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Gerente

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7.

El Escenario Venezolano: Problemática y Adaptación de la


Gerencia

En el proceso de Gerenciar una organización existen numerosos


factores que inciden en el desempeño de la misma, los cuales señala Velásquez
(2012) aquellos cuyo ámbito están relacionados con agentes externos y los que
de una manera u otra tienen que ver con los procesos intrínsecos de la empresa
se agrupan en factores internos, lo cual se puede ver en detalle en la tabla Nº 1.
La identificación de factores permite establecer con mayor certeza las acciones
y técnicas a aplicar para mejorar los resultados de la productividad de las
empresas.
En Venezuela tradicionalmente se ha tenido la influencia del estado
como un factor que incide directamente en las decisiones, no sólo por su rol de
dictar políticas económicas del país, sino que en los últimos años se ha
convertido en propietario de numerosas organizaciones productivas de todos
los sectores de la economía además de su monopólica participación en el sector
petrolero, el cual representa la mayor parte del aporte al producto interno bruto.

En este sentido el estado venezolano ha establecido un control de


cambios desde el año 2002 al cual de del Canto (2013) señala lo siguiente:

“A diferencia de los dos controles cambiarios anteriores, el actual


posee un ingrediente político ideológico que puede ser determinante en la
gestión de la pequeña y mediana industria. La pregunta de relevancia es: ¿Qué
puede hacer la empresa ante situaciones de controles cambiarios? Convertirse
en una organización competitiva haciendo ajustes de precios, considerando los
costos esperados de reposición. igualmente, es conveniente evaluar la
importación de materia prima con las restricciones de MILCO y CADIVI, sin
olvidar los convenios con los proveedores locales”.

En este sentido la distribución en la asignación de divisas ha estado


enfocada principalmente hacia la importación de bienes de consumo dejando
menores proporciones a la inversión en bienes que permitan incrementar el
tamaño del sector secundario de la economía empeorando la tendencia histórica
en la cual se producen materias primas, las cuales se exportan y con las divisas
obtenidas se financia la importación de los bienes terminados, lo que ha
generado dependencia de forma directa de la cesta petrolera, para poder
satisfacer las necesidades de la población.

Adicionalmente la asignación de divisas ha generado un problema en


el cual el diferencial cambiario hace que el producto importado sea mucho más
barato que el producido en el territorio nacional lo que genera una especie de
competencia desleal por denominarlo de alguna forma, haciendo imposible
competir con las organizaciones dedicadas a la importación de estos bienes.

Adicionalmente dentro del marco legal tenemos la presencia de la ley


de costos y precios justos la cual establece un precio máximo de venta para
productos considerados de primera necesidad en base a la estructura de costos
de las organizaciones pertenecientes a estos categorías de productos, a la cual
la consecuencia ha sido disminuir su producción y enfocarse en otros productos
de alta rentabilidad, lo que ha generado efectos en las cadenas de suministros
provocando que las materias primas sean destinadas a la producción de
sustitutos.

Desde el punto de vista laboral existe un factor en el cual la política


del estado ha sido la de renovar la inamovilidad laboral a través de decretos
anuales como política enfocada a mantener el nivel de empleo a nivel nacional,
sin embargo esta política junto a la gran relevancia que se ha dado a
trabajadores, sindicatos y delegados de prevención en la ley orgánica del
trabajo, trabajadores y trabajadoras (Lottt) así como la Ley orgánica de
prevención, condiciones y medio ambiente del trabajo (Lopcymat) han traído
como consecuencia que se desvirtúe la intención del cuerpo legislador y
ejecutivo quienes pretendían mejorar las condiciones de los trabajadores y de
los centros de trabajo, generando las condiciones para una pérdida significativa
de la productividad de las organizaciones, con elementos como la tercerización,
la cual es calificada de ilegal, elementos de recreación, disminución paulatina
de las jornadas de trabajo, el disfrute de los días compensatorios, incrementos
de los periodos de licencia remunerada periodos pre y postnatales, etc.

Igualmente se presenta el factor administrativo con la gran cantidad de


trámites que se deben generar para poder registrar, poner en marcha y realizar
las operaciones de una empresa, donde el número de trámites administrativos
para el registro de una organización es significativamente mayor, en
comparación con otros países de la región.

Desde el punto de vista social, existe un alto índice de inseguridad por


lo que se aumenta el riesgo de siniestros sobre las personas, activos e
inventarios de la organización y se requiere invertir en seguridad para el
resguardo de los mismos. Otro elemento del problema social es el deterioro
moral en la población en el cual se desvirtúan los valores apreciados en la
sociedad y las organizaciones deben instaurar controles para evitar pérdidas
asociadas a conductas delictivas por parte de las personas que hacen vida
dentro de las organizaciones.

Las empresas en Venezuela presentan una tendencia de decrecimiento


en su actividad esto según lo muestran las estadísticas que revelan que en el
sector industrial el número de establecimientos ha disminuido en los últimos
años debido a las situaciones descritas donde Larrazábal (2014) señala que en
el año 1998 existían 11.200 empresas y en la actualidad esa cifra es de
aproximadamente 7.000 y es que las frecuentes fallas en la cadena de
suministros, problemas frecuentes de índice laboral y un mercado limitado
debido a la incapacidad de exportar debido a la tasa de cambio establecida a
través del control de cambio disminuyen el margen de maniobra de las
organizaciones.

Contrario a las tendencias mundiales donde las políticas del estado


apuntan hacia el fortalecimiento de la capacidad productiva nacional, en
Venezuela las políticas han generado un incremento en la participación del
estado con las expropiaciones donde sectores enteros son monopolios del
estado y que además en los demás factores incide directamente al asignar las
divisas que ingresan al país, esto dificulta significativamente el proceso de
administración de las organizaciones en Venezuela, por todo lo antes
mencionado se requiere que aquellas personas que ocupen los niveles
directivos posean una serie de competencias muy particulares para poder
cumplir los objetivos de sus respectivas organizaciones.

El gerente Venezolano en la Actualidad

En el ambiente organizacional caracterizado por el cambio, el cual


exige cada vez más de directivos integrales que vean todas las aristas de la
organización, a lo cual Maqueda (1992) hace una reflexión sobre las Pymes en
Venezuela donde señala:

“El sistema económico global moderno, exige de sus protagonistas ser


cada vez más competitivos dentro del contexto en el que se desenvuelven.
Venezuela no escapa a esta emergente realidad, donde la constante es el
cambio, y la sobrevivencia de la pequeña y mediana empresa tienen como
herramientas fundamentales la innovación y la creatividad, para garantizar su
operatividad en el transcurso del tiempo. Sin embargo, las principales áreas en
los que los directivos de estas organizaciones prestan mayor atención es a los
fines financieros económicos: utilidad, ventas, producción, atención al cliente,
calidad, etc. Las actividades de gerencia estratégica, ubican este fin último en
un lugar secundario, en la atención de los directivos. Aprovisionamiento y
logística, ocupan un lugar intermedio”

de allí que un gerente exitoso debe realizar una gestión integral de


todo el entorno de su organización, es decir hacer una revisión de 360º para
evaluar todos los elementos del entorno y poder identificar las amenazas
existentes para saber equilibrar todas las actividades requeridas en su función,
como señala Maqueda (1992):

“Por lo tanto, un buen gerente, debe monitorear su ambiente interno y


externo y aprovechar las fortalezas y oportunidades para llevar a cabo su
gestión con eficacia, sobre todo para adoptar el modelo de desarrollo propuesto
en Venezuela, el cual tiene como premisa fundamental garantizar una
producción dirigida, fundamentalmente, a satisfacer las necesidades internas
del país”.

De acuerdo con Maqueda (1992), las tareas de un gerente general son:

Crear la misión de la empresa.

Desarrollar los objetivos y estrategias.

Negociar con los agentes del entorno.

Liderar, desarrollar y definir el problema y otros recursos.

Implementar las estrategias.

Atender y controlar la marcha de la operación.

Considerando lo anterior se establecen las principales pautas asociadas


al deber ser de un gerente para garantizar la correcta conducción de su gestión
a nivel general, ahora bien, considerando la problemática actual y las
competencias básicas de un gerente, en el caso venezolano existen tres
elementos considerados como limitantes a la capacidad gerencial del
venezolano:

1. Entorno externo: El cual, genera una ambiente altamente inestable,


que dificulta la toma de decisiones, que requiere por una parte el diseño de
sistemas muy flexibles, para poder adoptar cambios de forma oportuna y poder
obtener los insumos necesarios para poder mantener la continuidad operativa
de la organización.
2. Entorno cultural: también juega un papel importante al referirse a
las practicas normativo institucionales que orientan al menos en parte la acción
de los seres humanos, así al hablar de nuestro país podemos decir que es un
país de idiosincrasia capitalista, católico y democrático, entre otras muchas
cosas. Ahora bien, existe otra dimensión de la cultura denominada latente por
Mikhael bakthine (1996) quien la define como ideología de lo cotidiano y la
misma es cambiante, permeable, muy dinámica, es decir no tiene normas fijas e
inflexibles. Martin (1999) describe la situación en Venezuela de esta manera:
“nuestras prácticas económicas cotidianas (incluidas las de los
empresarios o los gerentes) están muy lejos de una verdadera racionalidad
capitalista, muy frecuentemente no vinculamos la riqueza al trabajo, nos
contentamos con una productividad moderada”

Este tipo de conductas se refuerzan a diario en nuestra sociedad, la


cual indica Martin (1999) deriva en:

“una falta de motivación al logro y la importancia que tiene la


afiliativa y la de poder. La falta de motivación al logro nos lleva a pensar que
no es través de nuestro esfuerzo, trabajo, preparación, capacitación y todo
cuanto esté relacionado a nuestro mejoramiento personal como podemos lograr
las cosas que nos proponemos, sino que a través de nuestras relaciones o
amistades o del usufructo de una cuota de poder real o simbólico como
podemos llevar a cabo lo que aspiramos o deseamos para nosotros y los
nuestros. Ello explica el por qué los modelos normativos institucionales, donde
el logro es un valor central, no son más que una simple formalidad”.

3. Formación gerencial: desde el punto de vista técnico la formación


en las universidades nacionales en muchos casos se limita a preparar
especialistas en determinadas áreas pero las competencias de tipo gerencial son
poco impartidas y nuestros gerentes carecen de competencias técnicas en el uso
de herramientas gerenciales que le permitan manejar la organización de forma
más eficiente, como es planificación por objetivos, herramientas de control de
gestión, o desde el punto de vista del manejo de personal el liderazgo,
motivación, entre otros. Adicionalmente a esto se presenta también el caso de
empresas donde las personas que alcanzan los puestos gerenciales ingresaron
allí en los niveles más bajos de la estructura y fueron subiendo posiciones hasta
encontrarse en niveles superiores de la organización y que aunque cuentan con
un gran conocimiento de los procesos, desconocen el aspecto gerencial y traen
consigo los efectos de estas carencias. Solo aquellos que cuentan con estudios
de postgrado se puede decir que cuentan con la preparación técnica para
gestionar una organización de forma eficiente.
Evaluando los aspectos positivos del gerente venezolano se presenta la
creatividad y la capacidad para adaptarse al entorno cambiante que recurrente
lo obliga a adoptar nuevas estrategias para poder conseguir los objetivos de la
organización. Igualmente Martin (1984) considera que los gerentes
venezolanos, en general, logran acuerdos en situaciones donde hay preferencias
diferentes y son buenos negociadores, que ceden en algunos puntos cuando lo
consideran necesario para lograr un objetivo. Para Ogliastri (1997), los
venezolanos al negociar prefieren hacerlo de una manera amistosa e informal.
utilizan el regateo, son brillantes improvisadores, son flexibles en el manejo del
tiempo, son emocionales y usan tácticas de poder, son arriesgados y confían en
la contraparte si sienten afinidad y se desarrolla la amistad. Son más abiertos,
espontáneos e informales que la mayoría de los latinoamericanos. En un
estudio realizado por Márquez (2008), con un grupo de gerentes venezolanos,
se encontró que estos son personas que utilizan el análisis y la lógica como
forma dominante de enfrentar situaciones. Éstos prefieren estructuras donde
cada quien sepa muy bien lo que se debe hacer, y además donde las cadenas de
mando estén bien definidas. Por otra parte, los resultados de ese mismo estudio
indican que los gerentes abren espacios para la participación y reconocen
trabajos bien realizados, lo cual es un factor importante para generar
motivación y compromiso en la gente. Sin embargo, son percibidos como poco
sensibles a las necesidades de los otros.

La capacidad de emprender y de manejar creativamente los cambios


son otras características comunes en el gerente venezolano. Las circunstancias
económicas, políticas y sociales de la historia moderna de Venezuela han
sacado a relucir o equipado muy particularmente a su gente en cuanto a sus
capacidades para navegar en “aguas turbulentas”, es decir, a manejarse en
medio de altos niveles de incertidumbre y ambigüedad.

Como se puede apreciar hay muchos elementos demuestran que el


venezolano como gerente tiene un balance favorable y que representan la
esperanza para poder construir un conglomerado de organizaciones altamente
productivas, evidentemente desarrollando estrategias para mitigar o eliminar el
efecto de las limitaciones anteriormente señaladas, para poder desarrollar todo
el potencial de estas organizaciones permitiendo una innovación permanente en
la tecnología, generando mejora de las condiciones sociales y dando aportes
significativos a la economía nacional. Queda entonces evaluar los retos que se
perfilan en el porvenir como es el decaimiento del petróleo como fuente de
energía primaria en el mundo, bien por la aparición o mejoramiento de
tecnologías sustitutas o por su agotamiento por lo que debemos preparar a los
nuestros para el mañana.

El proceso en el cual un país adquiere un nivel de madurez económica


que permita denominarlo como desarrollado ha sido diferente para cada uno de
ellos, es decir no hay una formula única que conduzca al crecimiento sostenido
de la economía, sin embargo según el autor Sunkel (1970) existen dos factores
comunes en todos estos países que son la existencia de un elemento
potenciador del crecimiento de la economía como fue el caso de países
Europeos con la construcción de sistemas ferroviarios y por otra parte el
desarrollo de un sector industrial robusto; en el caso de Venezuela se puede
decir que la industria petrolera representa el primer factor, sin embargo el
segundo elemento no se ha podido desarrollar, según señala Maza (1997)
debido al modelo político económico predominante, basado en el uso de
recursos excedentes orientados hacia el consumo y gastos que no tenían el
potencial de generar un retorno de capital permanente y la economía se hizo
altamente dependiente del precio del barril de petróleo para cubrir las
necesidades, es aquí donde traemos a referencia el primer factor necesario para
el desarrollo de la gerencia en Venezuela, el cual hace necesario que las
decisiones en materia política económica así como el marco legislativo vigente
estén acorde con el desarrollo sostenido de la industria nacional. El segundo
elemento que se debe establecer con la formación del talento humano llamado
a ejercer los cargos gerenciales, los cual corresponde al rol de las universidades
e institutos del país, los cuales deben hacer una revisión de sus programas para
proporcionar desde el pregrado inclusive herramientas actualizadas que
permitan comprender todas las aristas de la gerencia de una organización, de
manera que aquellas personas que se encuentren ejerciendo funciones
gerenciales tengan un conocimiento previo adquirido y les permita realizar sus
funciones de manera más efectiva.
Promover la edificación de modelos gerenciales acordes con nuestras
realidades se convierte en una necesidad ineludible para la gerencia, quien debe
asumir los retos y desafíos impuestos por el competitivo entorno que la rodea.
Las necesidades del país exigen cambios de direcciones gerenciales, sobre todo
en tiempos de crisis e incertidumbre, para mayor coherencia entre los objetivos
nacionales y los de la gestión gerencial de las empresas.

En Venezuela desde los años 80 los autores como Naim y Piñango


(1989) iniciaron una serie de estudios relacionados con la gerencia empresarial,
desde entonces plantearon en sus investigaciones, aproximaciones teóricas
dirigidas hacia la necesidad de generar conocimientos basados en el entorno de
las empresas venezolanas, es decir en su propia realidad. A partir de allí se
iniciaron estudios, recopilaciones y casos asociados con el día a día de las
empresas venezolanas, orientados a plasmar su realidad cada vez más tendiente
a mostrar las debilidades y fortalezas que mostraron la llamada ilusión de
armonía.

Los estudios llevados acabo por Naimy Piñango (1989) evidenciaron


la necesidad de abordar la realidad empresarial venezolana con la finalidad de
generar teorías acordes con la detección de fortalezas y debilidades de su
gerencia, es decir establecer investigaciones alrededor de una pertinencia local.
Los estudios de estos autores generaron que un alto índice de empresarios no
poseía formación profesional en el área de la gerencia, haciendo hincapié en el
término de gerente empírico.

Para determinar la existencia de los gerentes empíricos, los cuales han


obtenido el conocimiento en el área gerencial producto de la experiencia en el
cargo, se realizaron investigaciones y diagnósticos por Naim y Piñango (1989),
que arrojaron estos resultados. El fortalecimiento de organizaciones como el
instituto de Estudios Superiores en Administración, tuvo su asidero y
posicionamiento en el mercado empresarial venezolano, precisamente por
determinar la realidad organizacional de las empresas venezolanas en un
momento especifico y mantenerse monitoreando el entorno de las mismas, con
la finalidad de planificar alternativas de capacitación acordes con sus
exigencias.

Kliksberg (2002) plantea al respecto, la necesidad de establecer


lineamientos claros en el manejo de la gerencia, sustentados en proporcionarle
los insumos necesarios para manejarse con criterios de excelencia. Cabe
considerar en cuanto al suministro de estos insumos a los que hace referencia el
autor, los cuales se relacionan con una formación gerencial acordes con sus
necesidades propias de capacitación, en forma localizada.

Finalmente es necesario mencionar las competencias personales que


debe tener todo gerente y en general cualquier ciudadano de un país civilizado,
pues es necesario hacer una revisión de los valores en general de la población
venezolana para reforzar aquellos que permitan un desempeño integral de las
posiciones gerenciales y permitan el crecimiento de las organizaciones y del
país en general.
Ciertamente, el problema ético en las organizaciones es complejo,
pues éstas al estar integradas por personas, son muestras significativas de la
sociedad y determinan su comportamiento. En tal sentido, la Conferencia
Episcopal Venezolana (2009) establece tres elementos de la realidad social
venezolana como punto generador del comportamiento social y que afecta la
dimensión ética de las personas y las organizaciones al expresar: El presente y
el futuro del país están condicionados, tanto por la crisis financiera
internacional, de cuyas graves consecuencias no estamos exentos, como por
nuestra realidad nacional marcada por grandes problemas sociales y por un
ambiente de confrontación interno, lleno de interrogantes e incertidumbres.
Percibimos en la Venezuela actual una crisis ética generalizada presente en
todos los ámbitos de la convivencia social y que frecuentemente refleja un
peligroso relativismo ético de funestas consecuencias. Vemos con tristeza la
pérdida creciente del valor de la vida. La inseguridad personal se ha convertido
en el principal problema de los venezolanos.

Todo esto en un escenario que se perfila muy complejo, donde el


petróleo como elemento de importancia primordial en el desenvolvimiento de
la economía mundial pareciera empezar a llegar a su ocaso, en éste escenario
acontece la realidad de las empresas venezolanas, las cuales según se ha
analizado hasta ahora, requieren de la aplicación de estrategias y manejo de la
información para que incidan positivamente en la toma de decisiones a corto,
mediano y largo plazo, cuyo acierto dependerá de la capacidad de su gerentes y
su capacidad de interpretar un ambiente afectado por una serie de factores
internos y externos.

Turbulento en lo económico, político, social, cultural, educacional que


demanda una gerencia generadora de cambios, capaz de enfrentar las
turbulencias con un rol, determinante en todo aquello que pueda conducir a
salir airoso de dichas turbulencias. La gerencia venezolana debe adaptarse a los
nuevos conocimientos que demandan los actuales escenarios. hoy los
escenarios son más dinámicos, sometidos constantemente a cambios, a
innovaciones, a turbulencias, en donde las Alianzas son figuras determinantes
en la apertura por conquistar nuevos mercados. Por ello es necesario que el
gerente, como líder debe tener una visión al compromiso y participación en los
directa y decisiva, debe contar con cuatro capacidades básicas: liderazgo
personal, visión de negocios, capacidad empresarial y ética profesional, ya que
permite darle a las empresas confianza y armonía, evidentemente esto supone
una formación integral con estudios universitarios y postgrado. Conocer e
interpretar la realidad de los escenarios económicos mundiales, donde la
competencia de las empresas es muy dinámica, para saber aprovechar las
oportunidades y proveer a sus productos ventajas competitivas. De tal manera
que el perfil del gerente venezolano, debe ser ante todo proactivo que logre
anticiparse a los hechos, que estimule el cambio, poseer altos conocimientos de
formación globalizados, estar actualizado en todo lo acontece en materia
integracionista y el contenido de los acuerdos que pudiera ofrecer
oportunidades de negocios.

La realidad empresarial venezolana es muy preocupante dado a


muchos problemas que tiene que enfrentar producto de su entorno, en donde el
estado ha incidido determinantemente en su rol con sus imposiciones
tributarias, inestabilidad política y una crisis económica que ha afectado
seriamente las inversiones, a su desarrollo, aunado además al poco desarrollo
tecnológico que afecta seriamente su competitividad. La gerencia venezolana,
debe ser dirigida por ejecutivos con un alto conocimiento de la administración,
alimentándose de la experiencia, y desde luego debidamente amparados por
conocimiento del negocio en el cual se desempeñan, basando su gestión en
principios éticos. Lo cierto, es que los venezolanos tienen su forma cultural y
espontánea de trabajar, dirigir y organizarse, y justamente, esta forma mantiene
una relación de armonía con las creencias que sirven de base al sistema local de
valores, sin embargo el gerente debe ser un líder que posea la capacidad de
modelar sus habilidades, ser creativo e intelectual y, además, inspirar confianza
en la búsqueda de la verdad. De manera general, se puede decir que el gerente
debe demostrar características de liderazgo, en las cuales deberá tener una
visión de futuro y saber comunicarla, una visión innovadora y avanzada, es
decir, asumiendo los nuevos paradigmas y sus implicaciones.

El crecimiento y éxito de una empresa tiene una fuerte dependencia en


la efectividad de la gerencia en todos sus niveles. Es evidente que la constante
dinámica del entorno tiene efectos sobre las organizaciones, creando tanto
oportunidades para el crecimiento como condiciones de alto riesgo, y en éstas
circunstancias cualquiera que se aprecie de ser un buen gerente debe tomar las
decisiones correctas que permitan a la organización tomar ventaja de cualquier
oportunidad que se presente pero al mismo tiempo debe proteger al negocio
anticipándose y actuando en contra de potenciales amenazas.

La gerencia ha sido objeto de estudio desde las primeras formas de


organización del hombre, y como tal, distintos enfoques han sido adoptados
como respuesta a la necesidad de alcanzar nuevos objetivos o enfrentar
distintas situaciones, y es por esta razón que las técnicas y posiciones
apropiadas se determinan en función de la situación, y de allí se concluye que
el análisis situacional y la adaptabilidad son dos claves del éxito indispensables
para la supervivencia en la actualidad.

El gerente es llamado a ser la piedra angular del funcionamiento de


una organización, puesto que de su desempeño depende el éxito de su
organización, por ello es necesario que las personas que ejerzan este puesto
posean una serie de actitudes y aptitudes necesarias para poder ejercer
cabalmente dicha función.

El entorno Venezolano actual ha demostrado ser uno de los escenarios


más retadores para el gerente de hoy, donde la constante determinación de la
situación interna de las empresas y externa a ellas, con una frecuencia cada vez
menor imposibilita en algunas ocasiones realizar proyecciones sólidas, dado el
grado de incertidumbre en cuestión, incluso a corto plazo. En Venezuela se
espera para los próximos años escenarios económicos aún más desfavorables y
es por esta razón que se debe enfatizar la importancia del estudio de la gerencia
y de la preparación del gerente Venezolano como estratega, no sólo a través del
aprendizaje práctico-empírico, sino a través de la formación académica,
esperando obtener en el proceso, profesionales capaces de tomar a tiempo las
decisiones correctas para dirigir las organizaciones en la dirección adecuada
durante los tiempos venideros.

12. Referencias

ANDERSON, Erin y Weitz, barton. determinants of continuity in


conventional industrial channel dyads, Marketing Science, Vol. 8, no. 4, United
States, Informs, 1989 pp 310-323.

BAKHTINE, Mikhail. La cultura popular en la Edad Media y el


renacimiento. El contexto de François Rabelais, Barcelona, barral, Alianza,
Madrid, 1987.

CHAND, Smitri Modern Management theory: Quantitative, System


and Contingency Approaches to Management, en línea:
http://www.yourarticlelibrary.com/, fecha de consulta 20/06/15.

DEL CANTO Ero, Fernández Vidigal y Souza Carlos.Análisis de la


gestión gerencial de las pequeñas y medianas empresas (PyME) en Venezuela.
FEUC 2013

LARRAZABAL, Carlos. informe anual Fedecamaras 2014. historical


and Contemporary Theories of Management 2013, en línea:
http://www.saylor.org/

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