Gestión Curricular de Los Programas Nacionales de Formación en La Transformación Universitaria
Gestión Curricular de Los Programas Nacionales de Formación en La Transformación Universitaria
Gestión Curricular de Los Programas Nacionales de Formación en La Transformación Universitaria
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Si se analiza más allá de lo actual y se vislumbra la trascendencia de una
educación formadora de ciudadanos universales, responsables de su propio destino y
el de su entorno, puede decirse que este modelo implantado desde la firme convicción
de formar para la vida, para una ciudadanía planetaria, es una contribución teórica y
práctica en el quehacer de la universidad.
En ese sentido, para una mejor comprensión, se realiza un estudio documental
organizado de la siguiente forma: la introducción, el planteamiento del problema, los
propósitos de la investigación, justificación y perspectiva metodológica. En el primer
capítulo se describirá la relación que existe entre el desempeño de los docentes con
los contenidos curriculares de los programas nacionales de formación y la
transformación universitaria; en el segundo capítulo se explorará la influencia de los
contenidos curriculares de los PNF en la transformación universitaria; en el tercer
capítulo se discernirá sobre la concientización de los docentes sobre la importancia de
los contenidos curriculares de los PNF para elevar la transformación universitaria, y
finalmente se plasman las reflexiones y conclusiones, además se incluyen las
referencias bibliográficas.
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Planteamiento del Problema
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necesidades de la sociedad, inculcar en la población un mayor sentido de
transformación.
Con estas políticas interviene, por derecho propio en la organización de la
educación, con la intención de alcanzar la justicia social, basada en la inclusión
social, ya que la educación superior en el país y en América Latina estuvo
enclaustrada a las universidades, con una estructura que viene desde la edad media.
La universidad latinoamericana quedó retrasada en el proceso de
transformación. Desde principio de siglo vienen luchando por realizar una reforma,
pero ésta se enfocó en los aspectos políticos implicados en la reforma, dejando
muchas veces de lado los aspectos técnicos y científicos que advierten las
transformaciones universitarias. Las universidades sólo existían para satisfacer la
necesidad política y a la educación de elites, cuyo propósito era de formar pequeños
grupos de privilegiados de la fortuna o de raza los equipos para controlar el poder que
ejercen sobre una masa de ignorantes y desasistida. La Universidad se caracterizó y
se caracteriza en América por su apego a los intereses de la clase social dominante,
que por otra parte era y es la que puede pagar los estudios de nivel superior.
Desde la perspectiva de Urdaneta (2008), en una publicación realizada por el
mencionado autor, señala que::
Es importante y muy necesario recordarle que en Venezuela se le dieron
prioridad a la educación privada, alta deserción y exclusión en la pública,
muy pocos lograban culminar sus estudios; carreras universitarias muy
apartadas de las necesidades sociales del país, fracasó en la formación de
un ciudadano honesto, respetuoso de sus semejantes, solidario, con
espíritu crítico, con aprecio al trabajo, a la creatividad y a su patria. Todo
ello por cuanto la educación estaba concebida para el capitalismo liberal.
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privatizada, y ese era el capitalismo que buscaba excluir a las personas, que
veía al individuo como un producto que les genera dividendos.
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dictados y acreditados en distintos espacios del territorio nacional conducentes a
títulos, grados o certificaciones de estudios superiores.
Se vinculan como política en un sistema de educación para dar respuesta al
mandato social, el cual se caracteriza por ser pertinente al proceso académico que
tiene como propósito la realización de experiencias formativas. Debido que estos
programas tendrían como objetivo propiciar el cambio de conciencia de las y los
educandos para desarrollar y transformar conocimientos, saberes, saberes hacedores,
modos para ser y convivir, para favorecer y afianzar proyectos y procesos que
impliquen y transformen sustantivamente a la sociedad. Los cuales son gestionados
en distintos espacios educativos del territorio nacional, con una concepción de
inclusión y participación de ciudadanos y ciudadanas con mayores oportunidades de
estudio y desarrollo a nivel profesional reforzando los valores morales de cada
individuo.
En ese sentido, Martínez (2013), en una entrevista como profesora de la
Universidad Bolivariana de Venezuela, la misma propone que:
Para cumplir con los principios de los Programas Nacionales de Formación es
necesario replantearse, el mejoramiento de la calidad de la enseñanza y del
aprendizaje, es por ello, que los docentes que participan en los Programas
Nacionales de Formación deben de estar comprometidos con la metodología
que se debe de impartir en los mismos para poder alcanzar el nivel que se
quiere lograr en los Programas Nacionales de Formación, deben de tener un
compromiso político, humanista, crítico y ético.
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solamente en el rol académico, tiene que ser conductor para la formación
integral, con el apoyo en la integración de contenidos y experiencias
dirigidas a la formación en el ejercicio de la ciudadanía democrática, la
solidaridad, la construcción colectiva y la acción profesional
transformadora con responsabilidad ética y perspectiva sustentable.
(pag.21)
8
educación universitaria en épocas anteriores solo le daba prioridad a las grandes elites
de las clases sociales, lo es también en la actualidad de la transformación
universitaria, ya que muchas de las carreras ofertadas por los PNF están fuera del
contexto social y no están del todo acordes con las necesidades de las comunidades.
Por esta razón, se analizará la importancia de la Gestión Curricular de los
Programas Nacionales de Formación en la Transformación Académica Universitaria
Con el objeto de desarrollar la investigación, se espera dar posibles respuestas a las
siguientes interrogantes:
¿Cuál es la relación que existe entre el desempeño de los docentes con los
contenidos curriculares de los programas nacionales de formación y la transformación
universitaria?
Propósitos de la Investigación
Describir la relación que existe entre el desempeño de los docentes con los
contenidos curriculares de los programas nacionales de formación y la transformación
universitaria
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Antecedentes de la Investigación
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En ese mismo orden de ideas, Beltran E (2012), realizó un trabajo titulado “El
fortalecimiento del valor solidaridad en los estudiantes del programa nacional de
formación de educadores y educadoras”, el cual fundamenta
el diseño de investigación en una estrategia didáctica para la formación de los
estudiantes en su proceso de enseñanza aprendizaje, de la primera cohorte III trayecto
de la aldea universitaria "Van Grieken", el campo de acción es el valor solidaridad en
los estudiantes del Programa Nacional de Formación de Educadores y Educadoras del
Municipio Miranda Estado Falcón Venezuela.
La autora señaló que los estudiantes de esta aldea universitaria han presentado
falta de interés por ayudar al otro y desigualdad entre sus compañeros, aspectos
significativos que constituyen un problema al cual se pretende dar solución. Se hace
necesario el fortalecimiento del valor solidaridad en los estudiantes de Educación, ya
que estos serán los futuros maestros y multiplicadores en la formación de
la sociedad venezolana. En este sentido, se formula como objetivo elaborar una
estrategia didáctica para el fortalecimiento del valor solidaridad en los estudiantes del
programa nacional de formación de educadores y educadoras en el proceso de
formación.
En el desarrollo de esta investigación se utilizaron los
siguientes: métodos teóricos, métodos empíricos y el método estadístico. La
estrategia didáctica propuesta para el fortalecimiento del valor solidaridad es un
aporte ya que establece diferentes etapas como son planificación, organización,
aplicación y evaluación que orientan su ejecución en la praxis educativa
Asimismo, Vásquez R (2012) realizó una investigación titulada “La
integración curricular de las funciones académicas universitarias: Aproximación a un
modelo para la gestión del conocimiento en las nuevas Universidades Experimentales
Venezolanas”. El trabajo presenta ideas para un modelo de Integración Curricular de
los procesos académicos para la nueva Universidad venezolana en el contexto de la
Misión Alma Mater; se inscribe en un trabajo doctoral de carácter curricular
colaborativo, en el marco del convenio educativo Cuba-Venezuela desarrollado por la
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Universidad Central “Marta Abreu de las Villas”.El objetivo general de la
investigación se orienta hacia el diseño de un modelo teórico metodológico que
contribuya a integrar complementaria y sinérgicamente las funciones universitarias,
para dar respuesta a cómo organizar e integrar en la práctica universitaria los procesos
académicos, centrados en la investigación como herramienta pedagógica, desde
donde se organizan los contenidos y prácticas de formación del plan de estudios,
utilizando la estrategia de aprendizaje por proyectos, aprendizaje colaborativo, entre
otras que permitan la vinculación social permanente, las intervenciones socio
comunitarias y otras prácticas que involucren a los actores en una interacción
didáctica que trasciende el aprendizaje de una disciplina aislada de su contexto social,
económico, político y cultural, de tal manera que los futuros ciudadanos profesionales
tengan capacidad de respuesta ante un mundo en constantes desafíos y cambios
impredecibles que requieren de salidas emergentes para sobrevivir.
En este sentido la contribución se materializa a través de un diagnóstico, el
diseño teórico-metodológico, la estructuración sistémica del modelo con sus
componentes, así como las acciones formativas para los docentes en la
implementación del modelo propuesto; finalmente se hará una intervención en la
práctica pedagógica para su validación. La propuesta se enmarca en el proyecto
educativo a través de los Programas Nacionales de Formación (PNF) y pretende ser
una respuesta a una política de Estado del gobierno Bolivariano, innovadora,
emergente, emancipadora, si se quiere revolucionaria de la educación universitaria
que coadyuve hacia una nueva sociedad socialista, como ideal bolivariano para esta
nueva Venezuela.
.
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Justificación de la Investigación
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formación de personas, profesionales y ciudadanos comprometidos con su localidad,
su país y la humanidad, y a través de los Programas Nacional de Formación se
plantea principalmente la solución de problemas e interacción con el entorno de
colaboración comunitaria, así como el desarrollo integral y tecnológico del país.
Con respecto al aporte metodológico, la presente investigación servirá como
antecedentes a futuros trabajos que tengan relación con la misma, y así contribuir en
el mejoramiento de la calidad de la enseñanza y del aprendizaje haciéndola más
humanista, así como la función de la Universidad, tanto en la formación integral
liberadora (educación), la creación intelectual (investigación) y la vinculación social
(extensión).
Perspectiva Metodológica
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acerca del tema para favorecer la comprensión del mismo, también servirá para
transmitir de forma breve y global, los contenidos de la investigación para que pueda
ser utilizado por personas que buscan información relacionada al tema en estudio.
De igual forma, las fichas la define Arias (2008), como “el instrumento donde el
investigador acumula sus ideas y los datos que obtiene en su trabajo” (p 107), lo que
indica que éstas van a ser utilizadas para recolectar y conservar datos, que el autor
considere importante y de difícil obtención.
En lo que respecta a la observación documental, Hurtado (2002), la define
como, “una técnica en la cual se recurre a información escrita, ya sea bajo la forma de
datos que pueden haber sido producto de mediciones hechas por otros, o como textos
que en sí mismos constituyen los eventos de estudio”. (p 427).
En este sentido, la observación documental está basada en la obtención de
información de los libros, revistas, bibliografías, informes que estén relacionados con
la investigación en estudio, seleccionando la información más relevante.
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CAPITULO I
La Formación Universitaria
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designa en primer lugar el modo específicamente humano de dar forma a las
disposiciones y capacidades del hombre». Es desde esta noción, que se toma el
término para el ámbito educativo.
La noción expresada por Gadamer H. (1977), refleja el carácter
multidimensional de la formación; implicando la noción de cultura dentro del
desarrollo de las potencialidades humanas. Flor Delgado (2004), plantea que la
cultura, no debe ser concebida como el afán homogenizador de la sociedad, diseñado
por las estructuras de poder dominantes, a través de la transmisión de códigos y
símbolos que aglutinen ideologías elaboradas y prescritas; sino, debe convertirse en la
posibilidad de creación y producción del potencial humano contextualizado a través
de procesos críticos del individuo en una realidad, donde su bagaje histórico y su
visión de mundo se corresponda con lo transmitido.
Como producto de una interpretación de Ferry, G. (1990) sobre lo propuesto
por Gadamer H. (1977), el primero desarrolla el siguiente planteamiento (Ferry, G.
1990:50): «la formación debe ser considerada como un proceso de desarrollo y
estructuración de la persona que lo lleva a cabo bajo el doble efecto de una
maduración interna y posibilidades de aprendizajes, reencuentros y experiencias». Se
destaca de esta propuesta la inclusión explícita del aprendizaje como proceso;
resaltándose la vinculación entre lo individual y el contexto para lograr los propósitos
personales y colectivos del proceso educativo.
En ocasiones se ha conceptualizado la formación como sinónimo de
educación, sin embargo, es de resaltar que existen diferencias entre esos dos
conceptos. Para Posada, R. (2008) existen diferencias sutiles entre ambos conceptos,
pero que son relevantes. Este autor plantea, que ambos conceptos forman parte del
proceso de desarrollo humano y el crecimiento de las personas en su adaptación al
ambiente; pero la formación implica una noción más universal, que considera al ser
como un conjunto con su entorno; y la educación está orientado a elementos más
focalizados, que hacen referencia a contenidos puntuales y segmentados. La
formación es una concepción de holismo y la educación en una noción específica.
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Para el año 1966, O´Connor, y Seymour, ya habían planteado que la
formación era un concepto más amplio que la noción de educación, donde destacaron
tres dimensiones que definían y la diferenciaba de la educación, para estos autores la
formación implica:
a.- aprendizaje del conocimiento y su aplicación,
b.- aprendizaje de habilidades mediante la experiencia práctica y c.-
aprendizaje en el campo de los valores y las actitudes.
Se observa que en todo caso, la formación trasciende el simple aprendizaje y
le da un contenido contextualizado. Es decir, no se separa de la educación, pero su
complejidad se da por lo que se le agrega al simple aprendizaje; lo aprendido pasa a
ser una habilidad que requiere ser experimentada y debe estar relacionada con valores
y formas de ubicarse en un contexto.
Barbier (1999) reforzó la posición de O´Connors y Seymour (1966),
exponiendo que la formación implica una transformación de las capacidades hacia la
aplicación de las mismas en una situación real; es decir, aquello aprendido es
transformado y ajustado a una realidad para poder ser utilizado. Este autor enfatiza
igualmente, el carácter de aplicación de lo aprendido, pero atendiendo a un criterio
donde se requiere la flexibilidad; dado que la formación implica poder adaptarse a los
contextos y a su vez amoldar lo aprendido a ese contexto.
En síntesis, se plantea, que la formación expande y relaciona el contenido de
los aprendizajes con el entorno; implicando que lo aprendido sea utilizado en un
ambiente real y sea contextualizado desde la experiencia de cada individuo; donde
sus capacidades se coloquen en ejecución, sin suponer que algo se sabe sin ser
utilizado. Siendo imperante la inclusión de elementos históricos y culturales en el
proceso.
Los procesos formativos, son esencialmente particulares a cada individuo,
dado que está vinculado con sus potencialidades y su cultura. Esta noción implica que
la formación, está relacionada con otro concepto que es el de pertinencia; dado que
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este último implica la vinculación y la forma como se establece la relación entre una
actividad y su entorno. Sin embargo, la formación, como proceso institucional,
requiere establecer mecanismos de gestión, que está dado por el llamado currículo.
El currículo establece las directrices, las causas, las expectativas, el entorno y
la estructura de los planes de formación. Como proceso, requiere de patrones de
planificación, ejecución, seguimiento y evaluación de resultados, y es desde allí, que
todos los actores involucrados establezcan un contexto adecuado para su desarrollo, a
través de mecanismos de gestión.
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Proyecto de formación:
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Una formación ajena al entorno de los actores, no podrá concebirse como un
proceso válido en la sociedad, siendo que el entorno es el que brindará los elementos
para desarrollar los propósitos. Especificar esa realidad vinculante generará un doble
producto, impacto social y formación profesional. Debe existir un propósito claro y
los modos de alcanzar esos propósitos, deben ser consecuentes con el entorno en que
se desarrolle la formación. Orientando los elementos disponibles hacia la
estructuración de esos propósitos de forma armónica y coherente.
La estructuración establece los niveles de interrelación entre los componentes
curriculares: propósitos, contenidos y recursos (Nieto, L 2002). Lo que no esté al
alcance del proceso formativo, no es coherente con el mismo y la incorporación de
elementos ajenos a la realidad de los individuos, impide la incorporación del entorno.
La formación es teleológica, es decir, está orientada hacia una meta. Esta meta
es definida por la sociedad, que especula sobre lo requerido, en base a los problemas
que afronta. Todo se presenta como una dinámica constante, que solicita
conocimientos particulares, capaces de hacer frente a los problemas identificados. La
sociedad establece qué requiere, cuándo lo requiere y cómo lo requiere.
La realidad es cambiante tal como lo plantea Díaz (2006), manifestando que
los contextos son expresiones de la realidad donde el hombre organiza y desarrolla su
vida, constituyendo una compleja red, dinámica y cambiante. Este planteamiento
implica, que en el proceso de formación las generalidades del conocimiento, tienen
que tener su asidero en la particularidad del entorno, sin este asidero, la formación
pasaría a convertirse en una metáfora de lo que se espera del profesional.
Los diferentes elementos involucrados en el proceso de formación, requieren
ser ajustados armónicamente para lograr la meta establecida, esto hace necesario
abordar la gestión del currículo.
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La gestión del currículo se define entonces como «la relación entre el diseño,
el desarrollo, el alcance, la articulación y la evaluación del currículo escrito, enseñado
y comprobado en todas las disciplinas. Lo anterior implica, implementar y monitorear
el currículo» (Ann 2006: 2).
El diseño del currículo está relacionado con la estructura que lo conforma, el
desarrollo con la aplicación en el ambiente de aprendizaje, el alcance con las metas
planificadas, la articulación con la coherencia entre los elementos que lo conforman y
la evaluación con la validación de todo el proceso de enseñanza aprendizaje.
La gestión del currículo, como proceso, lleva a una interrelación con
conceptos más amplios que direccionan el proceso global de la formación, uno de
esos conceptos es la pertinencia, la cual será abordada a continuación, desde la
perspectiva de la formación universitaria.
Pertinencia Universitaria
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actores de la formación, en base a saberes, experiencias, fundamentado en la propia
naturaleza del amor.
Al referirse a la vinculación entre lo aprendido y el aprendiz, Malagón (2003)
plantea, que la pertinencia constituye el fenómeno por medio del cual se establecen
las múltiples relaciones entre la universidad y el entorno. Esta concepción permite
traer al término hacia la formación en su concepción integral, refiriéndose a la
capacidad de vincular lo aprendido con el contexto.
En el contexto institucional, García-Guadilla (1997), desarrolla la siguiente
reflexión acerca de la pertinencia:
«La pertinencia está vinculada a una de las principales características que
tiene el nuevo contexto de producir conocimientos, esto es, el énfasis en
tomar en cuenta el entorno en el cual están insertas las instituciones de
investigación y, por lo tanto, la necesidad de un estrecho acercamiento
entre los que producen y entre los que se apropian del conocimiento. Por
un lado, los que se apropian, o sea los usuarios del conocimiento, son no
solamente los estudiantes, o usuarios internos, sino las comunidades en la
que están insertas las instituciones, y también, de manera muy importante,
los otros niveles del sistema educativo.» (García-Guadilla 1997: 64-65).
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participación son bidireccionales e incluyen, en su movimiento, tanto a los
productores como a los usuarios del conocimiento. De esa manera, el conocimiento
tiene un valor público; es pedagógico y contribuye para el desarrollo social.
La pertinencia, no se limita a los conocimientos académicos; incluye el estilo
de la relación a establecerse entre todos los actores involucrados (Docentes,
estudiantes, comunidad), el conocimiento técnico, pero también el cultural y el social.
Debe existir una integración entre los educandos, la sociedad y la universidad. No
debe haber artificialidad, el conocimiento necesario debe ser contextualizado y debe
ser factible de apropiarse por parte de los usuarios (Gazzola 2006).
Formación integral
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3. Actitudes y capacidades de valoración ética, social, intelectual, estética y política,
indispensables a su desempeño como personas, profesionales y ciudadanos
conscientes, responsables, solidarios, críticos, participativos, capaces de reconocer la
diversidad en las maneras de pensar, decir y actuar, sensibles hacia los problemas
sociales y ambientales, así como la diversidad de valores que posibilitan una sociedad
más justa y solidaria;
4.- Capacidades y actitudes para la transformación de las relaciones sociales y, en
particular, para impulsar formas de propiedad, producción, administración y
producción socialistas, fundadas en la cooperación solidaria, la justicia social y la
conservación del ambiente.
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Programa Nacional de Formación
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Recordemos que las Universidades y los Institutos Universitarios no son de las
Autoridades Rectorales de turno, son del Pueblo y sus comunidades.
Para la adecuación de los PNF a una verdadera educación transformadora del
país se debe recordar que el poseer más títulos académicos para un desarrollo de
saberes no nos hace más humanos, el problema real es la sensibilidad socioeducativa
integral participativa de cada uno de los educadores y su vinculación con el proceso
liberador Socialista Bolivariano.
Integración teoría y práctica. Vinculación directa de los estudiantes con las
comunidades y empresas en el área de desempeño profesional desde el inicio del
programa. Educación basada en proyectos y problemas, estudiando los temas en el
contexto de aplicación y superando la fragmentación curricular.
Formación integral. Una educación que reivindica el carácter integral del ser
humano. Desarrollo del pensamiento crítico y de la conciencia de las implicaciones
éticas, políticas, sociales, económicas y culturales de las prácticas profesionales,
científicas y técnicas.
Atención al desempeño estudiantil. Creación de un Trayecto Inicial para facilitar
el tránsito de la educación media a la educación universitaria. Sistema de evaluación
integral. Seguimiento al desempeño estudiantil.
Integración de certificaciones y títulos. Integración de certificaciones
profesionales al finalizar el primer trayecto del PNF. Integración de titulaciones como
TSU, Ingeniería o Licenciatura. Reducción de la duración del tiempo de estudios.
Integración del pregrado y el postgrado.
Movilidad estudiantil. Los estudiantes pueden continuar estudios en una u otra
institución sin necesidad de equivalencias. Igualmente, pueden cursar un trayecto en
otra institución por motivos académicos o personales.
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Movilidad docente y trabajo colaborativo. Se garantiza el trabajo conjunto de los
cuerpos docentes de todos los Institutos y Colegios Universitarios. Puede contarse
con profesores de un instituto para dictar cursos en otro. Se facilita la creación de
proyectos de investigación y desarrollo conjuntos. Se propicia la creación de
materiales educativos (impresos y en línea) con la colaboración de todas las
instituciones.
Formación docente. Se organizarán planes de formación docente, incluyendo
postgrados para los profesoras. Se facilitarán visitas de expertos internacionales e
intercambios con expertos nacionales. La interacción constante entre profesores de
distintos institutos propiciará una cultura de trabajo, con evaluación y calidad,
evitando las rutinas endogámicas.
Vinculación con el Plan Nacional de Desarrollo. Diseño adecuado a las líneas
estratégicas del Proyecto Nacional Simón Bolívar. Relación directa con las empresas,
ministerios y organismos del Estado a través de los Comités Interinstitucionales.
Flexibilidad y mejoramiento permanente de los programas. Dentro de un marco
nacional, los programas nacionales de formación se adaptan a las condiciones
regionales. Evaluación continua de los programas, para garantizar su actualización,
pertinencia y calidad. Reformulación del programa con base a la evaluación.
Continuidad de estudios. Continuidad de estudios para los TSU, en instituciones
gratuitas de calidad, vinculadas a las necesidades nacionales. Sistema de acreditación
de experiencias y saberes adquiridos en otros estudios y en la práctica profesional.
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Integradora: Para la creación de lazos entre las comunidades y el ejercicio
profesional a lo largo de todo el trayecto formativo; el abordaje de la complejidad de
los problemas en contextos reales con la participación de actores diversos; la
consideración de la multidimensionalidad de los temas y problemas de estudio; así
como el trabajo en equipos interdisciplinarios y el desarrollo de visiones de conjunto,
actualizadas y orgánicas de los campos de estudio, en perspectiva histórica, y
apoyadas en soportes epistemológicos coherentes y críticamente fundados.
Abierta: Para la conformación de los ambientes educativos como espacios
comunicacionales abiertos, caracterizados por la libre expresión y el debate de las
ideas, el respeto y la valoración de la diversidad, la multiplicidad de fuentes de
información, la integración de todos los participantes como interlocutores y la
reivindicación de la reflexión como elementos indispensables para la formación,
asociados a ambientes de formación y prácticas educativas ligados a las necesidades y
características de las distintas localidades que propicien el vínculo con la vida social y
productiva.
Participativa: Para la participación activa y comprometida de los estudiantes
en los procesos de creación intelectual y vinculación social, relacionados con
investigaciones e innovaciones educativas vinculadas con el perfil de desempeño
profesional y conducentes a la solución de los problemas del entorno, en
consideración de sus dimensiones éticas, políticas, culturales, sociales, económicas,
técnicas y científicas, garantizando la independencia cognoscitiva y la creatividad de
los estudiantes.
Flexible: Para la creación de modalidades curriculares flexibles, adaptadas a
las distintas necesidades educativas, a las diferentes disponibilidades de tiempo para
el estudio, a los recursos disponibles, a las características de cada municipio y al
empleo de métodos de enseñanza que activen los modos de actuación del futuro
profesional.
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Motivadora: Para la definición de sistemas de evaluación que promuevan el
aprendizaje, la reflexión y el mejoramiento continuo, considerando los distintos
actores y aspectos del quehacer educativo y valorando su impacto social. Igualmente,
para la promoción, el reconocimiento y la acreditación de experiencias formativas en
distintos ámbitos.
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territorio nacional, desarrollando una cultura de trabajo compartido, basado en
la cooperación solidaria y la complementariedad,
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CAPITULO II
32
mismo, reconociendo su subjetividad cambiada mediante la objetivación realizada al
reconstruir lo objetivado por otros en el ensayo culminado; esto coincide con
lo que expresaba Simón Rodríguez en su obra Sociedades Americanas en 1928.
Cómo podrán ser en los siglos venideros: ...“leer no será estropear palabras por ganar
tiempo, sino dar sentido a los conceptos (…) no hay lectura que se emprenda, sin
ideas de la materia”. (1975, p. 401- 402)
En ese contexto, la intersubjetividad, encuentro de interlocutores que
buscan la significación de los significados (Freire, 1993), surge como condición
indispensable para que el individuo pueda transformar la cultura y la sociedad, ya que
como individuo aislado no podría hacerlo. Solo mediante la interacción con los otros
es posible lograrlo. Esta interacción exige que entre sí los individuos se reconozcan
como sujetos con capacidad de objetivación (de producir bienes culturales) de
conformidad con finalidades escogidas y acordadas. Es a través del reconocimiento
que le brinda el otro que el individuo se reconoce a sí mismo como sujeto. La
formación en esta concepción sociocultural, es re construcción de la subjetividad por
medio de las experiencias realizadas que conducen dialécticamente a negaciones
mediante la crítica, la interacción social y la praxis objetivadora. (Sarraute, Díaz y
Lo Priore, 2011).
Asumida culturalmente entonces, la educación es compromiso formativo.
Para el educando o participante es una dinámica de negación dialéctica, y para el
educador o facilitador, es interacción favorecedora de esa negación mediante la
crítica, la co-reflexión, la discusión y la re-creación orientada en la acción. En
consecuencia, la tarea del educador no será la de modelar a los educandos, sino la
de incitar y promover la praxis de los participantes, propiciando experiencias
formativas de subjetivación y objetivación emancipadoras (Sarraute, Díaz y Lo
Priore, 2011).
Como la cultura recubre todos los ámbitos de la vida social valorando
significativamente sus manifestaciones, se tiende a creer que todo es cultura, por
tanto, conviene partir de definir qué es cultura.
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Por cultura se entiende la valoración que se atribuye a la significación de
objetos, prácticas, haceres, saberes, expresiones, hechos y otros, que en un
determinado contexto, y en sus más diversos ámbitos, da sentido a la identidad
individual y grupal y la cohesión de colectividades, resultante de una configuración
histórica selectiva, dominante e hibridizadora de significaciones que las luchas por la
hegemonía ideológica (o dirección intelectual y ética de las clases y grupos sociales)
han impuesto en las sociedades como significaciones legítimas e ilegítimas. Con esta
conceptualización podemos inferir la necesidad revolucionaria de entenderse con los
procesos y prácticas de significación curricular (producción, circulación y consumo
de significaciones a nivel universitario), como parte destacada de las luchas político-
culturales por la construcción hegemónica del sentido social e ideológico
emancipador individual, colectivo e institucional universitario.
Lo ideológico respecto de la significación cultural refiere a la connotación o
efectuación valórica que los intereses de las clases y grupos sociales en pugna por
la hegemonía social, le endosan expresa o implícitamente sobresignificándola
reproductora o transformadoramente en el contexto de las luchas que se libran en el
plano cultural o del sentido social, y que toman forma en los contrapropuestos
proyectos culturales que se confrontan. Debido a ello, la revolución es también y
primordialmente proyecto cultural en todos los ámbitos y planos de lo económico,
lo político, lo social, lo ecológico y otros. Los cambios que se deben producir allí (en
la cultura laboral o del trabajo, en la cultura política, en la cultura académica,
etcétera), solo se posibilitarán si las representaciones ideológicas que significan y
orientan las prácticas, son relevadas culturalmente en la conciencia de los individuos
que las reproducen.
Hay que establecer que la significación sociocultural se realiza básicamente a
través de signos y símbolos. En lo sígnico (el signo), el significante (una palabra, por
ejemplo) refiere directamente a un significado (el concepto, por ejemplo),
pretendidamente objetivo y definido por hacerlo corresponder con un referente dado
(lo que se designa). Mientras que en lo simbólico, a diferencia del signo, el
significante es a su vez el significado, y su referente, es un imaginario social
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indefinido o alusivo (la cruz cristiana, por ejemplo). Imaginario que otorga un
sentido existencial a las comunidades y es parte del “sentido común”.
Las significaciones, sin embargo, no son solamente signos y símbolos
aislados y desarticulados que existen para que los individuos los escojan e
interpreten a su gusto la realidad con la que interactúan. Ellas existen y circulan
socialmente en tanto prácticas discursivas (de producción/reproducción de
significaciones explícitas o implícitas) conminadoras de efectos de sentido,
constituyendo conciencias como funciones semióticas que interpretan atribuyendo
significados, soportándose para ello en códigos o reglas sentidizadores que
surgen y operan desde y a través de la intervención de todo tipo de interacciones
sociales, entre estas, la que pauta el currículo. Es de destacar aquí que el código,
estructura subyacente o gramática profunda, aparte de articular la
convencionalidad correlativa de los signos y los símbolos con sus significados, los
genera con base en un contexto sociohistórico y sus circunstancias, cuyas
determinaciones últimas son la división social del trabajo y la estructura de clases
sociales en el orden capitalista. Determinaciones ante las cuales se hacen
históricamente necesarias para su erradicación la complementariedad de la
universalización de la formación universitaria y la universalización del trabajo
liberador.
No obstante la hegemonía cultural capitalista, las contradicciones que le son
propias a su contexto, y la naturaleza ontológica de los sujetos en tanto seres
auto-co-reflexivos, que reflejan (asumen o asimilan) y refractan (rechazan) a la
vez ese contexto significador en la misma conciencia, los individuos pueden producir
otras interpretaciones no reproductoras, “estructuras disipativas” (Prigogine, 1990),
que signifiquen y sentidicen alternativamente de modo revolucionario (nuevas
semiosis, rearticulaciones entre significantes, referentes e interpretantes), a partir de
recontextualizar las significaciones dominantes ya que los “efectos de sentido”
hegemónicos no agotan la referencia (“lo dicho respecto de algo”), porque es
imposible establecer una correspondencia definitiva de significación con ella, lo que
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da apertura crítica para producir otros discursos y efectos de sentido al
recontextualizar las significaciones.
36
(Grundy,1991). Para ello es necesario afectar la estructura profunda o “principios”
del código o gramática curricular que regula la experiencia formativa. Según sea
fuerte o débil la combinación de los principios reguladores (clasificación o separación
de categorías o componentes y enmarcación o interacción entre éstos) se
producirá un currículo agregado (reproductor) o integrado (liberador), restrictivo o
flexible del campo de experiencias formativas resignificadoras (Bernstein, 1990).
Asimismo, es interesante destacar la distinción que realiza Bernstein entre
currículum tipo agregado o de “colección” (“reproductor”) y el “integrado”
o integrador (“liberador”). En el primero las áreas y los campos de conocimiento se
mantienen aislados, separados. En el segundo, por el contrario, las distinciones entre
las diferentes áreas del conocimiento son mucho menos nítidas y se centran en un
principio englobador al cual se subordinan todas las áreas que lo componen. De esto
se desprende que “cuanto mayor sea el aislamiento, mayor es la clasificación
existente en el currículum”, lo que genera separatividad y control a través del poder
que provoca la transmisión de conocimientos aislados. Esto, entre otros
referentes, enmarca, por contraste, la concepción de un currículo integrador en la
Educación Universitaria.
Todo lo expuesto, conlleva a direccionar la formación profesional
universitaria hacia la profesionalidad en tanto compromiso ético-político que
asume y constituye al profesional universitario de cara a un ejercicio autónomo,
útil, cooperativo y responsable socialmente. Al considerar la formación profesional
universitaria a partir de la profesionalidad, se vuelven relevantes las preguntas
curriculares sobre el QUÉ y CÓMO se forma y CUALES prioridades la orientan.
37
adecuarse para utópicamente contrarrestar los efectos perversos de la sociedad
capitalista sin enfrentar las causas. La educación socialista de la profesionalidad
asume el punto de vista valorativo o de significación cultural implicado en la
consideración a escala de los problemas y necesidades sociales de la nación y de
sus comunidades atendiendo a la determinación de sus causas estructurales para
enfrentarlos y superarlos. Es en el develamiento de la mistificación capitalista de las
causas estructurales de las problemáticas sociales y sus soluciones donde se deciden
las soluciones revolucionaria o reformistamente, evidenciando las causas como
históricas y como determinaciones modificables (Meszáros, 2008).
En atención a ello, el qué del currículo ha de estar referido al vínculo de
reciprocidad participante-sociedad, es decir, a los saberes, saberes hacedores, modos
de ser y convivir requeridos para posibilitar en los estudiantes la reconstrucción
estructural y valorativa de los problemas de la nación a diferentes escalas y sus
soluciones sociales. En esta interacción dialéctica entre instituciones universitarias,
depositarias culturalmente del “sentido crítico”, y el pueblo, depositario de la
racionalidad del “sentido común”, se buscaría producir un nuevo “sentido común
crítico” que supere la arbitraria división cultural y social entre instituciones
universitarias y el pueblo (De Sousa, 2005). El qué curricular implicaría
igualmente el establecimiento de las formas o prácticas de apropiación- producción
críticas como las comunidades interpretativas; modos de pensar los saberes y
haceres de manera no lineal sino interdisciplinaria o transcomplejamente, y
maneras de articulación, flexibles de contenidos en unidades de formación abiertas
sistémicamente (talleres, seminarios, cursos, laboratorios, etcétera). Todas ellas bajo
la evaluación y acompañamiento de un observatorio institucional (con las figuras
organizativas que cada institución posea para tal fin) que privilegie la observación
de segundo orden, es decir, desde qué supuestos epistémicos y teórico-
metodológicos se piensan, conciben, realizan y evalúan, por ejemplo, los proyectos
sociointegrador para establecer su pertinencia. (Sarraute, Díaz y Lo Priore, 2011)
38
El cómo curricular, atiende a la mejor forma articuladora reconstructiva de la
formación integral, la creación intelectual e innovación, y el vínculo
sociocomunitario por vía de favorecer las experiencias de formación que se
expresaría a través del redimensionamiento de la estrategia de proyectos socio
integradores pensados, formulados y realizados desde el modo socialista de
satisfacción o de dar respuestas a las necesidades o problemas sociales a escala para
garantizar la realización plena de los Derechos Sociales establecidos en la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en el marco orientador
estratégico del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación y los
correspondientes planes regionales, estadales, municipales y locales con los
cuales deben converger sinérgicamente las acciones universitarias sin desmedro de la
formulación autónoma de su intervención sociocultural.
39
docente que guía proyectos de vida en los estudiantes al implicarlos y enmarcarlos en
los proyectos sociointegradores, realizando así la premisa de que proyectar es
proyectarse comunal y realizadoramente, bajo principios propios de la democracia
participativa y protagónica. (Sarraute, Díaz y Lo Priore, 2011). Esta concepción
propicia la resolución crítica de problemas, y a la vez, la educación de los
sujetos conscientes y comprometidos con su realidad.
Tal postura, será asumida desde la racionalidad crítica que no se despliega
desde espacios académicos diletantes sobre lo que es verdadero o falso, distintos de
los que participan los sujetos concretos o históricamente situados, ya que estos son
interpelados o emplazados por su cotidianidad a pensar sus propias circunstancias
potenciando así la modelación de su conciencia desde una exigencia ética,
Zemelman (2011) lo expresa de la siguiente manera:
“...la postura crítica se transforma en ética, o para decirlo con otras
palabras, en forma de conciencia, no de verdad. La conciencia es
más compleja que la verdad, porque no está condicionada a los
paradigmas de lo verdadero o falso. Sus exigencias son diferentes. La
conciencia del individuo concreto, desde sus propios espacios cotidianos,
cumple la función de permitir comprender lo que estamos viviendo”.
(p.30)
40
logre la calidad y la pertinencia académica requeridas en el Proyecto de Desarrollo
Económico y Social de la Nación 2007-2013.
41
Asimismo se entiende por pertinencia (CEAPIES, 2012): “la
adecuación, la correspondencia/coherencia de instituciones, carreras,
programas, formación, políticas educativas con la responsabilidad y
transformaron social en el marco de los propósitos teleológicos, axiológicos y
cognitivos contenidos en los documentos oficiales y fundamentales del Estado, en los
planes de desarrollo nacional y en las demandas sociales”.
El Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, establece
en la pertinencia los ámbitos sociales, laborales y culturales. Los mismos se expresan
de la siguiente forma:
a) Pertinencia Social: dimensiona la capacidad de la educación universitaria
para contribuir, desde su naturaleza y funciones, a la solución de los problemas
sociales.
b) Pertinencia Laboral: Es la capacidad que tiene la educación
universitaria para responder a las necesidades de la transformación liberadora del
mundo del trabajo alienante y explotador. Es necesario sin duda alguna hacer la
diferencia entre el mundo del empleo y el mundo del trabajo, dado que, desde una
educación universitaria pertinente, importa formar profesionales emprendedores, que
tengan iniciativa y capacidad para “reinventar el trabajo” y crear nuevos empleos
y no formar profesionales pasivos que entran a competir capitalistamente por
empleos ya creados.
c) Pertinencia Cultural: Se refiere a la capacidad de asumir, desde su
naturaleza y fines, que desde nuestra experiencia humana vivimos en medio de la
diversidad biológica, geográfica, cultural, étnica y lingüística. El no reconocer la
rica diversidad en la que vive la humanidad no sería educar para la democracia,
por ende la pertenencia en este ámbito trata de rescatar y preservar los saberes, ritos y
formas de vida que imperan en las múltiples subculturas del estado venezolano.
(Bonilla, 2008).
42
Organización Curricular
Ejes de Formación
Epistemológico
43
Se aborda aquí la reflexión crítica de las perspectivas teórico-metodológicas
sobre las cuáles se sustentan los procesos de generación, transformación y
apropiación social del conocimiento, así como la cuestión relativa a qué es y cómo se
produce el conocimiento, considerada desde el análisis de los tipos de racionalidad
que sustentan las maneras de plantear tal cuestión y el carácter histórico de los
mismos.
El manejo apropiado de herramientas metodológicas y tecnologías, se sustenta
en el análisis de los principios e implicaciones epistemológicas, sociales y éticas
vinculadas a éstas.
Particular atención reviste la comprensión del diálogo de saberes como
interacción de distintos tipos de conocimiento, sustentada en el reconocimiento de la
diversidad como riqueza humana, y base para el desarrollo de una racionalidad
abierta que permita el abordaje de situaciones complejas en contextos reales,
cruzados por actores diversos, intereses múltiples y dimensiones éticas, científicas,
tecnológicas, políticas, sociales y ambientales.
Ético-político
44
enfoques, perspectivas y soluciones científicas y tecnológicas, así como el desarrollo
del compromiso con la soberanía tecnológica y la creación de caminos que rompan
con la mentalidad neocolonial.
45
para su afirmación en proyectos democráticos de ejercicio de ciudadanía. La paz
como construcción histórica, como proyecto socio-cultural y ético-político. El
derecho a la paz como ejercicio libertario y democrático para deslegitimar prácticas
de dominio y para construir una sociedad pluralista comprometida con el derecho de
todos a vivir una vida digna.
7. Historia, actualidad y porvenir del proyecto integracionista
latinoamericano: Resonancias del ideal bolivariano en el pasado reciente y en las
búsquedas actuales para fundamentar la necesidad de integración en las nuevas
condiciones históricas. El papel decisivo de lo cultural, lo educativo y lo
comunicacional en los procesos de integración latinoamericana y caribeña.
8. El desarrollo humano sustentable y nuestra refundación como nación: el
papel de la educación, la cultura, la educación, la ciencia y la tecnología en la
creación de condiciones para su viabilidad interna y su legitimidad ante la
comunidad internacional. Desarrollo humano e integración.
Trabajo Productivo
46
El trabajo productivo, cooperativo y liberador es uno de los ejes
estructurantes de los Programas Nacionales de Formación. Este se expresa en la
vinculación de los estudiantes con las comunidades, las empresas y los campos desde
el inicio de la formación y durante todo el trayecto formativo, tratando con problemas
en contextos reales, desarrollando proyectos de utilidad social que tratan con la
complejidad de intereses, posibilidades y actores involucrados en las situaciones que
se abordan.
Más específicamente, este eje hace énfasis en:
1. El ejercicio de la profesión como compromiso con los intereses
nacionales, la responsabilidad con lo público y la solidaridad social.
2. El uso crítico de metodologías cuantitativas y cualitativas como recursos
de la investigación, la identificación de supuestos, el planteamiento de problemas y
exploración de alternativas de solución, valorando la importancia del contexto, el
trabajo interdisciplinario y la participación de las comunidades.
3. El manejo de conceptos y la interpretación de datos de alto nivel de
complejidad, la formulación de proyecciones en escenarios cruzados por
incertidumbres y la generación de hipótesis plausibles.
4. La generación y transferencia de conocimientos para la resolución de
Estético-lúdico
47
El eje de formación Estético-Lúdico se inscribe dentro del objetivo de la
Misión Alma Mater de reivindicar el carácter humanista de la educación universitaria
como espacio de realización y construcción de los seres humanos en su
plenitud, en reconocimiento de su cultura, ambiente, pertenencia a la
humanidad y capacidad para la creación de lo nuevo y transformación de lo existente.
La educación estética y la estética en la educación no aparecen pues como
elemento complementario o extracurricular, sino profundamente vinculadas a las
prácticas académicas y la vida universitaria. En ello intervienen, por igual, el
reconocimiento de la forma como parte y condicionante de los contenidos, la
valoración del goce estético como derecho humano y la reivindicación del carácter
estético de las actividades científicas, tecnológicas, humanísticas y, en particular de la
educación como recreación de la interioridad, terreno de ideas, sensaciones y
sentimientos, donde intervienen formas sensibles -táctiles, sonoras, visuales,
olfativas, mentales, revestidas de originalidad, cargadas de simbología, subjetividad,
metaforización y sentimiento.
La tecnocratización de la educación ha pretendido la instrumentalización de
los procesos educativos, relegando el valor en sí de las interacciones humanas y
del estudio a meros medios evaluables solamente desde sus consecuencias. El
humanismo plantea, en cambio, a la educación como espacio de vida y recreación de
lo humano. En este sentido, el juego, como actividad libre, que irrumpe en la
cotidianidad resignificándola, que permite la interacción con los otros más allá de las
tareas necesarias, como medio de exploración e invención y proyección de la vida
interior hacia el mundo, como forma de construir comunidad, es un espacio
esencial de la vida humana y de la humanización de la educación.
Este eje supone la revitalización de los ambientes universitarios con la
presencia permanente del arte, la recreación, la actividad física, de modo que las
comunidades universitarias se reconstruyan y profundicen en su capacidad sensible,
pero además debe realizarse en el laboratorio y el estudio, el taller y el curso. Se trata
de valorar la estética de los productos y procesos tecnológicos, en continuidad con
48
nuestro acervo cultural, tomando distancia de los patrones del consumismo
exacerbado. De valorar la naturaleza y las interacciones tanto desde la emoción como
de la razón. De aupar procesos creativos, abrirse al juego de la pregunta y la duda,
tanto como de apreciar la premura de los problemas, el placer de trabajar juntos en la
búsqueda de soluciones, la alegría por el surgimiento de una alternativa, el tesón
requerido para abordar una tarea compleja, la satisfacción de sentirse útil.
Socio-ambiental
Unidades Curriculares
49
Orgánica de Educación: la didáctica está centrada en los procesos que tienen como
eje la investigación, la creatividad y la innovación, lo cual permite adecuar las
estrategias, los recursos y la organización del aula, a partir de la diversidad de
intereses y necesidades de las y los estudiantes (artículo 14).
Proyectos
50
Los proyectos estarán enfocados a actividades estrechamente
vinculadas con el perfil profesional de cada PNF para la aplicación social del
conocimiento. Su evaluación estará adaptada a los cánones específicos de la profesión
vinculada a cada PNF.
El Proyecto se califica al final. Es una evaluación de resultado, que
incluye siempre: un informe escrito y un producto tangible o intangible. Lo evalúan
los usuarios del producto, los estudiantes que lo realizan, el profesor-asesor del
proyecto y un comité de tres profesores del área del proyecto. El trabajo escrito debe
tener una presentación acorde con el área de la que se trate, incluye un manual,
instrucciones, presentación a congresos, planos, entre otros (preparado para su
comunicación a posibles usuarios del resultado, es decir, para garantizar la
transferencia del conocimiento desarrollado) y una memoria descriptiva (proceso para
su realización, personas involucradas, dificultades experimentadas, potencialidades
del resultado, conocimientos del área de estudio involucrados en la solución, etc.).
Tiene evaluación formativa: un portafolio y un informe trimestral (donde se
señalan actividades cumplidas, avances y obstáculos). Otro instrumento de
seguimiento puede ser el diario de campo (o de trabajo). La no aprobación del
proyecto implica la repetición del año, aún cuando se reconocen las otras unidades
curriculares aprobadas. No se pueden adelantar unidades en este caso, salvo
formación sociocrítica o las unidades acreditables: idiomas, uso de tic, deporte y
recreación.
La carga horaria docente del profesor no debe ser menor de seis horas a la
semana.
Los proyectos estarán enfocados a la realización de un producto o
servicio. Para su aprobación será indispensable:
• La presentación del producto, bien o servicio.
• La presentación del procedimiento o metodología para realización del
producto o servicio, dependiendo de la naturaleza del PNF.
• La elaboración de la documentación técnica del producto o servicio,
conforme a los patrones profesionales apropiados.
51
• La elaboración de una memoria descriptiva del proceso.
52
logros educativos obtenidos en el transcurso del eje curricular, la integración a
organizaciones que tienen como objetivo el desarrollo de la participación ciudadana,
comités de tierras, consejos comunales, etc.
53
apropiados al medio de difusión utilizado y a la intención comunicativa que se
persigue.
Se incluyen aquí unidades curriculares referídas a los temas ambientales y a la
agroecología (por disposición de la LOE)
Talleres
Cursos
Laboratorios
Actividades acreditables
54
promoción y la práctica de la actividad artística, el deporte, la actividad física,
ambientalista y comunitaria. La recientemente aprobada Ley Orgánica de Educación
apunta a convertir la escuela en centro del quehacer comunitario y a la comunidad en
centro del quehacer educativo, en este propósito la institución universitaria tiene un
importante papel que cumplir.
55
Los planes de estudio y programas de las unidades curriculares estiman un
máximo de 44 horas de trabajo del estudiante por semana. De estas, las actividades en
aula, taller o laboratorio no deberían exceder de 20 horas semanales.
Las 44 horas a las que se hace referencia son de 60 minutos. Si se calculan
como “horas académicas de 45 minutos”, equivalen a 58 “horas académicas”. De
esta forma, el máximo de horas en aula, taller o laboratorio debería ser de 26
“horas académicas”.
El cálculo de la intensidad horaria de una unidad curricular en términos de
horas totales de trabajo del estudiante (HTE) permite una administración curricular
flexible. Por ejemplo, una unidad curricular de 88 HTE o 3 unidades crédito pudiera
administrarse como un taller a dedicación completa durante dos semanas.
Las horas de trabajo “fuera de clase” se estiman a partir de las horas
de estudio, indagación, trabajo en equipo, tiempo para la elaboración de informes que
supone la realización de actividades de aprendizaje de cada unidad curricular. Esta es
por supuesto una estimación, pues en la realización práctica pueden requerirse más o
menos horas para el cumplimiento de los trabajos, la resolución de un problema o la
comprensión de un fenómeno. La forma de cálculo dependerá de la naturaleza de la
unidad curricular. Por ejemplo, la realización de una unidad curricular puede requerir:
revisión del proyecto institucional, definición del plan de trabajo, lecturas y
discusiones preparatorias, entrevistas y conocimiento de la comunidad, preparación
de instrumentos de diagnóstico, reuniones para discusión de los instrumentos,
aplicación de instrumentos, procesamiento, análisis, preparación de informe
preliminar, presentación a la comunidad y validación del informe.
56
CAPITULO III
57
No es posible transformar la educación universitaria sin que ello incluya un
cambio sustantivo en las definiciones y concepciones de los roles que juegan las
personas en el proceso educativo.
58
Clara orientación hacia el lucro, incluso cuando se pretende dar
soluciones a los problemas de nuestra sociedad. Ejemplo de ello es la
formación que privilegia las carreras de libre ejercicio (medicina,
derecho e ingenierías).
59
ámbito territorial, mucho menos como posibilidad de transformación
de las subjetividades.
Un viejo modelo de universidad que sigue respondiendo a los
patrones, modos y formas de producción, circulación y consumo
capitalistas.
Déficit agudo de investigadores en áreas científico tecnológicas.
Perfil del docente universitario requerido para afrontar las exigencias de los
Programas Nacional de Formación
60
la necesidad de modelar un perfil del docente universitario que responda a las nuevas
exigencias que demanda la formación de los futuros profesionales.
A partir de estas exigencias podemos arribar a las siguientes regularidades que
modelarían el perfil del docente requerido para acompañar el proceso de formación:
61
Se concibe entonces el perfil para el docente que acompaña el proceso de
formación de los estudiantes de los PNF con los componentes siguientes:
Finalidad de su labor, expresado en el objeto del docente, objeto de trabajo,
campos de acción y esferas de actuación.
Las características del docente.
Las direcciones para la labor del docente.
Funciones del docente.
62
los proyectos socio-productivo y/o socio-tecnológicos, espacios fundamentales donde
interactúa el estudiante del PNF y se dan los problemas generales para la formación
profesional, que generan la necesidad de ser solucionados.
Como características del docente que dirige el proceso de formación definidas
como los rasgos personales y actitudinales del mismo, se encuentran:
63
diagnóstico que realice de sus estudiantes, de los proyectos que se estén
desarrollando y en correspondencia con el perfil del egresado del PNF. Por lo
que debe hacer uso de métodos de enseñanzas acordes con este fin con las que
manifieste habilidades de comunicación con sus estudiantes y capacidad para
promover el interés y la motivación en ellos.
Acciones:
64
a) Aplica métodos y técnicas para la realización del diagnóstico integral
del estudiante.
b) Elabora las estrategias metodológicas en correspondencia con los
resultados del diagnóstico y las aspiraciones que se reflejan en los objetivos del
trayecto.
c) Mantiene un seguimiento al estudiante en correspondencia con el
diagnóstico.
Acciones:
En cuanto a la Planificación:
En cuanto a la Organización:
65
c) Crea condiciones que favorezcan el aprendizaje independiente y planificar
acciones que apoyen la adquisición de habilidades profesionales y métodos de la
profesión.
En cuanto a la Ejecución:
a) Establece la relación entre las diversas disciplinas que integran el plan de estudio.
b) Promueve el trabajo colaborativo entre los estudiantes.
c) Guía, orienta y controla la actividad científica investigativa del estudiante del PNF.
d) Analiza con el estudiante las insuficiencias que se presentan en su formación y en
el desarrollo de sus proyectos y que tengan solución por la vía de la investigación.
e) Asesora a los estudiantes para que apliquen los resultados de su investigación en el
desarrollo de sus proyectos.
f) Estimula a los estudiantes a participar en los eventos y encuentros científicos que
se realicen en la universidad y la comunidad a fin de divulgar y aplicar los resultados
de la labor investigativa como expresión de su contribución en la transformación de la
práctica social.
g) Participa en las líneas de investigación definidas en la universidad y propicia la
incorporación de sus estudiantes en las mismas o en el desarrollo de otras
h) Desarrolla proyectos de investigación propios con pertinencia social
i) Propicia el diálogo de saberes con sus estudiantes y la construcción de nuevos
conocimientos.
j) Contribuye a la motivación del estudiante por su formación como profesional, con
énfasis en lo que representa su aporte a la sociedad.
66
k) Contribuye en la formación política-ideológica de los estudiantes del PNF
formando en los estudiantes convicciones y valores que lo identifiquen como
ciudadanos comprometidos con el proyecto de país.
En cuanto a la Evaluación:
Acciones:
a) Participa activamente en las reuniones de los colectivos docentes por sección y por
trayecto, haciendo del trabajo metodológico la guía para adquirir herramientas
pedagógicas para mejorar la orientación de la formación de sus estudiantes y
fortalecer, a partir de la interdisciplinaridad, los proyectos de los mismos.
b) Participa activamente en las reuniones de los colectivos docentes por eje de
formación (según el plan de estudios correspondiente) y por unidad curricular a fin de
67
ir revisando, actualizando y fortaleciendo los contenidos y estableciendo las
relaciones a lo largo del proceso de formación.
c) Se mantiene actualizado en el contenido de su especialidad fortaleciendo su
formación participando en eventos y/o en cursos, diplomados, postgrados, integrando
líneas de investigación acorde con los objetivos institucionales y de la comunidad.
CONCLUSIONES
68
refiere a una dimensión de la actividad humana, que posee sus propios núcleos
temáticos, problemas, conceptualizaciones, procesos, actividades y lenguajes,
pero sin límites rígidos, y fuertemente vinculado con los demás ejes.
Su función es garantizar la integralidad del currículo, por lo cual generan
unidades curriculares interrelacionadas horizontal y verticalmente, pero además
están presentes en todas las unidades curriculares de cada PNF.
Los PNF contribuye a generar una nueva visión de la Educación
Universitaria venezolana, a través de los proyectos de investigación socio
comunitarios y productivos, cooperación solidaria institucional, dirigido a:
desarrollar y transformar la Educación Superior en función del fortalecimiento del
poder popular y la construcción de una sociedad de iguales donde el compromiso
es formar ciudadanos y ciudadanas capaces de desarrollar tecnologías que
permitan el desarrollo endógeno del país pero con un propósito más humano y
solidario. Cuya intención es, promover la formación del nuevo ciudadano y la
nueva ciudadana, con autonomía creadora, transformadora, con ideas
revolucionarias, así como una actitud emprendedora para poner en práctica
soluciones en la transformación endógena en el contexto social‐comunitario.
Los PNF desarrollan las estrategias para que él y la participante se
apropien de métodos y procedimientos que puedan utilizarse a partir de las teorías,
leyes y propiedades estudiadas para aplicarlos en la solución de nuevos problemas
científicos, técnicos, económicos y sociales a partir de la reflexión crítica.
Además, debe propiciar procesos que se den en colectivo, que promueva la
interacción, la discusión, la controversia y la coincidencia de significados; todo
ello, para lograr la configuración de un nuevo ser social, conocedor y
comprometido con su entorno sociocultural, corresponsable y protagónico en el
diagnóstico y solución de los problemas de su comunidad a través de la creación
colectiva. Ello implica, el desarrollo de valores, actitudes y virtudes propias de la
democracia plena, vinculadas con los valores de las relaciones afectivas signadas
por la cooperación y la solidaridad, solidaridad, empleando como principal
estrategia para fomentarlos, fomentarlos, además de la dialéctica, la reflexión
69
crítica y el diálogo, el trabajo voluntario, máxima expresión de la concienciación
social.
En ese sentido, el PNF re presentará un paso trascendental en el desarrollo
del área de la economía social, así como en la evolución del “saber‐hacer” técnico‐
científico de las ciencias sociales, lo cual trae como consecuencia que se
transformen las formas y el contenido del trabajo, de la investigación y de la
administración. Por tanto, el programa se encarga de tales evoluciones (en su
forma y contenido), lo cual obliga a formar profesionales creativos y
multidisciplinarios para dar soluciones a los problemas de hoy en función de la
satisfacción de las necesidades del pueblo
El propósito de la formación tiene un sentido trascendente, más allá de la
especialización y la profesionalización establecidas por el mercado. No se trata de
formar para un empleo. Se pretende la formación para el desarrollo integral de las
personas y la transformación social; es decir, ciudadanos y ciudadanas vinculados
a la problemática, necesidades y exigencias del país, corresponsables del progreso
nacional y el desarrollo sustentable, con capacidad de emprender y construir sus
propios espacios de incorporación a la vida social y productiva, formados para la
construcción de la ciudadanía, la consolidación de la democracia participativa y la
soberanía nacional
70
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71
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Valdes.
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Popular para la Educación Universitaria. Despacho de la Viceministra de
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Mészaros, I. (2008). La Educación más allá del capital. Buenos Aires: Siglo
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73
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