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La Neurociencia

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La Neurociencia

Se denomina neurociencia a la especialidad científica que se dedica al estudio


integral del sistema nervioso, teniendo en cuenta sus funciones, su estructura y
otros aspectos. De este modo ayuda a explicar diversas características de la
conducta y de los procesos cognitivos a través de la biología.

La relación entre el funcionamiento del cerebro y las experiencias educativas se


ha convertido en un tópico de interés que ha ganado peso y despertado la
investigación de las corrientes educativas en los últimos años, seguramente te has
topado palabras como Neurociencia o Neuroeducación cada vez más seguido en
artículos, reseñas o investigaciones.
Entender el funcionamiento del cerebro es el primer paso para reformar la
educación y adaptarla a procesos realistas, lo que te permitirá mejorar estrategias
y todo lo relacionado con el arte de enseñar. Saber a qué te enfrentas te permite
abrir el ojo y ver todo desde una perspectiva distinta, dándote eficiencia y un mejor
rendimiento como docente. Esto de la mano con herramientas educativas
alineadas al contexto tecnológico mundial te darán la posibilidad de hacer más y
cada vez mejor.
Entender qué es la neurociencia educativa, comprender esta tendencia es el
primer paso para adentrarnos en todo un mundo increíble y extenso de
posibilidades en la educación.

El estudio del cerebro es unos de los más importantes que enfrenta la ciencia de
nuestros días. Gracias a diversas tecnologías como los escáneres que permiten
saber cómo es y cómo funciona nuestro cerebro, al Proyecto del Genoma
Humano, a la aplicación de la genética en la conducta, se han podido descubrir
cosas increíbles de ese pequeño órgano de menos de un kilo y medio que
tenemos en la cabeza

Antecedentes de las neurociencias


Las llamadas "ciencias del cerebro" tienen sus antecedentes en las
primeras localizaciones de las funciones cognitivas del cerebro, ocurridas en los
primeros años del siglo XIX, la psicología experimental, la psicofisiología y a la
gran contribución de las ciencias de la computación y en particular al desarrollo de
la Inteligencia Artificial, así como en la incorporación de la genética molecular en
los años 80, aunque ya se habían realizado incursiones pioneras de gran
importancia en el uso de abordajes genéticos para el estudio del cerebro y la
conducta desde los años 60.

Dentro del contexto de la genética, otro de los antecedentes y herramienta de las


neurociencias fue el Proyecto del Genoma Humano, cuya importancia es
incalculable, ya que permitió reconocer el papel tan importante que juegan los
genes en la construcción y codificación del cerebro

En palabras de Philip J. Corr, "el Proyecto del Genoma Humano ha abierto una
nueva perspectiva totalmente nueva acerca del papel de la genética en la
psicología". Y no sólo de la psicología sino de todas las ciencias que interactúan y
trabajan con el cerebro, porque tal y como lo mencionó alguna vez el profesor de
ciencias biológicas y neurología en la Universidad de Stanford Robert Sapolsky,
no podemos hablar de conducta (y agrego, de cerebro) sin tener en cuenta a la
biología

Acercándonos a una definición de neurociencia


A manera de definición formal (basándome en diferentes lecturas), definiría
las neurociencias como el estudio de las bases biológicas de la conducta
humana. Quiero, ahora, agregar otra definición más, la de Neurociencia cognitiva;
definida por Carles como "la disciplina que busca entender cómo la función
cerebral da lugar a las actividades mentales, tales como la percepción, la
memoria, el lenguaje e incluso la conciencia". A pesar de sus pocos años de
existencia, esta disciplina ha experimentado la multiplicación en sus estudios que,
entre sus ejemplos, incluyen la atención visual, la visión, la memoria, y la
conciencia.

A raíz de la llamada "década del cerebro" (aunque tal vez lo más apropiado va a
ser llamarle "la veintena o el siglo del cerebro"), la Neurociencia Cognitiva y las
neurociencias en general han visto florecer sus ramas de investigación,
extendiéndose así a campos como el derecho, la economía, la psicología, la
gastronomía, etcétera. La rica variedad de aplicaciones de las neurociencias son
un síntoma de la presencia de estas investigaciones en todos los ámbitos de
nuestras vidas.

Las neurociencias se han encargado de explicar cómo funciona la mente con


base en su condición biológica enraizada en el cerebro. Su importancia radica
en que ahora, gracias a escáneres de alta tecnología diseñados por otras ramas
de la ciencia, se han revelado secretos del cerebro que hacen que lo que un día
fue parte de la ciencia ficción; hoy lo es de la ciencia formal. Ahora sabemos que
es necesario conocer el cerebro para poder entenderlo y diseñar estrategias para
poder mejorar nuestra conducta y, así, solucionar los grandes problemas en
materia de políticas públicas relacionadas con los problemas psicológicos.

Descubriendo cómo pensamos y sentimos


De igual modo, las neurociencias nos han permitido mostrarnos tal y como
somos, tal y como es nuestro ser bio-lógico (hago esta separación para sugerir la
relación entre nuestra vertiente animal y nuestra parte racional). Negar la función y
responsabilidad del cerebro en nuestra conducta no va a cambiar nada nuestra
condición
Las neurociencias como herramienta del psicólogo: entendamos mejor a la
máquina
Desde luego, el órgano que tenemos dentro del cráneo es tan difícil de
entender que hasta ahora es considerado prácticamente el objeto más complejo
del sistema solar. Tal y como lo expresó Carl Jung: "En cada uno de nosotros hay
otro al que no conocemos".

Ese animalito caprichoso adicto a los carbohidratos es el material más complejo


del universo y ese mismo animalito es el objeto de algunas disciplinas como las
neurociencias, que bien pueden ser una herramienta para otras como la
psicología. Las neurociencias nos muestran el lado biológico de la mente y el
cerebro, y en él residen algunas cuestiones como la conciencia, la cognición. El
objeto de estudio de esta disciplina es el responsable de nuestras conductas y
otras cuestiones más de las que se encarga de estudiar la psicología, y por eso es
importante apoyarnos de estas herramientas que nos acercan a esa parte
biológica responsable de la mayoría de nuestra conducta.

Nuestro cerebro pesa un kilo doscientos gramos y está compuesto por dos
tipos de células: las neuronas y el glía. Todas las personas albergan cientos de
miles de millones de estos cuerpos microscópicos. Y, tal y como dice Eagleman,
“cada una de estas células es tan complicada como una ciudad. Y cada una de
ellas contiene todo el genoma humano y hace circular miles de millones de
moléculas en intrincadas economías".
Desde la consolidación de las neurociencias, los psicólogos han emprendido el
reto de elaborar una psicología con base en datos biológicos concretos y aislables

Claves para entender qué es la neurociencia


1) La neurociencia educativa es el campo de estudio en el que se analizan las
relaciones entre el funcionamiento del cerebro y las experiencias
educativas.

2) Las investigaciones sobre el desarrollo, sobre los procesos cognitivos y


sobre el aprendizaje siguen siendo necesarias para establecer puentes
entre la neurociencia y la educación.

3) Los estudios sobre las relaciones entre neurociencia y educación no deben


olvidar la influencia de los efectos genéticos y de los ambientales a lo largo
del desarrollo.

4) La neurociencia está progresando enormemente debido en gran medida a


los nuevos métodos de investigación. Sin embargo, ni la educación es
neurociencia ni la neurociencia es educación.

5) Los mayores avances se han realizado en el análisis de determinadas


dificultades de aprendizaje y trastornos del desarrollo, como son la dislexia
o el trastorno de atención e hiperactividad. Existen más dificultades para
establecer relaciones entre el desarrollo neurobiológico y las estrategias
educativas comunes para la mayoría de los alumnos.

6) Los progresos en la neurociencia aportan sugerencias importantes para


conocer los procesos de desarrollo y de aprendizaje de los alumnos;
confirman determinadas hipótesis que proceden de la psicología del
aprendizaje o de la experiencia educativa; y descartan experiencias
educativas que son escasamente relevantes.

7) La referencia principal de las decisiones educativas debe situarse en las


aportaciones de la psicología del desarrollo, del aprendizaje y de las
ciencias educativas aplicadas a un contexto social y cultural determinado y
a las características propias de cada alumno.

8) Las investigaciones neurocientíficas, psicológicas y educativas coinciden en


que la comunicación, el lenguaje, las relaciones sociales, la comprensión de
los otros y la empatía son dimensiones básicas para el desarrollo y el
aprendizaje. También lo son la confianza, el bienestar corporal, personal y
afectivo, la actividad, la exploración y las habilidades cognitivas –
denominadas funciones ejecutivas- para planificar y regular el pensamiento,
las emociones y la acción.

9) Conviene no olvidar que el sueño y una alimentación equilibrada son


requisitos imprescindibles para el desarrollo y el aprendizaje de los
alumnos. También es de especial importancia el contexto socioeconómico
de los alumnos. No es extraño que se haya encontrado una relación entre
pobreza, desarrollo y aprendizaje.

10)Las decisiones educativas han de intentar articular aquellas actividades


como la música, el teatro, el deporte, los cuentos, el juego y las artes, que
favorecen el fortalecimiento de las capacidades básicas de los alumnos,
con aquellas otras orientadas al desarrollo de las competencias en las
diferentes áreas académicas.

Conclusiones y contextualización
Las neurociencias han tenido un largo recorrido a través de la historia de la
comprensión del cerebro. Durante la mayor parte de la historia de la humanidad
hemos sido incapaces de entender cómo es que funciona el cerebro y la mente,
Los antiguos egipcios consideraban al cerebro un órgano inútil, Aristóteles creía
que el alma habitaba en el corazón y otros, como Descartes creían que el alma
entraba en el cuerpo a través de la pequeñísima glándula pineal. Después de la
"década del cerebro" todo cambió y empezamos por fin, gracias a las nuevas
tecnologías y descubrimientos, a conocer el cerebro realmente. Lo que no
aprendimos en toda la historia de la humanidad, después de la década de los
noventa, empezamos a descubrir y a aprender, pero apenas lo estamos
comprendiendo y asimilando.
Sin embargo, todavía existen muchas personas, en el ámbito académico, cultura y
personas comunes, que se niegan a reconocer su naturaleza y a aceptar las
nuevas formas de comprendernos, de comprender nuestro cerebro, nuestra
máquina. La negación y resistencia de muchas personas a las neurociencias se
encuentra en la creencia de que la biología nos viene a despojar de nuestra
condición humana, acabaría con nuestra parte moral y nos reduciría a no más que
animales guiados por nuestros impulsos y en ese caso se podrían justificar cosas
como la violación, el incesto o el asesinato. 

Pero contrario a esas creencias se encuentran las que dicen científicos tan
reconocidos como Steven Pinker o David Eagleman que proponen que al
mostrarle al ser humano sin miedo lo que es, se podrán hacer verdaderos
programas de recuperación, predecir y controlar conductas que podrían perjudicar
a la sociedad y a ellos mismos. La negativa a reconocer lo que sucede en nuestra
máquina no ayudará a dar respuestas acerca de lo que ocurre en ella, y eso
puede tener un coste social.

Referencias bibliográficas:
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inevitable. Asoc. ESp. Neuropsiq. Obtenido de Scielo:
http://scielo.isciii.es/pdf/neuropsiq/n83/n83a05.p...
 Carles, E. (2004). Aproximación histórica y conceptual a la Neurociencia
Cognitiva. Cognitiva, 141-162.
 Corr, P. J. (2008). Psicogenómica. En P. J. Corr, Psicología Biológica.
Mcgrawhill.
 Eagleman, D. (2013). Hay alguien en mi cabeza,pero no soy yo. En D.
Eagleman, Incógnito. Las vidas secretas del cerebro (pág. 9). Anagrama.
 Giménez-Amaya, J. m. (mayo-agosto de 2007). Dialnet. Obtenido de
Dialnet: http://dadun.unav.edu/handle/10171/10926
 Kaku, M. (2014). Introducción. En M. Kaku, El futuro de nuestra mente (pág.
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 Pinker, S. (2003). The Blank Slate. En S. Pinker, The Blank Slate (pág.
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 Tortosa, G. y. (2006). Historia de la Psicología. En G. y. Tortosa, Historia de
la Psicología. Macgrawhill.
 Zapata, L. F. (agosto-diciembre de 2009). Evolución, cerebro y cognición.
Obtenido de Scielo: http://www.scielo.org.co/pdf/psdc/n24/n24a06.pdf

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