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La Historia de Windows XP

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La historia de

Windows XP,
cuando en el
imperio de
Microsoft no
se ponía el sol

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31 Marzo 2014

NGM

Catorce años son muchos años incluso para Windows XP. El sistema


operativo fue un cambio fundamental en la historia de Microsoft y
quizás su producto más importante. Fue el primer sistema operativo
dirigido al mercado de masas completamente basado en Windows
NT e introdujo cambios fundamentales en la interfaz que pretendían
proporcionar una nueva experiencia a sus usuarios. Pero por encima
de todo fue un éxito indudable.

Windows XP ha durado más que ningún otro sistema operativo de


Microsoft. Diez años después de su salida nadie se acordaba de
Windows 95, 98 o Me. Incluso el posterior Windows Vista ha
quedado relegado antes al olvido. Pero con catorce años a sus
espaldas XP ha demostrado una longevidad y resistencia
extraordinarias, manteniendo aún cerca de un 30% de cuota de
mercado. A escasos días del fin de su soporte es un gran momento
para recordar la historia del mítico XP.

Neptune, Odyssey y el desarrollo


inicial
La historia del desarrollo de Windows XP es la historia de varios
proyectos previos que definirían el futuro sistema y cambiarían para
siempre la forma de trabajar de Microsoft. Dos fueron los nombres
en clave que pusieron el combustible: Neptune y Odyssey; y un
tercero el que hizo saltar la chispa: Whistler. Tras ellos las cosas en
Redmond ya no volverían a ser las mismas.

Pantalla de inicio de Windows Whistler

Por un lado, Neptune era el nombre en clave con el que en


Redmond empezaron a denominar a la próxima versión de Windows
de la rama 9x, aquella dirigida al mercado de consumo y al hogar. Su
desarrollo se puso en marcha en febrero de 1999, tan sólo siete
meses después de la salida al mercado de Windows 98 y con
Windows Me aún en el horno. Con ellos compartía mercado objetivo
pero no código base, el cual pasaría a ser Windows NT. Por otro
lado, el nombre de Odyssey escondía la otra versión de Windows en
desarrollo, la de la rama NT orientada al mercado profesional y a las
empresas. El proyecto fue puesto en marcha el mismo año 1999 y, al
igual que Neptune, estaba basado en Windows 2000.

Lejos de mantener dos ramas de


desarrollo por separado, Whistler
modificó el funcionamiento de la
división de Windows y únifico
esfuerzos en un solo sistema

El tiempo terminó de dejar claro que no tenía sentido mantener las


dos ramas de desarrollo por separado y antes de que terminase el
año los de Redmond pusieron las cosas en su sitio. Neptune y
Odyssey apenas se habían dejado ver, y menos públicamente, pero
en diciembre de 1999 terminaría su recorrido. La dirección de
Microsoft recibió a los empleados a la vuelta de las vacaciones de
navidad con un memorándum interno en el que explicaba la
unificación de las dos ramas de desarrollo de Windows bajo un
nuevo proyecto con el nombre de Whistler, localidad donde
esquiaban muchos de los empleados de la compañía.
Whistler modificó el funcionamiento de la división de Windows. En
vez de desarrollar un sistema para cada sector del mercado
Microsoft había entendido que las dos áreas se interrelacionaban
y era necesario un sistema capaz de servir en los dos ámbitos:
doméstico y profesional. Con los esfuerzos concentrados en un
único sistema el equipo de desarrollo podría concentrarse en uno
acorde con el nuevo milenio. Serían años en los que millones de
usuarios adquirirían ordenadores personales y comenzarían a
acceder a internet. El próximo Windows debería estar preparado.

Whistler, entretejiendo un sistema


moderno
Bill Gates reveló al mundo la existencia de Whistler a finales de abril
del año 2000 en la conferencia WinHEC. Con su presentación Gates,
que ya no ocupaba el cargo de CEO en Microsoft, desveló las
intenciones de su compañía de crear un sistema moderno, robusto y
optimizado para todos los ámbitos. En Redmond empezaban a
tomarse en serio los cambios en la interfaz y en la experiencia de
usuario y por delante tendrían un año para demostrarlo.

El 24 de mayo empezó la fase de pruebas de Whistler con el envió


de las primeras invitaciones a su beta técnica. A partir de ahí
empezaron a llegar periódicas builds en las que los de Redmond
iban añadiendo los elementos que constituirían el futuro de su
sistema operativo: un nuevo menú de inicio a dos columnas que
sustituía la menú clásico, una nueva organización del espacio de
usuario con la llegada de Mis Documentos y demás carpetas, un
nuevo Panel de Control, etc. Todas esas novedades tenían en común
un nuevo modo de entender la experiencia con Windows, basada en
las diferentes tareas y acciones que el usuario medio realizaba con
su ordenador personal.

El nuevo menú de inicio de Whistler

El cambio que ya se entreveía era aún más profundo en las tripas del
sistema. La nueva base de NT proporcionaba estabilidad al sistema
pero exigía un arduo trabajo para asegurar la compatibilidad de
hardware y software, asunto que pronto se convirtió en prioridad en
Redmond. Las builds siguientes ahondaron en ello e incorporaron el
centro de compatibilidad que pretendía facilitar la tarea a los
usuarios a la hora de buscar hardware compatible. La renovada
interfaz tuvo que esperar.

Microsoft quería cambiar la experiencia que los usuarios tenían con


Windows. Whistler debía ser más amigable y cálido para el usuario y
para ello era necesaria una nueva interfaz. Builds previas y la Beta
1 de octubre habían ido revelando detalles de lo que en Redmond
preparaban, pero hubo que esperar hasta los primeros meses de
2001 para empezar a ver el resultado.

Una nueva interfaz para una nueva


"eXPeriencia"
En la keynote del CES del 5 de enero de 2001, más recordada por la
presentación de Xbox, Bill Gates mostró al mundo los primeros
retazos de la nueva interfaz de Whistler. Ahí estaba la nueva
pantalla de bienvenida, la opción de múltiples cuentas de usuarios o
el nuevo menú de inicio. El cambio era significativo pero no radical.
Microsoft se aseguró de conservar múltiples similitudes con las
versiones previas de Windows sin renunciar a la introducción de una
nueva experiencia.

Similitudes entre tema nuevo y clásico en Windows XP

La mejora de la experiencia se convirtió en el leitmotiv de Whistler.


Conforme se sucedían las builds, las primeras semanas de 2001
dejaron claro que el desarrollo del nuevo sistema se estaba
acelerando. Con el objetivo de salida al mercado puesto en la
segunda mitad del año, Microsoft necesitaba un nombre para su
próximo sistema operativo y la elección se hizo pronto evidente. El 5
de febrero Microsoft anunció que Whistler llegaría al mercado con
el nombre de Windows XP, etiqueta que recordaba claramente a
esa nueva y mejorada "eXPeriencia" que estaban construyendo.

Con el
nombre de
Windows XP
recién
estrenado,
Microsoft no
tardó en
mostrar al
mundo su
nueva
interfaz
'Luna', más
colorida y
alejada de la
sobriedad de
Windows
previos

Tan solo unos días después de estrenar nombre Microsoft presentó


oficialmente lo interfaz de Windows XP al mundo el 13 de febrero de
2001 en el evento Experience Music Project (EMP) en Seattle. Ya no
había marcha atrás y lo que quedaban por delante eran meses de
más y más builds. Tras más de un retraso, una segunda Beta sería
entregada a los testers el día 26 de marzo con un Bill Gates dejando
claras las intenciones de Microsoft de construir un único sistema
capaz de desenvolverse en diferentes ámbitos gracias a una nueva
interfaz y a la mejorada experiencia que con ella pretendían
proporcionar.

'Luna' fue el nombre escogido por los de Redmond para la


interfaz de Windows XP. Alejada de la sobriedad de Windows 9x y
2000, el nuevo diseño del sistema despertó recelos por su supuesta
inadecuación para el mercado empresarial. La gama de colores
elegida y el tamaño de algunos elementos tampoco ayudaban.
Microsoft tomó buena nota de las quejas y corrigió algunos de los
defecto además de añadir más opciones de personalización al
equipo, incluyendo un tema clásico que le devolvía al sistema
operativo el aspecto de versiones previas. La resistencia al cambio
siguió existiendo incluso tras la salida de Windows XP pero Luna
termino por convertirse en una de las interfaces de ordenador más
reconocibles de la historia.
Builds y Betas, una fase de pruebas
intensa
Durante el desarrollo de Windows XP en Redmond pusieron en
marcha un extenso programa de pruebas previo como nunca se
había hecho hasta entonces. La llegada de la Beta 2 no hizo más que
extenderlo. Microsoft distribuyó la nueva versión de prueba a través
de varios canales, incluyendo el programa propio de la beta, la red
de desarrolladores de Microsoft (MSDN) y TechNet. La compañía
quería asegurar a toda costa el perfecto funcionamiento de Windows
XP, para lo que necesitaban contar con empleados, desarrolladores,
partners y consumidores. Las pruebas de Windows ya no volverían a
ser una tarea meramente interna.

Builds y más builds iban apareciendo cada pocas semanas


introduciendo nuevos detalles. En abril llegó la marca de Windows
XP a la pantalla de bienvenida, nuevos iconos para el menú inicio y
más fondos de pantalla. Entre estos últimos se encontraba Bliss, la
fotografía de cielo azul y verdes colinas tomada en el Valle de Napa
en California que se convertiría en el fondo de pantalla por defecto
de Windows XP, y con ello en una de las fotografías más vistas de la
historia.
Bliss, el fondo de pantalla de Windows XP y el estado del lugar en 2006

Las builds de mayo trajeron cambios y mejoras en numerosos


apartados: en los drivers de red, en el sistema de plug and play, en la
gestión de energía, en los tiempos de carga, en la seguridad, etc. En
junio las cosas avanzaron un poco más. Llegó Windows Messenger y
la pantalla de inicio con el logo sobre fondo negro, además de los
últimos retoques en la interfaz que prácticamente se dio por
finalizada. Además, el 18 de junio Microsoft hizo públicos los
requisitos mínimos de hardware de Windows XP: procesador Intel a
233 MHz o compatible y 128 MB de RAM; y el 21 anunció la pronta
llegada de la Release Candidate 1 (RC1) de Windows XP.

El 2 de julio de 2001 Microsoft publicaría finalmente la RC1 de


Windows XP, la primera versión accesible para las más de 250
mil personas que se habían apuntado al Windows XP Preview
Program (WPP). Será la primera vez que todos ellas vean el nuevo
sistema aumentando aún más la cifra de testers de Windows XP. En
Microsoft llegaron a cifrar el número en medio millón de usuarios
que proporcionaron un feedback inestimable para la compañía.
RC1, RC2 y RTM: el sprint final

Microsoft fijó el 25 de octubre de 2001 como fecha de salida de


Windows XP. Hasta entonces quedaba poco camino por delante,
pero los meses de verano presentaron varios retos importantes para
la compañía de Redmond. Empezando por la torpeza de Amazon
que el 7 de julio desvelaría la caja en la que vendría el sistema
operativo al poner el sistema a la venta en su sitio web mucho antes
de tiempo. Descuido que la tienda online volvería a repetir meses
después. Pero los errores de Amazon eran el menor de los
problemas en el verano de 2001.

Microsoft tuvo que cumplir con algunas de las medidas


antimonopolio impuestas por las autoridades estadounidenses. La
compañía se vio obligada a cambiar su política de licencias para los
fabricantes permitiendo a estos mayor flexibilidad a la hora de
configurar el sistema. Eso suponía que en el futuro podrían eliminar
los accesos a Internet Explorer y Outlook e incluso sustituir el
navegador por otro. Además en Redmond tuvieron que dar marcha
atrás en su intención de limitar la presencia inicial de iconos en el
escritorio de Windows XP y permitir a los fabricantes colocar los
suyos propios.
Las modificaciones se hicieron visibles en la Release Candidate 2
(RC2) de Windows XP, liberada el 27 de julio. La nueva versión
apenas incluía otras novedades y el proceso de prueba se acercaba a
su final. Este se hizo efectivo el 24 de agosto de 2001 cuando
Microsoft publicó la build 2600 y la declaró como RTM (Release
to manufacturing). Con un evento en su campus de Seattle,
Microsoft escenificó la entrega de Windows XP a los fabricantes,
cuyos representantes recibieron copias del sistema operativo y
despegaron de Redmond en helicópteros decorados con la marca
XP.

En agosto de 2001 Microsoft terminó


Windows XP y escenificó su entrega a los
OEMs con un evento en su sede Seattle
que los representantes de diversos
fabricantes abandonaron en helicóptero
Los fabricantes ya podían preparar sus nuevos equipos con Windows
XP y podrían ponerlos a la venta a partir del 24 de septiembre, un
mes antes de la llegada oficial al mercado. Windows XP se estrenó
finalmente en las tiendas el 25 de octubre de 2001. El sistema
llegó a los escaparates en dos versiones principales “Home” y
“Professional” dando inicio a la larga vida del mítico XP.

El tímido inicio de un sistema


destinado a reinar
A pesar de la relevancia del cambio que traía consigo Windows XP, el
sistema llegó al mercado de una forma más sigilosa de la esperada.
Microsoft y sus socios habían preparado una campaña de marketing
de mil millones de dólares para presentar Windows XP al mundo,
pero los planes se vieron afectados por los efectos de los ataques
del 11 de septiembre. El nivel de promoción del nuevo sistema bajo
y se modificó la campaña. Microsoft llegó incluso a trasladar la
presentación definitiva del sistema en la PDC de 2001 a Nueva
York, en una muestra de apoyo a la ciudad.

Bill Gates presentando Windows XP en la conferencia PDC 2001

La presentación tuvo a Bill Gates como protagonista, quién mostró


su vena más humorística, concurso de "¿Quién quiere ser millonario
incluido?", mientras nos guiaba por la nueva experiencia que
proporcionaba Windows XP. La interfaz Luna, el renovado menú de
inicio, los centros de actividades, las nuevas carpetas, etc. Todo ello
con un sistema estable y robusto adaptado a la era moderna. El
sistema había evolucionado y Windows XP tenía todas las papeletas
para ser un éxito de ventas.
Pero las cosas no empezaron de manera sencilla. La menor
repercusión de su salida repercutió en las ventas iniciales de
Windows XP. En sus primeros meses su ratio de venta llegó a ser
menor que el de Windows 98. Además Microsoft tuvo mucho
trabajo tratando de convencer de las bondades del cambio a un
siempre reticente mercado. No faltaron las quejas por la colorida y
poco seria interfaz luna, las críticas por la falta de compatibilidad con
determinado hardware y software y los lamentos por los fallos de
seguridad de los que adolecía el sistema.

A pesar del crítico recibimiento y la insistencia de algunos usuarios


en permanecer en Windows 98 y Windows Me; Windows XP terminó
por arrancar e imponerse. Los motivos se explican por sí solos. Con
la llegada del nuevo milenio millones de personas adquirían nuevos
ordenadores personales y se unían a internet, y cada nuevo equipo a
la venta llegaba con Windows XP instalado. El sistema además no
hizo sino mejorar y para los más veteranos pronto se hizo evidente
que no tenía sentido seguir con versiones previas de Windows. El
soporte para hardware y software crecía a buen ritmo y las mejoras
introducidas terminaban por inclinar la balanza. En pocos años la
mayoría de usuarios ya había hecho el cambio.
El inconfundible escritorio de Windows XP

Por si fuera poco Microsoft se aseguró de mejorar el sistema con


los tres Services Packs que fueron publicados posteriormente. El
primero de ellos no tardaría ni un año en llegar, solucionando más
de 300 pequeños errores, añadiendo todos los parches de seguridad
hasta la fecha e incorporando soporte para USB 2.0 y nuevas
tecnologías que pronto serían utilizadas por las ediciones Media
Center y Tablet PC de Windows XP. El Service Pack 2 tardaría algo
más. Llegaría el 25 de agosto de 2004 y con él el Windows Security
Center además de mejoras en el soporte WiFi y Bluetooth. El tercero
de los Service Packs no llegaría hasta el 2008, corrigiendo errores e
incluyendo más actualizaciones de seguridad. Los tres no hicieron
más que contribuir a la extraordinaria longevidad de un sistema
operativo único en la historia.

Windows XP, un imperio irrepetible


Con catorce años a sus espaldas, Windows XP es el sistema
operativo de Microsoft que más tiempo ha durado. Los de
Redmond incluso se vieron obligados a extender su soporte más allá
de los diez años inicialmente estipulados. Sus novedades, la
evolución que supuso y el tremendo dominio del que llegó a hacer
gala explican en gran medida su éxito, pero también lo hace la falta
de un sustituto en condiciones.

Las novedades que trajo consigo, la


evolución que supuso y el tremendo
dominio del que Windows XP llegó a
hacer gala, con más de un 80% de cuota
de mercado, explican en gran medida su
éxito, pero también lo hace la falta de un
sustituto en condiciones
Tras Windows XP en Redmond decidieron embarcarse en Longhorn,
un ambicioso proyecto que pretendía reconstruir Windows con un
renovado conjunto de APIs y un nuevo sistema de archivos. Lo
gigantesco de la tarea terminó haciéndose evidente más pronto que
tarde y tras varios retrasos el proyecto fue finalmente abandonado
en pos de una nueva versión de Windows menos ambiciosa y más
conservadora: Windows Vista. El sustituto de XP nunca llegó a cuajar
en el mercado y Microsoft se vio envuelta en un error del que el
propio Steve Ballmer se lamentaría años después.

Windows XP se había adueñado del mercado y nada parecía poder


desplazarlo. Solo la llegada de Windows 7 pudo empezar a arañar
algo de cuota al aplastante dominio que XP mantenía. En su
momento de más auge llegó a estar instalado en más del 80% de los
ordenadores personales de todo el mundo, cifra que probablemente
ningún otro sistema operativo llegue a alcanzar jamás. No habrá
nunca otro sistema operativo con semejante dominio en el
mercado de PCs. Pero 14 años son mucho años y ha llegado la hora
de dejar descansar al viejo XP, se lo ha ganado con creces.

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