Oraciones para Ancianos
Oraciones para Ancianos
Oraciones para Ancianos
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Pidiendo el don del Espíritu Santo
Oh Dios,
que penetras el corazón y los deseos de los hombres,
y no hay para ti secreto alguno,
purifica, por la efusión del Espíritu Santo,
los pensamientos de mi corazón,
para que llegue a amarte de verdad
y alabarte dignamente.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Sobre la Virgen María
1. Oh, Dios,
junto a tu Hijo elevado en la cruz
quisiste que estuviese la Madre dolorosa;
concede a tu Iglesia, y a esta hija tuya,
que, asociándose con María a la pasión de Cristo,
llegue a participar en su resurrección.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
2. Oh Dios,
cuyo Hijo al expirar en el ara de la cruz,
quiso que la santísima Virgen María,
elegida como Madre suya, fuera también madre nuestra,
concédenos en tu bondad
que seamos fortalecidos por la invocación de su Nombre
maternal
quienes nos refugiamos seguros bajo su amparo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
3. Oh Dios,
que derramaste el Espíritu Santo sobre los apóstoles,
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reunidos en oración con María,
concédeme, por su intercesión,
entregarme fielmente a tu servicio
y proclamar la gloria de tu nombre
con testimonio de palabra y de vida.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
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Oraciones para la noche
Oración de los ancianos misioneros para la noche
Señor y Dios mío, te adoro y te doy gracias por este día que
concluye. Tú conoces mi existencia, sabes de mi dolor. Has
visto mis lágrimas, mi cansancio, mi cuerpo doliente y la
tristeza que ha pasado mi alma. Seguiré tus pasos, porque
"tu yugo es suave y tu carga es ligera". Enséñame a vivir
los sufrimientos ofreciéndolos por la salvación de los
demás. Sé que estoy cumpliendo en mi vida lo que les falta
a tus dolores de la cruz. Ayúdame a sufrir con alegría, sin
quejarme. Ayúdame a sufrir con amor.
Te pido por todos los pobres, los abandonados, los
enfermos, los que no tienen siquiera un poco de cariño,
especialmente por todos aquellos que no te conocen. Te
pido por todos los enfermos y ancianos misioneros del
mundo, para que perseveren con fortaleza y valentía en este
camino de la oración y la entrega total en beneficio de la
salvación de los hombres. Señor, sé que de todo, también
del dolor, eres capaz de sacar bien para los que amas. Te
ofrezco el descanso y todos los momentos de esta noche y
te ruego me conserves sin pecado. Te pido perdón por
todas las faltas que he cometido a lo largo de este día. A ti
encomiendo mi alma y te entrego mi vida. Toma Señor mi
cansancio y hazme reposar en tu presencia. Amén.
Antífonas a la Virgen María (elegir una cada noche)
I. Madre del Redentor, virgen fecunda,
puerta del cielo siempre abierta,
estrella del mar,
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ven a librar al pueblo que tropieza
y quiere levantarse.
Ante la admiración de cielo y tierra,
engendraste a tu santo Creador,
y permaneces siempre virgen.
Recibe el saludo del ángel Gabriel,
y ten piedad de nosotros, pecadores.