Los Actos Fallidos
Los Actos Fallidos
Los Actos Fallidos
2. El segundo, es mencionar en el discurso una palabra por otra que cambia el sentido de la
oración o frase que el orador quiere dar a conocer, por ejemplo:
Un congresista al juramentar dijo ¡Por Dios y por la Plata! en vez de decir por la Patria.
Los actos fallidos son importantes actos psíquicos y que tienen su origen en la oposición de
dos acciones con intenciones diferentes u opuestas, que implica una tendencia contraria al
sentimiento y afecto que se desea expresar.
Estas dos intenciones puede calificarse la primera como una intención perturbada y la otra
una intención perturbadora en la cual existe alguna relación de contenido entre ambas, en
tal caso la primera contendrá una contradicción, una rectificación o un complemento de la
segunda.
En casi todos los casos la equivocación oral nos hace decir lo contrario de lo que queríamos
decir, la intención perturbadora es opuesta a la perturbada y el acto fallido representa el
conflicto entre las dos tendencias irreconciliables.
En los otros casos la intención perturbadora no tiene nada que ver con el contenido de la
intención perturbada.
Un caso muy particular es cuando la perturbación proviene de una serie de ideas que había
preocupado al sujeto poco tiempo antes de que se produzca el error y que interviene en el
discurso de manera particular, a esto se le llama eco, por ejemplo, cuando uno menciona un
listado de cosas que debía hacer y olvidó enumerar alguna de ellas, entonces en la narración
siguiente la mencionará sin tener ninguna conexión o relación con lo que se está diciendo.
C. En la lectura se presenta la sustitución, es decir leer una palabra por otra, lo importante
aquí es determinar cuáles son las circunstancias en que ocurrió este error, que por lo
general se debe a una preocupación.
II. El olvido
B. En el olvido de las acciones es igual, por ejemplo, cuando olvidamos expedir una carta, la
tendencia perturbadora puede tener su origen en el contenido de la misma. Ahora
cuando nos olvidamos de devolver libros o pagar las facturas, la intención es la de aún
conservar los libros y no pagar las deudas.
C. El olvido de impresiones y sucesos vividos intenta alejar del recuerdo todo aquello que
puede sernos desagradable o displacentero, principalmente está referido a sucesos de los
años infantiles o de traumas psicológicos.
Esto explicaría porque los padres al ser obligados a reconocer a sus hijos o tener hijos sin
planificación presentan una tendencia marcada a descuidar y ser negligentes con los
mismos.
La conservación de los objetos tendrá similar explicación. Algunas veces se pierde un objeto
de valor con la intención de sacrificar algo importante por no perder o temer perder algo o
alguien muy querido; sin embargo las personas tienden a experimentar esto como algo
extraño e inconexo.
Y es que la mente tiende a asociar eventos, sucesos que vivimos con nuestros afectos,
especialmente si son de naturaleza desagradable.
Muchos pacientes indican entre sus síntomas algunos de sus sueños, lo cual hizo suponer a
Freud que dichos sueños tienen un sentido propio como material de estudio para la
neurosis.
Características
Clases
Hay sueños tan precisos y claros como los sucesos de la vida real, en cambio hay otros
que son borrosos.
Hay sueños que son cortos y otros largos como una novela.
Hay algunos con sentido y coherencia y otros que son absurdos.
Algunos nos dejan por completo fríos y otros nos despiertan emociones.
Algunos se olvidan rápidamente y otros los recordamos siempre.
Algunos se repiten con ciertas modificaciones y otros sólo surgen una vez.
La historia y la sabiduría de los pueblos nos dicen que los sueños poseen un sentido de
anticipar el porvenir. Los sueños son representaciones de nuestros deseos, ya que no
fantaseamos nada, sino de lo que pensamos en realidad, se trata pues de escenas en las
cuales el egoísmo, la ambición de poder o los deseos eróticos hallan satisfacción.
La técnica
Pediremos al sujeto cómo ha llegado a soñar tal o cual cosa, de las cuales pueden
desprenderse dos respuestas: la primera que el sujeto cree saber y dar una explicación a su
sueño y la segunda donde mencione ignorarlo todo. En este caso no puede ocurrírsele nada
ni mencionar algo que tenga conexión o relación de lo que queremos investigar.
Hay que distinguir que un sueño se distingue por la multiplicidad de sus elementos y la
técnica debe tener en cuenta esta diferencia. Si no se le ocurre nada insistiremos,
preguntando por lo primero que se viene a la mente, una ocurrencia cualquiera, que nos
conducirá a relatarnos determinada información de su historia personal, luego narrará las
impresiones experimentadas los últimos días y por otro lado, recordar sucesos vividos más
lejanos que tienen relación con el sueño.
Cuando se le dice al paciente que diga lo primero que se le ocurre con respecto a
determinado elemento de sus sueño, se solicita que se abra paso a la libre asociación,
conservando siempre la representación inicial del sueño, ya que todas estas ideas evocadas
tienen un enlace con elementos del sueño.
1. El aspecto exterior del sueño no tiene que preocuparnos para nada, pues no constituye lo
inconsciente buscado.
2. El análisis debe reducirse a encontrar representaciones sustitutivas alrededor de cada
elemento del sueño, sin buscar reflexionar sobre ello o encontrar un contenido exacto o
pensar que esto nos aleja del sueño.
3. Debe buscarse que lo inconsciente oculto surja espontáneamente.
La persona cuyo sueño queremos interpretar prometerá obedecer estas reglas pues la labor
del analista en su interpretación se realiza contra la denominada resistencia, que se
manifiesta a través de críticas, objeciones, reparos hechos por el sujeto.
Sueños infantiles
Hay sueños no deformados igual que los infantiles que se muestra como realizaciones de
deseos, que son provocadas por imperiosas necesidades orgánicas como el hambre, la sed y
la necesidad sexual, es decir, debido a excitaciones internas. Es por ello que cuando no
hemos comido o bebido lo suficiente en el día podemos tener sueños en los cuales
satisfacemos estas necesidades.
Por otro lado, el deseo de seguir durmiendo participa también en la formación de los
sueños, por eso soñamos que nos hemos levantado y nos estamos vistiendo pues lo que
realmente se prefiere es levantarse en sueños que realmente.
Censura onírica
Cuando los elementos del sueño sufren una modificación o agrupación arbitraria es debido a
un fenómeno llamado desplazamiento.