exponer la complejidad, que sólo
un genio en tan alta sensibilidad, como es el pintor marciano, sabe manejar y extraer en los mensajes
que no encuentran eco en vuestra imaginación.
Pregunta: Los colores perceptibles por los marcianos, ¿serian indefinibles para nosotros?
Ramatís: Dios coordina sus ciclos creadores por la manifestación septenaria, ya sea el
movimiento atómico a través de los siete ciclos cósmicos, o el movimiento planetario, en sus siete
cadenas planetarias. Desde la expresión mas sutil de onda hasta el macrocosmos o de este hacia el
microcosmos, en lo intimo de la esencia divina, se patentiza perpetuamente el ritmo septenario como
base creadora de Armonía y Evolución. El color de la música en cualquier latitud cósmica, también se
subordinan a esa directriz septenaria, presentando los siete rayos de colores, fundamentales, que se
hallan prismados en el rayo blanco. Esos colores secundarios se combinan, adelgazan o forman
nuevos matices y tonos claros u obscuros, de conformidad con las disposiciones vibratorias del "éter"
En Marte, un rojo, un verde o un amarillo, son fundamentalmente iguales a los que conocéis en la
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
Tierra, no obstante, lidiáis en la "cáscara", en la superficie del color, mientras que los marcianos
investigan en su intimidad y ya conocen las disposiciones vibratorias del perfume, del sonido y
principalmente de la "luz'' En lenguaje compatible con vuestras actuales concepciones del siglo, los
marcianos accionan el color en su "campo electrónico". Hay que reflexionar, que los hombres
Siempre lidiaron con la materia y produjeron energías, pero los científicos de los tiempos bíblicos
quedarían sorprendidos, si les dijeseis que los físicos del siglo XX serian más penetrantes, que van a
buscar la materia en su verdadero "hábitat", en su "intimidad electrónica", como realmente lo hacen
hoy con el manejo de las fuerzas atómicas. Dentro de cuatro o cinco siglos, alcanzareis también esa
penetración etérica del color. Entonces verificaréis que el dominio de la materia depende,
esencialmente, de la mayor penetración en los mundos "etéreo-astrales"'
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
CAPITULO XV
LAS AVES
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
Pregunta: Nuestras crueles disposiciones para con las aves, ¿impedirán que tengamos la dádiva
de un "ruiseñor" marciano?
Ramatís: Para valorar bien cuan lejos estáis de merecer que desciendan sobre la Tierra tales
dádivas del Cielo, meditad un poco sobre esa barbaridad extrema: el tiro de pichón, clasificado como
"deporte", que os lleva a enjaular esas aves graciosas, y, después, empuñando el arma, aguardar
que las suelten en una libertad simulada, para fusilarlas sin dolor, a título de probar que sois eximios
"asesinos" de aves inofensivas e indefensas. Por eso, en vuestro mundo, comprobamos esta singular
paradoja: Mientras los pájaros, despreocupados, llegan a posarse, sin ningún recelo, sobre el dorso
del buey, del tigre o de la pantera, huyen afligidos, cuando notan la presencia del hombre.
Pregunta: ¿Los marcianos ven las aves solamente en su configuración común, o las perciben en
su silueta etérica?
Ramatís: Cuando lo desean, los marcianos pueden sintonizar la visión común con la etérica.
En "la puesta del Sol", principalmente, gustan de apreciar las auras radiantes de las aves, cuyo
vuelo se asemeja a focos de luz pálida, que fluctúan describiendo en el espacio ondulaciones en
colores. Cuando descienden y se posan sobre la vegetación cultivada; sus aleteos delicados y
graciosos, ante la polarización magnética, emanada de los habitantes que las observan, las
transforman en joyas vivas que adornan la naturaleza.
Pregunta: ¿No utilizan, en Marte, los pájaros como ornamento vivo, en las residencias, en viveros
amplios, que no reducen sus movimientos?
Ramatís: Encarcelar las aves, sería una negación del grado evolutivo del marciano; pues si ellos
no se interesan por ese inofensivo arte de belleza mórbida, que os hace embalsamar y coleccionar
insectos y animales venenosos, mucho menos cortarán la libertad de la especie alada, que ellos
cultivan como flores vivas que Dios les ofrece para suavizar la melancolía del mundo material.
El hombre terreno, desgraciadamente, aun está generando angustioso "karma" para las
reencarnaciones futuras, en vista de su imprudencia en cuanto a la destrucción de los pájaros.
Pregunta: ¿Cómo definir esa advertencia vuestra?
Ramatís: Los que cazan o destruyen por razones deportivas o para alimentación desnaturalizada,
generan el karma terrible de perder sus entes queridos en desastres, accidentes o explosiones, y de
terminar ellos mismos, igualmente, bajo el cañón humeante de un arma homicida. Algunas veces, el
cazador sufre el "choque de retorno", aún en la misma existencia en que viola las leyes cósmicas de
la vida, ya sea sufriendo accidente con su propia arma, ya sea por efecto de un extraño disparo
imprudente. Diariamente, en vuestro mundo, sabéis de numerosas criaturas, a las que un destino
cruel convoca hacia los desastres de armas de fuego. En realidad, en tales casos, es siempre el "ex-
cazador" (de esta o de otra existencia), que expía el tributo de sangre que él mismo provocó
injustamente.
Pregunta: ¿Acaso, para que el cazador sufra el efecto de la ley que violó, ha de constituir familia,
y los hijos soportar sus culpas, en accidentes reparadores?
Ramatís: En todas las leyes derivadas de la Suprema Ley Divina, jamás existe vislumbre alguno
de injusticia. Periódicamente, los Maestros Kármicos reúnen un puñado de cazadores y los
reencarnan en la Tierra, constituyendo familias compuestas de antiguos e inveterados destructores
de aves. La ley divina es justa y, en ese caso, ella trata de reeducar los impulsos dañinos del ser
humano, ejerciendo su acción purificadora por medio de reencarnaciones, y a través de accidentes
imprevistos y trágicos, equivalentes a las características sin piedad de sus autores, en el pasado.
Pregunta: Llegamos a la conclusión, entonces, de que esa determinación para la tragedia,
aunque por efecto de una ley cósmica, constituye una punición, un verdadero castigo, ¿No es así?
Ramatís: El vocablo "castigar" es oriundo, en vuestra propia nomenclatura lingüística, del verbo
latino "castigare", compuesto de dos palabras latinas, "castum" y "agere", las cuales, conjugadas,
definen la idea de castigar, o sea, tornar casto, o purificar. La idea de castigar como venganza es
incompatible con la naturaleza justa del Padre. Se trata, pues, de rectificar la acción mala, la tara
perversa que retarda al alma en su evolución espiritual.
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
El cazador que destruye, no ofende a Dios, que es inmune al elogio o a la ofensa; pero perturba o
hiere el derecho inviolable de una especie, que también tiene derecho a la vida, y que fue creada
para finalidades sagradas o superiores. Ahora bien; en un acto violento, el cazador deshace el
equilibrio moral del campo magnético que vitaliza y sustenta la especie; y de acuerdo con las leyes
inmutables, tendrá que expulsar de su yo moral la tara maléfica que incrustó en su espíritu. Esa
expulsión, exige idéntico proceso de violencia porque se trata de un impulso primario de carácter
agresivo o animalizado, que no se elimina por medios persuasivos. Es la ley de causa y efecto en sus
reacciones dinámicas, la cual, como la dinamita herida por el choque, nadie la puede controlar. Ese
débito de reajuste moral queda vibrando en el alma del cazador desde el momento en que él infringió
la ley, y se eleva a la contingencia de un determinismo que, tarde o temprano, deflagrará la reacción
equilibrante, por el mismo proceso violento y doloroso.
Pregunta: ¿Cuál es el resultado educativo, para el cazador, al contemplar sus hijos (ex-
cazadores) heridos por accidente o desencarnados trágicamente?
Ramatís: Vosotros aun desconocéis el poder asombroso de la retentiva o memoria espiritual. El
choque emotivo de aquél que ve a su ser querido caer, inesperadamente, bajo cruel arma homicida,
crea en la intimidad de su conciencia fuerte repulsión hacia la figura de un cazador de aves. La visión
amarga, contundente, del ser querido que se abate, bañado en su propia sangre, es un estigma o
advertencia que repercute en sus existencias futuras, cada vez que surja en su mente la idea de
abatir un pájaro. Numerosas criaturas descontroladas en sus instintos inferiores, después de ser
torturadas u oprimidas por la desgracia ruda que se abatió en su hogar, ablandan sus arrastres o
impulsos negativos, volviéndose, después, inofensivas y opuestas a actitudes violentas, gracias a la
función rectificadora del sufrimiento que le alcanzó, en profundidad, la conciencia espiritual.
Pregunta: En el caso de la madre que ve su hijo (ex-cazador) caer trágicamente por accidente de
armas, ¿no hay, también, cierta iniquidad?
Ramatís: En regla, esa madre está sufriendo tal trance, porque ella misma tiene
responsabilidades en ese sector, asumidas en el pasado: y entonces, toma el traje carnal femenino.
Solamente que, en lugar de ser "mentor" de caza se convierte en simple mentor del hogar constituido
por ex-cazadores.
En verdad no ignoráis que existe, en vuestro mundo, la esposa insensible, que sugiere al
compañero ocioso, realizar una cacería festiva para el banquete dominguero. ¿No existe, también, la
madre que obsequia a sus hijos con artística y eficiente escopeta, para que ellos, como "distracción",
exterminen a voluntad las inofensivas avecillas? Pues bien, si en vuestras leyes precarias e ilógicas,
estipuláis penalidades para los delitos de "co-participaciones y mandatarios", ¿por qué Dios, la Ley
Sabia y Justa, cometería la discrepancia de responsabilizar, en el caso citado, solamente al agente
ejecutor.?
Pregunta: Notamos que los pájaros nacidos en viveros y jaulas terrestres, cuando se libertan,
perecen por falta de orientación en la búsqueda del alimento. ¿Será, entonces, igualmente un delito,
el gesto de bondad que nos lleva a libertar al pájaro cautivo?
Ramatís: La prisión del pájaro, en cualquier circunstancia, es siempre un delito espiritual, por
cuanto, si el Padre no estatuyó prisiones para vosotros, no las consiente para las aves, que nacieron
para la libertad alada. Las prisiones de aves, cuyos descendientes pierden la noción instintiva del
vuelo y de la subsistencia, resultan de vuestra incuria en no proporcionarles el ambiente de libertad y
de vida que les es propio e indispensable. Si cuidaseis de auxiliarlos en sus posturas, protegerlos en
sus ensayos de vuelo y ampararlos en las épocas críticas, vivirían en torno de vuestros hogares,
embelleciendo vuestro ambiente y el mundo con sus cánticos alegres, y animándoos con su gracia
poética y delicada, sin necesidad de conservarlas entre rejas.
Pregunta: Las aves en Marte, con la libertad que disfrutan, ¿no destruyen las labranzas y no
causan perjuicios en los jardines y en los pomares?
Ramatís: Si vuestros pájaros, nacidos en jaulas o viveros, perecen cuando son puestos en
libertad, retornando a la prisión para no sucumbir de hambre, es obvio que eso acontece debido al
abandono en que quedan. Si fuesen alimentados como en Marte, en la adyacencia de todos los
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
hogares y sin ningún recelo, se volverían inofensivas a las labranzas y jardines, por la simple
circunstancia de esperar del hombre su nutrición. En cada hogar marciano, existe un rincón del suelo
donde se planta, comúnmente, la fruta, el vegetal o la hortaliza destinada a los pájaros; y ellos buscan
el alimento en esos locales previamente determinados.
El psiquismo director que impera en el planeta Marte, y que comanda también la especie alada,
gracias a la mentalidad superior de los marcianos, puede operar e impulsar en las aves el sentido de
obediencia para que no destruyan. El impulso que denomináis instinto y que coordina los
movimientos de las especies inferiores, también puede ser influido o dirigido.
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
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CAPITULO XVI
LAS FLORES
Pregunta: ¿Presentan las flores, en Marte, disposiciones similares o iguales a las de la Tierra?
Ramatís: La química y la botánica marcianas operan al unísono, realizando tareas maravillosas e
impresionantes a los sentidos humanos. Consiguieron, en el sector de la botánica, la "luz vegetal",
que es producida por las flores, haciendo que ellas mismas, en los jardines, a medida que la hora
crepuscular anuncia la noche, comiencen, gradualmente, a "emitir" luz, hasta transformarse en
verdaderas lámparas vivas. Los efectos que vuestra química obtuvo en el sector de las tintas
fosforescentes, con las que ilumináis los carteles de propaganda comercial, en Marte se concretizan
en el quimismo del vegetal. Flores semejantes a vuestras azucenas, jazmines, calas, hortensias y
rosas multicolores, poseen la facultad de absorber la luz solar durante el día; y por la noche, con la
modificación de la temperatura que contrae sus contexturas íntimas, exudan en suave luminosidad,
todo el contenido absorbido de los rayos solares. Esa luz polarizada que encanta en los jardines
públicos, proporciona cambios de un color sedativo y aterciopelado, que recuerdan las escenas de un
cuento de hadas. Los parques marcianos recuerdan maravillosas lámparas irisadas de colores vivos,
que armonizan con los más exóticos perfumes científicamente combinados con los diversos tipos
vegetales.
Pregunta: Esa "luz vegetal", ¿es bastante luminosa y visible a todos?
Ramatís: Es intensamente visible para los "ojos marcianos", los cuales, como ya os hemos dicho,
tienen cierta penetración en la atmósfera etérica, que es la causa principal de las radiaciones. Esa
facultad es algo semejante a la "videncia" de la fenomenología espiritista. La luminosidad y la
transparencia, en el sentido de luz viva, que se polariza en toda la naturaleza marciana, existe
también en vuestro mundo, aunque más opaca, porque aun vivís profundamente dominados por las
pasiones inferiores. La atmósfera de Marte, más tenue, favorece también el mayor predominio de la
atmósfera etérica, y, consecuentemente, la mayor expansión radioactiva. Esos jardines policromos y
luminosos, de luz vegetal, que se exhiben a los marcianos como lámparas vivas, a los ojos densos de
los terrícolas se mostrarían como luces de velas amortecidas.
Pregunta: ¿No ofrece la Tierra condiciones favorables para obtener la "luz vegetal"? ¿O esa
maravilla sólo puede ser conseguida en mundos iguales a Marte?
Ramatís: La Tierra ofrecerá esas condiciones favorables, pues la luz, en cualquier expresión o
plano de vida, es siempre un reflejo o mensaje de manifestación del alma, subordinada, por tanto, a
su evolución espiritual. Cuando vuestro planeta, por efecto de la cristianización de sus habitantes,
tenga su magnetismo más purificado, también su aura etérica será más visible y se volverá vehículo
favorable a las conquistas de la química y de la botánica en el campo de la luz vegetal. En todas las
manifestaciones materiales, físicas y morales del mundo terreno, la luz, en su esencia creadora y
prodigiosa, vibra oculta, aguardando el momento de ser descubierta por los que "tienen ojos" para
verla.
Pregunta: Esa luminosidad de las flores, ¿persiste por mucho tiempo en la noche, o es fenómeno
de poca duración?
Ramatís: Depende de la calidad y de la familia o especie floral a que pertenecen, pues no son
todas las flores las que se prestan a la función de "lámparas vivas". Hay flores que extinguen en
pocos minutos la luz que absorben del Sol; otras, de sistema vegetal más receptivo, de savia y
magnetismo más vigorosos, pueden iluminar los parques, los jardines o los umbrales de los edificios,
durante cinco o más horas consecutivas. Hay también, en los lugares públicos, un sistema de
iluminación a semejanza de la luz solar, que aclara los sitios sombríos de los jardines, cuya luz
artificial consigue aumentar, débilmente, por algunos momentos más, la función excéntrica de las
lámparas vivas.
Pregunta: ¿Cuál es el mecanismo o proceso existente en la Tierra, que nos pudiese avivar la
mente para poder comprender la "luz vegetal" de los marcianos?
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
Ramatís: El mecanismo es análogo al maravilloso proceso con que Dios, el Divino Químico,
transforma el abono, el cisco y la basura, en rosas y claveles embriagadores; pues el hombre, hecho
a imagen del Creador, posee, en miniatura, la facultad de penetrar y descubrir los misterios del
macrocosmos. A medida que él realiza su ascensión espiritual, profundiza más íntimamente los
secretos del Cosmos, y aprende, también, en su ciencia relativa, a manejar las leyes que rigen los
movimientos del perfeccionamiento eterno
Se cumplen así, en Marte, los conceptos sublimes de Jesús, cuando os advirtió "El reino de Dios
esta en vosotros" "Procurad primero el reino de Dios y su retención, y todo lo demás os será dado por
añadidura"
Pregunta: Por ventura, ¿la ciencia terrestre también conseguirá, en breve, la realización de algo
parecido a esa ''luz vegetal"?
Ramatís: En cualquier latitud cósmica, son siempre iguales los principios creadores o las
reacciones que rigen las leyes de la química ¿Acaso, por vuestra química, ya no habéis transformado
nauseabundos abonos en sustancias aromáticas, y materias groseras en perlas artificiales?
Modificando la constitución de los protones del núcleo de mercurio, ¿no obtuvisteis, en laboratorios, el
tan ambicionado "oro"' Si a través de exóticas uniones "bio-vegetales", habéis conseguido modificar
los colores, el tamaño y la propia savia de los vegetales, cuando penetréis mas íntimamente en la
contextura "fisio-etérica", conseguiréis, también, producir la hermosa "luz vegetal"
Pregunta: Apreciaríamos, aunque fuera rudimentariamente, algunas nociones del fundamento
científico que hace engendrar la "luz vegetal" de las flores marcianas ¿Podrá dárnoslas?
Ramatís Sabéis que el vegetal, flexible y receptivo, es el representante del reino mineral en
metamorfosis mas avanzada y sustancialmente "mas vivo", en el campo de la biología terrena a
Todos los derivados de los minerales poseen, en su intimidad, las cualidades intrínsecas del mineral
primitivo de donde provienen, como la ductilidad, maleabilidad, rigidez, radiaciones o magnetismo. El
vegetal, por tanto, que es el propio mineral "perfeccionado", guarda en si, también, la cualidad básica
del reino en que se origino. Las agrupaciones moleculares mas rígidas, fijas y constantes del mineral,
adquieren, igualmente, mas libertad radioactiva y mas expansibilidad electrónica, cuando son
transferidos al reino vegetal, tal como el vapor de agua es mas energético que el hielo, aunque
ambos sean agua. En la intimidad de la savia del vegetal están los primitivos componentes del reino
mineral de donde provinieron, presentando "mejor calidad" dinámica por la mayor libertad de sus
órbitas electrónicas Os recordamos que la luz es producto del perfeccionamiento en todos los campos
de la manifestación cósmica, y siendo el vegetal el mineral perfeccionado, sus átomos son mas
energéticos y aceleradamente vibrátiles, proporcionando aumento de luz en el campo visual. En la
concepción de vuestra ciencia, de que la materia es energía condensada, comprenderéis que el
vegetal, siendo "menos materia" que el mineral, ha de presentar mejor contenido, es energía en
libertad, para ser transformada en luz. Partiendo del exterior hacia la intimidad de la materia, es obvio
que siempre encontrareis mejor esencia energética, ante el concepto de que la materia es "energía
acumulada". Los químicos y botánicos marcianos examinando las cualidades absorbentes de los
minerales que componen las tintas fosforescentes, dedujeron que los vegetales, conteniendo los
mismos componentes minerales, mas purificados, también podían ser absorbentes y discriminadores
de luz Operando, pues, físico-químicamente, tanto en el embrión del vegetal, como en el terreno de
labranza, consiguieron el admirable efecto de la "luz vegetal"
Pregunta: Las especies vegetales, en Marte, ¿son semejantes a las nuestras?
Ramatís: Las características "sui-generis" que Marte ofrece sobre el patrón terreno, provienen
mas de la intervención que el marciano ejerce en el panorama de su propio "hábitat" gracias a la
utilización de las fuerzas ocultas que los terrícolas aun desconocen. En cuanto a la naturaleza
elemental geofísica, del orbe, hay mucha semejanza con las condiciones primarias de la Tierra
Análogo a los demás globos que componen vuestro sistema solar, Marte conserva las mismas
condiciones fundamentales y predominantes de todo el sistema. Es siempre la misma ley la que rige
la temperatura o presión, el nacer, crecer y morir, en cualquier situación del Cosmos, aunque sus
efectos se manifiesten en correspondencia con los planes y contingencias en que actúan. De ahí los
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
motivos por los cuales la vegetación marciana, fundamentalmente, también presenta características
terrenas. En el concepto cósmico de que " Dios esta en lo intimo del espíritu del hombre" y también
en toda Su Creación, cumple a la criatura rectificar, desenvolver y perfeccionar los sectores de la
vida, hacia un sentido de utilidad común.
Pregunta: ¿Tienen las flores la conformación peculiar de las terrestres?
Ramatís: Catalogando todas las especies florales de vuestro planeta, encontrareis innumerables
especies iguales a las marcianas. En Marte, la atmósfera tenue y de luz vibrante, favorece un
desenvolvimiento floral de mayor pureza botánica, presentando especimenes inmaculados, en los
que los colores parecen posar, delicadamente, como una caricia de manos de hada. También podéis
encontrar en vuestro mundo, muchos ejemplares de esas flores límpidas que cubren el suelo
marciano, si las procuráis en las cimas de los montes altísimos, en atmósferas rarefactas, algo
marcianas, tal como existen en las crestas del Himalaya, en los Alpes o en los Andes.
Pregunta: ¿Cuál es la predominancia de esas, flores sobre sus congéneres terrenas?
Ramatís: Es una distinción que proviene de la intervención de los botánicos, químicos y demás
científicos responsables del perfeccionamiento floral. Además del recurso de la "luz vegetal" que
enunciamos, hay un trabajo especial que interviene en la contextura de la vegetación, perfeccionando
el color y la forma, la superficie táctil y el perfume.
En gigantescos "parques patrones", innumerables científicos se dedican a conseguir mayor
belleza y delicadeza en las flores. Se revelan prodigiosos magos; idealizan, experimentan y rectifican
el curso germinativo o el ciclo fluorescente, actuando con precisión en el contenido de la savia y en el
quimismo periférico de la planta.
Pregunta: ¿Cómo se operan esas metamorfosis en el quimismo de las flores?
Ramatís: Os recordamos la función que la Luna ejerce en la vegetación terrestre, cuando regula
la ascensión, el descenso, la fluidez y el espesor de la savia. Esos científicos actúan también en el
reino vegetal, creando y modificando. Profundamente conocedores de la esencia magnética que
palpita en la intimidad del Cosmos, aceleran o reducen el metabolismo magnético que palpita,
también, en el interior de las plantas. Consiguen prever y regular varias combinaciones químicas, las
cuales modifican, en el crecimiento de la especie floral, las composiciones habituales de la savia y el
comportamiento fluorescente.
Pregunta: Nos gustaría comprender esa función más objetivamente, comparándola con los
procesos de nuestro mundo vegetal. ¿Nos podrá atender?
Ramatís: Sabéis que la Luna regula el desenvolvimiento y la vitalidad de vuestras plantaciones, a
través del magnetismo gravitacional, permitiéndoos la naturaleza de los tipos nutritivos de acuerdo
con las fases lunares. El "creciente" desarrolla la parte de la planta que se encuentra en la superficie,
siendo el indicado para las hortalizas y legumbres, cuyas hojas o tallos sean comestibles; mientras
que el "menguante" hace que se desarrollen los tubérculos y pulpas que se reproducen en el seno de
la tierra. La fuerza magnética atractiva de la Luna, compele la savia de la planta a subir y derramarse
por las hojas, haciéndolas crecer en detrimento de las raíces que quedan reducidas. Debilitándose
ese magnetismo lunar en menguante, domina el magnetismo terrestre, que obliga a las raíces a
desarrollarse en el interior de la tierra, criándose entonces los nutritivos tubérculos de vuestras
mesas. Análogo a ese mecanismo producido por la acción vigorosa de la Luna, los científicos
marcianos, como verdaderos magos, actúan en el contenido magnético de los vegetales,
modificando, igualmente, las disposiciones de las hojas, de las raíces y de la estructura de la especie.
Se trata de un proceso científico, superior a la acción lunar de vuestro mundo, coordinado por la
inteligencia y dirigido por la voluntad, que crea compulsoriamente los tipos más fascinantes en la
belleza floral. En cuanto la Luna sólo os presenta dos alternativas, desarrollando las hojas en la
superficie del suelo, o engrosando las raíces en el seno de la tierra, los científicos marcianos
consiguen centenares de modificaciones físicas, químicas y radioactivas. Operando en la columna
vertebral etérica de las plantas, modifican sus colores, perfumes, savia y configuración física,
recordando los procesos y los recursos tecnicolores de la cinematografía terrestre.
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
Pregunta: Esas experimentaciones, ¿son realizadas en el propio "hábitat" de la flor?
Ramatís: Las experimentaciones y creaciones de nuevos tipos, son efectuadas en gigantescos
"parques patrones", bajo el control de un departamento floral supervisado por la Institución Botánica
de la Comarca local. Esos grandes establecimientos de investigaciones y modificaciones florales, se
subdividen en innumerables secciones, que se especializan, exclusivamente, en una particularidad
específica del vegetal. Recuerdan algo de vuestras producciones industriales en masa, que producen
en conjunto, por la suma de piezas provenientes de varios sectores especializados. La tierra, el clima,
la radiación magnética y el "campo eterice" experimental de esos parques, ofrecen las mismas
condiciones ambientales o latitudes geográficas, a las cuales son destinadas las flores.
Pregunta: La preocupación tan exhaustiva en la esfera de las flores, ¿se refiere solamente a fines
decorativos o a objetivos industriales?
Ramatís: Habiendo solucionado la humanidad marciana, genialmente, sus problemas de trabajo y
de manutención, como más adelante veréis, le queda disponible extenso período de inactividad, el
cual emplea en el perfeccionamiento de todos los fenómenos que la naturaleza puede ofrecer a
través del magnetismo divino de la vida. Más aproximados a la realidad espiritual y más
acostumbrada a la "contemplación creadora", los marcianos enriquecen el campo de su visión física,
creando panoramas de fascinante belleza y en sintonía con el espíritu, casi libre de las contingencias
de los mundos materiales. Las flores significan para ellos uno de los recursos emotivos de
satisfacción a la ansiedad espiritual, en vez dé la preocupación utilitarista o industrial que aún es base
fundamental de vuestra existencia. Buscan intrínseca y esencialmente la belleza de la flor, como un
reflejo de Belleza Divina. Atenuando la aridez del mundo de las formas, integrados plenamente en el
concepto de que el "reino de Dios está en la intimidad del hombre", ellos organizan, edifican y
decoran los detalles de su "hábitat", disponiéndolo como un encantador preliminar del "Cielo".
Desgraciadamente, mientras en Marte se crean motivos elevados para el placer paradisíaco, el
hombre terreno se sirve de las mismas energías creadoras para deformar y destruir, sustituyendo el
ambiente apacible de la naturaleza, por las condiciones dantescas del Infierno.
Pregunta: Suponiendo que los científicos marcianos obtuviesen ejemplares de rosas terrestres,
en su forma y perfume actuales, ¿cuales serían las virtudes o cualidades que podrían desarrollar en
esas rosas?
Ramatís: Intervendrían en la esencia etérica de la planta, y conseguirían producir múltiples tipos
de colores y perfumes exóticos, diferentes de los de su expresión común. Esas rosas de la Tierra no
tardarían en multiplicarse, enriquecidas por fina contextura vegetal, en cuyos pétalos se dibujarían los
más ricos y fascinantes bordados de filigranas, adornadas como las alas de las mariposas. Imaginad,
pues, la rosa Burdeos de vuestros jardines, con pétalos aterciopelados, pero revestida con finísima
red de hilos de topacio refulgente, colgando en forma de delicadas franjas doradas por las fimbrias de
la flor. Imaginad, aún, la rosa yema-oro, de aroma embriagador, emergiendo de un nido de armiño
traslúcido y policromo, teniendo en el centro de la corola una gota de rubí, encendida de refulgencias
solferinas; mirad la más aristocrática rosa de un vergel florido; centuplicad la belleza y el perfume, la
ternura de su forma de libélula revoloteadora, y aún no habréis imaginado los primorosos adornos
que los científicos marcianos harían con vuestras rosas.
Pregunta: ¿Cómo actúan los científicos, cuando las mismas flores se destinan a climas diversos?
Ramatís: Vitalizan las zonas de mayor vulnerabilidad de la flor, bajo temperatura o presión, en
perfecta sintonía con el magnetismo del medio, ya sea tropical, polar o ecuatorial. Tendríamos que
demostraros exhaustivo tratado de botánica marciana, si pretendiésemos citar los múltiples detalles
que coordinan esas operaciones de adaptación climática. Cuando el ambiente es de atmósfera
suave, cultivan las flores con los pétalos armiñados, adornados con franjas luminosas, formando
graciosas conchas de polvos carmesí, dorados, plateados o lilas.
Esas mismas flores, no obstante, si fueran destinadas a los climas agresivos y variables,
recibirían tratamiento compatible con su ambiente, produciéndose, entonces, corolas cerradas, con
pétalos ásperos, de colores vivos; y su propio aroma, enérgico y agreste, sólo se liberta
completamente, después que ellas se emancipan del cáliz de la flor.
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
Pregunta: Entonces, ¿operan centenares de científicos para conseguir, algunas veces, una sola
especie floral?
Ramatís: En realidad, la flor sólo se entrega a la germinación en ambiente natural, después que
la especie fue sometida a centenares de experiencias para lograr el éxito pronosticado. Sólo la
división encargada de estudiar y producir la impresión táctil deseada para la flor, hace especiales
estudios preliminares. En la investigación procurando ese tacto floral, los físicos experimentan
impresiones en el campo sensorial; los químicos buscan la savia adecuada; los decoradores trazan la
forma de los pétalos apropiados; y otros técnicos examinan las porosidades y las
impermeabilizaciones de sustancias aptas para una sensación sugestiva exterior. Además, los
especialistas cromosóficos sugieren los colores que pueden suavizar o acentuar la sensibilidad táctil,
mientras otros informan sobre el tenor absorbente del perfume ajustado al medio etérico. Los
geofísicos atienden el clima, producen temperaturas artificiales análogas al nuevo "hábitat" de la
especie que se estudia, y discuten con los psicólogos los efectos psíquicos y emotivos que serán
despertados en los habitantes de la ciudad o de los frecuentadores de los templos, a los cuales serán
donadas las flores.
Pregunta: En la sinceridad de nuestras opiniones, hallamos un tanto exhaustiva y dispendiosa
esa preocupación demasiado científica de los marcianos con la estética de las flores, bajo una forma
tan contemplativa. ¿Qué le parece?
Ramatís: Realmente, desde el punto de vista terreno, tenéis razón. Esa gran suma de tiempo
gastado en el mejoramiento floral, en Marte, creemos que en la Tierra sería utilizado edificando
hospitales, asilos, penitenciarías y abrigos para abandonados; produciendo vestuarios para los
desnudos, alimentos para los hambrientos, e intensificando las investigaciones en la esfera del
cáncer, tuberculosis, lepra y sífilis. Admitimos, aún, que otros problemas, para vosotros muy
importantes, serían enfrentados, tales como acelerar la fabricación de bombas atómicas para
eventuales guerras, cuyo poder destructivo podría, igualmente, destruir laboriosas colectividades y
asesinar multitudes inofensivas; pero, como en Marte no existen esos problemas, es natural que la
mente de su humanidad se fije en objetivos de otra especie; y entonces, aprecie y halle bastante útil
que su ciencia se ocupe también de estilizar los encantos de las flores, perfeccionar los frutos,
divinizar la música, y de todo lo que les proporcione las emociones superiores del espíritu, en su
alegría activa de vivir y amar ilimitadamente las obras del Padre.
Se trata de una actitud irreprimible, de almas cuya sensibilidad les hace reverenciar a Dios,
manifestado en todas las obras de la Creación.
Mientras los marcianos contemplan la apoteosis del cielo estrellado, tomados de un éxtasis
religioso, vosotros sois refractarios a ese deslumbramiento, porque no os esforzáis por sentir el
"alma" de las maravillas que os rodean. En tanto, es común que os quedéis embebecidos ante las
reproducciones muertas de los cuadros de la naturaleza, fijados en un pedazo de tela por vuestros
artistas pintores. Reproducciones que, por muy bellas que sean, no pasan de ser expresiones
estáticas o inertes, pues les falta aquella savia, aquella sustancia de la vida que palpita, exuberante,
en todas las obras plasmadas por las manos prodigiosas del Mago Divino que, en un instante,
enciende una puesta de Sol con tintas vivas, de refulgencias etéricas, incomparables, jamás salidas
de las manos de los hombres, aunque se llamen Velásquez, Miguel Ángel, Tintoretto o Rafael.
¡Mago Divino que, no sólo instila perfumes embriagantes en los pétalos de las flores, sino que
mantiene en equilibrio matemático miles de millones de mundos, danzando y girando en el éter del
Infinito, en ritmos de amor, belleza y armonía, bajo la regencia de su Verbo Creador!
Pregunta: ¿Cuáles son los incentivos de interés general, para que los científicos de la floricultura
mantengan encendido ese entusiasmo tan acentuado por la estilización de las especies florales?
Ramatís: Recordando vuestras ferias de productos industriales o exhibiciones de pinturas y flores,
tienen las exposiciones periódicas, en las que la ciencia marciana expone sus maravillosas
composiciones botánicas, como festividades aún inaccesibles a la comprensión de los terrícolas. Es
difícil describiros la magnificencia de colores y perfumes que surgen, inéditos, en las más fantásticas
sorpresas, cuando los "fisio-químicos" brindan a la población los nuevos productos surgidos de sus
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
laboratorios. De todos los puntos del planeta se trasladan multitudes festivas, convergiendo en los
locales de las fascinantes exposiciones de flores, que se convierten en motivos de júbilo espiritual
colectivo, por constituir más labores estéticas para el embellecimiento panorámico del orbe en que
viven. Trasciende cualquier poder descriptivo de nuestra parte, el encanto, la pureza divina que se
exhalan de las exhibiciones de nuevos especimenes florales, destinados al adorno de todos los
ambientes.
Se asemeja a un majestuoso ceremonial de reconocimiento de la criatura a su Creador,
reverenciado en el océano de perfumes embriagadores de luces vivas, coloridas, de magia
deslumbrante.
Pregunta: ¿Podrá darnos una idea aproximada del aspecto de esas exposiciones florales?
Ramatís: Son realizadas en comarcas responsables del evento floral, y se efectúan en períodos
determinados, conforme al clima regente local. El "clima regente" de la comarca, situada en zona
tropical, polar o ecuatorial, es lo que determina el exotismo de especies diferentes. Por consiguiente,
las flores destinadas a los trópicos, a las regiones frígidas o a las ecuatoriales, difieren de tipos entre
sí. Por eso, cada comarca presenta las flores propias de su clima. La tradicional exposición "bianual"
de una comarca del ecuador, con sus especimenes de flores traslúcidas, de pétalos satinados,
exudando perfume lánguido y sutil, se distingue completamente de los tipos de las regiones frías, que
son de especies achaparradas, rígidas y carnosas, de colores firmes, con olores fuertes. Por
sugestión del Gobierno local, los científicos trabajan guardando sigilo en sus experiencias, con el fin
de proporcionar al pueblo emociones inesperadas, que contribuyen al esplendor de las
inauguraciones festivas. Así, retiradas las gigantescas vallas que esconden el plantío y el cultivo de
las nuevas especies, los visitantes gozan momentos de éxtasis y de júbilo espiritual, ante la riqueza,
siempre renovada, de colores, perfumes y formas prodigiosas, que recuerdan los paisajes edénicos
soñados por los elegidos de Dios.
Ningún poeta o genio de vuestro mundo sería capaz de describir el divino sortilegio de una
ciencia cristiana, donde la investigación y la sabiduría son instrumentos subalternos de la Fe.
Pregunta: Por las noches, en esas exposiciones, ¿todas las flores emiten y resplandecen con su
luz vegetal?
Ramatís: Sólo irradian luminosidad las especies de savia receptiva y técnicamente cultivadas
para que puedan absorber la luz, y las que se destinan a ser intercaladas entre los tipos comunes,
formando grupos de suave claridad policroma que envuelve todo el recinto de la exposición, el que,
visto a distancia, da la idea de un inmenso bando de enormes aves de luz polarizada, que se
hubiesen posado en colinas paradisíacas, de cintilaciones irisadas.
Pregunta: ¿Hay más de un departamento responsable de la creación y desarrollo de las flores?
Ramatís: Hay un "Centro Floral", responsable y coordinador de las disposiciones técnicas y
características de producción, que es dirigido por los mayores peritos marcianos, incluyendo un
Consejo detentor de las facultades de clarividencia. Mas el cultivo y las investigaciones de nuevas
especies florales son ejercidos en todas las comarcas de Marte, y también en su satélite habitado. Se
forma, entonces, una fraternal concurrencia artística, con el fin de descubrir nuevos patrones
estéticos de color, luz y perfume.
Pregunta: ¿Cuál sería la impresión general que a un hombre terreno le causaría enfrentarse,
súbitamente, con un rosal marciano, impregnado de extraños perfumes y engalanado de "luz
polarizada"?
Ramatís: El magnetismo límpido y sedativo que impregna el perfume de las plantas marcianas,
actuaría en él como "ducha etérica", terapéutica, purificadera de su aura oscura, comúnmente
saturada de las impurezas que provienen de sus emociones inferiores.
Su mente recibiría el impacto vitalizante y profiláctico del aroma del rosal, saturado del
magnetismo saludable que se exhala de aquella humanidad espiritualizada. Así como la atmósfera
mórbida de un matadero abate y oprime el alma delicada, y el ambiente tranquilo y reconfortante de
un templo religioso despierta emociones elevadas, del mismo modo, el aura ambiental del orbe
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
marciano es benéficamente saludable a los que reciben su influencia.
La impresión sustancial del hombre terreno, ante los edénicos rosales marcianos, sería la de
intensa ansia de purificación de su alma, para alcanzar la beatitud angelical.
Pregunta: ¿También en Marte se ponen flores en los templos religiosos, por espíritu devocional?
Ramatís: También, pero no en jarrones, cortadas de los tallos, tal como hacéis habitualmente;
pues los marcianos, a cuyo "toque" personal las cosas parecen revivir y purificarse, son contrarios a
la acción de destruir, irremediablemente, cualquier expresión de belleza natural.
En los templos, existen delicadas fajas de suelo descubierto, próximas a las paredes, que
alimentan maravillosas trepadoras y bejucos de aspecto vitrificado, formando poéticas volutas
coloridas, que se hacen traslúcidas bajo la luz de las bóvedas transparentes, debido a que son
especimenes cultivados en "aguas radioactivas". Su combinación armoniosa con otros tipos de
trepadoras azules, lilas, rosadas y amarillo-dorado, recamadas de flores policromas, completan la
decoración viva y deslumbrante que enternece el alma en la hora del intercambio espiritual de la
criatura con su Creador.
Pregunta: Las residencias o los templos marcianos, ¿son adornados, también, con flores
artificiales?
Ramatís: ¡Oh! ¡No, hermanos míos! Ese arte artificial estaría en contradicción con las
concepciones espirituales del ciudadano marciano, de "servir y ser útil", siempre, con expresiones de
la Verdad.
Pregunta: La tendencia moderna en la Tierra, de adornar las residencias y edificios con plantas
vivas, tales como cactus, orquídeas y miniaturas de follajes de otros climas, ¿se aparta o se aproxima
a las costumbres marcianas?
Ramatís: Las delicadas plantas que adornan vuestros hogares y constituyen miniaturas de
jardines, en las áreas y entradas de las moradas colectivas, manifiestan ya un sentido estético y
decorativo más al gusto marciano. Las flores y los vegetales, cultivados sin exageraciones, deben
participar de vuestra vida íntima; pues son portadores de magnetismo vitalizante, que aún no sabéis
absorber del ambiente. Las especies que provienen de otros climas y latitudes geográficas, os traen
un poco del magnetismo de otros pueblos, formando lazos de simpatía y fraternidad.
A través de los conocimientos futuros de la "radiestesia", vuestra ciencia sabrá seleccionar las
especies, psíquica y magnéticamente apropiadas a cada región, tal como se hace en Marte.
Igualmente, a medida que vuestros espíritus asciendan hacia expresiones más sublimes,
demostraréis en torno de vuestros pasos, un sentido de belleza superior en las realizaciones
materiales; pues el tenor moral del espíritu se refleja o se manifiesta en el mundo de las formas, en
consonancia con el grado de su evolución; pudiendo conjugar la emotividad de las cosas más
simples, con la belleza superior de las formas complejas.
Pregunta: Las fajas de tierra recortadas en las residencias o templos marcianos, que alimentan
las especies decorativas, ¿son preparadas químicamente?
Ramatís: La "calidad" química es fijada y dosificada bajo procesos de selección bacteriana, y no
por la esterilización microgénica, adoptada en los ambientes cerrados. Los vegetales marcianos, en
función parecida a la fotosíntesis de vuestras plantas, absorben elementos que, después de la
transformación en su seno, se enriquecen de cierta emanación magnética de la atmósfera, muy
conocida de los orientales bajo el nombre de "prana". Esa saturación es revitalizadora y favorece la
germinación de las plantas, constituyendo una "auto-regeneración", que se opera en sintonía con la
preparación de la tierra, bajo procesos de vitaminoterapia vegetal.
Un puñado de tierra marciana podría nutrir árboles de gran tamaño en vuestro mundo; y gracias a
esa facultad absorbente del "prana", las trepadoras y bejucos que serpentean en las bóvedas de los
templos religiosos, absorben, en la hora del éxtasis, el magnetismo de los fieles, volviéndose más
coloridos y lucientes. Tal fenómeno de la sensibilidad receptora de esas plantas demuestra cómo es
importante el estado del espíritu de los seres, en el ambiente que los rodea; pues si las emociones
elevadas alientan, embellecen y elevan el tenor magnético de las propias especies inferiores, es
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
evidente que las exaltaciones mentales de la cólera, de la rabia, de los celos o de los insultos
domésticos, se impregnan también, en los vegetales y en los demás objetos circundantes, creando un
ambiente saturado de cierto magnetismo tóxico y contagioso, que, además de afectar la salud de los
que lo emiten, posibilita a los extraños sentir el aura benéfica o incómoda que vibra en las personas y
en los ambientes con que los mismos se ponen en contacto.
Así, este fenómeno explica por qué las aves y la vegetación, en Marte, revelan un estado eufórico
de vivacidad y confianza, que traduce "alegría de vivir".
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
CAPITULO XVII
FRUTICULTURA
Pregunta: En vista de que la alimentación de los marcianos es hecha en gran parte a base de
frutas, ¿podría informarnos cuáles son las frutas peculiares a Marte? Y también, ¿cuáles son los
recursos botánicos o técnicos adoptados en las plantaciones frutales?
Ramatís: La ciencia marciana ejerce absoluto dominio en el campo de la fruticultura, creando,
mediante procesos de química sintética, tipos específicos para cada exigencia y región.
Gigantescos pomares experimentales, bajo admirable dirección técnica y preventiva, mejoran
sucesivamente la calidad de todos los géneros de frutas.
Pregunta: ¿Cuáles son los objetivos más esenciales en ese cultivo de frutas?
Ramatís: Siendo la alimentación marciana fundamentalmente basada en jugos de frutas y
esencias vegetales que deben absorber cierto porcentaje del magnetismo del ambiente, hay
meticulosa preocupación por parte de los científicos, para depurar la calidad de la savia, haciéndola
cada vez más compatible con el equilibrio metabólico y psíquico de los marcianos.
Si la alimentación debe ser lo más energética posible, con un contenido de fuerte radiación "vital-
etérica", hay necesidad absoluta de dedicar inmensos cuidados en cuanto a la impregnación de los
frutales, con el magnetismo atmosférico.
Pregunta: Hicisteis referencia a la impregnación de magnetismo atmosférico en los frutales.
¿Podría hacernos alguna aclaración en cuanto a los efectos de ese magnetismo sobre las frutas y
sobre los vegetales?
Ramatís: Por el hecho de hallarse el aura terrestre sobrecargada de "toxinas psíquicas",
generadas y emitidas por al ambiente moral de vuestro mundo, dentro de muy poco, notaréis que
muchas frutas y vegetales, infectados por esos fluidos deletéreos, se desarrollarán presentando mal
aspecto; y, además, producirán síntomas extraños en el metabolismo orgánico de aquellos que las
ingieran.
Pregunta: ¿Podría hacernos mayores aclaraciones sobre ese fenómeno?
Ramatís: Siendo la atmósfera una especie de condensador en el que se acumulan y agitan las
expresiones mentales de la conciencia del individuo y de la colectividad, en vuestro mundo actual,
esa masa o capa de fluidos es de tenor infeccioso o nocivo; y como consecuencia, sus radiaciones
magnéticas son absorbidas también por los vegetales y las frutas; especialmente, por los que están
plantados cerca de las ciudades cuyo movimiento constituye un verdadero hervidero.
El fenómeno es resultante de la compresión "mental y magnética" que el aura reflectora de
vuestro orbe devuelve al suelo. Esos impactos incesantes de los pensamientos de baja frecuencia
vibratoria, emitidos por la mente del hombre, se reflejan en la vegetación, inoculándole toxinas que
son perjudiciales a los seres humanos. De ahí las epidemias de etiología desconocida que se están
manifestando en ciertas zonas, en forma de neblinas y fluidos nocivos.
Pregunta: ¿Cuáles son los tipos de frutas marcianas?
Ramatís: La química marciana, mucho antes de que la medicina descubriera soluciones en el
campo terapéutico, ya conocía las propiedades benéficas y curativas de ciertos frutos, examinando
sus características exteriores en relación con el tenor químico de la savia. Mejoraron entonces el
equilibrio orgánico y el ritmo en el metabolismo, estableciendo como criterio o sistema, servirse de
frutas en correspondencia con la naturaleza de los órganos enfermos.
Pregunta: ¿Cómo podríamos conocer esos progresos en analogía con nuestra constitución
fisiológica?
Ramatís: Aunque de poco ajuste a la verdadera naturaleza de los frutos terapéuticos marcianos,
os recordamos ciertos recursos usados en algunas regiones de la Tierra, por el curanderismo salvaje,
que sabe distinguir con exactitud y utilizar las cualidades curativas de algunas frutas comunes. Así, la
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
manga "corazón de buey" es indicada como óptimo remedio fortificante de la esfera cardiaca; del
ananá, de configuración parecida al páncreas, se usa el jugo como eficiente para conservar la carne
tierna, en analogía o equivalencia con la propiedad del jugo pancreático; la berenjena, de color y
forma renal, ofrece éxito terapéutico en las molestias de los riñones; el pequeño estómago vegetal
que es el aguacate y el mamón, también semejantes, con mayor volumen, son indicados en la
terapéutica médica como auxiliares de las dietas digestivas en los trastornos de orden gástrico; las
nueces, que imitan, singularmente, un cerebro en miniatura, son de comprobada cualidad para
recomponer los desgastes cerebrales.
Los hindúes, en meditación, acostumbran recurrir a la ingestión de aceitunas; y los árabes, a las
támaras, seguros de que esas frutas son perfectos "ganglios" vegetales, que les suministran el
magnetismo deseado para sus concentraciones esotéricas. Algunas tribus de indios brasileños
conocían el poder del apio para endurecer las fibras musculares, que se les asemejaban; los
lugareños del litoral afirman que la caña de azúcar, en su forma exótica de columna vertebral, es el
mejor alimento para su congénere humano. Los estigmas del maíz desembarazan los bacinetes de
los riñones, en perfecta sintonía capilar; la sandía, en su forma de enormes encías bermejas,
conteniendo dientes en forma de semillas, goza fama de contener vitaminas esenciales para la
dentadura humana. Las semillas de la calabaza, parecidísimas a los fragmentos expelidos, de la
conocida solitaria o tenia intestinal, son un poderoso medicamento para la expulsión de ese parásito;
la llamada hierba piojera, especificada en la homeopatía como "stafizagria", evidencia la propiedad de
alimentar o nutrir los espermatozoides debilitados por los excesos de antibióticos, revigorizándolos
para su función genética.
Así como la especie vegetal de la quinina nace pródigamente en las zonas litorales más atacadas
por la malaria, inmensa cantidad de frutos, vegetales y flores tienen su correspondencia astrológica y
vibratoria con los órganos, glándulas, tejidos y disposiciones temperamentales humanos. Existen
millares de especies vegetales creadas por la bondad do Dios, para que la ciencia humana las
descubra y utilice en beneficio de los enfermos. Y no van a tardar los ciclos de investigaciones en que
vuestros científicos encontrarán pequeñas glándulas vegetales que atienden, perfecta y
fisiológicamente, a las insuficiencias hipofisarias, a los hiper o hipotiroidismos, a las anomalías del
timo, a los conflictos "tiroídico-ováricos", las exhaustaciones de la suprarrenal y otras insuficiencias
del sistema físico del hombre.
Los marcianos, que desde hace mucho conocen esas verdades, pudieron alcanzar un estado de
salud incomparable, muy superior a la terapéutica violentísima de las inyecciones hipodérmicas, que
desajustan el cosmos celular e irritan las colectividades microbianas de sustentación en el equilibrio
fisiológico.
Pregunta: ¿Pueden ciertas frutas o vegetales actuar en el campo vibratorio imponderable;
digamos, más allá de las fronteras de nuestra limitación física?
Ramatís: En vista del fenómeno de que en vuestro mundo todas las cosas o seres están
revestidos de un aura astral, constituida por el cuerpo o doble etérico, cuando ingerís frutos, también
absorbéis o integráis en vuestros vehículos de "etéreo-astral" las emanaciones "astro-etéricas" de los
mismos. Sin aludir al tenor físico de naturaleza alcaloide o alcohólica, peculiar a la mayoría de los
vegetales, que pueden despertar estados imprevistos de modificaciones temperamentales, podéis
certificar, con diligencia y atención, que después de comer ciertos vegetales y frutos, sufrís
alteraciones de orden psíquico; lo que bien os prueba la fuerza de acción que ellos ejercen en el
campo imponderable.
Pregunta: ¿Podría el hermano citarnos, al menos, una especie que produzca efectos de orden
psíquico?
Ramatís: Citaremos la cebolla y el ajo, los cuales, debido a las fuertes emanaciones astrales,
crean campos favorables a innumerables bacterias del psiquismo inferior. Conviene, no obstante,
insistir en que la evangelización íntima es el verdadero antídoto de tales reacciones psíquicas, siendo
potestativo del hombre libertarse cada vez más de los "talismanes" y de las "oraciones protectoras",
despertando energías adormecidas en la intimidad del espíritu eterno; pues sería gran equívoco que
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
los seres intentaran el recurso de eliminar de su aura y de su campo psíquico, faunas y colectividades
perniciosas, mediante la simple ingestión de frutas y vegetales terapéuticos. Al poco tiempo, esas
mismas colectividades, en la ley de biología psíquica, sabrían crear la llamada "psico-resistencia",
volviéndose inmunes a los impactos vibratorios y cáusticos de los especimenes vegetales.
Pregunta: En cuanto a las especies vegetales, como pequeños arbustos, ¿podríamos conocer
algún tipo que nos diera la seguridad de esa acción concomitante a la esfera psíquica?
Ramatís: La ruda es sensible a la presencia de fluidos en el ambiente, revelándolos saludables,
cuando ella se mantiene erecta y vivaz, o señalándolos como deletéreos, coercitivos e impuros, si se
marchita y muere, debido a la disociación que sufre en su campo vital, bajo la proyección de
vibraciones cáusticas del ambiente. Es, en realidad, una especie de barómetro vegetal que identifica
todas las emanaciones fluídicas en torno, aun las humanas. En cuanto a otra especie exótica, la
"guinea-pipi" presenta la delicada función de constituir un transformador ambiental, que absorbe los
fluidos deletéreos, exhalándolos después, ya depurados de las saturaciones nocivas. Volvemos a
repetiros que, así como la simple presencia de vegetales como la ruda, no puede serviros de
protección y defensa, tampoco la "guinea-pipi", aunque la sembréis a centenares en torno vuestro,
conseguirá purificar el ambiente mientras vuestro gobierno mental esté apartado del Cristo.
Todos los recursos de la naturaleza son benditos por Dios, en la tarea de socorro a la criatura
debilitada en el campo espiritual, pero es necesario que ese socorro encuentre la disposición decidida
de una cobertura absolutamente evangélica, para neutralizar los efectos perniciosos del astral inferior.
Pregunta: ¿Podríamos, realmente, atribuir naturaleza terapéutica a las frutas que mencionasteis,
de la Tierra, en correspondencia con los órganos a que también aludisteis?
Ramatís: El hombre es un condensador en miniatura, en el océano del magnetismo cósmico, y
puede centralizar sobre sí energías variadas, de conformidad con sus estados mentales y
espirituales. Cada órgano que compone su cosmos celular, absorbe y se recupera con la energía
correspondiente a su función y necesidad, específicamente con su forma y su contextura. Los
estados patológicos son fases de desperdicio energético, o de mala combinación de fluidos del
magnetismo necesario al órgano enfermo. Cuando observáis en el campo físico la desarmonía
orgánica, ya, desde hace mucho, se viene operando ese desequilibrio en el campo invisible del
magnetismo biológico. El síntoma visible, diagnosticable o probable de una descripción etiológica, es
ya la última fase de la causa debilitada en la esfera imponderable. Consecuentemente, lo que primero
debe ser realizado en el campo invisible de la energía magnética que se debilitó, es la compensación
con un contenido idéntico y compatible, para atender a los gastos energéticos más allá de lo normal.
Concomitantemente a esa función que el hombre ejerce, de condensador vivo de energías
magnéticas invisibles, las frutas son también condensadores, aunque menores y de otra especie, que
captan, dosifican y acumulan cantidades de energías, en forma de órganos vegetales emancipados,
que operan en "causa propia". Cuando los científicos terrenos descubran la verdadera naturaleza
configuracional y "químico-magnética" de las frutas, que actúan en correspondencia con las
debilidades "biomagnéticas" de cada órgano del cuerpo humano, producirán verdaderos milagros en
el campo profiláctico, preventivo y aun terapéutico. Les bastará indicar especies frutales cultivadas
bajo disciplina astrológica y en perfecta relación con el nacimiento, también astrológico, de cada
doliente. La fruta tendrá por función hacer de cobertura magnética del órgano debilitado, actuando por
su divino quimismo, inaccesible a los instrumentos groseros del mundo material. Podéis valorar, por
tanto, la verdadera terapéutica con que la Divinidad socorre a los hijos en sus enfermedades, sin la
violencia de las sustancias heterogéneas y mineralógicamente radioactivas, que alteran comúnmente
la labor endocrina del cuerpo humano.
Pregunta: ¿Nos podría hacer más aclaraciones, para que no nos confundamos en este asunto?
Ramatís: Hicimos algunas comparaciones referentes a los frutos terrestres, pero, para que podáis
comprender el éxito terapéutico de los marcianos en ese campo bendito de la Vida, diremos que en
ese "quimismo-vital-magnético" a que aludimos en las frutas, y en correspondencia con los propios
órganos humanos, la ciencia marciana logra actuar a voluntad, manejándolo con absoluta segundad.
Descubrió las cualidades intrínsecas de las frutas en función de las curaciones humanas, y sabe
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
meticulosamente el tenor y la función de cada órgano. No obstante, la configuración de la fruta
semejante a un órgano humano, es una simple indicación de que posee cualidades terapéuticas
adecuadas a aquel tipo de órgano, sin que, a pesar de ello, esa indicación aclare a qué estado
patológico corresponde. Suponiendo, en vuestro mundo, que la manga "corazón de buey" sea
eficiente para las enfermedades cardiacas, porque su forma y su contenido tienen algo de aquel
órgano cordial, es menester verificar a qué estado patológico corresponde, para no contradecir la
terapéutica aplicable en el momento, pues una bradicardia y una taquicardia son estados
completamente opuestos. Sólo el conocimiento íntimo y profundo del quimismo vegetal, en su
manifestación "astro-etérea", es lo que permitirá conocer la base fundamental para la recomposición
de la deficiencia magnética. La acción imponderable en la función excitadora o astringente, difiere
mucho de los procesos del plano físico, objetivo, que se basa en la experimentación y en las
soluciones farmacológicas. Mencionamos los hechos del mundo imponderable, invisible a la
instrumentación de laboratorios y accesible sólo al raciocinio o a la fenomenología ectoplasmática del
campo mediúmnico. No tenemos dudas sobre el uso saludable y racional que la medicina preconiza
en cuanto a las cualidades químicas medicamentosas de los vegetales y frutas, hábilmente aplicables
a los casos patológicos, ya sea en la alopatía como en la homeopatía; mas no podemos dejar de
anotaros que son los homeópatas con su terapéutica dinámica, infinitesimal, los que penetran mejor
en ese "quimismo-etéreo-magnético" de las frutas. La imponderabilidad de la homeopatía permite
accionar en la intimidad electrónica de los tejidos, actuando más a gusto y con eficiencia en las
causas, sin violentar los órganos enfermos. Conviene que distingáis la inmensa distancia que existe
entre las propiedades terapéuticas de las frutas y de los vegetales cuya acción en la esfera
imponderable del magnetismo cósmico, es muy diferente de la de vuestra farmacología común. En el
futuro, os serán familiares las nociones de "radiopatía", "astropatía" y "magneto radiopatía", o las
coordinaciones análogas, que hasta hoy, por sus nociones trascendentales, despiertan desconfianza
al mecanismo de palpación de los laboratorios.
Pregunta: ¿Cuáles son los recursos o tratamientos que los marcianos dan a los frutos, para lograr
el mayor éxito en los efectos terapéuticos?
Ramatís: Los científicos marcianos coordinan tanto la germinación, como el desarrollo de los
árboles frutales, porque operan en el "doble-etérico" de los mismos. Aprovechan inteligentemente
todas las influencias de los astros circunvecinos, que actúan en el campo etérico-astral de las plantas;
controlan las acciones de esos fluidos excitantes o letárgicos, y pueden dirigir con éxito la ascensión y
distribución de la savia vegetal. Los frutos, posteriormente, se desarrollan en concomitancia con el
magnetismo que también circula en los órganos humanos, pues los fruticultores consiguen armonizar
el tenor exacto de cada fruta, con el quimismo magnético de cada órgano humano. Se trata de un
verdadero proceso farmacológico preventivo, en el que ya quedan fijadas las especies de frutas,
como indicación terapéutica a los casos patogénicos que surjan. Hay, en los frutos y en los órganos
humanos, una perfecta correspondencia entre las manifestaciones trifásicas del mundo mineral,
vegetal y animal, bajo la regencia de la Suprema Ley Divina.
Pregunta: ¿Cuáles son las cualidades que mejor distinguen los frutos marcianos de los de
nuestro mundo fruticultor?
Ramatís: Todos los árboles frutales provienen de posturas cultivadas en gigantescos parques
patrones, en los que se obtienen frutas sin semillas, de un quimismo profiláctico, libres de impurezas
o de microorganismos destructores. El desarrollo se hace mediante planos científicamente
desdoblados, con las previsiones exactas del contenido de la savia, de conformidad con la
temperatura, la presión y el magnetismo etérico del medio en donde la planta va a habitar. El suelo es
preparado, también, en correspondencia con el terreno de la futura morada del árbol frutal.
Pregunta: ¿Son esas frutas sustancialmente idénticas a las de la Tierra?
Ramatís: Los tipos más preciosos son verdaderas "envolturas" de jugo sabroso, semejantes a
"compotas vivas" de aterciopelada carne vegetal, concentrada, nutritiva y odorífera. Hay tipos
gelatinosos, sin fibras o semillas, sin películas o células, que después de la deglución, dejan en la
pureza del paladar marciano la sensación de penetrante magnetismo eufórico.
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
Pregunta: El hermano dice "nutritiva y odorífera". ¿Cómo entenderemos esa especificación?
Ramatís: Tal como ocurre en la esfera de las flores, la química y la botánica operan juntas en el
desarrollo y perfeccionamiento de varios olores, en la misma especie de frutas. Si, conforme ya os
describimos, la misma especie de rosa puede presentar numerosos tipos odoríferos, en los frutos, los
científicos consiguen el mismo fenómeno, evitando la monotonía de un mismo aroma, con el fin de
que no decaiga la producción de jugos y hormonas en la digestión. El sistema endocrino, productor
de hormonas glandulares en el hombre, alcanza también una fase de saturación-psíquica o náusea,
disminuyendo la producción de jugos gástricos, ante la demasiada persistencia de una sola forma
digestiva.
Si durante treinta años terrenos, se ingiere diariamente aguacate o naranja, los estímulos
nerviosos excitativos se ajustan a ese género de alimentación, funcionando correlativamente con las
zonas sensoriales del cerebro, hasta los reguladores de las funciones biliares, gástricas o
responsables de la actuación de la secretina pancreática. De ahí la habilidosa conexión "psico-física"
que los marcianos realizan en el quimismo de las frutas, en el que la misma especie necesaria al
metabolismo orgánico, aunque sea ingerida continuamente, presenta olores diferentes, que
mantienen despierto el mecanismo endocrino.
Pregunta: ¿Podrá citar un ejemplo de esos perfumes diversos, comparados con un tipo de fruta
terrena?
Ramatís: Imaginad, en "fila", un ciento de naranjas sin semillas o fibras cuyos cachos son
pequeñas reservas de jugo ambrosiaco. En un creciente sucesivo, esa fila presenta "cien olores"
diferentes, mas todos con el aroma central, indestructible, o sea el fondo" odorífero, específico, del
verdadero gusto de la naranja natural. Podríais ingerir naranjas con olores de clavel, violeta, rosa o
jazmín, sin que, por ello, desapareciese el olor fundamental, naranja, ni la sustancia peculiar de esa
fruta. En las mismas disposiciones, podéis conjeturar otras especies de frutas como ananás,
manzanas, uvas o peras.
Pregunta: ¿Existe, aún, alguna otra distinción en esos frutos, en relación con los nuestros?
Ramatís: Principalmente, en cuanto a la temperatura variable, que la ciencia marciana obtiene en
las especies de frutas destinadas a las zonas antípodas. Consiguieron adaptar en los tipos
especiales, temperaturas internas, más o menos duraderas, de conformidad con el tiempo de
madurez del fruto. Los árboles frutales destinados a las zonas ecuatoriales, producen frutos de jugos
refrescantes, que aminoran la temperatura del medio; las especies destinadas a las zonas heladas,
se cubren de frutos cuyo interior es caliente, tibio, en acentuado contraste con la temperatura
ambiente.
Pregunta: ¿Le seria posible darnos una explicación más amplia?
Ramatís: Los marcianos consiguieron esas realizaciones, debido a la maravillosa condición de su
magnetismo etérico, base de toda su vida, tal como la electricidad es la base de todas vuestras
actuales realizaciones. ¿No conseguís, en vuestro mundo, con la misma energía eléctrica, producir
calor en fogones, calentadores o estufas, y, en sentido opuesto, establecer la temperatura helada en
los refrigeradores, sorbeteras o frigoríficos? Mientras vuestra ciencia, en todos los campos de la vida,
alejada de la Fe creadora, solamente consigue éxito en aparatos materiales, los científicos marcianos
operan con el magnetismo en la intimidad atómica, consiguiendo modificar, sin violencia, las bases de
los patrones comunes. La savia del vegetal o del fruto no pasa de ser un elemento "minero-vegetal",
con su contenido accesible a las radiaciones, imantaciones, gelidez o calentamiento, bastando alterar
las disposiciones íntimas de las constelaciones electrónicas, para que ocurran también
modificaciones lógicamente previstas. Si calentáis frutos con un combustible exterior, tornáis
expansivas las órbitas de los electrones en el interior de la savia frutal, y si los heláis, produciréis el
fenómeno opuesto. Los marcianos pueden modificar con facilidad la temperatura de los frutos, porque
operan directamente en la expansividad o contracciones electrónicas, a través de ese propio
magnetismo-etérico, que orienta y regula, acelera y retarda los sistemas atómicos que forman la
contextura material. Operan de adentro hacia afuera, con más éxito y durabilidad, ya sea realizando
la magia de la "luz vegetal" en las flores, como variando las temperaturas de las especies frutales.
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Pregunta: ¿Están exentas las frutas de microorganismos destructores?
Ramatís: Absolutamente libres de las putrefacciones comunes de las frutas terrenas, por cuanto
siguen paralelamente las mismas disposiciones de salud impecable de los marcianos. En el cultivo
hecho en los parques-patrones, hay un tratamiento profiláctico que permite a la savia de los frutos
contener fuerzas defensivas contra probabilidades de proliferación de gérmenes dañinos. Los
procesos que ejecutáis "por fuera", en la protección de los frutos o de la labranza, sirviéndoos de
sustancias químicas para obtener la extinción de los microorganismos perjudiciales, la ciencia
marciana, siempre con sentido profiláctico, opera en la intimidad de la sustancia energética de las
frutas, y consigue el éxito deseado.
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CAPITULO XVIII
TRABAJO
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mundo de las formas el admirable Miguel Ángel; la caminata fatigante, el movimiento continuo en
dirección al desgraciado, fijaron la figura santificada de Francisco de Asís.
En el seno de la bellota está el gigantesco árbol de la encina; mas es el trabajo exhaustivo, la
renuncia absoluta, la abdicación de cualquier provecho extemporáneo, lo que hace crecer a esa
bellota en el fondo de la tierra y alcanzar la magnitud del árbol que se transforma en fuente creadora
de sombra, leño, calor y utilidades. El minúsculo hilo del arroyo que desciende de las montañas
distantes, sólo adquiere las prerrogativas de majestuoso río, después que se entregó a la espontánea
labor de desenvolver y acumular sus propias energías latentes, misteriosamente adormecidas en
aquel primer impulso de las simples gotas de agua.
Pregunta: Desgraciadamente, aún no nos integramos tan conscientemente en esa concepción de
"trabajo". Nuestra tendencia innata es "vencer el trabajo" lo más pronto posible. Nos esforzamos
continuamente para lograr un breve reposo, cuyo objetivo es conseguir la más rápida liberación de las
contingencias económicas.
Ramatís: El marciano comprende que es tan valioso ante el Creador el ser que recoge los
residuos de la ciudad, para mantener saludable la población con su "trabajo", como el administrador
público que idealiza los planes de alimentación o de educación colectiva. El criterio que les dirige el
pensamiento es el de hacer su trabajo lo mejor posible, porque el caso es todo personal: desenvolver
sus propias energías creadoras.
El industrial que dirige portentosa empresa de responsabilidad colectiva, es un proyecto de
"futuro ángel", en trabajo de crecimiento en los mundos planetarios, así como el sirviente en el fondo
de la valla, juntando piedras y argamasa de cemento, también edifica en sí mismo el esbozo valioso
de otra alma angélica. El trabajo, en cualquier situación, por rudo y humillante, exhaustivo y
obligatorio que sea, desarrolla las energías divinas que yacen latentes en el fondo de toda alma
humana, apresurando la efectuación de las figuras de nuevos satélites creadores, al servicio del
Padre.
Pregunta: Con todo, en nuestro mundo, ya se hacen ciertos esfuerzos para lograr que el trabajo
terrestre resulte más agradable. En muchas fábricas e industrias, ya se manifiesta la tendencia de
decorarlas especialmente, atendiendo a la razón de la permanencia del operario, y también la de
proporcionarle música, agremiación deportiva y tertulias de carácter social. ¿Es acertada esta
orientación?
Ramatís: Los jefes industriales que así proceden, son almas ya perfeccionadas, algunas veces
espíritus de Marte y de otros orbes más evolucionados, que descienden a vuestro mundo para ajustar
los sectores del trabajo a un nivel superior. Crean industrias, afanan día y noche para obtener el
progreso económico, desenvuelven continuamente nuevos ángulos de servicio y de labor colectiva,
mas, en todos sus actos, dejan la marca inconfundible del "servidor cristiano", que a la par de
progreso y lucro, siente también las emociones y las ansiedades de los subalternos. A esos, Dios los
premia con maravillosas situaciones en mundos mejores, porque supieron sentir el dolor y la
necesidad del prójimo. Hacen el trabajo humano agradable, ameno y deseable; eliminan la
concepción de actividad esclava, propia de las almas egocéntricas, interesadas y avaras, que pasan
por vuestro mundo como aves de rapiña, acumulando excesos de riqueza y recusando oportunidades
de crecimiento espiritual a sus cooperadores.
Pregunta: ¿Cómo podríamos desenvolver un concepto más noble del trabajo, en nuestro mundo,
con el fin de que disminuya esa proverbial aversión a un esfuerzo de la obligación humana?
Ramatís: Sólo el conocimiento de los objetivos sagrados, que dirigen el alma hacia su futura
configuración angélica, puede hacer al terrícola tan aplicado al trabajo como ya lo es el marciano.
Este, con la convicción absoluta de que está tallando, en sí mismo, la imagen del ángel eterno,
cooperador futuro del Señor en la creación de los mundos y de las cosas, busca el trabajo con la
máxima avidez, así como el alumno académico se agota con el ansia de obtener las prerrogativas de
la profesión liberal.
El deseo ardiente con que la flor procura beber el rayo de sol, para abrirse en fascinante taza
floral de perfume extasiante; el misterio insondable que conduce el arroyo a recorrer millares de
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
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kilómetros al encuentro del océano; la fuerza creadora que dirige la semilla, en el fondo del lodo, para
abrirse en lirio saturado de perfume, mueven, también, en la conciencia del hombre marciano, los
elementos que lo hacen amante del trabajo, sensible a la labor, puro y entusiasta en ese placer, cual
virtuoso que se extasía al ejecutar en su instrumento.
Pregunta: ¿Cuál sería la idea aproximada para nuestro entendimiento, que nos definiera más o
menos el sistema de sustento económico de Marte?
Ramatís: Sin el propósito de dictar un trabajo doctrinario, al modo terrícola, haremos lo posible
para resumir ese sistema en una forma común: Considerad la humanidad marciana como una
sociedad anónima, industrial, regida por una directiva llamada Gobierno, con sus comisiones y
consejos de control, en la forma de los demás departamentos subordinados al órgano central. Los
dividendos de esa sociedad son distribuidos proporcionalmente, de acuerdo con las
responsabilidades de ''horas de trabajo" de cada ciudadano. Hay que distinguir, no obstante, que la
"hora operario" es menos valiosa que la "hora ingeniero'', con vista a los justos derechos en el sector
de las responsabilidades. Sin embargo, cualquier operario puede alcanzar los provechos de "horas
superiores", ya sea emprendiendo cursos especializados en la esfera de la oficialización publica, ya
ejerciendo tareas de mayor sacrificio, competencia y responsabilidad. Estos factores dictan el valor
intrínseco de esas horas de trabajo, como estimulo para que los menos preparados procuren
oportunidades compatibles con estados espirituales mas elevados Pero es necesario que
comprendáis que todo es hecho bajo la mas afectuosa espontaneidad, y que no existe, en Marte,
ninguna institución correctiva ni idealizadora, en el sentido de ajuste laborioso o exigente de
obligaciones. Ya os he dicho que el marciano podrá transitar por toda la existencia física
absolutamente ocioso, sin asumir ninguna responsabilidad, y el Estado, en cuanto a las necesidades
fundamentales o imprescindibles que la vida exige o impone, no dejara de ampararlo en idénticas
condiciones y derechos otorgados a los mas laboriosos
Pregunta: ¿No acontece, entonces, que algunos ciudadanos resuelvan vivir exclusivamente a
costa del Estado''
Ramatís: A veces, efectivamente, algunos resuelven librarse de los encargos exigibles por la
comunidad, prefiriendo la vida nómada y aprovechando todos los recursos del "derecho de cuna",
como es comúnmente definida la obligación estatal para con el ciudadano. No obstante,
generalmente, tiempos después, viene el reajuste, la reflexión, por tratarse de almas honestas, y
entonces, tales ociosos, considerando que su actitud esta en desacuerdo con el sistema normal de
vida, resuelven compensar a la colectividad entregándose afanosamente a tareas de sacrificio, con el
fin de reparar y cubrir el "tiempo perdido"
El espíritu integralmente marciano, esto es, el que proviene de reencarnaciones del mismo orbe
no vacila en su postura moral y consciente de darse en beneficio del prójimo. Las manifestaciones de
recusa al trabajo continuo, que algunos revelan, son casos excepcionales y, como afirmamos,
provienen mas de almas emigradas de otros mundos, donde la función del trabajo rudo es
considerada como algo deprimente a ciertas mentalidades, tal como ocurre muchas veces en vuestro
orbe.
Pregunta: Cuando el hermano se refirió al "derecho de cuna" ¿nos quiso decir que ese derecho
es incondicionalmente de todos, aun de los que se niegan al trabajo común?
Ramatís: Es menester que comprendáis bien cidro que a medida que el espíritu asciende hacia
estados mas elevados, aumenta siempre su capacidad de amor y de renuncia. Solo en vuestro
mundo, en el que la idea egocéntrica de que “dar trae pobreza" es en donde se hacen exigencias
absolutas y se crean obligaciones compulsorias. La humanidad marciana, mas próxima a la realidad
espiritual, es también más pródiga en "servir y amar", instituyendo deberes en la comunidad, pero
dejando la decisión espontánea de cumplirlos. Hay, pues, el "derecho de cuna", como incondicional
obligación del Estado para proveer a aquel que nace en su orbe, de alimento, de vestuario, de hogar
y de todas las necesidades comunes a los demás. Pero aunque el "derecho de cuna" instituye
también la "obligación de cuna", o sea el compromiso tácito de contribuir, con un numero de "horas
servicio", a la comunidad, tal obligación queda sujeta a la voluntad del ciudadano.
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
Pregunta: El que no cumple la "obligación de cuna", ¿puede obtener en servicios especiales las
aludidas "horas superiores", que le permitan hacer adquisiciones de cosas suplementarias?
Ramatís: Suponiendo que la "obligación de cuna" exija del ciudadano una contribución de 60,000
"horas servicio" comunes, es necesario haber realizado un número de 10,000 horas, con el fin de
poder obtener "horas superiores" Estas horas son permitidas en una tasa proporcional del 20% sobre
cada 10,000 horas-comunes efectuadas. Bajo tal sistema de labor, los ociosos y refractarios a la
"obligación de cuna", quedan circunscritos a los bienes comunes del orbe, dejando de disfrutar las
maravillosas oportunidades turísticas y artísticas que son proporcionadas a los que cumplen
integralmente su deber para con la comunidad.
Pregunta: Los que eluden el trabajo común, ¿no pueden gozar de condescendencias especiales
de parientes o amigos?
Ramatís: Dentro de los principios maravillosos de la vida espiritual, según los cuales "se debe
hacer a los otros aquello que queremos que nos hagan", principio cósmico en Marte, cada uno es
libre de actuar conforme le dicta su sentimiento, siempre que no produzca trastorno a la colectividad
No se permite hacer donación de horas de servicio común y de obligación personal, como
favorecimiento ajeno, pero hay facultad de transferir los derechos de "horas superiores", obtenidas en
servicios excepcionales, por que se trata de un bien que no se refiere a la primera necesidad.
Consecuentemente, inspirados en conceptos análogos al Evangelio de Jesús, en nuestro mundo los
marcianos también operan en el sentido crístico de "servir y amar", independientemente de intereses,
consideraciones o derechos ajenos. Su sentido de vida, ya equilibrado y sintonizado con las
emanaciones internas del Cristo planetario, puede llevarlos a la mas completa renuncia por alguien,
con el jubilo y la naturalidad con que vosotros saboreáis los mas deliciosos confites Es un gesto
natural, espontáneo, una pulsación rítmica que es parte integrante de su organismo espiritual. No
carecen de autoesfuerzo de "caridad", bajo programa determinado o llamadas vehementes; actúan en
dirección al mayor bien ajeno y se exponen en favor del prójimo, incondicional y ardientemente.
Desenvuelven, en la miniatura espiritual de sus organizaciones en el mundo físico, la forma de Luz
Crística que baña toda vida cósmica de su planeta, que les significa la escuela planetaria de la eterna
felicidad.
Pregunta: No obstante, permítanos conjeturar: admitiendo que ciertos espíritus negligentes,
aprovechándose de los favorecimientos gratuitos del gobierno, permaneciesen en la ociosidad
durante toda su existencia física, ¿qué medidas se-rían tomadas para con esos "infractores" o
displicentes?
Ramatís: "A cada uno conforme sus obras", es el precepto de vida cósmica. Los espíritus que
permanecen irreductibles en el "dolce far niente", en la vida física marciana, aunque estén
sustentados como los más laboriosos ciudadanos, al desencarnar serán enviados a otras
humanidades compatibles con su psiquismo indolente.
Pregunta: ¿Hubo hechos así, en Marte?
Ramatís: Muchas veces ocurrieron hechos semejantes, y creemos que aún han de suceder en
vista de las corrientes migratorias que continuamente se intercambian de mundo a mundo. De cada
grupo de almas que emigran de otros orbes menos evolucionados, para Marte, hay siempre un
porcentaje que no se adapta integralmente al ritmo equilibrado del con-junto.
Después de vivir una existencia, y, muchas veces, gracias a la compasión de mentores
tolerantes, repetir dos o tres reencarnaciones más, sin ajustarse a la disciplina y responsabilidad de la
vida marciana, son encaminados a planetas "más acá" de Marte, donde se recomponen en el seno de
otra humanidad irreductible en sus exigencias laboriosas.
Pregunta: ¿Podemos considerar, en la Tierra, algunos espíritus marcianos aquí reencarnados,
para ajustarse a la laboriosa vida de Marte?
Ramatís: Muchos de ellos deambulan en vuestro mundo en varias tareas de reajuste, revelando
acentuada diferencia con el espíritu común de la Tierra. Especie de "pequeños ángeles caídos",
trabajan afanosamente para adquirir las prerrogativas perdidas en el ambiente superior. Guardando
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
en el subconsciente el recuerdo de la armonía y de la belleza marciana, sintiendo en el corazón la
cruel diferencia entre una colectividad que es amor desinteresado y la terrícola, cuyo afecto casi
siempre es cortina de negocios egocéntricos, vosotros los podéis conocer en la figura de esos
hombres afligidos por la liberación espiritual, angustiados por mejorar su orbe, perjudicados en la vida
práctica por los excesos de trascendentalismo, desprendiéndose continuamente del mundo material,
adversos al superficialismo de los valores transitorios. Aunque desajustados en Marte, en vuestro
mundo son delicadas filigranas de "amor espiritual"; capaces de sacrificios imprevistos, dados a la
renuncia común, aguardando favores al "final de la fila", de sonrisa continua en los labios, de mirada
afectiva, interesándose por el dolor del prójimo y por la desdicha ajena. Algunas veces van al extremo
de realizar esfuerzos exentos de lucro o consideraciones personales; comúnmente, no se ofenden,
para no tener ocasión de "perdonar". Hay cierta simplicidad y despreocupación en su modo de vestir;
y cuando ostentan diplomas de vuestras academias, entonces es cuando mejor reconoceréis su
índole marciana, en virtud del abandono que hacen de los preconceptos y convenciones tan al gusto
del terrícola diplomado. Están esparcidos por todo vuestro orbe, no solamente reconquistando
posiciones perdidas en mundos semejantes a Marte, sino que también, de acuerdo con la ley de
correspondencia vibratoria del amor cósmico, son aprovechados para mejorar el patrón "anti-fraterno"
de vuestro mundo.
Pregunta: No obstante proceder de un planeta diferente a la Tierra, en el cual creemos que hubo
otro legislador parecido a Jesús de Nazareth, aunque no el mismo, ¿esos "ex trabajadores
desterrados" de Marte se adaptan a las enseñanzas exactas del Sublime Rabí que vino a la Tierra?
Ramatís: Los preceptos evangélicos de Jesús, que para vuestro mundo, desgraciadamente, aún
son "excepcionales", en Marte son conceptos de la vida común. Consecuentemente, donde más
identificaréis a esos "ex-marcianos", es en su ardiente sumisión a los valores enunciados por Jesús.
Pregunta: Volviendo al asunto del "trabajo" en Marte, recordamos que el hermano citó, en
respuesta anterior, que el trabajo marciano no se realizaba bajo el régimen anual de producción.
¿Podríamos conocer algunos detalles del sistema adoptado por los marcianos?
Ramatís: Todo mecanismo de labor, economía e intercambio artístico o necesidad educativa, en
Marte, está constituido bajo la más inteligente y segura planificación, que prevee los mínimos detalles
en la consecución práctica. Bajo un plan gradual y de desdoblamiento, el Estado fabrica y
confecciona todas las "primeras necesidades" en un ritmo definitivo. Así, la comarca responsable de
los vestuarios de "todo el planeta", procura entregarlos en el menor plazo posible, a las demás
comarcas necesitadas en el plan anual. Libre de la obligación del compromiso anual, esa comarca
que es responsable i de la hechura de la ropa para todo el orbe, queda exenta de la actividad de sus
trabajadores, quedando por el resto del año disponible para el cultivo artístico, o para la proverbial
actividad turística que es fértil entre los marcianos. El trabajador específico de los vestuarios podrá,
entonces, acumular los "bonos-servicios" en otras tareas diferentes, aceptando labores excepcionales
y concurriendo al logro de la mejoría de la colectividad, a la vez que también mejora sus condiciones
de habilidad y recursos de orden emotivo y artístico.
Pregunta: ¿Hay lucro definido en el conjunto industrial responsable de determinado compromiso
con el Estado?
Ramatís: Hay el lucro simbólico de cada conjunto de trabajo, solamente para el efecto de la
capacidad productiva y para poder conocer los recursos internos en la concepción de los futuros
planes de responsabilidad para con el pueblo.
Pregunta: ¿Cuál es el factor que predispone al trabajador marciano a ejercer su tarea, con el
entusiasmo idéntico al del "virtuoso" que interpreta una página artística?
Ramatís: Efectivamente, el trabajador marciano realiza su labor con la misma disposición alegre
del artista que ejecuta una bella composición. No le interesa la obra solamente como elemento en el
cambio de los provechos que necesita; se dedica a ella con amor y honestidad, dentro del tácito
principio de que debe hacer lo mejor posible su trabajo. Asume verdadero compromiso moral para
con la colectividad, y se sentiría indigno de participar de ella, si obtuviese más de lo que a con-ciencia
debe recibir a cambio de lo que produce.
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
Otro fundamento es la tranquilidad del trabajador, que está absolutamente protegido en la esfera
del hogar, con ropa y alimento, aun en el caso de que resolviera adoptar absoluta ociosidad por el
resto de su existencia. Habiendo solucionado todos los problemas de orden económico, e integrado
también en el aura de Paz y Fraternidad que predomina en el orbe, se entrega a su labor con energía,
perseverancia y amor, en la conciencia exacta de que su "bien personal" debe ser ex-tendido al "bien
colectivo". Además, la simple idea de que su trabajo es espontáneo, lo vuelve suave, con la
sensación eufórica de libertad bajo el mando de su propio: voluntad. Esa sensación de libertad íntima,
la convicción de poder actuar a placer, crean siempre en él óptima disposición para el trabajo, pues
es grande la diferencia entre aquel que voluntariamente se encarcela en una gruta, como anacoreta
que huye de la civilización, y el que se ve obligado a permanecer por días dentro del estrecho
cubículo.
Pregunta: ¿Cómo es esa disciplina de producción específica, de cada comarca?
Ramatís: Marte es un mundo donde no existen esas fronteras tristes que fomentan la
separatividad terrena; no se compone de naciones con símbolos, ideas, doctrinas y concepciones
políticas aparte. Esas presuntas naciones son denominadas comarcas, o sea, departamentos del
Gobierno Central, que es el cerebro regulador de toda la actividad del orbe. Cada comarca, en forma
de una sección cooperadora y controladora del conjunto total, es un órgano que asume cierta
responsabilidad para mantener en equilibrio el cerebro que dirige y alimenta todo el organismo. El
cuerpo humano en sus múltiples funciones heterogéneas, pero necesarias a la armonía del conjunto,
bajo la dirección inteligente y coordinadora del cerebro, que es el controlador y accionador del
espíritu, ofrece un maravilloso patrón del modo de vida en Marte. En consecuencia, cada comarca
cubre, con exclusividad, las necesidades primarias o secundarias para todo el conjunto, con-forme a
su disposición geográfica, situación industrial, conocimiento psicológico del asunto o favorecimiento
en la materia prima. Dentro del plan total, trazado comúnmente para un año, en consideración al
sentido muy rápido de la evolución marciana, lo que interesa al Estado es el cumplimiento exacto, en
cantidad y calidad, de lo que fue asumido. Tal disposición gubernamental predispone a una identidad
de pensamiento entre las industrias y sus trabajadores, que con discernimiento y espontaneidad,
resuelven hacer todos los esfuerzos necesarios para lograr dar término lo más brevemente posible al
compromiso asumido, con el fin de gozar por más tiempo en la ejecución de sus ideales y planes de
obtención de "horas superiores". Os recordamos nuevamente que esas "horas superiores" son
concedidas solamente después del cumplimiento íntegro de las horas de servicio común y de
responsabilidad para con el Estado.
Pregunta: ¿Nos podría dar una idea más práctica de la producción de una comarca y de su
consecuente entrega en plazo menor que el previsto?
Ramatís: La industria colectiva de tejidos, responsable del vestuario en todo el orbe, que es el
fundamento de trabajo y de actividad de una importante comarca marciana, debe atender el promedio
de 6 a 7 trajes anuales, para cada persona. Suponiendo que mil millones de personas forman el
conjunto de la humanidad marciana, serán necesarios siete mil millones de trajes, para el
compromiso del año, dentro del plano asumido ante el Estado. Atendiendo, también, a la reserva del
5 al 10 por ciento para las eventualidades, esa comarca entrega 7,500.000.000 trajes, más o menos,
en un plazo previsto de medio año marciano. Si el conjunto industrial de esos tejidos resuelve
redoblar sus horas de trabajo o abdicar del justo descanso de los días tradicionales, puede terminar la
producción sólo en tres meses marcianos. El espacio de tiempo restante, los trabajadores de la
industria de tejidos pueden usarlo del modo que mejor les convenga, ya sea enriqueciendo sus
posibilidades artísticas, o ejerciendo funciones excepcionales con el acumulo de "horas superiores",
que les permite obtener mejoría residencial o adquirir aparatos de utilidad placentera.
Pregunta: ¿Cada comarca hace una sola especialidad durante el año?
Ramatís: Cada comarca queda responsable por tantos productos como pueda producir,
asumiendo esa responsabilidad específica que no puede quedar a cargo de otros departamentos o
comarcas. Varían, no obstante, las disposiciones de esa producción, pues hay artículos y aparatos
que deben ser fabricados a principio de año, otros a mediado y algunos sola-mente al final. Cada
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
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conjunto industrial, dentro de una comarca, tiene su cuadro específico de trabajadores, que deben
alcanzar el número de horas de obligación individual para con el Estado. Es permitido, también, que
operarios y cooperadores de una industria, en la misma comarca o transferidos para otra, puedan
trabajar en sectores diferentes de los de su especialidad, y esas horas, entonces, son consideradas
"horas excepcionales", cuando ya han completado las "horas comunes" que deben al Estado.
Pregunta: ¿Cuál es la norma directriz a que obedece ese sistema de que cada comarca produzca
con exclusividad productos especializados?
Ramatís: Es un sentido natural y acondicionado al estado evolutivo de los marcianos, tal como
ocurrirá entre vosotros en el futuro. Apreciando siempre el metabolismo admirable del cuerpo
humano, ellos terminaron por comprender que en ese mecanismo maravilloso, está sintetizada la
norma de acción y el mensaje creador para todas las iniciativas y realizaciones humanas. Es de
sentido común que el pabellón auricular humano corresponde perfectamente a los detalles exigibles
para la producción del sonido en los ambientes materiales; la técnica fotográfica tiene su
correspondencia en la estructura del ojo humano; otras numerosas funciones del organismo físico,
están perfectamente reproducidas en la serie de realizaciones científicas, técnicas y - normas de
trabajo en el mundo. En la complejidad de las funciones diversas y hasta contradictorias, el cuerpo
del hombre obedece a un plan inteligente y cohesivo, en el que cada órgano es un maravilloso
laboratorio químico que atiende a las necesidades del conjunto. En ese metabolismo heterogéneo
que la medicina aún no ha logrado alcanzar, aprendiendo el fundamento de los planes que regulan su
curso evolutivo, está el secreto sublime de la armonía y del equilibrio de toda vida humana. Basados
en las funciones organogénicas, los marcianos fueron trazando un modo de acción que recordase la
armonía con que se efectúan los cambios y la nutrición del hombre. Comprueban atenta-mente que la
naturaleza de cada órgano corresponde específicamente a una función y responsabilidad, sin la
intervención indebida en la función de otro, y que la sabiduría directora del mecanismo corporal
ahorra la duplicidad de funciones. Además del perfecto entendimiento entre el comando cerebral y las
actividades dispersas en los distintos sectores orgánicos del cuerpo, hay riguroso sentido de
economía y perfecta reserva capaz de nutrir los casos de carencia de combustible.
No hay intervención del hígado en las funciones del corazón, ni éste modifica la composición de
la bilis que se produce en la vesícula; el bazo purifica el "quantum" sanguíneo, los riñones drenan las
sustancias tóxicas, el páncreas produce los fermentos de costumbre; cada órgano disciplinado en su
labor, entrega su cuota de obligación asumida en el todo orgánico. Los pulmones desempeñan las
funciones vitales de la absorción y transmutación del hidrógeno por oxígeno, sin "pretender discutir",
intervenir o duplicar el trabajo sólo dable al intestino; el estómago actúa sin la exigencia de que
intervenga en la composición del jugo pancreático, así como las glándulas salivares no pretenden
desempeñar funciones pertenecientes a la tiroides o a la hipófisis. Cada "plexos" en su región
familiar, distribuye los estímulos nerviosos a la zona de su obligación, sin influenciar o modificar los
demás campos de acción de sus "hermanos" ganglionarios. El mínimo desliz, la más sutil negligencia,
puede generar trastornos peligrosos al equilibrio y a la armonía del cosmos celular, que es el conjunto
de la manifestación física del espíritu descendido a la materia.
La humanidad marciana, dejándose inspirar por la sabiduría divina, que supo crear conjuntos tan
perfectos en el mundo de las formas, deliberó, también, componer un organismo a semejanza de ese
maravilloso organismo físico, que constituye un centro director cuya voluntad mayor es la suma de
todas las voluntades menores, representando su Gobierno el mando director de todas las funciones
diseminadas por el orbe. Los menores estímulos de vida social, económica o moral, son de la
incumbencia del comando central, debiendo pasar bajo su mirada coordinadora y disciplinadora. No
hay un solo movimiento, por sutil que sea, que deba ser desconocido por el director; no hay
intervención indebida de una comarca sobre otra, o cualquier sugestión influenciadora aceptable, sin
beneplácito superior. A semejanza de un cuerpo humano en estado sano, el organismo social,
económico y físico de Marte, funciona en perfecto ritmo de paz y de progreso espiritual.
Pregunta: ¿Cuál sería un ejemplo común para que podamos apreciar las nociones del sistema?
Ramatís: Supongamos que en vuestro mundo, países como Francia, la China o el Japón,
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
produzcan tejidos iguales, como la seda. Si esos países fuesen comarcas bajo el control central de un
Gobierno Mundial, éste determinaría que el 'país o la comarca capaz de producir la mejor seda, debe
asumir el compromiso definitivo de suministrar a todo el orbe aquel producto. Todos los recursos
técnicos, selección de trabajadores especializados en el producto, aumento de energía y
convergencia de materia prima necesaria a la producción anual, se-rían movilizados para la comarca
productora de seda. Así, los accidentes y las ocurrencias comunes a las industrias que dependen de
un suministro eficiente, que sufren impactos inesperados ante las oscilaciones financieras y las
modificaciones políticas de un mundo confuso, como el vuestro, desaparecerían ante la seguridad de
tratarse de órganos emancipados, tan potentes y respetados como un órgano humano.
Es de sentido común el proverbio de vuestro mundo, que dice: "muchos arroyos diseminados por
el campo, no valen el que mueve la rueda del molino". En vuestros propios estados, que componen el
conjunto federativo, cambiáis, por encima de las fronteras, productos iguales, del mismo sabor,
configuración y sustancia, generándose las competencias que vacían el bolsillo popular. Muchas
veces, se cruzan en los caminos vehículos que transportan productos idénticos, en la tonta tarea de
compensar, recíprocamente, las faltas de mercaderías semejantes. En Marte, de acuerdo con el plan
definitivo del "cerebro-director", cada órgano o comarca surte al conjunto con obligaciones
específicas, iguales a la función de los órganos del cuerpo humano que mencionamos; hay el que es
responsable del vestuario, calzado y ropa de cama; otro atiende sólo a la industria de maquinaria
para labranza, aparatos científicos o instrumentos de extracción; en las zonas tropicales se reparten
las obligaciones de conformidad con el medio; y en las zonas frías están especificadas las comarcas
responsables del mayor éxito en la producción' de los cereales propios del clima.
Pregunta: En ese plan anual de producción y obligación, por comarcas, ¿no pueden surgir
imprevistos y perjuicios, como suele acontecer en muchos planes tipos "quinquenales" ó "bienales" ya
experimentados sin mucho éxito, en la Tierra?
Ramatís: No ocurre tal acontecimiento en el orbe marciano, porque el mecanismo de su trabajo
se basa perfectamente en elementos definitivos, como el clima controlado, la "mano de obra"
equilibrada, unida, espiritualizada, incapaz de distorsión, rebeldías o huelgas imprevistas. Los planes
son elaborados bajo la tradición práctica de innumerables siglos; la materia prima es suministrada por
un conjunto especializado, que también cuenta con mecanismo perfecto, indemne a las sorpresas. La
estabilidad política que es común a todos los componentes de la humanidad marciana; el sentimiento
religioso como elemento de unión con Dios, y no como fundamento de intrigas sectarias; la ausencia
absoluta e inconcebible de riñas, guerras o conflictos de preconceptos racistas; la liberación de la
complejidad del cambio que lanza vuestra industria a apresuradas soluciones de "última hora"; la
adquisición exacta, fundamentalmente prevista y utilizable de todas las producciones, unida además
a la concepción de un lucro exclusivamente a base de "servicio-hora", crean perfecta seguridad en la
consecución de todos los planes elaborados para el sostenimiento de la vida en Marte. Hasta que
podáis "cristianizar" vuestro mundo; que el ciudadano terreno se compenetre de la realidad eterna de
la vida espiritual; que comprenda que es una ínfima célula que debe integrar la armonía del Todo; que
sienta la ventura personal, dependiente o astricta a la ventura colectiva; que le repugne a la
conciencia la función triste de salteador de los bienes ajenos, creemos que han de fallar todos los
planes "bienales" o "quinquenales" y que serán siempre inútiles todos los rótulos de sistemas
doctrinarios, políticos o filosóficos, toda vez que vuestros movimientos conservan vuestra alma
alejada de los calores evangélicos. El estado "crístico" os ahorrará cualquier preocupación
formalística exterior. El "Cristo" es un sistema con disciplina previa-mente estatuida por líderes
humanos. Es la espiritualización del hombre, en Marte, que deja un surco luminoso en todo lo que él
realiza; es su disciplina "moral-individuo"; es la corrección, la honestidad y el desinterés por los
tesoros que se que-dan a la vera del túmulo, lo que hace feliz al marciano bajo cualquier Sistema o
régimen político. Una vez que el hombre se haya cristianizado, el éxito es absoluto en todos los
movimientos idealísticos humanos. El Evangelio aún es el régimen insustituible, el alimento puro, el
combustible divino, súper-energético, para mover la maquinaria de los mundos de las formas. ¡"Yo
soy el Camino, la Verdad y la Vida", es el lema que hace decenas de siglos se revela como la más
perfecta insignia de todas las aspiraciones humanas!
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
CAPITULO XIX
INDUSTRIA
Pregunta: Habiendo afirmado el hermano que Marte está esencialmente industrializado, ¿cuál es
el género industrial que predomina en el momento?
Ramatís: La mayor preocupación industrial que predomina en el presente, en aquel planeta, es la
que gira en torno de la "sustancia-vítrea", cuyo material se presta a las más in-concebibles
realizaciones técnicas y científicas. A falta de analogía más comprensible para vosotros, diremos que
la civilización marciana, en vista del dominio que obtuvo en la utilización e industrialización de ese
metal vítreo, se puede considerar como situada en la "era del vidrio". Hay inmensa actividad y planes
de renovación total en la faz estructural del orbe, con el fin de modificar la configuración antigua, casi
toda a base de un elemento de la familia del aluminio, pero que será sustituido por el nuevo metal,
que se hará común a todas las construcciones.
Pregunta: ¿Podríamos recibir una noción más exacta y asimilable sobre la naturaleza de la
"sustancia-vítrea", a que el hermano alude constantemente?
Ramatís: Es un metal leve como vuestro aluminio, casi del color de este mineral, que puede ser
pulido o sin brillo, pero tan duro, que puede resistir la temperatura superior a 6,000 grados, sin
ninguna señal de fusión. Es opaco, denso y rígido al extremo, de acuerdo con el tratamiento industrial
que recibe; pero bajo la acción de ciertos rayos energéticos, que los marcianos emplean como
multiplicadores de frecuencia, se vuelve absolutamente transparente, pudiendo rivalizar con el vidrio
más cristalino de vuestro orbe. Innumerables efluvios específicos que son aplicados contra ese metal,
aumentan o modifican su estructura íntima, ya sea dejándolo traslúcido, con coloraciones suaves,
claras, o haciéndolo conservar por largo tiempo la luminosidad que le es proyectada. Es el elemento
de mayor conductibilidad de luz y de magnetismo, revelando propiedades excepcionales en la
absorción y condensación del medio ambiente.
Pregunta: ¿Se encuentra libre o en combinación con otros minerales?
Ramatís: Lo extraen del subsuelo,-muchas veces a algunos kilómetros de profundidad, por
procesos mecánicos automáticos, fácilmente controlados a distancia, por medio de eficientes
aparatos "electro-magnético-etéricos", cuya configuración nos sería imposible describiros. Posee,
además, otras notables cualidades, pudiendo ser convertido en líquido, bajo el influjo de rayos
adecuados, adquiriendo estado análogo al de vuestro mercurio, o, sometido a procesos de
"aceleración magnética", sublimarse en forma de "tenue radiación"; y puede devolver a la forma
primitiva, aunque pierda parcialmente su volumen. Actuando en los "campos-áuricos-radioactivos" de
otras sustancias, en el medio atmosférico, es uno de los meta-les responsables de la absorción de la
energía magnética, que los marcianos aprovechan como fuerza motriz para sus actividades en
general.
Pregunta: ¿No poseemos mineral semejante, en nuestro mundo?
Ramatís: Hay que distinguir que no es un mineral en bruto, en su tenor primitivo, que presenta
todas esas cualidades "extra-terrenas", sino producto de un tratamiento científico, industrial, que lo
hace accesible a innumerables expresiones admirables y de fascinante aprovechamiento. Cuando es
extraído del seno de la tierra, su aspecto es semejante al de vuestro aluminio, revestido también de
una ganga protectora. Esa sustancia inferior también es aprovechada en el revestimiento de unión de
las envolturas de las aeronaves interplanetarias, con el fin de producir un "campo magnético", que se
responsabiliza del roce y de las modificaciones termo-barométricas. Después que lo extraen de las
entrañas del suelo, ese mineral es sometido a la fusión "a chorro" bajo la acción de la energía
magnética, en hornos móviles, en forma de espiral, hechos de tubos que giran a alta velocidad, y
cuya configuración específica nos resulta imposible describir. Después de la fusión, es canalizado
hacia gigantescos moldes, que tienen la excéntrica posibilidad de actuar en la sustancia aún líquida,
con la misma acción de una vigorosa prensa-hidráulica, transformándolo en chapas de varios
espesores, cuya contextura herméticamente alcanzada, llega a insinuar un estado similar al de la
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
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"pasta-nuclear". Posteriormente, bajo la acción de aparatos complejos, silenciosos, las chapas son
deshiladas rápidamente, y los hilos, a semejanza de telas de araña, son recogidos rápidamente en
grandes carretes cónicos. Esos hilos forman el último producto después de las fases de fundición y
compresión, y se destinan a la operación de "zurcido", que consiste en un proceso especial de
técnica tan sutil y compleja, que sería inaccesible a vuestro análisis y a vuestra comprensión. Tales
hilos son visibles bajo lentes de un "azul-vítreo", actuando ya en la esfera del magnetismo-etérico, en
el campo íntimo y vibratorial del "Éter Cósmico".
Pregunta: ¿Por qué hacen ese "zurcido" del metal?
Ramatís: Para aumentar considerablemente su resistencia, a fin de que se pueda prestar a
múltiples aplicaciones, tal como fundís el hierro o lo transformáis en acero para exigencias mas
importantes. El oro también os sirve en monedas, hilos, bloques o láminas. El zurcido no sólo
aumenta la resistencia, la maleabilidad, la transparencia magnética y la receptividad de las ondas
luminosas, sino que también mejora su capacidad intrínseca a las altas temperaturas, pudiendo
resistir hasta 6,000 grados sin alteraciones Bajo ese tratamiento científico, y mas allá de las
posibilidades terrenas, se destina a las aeronaves interplanetarias de alta velocidad, a las
construcciones, a los procesos vigorosos de captación magnética de las usinas de fuerza, y a los
"centros pluviales automáticos"; y también a la canalización de las capas de lavas subterráneas hacia
las zonas frígidas. Además de eso, es sustancia común, aplicable en forma de uso corriente del hierro
en vuestro mundo, excepto en las coberturas de edificios o cúpulas de los templos.
Pregunta: ¿Existen otros materiales usados en común?
Ramatís: Marte es de naturaleza física; en consecuencia, su masa planetaria, oriunda del mismo
núcleo, el Sol que originó la Tierra, contiene sustancia idéntica, variando solamente en cuanto al
tratamiento industrial más avanzado y bajo energía, que actúa más profundamente en la intimidar! de
esa sustancia. Hay en el seno de la Tierra, mineral que os permitirá, en el futuro, realizar cosas tan
admirables como las que los marcianos logran obtener en la confección de la "sustancia vítrea".
Aunque todavía os separan cinco o más siglos para ese desiderátum, lo sabernos realizable, porque
es contingencia normal de todo orbe en ascensión espiritual.
Pregunta: ¿Cuáles son los aspectos comunes de las usinas siderúrgicas marcianas.
Ramatís: El estilo arquitectónico es casi siempre el de una gigantesca usina siderúrgica terrena:
en el centro, la fundición como inmenso garrafón panzudo, vítreo, de exterior verdoso, rodeado por un
conjunto de pabellones color de aluminio claro, semejante al de vuestros aviones comerciales. Las
usinas no producen polvo, humo o elementos grasos, porque son accionadas por "fuerza magnético-
etérica", y se mueven, silenciosamente, en un disciplinado ritmo de labor interno. Presentan un
aspecto "extra-terreno", como organismos vivos, que funcionan maravillosamente perfectos, cercados
de bosques y jardines floridos. Recuerdan, más fielmente, un exótico rincón de descanso, algo de los
edificios de las "estaciones de veraneo".
Pregunta: ¿Cuáles son las labores fundamentales de esas fábricas? ¿Son solamente las de
fundir y modificar el estado físico de los materiales?
Ramatís: Corresponden a necesidades idénticas a aquellas para las que fueron construidas
vuestras fundiciones, pero son dotadas de recursos todavía desconocidos en la Tierra, que permiten
extraordinarios resultados. Bajo un proceso superior, actúan en la intimidad de la materia y modifican
gradualmente el estado físico de la sustancia en manipulación. En vez de procesos de bombardeo
atómico, ruptura de núcleo y liberación electrónica, los técnicos industriales operan en forma más
"cualitativa" y homogénea, en un ritmo de rigurosa previsión y conclusión "físico-química". Aceleran la
naturaleza micro-cósmica de las sustancias escogidas para ese fin, y las obligan a un desgaste
precoz, verdadero envejecimiento anticipado. La energía que está acumulada en el seno de la
materia, que acostumbra irradiarse lenta y naturalmente, es acelerada en esa liberación, viéndose
obligada a acelerar sus ciclos de vida.
Pregunta: ¿Es posible darnos un ejemplo más objetivo, con el fin de que podamos alcanzar mejor
esa realidad del proceso marciano?
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
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Ramatís: Considerad que un miligramo de "radium" necesita mil años para extinguirse por
completo en el medio ambiente, y sus partículas se dispersan a la razón simbólica de diez en cada
segundo. Si pudieseis encontrar un proceso para acelerar esa fórmula, y, en vez de diez partículas
por segundo, consiguierais veinte por segundo, tendríais, lógicamente, sólo quinientos años para que
se extinga el miligramo de "radium"; y, sucesivamente, a medida que aumentéis la dispersión por
segundo, reduciréis el tiempo de vida de la sustancia. Sólo pódennos afirmar que los científicos
marcianos consiguen exterminar una sustancia radioactiva en pocas horas, cuando así lo desean,
haciendo esa aceleración progresiva, sin los efectos radioactivos y exhaustivos de vuestras bombas
atómicas. Es un proceso rutinario, común y comprensible al más lego marciano; se encuadra en los
principios de la propia vida cósmica y en las múltiples oscilaciones que derivan del "éter-cósmico".
Pregunta: Pero ese aceleramiento, en una sustancia mineral, ¿no contradice las leyes comunes
de durabilidad? Y esa liberación de energía, de forma gradual, ¿puede ofrecer la misma potencia
dinámica del proceso con que nuestros científicos actúan en la fabricación de la bomba atómica?
Ramatís: Insistimos en recordaros estamos esforzándonos para presentaros ejemplos
aproximados, los cuales están aun lejos de la realidad marciana Mientras no dominéis esa energía
extraordinaria que nosotros denominamos "magnetismo-etérico" (solamente para diferenciación de lo
que en la Tierra llamáis magnetismo), no podéis aquilatar con claridad y sensatez los acontecimientos
que están mucho más allá de vuestras ultimas conquistas científicas. Así como podéis apresurar la
vida de una pera o de una manzana, colocándolas en estufas que favorecen su mas breve
maduración, y hay criaturas que apresuran su tiempo de vida, envejeciendo mas rápidamente en
virtud de la exhaustación prematura de sus fuerzas, debido a vicisitudes morales, en el reino mineral,
todas las perturbaciones que actúan en la intimidad electrónica, aun sin el impacto del
bombardeo nuclear, también aceleran el desgaste, y, consecuentemente, envejecen la sustancia
El pedazo de metal que compone la cola de un avión, "muere" mucho antes que el retazo que quedo
abandonado en la fabrica de aeronaves. La cola, sometida permanentemente a las vibraciones de los
vuelos continuos, ha acelerado el desgaste del material por el hacinamiento de las "trepidaciones",
que recorren el cuerpo del aparato y se escurren en la ley de "fuga vibratoria". Si pudieseis recoger
esa cantidad de energía que se libera natural y gradualmente del metal en desgaste mas acelerado,
serviría para realizar algún trabajo útil. Y si conocieseis la maravillosa capacidad del "magnetismo
eterice", que permite actuar en la intimidad electrónica de todas las sustancias, pues es su propio
"hábitat", verificaríais que los marcianos pueden actuar con facilidad en las constelaciones
electrónicas, como el hada produce maravillas con su varita mágica. En consecuencia, el calor
acelera la liberación de energías en los frutos, las conmociones morales desgastan al hombre, y la
"tensión magnético-etérica" acelera los movimientos electrónicos en la intimidad de la materia,
exudando mayor cantidad de energías que pueden ser aprovechadas como hacen los científicos
marcianos
Pregunta: ¿Las usinas marcianas se mueven con esa fuerza que es liberada gradualmente de la
sustancia?
Ramatís: Pueden aprovecharla si así quisieren pero prefieren usarla en otros sectores que seria
molesto enumerar Normalmente, las industrias funcionan con la "fuerza motriz" que les facilita la
usina captadora de la energía atmosférica, tal como os explicaremos mas adelante
Pregunta: ¿Cual es la ley que rige la aceleración en la intimidad de la materia?
Ramatís: La ley de amor en el cosmos La del positivo y negativo que se atraen en forma de
cohesión o se en el campo material, el femenino y el masculino que se unen por la misma ley, en la
pasión, entre las criaturas en el mando, y, en la forma de “amor divino", entre los espíritus
Pregunta: ¿Existe en Marte la variedad de industrias que hay en la Tierra?
Ramatís Indudablemente Superan, además, a las vuestras, porque son destinadas a la
producción de recursos para una humanidad superior, operan en el plano de la cualidad v entregan a
la población lo que hay de mas saludable, bello v útil No encontrareis las distorsiones tan
perjudiciales en el campo industrial de vuestro mundo, en el que la fiebre de lucros irregulares lleva al
hombre terreno a las mas disparatadas e indignas realizaciones
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
Pregunta: ¿Nos puede dar un ejemplo de esa producción exclusiva de calidad?
Ramatís: El estado marciano alcanzó el punto de seleccionamiento absoluto en el máximo
recurso donado por la naturaleza Pongamos un ejemplo siendo el cristal purísimo la materia prima de
mejor calidad para la confección de objetos y cosas de uso domestico, no se fabrican utensilios de
sustancia inferior, y todo el orbe es abastecido por la industria absoluta de artículos de cristal En
modo alguno existe en el sistema de trabajo marciano, la preocupación de lucro que dictan los
estados de vuestra conciencia, en la Tierra. Si el cristal es la mejor sustancia para la fabricación de
todos los objetos utilizables en el suministro, no se justificaría, entre seres tan acostumbrados a la
"verdad y el bien colectivo", que aún continuasen la producción, por ejemplo, de utensilios domésticos
de polvo de piedra, que tanto siembran la irritaron en las mucosas delicadas de vuestro aparato
digestivo Habiendo conseguido el mas perfecto y útil vestuario a base de sustancia radioactiva, que
permite cierta purificación en el aura-vital humana, transformaron inmediatamente toda la industria de
tejidos para la fabricación exclusiva del nuevo traje superior, destinado a toda la colectividad La
ausencia de competencia disparatada que genera la deslealtad humana, común entre los terrícolas,
permite a los marcianos el aumento continuo de "mas calidad", en todas sus conquistas científicas,
sociales o artísticas.
Pregunta: En el parque industrial marciano, ¿se mueve la misma multitud de hombres empleados
en la industria terrena?
Ramatís: Todo el comando central de cualquier industria marciana, se deriva fundamentalmente
del "cerebro-magnético-etérico", que controla, por sistema remoto, la complejidad de las operaciones
propias del genero que comanda La función acostumbrada de los trabajadores, técnicos, fiscales o
ingenieros especialistas, se restringe al examen intermitente del funcionamiento de los aparatos, que
se mueven en silencio, disciplinados y bajo la acción de la mayor realización marciana, que es el
"cerebro-magnético-etérico".
Pregunta: ¿Os sería difícil darnos una idea aproximada de ese aparato-director, toda vez que ya
nos estamos familia-rizando con los llamados "cerebros electrónicos" de nuestro mundo? ¿No
tendrán éstos la misma base y principio científico de los "cerebros-magnético-etéricos"?
Ramatís: No encontramos vocablos, figuras o comparaciones que os aproximen a la realidad de
esos conjuntos asombrosos a vuestro entendimiento. Usamos la nomenclatura de "cerebro-
magnético-etérico", como punto de apoyo para nuestras comunicaciones sobre el asunto, pero no es
exactamente eso lo que representa la realidad "físico-química". Aunque citéis "cerebros electrónicos",
aún no estáis familiarizados con la idea de que el propio "electrón" tiene su origen etérico, por cuyo
motivo el fundamento de la sustancia material y fluídica del Universo, está implícitamente contenido
en el "éter cósmico", responsable de todas las vibraciones que conocéis, como el calor, electricidad,
luz, magnetismo, sonido, etc. Aunque no podáis ver o medir ese éter que inunda el Espacio, sin un
solo intersticio de ausencia, los marcianos pudieron descubrirle ciertas leyes directoras sobre las
cuales afirman sus maravillosas realizaciones, incluyendo el control de la ley de gravedad en el grado
que mejor les interesa. Pudieron coordinar innumerables efectos "electromagnéticos", que se derivan
de las oscilaciones etéricas, y dominando perfectamente las líneas de fuerza que se derivan de los
campos gravitacionales, consiguieron aforar las ondulaciones cósmicas, apreciando la fuerza
expansiva y la condensación de los fluidos etéricos y sus recíprocas reacciones en el fenómeno
"expansión-condensación". No tenemos la pretensión de trazaros un cuadro accesible solamente al
científico, o de daros una ruta lógica y fiel a los principios matemáticos de vuestra ciencia. No
obstante, diremos que esos efectos "electro-magnéticos", tal como demostraremos en capítulo
especial, son fuerzas de poderosa influencia que se aprecian en el campo de la navegación
interplanetaria.
Pregunta: ¿Podría hacernos alguna aclaración respecto a esos "cerebros-magnético-etéricos"?
Ramatís: Creemos que la iluminación a distancia, que Marconi efectuaba con facilidad desde su
barco "Electra", haría caer de bruces a los zulúes que la apreciasen. Tememos, pues, que nuestra
aclaración os parezca un exótico "cuento de hadas", mas debemos comunicaros que esos "cerebros-
magné-tico-etéricos" pueden ser accionados, a distancia, a través de la telepatía de los ingenieros,
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
que actúan en las frecuencias vibratorias previamente reguladas a la emisión de las "ondas-ultra-
cortas cerebrales".
Los técnicos, los científicos y los especialistas encargados de supervisar las gigantescas
industrias, actúan en los campos "electro-magnético-etéricos" de esos aparatos, emitiendo a través
del éter, en faja vibratoria unísona, los patrones mentales que fueron ajustados en la "tela-receptiva",
captadora, hiper-sensible, cuya oscilación vibratoria produce movimientos automáticos y reguladores
de funciones mecánicas disciplinadas.
Pregunta: Deseosos de experimentar nuestra capacidad mental de recepción de vuestras
comunicaciones, indagamos: ¿cuál es la imagen más próxima que nos permitirá concebir la acción
mental de los técnicos sobre los "cerebros-magnético-etéricos"?
Ramatís: Consideramos que los haces luminosos que los aparatos cinematográficos proyectan en
las telas plateadas de los cinemas terrenos, si fuesen invisibles como especie de rayos 'ultra-
violetas", que sólo reprodujesen imágenes cuando chocasen con el rectángulo, podrían aproximar el
ejemplo. Imaginad, pues, que el "cerebro-magnético-etérico" sea una "tela receptora", que sólo
reacciona bajo la acción de los rayos "infra" o "ultra-mentales" del hombre, en la emisión de sus
"ondas-cerebrales". Considerad que esas "ondas cerebrales", de cierto color especial, al chocar con
la "tela-receptora" del "cerebro-magnético-etérico", se hacen visibles, creando una reacción vibratoria
en el rectángulo de la tela, de acuerdo con la densidad del color proyectado. Para vuestro
entendimiento, conjeturad que se procesa un funcionamiento a base de la misma ley de
interceptación de luz, que rige la acción de la "célula foto-eléctrica", poniendo en acción juegos de
palancas y llaves, o formando circuitos predeterminados. Debéis aún suponer que esa proyección
mental de los técnicos sobre la "tela-receptora", puede ser controlada por ésta, de tal modo, que toda
frecuencia vibratoria que la sobrepasa o no alcanza la "faja cronometrada", se vuelve inocua,
resguardando el mecanismo de cualquier eventualidad "extra-oficial".
Pregunta: Aunque no estemos instruidos sobre las últimas realizaciones científicas de la Tierra,
nos parece que existe algo de "magnetismo-electrónico", que opera bajo un proceso parecido en
ciertos "cerebros electrónicos". ¿Qué nos dice a este respecto?
Ramatís: Aún lo hacéis bajo la acción de la "electricidad", cuya energía, para el marciano,
significa la misma distancia que hay para vosotros entre vuestra antigua rueda de agua y la actual
fuerza eléctrica. El magnetismo-etérico a que aludimos siempre, sin pretender daros su estructura
exacta, sólo lo alcanzaréis dentro de 400 ó 500 años, más o menos. La electricidad que manejáis, en
relación con la energía en Mar-te, podría ser considerada en la misma proporción con que los
esposos Curie, en vuestro mundo, carecían de pechblenda para obtener un gramo de radium.
Empleando un ejemplo grosero, diríamos: vuestra electricidad necesita de cuatro siglos de
refinación continua, para culminar en el tenor maravilloso del "magnetismo-etérico", que sólo
encontraréis vibrando en misteriosa faja de frecuencia desconocida, allá en su "hábitat", el "Éter
Cósmico".
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CAPITULO XX
COMERCIO
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CAPITULO XXI
EDIFICACIONES Y RESIDENCIAS
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CAPITULO XXII
ENERGÍA MOTRIZ
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
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CAPITULO XXIII
GOBIERNO
Pregunta: ¿Hay cierta semejanza entre el sistema de gobierno, en Marte, con alguno de nuestro
mundo terreno?
Ramatís: Hay un único gobierno central en todo el orbe, que coordina la comunidad marciana, en
un solo organismo social Se asemeja a una verdadera ley de biología social, que une y armoniza
todas las partes, con el control de un órgano central bajo la inspiración directa de Dios.
Pregunta: ¿No existe algún sistema político, en la Tierra, que presente alguna semejanza con el
gobierno marciano?
Ramatís Notamos la preocupación de los "ismos" tan comunes en vuestro mundo, en esa
prodigalidad de sistemas heterogéneos para alcanzar el equilibrio social y político. Creáis sistemas y
doctrinas políticas, de grupos, para gobernar un todo, en la ingenua convicción de que el contenido
espiritual de una humanidad puede ser gobernado por un sistema exterior tal como usáis moldes para
fabricar confites No encontramos ninguna analogía terrestre para definiros el gobierno marciano, que
es, realmente, un gobierno espiritualizado que ya eliminó los arrastres del instinto inferior de vuestra
concepción común. No fue el individuo que creó el sistema para dirigir un todo orgánico, sino la
exigencia vital del conjunto la que estableció la unidad directora, conforme acontece a los órganos del
cuerpo humano, que para sobrevivir mutuamente, en equilibrio se someten a la dirección del cerebro,
que los manda de acuerdo con las funciones de cada uno No seria lógico que el hígado, por ejemplo,
resolviese crear un sistema basado en su propia función hepática pretendiendo, con ese "hepatismo",
gobernar las necesidades de todo el cuerpo. Una nación o un mundo, en realidad, es un todo
orgánico que materializa una sola voluntad psíquica, bajo una dirección espiritual superior y
coordinadora. Hay necesidad de que exista una conciencia de almas, colectiva, integra y armónica
bajo la dirección central, que mantiene las partes subordina das al equilibrio del conjunto
Pregunta: ¿Hay un solo conjunto dirigente, sin interferencia de opinión de cualquier otro grupo?
Ramatís El gobierno marciano, en vez de ser un "poder máximo", gracias a su conciencia
espiritual desenvuelta prefiere la condición de entidad obediente a la necesidad colectiva No
desconoce su misión de inmensa responsabilidad ante Dios, a quien tendrá que rendir cuentas de sus
actos y poderes otorgados. Por encima de cualquier interés personal, humano o de parientes,
prepondera siempre el objetivo moral, condicionado solo a lo que es noble y divino.
Pregunta: ¿No es una especie de socialismo?
Ramatís: Vuestras concepciones terrestres, ignorando la verdad simple del amor fraterno, no
pueden servir de comparaciones a la ética del gobierno, en Marte, el cual dispensa vuestros grandes
tratados diplomáticos de resultados casi siempre negativos El ciudadano marciano, como célula
componente de un organismo social de interés en común, ya comprendió que la salud de las partes
establece la salud del todo En consecuencia, primeramente trato de ajustar su conducta, fortalecer su
voluntad o su carácter, para después tener derecho a un gobierno a su altura El proverbio de que "el
pueblo tiene el gobierno que merece", define bien el estado moral de vuestra humanidad Muchas
veces los terrícolas exigen un gobierno perfecto, dentro de un ambiente que practica o con-siente
relaciones ilícitas de orden comercial, político o social No es raro que en fiestas en las que se juntan
criaturas para la bacanal de los sentidos, se critique la inmoralidad publica, que el negociante
deshonesto acuse a la administración publica, en momento en que el hurta en el peso, que el
industrial critique las autoridades, mientras el oculta al fisco, traiciona contratos verbales y se
enriquece a costa de negocios turbios El gobierno es producto del pensamiento y de los ideales
colectivos, los que, siendo inmorales y anti-evangélicos, crean, también, un conjunto gubernamental
inmoral y anti evangélico, pues tales gobiernos son frutos del mismo árbol social Es indiferente el
rotulo que podáis dar a vuestros sistemas políticos, sea ese rotulo fascista, comunista, totalitario o
democrático, no os libra de las impurezas intimas que existen en el cuerpo social que dirigen.
Nuestras elucidaciones sobre el régimen administrativo y direccional de los marcianos, no se
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
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encuadran en las "panaceas" deformantes, que aun pululan en vuestro mundo, inmensamente
distanciado de la ley sana del Evangelio
Pregunta: ¿Cual seria el sistema compatible con nuestra psicología?
Ramatís. Para nosotros, cuyo esfuerzo constructivo es orientado solo en Cristo, nos
despreocupan la terminología brillante o los exotismos utópicos de vuestros grupos políticos Mientras
vuestros legisladores y sociólogos intenten la recomposición moral de la humanidad terrestre,
mediante sistemas que actúan del "exterior hacia lo interior", a través de grupos afines, han de
fracasar todos los esfuerzos de equilibrio social. Los voluminosos compendios doctrinarios, que
justifican numerosas estatuas dispersas en las plazas públicas, son equivalentes o semejantes a esos
rótulos brillantes y coloridos que disfrazan, en las vasijas, la pobreza del vino común. Sólo la
cristianización completa de vuestro orbe; la sumisión incondicional al Evangelio de Jesús, en una
práctica cotidiana, os dará la unidad salvadora procurada hace tantos milenios. La: terribles
modificaciones que se procesan actualmente en vuestro mundo, en el que se desmoronan los
cimientos de vieja: civilizaciones, os colocan, a la luz del día, ante los resultado de los fracasos
políticos, sociales y económicos. Se precipitan en la vulgaridad de los hechos comunes, las
comunidades terrestres que olvidaron el cimiento vivo del Evangelio, que L postergaron por sistemas
y doctrinas exóticas, en la absurda concepción de cambiar el conjunto sin modificar al hombre Y la
reforma que se hace necesaria, no depende de templos sectas o credos inicia ticos; es pura y simple,
es permanente; natural. Es el esfuerzo individual en el camino del ascetismo; es el deseo consciente
de liberación de la forma anima para atender al imperativo divino de la llamada angélica Ahorra los
sistemas ideológicos unidos a ritualismos o superficialidades. Cuando hayáis sentido esto, vuestro
gobierno, as como lo es en Marte, surgirá como producto moral, intrínseco d las "leyes de la
evolución". El comando elegido por una voluntad orgánica saludable, nunca más podrá enfermar en L
deshonestidad o corrupción administrativa, pues no encuentra; campo de acción donde operar. El
metabolismo fascinante de cuerpo humano puede ofreceros el régimen perfecto y evolutivo de las
nobles aspiraciones sociales, o sea de biología psíquica. Cuando los órganos funcionan
saludablemente, en equilibrio y armoniosa conexión, el trabajo coordinador del cerebro también es
desahogado, saludable y suave. En Marte, la cristianización consciente de las partes que forman su
humanidad, hacen del trabajo del mando gubernamental una tarea de absoluto beneficio colectivo.
Pregunta: ¿Cómo está compuesto ese Gobierno? ¿Sor varios individuos los que gobiernan, o
existe un cerebro directriz?
Ramatís: Hay un conjunto director, compuesto de hombres y mujeres, pues la mujer marciana no
sufre esa distinción social o política, por causa de su diferenciación biológica. Los marcianos saben
que el "sexo", en los mundos físicos, es representación disciplinada de los estados Íntimos de las
almas, de acuerdo con sus experiencias milenarias o sus necesidades de desarrollar mejor este o
aquel ángulo psicológico. El sentimiento se desenvuelve mejor en la "intimidad femenina", así como la
energía creadora se hace más vigorosa al intelecto, en la "actividad masculina". De ahí, que el sexo
masculino o femenino representen señaléticamente estados espirituales, en vez de proporcionar la
separatividad en las funciones del mundo exterior. Deseando comprobaros que el "sexo" no es real-
mente condición fundamental en su expresión diferenciadora, Dios permite que reencarnen, en
vuestro mundo, criaturas con cierta configuración anatómica dudosa y que bajo hábil cirugía, hombres
se transformen en mujeres y éstas en hombres. Esta es la prueba evidente de que el "sexo" es pura
representación de condiciones íntimas espirituales. Conocemos, en este lado, poderosos intelectos
que dominaron la ciencia, la filosofía y el arte, en vuestro mundo, y después escogieron algunas
existencias bajo el imperativo del "sexo femenino", para adquirir la ternura, la mansedumbre y el
espíritu de renuncia, que sólo se consiguen en la figura de "médium de la vida", como es la condición
materna. No hay desdoro en que el alma opere en un organismo femenino o masculino, porque la
realidad espiritual no se caracteriza por las nociones del "sexo", a base de la nomenclatura física; es
el mayor porcentaje "activo" o "pasivo", creador o de sentimiento, que se completa entre los seres
afines, el que logra el éxito de la Felicidad Eterna en los mundos superiores. La mujer marciana es
considerada un alma de tanta capacidad o noción superior como la del hombre, por ser allí la idea del
"sexo" absolutamente secundaria; ella opera en la administración gubernamental con absoluta
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
emancipación intelectual y direccional.
Pregunta: ¿Cómo se compone el Gobierno?
Ramatís: Es una especie de Consejo Gubernamental compuesto de doce ministros entre
hombres y mujeres. No hay conflictos, desaciertos o confusiones utópicas; por la simple razón de que
no existen intereses personales en juego, y hay una profunda conciencia espiritual de mando. Todos
los esfuerzos son conjugados en favor de la colectividad; cualquier acto que suponga un bien
personal, sería considerado doloroso acontecimiento entre esa cohorte de espíritus sabios,
apostólicos y de excelente criterio. En las mismas disposiciones en que el cerebro físico abdica de su
comodidad, descanso o bienes para atender rápidamente un órgano lisiado en el conjunto orgánico,
el mando director de Marte vigila y atiende permanentemente cualquier anormalidad y necesidad del
organismo colectivo de los marcianos.
Pregunta: ¿Operan tan al unísono, que no necesitan un "jefe" coordinador administrativo?
Ramatís: Hay, sí, un coordinador que atiende la voluntad colectiva del conjunto director, sin
intervenir con su voluntad personal emancipada. Es solamente el elemento que toma la dirección sin
asumir actitud propia sobre cualquier evento. Es voluntad unísona al grupo y no personalidad dotada
de poderes extras para actuar divergentemente. No depende de elecciones especiales ni de
selecciones periódicas; el criterio es de simple reglamento interno; cada uno de los consejeros
gubernamentales asume la dirección durante un período, atendiendo solamente los imperativos del
orden y de la disciplina del trabajo. La voluntad individual no modifica ni cercena la voluntad colectiva;
hay profundas garantías de estabilidad en el conjunto, que se subordina exclusivamente a las leyes
bio-físicas de la necesidad del pueblo marciano.
Pregunta: Aun considerándolo un organismo ordenado y saludable, ¿debe prescindir del
"cerebro" director, de una unidad final coordinadora?
Ramatís: La verdadera armonía administrativa, social, política y también la religiosa de un mundo,
sistema o unidad asociativa, debe obedecer a los mismos dispositivos de las formaciones biológicas
en el campo físico. El organismo humano, esa maravillosa maquinaria que es el producto sabio de la
Divinidad, en inconcebibles operaciones plásticas a través de los milenios, tiene su funcionamiento
armónico y su equilibrio psíquico, gracias al comando genial del cerebro. Las partes, aunque con
funciones individualizadas, atienden las necesidades propias, y, por sabia disposición divina, en
conjunción con los demás órganos. El cerebro, aunque es el órgano regente de esa orquesta viva,
sólo obtiene éxito cuando todos los elementos bajo su mando funcionan en ritmo perfecto. Ese "jefe"
que indagáis, podéis considerarlo como siendo todo el conjunto, así como el propio cerebro humano
está constituido por varios centros sensoriales que atienden las diversidades del cuerpo. Por
analogía, el centro del arte, de la nutrición o de locomoción del cerebro físico, corresponden al "jefe"
del departamento artístico, al económico o al de transporte, en el conjunto cerebral administrativo de
Marte. Difiere de la Tierra, porque vuestros ministros o cooperadores representan la voluntad de un
presidente o de un conjunto legislativo, pero de interés aparte; mientras que el gobierno marciano es
todo él la voluntad exclusiva del pueblo, que es atendido conforme al imperativo de sus necesidades.
Cuando un hombre terráqueo sube montañas, su cerebro "establece providencias", aumentándole la
cantidad de glóbulos rojos, con el fin de evitar la anemia, o sea, que proporciona lo que es más
urgente. Así sucede con el gobierno marciano; siempre atiende primero las "necesidades
fundamentales". Mientras tanto, en vuestro mundo, es común que la administración del gobierno
construya palacios, estatuas o monumentos, mientras faltan escuelas, hospitales u orfelinatos; llegan
a trasladar restos mortales de héroes o servidores haciendo gastos que agravan el presupuesto,
olvidando a los "vivos" que pasan hambre, desnudez y enfermedades. ¡Servís a los "muertos" cuya
función está liquidada y abandonáis a los "vivos" cuya situación es grave y urgente; Los dirigentes de
Marte se consideran en severa misión ante la Divinidad, y la seguridad del pueblo reside en ese
compromiso consciente asumido para con lo Alto.
Pregunta: ¿No ocurren casos de irregularidad en el gobierno marciano?
Ramatís: Cuando surgen, son de orden emotivo, de irritación, abandono del cargo y abdicación
de las responsabilidades asumidas; una fuga deliberada de los deberes aceptados; pero jamás casos
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
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de corrupción administrativa o escándalo moral o político; apenas una ausencia voluntaria; lo que es
un hecho insólito para la colectividad, habituada al cabal cumplimiento de sus obligaciones en
cualquier ángulo de la vida. Tales acontecimientos no podéis afiliarlos a las corrupciones morales
administrativas y a la insania criminal de vuestros dirigentes públicos, que se aprovechan de los
patrimonios de la colectividad. ¡Olvidan, esos hombres, que sus actos serán castigados por la
Suprema Ley, que los lanzará en los abismos del lodo y de los charcos impuros de los mundos
inferiores!. Si vuestros inmorales dirigentes públicos pudiesen antever una décima parte de lo que los
espera más allá del túmulo, tenemos plena seguridad de que harían la más urgente devolución de
todos los bienes de que se apropian indebidamente. ¡Esos desgraciados ignoran la realidad
espantosa, pavorosa, que les tomará el alma después que desencarnen! ¡Pocos crímenes sufren
tanto castigo, en el Espacio, como el robo de los bienes públicos! ¡Hasta los espíritus exentos del
sentimentalismo humano acostumbran compungirse con el sufrimiento horroroso que siempre
acomete a los malos administradores públicos!
Es que esas traiciones, llevadas a efecto en el ejercicio de cargos de administración ante la
Justicia Divina, no son juzgadas ni aforadas considerando la culpa restringida, solamente, a la
limitación individual, pues la responsabilidad del culpado se amplía asombrosamente en vista de los
tremendos perjuicios que le están astrictos, llevando en cuenta que semejantes desvíos contra el
patrimonio público constituyen siempre un asalto a las reservas sagradas, que se hacen necesarias
para vestir a los desnudos que no tienen ropa, para alimentar a los hambrientos que no tienen pan,
para socorrer a los enfermos que no tienen remedios, y para educar a los analfabetos que no tienen
libros ni escuelas.
No importa que las leyes de vuestra precaria justicia no llamen a la responsabilidad a semejantes
prevaricadores o los absuelva, pues una cosa es absolutamente cierta: los hombres pueden
engañarse unos a otros; pero a Dios ninguno engaña, ni soborna. Y ante Su Justicia indefectible
tampoco prevalecen los engaños mágicos, que provienen de las posiciones transitorias en vuestro
mundo, ni importa que tales "inocentes" no crean en la existencia de Dios ni en Su Justicia, por
cuanto las leyes del Universo Moral se ejecutan y se cumplen con certeza y rigor implacable,
independiente "de las creencias u opiniones de los hombres.
Pregunta: El consejo gubernamental, ¿es electo en consonancia con nuestro sistema?
Ramatís: Es un consejo electo entre los más acreditados en Marte, independientemente del
conteo de las urnas; es más la consecuencia de la madurez biológica. Esos conductores marcianos
son almas de madurez espiritual, reconocidos como los más capacitados, dignos y verídicos; se
imponen por su lealtad y significativa resistencia. Son electos debido a su magnífica contextura
espiritual, discernimiento psíquico y experiencia milenaria. Los escogen por su capacidad realizadora;
no por el advenimiento político, por la simpatía popular o por los intereses partidaristas. Ellos abdican
de sus bienes comunes, en favor exclusivo de la misión colectiva; todos sus esfuerzos, abnegaciones
y afirmaciones convergen hacia el pueblo. Se convierten en cerebros de la vida colectiva, pero
atendiendo antes a los dictámenes de la justicia divina que a la legalidad humana.
Pregunta: ¿Cómo podríamos aquilatar, en la Tierra, el porte de esos consejeros gubernativos de
Marte?
Ramatís: Recordando a aquellos que vivieron siempre a favor del bien colectivo, aunque en
varios sectores opuestos que podrán constituir un consejo, formando una conciencia exclusiva,
pacífica y honesta.
Pregunta: ¿Cuál sería un ejemplo más objetivo para nuestra comprensión?
Ramatís: Podréis, por ejemplo, formarlo con las siguientes figuras: Francisco de Asís, Pasteur,
Henry Ford, Ghandi, Platón, Marconi, Bernard Shaw, Florence Nightingale, Helen Keller, Juan Huss,
Padre Damián, Rockefeller, Edison, Mozart y otros de ese porte. Innegablemente que a pesar de la
disparidad de acción y capacidad, formaría ese consejo terráqueo una conciencia colectiva habilitada
para las más complejas y útiles actividades. Al integrarse en una sola voluntad bajo el criterio superior
del Cristo, la Tierra progresaría rápidamente, pues la madurez biológica de esos hombres, que
revelaron genialidades y poderes excepcionales en varios ángulos de la vida humana, serviría para
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
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todas las necesidades del orbe; y gracias a sus disposiciones pacíficas y de servicio para el bien
humano, desprovistos del espíritu militarista y de conquistas estultas del mundo material, creemos
que viviríais tranquilos, alegres y bien orientados. Hay que distinguir, siempre, que el poder que viene
de los más superiores, tiene siempre un con-tenido diverso del que poseen los hombres mediocres
que salen de la turba, sin tareas que ya los hayan consagrado al bien público. El estado de renuncia y
de preocupación por la felicidad ajena, que siempre hubo en esos guías que citamos, ¡hace que ellos
sean una especie de antenas vivas, "médiums" de la belleza espiritual, procuradores de más criterio
de la Verdad y de la Voluntad Divina!
Pregunta: ¿Es el orbe marciano una especie de Estado único?
Ramatís: Es un todo orgánico; se funda en un solo movimiento cohesivo, armónico y progresivo.
Se forma con perfecta unión entre la riqueza, el trabajo, el arte, la ciencia, la religión, la educación y la
realización. Ese Estado, si así quisiereis denominarlo, está muy por encima de las concepciones
agresivas de fronteras, porque se constituye de comarcas que forman solamente departamentos de
trabajo. El gobierno es más bien un guía espiritual del pueblo.
Hay, pues, perfecta unidad de trabajo y relación social, pero a través de un entendimiento crístico
absoluto, que es la seguridad íntima del bien común. Así como la sustitución gradual del mejor
alimento para el cuerpo tiende a conducir éste hacia un porte más estético y dinámico, también la
mejor nutrición espiritual del gobierno al pueblo lo vuelve más perfecto en espíritu.
Pregunta: ¿Cómo conoceríamos esa alimentación espiritual de mejoría al organismo colectivo?
Ramatís: Así como por exigencia biológica, el hombre marciano eliminó de su circulación el
alimento grosero, corrosivo y desordenado, la exigencia espiritual más elevada también le extirpó del
espíritu todas las tendencias de carácter deshonroso y deprimente.
Pregunta: ¿Podríamos admitir absoluta integridad en los doce ministros marcianos? ¿No podría
ocurrir un complot, si no para apropiarse de los bienes públicos, por lo menos para lograr un dominio
más personal sobre el pueblo, una directriz psicológica aparte, que satisficiese esencialmente su
amor propio?
Ramatís: Reconocemos una remota posibilidad de "caída" aun en una eventual combinación
colectiva. No tenemos noticias, hasta el momento, de tales ocurrencias, que hubiesen desarmonizado
el sistema gubernamental marciano. Nunca hubo acontecimiento desairado,'a no ser renuncias o
ausencias en los deberes asumidos; pero, repetimos, son casos rarísimos. Para que los gobernantes
marcianos se dejasen vencer por el personalismo de dominio, tendrían que cambiar su estructura
psicológica actual. Conociendo la vida verdadera del espíritu y sabiendo cuáles son los valores
provisorios de un mundo material, para desear el dominio en un mundo efímero, tendrían que
"retroceder" en conciencia de apercibimiento. Esa característica del hombre terreno, que aun sacrifica
situaciones, placeres, amigos y el carácter, en aras de la voluptuosidad efímera de un cargo o de una
pequeña gloria humana, proviene de su inseguridad en la vida espiritual. Desconociendo la realidad
de bienes superiores y definitivos, que están a merced del alma evolucionada, procura "gozar" con
urgencia los placeres que tiene más a mano. De ahí los complots, las combinaciones y las
discrepancias entre los hombres de vuestro mundo, que se lanzan, afligidos, a la conquista
desordenada de lo que suponen valioso para sus emociones instintivas. Los marcianos consideran
los tesoros del mundo, como "medios" de estudio y manejo para los "fines" superiores; después de la
convicción indestructible de que la vida material es simple banco escolar en la escalera del Infinito, ¡el
ciudadano de Marte no cae en la estulticia de repeler lo "verdadero" por lo "falso"!
Pregunta: ¿Os sería difícil decirnos cuáles son los objetivos más importantes del gobierno
marciano en el campo material?
Ramatís: Naturalmente, la mayor responsabilidad del gobierno consiste en desarrollar
eficientemente la conciencia espiritual de su pueblo, conduciéndolo a la mayor comprensión de la
vida "extra terrena". Le toca preparar, principalmente, el estado psíquico de sus súbditos, con el fin de
que no hallen desamparo en las esferas de "más allá del túmulo", donde cada uno recibe de acuerdo
con su conciencia y entendimiento. En su esfuerzo de orden más material, tiene que desenvolver las
riquezas inagotables del orbe. Todo el programa a realizar está siempre disciplinado en las leyes
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
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sabias del pacifismo y del interés colectivo.
Pregunta: ¿Nos sería posible conocer, más o menos, la población de Marte, actualmente?
Ramatís: No estamos integrados absolutamente en el panorama físico de aquel orbe, pues
nuestras tareas se realizan mejor en el campo mental. No obstante, creemos que esa población
oscila entre 1,000.000.000 y 1,500.000.000 de habitantes. Se trata de un orbe menor que la Tierra,
pero dotado de mejores condiciones de vida y de mejor aprovechamiento panorámico, con excelente
distribución demográfica y absoluto control natal. Se asemeja a uno de esos colegios educacionales,
perfeccionados, que debido a la sabiduría del ingeniero, a la habilidad del constructor y a la
capacidad del decorador, ofrecen mayor habitabilidad y mejor aspecto de vivienda.
Pregunta: ¿No se presentan al Gobierno problemas inesperados de alimentación o desniveles
económicos, como suele acontecer en la Tierra?
Ramatís: El suelo es fecundo y bien tratado; los procesos químicos siguen las leyes astrológicas,
las cuales nutren magnéticamente y aumentan las posibilidades reproductoras. La alimentación de
mejor "calidad" que "cantidad", peculiar en la Tierra, permite el cultivo de áreas menores, consideran-
do otras vastísimas para las moradas y parques de diversiones, que abundan entre las viviendas
agrupadas. Bosques, arroyos, piscinas de agua radioactiva y tapates de aterciopelado vegetal, son
acontecimientos comunes e intermediarios entre las habitaciones colectivas. El Gobierno siempre
edifica los con-juntos por adelantado; no surgen problemas de viviendas, por-que la necesidad surge
siempre después de la solución.
Pregunta: ¿Cuál es la disposición general de la humanidad marciana, que más favorece el trabajo
del gobierno?
Ramatís: El pueblo es profundamente adverso a lo que es falso, inútil, incoherente, exótico o
improductivo. No atiende intereses personales ni exalta caprichos o anhela glorias estatuarias. El
sentido de confraternización es innato; el bien colectivo es siempre preferido por el individuo. Le
repugna cualquier afecto falso, la promesa no cumplida; consideran despreciable burla obtener
favores ajenos y después traicionarlos; Se sentirían execrados ante su propia conciencia si por
ventura desmintiesen prácticamente aquello que sugieren, insinúan o adoctrinan. No adaptan a las
conveniencias personales los factores ajenos. Se espantarían ante vuestras coacciones políticas,
ante- la falsedad de vuestros proyectos para el bien público, ante la capciosa concepción jurídica que
hacéis de las leyes comunes, cuando deseáis subvertirlas para obtener éxito personal. No comercian,
no explotan ni dificultan la vida del prójimo; su moralidad los representa directamente cuando así se
hace necesario, porque el acuerdo verbal es su actitud definitiva. El sentido absoluto de ser espíritus
reencarnados en el orbe físico, y la certeza de devolver al túmulo los bienes más preciosos, les evita
agitarse, como hacéis, para obtener la seguridad económica. No conciben la estulticia del terrícola
que amontona fortunas para vivir mil años, cuando mal consigue alcanzar la meta de los ochenta. La
renuncia en favor ajeno es común, porque los valores materiales significan para ellos breve
instrumentación de aprendizaje, que puede ser prestada, sin preocupaciones, al que más la necesita.
Deriva, pues, de esa actitud colectiva, la armonía del conjunto entre el pueblo y el gobierno.
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
CAPITULO XXIV
FACULTADES PSÍQUICAS
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
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CAPITULO XXV
REENCARNACIÓN Y DESENCARNACION
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
Ramatís: Aunque en un cuerpo marciano, el espíritu del terrícola asume una configuración física
más imperfecta; siendo robusto de cuerpo, es siempre pobre de vitalidad magnética. Su periespíritu
sufre aún el efecto de los arrastres terrestres; es algo bisoño en el comando del nuevo sistema
nervioso; habituado a una respiración basada en la cantidad de aire, siente dificultad psíquica en la
operación en que vale más la calidad del oxígeno. Su aspecto físico tiene un aire pesado; sus
movimientos son un poco caricaturescos en relación con el desembarazo y la precisión con que los
marcianos se mueven. Envejece y se fatiga más pronto; el psiquismo terráqueo que lo comandó
durante muchos milenios, lo marca con su sello indeleble. En algunos casos raros, en la imposibilidad
de vencer completamente la "nostalgia psíquica" de la Tierra, los mentores espirituales recomiendan
un retorno a este planeta, como terapéutica para su equilibrio emotivo, en una reencarnación
intermediaria.
Pregunta: Nos confunde la idea de que un espíritu en situación superior, necesite o desee volver
a un panorama rudo y desagradable, como es el de la Tierra. ¿Ese hecho es común?
Ramatís: Vuestros espíritus tampoco ignoran el panorama de belleza espiritual y los planos
superiores, en las zonas "extra-terrenas", que vuestros mentores os permiten visitar para estimularos.
Mientras tanto, el grito de la materia inferior se produce vivamente, y muchas veces os desajustáis. El
ambiente de luces, perfumes, colores y melodías, la convivencia entre seres de propósitos angélicos,
los habéis preterido muchas veces por los gritos del sexo, por las vituallas sanguinolentas y por los
manjares groseros; por el tabaco, por el alcohol y por los trastornos psíquicos. Entonces, el deseo os
hace "descender", y la puerta del cielo se abre para vuestro retorno al "equilibrio emotivo" en la
materia, en la que entretenéis, nuevamente, las ilusiones del ambiente terreno. Aun en el mundo
físico, subís intermitentemente a las "zonas altas" del espíritu; pero los deseos os arrastran hacia las
"zonas bajas" del instinto inferior. Cambiáis, pues, también, el ambiente interno de belleza espiritual,
por el panorama rudo y desagradable del mundo exterior.
Pregunta: Creemos que tratándose de un planeta como el marciano, donde podemos disfrutar
toda la magnitud de su armonía superior, no se justifica un "descenso" para mundos inferiores, pues
el alma ya tiene comprobación del Bien Mayor. ¿No le parece?
Ramatís: Ante una sinfonía de Beethoven o de Mozart, que deleita el alma del civilizado, el indio
salvaje dará solamente preferencia a la rudeza de su "batuque". La higiene, la estética y la ciencia
moderna de lujoso hotel, es ambiente incómodo para el lugareño que recela el baño y duerme en la
estera. El condicionamiento psíquico comanda los deseos del alma, cuando él alma aun no consiguió
su propia liberación de las formas, y no alcanzó la fase definitiva del "auto-conocimiento".
Pregunta: Anteriormente, el hermano citó que todos los marcianos auxilian a los espíritus
desajustados. ¿Cómo identificaremos, en la Tierra, a los desajustados de otros planetas?
Ramatís: La mayoría de vuestros desajustados provienen del propio medio terráqueo; son
producto de reencarnaciones en discrepancia con el ambiente, comúnmente, debido a la culpa de los
propios civilizados. Tanto esos desajustados, como los que proceden de mundos inferiores,
encuentran terribles e imperdonables adversarios en los que ya obtuvieron mayor equilibrio. La
sociedad y las leyes terrenas, como un nido de avispas, atacan de tal modo esos desequilibrados,
que los privan de su recomposición mental, psicológica y moral. El ambiente de injusticia y de
corrupción, la comodidad de no pensar en ser útil y servir, os lleva a cometer los mayores desatinos,
en los que un pequeño delito hace pudrir a un infeliz en la cárcel, mientras que un gran crimen de la
argucia bellaca, permite a su autor obtener el diploma de experto e inteligente. Es la más patente
inversión de valores a los principios espirituales de responsabilidad kármica. Hay evidente
desequilibrio en vuestro mundo, pues el ladrón de aves y el carterista son mayores criminales que el
banquero fraudulento, el administrador corrupto, la autoridad venal, el gobierno dilapidador, el
representante popular mentiroso o el ministro oportunista. Los maleantes comunes afrontan
peligrosamente la Ley, exponiéndose a la execración pública y arriesgando la vida a cambio de
bienes mezquinos; pero los prevaricadores oficiales se encubren con la sombra del poder y de la
autoridad venal. Si los infelices desequilibrados de vuestro mundo operan con el puñal y la pistola, los
salteadores del patrimonio público se sirven de la pluma fuente; la cual, en muchos casos, es un arma
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
que causa más víctimas y sufrimientos, que un revolver en la mano de un homicida. Indudablemente,
aun no ofrecéis condiciones para el socorro y la rehabilitación de vuestros desequilibrados.
Pregunta: ¿Cuáles son los tipos de nuestros desequilibrados?
Ramatís: Fácilmente los encontraréis en los seres estropeados, pedigüeños, especie de
irresponsables sin hogar propio; adverso al trabajo, indisciplinado, irritable y desordenado. Os miran
en las calles con cierta cólera; se ponen frente a vosotros y os exigen "derechos" que repeléis hasta
con violencia; en lo íntimo de sus almas hay, muchas veces, una grave censura de orden espiritual.
Se les nota la absoluta falta de; ajuste moral a los conceptos comunes de vuestra sociedad; son
''desconcertantes, porque no se ciñen a vuestras etiquetas, responsabilidades, leyes, sistemas,
higiene y costumbres. Vosotros los denomináis tarados, esquizofrénicos, vagabundos, maleantes y
alcohólicos irresponsables. Pero es la Ley Divina que está funcionando; es la carga de espíritus que
por culpa de vuestros excesos e indiferencia del pasado, tenéis que sufrir, soportar, educar y servir.
Son aún las almas rudas de los salvajes que fueron expulsados de su "hábitat", donde hacían su
evolución tranquila e ignorada; son los infelices africanos que fueron trucidados por no prestarse a la
esclavitud allá en el seno de la patria amiga, o que se pudrieron en los navíos negreros. Necesitados
de proseguir su evolución, al ser violentados, se ligan, por la Ley del Karma, a sus antiguos verdugos
y cazadores. Cohabitando en la civilización de los que los violentaron en la ascensión normal de la
conciencia, traen el cortejo de sus idiosincrasias, y, por consiguiente, su desajuste en el ambiente.
Pregunta: Todas esas almas de salvajes y africanos que fueron perturbados en su verdadero
"hábitat", ¿se presentan en la civilización con ese aspecto compungido e incoherente?
Ramatís: No hay determinismo divino para tal condición; es justamente la falta de apoyo moral y
de protección social lo que lleva esos seres al arrasamiento, y lo que los convierte en problemas para
la propia civilización. Comúnmente, bajo el imperativo severo de la Ley Kármica, nacen en vuestros
hogares, constituyendo la figura de la moza rebelde y excéntrica o del hijo bohemio, desordenado y
enemigo de la ética común de vida. ¡Es el "dolor de cabeza" de los padres ricos! Pero es, también, el
negro trucidado en la floresta africana o el salvaje asesinado por el feroz capitán negrero; o el
descendiente negro que se pudrió en el fondo del barco o fue tirado al mar. El desajuste es patente,
pues el alma desprovista de preconceptos y convenciones, acostumbrada a la plena libertad de sus
instintos y movimientos, en su ingreso "ex-abrupto" en la civilización, se transforma en el hijo
desnaturalizado y de peligrosos impulsos. Vive en vuestro ambiente una existencia contradictoria,
poniendo en situación difícil a las autoridades, a la prensa, a los jueces y al público. ¡Los padres,
herma-nos y parientes afligidos, muchos de ellos antiguos cazadores de negros o de salvajes, se ven
obligados a sostener y a soportar las tropelías de aquél mismo que eliminaron, en el pasado, en el
movimiento nefando de la esclavitud! Es la Ley Divina, funcionando íntegra y justa, en el Karma
indesviable de "a cada uno conforme a sus obras".
Pregunta: ¿Esos seres no deben ser castigados o separados de la colectividad en que actúan
peligrosamente?
Ramatís: Es obvio que no es aconsejable la libertad de la mala hierba en el jardín de flores
perfumadas, así como no se justificaría el apoyo incondicional a los desajustados, sola-mente porque
son reflejos del pasado. La corrección, bajo el imperio augusto del amor divino, no solamente os
libertaría de ese pasado sin gloria, sino que os llevaría a auxiliar los eventos espirituales de las
víctimas que hoy perturban vuestra civilización. No obstante, la contradicción es punzante en vuestro
mundo, pues la cólera de la Ley recae, inapelable y opresiva, en esos seres psíquicamente
trastornados, mientras que es tolerante y protectora para los que constituyen la "élite" del crimen. Al
criminal hábil, inteligente, educado en colegios esmerados, provisto de vistoso diploma académico, y
desembarazado en la convivencia social, vosotros lo colocáis a la cabeza del patrimonio público. El
dilapida ese patrimonio, comete injusticias y burla las leyes que debe respetar; escamotea los
derechos aduanales, impone la fuerza de sus amistades para garantizar sus desfalcos; desarticula el
engranaje judicial e invierte concepciones de la Ley. Disfruta al máximo apetecible, amontona fortuna
en corto plazo; apresura la muerte de los tuberculosos que no tienen hospitales y la de los
enajenados sin asilo; favorece la corrupción de los menores sin protección, y causa la desesperación
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
en el miserable que está hambriento. Mientras unos, acreditados y protegidos por el beneplácito
oficial, son los "gozadores" de ese purgatorio terráqueo, el verdadero desequilibrado os perturba,
como des-agravio o protesta, por no haberlo recogido y educado cuando, en su infancia, aun era
posible salvarlo. ¡Vuestra civilización los busco en el seno de la jungla generosa; y, ahora, los marcáis
con el hierro infamante de la cárcel, en vez de proporcionarles el amparo educativo del amor fraterno!
Pregunta: ¿Qué otros ejemplos de desajustados espirituales puede indicarnos?
Ramatís: Los "gángster", que constituyen delicado problema de la civilización americana del
norte, son los espíritus de los antiguos "pieles rojas", que fueron violenta y despiadadamente echados
de sus tierras por los aventureros sin escrúpulos. Debido a injusticias pasadas y a la violación
espiritual de derechos, los antiguos pioneros, que rechazaron a esos salvajes, están obligados a
recibirlos como ciudadanos reencarnados en el seno de las metrópolis populosas. Se da, entonces, el
desajuste violento; el antiguo "piel roja", cuya moral y leyes eran basadas en la lucha, en la
agresividad y en la absoluta libertad de las inmensas praderas, sin la tutela de convenciones sociales,
intenta su libertad de modo brutal, dentro de la propia civilización. Resurge su índole destructiva,
porque no concebía que era un crimen el gesto de matar; para él, en el pasado, crimen era la
cobardía, la fuga, la traición; y "matar" era la gloria de la tribu. Los gritos de sus arrastres
animalizados vibran aún en su psiquismo selvático; ¡su flecha y su clava de antes tienen sus
sustitutos en el puñal y en la ametralladora, que esparce la muerte en las calles de las ciudades! No
hay autoridades ni leyes que los amedrenten; en su alma, vibra aún el grito de las injusticias de los
que los echaron de su vida libre; y el "ex piel roja" se vuelve el "gángster" temido o el asaltante
común, de calles y de residencias, alimentando las cárceles y las penitenciarías; ¡es el bruto que se
sienta en la silla eléctrica, sin discernir el sentido de justicia del civilizado! Es un cínico, un malo,
perverso y despiadado; es un criminal indignante cuya libertad es peligrosa; sólo puede ser dominado
por la violencia de la ley draconiana. La silla eléctrica, la horca, la cámara de gas o el fusilamiento. Es
el "civilizado" que responde a la dinamita, al "Winchester" o al cañón de otras épocas, cuando
aniquilaban hordas salvajes y destruían aldeas inofensivas. Pero ante la Ley Divina, no obstante, el
"crimen oficializado" será juzgado más severamente que el "crimen del desesperado", del delincuente
que se des-equilibró en la ley reencarnatoria. Muchas veces, las autoridades y sus partidarios caen
bajo la metralla de los que están "fuera de la ley", más, en realidad, tales muertos son los criminales
de antes, abatidos por la venganza de sus víctimas del pasado. Es la ley de "quien con hierro mata,
con hierro muere"; ley que es advertencia de orden divino.
Pregunta: ¿Los marcianos sólo desencarnan en la vejez?
Ramatís: Las especies animales saludables, en la Tierra, llegan siempre a una vejez por encima
de lo normal. En con-secuencia, en Marte, donde la salud es problema resuelto y la enfermedad sólo
se presenta en los desequilibrios magnéticos, la desencarnación sólo ocurre en la vejez, siempre que
el marciano delibere ir hasta el fin.
Pregunta: ¿Hasta el fin? Por ventura, ¿pueden desencarnar antes de la vejez, si así lo quieren?
Ramatís: No antes de la vejez; más en el período que la vejez, abandonan el cuerpo, si así lo
juzgan conveniente, en el tiempo en que éste comienza a perder su vitalidad. Es como abandonar el
traje roto, impropio para el frío y para la vida de relación social.
Pregunta: Ese abandono del cuerpo, ¿es una simple "desincorporación" a voluntad, o es una
partida súbita, en que la materia sucumbe?
Ramatís: El marciano desintegra su organismo bajo procesos científicos incomprensibles a
vuestra mentalidad. Se despide de sus contemporáneos, en ceremonia festiva y sin sufrimiento.
Solicita los servicios técnicos del "Templo de la Desencarnación", y después de una operación
"magnético-etérico", en sala especial, se entrega a la desintegración perfecta, en un "micrón" de
segundo. La materia, que además es "energía condensada", pierde su apoyo magnético, se desata la
red que sustentaba los átomos en cohesión, en suspensión físico-magnética, y el espíritu, libre,
regresa al plano astral, recibiendo abrazos y cumplimientos por su retorno. Sabéis que el peso real
del cuerpo físico no va más allá de algunos gramos, refiriéndonos a la "pasta nuclear", que quedará
de la apariencia física. No es, pues, el acontecimiento dramático que, entre vosotros, pone el hogar
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
en perturbación. En Marte, la desencarnación se realiza en un sentido apenas aparente y simbólico;
no hay muerte, sino liberación de energía estática, que retorna a la "masa" de su afinidad cósmica.
Dicho fenómeno de desintegración se asemeja al hecho de marchitarse los pétalos de la flor, cuando
su "espíritu perfume" o aura etérica se desprende, íntegra, para incorporarse nuevamente, en otra
flor. El marciano devuelve al medio energético la energía que utilizó, en uso provisional.
Pregunta: ¿No es eso una especie de suicidio ante la Ley Divina?
Ramatís: El suicidio en su forma intrínseca, es la fuga de la vida, por la desesperación, la
rebeldía, la negligencia o la cobardía. En la Tierra, ese acto implica grave penalidad contra la propia
conciencia, pues aun estáis profundamente ligados a los desatinos e injusticias del pasado.
Sembrasteis dolores y sufrimientos acerbos en las tropelías del ayer; sois obligados a rescatar ese
débito, "céntimo por céntimo", hasta vuestros últimos días de vida humana.
Los marcianos, en vista de sus esfuerzos, ya se desprendieron de esas deudas que vosotros aun
tenéis en cuanto al "pasado".
Pregunta: Pero, eso es siempre una deliberada extinción de vida propia, lo que puede no
concordar con los principios creadores de la existencia divina. ¿No es así?
Ramatís: Ya lo dijimos: el marciano no extingue la vida del cuerpo; éste es el que se agota,
volviéndose incapaz de realizar sus funciones como instrumento material. Sería contradicción su
eliminación cuando el organismo aun estuviese en la infancia o mocedad, en condiciones de servir y
de ser útil. En cuanto al suicidio, de hecho, practicado en vuestro mundo, es un gesto condenable en
absoluto, pues el tiempo de permanencia del alma reencarnada en vuestro planeta, obedece a un
determinismo regulado por diversos imperativos, inherentes a su pasado y a su futuro. Y como el
suicidio consiste en anticipar la fecha marcada por la "ley", en cuanto al fin o muerte del cuerpo que
ella tomó, el suicidio, en su extensión y responsabilidad moral, no se restringe solamente al acto de
acabar con la vida en un instante. Por consiguiente, la Tierra está repleta de suicidas potenciales,
que, en este lado, responden severamente por sus imprudencias gastronómicas y abusos de bebidas
alcohólicas y corrosivas.
De modo que unos se suicidan violentamente, por desesperaciones, pasiones o cobardía de vivir;
y otros se suicidan lentamente, debido a sus abusos de toda clase.
Pregunta: Aunque reconocemos vuestras razones, nos parece que esa desintegración prematura
es siempre un acto de rebeldía o fuga, en la vida física. ¿No es así?
Ramatís: Estáis grandemente equivocados, pues hay que considerar ciertas contingencias
inherentes a la vida en Marte. La vejez marciana es la coronación o período áureo del espíritu
reencarnado; es la existencia libre ya de cualquier obligación. El anciano puede trasladarse a
cualquier latitud geográfica del orbe; goza de plenos derechos de libertad, sin impedimentos de
cualquier índole. Sus deseos, sueños y ansiedades son órdenes que se cumplen íntegramente.
Mientras la infancia, no obstante ser atrayente y estar repleta de acontecimientos deliciosos, es
siempre un preámbulo de las futuras responsabilidades del adulto, la vejez marciana es completa
ahorría de deberes y disciplinas. En consecuencia, el ciudadano marciano que en lugar de disfrutar la
recompensa íntegra que le corresponde como derecho por la existencia vivida, resuelve desencarnar
anticipadamente, no es el rebelde que huye a la vida común, y sí el ser que abdica de los bienes
sagrados, con el fin de volver, más pronto, como criatura pretendiente a nuevas responsabilidades.
Esa desencarnación prematura es movida por el espíritu de servicio continuo, muy peculiar en el
marciano, siempre afecto al bien ajeno. El alma parte temprano, para, temprano también, volver al
servicio activo.
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
CAPITULO XXVI
AERONAVES: DISCOS VOLADORES
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
Pregunta: ¿Cómo funcionan esos aparatos o discos voladores?
Ramatís: Funcionan con el aprovechamiento de la fuerza magnética, en la ley de atracción y
repulsión de los polos; y esa energía o combustible imponderable es captada a través de la «cúpula
superior. Esas cúpulas, debido al tratamiento específico a que son sometidas en su fabricación,
tienen propiedades absorbentes y energéticas, que resulta la parte más sensible del aparato. Los
juegos de anillos que poseen, son movidos por la energía concentrada en el polo magnético existente
sobre el eje central que, en algunos "discos", tienen la conformación de una esfera color de topacio,
brillante, y es el punto convergente y captador de las emisiones de fluidos magnéticos trasmitidos
desde las estaciones del suelo o de las aeronaves de mayor capacidad, que estacionan, en posición
estática, en el mismo campo del orbe.
Pregunta: ¿Podríamos conocer, poco más o menos, el sistema según el cual es proyectada la
energía que alimenta y mantiene en vuelo a los "discos voladores marcianos"?
Ramatís: Las "emisiones magnéticas" son proyectadas desde las estaciones generadoras, en
forma de líneas de fuerzas en flujo de alimentación continua, pues esos aparatos no tienen reservas
en acumuladores, porque eso les causaría gran reducción en su vuelo y movilidad. La energía
magnética que reciben, no solamente les sirve para mover los grupos de anillos mecánicos, sino que
es, a la vez, la principal responsable para que ellos puedan crear sus propios campos de gravedad y
moverse abarcando gran amplitud.
Pregunta: ¿Cómo pueden crear sus propios "campos de gravedad"?
Ramatís: En la parte superior del aparato, existen dos anillos de fuerza, a través de los cuales
fluyen determinadas corrientes electrónicas, que producen campos de energía poderosa, bajo la ley
común de reacción y cohesión, atracción y repulsión. Las corrientes de electrones se generan en el
acumulador diferencial, que es el polo magnético fijado sobre el eje central de la aeronave. A través
del control ejercido por los tripulantes o a distancia, la masa electrónica, magnética, puede ser
dirigida, intensificada o reducida bajo los anillos de fuerza, estableciéndose campos magnéticos en
oposición o en conexión a los demás campos magnéticos que el aparato pretende operar. Esa masa
magnética del acumulador diferencial, crea-da en el aparato, en oposición o en conjunción con el
campo magnético que esté recorriendo, por ley de los polos contrarios, atrae el aparato en dirección
al planeta que actúa; o, en la misma ley magnética que rige los polos semejantes, es repelido por el
campo igual que está en conjunción con la gravedad del aparato.
Pregunta: ¿Puede darnos un ejemplo más objetivo y asimilable a nuestra comprensión?
Ramatís: Suponed que la Tierra es un polo positivo: si a través de los anillos de fuerza
desarrolláis mayor capacidad de amplitud a la masa electrónica producida, crearéis en el aparato un
campo magnético contrario al tenor magnético positivo de la Tierra, resultando, así, un polo negativo.
Entonces, si el aparato volador se volvió un campo negativo de tenor contrario al contenido magnético
terrestre, por la ley de atracción de los polos contrarios, el aparato se dirige al suelo. Modificando la
operación por los controles internos, en el sentido de dar otra dirección a los electrones que fluyen
por los anillos de fuerza, produciréis entonces, en el aparato, un campo gravitacional-magnético,
también positivo y en equilibrio con la vibración magnética de la Tierra. Aclarando: antes, era un
campo magnético en oposición al orbe terráqueo; después, es un campo magnético en perfecta
conjunción. Si la ley de los polos contrarios ejerce atracción, la ley de los polos semejantes produce
repulsión. Consecuentemente, en tal caso, la tendencia del aparato es de fuga, repelida por el campo
gravitacional de la Tierra, una vez que posee en sí un campo de vibración igual. Por consiguiente,
cuando el aparato, con el recurso de los anillos mecánicos en alta velocidad, consigue deslizarse de
su sostenimiento estático, pasando a la acción dinámica, se precipita en una fuga o carrera a razón
de 18,000 a 20,000 kilómetros por hora, pues esta es, exactamente, la velocidad mínima capaz de
vencer la fuerza de atracción de la gravedad de vuestro mundo.
Pregunta: ¿En esas arrancadas bruscas y violentas, la ley de la inercia no rompe los tejidos de
los ocupantes?
Ramatís: Eso no puede acontecer, porque los tripulantes están resguardados o protegidos por
campos magnéticos que los rodean; y, así, la misma fuerza que acelera el aparato, actúa en todo y
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
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todos los que se encuentran en su interior; no hay, pues, desplazamiento violento del aparato cuando
él se aparta del punto estático que lo retenía, el cual es mantenido aún, en cuanto el aparato
maniobra para partir. Entonces abre su vuelo serenamente, al poder controlar o neutralizar la ley de
gravedad, conforme al grado deseado, siendo indiferente que el aparato esté inmóvil o acelerado en
alta velocidad.
Pregunta: Reconocemos la complejidad del asunto; mas, si fuera posible, desearíamos un
ejemplo más objetivo, que nos permita conocer cómo el aparato se puede desplazar
instantáneamente sin producir conmoción en los tripulantes.
Ramatís: Para vuestra mejor comprensión, citaremos un ejemplo de vuestro propio ambiente: Si
dentro de uno de vuestros aviones comerciales, en pleno vuelo a la velocidad común de 400 Km. por
hora, estuvieren algunas moscas, ellas vuelan y se mueven como si estuviesen en su ambiente
normal, en tierra; y lo mismo sucede al humo que expelen los fuma-dores, el cual se eleva, sereno,
como en un aposento terráqueo.
Pregunta: ¿Cuántas personas pueden transportar esos aparatos marcianos que recuerdan la
forma de "discos voladores"?
Ramatís: Desde una hasta el máximo de doce. Generalmente viajan (en número igual), hombres
y mujeres, pues los marcianos consideran a la mujer como el compañero espiritual que debe
participar de todas las actividades masculinas, en un sentido de cooperación fraterna e indispensable.
Pregunta: En la hipótesis de que el hombre terreno se aproximara a una aeronave marciana,
¿sus tripulantes asumirían alguna actitud hostil para con el curioso?
Ramatís: El hombre marciano que no destruye un insecto, no agrediría a su hermano de otro
planeta. Solamente en el caso de presentir ambiente de agresividad, usaría sus armas magnéticas,
las cuales pueden inmovilizar al atacante a dos mil metros de distancia sin inutilizarlo. Es simple-
mente una acción de incidencia "magnético-paralizante"', proyectada contra el cerebelo humano; pero
el efecto desaparece sin vestigios, así que se interrumpe la corriente.
Pregunta: En nuestro orbe, circuló la noticia de que un avión militar fue desintegrado por un
"disco volador". Si esto es verdad, ¿no desmiente el espíritu pacífico de los marcianos o de otros
visitantes interplanetarios?
Ramatís: El hecho es real. Los pilotos marcianos ignoraban que el material del aparato terrestre
fuese de tan poca resistencia. Ese aparato se desintegró tan pronto como entró en el campo
radioactivo del "disco". Actualmente, los aviones marcianos no se aproximan a los aviones terrestres.
Tal accidente consternó a los aviadores marcianos, de tal modo, que ahora, al aproximarse a la
Tierra, desarrollan observaciones exhaustivas, a fin de que el caso no se repita.
Pregunta: Hemos oído noticias referentes a que los marcianos pretenden invadir la Tierra
Ramatís: El "Consejo Interplanetario de Marte" no de-liberó invadir la Tierra. Además, un caso de
esa naturaleza sería tan importante para ellos, como una invasión que vos-otros decidieseis contra la
Groenlandia o las aldeas zulúes. No obstante, cuando mejoren los estados de ánimo, y las
disposiciones amistosas de vuestra humanidad, creemos que ellos harán contacto más directo con la
Tierra. Pero no debéis considerar ese problema "ipsis-literis", pues si los mentores marcianos tienen
ese deseo naturalmente, los conductores espirituales de vuestro planeta aun consideran prematuras
esas relaciones o intercambios con vosotros, debido a los tristes acontecimientos que habéis
provocado con el advenimiento de los aviones.
Pregunta: ¿Cuáles son esos acontecimientos?
Ramatís: Los acontecimientos que se sucedieron después que la abnegación y magnanimidad de
Santos Dumont y de los hermanos Wright, propiciaron esa conquista para beneficio de las relaciones
humanas. Pero esa ave bendita, que apresuraría el encuentro de los corazones afectuosos, el
hombre de la Tierra la transformó en el pájaro de hierro que suelta huevos de fuego sobre la infeliz
humanidad. Consecuentemente, los mentores espirituales que rigen los destinos de vuestro planeta,
temen que hagáis lo mismo con los "discos voladores" y los transforméis en nueva máquina
destinada a despoblar vuestro orbe.
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
Sólo vuestras buenas intenciones y leales disposiciones para la vida superior, podrán favorecer
un contacto más próximo y directo con los representantes de Marte.
Pregunta: ¿Podrán ellos aterrizar en la Tierra?
Ramatís: Ya lo hicieron en zonas desiertas y completamente deshabitadas, a fin de no causar
pánico, pues, conociendo vuestras actitudes impulsivas y descontroladas, saben que eso les crearía
situaciones difíciles y embarazosas. No sería de extrañar que algunos terrícolas más osados,
teniendo la certeza de que existen otros mundos habitados, y ante la perspectiva de insólitas
aventuras, o por la antevisión de "páramos celestiales", se precipitasen al asalto a las aeronaves, no
comprendiendo que las "moradas del Padre" son la escala de Jacob, que sólo puede ser subida de
escalón en escalón y no escalada en saltos kilométricos. Incomprensión que, por otra parte, ha
llevado a muchos terrícolas a sumergirse en un ascetismo de clausuras y penitencias, en la ilusión de
que, mediante esa inercia de intereses personalistas, y aislados de las tentaciones del mundo, les
será más fácil la conquista del cielo. Además de todo esto, habría que considerar el peligro de que os
intereséis demasiado en el funcionamiento mecánico de los "discos", antes de que os integréis en el
"mecanismo" de los Evangelios de Jesús; pues si descubrieseis el problema, es casi cierto que
perfeccionaríais aun más los procesos de lanzamiento de bombas atómicas y de balas de cañones
electrónicos, demostrando que el hombre en vuestro orbe, en vez de esforzarse por "ser la imagen de
Dios", prefiere ser la realidad del Genio del Mal.
Pregunta: ¿Cuál sería el aspecto exacto que nosotros veríamos, si nos encontráramos con uno
de esos aparatos a poca distancia?
Ramatís: Dependería, naturalmente, del planeta a que perteneciera el aparato, pues ya os dije
que existen grandes diferencias entre los mismos, incluso en cuanto al sistema, aunque todos ellos
sólo pueden descender a vuestro mundo, o más allá, aprovechando la energía de la ley de gravedad.
El aparato marciano, tipo común, os daría idea de una enorme cúpula de relieves salientes en el
tercio superior, rodeada de escotillas de vidrio azulado, transparente. Su color usual oscila desde el
naranja-rosa hasta el salmón, y, algunas veces, el turquesa. Su apariencia, en cuanto al material, os
daría la idea del aluminio o acero pulido, pues la superficie es absolutamente lisa y suave, dando la
inmersión de hallarse maravillosamente encerada. Todo el aparato está construido con la sustancia
vítrea a que ya nos hemos referido, resistente a más de 6,000 grados de calor; y vuestras
ametralladoras, por muy poderosas que sean, no producirían el más leve arañazo en su coraza. Tales
aparatos, aunque alcancen hasta 30 metros de altura por 60 metros de diámetro, podríais moverlos
de lado, hasta cierta altura, pues no se posan definitivamente; quedando suspendidos a uno o dos
metros, en perfecto equilibrio, en su campo estático de gravedad, conforme hace vuestro colibrí, esa
joya alada, que para chupar el néctar de las flores, se mantiene en vuelo estático. Lo que más
destaca a los "discos", son las auras de luz polarizada que vibran a su alrededor. Su poderosa
superficie radioactiva es capaz de desintegrar cualquier vehículo o aeronave terráquea; pues una vez
que los acumuladores diferenciales son elevados a su potencialidad máxima de irradiación
magnética, cualquier elemento de vuestro mundo que permaneciese a distancia igual a la de tres
veces el tamaño del aparato, sería desintegrado instantáneamente.
Pregunta: ¿Cuál es la función de ese campo radioactivo desintegrador?
Ramatís: Sirve como exterminador de la fauna bacteriana del plano físico y de los bacilos
psíquicos, en el campo imponderable, que afectarían el organismo marciano en las atmósferas
extrañas. Forma también la coraza magnética defensiva del aparato ante las sorpresas que puedan
causarle en otros orbes desconocidos.
Pregunta: La radiación, ¿es siempre desintegradora, aunque sea en baja frecuencia?
Ramatís: En los vuelos normales, la frecuencia es reducida al mínimo radioactivo, tornándose
entonces simplemente en un campo que repele los contactos directos.
Pregunta: Toda vez que los "discos voladores" no poseen reservas de energía y las absorben de
las estaciones, en Marte, ¿cómo pueden moverse en las atmósferas de otros planetas?
Ramatís: Ese "quantum energético" es trasmitido des-de una aeronave-estación, que se mantiene
221
Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
en la misma área, a algunas decenas de kilómetros de altura.
Pregunta: ¿Cuáles son las condiciones que podrían poner en peligro la estabilidad de los "discos
voladores" en nuestra atmósfera?
Ramatís: Ese peligro, aunque remoto, reside en todo aquello que pudiese operar violentamente
en los campos magnéticos de vuestro orbe, porque los vuelos en la atmósfera son basados en el
tenor de la fuerza gravitacional existente. Las explosiones atómicas, inesperadas, podrían crearles
desequilibrios en la sustentación de las fuerzas magnéticas, mas la espacio-nave-estación tiene
recursos para activar el flujo energético mantenedor de la estabilidad. También las tempestades
magnéticas en el campo terrestre, cuya intensidad y efectos no son perfectamente conocidos de los
marcianos, podrían causar descompensaciones y exigir providencias excepcionales por parte de la
nave-comandante. Aunque es muy difícil que pueda suceder, también la repercusión de influencias
astro-nómicas imprevistas, por ser más coercitivas en vuestra área magnética, podrían dar lugar a
que se perturbara la normalidad de esos vuelos.
Pregunta: En la suposición de que un "disco volador" fuese cogido en el área de deflagración de
la bomba atómica, ¿qué podría acontecerle? ¿Sería desintegrado inmediatamente?
Ramatís: El material do que está construido no sería afectado, pues el impacto atómico no
alcanzaría su intimidad electrónica, debido a su poderosa cortina radioactiva; pero, la violencia sería
capaz de producir grandes fricciones en el material de las líneas magnéticas de defensa interna,
resultando, ciertamente, "incandescencia" en su atmósfera interna; algo semejante al fenómeno de la
luz eléctrica, en la lámpara incandescente de Edison. Aunque la nave principal, por la televisión-
refractada, pudiese observar el acontecimiento y hacer aterrizar el aparato bajo control, a distancia,
difícilmente se salvarían los tripulantes. Actualmente ya los científicos marcianos identificaron ciertas
fajas de magnetismo muy absorbente, alimentadas por agrupaciones de minerales radioactivos, que
son verdaderos canales magnéticos capaces de interferir un tanto en la estructura material de los
aparatos.
Pregunta: ¿Puede darnos un ejemplo de esa interferencia y de sus efectos?
Ramatís: Durante los vuelos más bajos, esas fajas provocan determinada reacción en las
aglutinaciones moleculares del material, pudiendo ocasionar un desgaste prematuro, aun-que sin
graves consecuencias, como una condensación creciente en la radioactividad y, como resultado,
derretir parcial-mente la sustancia.
Pregunta: ¿Cuál es la sensación que los marcianos tienen de nuestra atmósfera?
Ramatís: Igual a la que vosotros sentís cuando penetráis en las cavernas húmedas y de
emanaciones opresivas. Su sensibilidad delicadísima les exige gradual adaptación. Así como
vosotros os preparáis para sumergiros en el fondo del mar o penetrar en el interior de las minas de
carbón, ellos, por requisición mental, aumentan sus defensas orgánicas.
Pregunta: ¿Alcanzará algún día la atmósfera de la Tierra la misma fluidez o pureza etérea de la
atmósfera de Marte?
Ramatís: Sin duda. El proceso ascensional de los orbes es idéntico en cualquier latitud cósmica.
Hace muchos milenios, la atmósfera terráquea sería absolutamente funesta para los pulmones de
vuestra humanidad actual. Marte tuvo también un tenor atmosférico idéntico al que tenéis ahora; y el
grado ya conseguido por Marte en su ascensión física y espiritual, también será alcanzado por la
Tierra. Los planetas se apartan gradualmente del Sol. A medida que pierden su densidad magnética,
en la pulsación de vida cósmica, se refinan o adquieren mayor fluidez por la esterilización o
clarificación de sus residuos e impurezas radioactivas. La purificación del área magnética de los
planetas, los libera gradualmente de la influencia magnética del campo solar. El Sol ve sus hijos, los
satélites, emancipándose gravitacional y magnéticamente, al ir ganando, cada vez, mayor distancia.
Es la ley de correspondencia vibratoria, que actúa con absoluta equidad, tanto en los seres como en
las masas planetarias. A medida que las humanidades se espiritualizan, los planetas que ellas
habitan, también se purifican en su "masa física", o sea, que la evolución espiritual de sus habitantes
implica y activa la evolución cósmica de su "hábitat". La rudeza física de los dinosaurios ante-
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
diluvianos estaba en equilibrio con la atmósfera de gases sofocantes de la Tierra, en aquella época.
Consecuentemente, la atmósfera tenue y rarefacta de Marte está en consonancia con la sutileza
psíquica y espiritual de los marcianos; y vuestro mundo también es candidato al tenor magnético
actual de Marte, cuyo evento se realizará tan pronto como se manifiesten vuestros esfuerzos en el
sentido de evolución espiritual. Y por la misma ley, los marcianos están "luchando" para aproximarse
a los maravillosos desideratos espirituales de los habitantes do Saturno.
Pregunta: ¿Nunca descendieron las espacio-naves interplanetarias hasta la línea de vuelos de
nuestros aviones?
Ramatís: El llamado "huso-volador" realizó ya experiencias en lugares e islas situados en las
zonas crepusculares.
Pregunta: ¿Utiliza también ese "huso-volador", para su propulsión, el elemento que refirió,
captado en la atmósfera de Marte? Y en caso afirmativo, ¿no corre el riesgo de que le falte dicho
elemento cuando se aparta hacia el área de otros orbes?
Ramatís: No sucede eso, porque posee estanques con energía de Marte, concentrada, que
alimenta sus generadores, y que desempeñan la misma función de los acumuladores que utilizáis en
algunos de vuestros vehículos.
Pregunta: ¿Cuál es la misión principal de esos "discos voladores" en nuestra atmósfera?
Ramatís: Procurar extraer atmósfera de la Tierra, para conocer el tenor magnético, las faunas
microbianas, miasmas y bacterias; las polvaredas telúricas y las cenizas radioactivas; y
principalmente, las emanaciones y efluvios que se evaporan del suelo, bajo la acción "químico-física"
del Sol. Estudian, también, las condiciones de profilaxia preventiva, en cuanto a los tipos de
antitoxinas, para su defensa orgánica.
Pregunta: Delante de los terrícolas, ¿cuales, serían las impresiones de los marcianos?
Ramatís: No sería un acontecimiento incomún, pues ya están más o menos habituados a esos
intercambios interplanetarios. Notarían en los terrícolas la ausencia de protuberancias que los
marcianos tienen a la altura de los omoplatos; y también les llamaría la atención su piel arrugada,
plagada de señales, manchas, decoloraciones hepáticas o anémicas; sus modos grotescos de andar
y gesticular. Su adherencia más firme al suelo daría al marciano la idea de hallarse en presencia de
un salvaje de los mundos inferiores. La misma impresión que los españoles tuvieron de los primeros
salvajes presentados por Colón, en la corte de la reina Isabel, sería la que tendrían los marcianos
ante sus hermanos de la Tierra.
Pregunta: Los rayos que ellos utilizan para defenderse, ¿perjudicarían la salud de los terrícolas
días después?
Ramatís: Esos rayos pueden actuar con vigor en el ce-rebelo y en las regiones de los "plexos", a
través de la proyección de fuerzas etéricas desconocidas por vuestros científicos; pero su acción
exclusivamente magnética no deja efectos nocivos en el organismo.
Pregunta: ¿Podría ir un terrestre hasta Marte, sin peligro de sucumbir?
Ramatís: Conociendo el tipo exacto de la sangre del terrícola, sus impurezas específicas, tiempo
de coagulación y viscosidad "intervasos", los científicos marcianos podrían conducir al eventual
turista, en estado de hipnosis, adaptándole, artificialmente, una atmósfera terrestre cuya dificultad
sería, apenas, la de controlar los dos campos gravitacionales en la misma aeronave: uno para los
marcianos y otro para el terrícola. Como ya existen en Marte algunos pilotos veteranos, con algunos
años de adaptación a vuestra atmósfera, esos serían los más indicados para conducir al ciudadano
de la Tierra.
Pregunta: Hay quien refiere, en la Tierra, que el asunto de las aeronaves interplanetarias está
contenido en las profecías de Ezequiel, en la Biblia.
Ramatís: Realmente, el asunto está expuesto bajo forma simbólica, por Ezequiel durante su
cautiverio en la orilla del río Chebar. Los profetas constituyen la voz oculta y anticipada de los
acontecimientos futuros; son los cronistas prematuros. En el capítulo 1ro., versículo 4, Ezequiel
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
notifica perfectamente la idea de "alta-velocidad" y de los "campos radioactivos" de las aeronaves,
cuando dice en su visión: "... un viento tempestuoso venía del norte, había una gran nube, un fuego
revolviéndola y un resplandor en torno de ella." Y más: que "del medio de la nube resplandeciente
salía una cosa como color de ámbar"; y en vuestro lenguaje actual, el ámbar es un cuerpo amarillo,
semi-transparente, esto es, el color exacto de las naves marcianas. En el versículo 13, Ezequiel
refuerza su visión y confirma las poderosas radiaciones que ya os expusimos antes, cuando
comunica: "... era como brasas, de fuego ardiente, con una apariencia de lámparas; y el fuego
resplandecía y salían relámpagos". En el versículo 14, insiste, aún, en decir que "los animales corrían
y se convertían a semejanzas de relámpagos".
Pregunta: Reconocemos en esas descripciones el tipo de las aeronaves interplanetarias, mas hay
quien afirma que también son descritos, "ipsis-literis", los "discos voladores".
Ramatís: Igualmente, podréis reconocerlos en los versículos 9 y 10, del capítulo 10, cuando el
profeta enuncia: "... y he ahí cuatro ruedas juntas a los querubines," o sea, cuatro discos voladores
junto a personas de otros orbes; habiendo, en realidad, mucha semejanza entre el querubín y un
marciano rubio, con sus cabellos largos y los rostros tiernos de una criatura. Más allá, él explica: "... y
el aspecto de las ruedas era como de color de turquesa", esto es, color de aluminio, azulado, con
mezcla de cobre, y que por singular coincidencia, es exactamente la tonalidad de esos aparatos
marcianos. Aun en el versículo 10, cita el profeta: "... las cuatro ruedas tenían una misma semejanza;
como si estuviera una rueda dentro de otra rueda", causando espanto su admirable previsión de
saber que los "discos voladores" poseen anillos mecánicos, que los auxilian en el vuelo y que son
verdaderas ruedas dentro de la rueda principal, girando en sentidos contrarios. En los versículos 11,
16 y 17 del mismo capítulo 10, se nota la preocupación del vidente en comunicar que, "donde iban los
animales, iban las ruedas también"; revelando que las naves interplanetarias simbolizadas en los
"animales", transportaban los discos en su interior, llevándolos a donde iban. En el versículo 12
afirma que las "ruedas estaban llenas de ojos", confirmando que los "discos voladores" no poseen
ventanas comunes y sí escotillas esféricas, que recuerdan las aberturas en los cascos de los
transatlánticos. La propia energía magnética que la nave principal suministra para la pro-pulsión de
los "discos" y sin la cual éstos no se moverían, fue prevista por Ezequiel con sagacidad, pues en el
versículo 21 del capítulo 1ro., dice: "... porque el espíritu del animal estaba en las ruedas"; pudiendo
ser traducido, "ipsis-literis": "la energía magnética de la aeronave principal estaba en los discos". Hay
cierta claridad en identificar a los marcianos en la profecía de Ezequiel, pues él describe lo siguiente
en el versículo 8, del capítulo 1ro.: "... Y tenían manos de hombres debajo de sus alas...", cuya
descripción nos recuerda, muy bien, las protuberancias que los habitantes de Marte poseen en los
omoplatos, sobre los brazos. Ezequiel notifica otro hecho expresivo en el versículo 13, capítulo 10,
cuando asegura: "Y, en cuanto a las ruedas, a ellas se las llamó a mis oídos de Galgal", de cuya
palabra se deduce la corrupción del verbo "galgar" que equivale a "elevarse, subir, alinear, subir
repentinamente, elevarse velozmente, saltar, etc.", o sea, la representación exacta y dinámica de los
movimientos rapidísimos que ejecutan los referidos discos, en sus excursiones y movimientos, que
tanto espantan a los terrícolas.
No podemos proseguir en el asunto, en vista de lo reducido de este trabajo mediúmnico. Sin
embargo, el observador atento puede encontrar en la Biblia, a través de otras profecías, nuevas
justificaciones de la hora severa y dolorosa que atravesáis, bastante conocida entre los marcianos.
Pregunta: Siendo la ciencia de los marcianos tan adelantada, ¿cómo se explica que desconozcan
la resistencia de nuestros metales, al extremo de ignorar reacciones desastrosas como esa que
ocurrió?
Ramatís: Omnisciente, solamente lo es Dios. El hombre de Marte, aunque más evolucionado que
el ciudadano terrestre, es todavía lo que pudiéramos decir, un alumno en pleno aprendizaje. Sus
conocimientos científicos son exactos, pero en relación con su orbe. Por consiguiente, es natural que
ignore el tenor de resistencia y vulnerabilidad de las sustancias oriundas de otros planetas. Este caso
lo hallaréis bastante verosímil si consideráis que, no obstante el extraordinario progreso obtenido por
vuestros científicos en la esfera del átomo, aun ignoran los efectos o reacciones producidos por la
radioactividad del polvo atómico. No obstante, se trata de un fenómeno que se desarrolla en torno de
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Voladores
vuestro propio "hábitat".
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
CAPITULO XXVII
VIAJES INTERPLANETARIOS
Pregunta: ¿Acostumbran los marcianos realizar sus viajes interplanetarios con cierta frecuencia?
Ramatís: Existe una línea de vuelo regular entre Marte y el satélite artificial (colocado en órbita),
que permite una especie de "fines de semana" para los marcianos. Están aumentando también los
intercambios con otros orbes; y la Tierra significa para ellos el más nuevo objetivo interplanetario.
Pregunta: ¿Qué forma tienen las espacio-naves de vuelo interplanetario? ¿Guardan semejanza
con nuestros aviones?
Ramatís: Hay cierta semejanza, pues el largo vuelo de un planeta a otro exige siempre un
aparato cuya estructura de sustentación se aproxime al vuelo del ave gigantesca. Es una nave de
gran porte, alargada, construida también de materia vítrea y resistente a 6,000 grados de calor y a
presiones increíbles. Sus disposiciones internas, en las acomodaciones, compartimientos de
equipaje, depósitos y material de vuelo, recuerdan los recursos de la ingeniería terrestre, en la que
los ángulos más insignificantes están encuadrados en la masa útil. Existen varios tipos, mas no
difieren en cuanto a las líneas básicas de navegación aérea. Son pintadas en colores claros, al gusto
marciano; las insignias en el dorso se refieren al número de misiones interplanetarias y a los planetas
ya visitados.
Pregunta: Desde nuestro punto de vista terrestre, ¿cuál es el aspecto más conocido a que se
asemeja esa espacio-nave marciana?
Ramatís: Su forma se asemeja a un "huso-volador". En sus rapidísimos vuelos interplanetarios, el
material resistente, poderoso, aunque algo más flexible, y que reviste todo el cuerpo, se amolda un
tanto a las presiones exteriores. No hay compresión interna.
Pregunta: ¿Conducen muchos pasajeros y tripulantes?
Ramatís: Las más modernas, actualmente, permiten conducir hasta ciento veinte personas, con
cierto sacrificio de la carga de pequeños aparatos voladores que acostumbran conducir en su interior.
Pregunta: Entonces, ¿esos aparatos, "discos voladores", son transportados en viajes
interplanetarios, en el interior de esas espacio-naves?
Ramatís: En cualquier viaje son siempre transportados, como mínimo, doce aparatos de vuelo
atmosférico; y son éstos, realmente, los responsables de todas las investigaciones y con-tactos
directos con los mundos visitados. Su movimiento desembarazado hacia cualquier ángulo, y el
cambio rapidísimo de velocidad; la rapidez de partida del punto estático hacia altas velocidades; su
tamaño adecuado para las incursiones locales y la reducción de energía con los recursos mecánicos
más simples y prácticos en la sustentación atmosférica, contribuyen para que esos aparatos "discos
voladores" sean los preferidos para los vuelos internos en los orbes. Además, posibilitan
adaptaciones urgentes en casos de gravedad inesperada, cuan-do penetran en la atmósfera de
planetas desconocidos.
Pregunta: Los científicos terrenos también están procurando realizar un vuelo en dirección a la
Luna, como su primer objetivo interplanetario.
Ramatís: No desmentimos esa futura y posible experiencia de vuestros científicos; pero
deploramos vuestra prisa en dilatar fronteras planetarias, cuando aun no habéis conseguido la paz y
la armonía entre vuestra humanidad. Mientras problemas graves y costosos aun exigen toda la
capacidad de recursos terráqueos, es improcedente y prematuro resolver los que, de ningún modo,
deben anteponerse a vuestras necesidades más imperativas.
¡Sí!: ¿Cómo se justifica que disipéis millones en experiencias extemporáneas con ingenios
interplanetarios, en vez de aplicar esas sumas fabulosas a la extinción del analfabetismo en el mundo
entero, así como también en extinguir esa exposición miserable y chocante, constituida por los
mendigos desnudos y llagados, instalados en las plazas públicas? Por encima de todo, destinar esos
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
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millones en solucionar el drama social constituido por esas criaturas, por esos niños huérfanos de
padres muertos y "vivos", y que, formando legión inmensa, se encuentran en las calles y en las
colinas, abandonados como perros sin dueño; pues semejante espectáculo no deshonra sola-mente a
los gobernantes de cada país. ¡Es una calamidad de tuberculosis social que envilece y rebaja la
conciencia de la propia Humanidad!
Vuestros pretendidos viajes a la Luna constituyen, pues, una discrepancia más de vuestra
mentalidad, de vuestra insensibilidad en relación a los problemas fundamentales de la civilización
actual y de la que se aproxima. ¿Por qué entonces, tratáis de ampliar el panorama de vuestra visión
científica en el mundo material, si aun tenéis un desierto moral en el corazón?
Pregunta: ¿Y por qué no es incongruente que los marcianos se preocupen en alcanzar nuestro
planeta?
Ramatís: Se trata de una humanidad superior, perfectamente equilibrada en el binomio Fe y
Ciencia. Y por eso ya se hace acreedora al premio de la inspiración elevada para solucionar el vuelo
interplanetario, y al de la autorización para influenciar mundos más atrasados. El marciano es un
ciudadano altamente espiritualizado, que "desciende" para servir y orientar; al paso que el terrícola,
belicoso, egoísta y materializado, cuando "sube", ¡es para destruir y sembrar discordias en su
camino!
Pregunta: Las espacio-naves, ¿pueden volar sin precauciones especiales, en los vuelos
interplanetarios?
Ramatís: Cuando viajan entre globos o planetas distantes de capas atmosféricas, vuelan
debidamente protegidas, herméticamente cerradas y libres de las temperaturas externas. Pero en su
interior tienen completo desahogo, debido a que poseen una gravedad propia.
Pregunta: Los "husos-voladores", ¿se mueven también por la energía aprovechada de la fuerza o
de la acción de gravedad a que os habéis referido?
Ramatís: Naturalmente, carecen de una energía exterior para crear sus propios campos de
gravedad. Obtienen esa energía directamente de las estaciones generadoras, en Marte, y la
acumulan en grandes reservas; poseyendo igualmente, en su interior, pequeños grupos de
generadores que producen fuerza magnética.
Cuando emprenden sus vuelos interplanetarios, como medida de seguridad, conducen estanques
de reservas, cargados de energía marciana "súper-comprimida". Así como los aparatos de vuelo
atmosférico aumentan su poder de propulsión a través de la acción de los velocísimos anillos
magnéticos, las aero-naves interplanetarias expelen "chorros magnéticos" que les trasmiten impulsos
aceleradores de velocidades fantásticas, más allá de todas vuestras osadas conjeturas.
Pregunta: ¿Por qué no extraen esa energía de otras atmósferas planetarias, en vez de conducir
estanques especiales?
Ramatís: Es debido a que cada orbe posee atmósfera magnética de tenor energético diferente,
en equivalencia a la distancia en que se encuentra del núcleo del sistema marciano; en relación
también a su tamaño e, igualmente, a las incidencias gravitacionales de otros planetas. Hay que
considerar aún el factor "edad" de cada mundo, que le crea un tenor magnético específico o
adecuado a sus necesidades y a su contextura física. La Tierra, por ejemplo, presenta un cociente
magnético considerado "muy impuro" e impropio para ser utilizado en el sistema motriz de las
aeronaves e espacio-naves de Marte.
Pregunta: Entonces, ¿el magnetismo que existe en la atmósfera terráquea no puede ser extraído
por los marcianos?
Ramatís: Puede ser extraído y servir, también, satisfactoriamente, en la creación de los propios
campos gravitacionales de las espacio-naves; mas tendría que ser sometido a una especie de
"curación" o refinamiento, para librarlo de las impurezas o viscosidades que provienen de la mente
humana. El magnetismo terrestre está impregnado continuamente por las vibraciones letárgicas de su
humanidad sin control psíquico y mental; y esa operación de "curación" o "tratamiento" preliminar sólo
puede ser obtenida en el ambiente de Marte, pues exige mecanismos complejos que imposibilitan su
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
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transporte interplanetario.
Pregunta: ¿Podéis darnos un ejemplo más accesible a nuestros conocimientos?
Ramatís: Considerad que la gasolina, el aceite y el kerosén provienen del petróleo; no obstante,
son profunda-mente diferentes en sustancias y aprovechamiento. Es obvio que los vehículos
construidos con mecanismo para usar gasolina, no pueden usar el kerosén, aunque éste provenga de
la misma fuente u origen. Se hace necesario un proceso de adaptación, o hay que "tratar" el kerosén
para refinar la gasolina. Los propios aviones de vuestro mundo exigen un tipo de gasolina llamada
"de aviación", cuya calidad es muchísimo más purificada que la de aquella que usáis en los vehículos
terrestres. Lo mismo sucede con las naves interplanetarias marcianas. Aunque la energía magnética
de la Tierra provenga del mismo campo de magnetismo solar, no por eso puede compensar,
íntegramente, el tenor energético de la atmósfera de Marte.
Pregunta: Admitiendo que las aeronaves marcianas se resolvieran a usar el magnetismo extraído
de nuestra atmósfera, ¿cuáles serían los resultados?
Ramatís: Comparativamente, las consecuencias serían las mismas que resultarían si colocarais
aceite grosero o pesado en máquinas que exigen aceite refinado. Esa experiencia ya fue realizada, y
el espacio-nave marciano encontró serias dificultades para ajustar a sus funciones el delicado
mecanismo electrónico equilibrante de los campos gravitacionales.
El chorro "magnético-etéreo", que en el magnetismo de contenido puro es absolutamente invisible
a los ojos físicos, llegó a producir manchas densas en torno de la espacio-nave.
Pregunta: ¿Cuál es el tamaño de esas espacio-naves interplanetarias y cuál su velocidad habitual
en sus vuelos de mayor recorrido?
Ramatís: El tamaño o envergadura del espacio-nave de largo recorrido tiene una longitud de 500
metros por 30 metros de altura. En cuanto a su velocidad, ciertamente, os causará asombro nuestra
afirmación, aun tomando por base las velocidades supersónicas, pues las velocidades de las aero-
naves marcianas interplanetarias pueden alcanzar a un millón de kilómetros por hora.
Pregunta: Realmente, nos reservamos el derecho de no poder comprender tal afirmación, por huir
a nuestro actual entendimiento científico común. Nuestra mente aun no con-sigue conjeturar
semejante velocidad. ¿Podrá aclararnos algo más al respecto?
Ramatís: Aun estáis muy distantes de innumerables factores que os conducirán a los resultados
ya alcanzados por los marcianos. La idea que tenéis del "roce" o de la "fricción", en los espacios
interplanetarios, aun no ultrapasó vuestro campo de las experimentaciones comparativas, aunque
sepáis que el obstáculo a las velocidades altas disminuye gradualmente, en proporción a la altura.
Todos los problemas y complejidades de los mismos, los resolvieron definitivamente los marcianos,
después de haber dominado la ley de gravedad.
Pregunta: En esa propulsión a través de la fuerza aprovechada de la ley de gravedad,
¿alcanzaron ya los marcianos la máxima velocidad posible?
Ramatís: No hay línea limitativa para los eventos humanos, por la simple razón de que el hombre
es un reflejo vivo de la Sabiduría Divina, o sea, "el hombre fue hecho a imagen de Dios" y "el reino de
Dios está en el hombre". Por consiguiente, la eternidad es un campo de trabajo y de ascensión del
ser humano, sin limitaciones estáticas. Actualmente, los científicos de Marte estudian el control
gradual de la atracción de los demás planetas y las variadas graduaciones de cada mundo en su
influencia magnética sobre Marte. Conociendo gran parte de las oscilaciones cósmicas, que hacen
que los sistemas planetarios se muevan en el espacio, esos cien-tíficos ya consiguieron medir las
líneas de fuerza de innumerables sistemas que cruzan el área de influencia de su orbe. Ya comentan,
pues, futuros viajes interplanetarios, simplemente a base de control de las atracciones planetarias
más allá de Marte.
Pregunta: ¿Cuál fue el problema más complicado que tuvieron que resolver los marcianos, para
conseguir ese modo de propulsión aérea?
Ramatís: Fue el del control de la fuerza magnética. Pero lo hicieron sin aflicción y sin los objetivos
belicosos que son comunes en vuestro mundo. ¿Ya habéis pensado en el crimen que cometió el
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
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hombre terreno, ante Dios y sus emisarios, cuando, recibiendo alas para competir con el pájaro, hizo
de sus aves mecánicas un rayo de muerte sobre las ciudades indefensas? ¿Podréis, por ventura,
imaginar el dolor de los que de aquí partieron para vuestro orbe, como los herma-nos Wright y Santos
Dumont, con el fin de daros "lo más pesado que el aire" y el "sentido direccional", al verificar,
después, que esa dádiva del Padre, vosotros, con vuestra cruel-dad, la utilizasteis para objetivos
infernales de destrucción, horror y sangre?...
Pregunta: El vuelo interplanetario, ¿es supervisado por los tripulantes alternándose en los
controles, conforme se procede en los aviones terrestres?
Ramatís: Los aparatos en el interior, para el control de la dirección del vuelo, son muy simples y
difieren inmensa-mente de los de vuestros aviones, con su pizarra de llaves, relojes, brújulas,
marcadores de presión, de aceite, gasolina, temperatura, nivel, ángulos diferenciales, generadores,
sincronizadores de velocidad y de rotaciones, régimen de ascensión o descenso, aumentado aún por
la multiplicidad de palancas y manivelas de propulsión. Las aeronaves marcianas poseen un sistema
de "tricontrol", automático, que regula las fases negativas, positivas y neutras de la gravedad, en
consonancia con las zonas de atracción o influencia magnética del espacio que recorren en el viaje.
Ese control ajusta rápidamente todas las variaciones de densidad gravitacional, a medida que las
naves se aproximan o se apartan de determinados campos de acción planetaria. Como la acción de
esa gravedad se ejerce esféricamente, en líneas de fuerzas magnéticas que actúan concéntricamente
en todos los cuerpos, el "tricontrol" atiende la perfecta distribución de la energía gravitacional en torno
de la aeronave. Se podría decir que la nave interplanetaria pierde su "peso", en virtud de la genial
distribución de las líneas de presión en todos sus campos electrónicos. La velocidad y dirección son
obtenidas a través del principio simple de Física, en la ley de atracción o repulsión de los polos
magnéticos, en relación a la densidad y a la fase del campo de gravedad de la aeronave. Ese
conocimiento y control de la gravedad evita a los científicos marcianos las exageraciones técnicas de
la Tierra, en la aflicción del medio de propulsión de sus aviones.
Pregunta: ¿A qué se refiere el hermano, al mencionar las "exageraciones técnicas terrestres"?
Ramatís: En vista del enorme gasto que hacéis al construir una de vuestras aeronaves más
modernas, ¡imaginad los recursos fabulosos que tendríais que despender cuando pretendieseis
construir una nave interplanetaria! Vuestra instrumentación es exageradamente compleja. Cuando
atendáis a la simplicidad de las leyes que rigen los movimientos planetarios del espacio cósmico,
comprenderéis que vuestra complejidad hizo más difícil o complicó más la solución de ciertos
problemas.
Pregunta: Cuando una espacio-nave parte de Marte, en dirección a la Tierra, ¿necesita prever el
desplazamiento de nuestro planeta, a fin de no salirse de su zona de atracción?
Ramatís: Esa probabilidad de error no tiene razón de ser porque la espacionave en su vuelo está
sometida a la "línea de fuerza magnética" que liga los dos planetas, alcanzando siempre su blanco.
Su dirección no depende del piloto, como acontece con vuestros aviones; su rumbo está subordinado
a la línea de atracción del campo magnético de la Tierra, en la diferenciación de la ley de gravedad,
por cuyo motivo, no hay desviaciones ni necesita una partida prematura para coincidir exactamente
con vuestro orbe.
Pregunta: Dicen los científicos que el problema más complicado para dirigirse a otros planetas,
consiste en la travesía del vacío.
Ramatís: Realmente, así sería si las espacionaves marcianas dependieran de combustibles
semejantes a los de la Tierra, necesitando impulsos violentos iniciales para la travesía probable del
vacío. No olvidéis que las aeronaves de Marte operan en un campo magnético, cuya vibración
excluye la interferencia de la acción de cualquier otro fenómeno físico. El problema del vacío es para
vuestros aviones de orden más físico, más material, en cuanto que para los marcianos el problema se
circunscribe al campo magnético. Mientras para vosotros son necesarios "impulsos" de alto tenor
para ganar la velocidad capaz de lanzaros más allá de la faja de vacío, el problema es nulo para las
espacionaves marcianas, que la atraviesan "atraídas" por los campos de gravedad de otros orbes,
donde el magnetismo planetario y la energía vibrátil, en el "éter cósmico", son factores básicos de la
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
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propulsión. El magnetismo cósmico es ley y fuerza en vibración constante en el vacío, y es este
magnetismo energético el que las naves interplanetarias de Marte dominan absolutamente.
Pregunta: Los vestidos que los marcianos usan en los viajes interplanetarios, ¿son también a
presión?
Ramatís: Ellos lamentan el inmenso sacrificio del piloto terráqueo, que para volar algunos
kilómetros por encima del suelo, tiene que soportar opresiva vestimenta.
Pregunta: ¿Viajan sin la protección de trajes especiales?
Ramatís: Usan los vestuarios comunes; pero se protegen en cuanto al clima de los planetas que
visitan, adoptando trajes adecuados para los casos en que tengan que soportar climas y presiones
diferentes a su medio de protección.
Pregunta: En vista de la velocidad asombrosa que des-arrollan, ¿por qué no se desintegran los
materiales que componen esas espacionaves? En la Tierra se han desintegrado aviones con menor
velocidad. ¿Cuál es el factor principal que evita tal efecto?
Ramatís: La sustancia vítrea que forma el exterior de las naves, tiene la superficie tan lisa como
la porcelana encerada, y resiste hasta 6,000 grados de calor. Cuando es fundida en las gigantescas
usinas de Marte, recibe un tratamiento específico, magnético, que actúa en sus órbitas electrónicas y
la deja menos expuesta a la fricción en el campo físico, y más energética en el área magnética. Es
levísima y fácilmente desplazable hacia las más altas velocidades, y posee la facultad de convertirse
intensamente en radioactiva y desintegradora, en torno, en relación con el aumento de velocidad. A
medida que se produce la "fricción" en el exterior, ese material amplía su radioactividad y cohesión
molecular, eliminan-do la propia "fricción", compensándola en seguro equilibrio "físico-magnético".
Los fenómenos comunes que surgen en el paso rápido de la estática a la dinámica, son
completamente eliminados por el dominio de la ley de gravedad. En vez de "impulsos" contra un
campo de resistencia "magnético-gravitacional", "desplazándose" de otra zona de influencia, las
espacionaves siguen matemáticamente la línea de fuerza que ellas mismas crean y desplazan. En
velocidades inconcebibles a los cálculos más osados de vuestras conjeturas, las naves se mantienen
en campo neutro; a medida que avanzan hacia los polos positivos o negativos, que tienen a la vista
como objetivo magnético, disminuye, también, la estática, en proporciones decrecientes. Es una
compensación gradual, que sólo al decursar de los siglos futuros podréis comprender
satisfactoriamente. En el pasado, cuando los vehículos terrestres con-seguían con dificultad el
promedio de 30 kilómetros por hora, la medicina terrestre, ignorando las velocidades supersónicas
actuales, aseguró que por encima de 300 kilómetros el organismo humano se diluiría completamente.
Pregunta: ¿Qué ejemplo común a nosotros, podría dar-nos una idea de esa "zona neutra" y
permanente en las espacionaves?
Ramatís: Imaginad uno de esos globos comunes de papel de seda, que se elevan bajo la acción
del aire caliente in-terno. Suponed que está absolutamente inmóvil, en el espacio, gracias a un
perfecto equilibrio entre la presión interna y la externa. Si calentáis más el aire interior, el globo tiende
a subir; pero si lo enfriáis, tiende a descender; y cuando la presión externa es equivalente a la masa
interna, calentada, el globo permanecerá inmóvil. Considerad, entonces, que la espacionave, en vez
de "aire caliente", vibre "magnetismo" más o menos denso, en correspondencia con el campo natural
exterior. Su propio campo de gravedad es el que regula su velocidad; si el tenor "artificial" que
compone la atmósfera interna, calibrado con el aire caliente del globo, es un "quantum" en equilibrio
con el "quantum" libre en el espacio, hay perfecta inmovilidad; cualquier alteración diferencial que se
produzca, de acción, positiva o negativa, hará que la espacionave se desplace, atraída hacia el área
magnética más poderosa.
Pregunta: ¿Podría hacernos más comprensible ese movimiento de atracción hacia una "área
magnética más pode-rosa"?
Ramatís: La espacionave se afirma en los campos magnéticos planetarios, para formar sus
reacciones gravitacionales; y su campo propio de gravedad está siempre en equilibrio con la masa
magnética exterior, cuando desea la inmovilidad; y es contrario, si se mueve hacia "afuera" o hacia
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"adentro" de la zona magnética de los planetas. Considerando la Tierra como una área magnética
negativa, siendo el centro de gravedad positivo, ella tiende a descender, bajo la ley de los polos
contrarios que se atraen. Sin embargo, es suficiente cambiar la masa o presión gravitacional interna,
para que la misma fase negativa terráquea se imponga y la nave sea repelida de acuerdo con la ley
de que los polos semejantes se repelen. La velocidad y la capacidad de vuelo, consecuentemente,
quedan circunscritos a las diferencias de los campos de gravedad entre la espacionave y las masas
exteriores por donde transita.
Pregunta: ¿Suponiendo que la Tierra sea un polo positivo, en vez de negativo, que sucedería?
Ramatís: El fenómeno es inverso; la gravedad propia de la nave debe ser negativa, para ser
atraída a la Tierra, y positiva para ser repelida.
Pregunta: Habiendo aclarado que el aumento de fricción en el cuerpo de las aeronaves
interplanetarias es gradualmente atenuado por las propias radiaciones que neutralizan la fricción, esto
no nos aclara bien en cuanto a las presiones exteriores. ¿Qué puede agregar?
Ramatís: En torno de la aeronave interplanetaria, se crea un campo magnético que aumenta en
intensidad y radioactividad de acuerdo con las velocidades. Interpenetra vigorosamente el exterior y
alcanza, a veces, el área de diez veces el tamaño de la nave, formando una "envoltura" de atmósfera
magnética, desintegradora, en torno de la aeronave. Esa "envoltura" de atmósfera magnética
radioactiva es responsable de todos los roces, presiones y cualquier eventualidad, como cenizas
cósmicas o polvaredas siderales, asemejándose a una coraza protectora que se dilata, comprime o
expande alrededor de la aeronave, eliminando cualquier influencia exterior que se oponga u
obstaculice el curso del vuelo A través de su sensibilidad electrónica, los tripulantes pueden auscultar,
a distancia, la existencia de meteoros, asteroides, fragmentos errantes y peligrosos, que puedan
encontrarse en la ruta del viaje Los "polos eterices", que aun desconocéis, superactivados en ese
campo radioactivo, identifican las diagonales de fuerzas planetarias que inciden en la posición de la
espacionave, en relación a los otros orbes y sistemas Gracias a la protección obtenida por esa área
magnética desintegradora, en el exterior, los tripulantes disfrutan la temperatura y la presión que
mejor les conviene en el interior de la aeronave
Pregunta: ¿Cómo actúa ese "campo desintegrador" durante el vuelo?
Ramatís: Cuando la nave se proyecta a gran velocidad, se forma a su alrededor un "triangulo
radioactivo", debido a la compresión magnética de la atmósfera exterior, que recuerda el surco de
espuma que la proa de los navíos abren en la superficie del océano La aeronave se asemeja a una
caja de metal, volando en el centro de una nube radioactiva, con clima y presión interna
independientes de los elementos ex-ternos
Pregunta: Ese campo radioactivo magnético, ¿podría desintegrar los seres humanos si ellos se
aproximaran?
Ramatís: El área radioactiva aumenta o disminuye de acuerdo con la velocidad, y al posarse en el
suelo, es absolutamente controlada por los tripulantes
Su principal objetivo es aislar el exterior durante los vuelos, y proteger las naves en atmósferas
extrañas, de las que se ignora el contenido energético o las sustancias peligrosas a la integridad del
material Sin embargo, puede desintegrar los seres, como también cualquier objeto cuyo material no
resista mas de 6,000 grados de calor
Pregunta: En el caso de que la espacionave esté posada, ¿cuales serian los efectos sobre el
hombre terráqueo, si este permaneciese en su radio de acción'
Ramatís: Un contacto demorado junto a la expansión natural y radioactiva del aparato, crearía
una acción antígena, o sea lo que llamáis anti-cuerpos, pues se procesaría vigorosa defensa en
vuestro sistema sanguíneo Los influjos radioactivos influenciarían los procesos de la hematopoyesis
en el interior de la medula ósea Ante una "hiper-función" hepática, se produciría una extenuación
orgánica, y consecuentemente, extinción de la vida, pues la irradiación atacaría, también, las
hormonas vitales y el metabolismo endocrino, llegando a ocasionar un sincope toxico.
Pregunta: Entre esos violentos roces o presiones exteriores que habéis referido, ¿podríais citar
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alguno que haya constituido problemas más complejos a solucionar en los viajes interplanetarios?
Ramatís: Hubo las barreras magnéticas, una especie de "iceberg" de magnetismo, que se
interponen a las velocidades altísimas desarrolladas por las espacionaves De acuerdo con las líneas
de vibración magnética que se extienden del núcleo solar en relación con los movimientos que los
satélites ejecutan en sus órbitas, se crean, a veces, otros tipos de barreras que, para vuestra
comprensión, denominaremos "cortinas magnéticas"
Pregunta- ¿Como les fue posible solucionar ese problema de las "barreras magnéticas"?
Ramatís La primera solución surgió cuando fue posible dominar la propia energía magnética Las
barreras o cortinas de magnetismo fueron vencidas con profundas modificaciones procesadas en la
intimidad casi "etérica" del material que forma la aeronave Las formaciones mas voluminosas, densas
y resistentes, que comparamos a los "iceberg", desplazadas en el océano infinito del cosmos,
exigieron soluciones aun mas complicadas En vista de la estructura profundamente constrictiva de
esas masas imponderables, se hizo necesario componer y recubrir las aeronaves con una especie de
"envoltura" magnética, penetrante y poderosamente desintegradora en la faja vibratoria de la barrera,
cuya acción se anticipa diez o veinte veces a la propia aeronave, configuran-do vigorosa aura
magnética radioactiva, que modifica, perfora y abre un surco en la "masa" del "iceberg", produciendo
algo parecido a un canal tubular Por ese tubo o túnel, anticipadamente abierto por la "envoltura"
protectora, la nave se proyecta en indescriptible velocidad, inconcebible a vuestras ideas La sustancia
radioactiva que constituye la "envoltura" y que penetra todos los campos electrónicos de la
espacionave, es mas activa que la del tenor normal del "iceberg" , y se puede incorporar tomando
forma de embudo o aplanándose, de acuerdo con las reacciones encontradas en la trayectoria y la
alimentación energética que recibe también de la propia aeronave
Pregunta: El hermano hizo alusión, antes, a la "televisión interplanetaria de los marcianos ¿Puede
hacernos alguna aclaración al respecto?
Ramatís: Los científicos marcianos operan en la intimidad del "éter-cósmico", de un modo
positivo, seguro y de "adentro hacia afuera"; pues es un vehículo amplio y sin distorsiones. Sobre ese
campo sutilísimo, impermeable a los aparatos terráqueos, se procesan todos los fenómenos de la
vida en los mundos de las formas. La ciencia terrestre, por así decir, actúa más en la superficie: "de
afuera hacia adentro." La espacionave principal posee un aparato de "televisión" interplanetaria;
recibe las imágenes captadas por los "discos" y las trasmite a las estaciones receptoras situadas en
los satélites artificiales, fuera de la atmósfera de Marte. A través de los lentes de profundidad etérica,
de esa "televisión refractada", las imágenes son recogidas nítidamente a distancia y sin
deformaciones, y se proyectan a través de un campo cristalino. No os preocupéis con la naturaleza
de las ondas televisionadas. ni con el hecho de si viajan en línea recta, curva u oblicua. Vuestro
problema de "televisión" radica en el campo atmosférico de la Tierra, y para los marcianos se
circunscribe a la esfera "magnético-etérica", directamente en el área de cohesión entre los planetas
cuyos "quantums ondulatorios" se comportan admirablemente dentro de las mismas leyes de
atracción y re-pulsión de los "polos etéricos"; recuerdan anillos de fuerzas, creando sutilísimos
"campos de visión", pero controlables y dirigidos satisfactoriamente por los científicos marcianos.
Pregunta: ¿Pueden los marcianos conducir plantas, insectos, aves o animales de pequeño porte
en sus espacionaves?
Ramatís: Su conocimiento genial en el campo científico les permitirá crear atmósfera similar a la
de la Tierra, dentro de sus espacionaves, y también en su propio planeta, si así quisieran. El
transporte interplanetario se haría sin dificultad, toda vez que las naves poseen sus propios campos
de gravedad, que exigen apenas atmósfera conveniente al tipo biológico.
Pregunta: ¿Conseguirían esos animales, insectos y aves adaptarse al "hábitat" marciano?
Ramatís: No os dejéis dominar por el extremismo de las contingencias o ambientes opuestos de
vuestro planeta, en relación a otros orbes; pues en el fondo de vuestros océanos hay especies de
peces que soportan presiones inconcebibles. ¡En los "géiser", podéis encontrar infusorios y ciertos
organismos que sólo sobreviven en el agua en ebullición! Algunos insectos resisten temperaturas
calientes, capaces de tostar un ser humano. La condición física o biológica de vuestra morada no
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debe servir de paradigma absoluto de otras vidas y climas, pues ello es apenas incomún, pero no
imposible. Mientras el armadillo permanece en el seno de la tierra, el buitre tiene su campo de acción
exclusivo en la atmósfera. El león del Sahara ardiente dudaría de la existencia del oso polar; así
como el ciempiés tiene derecho a exponer su falta de creencia en la realidad de los seres bípedos.
¿Cómo convencer a la roca de que la tortuga es un guijarro que nada, o afirmar a Julio César que su
organismo era apenas un complejo "hábitat" de colonias microbianas?
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ASTROSOFIA
CAPITULO XXVIII
Pregunta: ¿Han estudiado los marcianos nuestro globo, a través de instrumentos propios de la
ciencia astronómica?
Ramatís: Si vuestra ciencia puede examinar el planeta Marte, con su imagen aumentada más ó
menos en doce mil veces, los científicos y astrónomos marcianos, a través de sus poderosos
telescopios "magnéticos-etéricos", consiguen aumentar la de vuestro planeta, ¡más allá de cien mil
veces! Contemplan perfectamente todos los contornos, accidentes geográficos, mares y perfiles de
las costas oceánicas, distinguiendo claramente las contexturas de las vegetaciones periódicas o
estacionarias, los desiertos, valles, cráteres y picos montañosos. Anotan matemáticamente todas las
fases lunares y prevén, con facilidad, las modificaciones en el campo astronómico de vuestro mundo,
conociendo innumerables fenómenos de vuestro orbe y sus consecuencias, de los cuales ignoráis su
origen exacto.
Pregunta: Los observatorios e instrumentos adoptados en Marte, ¿se asemejan a los nuestros,
en el campo astro-nómico?
Ramatís: Progresaron considerablemente en el campo de la óptica y de la instrumentación
sensible que es necesaria para esa ciencia. Sus lentes, menores que lo que son vuestros discos de
200 pulgadas, con acentuada variedad para un "azul-eléctrico", que les comunica vibración de
profundidad etérica, valen más por la calidad que por la extensión de su diámetro. Lo que deseamos
significar, es que mientras emprendéis hercúleos esfuerzos tratando de aumentar la cantidad de
descubrimientos científicos, los marcianos, en ritmo lógico y más sensato, procuran descubrir siempre
la calidad que vibra y palpita en la intimidad de cada fenómeno de la creación.
Pregunta: ¿Cuáles son las posibilidades científicas de esos "telescopios de profundidad eterice",
en la observación de la atmósfera de nuestro globo?
Ramatís: Instalados en poderosos aparatos "tele-foto-magnéticos", consiguen fotografiar
perfectamente la periferia de la Tierra, sobrepasando vuestro proceso de retratar apenas las
configuraciones, accidentes y disposiciones atmosféricas; lo que sería, realmente, un aumento de
"cantidad-volumen-materia". Fijan también el aura psíquica de vuestro orbe.
Pregunta: ¿Poseen ellos aparatos que, de forma objetiva, les permitan reconocer y definir
nuestras disposiciones psíquicas y nuestro desenvolvimiento mental?
Pregunta: De acuerdo con la regulación vibratoria de los campos magnéticos receptivos de la
instrumentación, ellos consiguen seleccionar el tenor emotivo y mental específico, producido por la
humanidad terrena. En laboratorios especializados, examinan y obtienen ilaciones irreprensibles, a
través de los detectores que registran esos "espectros-psico-mentales", conociéndoos íntimamente
en el campo psíquico, mental y, consecuentemente, material.
Pregunta: ¿Cuál es la forma objetiva que les permite reconocer nuestras disposiciones psíquicas
y nuestro desenvolvimiento mental?
Ramatís: Naturalmente, no desconocéis las corrientes experimentaciones de la ciencia terrestre,
que se efectúan en el campo de las "ondas ultra-micro-cortas", proyectadas por el cerebro humano.
El pensamiento es un "quantum" ondulatorio, que se impregna de la energía ambiental, toma cuerpo
al encuentro de las vibraciones de otras mentes, adquiere aliento y prosigue, cual dardo implacable,
rumbo al objetivo ideado. Vuestras máquinas de "descubrir mentiras", y ciertos apara-tos de
diagnósticos mentales, a semejanza de los "electroencefalógrafos", son basados en la existencia
concreta de esas ondas mentales emitidas por el cerebro.
Os comprueban tales fenómenos, los "efluvios mentales" grabados en chapas sensibles, de
delicada emulsión, los delineamientos áuricos y los fluidos ódicos que se pueden fijar en películas, así
como las oscilaciones de los rayos "Roentgen" que penetran materias leves, como vestimentas,
maderas y los mismos tejidos del cuerpo humano. Siempre que hay algo fijable por la fotografía
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sensible, (frecuencias de ondas que surgen en concordancia con la gestación de los pensamientos
humanos), la naturaleza ondulatoria ha de portarse dentro de determinados límites,
característicamente de acuerdo con el tipo de la idea expuesta. Los pensamientos puros, delicados y
nobles vibran en fajas elevadas, en una frecuencia sutilísima, que en un examen "mentalográfico"
redundarían en un patrón señalético cohesivo y armónico. Las ideas irritables, coléricas, lujuriosas y
contaminadas de odio o avaricia, han de producir señales gráficas opuestas a las que identifiquen las
poses de los pensamientos equilibrados y sanos.
Pregunta: ¿Poseen los marcianos, entonces, verdaderas tablas de aforo mental de nuestro
mundo?
Ramatís: Es menester que comprendáis que la "ley de correspondencia vibratoria", en el Cosmos,
es siempre la misma en cualquier masa planetaria. El pensamiento de amor o de odio, producido por
un cerebro marciano o terreno, ha de .ser siempre identificado en la misma base inicial vibratoria.
Puede ser más o menos intenso, en uno o en otro, pero, para un experimentado científico hermético,
siempre existirá la señal diferenciadora de la naturaleza afectiva u odiosa del pensamiento emitido.
Los marcianos, adelantados en relación con vosotros en un milenio, tanto en el sentimiento, como
en el conocimiento esotérico, conocen milimétricamente todas las expresiones ondulatorias de las
ondas psíquicas, pudiendo identificar sin la menor dificultad o equívoco, las más sutiles variedades
vibratorias de los seres vivos. No precisan de tablas estadísticas para confirmar el contenido mental
que se exterioriza del cerebro humano; reconocen, de inmediato, la naturaleza intrínseca del
psiquismo desarmonizado, a través de sus aparatos "tele-foto-magnéticos", desde el suelo hasta las
franjas del límite astral en torno del globo. Ejecutan en un servicio "tele-fotométrico", el levantamiento
astral de vuestro mundo, que en la visión clarividente de los científicos marcianos, se ase-meja a una
esfera gaseosa espesa, grasienta, que envuelve los contornos del orbe terráqueo. Bajo la acción de
aparatos in-concebibles a vuestra comprensión actual, descomponen el "con-tenido-astro-mental" que
captaron, a semejanza de lo que hacéis con el rayo de luz en la fijación del espectro solar.
Naturalmente, no se trata de un aparato compuesto de anteojo, colinrdor y prisma, como es vuestro
espectroscopio tradicional, y de maravilloso y sensible captador, que opera en el campo "electro-
magnético-etérico", señalando, objetivamente, oscilaciones 20,000 veces más cortas que la luz; y
bajo la acción energética-mental, duplícanse las oscilaciones, y, entonces, el aforo se sucede en la
intimidad de las fajas vibratorias del campo astral, mental y de naturaleza psíquica.
Pregunta: ¿Cómo llegan a obtener la condición de nuestras disposiciones psíquicas, en el
examen del contenido astral que fotografían de la Tierra?
Ramatís: Reconocen, inmediatamente, la gama de vibraciones preponderantes, pudiendo deducir
el estado emotivo y psíquico de vuestra humanidad. Hay cierta correlación entre su modo de
búsqueda psíquica y el proceso "fisio-químico" de vuestros laboratorios, si convertís la rudeza de los
exámenes materiales en la delicadeza sutil de los análisis de la sustancia "psico-mental". Hay cierto
"modus operandi" que sigue una disciplina tradicional, como la de fijar, seleccionar, combinar y
comprobar reacciones. En cierto "tiempo-psico-analítico", verifican las vibraciones más groseras ¡os
cuadros "tele-fotométricos", destacando vuestras preferencias más groseras en la esfera instintiva,
tales como la zoofagia, desviaciones sexuales, glotonería, alcoholismos, vicios deprimentes, taras,
ninfomanías, enfermedades venéreas, emanaciones de las decisiones abortivas y exudaciones
mentales del envilecimiento del sexo; secundariamente, bajo nuevos procesos de graduación de las
reacciones psíquicas, van anotando las frecuencias vibratorias, que señalan los estados retrasados,
estratificados en la mente terrícola, tales como el orgullo, la vanidad, la crueldad innata, la hipocresía
constante, la avaricia permanente, la falsedad imperante, el celo dominante, o el pesimismo
incontrolable. En ese análisis inteligente, terminan registrando, también, los estados accidentales
como la cólera, la irritación, el insulto, la explosión de odio momentáneo, el recurso inesperado de la
astucia o la mentira irresponsable.
Pregunta: Por ventura, ¿llegan hasta el cansancio de examinar dos mil quinientos millones de
seres que componen nuestra humanidad, y conocer los estados emotivos de cada uno?
Ramatís: Las conclusiones se refieren al total obtenido en la suma de los estados psíquicos
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afines. Cuando señalan la vanidad, por ejemplo, especifican el porcentaje que aun existe de ese
defecto en la vida de los terrícolas, en proporción con el total de su humanidad. Registran el "tenor-
vanidad", predominante en el aura terráquea, en el porcentaje existente que dista de un estado
espiritual equilibrado, que sería "humildad". Saben, por los exámenes "tele-psicométricos" de vuestro
mundo, el estado de angustias y desequilibrios que aun vivís.
Pregunta: ¿Cuál es la impresión definitiva que guardan de nosotros, después de los análisis de
las emanaciones psíquicas de nuestra humanidad?
Ramatís: Se manifiestan compungidos por vuestra situación de ignorancia espiritual,
denominándoos el orbe de la "luz fría", o el mundo cuyos habitantes hacen del estómago un repulsivo
cementerio de restos de animales. Lamentan vuestra falta de intuición pura en el campo de la Fe y
vuestras luchas sangrientas por la ignorancia de los ajustes económicos; no entienden el entusiasmo
con que marcháis, eufóricos, para glorificar o conmemorar guerras fratricidas. Os hallan hambrientos
de sangre y de alcohol; filósofos que pregonan ideales, pero que contribuyen para el progreso de las
carnicerías y mataderos, hartándose en la ingestión de despojos sanguinolentos; científicos que
envejecen en la búsqueda de ingenios de muerte; químicos que se agotan en la sombra de las
retortas para encontrar el tóxico de la muerte. No comprenden como vuestros templos religiosos
vegetan helados y estancados, en torno de la miseria, del hambre y del crimen, llegando a permitir y
asistir, impasibles, indiferentes, a la destrucción, a la cremación de productos que Dios os da en
cantidad superabundante, a fin de que todos vosotros, y no una pequeña parte, puedan ser
beneficiados con una porción de los mismos, para atender a su alimentación. Semejante locura
insuflada por el egoísmo satánico de grupos que ya poseen dinero en abundancia, constituye un
crimen innominable y un insulto al Creador de todas las siembras. Resultando, entonces, esta
paradoja: si vuestras siembras se detienen marchitadas por el Sol ardiente y los ríos se secan hasta
el punto de que los bueyes y otros animales útiles mueren de sed, vosotros os deshacéis en
lamentaciones angustiosas, que llegan a dar motivo a lamentosas procesiones y promesas ridículas a
todos los santos y santas. Mientras que al contrario, si el Donador Divino y Señor de las aguas y de
las siembras, ha-ce que vuestras cosechas sean abundantes, entonces, en vez de idénticas
procesiones en el sentido de agradecer esa dádiva sublime, Le respondéis con furia iconoclasta de
arrasar por el fuego lo que clasificáis como exceso.
Y vuestros ojos y vuestros corazones insensibilizados por un egoísmo diabólico, no sienten ni ven
que, allí, por los caminos, bien junto a las pirámides de trigo y de café, y de las montañas de otros
productos útiles que convierten en humo, va pasando descalza, con dificultades y hambrienta, una
legión inmensa, compuesta de hombres, mujeres y niños tan míseros que, en realidad, ¡ni tienen
donde caerse muertos!
Semejantes crímenes no atestiguan solamente contra la conciencia de éste o de aquel país,
porque, en verdad, rebajan y envilecen la conciencia de vuestra propia civilización. Con todo, como
en el círculo de los crímenes en que hay más de un responsable la culpa de cada uno aumenta en
relación al grado de conocimiento de sus efectos nocivos, la responsabilidad por esos incendios
premeditados y criminales, de afrenta anti-fraterna y anti-cristiana, cabe, también, a las
organizaciones religiosas que ejercen dominio sobre la conciencia de las masas; pues si ante el
propósito de un gobierno, de llevar a efecto esos actos vandálicos contra los hambrientos de la Tierra,
los exponentes de las diversas iglesias que actúan en vuestro mundo, unidos todos en una protesta
clamorosa y retumbante, despertasen los corazones y las conciencias de sus fieles, con el fin de
elevar una protesta pacífica pero de repercusión internacional, seguramente, en tiempos de paz, ese
vandalismo de forma apocalíptica de ningún modo sería llevado a efecto. Monstruosidad tan
inadmisible que, hasta hace poco, la historia de vuestro mundo sólo señalaba esa demencia en el
anfiteatro de las guerras, cuando los casi vencidos, antes de su retirada o fuga, decidían destruir,
incendiar y arrasar todo, a fin de que el enemigo, al tomar posesión del terreno conquistado, no
encontrase cosa alguna que le pudiese aprovechar.
Pero, como toda violación de las leyes del Universo Moral está sujeta a un choque de retorno,
que queda elevado a la contingencia de un fatalismo, tendréis que recoger lo que habéis sembrado
con los desatinos de vuestro egoísmo y de vuestras ambiciones infinitas.
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Espántense aún, los marcianos, ante vuestra impiedad y cruel indiferencia; pues, residiendo, a
veces, en las adyacencias de los sanatorios, de los lazaretos y de los abrigos de cancerosos, os
regocijáis en paseos por las avenidas, instalados en lujosos vehículos acojinados, en tanto que la
miseria, la locura, la desgracia y el grito de angustia se mezclan al olor del combustible de vuestros
automóviles. Os asemejáis, a veces, a la colectividad ignorante que danza, ríe y vocifera bien cerca
de los hospitales repletos de gemidos, asilos de psicópatas, cárceles de desesperados, y casas de
vicios y de crueldades.
¡Crueles pájaros de acero sueltan huevos de fuego; infernales monstruos de hierro, de ruedas
dentadas en la tierra y cascos puntiagudos en el mar, consumen el patrimonio del trabajo colectivo y
destruyen vidas destinadas para la ventura y para la paz! El estúpido hombre de la caverna, que
mataba inhumanamente con el arma de palo, "se civilizó" en la práctica del mal, porque ahora mata
con la pistola de acero o con la bomba atómica! El estro que divinizó el griego en la era de Platón,
¡encuéntrase ahora en el genio del hombre atómico, del siglo veinte, que asesina viejos, criaturas y
mujeres preñadas, sobre un cantero de flores! Mientras, el himno de las noches de luna, ¡aun baña
de luz acariciadora al asesino moderno, que descuartiza a su hermano bajo la fronda del roble
silencioso! ¡El hombre marciano siente que su corazón bonísimo se compunge de angustia fraternal,
cuando se asoma a la ventana de vuestro psiquismo y ve las monstruosidades que practicáis!
Pregunta: ¿Han intentado los marcianos comunicarse con nosotros a través de mensajes
interplanetarios?
Ramatís: Sí. Y su lenguaje "teleplanetario" es compuesto de ondas luminosas, con ciertos
cambiantes verde, azul y rojo pálido. De las combinaciones de las señales "telecrómicas", si las
pudieseis interpretar en un curso especializado, tendríais una de las más afectivas salutaciones de
esa humanidad superior.
Pregunta: ¿Cree el hermano que ya hemos presentido esos mensajes?
Ramatís: Presumimos que ya han sido observados en vuestro mundo, aunque considerados
como interferencias radiofónicas, telegráficas y televisoras. Muchas veces, el rayo magnético
proyectado por vuestros instrumentos de radar, procurando un punto ''material" para la reflexión
positiva, ha recogido esa incursión ondulatoria, pero fue confundida con los rayos cósmicos o cuerpos
flotantes en los espacios atmosféricos.
Si os dispusierais a realizar un estudio y experimentación inteligentes, en el plano de la
cooperación "teleplanetaria", creemos que los marcianos se esforzarían en usar aparatos
rudimentarios de su instrumentación, a fin de "bajar vibratoriamente" hasta el nivel de vuestros
aparatos, aunque esos aparatos los tengan en desuso.
Pregunta: ¿Qué quiere decir "bajar vibratoriamente"?
Ramatís: Vuestros éxitos radiofónicos y descubrimientos de televisión, ¡son realizaciones
científicas que la ciencia de Marte utilizaba hace más o menos cuatrocientos años! Trátase de
aparatos arcaicos y en desuso, absolutamente "fuera de moda" en aquel orbe. Los que utilizan hoy
están sumamente adelantados para vuestro entendimiento y recepción; funcionan bajo "energía-
magnético-etérica", operando en campo vibratorio próximo a la frontera del mundo astral, y se
interpenetran con el psiquismo humano. Consecuentemente, el único recurso de que disponen y que
ya lo experimentaron numerosas veces, como veréis cuando nos refiramos a sus viajes
interplanetarios, es la utilización de antiguos recursos en el campo de la radiofonía y telegrafía, lo
que, para vuestro mundo, resulta admirable progreso científico. Actuando fraternalmente en vuestro
favor, esos espíritus bonísimos están reacondicionando viejos aparatos electrónicos, a fin de entrar
en contacto más eficiente con vuestros "modernísimos" aparatos, propios de la época atómica. En
breve, bajo vuestro intraducible espanto, oiréis interferencias "sui-generis", extrañas, imponiéndose
enérgicamente sobre las fajas de ondas de vuestros aparatos "modernos"' Esa es la disposición
fraterna y decisiva que los científicos marcianos deliberaron tomar, o sea, "bajar vibratoriamente"
hasta vuestra comprensión, ya que no podéis ascender hasta ellos.
Pregunta: Ante lo que decís, ¿debernos suponer que esa interferencia llegó a operar en nuestros
aparatos de radio-recepción, y en los de televisión?
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
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Ramatís: Ese es, de hecho, el proyecto en ejecución de los mentores marcianos, que nos parece
comprobar muy bien aquella exclamación profética de vuestra Biblia, en la que el vidente alude a "un
príncipe que vendría por los caminos del cielo para salvar a la Tierra". En el capítulo de las aeronaves
interplanetarias, os daremos detalles profetices sobre el asunto, de acuerdo con lo que nos permite el
Excelso Orientador Espiritual de Marte. En realidad, tan pronto como los científicos marcianos
readapten con eficiencia sus aparatos arcaicos, y los sintonicen con vuestra moderna conquista
electrónica, ¡comenzaréis a escuchar voces intrusas, que tienen la función de llamaros a la realidad
espiritual! Es probable que numerosas sorpresas puedan surgir en vuestros "sensacionales" aparatos
de televisión, dejándoos algo perplejos por el exotismo de los acontecimientos. Por nuestra parte,
como espíritus deseosos de vuestro Bien, e integrados como estamos en la labor de despertaros para
el Camino, la Verdad y la Vida, formulamos votos al Padre para que eso se realice lo más pronto
posible.
Pregunta: ¿Cuándo se dará esa intervención, cuyos efectos, preveemos que, de hecho, serán
espectaculares?
Ramatís: No os preocupéis por ajustamos a vuestro precario calendario, que os da noción de
"tiempo" y "espacio" por el rodar de vuestro globo en torno al Sol. Desplazad la Tierra de la órbita
indecisa en que se encuentra, entre sombra y luz, y os encontraréis en dificultad para ajustar los días
y los años. Hay un momento fijado para la intervención benéfica en el campo espiritual de vuestro
mundo. Así lo pretenden los marcianos y otros más altos espíritus. Pero no nos cumple clasificarlo
herméticamente en determinada fecha, a vuestro gusto, porque el calendario terrícola no se ajusta al
"día-constelatorio".
Pregunta: ¿Cómo podremos interpretar esos mensajes?
Ramatís: Conforme presumimos, habéis de entenderlos perfectamente, pues no se trata de seres
impalpables, de con-figuración anatómica opuesta a la morfología de vuestro mundo, ni de "duendes"
o exóticas paparrasollas. Hermanos vuestros, almas sedientas de fraternidad y compasivas en sus
manifestaciones de iluminación espiritual, algunas de las cuales ya vivieron comandando cuerpos
físicos en vuestro mundo contradictorio, estudian vuestros pensamientos, vuestro lenguaje y vuestras
costumbres, a fin de que no os dejéis dominar por el pánico a semejanza del muchacho quebrador de
ventanas de vidrio, cuyo valor lo abandona cuando se avecina el propietario perjudicado.
Comprenden los marcianos que el hombre terreno no posee ánimo capaz de enfrentar la presencia
inesperada de una conciencia tangible y sobrenatural. Su terror sería incontrolable, pues la vanidad
terrícola es simplemente producto de la ignorancia crística. La sabiduría terráquea y su poder
demasiadamente estimado, desconocen el efecto paralizador y terrorífico que proviene de un
"campo-áurico-espiritual-planetario". El símbolo de Lucifer, espantado delante del Arcángel Miguel, no
deja de ser muy bien ajustado a ciertos momentos que hemos apreciado en el Espacio, cuando
genios y poderosos de la Tierra ¡se alucinan, amedrentados y arrepentidos, delante de un débil rayo
de luz crística! El hombre terreno ríe, danza y vocifera en la ingenua posición del niño irresponsable;
¡mas ignora, en su infelicidad humana, que la "hora dolorosa" llegó para la liquidación de los casos de
debilidad espiritual! Consecuentemente, tenemos la seguridad de que muchos comprenderán las
llamadas de "última hora" que, misteriosamente, se harán tangibles en las recepciones radiofónicas.
Pero lo sabemos y lamentamos: ¡bien pocos seguirán esas voces que traerán noticias directas de un
mundo superior! Y justamente porque muchos, debido a su rebeldía, no tendrán "ojos para ver", ni
"corazón para sentir", es por lo que "los tiempos son llegados", en los que la mayor parte de los
habitantes de vuestro orbe serán expulsados, compulsoriamente, para mundos primarios cuyo
"hábitat" está en perfecta consonancia con el tenor moral, inferior, de su espíritu.
Pregunta: En nuestras irradiaciones, Marte figura como un planeta de aura maléfica, excitador de
guerras. Algunos que estudian el asunto, afirman que los nacidos en su signo son activos, enérgicos,
pero de aspecto algo rudo, fácilmente irritables y belicosos. También que, a la simple aproximación
de Marte, se recrudecen las irritaciones de la naturaleza, con cierta agresividad psíquica, facilitando el
predominio de acontecimientos funestos.
Ramatís: Realmente, cada vez que Marte se avecina a la Tierra, se exacerba el tenor magnético
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terrestre de naturaleza inferior; y el aura de vuestro orbe se condensa en viva ebullición astral.
Vuestro psiquismo se excita, las pasiones inferiores se exaltan o alborotan, y se manifiesta mayor
número de depresiones resultantes de los impulsos humanos. Se constata que los propios animales,
muchas veces, tórnense inquietos, auscultan la atmósfera y tal parece que presienten la "carga tóxica
psíquica", que se expande y se comprime contra el suelo. Predominan las vibraciones impulsivas,
ante esa in-visible capa magnética, que se condensa y cubre la superficie terrena. Es un magnetismo
deteriorado que provoca perturbaciones emotivas en el psiquismo humano.
Pregunta: ¿Podría aclararnos, cómo siendo Marte un planeta mucho más espiritualizado que la
Tierra, al aproximarse a nuestro orbe, su aura psico-magnética le causa esas reacciones de un
magnetismo nocivo y deprimente?
Ramatís: No es la naturaleza de Marte la que causa esas vibraciones maléficas, ya que el
fenómeno es inverso. Es la Tierra que recibe, de retorno, todo el magnetismo deletéreo de sus
emanaciones mentales deprimentes, aun más irritadas, debido a las reacciones poderosas de los
"refractores marcianos". Recibís, de vuelta, inapelablemente, el agresivo y belicoso "presente de
griego" que pretendéis ofrecer a la humanidad marciana, en esa hora de mayor aproximación
planetaria. De ahí la grande coincidencia de sentir "malas influencias", cuando Marte se os avecina, y
de considerar belicosos y coléricos los que nacen bajo su signo astrológico. En realidad, es la propia
sustancia astral terrestre, que estando comprimida sobre el propio globo terráqueo, impregna el
cuerpo etérico de los nacidos en esa fase.
Pregunta: ¿Cuáles serían las consecuencias sufridas por los marcianos, con motivo de la
aproximación de nuestro planeta, si no pudiesen devolvernos esa carga magnética?
Ramatís: En vista de su gran seguridad emotiva y equilibrio espiritual, es obvio que el
magnetismo excitante de la Tierra no exacerbaría en ellos instintos inferiores, por haberlos dominado
ya perfectamente. Eso ocurre con vosotros, cuan-do se os aproximan otros planetas más inferiores.
Vuestra aura psíquica colectiva les causaría inmenso desasosiego, in-quietud, fatiga magnética y una
disposición emotiva algo aflictiva. Las vibraciones comunes de vuestro mundo desordenado en el
reino del espíritu, tales como angustias, cóleras, celos, crueldades, matanza animal, agresiones,
conflictos, guerras, odios, perversidades o lujurias, unidos además a las emanaciones de minerales y
vegetales primitivos, integrados en el suelo pantanoso y poblado de gérmenes imperceptibles a
vuestra ciencia, se proyectarían como densas capas magnéticas, incrustándose en el metabolismo
delicado de los marcianos, a semejanza de gases oleosos en vuestros vestidos. No tardarían en
necesitar socorros urgentes en la esfera médica, para reactivar su psiquismo y "doble-etérico",
sometido a la presión nova del aura de la Tierra.
Pregunta: Siempre desdeñamos esa influencia astrológica, toda vez que nuestra ciencia "positiva"
siempre clasifica la Astrología como algo de charlatanismo. ¿Estamos equivocados?
Ramatís: Las viejas ideas siempre resurgen en vestuarios nuevos. La vieja telepatía practicada
por charlatanes, ingresa hoy, alegre y vengándose de vuestra ciencia, en la figura modernizada de
"ondas-ultra-cortas-cerebrales". El magnetismo defendido por Mesmer se uniforma ante las
exigencias científicas de la era atómica, dejándose fotografiar con la pintoresca denominación de
"efluvios y emanaciones ódicas"; y el "radar", que se exalta, poco a poco, ofreciéndoos ángulos
desconocidos en las vibraciones del "éter", no tardará en comprobaros la realidad de las influencias
astrológicas, que desde hace milenios vienen agotando sabios e iniciados, para el bien de la
humanidad. Es el profundo conocimiento astrológico cultivado por los marcianos, el que los libra,
científica y positivamente, de auras tan perniciosas como las de vuestro mundo.
Pregunta: ¿Podemos conocer, más o menos, bajo una explicación algo positiva y en los moldes
de la razón terrena, esa influencia astrológica?
Ramatís: En torno de cada planeta, astro o polvareda que circula en el tránsito sideral del
Cosmos, existe un aura, producto de las combinaciones magnéticas entre las radiaciones de los
minerales, vegetales y seres animales, a la cual aun se agrega el tenor "psíquico-mental" de los
humanos, en la forma de pésimas exudaciones de almas desarmonizadas con el sentido puro de la
vida espiritual. Esa "aura magnética", producto del conjunto indicado, penetra el globo en todos los
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sentidos, expándese y trasciende hasta millares y millones de veces, conforme al planeta, cuyo astral
se dilata más allá de las fronteras comunes de su atmósfera, hasta el punto de chocar y penetrar en
las auras de otros mundos. Se crean, entonces, las más singulares e inesperadas combinaciones de
magnetismo astrológico, de conformidad con las reacciones "químico-trascendentales", que se
ofrecen en el tenor de los campos en choque. Los orbes inferiores podrían beneficiarse con la
influencia benéfica de los mundos superiores, si no fuera por la defensa que estos toman,
devolviendo a su origen, mediante poderosos "refractores-magnéticos", la "masa" de fluidos tóxicos
que los amenaza, proyectada por los planetas elementales.
Pregunta: ¿Cuál sería la modificación vibratoria que, por ejemplo, el aura de la Tierra produciría
en torno del aura de Marte?
Ramatís: ¡La misma consecuencia que acarrearía una gota de tinta al caer en un vaso de agua
limpia! Habría una rápida mudanza del estado vibratorio natural, resultando una incómoda situación
magnética en todo el planeta.
Pregunta: ¿Cómo funcionan esos "refractores-magnéticos", que expulsan la carga nociva de los
mundos inferiores?
Ramatís: Actúan por la ley común de física, según la cual los polos iguales se repelen y los
contrarios se atraen. Esa ley que impera desde la cohesión de los astros hasta la sutilidad de las
uniones electivas espirituales, produce siempre los mismos efectos en cualquier manifestación
vibratoria del Cosmos. Vuestros científicos están familiarizados con ella en los fenómenos de orden
más objetivo, en la física compacta o en la moderna electrónica, pero siempre en torno de los campos
gravitacionales sensibles a los cinco sentidos humanos. La ciencia marciana, que opera en la
intimidad etérica, casi absoluta, aunque esta sea aún un "quantum-sustancia", conoce otras
disposiciones más vigorosas en la ley de la atracción de los polos energéticos. Posee tablas
astrológicas perfectísimas, que le dan el tenor magnético de cada astro vecino a su zona de tránsito
sideral, conociendo cuál es el contenido astral que irá a ofrecer de conformidad con la síntesis astro-
lógica en relación a otros astros circunvecinos. Aclarando mejor este punto, diremos: los científicos
marcianos conocen diariamente la dosis que resulta del "cocktail" de auras astrales de los planetas o
mundos que se avecinan a la atmósfera magnética de Marte. En tablas móviles, que se modifican
bajo la influencia de las combinaciones astrales existentes en la proximidad, son observadas las
reacciones "buenas" o "malas" para con la humanidad del orbe. De esas conclusiones, verifican la
necesidad de acción por los "refractores-magnéticos", que deben repeler las capas de magnetismo
pernicioso, o el empleo inmediato de los "receptores-magnéticos", que atraen más fuertemente el
magnetismo superior, leve y sedativo de astros purificados que se aproximan. Repetimos, no
obstante, que aunque bajo un procedimiento que está más allá de vuestras capacidades mentales,
esas operaciones imponderables se realizan bajo la ley rigurosa que controla las reacciones de los
polos positivo y negativo.
Pregunta: ¿Podemos considerar que existe una in-fluencia proporcional a cada planeta, entre los
nueve orbes descubiertos por nuestra ciencia astronómica?
Ramatís: Los planetas que componen el tránsito en torno al Sol que equilibra vuestro sistema, no
son nueve, sino doce. No está lejano el día en que descubriréis otro, cuya masa rígida determinará
modificaciones en vuestros cálculos astro-nómicos. Os falta el registro de tres más. que los
marcianos conocen perfectamente, los cuales permanecen ocultos por el hecho de hallarse sus
órbitas en zonas de otros astros resplandecientes, que los encubren con sus radiaciones
excesivamente fulgurantes.
Pregunta: ¿Por qué debemos aceptar que son doce planetas y no solamente los nueve
descubiertos por la ciencia terrestre? ¿No podrán los sabios terrenos admitir que esa información
obedece solamente al deseo de desmentirlos?
Ramatís: Creemos que si recibieseis comunicaciones de espíritus antes del año de 1846, que os
hablasen de la existencia de nueve planetas, en vez de los siete que eran conocidos en esa época,
podríais formular las mismas objeciones de ahora. No obstante, en 1846 Le Verrier descubrió
Neptuno, y gracias a los cálculos de Percival Lowell, vuestros astrónomos señalaron Plutón en 1930.
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No vemos razones para que esos mismos hechos no se sucedan en el futuro, en que anotaréis una
docena de planetas formando el cortejo de su majestad el Sol, en vez de los nueve que ya conocéis.
Pregunta: El astro que mencionasteis en otro trabajo, que higienizará el aura de la Tierra, con su
órbita de 6,666 años-Tierra, y que debe actuar hasta el final de este siglo, ¿es uno de esos nuevos
planetas que serán descubiertos en torno de nuestro Sol?
Ramatís: No, pues ya os notificamos que es un planeta de otro sistema solar, que se traslada con
velocidad diferente, siendo aún imposible a vuestros científicos componer el cuadro constelatorio del
mismo, por ser necesario que transcurran algunos años más en el ajuste del cálculo astronómico, a
fin de rectificar determinadas enunciaciones basadas sobre trabajos y estudios referentes al "gas
electrónico". Es de vuestro conocimiento común que desde los caldeos y los egipcios, la ciencia
astronómica viene tejiendo fascinantes teorías fundamentadas en "cálculos y experimentos" positivos,
pero, por des-gracia, se ve obligada a hacer constantes modificaciones, entre las que entran en
conflicto repleto de sutilezas desde un enunciado de Newton hasta una nueva fórmula einsteniana.
No podemos extendernos más en las comprobaciones que os daremos, en otro lugar, sobre la
multiplicidad de contradicciones que la ciencia del hombre sufre en vista de que posee, siempre, "un
poco de verdad", olvidándose de que la "Verdad Total" sólo Dios la posee.
Pregunta: Con todo, confesamos nuestra dificultad en aceptar esas revelaciones que tienen algo
de "astrología", "simbolismos" o "afirmaciones esotéricas". Vacilamos, un tanto, en cuanto a esa
absoluta necesidad de tener que haber "doce" planetas en torno del Sol, cuando podrían muy bien
ser nueve, quince o veinte. El "doce", para nosotros, es siempre número de consagraciones
iniciáticas o de tradiciones milenarias en ocultismo ¿Qué puede decirnos?
Ramatís: El apóstol Juan, en el versículo 14:26, os anunció que "sería preciso que en los tiempos
prescritos el Espíritu Santo viniera a enseñaros todas las cosas, como Jesús prometiera". De ahí
vuestro espanto y duda, porque numerosas enseñanzas que fueron veladas en el pasado, en
disfrazado simbolismo, hoy deben ser reveladas a la luz de la ciencia o de la razón moderna, aunque
coincidan herméticamente con aquello que os parecía fantasía. Tomad como punto de partida que
toda enseñanza superior, invitación evangélica y aclaración crística provienen del Espíritu Santo, que
es, en realidad, la suma íntegra de todo el pensamiento santo del Más Allá, y verificareis que esa
pléyade de almas apoderadas de Cristo ya están revelando, realmente, los enunciados profetices y
esotéricos del pasado. De acuerdo con la siempre enunciada ley que os citamos, de
"correspondencia vibratoria", en el Cosmos, las edificaciones de los mundos planetarios, que sirven
de escuelas benditas a las almas carentes de alfabetización espiritual, son realizadas bajo escalas de
medidas siderales, que represen-tan, en cualquier situación y local de vida, las resultantes armónicas
para el equilibrio de los conjuntos en sus órbitas y núcleos. Poco importa que conozcáis las
influencias numerosóficas de un siete, un tres ó un doce, y que tengáis preocupación de querer
aplicar en vuestras vidas infinitesimales las fórmulas vibratorias que representan la numerología
cósmica. Son, medidas demasiado complejas, que se hallan más allá de vuestros entendimientos
comunes, mas son reales, lógicas y exactas, en "absoluta correspondencia espíritu-materia". Os
preocupáis con el hecho imperativo de ser "doce" los planetas en torno de vuestro Sol, porque el
doce os recuerda innumerables disposiciones del simbolismo esotérico-astrológico. Mas eso no
impide que la ley de correspondencia divina tenga compuesto un conjunto íntegro, coheso, de
sacrificio y de angelitud, idéntico al que en la Tierra congregó a los doce apóstoles en torno al sublime
y maravilloso haz de luz que fue Jesús de Nazaret, en la más perfecta y armoniosa "correlación" entre
vuestro Sol y los doce planetas que en el futuro descubriréis en el campo de la constelación. También
el "Sol Crístico" tuvo su rayo de luz fijado en la materia planetaria de vuestro mundo, cuando Jesús
Lo recibió en la hora del descenso del "Espíritu Santo". ¡Jesús y sus apóstoles, en la divina miniatura
viva, representaron en la Tierra la majestad sideral del Cristo Solar y sus doce condensadores de
luces! ¡Desgraciadamente, vuestro mundo aun es uno de los más opacos a la refulgencia cósmica de
ese arcángel planetario!
Pregunta: En realidad, ¿son necesarias las combinaciones "astrológicas" para ciertos eventos
espirituales excepcionales?
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Ramatís: Ciertamente. ¡Hay que recordar la maravillosa conjunción que higienizó vuestra aura
para el advenimiento del Cristo, en la forma de Jesús, cuando Marte, Saturno y Júpiter, en el año 747
después de la fundación de Roma, formaron en la figura de condensadores de los fluidos divinos,
para la tesitura de los cuerpos sutiles y necesarios a la Alta Entidad fijadora de la Luz Crística en
vuestro mundo de sombras! ¡Bajo esa influencia, la Tierra se llenó de bendiciones y de luces, floreció
la poesía, se incrementaron la música y la pintura, se oyeron cánticos de paz, y el propio Emperador
Cayo Julio César Octavio fue vehículo del júbilo amoroso del Cristo al envolver vuestro orbe! La
conjunción Marte-Saturno-Júpiter os dio, también, el más suave y delicado magnetismo que en la
intimidad divina de sus ángeles planetarios fue posible fijar.
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IDEALES MARCIANOS
CAPITULO XXIX
Pregunta: ¿Cuáles son las diferencias entre los ideales terrenos y los marcianos?
Ramatís: La humanidad terrena ansia liberarse del sufrimiento y del trabajo obligatorio, que aun
tanto necesita, a fin de desarrollar las facultades creadoras del futuro ángel. Como aun no acepta
voluntariamente la disciplina de la Ley Ascensional, ha de sufrir el proceso compulsorio de su
purificación por el dolor. Pero la colectividad marciana, ajustada a los preceptos de vida equilibrada y
consciente de todas las obligaciones evolucionarías, no necesita la pedagogía del sufrimiento y
acepta el trabajo en forma de misión educativa. Su ideal, pues, es desarrollar las facultades
creadoras del espíritu, a fin de asumir la divina misión de procuradora del Padre. Aquello que el
terrícola aun considera un sueño venturoso, el marciano ya lo disfruta en su existencia de Paz y
Alegría. La humanidad terrestre, desgraciadamente hostil a la función dinámica del trabajo, que opera
en la intimidad del espíritu su estructura angélica, realiza, en el mundo físico, apenas un tercio de su
verdadera misión. Considerando erróneamente que la labor es tarea incómoda y el placer es
felicidad, olvida que el ángel es acción, movimiento y eterna facultad creadora.
Pregunta: Estamos condicionados a la idea de que el trabajo constituye penalidad, rectificación
obligatoria a nuestra alma. Creemos que la Ventura Eterna es más comprensible en un estado de
contemplación, en un éxtasis edénico. ¿Por qué no ser así?
Ramatís: ¡Sería incompatible con la sabiduría divina que Dios hubiera constituido la Ventura
Eterna como una especie de cinematógrafo, destinado a su platea de ángeles ociosos, que con las
alas abiertas en el Espacio viviesen eternamente contemplando la proyección de los mundos que
ruedan en la tela del Cosmos! Y en esa postura de inercia contemplativa a través del tiempo infinito
se resumiría la felicidad celestial. Pero, "El Reino de Dios está en Vosotros", "Yo y mi Padre somos
uno solo", y "El hombre fue hecho a imagen de Dios", son conceptos que explican con bastante
claridad el misterio oculto de la verdadera vida del espíritu. El trabajo es, pues, el fundamento, la ley a
través de la cual se apura, refina y ex-pande la conciencia del espíritu; movimiento, acción y dina-
mismo con sentido constructivo en todos los planos del Universo, ¡he ahí la Vida!
Pregunta: ¿Por qué no debemos considerar el trabajo como tarea opresiva, como un estado de
insatisfacción? Notamos que ante la simple idea de un descanso, un aliento, un desahogo de esa
labor continua, nuestra alma se alegra. ¿No parece esto confirmar que la contemplación es,
realmente, la verdadera Ventura?
Ramatís: Es porque ignoráis la función divina del trabajo, en el plano dinámico de la Creación. El
espíritu del hombre es un producto de "auto-labor" en los distintos planos siderales. Forma su
conciencia individual después de laborioso trabajo, cuando se desprende del espíritu-grupo, donde
hay sólo la conciencia instintiva de las especies inferiores.
Pregunta: ¿Puede darnos un ejemplo objetivo?
Ramatís: Un grupo de peces se mueve instintivamente y obedece al mismo ímpetu de la
conciencia del espíritu-grupo que los dirige. Un pez o mil peces no difieren del conjunto; manifiestan
siempre la misma reacción que es común a todo el grupo de aquella especie. La multiplicidad de
"cuerpos-peces" aun constituye un solo "organismo", el cual está subordinado y obediente a los
imperativos del instinto. Es una reacción colectiva, uniforme, nivelada por una voluntad única, sin la
luz de la conciencia individual que se estratifica en la grandeza o sublimación de "yo soy". Pero en la
especie del perro, que es más evolucionada, ya podéis notar mayores rasgos de "conciencia
individual", que forman reacciones particularísimas y ya se destacan, en una auto-emancipación, de
la uniformidad fundamental de la conciencia grupo de la especie. Existe el perro que se torna
habilidoso e inteligente en las manos del perseverante amaestrador de animales; encuéntrase el que
no olvida, en su retina psíquica, al malvado que lo hirió; impónese el animal de fibra, leal y valiente,
que enfrenta al adversario más poderoso; mas surge el traicionero, amigo de la emboscada, que
ataca en silencio y hiere hasta en la hora del cariño. La crónica señala al héroe canino que salva al
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combatiente o a la criatura en peligro de ahogarse; la tradición se refiere a aquél que muere de
nostalgia y de amor, sobre la tumba de su dueño, como aconteció al perro fiel, amigo de Mozart.
Consecuentemente, poco a poco, del espíritu-grupo se fragmenta la chispa que va componiendo su
propia conciencia; que se distingue, se centraliza; contempla y piensa; compara y reacciona.
Despréndese, adquiere sensibilidad psíquica aparte; se destaca en actos más personales y más
distantes de la psicología general del "espíritu-grupo". Es ya el vislumbre de la conciencia psíquica
individual, que delinea los primeros trazos de su destino y ausculta en sí mismo las tendencias
innatas creadoras. En un movimiento centrípeto, forjando, creciendo y emancipándose, ese nuevo
contenido conciencial toma cuerpo y se expande aceleradamente, hasta descubrir el divino misterio
del "ser", la magia de "sentir mas saber". La operación es laboriosa en la incorporación aun vacilante
y en las conclusiones de los fenómenos externos; mas es el camino cierto y definitivo. El nuevo
microcosmos se absorbe en feroz ego-centrismo, a fin de constituirse en un "centro específico de
conciencia individual"; se ajusta y se expande en dirección a la conciencia macrocósmica que es lo
Absoluto. Pero, ¿cuál es el proceso único, exacto, poderoso, que acelera el pequeño "yo soy" hacia el
grande "Yo Soy"? ¿Cuál es el medio que activa la fragmentación del espíritu-grupo, para formar un
nuevo ser aparte? No tengáis duda: es el trabajo, como pro-ceso dinámico, que opera gradualmente y
va desenvolviendo mayor elasticidad mental y espiritual. Consideráis como una posición tediosa,
enervante o aflictiva la disciplina del trabajo, porque ignoráis su acción en la sutileza formativa de la
propia conciencia.
Pregunta: Naturalmente, no alcanzamos los valores de esa operación dinámica, ascensional, por
ocuparnos en las cosas prosaicas, triviales y descoloridas del trabajo en el mundo terráqueo, que
saturan por su frecuencia acostumbrada. ¿No es así?
Ramatís: Reflexionad, antes, en la operación evolutiva, y no en el modo por el cual ella se
procesa, pues es de su acción que se desenvuelven todos los atributos del alma, a fin de
estructurarse el ángel, que es perfección íntegra. La capacidad del espíritu se desenvuelve tanto en la
meticulosidad del relojero, como en la administración de un imperio industrial, donde el hombre
asume la figura de un diosecillo operando en la forma. En un extremo, afinase el espíritu manejando
el cincel de Benevenuto Cellini; en otro, un chino escribe el "Padre Nuestro" en un grano de arroz; y
más allá, modifícanse los lances creadores, dando lugar al traje carnal de un Rockefeller, Henry Ford
o Da Vinci. Fundamentalmente, es el "trabajo" que actúa en forma de acción, dinamismo que ejercita
el espíritu y despierta los recursos del futuro ángel creador. La materia es simplemente "punto de
apoyo", medio plástico de que se sirve el espíritu para materializar su acción laboriosa, ascensional y
de experimentación dinámica. Hasta la muerte, que es disolución, es aún trabajo evolutivo. En el seno
silencioso de la tierra, la bellota es presa del impulso dinámico; deja que la acción domine en sí
misma y entrégase confiada al dinamismo del trabajo que la subyuga, pues de esa actividad surge el
recurso creador. La semilla, entonces, se priva del gozo prematuro, que sería de poca duración en su
pequeñez vegetal. Prefiere, entonces, aceptar el convite dinámico del "trabajo", en su intimidad, para
expandirse en la configuración y en el potencial de la savia. Emerge a flor de tierra y absorbe,
hambrienta, la luz solar, y se refresca, voluptuosa, con la linfa caída de las nubes. Su divino misterio
se revela, gracias a la acción del trabajo; la bellota simple, enemiga de la ociosidad e indiferente al
placer efímero, se transforma en gigantesco y majestuoso roble bajo cuya frondosidad los pájaros y
las propias fieras reposan en la sombra amiga. Los marcianos guardan esa semejanza con la bellota,
en lo tocante a sus ideales divinos; prefieren esperar la plenitud del gozo en la futura conciencia del
ángel, tal como el roble disfruta la gloria de árbol benefactor.
Pregunta: ¿Cómo los marcianos se identifican, conscientemente, con ese modo de aceptar las
tareas prosaicas del "trabajo"?
Ramatís: Ellos atienden subjetivamente a ese imperativo común a todos: "realiza tu trabajo con la
máxima perfección, para no tener que repetirlo".
Saben que tendrán que rehacer, compulsoriamente, todas las operaciones ascensionales que no
sean cumplidas espontáneamente. Por tanto, se aplican con absoluto rigor al "servicie", en la forma,
sea cual fuere su expresión trivial, ejecutándolo con exactitud y honestidad. Aquello para lo cual el
alma es negligente, o que regatea en una existencia, tendrá que repetirlo en el futuro, en nuevas
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reencarnaciones y en condiciones más severas, a fin de evitar su estacionamiento improductivo. El
curso para que el espíritu se desprenda de la "conciencia-grupal" y ascienda a la "conciencia-
angélica" es idéntico y exigible a toda alma, aunque varíe en cuanto a las lecciones emotivas o
intelectuales. Hay que sufrir una serie de preliminares fortificantes y condicionales, a fin de lograr, por
el esfuerzo propio, alcanzar la jerarquía angelical. El hombre de Marte es consciente de la fuerza
poderosa y creadora del trabajo hecho con exactitud y vigilancia; por eso se aplica a la labor tal como
el religioso se devota a la oración.
Pregunta: ¿Cómo viven los marcianos para esos ideales superiores? ¿Cuáles son las
disposiciones de vida que ellos asumen para lograr una más rápida concretización de sus ideales?
Ramatís: Todos sus objetivos, naturalmente, se ciñen a la obtención de un más breve
"ascetismo". Habiendo comprobado la misteriosa corriente de amor divino que fluye de lo "alto" hacia
lo "bajo", todo lo hacen para armonizar lo más brevemente posible con las emanaciones atractivas del
efluvio celestial. Como el ascetismo pide renuncia, los marcianos se ejercitan para la renuncia, pero
sin huir o libertarse ostensivamente del mundo material. Renuncian en sí mismos, a los valores del
mundo, mas no abdican de los principios educativos de la vida, en sus operaciones dinámicas en el
intercambio colectivo. Como Dios y la Luz siempre vencen los impulsos deformados del "mundo
inferior", pues el Bien es Amor, y es fuerza creadora, ellos gozan siempre anticipadamente su victoria
en los objetivos superiores, porque los saben ciertos y realizables. Los terrícolas, en tanto, viviendo
en confusión, en la selección de sus ideales, en la terrible versatilidad de la duda y de la creencia, de
lo cierto y de lo errado, de lo sano y de lo enfermo, se lanzan a la ventura por los caminos dolorosos
del mundo, viviendo placeres ínfimos por cuenta de una supuesta felicidad.
Pregunta: ¿Se valen mucho de la oración, los marcianos, para lograr más brevemente sus
"ideales-divinos"?
Ramatís: La oración, en su verdadera esencia, es un esfuerzo que el alma emprende para
elevarse vibratoriamente a las corrientes superiores. Se ejercita momentáneamente, pro-curando
ampliar la estatura del espíritu; intenta la liberación transitoria de la forma, que la seduce e hipnotiza,
en el ciclo de las vibraciones letárgicas. La oración, al proporcionar esa fuga momentánea, auxilia el
espíritu a sumergirse en la esencia divina que le caldea la estructura conciencial. ¡El "Orad y vigilad",
en la divina voz de Jesús, bien os advierte de la necesidad que aun tenéis del ejercicio de la oración,
que es gimnasia moral, para desarrollar los "músculos" del espíritu!.
La oración apresura la "ascensión"; acelera la vibración espiritual y aísla el alma del contacto
asfixiante de la forma. Habitúa, poco a poco, al hombre, para el futuro comportamiento del ángel. El
espíritu se apacigua, se enternece, y el instinto retrocede, atemorizado, ante la fragancia de la
luminosidad que emerge de lo íntimo de quien ora con fe. El propio facineroso, caído de hinojos, en la
oración de agudo arrepentimiento, desprende chispas santificantes del espíritu, y abrasado más tarde
en incendio de amor, se transforma en ángel potencial, porque sus actos, ideas y conducta forman un
estado casi permanente de oración. En realidad, ellos, en esas actitudes, son la "oración viva". Ante
el predominio de los estados inferiores, como son la maledicencia, la calumnia, la obscenidad,
irritabilidad, envidia, celos, vanidades, e indiferencia al sufrimiento ajeno, que son comunes a los
terrícolas, se hace necesario mayor suma de preces, con el fin de que el alma se reajuste,
momentáneamente, a la vibración superior. Ese auxilio, ese recurso o socorro divino, es menos
necesario al ciudadano marciano, porque él, viviendo obediente a la Ley Divina, puede, relativamente,
prescindir de la advertencia de "Orad y vigilad para no caer en tentación". El Ideal Superior,
constantemente vivido, opera en la intimidad del espíritu marciano, sustentándolo en nivel angélico.
¡El instinto agresivo y rudo de la forma es vencido, implacablemente, por el estado permanente y
natural de las oraciones vivas, concretizadas en los propios actos de su vida!
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CAPITULO XXX
FILOSOFÍA ESPIRITUAL
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
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EXHORTACIÓN
En este punto, damos por terminado el cuestionario respecto a los problemas subordinados al
título de esta obra, la cual ha de ser objeto de estudio, meditación y consuelo para muchos, y de duda
intransigente para otros Pero las verdades superiores, ya sean del quilate de las afirmadas por
Galileo, o de las proclamadas por Juana de Arco, son reflejos directos de aquella Verdad Espiritual
que no cuenta el tiempo marcado por los calendarios humanos Y, por eso, ante la duda, ella sonríe
siempre y espera con paciencia ilimitada Con todo, cabe recordar que la duda ciega y terca de Tomás
dio lugar a esta advertencia de Jesús: "Tomás, crees porque me viste ¡Bienaventurados los que no
vieron y creyeron!"
Como punto final, séanos permitido un desahogo de pro-funda amargura con relación al ambiente
apocalíptico creado en vuestro mundo por la incomprensión y desatinos de los responsables por el
rumbo de vuestra conciencia colectiva:
¡Oh, infelices hermanos, espíritus inicuos que movéis tanques para el arrasamiento de ciudades
pacíficas; pilotos que aceptáis la misión de incendiarios de agrupaciones humanas; técnicos
impasibles que movéis botones electrónicos para la destrucción a distancia; científicos satánicos que
operáis en los rincones de los laboratorios a fin de crear los más terribles ingenios de muerte;
comandantes demoníacos que agotáis vuestro fosfato para descubrir los planes más eficaces
destinados al asesinato colectivo en los mataderos de guerras fratricidas, olvidando que la Tierra
necesita de la acción de la mano creadora; ingenieros malignos que transformáis los aviones de la
fraternidad en monstruos vomitadores de bombas infernales; dilapidadores de los bienes públicos,
insensibles a las desgracias de los anónimos y humildes; almas venales que transformáis la
conciencia en una tienda; explota-dores sensacionalistas de las desgracias ajenas; periodistas,
escritores, tribunos y políticos que instigáis o defendéis las fuerzas del odio y de la corrupción, y sois
indiferentes a la edificación superior de la conciencia de las masas: Todos vosotros sois la pungente
e inmensa caravana destinada a los mundos primitivos, vosotros seréis los desterrados del orbe, los
misaros "izquierdistas" de JESÚS, los réprobos que han de ser lanzados en las sombras densas de
las aflicciones planetarias
¿Quien os enjugara las lágrimas de arrepentimiento? ¿Quien os mitigara la sed de afectos
llevados de la Tierra? ¿Quién os aclarara los sueños de un paraíso perdido? ¿Cuantos milenios
tendréis que aguardar, nuevamente, para el "descenso" del Ángel Planetario de vuestro futuro”
hábitat"? ¿Como encontrar en las grutas v cavernas profundas, para donde iréis, la Voz Suave y
Amorosa del DIVINO AMIGO? ¿Como podréis oír bajo las tempestades ruidosas y agresivas de un
mundo elemental, aquella voz Tierna de "amaos los unos a los otros"' ¿Que amor obtendréis entre las
fieras indomables y los brutos de raciocinio brujuleante?
En la retira de vuestra alma, llevaréis encendidos los reflejos de vuestra indiferencia por los
grandes males de que fuisteis parte con vuestra cobardía y egoísmo, con vuestra avaricia impiedosa
con vuestro celo y orgullo. De ningún modo escapareis a la espada flamígera del "Arcángel
Juzgador", del divino e impoluto emisario del SEÑOR de los Mundos, que en la Ley inmutable,
decidirá en la hola del "Juicio Final"
¡Penitenciaos, oh, idolatras y verdugos de la muerte, curváos de hinojos, humillaos, renunciad
mientras estéis a tiempo, a manchar vuestras manos en el crimen fratricida que execro a Caín
preferid y aceptad, antes, la muerte en el mundo de la materia, mas oíd la voz del Sublime Amigo,
rechazad la orden oficial de "matar" o la misión "heroica" de incendiar'. No aguardéis la paz amparada
o garantizada por decretos, instituid, primero, la paz en vuestras almas, en nuestros corazones y,
entonces, el mundo tendrá paz!
¡Oh, infelices enajenados de la vida, artífices de los malos destinos de la humanidad! ¿Por que
estáis erigiendo otro mundo infernal para Vivir en el "crujir de dientes", si os podéis ajustar a la
morada en que habitáis? ¿Por que negligenciáis de la mansedumbre y de la renuncia pedida en la
llamada del Cristo, prefiriendo convivir en los banquetes de impiedad salvaje que os esperan en otro
mundo correccional más tormentoso que este en que estáis?
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
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¡Penitenciaos, retroceded mientras estéis a tiempo, dejad que os arranquen los ojos, quo os
corten las manos y que os desprendan la lengua mas preferid que la luz de vuestros ojos no marque
el "blanco" para la metralla, que vuestras manos no accionen las palancas los botones de
mecanismos mortíferos! ¡Silenciad, rogad al PADRE que os haga mudos para no proferir la orden al
crimen, y la palabra al odio que atiza y no perdona. En fin: que os maten el cuerpo, si preciso fuere,
mas santificad vuestro espíritu, rehusando herir, odiar o destruir, por-que seréis lanzados en las
"tinieblas de la iniquidad", como "lobos" separados de las "ovejas", en esta hora profética del "Juicio
Final" que se aproxima !
¡Colocaos incondicionalmente a las órdenes absolutas del DIVINO MARISCAL de la PAZ!. . .
¡Hosanna a JESÚS!
Ramatís.
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
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REFERENCIAS:
AVIÓN DESINTEGRADO (pág. 379). - En 7-1-948, en la América del Norte, en Kentucky, surgió
sobre el campo de aviación de Fort Knox, volando a gran altura, un objeto semejante a un enorme
cono invertido. Para llevar a cabo una investigación, despegaron 4 aviones F-51. Una crónica de la
época relató el caso como sigue: "Uno de los aviones que emprendieron el vuelo, estaba piloteado
por el Capitán Martell, quien alcanzaba gran altura, persiguiendo el objeto. Por radio, informó: "Voy a
seguirlo. Allá está. Parece metálico. Es de proporciones gigantescas. Está ganando altura,
rápidamente. Voy a seguirlo hasta 20,000 pies. Si a esa altura no me acerco a él, abandonaré la
persecución."
Después de tal comunicación, no volvió a hablar. Los otros tres regresaron a la base. Hechas las
investigaciones, el avión del Capitán Martell fue encontrado destrozado, a algunas millas de distancia,
y el cadáver del piloto, en las mismas condiciones.
Existe duda sobre lo que ocurrió en las alturas; pero en algunos círculos, hay una creencia
persistente de que el Capitán Martell se aproximó demasiado y fue destruido por algún poder
desconocido en la Tierra.
DISCOS VOLADORES: En cuanto a la posibilidad de que vengan de otros planetas, el sabio
Plantier responde como sigue:
"Es probable que la vida y la civilización existan en algunos de los millares de astros vecinos de la
Tierra, en el Universo. El planeta Marte tiene una atmósfera enrarecida y una humedad muy débil.
Pero no es inconcebible que una sociedad relativamente análoga a nuestra humanidad pueda allí ser
creada, mantenida y adaptada. El planeta Venus, oculto por enormes nubes, probablemente está
bañado por neblinas de gas carbónico que lo hacen inhabitable a los hombres. No obstante, falta
probar si criaturas racionales pueden o no surgir, desenvolverse y evolucionar en un medio completa-
mente diferente a este que para nosotros constituye una necesidad. Ese mismo raciocinio puede
aplicarse a otros planetas de nuestro sistema solar. En Mercurio, la temperatura es tan elevada, que
el estaño y el plomo correrían derretidos como el agua de un río El colosal Júpiter tiene, según se
presume, una atmósfera compuesta de amoniaco, y lagos de metano en las superficies heladas
Plutón es un monstruo sideral Comparado a el, el Sol no pasa de ser una estrella de segunda
magnitud, que brilla débilmente sobre un mundo frío y negro No obstante, en lógica pura, no es
absurdo admitir que seres pensantes y agentes puedan nacer en condiciones aparentemente
humanas Ya se establece la hipótesis de que el propio Sol este habitado, lo que corrobora, natural-
mente, ciertas observaciones según las cuales, los discos voladores, al volver de sus expediciones a
la Tierra, parece que se reintegran al Sol Nada mas lejos de nuestros propósitos, que pretender forjar
seres hipotéticos de otros mundos, semejantes a los habitantes de la Tierra La vida de ellos, al final
de cuentas, puede ser estructurada bajo reacciones químicas diferentes, y nada puede oponerse a la
idea de que sean inmateriales
Tal vez exista en alguna parte del Universo, un planeta cuya población sea similar a la de la
Tierra, guiada por los mismos objetivos, por las mismas aspiraciones y por las mismas curiosidades,
hallándose varios siglos mas adelantada que la terrícola, y, por tanto, capacitada para dominar las
fuerzas de la Naturaleza Si esa población no estuviera en nuestro sistema solar, bien pudiera hallarse
entre los satélites de otro Sol
El origen extraterrestre de los discos voladores no constituye una imposibilidad Preguntar por que
los visitantes no desembarcan o por que prefieren aterrizar furtivamente en los desiertos, no puede
equivaler a una objeción No nos es posible prejuzgar la capacidad y las intenciones de seres que no
conocemos, y de los cuales nada sabemos Tal vez no les interese la Tierra, propiamente dicho, como
un mundo Tal vez vengan desde el infinito a buscar en la atmósfera terrestre un principio de vida que
les falta, o, quizás, a cumplir una misión de la que no tenemos la mas leve idea Si no conocemos,
todavía, las costumbres del salmón, ¿como podremos conocer las de los habitantes inteligentes del
trigésimo satélite del Centauro?
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
Considerados de ese modo, los discos voladores se prestan a todas las hipótesis, algunas
absurdas, y otras hasta alucinantes Si se excluye la posibilidad de que sean de origen humano,
caeríamos en la convicción de que se trata de fenómenos atmosféricos desconocidos, envueltos en el
misterio, o en la reducida posibilidad de que se trate de navegantes o mensajeros de una súper
humanidad activa y dinámica, situada en los recónditos inaccesibles de habitaciones siderales"
(Trascrito de la revista "Hoy", de Flonanopohs)
LONDRES, 3 de Octubre (AFP) "Hay pruebas abrumadoras de la existencia de "discos
voladores" (Págs. 375 75), declaro ayer el Mariscal Dowdmg, que comando la aviación de caza
británica durante la victoriosa "Batalla de Inglaterra", en 1940 Según el, "objetos no identificados
fueron observados en el cielo, una o dos veces, desplazándose a 15,000 Km. por hora, vistos por el
radar " Agrego que "los ocupantes de esas maquinas ingeniosas vienen a visitarnos desde otros
planetas, pero no desean revelarnos sus secretos, porque lo primero que haríamos, seria enviar una
expedición acompañada de soldados, con el fin de retenerlos " Y que, "mientras no sepamos
comportarnos mejor, dijo, no es probable que nos confíen los secretos de sus realizaciones
científicas"
RADIESTESIA (Págs. 342-43) Se verifico, en París, el Primer Congreso Mundial de Radiestesia
Cuatrocientos cincuenta radiestesistas representando catorce naciones, hicieron acto de presencia, v
decidieron contestar a los adeptos de la ciencia clásica que se oponen a reconocer los fenómenos de
la radiestesia El radiestesista Jean Auscher presento una urna de vidrio conteniendo en su interior, en
suspensión, tres péndulos, que se movían en diversos sentidos, obedeciendo la orden mental que se
les proyectaba Los radiestesistas presentaron nuevos aparatos de radiocultura neutralizadores de
ondas nocivas, y el famoso Telequinesiómetro de Jean Auscher. Los radiestesistas esperan
convencer a los poderes públicos y a los científicos, de la idoneidad de una ciencia que desde los
tiempos milenarios pertenece a la historia
(Del "Correio da Manhá" de 12-9-55)
¿SERA DESCUBIERTO OTRO PLANETA? (Pág. 411) "Anuncio la Universidad de John Hopkins
que una nueva cámara electrónica inventada, será capaz de revolucionar la ciencia astronómica
Según experiencias realizadas en el Observatorio Lowell, en Flagstaff, Arizona, se obtuvieron
"fotografías inigualadas", del planeta Marte (28-3-55)
PREVISIONES Dicen los Evangelios que, oportunamente, los hombres tendrán "sueños y
visiones"
A tal efecto, transcribimos a continuación, parte de un reportaje sobre "visiones" obtenidas por la
vidente Katy Kons tandimdou, en la capital de Grecia, Atenas La noticia apareció en el diario "O
Globo ' (de Rió de Janeiro), del día 30 de diciembre de 1954 Su concordancia con algunas de las re-
velaciones citadas en esta obra, son verdaderamente impresionantes La referida vidente, en estado
de trance hipnótico, hizo revelaciones sobre otro mundo, denominándolo "Luz del Medio del Cielo".
Este título, desde luego, es solamente simbólico. Los marcianos designan a su vez, a nuestro
planeta, como el "Orbe de la luz fría".
El reportaje es extenso. Transcribimos los puntos de concordancia con esta obra, intercalando el
número de la página en que los mismos se refieren.
Dice el reportaje:
"Los habitantes de "Luz del Medio del Cielo" poseen cerebro extraordinariamente desarrollado
(pág. 91). No necesitan hablar, porque se comunican sus pensamientos automáticamente, por la
telepatía. Por tanto, en su planeta reina completa armonía: no es posible acto criminal alguno, toda
vez que un "pensamiento malo" sería fácilmente reconocido (126). No comen alimentos similares a
los que se consumen en la Tierra (174). Duermen solamente dos o tres horas al día (317-18).
La reproducción de la especie es idéntica a la nuestra (68-9), con la diferencia de que las
criaturas nacen con la mente plenamente desarrollada, y crecen rápidamente (91).
No tienen religión subordinada a un cuerpo clerical (140; 147-51). Se comunican directamente,
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
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por el espíritu, con un mundo más elevado, así como con el Ser Supremo (145). Cuando mueren, el
alma se libera del cuerpo, el cual se desintegra inmediatamente (370). Los habitantes de "Luz del
Medio del Cielo" se interesan vivamente por nuestro planeta y nos observan continuamente a través
de sus telescopios (400-02). Esperan con avidez los relatos de los emisarios que envían en los
"discos voladores" (383-407). Los habitantes de ese notable planeta pretenden, actualmente,
establecer comunicaciones con nosotros, por medio de invenciones que posibiliten resultados
concretos (385-6; 406-07).
INTOXICACIÓN DE LAS FRUTAS Y LOS VEGETALES (págs. 265-66) - La revista "Visión", de
San Pablo, publicó lo siguiente: "En San Pablo, hace poco, surgió una neblina extraña, que causó
irritación en la garganta, tos y malestar, en los habitantes de algunos barrios. El Profesor Went, de S.
Pablo, dice que esa bruma extraña, dentro de pocos años, afectará los cultivos agrícolas; pues
cuando él, en 1952, se hallaba en Londres, observó una reacción atmosférica que actuó sobre los
vegetales, produciendo en ellos una coloración oscura en las superficies inferiores de las hojas. Y una
semana después, hubo 400 muertes ocasionadas por la misma atmósfera.
VIAJES INTERPLANETARIOS: Del periódico "A Allan-53", de San Pablo (números 210 y 211),
transcribimos: "¿Permitirá una nueva teoría libertarnos de la gravedad? Un físico alemán, de 29 años,
Burkhard Heim, que vive en la ciudad universitaria de Moetting, anunció que consiguió, después de 9
años de trabajo, elaborar una teoría rigurosamente científica que permite suprimir la atracción de la
Tierra. El físico, que no es un desconocido en el mundo científico, solamente verificó su teoría en el
dominio matemático. Pero ya trata de utilizarla para los viajes intersiderales. Utilizando un campo de
fuerzas magnéticas, su astronave podría alcanzar la luna en tres y media horas, y el planeta Marte en
55 horas (391). Dicha astronave, tendría la forma de un huevo (373) de 22 metros de diámetro, y
sería cercada de un cilindro del mismo diámetro. La energía magnética emitida por la Tierra (376)
sería captada por un "transformador" que la modificaría en campo de fuerza magnética, suprimiendo
la gravedad terrestre (379), y, consecuentemente, el peso de la astronave. El científico espera poder
comenzar dentro de poco las experiencias prácticas que permitirán verificar su teoría. Los Estados
Unidos y Venezuela le han hecho ya ofertas para explotar su descubrimiento.
HABITANTES DE MARTE - "Ante mis ojos atónitos, se proyectaban avenidas extensas y amplias,
en las que las construcciones eran fundamentalmente análogas a las de la Tierra" "Tuve oportunidad
de contemplar los habitantes de nuestro vecino, cuya organización física difiere un tanto del esqueleto
típico con el cual realizamos nuestras experiencias terrestres" "La vegetación de Marte, cultivada en
parques gigantescos…" "…siendo innecesario que sus felices habitantes ingieran vísceras
cadavéricas de sus hermanos menores, como sucede en la Tierra, sobrecargada de frigoríficos y
mataderos.
(De la obra "Nuevos Mensajes", Pág. 57, en la que el espíritu de Humberto de Campos relata un
viaje que hizo a Marte Edición de la Livrana Federacáo Espirita Brasileira)
"…..Me vi al frente de un lago maravilloso, junto a una ciudad formada por edificaciones
profundamente análogas a las de la Tierra" "Vi hombres mas o menos semejantes a nuestros
hermanos terrícolas" "además de los brazos tenían a lo largo de las espaldas ligeras protuberancias a
guisa de alas que les proporcionaban interesantes facultades de vuelo.
(Del libro "Cartas de una Muerta", Pág.127, Editora Lake)
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Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
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ÍNDICE
Aclaraciones Necesarias 4
Elucidaciones Accesorias e Introducción 8
Introducción de Ramatís 15
"En la Casa de mi Padre Hay Muchas
Moradas". 16
Lo que la Ciencia Astronómica de
la Tierra sabe al Respecto 17
De Ramatís
257
Ramatís La Vida en el Planeta Marte y los Discos
Voladores
Astrosofía 234
Ideales Marcianos 243
Filosofía Espiritual 246
Exhortación 251
258