El documento describe los desafíos que enfrentan los gerentes venezolanos debido al entorno político y económico del país. Específicamente, señala que los gerentes deben lidiar con (1) un estado que controla sectores clave de la economía y asigna divisas, (2) leyes que limitan precios y flexibilidad laboral, y (3) inseguridad e inestabilidad general. Para tener éxito, los gerentes requieren competencias para adaptarse rápidamente a los cambios y monitorear tanto factores internos como externos
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El documento describe los desafíos que enfrentan los gerentes venezolanos debido al entorno político y económico del país. Específicamente, señala que los gerentes deben lidiar con (1) un estado que controla sectores clave de la economía y asigna divisas, (2) leyes que limitan precios y flexibilidad laboral, y (3) inseguridad e inestabilidad general. Para tener éxito, los gerentes requieren competencias para adaptarse rápidamente a los cambios y monitorear tanto factores internos como externos
El documento describe los desafíos que enfrentan los gerentes venezolanos debido al entorno político y económico del país. Específicamente, señala que los gerentes deben lidiar con (1) un estado que controla sectores clave de la economía y asigna divisas, (2) leyes que limitan precios y flexibilidad laboral, y (3) inseguridad e inestabilidad general. Para tener éxito, los gerentes requieren competencias para adaptarse rápidamente a los cambios y monitorear tanto factores internos como externos
El documento describe los desafíos que enfrentan los gerentes venezolanos debido al entorno político y económico del país. Específicamente, señala que los gerentes deben lidiar con (1) un estado que controla sectores clave de la economía y asigna divisas, (2) leyes que limitan precios y flexibilidad laboral, y (3) inseguridad e inestabilidad general. Para tener éxito, los gerentes requieren competencias para adaptarse rápidamente a los cambios y monitorear tanto factores internos como externos
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7.
El Escenario Venezolano: Problemática y Adaptación de la
Gerencia
En el proceso de Gerenciar una organización existen numerosos
factores que inciden en el desempeño de la misma, los cuales señala Velásquez (2012) aquellos cuyo ámbito están relacionados con agentes externos y los que de una manera u otra tienen que ver con los procesos intrínsecos de la empresa se agrupan en factores internos, lo cual se puede ver en detalle en la tabla Nº 1. La identificación de factores permite establecer con mayor certeza las acciones y técnicas a aplicar para mejorar los resultados de la productividad de las empresas. En Venezuela tradicionalmente se ha tenido la influencia del estado como un factor que incide directamente en las decisiones, no sólo por su rol de dictar políticas económicas del país, sino que en los últimos años se ha convertido en propietario de numerosas organizaciones productivas de todos los sectores de la economía además de su monopólica participación en el sector petrolero, el cual representa la mayor parte del aporte al producto interno bruto.
En este sentido el estado venezolano ha establecido un control de
cambios desde el año 2002 al cual de del Canto (2013) señala lo siguiente:
“A diferencia de los dos controles cambiarios anteriores, el actual
posee un ingrediente político ideológico que puede ser determinante en la gestión de la pequeña y mediana industria. La pregunta de relevancia es: ¿Qué puede hacer la empresa ante situaciones de controles cambiarios? Convertirse en una organización competitiva haciendo ajustes de precios, considerando los costos esperados de reposición. igualmente, es conveniente evaluar la importación de materia prima con las restricciones de MILCO y CADIVI, sin olvidar los convenios con los proveedores locales”.
En este sentido la distribución en la asignación de divisas ha estado
enfocada principalmente hacia la importación de bienes de consumo dejando menores proporciones a la inversión en bienes que permitan incrementar el tamaño del sector secundario de la economía empeorando la tendencia histórica en la cual se producen materias primas, las cuales se exportan y con las divisas obtenidas se financia la importación de los bienes terminados, lo que ha generado dependencia de forma directa de la cesta petrolera, para poder satisfacer las necesidades de la población.
Adicionalmente la asignación de divisas ha generado un problema en
el cual el diferencial cambiario hace que el producto importado sea mucho más barato que el producido en el territorio nacional lo que genera una especie de competencia desleal por denominarlo de alguna forma, haciendo imposible competir con las organizaciones dedicadas a la importación de estos bienes.
Adicionalmente dentro del marco legal tenemos la presencia de la ley
de costos y precios justos la cual establece un precio máximo de venta para productos considerados de primera necesidad en base a la estructura de costos de las organizaciones pertenecientes a estos categorías de productos, a la cual la consecuencia ha sido disminuir su producción y enfocarse en otros productos de alta rentabilidad, lo que ha generado efectos en las cadenas de suministros provocando que las materias primas sean destinadas a la producción de sustitutos.
Desde el punto de vista laboral existe un factor en el cual la política
del estado ha sido la de renovar la inamovilidad laboral a través de decretos anuales como política enfocada a mantener el nivel de empleo a nivel nacional, sin embargo esta política junto a la gran relevancia que se ha dado a trabajadores, sindicatos y delegados de prevención en la ley orgánica del trabajo, trabajadores y trabajadoras (Lottt) así como la Ley orgánica de prevención, condiciones y medio ambiente del trabajo (Lopcymat) han traído como consecuencia que se desvirtúe la intención del cuerpo legislador y ejecutivo quienes pretendían mejorar las condiciones de los trabajadores y de los centros de trabajo, generando las condiciones para una pérdida significativa de la productividad de las organizaciones, con elementos como la tercerización, la cual es calificada de ilegal, elementos de recreación, disminución paulatina de las jornadas de trabajo, el disfrute de los días compensatorios, incrementos de los periodos de licencia remunerada periodos pre y postnatales, etc.
Igualmente se presenta el factor administrativo con la gran cantidad de
trámites que se deben generar para poder registrar, poner en marcha y realizar las operaciones de una empresa, donde el número de trámites administrativos para el registro de una organización es significativamente mayor, en comparación con otros países de la región.
Desde el punto de vista social, existe un alto índice de inseguridad por
lo que se aumenta el riesgo de siniestros sobre las personas, activos e inventarios de la organización y se requiere invertir en seguridad para el resguardo de los mismos. Otro elemento del problema social es el deterioro moral en la población en el cual se desvirtúan los valores apreciados en la sociedad y las organizaciones deben instaurar controles para evitar pérdidas asociadas a conductas delictivas por parte de las personas que hacen vida dentro de las organizaciones.
Las empresas en Venezuela presentan una tendencia de decrecimiento
en su actividad esto según lo muestran las estadísticas que revelan que en el sector industrial el número de establecimientos ha disminuido en los últimos años debido a las situaciones descritas donde Larrazábal (2014) señala que en el año 1998 existían 11.200 empresas y en la actualidad esa cifra es de aproximadamente 7.000 y es que las frecuentes fallas en la cadena de suministros, problemas frecuentes de índice laboral y un mercado limitado debido a la incapacidad de exportar debido a la tasa de cambio establecida a través del control de cambio disminuyen el margen de maniobra de las organizaciones.
Contrario a las tendencias mundiales donde las políticas del estado
apuntan hacia el fortalecimiento de la capacidad productiva nacional, en Venezuela las políticas han generado un incremento en la participación del estado con las expropiaciones donde sectores enteros son monopolios del estado y que además en los demás factores incide directamente al asignar las divisas que ingresan al país, esto dificulta significativamente el proceso de administración de las organizaciones en Venezuela, por todo lo antes mencionado se requiere que aquellas personas que ocupen los niveles directivos posean una serie de competencias muy particulares para poder cumplir los objetivos de sus respectivas organizaciones.
El gerente Venezolano en la Actualidad
En el ambiente organizacional caracterizado por el cambio, el cual
exige cada vez más de directivos integrales que vean todas las aristas de la organización, a lo cual Maqueda (1992) hace una reflexión sobre las Pymes en Venezuela donde señala:
“El sistema económico global moderno, exige de sus protagonistas ser
cada vez más competitivos dentro del contexto en el que se desenvuelven. Venezuela no escapa a esta emergente realidad, donde la constante es el cambio, y la sobrevivencia de la pequeña y mediana empresa tienen como herramientas fundamentales la innovación y la creatividad, para garantizar su operatividad en el transcurso del tiempo. Sin embargo, las principales áreas en los que los directivos de estas organizaciones prestan mayor atención es a los fines financieros económicos: utilidad, ventas, producción, atención al cliente, calidad, etc. Las actividades de gerencia estratégica, ubican este fin último en un lugar secundario, en la atención de los directivos. Aprovisionamiento y logística, ocupan un lugar intermedio”
de allí que un gerente exitoso debe realizar una gestión integral de
todo el entorno de su organización, es decir hacer una revisión de 360º para evaluar todos los elementos del entorno y poder identificar las amenazas existentes para saber equilibrar todas las actividades requeridas en su función, como señala Maqueda (1992):
“Por lo tanto, un buen gerente, debe monitorear su ambiente interno y
externo y aprovechar las fortalezas y oportunidades para llevar a cabo su gestión con eficacia, sobre todo para adoptar el modelo de desarrollo propuesto en Venezuela, el cual tiene como premisa fundamental garantizar una producción dirigida, fundamentalmente, a satisfacer las necesidades internas del país”.
De acuerdo con Maqueda (1992), las tareas de un gerente general son:
Crear la misión de la empresa.
Desarrollar los objetivos y estrategias.
Negociar con los agentes del entorno.
Liderar, desarrollar y definir el problema y otros recursos.
Implementar las estrategias.
Atender y controlar la marcha de la operación.
Considerando lo anterior se establecen las principales pautas asociadas
al deber ser de un gerente para garantizar la correcta conducción de su gestión a nivel general, ahora bien, considerando la problemática actual y las competencias básicas de un gerente, en el caso venezolano existen tres elementos considerados como limitantes a la capacidad gerencial del venezolano:
1. Entorno externo: El cual, genera una ambiente altamente inestable,
que dificulta la toma de decisiones, que requiere por una parte el diseño de sistemas muy flexibles, para poder adoptar cambios de forma oportuna y poder obtener los insumos necesarios para poder mantener la continuidad operativa de la organización. 2. Entorno cultural: también juega un papel importante al referirse a las practicas normativo institucionales que orientan al menos en parte la acción de los seres humanos, así al hablar de nuestro país podemos decir que es un país de idiosincrasia capitalista, católico y democrático, entre otras muchas cosas. Ahora bien, existe otra dimensión de la cultura denominada latente por Mikhael bakthine (1996) quien la define como ideología de lo cotidiano y la misma es cambiante, permeable, muy dinámica, es decir no tiene normas fijas e inflexibles. Martin (1999) describe la situación en Venezuela de esta manera: “nuestras prácticas económicas cotidianas (incluidas las de los empresarios o los gerentes) están muy lejos de una verdadera racionalidad capitalista, muy frecuentemente no vinculamos la riqueza al trabajo, nos contentamos con una productividad moderada”
Este tipo de conductas se refuerzan a diario en nuestra sociedad, la
cual indica Martin (1999) deriva en:
“una falta de motivación al logro y la importancia que tiene la
afiliativa y la de poder. La falta de motivación al logro nos lleva a pensar que no es través de nuestro esfuerzo, trabajo, preparación, capacitación y todo cuanto esté relacionado a nuestro mejoramiento personal como podemos lograr las cosas que nos proponemos, sino que a través de nuestras relaciones o amistades o del usufructo de una cuota de poder real o simbólico como podemos llevar a cabo lo que aspiramos o deseamos para nosotros y los nuestros. Ello explica el por qué los modelos normativos institucionales, donde el logro es un valor central, no son más que una simple formalidad”.
3. Formación gerencial: desde el punto de vista técnico la formación
en las universidades nacionales en muchos casos se limita a preparar especialistas en determinadas áreas pero las competencias de tipo gerencial son poco impartidas y nuestros gerentes carecen de competencias técnicas en el uso de herramientas gerenciales que le permitan manejar la organización de forma más eficiente, como es planificación por objetivos, herramientas de control de gestión, o desde el punto de vista del manejo de personal el liderazgo, motivación, entre otros. Adicionalmente a esto se presenta también el caso de empresas donde las personas que alcanzan los puestos gerenciales ingresaron allí en los niveles más bajos de la estructura y fueron subiendo posiciones hasta encontrarse en niveles superiores de la organización y que aunque cuentan con un gran conocimiento de los procesos, desconocen el aspecto gerencial y traen consigo los efectos de estas carencias. Solo aquellos que cuentan con estudios de postgrado se puede decir que cuentan con la preparación técnica para gestionar una organización de forma eficiente. Evaluando los aspectos positivos del gerente venezolano se presenta la creatividad y la capacidad para adaptarse al entorno cambiante que recurrente lo obliga a adoptar nuevas estrategias para poder conseguir los objetivos de la organización. Igualmente Martin (1984) considera que los gerentes venezolanos, en general, logran acuerdos en situaciones donde hay preferencias diferentes y son buenos negociadores, que ceden en algunos puntos cuando lo consideran necesario para lograr un objetivo. Para Ogliastri (1997), los venezolanos al negociar prefieren hacerlo de una manera amistosa e informal. utilizan el regateo, son brillantes improvisadores, son flexibles en el manejo del tiempo, son emocionales y usan tácticas de poder, son arriesgados y confían en la contraparte si sienten afinidad y se desarrolla la amistad. Son más abiertos, espontáneos e informales que la mayoría de los latinoamericanos. En un estudio realizado por Márquez (2008), con un grupo de gerentes venezolanos, se encontró que estos son personas que utilizan el análisis y la lógica como forma dominante de enfrentar situaciones. Éstos prefieren estructuras donde cada quien sepa muy bien lo que se debe hacer, y además donde las cadenas de mando estén bien definidas. Por otra parte, los resultados de ese mismo estudio indican que los gerentes abren espacios para la participación y reconocen trabajos bien realizados, lo cual es un factor importante para generar motivación y compromiso en la gente. Sin embargo, son percibidos como poco sensibles a las necesidades de los otros.
La capacidad de emprender y de manejar creativamente los cambios
son otras características comunes en el gerente venezolano. Las circunstancias económicas, políticas y sociales de la historia moderna de Venezuela han sacado a relucir o equipado muy particularmente a su gente en cuanto a sus capacidades para navegar en “aguas turbulentas”, es decir, a manejarse en medio de altos niveles de incertidumbre y ambigüedad.
Como se puede apreciar hay muchos elementos demuestran que el
venezolano como gerente tiene un balance favorable y que representan la esperanza para poder construir un conglomerado de organizaciones altamente productivas, evidentemente desarrollando estrategias para mitigar o eliminar el efecto de las limitaciones anteriormente señaladas, para poder desarrollar todo el potencial de estas organizaciones permitiendo una innovación permanente en la tecnología, generando mejora de las condiciones sociales y dando aportes significativos a la economía nacional. Queda entonces evaluar los retos que se perfilan en el porvenir como es el decaimiento del petróleo como fuente de energía primaria en el mundo, bien por la aparición o mejoramiento de tecnologías sustitutas o por su agotamiento por lo que debemos preparar a los nuestros para el mañana.
El proceso en el cual un país adquiere un nivel de madurez económica
que permita denominarlo como desarrollado ha sido diferente para cada uno de ellos, es decir no hay una formula única que conduzca al crecimiento sostenido de la economía, sin embargo según el autor Sunkel (1970) existen dos factores comunes en todos estos países que son la existencia de un elemento potenciador del crecimiento de la economía como fue el caso de países Europeos con la construcción de sistemas ferroviarios y por otra parte el desarrollo de un sector industrial robusto; en el caso de Venezuela se puede decir que la industria petrolera representa el primer factor, sin embargo el segundo elemento no se ha podido desarrollar, según señala Maza (1997) debido al modelo político económico predominante, basado en el uso de recursos excedentes orientados hacia el consumo y gastos que no tenían el potencial de generar un retorno de capital permanente y la economía se hizo altamente dependiente del precio del barril de petróleo para cubrir las necesidades, es aquí donde traemos a referencia el primer factor necesario para el desarrollo de la gerencia en Venezuela, el cual hace necesario que las decisiones en materia política económica así como el marco legislativo vigente estén acorde con el desarrollo sostenido de la industria nacional. El segundo elemento que se debe establecer con la formación del talento humano llamado a ejercer los cargos gerenciales, los cual corresponde al rol de las universidades e institutos del país, los cuales deben hacer una revisión de sus programas para proporcionar desde el pregrado inclusive herramientas actualizadas que permitan comprender todas las aristas de la gerencia de una organización, de manera que aquellas personas que se encuentren ejerciendo funciones gerenciales tengan un conocimiento previo adquirido y les permita realizar sus funciones de manera más efectiva. Promover la edificación de modelos gerenciales acordes con nuestras realidades se convierte en una necesidad ineludible para la gerencia, quien debe asumir los retos y desafíos impuestos por el competitivo entorno que la rodea. Las necesidades del país exigen cambios de direcciones gerenciales, sobre todo en tiempos de crisis e incertidumbre, para mayor coherencia entre los objetivos nacionales y los de la gestión gerencial de las empresas.
En Venezuela desde los años 80 los autores como Naim y Piñango
(1989) iniciaron una serie de estudios relacionados con la gerencia empresarial, desde entonces plantearon en sus investigaciones, aproximaciones teóricas dirigidas hacia la necesidad de generar conocimientos basados en el entorno de las empresas venezolanas, es decir en su propia realidad. A partir de allí se iniciaron estudios, recopilaciones y casos asociados con el día a día de las empresas venezolanas, orientados a plasmar su realidad cada vez más tendiente a mostrar las debilidades y fortalezas que mostraron la llamada ilusión de armonía.
Los estudios llevados acabo por Naimy Piñango (1989) evidenciaron
la necesidad de abordar la realidad empresarial venezolana con la finalidad de generar teorías acordes con la detección de fortalezas y debilidades de su gerencia, es decir establecer investigaciones alrededor de una pertinencia local. Los estudios de estos autores generaron que un alto índice de empresarios no poseía formación profesional en el área de la gerencia, haciendo hincapié en el término de gerente empírico.
Para determinar la existencia de los gerentes empíricos, los cuales han
obtenido el conocimiento en el área gerencial producto de la experiencia en el cargo, se realizaron investigaciones y diagnósticos por Naim y Piñango (1989), que arrojaron estos resultados. El fortalecimiento de organizaciones como el instituto de Estudios Superiores en Administración, tuvo su asidero y posicionamiento en el mercado empresarial venezolano, precisamente por determinar la realidad organizacional de las empresas venezolanas en un momento especifico y mantenerse monitoreando el entorno de las mismas, con la finalidad de planificar alternativas de capacitación acordes con sus exigencias.
Kliksberg (2002) plantea al respecto, la necesidad de establecer
lineamientos claros en el manejo de la gerencia, sustentados en proporcionarle los insumos necesarios para manejarse con criterios de excelencia. Cabe considerar en cuanto al suministro de estos insumos a los que hace referencia el autor, los cuales se relacionan con una formación gerencial acordes con sus necesidades propias de capacitación, en forma localizada.
Finalmente es necesario mencionar las competencias personales que
debe tener todo gerente y en general cualquier ciudadano de un país civilizado, pues es necesario hacer una revisión de los valores en general de la población venezolana para reforzar aquellos que permitan un desempeño integral de las posiciones gerenciales y permitan el crecimiento de las organizaciones y del país en general. Ciertamente, el problema ético en las organizaciones es complejo, pues éstas al estar integradas por personas, son muestras significativas de la sociedad y determinan su comportamiento. En tal sentido, la Conferencia Episcopal Venezolana (2009) establece tres elementos de la realidad social venezolana como punto generador del comportamiento social y que afecta la dimensión ética de las personas y las organizaciones al expresar: El presente y el futuro del país están condicionados, tanto por la crisis financiera internacional, de cuyas graves consecuencias no estamos exentos, como por nuestra realidad nacional marcada por grandes problemas sociales y por un ambiente de confrontación interno, lleno de interrogantes e incertidumbres. Percibimos en la Venezuela actual una crisis ética generalizada presente en todos los ámbitos de la convivencia social y que frecuentemente refleja un peligroso relativismo ético de funestas consecuencias. Vemos con tristeza la pérdida creciente del valor de la vida. La inseguridad personal se ha convertido en el principal problema de los venezolanos.
Todo esto en un escenario que se perfila muy complejo, donde el
petróleo como elemento de importancia primordial en el desenvolvimiento de la economía mundial pareciera empezar a llegar a su ocaso, en éste escenario acontece la realidad de las empresas venezolanas, las cuales según se ha analizado hasta ahora, requieren de la aplicación de estrategias y manejo de la información para que incidan positivamente en la toma de decisiones a corto, mediano y largo plazo, cuyo acierto dependerá de la capacidad de su gerentes y su capacidad de interpretar un ambiente afectado por una serie de factores internos y externos.
Turbulento en lo económico, político, social, cultural, educacional que
demanda una gerencia generadora de cambios, capaz de enfrentar las turbulencias con un rol, determinante en todo aquello que pueda conducir a salir airoso de dichas turbulencias. La gerencia venezolana debe adaptarse a los nuevos conocimientos que demandan los actuales escenarios. hoy los escenarios son más dinámicos, sometidos constantemente a cambios, a innovaciones, a turbulencias, en donde las Alianzas son figuras determinantes en la apertura por conquistar nuevos mercados. Por ello es necesario que el gerente, como líder debe tener una visión al compromiso y participación en los directa y decisiva, debe contar con cuatro capacidades básicas: liderazgo personal, visión de negocios, capacidad empresarial y ética profesional, ya que permite darle a las empresas confianza y armonía, evidentemente esto supone una formación integral con estudios universitarios y postgrado. Conocer e interpretar la realidad de los escenarios económicos mundiales, donde la competencia de las empresas es muy dinámica, para saber aprovechar las oportunidades y proveer a sus productos ventajas competitivas. De tal manera que el perfil del gerente venezolano, debe ser ante todo proactivo que logre anticiparse a los hechos, que estimule el cambio, poseer altos conocimientos de formación globalizados, estar actualizado en todo lo acontece en materia integracionista y el contenido de los acuerdos que pudiera ofrecer oportunidades de negocios.
La realidad empresarial venezolana es muy preocupante dado a
muchos problemas que tiene que enfrentar producto de su entorno, en donde el estado ha incidido determinantemente en su rol con sus imposiciones tributarias, inestabilidad política y una crisis económica que ha afectado seriamente las inversiones, a su desarrollo, aunado además al poco desarrollo tecnológico que afecta seriamente su competitividad. La gerencia venezolana, debe ser dirigida por ejecutivos con un alto conocimiento de la administración, alimentándose de la experiencia, y desde luego debidamente amparados por conocimiento del negocio en el cual se desempeñan, basando su gestión en principios éticos. Lo cierto, es que los venezolanos tienen su forma cultural y espontánea de trabajar, dirigir y organizarse, y justamente, esta forma mantiene una relación de armonía con las creencias que sirven de base al sistema local de valores, sin embargo el gerente debe ser un líder que posea la capacidad de modelar sus habilidades, ser creativo e intelectual y, además, inspirar confianza en la búsqueda de la verdad. De manera general, se puede decir que el gerente debe demostrar características de liderazgo, en las cuales deberá tener una visión de futuro y saber comunicarla, una visión innovadora y avanzada, es decir, asumiendo los nuevos paradigmas y sus implicaciones.
El crecimiento y éxito de una empresa tiene una fuerte dependencia en
la efectividad de la gerencia en todos sus niveles. Es evidente que la constante dinámica del entorno tiene efectos sobre las organizaciones, creando tanto oportunidades para el crecimiento como condiciones de alto riesgo, y en éstas circunstancias cualquiera que se aprecie de ser un buen gerente debe tomar las decisiones correctas que permitan a la organización tomar ventaja de cualquier oportunidad que se presente pero al mismo tiempo debe proteger al negocio anticipándose y actuando en contra de potenciales amenazas.
La gerencia ha sido objeto de estudio desde las primeras formas de
organización del hombre, y como tal, distintos enfoques han sido adoptados como respuesta a la necesidad de alcanzar nuevos objetivos o enfrentar distintas situaciones, y es por esta razón que las técnicas y posiciones apropiadas se determinan en función de la situación, y de allí se concluye que el análisis situacional y la adaptabilidad son dos claves del éxito indispensables para la supervivencia en la actualidad.
El gerente es llamado a ser la piedra angular del funcionamiento de
una organización, puesto que de su desempeño depende el éxito de su organización, por ello es necesario que las personas que ejerzan este puesto posean una serie de actitudes y aptitudes necesarias para poder ejercer cabalmente dicha función.
El entorno Venezolano actual ha demostrado ser uno de los escenarios
más retadores para el gerente de hoy, donde la constante determinación de la situación interna de las empresas y externa a ellas, con una frecuencia cada vez menor imposibilita en algunas ocasiones realizar proyecciones sólidas, dado el grado de incertidumbre en cuestión, incluso a corto plazo. En Venezuela se espera para los próximos años escenarios económicos aún más desfavorables y es por esta razón que se debe enfatizar la importancia del estudio de la gerencia y de la preparación del gerente Venezolano como estratega, no sólo a través del aprendizaje práctico-empírico, sino a través de la formación académica, esperando obtener en el proceso, profesionales capaces de tomar a tiempo las decisiones correctas para dirigir las organizaciones en la dirección adecuada durante los tiempos venideros.
12. Referencias
ANDERSON, Erin y Weitz, barton. determinants of continuity in