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Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003

EUTANASIA

FUNDACIÓN PRIVADA

• HUMANIDADES MEDICAS
Pau Casals, 22, 6.º - 08021 Barcelona
Tel. (34) 93 240 23 23 - Fax (34) 93 240 23 24
e-mail: fundacion@fundacionmhm.org - http://www.fundacionmhm.org

Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003


1
Volumen 1, Número 1, Enero-Marzo 2003

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS


Publicación trimestral de carácter monográfico.
Editada por «Fundación Medicina y Humanidades Médicas»
HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS es una revista de carácter general en el ámbito
de las Humanidades Médicas, que pretende ser un medio de información y formación en
estas materias. Es un foro de reflexión y análisis sobre el cúmulo de conceptos,
percepciones, dilemas, conflictos y actitudes que se dan en el mundo actual acerca de la
FUNDACIÓN PRIVADA
salud, la enfermedad y la atención sanitaria y a la propia concepción de la medicina y a su
práctica en nuestros días.
©Copyright 2003 Fundación Medicina y Humanidades Médicas. Reservados todos los derechos.
El contenido de esta publicación no puede ser reproducido, ni transmitido por ningún
procedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación magnética, ni registrado
por ningún sistema de recuperación de información, en ninguna forma, ni por ningún medio, sin
la previa autorización por escrito del titular de los derechos de explotación de la misma.
Pau Casals 22, 6º. 08021 Barcelona.
© de las reproducciones autorizadas, VEGAP 2003.
Tel.: 93 240-23-23. Fax: 93 240-23-24.
e-mail: fundacion@fundacionmhm.org Suscripciones: Fundación Medicina y Humanidades Médicas
http://www.fundacionmhm.org Pau Casals 22, 6º. 08021 Barcelona. Tel.: 93 240-23-23. Fax: 93 240-23-24.
e-mail. fundacion@fundacionmhm.org - http://www.fundacionmhm.org

Tarifa de suscripción:
(un año, 4 números + acceso a edición electrónica en Internet + CD-ROM)
Presidente
José Antonio Dotú ESPAÑA INTERNACIONAL
Individuales Institucionales Correo Individuales Institucionales
Vicepresidente Envío personalizado 60 A 100 A superficie todo el mundo 70 A 110 A
Edgar Dotú Font aéreo Europa 85 A 125 A
aéreo resto del mundo 110 A 150 A
Secretario (Canarias, Ceuta y Melilla menos 4% IVA)
Agustín Jausás Martí
Preimpresión: Fotoletra, S.A. Depósito Legal: B-15.060-2003
Vocales Impresión: Rotographik, S.A. ISSN:
Mario Foz Sala Santa Perpetua de Mogoda (Barcelona), España
Ciril Rozman
LOPD
Director Científico Cumpliendo con lo establecido en la Ley Orgánica 15/99 del 13 de diciembre, referida a la protección
Mario Foz Sala de datos de carácter personal, le informamos que su nombre, dirección, profesion y especialidad que
ejerce forman parte del fichero automatizado de esta Fundación sin ánimo de lucro. Si usted deseara
Gerente de Gestión ejercer sus derechos de acceso, rectificación, oposición o cancelación puede efectuarlo dirigiéndose por
Ana María de las Heras escrito a esta Fundación.

Gerente Editorial
Fco. Javier Ruiz Nuestra Portada
Director de Marketing
Jordi Jané El término eutanasia, tanto etimológicamente como
en su concepción más extendida y aceptada, hace
Director Administrativo referencia a «buena» muerte, podríamos decir,
Àlex Borràs muerte «plácida». Siempre es comprometido
interpretar lo que un artísta ha pretendido
Director Artístico transmitir con su obra. La que constituye el motivo
Vicente Olmos de nuestra portada, de la que es autor Eduardo
Naranjo, parece translucir precisamente una cierta
Ilustración sensación de placidez, de bien morir.
Natalia Suárez (©Copyright Eduardo Naranjo, VEGAP 2003)
Volumen 1, Número 1, Enero-Marzo 2003

Director Director Adjunto


Mario Foz Sala Margarita Boladeras Cucurella

Consejo Asesor

Rafael Argullol Murgadas (Barcelona, España) Guillem López Casasnovas (Barcelona, España)
Filósofo y escritor. Catedrático de Estética y Teoría de las Catedrático y Decano de la Facultad de Ciencias Económicas
Artes, Facultad de Humanidades, Universitat Pompeu Fabra y Empresariales, Universitat Pompeu Fabra

Carlos Ballús Pascual (Barcelona, España) José María López Piñero (Valencia, España)
Catedrático de Psiquiatría. Profesor Emérito de la Catedrático de Historia de la Medicina,
Universidad de Barcelona Facultad de Medicina, Universidad de Valencia

Victoria Camps Cervera (Barcelona, España) José A. Mainetti (Buenos Aires, Argentina)
Catedrática de Ética y Filosofía Política. Universidad Director del Instituto de Bioética y Humanidades Médicas,
Autónoma de Barcelona Fundación Dr. José María Mainetti

James F. Drane (Edinboro, EEUU) Eduardo Menéndez (México, D.C., México)


Russell B. Roth Professor of Biomedical Ethics (Emeritus), Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en
Edinboro University of Pennsylvania Antropología Social
Dietrich von Engelhardt (Lübeck, Alemania) Marcelo Palacios (Gijón, España)
Director del Institut für Medizin-und Presidente del Comité Científico,
Wissenschaftsgeschichte Sociedad Internacional de Bioética (SIBI)
Sergio Erill Sáez (Barcelona, España)
Edmund D. Pellegrino (Washington, EEUU)
Catedrático de Farmacología. Director de la Fundación
Professor Emeritus of Medicine and Medical Ethics,
Dr. Antonio Esteve
Center for Clinical Bioethics, Georgetown University
Henk ten Have (Nijmegen, Holanda) Medical Center
Professor of Medical Ethics, University Medical Centre
St Rabdoud
Cristóbal Pera (Barcelona, España)
Catedrático de Cirugía. Profesor Emérito de la Universidad
Albert R. Jonsen (San Francisco, EEUU) de Barcelona
Emeritus Professor of Ethics in Medicine,
University of Washington School of Medicine Carlos María Romeo Casabona (Bilbao, España)
Cátedra Interuniversitaria Fundación BBVA-Diputación Foral
Arthur Kleinman (Boston, EEUU) de Bizkaia de Derecho y Genoma Humano
Professor of Medical Anthropology, Harvard Medical
School, Harvard University Hans-Martin Sass (Bochum, Alemania)
Profesor de Filosofía, Zentrum für Medizinische Ethik.
Juan Ramón Lacadena Calero (Madrid, España) Senior Research Scholar, Kennedy Institute of Ethics,
Catedrático de Genética, Facultad de Biología, Georgetown University, Washington
Universidad Complutense
María Luz Terrada (Valencia, España)
Fernando Lolas Stepke (Santiago, Chile) Catedrática de Documentación Médica,
Director del Programa Regional de Bioética OPS/OMS Facultad de Medicina, Universidad de Valencia
Volumen 1, Número 1, Enero-Marzo 2003

Director Director Adjunto


Mario Foz Sala Margarita Boladeras Cucurella

Comité Editorial

Francesc Abel Fabre (Barcelona, España) José Lázaro (Madrid, España)


Presidente del Instituto Borja de Bioética Profesor Asociado de Historia y Teoría de la Medicina.
Carlos Alonso Bedate (Madrid, España) Universidad Autónoma de Madrid
Profesor de Investigación. Centro de Biología Molecular “Severo Ochoa”. Pablo Lázaro y de Mercado (Madrid, España)
Universidad Autónoma de Madrid TAISS Técnicas Avanzadas de Investigación en Servicios de Salud
Rosa Ballester Añón (Alicante, España) Alfonso Llano Escobar, S.J. (Santafé de Bogotá, Colombia)
Catedrática de Historia de la Ciencia. Universidad Miguel Hernández Director del Instituto de Bioética CENALBE.
María-Teresa Bazo (Bilbao, España) Pontificia Universidad Javeriana
Catedrática de Sociología. Universidad del País Vasco José Martínez Pérez (Albacete, España)
Juan Pablo Beca Infante (Santiago, Chile) Profesor Titular de Historia de la Ciencia. Facultad de Medicina.
Centro de Estudios Bioéticos y Humanísticos. Facultad de Medicina. Universidad de Castilla-La Mancha
Universidad de Chile Jesús M. de Miguel (Barcelona, España)
Francesc Borrell Carrió (Barcelona, España) Catedrático de Sociología de la Salud. Departamento de Sociología.
Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Experto en Relación Universidad de Barcelona
Asistencial y Comunicación Humana Enrique Miret Magdalena (Madrid, España)
Marc Antoni Broggi (Barcelona, España) Teólogo y eticista. Presidente de la Asociación de Teólogos Juan XXIII
Presidente de la Societat Catalana de Bioética. Luis Montiel Llorente (Madrid, España)
Miembro del Comité de Bioética de Cataluña Profesor Titular. Unidad Docente de Historia de la Medicina.
Francisco Bujosa (Palma de Mallorca, España) Universidad Complutense
Catedrático de Historia de la Ciencia. Universitat de les Illes Balears Vicente Ortún Rubio (Barcelona, España)
Máster en Economía de la Salud y Gestión Sanitaria.
Hanne Campos (Barcelona, España)
Centro de Investigación en Economía y Salud. Universitat Pompeu Fabra
Licenciada en Psicología. Doctorada en Sociología (Salud)
José Pardo Tomás (Barcelona, España)
Arachu Castro (Boston, EEUU)
Departament d’Història de la Ciencia. Institució “Milà i Fontanals” CSIC
Instructor in Medical Anthropology. Department of Social Medicine.
Harvard Medical School Enrique Perdiguero Gil (Alicante, España)
Profesor Titular de Historia de la Ciencia. Universidad Miguel Hernández
Laura Chaqués Bonafont (Barcelona, España)
Departamento de Ciencia Política. Universidad de Barcelona José Luis Peset (Madrid, España)
Profesor de Investigación. Departamento de Historia de la Ciencia.
Josep María Comelles (Tarragona, España) Instituto de Historia del CSIC
Profesor de Antropología Social. Departament d’Antropologia,
Filosofia y Treball Social. Universitat Rovira i Virgili Oriol Romaní Alfonso (Tarragona, España)
Director del Departament d’Antropologia, Filosofia y Treball Social.
Susan M. DiGiacomo (Amherst, EEUU) Universitat Rovira i Virgili
Profesora Adjunta de Antropología. Universidad de Massachussets-Amherst
Javier Sánchez Caro (Madrid, España)
Carmen Domínguez Alcón (Barcelona, España) Director de la Unidad de Bioética y Derecho Sanitario.
Profesora Titular. Experta en Sociología de la Salud. Consejería de Sanidad de la Comunidad Autónoma de Madrid
Departamento de Sociología. Universidad de Barcelona
Miguel Ángel Sánchez González (Madrid, España)
Josep Egozcue Cuixart (Barcelona, España) Profesor Titular. Unidad Docente de Historia de la Medicina.
Catedrático de Biología Celular. Genetista. Universidad Autónoma de Barcelona Universidad Complutense
Juan Esteva de Sagrera (Barcelona, España) Pablo Simón Lorda (Madrid, España)
Catedrático de Historia de la Farmacia. Universidad de Barcelona Magíster en Bioética. Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria
Anna García Altés (New York, EEUU) Bernat Soria Escoms (Alicante, España)
Economista. Máster en Salud Pública. Office of Policy, Planning, Catedrático de la Facultad de Medicina.
Quality and Development. NYC Department of Health and Mental Hygiene Director del Instituto de Bioingeniería. Universidad Miguel Hernández
Omar García Ponce de León (Cuernavaca, México) Carmen Tomás-Valiente (Valencia, España)
Ciencias Sociales. Universidad Autónoma del Estado de Morelos Profesora Titular de Derecho Penal. Universidad de Valencia
Ángel González de Pablo (Madrid, España) Txomin Uriarte (Bilbao, España)
Profesor Titular. Unidad Docente de Historia de la Medicina. Servicio de Docencia y Desarrollo Profesional.
Universidad Complutense Departamento de Sanidad del Gobierno Vasco
Héctor Jausás Farré (Barcelona, España) Sergio Zorrilla Fuenzalida (Santiago, Chile)
Abogado especialista en Derecho Farmacéutico Consultor Externo. Programa Regional de Bioética de la OPS/OMS
Volumen 1, Número 1, Enero-Marzo 2003

Número monográfico:

EUTANASIA
Director Invitado
Carmen Tomás-Valiente Lanuza

SUMARIO
Editorial 1
Mario Foz, Margarita Boladeras

Presentación 3
Carmen Tomás-Valiente Lanuza

¿De qué estamos hablando cuando hablamos


de eutanasia? 5
Marina Gascón Abellán

Notas históricas sobre el suicidio y la eutanasia 13


Carmen Juanatey Dorado

Eutanasia y suicidio asistido en las culturas antigua


y contemporánea 23
James Drane

La regulación de la eutanasia voluntaria en el ordenamiento


jurídico español y en el Derecho comparado 33
Carmen Tomás-Valiente

Perspectivas político-legislativas sobre la eutanasia 47


Octavi Quintana

La sociedad contemporánea ante el dolor y la muerte 53


Ramón Bayés

Las voluntades anticipadas 61


Marc Antoni Broggi

Cuidados paliativos 71
Antonio Pascual

Eutanasia y autonomía 79
Eduardo Rivera López

Ética de la eutanasia 87
Albert R. Jonsen

Eutanasia, filosofía y religión 97


Enrique Miret Magdalena
Volume 1, Number 1, January-March 2003

Monographic issue:

EUTHANASIA
Guest Editor
Carmen Tomás-Valiente Lanuza

Contents
Foreword 1
Mario Foz, Margarita Boladeras

Presentation 3
Carmen Tomás-Valiente Lanuza

What Do We Talk about When Speaking of Euthanasia? 5


Marina Gascón Abellán

Historic Comments on Suicide and Euthanasia 13


Carmen Juanatey Dorado

Euthanasia and Assisted Suicide in Ancient


and Contemporary Cultures 23
James Drane

The Regulation of Voluntary Euthanasia


in The Spanish Legal System and in Compared Law 33
Carmen Tomás-Valiente

Political and Legal Perspectives Regarding Euthanasia 47


Octavi Quintana

Coping with Pain and Death in Contemporary Society 53


Ramón Bayés

Living Wills 61
Marc Antoni Broggi

Palliative Care 71
Antonio Pascual

Euthanasia and Autonomy 79


Eduardo Rivera López

The Ethics of Euthanasia 87


Albert R. Jonsen

Euthanasia, Philosophy and Religion 97


Enrique Miret Magdalena
EDITORIAL

La Fundación «Medicina y Humanidades de autonomía, en la que ambos se relacionan


Médicas» fue creada en Barcelona, en el año dentro del sistema sanitario a través de una
2001, con el objetivo de contribuir al estudio, compleja trama de derechos y deberes que no
desarrollo y difusión de diversos aspectos de la siempre está exenta de conflictividad. Un ejemplo
Medicina, pero muy en especial de las destacado –hay otros muchos– de la trascendencia
denominadas Humanidades Médicas, un conjunto de las Humanidades Médicas, y en particular de la
heterogéneo de disciplinas entre las que cabe Bioética, en la sociedad actual es el campo de la
destacar la Bioética, el Derecho y la Salud, la reproducción asistida, en el que los espectaculares
Economía de la Salud, la Historia de la Medicina, avances registrados obligan a un gran esfuerzo de
la Antropología médica, la Sociología de la reflexión por parte de científicos de diversas
Medicina y otras. disciplinas así como de especialistas en ética,
filósofos, juristas y políticos para dar adecuada
El creador y Presidente de la Fundación, José
respuesta a todos los problemas planteados.
Antonio Dotú, llegó a ser el más importante editor
en Medicina en lengua castellana a través de la La revista «HUMANITAS Humanidades
extraordinaria labor realizada durante 3 décadas al Médicas» pretende cubrir una importante
frente de Ediciones Doyma tras la creación por él necesidad de formación e información en este
mismo de esta editorial en 1970. Las características campo entre los científicos y profesionales, pero
esenciales de esta compañía, que permitieron también entre la población general interesada en
consolidar su bien ganado prestigio nacional e estas cuestiones. Abrigamos la firme esperanza de 1
internacional, fueron la calidad e independencia que la Revista tendrá una calurosa acogida,
científica de las publicaciones y la esmerada especialmente entre los profesionales de la
pulcritud de la edición. La revista «HUMANITAS Medicina, que hasta ahora han recibido una
Humanidades Médicas», primera y fundamental formación claramente insuficiente en estas
actividad de la Fundación, que hoy tenemos la materias durante los estudios de licenciatura,
satisfacción de presentar, tendrá también como corregida sólo parcialmente en asignaturas
signos distintivos un máximo nivel de calidad, un optativas o en estudios de posgrado.
gran rigor y objetividad en el análisis de los temas
Tras una detenida y minuciosa deliberación
expuestos y una cuidada edición.
sobre los posibles modelos a seguir en cuanto a la
La perspectiva de las Humanidades Médicas, línea y fórmula editoriales, se decidió optar por
objeto de la Revista que con este número inicia su una revista cuyos contenidos estuvieran
vida, es hoy indisociable de las buenas prácticas orientados al análisis y reflexión, desde una
científicas y profesionales en el ámbito de la salud, perspectiva pluridisciplinaria pero integradora, de
por lo que suscita un máximo interés entre muy los temas que en ella se abordaran, y por una
diversos colectivos de estudiosos y profesionales, fórmula editorial basada en la edición de números
a la vez que permite redefinir problemas que monográficos. Esta opción permite profundizar
afectan a la población en general. Los con detalle en el estudio de los temas escogidos,
extraordinarios avances técnicos de la Medicina contando para ello con la máxima colaboración
han propiciado la obtención de logros de los mejores expertos nacionales y extranjeros
insospechados hasta hace pocos años en la lucha en los distintos temas. Esta opción de línea
contra la enfermedad. No obstante, este mismo editorial demanda que cada número monográfico
progreso e innovación técnica suscitan con cuente –y así será– con un director invitado del
frecuencia problemas éticos, jurídicos, filosóficos, máximo prestigio y competencia en el tema
sociales y económicos de difícil y compleja escogido en cada caso, quien tendrá como misión
solución. La clásica relación paternalista médico- fundamental estructurar ese tratamiento
enfermo se ha visto sustituida por otra más pluridisplinario pero integrador de los temas que
madura y corresponsable, basada en el principio ha de caracterizar a nuestra revista.

11 EDITORIAL
La eutanasia, que será el objeto de análisis de de Javier Ruiz, Director Editorial de la Fundación.
este primer número de «HUMANITAS Su capacidad de trabajo, rigor científico y gran
Humanidades Médicas», es motivo en nuestros eficiencia han sido decisivos, y también lo serán
días de un gran debate social, y con frecuencia da en el futuro.
lugar a la toma de posiciones dogmáticas y
Nos complace especialmente testimoniar
enfrentadas. El análisis detallado, profundo y
nuestro agradecimiento a los miembros del
científico de las cuestiones que suscita, a través de
Consejo Asesor y del Comité Editorial por haber
enfoques diversos es el único modo de orientar los
aceptado formar parte de los mismos. Todos ellos
problemas de una forma objetiva y desapasionada.
son expertos de gran prestigio nacional e
En el proyecto y diseño de este primer número
internacional en el ámbito de sus respectivas
monográfico de la Revista hemos tenido la fortuna
disciplinas en el campo de las Humanidades
de contar con la profesora Carmen Tomás-Valiente
Médicas. Estamos convencidos de que sus
como directora invitada. La colaboración de los
consejos y sugerencias, unidos al estímulo de
Directores de la Revista firmantes de este editorial,
lectores y suscriptores, contribuirán muy
profesores de Medicina y Filosofía, con la directora
eficazmente a que la revista mantenga una gran
invitada, profesora de Derecho Penal en la
calidad, alcance una gran difusión y perdure en
Universidad de Valencia, ha dado lugar a una
una muy larga y fecunda trayectoria.
enriquecedora relación intelectual y es un ejemplo
del enfoque pluridisciplinario que la Revista desea
mantener en el futuro. Mario Foz
Director
La compleja tarea del proyecto y puesta en
marcha de «HUMANITAS Humanidades Médicas» Margarita Boladeras
no hubiera sido posible sin la completa dedicación Directora Adjunta

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 12


PRESENTACIÓN

El foro de debate multidisciplinario que la considerárselos deudores de argumentaciones que


revista «HUMANITAS Humanidades Médicas» vienen siendo empleadas desde los pensadores de
pretende constituir se inaugura con un tema cuyas la Antigüedad, a las que se han ido incorporando,
peculiares características lo convierten en objeto lógicamente, diversos matices y modulaciones a lo
idóneo de este tipo de tratamiento. Y es que, en largo de la Historia del pensamiento. De ahí que se
efecto, la riqueza de aspectos íntimamente haya dedicado un trabajo, realizado por la Prof.
imbricados en el fenómeno de la eutanasia permite Juanatey Dorado, a ofrecer esta perspectiva
abordarla (e incluso aconseja hacerlo, cuando histórica del problema, la importancia de la cual se
menos si se pretende llevar a cabo un estudio pone de manifiesto, por cierto, en el hecho de que
mínimamente completo) a la luz de perspectivas algunos otros autores (éste es el caso de los
de la más variada índole, pues desde todas ellas profesores Drane y Jonsen y el del teólogo Miret
suscita cuestiones de interés: médico-asistencial, Magdalena, este último junto al análisis del tema
psicológica, ético-filosófica, jurídica, político- desde el punto de vista religioso) hayan estimado
legislativa, religiosa, sociológica... Un amplio necesario introducirla también en sus artículos.
abanico de implicaciones, en suma, que la insertan
Enlazando con la vertiente ético-filosófica de
de lleno en el campo de las Humanidades Médicas
la cuestión, puede señalarse a la libertad o
que esta revista aspira a desarrollar y difundir.
autonomía individual como uno de los factores
Sobre la base de esta premisa inicial, el esenciales de toda la discusión respecto de la 3
presente número se nutre de trabajos de carácter eutanasia, que encuentra su reflejo
muy diverso. Por supuesto que en modo alguno se fundamentalmente en dos de los trabajos aquí
pretende agotar un tema de por sí prácticamente incluidos: por una parte es esgrimida por el Prof.
inabarcable; sí se ha tratado, en cambio, de Rivera López como argumento de peso en favor de
aproximarse a algunas de las cuestiones más permitir el recurso a la eutanasia activa si tal es la
fundamentales de todas las relacionadas con la voluntad del enfermo (como ya se hace, insiste el
eutanasia, con el objetivo de ofrecer un panorama autor, en lo relativo a los rechazos de tratamientos
de conjunto que permita a quien se acerque al médicos); por otra, la autonomía del paciente
tema visualizar, a grandes rasgos, los núcleos constituye también el punto de partida del trabajo
esenciales de la discusión actual. Por otra parte, del Dr. Broggi, que destaca su papel fundamental
quizás convenga advertir ya desde este momento como motor de los grandes cambios
inicial que la inmensa mayoría de las reflexiones experimentados por la relación médico-paciente,
contenidas en este número se refieren a la constatable –entre otras realidades– en la creciente
eutanasia que denominamos voluntaria, por ser importancia de los documentos de voluntades
esta modalidad aquella cuya eventual legalización anticipadas, esto es, aquellos en los que el
constituye en la actualidad el verdadero centro de ciudadano consigna ciertas directrices en relación
la polémica; por cierto que, en relación con ello, se a las decisiones sobre su tratamiento médico que
antojaba imprescindible hacer figurar en primer en el futuro hayan de adoptarse (o bien designa
lugar un trabajo consagrado a las precisiones ciertas personas con tal fin). Además, y como no
conceptuales y terminológicas en torno a las podía ser de otro modo, la idea de libertad
diversas modalidades de eutanasia, a cargo de la individual también es objeto de atención, junto a
Prof. Gascón Abellán (sin perjuicio de que varios otras, en el trabajo del Prof. Jonsen, consagrado
de los artículos restantes contengan también precisamente a presentar un panorama de los
definiciones o precisiones de este tipo). argumentos de mayor peso en el debate sobre la
admisibilidad ética de la eutanasia voluntaria.
Los términos del debate actual en torno a las
prácticas eutanásicas distan mucho de ser Ahora bien, sea cual sea el juicio ético que a
novedosos; bien al contrario, puede cada uno merezca la práctica de la eutanasia

13 PRESENTACIÓN
voluntaria, lo que sí parece indiscutible es que la una visión personal sobre estas y otras dificultades
misma nunca debería constituir una opción a la político-legislativas, planteando eventuales
que el enfermo se viera abocado en virtud de un alternativas para hacerles frente; por otra parte, el
padecimiento físico que, sin embargo, hubiera artículo del que soy autora pretende sobre todo
podido ser más o menos subsanado de emplearse dibujar cuál ha sido la opción adoptada por el
los medios paliativos adecuados: la importancia de legislador español en el Código penal de 1995, que
estos últimos cuidados no puede por tanto ha ensayado una solución en cierto modo
desconocerse en modo alguno, y precisamente de intermedia o de «compromiso» entre la
ellos se ocupa el trabajo del Dr. Pascual López. En despenalización y la sanción de tales conductas.
este mismo aspecto incide el trabajo del Prof. Además, y considerando el indudable interés de la
Bayés Sopena, si bien centrándose de modo más perspectiva legislativa internacional, se ha incluido
acusado en el sufrimiento psicológico un somero análisis del derecho comparado relativo
experimentado por quien se enfrenta a la a la eutanasia.
enfermedad y la muerte, sufrimiento cuya
Así pues, como el lector podrá comprobar, son
atemperación (orientada a conseguir una muerte
muchos y muy variados los frentes de debate
en paz) constituiría un objetivo de primer orden en
suscitados por el tema objeto de este primer
la Medicina actual.
número monográfico de la revista «HUMANITAS
A la luz de la multiplicidad de factores Humanidades Médicas». Con la selección de
implicados –que las líneas anteriores permiten algunos de ellos esperamos haber satisfecho el
cuando menos intuir– no puede sorprender que la modesto objetivo de contribuir a enriquecer, o
regulación de las prácticas eutanásicas (sea para como mínimo a clarificar, la discusión en torno a
prohibirlas total o parcialmente, sea para esta polémica cuestión que a todos –si no como
permitirlas dentro de ciertos límites) diste de profesionales y ciudadanos, sí cuando menos en
constituir tarea sencilla. El legislador, en efecto, se cuanto seres mortales– de un modo u otro nos
enfrenta a múltiples retos, el más importante de atañe.
los cuales pasa por conjugar cierto respeto a la
autonomía personal con el control de los riesgos
que la despenalización de estas prácticas podría Carmen Tomás-Valiente Lanuza
4 comportar. El trabajo del Dr. Quintana Trías ofrece Directora Invitada

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 14


Resumen
El concepto eutanasia adolece de una gran
imprecisión; cada cual lo define a conveniencia. El
resultado es devastador: el debate sobre la eutanasia
deriva muchas veces en un galimatías, donde los que
participan en él usan los mismos términos pero hablan
de cosas diferentes. Los desacuerdos terminológicos
dificultan, cuando no impiden, la discusión de fondo y
por eso precisar los contornos del concepto aparece
como una cuestión crucial. El presente trabajo

¿DE QUÉ ESTAMOS pretende abordar esta tarea. El objetivo es doble: de un


lado, concretar el significado de este concepto; de otro,
destacar algunas distinciones que se vinculan a él,
HABLANDO especialmente las que se son relevantes desde la
perspectiva de la justificación. La conclusión principal

CUANDO es que el elemento central que define la eutanasia no


es la concurrencia o ausencia del consentimiento del

HABLAMOS DE sujeto que muere, ni la modalidad activa u omisiva de


la conducta que provoca la muerte, sino los móviles
que la animan. En concreto, la eutanasia consiste en
EUTANASIA? provocar la muerte de otro por su bien, lo cual conduce
necesariamente a acotar las circunstancias o
supuestos (mayoritariamente ligados al contexto
médico-asistencial) que dan sentido a esta actuación
humanitaria, piadosa o compasiva.

Palabras clave: Eutanasia. Eutanasia activa.


Eutanasia pasiva. Eutanasia voluntaria. Eutanasia no
voluntaria. Ortotanasia. Distanasia.

MARINA GASCÓN ABELLÁN Abstract


WHAT DO WE TALK ABOUT WHEN SPEAKING
Catedrática de Filosofía del Derecho. Facultad OF EUTHANASIA?
de Derecho. Universidad de Castilla-la Mancha.
Plaza de la Universidad, 1. Albacete (España). The concept of euthanasia is prone to vast
inaccuracies; each person defines it to suit, leading to
devastating consequences. The debate about
euthanasia often results in double Dutch, where people
use the same terms but refer to completely different
ideas. The differences in terminology make things more
difficult, if not hinder the discussion altogether,
making crucial the need to outline this concept.
The following tries to deal with this question. The
aim is twofold: on one hand to specify the meaning of
this concept, and to highlight some distinctions related
Autora de diversos trabajos, entre los que destacan to it, specifically those relevant to justification. The
los siguientes: Obediencia al Derecho y Objeción main conclusion is that the central element which
de conciencia (1990), Problemas de la Eutanasia (1992), defines euthanasia is neither the subject’s permission
Los hechos en el derecho (1999), Nosotros y los otros: or absence of it, nor is it the active or passive
el desafío de la inmigración (2001). behaviour which causes the death, but the motives
which drive them to it. In other words, the concept of
euthanasia consists on causing the death of another
person for his/her own good, making rise for the need
to outline the circumstances or cases (largely related
to the medical context) in which it could be considered
to be a humanitarian, kind or compassive act.
Key words: Euthanasia. Active euthanasia.
Passive euthanasia. Voluntary euthanasia. Non-
voluntary euthanasia. Orthothanasia. Disthanasia.

15 MARINA GASCÓN ABELLÁN - ¿DE QUÉ ESTAMOS HABLANDO CUANDO HABLAMOS DE EUTANASIA?
La confusión terminológica
El término eutanasia (del griego eu –buena– y Los desacuerdos terminológicos
thanatos -muerte) se encuentra en el centro de una de
las demandas sociales más intensas de nuestro tiempo:
dificultan, cuando no impiden, la
la de poder morir en buenas condiciones. Esta discusión de fondo y, por eso,
pretensión no se explica sin la profunda transformación
que ha experimentado la manera de concebir la vida,
precisar los contornos del concepto
que si en otro tiempo se entendió sacrosanta e aparece como una cuestión crucial.
indisponible, ha de ponderarse ahora con otros valores,
como la dignidad y la libertad. Pero responde
principalmente a que hoy en día, cuando –al menos en En las páginas que siguen pretendo centrarme
los países más avanzados– el sistema de salud pública y justamente en esta tarea. El objetivo que se busca es
la propia práctica médica han creado en el imaginario doble: de un lado, concretar el significado de esta figura;
popular la idea de un «final hospitalizado y alargado y de otro, destacar algunas de las distinciones que se
posiblemente doloroso», la garantía de una buena vinculan a ella, especialmente aquéllas que se muestran
muerte resulta especialmente seductora para la relevantes desde la perspectiva de sus posibilidades de
población. Por eso las ideologías y las confesiones justificación. Se trata –insistamos en ello– de un trabajo
quieren tomar partido. Todo el mundo opina, y la simplemente propedéutico que pretende contribuir a
prensa, tantas veces sensacionalista, lo explota. precisar los términos del debate evitando
malentendidos; no se centrará pues en la cuestión
La discusión jurídica o moral sobre la eutanasia (central) de la justificación de la eutanasia o de sus
suele ser viva, a veces acalorada. Ello obedece a que el distintas modalidades, aunque al hilo de su definición
término «eutanasia» presenta una fuerte carga emotiva resultará inevitable sugerir respuestas en este sentido.
(positiva o negativa, según las posiciones) que asoma
incluso en su etimología: al sustantivo muerte se añade
el calificativo buena. Pero obedece también a que nos ¿De qué estamos hablando cuando
hallamos ante un tema que toca una fibra muy sensible hablamos de eutanasia? Problemas de
de la gente, la de sus códigos morales, a cuyo respecto definición
caben en principio posiciones muy enfrentadas: por un
lado, hablar de eutanasia es hablar de provocar o de no Es evidente que podemos estipular el significado de
evitar la muerte de alguien, y esto –qué duda cabe– los términos como nos plazca, pero también es verdad
6 predispone de entrada en su contra; pero al mismo que si una definición pretende ser útil y no introducir
tiempo, y a la vista de los espectaculares avances de la más confusión ha de poder dar cuenta de las sólidas
medicina, capaz de alargar la vida hasta extremos antes intuiciones de los hablantes. En lo que sigue vamos a
insospechados, parece que hoy resulta inexcusable una intentar reconstruir el concepto de eutanasia repasando
respuesta jurídica a la eutanasia algo más matizada que al propio tiempo las diferentes y muchas veces
la pura represión penal. En todo caso, interesa resaltar divergentes definiciones usadas.
que, con independencia de lo anterior –o tal vez como
Los desacuerdos definicionales giran sobre los
consecuencia de ello– el tema es objeto de una gran
siguientes elementos: 1) modalidad de la conducta,
manipulación terminológica: a menudo se hace
2) consentimiento del sujeto y 3) móviles
referencia a la eutanasia para aludir a conductas que
y circunstancias en que se produce la muerte.
nadie, en principio, desaprobaría (así, cuando se hace
equivalente a las expresiones «muerte digna», «derecho
a morir en paz», etc.); otras veces, en cambio, se hace
un uso eufemístico del término, aludiendo con él a
¿Acciones u omisiones?
conductas a las que nadie, en principio, daría su A veces se reserva el término eutanasia para las
aprobación (como cuando se usa la expresión acciones o actos ejecutivos mediante los cuales se
«eutanasia eugenésica»). Por unas razones o por otras, causa la muerte de una persona que padece una
lo cierto es que el término eutanasia está aquejado de enfermedad incurable, mientras que no adoptar (o
una alta indefinición; sus contornos se muestran suprimir) las medidas que prolongarían artificialmente la
discutibles o dudosos y cada uno lo define a vida de un enfermo cuando no existen esperanzas de
conveniencia. El resultado es devastador: el debate recuperación es denominado ortotanasia. Ahora bien,
sobre la eutanasia deriva muchas veces en un aunque es verdad que distinguir entre conductas activas
galimatías, en una babel de lenguas donde los distintos y omisivas puede ser relevante en el plano de la
sujetos que participan en él usan los mismos términos justificación1 –y más adelante diremos algo sobre ello–,
pero hablan de cosas diferentes. circunscribir la definición de eutanasia sólo a las
primeras reservando el benévolo término de ortotanasia
El problema, pues, no es puramente definicional. para las segundas resulta poco útil, pues en el lenguaje
Los desacuerdos terminológicos dificultan, cuando no común no sólo se llama eutanasia a la modalidad activa
impiden, la discusión de fondo y, por eso, precisar los sino también a la pasiva, con independencia de
contornos del concepto aparece como una cuestión cualquier consideración posterior sobre la legitimidad de
crucial. De nada vale enzarzarse en disputas morales o estas conductas. Tal vez cuando la muerte se gestionaba
jurídicas sobre la eutanasia si antes no se ha convenido de forma más natural, hablar de eutanasia pasiva podía
de qué estamos hablando cuando usamos ese término. resultar un sinsentido, pues, llegado el momento, la

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 16


naturaleza actuaba inexorablemente, sin que hubiera
posibilidad de posponer la muerte. Pero en el momento
actual, al menos en los países tecnológicamente más
avanzados, la situación es muy otra: los avances de la
medicina permiten alargar la vida hasta extremos antes
insospechados y en este contexto de posible obstinación
terapéutica la eutanasia pasiva aparece como una forma
de gestión médica de la enfermedad, indicada cuando se
pueden producir graves padecimientos inútilmente.
En suma, hablar de eutanasia pasiva (junto a la activa)
tiene sentido, porque existe la posibilidad de una
obstinación terapéutica.

El consentimiento del sujeto


A veces se identifica la eutanasia con la modalidad
no consentida2. Otras veces, por el contrario, se
La eutanasia, tal como hoy se concibe, tiene que ver, más que con la muerte digna, con
equipara a los supuestos de muerte a ruego. Sin la muerte cuando la vida ya no es digna ni podrá volver a serlo. Esta sensación de indig-
embargo, y aunque la distinción entre conductas nidad irreversible de su vida fue lo que movió al tetrapléjico Ramón Sampedro a solicitar
consentidas y no consentidas es relevante desde la reiteradamente ante los tribunales de justicia autorización para que se le practicara la eu-
óptica de la justificación –y más adelante se dirá algo al tanasia.
respecto–, ninguna de las dos identificaciones señaladas
resulta aceptable. La primera porque, como señala provoca la muerte de otro. En concreto, la eutanasia
J. Feinberg, «el caso más común de eutanasia tiene tiene que ver con provocar (por acción u omisión) la
lugar en los hospitales, donde los pacientes piden que se muerte de alguien en consideración a él mismo4; es
ponga fin o que se suspenda el tratamiento que les decir, por su bien, tanto si se actúa a petición suya
mantiene con vida»3. La segunda porque también suele como si se actúa sin su consentimiento. En suma,
hablarse de eutanasia para hacer referencia a aquellos estamos ante una conducta de eutanasia cuando el
supuestos en los que alguien que no ha pedido morir, móvil que la anima es la piedad, compasión, humanidad
llegadas ciertas circunstancias (por ejemplo, un coma o como quiera llamársele.
irreversible), es desconectado de las máquinas o privado
Ahora bien, provocar la muerte de alguien por su
de los fármacos que lo mantienen con vida. Por lo
bien sólo tiene sentido cuando la muerte es un bien para
demás, y también con respecto a esta segunda
esa persona, o, si se quiere, cuando la vida se ha 7
identificación, estipular como elemento definidor de la
convertido en un mal para ella, cuando deja de ser
eutanasia el consentimiento (más aún, la petición) del
digna. Por eso la eutanasia, al menos tal y como se
sujeto pasivo, la equipararía al mero auxilio al suicidio,
entiende en nuestro tiempo, no tiene que ver con la
desconociendo entonces que la actuación de quien
muerte digna sino con la muerte cuando la vida ya no
auxilia al suicida puede ser interesada, mientras que
es digna ni hay esperanzas de que lo vuelva a ser.
suele hablarse de eutanasia cuando quien presta auxilio
Por eso determinar cuáles son los elementos en que se
actúa por compasión. Pero esto nos lleva al tercer
cifra la dignidad (o indignidad) de la vida es justamente
elemento a considerar: los móviles.
la cuestión crucial. No en vano, este es el punto que
radicaliza y divide las respuestas a la eutanasia.
Móviles y circunstancias
Si dejamos a un lado las rígidas concepciones de la
Una de las principales imprecisiones que vida que derivan de algunas doctrinas religiosas y
caracterizan el confuso concepto de eutanasia tiene que morales, para poder hablar de vida digna no puede
ver con el tipo de móviles que animan esa conducta. considerarse sólo la circunstancia de estar vivo, sino
Por un lado, y en la medida en que eutanasia evoca que han de darse también ciertos estándares de
etimológicamente la idea de muerte «dulce», parece que normalidad; por usar una terminología común, la
lleva aparejada la intención de evitar sufrimientos; en protección de la vida no puede orientarse sólo por
definitiva, los móviles piadosos. Sin embargo, frente al patrones de santidad sino que son necesarios ciertos
significado anterior, es curioso constatar cómo, quizá niveles de calidad5. Lo que esto significa es que bajo el
debido al carácter censurable o tabú que ha concepto de eutanasia no sólo se cobijan supuestos de
acompañado y que todavía acompaña en la mente de procesos terminales de muerte, sino también casos en
muchos a la eutanasia, el término evoca (o se asimila a) los que, sin amenazar una muerte inminente, una
las ideas de homicidio, asesinato, genocidio, campos de persona lleva una existencia dramática, a menudo
exterminio, etc. Naturalmente, en principio nada impide acompañada de graves padecimientos físicos; o casos en
estipular el significado del concepto de una u otra los que el paciente ha perdido irreversiblemente la
manera. Ahora bien, identificar la eutanasia con el conciencia y es mantenido con vida con la ayuda de
homicidio o el asesinato no contribuye en nada al modernas técnicas de reanimación. En todo caso,
debate de fondo, pues supondría descalificarla de plano. interesa resaltar que para poder hablar de eutanasia no
Si ha de tener sentido debatir sobre la justificación o no basta con que la vida sea indigna, sino que esa
de la eutanasia, hemos de poder distinguirla de esas indignidad ha de ser además irreversible, pues lo que da
formas criminales, y esta distinción sólo puede cifrarse sentido al móvil de la piedad que caracteriza la
en los motivos que animan al sujeto cuya conducta eutanasia es la muerte como «último recurso».

17 MARINA GASCÓN ABELLÁN - ¿DE QUÉ ESTAMOS HABLANDO CUANDO HABLAMOS DE EUTANASIA?
Resumiendo, la indignidad irreversible que Pero se impone una observación al respecto.
constituye el ámbito de discusión de la eutanasia6 puede Es verdad que, por los motivos apuntados, la eutanasia
concretarse en estos tres supuestos: se presenta generalmente como un problema médico.
Ahora bien, generalmente, pues existen también
a) Procesos terminales de muerte, a menudo
supuestos de eutanasia que no pueden desconocerse y
acompañados de graves padecimientos físicos.
que no se desenvuelven típicamente en el ámbito de la
b) Casos de existencia dramática, casi siempre relación médico-paciente, porque no se vinculan a una
acompañados de graves padecimientos psíquicos y enfermedad terminal sino a una existencia dramática e
muchas veces también físicos (personas que no se están irreversible derivada, por ejemplo, de una minusvalía
muriendo pero que están con una enfermedad avanzada grave (piénsese en casos como el de Ramón Sampedro,
o una minusvalía grave, o niños nacidos con grandes en España, un tetrapléjico que solicitaba ayuda para
deformidades y/o un daño mental irreversible). morir tras haber sufrido a lo largo de treinta años). Por
lo demás, al presentar la eutanasia como un problema
c) Estados persistentes de vida vegetativa (coma
típica y exclusivamente médico, se termina por no
irreversible).
conceder ninguna importancia al consentimiento del
Dicho de otro modo, cuando se habla de eutanasia enfermo, lo cual resulta a todas luces un despropósito.
se está aludiendo a lo injusto de permitir una agonía
De todo lo dicho hasta aquí puede concluirse, pues,
dolorosa (como la que tiene lugar en algunos procesos
que bajo el término eutanasia se comprenden aquellas
terminales de muerte) o una vida que se ha convertido
acciones u omisiones (generalmente de carácter médico)
en un suplicio (como sucede en los casos de existencia
que provocan la muerte de otra persona en atención a
trágica o miserable) o que simplemente no es vida
ella (es decir, por su bien, por compasión, para poner
(como sucede en los supuestos de coma irreversible).
fin o evitar un padecimiento insoportable), lo que tiene
sentido cuando su vida ha alcanzado tales cotas de
La eutanasia como problema indignidad de manera irreversible que la convierten en
un mal.
básicamente médico
En la medida en que la situación de indignidad de
la vida y/o el padecimiento insoportable que acompañan Tipos de eutanasia: las distinciones
a las acciones calificadas de eutanasia están vinculados
típicamente a la enfermedad y por tanto a la asistencia
relevantes
médica, la eutanasia se presenta casi siempre como un En torno a la eutanasia ha proliferado una gran
problema que tiene que ver con el trato que se variedad de distinciones conceptuales8. Algunas son
8 dispensará a los enfermos cuando estén cerca del fin; relevantes desde la perspectiva de la justificación de
o sea, un problema que se mueve básicamente en un estas conductas, y de ellas nos ocuparemos enseguida.
contexto médico-asistencial, de manera que afecta de Otras, en cambio, no aportan nada al debate. No tienen
lleno a la relación médico-paciente. Por eso los médicos relevancia justificatoria ni rendimiento analítico, sino
piden regulaciones claras que les permitan actuar con que son usadas, a lo sumo, para aprobar o censurar las
seguridad. Y por eso el reconocimiento del testamento conductas a que hacen referencia. Son distinciones, en
vital se reclama cada día más7. fin, que en vez de aclarar embrollan. Entre ellas

En este cuadro (Ciencia y caridad) de Pablo Picasso podrían encontrarse algunos de los aspectos fundamentales
de la eutanasia tal como hoy la conciben sus defensores: ciencia, que proporciona los medios para una muerte
apacible e indolora, y caridad -o compasión-, que sería un móvil para practicarla.

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 18


destacan por lo extendido de su uso las que median
entre ortotanasia y distanasia, por un lado, y entre Cuando se habla de eutanasia se
eutanasia piadosa, eutanasia social y eutanasia
eugenésica, por otro. Las recordamos brevemente.
está aludiendo a lo injusto de
Ortotanasia y distanasia. Con el término
permitir una agonía dolorosa o
ortotanasia se quiere hacer referencia a la muerte a su una vida que se ha convertido en
tiempo, sin acortar la vida ni alargarla innecesariamente
con medios extraordinarios o desproporcionados. Con el
un suplicio o que simplemente
término distanasia se alude, por el contrario, a un no es vida.
retraso desproporcionado de la muerte, a la vida
terminal prolongada. Consiste, pues, en impedir o
está abocada ya al final; su ámbito es, por tanto, el de la
suspender el proceso de muerte biológica. Si bien se
práctica médica de contenido tecnológico, la posibilidad
mira, estos términos no aportan nada nuevo al debate
(y la obstinación) de alargar inútilmente la vida de un
sobre la eutanasia. El primero (ortotanasia) está muy
sujeto que se encuentra en fase terminal o en coma
vinculado a la eutanasia pasiva, por lo que resulta
irreversible. Constituyen supuestos de este tipo: 1)
redundante. En realidad, quienes lo usan lo hacen
desconectar el respirador u otros instrumentos vitales
porque incorpora una carga valorativa positiva y porque
para el enfermo, 2) no emprender actos reanimatorios y
además reservan el término eutanasia pasiva para las
3) interrumpir un tratamiento o terapia. Se habla, por el
prácticas médicas omisivas claramente reprobables,
contrario, de eutanasia activa para referirse a los actos
como la supresión de la medicina intensiva en caso de
ejecutivos que provocan la muerte o producen un
coma reversible. El segundo (distanasia) alude en
acortamiento de la vida, generalmente mediante la
realidad a la obstinación terapéutica, a la batalla
administración de un fármaco. Dentro de esta modalidad
empecinada de la tecnología frente a la muerte, a lo que
suele distinguirse aún entre la eutanasia activa directa,
algunos denominan la «muerte industrializada»9. En
cuando la actuación tiene la intención de poner fin a la
este sentido es, no una modalidad de eutanasia, sino
vida de otra persona, y la eutanasia activa indirecta,
justamente el presupuesto de la denominada eutanasia
cuando la actuación no persigue poner fin a la vida de
pasiva; ya se dijo más arriba: si la eutanasia pasiva
otra persona pero asume este resultado como posible.
tiene sentido es porque existe la posibilidad de una
Esta última es generalmente un acto médico que busca
obstinación terapéutica.
aliviar el dolor, por ejemplo aplicando lo que en la jerga
Eutanasia piadosa, eutanasia social y eutanasia médica se denomina un cóctel lítico, una mezcla de
eugenésica. La eutanasia piadosa consiste en provocar sustancias químicas que calman el dolor pero que a la
la muerte de otro con el fin de aliviar sus dolores y vez pueden adelantar la muerte porque afectan al 9
sufrimientos; es decir, por piedad o compasión. Consiste, sistema nervioso central. En realidad, esta idea de
pues, en lo que hemos definido como eutanasia, sin «anticipación de la muerte sin querer» por efecto del
más. Frente a ella, la eutanasia social y la eutanasia tratamiento del dolor debe considerarse casi
eugenésica –defendidas en ciertos momentos históricos–
aluden a la eliminación de las llamadas «vidas sin
sentido» o «sin valor» (deficientes mentales, epilépticos,
disminuidos y personas deformes), pero no por
compasión, sino porque constituyen una carga
económica para la sociedad (y se habla entonces de
eutanasia social o económica) o por razones de «higiene
racial» (y se habla entonces de eutanasia eugenésica).
La finalidad de la acción, en ambos casos, no es el bien
del sujeto pasivo, sino ciertos intereses sociales que se
consideran relevantes. Por eso ninguna de las dos
figuras aporta nada al debate. Al contrario, sólo
contribuyen a crear confusión, pues pese al sustantivo
«eutanasia» que acompaña a estas expresiones, la
llamada eutanasia social es simple genocidio; la
eutanasia eugenésica, simple selección de la raza.
Se trata, en suma, de auténticos programas criminales
a los que se cubre con el mejor ropaje lingüístico del
término «eutanasia».
Desde la perspectiva del discurso justificatorio, las
distinciones relevantes son las que median entre
eutanasia activa/pasiva y voluntaria/no voluntaria.
Activa y pasiva. El criterio que funda la distinción
es la conducta del sujeto que con su comportamiento
causa la muerte de otro. Se habla de eutanasia pasiva
cuando se suprimen o simplemente no se adoptan las Desde la perspectiva de los móviles para practicar la eutanasia, uno de los aludidos es la
medidas que prolongarían la vida pero que sólo piedad, la compasión, para con la persona que la solicita. (Detalle de la obra La piedad,
proporcionarían padecimientos inútiles, pues la vida de Sandro Botticelli.)

19 MARINA GASCÓN ABELLÁN - ¿DE QUÉ ESTAMOS HABLANDO CUANDO HABLAMOS DE EUTANASIA?
Generalmente se habla de eutanasia en supuestos de procesos terminales de muerte acompañados de graves padecimientos, en los
que nada puede hacerse por salvar la vida, situación que muy bien podría representar esta imagen de Carlomagno agonizando.

desaparecida, en la medida en que hoy en día se conoce Las distinciones activa/pasiva y


a fondo la farmacología de los opiáceos y la adaptación voluntaria/no voluntaria y los modelos
10 del sistema nervioso a ellos, de manera que, salvo error de justificación
médico, se puede conocer perfectamente la dosis
adecuada para combatir el dolor sin riesgo de muerte10. No voy a entrar aquí en el complejo y atribulado
En todo caso, es un despropósito reprobar estas capítulo de la legitimación de la eutanasia, pero
conductas, pues el sentido de la medicina paliativa es conviene apuntar mínimamente cuáles son los
justamente mitigar el sufrimiento del paciente mediante derroteros de la justificación a los que se vinculan las
el suministro de las drogas adecuadas, aun cuando ello dos distinciones fundamentales señaladas: la que media
pueda provocar eventualmente un acortamiento de la entre eutanasia activa y pasiva y la que distingue entre
vida. Por eso puede decirse que no se trata de una eutanasia voluntaria y no voluntaria.
«ayuda a morir» sino de una «ayuda en el morir».
Y no constituye una acción eutanásica. La distinción activa/pasiva se vincula a un modelo
de justificación que pone el acento en el estado de
Voluntaria y no voluntaria. El criterio que funda la decadencia que caracteriza al sujeto, despreciando (o no
distinción es la concurrencia o no de la voluntad del dándole relevancia a) el hecho de si ha consentido o no.
sujeto pasivo en la acción eutanásica. Se habla de Desde esta posición se legitima la eutanasia pasiva y se
eutanasia voluntaria cuando la muerte se produce a descalifica la activa, incluso en su modalidad voluntaria.
petición libre y consciente de quien va a morir; alude En la eutanasia pasiva –se sostiene– lo que hay es sobre
pues a los supuestos de «muerte a ruego». La eutanasia todo un acto médico. Por ello, la supresión de un
no voluntaria describe los casos de eutanasia que tratamiento o la desconexión del respirador cuando
tienen lugar sobre personas de cuyo consentimiento se desde el punto de vista médico ya no hay esperanza no
prescinde porque éste no es posible o no es válido, como serían conductas reprobadas por el Derecho, que no
sucede con los niños, los enfermos comatosos y los impone la acción de prolongar la agonía: el médico no
enajenados mentales. Es importante distinguir entre la tiene el deber de retrasar artificialmente la muerte con
eutanasia no voluntaria, o sin la voluntad del sujeto, y medidas extraordinarias. Es más, lo censurable en estos
la eutanasia involuntaria, que tiene lugar, bien contra la casos es prolongar inútilmente la agonía, pues
voluntad del sujeto11, bien sin ella cuando aquél era esto supondría un encarnizamiento terapéutico que
capaz de consentir12. Huelga decir que, aunque seamos infringe la proscripción de infligir tratos inhumanos
capaces de entender la expresión eutanasia
y degradantes.
involuntaria, ésta queda excluida. Y es que si el
paciente que tiene capacidad de consentir se ha Por su parte, la eutanasia activa es vista como una
manifestado en contra o no ha sido consultado, no conducta antijurídica en todos los supuestos; también,
habrá ninguna diferencia entre esta acción y un por tanto, cuando concurre el consentimiento, pues
homicidio: resultará de todo punto injustificable. –se sostiene– la práctica médica ha de estar regida por el

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 20


Notas
Puede concluirse que bajo el 1. De hecho, esta distinción entre los términos eutanasia y
término eutanasia se ortotanasia parece obedecer a que el primero de ellos, al
que se reviste a priori de un valor negativo, se reserva
comprenden aquellas acciones para la modalidad que se censura, la activa, mientras que
las conductas omisivas (la ortotanasia) son consideradas
u omisiones (generalmente de no sólo permitidas sino incluso obligadas. En suma, la
carácter médico) que provocan la definición de los conceptos se muestra fiduciaria de su
justificación.
muerte de otra persona en 2. Esta asimilación parece obedecer, ahora también, a que el
atención a ella. término eutanasia, al que se reviste a priori de un valor
negativo, se reserva para la modalidad que se reprueba; es
decir, para la que no puede aportar en su favor la gran
juramento hipocrático de defensa de la vida: principio de fuerza justificadora del principio de autonomía de la
no maleficencia (primum non nocere) que se proclama voluntad. De nuevo, la definición de los conceptos se
muestra fiduciaria de su justificación.
superior al principio de autonomía13. Lo único que
penalmente cabría hacer es dotar al móvil piadoso del 3. Feinberg J. Harm to Self. Oxford: Oxford Univ.Press, 1986;
autor y al consentimiento de la víctima de fuerza 345.
atenuadora del injusto14; o incluso considerar ese móvil 4. En el mismo sentido, Foot P. Eutanasia. Philosophy and
piadoso como causa de atenuación de la Public Affairs. 1977;6:85 ss.
responsabilidad15. 5. Cfr. Foot P. Eutanasia. Cit: 95, y Eser A. Entre la
La distinción voluntaria/no voluntaria se vincula «santidad» y la «calidad» de la vida. Anuario de Derecho
a un modelo de justificación que pone el acento en la Penal y Ciencias Penales, 1984. Por lo demás, nótese que
disponibilidad del individuo sobre su propia vida, si no estamos dispuestos a entender la dignidad de la vida
conforme a patrones de calidad, deja de tener sentido el
despreciando (o no dándole relevancia a) el estado de
debate sobre la eutanasia, pues quien cifre aquélla en su
sufrimiento del sujeto. Este modelo de justificación mera existencia físico-biológica sostendrá por fuerza que la
–que algunos han denominado de vida es siempre un bien a preservar, con lo cual ni se abre
autonomotanasia16– reposa en el principio de el debate.
autonomía o autodeterminación del individuo, y tras él
6. Cfr. Gimbernat E. Eutanasia y Derecho penal. Rev Fac
se vislumbra un compromiso con la máxima liberal Derecho Univ Granada 1987;12:105.
que establece –según la clásica tesis de Mill– que la
única razón que legitima para usar la fuerza contra un 7. El testamento vital o testamento biológico (living will) es el
miembro de una comunidad civilizada es la de conjunto de disposiciones que hace una persona para el 11
caso de no poder expresar su voluntad cuando esté
impedirle hacer daño a otros; es decir, la máxima
aquejada de una enfermedad que implique graves
liberal que proscribe los deberes paternalistas. Por eso padecimientos. En España, el Parlamento ha aprobado una
se justifica la eutanasia voluntaria (incluso en su ley básica que regula la autonomía del paciente, sus
modalidad activa), porque es un ejercicio de la derechos y obligaciones en materia de información clínica
libertad-autonomía frente a un deber paternalista, (Ley 41/2002, BOE de 15 de noviembre de 2002). La
mientras que se descalifica la eutanasia no voluntaria iniciativa prohíbe la práctica de la eutanasia activa, pero
(incluso en su modalidad pasiva). incluye un proyecto de «testamento vital» que permite
interrumpir tratamientos en pacientes terminales: otorga al
Los dos modelos de justificación son paciente el derecho a negarse a recibir el tratamiento
excesivamente reductivos. En el primero se prescinde de indicado a través de un documento denominado «de
la fuerza justificatoria del consentimiento, con lo cual instrucciones previas». Se pretende con ello otorgar
los médicos terminan arrogándose enteramente (en seguridad jurídica a prácticas como la retirada del
interés del enfermo, como exige el principio de respirador o la no aplicación de terapias agresivas a
beneficencia) la decisión sobre el final de la vida. En el enfermos terminales. Por lo demás, existe una ley catalana
segundo se prescinde del estado de decrepitud de testamento vital que reconoce también este derecho de
los pacientes.
irreversible y de sufrimiento del sujeto, con lo cual
quedan sin explicación ciertas modalidades pasivas de 8. De «baile de las tanasias» hablaba F. Abel en su
eutanasia en las que el afectado no puede expresar su comparecencia ante la Comisión del Senado sobre la muerte
voluntad y que son practicadas en los hospitales todos digna, Senado, 16 de febrero de 1999, n.388, p.2.
los días con la aprobación de la comunidad médica17. 9. Serrano JM. Eutanasia y vida dependiente. Madrid: EIU,
Un discurso justificatorio que quiera presentarse 2001;117 ss.
completo debería considerar relevantes ambos 10. Cfr. Montano PJ. Eutanasia y omisión de asistencia.
elementos. El primero (el estado que caracteriza al Montevideo: Universidad de la República, 1994; 50.
sujeto), porque en las sociedades avanzadas actuales la
eutanasia es fundamentalmente un acto médico, y como 11. Feinberg J. Harm to Self; cit:345.
tal ha de ser evaluado conforme a las exigencias de la 12. Singer P. Etica práctica. Barcelona: Ariel, 1984; 163.
lex artis de la práctica médica, que no impone el deber
13. Cfr., a título de ejemplo, Gracia D. Eutanasia: estado de la
de prolongar inútilmente la vida. El segundo (la
cuestión. En: AA.VV. Eutanasia hoy. Un debate abierto.
disponibilidad sobre la propia vida), porque en un Madrid: Noesis, 1996.
sistema liberal, el consentimiento (más aún, la petición)
del sujeto pasivo proporciona una razón justificadora 14. Esta es la situación de nuestro Derecho, en el que la
fuerte; más fuerte que ninguna otra. eutanasia activa voluntaria ha visto mitigada su sanción

21 MARINA GASCÓN ABELLÁN - ¿DE QUÉ ESTAMOS HABLANDO CUANDO HABLAMOS DE EUTANASIA?
en la última gran reforma penal. Pero mitigada, pues sigue – Ansuátegui J, comp. Problemas de la eutanasia. Madrid:
constituyendo un ilícito. Dykinson, 1999.
15. En España, esta tesis viene avalada por el Tribunal – Feinberg J. Harm to Self. The Moral Limits of the Criminal
Constitucional y el Tribunal Supremo. En concreto, este Law. Oxford: Oxford University Press, 1986.
último ha entendido, en STS de 27 de marzo de 1990, que
la existencia de un móvil piadoso (en el caso en cuestión, – Marcos del Cano AM. La eutanasia. Estudio filosófico-
la presencia de fuertes creencias religiosas) da lugar a la jurídico. Madrid: Marcial Pons, 1999; capítulo II.
aplicación de la atenuante de «estado pasional» prevista en – McClean SM, Maher G. Medicine, Morals and the Law.
el Código Penal. Hampshire: Gover Pub. Co. Ltd., 1983; capítulo 3.
16. Cfr. Rubio Carracedo. Autonomía para morir. Eutanasia y – Singer P. Etica práctica. Barcelona: Ariel, 1984.
Autonomotanasia. Claves de la Razón Práctica, 1990;
julio-agosto:1ss. Sobre los derroteros de la justificación de la eutanasia pasiva y
de la eutanasia voluntaria, véase:
17. Sobre estos dos polos entre los que se mueven los
discursos de justificación de la eutanasia, García Rivas N. – García Rivas N. Hacia una justificación más objetiva de la
Hacia una justificación más objetiva de la eutanasia. En: eutanasia. En: Arroyo L, Berdugo I, coords. Homenaje al
Arroyo L, Berdugo I, coords. Homenaje al Dr. Marino Dr.Marino Barbero Santos. Cuenca: Ediciones de la UCLM,
Barbero Santos. Cuenca: Ediciones de la UCLM, 2001;II. 2001; II.
– Juanatey C. Derecho, suicidio y eutanasia. Madrid: Centro de
Lecturas recomendadas publicaciones del Ministerio de Justicia, 1994.

La literatura sobre la eutanasia es abundantísima y casi toda – Ripollés JL, Muñoz Sánchez J, coords. El tratamiento jurídico
ella presta atención a los problemas de definición y de de la eutanasia. Una perspectiva comparada. Valencia:
justificación. La siguiente remisión bibliográfica ha de Tirant lo Blanc, 1996.
tomarse, por tanto, a título de ejemplo.
– Tomás-Valiente Lanuza C. La disponibilidad de la propia vida
Sobre la delimitación conceptual activa/pasiva, voluntaria/no en el Derecho penal. Madrid: Centro de Estudios Políticos y
voluntaria, etc., véase: Constitucionales, 1999.

12

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 22


Resumen
En este artículo se pasa revista a tres temas.
El primero es el del concepto de suicidio o muerte
voluntaria, con el que está estrechamente ligado el de
eutanasia; al respecto existen tres tipos de definiciones
que, sin embargo, son problemáticas por razones de
vaguedad e ideológicas. El segundo es el de la
regulación jurídica del suicidio a lo largo de la historia
(desde los pueblos primitivos hasta la época moderna,
pasando por la situación en Grecia, en Roma y en la

NOTAS HISTÓRICAS Edad Media); se subraya el hecho de que esas


regulaciones dependen de muchas circunstancias, y se
concluye señalando la tendencia en los últimos
SOBRE EL SUICIDIO tiempos a castigar únicamente las conductas de
intervención en el suicidio de un tercero y a atenuar o

Y LA EUTANASIA despenalizar algunos supuestos de eutanasia


voluntaria. Finalmente, se examina el problema de la
licitud o ilicitud moral del suicidio en filósofos como
Aristóteles, los epicúreos, Séneca, San Agustín, Santo
Tomás, Hume y Kant, mostrando la variedad de
soluciones propuestas y el hecho de que los argumentos
que se encuentran en estos autores son básicamente
los mismos que siguen utilizándose en el debate actual.
Palabras clave: Eutanasia. Suicidio. Ayuda al
suicidio. Muerte voluntaria.

CARMEN JUANATEY DORADO


Doctora en Derecho. Profesora Titular de Derecho Penal. 13
Universidad de Alicante. Campus de San Vicente del Raspeig,
Ap. 99. 03080 Alicante (España).
Abstract
HISTORIC COMMENTS ON SUICIDE
AND EUTHANASIA
In this article I will approach three different
issues. Firstly, I will give account of the concept of
suicide or voluntary death, closely linked to the
concept of euthanasia; here, I introduce three different
kinds of definitions, that, however, are problematic
either due to vagueness or to ideological reasons.
Carmen Juanatey es profesora Titular de Derecho penal de la
Secondly, I will present the legal regulation of suicide
Universidad de Alicante y profesora de Ciencia Penitenciaria en
along history (since the primitive people to the Modern
esta misma Universidad. Autora de: Derecho, suicidio y
Ages, along with the situation on the period of classic
eutanasia y El delito de desobediencia a la autoridad.
Greece, Rome and the Middle Ages); I remark the fact
that all those regulations depend on many different
circumstances and then I point out that in the current
days the tendency is, on the one hand, to punish only
the aid to suicide and, on the other hand, to reduce the
punishment or to decriminalize some cases of
voluntary euthanasia. And, thirdly, the last issue is
the morality or immorality of suicide according to
philosophers such as Aristotle, the epicurean, Seneca,
Saint Agustin, Saint Thomas, Hume and Kant. In this
respect, I present the variety of answers given by the
referred authors and I point out the fact that the
arguments advanced by them are, mainly, the same to
those appearing in the current debate.
Key words: Euthanasia. Suicide. Assisted suicide.
Voluntary death.

25 CARMEN JUANATEY DORADO - NOTAS HISTÓRICAS SOBRE EL SUICIDIO Y LA EUTANASIA


quitarse la vida, aunque acepten la muerte como
Introducción consecuencia de su actuar), mientras que sí serían casos
El estudio del tratamiento moral y jurídico de la de suicidio si se partiera de la segunda o de la tercera
eutanasia a lo largo de la historia está íntimamente definición.
vinculado al del «suicidio» o «muerte voluntaria». Esto
Estas tres clases de definición plantean un doble
es así debido a que la eutanasia voluntaria no es otra
problema. El primero es que las tres adolecen de una
cosa que un tipo de suicidio (aunque la mayoría de los
cierta vaguedad. Así, en relación con cada una de ellas,
autores rechacen denominarla así, debido a la
siempre podrán presentarse casos en los que sería
connotación negativa que, en general, se atribuye a este
dudoso decir si efectivamente se ha cometido o no
último término), facilitado o causado por un tercero en
suicidio, pues las nociones de «intención», «resultado» o
consideración a la enfermedad o estado de padecimiento
«estilo de vida», elementos fundamentales en cada una
del sujeto que desea morir. Además, es dentro del
de esas definiciones, no son en absoluto claras.
análisis histórico de la problemática del suicidio donde
se pueden encontrar también referencias al tratamiento El segundo problema es de carácter ideológico. El
de otros tipos de eutanasia como la no voluntaria y la concepto de suicidio es un «concepto interpretativo» que
involuntaria1. En las páginas que siguen me ocuparé, en no puede definirse en forma «neutral»3. En nuestra
primer lugar, del concepto de suicidio, para luego pasar cultura –en la cultura occidental–, la idea de suicidio
a considerar la regulación jurídica del suicidio a lo largo suscita, en términos generales, un sentimiento de
de la historia y terminar ocupándome del tratamiento de rechazo; cuando no se considera un pecado –el más
la muerte voluntaria desde el punto de vista moral. grave de todos–, suele verse como una reacción
patológica o como un tabú. Donnelly4 cuenta el caso de
un alto funcionario de los Estados Unidos que se suicidó
ante las cámaras de televisión en 1987 el día antes de
El concepto de suicidio que fuera sentenciado a prisión por haber cometido
Aunque se han dado numerosas definiciones de lo fraude (sería, pues, un caso de lo que Durkheim llamaba
que cabe entender por suicidio, quizás todas ellas suicidio anómico). Pues bien, al día siguiente, ningún
puedan agruparse en alguna de estas tres categorías. La periódico ni canal «respetable» de televisión retransmitió
primera es el tipo de definición que puede considerarse esa imagen aunque, desde luego, no hubiera habido
más simple: existe suicidio si, y sólo si, la persona tuvo ningún problema en hacerlo si se hubiese tratado de un
la intención de terminar con su vida. La segunda no se asesinato a sangre fría o de alguna horrible masacre.
fija ya en el elemento intencional y deriva de la Digamos que, en general, se tiende a evitar considerar
conocida definición de Durkheim, según la cual serían como suicidio una acción que parezca moralmente
14 suicidio todos aquellos casos en los que la muerte de justificada (como sucede con el rechazo frontal por parte
una persona es el resultado directo o indirecto de su de los autores cristianos a denominar suicida la
propia acción y la víctima sabe que su acción producirá conducta de los mártires cristianos o la del mismo
ese resultado. Finalmente, según el tercer tipo de Jesucristo). En definitiva, tienden a considerarse como

Ofelia, prometida de Hamlet, a la que William Shakespeare hace aparecer en su obra flotando ahogada en un río, es un
probable caso de suicidio -eso sí, de ficción- debido a la desesperación y al desamor. (Ofelia, de John Everett Millais.)

definición –lo que se ha llamado «definición omnibus»– suicidio sólo aquellos casos en los que una persona se
un suicidio tiene lugar cuando una persona lleva un tipo da muerte a sí misma, pero en forma injustificada.
de vida que sabe que puede llegar a matarle y a pesar
de ello sigue viviendo así2. Como puede apreciarse a Este problema de tipo ideológico es lo que explica
primera vista, cada una de ellas delimita un ámbito la existencia de definiciones de suicidio como la de
distinto de lo que cabe considerar como suicidio. Así, Devine5, quien excluye tanto los casos de suicidio
por ejemplo, en el caso de la eutanasia indirecta, en que indirecto como los de suicidio altruista. Según él, el
el sujeto acepta un tratamiento que sabe que acortará su suicidio indirecto se daría en aquel supuesto en que una
vida, o de la negativa a las transfusiones sanguíneas persona realiza una acción que sabe que finalizará o
por parte de los testigos de Jehová, cabría decir que, de acortará su vida, pero lo hace por una razón justificada
acuerdo con la primera definición, no serían conductas y de forma que él no elige la muerte ni como fin ni
suicidas (pues los pacientes no tienen intención de como medio. De esta manera, el autor afirma que

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 26


Durkheim afirma que la antiguas, caracterizadas por su fuerte integración,
habrían sido permisivas en relación con el suicidio e
prohibición del suicidio es una incluso en muchos casos habrían ejercido una cierta
consecuencia de la evolución presión en favor de estas conductas sobre los miembros
más débiles de la misma. Para el autor francés, la
moral de los pueblos, y sólo se prohibición del suicidio es una consecuencia de la
evolución moral de los pueblos, y sólo se produce una
produce una vez que éstos han vez que éstos han abandonado los estadios iniciales de
abandonado los estadios iniciales la civilización. Como ejemplo de pueblos de la
antigüedad que, de una u otra forma, aceptaban el
de la civilización. suicidio señala, entre otros, el caso de los guerreros
pueden excluirse de la noción de suicidio acciones como daneses que consideraban una vergüenza morir en su
la de Sansón cuando al destruir el templo termina no cama, de vejez o de enfermedad, y se suicidaban para
sólo con los filisteos, sino también con su propia vida, escapar de esta ignominia; el de los godos, que
y también ciertos casos de eutanasia en los que se pensaban que los que mueren de muerte natural están
rechaza un tratamiento médico que sólo permitiría destinados a pudrirse eternamente en antros llenos de
extender la vida por un breve período y a costa de animales ponzoñosos; o el de los visigodos, que tenían
graves padecimientos. Suicidio altruista sería, a juicio de en los límites de su territorio una roca elevada, llamada
Devine, aquel supuesto en que alguien se quita la vida la Roca de los Abuelos, desde la que se precipitaban los
para salvar la de otros o para procurar un bien de una viejos cuando estaban cansados de la vida. Esta última
gran entidad. Como ejemplos, cita el caso del prisionero costumbre –afirma– se daba también en otros pueblos
que, sabiendo que va a ser torturado y que no resistirá como los tracios o los heráculos. Asimismo, cuenta que,
la tortura, se quita la vida para evitar revelar «en Ceos, los hombres que habían llegado a cierta edad
información que supondría la muerte de todos sus se reunían en un solemne festín, en el que, coronada la
compañeros; o el caso de Sócrates (que en el Fedón cabeza de flores, bebían alegremente la cicuta». Y estas
había condenado el suicidio), quien toma la cicuta, en mismas prácticas se daban también entre los trogloditas
lugar de huir como le proponían sus discípulos, como y entre los leres, a pesar de que éstos últimos eran
acto supremo de obediencia a las leyes de la ciudad; o el famosos por su moralidad7.
del capitán Oates que, en la expedición a la Antártida,
Esta tesis de Durkheim, que ha sido puesta en
se alejó del campamento para evitar ser una carga para
entredicho por autores como Marra (pp. 20-22),
sus compañeros (este último sería, en opinión de
podemos encontrarla en muchos otros autores. Jiménez
Devine, un supuesto de suicidio altruista e indirecto).
de Asúa, por ejemplo, señala también que en algunos
En mi opinión, dados los anteriores problemas, lo pueblos pretéritos, como los celtas, el designio eugénico 15
mejor es partir de una concepción lo más amplia posible se completaba con el propósito eutanásico, lo que
(aunque no tan amplia como la denominada «definición llevaba a que se diera muerte (muerte voluntaria) a los
omnibus»), que incluya tanto los casos claros como los ancianos valetudinarios8. Altavilla, de forma muy
casos dudosos de suicidio. La razón es que de esta genérica, habla también de la permisividad para con las
forma se evitan los riesgos de confundir el problema del conductas suicidas en los pueblos más antiguos de
concepto de suicidio con el problema de su justificación. Oriente9. Palazzo, por su lado, citando a Garrisson,
A mi juicio, el concepto de suicidio debe abarcar tanto señala que los hindúes practicaban y justificaban el
supuestos de suicidio justificado como de suicidio suicidio a partir de su concepción de la vida terrena
injustificado para, a partir de ahí, señalar cuáles son los como un paso intermedio a superar lo antes posible; que
criterios que pueden utilizarse para determinar si una los egipcios, sin embargo, lo rechazaban, puesto que
acción –con independencia de que queramos ellos creían en la doctrina de la transmigración de las
denominarla o no «suicidio»– es o no es moralmente almas; y, finalmente, que las noticias que nos han
lícita. llegado de otros pueblos de la antigüedad, como los de
Asiria y Babilonia, nos refieren también casos de
suicidios. El propio Palazzo, con todo, reconoce que no
La regulación jurídica de la muerte existe garantía de veracidad sobre los datos históricos
referentes a estas épocas10.
voluntaria a lo largo de la historia
Por otra parte, Palazzo (p. 9), Adamo y Del
En el presente epígrafe ofreceré algunas
Vecchio11, entre otros, indican, de un modo un tanto
consideraciones sobre la regulación del suicidio en
genérico, que en las civilizaciones antiguas existía la
algunos pueblos de la antigüedad y en sociedades
costumbre del sacrificio o de la privación de la vida de
primitivas, o sociedades de tecnología sencilla,
los enfermos incurables, de los viejos, de las viudas y de
existentes en la actualidad. Por lo que respecta al
las personas inhábiles. A juicio de estos autores, tal
mundo antiguo, como indica Marra, las fuentes de que
práctica no obedecía a motivos altruistas, sino a razones
disponemos son escasas e inseguras. En realidad, podría
de utilidad; el suicidio, a través de un proceso de
decirse que con respecto al Derecho de los pueblos
naturaleza religioso-social, aparecía como un medio
primitivos de la antigüedad nos encontramos, en
para eliminar de la sociedad a los «inútiles» y reducir
general, más con discusiones de autores que con
costes económicos. Asimismo, Jiménez de Asúa (p. 363)
afirmaciones realmente contrastadas6.
y Morselli12 nos recuerdan que, en la India antigua, los
En sus consideraciones acerca del suicidio en los enfermos incurables eran conducidos por sus allegados
pueblos primitivos, Durkheim afirma que las sociedades al río Ganges, en el que se les ahogaba mediante la

27 CARMEN JUANATEY DORADO - NOTAS HISTÓRICAS SOBRE EL SUICIDIO Y LA EUTANASIA


introducción de barro en la nariz y en la boca. Adamo una hermana en matrimonio, si la muchacha se
atribuye esta costumbre al deseo de acabar con el escapaba con otro hombre, luchaban denodadamente en
sufrimiento de los enfermos incurables y de propiciar a la batalla hasta morir. Estos actos de llevar a un
las almas una vida mejor (p. 376). Pero Del Vecchio pariente próximo al suicidio eran considerados como
estima que no está tan claro que la muerte fuese para matar a esa persona y al responsable se le desterraba y
esos enfermos algo beneficioso, ni tampoco si se les se renovaban las flechas (p. 159).
obligaba o no a morir (pp. 29-30). Por eso, Morselli
En el caso de los habitantes de las islas Trobriand
considera que las fuentes disponibles ofrecen razones
(en la costa nordeste de Nueva Guinea), el suicidio
para dudar de si esas muertes tenían un carácter
parece haber sido una forma de sanción jurídica. Si a
benéfico o, por el contrario, constituían actos criminales.
una persona se la acusaba públicamente de haber
En definitiva, los autores que se han ocupado de cometido incesto, entonces ella misma se aplicaba la
este problema no ofrecen más que datos de una pena capital arrojándose desde lo alto de una
considerable vaguedad e imprecisión y, con frecuencia, palmera14.
ni siquiera señalan cuáles son los pueblos y las épocas
Finalmente, los ashanti (habitantes del sur de
históricas en particular a los que aluden. Podría decirse
Ghana) consideraban el suicidio como un grave delito,
que se desconoce si existió o no una regulación jurídica
con una sola excepción. De los jefes militares que
de la muerte voluntaria en las civilizaciones más
perdían una batalla se esperaba que se quitasen la vida,
antiguas.
lo que se consideraba como una acción honrosa y para
De lo que sí puede hablarse con alguna exactitud la que no existía ninguna sanción (Hoebel, p. 287).
es de la concepción de la muerte voluntaria en los
pueblos primitivos existentes aún hoy en día o, por lo
menos, hasta fechas recientes. Y lo que puede decirse a
este respecto es que el tratamiento del suicidio no
obedece a una pauta común, sino que más bien depende
de las circunstancias concretas (geográficas,
económicas, culturales, etc.) presentes en cada una de
las sociedades estudiadas por la antropología jurídica.
Así, entre los esquimales, que constituyen sin duda
uno de los grupos humanos más genuinamente
primitivos conocidos por los antropólogos, la licitud del
suicidio deriva de uno de los postulados que subyace a
16 la organización social esquimal: «la vida es dura y el
margen de seguridad pequeño», lo que a su vez tiene
como corolario el principio de que «no se puede
mantener a los miembros improductivos de la
sociedad»13. Tanto el suicidio como el infanticidio, el
senilicidio y el dar muerte a los inválidos son actos
aprobados socialmente. Los ancianos que no pueden ya
contribuir a las cargas sociales no sólo pierden su
derecho a vivir, sino que adquieren el derecho a que se
les mate, lo que debe ejecutar un allegado para evitar la
posibilidad de venganzas. La fuerza que tiene aquí el
principio de licitud del suicidio la pone de manifiesto
Hoebel en esta curiosa anécdota referida a una pareja de
esquimales convertidos al catolicismo. Tras un año de
enfermedad, el hombre decide darse muerte con la
ayuda de su mujer, pero tratando al mismo tiempo de Aristóteles consideró que el suicidio es un acto de injusticia contra la ciudad, es decir, la
no contravenir el principio de que sólo Dios puede sociedad; por eso escribe que «se impone cierta pérdida de derechos civiles al que inten-
disponer de la vida humana: «A instancias de su ta destruirse a sí mismo».
marido, ella estaba de pie con un crucifijo mientras él se
colgaba y, justo antes de expirar –lo que tiene un En relación con la regulación de la muerte
paralelo en la práctica inquisitorial–, le descolgó y puso voluntaria en la Grecia clásica, la opinión más extendida
en sus manos el crucifijo»(p. 78). En consecuencia, es que el suicidio habría sido una conducta legítima (por
tanto la muerte voluntaria como la causación del (y la tanto, no penada) siempre y cuando fuese previamente
asistencia al) suicidio de un tercero son, entre los autorizada por un órgano estatal. Así, de acuerdo con
esquimales, ejemplos no sólo de conductas lícitas, sino Durkheim, si antes de herirse, el suicida pedía
también, en ocasiones, de conductas debidas. autorización a determinados órganos haciendo valer las
razones por las que la vida le resultaba intolerable, y su
Entre los cheyenes, afirma Hoebel, el suicidio o la
demanda era atendida favorablemente, el suicidio se
amenaza de suicidio funcionaba como un medio para
consideraba un acto legítimo (pp. 363-364)15.
controlar la conducta de personas allegadas a los
suicidas. Así, una hija resentida contra una madre Sin embargo, esta tesis no es compartida por todos
excesivamente estricta se quitaba en ocasiones la vida los que, en esa época, o en épocas posteriores, han
colgándose. Y los hermanos que habían prometido a investigado sobre los aspectos sociales y jurídicos del

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 28


suicidio desde una perspectiva histórica. Así, y aun Derecho Romano y establece para el suicidio una
basándose en las mismas fuentes, autores como De regulación mucho más rigurosa: el suicidio se asimila al
Notter, Quintano Ripollés16 y, recientemente, Marra homicidio y se castiga con la prohibición de las ofrendas
(pp. 22-31), se han manifestado contrarios a la anterior durante las exequias. Ésta será durante siglos, con
interpretación. Marra, en particular, ha realizado un algunas excepciones ocasionales, la práctica de la Iglesia
estudio pormenorizado y exhaustivo de las fuentes en en relación con la muerte voluntaria (Marra, pp. 69-75).
que se apoyaba tal interpretación, y ha puesto de
manifiesto que esas fuentes no permiten extraer una Siglos más tarde, en el año 1284, el Sínodo de
norma general sobre la regulación jurídica del suicidio Nîmes establecerá ya no sólo la prohibición de exequias
válida para toda la Grecia antigua. religiosas para los suicidas, sino también la sanción más
grave: la prohibición de sepultura en campo santo.
En cuanto al Derecho Romano, los textos latinos A partir de esta época (siglo XIII), y hasta nuestros días,
sobre el tratamiento del suicidio son también muy ésta última ha sido la sanción característica del Derecho
escasos y las interpretaciones de los mismos Canónico contra los suicidas (Marra, p. 76).
encontradas. Con respecto al Derecho Romano antiguo,
y en particular a las prescripciones contenidas en las Por lo que se refiere a la normativa medieval
XII Tablas, la tesis más verosímil, a juicio de Marra, es secular en relación con el suicidio, pueden distinguirse
que aquéllas no contenían ninguna disposición contraria dos fases históricas fundamentales. En la primera, que
al suicidio (pp. 34-60). Por lo que respecta a la época cubre toda la alta Edad Media, los documentos que han
imperial, existen referencias de autores que indican que llegado hasta nosotros se limitan a reproducir,
el suicidio del acusado durante el proceso podía dar prácticamente de modo textual, las disposiciones del
Derecho Canónico del siglo VI antes indicadas. La
segunda fase corresponde al período de la baja Edad
En el año 1284, el Sínodo de Media. El Derecho consuetudinario de esta época nos es
mejor conocido que el de los períodos anteriores, gracias
Nîmes establecerá ya no sólo la a la existencia de numerosas compilaciones de las
prohibición de exequias religiosas costumbres locales. Y en todas ellas aparece como
elemento común que las penas laicas entrañan un
para los suicidas, sino también la mayor grado de represión, cuantitativa y
sanción más grave de prohibición cualitativamente, que las sanciones canónicas
(Marra, p. 78).
de sepultura en campo santo.
En términos generales, las penas previstas para el
lugar, en algunos casos, a una excepción al principio
suicidio por el Derecho consuetudinario medieval son de 17
dos tipos: por un lado, medidas patrimoniales que
general de que el delito se extingue con la muerte
consisten normalmente en la confiscación de todos o
(crimen extinguitur mortalitate). Así, el suicidio del
parte de los bienes del suicida; y, por otro lado, penas
acusado podía no dar lugar a la suspensión del proceso,
corporales aplicadas al cadáver. Sin embargo, a partir
de manera que se procedía a pronunciar una condena
post mortem y a la confiscación de los bienes del del siglo XIV, las penas más frecuentemente previstas
suicida. Pero tal excepción parecería obedecer no tanto a por las numerosas costumbres locales son la práctica de
una reprobación del acto de quitarse la vida en sí mismo rituales macabros, las exhibiciones infamantes de los
considerado (respecto al cual regiría más bien el cadáveres, violencias y ensañamientos de todo tipo
principio liber mori), como a una finalidad práctica de ejercidos sobre los cuerpos sin vida de los suicidas.
defender al fisco frente a la tentativa de fraude que La finalidad práctica de todo ello no era otra que la de
pudiera suponer el suicidio. suscitar el miedo y la repulsión entre las poblaciones,
advirtiendo a sus habitantes del fin que les esperaría si
En la Edad Media, entre el Derecho de la Iglesia y decidieran poner voluntariamente fin a sus vidas
la legislación secular (que, en realidad, recibió una (Marra, p. 79).
fuerte influencia de aquél) existe un punto en común
Desde finales de la Edad Media y hasta el siglo
–la asimilación del suicida con el homicida–, pero
XVIII, el tratamiento jurídico del suicidio en el Derecho
existen también diferencias notables.
consuetudinario viene a ser, básicamente, una
Así, el Derecho Canónico, en sus comienzos, continuación de la normativa medieval. Sin embargo,
debido a la influencia de la moral y del Derecho el Derecho escrito transcurre por cauces distintos.
Romano, revela una cierta ambigüedad en relación con Así, la Ordenanza de 1532 de Carlos V –la llamada
el suicidio: las acciones suicidas se consideran con una Ordenanza Carolina que constituyó un auténtico
cierta indulgencia si sus agentes son miembros de las código penal para todos los países del Imperio–
clases privilegiadas, pero se las hace objeto de reproduce fielmente la regulación del Derecho Romano
reprobación e infamia si los autores pertenecen a las y prevé la confiscación de los bienes, pero sólo en el
clases inferiores. El Derecho de la Iglesia, pues, no supuesto de suicidio del procesado por temor a una
establece una represión generalizada del suicidio; sentencia condenatoria (Palazzo, p. 22). Asimismo,
únicamente lo castiga cuando lo realizan siervos y las Partidas de Castilla, que junto con la Constitución
criados, en la medida en que ello supone un acto de Carolina constituyeron los principales vehículos
protesta contra la autoridad del señor. A partir del siglo europeos de la recepción, instauraron en gran medida
VI, sin embargo, y tras una breve fase de transición, la el tácito sistema de tolerancia romana en relación con
Iglesia se emancipa definitivamente de la influencia del el suicidio (Quintano, p. 372).

29 CARMEN JUANATEY DORADO - NOTAS HISTÓRICAS SOBRE EL SUICIDIO Y LA EUTANASIA


Sócrates fue condenado a beber la cicuta. A pesar de que la sentencia era injusta y de que hubiera podido escapar de sus guardianes, la cumplió por el deber moral de respetar la ley.

Ya en el siglo XVII, la Ordenanza criminal francesa había tocado a su fin. En realidad, la evolución en el
de 1670, aunque en algunos aspectos sea una tratamiento jurídico del suicidio en las colonias
continuación en la línea de la represión medieval del americanas a lo largo de los siglos XVII y XVIII es
suicidio, marca también el inicio de una nueva época en similar a la ocurrida en Europa.
la consideración del suicidio que culmina con su total
Los siglos XIX y XX van a suponer una nueva fase
despenalización por obra de la legislación revolucionaria
en el enfoque del problema de la muerte voluntaria: en
de 1789. En efecto, a lo largo del siglo XVIII, se va
general, dejan de establecerse sanciones contra el
creando poco a poco, en parte mediante la difusión de
suicida, pero se castigan, con penas que tienden a
los textos de los autores de la antigüedad que
disminuir, las conductas de intervención en el suicidio
justificaban la muerte voluntaria, una corriente de
de un tercero; al mismo tiempo, en algunos países va
opinión, que termina por ser mayoritaria, en favor de su
abriéndose camino la atenuación (caso de España) o la
despenalización. A pesar de ello, los textos jurídicos
despenalización de algunos supuestos específicos de
vigentes en muchos de los Estados y ciudades europeas
eutanasia voluntaria (caso de Holanda y de Bélgica, o
prevén sanciones, incluidas sanciones infamantes, para
de Oregón , en EEUU, donde –eludiendo denominarlo
18 el suicida. No obstante, en realidad, tal vigencia es sólo
«eutanasia»– se ha despenalizado la ayuda médica al
formal, pues las nuevas ideas filosóficas sobre el
suicidio).
suicidio son asumidas tácitamente por los jueces,
quienes en la práctica dejan de penar el suicidio
(Marra, pp. 86-94). El problema de la licitud o ilicitud moral
A partir del sigo XVIII, en la mayor parte de los del suicidio
países europeos, con excepciones como la de Rusia o la
Si se examina la obra de los autores (o de algunos
del Derecho inglés, se va imponiendo la abolición de la
de los autores) que pueden considerarse más
punición de la muerte voluntaria. El suicidio desaparece
representativos de la historia de la filosofía occidental
como figura jurídico-penal, pero no –claro está– la
(Aristóteles, los epicúreos, los estoicos –particularmente
participación en el suicidio de otro o el homicidio
Séneca–, San Agustín, Santo Tomás, Hume y Kant)
consentido.
puede llegarse con facilidad a estas dos conclusiones: la
Por lo que se refiere a la situación en los Estados primera es la variedad de las soluciones propuestas, que
Unidos, la primera respuesta legal de las colonias frente van desde la afirmación del carácter absolutamente
al suicidio fue su penalización. Sin embargo, en 1701, ilícito del suicidio hasta la defensa de su licitud y
la colonia de Pennsylvania abolió la confiscación como racionalidad, al menos en ciertos casos; y la segunda,
pena para el suicidio; a partir de este momento, la quizás la más interesante, es que los argumentos en
mayoría de las colonias (y luego Estados), siguiendo favor y en contra de la ilicitud de la muerte voluntaria
este ejemplo, fueron haciendo desaparecer las penas que pueden encontrarse en estos autores son
contra el suicidio, de manera que, a finales del siglo XVIII, básicamente los mismos que siguen utilizándose en el
la incriminación de la muerte voluntaria prácticamente debate actual.
Aristóteles, al igual que anteriormente lo habían
hecho ya los pitagóricos, Sócrates y Platón, considera
A lo largo del siglo XVIII, se va que el suicido es una acción éticamente ilícita. Su
argumentación al respecto consiste en lo siguiente.
creando poco a poco una corriente
Por un lado, Aristóteles rechaza que el suicida tenga
de opinión, que termina por ser la virtud del valor que él define como un término medio
mayoritaria, en favor de la entre el miedo y la temeridad: «Pero el morir para huir de
la pobreza o del amor o de algo doloroso no es propio del
despenalización del suicidio. valiente, sino más bien del cobarde, porque es blandura
rehuir lo que es penoso, y no sufre la muerte (el suicida)

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 30


por ser noble, sino por rehuir un mal» (1116a)17. Para necesidad»), sin embargo, el sabio epicúreo ha de
Aristóteles, lo propio del valiente (es decir, de quien procurar evitar el suicidio: «muy poca cosa es, de cierto,
posee esa virtud) es soportar lo que es terrible para un aquel que encuentra muchos motivos razonables para
hombre o lo parece, porque es honroso, y porque sería abandonar la vida» (p. 181).
vergonzoso no soportarlo (1117a).
Si para los epicúreos el suicidio no es un acto ilícito
Por otro lado, el punto central de la argumentación ni tampoco recomendable éticamente (sino más bien un
de Aristóteles es la cuestión de si alguien puede ser acto moralmente indiferente), los estoicos mantendrán
injusto consigo mismo, y a ello responde hacia el suicidio lo que se ha llamado una «actitud
negativamente: «nadie es objeto de un trato injusto heroica» (p. 180), encarnada en forma paradigmática
voluntariamente» (1136b). A partir de ahí se plantea en uno de los representantes del estoicismo romano
por qué entonces es injusto el suicidio y la conclusión a –Séneca–, quien dio fin a su vida, precisamente, por
la que llega es que quien se suicida obra injustamente, orden del emperador Nerón de quien él mismo había
pero no contra sí mismo, sino contra la ciudad, contra la sido preceptor.
sociedad. Aristóteles parece ver en el suicidio un crimen
En las Epístolas morales a Lucilio, Séneca defiende
social: «El que, en un acceso de ira, se degüella
con toda claridad el derecho a quitarse la vida, aunque
voluntariamente, lo hace en contra de la recta razón,
no en cualquier circunstancia ni por una mera cuestión
cosa que la ley no permite, luego obra injustamente.
de moda19. La primera premisa del razonamiento de
Pero ¿contra quién? ¿No es verdad que contra la ciudad
Séneca es que lo que es bueno no es el mero vivir, sino
y no contra sí mismo? Sufre, en efecto,
el vivir bien; en consecuencia, «el sabio ha de vivir
voluntariamente, pero nadie es objeto de un trato
injusto voluntariamente. Por eso también la ciudad lo
castiga, y se impone cierta pérdida de derechos civiles al
que intenta destruirse a sí mismo, por considerar que
comete una injusticia contra la ciudad» (1138a).
La argumentación de Aristóteles en contra del
suicidio se fundamenta en una determinada concepción
de la política y de las relaciones entre el individuo y el
Estado. Aristóteles consideraba que el miembro de la
polis formaba una unidad con su ciudad; su existencia
carecía de sentido separado de ella. Su concepción, pues,
se sitúa en el lado opuesto al de la mentalidad moderna
en la que rige el principio del individualismo: los 19
derechos del individuo son más bien derechos contra el
Estado; ser libre significa gozar de autonomía frente al
Estado. Esto explica que la opinión sobre el suicidio de
Aristóteles siga jugando un papel importante en los
autores medievales, especialmente en Santo Tomás, pero
que resulte rechazada por los autores que representan las
corrientes más características de la filosofía moderna,
como sucede en el caso de Hume y en el de Kant. Kant condena el suicidio; no lo hace porque piense que la vida haya de considerarse
como el supremo bien. Reconoce que «hay deberes a los que debe supeditarse la vida»,
El estoicismo y el epicureísmo representan las dos como el deber de vivir con dignidad.
líneas de pensamiento más características de lo que
suele llamarse período helenístico de la filosofía.
tanto como deba, no tanto como pueda» (70,4): lo que
El hecho fundamental de esta época es la desaparición
ha de importarle no es la cantidad, sino la calidad de su
de la polis, lo que da lugar a una reorientación del
vida. Por eso, en relación con la muerte, la cuestión no
pensamiento filosófico. Como señala García Gual, una
estriba «en morir antes o después, sino en morir bien o
de las ideas centrales de la filosofía de Epicuro es que no
mal». Y morir bien significa escapar del peligro de vivir
se debe temer a la muerte, pues «la muerte no es nada
mal» (70,6). Ahora bien, dado que la naturaleza ha
para nosotros»18. «Meditar sobre la muerte es para los
permitido que el hombre pueda elegir su propia muerte,
epicúreos –escribe García Gual– acostumbrarse a pensar
este debe ejercer esa libertad suprema con total
que este hecho de concluir la vida no tiene en sí nada de
autonomía. Todo hombre debe hacer que su vida sea
espantoso. El hombre, condenado naturalmente a morir,
aceptable para los otros, además de para sí mismo, pero
puede sólo adelantar su muerte, riesgo de su libertad, si
su muerte sólo ha de serlo para él. La mejor forma de
en un determinado momento la vida le parece
morir es la que nos gustaría (70,11-13). «Lo mejor que
insoportable». La muerte no puede afligirnos con su
ha ordenado la ley eterna –continúa Séneca– es que nos
presencia, «porque mientras nosotros existimos no está
proporciona una sola forma de entrar en la vida, pero
presente y, cuando está presente, ya no estamos
muchas de abandonarla. ¿Debo esperar la crueldad de la
nosotros»; puede afligirnos tan sólo con su expectación,
enfermedad o del hombre, cuando puedo escapar del
en la espera (p. 180).
miedo de la tortura y liberarme de todos mis problemas?
Ahora bien, aunque la muerte para los epicúreos Esta es la única razón por la que no debemos lamentar
sea una alternativa para nuestra libre elección cuando la la vida: no sujeta a nadie contra su voluntad
vida se presenta como algo insufrible («La necesidad es (70, 14-15). Por tanto, para Séneca, decidir o no
un mal, pero ninguna necesidad hay de vivir en la suicidarse y, en caso positivo, cómo hacerlo, es una

31 CARMEN JUANATEY DORADO - NOTAS HISTÓRICAS SOBRE EL SUICIDIO Y LA EUTANASIA


cuestión puramente racional: «La razón, también, nos
aconseja morir, si podemos, de acuerdo con nuestro
gusto; si esto no es posible, nos aconseja morir de
acuerdo con nuestra habilidad, y tomar cualquier medio
que se nos ofrezca para hacernos violencia a nosotros
mismos». Es criminal «vivir robando» pero, por otro
lado, no hay nada más noble que «morir robando»
(70,27).
Por lo que respecta a la filosofía cristiana, tanto
para San Agustín como para Santo Tomás no puede
pensarse en ninguna otra acción que encarne un mayor
mal que el suicidio (en cuanto atentado contra el
mismísimo Dios); sin embargo, como veremos, la
prohibición del suicidio –entendido en un sentido
amplio– que defienden ambos autores no puede
considerarse como absoluta. Según Séneca «el sabio ha de vivir tanto como deba, no tanto como pueda». Dado que la
naturaleza ha permitido que el hombre pueda elegir su propia muerte, debe ejercer esa li-
La prohibición de «no matarás» tiene, según San bertad suprema con total autonomía. (Suicidio de Séneca.)
Agustín, un alcance universal que incluye el hecho de
darse muerte a sí mismo. Sin embargo, ese precepto
ley natural y contra la caridad». La segunda es que un
tiene, en su opinión, dos excepciones: cuando quien
hombre cualquiera es parte de la comunidad, y, por
manda matar es «la ley justa o excepcionalmente el
tanto, todo lo que él es pertenece a la sociedad; luego el
mismo Dios». Y así, no infringirían el mandamiento
que se suicida hace injuria a la comunidad, como
quienes matan en una guerra justa o aplican la pena
Aristóteles indicó». Y la tercera razón es que «la vida es
de muerte20. Después de ello, San Agustín, en clara
un don dado al hombre por Dios y sujeto a su divina
oposición al pensamiento de los estoicos, niega que
potestad, que mata y hace vivir. Y, por tanto, el que se
haya de considerarse «grandeza de alma» la del que
priva a sí mismo de la vida peca contra Dios, como el
«no pudiendo sobreponerse a situaciones de aspereza
que mata a un siervo ajeno peca contra el señor, de
o sufrir intolerancias ajenas, se ocasiona a sí mismo la
quien es siervo»21.
muerte»(pp. 46-47). Finalmente, examina algunos
casos que planteaban en su época ciertas dudas, como Ahora bien, Santo Tomás también reconoce que
el de las «santas mujeres, en tiempos de la persecución, «es lícito que uno se exponga espontáneamente a un
20 (que) por librarse de los perseguidores de su honestidad peligro menor por evitar el peligro mayor». De ese
se arrojaron en el río que las había fatalmente de modo, podría ser lícito en ocasiones exponerse a la
arrebatar y ahogar» y a las cuales venera la Iglesia muerte o realizar alguna acción que se sepa conduce a
Católica; o el de quienes se dan muerte a sí mismos «por la muerte, si de ello se sigue un bien mayor (teoría del
no precipitarse en el pecado», lo que al parecer ocurría doble efecto). De acuerdo con ello, se pregunta si puede
con alguna frecuencia entre recién bautizados. En su ser lícito suicidarse para evitar una vida miserable o la
opinión, la solución es que en el primer caso la acción torpeza de algún pecado y su respuesta es negativa: ahí
habría sido realizada obedeciendo el mandato divino y, se estaría prefiriendo un mayor mal (el suicidio) por
por tanto, sería una acción lícita, mientras que la evitar uno menor –las miserias de esta vida o exponerse
segunda sería inequívocamente ilícita (pp. 52-54). a la comisión de pecados (pp. 439-441).
Así pues, en relación con el suicidio, lo que para Por lo que respecta al planteamiento de Hume22, la
San Agustín tiene carácter de prohibición absoluta es argumentación que ofrece en defensa de la licitud del
que «nadie debe darse la muerte de su propio albedrío». suicidio en su obra sobre el suicidio parte del siguiente
Pero esa prohibición no tiene carácter absoluto en presupuesto. Si el suicidio fuera un acto ilícito, entonces
relación con cualquier tipo de suicidio, al menos si se habría de suponer una transgresión: 1) bien de nuestros
parte del concepto amplio del mismo. Así, San Agustín deberes para con Dios, 2) bien de nuestros deberes
no sólo justifica los casos en que uno se da muerte a sí hacia nuestro prójimo, hacia la sociedad, 3) o bien de
mismo por mandato divino, sino que, puesto que la nuestros deberes para con nosotros mismos. Sin
providencia de Dios es soberana como «inescrutables embargo, en su opinión, no puede decirse que exista
son sus juicios e ininvestigables son sus caminos», deja una transgresión en ninguno de esos tres sentidos.
también una puerta abierta a que sea la propia
a) En primer lugar, no es una transgresión de
conciencia, la conciencia individual, la que interprete la
nuestros deberes para con Dios. No hay por qué pensar
voluntad divina (pp. 53-56).
que el hombre no puede –sólo Dios podría– disponer de
La solución que da Santo Tomás al problema del su vida: «si el disponer de la vida humana fuera algo
suicidio es muy semejante a la de San Agustín; de reservado exclusivamente al Todopoderoso, y fuese un
hecho, él apela varias veces a la autoridad de éste. En la infringimiento del derecho divino el que los hombres
Summa Theologica, Santo Tomás afirma que es dispusieran de sus propias vidas, tan criminal sería el
«absolutamente ilícito suicidarse», por las tres siguientes que un hombre actuara para conservar la vida como el
razones. La primera es que «el que alguien se dé muerte que decidiese destruirla. Si yo rechazo una piedra que
es contrario a la inclinación natural y a la caridad por la va a caer sobre mi cabeza, estoy alterando el curso de la
que uno debe amarse a sí mismo; de ahí que el naturaleza, y estoy invadiendo una región que sólo
suicidarse sea siempre pecado mortal, por ir contra la pertenece al Todopoderoso»(p. 127).

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 32


Hume da además otros dos argumentos en apoyo
de su anterior afirmación. Así, por un lado, sólo porque
El planteamiento de Hume en
la vida nos pertenece –afirma– tiene sentido que «Sobre el suicidio» supone un
califiquemos una acción como heroica (por ejemplo, el
que pone en riesgo la vida en aras de la amistad) o rechazo frontal de la idea de la
como miserable. Y, por otro lado, si todos los poderes y santidad de la vida, lo que le sitúa
facultades que tenemos los hemos recibido de Dios,
también hemos recibido de Él el poder de quitarnos la frente a la filosofía cristiana y, en
vida voluntariamente «cuando el horror al sufrimiento particular, frente a las ideas éticas
prevalece sobre el amor a la vida». Por eso, poner fin a
nuestra vida no significa, a juicio de Hume, revelarnos de su época.
contra nuestro Creador (p. 129).
los propósitos de su creador», esto es, vulnera nuestros
b) En segundo lugar, el suicidio tampoco es una deberes para con Dios. Pero lo que le interesa a Kant
infracción de los deberes hacia nuestro prójimo y hacia fundamentalmente es examinar el suicidio en sí mismo,
la sociedad. Según Hume, esto es así: 1) porque «sin tomar en cuenta consideración religiosa alguna»,
nuestros deberes sociales parecen basarse en la pues «el suicidio es ilícito y aborrecible, no porque Dios
reciprocidad: cuando uno se aparta totalmente de la lo haya prohibido, sino que Dios lo prohíbe
sociedad, deja de recibir sus beneficios y, por tanto, precisamente por su carácter aborrecible» (1988,
también debería dejar de tener la obligación de pp. 189-195).
promover los intereses sociales; 2) porque, en todo
Además, según Kant, el suicida comete un
caso, las obligaciones tienen que tener algún límite: «no
atentado contra la sociedad, contra los otros hombres:
estoy obligado a hacer un pequeño bien a la sociedad, si
«Los defensores y partidarios del derecho al suicidio
ello supone un gran mal para mí»; y 3) porque hay
resultan necesariamente nocivos a una república.
ocasiones en las que uno ya no tiene el poder de
Imaginemos que fuera un sentimiento generalizado el
promover los intereses de la sociedad, sino que se
considerar el suicidio como un derecho, un mérito o un
convierte en una carga. «En casos así –afirma Hume–
honor; es una hipótesis estremecedora, pues tales
mi renuncia a la vida no sólo sería un acto inocente,
hombres no respetarían su vida por principio y nada les
sino también laudable. Y la mayoría de la gente que se
alejaría de los vicios más espantosos, pues no temerían
ve tentada a abandonar la existencia se encuentra en
a rey ni a tormento alguno» (1989, p. 281).
una situación de este tipo» (pp. 131-132).
Pero el punto central de la argumentación de Kant
c) Finalmente, el suicidio tampoco implica una
se conecta con la cuestión de si el suicida incumple un
transgresión de nuestros deberes para con nosotros
deber para consigo mismo o no. Su respuesta es tajante: 21
mismos: «Que el suicidio puede a menudo ser
el suicidio es «lo más opuesto al supremo deber para
compatible con el interés y el deber para con nosotros
con uno mismo, ya que elimina la condición de todos
mismos es algo que nadie puede cuestionar, una vez
los restantes deberes. El suicidio sobrepasa todos los
que se admite que la edad, la enfermedad o la desgracia
límites del uso del libre arbitrio, dado que éste sólo es
pueden convertir la vida en una carga, y hacer de ella
posible si existe el sujeto en cuestión» (1988, p. 189).
algo peor que la aniquilación». Además, a él le parece
«El suicidio no es lícito bajo ningún respecto, ya que
que «nadie ha renunciado a la vida si ésta merecía
representa la destrucción de la humanidad y coloca a
conservarse», pues «el horror a la muerte» hace que
ésta por debajo de la animalidad» (1988, p. 192).
«motivos triviales nunca tendrán fuerza suficiente para
hacer de ella (la muerte) algo deseable (p. 133)». En realidad, Kant no condena el suicidio porque
piense que la vida haya de considerarse como el
El planteamiento de Hume en «Sobre el suicidio»
supremo bien. Al contrario, él reconoce que «hay
supone un rechazo frontal de la idea de la santidad de la
deberes a los que debe supeditarse la vida», como el
vida, lo que le sitúa frente a la filosofía cristiana y, en
deber de vivir con dignidad. Así, no es suicidio «el
particular, frente a las ideas éticas de su época. Por lo
arriesgar la propia vida ante el enemigo, llegando
demás, la concepción de Hume sobre el suicidio puede
incluso a sacrificarla con objeto de observar los deberes
considerarse representativa de la concepción utilitarista
para con uno mismo». Quien se estima a sí mismo no
de la moral que ha caracterizado al pensamiento ético
teme a la muerte; prefiere morir antes que ser objeto de
anglosajón de todo el siglo XIX y gran parte del XX. La
oprobio (1988, pp. 190-195).
famosa tesis de John Stuart Mill, que deriva
directamente de Hume, de que el derecho penal sólo Para Kant, «la intención de autodestruirse es lo que
debe poner límites a la libertad humana cuando se trata constituye el suicidio» (1988, p. 190). Y, por supuesto,
de acciones que causan daño a otro (harm to other) y tampoco debe considerarse como el fin de la moral la
no simplemente en las acciones que sólo afectan al consecución de la felicidad, lo que le lleva a rechazar
propio sujeto lleva naturalmente a considerar el suicidio que pueda justificarse de alguna forma el darse muerte
como algo lícito o, en todo caso, algo que no debe ser por razones hedonistas, por ejemplo, para escapar de las
objeto de sanción jurídica23. Ésta, cabría decir, es la miserias de esta vida como habían defendido los
postura estándar sobre el suicidio cuando se parte de estoicos.
una concepción liberal y antipaternalista de la sociedad.
Lo que para Kant hace que el suicidio sea una
No fue ésta, sin embargo, la concepción que sobre conducta absolutamente ilícita es el principio de
el suicidio defendió Kant en varias de sus obras24. Como dignidad y de libertad humana. El suicidio significa la
Santo Tomás, Kant considera que el suicida «subvierte negación de la moralidad, porque implica la destrucción

33 CARMEN JUANATEY DORADO - NOTAS HISTÓRICAS SOBRE EL SUICIDIO Y LA EUTANASIA


de la condición que hace posible la moralidad misma, in Moral Philosophy. New York: Random House, 1980;
esto es, el sujeto moral (1989, p. 282). Ésta es también 71.
la razón por la que Kant utiliza el ejemplo del suicidio 3. Margolis J. “Suicide”. En: Beauchamp TL, Perlin S (eds).
para mostrar cómo opera el imperativo categórico en sus Ethical Issues in Death and Dying. New Jersey: Englewood
dos primeras formulaciones. Cliffs, 1978; 95-96.

La primera de ellas, como se sabe, dice así: «obra 4. Donnelly J. Suicide. Right or Wrong? New York, 1990; 10.
sólo según una máxima tal que puedas querer al mismo 5. Devine FE. Ethics of Homicide. Notre Dame: Indiana, P.
tiempo que se torne ley universal» (1973, p. 72). Kant edit., 1990; 196-197.
se pregunta entonces si alguien que padeciendo 6. Marra R: Suicidio, diritto e anomia. Immagini della morte
desgracias lindantes con la desesperación y sintiendo volontaria nella civiltà occidentale. 1987; 19-20.
despego de la vida actuaría en contra del deber para 7. Durkheim E: El suicidio. Estudio de Sociología, (traducción
consigo mismo al quitarse la vida. Y su respuesta es que y Estudio preliminar sobre Etiología del suicidio en España,
«tal principio del egoísmo no puede ser una ley universal por Mariano Ruiz-Funes). Madrid, 1928; 224-366.
de la naturaleza (...) una naturaleza cuya ley fuese
8. Jiménez de Asúa L. Libertad de amar y derecho a morir,
destruir la vida misma, por la misma sensación cuya 70 edic. Buenos Aires, 1984; 362.
determinación es atizar el fomento de la vida, sería
contradictoria y no podría subsistir como naturaleza» 9. Altavilla E. Delitti contro la persona. Delitti contro la inte-
grità e la sanità della stirpe. Milano, 1934; 9.
(1973, pp. 73-74). La segunda formulación del
imperativo categórico establece lo siguiente: «obra de tal 10. Palazzo D. Il suicidio, sotto l’aspetto fisiopatologico, so-
modo que uses la humanidad, tanto en tu persona como ciale e giuridico. Napoli, 1953; 10-11.
en la persona de cualquier otro, siempre como un fin al 11. Adamo M. Il problema giuridico e medico-legale dell’euta-
mismo tiempo y nunca solamente como un medio» nasia. En: Archivio Penale, 1950, t. VI, parte I, p. 375; del
(1973, p. 84). Y ésta no sería tampoco, en opinión de Vecchio G. Morte benefica (l’eutanasia), sotto gli aspetti
Kant, compatible con el suicidio. «Si para escapar a una etico-religioso, sociale e giuridico. Torino, 1928; 28-29.
situación dolorosa se destruye el (hombre) a sí mismo, 12. Morselli E. L’uccisione pietosa (l’eutanasia) in rapporto
hace uso de una persona como mero medio para alla morale ed all’eugenica. Torino, 1923; 19.
conservar una situación tolerable hasta el fin de la vida 13. Hoebel EA. The Law of Primitive Man. A Study in Compa-
(...). No puedo, pues, disponer del hombre, en mi rative Legal Dynamics. New York, 1979; 69.
persona, para mutilarle, estropearle, matarle» (1973,
14. Véase también, Malinowsky B. Crimen y costumbre en la
p. 85). sociedad salvaje. Barcelona, 1986; 139.
Ahora bien, aunque la respuesta de Kant a la 15. Esta misma tesis la mantienen a finales del siglo pasado, y
22 cuestión de si el suicidio es o no una acción moralmente entre otros, Garrisson G. Le suicide dans l’antiquité et
ilícita es inequívoca, lo que no parece tan claro es que dans les temps modernes. Paris, 1885; 18-23; y Geiger
aceptar el imperativo categórico como principio de la KA. Der Selbstmord im klassischen Altertum. Historisch-
moral tenga que llevar a la conclusión a la que llevó a Kritische Abhandlung. Augsburg, 1888; 59.
Kant quien, por otra parte, justificó también la pena de 16. De Notter G. Del tentato suicidio presso i Romani. Firenze,
muerte con argumentos morales extraídos del 1866 (citado por Palazzo, p. 10); Quintano Ripollés A.
imperativo categórico. En mi opinión, del principio de Tratado de la parte especial del Derecho penal, tomo I.
universalidad y, especialmente, del de dignidad del ser Madrid, 1962; 369.
humano (esto es, del que ordena que la persona debe 17. Aristóteles. Etica a Nicómaco, Libro I, 116a (traducción de
ser tratada siempre como un fin y nunca simplemente M. Araujo y J. Marías), 30 edic. Madrid: Centro de Estudios
como un medio) no sólo se deriva que el suicido está en Constitucionales, 1981.
ciertos casos permitido moralmente, sino incluso el 18. García Gual C. Epicuro. Madrid, 1981; 178.
deber de ayudar a otra persona a quitarse la vida si ya
19. Seneque. Lettres à Lucilius, Lettre 70, (T.III, Livres VIII-
no le es posible llevar una vida digna (por ejemplo, en XIII). Paris, 1979.
un caso de eutanasia). Y, en todo caso, el propio Kant
consideró que el suicidio era una cuestión en la que no 20. San Agustín. La ciudad de Dios, Libro I, 20,2-4 (traduc-
ción de Loreneo Riber, texto revisado por Juan Bastardas).
debía intervenir el Derecho, pues la jurisprudencia «debe
Barcelona: V.I, 1953; 45-46.
decidir lo que es justo o injusto únicamente en el terreno
de los deberes para con los demás, pero no en el de los 21. Santo Tomás. Summa Theologica, 2-2 q.64, a.5 (traduc-
deberes para con uno mismo» (1988, p. 197). ción dirigida por Francisco Barbado Viejo, O.P.). Madrid,
1956; 439-441.
22. Hume D. “Sobre el suicidio”. En: Sobre el suicidio y otros
Notas ensayos. Madrid, 1988; 121-134.
1. Sobre estos diferentes tipos de eutanasia puede verse: Jua- 23. Véase, Stuart Mill J. Sobre la libertad (traducción de Pablo
natey Dorado C. Derecho, suicidio y eutanasia. Madrid, de Azcárate), 10 edic. Madrid, 1970; 153 y ss.
1994; 376-380. Otras clasificaciones de la eutanasia pue-
den verse en: Díez Ripollés JL, y Gracia Martín L. Comenta- 24. Véase, Kant I. La Metafísica de las costumbres (traducción
rios al Código Penal. Parte especial. T.I. Valencia: Tirant lo y notas de Adela Cortina Orts y Jesús Conill Sancho). Ma-
Blanch, 1997; 226-246. drid, 1989; 280 y ss.; Fundamentación de la Metáfísica
de las costumbres (traducción por Manuel García Moren-
2. Beauchamp TL. “Suicide”. En: Beauchamp TL, Perlin S te), 40 edic. Madrid, 1973; 73 y ss.; Lecciones de Ética
(eds). Ethical Issues in Death and Dying. New Jersey: En- (introducción y notas de Roberto Rodríguez Aramago, tra-
glewood Cliffs, 1978; 89. Del mismo: “Suicide”. En: Regan ducción de Roberto Rodríguez Aramago y Concha Roldán
T (ed). Matters of life and death. New Introductory Essays Panadero). Barcelona, 1988; 187 y ss.

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 34


Resumen
La eutanasia proporciona un ejemplo de por qué
el estudio serio de las cuestiones bioéticas ha de
iniciarse con una perspectiva histórica. La palabra
«eutanasia» posee su propia historia, y lo que
significó en determinados momentos difiere de su
significado actual. El presente artículo examina la
eutanasia en diferentes culturas y épocas para así
estructurar la reflexión necesaria en la actualidad. Se
presta una especial atención a la sociedad holandesa

EUTANASIA Y dada su influencia en otras naciones europeas, así


como a la sociedad estadounidense, pues en todos sus
estados se están desarrollando campañas políticas en
SUICIDIO ASISTIDO favor y en contra de la muerte médicamente asistida.

EN LAS CULTURAS
Palabras clave: Eutanasia. Suicidio médicamente
asistido. Ayuda en la muerte. Soporte vital.

ANTIGUA Y
CONTEMPORÁNEA

23
JAMES DRANE BD, PH.D
Russell B. Roth Professor of Bioethics. Edinboro University of
Pennsylvania. Edinboro, PA 16444 (EEUU).

Abstract
James Drane ha venido ocupándose de la Bioética desde los
años sesenta. Colaboró en la puesta en marcha del master de EUTHANASIA AND ASSISTED SUICIDE IN ANCIENT
Bioética en la Universidad Complutense de Madrid, en la que AND CONTEMPORARY CULTURES
anteriormente había obtenido el doctorado en Ética con el Euthanasia provides an example of why serious
profesor José Luis Aranguren. Es autor de Caring to the End, study of issues in bioethics has to begin with an
Clinical Bioethics, Becoming a good Doctor y de otros siete historical review. The word euthanasia has a history of
libros. Sus artículos han sido publicados en las revistas Journal its own, and what it meant at certain times is different
of the American Medical Association, Hastings Center Report, from what it means today. This article looks at
Health Progress, Linacre Quarterly, America, Bulletin of euthanasia in different cultures and different ages in
Menniger Clinic, Cross Currents y Commonweal. order to structure the reflection called for today.
Special attention is given to Dutch society because of
its influence on other European nations, and to the
U.S. society where political campaigns are underway
in every state in favor of and opposed to physician
assisted death.
Key words: Euthanasia. Physician assisted
suicide. Aid in dying. Life sustaining measures.

35 JAMES DRANE - EUTANASIA Y SUICIDIO ASISTIDO EN LAS CULTURAS ANTIGUA Y CONTEMPORÁNEA


Introducción
La aceptabilidad moral de la privación directa de la
vida humana ha dependido históricamente de las
creencias religiosas y las costumbres de la comunidad.
A lo largo de los años, las creencias religiosas se
modifican, como también las costumbres comunitarias.
Evolucionan las creencias, las actitudes culturales y las
costumbres, y del mismo modo lo hacen los significados
de términos como «eutanasia» y «suicidio». Parece, por
tanto, conveniente echar un breve vistazo a este
proceso evolutivo como paso previo a la participación
en el debate cultural actual sobre la legalización de tales
prácticas en Estados Unidos y en Europa1.

Prácticas relacionadas con la muerte


en culturas indígenas
En algunas culturas indígenas, los moribundos
eran expuestos al humo de un fuego lento, lo que
gradualmente causaba la pérdida de conciencia y
después la muerte. En tribus migratorias o nómadas, las
Lo que hoy llamamos eutanasia activa se practicaba en la época medieval en soldados
personas ancianas que ya no podían viajar o contribuir
heridos en combate, a los que otros soldados remataban movidos por la compasión.
a la supervivencia de la tribu se despedían y marchaban
a morir en soledad. Es difícil determinar si tales
prácticas se entendían como una forma de ayudar a una
persona; a si ésta, en el momento final, se encontraba
persona a morir o en realidad como liberación de una
serena, autocontrolada, psicológicamente equilibrada. El
carga a la comunidad, dado que esta distinción procede
término carecía de todas las connotaciones éticas que
de tiempos más recientes; lo que sí resulta claro a partir
comporta en la actualidad. Aunque en las culturas
de la documentación histórica es que normalmente las
precristianas griega y romana el logro de esta eutanasia
tribus nómadas carecían de miembros inválidos o
espiritual/psicológica podía implicar algún tipo de
enfermos crónicos. Parece, por tanto, que aplicaban el
24 principio darwiniano y la ley de la selva: sólo los más
ayuda, la eutanasia era una forma de morir, no un acto
que producía la muerte, y no se identificaba con matar.
aptos sobrevivían.
Si la muerte era natural, entonces el ayudar a la
En algunas culturas indígenas latinoamericanas, la naturaleza en el sentido de ayudar a una persona a
tribu disponía de un encargado de aliviar el dolor que tener una buena muerte no era considerado moralmente
realizaba su función mediante el procedimiento de malo.
romper la espalda de los dolientes2. Al hacer tal cosa,
En la Antigüedad, el apoyo de lo que actualmente
aliviaba el dolor y a la vez mataba al paciente. Una vez
llamamos suicidio (administración de los medios letales
rotas las vértebras, el sujeto tendía al paciente sobre su
por uno mismo) se encontraba muy extendido. Incluso
espalda, hacía la señal de la cruz sobre su cuerpo y
lo que hoy llamamos eutanasia activa, la causación de
recitaba ciertas oraciones; después el cadáver se
la muerte por otro, se consideraba generalmente
entregaba a la familia.
permisible si las circunstancias eran las correctas. El
En muchas tribus y culturas primitivas, el quitar la apoyo religioso y filosófico procedía de fuentes muy
vida a ciertos niños pequeños se consideraba un acto diversas; sin embargo, la oposición a la conducta activa
tanto humano como necesario. Cuando las comunidades de quitar la vida no puede considerarse totalmente
se veían obligadas a huir a causa de alguna amenaza, ausente en las culturas clásicas. Los pitagóricos, por
frecuentemente mataban a sus hijos pequeños. Más ejemplo, creían que la existencia terrena, incluyendo el
tarde Plutarco relató que en la cultura espartana se dolor durante y en el final de la vida, tenía un
mataba a los niños deformes y enfermos para mantener significado. Cada vida poseía una extensión natural que
su supremacía militar sobre otros grupos. había de ser respetada; por tanto, el adelantamiento del
final de la vida era considerado erróneo por los
seguidores de Pitágoras3.
Prácticas relacionadas con la muerte
Platón disentía de los pitagóricos. Para justificar su
en las culturas latina y griega posición, utilizó diferentes argumentos. En La
Aunque las raíces de los términos «eutanasia» y República, insistía en que los ciudadanos habían de
«suicidio» son griega y latina respectivamente, sus estar sanos y en que los que necesitaban ayuda médica
significados actuales son relativamente modernos. En la de forma permanente sencillamente no debían ser
actualidad el acento se encuentra en el acto de quitar la tratados. Los enfermos crónicos eran incapaces de
vida y en la acuciante cuestión de si éste, sea llevado a contribuir tanto a su propio desarrollo como al Estado4.
cabo por uno mismo o por otros, puede considerarse El papel del médico era el de facilitar su desaparición
ético. En la Antigüedad, el enfoque era otro: «eutanasia» denegándoles cualquier tipo de asistencia médica. La
se refería más al estado mental o espiritual de la muerte era considerada preferible a la vida cuando una

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 36


persona era incapaz de contribuir a la sociedad; los constituye el tema del alivio del dolor. Dada la falta de
médicos decidían si una persona podía prestar tal sofisticación médica, en algunos casos la única manera
contribución, y si la decisión era negativa, su papel era de aliviar el dolor pasaba por quitar la vida a la persona
el de denegar la ayuda sanitaria. que sufría. Normalmente los perpetradores oficiales de
esta función no disfrutaban de gran respeto o estatus
Por su parte, Aristóteles disentía de Platón. Se
social; generalmente, estos homicidios eran llevados a
oponía a la privación de la vida incluso cuando una
cabo no por las personas encargadas de sanar sino por
persona sufría de una enfermedad incurable5. Utilizaba
brujas o magos. Más tarde, los médicos entraron en
el mismo concepto marco de la persona como un ser
escena y comenzó una medicalización de las prácticas.
social, pero para él era el deber frente al Estado el que
A partir de este momento, muchas cosas cambiaron.
convertía en inmoral quitar la vida, pues ello no sólo
privaba a aquel de uno de sus miembros, sino que
además era considerado por Aristóteles como un acto de Prácticas relacionadas con la muerte
cobardía. Morir valientemente significaba no ceder ante en la cultura judeocristiana
la muerte; la virtud se comprobaba en el sufrimiento, y
la conducta valiente de cada ciudadano constituía un La cultura y la filosofía moral griegas se centraban
ejemplo para otros. en la importancia de la razón para el entendimiento de
la estructura de la realidad, para, sobre la base de este
Los estoicos impusieron ciertas condiciones y entendimiento, determinar lo correcto y lo incorrecto. La
límites a la privación de la vida para asegurar que no se cultura judeocristiana continuó esta tradición, pero la
trataba de un acto impulsivo. El dolor tenía que ser realidad de la muerte cobró un significado
intenso, y la vida con la enfermedad había de ser completamente diferente, lo que, consecuentemente,
incompatible con las necesidades del individuo y su trajo consigo la modificación de la moralidad en lo
propia comprensión de sí mismo. La enfermedad tenía relacionado con la muerte. Desde la perspectiva
que ser incurable, y la persona debía considerar sus cristiana, la vida era un regalo de Dios, una creación a
responsabilidades sociales. imagen de Dios, un objeto de la providencia divina.
Incluso en las sociedades clásicas griega y romana, Incluso el sufrimiento y la muerte se creían dispuestos
en las que la privación de la vida era algo habitual, se por Dios; tanto el momento como el tipo de muerte eran
entendía que el paciente era capaz de adoptar una ordenados por la divinidad. En lugar de como algo no
decisión razonada. Existía un fuerte acuerdo en que el natural y fuera del orden, el sufrimiento se concebía
quitar la vida no podía ser un acto impulsivo; tenía que como una imitación de Jesús, un instrumento de
ser una decisión razonada, no un acto de cobardía salvación y un ejercicio de virtud. Los cristianos estaban
carente de virtud ni una huida de responsabilidades llamados tanto a aliviar el sufrimiento ajeno (al igual
sociales. Asimismo, existía un amplio acuerdo sobre que que Jesús lo había hecho tantas veces a lo largo de su 25
el proceso de morir no debía ser alargado, y sobre que en ministerio), como, en ocasiones, a soportarlo. La muerte
cualquier circunstancia había que evitar intervenciones era la antecámara de la resurrección y la felicidad
médicas inútiles. La naturaleza constituía el fundamento eterna. Concepciones diferentes de la realidad del final
objetivo de la moralidad. Así, la naturaleza debía seguir de la vida modificaron ciertas enseñanzas morales
su curso, y a veces fluía hacia la muerte: retrasar este acerca del morir y la muerte.
proceso era una práctica médica equivocada y El Jesús que encontramos en el Evangelio no era
moralmente errónea. En las culturas clásicas griega y un moralista; constantemente suscitó críticas por parte
romana, lo que hoy entendemos como eutanasia activa de las instancias más moralistas y rectas de la sociedad
y pasiva eran prácticas ampliamente extendidas. judía. Pero Jesús sí que proporcionó normas morales,
Algunas prácticas de la era pagana fueron sin ideales morales, y un ejemplo viviente de bondad moral.
embargo aceptadas por la cultura cristiana en la medida Recordaba a sus oyentes el mandamiento de no matar,
en que se adecuaban a los estándares de la moral y después iba aún más lejos. «Habéis escuchado el
basada en la Ley Natural. Lo que en la actualidad mandamiento impuesto a vuestros antepasados: «no
denominamos eutanasia pasiva se convirtió en práctica matarás»; a cada asesino se le juzgará. Lo que yo os
moral cristiana: cuando el tratamiento es inútil debe ser digo es: a todo aquel que se enfurezca con su hermano
retirado. Incluso lo que denominamos eutanasia activa se le juzgará; a todo aquel que utilice un lenguaje
era comúnmente practicada sobre los soldados insultante con su hermano...» etc. (Mateo, V-21,26).
medievales heridos en combate: después de una batalla Los criterios y ejemplos morales de Jesús influyeron en
era habitual que los campos se hallasen sembrados de los criterios morales de la sociedad occidental. El quitar
moribundos para los que no existía ninguna ayuda una vida se entendía como la usurpación de un derecho
médica disponible; con frecuencia yacían muriendo y
gimiendo en su agonía, lo que a menudo llevaba a otros
soldados a rematarlos movidos por la compasión. En las culturas clásicas griega y
De hecho, los guerreros portaban pequeños cuchillos romana, lo que hoy entendemos
en sus cinturones que usaban en tales circunstancias,
armas que recibían el nombre de «misericordia». El como eutanasia activa y pasiva
acto en sí era denominado «impulso de misericordia» eran prácticas ampliamente
o «acto de gracia».
extendidas.
Un hilo conductor en esta rápida ojeada sobre lo
que hoy llamamos eutanasia y suicidio asistido lo

37 JAMES DRANE - EUTANASIA Y SUICIDIO ASISTIDO EN LAS CULTURAS ANTIGUA Y CONTEMPORÁNEA


divino. Esta ética reforzada de la santidad de la vida admitió una excepción a su prohibición basada en el
convirtió el matar, incluso al final de la vida, en derecho de la autoridad política a la guerra. Sus
moralmente incorrecto. enseñanzas sobre los judíos también ayudan a explicar
acontecimientos tan escandalosos como las Cruzadas, la
Cuando Constantino declaró el Cristianismo como
Inquisición y finalmente el Holocausto6.
religión oficial del Imperio Romano en el siglo IV, la
ética marcadamente pro-vida de la tradición moral Tomás de Aquino, el otro gigante de la teología
judeocristiana pasó a convertirse en la moral pública. cristiana, añadió nuevos argumentos al razonamiento
Las normas hipocráticas contrarias a quitar la vida del básico de San Agustín en torno al dominio divino sobre
paciente ya se habían ganado el respeto de los autores toda vida humana. Para Aquino, el suicidio era
cristianos tempranos (como Jerónimo), pero a partir de incorrecto porque contradecía una motivación básica y
Constantino, la tradición hipocrática se amalgamó con la profundamente enraizada en favor de conservar la vida.
tradición cristiana para formar la moral cívica y la ética A esto incorporó la idea aristotélica de que violaba el
médica oficiales del imperio. En la Edad Media (siglo deber del individuo para con la sociedad7. El suicidio
XII) los elevados estándares hipocráticos que en la (y lo que hoy entendemos como eutanasia) violaba el
cultura precristiana griega habían sido claramente amor de Dios, el amor a uno mismo y el deber frente a
minoritarios se convirtieron en la principal ética médica la comunidad. En el razonamiento moral de Aquino, el
a lo largo y ancho de la Cristiandad. mandamiento «no matarás» coincidía con (y encontraba
apoyo en) argumentos basados en el reconocimiento
Podemos encontrar ejemplos de la ética
por la razón de un amor natural a la vida y un
judeocristiana tan tempranos como los procedentes del
compromiso natural con la comunidad. Matarse a uno
siglo II d.C. Un importante documento cristiano
mismo o a otro era considerado inmoral a la luz tanto de
temprano, El Pastor de Hermes (de aproximadamente
la Ley Divina como de la Ley Natural.
En la época de Tomás de Aquino, la eutanasia se
entendía como una muerte tranquila y aceptada, una
muerte resignada y en paz. La «buena muerte» en este
sentido se conseguía con apoyo, alivio del dolor,
cuidados y oración, pero no quitando la vida a la
persona. En el lecho de muerte, el médico cobraba
menor importancia; clero, familia y amigos constituían
los instrumentos de este entendimiento de la eutanasia.
Los cristianos estaban obligados a aliviar el
26 sufrimiento, y la implicación de religiosos y religiosas en
los trabajos hospitalarios atestigua esta obligación. A
imagen de Jesús, se dedicaban al alivio del sufrimiento y
especialmente al cuidado de los moribundos, aunque sin
llegar a abrazar la práctica greco-romana de causar la
muerte como un medio de aliviar el dolor.
Desde siempre, el proceso de morir parece haber
generado preocupaciones éticas sobre el modo más
adecuado de prestar ayuda. Pensadores influyentes
como Sir Francis Bacon en el siglo XVI urgían a los
médicos a hacer más para aliviar el dolor de un paciente
moribundo, incluso cuando «pueda servir a un tránsito
bueno y fácil»8. Francis Bacon reintrodujo el término
eutanasia en la lengua inglesa para referirse a una
muerte con un adecuado alivio del dolor a cargo de los
Pitágoras y los miembros de su famosa escuela censuraban el adelantamiento del final médicos, pero dejó fuera de él el significado de matar
de la vida, porque cada vida tiene una extensión natural que debe ser respetada. activamente, e incluso el de matar por piedad.
En el mismo siglo, Tomás Moro hablaba en su
Utopía9 de lo que se entendía por una buena muerte en
150 d.C.), urgía a los cristianos a cuidar a la gente pobre
el período clásico pagano. En la sociedad ideal de Moro,
al final de su vida por si se suicidaban. Más tarde, San
los pacientes se «liberarían» a sí mismos de una
Agustín, probablemente el teólogo más influyente de la
existencia dolorosa o permitirían que otros los
Cristiandad, formuló su postura contraria al suicidio
«liberasen». No se utilizaba el término «eutanasia», pero
basada en el mandamiento «no matarás», arguyendo
resulta obvio que Moro estaba hablando de lo que la
también que el sufrimiento debe ser soportado y que el
eutanasia había significado en las culturas griega y
momento y las circunstancias de la muerte se hallan en
romana precristianas; sin embargo, no se hacía mención
las manos de Dios. Debido al papel dominante de San
del papel del médico, e incluso entonces se expresaba
Agustín en la teología, los sacerdotes y confesores de la
alguna preocupación en torno a las posibilidades de
Cristiandad enseñaban que tanto el suicidio como la
abuso.
privación de la vida del paciente moribundo constituían
actos erróneos. Hoy resulta difícil imaginar la influencia Más avanzado el siglo XVI, los reformistas
de San Agustín; lamentablemente, sin embargo, sí que protestantes reforzaron el punto de vista agustiniano en

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 38


estado «no natural» de la enfermedad. El médico
Constantino declaró el recobraba así su papel y su sitio en la cabecera del
enfermo moribundo: se trataba de que hiciera posible
Cristianismo como religión oficial una buena muerte en el sentido de una muerte
del Imperio Romano en el siglo IV. tranquila y sin dolor. La ciencia y la medicina habían
de controlar las funciones corporales para hacer posible
La ética pro-vida de la tradición un final de la vida indoloro. Lo que el médico debía y
moral judeocristiana pasó a podía hacer por un paciente moribundo resurgió en la
teología moral católica.
convertirse en la moral pública.
La implicación del médico en la eutanasia se
refería normalmente a la retirada o interrupción del
torno a la muerte y el proceso de morir. Insistían en que tratamiento una vez que la enfermedad del paciente se
quitar la vida directamente, ya fuera la propia o la percibía como médicamente irremediable. En el período
ajena, constituía la antítesis de la fe, y sin fe no existía pagano precristiano, la implicación del médico podía
salvación. Los reformistas volvieron a los textos bíblicos significar la terminación activa de la vida del paciente;
en busca de argumentos con los que oponerse a una sin embargo, durante el resurgimiento de este período
reactivación durante el Renacimiento de prácticas en la historia cristiana no significó el homicidio activo,
culturales griegas y romanas. El núcleo de la teología sino la ayuda a que el paciente muriese de forma
protestante se hallaba en el pecado y en la caída en la tranquila mediante el no suministro o la retirada de
tentación; desde esta perspectiva, la enfermedad y el medios y a través del alivio del dolor. Éste era el sentido
sufrimiento se interpretaban como un castigo por el en el que se esperaba que los médicos practicasen la
pecado. Se entendía que el reto de morir se encontraba eutanasia.
en soportar el dolor de buen grado; así, la muerte
Los teólogos morales españoles del siglo XVI
tranquila y fácil llegó a concebirse como una tentación
distinguieron entre tratamiento «ordinario» (efectivo y
que debía ser evitada.
fácil de soportar) y «extraordinario» (fútil o difícil de
El humanismo renacentista del mundo católico soportar) como una vía para justificar el dejar morir en
supuso la resurrección de una versión más suave de lo paz10: los pacientes podían rechazar los tratamientos
que la buena muerte había significado en el período extraordinarios, mas no los ordinarios. Más tarde,
clásico. La cuestión no se centraba en el pecado y en el también justificaron la utilización de unos adecuados
sufrimiento como castigo por éste, sino en la buena medios paliativos del dolor, incluso cuando éstos
muerte como una muerte más natural. De nuevo existía pudieran impedir la respiración o sumir al paciente en
un papel para el médico: aliviar el dolor causado por el un sueño profundo que terminase en la muerte. El alivio 27

En la República Platón defiende que la muerte es preferible a la vida cuando una persona requiere cuidados per-
manentes y no puede contribuir a su propio desarrollo ni al de la sociedad.

39 JAMES DRANE - EUTANASIA Y SUICIDIO ASISTIDO EN LAS CULTURAS ANTIGUA Y CONTEMPORÁNEA


del dolor era considerado justo, correcto, moral. Una vida, castigando con hasta 12 años de prisión a quien
buena muerte podía perfectamente requerir la no matase a otro, incluso si éste consintiera o solicitara su
iniciación o la interrupción de tratamientos médicos y muerte12; sin embargo, los procedimientos judiciales con
todo el alivio del dolor necesario para morir en paz; la arreglo a esta ley se fueron haciendo más y más
frontera, sin embargo, se situaba por los teólogos infrecuentes.
morales españoles en la causación de la muerte de
En los años 90 existía ya una jurisprudencia
forma directa e intencionada. Sus enseñanzas éticas
considerable favorable al suicidio médicamente asistido
llegaron a reflejarse en el Derecho tanto en Europa como
y a la eutanasia voluntaria activa, así como un amplio
en América, que establecía esas mismas fronteras. Así,
apoyo por parte de las asociaciones e instituciones
hasta tiempos muy recientes todos los estados de EEUU
médicas profesionales. La ley que prohibía la privación
han prohibido legalmente el homicidio activo incluso de
de la vida aún subsistía, pero la aceptación de aquellas
pacientes moribundos, así como la colaboración en su
prácticas se iba incrementando13. En 1993, tanto la
suicidio; sin embargo, existe apoyo legal para la no
Cámara Alta como la Baja aprobaron las directrices de la
iniciación y retirada de tratamientos, incluso los de
Real Asociación Médica Holandesa, con lo que se
soporte vital. Y podemos encontrar la misma influencia
facilitaba una aceptación cuasi-legal de la creciente
de esta ética cristiana en leyes de Europa y América
práctica médica. En la práctica, la muerte médicamente
Latina.
asistida se había desincriminado.
Las enseñanzas morales cristianas sobre la muerte
y el morir comenzaron con el mandamiento
judeocristiano de no matar, y con los siglos se le fueron
añadiendo matices para referirse a nuevos problemas.
El deber negativo (no matar) se debilitaba con una
excepción con respecto a la guerra, pero se veía
reforzado con una excepción respecto a la defensa frente
a un ataque ilegítimo a una vida inocente. Al «no
matarás» nunca se le atribuyó el significado de que una
persona tuviera que hacer todo lo posible para evitar
morir o para preservar la vida. Sin violar ni el
séptimo mandamiento ni las enseñanzas añadidas por
Jesucristo (Mateo, 5,21,26), una persona puede no
iniciar, retirar o rechazar cualquier procedimiento o
intervención que resultara: 1) probablemente ineficaz,
28 2) difícil de aceptar, 3) temible, 4) dolorosa, 5) costosa,
o 6) repugnante. Estas distinciones y sutilidades
desarrolladas a lo largo de los siglos por teólogos
morales continúan siendo respetadas en la actualidad
tanto por personas del clero como seculares, y en el
ámbito privado tanto como en el público11.

Suicidio y eutanasia en la sociedad


holandesa contemporánea
El siglo XVIII trajo consigo un resurgimiento de la
cultura pagana precristiana: una especie de segundo
Renacimiento. La Ilustración significó la fe en la razón,
en la ciencia y en el progreso humano más que en las
doctrinas de la religión revelada. El esperado progreso En la Utopía de Tomás Moro, los pacientes se «liberarían» a sí mismos de una existencia
habría de conseguirse abandonando lo que los dolorosa o permitirían que otros los «liberasen».
pensadores de la Ilustración describían como la
En noviembre de 2000, la Cámara Baja del
ignorancia y la superstición de la religión. Así, durante
Parlamento Holandés aprobó el suicidio médicamente
los siglos XVIII y XIX, poco a poco, el médico
asistido y la eutanasia voluntaria activa por un margen
científicamente preparado sustituyó al sacerdote en
de 104 votos a favor y 40 en contra. En abril de 2001,
poder y prestigio. Durante este período volvió a
la Cámara Alta también aprobó la nueva regulación, y
practicarse la eutanasia en el sentido pagano de una
en 2002, el proyecto se convirtió definitivamente en
buena muerte.
ley. La actual regulación legal del suicidio y la eutanasia
Hacia la década de los 70 del siglo XX, el cuenta con un amplio apoyo tanto entre la población
extendido debate público en la sociedad holandesa en como entre la profesión médica holandesas: tan sólo un
torno al suicidio y la eutanasia contribuyó a la toma en 10% de cada uno de estos grupos se opone a ella
consideración de una ruptura con la tradición cristiana. frontalmente, un 50% de los médicos holandeses han
En 1984, la Real Asociación Médica Holandesa aprobó asistido ya a suicidios o bien han quitado activamente la
ciertas directrices respecto de la muerte médicamente vida de pacientes, y la Asociación Holandesa para la
asistida que acrecentaron la legitimidad de ésta. La ley Eutanasia Voluntaria cuenta con más de 100.000
holandesa continuaba prohibiendo la privación de la miembros.

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 40


La vigente legislación respecto del suicidio y la repercute sobre las iniciativas legislativas en otros
eutanasia se aplica únicamente a los médicos. Las líneas países. En el momento actual, en Bélgica ya se ha
básicas que la informan proceden del trabajo de la aprobado una legislación similar; en España, ciertos
Asociación Médica Holandesa, y son las siguientes: casos altamente publicitados relativos a pacientes
trágicamente impedidos que solicitaban alivio por la vía
– La decisión debe ser propia del paciente.
del suicidio médicamente asistido o mediante la
– La petición del paciente de un suicidio eutanasia voluntaria activa han dado lugar a un amplio
médicamente asistido debe ser voluntaria. El médico no debate social; en Francia no supuso ninguna sorpresa
puede sugerir el suicidio o la eutanasia como una que el Ministro de Sanidad, Bernard Kouchner,
alternativa. reclamara una discusión pública sobre el tema. Una
encuesta realizada en Francia ha puesto de manifiesto
– El paciente debe comprender clara y un apoyo sorprendentemente elevado a la muerte
correctamente su situación y pronóstico médicos. médicamente administrada: de la encuesta se
– El paciente ha de enfrentarse a un sufrimiento desprendía que un 38% se pronunciaba a favor de la
interminable e insoportable, aunque no es necesario que eutanasia activa médicamente administrada en
se encuentre en un estadio terminal. supuestos de enfermedad incurable y sufrimiento
incontrolable. Así, cabe esperar que una legislación
– Médico y paciente han de concluir que no existe similar a la que acaba de aprobarse en Holanda sea
ninguna otra alternativa aceptable para este último. sometida a consideración en todos los países europeos.
– Ha de consultarse a un segundo médico,
independiente del primero, que debe examinar al
paciente para confirmar el cumplimiento de las Suicidio y eutanasia en la sociedad
condiciones. americana
– El médico debe terminar con la vida del paciente Es probable que el desarrollo de nuevas políticas
de modo médicamente apropiado. legislativas en torno a la muerte y el proceso de morir
en Estados Unidos sea en cierto modo diferente al
Conforme a la nueva regulación holandesa, los europeo. En Europa, el suicidio médicamente asistido y
médicos no deben rendir cuentas a los fiscales, como en la eutanasia activa voluntaria se encuentran
el pasado. En su lugar, son responsables frente a una entremezclados, mientras que en Estados Unidos se
comisión que incluye expertos legales, médicos y mantiene la distinción. El debate público sigue
bioéticos. Por otro lado, la ley no habla de un derecho al enfocándose sobre el suicidio médicamente asistido, y
suicidio o a la eutanasia, y el médico tiene el derecho de no sobre la eutanasia activa voluntaria suministrada por
negarse a cooperar. los médicos. El doctor Jack Kevorkian, el mayor adalid 29
En la nueva regulación, la causa de la muerte debe del suicidio médicamente asistido, ganó un caso tras
hacerse constar como suicidio o eutanasia. En el otro ante los tribunales a pesar de que sus actuaciones
pasado, muchos suicidios y causaciones de muerte eran transgredían la legislación positiva; finalmente traspasó
engañosamente presentados como muertes producidas la línea divisoria, convencido de que nuevamente sería
por ciertas enfermedades. La mayoría de los casos de exonerado por un jurado y de que de esta forma lograría
suicidio y eutanasia afectan a pacientes terminales de expandir su campaña pública hasta incluir la eutanasia
cáncer. Muchos partidarios de esta regulación, sin activa practicada por un médico. Lo que ocurrió fue
embargo, piensan que la ley es demasiado restrictiva; exactamente lo contrario: se le encontró culpable de
reclaman la posibilidad de que el suicidio y la eutanasia homicidio y actualmente se encuentra en prisión.
se practiquen sin la implicación de un médico. Así pues, la campaña pública en Estados Unidos sigue
limitada al suicidio médicamente asistido.
Aunque se requiere el consentimiento informado
del paciente, los estándares de la competencia para Uno de los primeros apoyos explícitos en Estados
consentir son asombrosamente bajos. Los niños entre Unidos de la práctica precristiana de quitar la vida de los
12 y 16 años que elijan morir necesitan el pacientes moribundos puede encontrarse en un artículo
consentimiento de los padres; después de los 16, de Samuel Williams titulado «Eutanasia», de 1870, en el
pueden hacerlo sin la aprobación de éstos. Muchas de que se ponen de manifiesto las mismas condiciones y
las cuestiones más acuciantes suscitadas por esta precauciones que en la actualidad. La muerte ha de ser
legislación se centran en el consentimiento libre e consentida (querida), y el paciente ha de estar
informado y en el punto relativo a la competencia, moribundo y sufriendo. Para Williams, el quitar la vida
íntimamente relacionado con el anterior. Si los del paciente en estas condiciones constituía un deber y
adolescentes pueden elegir la muerte, ¿qué ocurre con
los dementes? ¿Qué decir de los pacientes deprimidos o En noviembre de 2000, la Cámara
esquizofrénicos? ¿Y de los adolescentes gravemente
inmaduros? La idea de proporcionar a pacientes
Baja del Parlamento Holandés
mentalmente enfermos la oportunidad de cometer aprobó el suicidio médicamente
suicidio resulta chocante para la mayoría de la población asistido y la eutanasia voluntaria
en otros países, y ha dado lugar a cuestiones a las que
los holandeses tendrán necesariamente que enfrentarse. activa por un margen de 104
Durante siglos, Holanda ha sido el país más liberal votos a favor y 40 en contra.
y tolerante de la Europa continental. Lo que allí ocurre

41 JAMES DRANE - EUTANASIA Y SUICIDIO ASISTIDO EN LAS CULTURAS ANTIGUA Y CONTEMPORÁNEA


no la violación de éste, como insistía la tradición la declaración del suicidio como un derecho la sociedad
hipocrática. En su artículo no se hacía mención de los incrementaría la autonomía y el control de los pacientes
presupuestos que habían dominado en Occidente desde enfermos y ancianos, reduciendo el poder de los
Constantino. Para el siglo siguiente tendría lugar una médicos para intervenir en sus vidas con intromisiones
confrontación abierta entre una visión secular ilustrada no deseadas. Sin embargo, las sentencias de los
y la más antigua perspectiva moral judeocristiana. Tribunales de Apelación fueron objeto de recurso ante el
Tribunal Supremo, que las anuló en ambos casos.
Había comenzado la discusión sobre un posible
retorno a una ética pública anterior sobre la eutanasia, En la sentencia del Tribunal Supremo, adoptada
que fue sin embargo suprimida durante un tiempo en el por unanimidad17, se estimaba que las leyes contra el
siglo XX debido a la identificación de la eutanasia suicidio asistido en los Distritos Federales de
médicamente administrada con el nazismo. Con todo, en Washington y Nueva York no vulneraban la XIV
los años sesenta empezaron a desarrollarse campañas Enmienda, tal y como afirmaban los jueces en el nivel
en favor de legislar una vuelta a las prácticas de apelación. La sentencia, que data del 26 de junio de
precristianas del suicidio asistido y de terminación de la 1997, dejaba claro que los estados tienen derecho a
vida administrada por un médico, debate público que se prohibir la práctica del suicidio asistido, aunque también
vio estimulado por casos ampliamente publicitados de derecho a legalizarlo; poco después, el estado de Oregón
pacientes que solicitaban morir y de sus familias. legalizaba el suicidio médicamente asistido por segunda
vez18, estipulando unas condiciones limitativas
En la actualidad, en todos los estados existen
básicamente coincidentes con las requeridas por la
campañas con las que se pretende pasar de una anterior
normativa holandesa.
desincriminación del suicidio a la consideración del
suicidio médicamente asistido como un derecho humano Los jueces del Tribunal Supremo mantuvieron la
básico. Sin embargo, la desincriminación de un acto no distinción, procedente de las enseñanzas morales
lo convierte automáticamente en un derecho; una católicas, entre retirar o no practicar intervenciones

30

La despenalización en determinados supuestos del suicidio asistido y de la eutanasia activa aprobada por el Par-
lamento de Holanda ha ido precedida de un amplio debate en el seno de la sociedad de ese país.

persona puede querer quitarse la vida y ser capaz de médicas difíciles de soportar y quitarse la vida uno
hacerlo porque ya no constituye un delito, pero esto no mismo de forma activa. Según los miembros del
quiere decir que él o ella tenga derecho a hacerlo14. Tribunal Supremo, no existe un derecho al suicidio en
la Constitución estadounidense, pronunciamiento con el
En 1996, dos sentencias de Tribunales Federales que se mantienen las viejas leyes contrarias a éste.
en el nivel de apelación echaron abajo leyes centenarias Pero difícilmente puede decirse que la sentencia del
en contra del suicidio. En Washington vs Glucksberg15, Tribunal Supremo haya puesto fin a la controversia:
en la costa oeste, se entendió que las leyes anti-suicidio desde el momento en que se reconoce que los
vulneraban los derechos constitucionales a la libertad y legisladores estatales pueden legalizar el suicidio, los
la privacidad de la XIV Enmienda; en Quill vs Vacco16, cruzados del derecho a éste comenzaron
en la costa este, se dictaminó que dichas leyes violaban inmediatamente a presionar en favor de la modificación
la cláusula de igualdad de la misma Enmienda. En de las leyes estatales.
ambas jurisdicciones federales, los jueces decidieron que
los individuos deben tener el derecho a morir de la En 2002, el Gobierno federal intentó invalidar la
manera que elijan, incluyendo el derecho a hacerlo ley del estado de Oregón alegando que la práctica del
mediante un suicidio asistido. Los partidarios del cambio suicidio médicamente asistido vulneraba normativa
argüían que –más allá de la mera desincriminación– con federal referente a las drogas. Sin embargo, este intento

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 42


del Fiscal General republicano, John Ashcroft, fracasó, y
la ley de Oregón continúa vigente. La única vía para La desincriminación de un acto no
modificarla habrá de ser otra consulta popular en el
estado. lo convierte automáticamente en
Normalmente, las campañas en favor de la un derecho; una persona puede
legalización del suicidio médicamente asistido se llevan querer quitarse la vida y ser capaz
a cabo sin mencionar la palabra «suicidio», que para la
mayoría de la gente conserva todavía un matiz de hacerlo, pero esto no quiere
negativo, presentándose como campañas en favor del decir que tenga derecho a hacerlo.
«derecho a morir». El suicidio, en efecto, se presenta
confundido con un derecho largamente establecido tanto
en el plano ético como en el legal, el de rechazar un exigirán el mismo derecho personas con sufrimiento
tratamiento incluso cuando ello conlleve mental y emocional. Esta inevitable extensión de los
inevitablemente la muerte. Uniendo de este modo un servicios que se pretende constituyan un derecho
acto de autodestrucción con la omisión de aconseja prestar una especial atención a las
intervenciones difíciles de soportar, los cruzados consecuencias sociales; si todo americano tiene un
prescinden de una clásica distinción legal y ética entre derecho constitucional a morir, será difícil justificar
actos y omisiones; confunden el acto del suicidio con un cualquier límite impuesto por el Estado: dolor físico,
derecho largamente establecido a que sean omitidos los enfermedad terminal o competencia para consentir. En
tratamientos no deseados. este sentido, puede argumentarse convincentemente
que las condiciones limitadoras incorporadas a una
El «derecho a morir» como libertad individual se norma legal no se mantienen19.
esgrime frente a médicos, enfermeras y hospitales que
tienen objeciones respecto de la realización de este acto. Cualquier legalización del derecho al suicidio
Normalmente, en la cultura estadounidense la gente desplegará efectos sobre el conjunto de la sociedad. Sin
tiene miedo a la muerte; sin embargo, se tiene todavía embargo, es posible que tales efectos, incluso sobre los
más miedo a un proceso prolongado de agonía, a la enfermos y los moribundos, no sean apreciados
dependencia, a la senilidad, a convertirse en una carga adecuadamente. Una vez declarado el derecho al
o a la pérdida de control, factores todos ellos que suicidio y generalizada su práctica, personas mayores
explican el interés en el suicidio y la idea de un derecho necesitadas de asistencia en su vida diaria se percibirán
individual a morir. En este sentido, se afirma que los a sí mismas como una carga y consiguientemente se
profesionales médicos tienen la obligación de ayudar en sentirán considerablemente presionadas para solicitar el
el ejercicio de este derecho. ¿Deben los profesionales suicidio. Una práctica del suicidio legalmente 31
estar obligados a ayudar a los pacientes a cometer sancionada y culturalmente generalizada dificultará que
suicidio, incluso cuando esta asistencia vulnere códigos las personas enfermas y ancianas puedan justificar el
morales centenarios y convicciones personales continuar viviendo. La misma presión será percibida por
profundamente arraigadas? ¿Es el suicidio un derecho la gente más pobre, los no asegurados y las minorías
tan básico como para concederle preferencia sobre los culturales (especialmente las mujeres). Sentirán que
derechos de otras personas? A la postre, la tienen la obligación de quitarse de en medio. Así, un
argumentación en favor de un derecho al suicidio derecho positivo que pretendidamente habría de
médicamente asistido parece basarse en una objeción proporcionar a los ancianos un mayor control y una
contra la naturaleza misma: si la naturaleza, el destino o mayor libertad, probablemente terminaría comportando
la fatalidad producen enfermedad o invalidez, entonces para muchos la reducción de dicho control y la erosión
la profesión médica tiene la obligación de remediar tal de la libertad de vivir.
situación ayudando a cometer el suicidio. Se presionará a las personas mayores enfermas
Existen numerosos argumentos en contra del para que crean que no deberían continuar viviendo.
suicidio médicamente asistido. Una primera Hijos de padres que afrontan una muerte lenta, los
preocupación se refiere a la extensión de la práctica: una administradores de servicios sanitarios que intentan
vez se declara el derecho a algo, ese algo tiende a ahorrar costes médicos, médicos impacientes con las
expandirse. Incluso cuando la legislación pone límites al enfermedades crónicas: todos ellos presionarán a los
derecho, tales límites tienden a ceder a las presiones enfermos y los ancianos para que ejerzan su derecho a
sociales e individuales. En principio, sólo se concederá morir. Lo que los médicos y los miembros sanos de la
el derecho a los moribundos, pero inmediatamente lo familia crean sobre la calidad de vida de una persona
demandarán personas que no puede considerarse que enferma o anciana puede fácilmente terminar
estén muriéndose pero que sin embargo sufren y son reemplazando la evaluación de esta persona sobre su
propia vida.
infelices. En principio, sólo tendrán el derecho las
personas competentes y quienes expresen una decisión Cabe esperar que la legalización del suicidio altere
de morir tomada sin coacciones, pero inmediatamente la sociedad. Y es que, en efecto, con dicha legislación el
se pasará a suministrar el servicio a personas Estado hace dejación del poder de matar en los médicos,
incompetentes, retrasadas, seniles e incluso las familias y los pacientes. Para muchos europeos, el
inconscientes, a petición de miembros de la familia que uso del poder de matar por parte del Estado es algo
pueden estar ejerciendo presiones sobre el paciente. En deshumanizador y constitutivo de escándalo; pero ¿qué
principio, sólo disfrutarán del derecho aquellos que ocurre si el poder de quitar la vida se extiende a cada
sufran un dolor físico insoportable, pero inmediatamente persona, familia, o médico?

43 JAMES DRANE - EUTANASIA Y SUICIDIO ASISTIDO EN LAS CULTURAS ANTIGUA Y CONTEMPORÁNEA


8. Bacon F., citado por Emanuel E. «The History of
Conclusión Euthanasia Debates in the United States and Britain». Ann
Sólo el tiempo dirá si otros estados Intern Med 1994;121-793.
norteamericanos seguirán a Oregón, y si otros países 9. More T. Utopia, from the Complete Works of St. Thomas
europeos lo harán con Holanda. Ciertamente, la More. Surtz E, Hexter JH, eds. New Haven: Yale University
legalización del suicidio médicamente asistido y de la Press, 1963.
eutanasia activa voluntaria incrementará la autonomía 10. De Victoria F. Relectiones Theologicae. Relectio IX, De
individual de los ciudadanos, pero está por ver si Temperantia, n. 9 y 12. CF Cronin D. The Moral Law In
contribuirá a una sociedad más humana. Cuestión Regard to Ordinary and Extraordinary Means of
distinta, aunque relacionada, es la de si reforzará o Conserving Life. Rome: Gregorian University, 1958. Soto
debilitará el respeto por los miembros de la profesión D. De Justicia et Jure. Venice, 1568, citado por Sparks R. To
médica. Treat or Not to Treat. New Jersey: Paulist Press, 1988; 94-
95.

Notas 11. Sparks R. To Treat or Not to Treat. New Jersey: Paulist


Press, 1988.
1. Gruman G. «Death and Dying: Euthanasia and Sustaining
Life: Historical Perspectives». En: Encyclopedia of 12. Artículo 293 del Código penal.
Bioethics. New York: Free Press, 1978; 261-268. Fry B. 13.van der Mass et al. Euthanasia, Physician-Assisted Suicide,
«Active Euthanasia: A Historical Survey of its Conceptual and Other Medical Practices Involving the End of Life in
Origins and Introduction Into Medical Thought». Bulletin of the Netherlands, 1990-1995. N Engl J Med
the History of Medicine 1978;52:492-502. 1996;335:1699-1705.
2. Gracia D. «Historia de la Eutanasia». En: Gafo J., S.J., ed. La
14. Fry, B. Active Euthanasia: A Historical Survey of its
Eutanasia y El Arte de Morir. Madrid: Universidad de
Conceptual Origins and Introduction Into Medical
Comillas, 1990;13-32.
Thought. Bulletin of the History of Medicine 1978;52:
3. Carrick P. Medical Ethics in Antiquity. Dordrecht: D. Reidel, 492-502.
1985;136.
15. Washington v Glucksberg 521 U.S. 702 (1997).
4. The Republic. Oxford: Oxford University Press, 1973.
16. Quill v Vacco, 80 F.3rd 716 (1996).
5. Nichomachean Ethics, Basic Works of Aristotle.
Traducción: Ross WD. New York: Random House, 1941. 17. Washington v Glucksberg, 521 U.S. 702, 728-735
(1997); Vacco v Quill, 521 U.S. 793 (1997).
6. Carroll J. Constantine’s Sword -The Church and the Jews.
New York: Houghton Mifflin Co, 2001. 18. Oregon Death with Dignity Act. (Or. Rev. Stat. Ch.
127.800 y ss.).
32 7 Aquinas T. The Summa Theologica of St.Thomas Aquinas.
.

2.2. Q. 64, a.5. Traducción: Padres Dominicos. London: 19. Orentlichar D, Snyder L. Can Assisted Suicide be
Burns, Oates, and Washbourne, 1929. Regulated?. Journal of Clinical Ethics 2000:358-366.

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 44


Resumen
La regulación de la eutanasia voluntaria en el
ordenamiento jurídico español (que comprende tanto
las conductas de auxilio al suicidio como la ejecución
del homicidio del enfermo) se contempla en el artículo
143.4 del Código penal de 1995, que por primera vez
aborda tales comportamientos de un modo expreso.
El legislador ha optado por una vía intermedia entre
LA REGULACIÓN DE propuestas de muy diverso signo: no se ha querido
despenalizar tales comportamientos, pero la especial
LA EUTANASIA situación de conflicto propia de estas situaciones sí ha
sido tenida en cuenta para, siempre que se satisfagan

VOLUNTARIA EN EL determinados requisitos, atenuar la pena con respecto a


las que estas mismas conductas recibirían en un
contexto «no eutanásico». Se analizan los rasgos más
ORDENAMIENTO destacados de esta regulación, tanto en lo que se refiere
a las concretas conductas objeto de la atenuación

JURÍDICO ESPAÑOL como a los requisitos precisados para ello, y se hace


una breve mención a la cuestión de la eventual

Y EN EL DERECHO
inconstitucionalidad del precepto, defendida por un
relevante sector de la doctrina española.

COMPARADO El trabajo concluye con una breve aproximación


al estado de la cuestión en el Derecho comparado,
destacando las regulaciones pioneras en la legalización
de la eutanasia activa voluntaria (casos de Holanda y,
por una vía distinta, de Colombia).
Palabras clave: Auxilio al suicidio. Homicidio
solicitado. Eutanasia voluntaria. Eutanasia pasiva.
Desconexión del soporte vital.

33
Abstract
THE REGULATION OF VOLUNTARY EUTHANASIA
IN THE SPANISH LEGAL SYSTEM AND IN
CARMEN TOMÁS-VALIENTE LANUZA COMPARED LAW
Profesora Titular de Derecho Penal. Departamento de Derecho For the first time in the history of the Spanish
Penal y Criminología. Facultad de Derecho. Universidad de legal system, euthanasia (meaning both assisted
Valencia. Valencia (España). suicide and causing the death of the patient) is
regulated by the article 143.4 of the 1995 Penal Code,
which opts for an intermediate solution among very
different proposals. The Parliament has not wanted to
decriminalize such conducts, but it does pay them
special attention by lessening their penalty, provided
they are carried out within certain legal demands
(relating to both the patient’s physical condition and
the manifestation of his or her will). This paper
examines this regulation’s main traits, regarding the
specific acts which fall under the minor penalty as well
as the conditions necessary for the lessening of the
Carmen Tomás-Valiente Lanuza es autora de diversos artículos penalty. It concludes with a brief look at the issue of
publicados en revistas como Anuario de Derecho Penal o la article 143.4 possible inconstitutionality, defended by
prestigiosa Rechtstheorie. En cuanto a las monografías, tras la an important group of Spanish authors.
salida a la luz del libro La responsabilidad penal del miembro
del jurado (del que es coautor Antoni Llabrés Fuster), su The article finishes with a short mention of the
actividad investigadora se ha centrado precisamente en el tema legal situation of the matter in other countries,
de la disposición de la propia vida, con libros como La specially in those with pioneering regulations
disponibilidad de la propia vida en el Derecho Penal (1999), legalizing voluntary euthanasia (such as Holland and,
o La cooperación al suicidio y la eutanasia en el CP de 1995 by a different way, also Colombia).
(art. 143) (2000). Key words: Aiding and abetting suicide.
Consented homicide. Voluntary euthanasia. Passive
euthanasia. Desconecting life-sustaining treatment.

47 CARMEN TOMÁS-VALIENTE LANUZA - LA REGULACIÓN DE LA EUTANASIA VOLUNTARIA EN EL ORDENAMIENTO JURÍDICO ESPAÑOL Y EN EL DERECHO COMPARADO
Introducción y precisiones la promulgación del Cp de 1995 la cuestión fuese de
terminológicas. La regulación nuevo tratada en sede parlamentaria, merced a la
creación de una comisión específica del Senado en la
de la eutanasia en el contexto de que comparecieron numerosos expertos procedentes de
la participación en el suicidio ajeno los distintos ámbitos relacionados con el problema
(juristas, médicos, bioéticos, etc.). En este sentido, la
Por primera vez en la historia de la legislación
existencia de un intenso debate social en torno al tema,
penal española, el Código penal (Cp) de 1995 ofrece,
así como las novedosas regulaciones promulgadas en
concretamente en su art. 143.4, una regulación expresa
algunos países europeos, latinoamericanos y ciertos
de determinadas conductas que se pueden encuadrar en
estados de EE.UU. (de las que se da cuenta en este
lo que suele entenderse por «eutanasia voluntaria»; con
trabajo, así como en otros artículos del presente
ello se pone fin a la situación vigente bajo el Cp anterior, número), augura un futuro legislativo trufado de,
en el que tales comportamientos recibían el mismo cuando menos, propuestas novedosas y polémicas.
tratamiento que cualquier otra colaboración en la muerte
ajena cuando ésta era querida por la víctima (hubiese o
no sufrimiento y/o enfermedad). Ha de señalarse, por
otra parte, que lo que el nuevo texto punitivo no aborda
de modo específico es la regulación de las conductas que
(siguiendo una terminología habitual) podríamos
denominar de eutanasia «involuntaria» y «no
voluntaria», lo cual en modo alguno significa,
obviamente, que tales comportamientos no encuentren
acomodo en el Cp, sino simplemente la necesidad de
remitirlos a los tipos penales generales. Pues bien, dado
que las lógicas limitaciones de espacio propias de este
trabajo impiden detallar la calificación jurídica –en
ocasiones doctrinalmente polémica– de las muy
variadas conductas que se pueden encuadrar en estos
dos últimos grupos (que, por ejemplo, abarcarían desde
el homicidio o asesinato en el caso de la causación
activa de la muerte del paciente que quiere vivir hasta la
posible atipicidad de otras conductas como la eutanasia
indirecta no voluntaria, pasando por los diversos
34 matices imprescindibles en otros de los supuestos
planteables), optaré por dedicar estas páginas al análisis
de la novedosa regulación a la que antes hacía
referencia, lo que nos circunscribe al ámbito de la
eutanasia voluntaria.
A este respecto, antes de continuar convendría
quizás realizar una breve precisión terminológica:
siguiendo la opción de definir la eutanasia en función de
la situación de sufrimiento y/o enfermedad de la
víctima, utilizaré los términos
«conducta/comportamiento eutanásico» para referirme
–siempre, claro está, que efectivamente exista este
contexto de enfermedad o sufrimiento– tanto a la
causación directa de la muerte de la víctima por el
tercero como a la cooperación en la muerte que el propio La normativa relativa a la eutanasia voluntaria contenida en el artículo 143.4 del vigente
enfermo se produce a sí mismo (esto es, la participación Código Penal español, promulgado en 1995, no ha traído consigo la deseable seguridad
jurídica sobre esta materia que hubiese sido de esperar.
en su suicidio)1. Dicho de otro modo, de lo que vamos a
ocuparnos aquí (pues así lo hace el ya mencionado art.
143.4 Cp) es de la cooperación a un suicidio Para comprender adecuadamente el alcance de la
«eutanásico» y del homicidio «eutanásico» solicitado por norma cuyo análisis constituye el objeto central de este
el enfermo. trabajo (el art. 143.4 Cp) ha de repararse en su íntima
conexión con la regulación de la participación en el
Pues bien, lo cierto es que la promulgación de esta suicidio ajeno y la del llamado «homicidio-suicidio»
novedosa normativa relativa a la eutanasia voluntaria (o también homicidio consentido o auxilio ejecutivo
no ha traído consigo la deseable seguridad jurídica que al suicidio), figuras todas ellas contempladas en los
en principio hubiese sido de esperar, por cuanto, como apartados precedentes del mismo precepto legal. En
enseguida veremos, no pocos aspectos de tal regulación ellos, en efecto, se tipifica, en primer lugar, la conducta
son todavía susceptibles de muy distintas de inducir a otra persona a suicidarse, es decir, la de
interpretaciones. En cualquier caso, lo que sí parece hacer nacer en ella una resolución de quitarse la vida
poder afirmarse es que la labor emprendida por el que antes no existía, lo que lleva aparejada una pena
legislador de 1995 no puede darse por concluida; así lo de 4 a 8 años de prisión (art. 143.1); a ello le sigue
atestigua el hecho de que muy poco tiempo después de (art. 143.2) el castigo de la cooperación o el auxilio al

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 48


suicidio ajeno mediante actos necesarios, es decir, requisitos exigidos por el legislador para dar lugar a la
prestando una ayuda sin la cual la otra persona no mencionada atenuación de la pena. Posteriormente,
hubiera podido llevar a cabo el hecho, conducta realizaremos una breve mención a la muy debatida
sancionada con una pena de 2 a 5 años (la ayuda no existencia de un supuesto derecho fundamental al
imprescindible al suicidio ajeno es por tanto una suicidio (al menos cuando éste se realiza para dejar de
conducta impune en nuestro Derecho); y, en tercer lugar padecer los sufrimientos causados por una enfermedad),
(art. 143.3), se contempla la cooperación a la muerte cuya afirmación convertiría en inconstitucional –así lo
querida por la víctima que llega a constituir una sostiene parte de la doctrina– el art. 143.4, en la medida
verdadera ejecución de homicidio, lo que supone una en que, aunque de forma atenuada, sigue penalizando
pena de 6 a 10 años de privación de libertad. Todas la eutanasia voluntaria. Concluiremos con una breve
estas conductas delictivas se encuentran previstas sin referencia al Derecho comparado.
mayores especificaciones; se trata, por tanto, de
participar en un suicidio o de causar la muerte de la
víctima en un contexto que podríamos denominar Las conductas objeto del art. 143.4 Cp
«ordinario», esto es, cuando la muerte es deseada
Tal y como se apuntaba en la introducción de este
por esta última por razones que no tienen que ver
trabajo, la determinación de los concretos
con el padecimiento de una enfermedad o sufrimiento
comportamientos a los que el legislador ha querido
físicos.
referirse en el precepto que estamos analizando
Pues bien, la técnica legislativa elegida para constituye una tarea más compleja de lo que
acometer la regulación de las conductas eutanásicas inicialmente pudiera parecer, sujeta a diversas
consiste precisamente en partir de los comportamientos interpretaciones, y que requiere aclarar distintos
que acaban de reseñarse para, siempre que se satisfagan extremos.
determinadas condiciones, atenuar las penas que
1) En primer lugar, ha de repararse en que la
inicialmente les corresponden. Así, el art. 143.4
atenuación de la pena dispuesta por el art. 143.4 no
establece que «el que causare o cooperare activamente
alcanza a las conductas de inducción al suicidio; así
con actos necesarios y directos a la muerte de otro, por
pues, hacer nacer en otro la voluntad de quitarse la vida
la petición expresa, seria e inequívoca de éste, en el
conllevará siempre la pena del apartado primero del art.
caso de que la víctima sufriera una enfermedad grave
143 (de cuatro a ocho años de prisión) también cuando
que conduciría necesariamente a su muerte, o que
se trate de una persona enferma y/o que padece graves
produjera graves padecimientos permanentes y difíciles
sufrimientos. Dicho de otro modo: la mayor
de soportar, será castigado con la pena inferior en uno o
benevolencia con que el legislador ha querido tratar la
dos grados a las señaladas en los números 2 y 3 de este
artículo»2. Así pues, siempre que las conductas de
participación de terceras personas en los suicidios 35
«eutanásicos» (incluida la ejecución de la muerte) pasa
cooperación necesaria al suicidio o ejecución del
por que sea la propia víctima la que decida
homicidio se lleven a cabo dentro de las condiciones
espontáneamente que no quiere seguir viviendo, sin que
precisadas por el precepto (las cuales, como veremos,
el deseo de morir pueda serle inducido desde fuera.
van referidas tanto a la manifestación de voluntad de la
víctima como a su estado físico), se concede una 2) En segundo lugar, cabe preguntarse por el
atenuación de la pena respecto de la que estas mismas alcance exacto de la expresión «causare o cooperare
conductas recibirían en caso de haberse realizado en un activamente con actos necesarios y directos a la muerte
contexto no eutanásico. Quiere ello decir, obviamente, de otro», que es la que, en definitiva, nos indica los
que el legislador español no ha querido (al menos, no comportamientos objeto de regulación. Si, tal y como ha
por el momento) dar luz verde a las propuestas de algún entendido la doctrina penal mayoritaria, la
grupo parlamentario en el sentido de despenalizar las especificación del carácter activo, necesario y directo de
conductas que nos ocupan3, pero que tampoco ha la conducta va referida tanto a las conductas de
desoído por completo las voces que llaman la atención cooperación como a las de causación de la muerte, una
sobre el carácter especialmente conflictivo de las interpretación a contrario del precepto comportaría –al
situaciones que subyacen a estos comportamientos; en margen de lo criticable de la técnica legislativa
una solución intermedia, se ha optado por una empleada, en cuyo análisis no es posible detenerse
ponderación de los bienes jurídicos en juego (por una aquí4– las siguientes consecuencias:
parte, la vida humana, que el ordenamiento jurídico
a) La mención del carácter «necesario» de la
siempre tiene interés en preservar, y, por otra, el interés
conducta implica la impunidad de la cooperación no
del paciente en dejar de padecer enfermedades o
necesaria al suicidio del paciente. Tal y como sucede
sufrimientos que le impiden morir de la forma en la que
en ejercicio de su autonomía desea hacerlo) que, como
decíamos, ha culminado en la consideración de estas Lo cierto es que la promulgación
conductas como menos disvaliosas que la contribución a
la muerte ajena realizada en ausencia de los
de esta novedosa normativa
mencionados factores. relativa a la eutanasia voluntaria
Dedicaremos los dos siguientes apartados de este no ha traído consigo la deseable
trabajo a examinar con cierto detalle los rasgos más
destacados de esta previsión legal, para lo que se
seguridad jurídica que en principio
intentará determinar con mayor exactitud las concretas hubiese sido de esperar.
conductas objeto de regulación, así como analizar los

49 CARMEN TOMÁS-VALIENTE LANUZA - LA REGULACIÓN DE LA EUTANASIA VOLUNTARIA EN EL ORDENAMIENTO JURÍDICO ESPAÑOL Y EN EL DERECHO COMPARADO
en el apartado 2 del art. 143 (referido, como sabemos, expresamente (así, por ejemplo, sobre un bebé que
al suicidio «ordinario» o no eutanásico), en el que tan padece graves sufrimientos) no se deduce como tal del
sólo se castiga la cooperación no necesaria, también en art. 143.4, sino que habrá de razonarse, en su caso, con
el marco eutanásico, y con mayor razón, ha de otros argumentos (como de hecho viene haciéndose en
considerarse atípica la conducta del que presta al la doctrina incluso bajo la vigencia del Cp anterior).
paciente una ayuda para suicidarse sin la cual éste
hubiera podido igualmente llevar a cabo el hecho; así c) La mención a que el comportamiento revista la
pues, sólo se castigarán (con la correspondiente forma de «actos» comporta la impunidad de las
atenuación de la pena respecto de la fijada para el conductas meramente omisivas. Conductas omisivas
suicidio ordinario) los actos de colaboración tales como no iniciar o dejar de suministrar un
imprescindibles para el propósito suicida. Un ejemplo tratamiento rechazado por el paciente han de
muy claro lo ofrece el conocido caso protagonizado en considerarse impunes en nuestro Derecho. Se trata, por
Galicia hace unos años por el Sr. Sampedro, quien, otra parte, de una conclusión a mi juicio ya obligada a
como es sabido, se encontraba completamente tenor de la propia Constitución española de 1978, en la
inmovilizado de cuello para abajo: la conducta de quien que entiendo se consagra el derecho del paciente a
puso a su alcance el vaso en el que se contenía el rechazar cualquier intromisión en su integridad corporal
veneno posteriormente ingerido por el paciente (que se derivaría del art. 15 Constitución Española [CE],
mediante aspiración por una pajita no puede donde se garantiza el derecho a la integridad física), por
considerarse impune al encajar claramente en la mucho que ésta revista una finalidad curativa o
cooperación necesaria punible del art. 143.4, puesto salvadora; así lo apunta, por lo demás, la propia

36

Ramón Sampedro, tetrapléjico español que tenía inmovilizado todo su cuerpo excepto la cabeza, so-
licitó sin éxito a los tribunales autorización para que alguien le ayudara a suicidarse. La conducta de
quien puso a su alcance el vaso que contenía el veneno con el que puso a fin a su vida no puede
considerarse impune al encajar en la cooperación «necesaria» punible del artículo 143.4 Cp.

que la especial situación del paciente hacía por completo jurisprudencia del Tribunal Constitucional6. Ahora bien,
inviable su suicidio de no haber contado con esta dado que es en la dualidad acto/omisión donde el
colaboración ajena. legislador español ha optado por fijar la frontera de lo
punible, en la actualidad cobra especial relevancia la
b) La mención del carácter «directo» de la conceptuación de un determinado comportamiento
conducta comporta la impunidad de la llamada como activo u omisivo, y en este sentido conviene
«eutanasia indirecta». Tal parece en efecto haber sido llamar la atención sobre una afirmación frecuente en la
la intención del legislador cuando optó por introducir doctrina, consistente en considerar que del art. 143.4 Cp
esta precisión en el texto del artículo, y así lo ha se deduce automáticamente la impunidad de lo que
interpretado la doctrina totalmente mayoritaria. Así normalmente se conoce como «eutanasia pasiva»
pues, la causación de la muerte del paciente a través del voluntaria, afirmación que parte de identificar «omisivo»
suministro de fármacos o sustancias que puedan traer con «pasivo». Pues bien, tal deducción no resulta ni
consigo un adelantamiento de la muerte, pero que se mucho menos tan obvia como inicialmente podría
administran no con dicho propósito sino con el de paliar parecer, y ello porque el concepto usual de la llamada
el sufrimiento del enfermo5, ha de considerarse impune «eutanasia pasiva» incluye comportamientos (me refiero
en nuestro Derecho. Por cierto que la mención a ese a la desconexión de aparatos de medicina intensiva,
carácter directo de la conducta en el marco del art. como respiradores o ventiladores artificiales) cuya
143.4 sólo autoriza a realizar la anterior deducción con consideración como activos u omisivos dista mucho de
respecto a las concretas situaciones abarcadas por el resultar pacífica. La cuestión merece un análisis algo
precepto, es decir, cuando se trate de una conducta más detallado.
expresamente solicitada o autorizada por el paciente que
cumple el resto de los requisitos establecidos por dicha Desde hace ya décadas la doctrina viene
norma; por tanto, la posible impunidad de la eutanasia discutiendo, en efecto, en torno a la calificación más
indirecta sobre pacientes que no la solicitan adecuada de conductas como las referidas; en concreto,

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 50


el debate surgió en los años setenta respecto a la
desconexión de los aparatos sostenedores de la vida y
de alimentación artificial de enfermos en estado Conductas omisivas tales como no
vegetativo permanente, pero se plantea en los mismos
términos cuando se refiere a los sujetos que aquí nos
iniciar o dejar de suministrar un
interesan, esto es, a pacientes conscientes que soliciten tratamiento rechazado por el
la retirada de un aparato de este tipo. Pensemos, por
ejemplo, en el caso de una persona, cuya parálisis le
paciente han de considerarse
obliga a servirse de un respirador artificial para impunes en nuestro Derecho.
mantenerse con vida; si un enfermo en tales
condiciones pidiese la desconexión de dicho mecanismo,
y ello implicase su muerte por asfixia, ¿cómo habría de llegar a plantearse un supuesto de esta índole (p. ej., un
calificarse la conducta de quien accede a dicha solicitud? paciente consciente cuya vida depende de un respirador
Pues bien, frente a opiniones para las que tales solicita que éste le sea retirado, a lo que un tercero
conductas (con independencia de que fueran o no accede) el juzgador habría de optar entre diversas
denominadas eutanasia «pasiva») implican un alternativas: primera, la de, sobre la base de su
comportamiento activo, una importante corriente calificación como meramente omisiva, considerar la
doctrinal estima que en tales casos nos encontramos conducta del tercero totalmente irrelevante a la luz del
ante comportamientos que, si bien activos desde un Derecho penal (atípica); segunda, calificarla de típica del
punto de vista meramente naturalístico o art. 143.4 (por ser activa), pero aplicar la causa de
fenomenológico, desde un punto de vista normativo justificación del art. 20.5 Cp por prevalecer el derecho
han de ser valorados como meras omisiones, por del paciente a rechazar un tratamiento médico, lo que a
cuanto suponen la no continuación del tratamiento que la postre supone su impunidad; y tercera, considerarla
el aparato viene suministrando; según este punto de típica del art. 143.4 y no admitir la mencionada
vista se trataría de conductas plenamente equiparables, justificación, lo que obligaría a castigarla con una pena
por ejemplo, a la interrupción de un masaje de que oscilaría entre un año y medio y seis años de
reanimación, que nadie duda en considerar omisiva. prisión. Puede así constatarse aquello que
enunciábamos al principio de estas páginas: que la
Pero volvamos a la regulación positiva del
regulación por el Cp de 1995 de las conductas
problema en el Derecho español, en el que la cuestión
eutanásicas solicitadas ha dejado importantes cuestiones
reviste especial importancia: a la luz del tenor literal del
sin resolver, que quedan por tanto abiertas a la
art. 143.4, que como decíamos establece la frontera de
interpretación doctrinal y jurisprudencial.
lo punible en el carácter activo de la conducta, la
calificación como comportamiento omisivo de la 37
desconexión de uno de estos aparatos comportaría su Los requisitos de la atenuación
directa atipicidad (esto es, sería perfectamente lícita),
mientras que su consideración como activo supondría
del art. 143.4 Cp
en principio su castigo (en cuanto causación de la La atenuación de la pena prevista en el Cp para los
muerte típica del art. 143.4 Cp) con una pena que supuestos eutanásicos voluntarios pasa por la
podría oscilar entre el año y medio y los seis años de satisfacción de una serie de requisitos, cuya no
prisión. El tema dista mucho de encontrarse resuelto en concurrencia obligaría a castigar la conducta
la doctrina; de ahí, por cierto, que quepa criticar al (cooperación al suicidio o ejecución de homicidio) con
legislador el haber hecho de un extremo tan discutido arreglo a los ya conocidos apartados 2 o 3 del art. 143
uno de los ejes centrales de la nueva regulación, con (o, en su caso, por homicidio ordinario del art. 138 o
consecuencias tan esenciales como las arriba asesinato del art. 139 si no sólo falta la solicitud
enunciadas. expresa sino incluso el mero consentimiento de la
víctima). Por otra parte, conviene recalcar que en caso
Por mi parte, como ya he expuesto detalladamente
de satisfacerse estos requisitos y según el tiempo de
en otro lugar7, considero que desde el punto de vista
condena resultante, en algunos supuestos podría llegar
jurídico-penal tales conductas han de ser calificadas de
a suspenderse la ejecución de ésta (posibilidad prevista
activas, y por tanto, inicialmente típicas de «causación»
en el art. 80 Cp para las penas inferiores a dos años,
de la muerte del art. 143.4; dicho de otro modo, se
siempre que se delinca por primera vez y se hayan
trataría de verdaderos homicidios eutanásicos
satisfecho las responsabilidades civiles) o incluso
solicitados. Ello no obstante, a la postre podría a mi
sustituirse la pena privativa de libertad por las de arresto
juicio terminar lográndose su impunidad merced a la
de fin de semana o multa (lo que permite el art. 88 Cp
aplicación de una causa de justificación neutralizadora
con repecto a las penas inferiores a un año, o,
de la antijuricidad de la conducta (concretamente el
extraordinariamente, para las inferiores a dos años de
estado de necesidad del art. 20.5 Cp), pues lo cierto es
prisión). Puede constatarse así la vocación de «solución
que quien desconecta el aparato no está haciendo otra
intermedia» del Cp de 1995 a este respecto: ciertamente,
cosa que impedir la lesión del derecho fundamental del
no se ha dado curso a las demandas de legalización de
paciente (art. 15 CE) a rechazar un tratamiento médico
estas conductas, pero se ha arbitrado una posibilidad de
invasivo de su integridad. Por el momento carecemos
atenuación que puede llegar a desembocar en el no
todavía de jurisprudencia alguna al respecto, de manera
ingreso en prisión del autor del hecho.
que no es posible dejar constancia aquí de cuál es la
interpretación seguida en este extremo por los tribunales Volviendo a lo que ahora interesa, distinguiremos
españoles; en cualquier caso ha de insistirse en que de dos tipos de exigencias formuladas por el precepto: las

51 CARMEN TOMÁS-VALIENTE LANUZA - LA REGULACIÓN DE LA EUTANASIA VOLUNTARIA EN EL ORDENAMIENTO JURÍDICO ESPAÑOL Y EN EL DERECHO COMPARADO
relativas al estado físico de la víctima y las atinentes a modo alguno se trate de una afección mortal. En
su voluntad. relación a este tipo de supuestos ha de señalarse,
además, que su inclusión en este requisito pasa por una
1) Requisitos relativos al estado físico de la
cierta interpretación del término enfermedad (también
víctima. A este respecto se han contemplado dos
aquí se está exigiendo una «enfermedad grave») que no
condiciones, formuladas de modo alternativo y no
la identifique únicamente con un proceso patológico,
cumulativo, de manera que la concurrencia de sólo una
sino también con cualquier disminución considerable de
de ellas basta para dar lugar a la atenuación (siempre
la salud derivada, por ejemplo, de un traumatismo
obviamente que se satisfaga lo que concierne a la
(lo que indudablemente sí concurre en casos de esta
voluntad del paciente). En primer lugar, el Código
índole).
contempla la posibilidad de que el sujeto pasivo
«sufriera una enfermedad grave que conduciría Aun siendo su fuente una gravísima deficiencia
necesariamente a su muerte». Obsérvese que, en contra física, los padecimientos de personas permanentemente
de lo que a veces se cree, el legislador no ha exigido que paralizadas son en gran medida de carácter psíquico.
se trate de una enfermedad que haya alcanzado un Ahora bien, la admisibilidad del sufrimiento psíquico en
estadio terminal, sino que basta con su carácter mortal el contexto de esta posibilidad de atenuación requiere,
(«necesariamente»); y al no haberse añadido mayores sin embargo, de ulteriores precisiones, pues, en efecto,
especificaciones, en principio tendrían que entenderse podría plantearse la duda relativa a si dicho
comprendidos los supuestos en los que la muerte fuera a padecimiento ha de tener su origen en una enfermedad
producirse a corto, medio e incluso largo plazo. Será el física (entendida ésta en el sentido comprensivo antes
juez el que, con ayuda de los correspondientes peritajes enunciado), que obligue al sujeto, por ejemplo, a
médicos, habrá de determinar si efectivamente se depender por completo de los demás (siendo esta
trataba de una enfermedad de tales características. circunstancia fuente de su sufrimiento psicológico), o si
también se satisfaría la exigencia legal cuando el
padecimiento psíquico del sujeto viniera motivado no
por una enfermedad física sino, a su vez, meramente
psicológica o mental8. Esta segunda posibilidad debe a
mi juicio descartarse por completo, y ello por varias
razones. En primer lugar, y aunque es cierto que el tipo
no precisa que se trate de una enfermedad «física»,
creo que éste es el sentido que en una interpretación
teleológica y sistemática cabe atribuirle, pues esta
segunda alternativa (de las dos referidas al estado del
38 enfermo) se ha previsto, a mi entender, precisamente
para posibilitar la atenuación en casos de enfermedades
(físicas) graves que no lleguen a satisfacer la primera
alternativa, es decir, que no sean necesariamente
mortales, pero que no por ello dejan de reducir al
paciente a una situación difícil de soportar. En segundo
lugar, entiendo que el propio art. 143.4 impide
radicalmente la posibilidad de dar lugar a la atenuación
en estos casos, en la medida en que la existencia de una
enfermedad no física sino mental, fuente de
padecimientos psicológicos, impediría el cumplimiento
de los requisitos relativos a la voluntad de la víctima
(que ha de ser, además de expresa e inequívoca,
«seria»), que en todo caso han de ser satisfechos:
obsérvese que según el claro tenor del precepto no basta
con la existencia de unos padecimientos graves y
difíciles de soportar (en el caso que ahora nos
planteamos, psicológicos), sino que éstos tienen
La Constitución expresa un consenso fundamental sobre principios de ética pública y so-
necesariamente que tener su origen en una «enfermedad
bre la estructura del estado. La de 1978 establece los derechos a la vida y a la salud, a la grave»; y la enfermedad mental grave precluye por
libertad y a la dignidad de todos los ciudadanos como principios básicos del ordenamiento completo, a mi juicio, la seriedad de la voluntad.
jurídico español.
2) Requisitos relativos a la voluntad del sujeto
pasivo. Aparte de las exigencias que acaban de
En segundo lugar, el precepto permite que se examinarse, la atenuación de la pena prevista por el
atenúe la pena si la víctima padeciese una enfermedad art. 143.4 Cp para las conductas eutanásicas
grave que, aunque no mortal, le produjera «graves voluntarias requiere una serie de condiciones relativas a
padecimientos permanentes y difíciles de soportar». la manifestación de voluntad de la víctima: ha de
El hecho de que dicha posibilidad se haya formulado de tratarse, según el Código, de una «petición seria,
modo alternativo a la primera permite incluir aquí, por expresa e inequívoca». Los términos legales sugieren
ejemplo, los casos de pacientes permanentemente varios comentarios. En primer lugar, ha de recalcarse
paralizados, cuya condición física puede ser sin duda que se está exigiendo una «petición» por parte del
fuente de un enorme padecimiento por mucho que en paciente; no basta, por tanto, con que éste se muestre

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 52


de acuerdo con la sugerencia formulada por un tercero
(mero consentimiento), sino que tiene que ser él quien
formule la solicitud. Ello guarda perfecta coherencia, por
otra parte, con una cuestión a la que ya antes se hizo
referencia: el hecho de que las conductas de inducción
se hayan excluido del ámbito de la atenuación, con lo
que el legislador quiere reservar el trato benigno del
art. 143.4 a los supuestos en que sea el enfermo quien
por sí mismo se plantee la alternativa de adelantar su
muerte con ayuda de otros.
Por su parte, la mención al carácter «serio» de la
petición puede identificarse con la exigencia de una
previa reflexión por parte del enfermo, que excluiría
solicitudes formuladas de forma precipitada (por
ejemplo, en un momento en que el sufrimiento
deviniera especialmente agudo, o al encontrarse
inmerso en un estado de ánimo pasajero). Además de lo
anterior, el requisito de la seriedad implicaría otros dos
factores. Por un lado, el enfermo ha de asentar su
solicitud sobre bases reales, esto es, encontrándose
correctamente informado sobre su estado y pronóstico
En España se han alzado voces doctrinales reclamando la declaración de inconstituciona-
(así, no estaríamos ante una petición seria si el paciente lidad del artículo 143.4 Cp que aún penaliza las conductas eutanásicas solicitadas. En
se basa en unas expectativas sobre el sufrimiento que le cualquier caso, esta cuestión no se ha planteado aún formalmente ante el Tribunal Cons-
aguarda que no se corresponden con la realidad, más titucional.
benigna de lo que él imagina). Y, por otro, nunca podrá
considerarse seria la petición que ha sido mediatizada a
constitucionales básicos como la libertad (art. 1.1) o la
través del ejercicio de algún tipo de coerción por parte de
dignidad (art. 10), y/o derechos fundamentales como la
un tercero.
libertad de conciencia (art. 16)9. Al margen del mayor o
Para concluir, la exigencia del carácter menor acierto intrínseco de dichas argumentaciones,
«inequívoco» de la petición no plantea especiales que no es posible entrar a analizar aquí, sí resulta
dificultades: ha de tratarse, en suma, de una solicitud imprescindible apuntar, cuando menos, cuál es la
formulada de un modo claro, no susceptible de postura al respecto del Tribunal Constitucional español. 39
interpretaciones dispares, sobre lo que el sujeto
Ante todo conviene adelantar que el alto tribunal no
realmente quiere.
ha tenido ocasión todavía de pronunciarse de modo
expreso sobre la constitucionalidad del precepto que nos
ocupa, esto es, sobre la criminalización de la eutanasia
La polémica constitucional voluntaria10. Sin embargo, resulta a mi juicio muy
Aunque hasta el momento nos hemos ocupado probable que, si un día llegara a planteársele la cuestión,
únicamente de su regulación en el Cp, este breve el Tribunal se mostrara favorable a la compatibilidad del
bosquejo del status de la eutanasia voluntaria o precepto con el texto constitucional, permitiendo con ello
solicitada en nuestro Derecho no puede concluir sin que el legislador siguiese castigando tales
mencionar la existencia de un factor de la máxima comportamientos. Y cabe pensar que así sería porque,
importancia, cada vez más operativo en el debate en entre otras cosas, el Tribunal sí ha rechazado –aunque
torno el tema: el que viene dado por la valoración de fuese de modo tangencial en el conjunto de un
estas conductas a la luz de la Constitución, norma razonamiento más amplio– la existencia de un derecho
fundamental de nuestro ordenamiento jurídico. Y es fundamental al suicidio (STC 120/90, de 27 de junio,
que, en efecto, no son pocas las voces doctrinales que relativa a la huelga de hambre penitenciaria). Aunque es
se han alzado reclamando la declaración de cierto que tal pronunciamiento no implica de modo
inconstitucionalidad del art. 143.4 Cp (cuando no la del automático la negación de un eventual derecho del
precepto en bloque), por entender que la penalización paciente a terminar con su sufrimiento y a que otros
(por mucho que sea atenuada) de conductas colaboren a ello (por cuanto cabría pensar en alguna
eutanásicas solicitadas vulnera principios y valores fundamentación de este derecho que no tuviese que
pasar necesariamente por el derecho al suicidio como
tal), no parece probable que el TC vaya a decantarse por
El Tribunal Constitucional sí ha un giro jurisprudencial de tal magnitud.
rechazado –aunque haya sido de Por otra parte, lo anterior no ha de confundirse con
modo tangencial en el conjunto de otra cuestión, cual es la relativa al derecho del paciente
a rechazar tratamientos médicos, que el TC sí afirma
un razonamiento más amplio– la como parte del contenido esencial de un derecho
existencia de un derecho fundamental. Así, coincidiendo con la jurisprudencia
constitucional de países como Alemania o Estados
fundamental al suicidio. Unidos, el TC también ha optado por reconocer a todo
enfermo el derecho a negarse a consentir tratamientos,

53 CARMEN TOMÁS-VALIENTE LANUZA - LA REGULACIÓN DE LA EUTANASIA VOLUNTARIA EN EL ORDENAMIENTO JURÍDICO ESPAÑOL Y EN EL DERECHO COMPARADO
dotándolo de una fundamentación constitucional inconstitucionalidad del art. 143.4 Cp) la
propia frente al comportamiento suicida: el derecho a despenalización de la eutanasia activa (del mismo
la integridad física del art. 15 CE, interpretado en el modo, por ejemplo, que el Tribunal Supremo
sentido de garantía de indemnidad frente a cualquier norteamericano impuso a los estados la legalización del
intromisión en nuestro cuerpo que no deseemos aborto voluntario mediante la famosísima sentencia Roe
consentir11. Ha de señalarse que el mantenimiento de v. Wade). Pues bien, es a ésa (y sólo a ésa) cuestión a
esa clara cesura entre el suicidio (en lo que aquí la que a mi juicio puede responderse en sentido
importa, suicidio «eutanásico») y el rechazo de negativo: personalmente, no creo que la Constitución
tratamientos médicos no constituye en modo alguno ofrezca argumentos suficientes para obligar al legislador
doctrina pacífica: de hecho, existe una muy extendida (que, no lo olvidemos, representa la voluntad
opinión doctrinal según la cual no es posible mayoritaria de la ciudadanía) a legalizar estas prácticas,
compatibilizar de modo coherente la negación del máxime cuando la propia Constitución ofrece la
derecho al suicidio y la afirmación del derecho del posibilidad, ya mencionada, de atribuir un fundamento
paciente a rechazar tratamientos salvadores cuando ello específico al derecho a rechazar tratamientos que
puede determinar su fallecimiento. Personalmente permite compatibilizar su reconocimiento con el
entiendo que la bondad de esta última argumentación mantenimiento de la prohibición de la eutanasia activa.
en términos constitucionales dependerá de cuál haya Ahora bien, que el legislador no se encuentre
constitucionalmente obligado a despenalizar estos
Según una extendida opinión últimos comportamientos no impide sostener (como
personalmente sostengo) la conveniencia político-
doctrinal no es posible criminal de optar por esta vía, tanto desde el punto de
compatibilizar la negación del vista del análisis filosófico moral como desde la
perspectiva de lo que podríamos denominar
derecho al suicidio y la afirmación constitucionalmente deseable (a no confundir con lo
del derecho a rechazar tratamientos constitucionalmente impuesto). Dicho de otro modo,
una cosa es la opinión que uno pueda mantener sobre el
salvadores cuando ello puede mayor o menor acierto de una regulación y la
determinar su fallecimiento. conveniencia de modificarla (y personalmente creo que
existen buenas razones para despenalizar al menos
algunas conductas eutanásicas voluntarias), y otra muy
sido la base fundamentadora del derecho del paciente a distinta es considerarla directamente inconstitucional (lo
rechazar tratamientos. Y es que si se opta por asentarlo que a mi juicio no es el caso del art 143.4 Cp).
40 en la autonomía individual sin más (como sostiene, por Expresado con un ejemplo que guarda cierto paralelismo
ejemplo, parte de la doctrina y un sector minoritario de con el que nos ocupa: es perfectamente factible
la jurisprudencia constitucional norteamericana), argumentar a favor del establecimiento de un sistema de
ciertamente parece difícil negar que el comportamiento plazos en la interrupción del embarazo (sea merced a
suicida (y el derecho a que otros colaboren en él) razonamientos filosófico-morales, sea por considerar
también constituye un ejercicio de esa misma que con ello se favorecen derechos constitucionales
autonomía para tomar las decisiones más como la autonomía de la mujer, lo que convertiría esta
fundamentales de nuestra existencia. En cambio, si la medida en deseable o conveniente a la luz de la propia
fundamentación constitucional del derecho del enfermo Constitución), y simultáneamente entender, sin
a no consentir una medida terapéutica se ha anclado en embargo, que no por ello el legislador se encuentra
el derecho a la integridad corporal (como hemos visto constitucionalmente obligado a adoptar dicha decisión.
ha hecho el Tribunal Constitucional español, y
finalmente también el Tribunal Supremo La cuestión de la disponibilidad de la propia vida
estadounidense), ha de reconocerse que ahí sí existe un desde el punto de vista constitucional ofrece muchos
factor diferenciador respecto del derecho al suicidio otros aspectos polémicos que no ha sido posible abordar
como tal, en el que dicha indemnidad no entra en juego. en este trabajo. Antes de concluir no puede, sin
embargo, dejar de llamarse la atención sobre lo que se
En todo caso, y para concluir esta breve perfila como el punto más candente para un futuro
aproximación al problema (necesariamente próximo (en parte ya presente): la aparición en escena
esquemática), importa apuntar que lo dicho se refiere de instancias judiciales internacionales encargadas de
únicamente a la dimensión constitucional del problema, garantizar el cumplimiento de ciertos tratados y
esto es, a si de la Constitución pueden derivarse de un convenios internacionales suscritos por España.
modo inequívoco (al menos en grado suficiente como Teniendo en cuenta que la propia Constitución ordena
para destruir la presunción de constitucionalidad de las que los derechos fundamentales sean interpretados «de
normas, que obviamente también abarca al art. 143.4 conformidad con la Declaración Universal de Derechos
Cp) argumentos que impongan al legislador la Humanos y los Tratados y los Acuerdos Internacionales
obligación jurídica de despenalizar la eutanasia sobre estas materias ratificados por España» (art. 10.2
voluntaria, como consecuencia de la existencia de un CE), resulta obvio que los pronunciamientos de dichos
derecho constitucional del paciente que no podría tribunales tendrán incidencia sobre el ordenamiento
negarse de modo coherente si previamente se ha jurídico español12. Pues bien, en este momento
afirmado su derecho a rechazar medidas terapéuticas. contamos ya con una resolución (muy reciente) al
Estamos hablando, por tanto, de imponer jurídicamente respecto, concretamente del Tribunal Europeo de
al legislador (por medio de una eventual declaración de Derechos Humanos con sede en Estrasburgo, que como

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 54


es sabido vela por el cumplimiento del Convenio el que los ingiera por sí mismo) no puede calificarse
Europeo de Derechos Humanos de 1950 (CEDH). En la –como a veces se hace– como una de las pioneras en el
decisión Pretty v. The United Kingdom13, relativa a una mundo respecto de la despenalización de la eutanasia, o
ciudadana británica condenada a una muerte al menos tal cosa no resulta del todo correcta si tenemos
tremendamente dolorosa por una enfermedad neuronal en cuenta, por ejemplo, que en países como Alemania
degenerativa que le impedía suicidarse sin colaboración tal conducta ha sido siempre lícita, por cuanto su
ajena, el Tribunal rechaza que la legislación británica ordenamiento jurídico no prohíbe (ni nunca lo ha
prohibitiva del auxilio al suicidio (incluidos los hecho) la participación en el suicidio ajeno, sea en
supuestos eutanásicos) vulnere los derechos alegados circunstancias eutanásicas o no, situando la primera
por la demandante (concretamente, el derecho a la vida frontera de lo punible en la verdadera ejecución de la
en una supuesta vertiente negativa, a no sufrir tratos muerte de quien lo solicita (el Tötung auf Verlangen u
inhumanos y degradantes, a la intimidad personal y homicidio a petición del parágrafo 216 del Código penal
familiar, a la libertad de conciencia y a la no alemán, que se castiga con una pena atenuada con
discriminación, garantizados en los arts. 2, 3, 8, 9 respecto a la del homicidio ordinario). Y recordemos
y 14 CEDH respectivamente), decisión ésta que refuerza también que a partir de la promulgación del Cp de 1995,
la tesis de la constitucionalidad del art. 143.4 Cp en nuestro propio país se ha despenalizado la
español. Sólo el tiempo dirá si, aun no encontrándose participación no necesaria en el suicidio ajeno (por
constitucionalmente obligado a ello, el legislador contraposición a la necesaria, que sí se halla prohibida
español se decidirá finalmente a despenalizar, si no en el art. 143.2 y 143.4 Cp), con independencia de que
todas, sí al menos determinadas conductas eutanásicas se trate de un suicidio «eutanásico» o no. De este modo,
solicitadas. las conductas cuya legalización por el estado de Oregón
originó tan intensa controversia (que no constituyen
otra cosa que una participación del médico en la muerte
del paciente, que en muchos casos cabría probablemente
Breve referencia al Derecho comparado calificar de no imprescindible para el suicidio de éste)
Puede decirse que la regulación de la práctica de la han sido desde siempre impunes en Alemania y en la
eutanasia activa en el Derecho comparado obedece por mayoría de los supuestos también lo serían hoy en
regla general al modelo de la prohibición, con algunas España. Simplemente ocurre que, al tratarse éstas
excepciones –relativas a la modalidad voluntaria– a las últimas de regulaciones genéricas (no referidas
que enseguida haremos mención. expresamente a suicidios de personas enfermas), no se

41

Los pronunciamientos de los tribunales europeos tendrán en un futuro próximo una mayor incidencia sobre el ordena-
miento jurídico español. (Tribunal de Justicia de la Comunidad Europea.)

Antes de adentrarnos en ellas conviene, en primer han enmarcado en el debate público sobre la eutanasia
lugar, comentar el hecho de que algunas de las y por ello resultan mucho más desconocidas: puede
regulaciones presentadas como muy novedosas a este decirse, en suma, que no se han percibido por las
respecto no lo son tanto si se las enmarca en un sociedades correspondientes como una despenalización
contexto más general y se las compara con otras «institucionalizada» relevante en este ámbito, y de
normativas ya existentes, de contenido bastante similar hecho la experiencia demuestra (por ejemplo en
y que, sin embargo, han pasado mucho más Alemania) que a pesar de su impunidad conductas de
inadvertidas. Así, por ejemplo, la regulación aprobada este tipo son escasas en la práctica.
por referendum popular en el estado norteamericano de
Oregón a mediados de los años noventa14 (que siempre Mención aparte merece el estado de la cuestión en
que se satisfagan determinados requisitos permite a los Suiza, actualmente objeto de especial atención a raíz de
facultativos recetar medicamentos en dosis la salida a la luz pública del caso de Reginald Crew, un
eventualmente letales para que sea el paciente terminal enfermo británico que se desplazó a dicho país para

55 CARMEN TOMÁS-VALIENTE LANUZA - LA REGULACIÓN DE LA EUTANASIA VOLUNTARIA EN EL ORDENAMIENTO JURÍDICO ESPAÑOL Y EN EL DERECHO COMPARADO
poder suicidarse con ayuda de los barbitúricos
proporcionados por una asociación pro-eutanasia
(Dignitas). La regulación suiza es similar (aunque desde
luego no idéntica) a la alemana: el artículo 114 de su
Código penal (de 1937) castiga el homicidio a petición,
mientras que el artículo 115 se refiere al auxilio al
suicidio para castigarlo únicamente cuando el tercero
obre por motivos egoístas. De este modo, sin haberse
producido una legalización expresa de la asistencia al
suicidio eutanásico (en ausencia, por tanto, de un
debate público al respecto y de su correspondiente
difusión al estilo holandés), toda conducta de auxilio al
suicidio que no obedezca a motivos egoístas -y desde
luego no puede hablarse de éstos cuando de lo que se
trata es de ayudar a una persona a realizar una
voluntad libre y autónoma de poner fin a su
sufrimiento- resulta impune. Dicho esto, y a diferencia
de lo expuesto en el texto en referencia a la situación
alemana, en el caso de Suiza sí parece poder afirmarse,
en cambio, que la práctica del auxilio al suicidio
eutanásico se lleva a cabo de un modo abierto y con
cierta frecuencia, pues es perfectamente conocida la Reginald Crew, un inglés de 74 años de edad con una enfermedad degenerativa irreversi-
ble, se suicidó el 20 de enero de este año mediante la ingestión de una combinación de
actividad en este sentido de asociaciones como la ya
fármacos que le proporcionó un médico de la asociación Dignitas. Dado que esta práctica
mencionada Dignitas o Exit-Deutsche Schweiz (que a es ilegal en el Reino Unido, el paciente se traladó a Zurich para consumar su suicidio. En
diferencia de la anterior -lo que no deja de resultar Suiza existe tolerancia para el suicidio asistido practicado por motivos humanitarios.
interesante- rechaza rotundamente prestar su
colaboración en suicidios de extranjeros no residentes
Expuesta de modo abreviado, la situación legal de la
que se desplazan a Suiza expresamente con este fin,
eutanasia en los Países Bajos es en la actualidad la
como aconteció en el caso Crew).
siguiente17: las conductas eutanásicas solicitadas, que en
Regulaciones que sí merecen ser destacadas como principio siguen tipificadas como delitos en los arts. 293 y
verdaderamente pioneras en el tema son, en cambio, la 294 del Código penal holandés (donde se contemplan el
de Holanda (junto a la muy reciente de Bélgica, homicidio solicitado y el auxilio al suicidio,
42 pergeñada sobre el modelo holandés, por lo que no respectivamente), se considerarán justificadas y por lo
haremos referencia individualizada a ella), así como la tanto lícitas siempre que sean practicadas por un médico
mucho más desconocida de Colombia. y satisfagan una serie de requisitos que enseguida
examinaremos. Junto a esta premisa inicial, la regulación
vigente se basa en un complejo proceso de notificación y
La regulación holandesa control (secciones 3 a 19 de la ley de 2002) de los actos
de eutanasia realizados: cada vez que se lleve a cabo una
Como es bien conocido, Holanda ha desempeñado
conducta de esta índole, el médico debe notificarlo al
un papel pionero en el tema que nos ocupa (sin olvidar
forense del municipio (rellenando unos formularios tipo),
tampoco al Territorio Norte de Australia, cuya Ley de los
el cual remitirá los documentos, a su vez, a un Comité
Derechos de los Enfermos Terminales de 1995,
regional que constatará si se han cumplido o no los
ampliamente despenalizadora, disfrutó de una vigencia
requisitos exigidos por la ley (existen cinco Comités para
reducida tan sólo a unos meses15). En primer lugar,
todo el país, compuestos por un número variable de
cabe reseñar que la regulación holandesa destaca por no
miembros que en todo caso deben incluir un jurista –que
haberse gestado de modo aislado en el seno del
ejerce las funciones de presidente–, un médico y un
Parlamento; muy al contrario, en el largo y complejo
experto en ética, todos ellos nombrados por los
camino –de más de treinta años– recorrido hasta
Ministerios de Justicia y Sanidad por un período de seis
desembocar en la situación actual han intervenido de
años). Si se constata que las exigencias legales han sido
modo muy destacado los propios profesionales médicos
adecuadamente satisfechas, el Comité no informa a la
(a través de la Real Asociación Holandesa de Médicos
Fiscalía y el caso queda en principio archivado (los
–KNMG–, que desde los años 70 vino emitiendo una
Comités están legalmente obligados a llevar un completo
serie de influyentes documentos en los que se contenían
registro de los casos que se ponen en su conocimiento);
diversas directrices sobre el tema) y los tribunales de
de no ser así, debe dar cuenta tanto
justicia (pues también desde principios de los años 70
a esta última como a la inspección sanitaria, que
fueron dictando sentencias absolutorias en casos de
conjuntamente deciden si procede o no iniciar un
eutanasia voluntaria merced a la aplicación de la causa
procedimiento judicial, el cual podría culminar en la
de justificación estado de necesidad)16. La última fase de
aplicación de los mencionados arts. 293 y 294 del Código
este complejo proceso la constituye la «Ley de
penal holandés, en el que se prevén penas de hasta 12 y
terminación de la vida a petición y de ayuda al suicidio
3 años de prisión, respectivamente, para las conductas de
(Procedimientos de Revisión)», que entró en vigor el
homicidio solicitado y de asistencia al suicidio.
1 de abril de 2002, y que introduce algunas
modificaciones sobre la situación ya anteriormente ¿Cuáles son, pues, las condiciones exigidas por la
vigente. legislación vigente en los Países Bajos para poder

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 56


considerar lícita una conducta eutanásica, sea de sus dos hijos). En aquel caso, el Tribunal Supremo
homicidio o de auxilio al suicidio? De acuerdo con la emitió una sentencia condenatoria, pero lo importante
Sección segunda de la ley arriba citada, son las es que lo hizo no por que el origen del sufrimiento de la
siguientes: paciente fuera psíquico y no físico –de hecho el Tribunal
afirmó que la causa del padecimiento no merma la
1) El enfermo debe solicitarlo de modo voluntario y
intensidad con que éste es experimentado por la
reflexionado.
persona afectada, rechazando asimismo el argumento
2) Ha de padecer un sufrimiento insoportable sin de que nunca pueda hablarse de voluntad libre y seria
perspectivas de mejora. de morir en quien sufre psicológicamente o recibe
asistencia psiquiátrica–, sino por no haber adoptado
3) Ha de haber sido adecuadamente informado por
aquél las especiales precauciones que a juicio del
el médico respecto de su situación y pronóstico. Tribunal deben regir este tipo de supuestos
4) Médico y paciente tienen que discutir la (concretamente se reprochó la falta de consulta a otro
situación y concluir conjuntamente que no cabe otra especialista)19. De este modo la sentencia dejó abiertas
solución más satisfactoria. las puertas a la práctica de la eutanasia en tales casos
(lo que ha concitado diversas críticas, a mi entender del
5) El médico ha de consultar al menos con otro todo comprensibles), si bien desde el Gobierno holandés
facultativo, el cual debe examinar personalmente al se insiste en que por regla general tendrán que ser
paciente y asegurarse –consignándolo en un informe abordados con especiales reservas y abrirse un
escrito que se remitirá al Comité regional procedimiento por el Ministerio Fiscal20.
correspondiente– de que se satisfacen los requisitos
arriba mencionados respecto de su voluntad, pronóstico Sea cual sea la opinión que se sostenga sobre la
e información. licitud de la eutanasia voluntaria en Holanda, conviene
recordar que el país dispone de un completo sistema
6) Al practicar la eutanasia, el médico debe sanitario público que garantiza a los ciudadanos
proporcionar al paciente el cuidado y la atención médica asistencia gratuita hasta el final de sus vidas, incluidos
debidos.
Algunos de los requisitos mencionados suscitan
cuestiones especialmente polémicas, muchas de las A diferencia de Holanda o Bélgica,
cuales, aunque no todas, son abordadas por la ley de
modo expreso. Así, por ejemplo, respecto de la la desincriminación de la
competencia del paciente que solicita la eutanasia se
plantean dos supuestos problemáticos: el de los menores
eutanasia activa voluntaria
y el de las personas que han perdido la capacidad de actualmente vigente en Colombia 43
manifestar su voluntad. Pues bien, en cuanto a los
menores, la ley prevé dos franjas de edad: entre los 12
es fruto de una decisión de su
y los 15 años pueden solicitar la eutanasia, si bien ésta Tribunal Constitucional.
sólo podrá practicarse con la aprobación de los padres
(Sección segunda de la ley, punto 4); los de 16 y 17
años pueden tomar la decisión por sí mismos, si bien se los cuidados paliativos. Las diferencias a este respecto
exige que los padres participen en el proceso de entre dicho sistema sanitario público y gratuito y el
deliberación previo a la misma (Sección segunda, punto existente en países de red sanitaria pública altamente
3). En lo que se refiere a las personas incapaces de deficiente –como es el caso de Colombia, que enseguida
expresar su voluntad, el punto 2 de la sección 2ª pasaremos a comentar, pero también el de Estados
reconoce expresamente la validez de la petición Unidos– revisten una enorme relevancia de cara al tema
contenida en un documento de voluntades anticipadas, que nos ocupa: en un modelo sanitario como el
lo que confiere a estos documentos un sentido muy holandés puede estarse razonablemente seguro de que
distinto del que les es propio en la mayoría de los quienes optan por la eutanasia no se ven abocados a
ordenamientos occidentales, ámbito en el que nunca ella por mor de un sufrimiento que hubiera podido
pueden utilizarse para solicitar anticipadamente que otra remediarse (o cuando menos suavizarse) con los
persona nos produzca la muerte llegadas determinadas tratamientos adecuados, sino porque realmente la
circunstancias, sino únicamente para rechazar medidas Medicina no es capaz de reducir sus padecimientos
terapéuticas18. hasta hacérselos tolerables; en sistemas de sanidad
pública deficiente, por el contrario, este carácter de la
El requisito relativo a los padecimientos eutanasia como «último recurso» no se encuentra en
experimentados por el enfermo también suscita algunas modo alguno garantizado.
cuestiones interesantes, como la relativa al sufrimiento
psicológico. ¿Puede considerarse este último como El modelo colombiano (y su ensayo
«sufrimiento insoportable» a los efectos de esta ley? El en EEUU): la despenalización de la
interrogante no es expresamente abordado por el texto eutanasia como respeto de los derechos
legal, aunque sí lo ha sido por la jurisprudencia, fundamentales del enfermo
concretamente en el famoso caso Chabot, relativo a un
psiquiatra que ayudó a suicidarse a una mujer que A diferencia de Holanda o Bélgica, la
padecía enormemente a causa de diversas desgracias en desincriminación de la eutanasia activa voluntaria
su vida personal (fracaso de su matrimonio y pérdida de actualmente vigente en Colombia (con las reservas que

57 CARMEN TOMÁS-VALIENTE LANUZA - LA REGULACIÓN DE LA EUTANASIA VOLUNTARIA EN EL ORDENAMIENTO JURÍDICO ESPAÑOL Y EN EL DERECHO COMPARADO
enseguida se mencionarán) es fruto de una decisión de tratamiento vaya a provocar su muerte. A pesar de
su Tribunal Constitucional, que en 1998 emitió una haber obtenido importantes victorias en el escalón
polémica sentencia21 declarando inconstitucional el art. jurisdiccional norteamericano22, y aun habiendo
326 del entonces vigente Cp de 1980 (en el que se concitado el apoyo de filósofos de la talla de Rawls,
castigaba el homicidio piadoso) en la medida en que el Nozick o (muy destacadamente) de Ronald Dworkin23,
fallecido fuese un enfermo terminal que hubiera lo cierto es, sin embargo, que tales argumentaciones
solicitado su muerte de forma seria. fueron finalmente desechadas por el Tribunal Supremo
de Estados Unidos en sendas sentencias de junio de
Antes de detenernos algo más en el ejemplo 1997, merced a una serie de razonamientos que
colombiano, merece la pena reseñar que esta misma vía motivos de espacio impiden desarrollar en este
de la declaración de inconstitucionalidad de las normas momento24. Importa destacar, en cualquier caso, que los
que prohíben la eutanasia activa ha sido seriamente dos argumentos reseñados (el de la autonomía para
iniciada en Estados Unidos (no olvidemos que llevar a efecto las decisiones más centrales a la propia
precisamente fue éste el modo en que en dicho país se existencia, y el de la desigualdad de trato con respecto a
llegó a la despenalización de la interrupción voluntaria los rechazos de medidas terapéuticas) constituyen las
del embarazo, tras la famosísima sentencia del Tribunal dos grandes rocas sobre las que se asientan, tanto en el
Supremo Roe v. Wade en la que se declaraban sistema norteamericano como fuera de él, la mayoría de
inconstitucionales las leyes prohibitivas del aborto las pretensiones de lograr el reconocimiento jurídico de
voluntario en todo el territorio estadounidense), y ello la eutanasia activa como un derecho fundamental del
merced a dos líneas argumentales relacionadas pero a la enfermo; así puede constatarse, por ejemplo, en el ya

44

El Parlamento de Holanda ha legislado recientemente la despenalización de algunas conductas eutanásicas: el


auxilio al suicidio se considerará justificado cuando sea practicado por un médico, a petición de un enfermo que
padezca un sufrimiento insoportable, que esté debidamente informado de su situación y pronóstico, además de
otras condiciones.

postre diversas. Por un lado, se ha pretendido el mencionado caso Pretty sustanciado ante el Tribunal
reconocimiento de la eutanasia voluntaria como Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo (ETD) y
derivada de un derecho fundamental del ciudadano a en la propia sentencia del Tribunal Constitucional
tomar y llevar a efecto (con ayuda ajena si es necesario) colombiano a la que enseguida nos referiremos.
las decisiones de carácter existencial, más íntimas o
Volviendo pues al caso de Colombia, a diferencia del
centrales para la propia vida (lo que suele conocerse
TEDH y del Tribunal Supremo norteamericano, el
como el derecho a la privacy, muy próximo a la
Tribunal Constitucional de dicho país sí se pronunció a
autonomía individual, que se ubica en la XIV Enmienda
favor del reconocimiento de la eutanasia voluntaria activa
de la Constitución norteamericana y que precisamente
como un derecho del enfermo. El Tribunal entendió, en
sirvió al Tribunal Supremo para reconocer el derecho al
efecto, que la licitud de las conductas eutanásicas
aborto en la arriba citada Roe v. Wade). En segundo
solicitadas no es sino consecuencia obligada del respeto a
lugar, la declaración de la inconstitucionalidad de las
la dignidad y la libertad individuales –consideradas
normas prohibitivas de la eutanasia activa voluntaria ha
verdaderos pilares de la Constitución colombiana de
sido defendida recurriendo al argumento de la igualdad,
1991–: si el enfermo terminal percibe su situación y
alegándose que la criminalización de tales
sufrimientos como incompatibles con su propia dignidad,
comportamientos comporta una desigualdad de trato
el Estado debe permitir que otros le ayuden a poner fin a
injustificable con respecto a la retirada de mecanismos
su vida o incluso ejecuten su muerte:
de medicina intensiva, que, lejos de encontrarse
prohibida, se considera un derecho fundamental del «El derecho fundamental a vivir en forma digna
paciente incluso cuando dicha interrupción del implica entonces el derecho a morir dignamente, pues

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 58


condenar a una persona a prolongar por un tiempo independencia ahora de que la misma se considere más
escaso su existencia, cuando no lo desea y padece o menos correcta– se prescinde en gran medida de un
profundas aflicciones, equivale no sólo a un trato cruel e factor que a mi juicio debería siempre desempeñar un
inhumano, prohibido por la Carta (art. 12), sino a una papel muy relevante en la regulación de este tipo de
anulación de su dignidad y de su autonomía como comportamientos, y que en el modelo holandés sí se
sujeto moral (...) Por todo lo anterior, la Corte concluye pudo desarrollar al máximo: el debate social y, con él, la
que el Estado no puede oponerse a la decisión del intervención de las distintas instancias implicadas
individuo que no desea seguir viviendo y que solicita le –fundamentalmente los propios profesionales de la
ayuden a morir, cuando sufre una enfermedad terminal medicina–. De hecho, en la situación vigente en este
que le produce dolores insoportables»25. momento en Colombia puede percibirse una clara
disociación entre el fallo constitucional y la regulación
del problema por el legislador, por cuanto éste todavía
En Holanda, las conductas no ha promulgado la necesaria ley despenalizadora a la
que la sentencia le obligaba; lejos de hacerlo, y de modo
eutanásicas solicitadas se un tanto incomprensible, en julio de 2000 se promulgó
considerarán justificadas y por lo un nuevo Código penal (en vigor desde julio de 2001)
en el que se sigue castigando el homicidio piadoso (sin
tanto lícitas siempre que sean distinguir entre casos en que exista consentimiento y
practicadas por un médico y aquellos en que lo haya) y la inducción y auxilio al
suicidio (con el sorprendente añadido de que en este
satisfagan una serie de requisitos. supuesto sí se regulan expresamente los casos
eutanásicos para declararlos punibles, aunque con una
pena menor que la del auxilio al suicidio «ordinario»).
En otro pasaje de la sentencia el Tribunal hace un
Así las cosas, y en tanto el legislador acomode las
paralelismo entre esta situación y el derecho del
previsiones del Código penal al fallo del Tribunal
enfermo, ya reconocido por su propia jurisprudencia
Constitucional, el status legal de nuestro tema en este
anterior, a rechazar medidas terapéuticas: si la raíz de
país dista de ser clara: con todo, a pesar de la
este último derecho se encuentra en la autonomía
ambigüedad de la situación, puede decirse que la
individual, entonces, dice el Tribunal, «la tesis esencial
primacía de las sentencias del Tribunal Constitucional
es la misma: sólo el titular del derecho a la vida puede
sobre el resto del ordenamiento obliga a los jueces que
decidir hasta cuándo es ella deseable y compatible con
conozcan de supuestos de eutanasia solicitada (por un
la dignidad humana»26.
enfermo terminal y practicada por un médico) a dictar
Esta sentencia del Tribunal Constitucional sentencias absolutorias. 45
colombiano resultó enormemente polémica por varios
motivos de carácter técnico-jurídico que no procede
desarrollar en este lugar (entre otros por el hecho de que Notas
el Tribunal rozaba en ella los límites de su competencia,
erigiéndose prácticamente en legislador y estableciendo 1. En cambio, en la doctrina anglosajona el término
«eutanasia» suele utilizarse para significar tan sólo las
requisitos y condiciones –estado terminal del enfermo,
conductas de causación de la muerte (esto es, verdaderos
práctica del hecho por un médico, etc.– que éste debería homicidios), utilizándose la expresión «suicidio
consignar en una futura ley despenalizadora). Por otra médicamente asistido» para el otro grupo de
parte, la misma presenta a mi juicio algunos puntos comportamientos. Como muestra de ello vid. el trabajo del
oscuros en su razonamiento, algunos de ellos Dr. Drane en este mismo número.
destacados por los propios votos particulares de algunos 2. Lo que, en aplicación de las reglas de medición de la pena
de los magistrados; así, por ejemplo, si la base de toda del propio Cp, y dependiendo de si se atenúa en uno o en
la argumentación se encuentra en el respeto a la dos grados, supone penas que oscilarían entre los seis
autonomía individual, no termina de comprenderse por meses a dos años de prisión para las conductas de
qué sólo se atribuye el derecho a enfermos terminales y cooperación necesaria al suicidio del paciente, y entre un
no a otros sujetos, como los permanentemente año y medio y seis años para cuando sea el tercero el
paralizados, que también pueden experimentar su causante directo de la muerte de la víctima.
situación como incompatible con su propia dignidad. 3.. De los motivos que impulsaron al grupo entonces
Y yendo aún más lejos: ¿por qué reducir el derecho al mayoritario a rechazar la despenalización (centrados en el
estadio terminal en el que, como especifica la propia miedo a una práctica incorrecta que pudiera generar abusos
sentencia, queda ya muy poco tiempo de vida? ¿No indeseables) dan fe los debates parlamentarios previos a la
ejerce su autonomía igualmente el enfermo que prefiere promulgación del Código. Vid. en concreto, Diario de
no esperar a llegar a tal situación? Si la autonomía Sesiones del Congreso de los Diputados, Comisiones, Año
1995, V Legislatura, núm. 506, p. 15399.
individual constituye la base de todo el edificio, ¿por
qué se acaba determinando «desde fuera» a partir de 4. Para mayores detalles al respecto me permito remitir al
qué momento puede ejercerse para requerir el concurso lector interesado a Tomás-Valiente Lanuza, La cooperación
ajeno en la propia muerte? al suicidio y la eutanasia en el nuevo CP (art. 143),
Valencia: Tirant lo Blanch, 2000, 107 y ss.
Sea como fuere, lo que el ejemplo colombiano pone 5.. Para una precisión conceptual sobre este y los demás tipos
de manifiesto es que cuando la licitud de estos de eutanasia vid. p. ej. las aportaciones de Gascón Abellán
comportamientos viene impuesta por una sentencia del o de Rivera López en este mismo número.
máximo intérprete de la Constitución –y con 6.. Vid. Epígrafe «La polémica constitucional».

59 CARMEN TOMÁS-VALIENTE LANUZA - LA REGULACIÓN DE LA EUTANASIA VOLUNTARIA EN EL ORDENAMIENTO JURÍDICO ESPAÑOL Y EN EL DERECHO COMPARADO
7. Concretamente en Tomás-Valiente Lanuza, La 19. La exposición del supuesto de hecho así como la síntesis de
disponibilidad de la propia vida en el Derecho penal, los fundamentos jurídicos de la sentencia puede
Madrid: BOE/CEPC, 1999; 487 y ss. encontrarse, por ejemplo, en Van Kalmthout.
8. No se trata en absoluto de una elucubración meramente «Eutanasia...», cit., pp. 302-3.
teórica; así, en el contexto de la peculiar situación 20. En este último sentido vid. las afirmaciones contenidas en
legislativa de la eutanasia en los Países Bajos (objeto de la página web del Ministerio de Asuntos Exteriores antes
atención en otros trabajos incluidos en estas mismas citada, concretamente en su sección Euthanasia Policy,
páginas), el Tribunal Supremo holandés ha abierto la Q&A Euthanasia 2001, «Can anyone request
puerta a la justificación por estado de necesidad en un caso Euthanasia?».
de auxilio al suicidio llevado a cabo por un psiquiatra,
siendo la suicida una mujer que padecía un extremo 21. Sentencia C-239/97, de 20 de mayo de 1998.
sufrimiento psíquico, derivado de enormes desgracias en su 22. De hecho, la primera vía argumental fundamentó la
vida personal. Se trata de la sentencia de 21 de junio de declaración de inconstitucionalidad de las normas
1994, comentada y en parte reproducida, entre otros, por prohibitivas del auxilio al suicidio por parte del Tribunal de
Leenen, Dutch S.C. about Assistance to Suicide in the Apelación del Noveno Circuito de Estados Unidos (caso
Case of Severe Mental Suffering. Eur J Helath L 1994; Compassion in Dying v. Washington, que dio lugar a las
1: 377-9, passim. sentencias 40 F.3d 586, de 1995, y 79 F.3d 790, de
9. En este sentido puede verse, por todos, Carbonell Mateu, 1997), mientras que el segundo razonamiento fue utilizado
en Vives Antón/Boix Reig/Orts Berenguer/Carbonell en igual sentido por el Tribunal de Apelación del Segundo
Mateu/González Cussac. Derecho penal Parte Especial, 3ª Circuito de Estados Unidos (caso Quill v. Vacco, sentencia
ed. Valencia: Tirant lo Blanch, 1999; 77-80. 80 F.3d.716).
10. Aunque sí llegó a planteársele un recurso de amparo, un 23. Vid. Dworkin/Nagel/Nozick/Rawls/Scanlon/Thomson.
problema de legitimación procesal impidió que el Tribunal Assited Suicide: The Philosophers Brief. The New York
se pronunciase sobre el fondo del caso Sampedro. Review of Books, marzo 1997; 41-50.
11. Fundamentación del derecho que el Tribunal dejó sentada 24. Sentencias Washington v. Glucksberg, 521 US 702
en la STC 120/1990, de 27 de junio (FJ 8) y que (1997), y Vacco v. Quill, 521 US 793 (1997).
posteriormente ha reiterado en otras como la STC 48/1996,
de 25 de marzo (FJ 3), o la muy reciente STC 154/2002, 25. Sentencia C-239/97, Parte 17.
de 18 de julio (FJ 9).
26. Ib., Parte 16.
12. No existe ningún pronunciamiento directamente referido a
la situación legal española, por cuanto en el caso Sampedro
el Tribunal Europeo de Derechos Humanos renunció a Bibliografía seleccionada
entrar en el fondo del asunto por problemas de legitimación
procesal de la demandante (la cuñada del en ese momento Barquín Sanz J. La eutanasia como forma de intervención en la
46 ya fallecido Sampedro). Posteriormente la misma actora muerte de otro. En: Roxin/Mantovani/Barquín
acudió a otra instancia judicial internacional, en concreto el Sanz/Olmedo Cardenete, Eutanasia y suicidio: cuestiones
Comité de Derechos Humanos de la ONU, que por su parte dogmáticas y de política criminal.Granada: Comares,
ha anunciado que sí resolverá sobre el fondo del mismo 2001.
caso.
Carbonell Mateu, JC. Lección IV (Del homicidio y sus formas
13. Demanda nº 2346/02, de fecha 20 Abril de 2002. La –III–: suicidio y eutanasia). En: Vives Antón/Boix Reig/Orts
demandante recurre la decisión de la Fiscalía por la que se Berenguer/Carbonell Mateu/González Cussac. Derecho
deniega la inmunidad a su marido en caso de asistirla en penal Parte Especial, 3ª ed. Valencia: Tirant lo Blanch,
su suicidio, al tratarse de una conducta constitutiva de 1999.
delito según la Suicide Act de 1961 (la cual también es
objeto de recurso). Díez Ripollés JL. Comentario al art. 143 Cp. En: Díez
Ripollés/Gracia Martín (coords.), Comentarios al Código
14. Or Legis 3 (1995), 1995 Oregon Laws Ch.3 (I.M.16). penal Parte Especial, Tomo I. Valencia: Tirant lo Blanch,
15. El texto completo de dicha ley tal y como fue aprobada por 1997.
la Asamblea puede encontrarse en Singer. The Legislation
Olmedo Cardenete M. Responsabilidad penal por la
of Voluntary Euthanasia in the Northern Territory.
intervención en el suicidio ajeno y en el homicidio
Bioethics 1995;9:419-43.
consentido. En: Roxin/Mantovani/Barquín Sanz/Olmedo
16. Sobre las distintas fases de este recorrido puede Cardenete. Eutanasia y suicidio: cuestiones dogmáticas y
consultarse, entre otros, Van Kalmthout. Eutanasia, ayuda de política criminal. Granada: Comares, 2001.
al suicidio y terminación activa de la vida sin solicitud
expresa en los Países Bajos. En: Díez Ripollés/Muñoz Tomás-Valiente Lanuza C. La disponibilidad de la propia vida
Sánchez. El tratamiento jurídico de la eutanasia. Una en el Derecho penal. Madrid: BOE/CEPC, 1999. La
perspectiva comparada. Valencia: Tirant lo Blanch, 1996; cooperación al suicidio y la eutanasia en el nuevo CP (art.
263-341. 143). Valencia: Tirant lo Blanch, 2000.

17. Existe una página web del Ministerio Holandés de Asuntos Valle Muñiz JM. Comentario al art. 143 Cp. En: Quintero
Exteriores que facilita una completa información sobre la Olivares (dir.)/Morales Prats (coord.). Comentarios a la
regulación actual, con diversos anexos entre los que figura Parte Especial del Código penal. Pamplona: Editorial
el texto de la última ley así como diversas estadísticas Aranzadi, 1999.
sobre la práctica de la eutanasia (http://www.minbuza.nl). García Rivas N. Despenalización de la eutanasia en la Unión
18. Sobre este tipo de documentos vid. el trabajo de MA Broggi Europea: autonomía e interés del paciente. Revista penal
en este mismo número. 2003;11:15-30.

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 60


Resumen
La demanda de eutanasia de un paciente terminal
con mucho sufrimiento es excepcional y puede ser
resuelta casi siempre con cuidados paliativos, pero no
puede descartarse que haya pacientes que persistan en
su demanda. Para que ésta pueda llevarse a cabo es
preciso regular la eutanasia tras una amplio debate en
sociedad, perfectamente factible en España. En este
artículo se plantean argumentos en favor y en contra
de esta regulación y se concluye que hay que regular

PERSPECTIVAS siempre y cuando se cumplan una serie de requisitos.


Por esta razón es imprescindible que la autoridad
pública pueda examinar cada caso en todos sus
POLÍTICO- detalles. Se revisa la experiencia holandesa y se
propone una serie de condiciones para desarrollar esta

LEGISLATIVAS regulación.
Palabras clave: Eutanasia. Regulación de la
SOBRE LA eutanasia. Principio de autonomía.

EUTANASIA

47

OCTAVI QUINTANA TRIAS


Director de Investigación en Ciencias de la Vida: Investigación
para la Salud. Dirección General de Investigación. Comisión
Europea. Square de Meeûs, 8.
1050 Bruselas (Bélgica).

Abstract
POLITICAL AND LEGAL PERSPECTIVES REGARDING
EUTHANASIA
Demands for putting an end to the life of a
terminally ill patient with unbearable suffering are
exceptional. Palliative care provides a response for
Octavi Quintana es médico, especialista en Medicina Intensiva most cases but it cannot be ruled out that there can
y máster en Salud Pública. Fue Subdirector General de Asuntos still be patients persisting in the demand. To fulfil the
Internacionales del Ministerio de Sanidad y Consumo de demand, regulating euthanasia after a wide debate in
España, Presidente de la Sociedad Española de Calidad society, absolutely feasible in Spain, is needed. In this
Asistencial, Presidente del Comité Director sobre Bioética del article, arguments for and against regulating
Consejo de Europa, y Vicepresidente del Grupo Europeo de euthanasia are presented. It is concluded that
Ética de la Comisión Europea. Ha participado como coordinador regulation is necessary, provided some requirements
de salud en las crisis humanitarias en Rwanda, Bosnia y are met. For this reason, it is mandatory that the
Kosovo. public authority can examine each case with all the
details. The Dutch experience is reviewed and some
conditions are put forward to develop this regulation.
Key words: Euthanasia. Euthanasia’s regulation.
Principle of autonomy.

61 OCTAVI QUINTANA TRIAS - PERSPECTIVAS POLÍTICO-LEGISLATIVAS SOBRE LA EUTANASIA


decisión participa normalmente la familia y es, sin duda,
Introducción una forma habitual de morir. Hay enfermedades que
La eutanasia es una situación muy excepcional, causan mucho sufrimiento, ya sea por dolor o por
aunque plantea un importante problema. No hay que minusvalía, y el enfermo puede preferir morir que seguir
olvidar que la inmensa mayoría de las personas muere en este estado. La eutanasia es la muerte de una
en un hospital tras un acuerdo entre el médico y la persona causada por otra, en general por un profesional
familia de suspender el tratamiento, produciéndose la de la medicina, a petición libre y expresa de la persona
muerte pocas horas después. No es que la suspensión que va a morir. Excluyo por tanto lo que se ha
del tratamiento ocasione la muerte, sino lo contrario; denominado en algunas ocasiones eutanasia pasiva, es
que se suspende el tratamiento porque se prevé un final decir, dejar de dar tratamiento de forma que el paciente
inminente. Ésta, insisto, es la forma habitual de morir y, muere. Es un problema completamente distinto que
aunque plantea algunos problemas, éstos son muy exige otro abordaje y que incluye situaciones que entran
distintos a la eutanasia. dentro de la práctica médica habitual1.
En realidad existen diversos dilemas éticos al final Con la definición ya se ha dado un paso importante
de la vida que se dan con mucha mas frecuencia que la en el debate de la eutanasia2. En mi experiencia, parte
eutanasia1. Situaciones como las que plantea el de la polémica se debe a que existen varias acepciones
tratamiento fútil, la diferencia, si es que existe, entre del término. Es, por tanto, crucial dejar claro a qué nos
retirar un tratamiento para mantener la vida o no referimos.
iniciarlo, el tratamiento del dolor y de las infecciones en
pacientes terminales, el rechazo de tratamiento por el
paciente o por la familia, la consideración de si la Requisitos para considerar una petición
nutrición y la hidratación deben considerarse o no
tratamiento en un paciente terminal, el uso que hay que
de eutanasia
hacer de las voluntades anticipadas son ejemplos de Una vez definido el término, es conveniente
dilemas éticos a veces muy difíciles de resolver y, sin establecer cuáles son los requisitos sin los cuales no se
duda, mucho más frecuentes en la práctica cotidiana puede hablar de eutanasia. En pura lógica, tal vez
que la eutanasia. debería plantearse previamente si la eutanasia puede
tener justificación moral, y, en este caso, plantear los
La eutanasia es una situación excepcional, pero
requisitos que se pueden exigir. El motivo de empezar
muy grave, porque atenta contra un valor,
por los requisitos es que la argumentación es más
afortunadamente arraigado en nuestra sociedad, que es
sencilla, porque se conocen los supuestos que delimitan
el de «no matarás»; es decir, se trata de un acto
su práctica:
48 transitivo en el que interviene un médico. La
prohibición de matar intencionadamente es un principio 1) La enfermedad provoca un sufrimiento extremo
constante en todas las culturas. Buena prueba de ello es y todas las demás alternativas han fallado. Se trata,
que la figura central de cualquier código penal es el por tanto, del último escalón terapéutico, cuando ya
homicidio, que está contemplado con diversas no se puede hacer nada más para aliviar el sufrimiento
tipificaciones, grados de eximentes y agravantes, que del enfermo. El dolor es una de las mayores causas de
demuestran la preocupación de la sociedad por este sufrimiento y, en general, se trata muy mal.
delito. Esto significa, sobre todo, que no se administran los
suficientes analgésicos. La razón es que, en los
En las dos excepciones a la prohibición de matar
pacientes terminales, la morfina es el analgésico de
que todavía persisten, la defensa propia y la guerra, el
consentimiento de la víctima no juega ningún papel. Lo
que se plantea con la eutanasia es la posibilidad de una
excepción al principio de no matar basada en la petición En realidad existen diversos
de la persona que va a morir o, lo que es lo mismo,
ampliar las excepciones a la prohibición de matar a un dilemas éticos al final de la vida
tercer supuesto. En realidad, este supuesto tiene la que se dan con mucha más
misma base que el suicidio, con la diferencia
fundamental de que interviene otra persona. A partir de frecuencia que la eutanasia.
ahora se va a analizar este tercer supuesto desde un
punto de vista moral, no legal, aunque la solución que
elección y los médicos le tienen mucho respeto.
haya que dar a esta situación entra, evidentemente, en
La morfina tiene un tabú de droga maldita y algunos
el campo del Derecho. Nótese que en todo momento se
médicos no la administran suficientemente por miedo a
habla de matar intencionadamente, porque, lo mismo
que los enfermos desarrollen adicción ¡Qué más
que en el suicidio, lo fundamental es la intención, no el
quisieran! Los datos demuestran que la cantidad de
motivo ni la causa de muerte.
morfina que se administra en España es muy inferior a
la que se administra en el Reino Unido, lo que no se
puede justificar por diferencias en la sensibilidad al dolor
Definición de eutanasia entre los ingleses y nosotros3. Afortunadamente, el
Dejar morir a un enfermo al dejar de darle tratamiento del dolor está mejorando mucho,
tratamiento es muy frecuente en la práctica médica, especialmente desde que existen unidades de cuidados
decisión que se toma cuando se considera que el paliativos. El objetivo de los cuidados paliativos es
tratamiento ya no producirá ninguna mejoría. En la precisamente aliviar el sufrimiento del enfermo en

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 62


situación terminal y darle el mayor confort que se pueda
desde todos los puntos de vista. Algunos profesionales
que trabajan en unidades de cuidados paliativos creen
que la eutanasia es un falso problema, por cuanto es
simplemente cuestión de adecuar los cuidados paliativos
a las necesidades del enfermo. Sostienen los
profesionales de cuidados paliativos que en estas
unidades no hay peticiones de eutanasia. La doctora
Sanders, la creadora de las unidades de cuidados
paliativos, lo que en el Reino Unido se llaman hospices,
y que con la doctora Kubler-Ros y la madre Teresa de
Calcuta han revolucionado la forma de morir, es una
clara opositora a la eutanasia4.
A mi modo de ver, los cuidados paliativos son
absolutamente imprescindibles en el tratamiento de los
pacientes terminales; es más, no debería aceptarse, ni
tan sólo considerarse, una petición de eutanasia sin que
el paciente hubiera tenido la opción de ser tratado en
cuidados paliativos. Sin embargo, no comparto el Los parlamentarios españoles han debatido reiteradamente sobre la eutanasia, pero no
optimismo de los profesionales de estas unidades. ha salido adelante ninguna proposición de ley despenalizadora.
Controlar el dolor es a veces muy difícil. Incluso en el
caso de que se pudiera controlar, hay un tipo de
sufrimiento psicológico que puede ser muy resistente al declinar su petición o persistir en ella; no hay forma de
tratamiento. Los cuidados paliativos probablemente preverlo.
resuelven la mayor parte de las demandas de eutanasia,
4) El paciente lo solicita seria y reiteradamente. Se
pero cabe la posibilidad de que algunos pacientes no
quiere evitar que tome una decisión tan crucial sin una
respondan al tratamiento.
reflexión profunda que no sea fruto de la desesperación
2) El sufrimiento es tal que no compensa ningún momentánea. El paciente, con tiempo, puede consultar
otro aspecto del bienestar. El bienestar no consiste con quien estime que le puede ayudar. Al médico la
simplemente en eliminar los síntomas, sino, además, en reiteración de la petición le permite asegurarse de la
la apreciación subjetiva del propio estado. Es por tanto firmeza y convicción del paciente, y además le da la
una apreciación subjetiva muy relacionada con la oportunidad de averiguar si hay coacciones que 49
calidad de vida. El carácter subjetivo del bienestar es invalidarían el carácter esencialmente voluntario de la
difícilmente delegable, por lo que no se pueden tomar petición.
estas decisiones en nombre del paciente.
5) La petición se produce en el seno de la relación
3) El enfermo entiende el pronóstico, tiene médico-paciente. Este es un aspecto crucial. La mejor
capacidad para decidir y no está deprimido. En la forma de evaluar la seriedad y convicción de una
práctica, éste es uno de los aspectos más difíciles, petición de eutanasia es por un conocimiento de mucho
puesto que se trata de evaluar si el paciente está en tiempo. La eutanasia en Holanda, el país que tiene más
condiciones de decidir. Un paciente en un estado experiencia, se realiza en la gran mayoría de los casos
terminal y con mucho sufrimiento se halla en una en el seno de una relación médico-paciente de muchos
situación psicológica especial. Eso no significa que no años6. Un médico holandés me lo decía muy
tenga capacidad para tomar una decisión, sino que esta expresivamente: «Lo difícil es rehusar una demanda de
capacidad hay que evaluarla cuidadosamente. Los eutanasia de alguien a quien conoces mucho.
requisitos mínimos para decir que un paciente tiene Emocionalmente es una prueba muy dura y no pienso
capacidad de decidir son: considerar ninguna más, a menos que se trate de
alguien muy cercano o de mi propia familia». Por esta
– El paciente entiende su pronóstico. El pronóstico
razón, la eutanasia es difícil en un hospital, en el que,
es siempre muy malo, aunque el paciente puede pensar
típicamente, la relación entre médico y paciente se ha
que es peor y por esta razón solicitar la eutanasia.
establecido recientemente6.
– El paciente tiene capacidad para decidir. Debe ser
capaz de razonar su decisión; no basta con que la
manifieste, sino que debe argumentarla. Justificación de la eutanasia
– El paciente no está deprimido . Una persona con
5
Una vez examinados los requisitos, podemos
una enfermedad terminal tiene motivos más que plantearnos situaciones que los cumplen todos y que,
suficientes para estar deprimida. Es más, si no está por tanto, plantean un dilema moral. Naturalmente cabe
deprimida, hay que sospechar que sufre algún trastorno la posibilidad de decidir que no hay ninguna excepción
mental. Si este criterio se siguiera estrictamente, al principio de «no matarás» y que, en consecuencia, la
equivaldría a desechar todas las demandas de eutanasia eutanasia no es un problema, pero el caso del señor
por un motivo de procedimiento, sin tener que discutir Ramón Sampedro hace pensar que una parte importante
su aceptabilidad moral. Lo sensato es tratar la depresión de la sociedad está inquieta con un rechazo tajante a
médicamente con el objetivo de mejorar el estado examinar cualquier petición sea cual sea la situación del
psíquico del paciente. Si el paciente mejora, puede que la solicita.

63 OCTAVI QUINTANA TRIAS - PERSPECTIVAS POLÍTICO-LEGISLATIVAS SOBRE LA EUTANASIA


distinta respecto del hábito de fumar. Es muy raro que
el que no fuma ni ha fumado nunca comience a fumar
súbitamente, pero el que fuma, aunque sea una vez por
semana, tiene mayor riesgo.
Actitud contradictoria. Ha costado mucho abolir la
pena de muerte en la mayoría de países de nuestro
entorno, resistiendo fuertes presiones sociales para que
se restableciera. Sería insensato introducir excepciones
al principio de no matar en este contexto, porque
debilitaría la postura de que la pena de muerte no puede
contemplar ninguna excepción. La réplica a este
argumento es que, para alegar consecuencias nefastas,
hay que tener datos que las hagan prever. Basarse en la
El Congreso acoge la voz de los representantes de los ciudadanos y materializa los historia es no tener en cuenta que vivimos en
acuerdos y consensos posibles en un momento histórico dado. La última revisión del Có-
sociedades democráticas, en las que hay un control
digo Penal frustró muchas expectativas.
social. La contrarréplica es que las sociedades
democráticas han permitido algunas barbaridades
Argumentos a favor de la eutanasia notables, y así sucesivamente.
Autonomía. El cambio más importante que se ha Presión sobre los más vulnerables. Si se permite la
producido en la medicina en los últimos años es que se eutanasia y se considera ésta como una forma de morir
ha asumido que el paciente debe participar en las responsable, habrá una presión sobre los más
decisiones que le atañen. Tanto es así que todo paciente vulnerables, sobre todo ancianos y enfermos muy
tiene derecho a rechazar un tratamiento, aunque este dependientes de la ayuda de los demás, para que
rechazo le origine importantes perjuicios e incluso la soliciten la eutanasia. Es fácil manipular la opinión de
muerte. Esta actitud, que supone un cambio radical los más débiles, haciéndoles ver el coste que implican, el
respecto al modelo paternalista tradicional de la trabajo que dan, la baja calidad de su vida, que tienen
medicina, está completamente vigente en los países que dejar paso a otros, que ellos ya han vivido, etc. La
sajones y está penetrando en el nuestro7. La réplica a este argumento es que en Holanda no se han
información al paciente es obligatoria siempre por parte constatado casos de presión sobre los más débiles, y
del profesional y hay que respetar sus preferencias, prueba de ello es que en las residencias de ancianos es
entre las que se incluye la de elegir la forma de terminar donde menos demandas existen, mientras que la
50 la vida. Se puede replicar a este argumento diciendo que mayoría se piden en el domicilio del paciente al médico
el paciente no está en buenas condiciones para decidir, de cabecera9. De todas formas, el argumento es muy
porque siempre esta deprimido, y que además las persuasivo. Un modo de prevenirlo es no permitir la
opciones están socialmente determinadas. Respecto al eutanasia si todos los ciudadanos no tienen acceso a los
primer punto ya se discutió antes, mientras que el servicios de salud, especialmente a los cuidados
componente social de la eutanasia, que es cierto, no paliativos.
invalida la decisión por cuanto habría que admitir que
un individuo no es libre cuando decide sobre cuestiones
que tienen respaldo social. La eutanasia precisa una
Evitar el sufrimiento. Hay que hacer todo lo regulación porque es una
posible por evitar el sufrimiento, y si todo falla la
eutanasia puede considerarse el último escalón
situación que, aunque
terapéutico. A este argumento se puede replicar que los excepcional, no se puede
cuidados paliativos resuelven esta situación, pero ya he
intentado argumentar que dichos cuidados resuelven
descartar.
muchas situaciones pero no todas. La eutanasia, por
tanto, trataría sólo de excepciones. Es curioso notar que, La erosión del papel del médico. Los médicos no
en Holanda, el dolor no es la causa principal para pueden hacer daño a sus enfermos; matarlos es un daño
solicitar la eutanasia6. muy grande10. La réplica es que la confianza en el
médico consiste precisamente en que éste asistirá al
paciente hasta el final y que permanecerá con él. No
Argumentos en contra de la eutanasia
tiene sentido decir que no se puede uno fiar de una
Matar es malo. Ya se ha argumentado que persona, el médico, que accede a lo que el paciente ha
supondría ampliar las excepciones a la de la petición decidido y solicitado y que se fiaría más el paciente si no
propia. accediera.
Pendiente resbaladiza. Horrible traducción del
inglés8. Significa que se empieza con la eutanasia y se
termina matando a personas inocentes contra su
Regulación
voluntad. El ejemplo del tabaco lo ilustra. Fumar un Los argumentos anteriormente expuestos pueden
cigarrillo esporádicamente no tiene ninguna desarrollarse mucho más extensamente; lo importante
significación patológica, la misma que para el que no es que los argumentos a favor se refieren a casos
fuma, pero en cambio tiene una significación muy individuales y los argumentos en contra se refieren a las

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 64


consecuencias nefastas que tendría para la sociedad datos desde el año 1991, que actualiza periódicamente.
generalizar esta conducta. Cualquier regulación de la Estos datos preciosos11 han sido utilizados por
eutanasia sólo es aceptable si garantiza que la autoridad defensores y detractores de la eutanasia para
pública puede evaluar cada caso. Para justificar los argumentar en favor y en contra. Los datos se utilizan a
casos concretos hay que fijarse en todas las favor de la eutanasia para mostrar que no hay mayor
circunstancias del caso, y si se cumplen todos los demanda de eutanasia por los muy ancianos, que no se
requisitos mencionados al principio, es difícil oponerse solicitan más en las residencias geriátricas que en el
desde un punto de vista ético, por lo menos en opinión hospital o en casa. No hay datos que apoyen el
de un importante número de personas. Esta argumento de la pendiente resbaladiza, es decir, que
constatación plantea más problemas de los que demuestren que desde que se ha legalizado han
resuelve. En efecto, si se concluyera que tras examinar aumentado los casos o que se han producido sobre todo
cuidadosamente los requisitos exigibles no es posible en los más ancianos o en otros grupos especialmente
justificar ni un solo caso, bastaría con una prohibición vulnerables9.
absoluta. Se ha argumentado que no se puede regular
Los datos se utilizan contra la eutanasia para
sólo para las excepciones, argumento que a mi juicio
mostrar que hay una serie de pacientes que mueren por
tiene poco fundamento, porque hay muchas situaciones
acción del médico sin que el paciente lo haya
excepcionales reguladas. Legalizar la eutanasia es, por
solicitado12. Se trata de pacientes que están en una
otra parte, problemático por los argumentos
situación terminal, sin capacidad de decidir, en la que el
mencionados, básicamente el de la pendiente
médico acelera su muerte por compasión. Un caso típico
resbaladiza, el de la presión sobre los más vulnerables
es el de los neonatos con malformaciones graves13.
y, tal vez, aunque para mí es menos convincente, el de
Aunque la compasión es perfectamente comprensible
la erosión de la relación médico-paciente.
como sentimiento, y más en profesionales sanitarios,
ciertamente se presta a abusos. Algunos asimilan esta
situación con la del paciente al que no se le inicia o se le
retira un tratamiento para acortarle la vida14. Esta
pretensión me parece exagerada, toda vez que en
muchos casos esta decisión se toma porque el
tratamiento parece fútil al profesional, y no cabe duda
que la futilidad es un criterio legítimo para no tratar.
Otro importante argumento contra la eutanasia, a
partir de los datos holandeses, es que hay un alto
porcentaje de casos en los que el médico no ha 51
notificado la eutanasia15. Los médicos alegan la
inseguridad jurídica para no notificar oficialmente6. Para
facilitar la notificación, tanto en Holanda como en
Bélgica se ha establecido que la misma se haga ante un
La holandesa Martens, miembro del Partido Popular Europeo, promovió en el año 2001 la comité de ética especialmente creado para estas
presentación ante el Parlamento Europeo de un proyecto de resolución que advirtiera de situaciones y no ante el fiscal, como ocurría hasta el
los peligros de las leyes que permiten la eutanasia activa. año 2000. En Holanda ha aumentado el número de
casos notificados, pero todavía hay un amplio
porcentaje de casos que no lo han sido16. Lo
preocupante es que los que no se notifican son los más
Hay actos que no son moralmente justificables y,
problemáticos, porque hay que sospechar que son los
sin embargo, no se prohíben. Lo que se plantea con la
que peor cumplen todos los requisitos. Hay que tener en
eutanasia es lo contrario: si hay que prohibir actos que
cuenta que si en Holanda hay un considerable número
son moralmente justificables. Prohibir significa que para
de casos que no se notifican, en España este número
prevenir que se cometan abusos se impide que se realice
podría ser sensiblemente superior. Por otra parte, eso
ni siquiera uno, sea justificable o no. Esta ha sido hasta
significa que estos casos pueden darse hoy en día en
ahora la postura de la mayoría de los países del mundo.
España, sin que dispongamos de ninguna ley. Que haya
En España, el nuevo Código Penal ha optado por
una ley que regule la eutanasia no tiene por qué
prohibirlo, pero si se demuestra que ha sido con la
aumentar los casos de eutanasia no notificados. En todo
voluntad del paciente, se rebaja la pena en uno o dos
caso, los disminuiría.
grados. En la práctica, un médico que hubiera realizado
una eutanasia lo tendría prohibido, pero no sería Hay, además, dos situaciones especialmente
castigado la primera vez. En una segunda ocasión no difíciles que no resuelve la ley holandesa pero sí aborda
habría eximente alguna. la belga.
Desde el punto de vista pragmático, hay que fijarse – La primera es la actitud a adoptar ante un
en lo que se ha hecho en los países en los que la documento de voluntades anticipadas. Por una parte, la
eutanasia está regulada. En Europa sólo hay dos voluntad expresa y reiterada es un requisito crucial que
ejemplos: Bélgica y Holanda. Bélgica cuenta con una ley no puede comprobarse por un documento que estuvo
desde junio del 2002 y, por tanto, no dispone todavía redactado en otra circunstancia. Por otra parte, no cabe
de datos de lo que sucede con esta práctica. Además, la duda de que el documento de voluntades anticipadas
ley es muy similar a la holandesa. En Holanda existe está pensado sobre todo para estas situaciones. La ley
una ley desde el año 2000, pero además cuenta con belga, del mismo modo que hace el Consejo de Europa,

65 OCTAVI QUINTANA TRIAS - PERSPECTIVAS POLÍTICO-LEGISLATIVAS SOBRE LA EUTANASIA


dice que las voluntades anticipadas se tendrán en se puede mejorar, muy especialmente si además lo
cuenta sin que quede claro qué significa, es decir, previsible es que empeore.
dejándolo a la interpretación del que toma la decisión, lo
Las voluntades anticipadas plantean muchas dudas
cual probablemente es lo más razonable.
respecto a la voluntad real del paciente en el momento
– La otra situación difícil es la de los enfermos de la eutanasia. No parece prudente comenzar una
crónicos (el caso de Ramón Sampedro). En Holanda no regulación admitiendo las voluntades anticipadas,
tienen acceso a la eutanasia, mientras que la ley belga porque no se puede comprobar la voluntad reiterada del
prevé que puedan acceder a ella siempre y cuando paciente.
cumplan los requisitos.
En definitiva, a mi modo de ver hay que regular la
En definitiva, la eutanasia precisa una regulación eutanasia, aunque sea una situación excepcional,
porque es una situación que, aunque excepcional, no se porque confiere a los ciudadanos la tranquilidad de que
puede descartar. Sin embargo, me parece claro que pueden utilizar esta opción como último recurso. Creo,
cualquier regulación no podrá impedir que haya casos además, que la sociedad española es suficientemente
no detectados y sin control, aunque ciertamente estos madura para debatir abiertamente sobre la eutanasia
casos ya existen hoy. Se trata de mejorar la situación como paso previo a su regulación.
actual en la que todo es ilegal, aunque se den todas las
condiciones y requisitos imaginables. La prohibición
absoluta puede tranquilizar al legislador, pero no tiene Referencias bibliográficas
ninguna influencia sobre el que no va a notificar el 1. Beauchamp TL, Veatch RM. Ethical Issues in Death and
caso. Este punto es clave porque es la crítica más Dying. New Jersey: Prenctice Hall, 1996.
habitual a la regulación de la eutanasia. 2. Quintana-Trias O. Por una Muerte sin Lagrimas. Barcelona:
Una regulación sobre la eutanasia debe permitir Flor del Viento Ediciones, 1997.
que la autoridad pública pueda controlar todos los casos 3. Subdirección General de Asistencia y Prestaciones
notificados individualmente. La solución holandesa y Farmacéuticas. Madrid: Ministerio de Sanidad y Consumo,
belga de que se notifique a un comité de ética parece 4. Sanders C. The moment of truth: Care of the dying person.
muy razonable porque favorece la notificación. En Death and Dying. Cleveland: Case Western Reserve
University Press, 1969.
A mi modo de ver, una regulación sobre la
eutanasia debe cumplir una serie de requisitos: 5. Verhagen S. Treatment of depression: Always useful, often
effective. Pallium 200.
– Ante una demanda de eutanasia por parte de un
paciente hay que comprobar que ha tenido acceso a 6. Van der Wal G, Van der Maas PJ. Euthanasia and other
52 cuidados paliativos. Los cuidados paliativos no
medical decisions concerning the end of life: Practice and
notification procedures. The Hague: Sdu Uitgevers, 1996.
resuelven todas las situaciones, pero sí pueden dar una
respuesta a muchas de las demandas. 7. Gracia Guillén D. Fundamentos de Bioética. Madrid:
Eudema, 1989.
– Hay que comprobar asimismo el estado mental
8. Keown J. Euthanasia in the Netherlands: Sliding down the
del paciente. No es posible pretender que no esté
slippery slope? En: Keown J, ed. Euthanasia examined.
deprimido, porque es lo que cabe esperar en esta Cambridge: Cambridge University Press, 1995.
situación, pero sí que la depresión no le haya privado de
su capacidad de decisión. Los cuidados paliativos 9. Muller MT, Kimsma GK, Van der Wal G. Euthanasia and
assisted suicide: Facts, figures and fancies with special
pueden ser de gran ayuda para combatir la depresión.
regard to old age. Drugs and Aging 1998;13:185-81.
– Hay que comprobar que el sufrimiento no puede 10. Mullens A. A timely death: Considering our last rights.
combatirse con mayor grado de eficacia. De nuevo, los Toronto: Alfred A. Knopf, 1996.
cuidados paliativos pueden dar una adecuada respuesta
11. Van der Maas PJ, Van der Wal G, Haverkate I, et al.
a esta cuestión.
Euthanasia, physician-assisted suicide, and other medical
– Hay que comprobar que el paciente tiene una practices involving the end of life in the Netherlands. N
voluntad firme de eutanasia. Dejar transcurrir un tiempo Engl J Med 1996;335:1699-705.
entre la primera petición y la eutanasia es 12. Pijnenborg L. End-of-Life decisions in Dutch medical
imprescindible para poder cerciorarse de la firmeza de la practice. Rotterdam: Diss. Erasmus University, 1995.
decisión. 13. Jochemsen H. Dutch court decisions on non voluntary
– Es imprescindible hacer intervenir a otro euthanasia critically reviewed. Issues in Law & Medicine
profesional independiente en la evaluación del caso para 1998;13:447-58.
que de esta manera ayude a tomar la decisión. 14. Jochemsen H, Keown J. Voluntary Euthanasia under
control? Further empirical evidence from the Netherlands.
– En la medida de lo posible, la eutanasia sólo debe J Med Ethics 1999;25:16-21.
considerarse cuando médico y paciente se conozcan
previamente, es decir, que la petición se dé en el seno 15. Van der Wal G, Van der Eijk JThM, Leenen HJJ,
Spreeuwenberg C. Euthanasia and assisted suicide: How
de una relación médico-enfermo ya establecida.
often is it practiced by family doctors in the Netherlands?
– Los pacientes crónicos que están inmersos en Family Practice 1992;9:130-4.
una relación médico-paciente bien establecida deben 16. Van der Maas PJ, Van Delden JJM, Pijnenborg L.
tener acceso a la eutanasia si se dan las condiciones de Euthanasia and other medical decisions concerning the end
gran sufrimiento y se trata de una enfermedad que no of life. Health Policy 1992;21:vi-x, 1-262.

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 66


Resumen
En toda demanda de eutanasia o suicidio asistido
subyace un aspecto al que no siempre se dedica la
atención ni la investigación que merece: el sufrimiento
que experimentan las personas que se enfrentan a un
daño irreversible importante o a la proximidad de la
muerte. El concepto de sufrimiento, más amplio que el
de dolor, tiene relación con la percepción de amenaza y
con los recursos para hacerle frente que posee cada
persona en cada momento concreto de su vida. En el

LA SOCIEDAD caso que nos ocupa, esta amenaza puede ser suscitada
por el dolor físico, pero también por el temor que
generan la propia pérdida de identidad o el daño que
CONTEMPORÁNEA pueda infligirse a las personas queridas. En la
medicina del siglo XXI el objetivo de ayudar a las

ANTE EL DOLOR Y personas a morir en paz debe adquirir la misma


importancia que el de la permanente lucha contra las

LA MUERTE enfermedades y la supervivencia de los individuos de la


especie.
Palabras clave: Eutanasia. Sufrimiento.
Emoción. Morir en paz.

RAMÓN BAYÉS
Catedrático de Psicología Básica. Profesor Emérito. Facultad 53
de Psicología. Universidad Autónoma de Barcelona.
Bellaterra, Barcelona (España).

El autor es Doctor en Filosofía y Letras (Sección de Psicología)


Abstract
y Diplomado en Psicología Clínica por la Universidad de COPING WITH PAIN AND DEATH IN
Barcelona. Catedrático de Psicología Básica desde 1983 CONTEMPORARY SOCIETY
y Profesor Emérito desde 2002 de la Universidad
Autónoma de Barcelona.
What gives rise to desire for euthanasia or
assisted suicide? The traditional answer is probably to
control pain and suffering. But how and why pain and
suffering lead people to euthanasia? Pain and
suffering are not equivalent concepts. Suffering is
broader than pain and includes it. Suffering depends
on threat and personal resources’ perceptions. And one
of the most important threats to lead people to
euthanasia or assisted suicide is the fear of self-loss.
For physicians in the XXI century, helping patients
have a peaceful death is as important an ideal as the
preservation of life. Research on this subject is
imperative.
Key words: Euthanasia. Suffering. Emotion.
Peaceful death.

67 RAMÓN BAYÉS - LA SOCIEDAD CONTEMPORÁNEA ANTE EL DOLOR Y LA MUERTE


Introducción parte, permanece el objetivo de siempre: luchar contra
las enfermedades; pero, por otra, cuando, a pesar de
El dolor y la muerte son universales. A través de todos nuestros esfuerzos, llegue la muerte, ya que los
los años el hombre los ha afrontado de forma diversa en individuos de nuestra especie, a pesar de los grandes
función de su propia biografía, pero también según las logros de conocimiento adquirido, nunca podrán
épocas y las culturas en que ha vivido. posponerla indefinidamente, conseguir que los
pacientes mueran en paz.
Sin embargo, ni la propuesta de eutanasia, que
constituye el núcleo del presente número monográfico, Callahan fundamenta su planteamiento en dos
ni la de suicidio asistido, ni la retirada de soporte para premisas:
prolongar una vida que se encuentra próxima a su fin,
a) Prácticamente desde su nacimiento, la medicina
ni la de cuidados paliativos son precisamente formas ha considerado a las enfermedades causantes de la
nuevas de enfrentar el problema de la muerte en las muerte como su principal enemigo y, por ello, su finalidad
sociedades occidentales. Así, por ejemplo, en el fundamental ha consistido –y aún consiste– en investigar
siguiente párrafo de su conocida obra Utopía, publicada sin descanso, con las herramientas que le proporcionan
en 1516, Tomás Moro1 –canonizado, por cierto, por la los conocimientos de su época, para descubrir los medios
Iglesia Católica en 1935– podemos encontrar capaces de prevenir o eliminar, una tras otra, todas las
entrelazados los conceptos anteriores:
«A los esclavos que caen enfermos los asisten con
gran caridad, y si hay alguno que sufre enfermedades
cancerosas, ciertos ciudadanos van a hacerles Los objetivos de la medicina del
compañía. Si la enfermedad es incurable y de mucho
sufrimiento, los sacerdotes y magistrados confortan al siglo XXI deben ser dos: luchar
paciente, haciéndole reparar en que encontrándose contra la enfermedad y, cuando
inválido, siendo molesto a todo el mundo, y a él mismo,
tal vez sería preferible morir, a cuyo efecto podría llegue la muerte, conseguir que
quitarse él mismo la vida o dejarse matar. Si el los pacientes mueran en paz.
desahuciado es de la misma opinión, llega a debilitarse
y a terminar por medio de ayunos, o bien, una vez
dormido, los médicos le quitan la vida sin hacerle sufrir;
mas esto no se hace nunca sin haberlo discutido causas de muerte conocidas: cáncer, poliomielitis,
largamente, pues si el enfermo insiste en querer vivir, enfermedades del corazón, Alzheimer, sida, anorexia
54 siempre hay quien se presta a sufrir las molestias de nerviosa, etc. De esta manera, el pensamiento médico ha
asistirlo en sus miserias, pues los ciudadanos de Utopía tendido implícitamente a configurar la muerte como un
creen que ocuparse de aquella pobre gente es cosa fenómeno teóricamente evitable y, desde esta
honesta». perspectiva, no hay duda de que el fallecimiento de un
paciente constituye, a los ojos del médico, un fracaso. Por
En el presente trabajo, en lugar de hablar de las esta razón, la medicina paliativa se suele considerar, en
estrategias de que disponen los hombres de nuestro general, como una medicina de segundo nivel. Ayudar a
tiempo para afrontar el dolor y la muerte, y de los los pacientes a morir en paz, aun reconociéndose como
fundamentos éticos y legales que las sustentan –temas una tarea sanitaria digna del mayor elogio, permanece
de los que ya se ocupan extensamente otros autores en como un objetivo médico de menor entidad que vencer a
el presente número de la revista– trataremos de incidir la muerte, y normalmente sólo se acude a ella cuando
en los aspectos psicológicos de los fenómenos que las fallan por completo todos los medios, razonables o
originan. escasamente razonables, para evitarla.
Antes, sin embargo, de iniciar esta singladura me b) El clínico, sin embargo, en su práctica diaria,
gustaría presentar al lector la síntesis de un artículo de debe aceptar la muerte como un determinante biológico.
Callahan2 que, en mi opinión, supone un cambio La muerte es un fenómeno natural, inevitable, que nos
paradigmático en el establecimiento de los objetivos de afectará, más pronto o más tarde, a todos los miembros
la medicina, cambio que afecta de forma esencial al de la especie. La muerte no es necesariamente un
tema que nos ocupa. fracaso del conocimiento y no podrá nunca retrasarse
indefinidamente. Todos los seres humanos, por el hecho
de serlo, vamos a morir.
Los dos objetivos de la medicina
del siglo XXI La propuesta de Callahan2 es simple y lógica. De
acuerdo con los hechos, la medicina moderna no
David Callahan2, desde la autoridad que le confiere debería destacar como propio, ni siquiera
escribir en una de las tribunas más prestigiosas de la implícitamente, un único objetivo fundamental, sino
profesión médica –la revista The New England Journal dos, y a ambos debería conferirles el mismo valor:
of Medicine– y en línea con el pensamiento pionero de ayudar a los seres humanos a morir en paz es tan
Eric Cassell3, expresado en esta misma revista algunos importante como evitar la muerte. Así, los médicos
años antes, nos señala que el objetivo de la medicina no deberían sentirse tan motivados e impacientes para
es sólo curar enfermedades. Para Callahan los objetivos investigar y tratar de paliar el sufrimiento que
de la medicina del siglo XXI deben ser dos, y ambos de frecuentemente acompaña al proceso de morir o a la
la misma categoría y la misma importancia; por una pérdida de un ser querido, como para investigar los

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 68


factores y mecanismos que pueden ayudar a prolongar potenciales consumidores, como la esclerosis lateral
la vida. Así lo señala Callahan2: «Mi punto de vista es amiotrófica o el cáncer pediátrico. En esta línea, la
que, ya que todos vamos a morir, preservar la vida no industria farmacéutica no encuentra rentable investigar,
debería contemplarse como un ideal de mayor entidad por ejemplo, cuál es la dosis pediátrica más adecuada de
que contribuir a una muerte en paz». Los cuidados un antihipertensivo ya existente en las farmacias6.
paliativos no son sólo el último recurso para un grupo
Para fomentar la investigación de los aspectos
de «perdedores biológicos» a quienes la medicina no
emocionales del proceso de morir, con el fin de ayudar
puede salvar; son algo a lo que todos tenemos el
mejor a que la gente muera en paz, en este momento
derecho de aspirar. Un ideal del que, como ha puesto de
sólo parecen viables dos estrategias: a) que los
relieve el informe SUPPORT4, del que hablaremos más
gobiernos obliguen a la industria farmacéutica a
adelante, nos encontramos todavía muy lejos.
invertir un porcentaje de sus ventas en la
Si aceptamos el punto de vista de Callahan, lo que investigación de enfermedades no rentables (neglected
el mismo supone es situar en cuanto a importancia los diseases), entre las que podríamos situar, además de
fenómenos emocionales, y en especial el sufrimiento, al dichas enfermedades y la medicina preventiva, los
mismo nivel que la genética molecular. Y es obvio que aspectos emocionales del proceso de morir;
los esfuerzos investigadores en ambas temáticas se b) que el sector público se hiciera cargo directamente
encuentran en la actualidad a años luz de distancia. de este cometido.

55

La muerte es un fenómeno natural, inevitable, que nos afectará, más pronto o más tarde, a todos los humanos.

Ante esta realidad, mucho nos tememos que, a Sin embargo, para que esta segunda alternativa
pesar de que se acepte el mismo plenamente algún día, funcionara sería preciso que la opinión pública se
la investigación de los fenómenos emocionales genere movilizara, al igual que lo han hecho, por ejemplo,
poco entusiasmo inversor en un mundo en el que el las asociaciones de personas afectadas por el virus de la
sector privado sólo parece interesarse por las inmunodeficiencia humana, para presionar a sus
enfermedades que padecen las personas que viven en gobiernos y a las organizaciones internacionales. Y para
países de alto poder adquisitivo y siempre que afecten a que esto sucediera sería importante en nuestro caso que
un número de ellas suficientemente grande. En los 25 los profesionales de la comunicación no siguieran
últimos años, por ejemplo, sólo han salido al mercado cayendo en la trampa de destacar con grandes titulares
16 nuevos fármacos destinados a las enfermedades el tema de la eutanasia como si se tratara de una
tropicales y a la tuberculosis –enfermedades de países especie de panacea que va a solucionar a los miembros
pobres– y todos ellos sólo fueron posibles gracias al de nuestras sociedades envejecidas el problema del
esfuerzo realizado por el sector público5. Incluso en los afrontamiento de la muerte. Incluso si se consiguiera su
países occidentales, que es donde radican las grandes polémica legalización en todos los países, esta medida
empresas farmacéuticas, escasea la investigación de las sólo afectaría, en la práctica, a un número muy reducido
enfermedades que afectan a un número pequeño de de personas.

69 RAMÓN BAYÉS - LA SOCIEDAD CONTEMPORÁNEA ANTE EL DOLOR Y LA MUERTE


A mi juicio, sería deseable que los periodistas, al estado afectivo, cognitivo y negativo complejo
abordar el tema de la muerte, reflexionasen si no sería caracterizado por la sensación que experimenta la
mejor que dedicaran al menos parte de sus esfuerzos a persona de encontrarse amenazada en su integridad, por
llamar la atención de sus lectores o televidentes sobre la su sentimiento de impotencia para hacer frente a esta
necesidad de proporcionar cobertura universal de amenaza y por el agotamiento de los recursos
óptimos cuidados paliativos a toda la población, lo cual personales y psicosociales que le permitirían afrontarla».
no elimina la continuidad del debate sobre la eutanasia Chapman y Gravin12 ponen énfasis en este último
y el suicidio asistido, pero, a mi juicio, sí lo reduce a sus aspecto y mantienen que el elemento clave del
verdaderas proporciones. ¿Es suficientemente conocido, sufrimiento lo constituye la indefensión percibida, y
por ejemplo, que de las 29.000 muertes que tienen definen este concepto como la percepción por el
lugar cada año en el estado de Oregón, en el que el individuo de «la quiebra total de sus recursos físicos,
suicidio asistido se encuentra legalizado desde 1997, psicológicos y sociales».
sólo entre 20 y 30 de ellas son debidas al suicidio
En otras palabras, dolor y sufrimiento no son
asistido?7. Estas cifras, a juicio de Meier y Morrison8,
términos sinónimos. El hombre puede sufrir debido a
parecen sugerir que las preferencias de los electores que
múltiples factores, entre los cuales, pero no únicamente,
votaron favorablemente la legalización del suicidio
se encuentran el dolor tisular y otros síntomas
asistido en referendum no se corresponden con las de
somáticos. El sufrimiento constituye un fenómeno más
los enfermos que se encuentran en situación terminal.
amplio que el dolor, abarca más dimensiones que este
Sería igualmente deseable que los ancianos –en último y tiene muchas causas potenciales, de las cuales
número creciente en nuestro país– para los que la el dolor es sólo una de ellas. No todas las personas que
muerte supone una realidad cada día más cercana, se padecen dolor sufren, ni todas las que sufren padecen
organizasen ante los poderes públicos para conseguir, dolor, y desearía subrayar, siguiendo los pasos de
como mínimo, que ninguno de ellos muera solo, ya que,
a juzgar por los resultados obtenidos en una
investigación llevada a cabo en España9, lo que más
parece ayudar a la mayoría de las personas a morir en
paz es «poder sentirse cerca, comunicarse y estrechar
los vínculos afectivos con sus personas queridas».
Carece de importancia que a los ciudadanos que
superamos los 65 años nos llamen «personas mayores»
y no ancianos, o digan que estamos en la «edad
dorada» en lugar de en la vejez. Es en cambio
56 intolerable que en una sociedad que se llama a sí misma
civilizada lleguen a contabilizarse, sólo en Madrid y en
el primer semestre de 2002, más de cincuenta ancianos
que han muerto olvidados en la soledad de sus casas.

Dolor y sufrimiento
Loeser y Melzack10, en un trabajo que sirve de
pórtico a una interesante serie de artículos que dedicó la Lo que origina el sufrimiento no son los hechos, sino el significado que les atribuyen los
revista The Lancet al tema del dolor, tras señalar que enfermos y/o sus personas queridas, como muy bien podría ilustrar este grabado de prin-
aunque no todo sufrimiento es causado por el dolor pese cipios de nuestro siglo.
a que en nuestra medicalizada cultura tendamos a
describir el sufrimiento en términos de dolor, nos
Cassell3, Chapman y Gravin12 o Laín13, desde la
ofrecen la siguiente definición de sufrimiento: «es una
medicina, y en especial de Lazarus y Folkman14, desde
respuesta negativa inducida por el dolor y también por
la psicología, la crucial importancia que reviste la
el miedo, la ansiedad, el estrés, la pérdida de objetos
percepción del sentimiento de amenaza en la
afectivos y otros estados psicológicos».
cristalización del sufrimiento.
Dennis C. Turk11, por su parte, señala que cuando
piensa en el sufrimiento, el mismo le sugiere una Las personas que padecen dolor –escribe Cassell3–
reacción a un dolor tisular o emocional que implica declaran con frecuencia que únicamente sufren cuando
sentimientos de incontrolabilidad, indefensión, su origen es desconocido, cuando creen que no puede
desesperanza, intolerabilidad e interminabilidad, con ser aliviado, cuando su significado es funesto, cuando lo
predominio de las percepciones de incontrolabilidad e perciben como una amenaza importante. En otras
incertidumbre. La incertidumbre sobre lo que sucederá palabras, cuando temen su prolongación, reaparición o
y cuándo ocurrirá es fuente de ansiedad, ya que impide intensificación en el futuro sin posibilidad de control.
a la persona saber qué debe hacer para prevenir lo que
Podemos, por tanto, concluir que una persona
lo amenaza o para paliar sus efectos.
sufre cuando: a) experimenta o teme que le acontezca
A mi juicio, hasta el momento, posiblemente hayan un daño físico o psicosocial que valora como una
sido Chapman y Gravin12 quienes hayan efectuado un amenaza importante para su integridad psíquica u
análisis más depurado del concepto de sufrimiento. En orgánica, y b) al mismo tiempo cree que carece de
efecto, estos autores definen el sufrimiento como «un recursos para hacer frente con éxito a esta amenaza15.

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 70


La sensación de amenaza y el sentimiento de que sus síntomas somáticos pueden variar con
impotencia son subjetivos. El sufrimiento, por tanto, rapidez19, con igual rapidez pueden cambiar sus
también lo será. Se trata de una percepción de daño o pensamientos. El deseo de «tirar la toalla» que
posible daño a la integridad del «yo», concebido éste experimenta un paciente en un momento concreto, por
como el constructo psicológico que configura la propia ejemplo, puede convertirse, pocas horas más tarde, en
identidad16. Más adelante nos ocuparemos de su «deseo de vivir» a toda costa20.
importancia en el tema que nos ocupa.
b) Tratar de eliminar, compensar o atenuar dichos
síntomas. Esta fase se identifica en gran parte con el
clásico «control de síntomas» paliativo llevado a cabo
Los médicos deberían sentirse tradicionalmente por médicos y personal de enfermería
tan motivados e impacientes por en lo referente a la sintomatología somática, aunque
ampliable en este caso a todos aquellos síntomas y
investigar y tratar de paliar el situaciones que son causa de preocupación para cada
sufrimiento, como por investigar paciente concreto y, por tanto, también a los de carácter
psicosocial que sean causa de sufrimiento, en lo que
los factores y mecanismos podría denominarse «cuidados emocionales».
que pueden ayudar a prolongar c) Identificar y potenciar los propios recursos del
la vida. enfermo y proporcionarle, si es necesario, nuevos
recursos, con el fin de disminuir, eliminar o prevenir su
sensación de indefensión e incrementar su percepción
El mismo acontecimiento –un diagnóstico de
de control sobre la situación.
enfermedad grave, la sospecha o certidumbre de la
proximidad de la muerte, parecida intensidad de dolor, o d) En el caso de que el estado de ánimo del
similar pérdida de una función corporal o de un ser enfermo presente tendencias ansiosas o depresivas, será
querido– no produce la misma valoración de amenaza preciso, complementariamente, utilizar técnicas
en todas las personas ni todas ellas poseen los mismos específicas adecuadas –farmacológicas y/o psicológicas–
recursos para hacerle frente. Por tanto, lo relevante para modificarlo o compensarlo.
desde el punto de vista terapéutico no son sólo los
e) Siempre que sea posible, no debe tratarse sólo
síntomas que tiene o percibe un paciente ni la similitud
de eliminar o paliar el malestar y el sufrimiento del
de la situación en que se encuentra –la misma fase de la
enfermo, sino de aumentar su gama de satisfactores,
misma enfermedad– en relación con otras personas de
ayudando a cristalizar un sentimiento de serenidad que
su edad y características, sino el grado de percepción de
amenaza que alguno de estos síntomas, la constelación
permita aceptar el proceso de acercamiento a la muerte 57
de la forma más plena y consciente posible.
de varios de ellos o la situación en su conjunto le
producen a él personalmente en cada momento f) Finalmente, no debería olvidarse que, con los
determinado17,18. medios de que actualmente dispone la tecnología
médica, a un reducido, pero real, porcentaje de pacientes
El análisis y valoración de los síntomas que
con enfermedades incurables o en fase terminal no se
padecen los enfermos graves y en situación terminal
les podrá mitigar el dolor u otros síntomas somáticos.
sólo adquiere plena relevancia para la terapéutica
En todos los casos, pero especialmente en éste, lo que
paliativa que se pueda proporcionar, en la medida en
se va a requerir de sus cuidadores y terapeutas es que
que, al mismo tiempo que su detección, también se
sepan compartir el sufrimiento del paciente21.Y para ello
determine el grado vivencial de amenaza que cada uno
será preciso adquirir a través de la investigación el
de dichos síntomas genera en el enfermo, ya que es ésta
máximo conocimiento posible y tratar de traducir dicho
última la que en gran medida produce o modula su
conocimiento en herramientas de cribado (screening ),
sufrimiento. Lo que origina el sufrimiento no son los
evaluación y terapéutica eficaces, tanto en el aspecto
hechos, sino el significado que les atribuyen los
orgánico como en el emocional.
enfermos y/o sus personas queridas. El grado de
aversividad de la vivencia de un síntoma o situación
–presente o esperado/a– y no su mera aparición, ¿Hasta qué punto los miembros
debería ser en gran medida el que guiara en cada
momento las intervenciones terapéuticas destinadas a
de las sociedades occidentales mueren
mejorar el bienestar del enfermo. en paz?
Partiendo del modelo de sufrimiento «amenazas- Si nuestro objetivo es conseguir que las personas
recursos»17 al que antes nos hemos referido, si se se adapten a las progresivas limitaciones que les
pretende eliminar o disminuir el sufrimiento de una impone su enfermedad y, finalmente, mueran en paz,
persona, será preciso15: lo primero que tendremos que hacer es tratar de
conocer hasta qué punto y en qué medida este
a) Identificar en cada momento los síntomas,
fenómeno ocurre en nuestra sociedad. En otras
estados o situaciones –biológicos, cognitivos o
palabras, será importante conocer cuál es nuestro
ambientales– que son valorados por el paciente como
punto de partida, nuestro nivel basal.
una amenaza importante, estableciendo en cada
momento el grado de priorización amenazadora desde Esto no es fácil debido a la escasa investigación
su punto de vista. Habrá que tener presente que, en los que ha existido hasta el momento sobre el proceso de
enfermos en situación terminal, de la misma manera morir; sin embargo, disponemos de algunos indicadores

71 RAMÓN BAYÉS - LA SOCIEDAD CONTEMPORÁNEA ANTE EL DOLOR Y LA MUERTE


cambios en el cuidado de los pacientes en situación
La atención que se presta a las terminal precisa de dos condiciones de difícil
cumplimiento: a) en primer lugar, debe modificarse
personas gravemente enfermas nuestro marco cultural, de manera que contemplemos la
o moribundas dista mucho de ser muerte como un fenómeno natural, ya que nuestra
sociedad todavía no ha aceptado que la muerte es
satisfactoria. inevitable; y b) tiene que incrementarse la presión de la
opinión pública sobre el sistema sanitario para conseguir
mayores inversiones en la mejora del proceso de morir.
Termina su artículo con las siguientes palabras:
que pueden ayudarnos, siquiera sea de forma
provisional, a proporcionar una respuesta. «La solución que ofrecemos a los últimos años de
vida define en gran medida la sociedad que tenemos.
El denominado informe SUPPORT («The Study to
4
Debemos proporcionar a nuestros pacientes una muerte
Understand Prognoses and Preferences for Outcomes
serena y digna, sin dolor y con tan poca angustia y
and Risks of Treatments») al que antes hemos aludido,
ansiedad como sea posible. Debemos finalmente
fue diseñado para estudiar el tipo de atención que se
considerar el informe SUPPORT (un esforzado intento
presta en Estados Unidos a los pacientes hospitalizados
para corregir serias deficiencias) como un éxito si lo
que padecen, en una fase avanzada, una o más de entre
consideramos como un comienzo, y no como un final,
nueve enfermedades graves, bastantes de los cuales
de nuestro compromiso».
mueren en el hospital. El coste de la investigación fue
de 21 millones de euros y se llevó a cabo a lo largo de 4
años. Sus resultados pueden hacerse extensivos a los
400.000 pacientes que anualmente pasan por los
hospitales norteamericanos. Dichos resultados nos
indican, entre otras cosas, que:
a) De los enfermos que murieron en el hospital, el
38% pasó al menos 10 días en una unidad de cuidados
intensivos.
b) Durante los tres últimos días de su existencia, el
50% de los enfermos que murieron conscientes
padecieron un dolor moderado o intenso la mitad del
58 tiempo.
c) La mitad de los médicos de los pacientes que
preferían no ser reanimados en caso de parada
cardiorrespiratoria desconocía este hecho.
d) La comunicación médico-enfermo fue pobre.
En el párrafo final del informe puede leerse:
«En conclusión, nos encontramos sumidos en una
desagradable situación. El cuadro que presentamos de la Un objetivo fundamental de nuestra sociedad y de los cuidados de salud que proporciona
atención que se presta a las personas gravemente a sus miembros ha de ser que las personas se adapten a las progresivas limitaciones que
les impone la enfermedad y que, finalmente, mueran en paz.
enfermas o moribundas dista mucho de ser satisfactorio.
Ciertamente, hubiéramos preferido descubrir que, a la
hora de hacer frente a una enfermedad que amenaza la
Poco tiempo después de aparecer este editorial, los
vida, se incluía al enfermo y a sus familiares en las
datos de un nuevo informe24, publicado en esta misma
discusiones, que se valoraban estimaciones realistas de
revista, venían a complementar y corroborar los
los posibles resultados, que se trataba el dolor, y que no
presentados en el informe SUPPORT4. Estos datos
se prolongaba el proceso de morir. Esta meta es todavía
proporcionan información sobre los últimos días de
posible.(...) Para alcanzarla se requiere volver a
3.357 enfermos graves y ancianos, de edad superior a
examinar nuestro compromiso individual y colectivo, un
los 80 años, que murieron en el hospital y revelan, por
mayor esfuerzo creativo en la elaboración del proceso de
ejemplo, que en los últimos 3 días de vida el 55% de los
tratamiento y, quizás, intentos más activos y vigorosos
pacientes estaba consciente y que 4 de cada 10 de estos
para conseguir un cambio».
pacientes experimentaron un dolor intenso la mayor
Ante esta realidad, Miller y Fins22 se preguntan: parte del tiempo, y que un 73% toleraba con dificultad
¿cómo puede reformarse un ambiente destinado a los síntomas somáticos y un 63% los emocionales. En
salvar, preservar y prolongar la vida con el instrumental los tres últimos días de vida, 1 de cada 4 enfermos
de alta tecnología de la medicina contemporánea, de padeció ansiedad moderada y 1 de cada 10 ansiedad
forma que también optimice la probabilidad de que los intensa.
moribundos tengan una buena muerte?
En una entrevista que le realizaron, Joanne Lynn,
Feinberg23, por su parte, en un editorial de la revista directora del informe, del George Washington University
Annals of Internal Medicine dedicado a comentar este Medical Center, dijo que los resultados encontrados
informe, señala que, en su opinión, la introducción de ponen de manifiesto que el sistema de salud de Estados

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 72


Unidos tiene que recorrer un largo camino para mejorar en Barcelona del 7 al 12 de julio de 2002, arrancó con
el cuidado de las personas que están próximas a la el compromiso por parte del director del departamento
muerte. Y añadió: «Si quieren una razón por la que la de VIH/sida de la Organización Mundial de la Salud,
opinión pública presta atención al suicidio (asistido), Bernhard Schwartlander, de proporcionar fármacos
aquí la tienen»25. antirretrovirales antes del 2005 a la mitad de los
afectados en África y Asia, incluso en este caso
En cuanto a una realidad más cercana, una
optimista, quedaría una enorme cantidad de personas
investigación llevada a cabo en 50 equipos de cuidados
sin tratamiento y es incierto que, con las
paliativos de Cataluña26 pone de manifiesto que se
infraestructuras sanitarias de muchos de los países
aplicó sedación terminal al 23,05% de los pacientes. En
afectados, se lograra que los beneficiados fueran
un tercio de los casos, se acudió a la sedación terminal
capaces de mantener las pautas de administración y
al no poder controlar su ansiedad. Ante estos hechos,
control adecuados.
los autores se preguntan: ¿es realmente necesaria la
sedación terminal en una cuarta parte de los pacientes? El trabajo canadiense27 al que hemos aludido tenía
como objetivo tratar de contestar a la pregunta de hasta
En resumen, los datos de que disponemos revelan
qué punto y, en caso afirmativo, por qué las personas
que, incluso en nuestras avanzadas sociedades, un gran
afectadas por el VIH desean el suicidio asistido o la
número de personas –centenares de miles de ellas– no
eutanasia. Algunos de los factores explicativos
tienen una buena muerte. La investigación sobre el
esgrimidos de los que partieron fueron: la depresión, la
proceso de morir es, pues, imperativa y debería
desesperanza, el malestar emocional, el miedo al dolor y
constituir una de las grandes tareas de la medicina
al sufrimiento, etc.; sin embargo, a juicio de los autores
–y también de la psicología– del siglo XXI.

Debemos proporcionar a nuestros


Sufrimiento y eutanasia
pacientes una muerte serena y
Un análisis depurado de las razones por las que las
personas que padecen una enfermedad degenerativa y/o digna, sin dolor y con tan poca
letal solicitan la eutanasia o el suicidio asistido quizás angustia y ansiedad como sea
nos puede ayudar a comprender mejor la naturaleza y
evolución del tipo de amenaza, generadora de posible.
sufrimiento, que experimentan muchas personas en la
proximidad de la muerte.
del trabajo que comentamos, tales explicaciones eran
Aunque los datos y consideraciones que vamos a insuficientes. 59
presentar parten de una investigación empírica realizada
en Canadá27 con enfermos de sida, es posible que, Tras llevar a cabo una investigación mediante
adoptando ciertas cautelas, sus resultados y entrevistas personales en profundidad con afectados por
conclusiones puedan generalizarse a otras enfermedades el VIH y el sida, los autores canadienses han llegado a la
graves, como el cáncer, el Alzheimer o incluso las fases conclusión de que el deseo de eutanasia o suicidio
avanzadas de un proceso de envejecimiento normal. asistido procede de la percepción de la progresiva
influencia en la vida de las personas afectadas de dos
Presentemos ante todo, en cuatro pinceladas, principales factores: a) el deterioro, y b) la pérdida del
algunos de los rasgos más característicos de esta sentido de comunidad (disminución del deseo y
devastadora enfermedad. Según las previsiones de la oportunidades para establecer relaciones personales
ONU, 70 millones de personas pueden morir de sida de debido a dificultades de movilidad, sentimiento de
aquí al año 2020, es decir, más del triple de los sentirse marginados y autoaislamiento), los cuales,
fallecidos desde la aparición de la enfermedad en 1981. combinados, cristalizan en una percepción de pérdida de
De los 40 millones de afectados, sólo 730.000 reciben identidad. En esta situación, los afectados ven la
hoy tratamiento antirretrovial adecuado y medio millón eutanasia y el suicidio asistido como un medio para
de ellos se encuentran en los países de ingresos controlar esta situación. Al margen de las circunstancias
elevados. El 95% de los infectados por el virus de la que configuraban su percepción de pérdida de identidad,
inmunodeficiencia humana (VIH) viven en países en ninguna de las personas con VIH que participaron en la
vías de desarrollo, en los que sólo tienen acceso a las investigación deseaba la eutanasia o el suicidio asistido.
terapias 4 de cada 100 infectados. Cada día mueren de
sida más de 8.000 personas en el mundo, la mayoría de Es interesante señalar que, a tenor de los
ellas en estos países (como dato de comparación resultados obtenidos, los autores de esta investigación
podemos recordar que en Nueva York, el 11 de sugieren que, con independencia del progreso de la
septiembre de 2001, en el atentado de las Torres enfermedad, el deseo de eutanasia o suicidio asistido,
Gemelas murieron 2.823 personas). Los enfermos de manifestado por un 63% de los afectados por el VIH
sida mueren lentamente, muchos de ellos en la canadienses, podría modificar su actitud si se produjeran
ignorancia y la marginación, por no poder acceder al cambios significativos en las características psicosociales
tratamiento antirretroviral combinado del que se de su entorno, lo cual parece indicar que, con buenos
benefician los afectados de los países ricos. El cuidados paliativos universales y una sociedad más
sufrimiento de cada una de estas personas y de cada solidaria, es probable que la eutanasia y el suicidio
uno de sus familiares es inconmensurable. Aun cuando asistido no quedaran eliminados pero sí reducidos a una
la XIV Conferencia Internacional sobre el Sida, celebrada problemática cuantitativamente escasa.

73 RAMÓN BAYÉS - LA SOCIEDAD CONTEMPORÁNEA ANTE EL DOLOR Y LA MUERTE


11. Turk DC. Perspectives on pain-related suffering: A
A modo de conclusión behavioural perspective. Adv Mind-Body Med
Desde hace algún tiempo, el tema de la eutanasia y 1998;14:176-177.
el suicidio asistido suele aparecer con cierta frecuencia 12. Chapman CR, Gavrin J. Suffering and its relationship to
en los titulares de los medios de comunicación pain. J Palliat Care 1993;9:5-13.
occidentales. Con independencia de sus aspectos éticos 13. Laín Entralgo P. La relación médico-paciente. Madrid:
y legales, y de los argumentos a favor y en contra que Alianza, 1983.
puedan esgrimirse, no hay duda de que subyace a los 14. Lazarus RS, Folkman S. Stress, appraisal and coping.
mismos una realidad humana que es preciso conocer. Nueva York: Springer, 1984.
¿Por qué algunas personas que se enfrentan al dolor y a 15. Bayés R. Psicología del sufrimiento y de la muerte.
la muerte solicitan al estamento médico que les ayude a Barcelona: Martínez Roca, 2001.
poner fin a su existencia?
16. Chapman CR, Gavrin J. Suffering: the contributions of
Aunque el pensamiento tradicional considera que persistent pain. Lancet 1999;353:2233-2237.
los enfermos y personas afectadas por una dolencia 17. Bayés R, Arranz P, Barbero J, Barreto P. Propuesta de un
incurable pueden desear adelantar el momento de su modelo integral para una intervención terapéutica
muerte para evitar o eliminar de sus vidas –o de las de paliativa. Med Paliat (Madrid) 1996;3:114-121.
sus seres queridos– el dolor tisular y/o el sufrimiento, es 18. Arranz P, Bayés R. Tratamiento de soporte (VI): Apoyo
posible, como señalan Lavery et al.25, que tal psicológico. En: González Barón M, Ordoñez A, Feliu J,
explicación sea insuficiente. Zamora P, Espinosa E, de Castro J, eds. Oncología clínica.
1. Fundamentos y patología general. 2ª ed. Madrid:
El problema cobra gran importancia, sobre todo, en McGraw-Hill–Panamericana, 1997; 649-657.
la medida en que consideremos, con Callahan2, que uno
19. Sanz J, Gómez-Batiste X, Gómez Sancho M, Núñez Olarte
de los principales objetivos de la medicina del siglo XXI
JM. Cuidados paliativos: Recomendaciones de la Sociedad
es ayudar a los seres humanos a morir en paz. Española de Cuidados Paliativos (SECPAL). Madrid:
Con base en el análisis que nos permite el modelo Ministerio de Sanidad y Consumo, 1993.
de «amenazas-recursos»15,17 y en los resultados 20. Chochinov HM, Tataryn D, Clinch JJ, Dudgeon D. Will to
obtenidos por Lavery et al.27, consideramos que un life in the terminally ill. Lancet 1999;354:816-819.
enfermo, sobre todo si sus síntomas somáticos se 21. Gregory D. The myth of control: suffering in palliative care.
encuentran bajo control, desea la eutanasia o el suicidio J Palliat Care 1994;10:18-22.
asistido en gran medida como una estrategia para 22. Miller FG, Fins JJ. A proposal to restructure hospital care for
controlar su miedo a la pérdida de identidad y que, en dying patients. N Engl J Med 1996;334:1740-1742.
muchos casos, tal miedo podría disminuirse o eliminarse
60 introduciendo cambios significativos en su entorno
23. Feinberg AW. The care of dying patients. Ann Intern Med
1997;126:164-165.
psicológico, a través del soporte afectivo de sus
personas queridas9 y de la práctica de unos buenos 24. Lynn J, Teno J, Phillips RS, Wu AW, Desbiens N, Harrold J,
et al. Perceptions of family members of the dying
cuidados paliativos.
experience of older and seriously ill patients. Ann Intern
Med 1997;126:97-106.
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2. Callahan D. Death and the research imperative. N Engl J
sedación terminal: un estudio multicéntrico catalano-
Med 2000;342:654-656.
balear. Med Paliat (Madrid) 1999;6:108-115.
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medicine. N Engl J Med 1982;306:639-645. Origins of the desire for euthanasia and assisted suicide in
4. SUPPORT. A controlled trial to improve care for seriously Ill people with HIV-1: a qualitative study. Lancet
hospitalized patients. J Am Med Assoc 1995;274:1591-1598. 2001;358:362-367.
5. Trouiller P, Olliaro P, Torreele E, Orbinski J, Laing R, Ford
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market and a public-health policy failure. Lancet
2002;359:2188-2194. Arranz P, Costa M, Bayés R, Cancio H, Magallón M, y
Hernández F. El apoyo emocional en hemofilia (2ª ed).
6. Camacho JM. Intervención en el debate. En Camps V, ed. Madrid: Aventis Behring, 2000.
Estándares éticos y científicos en la investigación.
Barcelona: Fundació Victor Grifols i Lucas, 1999; 65-66. Bayés R. Psicología del sufrimiento y de la muerte. Barcelona:
Martínez Roca, 2001.
7. Steinbrook R. Physician-assisted suicide in Oregon. An
Buckman R. How to break bad news - a guide for health care
uncertain future. N Engl J Med 2002;346:460-464.
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8. Meier DE, Morrison RS. Autonomy reconsidered. N Engl J Traducción catalana: Com donar les males noticies. Vic,
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9. Bayés R , Limonero JT, Romero E, Arranz P. ¿Qué puede Gómez Sancho M. Cómo dar las malas noticias en medicina
ayudarnos a morir en paz? Med Clín (Barc) (2ª ed). Madrid: Arán, 1998.
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1999;35:1607-1609. Nuland SB. Cómo morimos. Madrid: Alianza, 1995.

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 74


Resumen
El reconocimiento legal de un documento de
voluntades anticipadas (DVA) pretende proteger el
derecho de los enfermos a la propia libertad de decisión
ante las indicaciones médicas. Se espera con ello que
se consolide el respeto a la autonomía personal. Lo
primero es que no se realicen procedimientos
contrarios a los deseos del paciente. La voluntad de
éste podrá conocerse ahora a través de esta nueva
oportunidad. Pero es imprescindible un análisis crítico

LAS VOLUNTADES de su fundamentación ética, de su regulación jurídica


y de la utilidad y dificultades de su manejo.

ANTICIPADAS Muchas voluntades pueden respetarse sin


necesidad de documento. No obstante, los DVA pueden
ser útiles, sobre todo si logran acercarse a los enfermos
reales. Lo importante es que la voluntad del enfermo
quede bien reflejada.
El nombramiento de un representante y la
renovación del documento para adaptarlo al proceso
de una enfermedad, cuando ésta ya se conoce, son
recomendaciones importantes. También es
fundamental reconocer que el DVA es para ser tenido
en cuenta y ser ponderado en la toma de decisiones.
Finalmente, cabe recordar las nuevas
MARC ANTONI BROGGI obligaciones, legales o no, que se tienen a partir de
ahora con respecto a los enfermos que disponen de un
Jefe del Servicio de Cirugía General y Digestiva. Hospital
DVA.
Germans Trias y Pujol. Badalona (Barcelona). España.
Palabras clave: Voluntades anticipadas.
Autonomía personal. Derechos del paciente.
61
Abstract
LIVING WILLS
The legal recognition of a living wills document
(LWD) endeavours to protect the patients’ right to
own decision-making regarding medical
El autor es Profesor titular en la Facultad de Medicina de la instructions.This way, the respect for personal
Universidad Autónoma de Barcelona. Presidente de la Societat autonomy is expected to be strengthened. The first aim
Catalana de Bioética. Miembro del Comité de Bioética de is that no procedure against the patient’s will must be
Cataluña. done. The patients’ will should be known through the
LWD. But it is mandatory a critical analysis on its
ethical grounds, present legislative regulation and the
utility and difficulties of its management in current
practice.
A lot of wills can be respected with no need for
such document. But the LWD can be useful in certain
situations, above all if they reach to approach the real
patients. The most important thing is that the
patients’ will gets accurately revealed.
The appointment of a representative and the
renewal of the document to adjust it to the process of
the illness, once this is known, are remarkable advices.
It is also essential to recognize that the LWD must be
taken into account and weighed in the decision.
Finally, we must be reminded of the new
obligations, legal or not, that from now on exist
involving the patients that count on a LWD.
Key words: Living wills. Personal autonomy.
Patients’ rights.

75 MARC ANTONI BROGGI - LAS VOLUNTADES ANTICIPADAS


Sentido de las voluntades anticipadas concretará ponderando la indicación médica y
aceptándola o rechazándola1.
Lo que se ha venido en llamar «voluntades
La convivencia de estos mundos aconseja una
anticipadas», o «directrices previas», es una forma de
deliberación franca entre médico y enfermo2 muy
proporcionar al enfermo una oportunidad de llegar a las
alejada de la imposición rutinaria de antaño o de la
decisiones clínicas que se tomen el día de mañana,
aplicación acrítica de protocolos actuales en nombre de
cuando él ya no pueda expresar su voluntad. ¿Por qué
una «buena práctica» profesional. La única buena
ahora, y no antes, la sociedad ha decidido brindar esta
práctica o rutina tolerada ahora es la del diálogo y el
oportunidad? Para explicarlo se han esgrimido
respeto. Un diálogo socrático en el que ambos
argumentos de utilidad y otros de principio.
intervinientes aportan datos esenciales al otro: por una
Digamos primero que la preocupación por el cómo parte, conocimiento sobre hechos y posibilidades y, por
moriremos se ha extendido a la vez que el miedo a una la otra, qué tipo de ayuda se espera, qué riesgos y
agonía excesiva y mecanizada, a una alienación al final
de la vida. En nuestro primer mundo podemos decir que
ya casi nadie, a no ser que le sobrevenga una muerte
súbita, muere de muerte «natural». Todos moriremos
En la actualidad consideramos que
seguramente después de alguna decisión, de actuación o el enfermo debe poder tomar
de no actuación, de ingresar en un centro o de no
hacerlo. Tenemos ante nosotros muchas más opciones
libremente las decisiones que le
técnicas que antes, y de tanta eficacia a veces, que atañen.
podemos esperar de ellas grandes beneficios pero
también temer situaciones inquietantes. Mayores
posibilidades conllevan mayor responsabilidad sobre su sacrificios se está dispuesto a asumir en carne propia y a
aplicación. Seguramente todos estamos de acuerdo en qué límites se está dispuesto a llegar. La actitud de cada
que no todo lo técnicamente posible es conveniente. una de las partes debe ser pues la de aceptar que el
diálogo empieza sin conocer suficiente («sé que no sé»
Esta aseveración, que nos resulta tan evidente bastante) y que, sin la aportación del otro, no podrá
ahora, es una constatación relativamente nueva. actuarse correcta y prudentemente («virtud es
Durante siglos se ha creído que contra la enfermedad y conocimiento»).
la muerte debía hacerse todo lo posible, y las
actuaciones médicas se centraban únicamente en la Este derecho básico a la libertad personal (que la
eficacia de la lucha contra la enfermedad; eficacia (por condición de enfermo no tiene por qué rescindir ni
62 otra parte muy escasa) que legitimaba cualquier cosa: la constituir paréntesis alguno), junto al de la
imposición de un tratamiento en contra del parecer del inviolabilidad de su propio cuerpo, son derechos
enfermo, la ocultación de información, o incluso la fundamentales en sanidad que impiden la actuación
mentira. Era éste un valor tan preeminente que pasaba profesional sin el consentimiento expreso del enfermo y
por encima de la voluntad del implicado. Cualquier menos aún ante una negativa.
persona, por el solo hecho de estar enferma, era Los mayores problemas se suscitan cuando uno
considerada moralmente disminuida, sin libertad de pierde, a causa de la evolución de su enfermedad, la
decisión, y debía someterse al paternalismo médico y capacidad para comprender y decidir, y queda entonces
familiar. Lo indicado, lo que «debía hacerse», no era a merced de las decisiones de los demás, del médico o
discutible. de los familiares. Precisamente es ésta una situación
Todos sabemos que ahora las cosas son frecuente cuando nos encontramos cerca de la muerte, y
radicalmente distintas. En la actualidad consideramos alguien tomará entonces unas «decisiones por
que el enfermo debe poder tomar libremente las sustitución», pero con el peligro de que la propia
decisiones que le atañen. Se trata de una proyección de voluntad quede enmudecida.
los derechos humanos sobre la situación de enfermedad Dada la ya apuntada concepción tradicional de la
que podríamos enunciar así: cualquier persona, aunque actuación médica y la preparación de los profesionales
esté enferma, tiene el derecho a su autorrealización, a para luchar exclusivamente contra la enfermedad, el
ser respetado cuando lo hace e incluso a que se le ayude ciudadano tiene un miedo creciente a que las
a poder hacerlo. A decidir qué es, o qué no es, posibilidades portentosas de las que éstos disponen sean
conveniente para él entre las posibilidades clínicas que utilizadas para mantener su vida más allá de lo que
se le ofrecen o si no accede a ninguna de ellas. Eficacia tolera su dignidad. Nadie quiere llegar a que el límite sea
contra la enfermedad sí, pero mientras se respete la sólo técnico, que se base únicamente en esperar a no
voluntad del enfermo en aplicarla y en la forma de «poder» hacer nada, porque eso puede quedar
hacerlo. Se trata de una transformación irreversible. demasiado lejos3. El ciudadano quiere que ya antes se
Claro está que buscar el máximo beneficio para el hayan tenido en cuenta sus valores personales y se
enfermo continúa siendo el motor básico de la práctica acierte en cómo actuar y en cuándo ya no «conviene»
médica, pero su voluntad determina ahora la dirección continuar. Es lógico, pues, que desee que los
correcta y su límite. El profesional aporta conocimiento profesionales conozcan y respeten sus directrices
científico, valoración de la situación y lo concreta en mientras aún pueda expresarlas.
una indicación. Pero el enfermo aporta su escala de
valores, la forma de construir su futuro y su concepto Tampoco la familia es a menudo una garantía de
peculiar de salud y de calidad de vida; y esto lo seguridad en estos asuntos. Es verdad que en general

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 76


conoce la voluntad del enfermo, pero a veces no de afectado, sobre todo si la expresó anticipadamente en
forma suficiente. De hecho, diversos estudios han un «documento de voluntades anticipadas» (en adelante
demostrado la existencia de discrepancias importantes DVA)6. Entre nosotros su validez venía ya asegurada
(de hasta casi un tercio) entre los enfermos y sus por el Convenio sobre los Derechos Humanos y la
familiares en cuanto a la valoración sobre situaciones, Biomedicina del Consejo de Europa (el conocido
síntomas y medidas a tomar o a rechazar4,5. Por un Convenio de Oviedo), vigente en España desde enero de
lado, las familias fácilmente sobrevaloran la posibilidad 2000, que dice en su artículo noveno que serán
de dolor o sufrimiento, incluso en pacientes en coma tomados en consideración los deseos expresados
profundo. Por otra parte, además de personas somos un anteriormente con respecto a una intervención médica
símbolo para los demás; y a una familia puede, por por un paciente que, en el momento de la intervención,
ejemplo, pesarle tanto la desaparición del abuelo y, con no se encuentre en disposición de expresar su
él, de los lazos de unión que aseguraba, que puede voluntad.7 En Estados Unidos contaban ya con la
verse tentada de hacer todo lo posible para mantenerlo Patients Self-Determination Act, surgida en 1991 a

63

Las «voluntades anticipadas» pueden darse oralmente en el proceso de deliberación que debe haber entre médico y enfermo. Una de las garantías de validez
contemplada en la Ley 21/2000 del Parlamento de Cataluña es la opción de expresar dichas voluntades ante tres testigos. (Óleo de E. Rosales.)

con vida más allá del límite razonable, y con ello la partir de la repercusión del famoso caso de Nancy
persona puede terminar convirtiéndose en víctima de lo Cruzan, en el que se señaló la pertinencia de «una
que representa. Tampoco puede pasarse por alto el prueba clara y convincente» de la voluntad de la
hecho de que para muchas familias puede resultar muy enferma antes de desconectarla del respirador que la
doloroso tomar una decisión de no empezar o de mantenía con vida. La ley instó entonces, entre otras
interrumpir un tratamiento por miedo a la culpa cosas, a: 1) que los centros sanitarios proporcionaran
residual. Así es como para todos, familiares y información escrita a sus usuarios sobre el derecho a
profesionales, puede acabar resultando más cómodo tomar decisiones clínicas, incluido el de no consentir las
continuar, aunque sea a costa de la situación del pobre indicaciones del médico, y a redactar un DVA tal como
enfermo que ya no puede expresarse por sí mismo. estipule cada estado (en 1993, 50 estados de EEUU
Recordemos que en nuestra cultura occidental el hacer legislaron al respecto); 2) que, al ingreso del paciente,
está mejor considerado que la abstención. se le proporcionara también información por escrito
sobre las disposiciones del centro respecto a estos
Saliendo al paso de todo ello, y sobre la base de la documentos; 3) se señalara en la historia clínica del
necesidad de preservar la libertad y la dignidad de la enfermo si tenía o no un DVA redactado; y 4) educar al
persona, en los últimos años se ha legislado para que en personal del centro sobre su manejo8. Finalmente se
estas situaciones se tenga en cuenta la voluntad del promulgó la ley del Parlamento de Cataluña 21/2000

77 MARC ANTONI BROGGI - LAS VOLUNTADES ANTICIPADAS


(en adelante Ley 21/2000)9, que ha sido seguida por para morir bien es muy posible que se precise algo más,
otras iniciativas similares y, desde este año por una ley un vínculo más estrecho que posibilite una ayuda más
básica en España*, que regulan su uso. cálida y más comprometida. El diálogo del que
hablábamos debería comportar una mayor simpatía y
llevar al profesional a una mayor implicación, incluso
¿Es necesario un DVA? hasta contactar con lo que Quill llama «las zonas
oscuras» del enfermo11. En nuestro contexto latino
Es importante recordar que sin un DVA uno debe y
creemos que entonces podría hablarse de relación
puede esperar también un buen tratamiento y respeto a
«amistosa»12. Buscarla y llegar a ella es deseable13,
la dignidad y a la voluntad expresada; no es, por tanto,
aunque a menudo resulte difícil y a veces fuera de
un documento ni mucho menos necesario. Aún es más
nuestro alcance.
importante la confianza mutua que enfermo y médico
puedan establecer entre sí que limitarse a un contrato También es cierto que la decisión tomada con los
despersonalizado. En este sentido, puede advertirse que familiares, a pesar de lo dicho más arriba sobre sus
uno de los peligros actuales se cifra en pretender pasar peligros, es en general una fórmula aceptable de
de la relación paternalista a otra puramente contractual sustitución. Hay autores que incluso creen que ofrece

64

El 15 de noviembre de 2002 el BOE publicó la ley aprobada por el Parlamento Español que regula la autonomía
del paciente, los derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica, así como «las ins-
trucciones previas».

como única alternativa. Hay que reivindicar otras más garantías y facilidades que los DVA14. Ésta parece
posibles y mejores formas10. Es cierto que para muchas ser la creencia extendida en nuestra cultura latina, en la
actuaciones médicas estándares basta la simple relación que el tipo de familia más habitual es aquella en la que
contractual, correcta y respetuosa, y que hay enfermos las decisiones se toman colectivamente y en la que los
que prefieren este tipo de relación menos personal. Pero valores dominantes son la solidaridad entre sus
miembros y la compañía mutua. Pero digamos que es
necesaria la mejor formación de los profesionales para
* Posteriormente a la entrega de este manuscrito, el Congreso de manejar las decisiones terapéuticas por sustitución y
los Diputados aprobó (31 de octubre de 2002) la Ley básica para saber compartirlas con las familias con racionalidad
reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y y método. Existen ya múltiples procedimientos de
obligaciones en materia de información y documentación
decisión para estos casos, como el sugerido por Drane15,
clínica (Ley 41/2002, BOE 15 de noviembre de 2002), en cuyo
artículo 11 se regulan lo que ahora se ha querido denominar que deberían conocerse y discutirse.
«instrucciones previas», fijando que «cada servicio de salud Si las premisas antedichas se cumplen, si la
regulará el procedimiento necesario... para que se garantice el
cumplimiento...». Contiene pocos cambios substanciales y
relación clínica es satisfactoria y la familia respetuosa y
algunas pequeñas mejoras. Pero, a nuestro juicio, contiene mínimamente cohesionada, las «voluntades
también dos errores graves que judicializan excesivamente la anticipadas» pueden darse oralmente en el proceso de
ayuda al enfermo terminal: 1) la explicitación de que estas deliberación, y no es raro que así se haga. Más tarde, en
«instrucciones» deben ser hechas por escrito, confundiendo con caso de pérdida de la consciencia, deberá entenderse
ello directriz expresada previamente o anticipadamente con el que la decisión autónoma expresada con anterioridad se
documento que pueda contenerla; y 2) cuando se dice que son
«... para que se cumplan...» en lugar de conservar la redacción
prolonga, como dice Dworkin, «después de la razón»16.
del Consejo de Europa y la ley catalana de «para que se tengan Ya no se trata entonces de llegar a una decisión según
en consideración». Ambas formulaciones dificultarán mucho su el criterio objetivo del «mejor interés» para el paciente
aplicabilidad clínica en los casos y situaciones más habituales. con una valoración de datos clínicos y una

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 78


interpretación general de la calidad de vida, sino de circunstancias presentes y reales, y no solamente a
respetar un criterio subjetivo expresado por un enfermo ciudadanos que se encuentran lejos aún de cualquier
que ahora está ya inconsciente. Precisamente así lo enfermedad y que están concienciados por otras
entendió el Tribunal Supremo de justicia para Nancy motivaciones8,23. Lo importante, y difícil, es lograr que
Cruzan, y así lo entiende la excelente Appelton el documento exprese la voluntad autónoma de forma
International Conference17. En esta última se recuerda personalizada e inteligible.
que el médico tiene un deber prima facie de ser
Lo mismo ocurre con respecto a los registros. Es
respetuoso con la voluntad del enfermo ya inconsciente,
posible que su existencia sea una ayuda en muchos
aunque la hubiera expresado oralmente. Conviene no
casos, pero hay que recordar que el registro no es
caer en la obsesión legalista y defensiva de pensar que
obligatorio y que no da más validez al documento, sino
un documento escrito será más claro que un diálogo
que simplemente facilita su utilización. Constituye un
mantenido con el paciente, o que no podremos actuar
peligro en ciernes creer que es mayor la «fuerza
respetuosamente con la voluntad del enfermo
persuasiva» de un DVA ratificado ante notario e inscrito
inconsciente si no tenemos un DVA formalizado18.
en un registro cuando la persona estaba sana y
De hecho, las reticencias a formalizar un DVA son
múltiples y variadas19-21, y explican la gran diferencia
entre el pequeño número de aquellos que lo acaban El fin perseguido por un DVA
redactando y la mayoría que no lo hace a pesar de
defender la pertinencia de su existencia6.
es la objetivación de la voluntad
De todas formas, no cabe dudar de su oportunidad
de una persona, y llegar a esta
si con él logramos aumentar el derecho a la libertad diana debería pasar por delante
personal y la ocasión de ejercerlo para participar más de formalismos burocráticos
directamente en las decisiones. Este es su verdadero
objetivo. Además habría otros argumentos de utilidad y legales.
para aplaudir la iniciativa. En primer lugar, uno puede
no confiar lo suficiente en las condiciones familiares o
desconocía lo que iba a ocurrir, que otro, quizá más
en conseguir una relación clínica tan satisfactoria como
claro, pero cumplimentado ante testigos por un enfermo
la deseada. En segundo lugar, incluso si confiara en
consciente de sus posibilidades evolutivas cuando se
ellas, el documento es una forma de corroborar el
enfrenta a una decisión trascendente y ha deliberado
fundamento de la actuación del profesional y la opinión
con su médico. En este sentido puede tener razón
de los familiares o próximos, y por tanto facilita su
Gómez Rubí cuando teme que con los DVA se puede
decisión respetuosa. Finalmente, como puntualiza la
llegar a un «despropósito similar al alcanzado con el 65
British Medical Association, las voluntades anticipadas
consentimiento informado en nuestro país, donde
documentadas deben verse como algo más estable y
hemos asistido a la transformación de la conquista
con mayor repercusión pública que la voluntad
más importante en los derechos de los pacientes en un
verbalmente expresada en un momento sólo ante
proceso burocrático carente de sentido ético»21. El DVA
algunas personas, por muy válida que ésta sea22.
es sobre todo materia ética, que evidentemente tiene su
marco legal, pero que realmente sería un «despropósito»
utilizar perdiendo de vista su objetivo primordial.
Requisitos de validez del DVA
En cambio, lo que sí creemos importante, como se
El fin perseguido por un DVA es esta objetivación especifica en la Patient Self Determination Act y en la ley
de la voluntad de una persona, y llegar a esta diana catalana 21/2000, es que el DVA deba formar parte de la
debería pasar por delante de formalismos burocráticos y historia clínica. Recordemos que ésta constituye el
legales. Además de identificar en él a su titular y registro unificado de lo que se conoce sobre el enfermo, lo
explicitar su voluntad, asegura que ésta se expresó en que le confiere un peso clínico y jurídico incomparable.
condiciones de libertad, de capacidad legal y de Precisamente quien más insiste en querer registros
competencia (o capacidad «de hecho» para decidir). centrales más minimiza la utilización de la historia clínica,
Ratificarlo ante notario es garantía suficiente. La ley seguramente porque piensa desde la perspectiva de quien
21/2000 contempló, sin embargo, otra posibilidad de todavía no la tiene. Pues bien, debería aconsejarse a
garantía como es la de hacerlo ante tres testigos, dos de quien posea un DVA que no se desentienda de él una vez
los cuales no han de estar vinculados al otorgante ni formalizado: que informe sobre él a su entorno y que lo
familiar ni patrimonialmente. Admitir solamente la entregue a su médico responsable cuando se le abra una
ratificación notarial, o pretender que ésta constituya una historia clínica. Precisamente la ley citada también
garantía superior a las demás como algunos defienden, explicita que el DVA es un documento dirigido al médico
supondría restringir demasiado las posibilidades de responsable en cada situación.
acceso a este tipo de expresión autónoma cuando falta
tiempo, movilidad, posibilidades económicas o
concurren otros impedimentos. La alternativa de recurrir Contenido, redacción y formalización
a testigos pone, en cambio, el documento al alcance, por del DVA
ejemplo, de pacientes hospitalizados que aprehenden la
necesidad de un DVA cuando conocen la evolución de Clásicamente, un DVA contempla dos posibilidades
una enfermedad. De esta manera se cumple mejor el de previsión que pueden utilizarse por separado o
objetivo de servir de ayuda a enfermos ante conjuntamente. Una es la de reseñar las instrucciones a

79 MARC ANTONI BROGGI - LAS VOLUNTADES ANTICIPADAS


tener en cuenta en la toma de decisiones. La otra Un documento base debería especificar, al menos,
consiste en nombrar un representante para la adopción los siguientes extremos25:
de las decisiones.
a) Criterios que ilustren nuestros valores, la calidad
1) Digamos de entrada que la designación de un de vida que preferimos, la que no toleramos... Se trata
representante se perfila como la opción más útil en casi seguramente de criterios genéricos y ampliamente
todos los casos. Con independencia de que se trate o no compartidos, pero quizás no es superfluo especificarlos.
de un familiar, el nombrado queda como depositario de
b) Situaciones clínicas en las que los criterios
la voluntad del enfermo en las decisiones clínicas
expresados quisieran verse valorados: irreversibilidad,
cuando éste ya no pueda manifestarla por sí mismo. Es
estado vegetativo crónico, demencia profunda, dolor
el interlocutor «válido y obligatorio» ante la toma de intenso, etc.
cualquier decisión. Según cómo quede especificado en el
documento, puede ser designado para aplicar y adaptar c) Instrucciones sobre actuaciones sanitarias
las directrices ya expresadas en aquél, o bien para previsibles y límites concretos en las situaciones
actuar en representación de los valores y expectativas antedichas: las de más alta complejidad (ventilación
del enfermo en casos no previstos. Lo que sería mecánica, diálisis, cirugía mayor, etc.), las de baja
incomprensible es que no coincidieran directrices complejidad (hospitalización, antibioticoterapia,
concretas y la opinión del representante. Se supone que rehabilitación, etc.) y otras como hidratación, nutrición
éste conoce no solamente la letra del DVA, sino también artificial, cuidados mínimos...
los valores, preferencias y límites del paciente. Se
entiende, por tanto, que es el más capacitado para
decidir, no sólo como sustituto del enfermo, sino como Debería aconsejarse a quien posea
verdadero portador24 de la voluntad de éste. El nombrar
a un no familiar puede dar origen a algún problema en un DVA que no se desentienda de
nuestro medio cultural pero, por lo que decíamos al él una vez formalizado: que
principio, en algunos casos ese no familiar puede
representar realmente mejor. informe sobre él a su entorno
El nombramiento de un representante, incluso de y que lo entregue a su médico
alguien para sustituirle a su vez, debe aconsejarse responsable cuando se le abra
siempre, pues es quien proporciona mayores garantías
de interpretación de la voluntad ante la necesidad de una historia clínica.
adecuarla a la situación concreta dado lo difícil que es
66 preverla en toda su complejidad.
Aunque sea una cuestión controvertida, creemos, Con todo, debe recomendarse la renovación del
junto a otros autores21 y algún colegio profesional, que documento cuando, en caso de haberlo redactado con
un sanitario (médico de familia, enfermera amiga, etc...) antelación, una enfermedad nos muestre ya situaciones
podría ser nombrado representante en un DVA, aunque más concretas y quizá distintas de las previstas. Sobre
quedara entonces excluido para tomar las decisiones todo convendría repensar entonces los apartados b y c,
como facultativo. Otro inconveniente obvio sería que no o añadirles una actualización. Con ello se lograría que
puede ser representante de muchos enfermos a la vez. los dos modos de entender el documento pudieran
Se trata de una cuestión abierta. complementarse y coincidir. Así, por ejemplo, puede
ocurrir que uno haya estado obsesionado por la
2) La otra parte del DVA, la que incorpora las enfermedad de Alzheimer y la situación de demencia
instrucciones sobre futuras actuaciones sanitarias y sus grave, disponiendo en el documento el rechazo «incluso
límites, constituye lo que en esencia se conocía como de los antibióticos como tratamiento de eventuales
«testamento vital». Creemos importante diferenciar complicaciones» llegado el caso, y que en cambio lo que
aquí lo que es un documento emitido con mucha aparezca en el horizonte sea una neoplasia avanzada en
anterioridad a la decisión, sin conocimiento de a qué la que, probablemente, la muerte sobrevenga en estado
tipo de situación nos enfrentaremos, de otro inscrito en de lucidez. Lo aconsejable entonces sería renovar el
un proceso conocido y en el que puedan preverse las documento según el curso de la enfermedad, los
situaciones con suficiente realismo. Por desgracia, la órganos a los que vaya afectando, las limitaciones que
reivindicación del «testamento vital» se ha hecho casi produzca y los peligros que provoque, porque las
exclusivamente desde el primer punto de vista, pero en actuaciones que se trata de solicitar o limitar son muy
su puesta en práctica ya hemos visto que debería darse distintas a las imaginadas en el primer modelo. Es
cabida a ambos modos de entenderlo. precisamente en estas circunstancias en las que puede
comprobarse la menor importancia del registro
Los documentos-tipo ya confeccionados deberían
centralizado, al que la renovación quizás no llegue,
servir de simple guión o modelo para orientar y ayudar
frente a la mucho mayor de su redacción adecuada,
a redactar documentos personales, evitando la tentación
adecuada a la situación y a la voluntad, ambas
de sustituir la verdadera voluntad del enfermo por
variables.
fórmulas rutinarias. De otro modo surgirán documentos
miméticos, escasamente personalizados y poco útiles Los sanitarios deberían ver una nueva obligación
para tomar decisiones concretas. He ahí un reto, y un moral (aparte de las ya legales, como aceptar el DVA e
gran trecho a recorrer, si es que nos tomamos la incluirlo en la historia clínica) en ayudar a los enfermos:
autonomía en serio. a los que traen un documento ya redactado, leyéndolo,

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 80


intentando comprender cuáles son su voluntad, su estos aspectos el DVA viene a ser una extensión del
temor y su concepto de calidad de vida, e informándoles «consentimiento informado» y es por ello por lo que la
de forma realista y leal sobre su alcance; a los que no lo ley 21/2000 los contempla en un mismo capítulo 4, el
han hecho, ayudándoles a que la redacción se titulado Respeto a la autonomía del paciente.
corresponda con su anhelo; y a todos ellos,
Pero la misma ley viene a introducir confusión en
aconsejándoles su actualización según la evolución
su apartado 8.3 cuando señala unos límites. Nos dice
previsible.
que no puede vincular algo: 1) que sea contrario a la
Si bien la renovación debería ser habitual22, no legislación vigente, 2) que no se corresponda
creemos que pueda pensarse en establecer una exactamente con la situación planteada, y 3) que vaya
caducidad para el documento. Aunque sea cierto que un en contra de las buenas prácticas clínicas.
DVA renovado demuestra una coherencia que no tiene
La primera advertencia parece obvia, pero
el que no ha sido revisado a lo largo del tiempo y de lo
deberíamos distinguir entre no poder incluirlo en el DVA
cambiante de la enfermedad, constituye siempre la
como demanda o que no pueda seguirse después,
expresión de una voluntad. Lo cual no impide reconocer
porque una cosa es la validez del documento y otra
que no todos los documentos tienen el mismo peso.
distinta es la vinculación de la decisión a todo aquello
Los centros sanitarios deberían estar en que en él aparezca consignado. En realidad dicha
condiciones de aconsejar y ayudar a los usuarios cláusula parece haberse concebido para salir al paso de

67

El Parlamento de Cataluña aprobó la Ley 21/2000, que desarrolla disposiciones acerca de la autonomía del paciente, la historia clínica y las volun-
tades anticipadas.

interesados a confeccionar y renovar un DVA, ya sea los que puedan creer ingenuamente que con la
ante notario o ante testigos, y las vías que han de legislación sobre un DVA se posibilita la eutanasia
seguirse para hacerlo y para registrarlo. Todo ello como activa o el auxilio al suicidio sin más.
un servicio sanitario más, aparte, claro está, de informar
En la segunda previsión el legislador se excedió al
del derecho a redactarlos y de especificar en la historia
introducir el adverbio de exactamente, pues nos lleva al
clínica, en sitio visible, si el enfermo dispone o no de un
absurdo ya denunciado23,26 de tener que imaginar y
DVA propio.
desear un documento que prevea exactamente una
situación clínica. La complejidad surge cuando la
realidad de la situación y de la redacción del documento
Utilización del DVA en la decisión clínica obliga a un margen de interpretación, a menudo no
desdeñable; por ejemplo, si la situación concreta no se
Es en la utilización del DVA donde radican las
había previsto en un DVA confeccionado tiempo atrás y
mayores dificultades, y la confusión a este respecto
sin haberse renovado para su adecuación. De ahí la
alimenta a veces falsas expectativas en algunos
oportunidad de la designación de un representante,
ciudadanos y el miedo y la defensa de algunos
sobre todo si se ha especificado que lo es para
profesionales. El Convenio de Oviedo ya dice que estos
representar nuestra voluntad, que él conoce bien, en
documentos deben «tenerse en consideración», no que
situaciones no previstas.
deban seguirse sin análisis, extremo éste en el que
insisten todos los autores. Dicho análisis debe anteponer Por último, la exclusión de aquello que vaya
las premisas éticas del derecho a la libertad de escoger, «contra las buenas prácticas» resulta equívoca y
de no consentir y de limitar la actuación médica. En peligrosa, porque podría permitir también lecturas poco

81 MARC ANTONI BROGGI - LAS VOLUNTADES ANTICIPADAS


respetuosas con la voluntad del paciente. Debería haber Además, en la decisión clínica pueden surgir
quedado claro que éste puede negarse a un tratamiento dificultades relacionadas con el pronóstico del paciente.
(al ingreso en la UCI, pongamos por caso) por muy Una cosa es la directriz emitida con respecto a una
«buena práctica» que se considere y por bien indicado situación terminal o de incapacidad permanente, y otra
que esté. A este respecto debe destacarse la importancia distinta cuando el estado de inconsciencia sea temporal
de diferenciar adecuadamente entre pedir y no permitir y en una situación no terminal. El interrogante se centra
una actuación, pues de no hacerse así se termina entonces en si la información que tenía la persona en el
privando a la ley de toda utilidad: una cosa es recordar momento de redactar el DVA (en relación a la
la evidencia de que el profesional no puede acceder a la reversibilidad de tal estado, las consecuencias del
demanda de actuaciones fútiles o inútiles que no estén rechazo del tratamiento, las alternativas existentes, etc.)
indicadas, y otra radicalmente distinta es negar la era la adecuada para emitir la directriz y, por tanto, en si
autonomía al paciente en su decisión de no permitir una ésta expresa realmente una voluntad lúcida. Y es que la
determinada actuación16. Parece como si con esta formalización habitual del DVA garantiza mínimamente
redacción de la ley se hubiera pretendido cerrar la puerta la libertad y la competencia del otorgante, pero es muy
al paternalismo pero éste se hubiera colado por las difícil que haga lo mismo con respecto a la información
ventanas*. suficiente; de ahí que a la hora de adoptar la decisión en

Debe recomendarse la renovación


del documento cuando, en caso de
haberlo redactado con antelación,
una enfermedad nos muestre ya
situaciones más concretas y quizá
distintas de las previstas.

algunos casos pueda ser discutible el cumplimiento de


alguna exigencia. Basándose en la falta de este requisito
esencial, Ryan20, por ejemplo, argumenta rigurosamente
su oposición a los DVA que no se limitan a una
68 situación de irreversibilidad o de terminalidad, y ésta es
la postura adoptada por la legislación de algunos
estados de EEUU. Reticencias hacia el DVA a raíz de
esta carencia las encontramos en muchos autores19,21,27
que acaban reclamando, para las situaciones de
reversibilidad, una mayor exigencia a la hora de
constatar que el paciente ha recibido información
específica sobre las consecuencias que va a asumir y las
alternativas que abandona. En cambio, en caso de
irreversibilidad o de situación terminal (que convendría
definir para estos casos) se entiende que la información
necesaria para exigir la limitación del tratamiento es
ampliamente reconocida por la población, y por tanto se
Los documentos de voluntades anticipadas, es decir, expresadas por escrito, deben verse
como algo más estable y con mayor repercusión pública que la voluntad verbalmente ex- presupone. Lo mismo ocurre con las directrices
presada. avanzadas en las que se veta una medida de
reanimación en accidentes agudos que surjan en el
transcurso de una enfermedad crónica conocida (como
De todas formas conviene reconocer algunos
el enfermo con bronquitis crónica obstructiva que decide
problemas en la aplicación del DVA. Ya hemos
no ingresar más, a pesar de todo). Cabe suponer
mencionado la dificultad que surge cuando la voluntad
entonces un conocimiento válido.
se refiere a un supuesto que no se corresponde con el
que realmente se vive en el momento de la decisión. Claro está que otros autores defienden que, si la
Entonces debe pasarse, con la ayuda del representante, voluntad ha sido libre y el enfermo era competente, en
a una interpretación del DVA según el criterio principio debe respetarse su decisión de no permitir la
sustitutivo, aunque éste pueda ser entonces más actuación médica sin más28. Pero lo cierto es que el DVA
respetuoso y fundamentado. en estos casos y en los de urgencia presenta dificultades
que conviene no minimizar, y pone de manifiesto la
necesidad de profundizar en el debate sobre sus diversos
*La nueva ley «básica reguladora de la autonomía del contextos (ético, legal y social).
paciente...», ya citada en la nota a pie de página anterior, ha
Lo que parece incontrovertible es que el manejo de
obviado el adverbio exactamente, pero no ha acertado en la
distinción entre pedir una actuación o rechazarla, y solamente los DVA precisa una formación de los profesionales de
ha cambiado la expresión «buenas prácticas» por la más la que ahora carecen, porque los problemas que se
legalista «lex artis». suscitan no pueden ser abordados con una rutina

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 82


acrítica, sino que requieren un tratamiento racional – Recomendación de informar sobre los derechos a
«basado en el conocimiento, la prudencia, el respeto a los pacientes y sobre la oportunidad de confeccionar un
las personas, y no en el temor»29. Y basado en un DVA si se cree que podría beneficiarles.
dialogo colectivo, cuando sea posible; por ello, el papel
– Recomendación de ayudar a confeccionar un
de los comités de ética en este terreno es imprescindible.
DVA a quien le interese, y hacerlo de manera leal a los
Para terminar este apartado debe señalarse que la valores del enfermo, evitando influencias excesivas.
ley 21/2000 obliga a anotar en la historia clínica (de la
– Recomendación de asesorar a quien ya disponga
que forma parte el DVA) la decisión razonada cuando se
de un DVA respecto de su redacción, sus lagunas, sus
ha optado por no seguir las directrices emitidas por el
consecuencias y sus alternativas. Aconsejar renovarlo si
paciente; así se posibilita su posterior valoración. Es
en conciencia se cree que es ventajoso para el paciente.
ésta una obligación interesante, que acostumbrará a los
Y hacer todo esto de manera leal a los valores del
profesionales a razonar sus decisiones y que lleva a
enfermo y evitando influencias excesivas.
recomendar de hecho que en toda historia clínica se
incorporen hojas de análisis éticos donde puedan – Recomendación de contactar con el representante
anotarse estos problemas (curso del proceso de nombrado, si lo hubiera, a no ser que el enfermo ponga
información, voluntades orales, competencia del o haya puesto impedimentos para ello.
paciente, evolución, etc...)30.
– Recomendación de recurrir al comité de ética para
discutir los problemas que pudieran surgir en la
utilización de un DVA.
Recomendaciones sobre el DVA
– Recomendación de recibir formación en ética y,
El amplio horizonte que abre la vigencia y la
concretamente, en el manejo de las decisiones clínicas
utilización del DVA hace oportuno el esfuerzo para
cuando el enfermo está ya inconsciente.
diseñar estrategias en aras a su buena utilización. Las
administraciones, los comités de ética, los profesionales
sanitarios, todos estamos llamados a discurrir y discutir
sobre ello. Al hacerlo, deberíamos distinguir dos niveles:
Conclusión
uno de obligaciones y otro de recomendaciones2. La implantación del DVA pretende que los
Algunas de ellas podrían ser, de momento, las enfermos puedan ejercer mejor su libertad de decidir
siguientes: aún, cuando la pérdida de consciencia ya no permita
hacerlo directamente. Lo importante, más que su forma
1) En el ámbito administrativo (hospitalario y de
de ser ratificado o registrado, es que realmente logre
atención primaria):
plasmar su voluntad de forma inteligible; es esto lo que 69
– Obligación de informar por escrito a los le da su peso real. Pero también sirve de ayuda para los
ingresados y usuarios del derecho a confeccionar DVA, profesionales y familiares que quieren respetar la
de las ventajas que esto puede aportarles y de los voluntad de aquéllos y que, mediante este instrumento,
circuitos diseñados. puedan hacerlo con mayor seguridad. Claro que deben
ser utilizados en la clínica de forma responsable y
– Obligación de aceptar los DVA ya confeccionados
reflexiva, no de forma rutinaria y acrítica.
e incorporarlos a la historia clínica de los pacientes.
El DVA no introduce per se una mayor complejidad
– Recomendación de que la historia clínica ostente
en la práctica. Él mismo es fruto de la complejidad
en lugar visible si contiene o no un DVA.
existente y pretende adecuarse mejor a las difíciles
– Recomendación de incorporar a la historia clínica decisiones clínicas actuales, favoreciendo una mayor
hojas relativas a «Problemas éticos y su evolución». personalización de la decisión y un mayor respeto al
paciente. De hecho estimula el diálogo, ya sea entre
– Recomendación de crear un circuito para ayudar
profesionales y enfermos en el momento de su
a confeccionar o renovar un DVA en el propio centro.
redacción, ya sea entre profesionales y representantes
Por ejemplo, a partir de la Unidad de Atención al
de los enfermos en el momento de su aplicación.
Usuario convenientemente asesorada (con asesoría
Y en ambos momentos los valores del enfermo
médica, jurídica, notarial, etc.).
estarán presentes.
– Los comités de ética son una piedra clave para
analizar problemas, emitir recomendaciones y diseñar
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HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 84


Resumen
La enfermedad terminal genera un intenso
sufrimiento en el paciente, en sus familiares y en los
profesionales sanitarios. A pesar de ello, la atención
estándar sigue siendo muchas veces subóptima. La
respuesta profesional, científica y humana a las
múltiples necesidades durante la fase final está en la
medicina paliativa, que es la respuesta frente al
derecho de todo ser humano al alivio del sufrimiento.
El objetivo fundamental de los cuidados paliativos
CUIDADOS es acompañar al paciente y a la familia a lo largo de
una situación compleja, mediante el alivio de

PALIATIVOS síntomas, la comunicación y el apoyo emocional, la


atención a las necesidades sociales, el reconocimiento
de cuestiones espirituales, el apoyo a la familia
durante la enfermedad y en el duelo.
Recientes avances permiten un mejor alivio de
problemas físicos como el dolor, la caquexia, la
obstrucción intestinal y las alteraciones cognitivas. Junto
a ello, debe conseguirse un ambiente de respeto que
favorezca la comunicación y la expresión de emociones y
sentimientos. En ocasiones, la vivencia de la enfermedad
favorece el desarrollo y crecimiento personal.
Son necesarios programas de cuidados paliativos,
tanto en hospitales de agudos, como en centros
sociosanitarios y en el domicilio, para responder a la
ANTONIO PASCUAL LÓPEZ alta demanda asistencial. La accesibilidad y equidad
son fundamentales para garantizar su calidad.
Unidad de Cuidados Paliativos. Hospital de la Santa Creu i Palabras clave: Sufrimiento. Enfermedad
Sant Pau. Barcelona (España). terminal. Cuidados paliativos.
71
Abstract
PALLIATIVE CARE
Terminal diseases generate a deep suffering in
patients and their families, but also in health
professionals. In spite of this, the standard treatment
remains too frequently insufficient. The professional,
scientific and human response to the numerous needs
Presidente de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos. during the terminal phase is to be found in palliative
Director de la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Sant medicine, responding to the human right to relief of
Pau. Universidad Autónoma de Barcelona. pain and suffering.
The basic objective of palliative care is to stand
by the patients and their families through a complex
experience, which includes, inter alia, symptoms relief,
communication and emotional support, attention to
social needs, recognition of spiritual matters, support
to the family during the disease and the mourning.
Recent advances allow a better relief of physical
problems such as pain, cachexia, intestinal obstruction
and cognitive failure. We should create an atmosphere
of respect favouring communication and expression of
emotions. Sometimes even, the disease’s experience
favours a personal development.
Palliative care programs are neccessary in
hospitals, in hospices and at home to respond to a high
demand of assistance. Accessibility and equity are the
key for a guarantee of quality.
Key words: Suffering. Terminal disease. Palliative
care.

85 ANTONIO PASCUAL LÓPEZ - CUIDADOS PALIATIVOS


Los pacientes presentan habitualmente numerosos
Introducción síntomas como dolor, dificultad para respirar, pérdida de
A pesar de los importantes avances de la medicina, apetito, sensación de agotamiento y falta de fuerzas,
la atención adecuada al creciente número de personas estreñimiento, náuseas y vómitos, insomnio y sequedad
ancianas, pacientes con enfermedades de boca. El dolor es la molestia prioritaria para el 40%
crónico–degenerativas y cáncer sigue representando un de los enfermos en el momento de ser atendidos en
importante reto de salud pública. Muchos de estos nuestra Unidad.
enfermos atravesarán, a lo largo de su evolución, una
La evaluación continuada y el alivio de estos
etapa terminal, caracterizada por un intenso sufrimiento
síntomas, siempre posible en mayor o menor grado, es
y una alta demanda asistencial.
una de las bases de los cuidados paliativos. Sin
La situación terminal de cada enfermo, y por tanto embargo, sería una simplificación apartada de la
su incurabilidad y un pronóstico de vida corto, realidad reducir el sufrimiento a estos problemas.
habitualmente inferior a 6 meses, debe ser La cercanía de la muerte, con distintos grados de
rigurosamente confirmada1. Se identifica habitualmente conocimiento individual, hace aflorar numerosas
con el cáncer incurable, dada su elevada incidencia y emociones y sentimientos como miedo, inseguridad,
mortalidad. En el momento actual, la mitad de los desesperanza, tristeza, ira y frustración ante situaciones
enfermos diagnosticados de un cáncer fallecen por de incapacidad. Se añaden con frecuencia
progresión de éste; el 44% en los primeros 12 meses modificaciones significativas de la dinámica social y
desde su presentación. La Agencia Internacional para la
Investigación en Cáncer estimó que en 1996 murieron
por cáncer en el mundo más de 7 millones de personas2. La cercanía de la muerte, con
En nuestro medio, el cáncer es la segunda causa de
muerte (aproximadamente 200 fallecimientos por
distintos grados de conocimiento
100.000 habitantes/año ), lo que representa el 25% de individual, hace aflorar numerosas
todos los fallecimientos3,4.
emociones y sentimientos como
La enfermedad terminal ocasiona un intenso
sufrimiento en el paciente y también en sus seres
miedo, inseguridad, desesperanza,
queridos, cuyo alivio es un derecho de todas las tristeza, ira y frustración ante
personas. Una concepción moderna del tratamiento del
cáncer debería incluir obligatoriamente estrategias situaciones de incapacidad.
paliativas orientadas al confort y a mejorar en lo posible
72 la calidad de vida durante el período final de ésta.
familiar. Entre las preocupaciones llamadas espirituales
Otros procesos en fases avanzadas como el sida, o existenciales más frecuentes destacaríamos las
las demencias, las enfermedades neurológicas relacionadas con alteraciones de la integridad personal
invalidantes y las insuficiencias irreversibles de órganos (imagen corporal, sexualidad, funciones corporales o
pueden, durante su etapa terminal, beneficiarse de un intelectuales), sentimientos de culpa, frustración por
enfoque terapéutico paliativo. La cuantificación de estos tareas inacabadas y angustia respecto al futuro propio o
enfermos queda pendiente de una mejor definición, de la familia. El abandono sanitario al que
aunque se calcula que su número global se aproxima al desgraciadamente están aún expuestos muchos de estos
de pacientes con cáncer terminal5,6. enfermos contribuye a su sufrimiento integral.
Las familias son también golpeadas por la
El sufrimiento en la fase terminal enfermedad terminal. El dolor ante la pérdida se
entremezcla con la carga física, emocional y existencial
Los enfermos en situación avanzada y terminal que supone el cuidado y con posibles conflictos tanto
presentan una alta necesidad y demanda asistencial, por interpersonales como éticos.
lo que es imprescindible la implicación de todos los
niveles sanitarios. Un estudio realizado en el Reino Los profesionales sanitarios, de forma más o
Unido ha puesto de manifiesto que el 25% de las menos consciente, se ven también impactados por la
hospitalizaciones corresponde a enfermos en su último muerte de sus enfermos, que puede ser vivenciada como
año de vida, y que además generan unos costes muy un fracaso. La escasa formación recibida en este campo,
elevados7. la necesidad de tomar decisiones difíciles, con frecuentes
dilemas éticos, y la carga de trabajo pueden llevar a una
El alivio del sufrimiento requiere, además de una situación de burn-out («estar quemado») que se
gran competencia clínica, altas dosis de sensibilidad traduzca en una falta de implicación profesional y
para acercarse a los múltiples y cambiantes problemas afectiva hacia enfermos y familias.
de enfermos y familias. El primer paso será la
identificación de los numerosos factores, tanto físicos Como se ha indicado, la atención estándar recibida
como emocionales, sociales y existenciales que por estos enfermos continúa siendo muchas veces
contribuyen a este sufrimiento8. Es interesante destacar subóptima. Resulta llamativo que el cuidado, una de las
que, independientemente del diagnóstico y los misiones tradicionalmente «sagradas» del médico, recibe
protocolos de tratamiento aplicados, la vivencia final menor atención a medida que aumentan los avances y
representa una experiencia individual, única y la sofisticación de la medicina. Entre distintas razones
trascendente de cada ser humano. destacaríamos la negación social de la muerte, unida a

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 86


un cierto delirio de inmortalidad y una orientación un derecho fundamental de las personas y una prioridad
excesivamente técnica y biologicista de la medicina para las administraciones y organizaciones sanitarias y
actual. En un importante estudio multicéntrico sociales»14.
americano se ha evidenciado en más de 9.000 enfermos
en fase terminal la coexistencia de situaciones de
encarnizamiento (40% de fallecimientos en unidades de Cuidados paliativos: principios
cuidados intensivos) con abandono terapéutico (50% y objetivos
con dolor en los últimos días)9.
La OMS los define como «cuidados activos totales
En una investigación que realizamos en 1995 destinados a enfermos con procesos avanzados e
sobre enfermos oncológicos en fase terminal incurables y a sus familiares, con énfasis en el confort y
diagnosticados y tratados en el servicio de oncología de la calidad de vida»12.
un hospital terciario, constatamos un deficiente control
Los cuidados paliativos constituyen una clara
de los síntomas, un reducido número de visitas
alternativa al «ya no hay nada que hacer», y son la
domiciliarias por parte de los profesionales de atención
estrategia terapéutica de elección en la situación
primaria y una elevada frecuentación del servicio de
terminal. Responden a los imperativos éticos de
urgencias en el último mes de vida10.
solidaridad para el alivio del sufrimiento y rechazo de
Frente a esta situación existe una demanda tratamientos innecesarios que aumenten éste. Afirman
generalizada de una atención centrada en el ser el valor de la vida de todo ser humano, rechazando la

73

En el proceso de pérdida de un ser querido con una enfermedad terminal, suele haber una etapa caracterizada
por la tristeza, que finalmente desemboca con frecuencia en una vivencia serena de los problemas y, en algunos
casos, en la aceptación. (La muerte en la habitación de la enferma, de Edvar Munch.)

humano, de calidad y a costes razonables, que permita tendencia social actual a considerar inútil la existencia
una vida y una muerte dignas11,12. La respuesta de personas con minusvalía y dependencia. No tienen
profesional, científica y humana a las necesidades de como objetivo prolongar la vida artificialmente ni
muchos enfermos en fase terminal y de sus familiares se acelerar la muerte.
encuentra en la medicina paliativa. La OMS insiste
Todas las estrategias terapéuticas de los cuidados
desde hace más de 10 años en la urgente necesidad de
paliativos se basan en los principios básicos que se
implementar y generalizar programas de cuidados
resumen a continuación:
paliativos13. La Asamblea Parlamentaria del Consejo de
Europa ha subrayado el derecho de todos los enfermos 1. La muerte es una etapa de la vida. La angustia
en fase terminal a unos cuidados paliativos integrales de los profesionales ante la muerte puede llevar a
(Recomendación 1418, adoptada el 25 de junio de actitudes de huida, como abandono del paciente,
1999). rituales terapéuticos y encarnizamiento. La reflexión y
empatía ante el sufrimiento conducen al compromiso de
La Organización Médica Colegial de España y la
acompañamiento.
Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL)
han afirmado recientemente: «La atención integral y la 2. Nuestras actuaciones se basan en las
promoción de la calidad de vida en las fases más necesidades del paciente. El tiempo, el espacio, el
avanzadas de las enfermedades crónicas evolutivas y de planteamiento de objetivos, la disponibilidad del
los enfermos terminales, deben ser consideradas como personal, girarán alrededor del principal protagonista de

87 ANTONIO PASCUAL LÓPEZ - CUIDADOS PALIATIVOS


los cuidados. Una importante investigación cualitativa
ha recogido las perspectivas expresadas por 126 Los cuidados paliativos
pacientes con enfermedades en fase terminal ante su
muerte. Por orden de importancia eran: alivio del dolor
constituyen una clara alternativa
y de otros síntomas, evitar situaciones de obstinación al «ya no hay nada que hacer»,
terapéutica, mantener el control de la situación, no ser
una carga para los suyos y estrechar relaciones con los
y son la estrategia terapéutica
seres queridos15. de elección en la situación
3. El paciente y la familia son una unidad de terminal.
cuidados. El alivio del sufrimiento de los seres queridos,
impactados por la situación terminal, forma parte de los
objetivos. Son factores clave el respeto y el que puedan toma de decisiones. Como un ejemplo característico
expresar su propio sufrimiento, las orientaciones sobre puede citarse la colocación de una sonda nasogástrica
aspectos prácticos de cuidados, la prevención y los para la alimentación, que se indica frecuentemente ante
consejos sobre actuaciones en caso de crisis y el apoyo dificultades para la deglución. El evidente beneficio
emocional para la aceptación de la pérdida y el proceso mecánico puede carecer de interés si el paciente, como
de duelo. sucede en muchos casos, prefiere una alimentación
natural blanda y rechaza esta opción.
4. La alta demanda asistencial requiere un equipo
de cuidados. Un equipo interdisciplinario cubre Intentamos combinar medidas no farmacológicas,
sinérgicamente las múltiples necesidades, con el como fisioterapia, hábitos higiénico-dietéticos,
objetivo común de buscar el bienestar del paciente y de distracción, ambiente cálido, atmósfera de respeto y
la familia. Las reuniones periódicas del equipo son confianza, con la administración de los medicamentos
claves para la planificación y evaluación del trabajo. necesarios, habitualmente pautados a intervalos
Además, la interacción positiva del equipo ayuda a determinados y administrados por vía oral. Los posibles
prevenir el estrés. La idea de equipo se extiende también efectos secundarios deben prevenirse con antelación.
a la integración y coordinación de los distintos niveles Dados los frecuentes y cambiantes problemas, la
asistenciales. estrategia terapéutica debe revisarse de forma
continuada, haciendo visible nuestra disponibilidad e
5. Siempre hay «algo que hacer». Con una indicando claramente a qué profesionales han de
atención continua a los mínimos detalles y una recurrir.
comunicación adecuada, siempre es posible el alivio.
Incluso en las situaciones más complejas, la presencia En los últimos años se han producido avances muy
74 de un profesional puede aportar serenidad. importantes en el control de síntomas18. Debe destacarse
el eficaz alivio del dolor en la mayoría de los casos. La
El objetivo fundamental de los cuidados paliativos base del tratamiento del dolor es la administración de
es acompañar al paciente y a la familia, intentando morfina, habitualmente por vía oral. En los últimos
mitigar en lo posible una situación extremadamente años disponemos además de otros opioides potentes,
compleja mediante una atención integral. Los objetivos
específicos se resumen en la tabla 1. Resulta fácil
comprender que esta tarea requiere, contrariamente a lo
que incluso algunos profesionales piensan, una
Tabla 1
dedicación intensiva de la máxima responsabilidad. El OBJETIVOS DE LOS CUIDADOS PALIATIVOS
afecto y solidaridad juegan un papel muy importante en
esta noble tarea. Proporcionar confort físico mediante el alivio de
los síntomas y la atención a detalles como los cui-
dados corporales, los cuidados de la boca y la ali-
Avances en el control de síntomas mentación e hidratación naturales.

El alivio de los síntomas es siempre una urgencia, Comunicación y apoyo emocional, asegurando al
enfermo ser escuchado, participar en las decisio-
teniendo en cuenta la relatividad del tiempo de nuestros
nes, obtener respuestas claras y honestas y ex-
enfermos. Como se ha señalado, siempre es posible
presar sus emociones.
reducir la intensidad y las repercusiones sobre el
enfermo de estos síntomas, favoreciendo la adaptación Atención a las necesidades sociales, favoreciendo
y contribuyendo a mantener esperanzas realistas. el mantenimiento, reencuentro y/o creación de la-
zos afectivos con los familiares y el equipo tera-
El primer paso para el alivio es la evaluación péutico, incluidos los voluntarios.
cuidadosa, intentando reconocer las causas y/o
mecanismos de producción y su impacto físico y Acompañamiento que reconozca el posible plan-
emocional. El enfermo nos dirá cuáles son sus molestias teamiento de cuestiones existenciales y la bús-
queda del sentido.
prioritarias. Habitualmente utilizamos instrumentos
sencillos, como escalas analógicas visuales, en las Ayuda a los familiares durante la enfermedad y en
cuales el enfermo y en su defecto los familiares, nos el duelo.
indican la severidad de sus problemas16, 17. Prevención, reconocimiento y tratamiento del es-
El plan terapéutico debe ser comentado con el trés en los profesionales sanitarios (burn-out).
enfermo y la familia, que participarán activamente en la

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 88


La base del tratamiento del dolor en los pacientes terminales es la administración de morfina. A ella se han suma-
do en los últimos años otros potentes opioides. (La morfina, de Santiago Rusiñol.)

como fentanilo y metadona, y hemos aprendido a contribuye a garantizar además el deseo de los enfermos
realizar su rotación, o cambio de uno por otro, en casos y de las familias de evitar el encarnizamiento
de alivio ineficaz o de efectos tóxicos19. terapéutico25. Entre sus indicaciones más habituales se
encuentran la disnea severa, la agitación y la angustia
Otra área de activa investigación es el manejo de la
existencial. El fármaco habitualmente utilizado es el
caquexia-anorexia del cáncer, responsable de la
midazolam. Debe insistirse en el respeto exquisito de los
consunción de la masa muscular y proteica de los
enfermos20. Es un problema particularmente relevante requisitos éticos necesarios: refractariedad contrastada
por el simbolismo vital de la alimentación. Diversas de los problemas, discusión con la familia y el paciente, 75
sustancias, entre las que citaremos el acetato de reflexión en equipo y técnica adecuada26.
megestrol, la talidomida, la melatonina y el ácido
eicosapentanoico podrían ser capaces de inhibir las
citocinas implicadas en la producción de este síndrome o Más allá de los síntomas
sus efectos metabólicos21. El control de los síntomas es imprescindible para el
El manejo de la obstrucción intestinal inoperable confort, aunque por sí solo resulta insuficiente. El
con combinaciones de morfina, hioscina y haloperidol término acompañamiento refleja muy bien el hecho de
administradas por vía subcutánea permite que un que los profesionales tenemos que «estar al lado»
elevado porcentaje de pacientes pueda tomar pequeñas durante esta etapa trascendente y única para cada
cantidades de alimentos sin necesidad de recurrir a lo persona. La frecuencia, intensidad y ritmo de nuestras
que era habitual, la colocación de una sonda actuaciones estarán en función de las necesidades
nasogástrica, que imposibilita para comer y beber, y de integrales y de los deseos de los pacientes, que
una vía intravenosa22. Recientemente se ha comprobado tendremos que saber detectar.
que la eficacia aumenta con la adición de octreotida23. Hemos aprendido de nuestros mejores maestros,
Citaremos como otro ejemplo de avances en el los enfermos, que durante la etapa final de la vida
control de los síntomas el abordaje de los cuadros surgen reflexiones profundas, emociones intensas,
confusionales, con frecuencia acompañados de agitación necesidades de resolver «asuntos pendientes» e incluso
y con un gran impacto sobre los familiares e incluso los en algunos casos vivencias de crecimiento y
equipos terapéuticos. La evaluación cuidadosa de los enriquecimiento personal27,28. Desde un punto de vista
cuadros confusionales y su identificación temprana profesional, la complejidad de la situación y la escasa
permite que un 30-40% de ellos sean reversibles. Entre formación en estos aspectos no nos autoriza a
los factores etiológicos cuya modificación contribuye a obstaculizar estas experiencias mediante engaños
la reversibilidad destacan la deshidratación y los burdos o actitudes de huida.
psicofármacos, incluyendo en este grupo los opioides La herramienta de trabajo básica es la
por sus efectos neuropsicológicos24. comunicación, que además tiene en sí gran eficacia
En algunos casos, a pesar de aplicar todos los terapéutica. Un objetivo clave es conseguir una
conocimientos disponibles, el alivio resulta insuficiente. atmósfera de serenidad y respeto. El paciente debe
La sedación o alivio de problemas refractarios mediante percibir que los miembros del equipo están dispuestos a
la disminución farmacológica del grado de conciencia es escucharle atentamente. De este modo se irán
imprescindible en un 15-36% de los casos, lo que desgranando las múltiples emociones que caracterizan

89 ANTONIO PASCUAL LÓPEZ - CUIDADOS PALIATIVOS


También puede asistirse a expresiones de
sentimientos de amor, de reconciliación, de perdón, de
culpa, de agradecimiento, con una impresión de haber
completado la relación con los seres queridos. Existe
con frecuencia necesidad de «decir adiós», con
situaciones emocionantes para el enfermo y su familia.
La aceptación de la propia pérdida y de la
dependencia se favorece cuando se es capaz de expresar
dolor y tristeza ante la misma.
En ocasiones asistimos a períodos finales
caracterizados por la desconexión con el medio, la
suelta de amarras y la vivencia de un nuevo yo. El
enfermo puede recurrir a un lenguaje simbólico y hablar
de «viajes», de «caminos por recorrer», y son frecuentes
las referencias a personas queridas que han fallecido.
Estas situaciones impactan a los familiares y resulta
muy tranquilizador poderlas comentar serenamente con
los profesionales sanitarios.

Programas de medicina paliativa


El objetivo fundamental de los cuidados paliativos es acompañar al paciente y a la familia,
intentando mitigar una situación extremadamente compleja mediante una atención integral. La aplicación de los principios y objetivos
señalados anteriormente requiere cambios importantes
de organización y planificación, con implicación
institucional e individual de los profesionales sanitarios.
la llamada «crisis del morir» que aparece ante la idea de
Quedan aún muchas resistencias organizativas,
esta posibilidad: miedo, ira, ansiedad, negación, humor,
económicas y de negación individual y social de la
desesperación, frustración29. Las estrategias de
muerte, que llevan a sufrimientos innecesarios de
información tienen como misión favorecer la mejor
muchas personas enfermas, tanto por errores de
adaptación posible del paciente y de la familia a una
omisión como por errores de actuación32.
situación generadora de sufrimiento. Se intenta, tras
76 averiguar mediante preguntas abiertas el conocimiento
de la situación, proporcionar una información
progresiva, adaptada al ritmo de cada persona, capaz de PACIENTE CON ENFERMEDAD
mantener esperanzas realistas30. AVANZADA Y TERMINAL
A la crisis citada anteriormente suele seguir una
etapa caracterizada por la tristeza, con una disminución IDENTIFICACIÓN DE NECESIDADES
de la intensidad de las emociones y preocupaciones. Por
último, se llega con frecuencia a una vivencia serena de
los problemas y, en algunos casos, a la aceptación.
Durante la etapa final emergen con frecuencia Baja complejidad Alta complejidad Baja complejidad
cuestiones existenciales profundas que son compartidas Alto soporte Bajo soporte
con los profesionales sanitarios. Aunque esta tarea poco
conocida puede generarnos preocupación, debe DOMICILIO/CE UNIDAD UNIDAD
destacarse que la petición más frecuente que se nos PALIATIVOS PALIATIVOS
AGUDOS CSS
hace es escuchar con cariño y respeto. Es un auténtico
privilegio recibir la confianza íntima de enfermos y
familias en esta fase.
Aun insistiendo en la individualidad del proceso,
hay mecanismos comunes de adaptación del ser
humano ante la muerte, realizando lo que Byock ha
llamado «el trabajo pendiente»31. Fig. 1. Ubicación del paciente en cuidados paliativos (CE: consulta externa; CSS: centro
sociosanitario).
Uno de estos mecanismos consiste en solucionar
aspectos materiales, legales, fiscales, hacer frente a
responsabilidades sociales, dar instrucciones sobre el En todos los niveles asistenciales deberían ponerse
futuro. Se realizan despedidas sociales y profesionales, en marcha medidas generales de mejora de la atención
con una tendencia a recogerse en un mundo más íntimo paliativa, como formación de nivel básico, dedicación de
y familiar. La revisión de la vida y la transmisión de tiempos y espacios específicos a la fase terminal,
conocimientos y experiencia son una expresión de facilitación de la presencia activa de las familias, método
búsqueda del sentido. La presencia de un equipo de trabajo interdisciplinar, elaboración de guías de
receptivo puede contribuir a facilitar esta tarea y a control de síntomas y facilitación de la prescripción de
aumentar, muchas veces recuperar, la autoestima. analgésicos opioides.

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 90


Además, es necesaria la presencia en cada área
sanitaria de profesionales con formación y dedicación
específica a los cuidados paliativos, que además de La aceptación de la propia pérdida
atención directa realizarán funciones de asesoramiento, y de la dependencia se favorece
formación e investigación.
En el momento actual existen numerosas
cuando se es capaz de expresar
evidencias de la efectividad y eficiencia de los dolor y tristeza ante la misma.
programas de cuidados paliativos33. Existe una cierta
tendencia a considerarlos como «cuidados mínimos»
o «cuidados de segunda clase», lo que en el momento
– Necesidad de una sólida base de conocimientos y
actual refleja una mezcla de ignorancia y falta de
experiencia, con evaluación de resultados y control de
sensibilidad.
calidad.
Los cuidados paliativos actuales se basan en la
Para responder adecuadamente a estos retos, los
experiencia de los «hospices» ingleses, fundados a
cuidados paliativos deben integrarse plenamente en el
finales de los años 60. Su filosofía y probada eficacia en
sistema sanitario y docente, garantizando la atención en
el control de síntomas mantienen toda su vigencia. Sin
todos los niveles asistenciales. El modelo idóneo,
embargo, el rápido desarrollo de los cuidados paliativos
integral-integrado, incluye actuaciones paliativas en los
en los últimos años plantea nuevos retos entre los que
hospitales de agudos , centros sociosanitarios y
destacan:

77

En la fase terminal de una vida puede asistirse a expresiones de amor, de reconciliación, de perdón, de culpa, de
agradecimiento, con una impresión de haber completado la relación con los seres queridos. (Casamiento in ar-
ticulo mortis, de Nicanor Piñole. Museo de Bellas Artes, Oviedo.)

– Acceso a los cuidados paliativos por parte de un domicilio, con una exquisita conexión entre estos
mayor número de pacientes, incluidos los más jóvenes y niveles. La ubicación del enfermo en estos niveles
con problemas complejos de impacto severo, así como puede variar en distintos momentos evolutivos y
un número creciente de pacientes no oncológicos. dependerá de la complejidad de la situación y de las
posibilidades de soporte tanto familiar como sanitario en
– Incorporación de actuaciones paliativas de control
el domicilio (fig. 1).
sintomático o apoyo emocional en fases evolutivas más
tempranas. Según el directorio 2002 de la Sociedad Española
de Cuidados Paliativos, hay actualmente en España 213
– Deseo de algunos pacientes y familias de ser programas específicos de cuidados paliativos, la mitad
atendidos en el hospital en fases avanzadas, de ellos hospitalarios y la otra domiciliarios34. Se calcula
manteniendo una continuidad de cuidados. que estos equipos atienden al 25% de los
– Diseño de sistemas que respondan rápida y aproximadamente 100.000 enfermos que fallecen
eficazmente a situaciones de crisis. anualmente por cáncer. Debe destacarse que la
distribución de estos programas es muy heterogénea y
– Existencia de una demanda educativa que sigue habiendo zonas con una escasez indignante
generalizada sobre cuidados paliativos, lo que hace de recursos. Recordemos que, junto a la efectividad, la
imprescindible la implicación en este campo de las accesibilidad de los enfermos y la equidad son criterios
estructuras docentes. básicos de la calidad de estos programas.

91 ANTONIO PASCUAL LÓPEZ - CUIDADOS PALIATIVOS


Recientemente el Ministerio de Sanidad ha method for the assessment of palliative care. J Palliat Care
publicado las bases para el Desarrollo del Plan Nacional 1991;7:6-9.
de Cuidados Paliativos35, elaborado en el Consejo 17. Nekolaichuk C, Maguire TO, Maria Suárez-Almazor M,
Interterritorial a instancias del Senado. Confiamos en Rogers W, Bruera E. Assessing the reliability of patient,
que sus intenciones de «garantizar a los pacientes en nurse, and family caregiver symptom ratings in
fase terminal los cuidados paliativos como un derecho hospitalized advanced cancer patients. J Clin Oncol
legal del individuo, en cualquier lugar, circunstancia o 1999;17:3621-3630.
situación, a través de las diferentes estructuras de la red 18. Billings JA. Recents advances. Palliative care. BMJ
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HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 92


Resumen
El artículo se ocupa de uno de los aspectos
centrales de la discusión en torno de la aceptabilidad
moral de la eutanasia activa: el principio de
autonomía. Luego de realizar algunas precisiones
conceptuales sobre el concepto de eutanasia y de
autonomía, se presentan dos argumentos a favor de la
permisión legal de la eutanasia activa basados en el
valor de la autonomía. El primero es un argumento
directo: si aceptamos el derecho a la autonomía,

EUTANASIA debemos aceptar también la decisión autónoma de


morir de un paciente terminal. El otro apela a la
amplia aceptación del rechazo de tratamiento,
Y AUTONOMÍA argumentando que es inconsistente aceptar esta
práctica y rechazar la eutanasia activa. A
continuación se discuten dos objeciones importantes.
Una de ellas se basa en cuestionar la competencia de
los enfermos terminales para tomar decisiones
autónomas. La otra es una versión del argumento de
«pendiente resbaladiza». La conclusión del artículo es
que, a pesar de esas objeciones, el derecho a una
decisión autónoma acerca del momento y el modo de
morir da una razón prima facie importante a favor de
la legalización de la eutanasia activa.
Palabras clave: Eutanasia. Autonomía. Ética
médica.

EDUARDO RIVERA LÓPEZ


Universidad Torcuato Di Tella. Escuela de Derecho. Miñones
2177. 1428 Buenos Aires, Argentina.
79

Abstract
EUTHANASIA AND AUTONOMY
Eduardo Rivera López es licenciado en filosofía (Universidad de The article discusses one of the central aspects of
Buenos Aires, Argentina) y Doctor en Ciencias Políticas the debate on the moral acceptability of active
(Universidad de Mainz, Alemania). Ha publicado varios libros euthanasia: the principle of autonomy. After making
sobre filosofía política y bioética, así como artículos en Análisis some comments on the concept of euthanasia and of
Filosófico, Crítica, Rechtstheorie, Analyse und Kritik, Doxa, autonomy, it presents two arguments that favor the
RLF, Associations, Developing World Bioethics, entre otras legalization of active euthanasia based on the value of
revistas especializadas. autonomy. The first is a direct argument: If we accept
the right to autonomy, we must also accept a
terminally ill patient’s autonomous decision to die. The
second appeals to the broad acceptance of withholding
treatment, arguing that it is contradictory to accept
this practice and deny active euthanasia. The article
then discusses two important objections. One is based
on the question of terminally ill patients’ competence
to make autonomous decisions. The other is a version
of the «slippery slope» argument. The article
concludes that, despite these objections, the right to
decide autonomously on how and when to die offers an
important prima facie reason to defend the legalization
of active euthanasia.
Key words: Euthanasia. Autonomy. Medical
ethics.

93 EDUARDO RIVERA LÓPEZ - EUTANASIA Y AUTONOMÍA


luego distinguir diferentes tipos de eutanasia (algunos
Introducción de los cuales pueden ser defendibles y otros no).
La discusión acerca del estatus moral de la
La definición que propongo es la siguiente: es una
eutanasia ha crecido enormemente en las últimas
conducta llevada a cabo por un agente de salud, una
décadas. Este crecimiento ha llevado consigo una
de cuyas consecuencias previsibles por él es la muerte
creciente diferenciación y complejidad. Esto, a su vez,
de un paciente que padece una enfermedad grave e
ha implicado la posibilidad de discutir sobre la eutanasia
irreversible, y que es llevada a cabo con la justificación
desde diferentes perspectivas, a veces conectadas entre
de que la muerte del paciente no es un mal o un daño
sí, a veces independientes. Por un lado, todo esto
para él, todas las cosas consideradas1.
significa un enriquecimiento, pero, por otro, también un
peligro: el peligro de creer que arribando a alguna Con esta definición bien amplia, podemos ahora
conclusión respecto de uno de esos aspectos, hemos distinguir diversos tipos de eutanasia. Normalmente, se
resuelto el problema general. Por ello, si bien este utilizan tres criterios de clasificación:
trabajo se ocupa de un aspecto de la eutanasia (su
1.– El primero se refiere a la voluntariedad de la
conexión con el principio y el valor de la autonomía
eutanasia por parte del paciente. Aquí se distinguen:
personal), no deberíamos caer en el error de creer que
esto agota la cuestión. De cualquier modo, sería a) Eutanasia voluntaria: el paciente consiente en
imposible abarcar todos los costados del problema en un que se le practique eutanasia.
trabajo acotado como éste.
b) Eutanasia no voluntaria: el paciente no
Incluso si tomamos en cuenta sólo el valor consiente porque no es competente para hacerlo (es un
específico de la autonomía, es necesario realizar una niño, está en estado inconsciente o de perturbación,
distinción fundamental entre dos cuestiones diferentes etc.).
que atañen a la moralidad (o inmoralidad) de la
c) Eutanasia involuntaria: el paciente no consiente,
eutanasia. Por un lado, puede discutirse la cuestión de
o bien porque es consultado y la rechaza, o bien porque,
la moralidad de la conducta eutanásica, es decir, su
pudiéndosele consultar, no se le consulta.
justificación moral como conducta humana individual:
por otro, la cuestión de la moralidad de la permisión 2.– El segundo criterio se refiere al tipo de conducta
jurídica de la eutanasia, es decir, la justificación moral del médico. Aquí existen, creo, dos posibilidades de
de permitir o no permitir jurídicamente realizar clasificación:
conductas eutanásicas. Si bien existen conexiones
a) Hacer pasar la distinción según la diferencia
evidentes entre los dos planos, es común confundirlos.
entre acción y omisión:
En general, de la permisión o prohibición moral de una
80 conducta no se sigue deductivamente nada acerca de – Eutanasia activa: la conducta cuya consecuencia
que esté o no moralmente justificada la permisión o previsible es la muerte del paciente es una acción
prohibición jurídica de esa conducta. Esta distinción es (administrar determinada droga, desconectar
importante y muchas veces olvidada también en otros determinado aparato).
ámbitos, como el del aborto. En lo que sigue, me
– Eutanasia pasiva: la conducta cuya
concentraré en la cuestión de la aceptabilidad moral de
consecuencia previsible es la muerte del paciente es una
la permisión legal de la eutanasia activa.
omisión (no administrar determinada droga o
El propósito de este trabajo es, en primer lugar, tratamiento, no conectar un aparato).
informativo. Quisiera lograr describir un panorama
b) Adoptar un criterio más amplio, según el cual se
mínimamente representativo de la discusión en torno de
considera que actuar es aplicar un tratamiento y no
la conexión entre la permisión o prohibición de la
actuar es no aplicarlo o suspenderlo:
eutanasia y el principio de autonomía. Sin embargo, mi
descripción no será neutral. Mi segundo objetivo es – Eutanasia activa: La conducta cuya
argumentar a favor de que el principio de autonomía consecuencia previsible es la muerte del paciente
nos da razones de peso para aceptar, en principio, la consiste en administrar una sustancia que provoca la
permisión moral y legal de la eutanasia activa. Estas muerte del paciente.
razones deberán ser balanceadas con consideraciones de
– Eutanasia pasiva: La conducta cuya
otro tipo, las cuales, obviamente, están fuera del alcance
consecuencia previsible es la muerte del paciente
de este trabajo.
consiste en no aplicar o suspender un tratamiento (si se
aplicara el tratamiento el paciente viviría más tiempo).
Aclaraciones terminológicas En esta segunda interpretación, la eutanasia pasiva
puede involucrar también acciones (como desconectar
Un problema general que es ineludible, antes de
aparatos, quitar sondas, etc.). Por otro lado, la
ingresar en el aspecto específico de la autonomía, es la
eutanasia pasiva (en cualquiera de las dos
ausencia de un acuerdo semántico mínimo en torno de
interpretaciones) puede ser total o parcial, involucrando
lo que entendemos por eutanasia. Por ello, quisiera
la no aplicación (o suspensión) de todo tratamiento
preliminarmente realizar algunas aclaraciones
tendente a mantener al paciente con vida (incluyendo,
terminológicas.
por ejemplo, nutrición e hidratación), o parcial,
Creo que la mejor estrategia para obtener la mayor incluyendo sólo la no aplicación (o suspensión) de
claridad conceptual en torno del problema es adoptar ciertos tratamientos más sofisticados (aquellos que
una definición lo más amplia posible de eutanasia, y involucran, por ejemplo, medios «extraordinarios», o

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 94


que causan malestar o sufrimiento en el paciente).
Aunque mi argumentación no dependerá de la adopción
de alguna de estas dos interpretaciones, creo que la más
plausible para rescatar el sentido último de la distinción
entre matar y permitir morir es la segunda.
3.– El tercer criterio se refiere al modo en que la
muerte del paciente es prevista por el médico. Podemos
distinguir entre:
– Eutanasia directa: la muerte del paciente es un
medio para lograr un fin valioso (generalmente,
terminar con el dolor y el sufrimiento del paciente).
– Eutanasia indirecta: la muerte del paciente es
sólo una consecuencia previsible pero no buscada. Se
trata de un efecto colateral de otro fin valioso
(generalmente, aliviar el dolor y el sufrimiento).
Obviamente, podemos combinar estos diferentes
tipos de eutanasia, obteniendo un cuadro bastante
variado de posibilidades, que no me detendré a analizar
aquí2.

El principio de autonomía
Vayamos ahora al problema específico de la
autonomía. El principio de autonomía ha sido formulado
de diversas maneras, tanto en general como en el
contexto específico de la bioética. En ambos casos, es
común aceptar alguna versión de este principio.
Difícilmente se encuentre, dentro de la filosofía práctica Bertrand Russell ha sido uno de los mejores matemáticos del siglo XX y un luchador in-
contemporánea, alguna concepción que niegue cansable a favor de la libertad y la paz. El ser humano debe construir su vida, decidir su
muerte, procurar la felicidad propia y ajena, liberándose de dogmatismos y prejuicios.
completamente el valor de la autonomía individual.
Las diferencias, en todo caso, se refieren al alcance 81
de la autonomía y sus posibles restricciones para
mínima. En segundo lugar, decir que una persona es
satisfacer otros principios o valores.
autónoma se puede referir a una condición. Alguien
Un principio de autonomía (es decir, una norma puede tener la capacidad de autogobierno, pero ser un
que prescribe el respeto de la autonomía individual) esclavo. Feinberg recoge una variedad de ideas
requiere, obviamente, de una concepción de la asociadas al estado o condición de autonomía. Algunas
autonomía. Es necesario determinar exactamente qué es de ellas son la auto-posesión (o auto-propiedad), la
autenticidad (mis deseos son auténticamente míos), la
auto-creación (soy el producto de mis propias
decisiones), auto-legislación (sólo estoy obligado por lo
Difícilmente se encuentre, dentro que determina mi voluntad, de acuerdo con una ley
de la filosofía práctica universal), autenticidad moral (actuar de acuerdo con
los propios principios morales), auto-control (actuar
contemporánea, alguna gobernado «desde dentro»), auto-responsabilidad
concepción que niegue (tomar decisiones y ser responsable por ellas). Por
último, el sentido más importante: la autonomía como
completamente el valor de la derecho. Este derecho, evidentemente, supone la
autonomía individual. autonomía como capacidad y recoge algunos sentidos
de la autonomía como estado. Feinberg lo define del
siguiente modo:
lo que se valora y debe ser resguardado mediante una
«Dicho resumidamente, el derecho más básico a la
norma o principio de autonomía. No puedo extenderme
autonomía es el derecho a decidir cómo uno ha de vivir
en un análisis detallado del concepto de autonomía,
la propia vida, en particular, cómo ha de tomar las
pero mencionaré algunas ideas fundamentales asociadas
decisiones de vida críticas: qué cursos de estudio tomar,
a él3. En primer lugar, la noción de autonomía alude a
qué habilidades y virtudes cultivar, qué carrera seguir,
una capacidad; la capacidad de autogobierno, entendida
con quién (o si) casarse, a qué iglesia ir (si a alguna), si
como la capacidad de proponerse fines y tomar
se ha detener hijos, etc.»4.
decisiones racionales para alcanzarlos. Si bien se trata
de una capacidad gradual, se considera que existe un El principio de autonomía debe ser entendido como
umbral a partir del cual se supone que un individuo la prescripción correlativa a este derecho. Esta
posee competencia para decisiones autónomas. El prescripción le asigna al Estado la obligación de respetar
principio de autonomía presupone esta capacidad este derecho. En la formulación de Carlos Nino, el

95 EDUARDO RIVERA LÓPEZ - EUTANASIA Y AUTONOMÍA


principio de autonomía sostiene que el Estado no debe
interferir en las decisiones individuales referidas a la
adopción y persecución de planes de vida, ideales de
virtud o de excelencia humana, impidiendo la mutua
interferencia en tal persecución5.
En el ámbito de la bioética, el principio de
autonomía ha sido consagrado como uno de los cuatro
principios prima facie básicos de la ética médica. En su
formulación clásica, prescribe que «las acciones
autónomas no deben estar sujetas a restricciones de
control por parte de otros [...] en la medida en que sus
pensamientos y acciones no dañen a otras personas»6.
El derecho a la autonomía típicamente incluye, dentro
de la relación médico-paciente, el derecho a la
privacidad del paciente, la obligación de confidencialidad
y de veracidad por parte del médico y, algo fundamental
para nuestro tema, el deber de los médicos de respetar el
consentimiento informado del paciente7.

Eutanasia activa y principio de


autonomía: argumentos a favor
Si aceptamos esta concepción de la autonomía y el
principio de autonomía que se conecta con ella, resulta
relativamente simple construir un argumento básico a
favor de la legalización de la eutanasia activa8:
1.– Las personas tienen un derecho a la
autonomía, es decir, a tomar decisiones fundamentales
para su propia concepción de una vida buena.
2.– El Estado debe respetar ese derecho (principio El caso de K. A. Quinlan provocó un debate público intenso en los EE UU. Debido a la in-
gestión de drogas y alcohol, cayó en un «estado vegetativo crónico y persistente», moti-
82 de autonomía). vado por lesiones cerebrales irreversibles. Sus padres consideraban que su estado era
3.– Las decisiones concernientes a la forma y el contrario a cualquier idea de dignidad humana. Tuvieron que pleitear para que se recono-
ciera su voluntad anticipada. Se estima que en EE UU hay de 15.000 a 35.000 pacientes
momento de morir son, para algunos individuos, parte en estado vegetativo.
fundamental de su autonomía.
4.– Por tanto, el Estado debe respetar esas
decisiones.
haber ninguna diferencia fundamental. Respetar su
autonomía implica respetar sus intereses. Y sus
intereses pueden satisfacerse en algunos casos con
El respeto por la decisión acciones y en otros con omisiones. Por ejemplo, si el
paciente desea recibir un tratamiento y le es negado, se
autónoma de morir implica tanto viola su autonomía, aunque sea por omisión. Y el único
la conducta pasiva de interrumpir modo de satisfacerla es mediante acciones10.

un tratamiento como la conducta El segundo argumento complementa y refuerza


este último punto. Este argumento se basa en la
activa de causar la muerte. existencia y aceptabilidad de una práctica que, en la
terminología introducida en la primera sección, sería un
caso de eutanasia pasiva indirecta. Se trata del rechazo
Dos cuestiones deben ser aclaradas en relación con de tratamiento. Aquí el paciente consiente (y muchas
este argumento. En primer lugar, la premisa 3 asume veces solicita) en que no se apliquen determinados
que la decisión de cómo morir es fundamental dentro de tratamientos, generalmente con el objetivo de evitar
su concepción de la vida buena. Ronald Dworkin ha ciertos sufrimientos. Esta conducta de interrumpir el
elaborado este punto en profundidad, y volveré a él al tratamiento tiene, sin embargo, como consecuencia
discutir una de las críticas al argumento9. En segundo previsible que el paciente vivirá menos tiempo que el
lugar, el argumento supone que, en el punto 4, el que viviría si el tratamiento se llevara a cabo. Incluso
respeto por la decisión autónoma de morir por parte del puede significar la muerte inminente. El rechazo de
paciente implica tanto la conducta pasiva de interrumpir tratamiento es un caso de eutanasia parcial, dado que,
un tratamiento (o las medidas de sostén vital) como la si fuera total (si incluyera la eliminación de todo soporte
conducta activa de causar la muerte. A la cuestión de si vital, como nutrición e hidratación) sería muy difícil
esta diferencia es o no relevante se refiere el segundo justificar que la intención directa no es la muerte del
argumento, que presento a continuación. De cualquier paciente (y sería entonces un caso de eutanasia pasiva
modo, desde el punto de vista del paciente, no parece directa).

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 96


El rechazo de tratamiento es ampliamente (o su aceleramiento) de modo activo (por ejemplo,
considerado como moralmente aceptable, incluso por inoculándole alguna droga letal).
aquellos que están en contra de la eutanasia activa (por
Podemos concluir entonces que nada parece haber
ejemplo, la Iglesia Católica y la American Medical
de relevante en la diferencia entre respetar (o no
Association)11. En otro trabajo he argumentado, sobre la
respetar) la voluntad autónoma del paciente por
base de consideraciones generales, que la aceptación de
omisión o por acción. Si aceptamos la moralidad del
la eutanasia pasiva indirecta lleva conceptualmente a la
rechazo o interrupción voluntaria de tratamientos,
aceptación de la eutanasia activa directa12. En este
entonces, si todo lo demás es igual, no parece haber
artículo mi argumentación estará centrada en el
razones para no aceptar la eutanasia activa.
principio de autonomía.
Es claro que una de las consideraciones centrales a
la aceptación moral y legal del derecho a rechazar un Eutanasia activa y principio
tratamiento es la de la autonomía del paciente. Si se de autonomía: argumentos en contra
trata de una persona competente, que puede elegir Tenemos entonces dos argumentos a favor de la
lúcidamente los cursos de acción posibles, entonces no legalización de la eutanasia activa basados en la
se justifica que se le imponga coercitivamente un autonomía. El primero es un argumento directo, que le
tratamiento invasivo, aun cuando esto implique que su traspasa al crítico la carga de probar que la eutanasia
muerte se acelere. Casos famosos como los de Karen activa no se justifica a pesar de ser el único modo
Ann Quinlan o Nancy Cruzan (en los que la justicia aparente de respetar la autonomía del paciente. El
estadounidense discutió el problema de la eutanasia segundo es un argumento indirecto, que se basa en la
pasiva) resultaron problemáticos porque en ellos no era aceptación generalizada del rechazo de tratamiento, y
posible conocer (al menos directamente) la voluntad del extrae de allí la imposibilidad de no aceptar la eutanasia
paciente (en ambos casos se encontraban en estado activa (quien lo hiciera, tiene la carga de probar cuál es
vegetativo persistente). De otro modo, estos casos se la diferencia moralmente relevante entre ambas en
habrían resuelto mucho más fácilmente13. relación con la autonomía del paciente). Sin embargo,
He dicho que el rechazo de tratamiento puede estos argumentos pueden ser objeto de críticas difíciles
concebirse como un caso de eutanasia pasiva e de enfrentar. Permítaseme discutir dos de ellas a
indirecta. Veamos, en primer lugar, el carácter indirecto. continuación.
Se supone que, generalmente, el rechazo de un
tratamiento «extraordinario» no se realiza con la
intención de producir la muerte, sino de aliviar o evitar La situación en que se encuentra
un sufrimiento (aunque se acepte la consecuencia 83
indirecta de la muerte). Sin embargo, el carácter directo un enfermo terminal puede
o indirecto del retiro o no aplicación del tratamiento es determinar la incapacidad para
irrelevante en este contexto. No es importante si el
paciente no desea el tratamiento sólo porque no desea tomar decisiones de vida
experimentar el sufrimiento que éste conlleva (y
aceptando como consecuencia colateral la aceleración de
o de muerte.
la muerte), o si el paciente rechaza el tratamiento con la
intención directa de acelerar su muerte (o, lo que es más Una primera crítica se refiere a la cuestión de las
importante, de morir de determinada manera y no de capacidades para la autonomía en un enfermo terminal.
otra que considera, por ejemplo, humillante o indigna). El ejercicio de la autonomía requiere, como hemos visto,
En cualquiera de los dos casos, aceptaríamos la ciertas capacidades. Cuando estas capacidades no están
voluntad del paciente, dado que se encuentra dentro del dadas, se justifica la acción paternalista del Estado, para
ámbito de su autonomía determinar las motivaciones evitar que el individuo actúe irracionalmente en contra
que llevan a una decisión que no atañe a terceros. Por de sus propios intereses. La situación de un enfermo
tanto, si aceptamos su decisión porque quiere evitar un terminal que solicita «voluntariamente» que se termine
sufrimiento, debemos aceptarla porque desea morir con su vida no satisface el umbral mínimo de
antes o de determinada manera. capacidades que caracterizan la decisión autónoma. Su
decisión está viciada por numerosos factores internos y
Pasemos, en segundo lugar, al carácter pasivo del
externos. Los factores incapacitantes internos son,
rechazo de tratamiento. En un sentido amplio, se
obviamente, el sufrimiento, la cercanía de la muerte, la
considera que interrumpir o no aplicar un tratamiento o
angustia. Los factores externos pueden ser aún más
medida terapéutica es una conducta pasiva, como
importantes. Muchas veces el entorno considera al
contrapuesta a iniciar o continuar un tratamiento (véase
enfermo terminal como una carga y podría presionar
las definiciones en «Aclaraciones terminológicas»).
explícita o implícitamente para que acepte la
Ahora bien, es claro que, aun aceptando este concepto
eutanasia14. La sociedad misma podría hacerlo, en la
amplio de conducta pasiva, no es el carácter pasivo lo
medida que un enfermo terminal es frecuentemente
que justifica interrumpir el tratamiento. Nuevamente es
considerado una carga o costo social.
la autonomía del paciente lo fundamental. La prueba es
que, si el paciente no diera su consentimiento para La cuestión de los factores externos que
interrumpir un tratamiento vital, en el contexto médico, imposibilitarían una decisión autónoma está más
esto sería, siendo todo lo demás igual, considerado una relacionada con el argumento que trataré a
conducta tan criminal como la de causarle la muerte continuación, ligado con los posibles abusos de una

97 EDUARDO RIVERA LÓPEZ - EUTANASIA Y AUTONOMÍA


84
Ramón Sampedro reclamó durante años el derecho a disponer de su propia vida con la intención de que alguien
pudiera ayudarle -él solo no podía- a ponerle fin sin que fuera perseguido judicialmente.

legalización de la eutanasia (argumento de la culminante de su vida, ¿cuándo lo haremos? Por último,


«pendiente resbaladiza»). Ahora me detendré en los cabe remarcar que el argumento de la incapacidad en el
factores internos, que son aquellos que, aun cuando no momento cercano a la muerte también debería aplicarse
existieran abusos por parte de terceros, se dan en una al rechazo de tratamiento. Si la persona no es capaz de
situación límite como la de un enfermo terminal. ejercer su autonomía para acelerar su muerte
permitiendo que le causen activamente la muerte,
Ciertamente, la situación en que se encuentra un
tampoco lo está para que lo hagan de modo pasivo. Sin
enfermo terminal puede determinar la incapacidad para
embargo, cualquiera aceptaría que los pacientes tienen
tomar decisiones de vida o de muerte. Sin embargo, el
un derecho a interrumpir sus tratamientos, aun cuando
solo hecho de que una persona sufra una enfermedad
sepamos que esto le depara una muerte más próxima.
terminal no implica necesariamente que sea
incompetente. Puede perfectamente ocurrir que la Una segunda crítica, ligada con la posibilidad de
persona sea completamente consciente y responsable de abusos, recurre a la conocida metáfora de la «pendiente
sus decisiones. Parecería que, en todo caso, se impone resbaladiza». Como se sabe, este tipo de argumentos
una evaluación caso por caso y no una presunción posee la siguiente estructura. Partimos de una situación
irrevocable de incompetencia. Por otro lado (y aquí moralmente aceptable. Sin embargo, es posible probar
vuelvo a la idea de Dworkin15), el interés en juego (el que esa situación lleva a otra que lo es menos; ésta, a
modo y momento de la propia muerte) no es un interés su vez, lleva a otra aun más objetable; y así hasta llegar
trivial, sino que, en muchos casos, puede ser el producto a una práctica claramente rechazable. La relación de
de convicciones profundas de la persona acerca del «lleva a» puede ser lógica o empírica16. En la versión
valor de su propia vida. El modo de morir es el reflejo lógica, se trata de un argumento de consistencia: si uno
del modo que hemos elegido para vivir. Para algunas acepta A (moralmente aceptable) y A implica B
personas puede ser intrascendente el modo de morir, (moralmente inaceptable), uno debe aceptar B. En este
pero para otras puede ser crucial. El respeto por una caso, se podría construir un argumento del siguiente
decisión en este sentido no es el respeto a un aspecto tipo. Supongamos que la permisión legal de la eutanasia
secundario, sino fundamental. Si no hemos de respetar activa es moralmente aceptable porque está implicada
la autonomía de un individuo en ese momento en el respeto de la autonomía del paciente. Ahora bien,

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 98


no hay nada en el hecho de ser un paciente terminal necesariamente a garantizar ese mismo derecho en
que se conecte con su autonomía: si un paciente no personas sanas, dado que otras consideraciones pueden
terminal, en el ejercicio de su autonomía, pide morir, justificar restricciones. Tampoco es necesario que se
también debería serle concedido. Y más aún, si cualquier cometan abusos con pacientes terminales,
persona, sea paciente o no, solicita que la matemos, no presionándolos a aceptar la eutanasia.
debería existir impedimento legal para hacerlo. Después
de todo, es el único modo de ser consistente con la idea
inicial del respeto a la decisión autónoma de la persona. Otras consideraciones
Sin embargo, continúa el argumento, no estaríamos
No he agotado los problemas que pueden
dispuestos a aceptar que, por ejemplo, esté permitido
plantearse con la permisión moral de la eutanasia
matar a un amante despechado, aun cuando él quiera
activa. Sólo quise indicar algunos que se relacionan
genuinamente morir.
directamente con el principio de autonomía. Como dije al
comienzo del trabajo, muchas otras consideraciones
pueden (y deben) tomarse en cuenta para inclinar la
Cualquier práctica social puede dar balanza hacia uno u otro lado. Muchos argumentos
lugar a otra moralmente ligados con el papel del médico (que, como persona que
cura, no le estaría permitido matar, aun cuando el
reprobable, si no se imponen paciente tenga un derecho a morir), con la santidad de
regulaciones efectivas que la vida humana (que impediría su destrucción en
cualquier circunstancia, aun terminal), o con
impidan los abusos. consideraciones deontológicas (que impiden matar
activamente, aunque no dejar morir), podrían ser
discutidos. Mi único propósito ha sido mostrar que,
La versión empírica es la que se relaciona con los cualquiera sea el valor de estas otras razones, ellas
abusos. El argumento es que, si se legaliza la eutanasia, deberán superar una valla fundamental. Esta valla está
es empíricamente probable que aparezcan constituida por una razón moral de enorme importancia
condicionamientos externos que impidan una decisión a favor de respetar la decisión autónoma y responsable
autónoma del paciente. Por ejemplo, presiones de la del paciente acerca de cómo vivir los últimos momentos
familia, para la cual el paciente ya es una carga, o del de su vida. Tal vez pueda sobrepasarse esta valla.
propio sistema, para el cual el paciente representa un Pero no creo que sea fácil hacerlo.
costo.
Permítaseme realizar algunos comentarios sobre 85
ambas variantes del argumento. En primer lugar,
cualquiera de los dos podría ser aplicado al rechazo de Notas
tratamiento, que normalmente no se objeta. Por 1. Realizo un análisis más minucioso de esta definición en
ejemplo, podría sostenerse que el rechazo de tratamiento Rivera López E. Aspectos éticos de la eutanasia. Análisis
lleva lógicamente a que, si un amante despechado, al Filosófico 1997;17:189-208.
estar deprimido, rechaza un tratamiento de antibióticos
2. Nuevamente, véase Rivera López, art. cit., para un análisis
que es necesario para salvar su vida, estaría éticamente más detenido de algunas de las combinaciones más
permitido dejar que muera. Sin embargo, no razonamos plausibles.
así. Creemos que, respecto del amante, es éticamente
justificable una actitud paternalista, debido a que su 3. Para uno de los mejores análisis del concepto, véase
Feinberg J. Harm to Self. The Moral limits of Criminal Law.
decisión es claramente irracional, y esto tanto para no
Oxford: Oxford University Press, 1986; caps. 18 y 19.
matarlo como para no permitirle rechazar un Sigo brevemente este autor en lo que sigue.
tratamiento que salve su vida. En el caso de la variante
empírica, ocurre algo similar. También podría decirse 4. Feinberg, op. cit., p. 54.
que la familia o el sistema presionará a los pacientes a 5. Veáse Nino C. Ética y derechos humanos. Buenos Aires:
que rechacen tratamientos costosos que alarguen su Astrea, 1989; 204-205.
vida. Sin embargo, no creemos normalmente que el
derecho a rechazar tratamientos lleve a esa 6. Beauchamp T, Childress J. Principles of Biomedical Ethics.
4ª ed. Oxford: Oxford University Press, 1994; 126.
consecuencia.
7. Beauchamp, Childress, op. cit., p. 126. Para otra definición
En segundo lugar, los argumentos de pendiente de autonomía en el contexto de la discusión sobre la
resbaladiza tienen el problema de que nunca se sabe eutanasia, véase Pabst Battin M. Least Worst Death.
dónde «comienza» la pendiente. Podría ser que Essays in Bioethics on the End of Life. Oxford: Oxford
University Press, 1994; 107 («se debe respetar las
comience con la eutanasia activa, pero también con el
elecciones de una persona competente, cuando se puede
rechazo de tratamiento por parte de pacientes hacerlo sin costos indebidos para uno mismo, cuando
terminales, o incluso antes, por ejemplo, con el rechazo hacerlo no viola otras obligaciones morales, y cuando estas
de tratamiento en pacientes no terminales. Cualquier elecciones no amenazan dañar a otras personas o partes»).
práctica social puede dar lugar a otra moralmente
reprobable, si no se imponen regulaciones efectivas que 8. Omito del carácter voluntario para simplificar, pero debe
suponerse siempre.
impidan los abusos. En este sentido, tampoco existen
razones concluyentes para pensar que garantizar el 9. Dworkin R. El Dominio de la vida. Barcelona: Ariel, 1994;
derecho a morir de pacientes terminales lleva 272-279.

99 EDUARDO RIVERA LÓPEZ - EUTANASIA Y AUTONOMÍA


10. Sobre este punto, véase Dworkin R, Nagel T, Nozick R, 15. Dworkin, op. cit., pp. 272-279.
Rawls J, Scanlon T, Thomson JJ. Suicidio asistido: el alegato
16. Véase al respecto van der Burg W. The Slippery Slope
de los filósofos. Perspectivas Bioéticas 1997;4:113-132.
Argument. Ethics 1991;102:42-65.
11. Respecto de la Iglesia Católica, véase la declaración de la
Congregación para la Doctrina de la Fe de 1980: «es
también lícito interrumpir la aplicación de tales medios Bibliografía seleccionada
(desproporcionados), cuando los resultados defraudan las
esperanzas puestas en ellos». Es el médico quien debe Beauchamp T, Childress J. Principles of Biomedical Ethics.
ponderar «si las técnicas empleadas imponen al paciente Oxford: Oxford University Press, 4ª ed, 1994.
sufrimiento y molestias mayores que los beneficios que se Brock DW. Life and Death: Philosophical Essays In Biomedical
pueden obtener de los mismos» (citado en Gafo J. La Ethics. Cambridge: Cambridge University Press, 1993.
eutanasia y la Iglesia Católica. En Gafo J (ed.). La eutanasia
y el arte de morir. Madrid: Universidad Pontificia Comillas, Dworkin R. Life’s Dominion. Nueva York: Alfred A. Knopf,
1990; 118). Con respecto a la AMA, véase la declaración de Inc., 1993 (Trad. cast.: El dominio de la vida. Barcelona:
1973: «El cese del empleo de medios extraordinarios Ariel, 1994).
tendentes a prolongar la vida del cuerpo cuando existe
evidencia irrefutable de que la muerte biológica es Foot Ph. Euthanasia. Philosophy & Public Affairs 1977;6:85-
inminente, es la decisión del paciente y/o de la familia 102 (Trad. cast.: Eutanasia. En Ph. Foot, Las virtudes y los
inmediata.» (citado en Sullivan T. Active and Passive vicios. México: Instituto de Investigaciones Filosóficas,
Euthanasia: An Impertinent Distinction? En: Steinbock B, y 1994.)
Norcross A (ed). Killing and Letting Die. Second Edition. Gafo J (ed). La eutanasia y el arte de morir. Madrid: UPCM,
New York: Fordham University Press, 1994; 132). 1990.
12. En Rivera López, art. cit.
Kuhse H, Singer, P (ed). A Companion to Bioethics. Oxford:
13. En el caso Quinlan, se resolvió retirándole el respirador, el Blackwell, 1998.
cual se consideró un «medio extraordinario». El caso
Cruzan fue más complejo porque Nancy Cruzan respiraba Pabst Battin M. Least Worst Death. Essays in Bioethics on the
espontáneamente, y era necesario quitarle la alimentación End of Life. Oxford: Oxford University Press, 1994.
e hidratación (lo cual es difícil de considerar algo Singer P. Rethinking Life and Death. Oxford: Oxford University
extraordinario). Para una descripción breve de los casos, Press, 1995.
véase Singer P. Rethinking Life and Death. Oxford: Oxford
University Press, 1995; 60-62 y 70-72. Para más detalles, Singer P. Practical Ethics. Second Edition. Cambridge:
véase Steinbock, Norcross, op. cit., caps. 1 y 2. Cambridge University Press, 1993.
14. Este argumento es mencionado por Ronald Dworkin Steinbock B, Norcross A (ed). Killing and Letting Die. Second
en op. cit., pp. 248-249. Edition. New York: Fordham University Press, 1994.
86

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 100


Resumen
En este artículo se lleva a cabo, en primer lugar,
una revisión de los argumentos éticos relativos a la
eutanasia que se han dado a lo largo de la historia.
Después se exponen estos argumentos tal como hoy se
presentan en el debate acerca del suicidio asistido por
un médico que tiene lugar en los Estados Unidos,
donde el principio ético de la autonomía se ha hecho
dominante. El presente artículo refleja esta discusión
tal como se ha producido en el mundo de habla

ÉTICA DE LA inglesa. En otras naciones y culturas estos temas


pueden contemplarse y expresarse de manera
notablemente diferente. No obstante, las cuestiones
EUTANASIA acerca de cómo los humanos deberían encontrarse con
la muerte son universales.
Palabras clave: Eutanasia. Autonomía. Suicidio
asistido.

ALBERT R. JONSEN
Professor Emeritus of Ethics in Medicine. Department of
Medical History and Ethics. University of Washington.
Seattle, Washington.

87

De 1987 a 1999 fue Chairman del Department of Medical


History and Ethics en la University of Washington School of
Medicine. Ha sido colaborador y miembro destacado de varios
comités e instituciones de los EEUU (the National Advisory
Board on Ethics in Reproduction [1991-1996], the National
Research Council Committee on AIDS Research [1987-1992],
entre otros). Es autor y coautor de numerosos libros, como The
New Medicine and the Old Ethics (1990) y The Birth of
Bioethics (1998), y sus artículos se han publicado en las más
Abstract
prestigiosas revistas internacionales. A lo largo de su carrera THE ETHICS OF EUTHANASIA
Albert Jonsen ha recibido diferentes premios y distinciones. This essay will first survey the history of the
ethical arguments regarding euthanasia. It will then
state these arguments as they are currently found in
the debate over physician-assisted suicide in the
United States where the ethical principle of autonomy
has become dominant. This essay conveys the
discussion as it has taken place largely in the English-
speaking world. In other nations and cultures these
issues may be viewed and expressed rather differently.
Nevertheless, questions about how humans should
meet death are universal.
Key words: Euthanasia. Autonomy. Assited
suicide.

103 ALBERT R. JONSEN - ÉTICA DE LA EUTANASIA


El debate sobre la eutanasia: apuntes Arguyeron los deberes del médico bajo el enunciado del
históricos quinto mandamiento del Decálogo: no matarás. Muy
raramente los pensadores cristianos se atrevieron a
La muerte ha sido siempre el esperado y temido hacer sugerencias en otra dirección; no obstante, un
resultado de una grave enfermedad o de una lesión santo católico, Tomás Moro, así como un deán
severa, así como el anticipado final de una larga vida. anglicano, John Donne, contemplaron la bondad moral
Los esfuerzos realizados para detenerla han resultado del suicidio del que sufre6. Un filósofo escéptico, David
frágiles y fútiles. El modo en que las personas Hume, demolió los argumentos racionales en contra del
encuentran la muerte ha sido objeto constante de suicidio7. Sin embargo, una fuerte reprobación moral
meditación y literatura a lo largo de la historia humana. apartó de la mente la idea del suicidio del enfermo y del
Los escritos de los estoicos romanos están repletos de moribundo durante varios siglos.
epigramas en torno a ella, tales como las palabras de
Los médicos, a lo largo de la mayor parte de la
Marco Aurelio: «No desdeñes la muerte; antes bien,
historia, trataron cautelosamente la cuestión de la
acógela gustosamente, en la convicción de que ésta es
agonía. Mientras que podían reconocer una enfermedad
también una de las cosas que la naturaleza quiere»1.
letal y tratar de «reducir su agresividad», como advierte
Durante el medievo cristiano, escritores y predicadores
la máxima hipocrática, tenían pocos medios para
expusieron un «arte de morir» (ars moriendi),
prevenir la muerte. A los griegos se les conminaba a
preparación para el encuentro con el propio creador y
abstenerse de aplicar su arte a las personas «superadas
redentor. La aceptación de la muerte y la entereza ante
por su enfermedad»8. A pesar de que esta admonición
ella son casi temas universales de la filosofía.
persistió a lo largo de la tradición de la ética médica, fue
Pero más allá de las aceptaciones estoica y gradualmente suavizada: aun cuando los médicos no
cristiana del final ineludible de la vida, otras cuestiones
han desconcertado a la conciencia humana. Cuando la
vida conlleva un gran sufrimiento, ¿debería la persona
que sufre eliminar la agonía acabando con la vida
misma? El filósofo estoico Séneca apuntó a un amigo
que sufría una enfermedad «no incurable, pero
prolongada y penosa», al que angustiaba la cuestión del
suicidio: «No te atormentes, querido Marcelino, como
quien delibera sobre un gran asunto. No es un gran
asunto la vida; todos tus esclavos, todos los animales
viven. La gran proeza estriba en morir con honestidad,
88 con prudencia, con fortaleza». Después de lo cual, el
hombre enfermo dio un apacible final a su vida2. El
suicidio del enfermo no era inusual en el occidente
precristiano. Incluso aunque la sentencia del Juramento
Hipocrático «no administraré una droga mortal a nadie,
aunque lo solicite, ni haré ninguna sugerencia a tal
efecto», se refiriese a la ayuda a personas que eligen
acabar con su sufrimiento (que también podría referirse
a la connivencia en causar la muerte), no parece que a
los médicos de la antigüedad se les impidiera llevarla a
cabo. El gran historiador de la medicina clásica, Ludwig
Edelstein, escribió: «a lo largo de la antigüedad mucha
gente prefirió la muerte voluntaria a la agonía
interminable… numerosos médicos suministraban en
realidad a sus pacientes el veneno que solicitaban». Él
El juramento hipocrático, código deontológico médico de los siglos V-IV a. C., que ha lle-
creía que el mandamiento hipocrático era honrado sólo
gado hasta nuestros días, estableció el principio: «no administraré una droga mortal a na-
por los seguidores del pitagorismo. Al margen de die, aunque lo solicite, ni haré ninguna sugerencia a tal efecto».
referencias ocasionales a la muerte asistida, como, por
ejemplo, la condena del médico romano Scribonius
Largus a los médicos que quitan la vida, la literatura de deberían tratar de curar lo incurable, tendrían que
la antigüedad ignora la materia3. permanecer junto al moribundo para confortarle y
aliviar su dolor. El autor del primer libro titulado
En el siglo IV de nuestra era, la enseñanza
Medical Ethics, el médico inglés Thomas Percival, instó
cristiana de la autoridad divina sobre la vida y la muerte
elocuentemente a sus colegas a ser «el ministro de
estigmatizó al suicidio como pecado mortal. Tras una
esperanza y consuelo para el enfermo; que a través de
cierta vacilación entre los padres de la primera Iglesia,
tal consideración hacia el espíritu extenuado, lograría
que vieron a veces el martirio como una forma loable de
serenar el lecho de muerte, dar aliento a la vida que
suicidio, San Agustín lanzó una condena rotunda y sin
expira, y contrarrestar la influencia desalentadora de
excepciones4. Sto. Tomás de Aquino convino: «el
aquellas enfermedades que privan al filósofo de entereza
suicidio es el más grave de los pecados porque uno no
y al cristiano de consuelo»9.
puede arrepentirse de él»5. Los teólogos moralistas
tildaron inequívocamente de pecado mortal los actos u El médico alemán Karl F. H. Marx, en un escrito de
omisiones que conducirían a la muerte del paciente. 1826, habla de «esa ciencia, la eutanasia, que frena los

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 104


rasgos agresivos de la enfermedad, alivia el dolor, y
propicia la mayor serenidad en la hora suprema e
ineludible… (pero nunca) debería estarle permitido al
médico, inducido ya por el reclamo de otras personas,
ya por su propio sentido piadoso, cesar la penosa
condición de un paciente y acelerar su muerte a
propósito y deliberadamente»10. En este pasaje, la
palabra «eutanasia», acuñada por Francis Bacon en el
s. XVI, aparece en su significado etimológico, «una
muerte buena o fácil.» Al parecer, el Dr. Marx debió de
conocer a algunos médicos que consideraran otra forma
de «eutanasia» –«precipitación deliberada de la muerte»–
aunque él, como la mayoría de los facultativos en la
tradición médica judeocristiana, sentiría repugnancia
ante la idea.
Durante el s. XIX, el término «eutanasia» aparece
comúnmente en la literatura médica con el fin de
describir los deberes del médico para aliviar la agonía
extenuante. Algunos médicos aconsejaban contención
en el uso de medicina heroica para los moribundos y
hacían hincapié en paliar el sufrimiento. Las primeras San Agustín condenó rotundamente el suicidio. En la Ciudad de Dios escribe: «no debe lla-
sugerencias claras sobre que los médicos deberían marse grandeza de ánimo cuando uno, no pudiendo sufrir algunas adversidades o pecados
de otros, se mata a sí mismo, porque en este caso muestra claramente su flaqueza al no
precipitar la muerte de los agonizantes vinieron según poder tolerar la dura servidumbre de su cuerpo o la necia opinión del vulgo» (Cap. XXII).
parece, no de la profesión médica, sino de colectivos
ajenos a ella. En la década de 1870, dos ensayistas
ingleses, Samuel Williams y Lionel Tollemache, En los años treinta, la insulina detenía la evolución de
escribieron artículos abogando por esta práctica. la diabetes en su proceso hacia una muerte temprana.
Williams escribió: «… en todos los casos de enfermedad A finales de los cuarenta, los primeros antibióticos
terminal y dolorosa, debería reconocerse el deber del combatían infecciones letales. Después de la Segunda
asistente médico, siempre que así lo deseara el Guerra Mundial, la medicina contaba ya con fármacos
paciente… de eliminar de una vez la consciencia y para controlar la hipertensión, los trastornos
proporcionarle una muerte rápida e indolora»11. metabólicos y el cáncer. La tuberculosis, «capitán de las 89
Las propuestas de estos autores ingleses atrajeron legiones de la muerte», en palabras de William Osler,
cierta atención pública en su propio país, aunque fue prácticamente desapareció. Enfermedades epidémicas
escasa la respuesta por parte de la profesión médica. En devastadoras, como la poliomielitis, sucumbieron a unas
los Estados Unidos el tema se introdujo ocasionalmente, técnicas de inmunización perfeccionadas. La cirugía
pero con más ambigüedad que aceptación. Un editorial inició de forma vigorosa su acción sobre el corazón y el
de 1884 en The Boston Medical and Surgical Journal se cerebro. La anestesia y la respiración asistida fueron
avino, haciendo una concesión, a «una tentativa de también las grandes beneficiarias de la investigación en
eutanasia pasiva más que activa… rendirse a las fuerzas período bélico. Durante los años 50 y 60, la medicina
superiores no es lo mismo que liderar el ataque del devino lo que nunca antes había sido: una ciencia y un
enemigo sobre el propio amigo»12. Excepcionalmente, arte de salvar vidas.
un artículo instaría directamente a que a los médicos les
fuera concedida la autoridad legal de acabar con la vida En las prensas médica y secular
de los pacientes que solicitaran un final apacible a una hicieron su aparición profundas
enfermedad desahuciada y agónica13. Aunque estas
sugerencias temerarias encontraron una fuerte oposición reflexiones sobre la eutanasia.
pública y profesional, se llevaron a cabo esfuerzos
ocasionales para introducir tal legislación. Tras el
Se extendió la opinión de que los
cambio de siglo, se introdujeron leyes sobre la eutanasia médicos podrían, con justificación
en los cuerpos legislativos de varios estados: Iowa,
Ohio, y Nueva York14.
ética, eludir arduos esfuerzos
De todas maneras, a finales del s. XIX y principios
por salvar la vida.
del XX, la medicina cambió radicalmente, primero en su Se podría pensar que tal progreso humano en
capacidad de diagnóstico y después en sus posibilidades contra del antiguo enemigo podía ser sólo causa de
terapéuticas. El progreso en los estudios regocijo. Sin embargo, había dudas de que el progreso
anatomopatológicos empezó a aguzar la pericia fuera enteramente puro. A medida que la habilidad para
diagnóstica y a anticipar intervenciones terapéuticas que detectar el cáncer se depuraba a finales del s. XIX,
podían invertir o impedir el proceso de una enfermedad terapias enérgicas, quirúrgicas en particular, prometían
letal. A principios del s. XX, la extirpación quirúrgica de una vida prolongada, pero daban a cambio una mísera,
tumores salvó a personas que de otro modo estaban prolongada agonía15. En las prensas médica y secular
condenadas a una muerte rápida (lo que a menudo hicieron su aparición profundas reflexiones sobre la
suponía que morían de una enfermedad recurrente). eutanasia. Los médicos se cuestionaban si la

105 ALBERT R. JONSEN - ÉTICA DE LA EUTANASIA


más punteras estuvieran en uso, la habilidad para
detectar enfermedades letales, aunque sin tratamiento
eficaz, condenó a bastantes personas a conocer
anticipadamente el acecho de una muerte lenta. A la luz
de todos estos cambios, se creó en los años treinta, en
Gran Bretaña, The Voluntary Euthanasia Legislation
Society. En 1936, tuvo influencia para llevar a la
Cámara de los Lores un proyecto de ley (introducido por
un miembro del parlamento sin cargo ministerial) para
legalizar la eutanasia voluntaria. El proyecto quedó
frustrado tras una fascinante polémica en el foro de
debate más antiguo del mundo. El vizconde Dawson de
Penn, médico de su Majestad Jorge V, arguyó
elocuentemente que cualquier decisión de ese tipo
debería implicar al médico y a su paciente; la legislación
pecaría inexcusablemente de intromisión en la intimidad
de esa relación. Bastantes años después, fue revelado
que él mismo había precipitado la muerte del monarca
que estaba en situación terminal18. The Euthanasia
Society of America fue fundada en 1937. También
empezó a promover enseguida, de manera educada pero
insistente, la promulgación de la legislación sobre la
eutanasia. Bajo su influencia se lanzó un renovado
impulso para la aprobación de la misma. Su primer
En la Utopía Tomás Moro recomienda no alargar el sufrimiento de los enfermos desahu- esfuerzo fue un proyecto de ley introducido en la
ciados, por caridad o compasión. cámara legislativa de Nebraska el 2 de febrero de 1937,
que permitía que «adultos competentes que sufrían de
admonición del Dr. Marx, de que el médico no debería una enfermedad fatal e incurable o estaban desvalidos y
acelerar la muerte, era ya obsoleta. Quizás «serenar el sufrían los achaques de la tercera edad» se dirigieran a
lecho de muerte», bajo las nuevas condiciones del un «árbitro estatal para la eutanasia… solicitando
tratamiento médico, debería incluir provocar el cese de permiso para la eutanasia». Los tutores legales y los
las funciones vitales16. La mayoría de los autores eran miembros más allegados podían hacer la solicitud en
90 cautelosos; aun así, se extendió la opinión de que los nombre de incompetentes mentales adultos, y niños19.
médicos podrían, con justificación ética, eludir arduos Otros estados consideraron su legislación: Connecticut
esfuerzos por salvar la vida. En 1884, un editorial en en 1959, Idaho en 1969, Oregón y Montana en 1973.
The Boston Medical and Surgical Journal (predecesor de Ninguno de estos intentos prosperó20.
The New England Journal of Medicine) resumía la Los horrores del Holocausto ensombrecieron
opinión predominante en la profesión: incluso las posturas más contenidas a favor de la
«Sospechamos que pocos médicos han escapado a eutanasia. Los teóricos de la medicina alemana habían
la sugerencia de mantenerse pasivamente al margen y expresado una amplia tolerancia respecto a la «muerte
abandonar cualquier intento de prolongar una vida que piadosa» de los enfermos incurables y los incapacitados
se ha convertido en un tormento para su dueño en un mentales, incluso antes del ascenso nazi. En cualquier
caso desahuciado de sufrimiento prolongado… ¿No caso, después de éste, esa tolerancia devino política
debería un hombre en tales circunstancias abandonar la oficial, y en los hospitales para incurables y asilos de
lucha, suprimir el estimulante, y dejar a la naturaleza deficientes mentales, los pacientes (a los que se hacía
exhausta cesar en paz?… ¿No llegará un día en que sea referencia como «bocas inútiles») eran sistemáticamente
un deber, por el interés de los supervivientes, detener exterminados. La eutanasia se convirtió asimismo en un
una lucha que sólo prolonga una batalla inútil e instrumento de políticas eugenésicas y genocidas21. Así,
imposible?»17. justo un año antes de las revelaciones de tales eventos,
un médico americano favorable a la eutanasia
En este escrito, «el estimulante» era prácticamente escribió:»Acabar con una vida que es inútil, desvalida y
el único medio para intentar prolongar la respiración y desesperanzada parece compasivo. El final debería ser
el latido del corazón un poco más. En la siguiente mitad bienvenido. El acto es entonces bondadoso más que
de siglo, proliferaron los métodos de soporte vital. En despiadado y no podría sino beneficiar a los vivos…
los años 60, se había iniciado el trasplante de órganos, Hay muchos tipos de inútiles, incapacitados y
y dos tecnologías mecánicas, el respirador y la máquina
desahuciados… La opinión de muchos incluiría en esta
de diálisis, podían sustituir órganos principales
clasificación a los idiotas y a los locos, imbéciles y
seriamente dañados. El uso de los antibióticos
deficientes mentales, psicópatas, tanto leves como
recientemente descubiertos podía evitar la muerte
severos, criminales y delincuentes, monstruos y
cuando aparecía una infección, incluso en la fase
tarados, incurables y seniles… No son sólo un lastre
terminal de una enfermedad.
para la sociedad sino que, apoyados y protegidos,
Con la llegada de estos «milagros» tecnológicos, la incrementan rápidamente su peso muerto mediante la
pequeña fracción de partisanos de la eutanasia continuó reproducción de su especie»22. Este encomio del
promoviendo su causa. Antes de que las tecnologías «homicidio por compasión» ignora toda distinción entre

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 106


eutanasia «activa/pasiva», o «voluntaria/involuntaria», La cuestión de la «eutanasia pasiva» o de las
es totalmente indiscriminada respecto a las condiciones condiciones para la retirada éticamente correcta de los
que podrían justificar la «muerte piadosa», y justifica métodos de soporte vital, absorbió la mayor parte de la
esta práctica haciendo referencia al beneficio para la atención académica. El dramático caso de Karen Ann
sociedad más que para el paciente. Palabras como las Quinlan, una joven en estado vegetativo permanente,
anteriores, aun escritas por personas benevolentes, cautivó la atención de la prensa durante 1976. Sus
estaban ominosamente cerca de la condena nazi a las padres habían solicitado que se suprimiera la respiración
«bocas inútiles». Los horrores del Holocausto y la asistida a su hija para que pudiera morir. Tras una
estulticia de algunos abogados no ayudaron a ensalzar fuerte oposición de los médicos y del hospital, el
la causa de la eutanasia ante el público o la profesión. Tribunal Supremo de New Jersey falló a favor de la
solicitud de los progenitores. La opinión del Tribunal
Algunos espíritus valientes persistieron en su adujo la doctrina católica (los Quinlan eran católicos),
causa. El teólogo moral protestante Joseph Fletcher, de que la muerte de Karen Ann, consiguiente a la
miembro temprano de la Euthanasia Society, dedicó un supresión del respirador, constituiría el cese moralmente
capítulo en su libro pionero, Morals and Medicine, a aceptable de «medios extraordinarios», una doctrina
aclarar las confusiones. Él argüía que los valores teológica de larga implantación que había sido ratificada
personalidad y autonomía deberían prevalecer sobre la en 1958 por el Papa Pío XII26. Incluso la Euthanasia
mera prolongación de la vida. Criticaba la condena Society cambió su nombre por el de Concern for Dying
moral tradicional del suicidio. Diferenciaba los motivos y para disociarse de la postura de la muerte piadosa y
fines de la eutanasia respecto de los del homicidio. promover las voluntades de los vivos y la toma de
Desechaba la relevancia de la afirmación de que sólo decisión racional sobre el mantenimiento del soporte
Dios ordena el momento en que ha de sobrevenir la vital. El informe de la Comisión Presidencial para el
muerte. Refutó los argumentos comunes en contra de la Estudio de los Problemas Éticos en la Medicina,
eutanasia: los médicos pueden cometer errores de Deciding to Forego Life-Sustaining Treatment, una
pronóstico; los pacientes, tomar decisiones compulsivas. biblia de la ética de la muerte y la agonía, menciona la
Hizo un alegato desapasionado en pro de la eutanasia eutanasia voluntaria sólo de modo incidental. En un
para los casos de enfermedad terminal como un acto de pasaje, el informe apunta que los tribunales consideran
racionalidad creativa y de coraje. De pasada, y sin el rehusar métodos de soporte vital como algo diferente
extenderse en su defensa, aprobó también la «eutanasia del suicidio27. Más adelante, la Comisión concluye su
involuntaria para monstruosidades de nacimiento y exposición sobre la distinción entre «actos» y
deficientes mentales, posición en parte personalista y en «omisiones» con el apoyo a la prohibición legal
parte eugenésica»23. Fletcher recomendó una ley que la establecida contra la provocación activa de la muerte:
Euthanasia Society estuvo a punto de introducir en la «La Comisión considera que la limitación de la propia 91
Asamblea de Nueva York, que permitía a un adulto determinación individual es un coste aceptable para
competente con una enfermedad fatal, incurable y asegurar la protección general de la vida humana
dolorosa, solicitar un tribunal para la eutanasia, después amparada por la prohibición del homicidio directo»28.
de lo cual, éste emplazaría a una comisión a investigar Los comisionados no vieron la necesidad de hacer más
el caso y, a partir de un informe en el que se valoraciones sobre la materia.
corroborara que éste se ajustaba a los parámetros de la
ley, se concedería el permiso para llevar a cabo la
eutanasia a un médico o a cualquier otra persona24. Esta Los horrores del Holocausto
moderna propuesta era una copia exacta de aquella que ensombrecieron las posturas a
hiciera en 1516 Sir Thomas More para los ciudadanos
de Utopía. A pesar de ese linaje intelectual, del apoyo de favor de la eutanasia. Ya antes del
1.776 médicos neoyorquinos y del de los distinguidos ascenso nazi la medicina alemana
ciudadanos miembros de la Euthanasia Society, el
proyecto de ley de Nueva York, como todos los otros era tolerante con la «muerte
presentados hasta la fecha, nunca llegó a ser ley. piadosa» de los incurables y los
Sin embargo, el debate académico había recibido incapacitados mentales.
un estímulo. El filósofo Marvin Kohl solicitó trabajos a
favor y en contra de un grupo de reputados académicos
para su volumen Beneficient Euthanasia. John Behncke Así, la Comisión respaldó lo que muchos
y Sissela Bok publicaron una colección de trabajos comentaristas llamaron entonces «eutanasia pasiva
titulada Dilemmas of euthanasia. Daniel McGuire voluntaria», la renuncia al soporte vital por la solicitud
rompió las posiciones teológicas católicas para publicar de un paciente capaz o de un subrogado apropiado. La
Death by Choice25. En toda esta polémica, la opinión profesión médica se mostró de acuerdo. La Asociación
académica se aproximó perceptiblemente a una Médica Americana (American Medical Association)
concepción de la eutanasia voluntaria que repudiaba la aprobó una declaración en 1988: «Por razones
muerte piadosa de los que no prestaban su humanas, con el debido consentimiento, un médico
consentimiento y respaldaba el derecho de las personas puede hacer lo que sea médicamente necesario para
competentes que sufrían dolor y ya cerca de la muerte a aliviar el dolor agudo, o cesar u omitir un tratamiento
ser asistidas para concluir sus vidas. Todavía, el debate para permitir al enfermo terminal, cuya muerte es
sobre la eutanasia activa estaba confinado a círculos inminente, fallecer. Sin embargo, no debería causar la
reducidos. muerte intencionadamente»29.

107 ALBERT R. JONSEN - ÉTICA DE LA EUTANASIA


El problema moral más ambiguo de la eutanasia perspectiva del deterioro, la pérdida del cónyuge o
activa se soterró, pero no por mucho tiempo. Varios amigos inaceptable, o porque juzgan que sus vidas son
filósofos e incluso algunos médicos se preguntaban estorbos para los demás. Por lo general, las personas
cómo la decisión de omitir el uso de tratamientos de que llegan a esta conclusión son pacientes terminales
soporte vital no era «causación intencionada de la sometidos a tratamiento médico. Éstas pueden solicitar
muerte». Algunos autores habían cuestionado la validez a su médico que les provoque la muerte de manera
lógica y psicológica de la distinción entre «activa» y rápida e indolora. En otros casos, los pacientes pueden
«pasiva», «omisión» y «comisión»30. Deciding to Forego ser incapaces de expresar tal deseo a nadie, y sin
Life-Sustaining Treatment había incluso señalado embargo parecer sufrir de tal modo que otras personas,
acuerdos con esas críticas. Otros autores advirtieron de amigos, parientes, cuidadores, puedan sentirse
que la aceptación de la eutanasia pasiva embarcaría compelidas a acabar con su dolor provocándoles la
inevitablemente a la sociedad en la vía hacia la muerte. El término «eutanasia» ha venido utilizándose
eutanasia activa31. A finales de los ochenta irrumpió un largamente para describir situaciones de ambos tipos.
amplio debate social sobre la eutanasia. En un ensayo
«Eutanasia», que significa literalmente «buena
de un solo folio, «It’s over, Debbie», aparecido en The
muerte», se ha usado de muy diferentes maneras,
Journal of the American Medical Association, un autor y
dando como resultado una considerable confusión.
médico anónimo relató una historia (no se supo si
Como ha puesto de manifiesto el anterior repaso
verdadera o falsa) sobre ayudar a una mujer agonizante
histórico, originalmente parecía designar los deberes de
a morir más rápidamente. Ese breve ensayo desató una
un doctor para hacer más fácil y confortable la agonía.
tempestad de disputas entre los facultativos y fue, para
Posteriormente se usó como sinónimo de «muerte
muchos observadores, el acicate de un debate más
piadosa», que es provocar la muerte de la persona que
abierto sobre la eutanasia dentro de la profesión32.
sufre directa y deliberadamente para aliviar su dolor.
Apareció una nueva sociedad llamada Hemlock, cuyo
A medida que los debates proseguían, un uso más
líder publicó un libro, Final Exit, que no sólo aducía
cuidadoso distinguió entre eutanasia «voluntaria», «no
argumentos a favor de la eutanasia legal, sino que
voluntaria» e «involuntaria».
proporcionaba directrices y recetas para aquellos que
escogían tal salida33. Una nación, Holanda, decidió
hacer un experimento de eutanasia legalmente
tolerada34.
El público, la comunidad médica
A principios de los noventa, los defensores de lo
y los eticistas médicos están
que vino a llamarse «suicidio asistido» o «ayuda en la divididos en torno a la ética del
muerte» habían generado la suficiente fuerza popular
92 para introducir iniciativas en los estados de Washington
suicidio médicamente asistido.
(1991), California (1992), y Oregón (1995), que Aunque predomina la idea de
autorizarían legalmente a los médicos a acelerar la
muerte de los pacientes terminales capaces que así lo autonomía personal, se propone
solicitaran. Las iniciativas de Washington y California una gran variedad de argumentos.
fracasaron por muy poco, pero los ciudadanos de
Oregón aceptaron (también muy ajustadamente) su
iniciativa, la Death with Dignity Act, y ampararon que La eutanasia voluntaria describe situaciones en las
«un adulto puede hacer una solicitud escrita para que le que el paciente solicita la muerte de manera consciente
sea suministrada la medicación pertinente de manera y deliberada. No voluntaria se refiere a situaciones en
que pueda dar un final humano y digno a su vida»35. El las que el paciente está incapacitado para tomar
resto de esta historia se explica en otros artículos de este decisiones y no realiza ninguna solicitud. Con
número. involuntaria se describen las situaciones en las que se
causa la muerte del paciente en contra de su voluntad.
Estas distinciones, hasta cierto punto clarificadoras,
Principales argumentos en pro y en causan confusión a su vez. En los últimos años, la
contra de la legalización de la eutanasia eutanasia involuntaria ha sido condenada por todos los
observadores, y la no voluntaria, por la mayoría. El
Los principales argumentos éticos alrededor de la
debate ahora se centra en la «eutanasia voluntaria».
eutanasia pueden extraerse de esta larga historia. Todos
ellos han sido propuestos en uno u otro momento. Los De todos modos, por eutanasia voluntaria se
proponentes han elaborado a menudo razonamientos entiende hoy tanto «ayuda en la muerte», como
para defender sus posiciones; han apelado a veces a las «suicidio médicamente asistido». Aunque no todos los
emociones, tales como la compasión o la repugnancia, comentaristas hacen esta distinción, es útil tenerla en
así como a la razón. Dado que la completa exposición cuenta, puesto que cada una de las opciones tiene
de estos argumentos trasciende el propósito de este consecuencias notablemente distintas. «Ayuda en la
artículo, me limitaré a enunciarlos lo mejor que pueda. muerte» supone una situación en la que el paciente
La base factual de todos estos argumentos es la realidad solicita la administración de una droga letal a un
humana de que algunas personas pueden llegar a la médico. «Suicidio médicamente asistido» describe una
conclusión de que su calidad de vida está tan muerte que ha elegido y autoprovocado una persona
deteriorada que ya no merece la pena vivirla. Esta competente mediante la administración de una
conclusión puede ser el resultado de un dolor o sustancia que el médico prescribe pero en ningún caso
sufrimiento no aliviados, o porque consideran la administra. En el primero, el agente causante de la

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 108


muerte es el médico; en el segundo, el mismo paciente. paciente se autoadministra libera al médico de una
Sin embargo, la implicación con mucho más importante participación directa. La decisión y la acción de acabar
de definir la cuestión de este modo radica en el énfasis con la vida permanecen bajo control del paciente. Éste,
en la elección por el agente, lo que refleja un tema entonces, comete suicidio, que no es ilegal según la ley
dominante en la discusión bioética norteamericana: el americana. La participación médica para proporcionar
respeto por la autonomía individual. El concepto los medios necesarios debería, según sus defensores,
filosófico de autonomía es complejo y adquiere formas estar claramente excluida de las leyes que prohíben la
distintas en autores tan diversos como Inmanuel Kant o ayuda en el suicidio. La participación médica –comentan
John Stuart Mill36. Con todo, este concepto filosófico estos partidarios– es en realidad un deber propio del
reviste un significado cultural poderoso en la vida médico para aliviar el dolor. Esta descripción es llamada
americana: se ha convertido en la convicción de que los «suicidio médicamente asistido», y se ha convertido en
individuos tienen el derecho de elegir sus propios la manera preferente de presentar el asunto, en una
valores y determinar el curso de sus propias vidas, libres formulación que apela fundamentalmente al principio de
de la coerción e interferencia ajenas. Es esta convicción autonomía.
la que impregna la discusión sobre la eutanasia en El público, la comunidad médica y los eticistas
Estados Unidos. médicos están divididos en torno a la corrección ética
Los diferentes significados de eutanasia pueden ser del suicidio médicamente asistido. A pesar del dominio
perfectamente ilustrados por tres casos. En el primero, la de la idea de autonomía personal, arriba mencionada, se
Sra. A sufre una esclerosis múltiple avanzada. Está propone una gran variedad de argumentos. Los
ciega, postrada en una cama, abotargada, y aparenta oponentes al suicidio asistido avanzan una larga serie
sufrir un dolor constante. No ha expresado preferencias de razonamientos que, según dicen, refutan la
sobre el cuidado que desea recibir al final de su vida. Su justificación moral de este acto; muchos de ellos han
esposo le pide al médico que acabe con su sufrimiento sido un estándar en el largo debate sobre la eutanasia
poniendo fin a su vida. El médico administra un potente en general.
sedante, seguido de un bolo intravenoso de 120 mEq de
cloruro potásico. En el segundo caso, la Srta. B agoniza
a causa de un cáncer ampliamente extendido y sufre un
intenso dolor por metástasis óseas, a pesar de que recibe
altas dosis de morfina. Permanece consciente y alerta.
Le ruega a su médico que «la duerma para siempre».
Éste administra 200 mg de sulfato de morfina por vía
intravenosa. En el tercer caso, la Srta. C se encuentra en
la misma situación que en el anterior, pero solicita a su
93
médico una prescripción de barbitúricos suficiente para
acabar con su vida, instrucciones para ella y su marido
sobre la posología y administración adecuadas, y estar
presente en el momento en que ella misma ingiera la
medicación prescrita para acabar con su vida.
En todos estos casos, el médico proporciona los
medios que, rápida y definitivamente, interrumpirán un
proceso orgánico necesario para la vida. Esto distingue
estos casos de aquel en que el médico detuvo o eludió la
intervención para controlar el fallo de procesos vitales,
por motivos de futilidad, rechazo del paciente, o calidad Hume escribió un ensayo sobre el suicidio en el que criticó duramente los argumentos tra-
dicionales en contra de su práctica.
de vida profundamente disminuida. En los casos I y II,
el médico actúa directamente para concluir la vida del
paciente. El caso I es eutanasia no voluntaria; el caso II 1) La prohibición de la privación directa de la vida
es voluntaria, pero la administración de morfina no humana, excepto en casos de defensa propia o ajena, ha
puede ser justificada por la defensa moral llamada sido un dogma central de la tradición judeocristiana,
«doble efecto», es decir, la intención del médico es igualmente poderoso en la ética secular. Una máxima
detener la vida más que aliviar el dolor. En ambos clásica de la tradición legal occidental determina que ni
casos, la acción del médico es contraria a la ley en todas siquiera el consentimiento de la víctima constituye una
las jurisdicciones americanas. El caso III presenta el defensa contra el cargo de homicidio.
problema del suicidio médicamente asistido.
2) La ética médica ha enfatizado tradicionalmente
Hasta hace poco, la naturaleza exacta de la la salvaguarda y preservación de la vida y la mejora de
asistencia médica para acelerar la muerte no estaba bien su calidad y ha repudiado su supresión directa. El
definida. Se asumía que el médico prescribiría o Juramento Hipocrático determina: «No administraré una
administraría una droga letal. En discusiones más droga mortal a nadie, aunque lo solicite, ni haré
recientes, el papel del médico ha sido más precisamente ninguna sugerencia a tal efecto». La medicina
descrito por aquellos que abogan por la legalización de contemporánea se reafirma en esta tradición. El Comité
la participación de éste. La administración de una droga de Asuntos Éticos y Jurídicos de la AMA, establece: «La
letal constituye presumiblemente un acto de homicidio. eutanasia activa… no es parte de la práctica médica,
En cualquier caso, la prescripción de drogas que el con o sin el consentimiento del paciente». El Colegio

109 ALBERT R. JONSEN - ÉTICA DE LA EUTANASIA


Americano de Médicos (American College of Physicians)
añade: «… aun legalizada, tal acción violaría los No es razonable debatir los pros y
estándares éticos de la práctica médica».
los contras del suicidio asistido sin
3) La dedicación de la profesión médica al
bienestar de los pacientes y a la promoción de la salud tener en cuenta la situación social
podría resultar seriamente dañada a los ojos del público en la que las personas gravemente
y de los pacientes, por la complicidad de los médicos en
la precipitación de la muerte de los gravemente enfermas reciben asistencia
enfermos, incluso de aquellos que lo solicitan. Es posible médica.
que lleguen a producirse cambios en la relación entre los
pacientes y sus médicos en caso de que tal práctica
1) Los individuos autónomos tienen autoridad
deviniera común.
moral sobre sus vidas y debería permitírseles acceder a
4) Las solicitudes para una muerte rápida se hacen los medios necesarios para ponerle fin, incluyendo la
a menudo en circunstancias de extrema tensión, que asistencia de aquellos que pueden hacerlo de manera
puede ser aliviada por un concienzudo control del dolor eficaz e indolora.
y otras intervenciones positivas, como las empleadas en
2) Las distinciones comúnmente invocadas entre
los «hospices».
«matar y dejar morir», «actuar y dejar de actuar», etc.,
5) Incluso si la tolerancia inicial del suicidio son espurias; por tanto, la suspensión de un tratamiento
médicamente asistido se limita a la situación voluntaria, y el homicidio directo son moralmente lo mismo y, si la
es posible que, una vez establecido, la práctica deviniera primera está permitida, lo segundo debería estarlo
más aceptable para los pacientes involuntarios que «la también.
habrían solicitado» en caso de haber podido. De manera
3) No se debería coercer a ninguna persona a
similar, la posibilidad de una muerte rápida podría
soportar la gravosa carga del dolor y el sufrimiento, y
comportar coerción para las personas que sienten que su
aquellos que les liberan de ella, por su propia solicitud,
estado es una carga para los demás. Así, a pesar de que
actúan éticamente, esto es, por compasión y respeto a
procurar una muerte rápida por la solicitud de un
su autonomía.
paciente que sufre parece piadoso y benevolente, la
aceptación de la práctica como ética podría engendrar 4) A menudo, las cargas de dolor e incapacidad
temibles consecuencias sociales. El programa de la son resultado del «éxito» de una intervención médica
«eutanasia» iniciado en Alemania en la primera mitad que ha prolongado la vida; aquellos que han procurado
de este siglo, con el apoyo de muchos médicos ese resultado, tienen una obligación de respeto hacia la
94 voluntad del paciente de no querer soportar por más
tiempo tan ingrato estado.
5) La máxima del Juramento Hipocrático es
obsoleta, porque la medicina no podía haber anticipado
la capacidad de alargar la agonía como lo hace hoy en
día. La máxima debería ser interpretada como en su
versión moderna, la Declaración de Génova de la
Asociación Médica Mundial: «Observaré el máximo
respeto por la vida humana…».
6) Algunas voces influyentes dentro de la
profesión médica, que generalmente se opone a la
eutanasia, han expresado recientemente un apoyo
razonado, cuidadosamente circunscrito.
Estos argumentos en pro y en contra se debaten
vigorosamente por los proponentes y oponentes del
El Dr. Kevorkian (EE UU) ha ideado una máquina para que las personas que desean mo-
rir puedan administrarse el fármaco adecuado. Tras haber sufrido varios juicios de los que
suicidio asistido. No es posible concluir que alguno de
salió absuelto, finalmente fue condenado por sus prácticas de ayuda al suicidio. ellos lleve a una conclusión sin tacha. La autorización
legal del «suicidio asistido» en el estado de Oregón
resultó no de argumentos abstractos, sino de un voto
popular en el que profundos sentimientos,
benevolentes, se dirigía en un principio exclusivamente
motivaciones, experiencias personales y posiciones
a los enfermos incurables; devino gradualmente
mediáticas, jugaron un poderoso papel. Varios fallos
genocidio. Éste es el así llamado argumento de
de tribunales federales, incluyendo dos del Tribunal
«pendiente resbaladiza», propiamente, que la tolerancia
Supremo de Estados Unidos, hacen referencia a la
frente a una práctica cuestionable, sobre la base de que
mayoría de estos argumentos morales. Sin embargo, las
es inofensiva, llevará gradualmente a la tolerancia de
decisiones judiciales en el sistema legal americano están
prácticas más agresivas, ya sea acostumbrando a la
basadas no en argumentos éticos, sino en
gente a los valores relacionados con esta práctica, ya
razonamientos legales. En estos casos federales, la
por la lógica extensión del argumento.
cuestión giraba en torno a si las personas tienen el
El suicidio asistido es defendido por sus derecho constitucional de recurrir a la asistencia médica
proponentes con muy variados argumentos. para morir. De ahí que las decisiones del Tribunal

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 110


general, el suicidio asistido es un acto criminal. Un
médico puede escoger correr el riesgo legal, pero debería
hacerlo con pleno conocimiento de las posibles
consecuencias. Si un médico decide arriesgarse a incurrir
en eventuales responsabilidades penales, él o ella debe
cerciorarse realmente de la capacidad de decisión del
paciente y de que su estado puede describirse
inequívocamente de terminal. Él médico debe desgranar
el asunto cuidadosa y compasivamente. Se debe
analizar la situación médica del paciente, las opciones
de tratamiento, las alternativas al suicidio, el alivio del
dolor, los cuidados de confortación, el apoyo social, los
valores, y las actitudes. El debate debería tener una
cierta duración y debería incluir, entre otros, a los
cónyuges e hijos del paciente, amigos más cercanos y
Los oponentes al suicidio asistido avanzan una larga serie de razonamientos que, según consejeros éticos y religiosos.
dicen, refutan la justificación moral de este acto.
No es razonable debatir los pros y los contras del
suicidio asistido sin tener en cuenta la situación social
dependieran de complejos aspectos de derecho en la que las personas gravemente enfermas reciben
constitucional, dejando abiertas las cuestiones éticas. asistencia médica. El fracaso del sistema sanitario en
El Tribunal Supremo de Estados Unidos de América cuanto a la provisión de todo tipo de medios para la
sentenció que no existe derecho constitucional al ayuda, la inadecuación de los cuidados paliativos para
suicidio asistido, pero que las leyes estatales que lo el dolor, la falta de médicos personales en el caso de
prohíben no son inconstitucionales. Los estados pueden, muchos pacientes, y otros rasgos del sistema sanitario,
o no, permitir el suicidio asistido en la medida en que pueden determinar en gran medida el modo en que las
sus respectivas asambleas legislativas determinen si personas contemplan sus opciones al final de la vida.
existen o no intereses estatales lo suficientemente serios Instituciones sociales como los «hospices» pueden
como para decantarse en uno u otro sentido37. aliviar las cargas de la agonía. La estructura de las
En Oregón, el único estado que permite el suicidio instituciones sociales que asisten en la muerte y la
médicamente asistido, los médicos pueden prescribir, agonía debería ser tal que tanto ejercieran la compasión
pero nunca administrar, una droga letal a un paciente como respetaran la autonomía individual. La eutanasia
terminal perfectamente competente. Se requiere un no es sólo una cuestión de ética personal y jurídica;
período de dos semanas entre la solicitud y la es también un asunto de justicia social. 95
prescripción. La consulta psiquiátrica es sólo necesaria
cuando el médico sospecha de que el solicitante sufre
algún tipo de enfermedad mental. Notas
Aunque el suicidio asistido puede ser legalizado, 1. Meditations, IX, 3
cada médico debe tomar decisiones en conciencia sobre 2. Seneca. Letters From a Stoic, letter lxxvii, 77.
si asistir a los pacientes para acabar con sus vidas. La Harmondsworth: Penguin, 1969; p. 126.
práctica del suicidio asistido requerirá decisiones difíciles
3. Hamilton JS. «Scribonius Largus on the medical
sobre lo que constituye la capacidad dirimente, la profession,» 60 (1986): 209-216. Véase también Ludwig
enfermedad terminal, y sobre si han sido agotados todos Edelstein. «The Hippocratic Oath: Text, translation and
los medios para tratar el dolor. En particular, la limitada interpretation», en Ancient Medicine: Selected Papers of
autorización legal a los pacientes terminales capaces Ludwig Edelstein, ed. Owsei Temkin y C. Lillian Temkin.
dejará cuestiones abiertas en torno a los que no lo son, Baltimore: The Johns Hopkins Press, 1983; p. 12. Danielle
pero soportan iguales condiciones de tensión, y sobre Gourevitch. «Suicide among the sick in classical antiquity».
pacientes no terminales pero conocedores de lo que será Bulletin of the History of Medicine 1969;43:501-18. Paul
su lenta agonía a causa de una enfermedad Carrick. Medical Ethics in Antiquity. Dordrecht: D. Reidel
Publishing Company, 1985; capítulo 7. John M. Cooper.
degenerativa.
«Greek philosophers on euthanasia and suicide», en Baruch
El médico que presente objeción de conciencia A. Brody, ed. Suicide and Euthanasia: Historical and
respecto al suicidio asistido debe informar al paciente Contemporary Themes. Dordrecht/Boston: Kluwer
sobre su posición, pero, a su vez, discutir en Academic Publishers, 1989; 9-38.
profundidad sobre el asunto con él/ella con la esperanza 4. St. Augustine, City of God, I, 16. Véase Darrel Amundsen.
de poder atisbar opciones mutuamente aceptables. Si el «Suicide and early christian values», en Brody, ed. Suicide
paciente insiste en su deseo de solicitar la asistencia en and Euthanasia, pp. 77-154.
el suicidio, el médico puede renunciar al caso o 5. St. Thomas Aquinas, Summa Theologiae, II-II, q. 64, a. 5.
proporcionar únicamente cuidado paliativo.
6. St. Thomas More, Utopia, en The Complete Works of St.
Un médico más próximo a los argumentos en pro Thomas More, E Surtz and J H Hexter, ed. New Haven:
del suicidio asistido debe reconocer que la asistencia en Yale University Press, 1963; IV, 186. John Donne.
el suicidio es casi universalmente contraria a la ley Biathanatos. Margaret Battin y Michael Rudick, ed. New
estatal. Las diferentes jurisdicciones poseen leyes que York: Garland Publishing, 1982.
pueden diferir de una manera u otra entre ellas, así 7. David Hume. On Suicide: Essays: Moral, Political and
como diferentes maneras de tratar el asunto, pero, en Literary. London: Oxford, 1963; 586-96.

111 ALBERT R. JONSEN - ÉTICA DE LA EUTANASIA


8. «(Medicine ) does away with the suffering of the sick, 21. Leo Alexander. «Medicine under dictatorship». N Engl J
lessens the violence of their diseases, and refuses to treat Med 1949;241:39-47; Robert N. Proctor. Racial Hygiene:
those who are overmastered by their diseases, realizing Medicine Under the Nazis. Cambridge: Harvard University
that in such cases medicine is powerless». Hippocrates, Art, Press, 1988.
viii; Prognostic I. W.H.S. Jones, trans. Hippocrates. Vol. II.
22. Frank Hinman. «Euthanasia». J Neurol Ment Dis
Cambridge: Harvard University Press, 1957.
1944;99:640.
9. Thomas Percival, Percival’s Medical Ethics. Chauncey
23. Joseph Fletcher. Morals and Medicine. Princeton: Princeton
Leake, ed. Baltimore: Williams and Wilkins, 1927; II, iii,
University Press, 1954; p. 207.
p. 91.
10. C. F. H. Marx, «Medical Euthanasia,» en Journal of the 24. Fletcher. Morals and Medicine, Capítulo 6, en concreto
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Sissela Bok, eds. The Dilemmas of Euthanasia. Garden
12. «Permissive euthanasia». Boston Medical and Surgical City, N. Y.: Anchor Press, 1975.
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13. Charles B. Williams. «Euthanasia, 1894». Medical and Apostolicae Sedis 1957;49:1027-1033.
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history: The English and American Experience». En: John Treatment, pp. 37-38.
A. Behnke, Sissela Bok, ed. The Dilemmas of Euthanasia. 28. Deciding to Forego Life Sustaining Treatment, p. 73.
New York: Anchor Press, 1975; 27-49, y reeditado en
Reiser, Dyck, y Curran, eds. Ethics in Medicine, pp. 488- 29. Code of Medical Ethics Annotated Current Opinions of the
94. W. Bruce Fye. «Active euthanasia. An historical survey Council on Ethical and Judicial Affairs of the American
of its conceptual origins and introduction to medical Medical Association. Chicago: American Medical
thought». Bulletin of the History of Medicine Association, 1992; section 12, p. 46, actualmente Opinion
1979;52:492-501. Brody, ed. Suicide and Euthanasia. 2.20, «Withholding and withdrawing life-prolonging
medical treatment», (edición 1996-1997 del Code of
14. Reiser. «The dilemma of euthanasia in modern medical
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Abraham Jacobi. «Euthanasia». Medical Review of Reviews death: mercy killing and the good death;» y George
1912;18:362-3; «May the physician ever end life?» Lundberg. «‘It’s over Debbie’ and the euthanasia debate».
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causerie: Euthanasia». Practitioner 1896;56:631-35; Netherlands: Impact on long-term care». Issues in Law and
Charles B. Williams. «Euthanasia». Medical and Surgical Medicine 1995;11:283-297; M. A. M. de Wachter. «Active
Report 1894;70:909-911. euthanasia in the Netherlands». J Am Med Assoc
17. «Permissive euthanasia». Boston Medical and Surgical 1989;262:3316-9; Henk Rigter, Els Borst-Eilers, H. J. J.
Journal 1884;20, citado en Stanley Joel Rieser. «The Leenen. «Euthanasia across the North Sea.» BMJ
dilemma of euthanasia in modern medical history: The 1988;297:1593-5. Véase también el número especial
English and American experience». En: Reiser, Arthur J. «Euthanasia and the Netherlands». Issues in Law and
Dyck, William J. Curran, eds. Ethics in Medicine: Historical Medicine 1988;3:361-452. Holanda no ha derogado su ley
Perspectives and Contemporary Concerns. Cambridge: The en contra de la eutanasia, pero permite a los médicos
MIT Press, 1977; 490. practicarla, conforme a estrictas pautas, sin riesgo de
incurrir en contingencia legal.
18. Reeditado en Reiser, Dyck, William J. Curran, eds. Ethics in
Medicine, pp. 498-500. Texto reeditado en O. Ruth 35. Oregon Death With Dignity Act, Section 2, 127. 805.
Russell. Freedom to Die: Moral and Legal Aspects of Véase Daniel Hillyard y John Dombrink, Dying Right. The
Euthanasia. New York: Human Science Press, 1977; Death with Dignity Movement.
291-294. Véase Gwynne Thomas. King Pawn or Black 36. Schneewind JB. The Invention of Autonomy. A History of
Knight? Edinburgh: Mainstream Publishing, 1995; 57. Modern Moral Philosophy. Cambridge: Cambridge
19. Legislature of Nebraska, Bill No 135 (1937), reeditado en University Press, 1998.
Forster, pp. 122-128.
37. Washington v Glucksberg y Vacco v Quill: Tribunal
20. The Oregon Death With Dignity Act, 127.800-127.995. Supremo de Estados Unidos, 1997.

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 112


Resumen
En primer lugar, en el trabajo se analizan
diversas definiciones de eutanasia, así como los
principales conceptos en torno a ella. Sin limitarse a
un enfoque exclusivamente religioso de la cuestión, se
estudian las posturas de pensadores clásicos griegos y
romanos –todavía hoy sustentadas por un importante
sector de la sociedad– para seguir con la postura
moderna más influyente de Francis Bacon, abordando
posteriormente a pensadores contemporáneos como

EUTANASIA, Schopenhauer, Nietzsche, Russell, etc. En lo que al


plano religioso se refiere, se describe brevemente la
postura en torno al tema desde las confesiones judía,
FILOSOFÍA Y islámica, budista y cristiana protestante, para dedicar
luego una mayor atención a los pronunciamientos

RELIGIÓN oficiales de la Iglesia católica, así como a la opinión de


los teólogos críticos. Por último, se plantea la figura
del testamento vital y la diferencia entre ley y moral en
relación con el tema objeto del trabajo.
Palabras clave: Eutanasia activa. Eutanasia
directa. Eutanasia pasiva. Eutanasia indirecta.
Distanasia. Encarnizamiento terapéutico. Ortotanasia.
Cacotanasia. Algología.

ENRIQUE MIRET MAGDALENA


Presidente de la Asociación de Teólogos/as Juan XXIII. Madrid 97
(España).

Abstract
EUTHANASIA, PHILOSOPHY AND RELIGION
In this article several definitions of euthanasia, as
El autor ha sido profesor de Teología del Laicado
well as the main concepts surrounding it are analized.
en el Instituto Superior de Pastoral; profesor de Moral del
With no restraint to a limited religious focus on this
Instituto Universitario de Teología, y Director General de
matter, a closer look to Greek and Roman classics is
Menores. Actualmente es Presidente Honorario de Mensajeros
taken –these still being held up by a great part of
de la Paz, Asesor del Servicio Social Internacional y miembro
society nowadays– to follow with the most influent
del Consejo Nacional de Mayores.
modern position of Francis Bacon, coming accross
contemporary thinkers such as Schopenhauer,
Nietzsche, Russell, etc. In what accounts to the
religious side, it stays a brief description on the
subject, given from the Jewish, Islamic, Budist and
Protestant Christian confessions, to devote hereinafter
a specific attention to the official proposals of the
Catholic Church, as well as to the opinion of critical
theologists. Finally, the term of living wills and the
difference between law and moral regarding the
present issue are introduced.
Key words: Active euthanasia. Direct euthanasia.
Passive euthanasia. Indirect euthanasia. Disthanasia.
Therapeutic obstinacy. Orthothanasia. Cacothanasia.
Algology.

113 ENRIQUE MIRET MAGDALENA - EUTANASIA, FILOSOFÍA Y RELIGIÓN


Introducción y delimitación conceptual
Desde un punto de vista muy general se entiende
por eutanasia el hecho de provocar directamente la
muerte de una persona con la finalidad de terminar una
vida de sufrimiento, marcada por el padecimiento de
una situación indigna o por una carencia física grave e
irreversible. Hay que decir que la eutanasia ha existido
siempre, incluso la realizada por uno mismo; de hecho,
era muy frecuente en la antigüedad clásica griega entre
los intelectuales, como describe Diógenes Laercio en su
obra Vidas de filósofos ilustres. En modo alguno se
trata, por tanto, de una novedad actual producto del
desarrollo cultural moderno. En cualquier caso, en la
discusión sobre este problema late desde siempre una
idea base: la de si podemos disponer o no libremente de
nuestra vida. Lo que sí resulta novedoso en la
actualidad es que, a diferencia de tiempos anteriores, el
debate ha dejado de ser el privilegio de un reducido
núcleo de intelectuales; desde hace un tiempo la
mencionada idea básica en torno a la disponibilidad de
la propia vida ha saltado a la opinión pública y es
constantemente difundida y discutida en los medios de
comunicación social. De hecho puede decirse que el
diálogo se ha generalizado desde el siglo XIX, siendo
después defendido por el propio Papa Pablo VI dentro y
fuera de la Iglesia (en cuyo seno encuentra hoy, por
cierto, más dificultades para desarrollarse que en su
época)1. Por otra parte, la extensión de la idea El filósofo cordobés del siglo XII Averroes afirma que «los médicos deben separar del
cuerpo aquellos miembros que están necrosados y cuya eficacia será nula, como los de-
mencionada se ha visto también favorecida por el hecho dos gangrenados o los dientes cariados. Del mismo modo, si dejásemos individuos seme-
de que a partir de la Segunda Guerra Mundial se haya jantes a dichos miembros enfermos en una sociedad modelo, posiblemente causarían el
difundido ampliamente el concepto de «autonomía del nacimiento de otros deficientes».
98 paciente» (tal y como explica, entre otros, el catedrático
de Historia de la Medicina Diego Gracia).
Concretemos, en primer lugar, los conceptos Comité para la Defensa de la Vida de la Conferencia
empleados. Decía con razón el filósofo Wittgenstein que Episcopal Española, formado por seglares y clérigos, y
el primer paso en toda cuestión radica en saber de qué que fue presidido por el cardenal Jubany, experto en
hablamos. De hecho, la mayoría de las discusiones Derecho Canónico. Dicho comité llama eutanasia a «la
provienen de la poca claridad en los conceptos que actuación cuyo objeto es causar la muerte a un ser
empleamos: incluso las mismas palabras pueden tener humano para evitarle sufrimientos, bien a petición de
significados parcialmente diferentes, y de ahí que sea éste, bien por considerar que su vida carece de la calidad
preciso ponerse de acuerdo sobre la terminología que mínima para que merezca el calificativo de digna», lo
estamos utilizando. que supone un concepto coincidente con el antes
aludido del profesor Gracia. Dicho de otro modo (y en
Como es de sobra conocido, etimológicamente la
este sentido viene a expresarse a la postre este Comité
palabra «eutanasia» procede de dos conceptos griegos:
Episcopal), la eutanasia se identifica con un «homicidio
«eu», que quiere decir «bien», «bueno», «dulce», «feliz»;
por compasión», esto es, con el mercy killing
y «thanatos», que significa «muerte». Se trata por tanto
anglosajón3.
de conseguir una buena muerte, una dulce muerte o
una muerte feliz. Por eso el Diccionario de la Lengua Los obispos españoles distinguen a su vez entre
Española, en su edición de 2001, la define como varias modalidades de eutanasia: voluntaria (solicitada
«acción u omisión que, para evitar sufrimientos a los por el enfermo), involuntaria (en caso contrario),
pacientes desahuciados, acelera su muerte con su perinatal (practicada a recién nacidos deformes o
consentimiento o sin él». Y añade que médicamente se deficientes), agónica (realizada sobre enfermos
emplea esta palabra para designar la «muerte sin terminales), psíquica (relativa a afectados por lesiones
sufrimiento físico». cerebrales irreversibles) y social (practicada a ancianos
y otras personas tenidas por socialmente improductivas,
Esta última definición me parece en exceso parcial,
gravosas, etc.); también se maneja el concepto de auto-
por lo que considero preferibles otras como, por ejemplo,
eutanasia (que en realidad se trata de un suicidio y no
la ofrecida por el profesor Diego Gracia, que la define
de una eutanasia propiamente dicha). Por otra parte, se
así: «provocar directa y voluntariamente la muerte de
diferencia también entre eutanasia activa (la producida
otra persona, para evitar que ésta sufra o que muera de
por una acción occisiva), pasiva (la realizada por
un modo considerado indigno»2.
omisión del tratamiento con el que no se tenía plena
Desde el prisma de la religión propio de este trabajo seguridad de curar al enfermo), directa (que se
escojo la acertada definición proporcionada por el corresponde con la definición anteriormente dada de

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 114


eutanasia) e indirecta (que busca sólo mitigar el dolor y
la angustia, pero no pretende la muerte, aunque pueda
acortar la vida como consecuencia del tratamiento En la Edad Media existe una
analgésico). Algunos otros conceptos relacionados son
los de distanasia (que es lo contrario de eutanasia, es
postura contraria a la eutanasia,
decir, el retraso de la muerte hasta el límite de lo representada por los dos grandes
posible), ortotanasia (de orthos –recto–, que se filósofos cristianos: San Agustín
identifica con la atención moralmente correcta del
enfermo terminal, orientada a evitarle razonablemente y Santo Tomás de Aquino.
los malos momentos sin pretender en modo alguno
causarle la muerte), cacotanasia o mala muerte (un
ejemplo de la cual puede encontrarse en los homicidios
descontada esta postura contraria entre los cristianos;
de ancianos en el hospital vienés de Lainz llevados a
sin embargo, lo cierto es que el pueblo no lo veía del
cabo hace unos años por ciertas enfermeras que
mismo modo, como pone de manifiesto el hecho de que
pretendieron cobijar bajo capa eutanásica lo que no eran
se llamase «misericordia» a un puñal corto y afilado
más que motivos inconfesables) y algología (o ciencia
empleado para quitar la vida a los malheridos (lo que en
de los cuidados paliativos).
Argentina tenía su equivalente en el «despenador»,
como se denominaba al oficio del que quitaba la vida a
La eutanasia en la historia los incurables en situación muy dolorosa). Entonces se
trataba de la práctica de una eutanasia burda y popular,
del pensamiento que hoy tiene expresiones más refinadas, como es el
Los filósofos clásicos trataron de la eutanasia caso, en Estados Unidos, de un best-seller que enseña
frecuentemente. Así, los estoicos decían que «la puerta cómo suicidarse (titulado expresivamente «Final Exit»,
está siempre abierta», concibiendo la muerte como una de Derek Humphry)4.
salida cuando, por la causa que sea, el peso de la vida
Continuando con la evolución del pensamiento
se hace intolerable; la razón que esgrimían radicaba en
filosófico en torno al tema, corren los siglos medievales
que la vida se consideraba cosa de nuestra propiedad
y, en el ambiente cristiano culto del Renacimiento, el
(por cierto que en la redacción de la Declaración
filósofo francés Montaigne, en el siglo XVI, admite la
Universal de Derechos Humanos se debatió esta misma
eutanasia como los pensadores paganos: «Dios nos da
idea, y se decidió finalmente no aceptar el derecho a la
licencia suficiente cuando nos pone en un estado tal que
vida como el derecho a disponer libremente de ella). Por
el vivir es para nosotros peor que el morir».
su parte, Platón señala en La República: «quien no es
capaz de desempeñar las funciones que le son propias, El inglés Francis Bacon parece ser el primero que 99
no debe recibir cuidados, por ser una persona inútil entiende la palabra eutanasia tal y como nosotros la
tanto para sí mismo como para la sociedad». El cordobés entendemos en la actualidad. Y mantiene en su obra
Séneca afirma en sus Cartas: «el sabio se separará de la Historia vitae et mortis su licitud religiosa y moral: «la
vida por motivos fundados: para salvar a la patria o a función del médico es devolver la salud y mitigar los
los amigos, pero igualmente cuando esté agobiado por sufrimientos y dolores, no sólo en cuanto esa mitigación
dolores demasiado crueles, en casos de mutilaciones, o puede conducir a la curación, sino también en cuanto
de una enfermedad incurable»; y sólo se matará que puede procurar una eutanasia: una muerte tranquila
«cuando el dolor impida todo aquello por lo que se y fácil. En nuestro tiempo los médicos abandonan a los
vive». El discípulo de Platón, Aristóteles, sostiene lo enfermos cuando han llegado al final. Por el contrario,
mismo que su maestro, y en su Carta a Ático el romano deben tener una nueva ciencia, y de acuerdo con ella
Cicerón emplea la palabra eutanasia como muerte digna, esta búsqueda la entendemos como la eutanasia
honesta y gloriosa. Por su parte, el historiador Suetonio externa, que se distingue de la otra eutanasia que tiene
en su Vida de los Césares dice del emperador Augusto: por objeto la preparación del alma». Esta última
«al oír que alguien había muerto de una muerte rápida y constituye una obligación también para con el enfermo
sin tormento, pedía para sí y los suyos una eutanasia terminal, porque el médico debe «estar junto al paciente,
semejante». cuando se encuentra muriendo».
Tendríamos que añadir a un pensador católico y
Durante la Edad Media nos encontramos en
declarado santo, Tomás Moro, que tanto influyó en el
cambio con una postura intelectual contraria a la
siglo XVI junto con los humanistas de los que era
eutanasia, representada por los dos grandes filósofos
amigo: el holandés Erasmo y el valenciano Luis Vives.
cristianos San Agustín y Santo Tomás de Aquino.
Se plantea claramente la cuestión el que fue Canciller de
Ambos hablaron poco de ello porque se daba por
Inglaterra y hombre de confianza del rey hasta que éste
le condenó a muerte por no avalar sus sucesivos
divorcios. En efecto, Tomás Moro expone su postura
favorable a la eutanasia en su interesante libro político-
El romano Cicerón considera la social Utopía, publicado el año 1516, donde describe el
régimen ideal en una isla así llamada. Distingue entre
eutanasia como una muerte digna, eutanasia (que acepta), y suicidio (que critica como un
honesta y gloriosa. crimen), y describe que los médicos en ese lugar ideal
«se esmeran en la atención a los enfermos. No
escatiman en nada que pueda contribuir a su curación:

115 ENRIQUE MIRET MAGDALENA - EUTANASIA, FILOSOFÍA Y RELIGIÓN


Fancis Bacon parece ser dramaturgo Bernard Shaw y el historiador y literato
H.G.Wells; postura pro eutanasia también sustentada por
el primero que entiende la palabra algunos conocidos intelectuales españoles6.
eutanasia tal y como la
entendemos en la actualidad. La perspectiva religiosa
Y mantiene en su obra El budismo (que por cierto se está difundiendo con
Historia vitae et mortis cierta amplitud por Occidente) sostiene una postura
contraria a la eutanasia: constituye un error disponer de
su licitud religiosa y moral. la propia vida, cualquiera que sea el motivo, ya que la
finalidad de ésta es superar la rueda de reencarnaciones
se trate de medicinas o alimentos». Y, además, cuando llamada Samsara, y la muerte voluntaria no nos libra de
son enfermos incurables «los consuelan, visitándoles la misma; no resuelve nada, porque debemos aceptar el
con frecuencia, charlando con ellos y prestándoles toda Karma que a cada uno corresponde, para liberarnos de
suerte de cuidados». Pero «cuando a estos males las reencarnaciones sucesivas y llegar al Nirvana final
incurables se añaden sufrimientos atroces, entonces los liberador7.
magistrados y sacerdotes se presentan al paciente para
Por su parte, el judaísmo ortodoxo se inspira en el
exhortarle. Y tratan de hacerle ver que ya está privado
Antiguo Testamento, en el cual se percibe una clara
de los bienes y funciones vitales; que está
aversión hacia la libre disposición de la propia vida y
sobreviviendo a la propia muerte, que es una carga para
con ello hacia la eutanasia (si bien no la menciona
sí mismo y para los demás... Y puesto que la vida es un
explícitamente), lo cual no obsta a la aprobación de
puro tormento, no debe dudar en aceptar la muerte. Que
algún suicidio indirecto por motivos religioso-patrióticos,
no dude en liberarse a sí mismo, o permitir que le
como en el ejemplo de Sansón, quien, a pesar de
liberen los otros... Y realizan una obra piadosa y santa,
encontrarse preso y atado a una columna del Templo,
siguiendo los consejos de los sacerdotes, que son
hundió las columnas de éste para que muriesen los
intérpretes de la divinidad».
dirigentes filisteos refugiados en él. Al margen de estos
Entonces, ¿qué harán?: «o ponen fin a sus días casos, el judaísmo, por ejemplo, marginaba a los
dejando de comer, o se les da un soporífero muriendo
sin darse cuenta de ello». Lo importante es que «no
eliminan a nadie contra su voluntad». Y, por ello, al que
no quiere hacerlo no se le abandona, sino que «se le
100 siguen dando los cuidados que se le dispensaban». En
cambio «cuando se quita uno la vida sin haberlo
aprobado los sacerdotes y el Senado, no es juzgado
digno de ser inhumado o incinerado, y se le arroja a una
ciénaga».
En el mundo contemporáneo divergen las
opiniones. En su Zaratustra, Nietzsche exhorta: «muere
a tiempo», y escoge «la muerte libre, la que viene hacia
mí porque la quiero». Lo cierto es, sin embargo, que su
idea al respecto no termina de quedar del todo clara,
pues en otras ocasiones considera al que prescinde de
su propia vida como un débil para la sociedad, del
mismo modo que el inventor de la evolución, Darwin,
también lo califica de cobarde. A pesar de su pesimismo
teórico, tampoco lo justifica Schopenhauer, quizá por
seguir la postura del budismo –en el cual inspiró las
ideas morales expresadas en su obra Parerga y
Paralipómena5. En su Zaratustra Nietzsche exhorta: «muere a tiempo» y escoge «la muerte libre, la que
viene hacia mí porque la quiero».
Por su parte, el filósofo y premio Nobel Bertrand
Russell se muestra partidario de la eutanasia, de la
«beneficient euthanasia». Como lo es el neomarxista
leprosos, pero nunca se plantea privarles de la vida para
Marcuse, pensador de la Escuela de Frankfurt, que
evitar su sufrimiento y la marginación social. Se parte
sostiene: «la muerte puede convertirse en la señal
de que la vida no es propiedad nuestra, sino de Dios, y
distintiva de la libertad. La irremisibilidad de la muerte no
no podemos disponer libremente de ella, sino tan sólo
contradice la posibilidad de una liberación final. Al igual
hacer con ella lo que Dios nos diga.
que los otros males, la muerte puede ser trasmutada de
modo racional en muerte sin dolor. Los hombres pueden En cuanto al Islam, no existe más doctrina oficial
morir sin angustia si saben que los seres amados están que el Corán y sus intérpretes de las varias escuelas
preservados de la miseria y del olvido. Tras una vida difieren. El más famoso filósofo musulmán, tan
colmada pueden morir en un momento de su propia influyente en el pensamiento islámico de ayer y de hoy,
elección». Asimismo fueron promotores de The Voluntary es el cordobés del siglo XII Averroes. Su moral gira en
Euthanasia Society el biólogo Julian Huxley, el torno a la persona humana y su desarrollo, aun sin caer

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 116


en el individualismo. Respecto de la eutanasia sustenta
una postura clara: preferir en la sociedad personas
útiles, y desechar las que ya no lo son. Por eso decía:
«los médicos deben separar del cuerpo aquellos
miembros que están necrosados y cuya eficacia será
nula, como los dedos gangrenados o los dientes
cariados. Del mismo modo, si dejásemos individuos
semejantes a dichos miembros enfermos en una
sociedad modelo, posiblemente causarían el nacimiento
de otros deficientes... Y en cuanto a los deficientes que
pueden vivir, pese a ser incurables, pero que en modo
alguno pueden ser útiles para la sociedad, unos opinan
que podrían ser tolerados; pero no ha lugar para esta
afirmación de los que quieren cargar su mantenimiento
sobre los ciudadanos». Aunque informa de que otros
piensan de modo distinto en el seno del Islam, él se
muestra partidario de la eutanasia, considerando que los
deficientes han de ser eliminados como un miembro
gangrenado. Pensamiento de Averroes, que como otros
muchos suyos, perdura8.
Entre los cristianos protestantes encontramos
posturas actuales bastante reticentes con respecto a la
eutanasia, aunque ocurre como con los islámicos: no
existe una doctrina oficial. En el caso del Islam, porque
muchos de sus fieles practican el ijtihat, que es un libre
pero responsable examen del Corán. Y en el del
protestantismo, porque una de sus bases doctrinales
radica en el libre examen de la Biblia y la no sumisión a S. Hawking es uno de los más célebres científicos contemporáneos por sus teorías sobre
una autoridad oficial. En cualquier caso, puede las leyes físicas del universo. Su inteligencia privilegiada tiene que afrontar la dureza de
una vida lastrada por una enfermedad degenerativa. Pese a su agnosticismo, nunca se
afirmarse que los más importantes teólogos muestran
ha planteado recurrir a la eutanasia porque tiene en cuenta el bien que puede aportar a la
una cierta suspicacia frente a la eutanasia. El número sociedad.
uno, el suizo alemán Karl Barth, se opuso en su tiempo
a las carnicerías nazis por motivos racistas, que 101
consideró «un asesinato, una sacrílega asunción del
desde el punto de vista religioso (aunque desde luego
derecho de Dios sobre la vida y la muerte»; pues «poner
deban atenderse los dolores del enfermo para evitarle
fin a la vida humana es propio de Dios, y sólo Él puede
padecimientos). Lo mismo opina el moralista Thielecke,
hacerlo». Tales consideraciones engloban también la
para quien el carácter intangible de la vida comporta la
práctica de la eutanasia, aunque sea realizada por
ilicitud de la eutanasia, porque «los motivos pueden ser
compasión hacia el enfermo. Lo cual no le impide, con
equivocados, si bien sean nobles»; lo cual no empece en
todo, criticar el encarnizamiento terapéutico, pues tanto
modo alguno a que al paciente se le deban hacer
como el acortamiento directo de la vida debe el médico
llevaderos los dolores9. Esta puede considerarse la
rechazar su prolongación insistente con medios
postura más usual en las Iglesias protestantes, salvo
desproporcionados.
unas pocas Iglesias de Estados Unidos que se muestran
Como segundo testimonio relevante en este
más permisivas con la eutanasia.
contexto puede citarse el del pastor Dietrich Bonhoeffer,
muerto mártir en un campo de concentración nazi. Para
él la vida, sea cual sea, es siempre respetable. Y discutir Especial consideración de la religión
sobre el valor de una vida «destruye más pronto o más
tarde la vida misma», ya que no tenemos derecho a
católica
disponer de ella. El pensamiento de la Iglesia católica fue perfilado
Por su parte, el pastor misionero Albert Schweitzer desde el principio del cristianismo por el norteafricano
se centra en el valor sagrado de la vida humana, obispo de Hipona, San Agustín; y luego, en el siglo XIII,
confiriendo a la enfermedad incluso un valor espiritual por el fraile dominico Santo Tomás de Aquino, quien
marcó el pensar teológico que se hizo oficial en la
Iglesia.
El judaísmo ortodoxo se inspira en Las razones contra la eutanasia proceden de las
el Antiguo Testamento, en el cual ideas formuladas por el pensador Lactancio, un teólogo
seglar de los siglos III y IV, que enseñaba acerca de los
se percibe una clara aversión enfermos terminales: «son inútiles para los hombres,
hacia la libre disposición de la pero útiles para Dios, que les conserva la vida». Su
oposición a la eutanasia se sustenta en tres razones
propia vida y con ello hacia la repetidas hasta hoy en la Iglesia: 1) Dios es el dueño de
eutanasia. la vida, y el hombre su mero administrador; 2) la
muerte directamente querida se opone al amor a uno

117 ENRIQUE MIRET MAGDALENA - EUTANASIA, FILOSOFÍA Y RELIGIÓN


mismo; y 3) buscar la propia muerte contraviene las
responsabilidades respecto a la sociedad. Se trata de
argumentos de muy diferente fundamento: así, mientras
que el primero siempre ha convencido a los creyentes
católicos, siendo asumido por la Iglesia como el más
decisivo, los otros dos aparecen como dudosos, por
ejemplo, para el filósofo católico Landsberg, quien
señala que no parece haber una ley natural que prohíba
la eutanasia, en la medida en que todos los pueblos
paganos, guiados sólo por la razón natural, han
practicado el suicidio o la muerte voluntaria en algunos
casos; por otra parte, el argumento centrado en la vida
como un bien para la sociedad sólo sería válido, según
el pensador mencionado, en una sociedad ideal. Lo
cierto es, sin embargo, que en nuestra propia sociedad
pueden citarse dos casos ejemplares: el del sacerdote
tetrapléjico Luis Moya10 y el del astrofísico agnóstico
Hawking. El primero desarrolla su labor pastoral en una
silla de ruedas –acondicionada mecánicamente para
poder expresarse y moverse–, al igual que el segundo
lleva adelante sus importantes investigaciones. En
ambos casos el bien que pueden aportar a la sociedad
ha sido decisivo para desechar la eutanasia. Aunque en
el caso de Moya es para él fundamental la creencia de
que su propia vida pertenece a Dios, y hemos de El Papa Pío XII, en una alocución a los anestesiólogos (1957), les exhortó a utilizar la
administrarla según sus deseos, para Hawking son las anestesia para evitar «dolores violentos, estados morbosos de depresión y de angustia»
e incluso en los casos en que «produjese por sí misma dos efectos distintos, el alivio de
otras dos las razones más relevantes. los dolores y, por otra parte, la abreviación de la vida».

Entre los cristianos protestantes seguidores, sino que –según expone Santo Tomás– lo
encontramos posturas actuales meritorio es el amor que pongamos en nuestros actos y
bastante reticentes con respecto a no el dolor sufrido11.
102
En el segundo discurso de los arriba citados aborda
la eutanasia, aunque ocurre como el Papa la eutanasia pasiva, aprobando la retirada de los
con los islámicos: no existe una medios terapéuticos extraordinarios; en este sentido se
entiende que no se debe tampoco intentar prolongar la
doctrina oficial. vida inútilmente –como, por ejemplo, se hizo por
motivos políticos con la muerte de Franco, del
Acudiendo a los documentos contemporáneos de la presidente Tito de Yugoslavia, del emperador japonés
Iglesia, el más importante de todos, y el primero que Hiro Hito, del presidente norteamericano Truman o del
rompió claramente el fuego a favor de una eutanasia argelino Bumedian–. A este respecto un buen ejemplo
sólo indirecta y pasiva, procede del Papa Pío XII en dos de lo que quiere decirse lo dio en su día el alcalde de
discursos dirigidos a los médicos en el año 1957. En Madrid, Enrique Tierno Galván, quien no quiso que en
febrero de ese año pronunció el primero, dedicado a los su último trance le prolongasen la vida sin sentido con
anestesiólogos, en el que señala bien claramente: respiradores y medicaciones impropias que no iban a
cuando hay «dolores violentos, estados morbosos de resolver su enfermedad, sino tan sólo prolongar
depresión y de angustia... la anestesia es moralmente inútilmente una existencia meramente vegetativa; como
lícita», ya que «se trata únicamente de evitar al paciente dice el Papa respecto de tales medios, «no se puede
dolores insoportables». Sería lícita la utilización de un sostener que sea obligatorio emplearlos». Sólo se pide
paliativo aunque «produjese por sí misma dos efectos que tal proceder sea autorizado por el paciente, o en su
distintos, el alivio de los dolores y, por otra parte, la caso por la familia «presumiendo la voluntad del
abreviación de la vida». Al respecto pone el Papa en paciente, si estuviera inconsciente».
principio dos condiciones a los católicos: que lo pida el
Los obispos alemanes se ocuparon del derecho a
enfermo y que haya cumplido sus deberes espirituales y
una muerte digna en su documento de 1975, en el que
morales. Pero incluso aunque el enfermo no quisiera
hablan del derecho a una muerte humana, y que se
cumplir estas obligaciones y pidiera los narcóticos para
halla redactado en forma más asequible que el de
mitigar sus dolores, el médico, según el Papa, debería
Pío XII.
suministrarlos sin culpa moral alguna. Añade Pío XII
que el cristiano cumplidor no debe creer que es más Unos años después, en 1980, se publicó la
heroico abstenerse de recurrir a los narcóticos; no debe Declaración de la Congregación para la Doctrina de la
ser el verdadero cristiano un dolorista, pues los primeros Fe. En ella se condena la eutanasia, pero también el otro
escritores cristianos rechazaron que el mérito de extremo, a saber, el encarnizamiento terapéutico y los
nuestras acciones estuviera en el sufrimiento: Dios no es medios desproporcionados, que a diferencia de Pío XII
vengativo ni disfruta con el padecimiento de sus ya no son denominados «extraordinarios». Y acepta «el

HUMANITAS, HUMANIDADES MÉDICAS - Volumen 1 - Número 1 - Enero-Marzo 2003 118


condición terrena no es un valor absoluto para el
El más importante de los creyente, sino que puede serle pedido entregarla en
documentos contemporáneos de la función de un bien mayor»(num.47). De ahí que se
pregunte por los dolores u otras causas que hacen la
Iglesia Católica, y el que primero vida indigna de ser vivida: «¿por qué no he de poder
estuvo a favor de una eutanasia devolver mi vida a las manos de Dios, tras un maduro
discernimiento de conciencia?»; se trata, obviamente, de
sólo indirecta y pasiva, es del Papa una conclusión contraria a la defendida por el Papa14.
Pío XII en dos discursos dirigidos
a los médicos en el año 1957. La ley y la moral
El Padre Javier Gafo, profesor de bioética, difiere de
derecho a morir con toda serenidad, con dignidad estas últimas posturas y alude sólo a la posible retirada
humana y cristiana». El documento se inclina por la de la alimentación artificial, mostrándose no favorable a
eutanasia indirecta y la pasiva, esto es, por la tal posibilidad que produciría la muerte enseguida. Sin
ortotanasia. embargo, no se atreve a condenar a quien lleva a cabo
En 1986 se hace pública en España otra tal conducta en relación a un enfermo irreversible. Por
Declaración Episcopal análoga, y en 1992 ve la luz el su parte, sus compañeros jesuitas de la revista Razón y
documento del Comité para la Defensa de la Vida de la Fe se plantean recientemente si en una sociedad
Conferencia Episcopal Española, el más claro y completo secularizada como la nuestra, con diferentes
a este respecto y en el que debe uno inspirarse para convicciones y cosmovisiones, y ante la creciente
conocer la doctrina católica oficial. Vuelve a repetirse demanda social, el legislador no podría autorizar, en
nuestro episcopado en 1998, así como en el año 2002, casos muy concretos y evitando todo abuso, la
después de la intervención de Juan Pablo II, que no eutanasia directa al enfermo incurable si éste así lo
aporta nada nuevo. Con anterioridad este Papa había pidiera, tal y como ha hecho el Parlamento de la católica
tratado del mismo asunto en su encíclica Evangelium Bélgica. ¿Es tan intocable la vida, cuando la Iglesia ha
Vitae, de 1995, en la que habla del «drama de la permitido la licitud de la pena de muerte, o la
eutanasia». No hay tampoco en este documento nada generosidad de quien ofrece su vida a favor de otro
sustancialmente nuevo, pues como siempre la Iglesia –como fue el caso del Padre Kolbe en un campo de
admite la eutanasia indirecta y la pasiva12. Tal fue, por concentración nazi–? ¿Es tan inviolable la vida
ejemplo, el famoso caso de Karen Ann Quinlan, cuyos humana?, se preguntan, recordando tanto la postura
adoptada en el pasado por Santo Tomás Moro, como la
padres, católicos, consiguieron del Tribunal Supremo de
actual del teólogo A. Auer, quien no acaba de ver con
103
New Jersey que le fuesen retirados los respiradores que
la mantenían en una vida solo vegetativa. claridad el argumento teológico esgrimido por la Iglesia
contra toda eutanasia, criticando que no se pueda
disponer de la vida en casos extremos. Con todo, en la
Católicos críticos publicación mencionada se recuerda que esta ley no
sería aceptable para un católico que quisiera seguir la
Parecería que todo estaba zanjado en la Iglesia con doctrina de la Iglesia, a lo que se añade el hecho de que
esos documentos, pero no ha sido así. Lejos de ello, es los cuidados paliativos resulten suficientes en la mayor
creciente el número de teólogos cuyas voces han parte de los casos –como lo demuestra el dato de que en
cuestionado lo que parecía definitivamente resuelto. Así, Holanda haya cada vez menos peticiones de eutanasia,
el divulgador teólogo belga Louis Evely, muy conocido a pesar de encontrarse autorizada por la ley15.
en España hace unos años por los católicos inquietos
por renovar la Iglesia de acuerdo con el Concilio Es la prudencia política del legislador la que debe
Vaticano II, dice: «estamos a favor de la eutanasia decidir sobre la promulgación de una ley contraria a la
activa tras petición reflexiva e insistente del paciente, en moral católica, dicen nuestros obispos. Y la
caso de dolores insoportables o de degradación Congregación para la Doctrina de la Fe señala que «la
progresiva. El hombre tiene derecho sobre la vida... Los ley civil no puede abarcar todo el campo de la moral, o
viejos, los incurables deberían estar provistos del medio castigar todos los errores», según enseñó Santo Tomás
eficaz e indoloro de acabar por sí mismos cuando lo de Aquino. Por eso los obispos de Gran Bretaña
juzguen oportuno, o con la ayuda de otro cuando no recalcaron que «la Iglesia Católica no pide que la ley del
sean capaces ya... Es el respeto a la persona que quiere país debiera coincidir en todos los aspectos con la ley
morir con dignidad». Esta sería la situación del moral». Está hecha para otra cosa: para salvaguardar la
tetrapléjico español Ramón Sampedro, que ingirió una convivencia y la paz social, no lo que es contrario a la
pócima letal proporcionada por una persona no moral o a Dios, enseñaron nuestros teólogos del Siglo de
identificada (por lo que no existe condena alguna en Oro, el dominico Soto y el jesuita Molina16.
relación a estos hechos), caso muy debatido en su
En cualquier caso, la ley debe respetar los derechos
momento en los medios de comunicación social13.
del enfermo: 1) a no sufrir inútilmente; 2) a su libertad
Por su parte, el polémico teólogo de la Universidad de conciencia; 3) a ser informado sobre su enfermedad
de Tubinga Hans Küng, que reivindica la convicción de y a decidir las intervenciones médicas propuestas;
seguir siendo católico, extrae de la citada encíclica 4) a mantener un diálogo confiado con el médico, los
conservadora Evangelium Vitae un principio católico familiares y los amigos; 5) a recibir la atención
tradicional: «ciertamente la vida del cuerpo en su espiritual solicitada; 6) a aceptar libremente la eutanasia

119 ENRIQUE MIRET MAGDALENA - EUTANASIA, FILOSOFÍA Y RELIGIÓN


pasiva y la indirecta; 7) a que se actúe de acuerdo con 9. Thielecke H. Vivir con la muerte. Barcelona, 1984.
las indicaciones contenidas en su propio testamento 10. Moya L. Sobre la marcha. Madrid: Edibesa, 1996.
vital, figura ésta que se ha autorizado y recomendado
expresamente en Cataluña, Galicia, Extremadura, 11. Nédoncelle M. La souffrance. Paris: Bloud et Gay, 1939.
Madrid y Aragón y, más recientemente, en la ley marco 12. Pío XII. En: Colección de Encíclicas. Madrid: Junta Nacional
aprobada por el Parlamento del Estado. Por su parte, se de A.C., 1967; Juan Pablo II. Evangelium Vitae. Madrid:
dispone del modelo propugnado por la Iglesia, que PPC, 1995.
recoge todos los derechos citados17. 13. Evely L. El hombre moderno ante la muerte. Salamaca:
Sígueme, 1980.
Notas 14. Küng H, y Jens W. Morir con dignidad. Madrid: Trotta.
1. Ecclesiam Suam. En: Ocho grandes Mensajes. Madrid: 1997.
BAC, 1971. 15. Razón y Fe, Mayo 2002. Madrid: CESI; Gracia D.
2. Gafo J. La Eutanasia. Madrid: Temas de Hoy, 1990. Fundamentos de Bioética. Madrid: Eudema, 1989;
Beristain A. La eutanasia, ayer, hoy y mañana. En:
3. Comité Episcopal para la Defensa de la Vida. La Eutanasia. «Selecciones de Teología», núm.148, oct-dic.1998,
Madrid: PPC, 1993. Facultad de Teología San Cugat.
4. Vidal M. Eutanasia: un reto a la conciencia. Madrid: 16. XXXII Asamblea Plenaria, Conferencia Episcopal Española.
S. Pablo, 1994. Madrid: PPC, 1980; Declaración Obispos Gran Bretaña.
5. Tille A. Von Darwin bis Nietzsche. Leipzig: Naumann, Madrid: PPC, 1980; Santo Tomás de Aquino. Suma
1895. Teológica, I-II, q.96; Domingo de Soto, o.p. De iustitia et
iure, I,6, 2.
6. Meyer JE. Angustia y conciliación de la muerte en nuestro
tiempo. Barcelona: Herder, 1983; Ferrater Mora J. El ser y 17. Gafo J. 10 palabras clave en Bioética. Estella: V.D., 1993;
la muerte. Madrid: Alianza, 1988; Fibla C. Debate sobre la Baudouin JL. La ética ante la muerte y el derecho a morir.
eutanasia. Barcelona: Planeta, 2000. Barcelona: Herder, 1995; Sporken P. Ayudando a morir.
Santander: Sal Terrae, 1978; Formas éticas de morir.
7. Landsberg PL. Ensayo sobre la experiencia de la muerte.
Revista Iglesia Viva 1986;125; Mittag O. Asistencia
Madrid: Caparrós, 1995.
práctica para enfermos terminales. Barcelona: Herder,
8. Urboy D. Averroes. Madrid: Alianza, 1998; Sérouya H. La 1996; Singer P. Repensar la vida y la muerte. Barcelona:
pensée arabe. Paris: PUF, 1962. Paidos,1997.

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