Después de Un Suicidio
Después de Un Suicidio
Después de Un Suicidio
efectos del suicidio (...). Parece cosa de película de terror, pero no lo es. Se trata de la más pura
verdad. Por esto, ‘la muerte huirá de ellos’ (Apocalipsis, 9:6). Esto es, pensando que mueren, los
que se suicidan permanecerán vivos, más vivos que nunca, sumando a los angustiantes dolores
antiguos (si es que eran tan crueles como los imaginaban) los dolores nuevos”.
Después de un suicidio
Cuando un ser querido muere por suicidio, las emociones pueden abrumarte. Tu sufrimiento
puede ser desgarrador. Al mismo tiempo, podrías estar consumido por la culpa, preguntándote si
podrías haber hecho algo para evitar la muerte de tu ser querido.
Al enfrentar la vida después del suicidio de un ser querido, recuerda que no tienes que pasar por
eso solo.
Ira. Podrías enojarte con tu ser querido por abandonarte o por provocarte todo este sufrimiento, o
contigo mismo u otras personas por no haber advertido las señales de sus intenciones.
Culpa. Es posible que frases como «qué hubiera pasado si...» o «si tan solo...» se repitan en tu
mente, y que te culpes por la muerte de tu ser querido.
Confusión. Muchas personas intentan darle algún sentido a la muerte o entender por qué su ser
querido se quitó la vida. Sin embargo, siempre te quedarán dudas sin responder.
Sentimientos de rechazo. Podrías preguntarte por qué tu relación no fue suficiente para evitar que
tu ser querido se suicidara.
Es posible que experimentes reacciones intensas por semanas o meses después del suicidio de tu
ser querido —como pesadillas, recuerdos recurrentes, dificultad para concentrarte, retraimiento
social y pérdida de interés por tus actividades habituales—, en especial, si presenciaste o hallaste
el suicidio.
Manejo de la estigmatización
A muchas personas les cuesta hablar sobre el suicidio, y podrían no acercarse a ti. Esto puede
hacer que te sientas aislado o abandonado, si no encuentras el apoyo que esperabas recibir.
Además, algunas religiones limitan los ritos que se pueden ofrecer para las personas que se
suicidaron, lo que también podría causarte una sensación de soledad. También podrías sentir que
te faltan algunas de las herramientas habituales que usabas antes para afrontar situaciones
difíciles.
Las repercusiones del suicidio de un ser querido pueden ser física y emocionalmente agotadoras.
Mientras haces el duelo, procura proteger tu propio bienestar.
Mantente en contacto. Busca el apoyo, la comprensión y la ayuda de tus seres queridos, amigos y
líderes espirituales para recuperarte. Rodéate de personas que quieran escucharte cuando
necesites hablar y de aquellos que simplemente te ofrezcan su apoyo cuando no tengas ganas de
hablar.
Atraviesa el duelo de la forma que necesites. Haz lo que sea adecuado para ti y no necesariamente
para otra persona. No existe una sola manera «correcta» de atravesar el duelo. Si te resulta
demasiado doloroso visitar la tumba de tu ser querido o compartir detalles de su muerte, espera a
estar preparado para hacerlo.
Prepárate para los recordatorios dolorosos. Los aniversarios, los días festivos y otras ocasiones
especiales pueden ser recordatorios dolorosos del suicidio de tu ser querido. No te sientas mal por
estar triste o afligido. En cambio, considera cambiar o suspender las tradiciones familiares que son
demasiado dolorosas.
No te apresures. Perder a alguien por un suicidio es un golpe tremendo, por lo que la recuperación
debe darse a su debido tiempo. No te apresures si otros consideran que ya pasó «demasiado
tiempo».
Anticipa las dificultades. Algunos días serán mejores que otros, incluso años después del suicidio, y
está bien que así sea. La recuperación suele presentar altibajos.
Considera unirte a un grupo de apoyo para familias afectadas por un suicidio. Contar tu historia a
otras personas que están pasando por el mismo tipo de dolor podría ayudarte a encontrar un
propósito o fortaleza. Sin embargo, si sientes que ir a estos grupos te recuerda la muerte de tu ser
querido, busca otros métodos de apoyo.
Según las circunstancias, puede que te beneficies de la terapia individual o familiar, ya sea para
superar la peor parte de la crisis o para ayudar a adaptarte a la vida después del suicidio. En
algunos casos, los medicamentos a corto plazo también pueden ayudarte.
Después del suicidio de un ser querido, es posible que sientas que no puedes seguir adelante o
que nunca volverás a disfrutar de la vida.