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Cuentan Las Estrellas

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CUENTAN

LAS ESTRELLAS
Historias universales y creatividad
en espacios de aprendizaje
CUENTAN LAS ESTRELLAS
Historias universales y creatividad
en espacios de aprendizaje

Programa Cuentan
Metodología Abremundos

Publicación digital gratuita


INTRODUCCIÓN

El material que presentamos en este libro forma parte de un conjunto de herra-


mientas que se utilizan dentro del Programa Cuentan en diversos espacios de
aprendizaje.
Cuentan es un programa de formación en narración social y educación por el arte,
dirigido a educadores, agentes culturales, y trabajadores sociales enfocados en in-
fancia.
La propuesta metodológica a la que llamamos Abremundos, actualiza una forma de
transmisión de saberes a partir de cuentos de diversas tradiciones orales, que intro-
ducen puntos de referencia para reflexionar sobre las grandes cuestiones humanas.

Las posibilidades que nos ofrecen estas historias, sumadas a las estrategias de la
pedagogía filosófica de la “Educación por el Arte”, permiten que estos relatos se
transformen en un verdadero campo analógico para la comprensión e integración
de múltiples contenidos. Al mismo tiempo que encienden las ganas de leer, crear
y aprender.
Esperamos que les sirva como inspiración para llevar acabo sus propias estrategias,
alentar experiencias multidisciplinarias e impulsar el uso de la palabra.

Programa CUENTAN
FUNDACIÓN WILLIAMS
Por qué son importantes los cuentos
y la narración de historias

“Los mitos y los cuentos forman parte de la tradición narrativa, pero no la definen. El hecho
extraño —al menos nos parece extraño ahora— es que las verdades más profundas de que
dispone el ser humano se han transmitido a través de los cuentos. Son documentos técnicos,
como los mapas o los planos, y hace mucho tiempo eran el medio para transmitir la sabidu-
ría y el conocimiento a la gente. Estos relatos de enseñanza pertenecen a la humanidad en
su conjunto y se dice que, si son aprovechados, su poder es suficiente para liberar completa-
mente el potencial del ser humano.”
Idries Shah

La cita anterior es la explicación más completa y profunda de la función de los


cuentos de enseñanza, a cargo de quien fuera posiblemente el representante de
aquellos que reintrodujeron la tradición de contar cuentos en Europa a finales del
siglo XX y a partir de cuyo impulso inicial, la narración de cuentos se ha extendido
y ha florecido en todo el mundo.
En el contexto educativo, en un nivel práctico, ha sido demostrado que la audición
de cuentos es una herramienta que acelera el desarrollo cognitivo en los niños;
aquellos a quienes se les cuentan cuentos desde pequeños tienen un vocabulario
más amplio, una capacidad de resolución de problemas y una capacidad imagina-
tiva mayor que aquellos niños que no han tenido esa experiencia.

Los niños que han estado expuestos a los cuentos han aprendido que todo es po-
sible, fomentando así una actitud positiva y resiliente ante las dificultades, y los
adultos pueden volver a aprender su enfoque creativo y optimista ante los retos de
la vida y quizás ser capaces de realizar la liberación de su propio potencial, como
lo manifiesta Idries Shah.
Inno Sorsy, narradora oral
Junio del 2021
El camino natural del arte en la infancia

En los talleres que venimos desarrollando hace años en nuestra escuela experimen-
tamos la enorme importancia del arte en la infancia.
El punto principal a ser comprendido es el valor del arte para acceder a los canales
de percepción. Estos canales se encuentran abiertos de manera natural en la niñez,
pero por circunstancias culturales y sociales se van bloqueando. El uso de la expre-
sividad artística en la infancia, introduce a la práctica de ver, oír y sentir el mundo
alrededor y favorece la apertura de esos canales de percepción y su continuidad a
través del tiempo. Se trata de un trabajo delicado que intenta respetar la naturaleza
libre y expresiva de los niños y las niñas, para que estos canales se desarrollen. Oír
la gama de sonidos, ver los colores, las formas y las imágenes, sentir los aromas,
las sensaciones de frío, calor, percibir el viento, el sol y la lluvia involucrando al
cuerpo por medio de los sentidos es fundamental para captar la belleza del mundo
y enriquecerlo. El arte abre un camino para posibilitar esas experiencias.
En nuestra escuela, hemos comprobado que los lenguajes artísticos son primordia-
les para facilitar esos procesos.
En el trabajo con los lenguajes expresivos, también son muy importantes las es-
pecificidades de cada material. El dominio de la fuerza que usamos al agarrar el
lápiz, la cantidad de agua que ponemos en el barro o la que usamos en la pintura,
determinan un conjunto de reglas con las que nos aproximamos al encuentro con
estos materiales. Cuando estas reglas son aprendidas y vivenciadas mediante la ex-
periencia, pasan a ser aliadas en el trabajo cotidiano con los niños y se incorporan
a la vida, tornándose valiosas para el aprendizaje.

Nicia Grillo, fundadora de la “Escola Granada de Artes”.


Junio 2021, São Pedro, Brasil.
I
LA ATMÓSFERA

Meteorología para la escucha

Toda narración de cuentos, ronda de conversaciones, lectura, invención conjunta


o propuesta para dar un salto en la reflexión, comienza con la preparación de la
situación y el lugar, lo que llamamos la atmósfera.
Una leve modificación de lo cotidiano es suficiente: cambiar la disposición de las
sillas, abrir o cerrar las cortinas, mudarse a otro espacio (biblioteca, SUM, patio).
Pero, sobretodo, preparar el ambiente para facilitar la escucha.
El oído nos permite percibir el entorno y captar las múltiples capas de interacción
con quienes nos rodean. Pero, como estamos habituados a pensar y comportarnos
de cierta manera, se asumen posturas repetitivas que van contaminando nuestra
forma de escuchar: el que hace un comentario inadecuado, la revoltosa, el que dice
lo correcto, etc. Se necesitan introducir ciertas modificaciones en el ambiente para
cortar lo habitual y escuchar sin tantos filtros condicionantes.
Generar un clima propicio, modificando levemente el ambiente y proponiendo
actividades que inviten a la pausa y la atención de calidad, mejora la predisposición
para asimilar nuevos aprendizajes y puntos de vista.
A continuación, algunas estrategias para preparar la atmósfera grupal:

El gran radar

Te proponemos un viaje auditivo a través del espacio acústico. Un ida y vuelta por
las distintas capas sonoras para redimensionar lo que nos rodea.

Cerrar los ojos y escuchar alrededor, comenzando por la sala en la que es-
tán: ¿Qué ruidos y sonidos hay dentro del lugar? ¿Los reconocen? ¿Son fuer-
tes o débiles? ¿molestos o amables?
Sonidos próximos: ¿Llega mucho ruido desde afuera? ¿De dónde provie-
nen? ¿Esos ruidos externos compiten con los de adentro?
Yendo más allá, se escuchan los sonidos del contexto: el barrio, el campo, el
lugar que habitan. ¿Cuál es el paisaje auditivo? ¿Hay personas conversando,
gente trabajando, transportes, pájaros, agua? ¿A qué distancia están?
Los sonidos del mundo. Si se amplía la mirada sonora un poco más y se
abre la percepción hacia el afuera como un todo se pueden escuchar otros
sonidos. ¿Hasta dónde llega nuestra audición? ¿Qué sonidos tiene el mundo?
¿Cómo se escucha el planeta?
El camino inverso. Volver pacientemente paso a paso hasta el lugar de parti-
da. Cada capa sonora tiene su momento de presencia y atención.

Sensibilizar la escucha amplía la capacidad de


comprender más allá de nuestras ideas previas.
Desnaturalizar lo cotidiano permite detenernos en los
detalles y captar lo que pasa inadvertido.
Volar afuera, volar adentro

Transportarse con la imaginación usando los sentidos, unifica cuerpo y pensa-


miento redimensionando la forma de estar presentes. La respiración forma parte
del viaje, como un ritmo que acompaña el recorrido, sostiene la atención y mantie-
ne el contacto con el aquí y ahora.

Cómo suenan el aire y los vientos... Cómo suena el silencio del espacio.
Cómo suena el desierto. El océano pacífico, la montaña, los volcanes y la
selva.
Cómo suena el roce y el movimiento de los átomos.
Cómo se escucha la tierra desde... la luna, marte, otra dimensión.
Escuchamos nuestro cuerpo: ¿Qué pasa dentro nuestro? ¿Cómo suenan los
órganos haciendo su trabajo, el fluir de la sangre, el corazón?
Al abrir los ojos perciban cómo se sienten: ¿La mente está más oxigenada? ¿Tienen
menos apuro y ansiedad? Habitamos nuestro cuerpo en el espacio.

Puentes entre áreas:

Estas propuestas, para mejorar la capacidad de escucha y atención, según como


se orienten pueden vincularse con distintas áreas. El universo, el sistema solar, el
cuerpo humano, el sistema respiratorio, la naturaleza, los oficios, pueden traba-
jarse mediante paisajes sonoros, habilitando la introducción sensible de distintos
contenidos. Entre ellos destacamos el de las ciencias naturales y sociales.

“Diario sonoro”

Se trata de una propuesta más personal, orientada a la observación del entorno


cotidiano y de las sensaciones que éste produce en el día a día de los chicos y las
chicas. Consiste en escuchar el ambiente de la casa o de otro lugar que frecuenten
y registrar los sonidos que lo componen.
¿Cuál es el primer sonido de la mañana? Tomar nota escrita de la sucesión de
sonidos de un día en la vida. Se pueden grabar audios de los momentos más
importantes o diferenciales.
Hay sonidos que nos hacen sentir bien y otros que nos generan miedo o
ansiedad. Registrarlos posibilita observar lo que nos pasa y lo que sentimos.
A partir de allí, elaborar un ambiente auditivo propio, incluyendo música:
¿Qué entorno sonoro/musical es mejor para concentrarse? ¿Para divertirte?
¿Y para relajarse?
Armar un soundtrack personal, es un buen ejercicio para reconocerse. Compartir
estas listas musicales en el grupo, manifiesta las diferencias y los puntos en común
que fortalecen la identidad.
II
LA BRÚJULA ESCONDIDA

El proceso de aprendizaje
contenido en las historias

En la vida cotidiana observamos múltiples procesos, que tienen distintas duracio-


nes o etapas. Algunos son largos como el crecimiento de un árbol y otros breves
como la preparación de una comida. Los procesos que atravesamos no siempre se
dan en línea recta, solemos avanzar en espiral, integrando de a poco los conoci-
mientos y experiencias.
A lo largo de la infancia, estos procesos pueden darse de manera espontánea guia-
dos por la propia curiosidad. Al mismo tiempo, quienes desempeñamos el rol de
educadores, muchas veces facilitamos esos procesos, incentivando el descubri-
miento de sí mismos y del mundo.
Tanto los procesos de aprendizaje que se despiertan solos como los que planifi-
camos cuidadosamente para nuestros grupos, son objeto de reflexión desde hace
siglos. En los cuentos universales los encontramos escondidos
como un tesoro a descubrir...
Y para encontrar el tesoro qué mejor que una brújula.
Estrategias para encontrar la brújula y usarla

En el antiguo cuento El sueño del pato1, se relata la posibilidad de conocer la ver-


dadera identidad a través de los descubrimientos del personaje. El pato consigue
volar, luego de una sucesión de experiencias que le permiten construir ese apren-
dizaje.

Primer intercambio: La pregunta abierta

Después de contar la historia es un buen momento para conversar sobre las prime-
ras sensaciones que despierta. Les proponemos comenzar con preguntas abiertas
para que el grupo pueda expresar esas sensaciones.
Una buena pregunta para registrar las resonancias del relato es: ¿Qué te lla-
mó la atención de la historia?
En una segunda lectura o recontada del cuento se podría preguntar: ¿Qué es
aquello que no habías percibido antes en la historia?
Si queremos estimular la conversación, podemos hacer preguntas que enla-
cen las experiencias personales con la historia: ¿En qué situaciones te sen-
tiste como el personaje del cuento?. ¿Qué sueños maravillosos recordás?

La brújula en la historia

A partir de las lecturas consecutivas se asimilan niveles de comprensión más pro-


fundos de la historia. Por lo general, los niños y niñas no tienen problema en volver
a escucharla varias veces. En las devoluciones, se registran los momentos del relato
que hacen un link con la subjetividad y las vivencias de quienes escuchan.
Luego de varias lecturas, este cuento brinda una oportunidad para trabajar la no-
ción de proceso, ahondando en las etapas que atraviesa el pato hasta desplegar sus
alas rumbo al mar azul:

1 ver cuento El sueño del pato al final de este documento.


Recorrido del cuento Proceso de aprendizaje
Soñar con el océano. Un punto de partida: sueños, ganas,
El pato cambia de posición y ve cosas curiosidad.
Percepción. Observación.
diferentes: descubre el cielo, las aves, la
puerta del gallinero. Ampliación de las posibilidades y de la
necesidad.
Intenta salir del gallinero, pero retorna Ensayo y error.
asustado. Tolerar la frustración.
Investiga. Generar las condiciones.
Espera el momento correcto. Perseverancia. Paciencia.
Abre la puerta nuevamente y levanta Poner el cuerpo en acción.
vuelo. Animarse y dar el salto!!
El pato encuentra su identidad en el proceso de volar... Y al fin, se une a la gran ban-
dada que viaja hacia el mar azul.

Cuando se adquiere un nuevo aprendizaje, nuestra


situación cambia, se produce una transformación que
nos permite encontrarnos con otros que han pasado
por la misma experiencia.

La brújula en lo que aprendí

Para aprender, es necesario lidiar con frustraciones, miedos, tomar riesgos y perse-
verar. Sin embargo, la satisfacción que produce un nuevo conocimiento, alimenta el
deseo de seguir aprendiendo. Estimular a los niños y las niñas en el registro de los
procesos que atravesaron para conseguir realizar las cosas más sencillas, les da he-
rramientas para descubrir que tienen la capacidad de aprender lo que se propongan.

¿Qué cosas sabés hacer? ¿Cómo las aprendiste?

Hacer un rico relevamiento de aprendizajes. El grado de dificultad variará


según el grupo y las edades.
Ejemplos: atarse los cordones, andar en bicicleta, dibujar, escribir el nom-
bre, cocinar, leer los carteles de la calle, tocar un instrumento, hablar un
idioma...
Cada niño/a elegirá algo que le haya gustado mucho aprender y recordará
cómo fue la experiencia: ¿Quién le enseñó? ¿Aprendió mirando?¿Lo inten-
tó muchas veces?
En subgrupos pueden compartir sus anécdotas como si estuvieran contan-
do una historia. ¿Qué tienen en común? ¿Aprendemos las mismas cosas?
¿Aprendemos de la misma forma?
Cada niño/a dividirá una hoja en cuatro partes y dibujará los pasos del
aprendizaje elegido armando una secuencia. ¡Usamos la estrategia del pato
en la propia historia!
Agregando globos de diálogo con expresiones y onomatopeyas, el dibujo
puede transformarse en una historieta/comic/manga.

Soñar, imaginar, desplegar. Y ahora... ¿Qué les gustaría aprender?

Puentes entre áreas:

Una propuesta para articular Ciencias Naturales, Plástica y Música consiste en in-
vitar al grupo a hacer una presentación de los pájaros que conoce. Los que escucha
a diario, los que hacen nido cerca de su casa.
Cada niño/a contará lo que sabe y lo que ha preguntado del pájaro elegido. Lo pue-
den dibujar, sacarle una foto, grabar su canto, buscar canciones populares sobre
ellos... Y compartir la diversidad con el grupo.

En prácticas del lenguaje, pueden ir a la biblioteca a investigar sobre otros cuentos


tradicionales que hablen de historias emparentadas como: “El patito feo”, “La niña
de los gansos”, “La gallinita colorada”.
Asimismo, cada región tiene sus propias leyendas de pájaros que se cuentan de
generación en generación junto al fuego de la cocina o a la hora de la siesta. Algu-
nas de ellas son: La leyenda del Cacuy, la del Colibrí, el Benteveo, el Hornero, la
Tijereta y muchas más, en su mayoría provenientes de los pueblos originarios de
cada lugar.
III
LOS SENTIDOS

Puertas de encuentro con el mundo

En la primera infancia, los niños y las niñas, si no han pasado por una experiencia
traumática, están abiertos para desarrollar confianza plena en sus adultos cercanos
y aceptar la vida tal cual éstos se la presentan. Todo lo que van asimilando se regis-
tra en un lugar muy profundo de su memoria. Es el momento en que las puertas
sensoperceptivas se abren, generando impresiones que componen el delicado ali-
mento de la vida anímica.
Los sentidos básicos como el gusto, la vista y el olfato articulan el mundo interior
y el exterior, transformando percepciones externas en sensaciones internas. Por
ejemplo, el aroma de una comida genera placer o rechazo de acuerdo con la situa-
ción que la acompaña en la memoria. A su vez, se desarrollan otros sentidos que
nos dan información sobre nuestro cuerpo y su relación con el mundo que habita-
mos, como el tacto, el movimiento y el equilibrio.
Si bien todos los sentidos están interrelacionados actuando en conjunto, pondre-
mos el énfasis en el sentido del tacto y el equilibrio, ya que son esenciales para
fortalecer la confianza en sí mismo.
El cultivo del sentido del tacto contacta con el interior de lo que tocamos, lo que
está detrás de las superficies, desarrolla la capacidad de comprensión y la empatía.
El sentido del equilibrio es la llave de la conciencia corporal, armonizando las per-
cepciones del mundo externo con las sensaciones del mundo interno, generando
confianza para sostener los procesos personales.

Estrategias de sensibilización

A continuación usaremos las manos como instrumentos para conocer nuestras


percepciones sensibles a partir de la experiencia con materiales diversos.

Nuestras manos, nuestros instrumentos...


Del sentir: acariciar, reconocer, dar, recibir, amenazar,
rechazar.
De la voluntad: formar, construir, crear, trabajar, hacer.
Del pensar: asociar lo que tocamos, acariciamos,
construimos, con las ideas que formamos.

Tocar, explorar, sentir

Les sugerimos colocar en una bolsa diferentes elementos que tengan a disposición:
trozos de papel, plumas, piedritas, lentejas, arroz, pasto, telas de diferentes textu-
ras, hojas de los árboles, algodón, palitos, etc.

Introducir las manos en la bolsa


con los ojos cerrados y tomarse
un tiempo para sentir cada elemento.
¿Qué es lo que toco? ¿Qué textura percibo? ¿Hay diferencias de temperatura
entre los objetos? ¿Qué cualidades reconocemos en ellos?
Al abrir los ojos se descubren los materiales escondidos en la bolsa, se miran y se
palpan nuevamente. Conversar sobre las diferentes sensaciones que les surgieron.

Pájaro imaginario

La sensibilización con diversos materiales produce representaciones e imágenes


que nutrirán el imaginario. Aprovecharemos la historia El sueño del pato para po-
tenciar la experiencia.

Luego de conversar sobre las características esenciales del personaje de esta


historia, se propondrá la creación de un pájaro único y personal.
Elección de los materiales: Se pueden utilizar los mismos de la sensibiliza-
ción anterior. Si están en grupo, compartirlos y exponerlos ampliarán la va-
riedad para que cada niño/a elija los que va a usar en su creación.
¿Qué dimensión le daremos a nuestro pájaro?
Es importante en esta instancia alentar la autonomía para que cada uno/a
descubra su propio pájaro. No hay una forma correcta de hacerlo, en este
caso, el arte es recombinar el uso de los elementos.
Una vez que lo terminan, se toman un tiempo para observar y conocer las
distintas obras.
A veces los niños pueden pensar que su obra no
está bien hecha porque no es como un pájaro real
o no coincide con lo que se habían imaginado. Para
estas situaciones ayuda mostrarles obras de artistas
que crean desde sus percepciones más que desde la
copia de la realidad, como Antonio Berni, Frida Kahlo,
Kandinsky, etc.

Sugerencias para compartir en grupo y con las familias

Galería de esculturas: En el aula pueden hacer una galería colgante de creaciones


y recorrerla observando la variedad.
Ilustración conjunta: Si lo hacen en casa, pueden sacar una foto de la obra y en-
viarla para armar un collage visual con todos los pájaros. Podría ser la ilustración
de una tarjeta o la tapa de un álbum de recuerdos compartidos.

La creación compartida en el espacio de aprendizaje


recuerda todo lo que podemos descubrir y aprender
juntos, desde nuestra diversidad.

Taller de metáforas: “El pájaro dentro de mí”

La escritura sentida y con sentido, parte de las pulsiones internas que provocan las
experiencias y sensaciones. Hilvanar la escritura a esas experiencias permite expre-
sar en palabras lo que registran nuestros sentidos.

Proponer la invención de una frase que describa su pájaro interior:


El pájaro dentro de mí es...
Como un capullo de flor
Como la piel suave de mi abuela
Como el sonido de la lluvia
Mi corazón cuando canta
El brillo de las estrellas

Combinando las frases se crea un poema grupal.

Seguir el hilo

Para poder expresarnos con palabras, tanto en la oralidad como en la escritura,


organizar la historia en una secuencia de acciones, es un gran entrenamiento para
hilvanar las ideas. Vivenciar este recorrido involucrando el cuerpo en el espacio
equilibra lo sensorial y lo cognitivo.

Aquí les presentamos una actividad grupal para trabajar el camino de una histo-
ria sin perder el hilo:
Se reparten las escenas en grupos y se delimita un gran espacio en el patio o
SUM, dentro del cual cada grupo dibujará con tizas la escena correspondien-
te. Las escenas tienen que estar bien esparcidas por el espacio.

Escenas del cuento El sueño del pato


1. Un pato nació en un gallinero.
2. Era diferente y las gallinas se burlaban de él.
3. Soñaba con el mar azul.
4. Investigó sobre el clima y las estaciones del año.
5. Probó salir del gallinero y regresó.
6. Esperó a las aves migratorias.
7. Activó sus alas y voló.
8. Se unió a la bandada rumbo al mar.

Cuando cada grupo finaliza su dibujo se les propone que caminen entre las
escenas, observándolas sin pisarlas.

¿Cómo es el camino del cuento? ¿Dónde comienza y dónde termina


la historia? ¿Hace giros, círculos, va de una punta a la otra del patio?

Se ordena la secuencia de las escenas numerándolas según van apareciendo


en el relato y se invita a los/as niños/as por grupos, a señalar el camino que
las une. Usar tiza, lana, hilo, ramas, tiritas de papel o palitos para marcarlo.
Luego de a uno van a recorrer el camino señalado.

Arte contemporáneo:

Observar el diseño del camino y reproducirlo con lana sobre una hoja.
“El sueño del pato”

Era una vez un pato que había sido criado en un gallinero. No sabemos cómo, un
pato marino llegó hasta aquél lugar cuando aún era un huevo, teniendo en cuenta
que aquella granja estaba alejada de la costa. Pero lo cierto, es que criado entre
gallinas e instruido por gallinas, el pato estaba convencido de que era la más espan-
tosa y desaliñada gallina del gallinero.
Sus patas membranosas y sus alas en punta estaban preparadas para nadar y volar,
sin embargo él no lo sabía. Caminaba tambaleándose, provocando risas y burlas
entre los pollos que lo imitaban a sus espaldas.
Así creció sintiéndose feo y distinto. Sin embargo él amaba ese gallinero, aquel era
el mundo donde había sido criado, todo lo que conocía y quería estaba allí.
A veces, antes del amanecer, tenía sueños extraños. Sueños azules de agua infinita.
Se soñaba a sí mismo nadando en un océano que nunca había visto fuera de sus
sueños. Un océano azul. Azul en todas sus variables. Sin embargo, al abrir los ojos,
se encontraba otra vez en el gallinero conocido.
Le daba vergüenza verse y hablar distinto, por eso trató de quedarse quieto y ca-
llado. Para entretenerse se puso a observar a su alrededor y así vio muchas cosas.
Observó que más allá del gallinero había árboles y que en ellos vivían otros tipos
de aves. Aves que no eran gallinas y armaban su propio nido.
Entonces, para poder ver mejor, movió el cuello de forma diferente y al llevar la
cabeza hacia atrás se encontró con el cielo. ¡Que increíble alegría cuando descubrió
el cielo! ¡También era azul!
Miró tanto hacia arriba que se acalambró un poco, pero eso no era importante
en comparación con su descubrimiento. El cielo era inmenso, no se veía el final,
cambiaba de color según la hora del día o el clima y, además, en él había otras aves.
Algunas pasaban en grandes grupos, volando lejos, formando diseños geométricos.
Dibujos en movimiento.
Hubo veces en las que deseó, por un instante, irse con ellos, pero eso era algo inad-
misible para una gallina que apenas revolotea a ras del suelo. Y menos aún, cuando
hay un gallinero con un alambrado que separa del cielo.
El pato continuó con sus investigaciones, hizo cálculos, descifró los cambios en el
viento y así pudo saber la época del año en que pasaban las aves migratorias. Las
esperaba secretamente.
Un día, repasando todos los lugares conocidos del gallinero, vio la puerta. ¿Cómo
no la había visto antes? A la noche cuando las gallinas dormían de pie en sus palos,
como era su costumbre, el pato se acercó a la puerta. Simplemente la empujó un
poco y la puerta se abrió. Tímidamente salió, caminó unos pasos y, luego, volvió
corriendo dentro del gallinero. Era lo mejor ¿no? Nadie podía saber la cantidad
de peligros que habría allá afuera, ni que dirían las gallinas si se enterasen de que
había salido. Pero, ahora, sabía que podía salir.
Pasó el verano, los árboles comenzaron a ponerse dorados. Las hormigas trabaja-
ban incansablemente acopiando comida para el futuro invierno. Era el momento
justo.
Una mañana, muy temprano, el pato se despertó. Por el cielo pasaba la bandada.
Sin dudarlo, fue hasta la puerta, la empujó, y ante el asombro de las gallinas, salió.
Al principio le costó subir, tenía las alas atascadas por falta de uso, pero su verda-
dera naturaleza guió sus movimientos. Agitando las alas rápidamente fue ganando
altura, cada vez más alto, hasta alcanzar la bandada. Entonces se incorporó al gru-
po y partió feliz junto a ellos, rumbo a la costa en busca del mar.
Esta edición digital gratuita, sin valor comercial, corresponde a los primeros ca-
pítulos del libro Cuentan las estrellas de próxima aparición y forma parte de los
materiales desarrollados por el Programa CUENTAN de Fundación Williams.

Elaboración de materiales:
Limara Ukmar
Eva Pizarro
María Virginillo
Melania Bocchia
Pilar Torras
Franco Bonadeo
Ivana Fredes

Edición: Mariana Fernández


Ilustraciones: Ivana Fredes
Diseño y armado: Irene Singer

www.fundacionwilliams.org.ar

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