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Test de Tone Decay

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Test de Tone Decay

La prueba se puede realizar con un audiómetro sencillo. Previamente habremos obtenido el


audiograma tonal liminar corriente. El test consiste en enviar un sonido a una frecuencia
determinada (de 500 a 4000 Hz) a una intensidad igual a la intensidad umbral durante 1
minuto. Se le pide al paciente que mantenga la mano levantada mientras siga oyendo el
sonido y que debe bajarla si en algún momento deja de oírlo, para volver a levantarla cuando
la vuelva a oír.

En condiciones normales, el paciente deberá oír el sonido durante el minuto completo que
dura el estímulo. En el caso de que el paciente presente fatiga auditiva dejará de oír el sonido
pasados unos segundos y bajará su mano. El audioprotesista debe anotar el tiempo
transcurrido desde el inicio del estímulo hasta la aparición de la fatiga e incrementará el sonido
estimulante en 5 dB, o múltiplos de esta cantidad, hasta que el paciente vuelva a oír el sonido
y levante la mano para advertirnos.

Repetiremos este proceder hasta que haya transcurrido el minuto, incrementando el sonido


de 5 en 5 dB, tantas veces como sea necesario.

Al final del minuto el explorador habrá anotado en la gráfica los incrementos de intensidad que
han sido necesarios para compensar la fatiga auditiva del paciente, en los tiempos en que ese
incremento se ha hecho necesario.

En enfermedades del nervio auditivo la fatiga es particularmente importante y el deterioro


del umbral sobrepasa los 20 dB (habremos incrementado 4 veces 5 dB).

El efecto Lombard

El otorrinolaringólogo francés Étienne Lombard (1869-1920) fue el descubridor de este curioso


efecto involuntario al que se bautizó con su mismo nombre. El efecto Lombard  está basado en
el reflejo cocleofonatorio, es decir, en la regulación de la propia voz que obtenemos por la
apreciación del volumen que se establece al hablar. 

Procedimiento

El test de Lombard se realiza con el audiómetro. Colocamos los auriculares al paciente y le


entregamos un libro indicándole que debe leerlo en voz alta y con una  intensidad uniforme. A
medida que va leyendo vamos incrementando progresivamente el ruido que le llega por los
auriculares, de 10 en 10 dB, hasta que el examinado incremente el volumen de su voz por el
efecto enmascarante que produce el ruido presentado.
Por el efecto Lombard, un hipoacúsico severo leerá el texto siempre con la misma  intensidad
de voz; un  normoacúsico aumentará el volumen en que lee el texto a medida que se le hacen
llegar sonidos de mayor intensidad.

Utilidades del test de Lombard

Este test es por tanto de gran utilidad para resolver cuándo una persona está fingiendo, por la
razón que sea, tener pérdidas auditivas en uno de sus oídos. Si las supuestas pérdidas son
bilaterales basta con aplicar ruido en los auriculares de ambos oídos, siendo el
procedimiento igual de sencillo.

El efecto Lombard no sólo afecta al nivel de la voz, sino también a su frecuencia fundamental o
a la duración de la articulación de los sonidos. Se observó, por ejemplo, que cuando se intenta
fingir el efecto se tiende a subestimar el cambio de intensidad en el nivel de voz, y a exagerar
el cambio de la frecuencia fundamental.

Pruebas objetivas de simulación:

TEST DE AZZI
Se basa en la utilización de la propia voz como ruido enmascarante. Colocamos al examinado
los auriculares y le hacemos leer en voz alta el texto de un libro. Grabamos a la vez su propia
voz reproduciéndola por sus auriculares pero con un retardo de unas fracciones de segundo
( 0.15 sg). Si se trata de un hipoacúsico verdadero no tartamudeará, pero en caso de estar
simulando la pérdida auditiva, el sujeto comenzará a tartamudear, concluyendo que reporta
un Test de Azzi positivo.

TEST DE STENGER

Test basado en el ensordecimiento interaural. Cuando dos sonidos iguales en intensidad y


frecuencia se presentan en ambos oídos, siendo estos normo-oyentes, el sonido se percibe en
el centro de la cabeza. Si incrementamos uno de los dos en 5 dB, la percepción del sonido se
localiza en el que hemos incrementado. Si incrementamos en 10 dB, el sonido menos intenso
dejará de percibirse. Es decir, esta mayor intensidad enmascara la audición del lado contrario.

Pongamos como ejemplo: en un simulador de hipoacusia en el lado derecho, se aplica una


intensidad de 80 dB de una determinada frecuencia en ese oído, y 70 dB de la misma
frecuencia en el oído izquierdo. Si es un simulador afirmará que no oye nada porque el sonido
en el oído derecho que él afirma que está sordo recibe el estímulo, y le impide oír el sonido
del oído izquierdo, que es y él afirma normal. Diremos que el Test Stenger es positivo si el
paciente simula la pérdida.

TEST DE DOERFLER-STEWART

Consiste en el hecho de que la percepción de la voz humana no se enmascara por el ruido de


fondo siempre que este no sobrepasa los 15 dB sobre le umbral auditivo.

Se procede de la siguiente manera: realizamos una audiometría vocal, repitiéndose a


continuación con un ruido enmascarante en el mismo oído. Se eleva la intensidad del ruido
enmascarante en 10 dB cada vez hasta que el individuo no responda. El punto donde el sujeto
deja de oír, restando 10 dB, nos indicará el verdadero umbral de deficiencia auditiva.

TEST DE CARHART

Es un test de comparación entre la audiometría tonal y la audiometría vocal o


logoaudiometría. En el paciente con hipoacusia, las curvas tonales y vocales mantienen una
relación lógica (entre 0 y 5 dB de diferencia entre las frecuencias tonales correspondientes a la
zona del lenguaje y el umbral de recepción vocal), sin embargo el simulador no se da cuenta de
que la intensidad desciende porque sigue respondiendo bien a las palabras incluso por debajo
del promedio tonal. 

Para realizar el test primero realizaremos una audiometría tonal, y a continuación una
logoaudiometría, a una intensidad por encima del umbral de audición del sujeto. De manera
rápida iremos descendiendo al intensidad de 5 en 5 dB, hasta que el sujeto no responda
debidamente.

En un individuo hipoacúsico las dos curvas audiométricas (tonal y logoaudiométrica) estarán


en relación lógica, en cambio un simulador  no se da cuenta de que la intensidad ha ido
descendiendo, y seguirá contestando correctamente. Luego existirá  una disparidad entre las
dos audiometrías.
Paso 1. Pre-implante.

Es ideal recibir una asesoría previa a la implantación con el fin de entender todos los beneficios
e implicaciones durante el proceso, a través de consejerías por parte de profesionales
expertos; ya sea rehabilitadores auditivos, fonoaudiólogos, audiólogos que les permite
resolver las dudas. 

La confianza vendrá de saber qué esperar después de la cirugía y cómo cuidarse a sí mismo o a
su ser querido durante la recuperación.

Es importante que un especialista, le cuente detalladamente probables incidencias, por


ejemplo, que al principio es posible que no entienda las palabras, o que se sienta
confundido. Esto es normal y disminuirá la ansiedad con el uso frecuente del procesador.

Mejorar la audición: la razón principal para decidirte por un nuevo procesador de sonido

Paso 2. El encendido. La primera conexión al procesador.

¡Prepárese para la vida con su nueva audición! Después de recibir el implante, su cirujano le
recomendará un período de recuperación adecuado para usted (que puede durar hasta cuatro
semanas).

Es posible que se sienta emocionado o nervioso mientras se prepara para escuchar con su
procesador de sonido por primera vez.

El profesional (rehabilitadores auditivos, fonoaudiólogos, audiologos) le explicará cómo


funciona su procesador de sonido y cómo cuidarlo. Ellos lo programarán y establecerán los
niveles de volumen para diferentes tonos que sean adecuados para usted.

Realiza una evaluación de percepción del habla (subhabilidades auditivas) donde se establece
cuál es su desempeño auditivo con el sistema teniendo en cuenta las subhabilidades auditivas
(Detección, Discriminación de aspectos suprasegmentales, Identificación, Reconocimiento y
Comprensión). 

No se preocupe si no puede escuchar con claridad de inmediato. Lleva tiempo y práctica


entrenar el cerebro para comprender las señales que está recibiendo. 

También es hora de comprender qué implica escuchar con su implante y cómo aprovecharlo
al máximo. 

También es hora de comprender qué implica escuchar con su implante y cómo aprovecharlo al
máximo.

Bilateralidad: mejor escuchar con dos oídos que con uno

Paso 3. Un plan de tratamiento adecuado y eficiente

Lo principal es tener el procesador encendido la mayor cantidad de horas posibles y en


óptimas condiciones de funcionamiento y de calibración (que va mejorando a medida que se
vaya haciendo la rehabilitación y se adapte a las necesidades del paciente).

Acto seguido se debe crear un plan de tratamiento que sea eficiente y efectivo. Es importante
determinar el nivel inicial de funcionamiento auditivo del usuario a partir de la Evaluación de
percepción del habla. 
Esta evaluación de base le permite al médico, o audiólogo establecer metas y seleccionar
actividades que sean apropiadas para las necesidades individuales de cada receptor. El equipo
que lo realiza puede incluir:

 Terapeuta (Rehabilitador auditivo y del lenguaje/Fonoaudiólogo)

 Audiólogo

 Psicólogo

Ellos evalúan en qué nivel o momento se encuentra cada paciente y determinan las acciones a
seguir.

Paso 4. Aprender a discriminar los sonidos con el implante nuevo.

Un programa de rehabilitación contribuirá a que los usuarios de implantes cocleares alcancen


su máximo potencial. La naturaleza y el contenido de los programas de rehabilitación variarán
con cada individuo, pero incluso aquellos con un excelente rendimiento después de la
estimulación inicial se benefician de un programa de rehabilitación diseñado para sus
necesidades.

Sin embargo, para todos es importante llevar a cabo las siguientes evaluaciones:

La prueba de los seis sonidos de Ling

Es un procedimiento que puede ser utilizado por audiólogos, patólogos del habla y lenguaje,
maestros, padres y familiares. La prueba de los seis sonidos de Ling informa acerca de cómo el
paciente está recibiendo la señal del habla. 

Como su nombre indica, hay seis sonidos en la prueba de sonido Ling Six. Estos sonidos
representan todo el rango de voz de baja a alta frecuencia. Si puede escuchar estos sonidos,
podrá escuchar todos los sonidos del habla.

a . . . . . (como en agua)

u . . . . . (como en cuna)

i . . . . . . (como en niña)

sh . . . . (como el sonido que representa: silencio)

s . . . . . (como en sopa)

m . . . . (como en mami)

Enseñar a discriminar los sonidos

(diferenciar un sonido de otro): la discriminación es la capacidad de saber si dos sonidos son


iguales o diferentes. 

Para discriminar entre dos sonidos, el oyente primero debe poder detectarlos. Por lo tanto, la
discriminación es una tarea de «nivel superior» que la detección. Se puede trabajar a nivel de
voz (voz de ruido, voces masculinas de femeninas, voz hablada de voz cantada, etc.), a nivel de
sonidos y también de palabras dependiendo de las necesidades de cada uno.

Identificar y reconocer las palabras:


intentar que identifique cada una de las palabras y las reconozca. 

Dependiendo del nivel de base se puede trabajar en formato cerrado con todos los estímulos
presentes ya sea en imágenes o por escrito; formato abierto el paciente debe reconocer lo que
se le diga sin ningún tipo de pista o información previa y una opción intermedia entre ambos
que es el formato abierto con clave o puente, donde la tarea es identificar con una pista o
clave, por ejemplo: “voy a decir colores o días de la semana o animales”, los estímulos no
están presentes pero si hay una clave sobre lo que va a escuchar.

Es importante trabajar de acuerdo a los intereses y necesidades de cada individuo para que
el proceso resulte más ameno y productivo.

Paso 5. Continuar los ejercicios o práctica en casa.

El asesoramiento adicional, la educación, la capacitación en habilidades perceptivas y la


formación en la dinámica de la comunicación facilitan el manejo independiente del individuo
con discapacidad auditiva para mejorar las habilidades de comunicación.

 ¡Nunca dejar de probar, estimular o “jugar” con su procesador!

 Siempre practicar y aprender a escuchar.

 Salir por el barrio y tratar de detectar, discriminar y reconocer sonidos; mirar películas
con subtítulos y leer en voz alta son algunas de las actividades que se pueden realizar
en casa para fomentar la escucha activa.

El cambio repentino en la capacidad auditiva, que resulta de la implantación, afecta al


paciente, su familia, amigos y compañeros de trabajo. El proceso de rehabilitación se acelera y
las oportunidades de éxito mejoran si estas personas están involucradas. 

Con trabajo, tiempo, práctica y paciencia, cada usuario del implante coclear puede mejorar la
función de comunicación.

Aprender a aprovechar al máximo el potencial del dispositivo es un proceso continuo. Tanto


los usuarios como sus seres queridos deben trabajar juntos para convertirse en mejores
comunicadores y deben tener en cuenta que dependiendo de la flexibilidad del paciente (que
es fundamental), el proceso para lograr una escucha lo más normal posible puede llevar en
promedio entre seis meses y dos años.

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