Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

12 Formas Entronizando La Palabra

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 86

1

1
Entronizando la Palabra
-Algunas sugerencias-

+ Adolfo M. Castaño Fonseca


Obispo de Azcapotzalco
Responsable Episcopal de la Dimensión
Bíblica de la Pastoral

María del Socorro Becerra Molina, HMSP


Secretaria de la Dimensión Bíblica de la Pastoral

Diseño de portada
y editor de contenido: María Teresa De la Cruz, HMSP

2
EL DOMINGO
DE LA PALABRA DE DIOS
(III DEL TIEMPO ORDINARIO)

C on la Carta Apostólica en forma Motu Pro-


prio, «Aperuit Illis», el santo Padre Francis-
co ha querido instituir el «Domingo de la Palabra de
Dios». Su deseo es «hacer que la Iglesia reviva el ges-
to del Resucitado que abre también para nosotros
el tesoro de su Palabra para que podamos anunciar
por todo el mundo esa riqueza inagotable». Este do-
cumento fue publicado el 30 de septiembre de 2019,
en la memoria litúrgica de san Jerónimo, al iniciar el
año jubilar de preparación al 1600 aniversario de la
muerte de este Padre de la Iglesia, insigne maestro
y apasionado estudioso de los textos sagrados.
El Papa pide que el III Domingo del Tiempo Or-
dinario esté especialmente dedicado a la celebra-
ción, reflexión y divulgación de la Palabra de Dios.
Quiere que ese Domingo, con valor ecuménico por-
que la Sagrada Escritura indica el camino a seguir
para llegar a una auténtica y sólida unidad, una a

3
los que se ponen en actitud de escucha y ayude a
los creyentes a formar un solo pueblo. Asimismo,
el Santo Padre explica que esta Carta Apostólica
busca «responder a las muchas peticiones que le
han llegado del pueblo de Dios, para que en toda la
Iglesia se pueda celebrar con un mismo propósito
el Domingo de la Palabra de Dios».
El papa Francisco evidencia el impulso que dio
el Concilio Vaticano II para el redescubrimiento de
la Palabra de Dios, con la Constitución Dei Verbum;
recuerda también que Benedicto XVI convocó en
el año 2008 una Asamblea del Sínodo de los Obis-
pos sobre el tema «La Palabra de Dios en la vida y
misión de la Iglesia», con la consecuente publica-
ción de la Exhortación Apostólica Verbum Domini.
En este Documento profundiza acerca del carácter
performativo de la Palabra de Dios, especialmente
cuando su carácter específicamente sacramental
emerge en la acción litúrgica.
El papa Francisco asimismo recuerda que la
enseñanza de la Biblia no puede ser sólo patrimo-
nio de unos cuantos privilegiados. En efecto, su
enseñanza pertenece al pueblo convocado para
escucharla y reconocerse en esa Palabra. Llama
a no monopolizar el texto sagrado ni relegarla
a ciertos círculos o grupos selectos. Señala a los
pastores como los primeros que tienen la gran
responsabilidad de explicar y permitir que todos
entiendan la Sagrada Escritura. Los que tienen la

4
vocación de ser ministros de la Palabra deben sen-
tir con fuerza la necesidad de acercarla a su comu-
nidad, por eso insiste en la importancia de la ho-
milía, que posee «un carácter cuasi sacramental».
El Papa subraya el profundo vínculo entre la Sa-
grada Escritura y la fe de los creyentes, pues, como
dice San Pablo: «la fe proviene de la escucha del
mensaje, y la escucha por la palabra de Cristo» (Rm
10, 17). De aquí deriva la urgencia e importancia que
los creyentes deben dar a la escucha de la Palabra
del Señor, tanto en la Liturgia como en la oración y
la reflexión personal. El contacto frecuente con la
Sagrada Escritura y la celebración de la Eucaristía
hace posible el reconocimiento entre las personas
que se pertenecen.
Por tanto, como afirma el Papa, el día dedicado
a la Palabra de Dios, no ha de ser «una vez al año,
sino una vez para todo el año». Esto pone de mani-
fiesto la urgente necesidad de buscar familiaridad
e intimidad con la Sagrada Escritura y con el Resu-
citado, que no cesa de partir la Palabra y el Pan en
las comunidades creyentes. En consecuencia, para
que el corazón no permanezca frío y los ojos ce-
rrados y afectados por innumerables formas de
ceguera, necesitamos estar en constante trato de
familiaridad con la Escritura Sagrada.
En virtud de todo lo anterior, la Dimensión de
Animación Bíblica de la Pastoral de la CEM, invita a
toda la Comunidad cristiana que peregrina en nues-

5
tra Patria, pastores y fieles a resaltar de manera es-
pecial la importancia de la Palabra de Dios, escrita
en la Biblia, para que efectivamente le sea recono-
cido todo el valor que tiene en la vida de los creyen-
tes, especialmente en estos tiempos de pandemia.
Hacemos nuestro el grande y rico contenido
del Sal 119 acerca de lo que significa la Palabra del
Señor. Sabemos y estamos convencidos que ella es
«lámpara para nuestros pasos» y nos fortalece en
las pruebas y adversidades: «Estoy postrado en el
polvo, dame vida, conforme a tu palabra… Derra-
mo lágrimas de tristeza; confórmame según tu pa-
labra. Aleja de mí la mentira y concédeme el don de
tu ley. Elegí el camino de la fidelidad, me conformo
a tus sentencias».
Una de sus peticiones expresas del Papa al in-
vitar a vivir este Domingo como un día solemne ha
sido: «…que en la celebración eucarística se entro-
nice el texto sagrado, a fin de hacer evidente a la
asamblea el valor normativo que tiene la Palabra
de Dios». Por esta razón hemos querido hacer una
recopilación de algunos esquemas de entroniza-
ción de la Biblia, mismos que deseamos poner al
servicio de las comunidades de fe.
No olvidemos la invitación del Papa para que
el domingo dedicado a la Palabra haga crecer en
nosotros la familiaridad asidua con la Sagrada Es-
critura, como enseñaba el autor sagrado: «La pala-
bra está muy cerca de ti; la tienes en tu boca y en

6
tu corazón para que puedas practicarla» (Dt 30, 14;
cf. Rm 10, 8). En el camino de escucha de la Palabra
nos acompaña la Madre del Señor, bienaventurada
porque creyó en el cumplimiento de lo que el Se-
ñor le había dicho.

+Adolfo Miguel Castaño Fonseca


Obispo de Azcapotzalco
Responsable de la Animación Bíblica de la Pastoral

María del Socorro Becerra Molina, HMSP


Secretaria Ejecutiva

7
INTRODUCCIÓN

V amos ahora a entronizar la Sagrada Escritu-


ra. Entronizar significa «poner en el trono».
Entronizar la Sagrada Escritura significa que vamos
a poner el Libro Santo en el lugar de más honor:
en el corazón. Pero los cristianos no seguimos o
adoramos un libro por más santo que sea: segui-
mos, más bien, a una Persona, a Cristo que nos
habla por las palabras de la Escritura. Entronizar la
Biblia es sintonizar la frecuencia de Cristo. «No hay
prioridad más grande que esta: abrir de nuevo al
hombre de hoy el acceso a Dios, al Dios que habla
y nos comunica su amor para que tengamos vida
abundante» (VD 2).

8
1. SER TESTIGOS

GUÍA: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del


Espíritu Santo.
TODOS: Amén.
Comencemos nuestro rito de entronización
con el canto: «Tu Palabra me da vida».
TODOS: Tu palabra me da vida, confío en Ti, Se-
ñor. Tu Palabra es eterna, en ella esperaré. (2)
(Mientras se canta, se avanza en procesión por el
centro del lugar de reunión un ministro llevando en alto
la Biblia; se detiene al llegar adelante, mientras el Guía y
los participantes hacen el primer responso).

PRIMER RESPONSO
GUÍA: La Sagrada Escritura es especial por-
que es la Palabra de Dios: «Toda Escritura ha

9
sido inspirada por Dios, y es útil para enseñar,
para persuadir, para corregir, para educar en la
rectitud, a fin de que el hombre de Dios sea per-
fecto y esté preparado para hacer el bien» (2Tm
3, 16-17).
TODOS: La Sagrada Escritura es especial por-
que está inspirada por el Espíritu Santo: «En rela-
ción con esto, sepan que ninguna profecía de la Es-
critura puede ser interpretada por cuenta propia,
pues ninguna profecía procede de la voluntad hu-
mana, sino que, impulsados por el Espíritu Santo,
algunos hombres hablaron de parte de Dios» (2Pe
1, 20-21).
GUÍA: La Sagrada Escritura es especial porque
es también verdadera palabra de hombre: «Dios
habla en la Escritura por medio de hombres y en
lenguaje humano» (DV 12). La Palabra de Dios se
encarnó en el lenguaje y en las lenguas de los hom-
bres en la Biblia.
TODOS: «Es necesario, pues, redescubrir cada
vez más la urgencia y la belleza de anunciar la Pala-
bra para que llegue el Reino de Dios, predicado por
Cristo mismo» (VD 93).
(El ministro sube al estrado y entrega la Biblia al
Guía, el cual la toma y la presenta a los participantes,
mientras se dice el segundo responso).

10
SEGUNDO RESPONSO
GUÍA: Esta es la Palabra de Dios.
Todos: Creo en la Palabra de Dios que es luz
para mi camino.
GUÍA: ¿Quién es esta Palabra?
TODOS: La Palabra de Dios aparece aquí como
una fuerza e, incluso y más todavía, como una Per-
sona... Es la Palabra que viene del Padre y vuelve a
Él: ¡Es Cristo!
GUÍA: ¿Qué va a suceder?
TODOS: Lo que la misma Palabra nos dice al ser
pronunciada hoy, va a «empapar», a «fecundar» y
a «hacer germinar» algo en el corazón de cada uno
de los presentes. Cristo habla en las palabras de la
Escritura y si encuentra un corazón abierto: «empa-
pa», «fecunda» y «hace germinar» frutos de conver-
sión. La Palabra de Dios es tan eficaz que basta con
que sea pronunciada para que obre y deje algo, si
encuentra un oyente atento, una tierra dispuesta:
«No regresará a mí vacía, sino que cumplirá mi vo-
luntad y llevará a cabo mi encargo», dice el Señor.
GUÍA: ¿Cuál es el tema y el contenido de la
Biblia?
TODOS: El tema y el contenido de la Biblia es
Cristo. Él mismo nos dice: «Estudian las Escrituras,
pensando encontrar en ellas la vida eterna; pues

11
bien, también las Escrituras hablan de mí; y a pesar
de ello, ustedes no quieren aceptarme para tener
vida» (Jn 5, 39-40).
GUÍA: ¿Por qué es provechosa y saludable la Pa-
labra de Dios?
TODOS: Porque la Palabra de Dios es podero-
sa, porque la Palabra de Dios empapa con sólo ser
pronunciada, porque la Palabra de Dios es viva, efi-
caz y penetrante, porque la Palabra de Dios ha sido
inspirada por el Espíritu Santo y escrita en lenguaje
humano.
CANTO: Tu palabra me da vida.
Tu Palabra me da vida, confío en ti, Señor.
Tu Palabra es eterna, en ella esperaré. (2)

(Al terminar el segundo responso y mientras se en-


tona el canto, el Guía entroniza la Biblia en el lugar pre-
viamente preparado para dicho evento).

TERCER RESPONSO
GUÍA: Gracias, Señor, porque movido por tu
gran amor has querido revelarte y hablar a los hom-
bres como amigo.
TODOS: Gracias, Señor, porque la Sagrada Es-
critura ha sido puesta por escrito bajo la inspiración
del Espíritu Santo.

12
GUÍA: Gracias, Señor, porque en la Sagrada Es-
critura nos hablas por medio de hombres y en len-
guaje humano.
TODOS: Gracias, Señor, porque has confiado al
Magisterio de la Iglesia el oficio de interpretar au-
ténticamente la Escritura.
GUÍA: Gracias, Señor, porque la Iglesia siempre
ha venerado la Sagrada Escritura como lo ha hecho
con el Cuerpo de Cristo.
TODOS: Gracias, Señor, porque en Jesucristo,
la Palabra hecha carne nos sigue hablando hoy en
la Iglesia.
GUÍA: Gracias, Señor, porque donde dos o más se
reúnen en tu nombre allí estás Tú en medio de ellos.
TODOS: Te damos gracias, Señor.
ORACIÓN FINAL
Señor haz que seamos tus testigos, para comu-
nicar tu enseñanza y tu amor. Concédenos poder
cumplir la misión con humildad y profunda confian-
za. Que nuestro servicio sea de una entrega gozosa
y viva en el evangelio.
Recuérdanos continuamente que la fe que de-
seamos irradiar la hemos recibido de ti como don
gratuito. Haznos verdaderos discípulos-misioneros
de la fe, atentos a la voz de tu Palabra, amigos lea-
les y sinceros de los demás.

13
Que sea el Espíritu Santo quien conduzca nues-
tra vida; para que no dejemos de buscarte y querer-
te, para que no nos venza la pereza y el egoísmo y
podamos combatir la tristeza.
Señor, te servimos a ti y a la Iglesia unidos a
nuestra Madre Santísima, que, como ella, sepamos
guardar tu Palabra y ponerla siempre al servicio del
mundo. Amen.

Pbro. Lic. Frodi García Ovando


Diócesis de Tabasco

14
2. DEJARSE ILUMINAR

PROCESIÓN CON LA BIBLIA

GUÍA: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del


Espíritu Santo.
TODOS: Amén.
GUÍA: Hermanos, nos hemos reunido para po-
der adentrarnos en el conocimiento de la Palabra
de Dios, en la vida y en la misión de la Iglesia, con el
fin de aprender a vivir con espíritu de comunión y
con transversalidad pastoral. Como inicio de nues-
tra encuentro bíblico, entronicemos la Sagrada Es-
critura para que sea ella la que nos hable al corazón
haciéndonos descubrir el proyecto de salvación
que Dios tiene en su Iglesia para todos y cada uno
de nosotros. Permaneciendo de pie hagamos este
sencillo rito de entronización y comencémoslo con
el canto: «Señor, ¿a quién iremos?».

15
TODOS: (Cantando) Señor, ¿a quién iremos? /
Tú tienes palabras de vida. / Nosotros hemos creí-
do, / que Tú eres el Hijo de Dios. (2).
(Mientras se canta, avanza en procesión por el cen-
tro del lugar de reunión un ministro llevando en alto la
Biblia; se detiene al llegar adelante, mientras el guía y los
participantes hacen el primer responso).

PRIMER RESPONSO
GUÍA: La Palabra del Señor acompañe nuestro
caminar de hoy en adelante, ilumine nuestros pa-
sos, guíe nuestra vida. Comprometámonos todos,
no sólo a leerla sino a meditarla día tras día y a lo
largo de toda nuestra vida.
TODOS: Queremos ser portadores del Evan-
gelio; queremos que por nuestra sangre circule el
amor a Cristo y de Cristo, que todo lo que hagamos
se inspire en la Sagrada Escritura, que los demás
descubran en nosotros a un hermano, que los más
pobres encuentren consuelo y ayuda, y que la justi-
cia brille en todas nuestras acciones.
(El ministro sube al estrado y entrega la Biblia al
guía, el cual la toma y la presenta a los participantes,
mientras se dice el segundo responso).

SEGUNDO RESPONSO
GUÍA: He aquí la Sagrada Escritura: Palabra de
Dios escrita por inspiración del Espíritu Santo, que

16
nos ha sido dada para comunicarnos el mensaje
de salvación en Cristo. «Dichosos los que lean y los
que escuchen las palabras de esta profecía, y guar-
den lo escrito en ella» (Ap 1, 3).
TODOS: «Sus palabras son más dulces que la
miel, más jugosas que los panales» (Sal 19, 11).
GUÍA: «Estudian apasionadamente las Escritu-
ras, pensando encontrar en ellas la vida eterna; pues
bien, también las Escrituras hablan de mí» (Jn 5, 39).
TODOS: «Señor, ¿a quién iremos? Tus palabras
dan vida eterna. Nosotros creemos y sabemos que
tú eres el Santo de Dios» (Jn 6, 68s).
GUÍA: «Sean, pues, imitadores de Dios como hi-
jos suyos muy queridos. Y hagan del amor la norma
de su vida, a imitación de Cristo que nos amó y se
entregó a sí mismo por nosotros como ofrenda y
sacrificio de suave olor a Dios» (Ef 5, 1-2).
TODOS: «Que nadie los seduzca con razona-
mientos vanos; son precisamente estas cosas las que
encienden la ira de Dios contra los hombres rebel-
des. No se hagan, pues, cómplices suyos» (Ef 5, 6).
GUÍA: «En otro tiempo eran tinieblas, pero aho-
ra son luz en el Señor. Compórtense como hijos de
la luz, cuyo fruto es la bondad, la rectitud y la ver-
dad» (Ef 5, 8).
TODOS: «Busquen lo que agrada al Señor y no
tomen parte en las obras vanas de quienes perte-

17
necen al reino de las tinieblas; al contrario, denún-
cienlas, pues lo que ésos hacen en secreto, hasta
decirlo da vergüenza» (Ef 5, 10-12).
GUÍA: Pero cuando todo eso haya sido denun-
ciado por la luz, quedará al descubierto; y lo que
queda al descubierto es a su vez luz.
TODOS: «Por eso se dice: Despierta, tú que
duermes, levántate de entre los muertos y te ilumi-
nará Cristo» (Ef 5, 14).
GUÍA: «Pongan, pues, atención en comportar-
se no como necios, sino como sabios, aprovechan-
do el momento presente, porque corren malos
tiempos» (Ef 5, 15-16).
TODOS: «Por lo mismo, no sean irreflexivos,
antes bien, traten de descubrir cuál es la voluntad
del Señor» (Ef 5, 17).
GUÍA: «Tampoco se emborrachen, pues el vino
fomenta la lujuria. Al contrario, llénense del Espí-
ritu, y reciten en sus reuniones salmos, himnos y
cánticos inspirados» (Ef 5, 18-19).
TODOS: «Canten y toquen para el Señor de
todo corazón, y den continuamente gracias a Dios
Padre por todas las cosas en nombre de nuestro
Señor Jesucristo» (Ef 5, 19-20). Amén.
CANTO
Tu Palabra me da vida, / confío en Ti, Señor. / Tu
Palabra es eterna, / en ella esperaré. (2)

18
(Al terminar el segundo responso y mientras se en-
tona el canto, el Guía entroniza la Biblia en el lugar pre-
viamente preparado para dicho evento. Al terminar el
canto, se dice el tercer responso).

TERCER RESPONSO
GUÍA: Hermanos, ahora que hemos entroni-
zado la Biblia en éste, nuestro lugar de encuentro
fraternal, reverenciemos nosotros a la Palabra de
Dios, diciendo con devoción y fe.
TODOS: Creemos en la Palabra de Dios, ama-
mos la Palabra de Dios, buscamos la Palabra de
Dios, vivimos la Palabra de Dios, proclamamos la
Palabra de Dios. Padre Dios, te bendecimos y te ala-
bamos porque nos has revelado en tu santa Palabra
el amor que nos tienes. Tu Palabra nos guía en el
camino. Tu Palabra nos purifica. Señor, danos siem-
pre tu Palabra cotidiana. Ella es como el pan: sacia y
a la vez provoca más hambre de Ti. Ella es como el
agua: riega, refresca, fecunda, limpia. Ella es como
la luz: ahuyenta las tinieblas del terror y del pecado,
e ilumina los ojos y el alma para ver mejor nuestras
vidas. Ella es como una voz misteriosa y penetran-
te: cuestiona y perdona, alegra y fortalece. Ella es
como espada de doble filo: penetra en lo íntimo del
ser, hiere y sana, angustia y libera, inquieta y trae
paz. Te damos gracias, Señor, por este tiempo que
nos concedes para escuchar tu Palabra y meditar

19
en ella, en medio de tantas preocupaciones. Ahora
más que nunca necesitamos de tu Palabra de vida.
Te pedimos que hagas de nosotros oyentes aten-
tos, verdaderos discípulos, porque en tu Palabra
está el secreto de nuestra identidad. Poniendo tu
Palabra en el centro de nuestra asamblea, te pedi-
mos, Padre bueno, que los trabajos que vamos a
realizar nos unan en el amor y en la fe. Aleja de no-
sotros todo prejuicio, toda idea personal, que nos
impediría acoger libremente tu Palabra, y haz res-
plandecer solamente lo que Tú, en el Espíritu San-
to, quieres decirnos a cada uno de nosotros. Quita
de nosotros toda soberbia, todo esfuerzo estéril,
toda ansiedad o nerviosismo y haznos oyentes
atentos y fieles para que nazca en nosotros el fruto
de tu Palabra. Danos la sencillez, la tranquilidad y la
paz, que le concediste a María nuestra Madre, para
que a imitación de ella meditemos y guardemos en
nuestro corazón lo que Tú quieras decirnos. Que
no nos haga falta nunca, Señor, el pan cotidiano de
tu Palabra.

CANTO
Tu Palabra me da vida, / confío en Ti, Señor. / Tu
Palabra es eterna, / en ella esperaré. (2)

Dimensión Bíblica de la Pastoral


Arquidiócesis de Guadalajara

20
3. VIVIR EN CARIDAD

GUÍA: Por la señal de la santa cruz… Amén

INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO


Ven, Dios Espíritu Santo, derrama tu luz y tu
gracia sobre esta(s) familia(s) y sobre cada uno de
nosotros que nos disponemos a meditar esta san-
ta Palabra que Tú mismo inspiraste. Abre nuestra
mente para que comprendamos rectamente los
misterios divinos en ella expresados. Enciende
nuestro corazón para que al meditar en esta Pala-
bra nos enamoremos de Cristo y nos dispongamos
a seguirlo. Amén.
(Se inicia la procesión con la Biblia)

CANTO DE ENTRADA
Tu Palabra me da vida.

21
GUÍA: A dos coros decimos:
MUJERES: El amor es paciente, todo lo soporta
es lento a la ira… enséñanos a practicar día a día
esta cualidad, a no dejar que nos maltraten conti-
nuamente, o tolerar agresiones físicas o permitir
que nos traten como objetos.
TODOS: «Si no tengo amor nada soy»
HOMBRES: El amor es servicial, es hacer el
bien… enséñanos a ponerlo más en las obras que
en las palabras, que pueda mostrar toda su fecun-
didad y nos permita experimentar la felicidad de
dar, sin medir, sin reclamar pagos, solo por el gusto
de dar y de servir.
TODOS: «Si no tengo amor nada soy»
MUJERES: El amor no tiene envidia, en el amor
no hay lugar para sentir malestar por el bien de
otro… Señor la envidia es una tristeza por el bien
ajeno, que muestra que no nos interesa la felicidad
de los demás… enséñanos a dejar de pensar en
nuestro propio bienestar.
TODOS: «Si no tengo amor nada soy»
HOMBRES: El amor no hace alarde, no se
«agranda» ante los demás. En la vida familiar no
puede reinar la lógica del dominio de unos sobre
otros, o la competencia para ver quién es más in-
teligente o poderoso, porque esa lógica acaba con

22
el amor… enséñanos como familia a crecer en el
amor.
TODOS: «Si no tengo amor nada soy»
MUJERES: El amor es amable, no obra con ru-
deza, no actúa de modo descortés, no es duro en
el trato… enséñanos a practicar la amabilidad, para
generar vínculos, cultivar lazos y crear nuevas redes
de integración para construir una familia más firme.
TODOS: «Si no tengo amor nada soy»
HOMBRES: El amor es desprendimiento, no
busca su propio interés, o no busca lo que es de
él… enséñanos a no ser tacaños con nosotros mis-
mos para poder ser más generosos con los demás.
TODOS: «Si no tengo amor nada soy»
MUJERES: El amor no se violenta, no se indig-
na, no se irrita… enséñanos como familia a no es-
tar a la defensiva ante los demás, como si fueran
nuestros enemigos, a evitar enfermarnos y termi-
nar aislándonos.
TODOS: «Si no tengo amor nada soy»
HOMBRES: El amor es perdón, toma en cuenta
el mal, lo lleva anotado… enséñanos como fami-
lia a ser más tolerantes, comprensivos, a ignorar el
egoísmo, y vivir el sacramento de la Reconciliación
para evitar la violencia para vivir más en comunión
en nuestra vida familiar.

23
TODOS: «Si no tengo amor nada soy»
MUJERES: El amor es alegrarse con los demás,
valorar sus capacidades y buenas obras… enséña-
nos a amar para hacer el bien a todos los que nos
rodean, «Dios ama al que da con alegría» (2Co 9, 7).
TODOS: «Si no tengo amor nada soy»
HOMBRES: El amor todo lo disculpa, no tie-
ne en cuenta el mal… enséñanos como esposos
a amar, a hablar bien el uno del otro, a mostrar el
lado bueno del cónyuge más allá de sus debilidades
y errores.
TODOS: «Si no tengo amor nada soy»
MUJERES: El amor todo lo cree, confía, deja en
libertad, reconoce la luz de Dios, que se esconde
en la oscuridad… enséñanos como familia a vivir y
confiar a pesar de todo, permite que brote la iden-
tidad de todos sus miembros, a vivir sin falsedades,
engaños o mentiras y que reine la alegría del verda-
dero amor.
TODOS: «Si no tengo amor nada soy»
HOMBRES: El amor todo lo espera… enséña-
nos y permite, en medio de las molestias de esta
tierra, contemplar a los demás con una mirada so-
brenatural, a la luz de la esperanza y esperar esa
plenitud que un día recibiremos e el Reino celestial,
aunque ahora no sea visible.

24
TODOS: «Si no tengo amor nada soy»
MUJERES: El amor todo lo soporta, todo lo so-
brelleva con espíritu positivo… enséñanos en nues-
tra vida familiar a cultivar esta fuerza del amor, que
nos permita luchar contra el mal que nos amenaza,
a no dejarnos dominar por el rencor ni desprecio
hacia las personas, a no lastimar o cobrarnos de
algo, que a pesar de todo cada día vivamos en fa-
milia tu amor.
TODOS: «Si no tengo amor nada soy»

ENTRONIZACIÓN DE LA BIBLIA
(Todos permanecen en pie)

LECTURA BÍBLICA: Lectura de la Primera Carta


de Corintios (1Co 13, 4-7).
«La caridad es paciente, es servicial; la caridad
no es envidiosa, no es jactanciosa, no se engríe; es
decorosa; no busca interés; no se irrita; no toma en
cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra
con la verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo
lo espera. Todo lo soporta». Palabra de Dios.
TODOS: Te alabamos Señor

BREVE COMENTARIO
El texto nos ubica en el llamado «himno a la ca-
ridad o canto al amor» del apóstol san Pablo (1Co 12,

25
31—13, 1), del cual reflexionaremos solamente los
vv. 4-7, el himno de la Carta a los Corintios señala
quince rasgos que manifiestan la vivencia del amor
en nuestras relaciones cotidianas, observamos en-
tre esos rasgos, ocho que están expresados en for-
ma de negación: «no tiene envidia, no hace alarde,
no es arrogante, no obra con dureza, no busca su
interés, no se irrita, no lleva cuentas del mal, no se
alegra con la injusticia». La caridad es el don «más
grande», que da valor a todos los demás, y sin em-
bargo «no hace alarde, no se envanece», es más, «se
regocija con la verdad» y con el bien del otro. Quien
ama verdaderamente «no busca su propio interés»,
no tiene en cuenta el mal recibido», «todo lo discul-
pa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta»
(cf. 1Co 13,4-7). Al final, cuando nos encontremos
cara a cara con Dios, todos los demás dones des-
fallecerán; el único que permanecerá para siempre
será la caridad, pues Dios es amor y nosotros sere-
mos semejantes a Él, en comunión perfecta con Él.
Cuando se habla de la caridad (ágape), lo po-
demos entender como el amor auténtico, que Dios
nos ha revelado en Jesucristo.
La caridad es paciente y bondadosa… es el
centro, el corazón del texto, el mensaje principal
del ser cristiano, es el alcanzar la madurez interior
y que se va a reflejar a través de las diferentes virtu-
des o valores, que son el fruto por haber aceptado
el proyecto de Dios.

26
Esto se vive y se cultiva en medio de la vida que
comparten todos los días los esposos, entre sí y
con sus hijos. Por eso es valioso detenerse a pre-
cisar el sentido de las expresiones de este texto,
para intentar una aplicación a la existencia concre-
ta de cada familia.

ACLAMACIONES
GUÍA: Gracias Señor, porque movido por tu
gran amor, has querido revelarte y hablar a los
hombres y a las familias como amigo.
TODOS: ¡Te damos gracias Señor!
GUÍA: Gracias Señor, porque tu Palabra ha sido
puesta por escrito bajo la inspiración del Espíritu
Santo.
TODOS: ¡Te damos gracias Señor!
GUÍA: Gracias Señor, porque la Iglesia siempre
ha venerado la Sagrada Escritura como la ha hecho
con la Hostia Consagrada.
TODOS: ¡Te damos gracias Señor!
GUÍA: Gracias Señor, porque en Jesucristo, Pa-
labra hecha carne, hoy nuevamente nos invitas a
hacerla vida en cada una de las familias.
TODOS: ¡Te damos gracias Señor!

27
GUÍA: Gracias Señor, porque en Jesucristo, Pa-
labra hecha carne, nos sigues hablando hoy en la
Iglesia.
TODOS: ¡Te damos gracias Señor!

ORACIÓN:
Te damos gracias, Padre Bueno, porque nos has
reunido a escuchar tu Palabra que es Vida, bendice
a todas las familias, que quieren estar más atentas
a cumplir tu voluntad expresada en las Sagradas
Escrituras, que hoy se queda en el lugar de honor y
en el corazón de cada uno de nosotros. Ayúdanos a
tener las mismas disposiciones de la Virgen María,
quien guardaba todas estas cosas y las meditaba
en su corazón. Amén.
CANTO DE SALIDA
Escuchar tu Palabra

Mtra. Hilda Alicia Garza Sagastegui


Diócesis de Tabasco

28
4. DEJARSE GUIAR

MONICIÓN:
Hermanos, nos hemos congregado para te-
ner un Encuentro con la Palabra de Vida a través
de esta reunión de espiritualidad. Como inicio de
nuestra reunión, entronicemos la Sagrada Escritu-
ra para que sea ella la que nos hable al corazón ha-
ciéndonos descubrir el proyecto de salvación que
Dios tiene en su Iglesia para cada uno de nosotros.
Permaneciendo de pie hagamos este sencillo rito
de Entronización y comencémoslo con el canto:
«Tu Palabra me da vida».

CANTO
Tu Palabra me da vida, confío en Ti, Señor. Tu
Palabra es eterna, en ella esperaré (2).
(Mientras se canta, avanza en procesión por el cen-
tro del lugar de reunión un ministro llevando en alto la

29
Biblia; se detiene al llegar adelante, mientras el guía y
los participantes hacen el primer responso).

PRIMER RESPONSO
GUÍA: La Palabra del Señor acompañe nuestro
caminar de hoy en adelante, ilumine nuestros pa-
sos, guíe nuestra vida. Comprometámonos todos,
no sólo a leerla sino a meditarla día tras día y a po-
nerla en práctica a lo largo de toda nuestra vida.
TODOS: Queremos ser portadores del Mensa-
je de Salvación; queremos que por nuestra sangre
circule el amor a Cristo y de Cristo; que todo lo que
hagamos se inspire en la Biblia; que los demás des-
cubran en nosotros a un hermano; que los más po-
bres encuentren consuelo y ayuda; y que la justicia
brille en todas nuestras acciones.
(El ministro sube al estrado y entrega la Biblia al
coordinador, el cual la toma y la presenta a los partici-
pantes, mientras se dice el segundo responso).

SEGUNDO RESPONSO
GUÍA: «Dichosos los que lean y los que escu-
chen las palabras de esta profecía, y guarden lo es-
crito en ella» (Ap 1, 3).
TODOS: «Sus palabras son más dulces que la
miel, más jugosas que los panales» (Sal 19, 11).

30
GUÍA: «No cesamos de dar gracias a Dios, por-
que al recibir la palabra, la acogisteis no como pala-
bra de hombre sino como es en verdad, como pala-
bra de Dios» (1Tes 2, 13).
TODOS: «La palabra de Dios es viva y eficaz,
más tajante que espada de doble filo» (Hb 4, 12).
GUÍA: «Poned por obra la Palabra, y no os con-
tentéis sólo con oírla, engañándoos a vosotros mis-
mos» (St 1, 22).
TODOS: «Yo espero en el Señor, mi alma espe-
ra, pendiente estoy de su palabra» (Sal 130, 5).
(Al terminar el segundo responso, el coordinador
coloca la Biblia en el lugar especial preparado para la
Sagrada Escritura. Mientras tanto el monitor dirige el
tercer responso, mientras que la asamblea responde
con una frase-estribillo).

TERCER RESPONSO
MONITOR: Tú que eres la Palabra eterna, he-
cha hombre, conviviendo entre nosotros.
TODOS: Concédenos, Jesús, vivir según tu Pa-
labra.
MONITOR: Tú que eres la respuesta divina del
Padre a todos sus hijos.
TODOS: Concédenos, Jesús, vivir según tu Pa-
labra.

31
MONITOR: Tú que con tu vida nos diste ejem-
plo de fraternidad y de Justicia.
TODOS: Concédenos, Jesús, vivir según tu Pa-
labra.
MONITOR: Tú que nos enseñaste a presentar la
otra mejilla a quien nos abofetea, y nos enseñaste
a perdonar sin límite y a ponernos al servicio de los
demás.
TODOS: Concédenos, Jesús, vivir según tu Pa-
labra.
MONITOR: Tú que nos diste gran lección del
amor hasta dar la vida por los demás.
TODOS: Concédenos, Jesús, vivir según tu Pa-
labra.
MONITOR: Jesús, Palabra de Dios que te has
hecho hombre y que eres nuestro amigo y herma-
no, concédenos vivir según tus enseñanzas; no per-
mitas que ninguno de nosotros se aparte de Ti, de
tu doctrina o de tu misericordia; que contigo mar-
chemos por el camino de la solidaridad y de la justi-
cia hasta la Casa del Padre.
TODOS: Amén.

Dimensión Bíblica de la Pastoral


Arquidiócesis de Guadalajara

32
5. LA LUZ DE LAS FAMILIAS

MOTIVACIÓN
GUÍA: Queridos hijos (esposa, hermanos, ami-
gos, etc.) esta vez nuestra familia se ha reunido al-
rededor de la Palabra de Dios, porque queremos
que sea la luz que ilumine a nuestra familia. Al igual
que en el antiguo Pueblo de Dios somos peregri-
nos y peregrinas, seguidores del Señor que sigue
hablándonos en las Escrituras.
GUÍA: Hoy vamos a entronizar la Biblia: así ma-
nifestamos que la Palabra del Señor será la brújula
y el timón para esta familia; será la maestra que nos
enseñe los caminos del Señor.
GUÍA: Preparemos un corazón sencillo y abier-
to, atento al mensaje del Señor.
GUÍA: En el nombre del Padre…

33
CANTO
TODOS: «Tu Palabra me da vida«, o algún otro
canto.

ENTRONIZACIÓN DE LA BIBLIA
(La Biblia es introducida solemnemente por algún
miembro, llevándola en alto, pueden acompañar 2 per-
sonas más con velas)
(Otra posibilidad: la Biblia abierta va pasando de
mano en mano. Cada uno la recibe con veneración y le
da un beso)

ORACIÓN
(Después de colocar la biblia en el lugar destinado)

GUÍA: Dios nuestro, Padre bondadoso que


nos amas, envíanos tu Espíritu Santo, para que
nos ayude a leer la Biblia desde el corazón. Sa-
bemos que en las Sagradas Escrituras resuena la
voz de Jesús, tu Hijo amado y Hermano nuestro.
Crea en nosotros el silencio para escuchar su voz:
para que también nosotros seamos sus discípulos
misioneros, para que podamos testimoniar a los
demás que Jesús está vivo y presente en medio
de nosotros como fuente de amor, de esperanza
y de paz. Que en esta familia resuene siempre tu
Palabra. Amén.

34
LECTURA DEL TEXTO BÍBLICO
(Se leerá con voz fuerte y pausada y lo hará un lec-
tor que haya previamente preparado el texto)

GUÍA: Escuchamos a san Pablo en la 2da. Carta


a Timoteo (2Tim 3, 10-11. 14-17).
GUÍA: En los próximos minutos, cada uno lee
nuevamente el texto en su propia Biblia y lo medita
en silencio.

(Después de unos minutos… uno o más de los allí


reunidos leen las siguientes intenciones después de la
intervención del Guía.)

GUÍA: Pidamos a Dios, que su Palabra que he-


mos entronizado en nuestro hogar, sea semilla que
dé muchos frutos en nosotros y nuestros herma-
nos. Y digamos:
TODOS: «Señor a quién iremos, sólo Tú tienes
palabras de vida eterna».
GUÍA: Para que la Palabra de Dios sea el «Pan
de cada día» que nos alimenta en el camino de la fe
y del amor, roguemos al Señor.
TODOS: «Señor a quién iremos, sólo Tú tienes
palabras de vida eterna».

35
GUÍA: Para que la Biblia no sea sólo adorno en
esta casa, sino luz, maestra de vida, a quien escu-
chemos con frecuencia.
TODOS: «Señor a quién iremos, sólo Tú tienes
palabras de vida eterna».
GUÍA: Para que el Señor bendiga nuestro hogar
con el amor y el perdón de cada día. Que en eso se
note que somos una familia de discípulos misione-
ros de Jesús.
TODOS: «Señor a quién iremos, sólo Tú tienes
palabras de vida eterna».
GUÍA: Que al meditar los textos bíblicos,
nos permitan reflexionar sobre las circunstan-
cias actuales de nuestras vidas y de los que nos
rodean.
TODOS: «Señor a quién iremos, sólo Tú tienes
palabras de vida eterna».
GUÍA: Que María, madre de Jesús y madre
nuestra, primera discípula misionera del Evan-
gelio, nos eduque en la escucha de la Palabra de
Dios. Amén.

ORACIÓN DE TODA LA FAMILIA


TODOS: Señor, Padre de Jesús y Padre nues-
tro, mira con bondad esta familia reunida en tu

36
nombre, que desea acercarse a Ti, escuchando
tu voz en la Biblia. Enséñanos, Padre, con tu Pa-
labra. Queremos ser discípulos, caminar junto a
Jesús, aprender a vivir como verdaderos hijos
tuyos. Danos fuerza, Señor y anima nuestro ca-
minar. Tu Palabra es la fuente viva, acércanos
a ella. Señor, queremos que esta familia sea un
templo donde resuene tu Palabra, y nuestros
corazones sean el lugar donde ella germine,
que la llevemos a la vida y la expresemos en el
amor que nos tenemos y que donamos a todos.
Amén.

BENDICIÓN FINAL
GUÍA: Dios, Padre bondadoso, de quien provie-
ne toda paternidad y amor, bendiga nuestra fami-
lia, y nos siga alimentando con la Palabra que sale
de su boca.
TODOS: Alabado seas por siempre, Señor.
GUÍA: Que el Evangelio de Jesús, nuestro Se-
ñor, resuene siempre en este hogar, irradiando luz
y esperanza.
TODOS: Alabado seas por siempre, Señor.
GUÍA: Que el Espíritu Santo, Maestro y Amigo
interior, nos enseñe a leer y orar la Palabra que pal-
pita en las Escrituras Santas.

37
TODOS: Alabado seas por siempre, Señor.
TODOS: (Nos persignamos diciendo) Que el Se-
ñor nos bendiga y nos proteja, que el Señor nos
muestre su rostro y nos conceda la paz. Amén.

Familia educadora en la fe

38
6. AUMENTA NUESTRA FE

INTRODUCCIÓN

GUÍA: Hermanos, nos hemos reunido hoy a


meditar, reflexionar y prepararnos, para escuchar
y la Palabra de Dios, a fin de que nos ayude a seguir
fielmente a Jesucristo como sus discípulos misione-
ros. Queremos con este encuentro tomar concien-
cia de que en la Sagrada Escritura encontramos una
norma sabia y saludable de conducta que nos ayu-
da a construir el Reino de Dios en nuestras familias,
en nuestra Patria y en nuestro mundo. Comence-
mos nuestra reunión, permitiéndole a Jesús, Pala-
bra eterna hecha hombre como nosotros, tomar el
puesto de honor, a través de este sencillo rito de
entronización de la Biblia. Permaneciendo de pie,
entonemos el canto: «Señor, ¿a quién iremos?».

39
CANTO
Señor, ¿a quién iremos? / Tú tienes palabras de
vida. / Nosotros hemos creído, / que Tú eres el Hijo
de Dios. (2)
(Mientras se canta, avanza en procesión por el cen-
tro del lugar de reunión un ministro llevando en alto la
Biblia; se detiene al llegar adelante, mientras el Guía y
los participantes hacen el primer responso).

PRIMER RESPONSO
GUÍA: No seamos niños caprichosos, que se de-
jan llevar de cualquier viento de doctrina, engaña-
dos por esos hombres astutos, que son maestros
en conducir al error.
TODOS: Por el contrario, viviendo con autenti-
cidad el amor, crezcamos en todo hacia Aquél que
es la cabeza: Cristo.
GUÍA: Les digo, pues, y les recomiendo con
insistencia en el nombre del Señor, que no vivan
como viven los paganos: vacíos de pensamiento,
oscurecida la mente y alejados de la vida de Dios a
causa de su ignorancia y su terquedad.
TODOS: Perdido el sentido moral, se han entre-
gado al vicio y se dedican a todo género de impure-
za y de codicia.

40
GUÍA: ¡No es eso lo que ustedes han aprendi-
do sobre Cristo! Porque supongo que han oído ha-
blar de Él y que, en conformidad con la auténtica
doctrina de Jesús, les enseñaron como cristianos a
renunciar a su conducta anterior y al hombre viejo
corrompido por seductores apetitos.
TODOS: De este modo se renuevan espiritual-
mente y se revisten del hombre nuevo creado a
imagen de Dios, para llevar una vida verdadera-
mente recta y santa.
GUÍA: Por tanto, destierren la mentira: que
cada uno diga la verdad a su prójimo, ya que somos
miembros los unos de los otros.
TODOS: Si se dejan llevar de la ira, que no sea
hasta el punto de pecar y que su enojo no dure más
allá de la puesta de sol. Y no den al diablo oportu-
nidad alguna.
GUÍA: El ladrón, que no robe más, sino que pro-
cure trabajar honradamente, para poder ayudar al
que está necesitado.
TODOS: Que no salgan de su boca palabras
groseras; si algo dicen, que sea bueno, edifican-
te, oportuno y provechoso para quienes los escu-
chan.
GUÍA: Y no causen tristeza al Espíritu Santo
de Dios, que es como un sello impreso en uste-

41
des para distinguirlos el día de la liberación. Que
desaparezca de entre ustedes toda agresividad,
rencor, ira, indignación, injurias y toda clase de
maldad.
TODOS: «Sean más bien bondadosos y compa-
sivos los unos con los otros, y perdónense mutua-
mente, como Dios los ha perdonado por medio de
Cristo» (Ef 4, 14-15. 17-32).
(El ministro sube al estrado y entrega la Biblia al
Guía, el cual la toma y la presenta a los participantes,
mientras se dice el segundo responso)

SEGUNDO RESPONSO
GUÍA: Aquí está la Biblia, el Libro Santo desde
el cual Dios nos habla.
TODOS: Gracias, Señor, por tu Palabra que nos
salva.
GUÍA: «Lleguen nuestras súplicas hasta Ti, en
tu Santo Nombre confiamos.»
TODOS: «Dichosos los que cumplen tu Palabra
y la buscan de todo corazón».
GUÍA: «Me adelanto a la aurora pidiendo auxi-
lio y en tu Palabra espero».

42
TODOS: «No, no me olvido, Señor, de tus man-
damientos».
GUÍA: «Dichosos los que lean y los que escu-
chen las palabras de esta profecía, y guarden lo es-
crito en ella».
TODOS: «Sus palabras son más dulces que la
miel, más jugosas que los panales».
GUÍA: «No cesamos de dar gracias a Dios, por-
que al recibir la Palabra, la acogisteis no como pa-
labra de hombre sino como es en verdad, como
Palabra de Dios».
TODOS: «La palabra de Dios es viva y eficaz,
más tajante que espada de doble filo».
GUÍA: «Poned por obra la Palabra, y no os con-
tentéis sólo con oírla, engañándoos a vosotros mis-
mos».
TODOS: «Yo espero en el Señor, mi alma espe-
ra, pendiente estoy de su palabra».

CANTO
Tu Palabra me da vida, / confío en Ti, Señor. / Tu
Palabra es eterna, / en ella esperaré. (2)
(Al terminar el segundo responso y mientras se en-
tona el canto, el Guía entroniza la Biblia en el lugar pre-
viamente preparado para dicho evento).

43
TERCER RESPONSO
GUÍA: Hermanos, ahora que ha sido ya entroni-
zada la Biblia en éste, nuestro lugar de encuentro
fraternal, reverenciemos nosotros a la Palabra de
Dios, diciendo con devoción y fe:
TODOS: Señor Jesús, haz que mi mente se abra
a tu Palabra. Hazme comprender que la fe germi-
na en el alma con la meditación constante de tu
Palabra, que florece en la humildad y el silencio, y
que fructifica con la oración. Crea, Señor, en mí la
convicción de que todo es posible para quien cree,
que la fe vence al mundo, que un vaso de agua
dado con fe es meritorio para la vida eterna, y que
por la fe cada una de mis acciones se vuelven so-
brenaturales y de valor infinito. Dame una fe viva,
que pueda encontrar en ti la seguridad, porque sé
que Tú eres bueno y sabio. Dame la certeza de que
cuantos con fe se abandonan a tu voluntad, sin pre-
guntarte por qué, se dejan conducir por ti, aun en
el dolor y la muerte, y se sienten serenos y seguros.
Señor Jesús, acrecienta mi fe de modo que viva
en la tierra como un ciudadano del cielo y amigo
tuyo. La luz de la fe, que ilumina cada misterio de la
vida, resplandezca en mí como la luz del sol. Señor,
haz que vea mejor. Señor, haz que crea mejor. Se-
ñor, dame una fe capaz de transportar montañas.
Dame una fe digna de ti. Dame una fe que no se
quede en la mente, sino que baje a mi corazón para
que se transforme en vida. Vida de fe necesito de

44
Ti. Señor, dame la fe de los mártires, la fe de los
santos, la fe de los buenos. Amén.
GUÍA: La Palabra del Señor acompañe nues-
tro caminar de hoy en adelante, ilumine nuestros
pasos, guíe nuestra vida. Comprometámonos to-
dos, no sólo a leerla sino a meditarla día tras día
y a ponerla en práctica a lo largo de toda nuestra
vida.
TODOS: Queremos ser portadores del Evan-
gelio; queremos que por nuestra sangre circule el
amor a Cristo y de Cristo; que todo lo que hagamos
se inspire en la Biblia; que los demás descubran en
nosotros a un hermano; que los más pobres en-
cuentren consuelo y ayuda; y que la justicia brille
en todas nuestras acciones. Así sea.
(Se termina el momento de entronización con el si-
guiente canto:)

CANTO
Es fuerte, Señor, tu Palabra, / ella me salvará. /
Tu Palabra, Señor, me vivifica, / espero en tu Pala-
bra, Señor. (2)

Dimensión Bíblica de la Pastoral


Arquidiócesis de Guadalajara

45
7. DEJARSE ENSEÑAR

GUÍA: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del


Espíritu Santo.
TODOS: Amén.
GUÍA: Al reunirnos hoy para escuchar y meditar
la Palabra de Dios, hemos querido en este acto dar
gracias a Dios y reconocer en ella el instrumento privi-
legiado para el encuentro con Dios, que nos renueva
cada día, con profundo amor, respeto y veneración,
les damos la bienvenida e iniciamos esta celebración.

CANTO DE ENTRADA
Vívela
(Previamente se les da a los participantes el canto
impreso. Cantamos mientras se avanza en procesión
por el centro del lugar de reunión un ministro llevando
en alto la Biblia; se detiene al llegar adelante)

46
ORACIÓN
¡Oh Dios, que has instruido a tus fieles con tu Pa-
labra, iluminando sus corazones con la luz del Espíri-
tu Santo, concédenos obtener por el mismo Espíritu
el gustar del bien y perseverar en tus enseñanzas. +
¡Oh Espíritu Santo: guíanos, para encontrar en
la Biblia reflexiones que nos remitan a nuestra pro-
pia existencia, nos permitan encontrarnos con el
Señor y ser sus verdaderos discípulos.

(Se coloca la Biblia en el lugar preparado para ella)


(Todos permanecen en pie)

LECTURA DEL TEXTO BÍBLICO


(Se leerá con voz fuerte y pausada y lo hará un lec-
tor que haya previamente preparado el texto).

GUÍA: Escuchamos a san Pablo en la 2da. Carta


a Timoteo (2Tim 3, 14-17):

LECTOR
«Tú, en cambio, persevera en lo que aprendiste
y en lo que creíste, teniendo presente de quiénes lo
aprendiste, y que desde niño conoces las Sagradas
Letras, que pueden darte la sabiduría que lleva a la
salvación mediante la fe en Cristo Jesús. Toda Escri-
tura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para

47
argüir, para corregir y para educar en la justicia; así
el hombre de Dios se encuentra perfecto y prepara-
do para toda obra buena». Palabra de Dios.
TODOS: Te alabamos Señor.
GUÍA: En silencio meditemos lo que hemos es-
cuchado…

BREVE COMENTARIO
El texto nos invita, así como a Timoteo, a per-
manecer fiel a la sana doctrina que aprendió de la
tradición y de la Escritura, en la que desde un prin-
cipio fue instruido. Por ella nos viene la verdad re-
velada (vv. 14-15).
También habla de la inspiración de la Sagrada
Escritura, afirma que en la composición de los libros
que forman la Escritura ha intervenido de manera
misteriosa el Espíritu Santo, ha influido en el enten-
dimiento y en la voluntad de los autores inspirados,
de manera que han puesto por escrito lo que Dios
quería comunicarnos por medio de ellos (v.16).
Como dice el Concilio Vaticano II «todo lo que
afirman los autores inspirados lo afirma el Espíritu
Santo, de donde se sigue que los libros sagrados
enseñan sólidamente, y fielmente y sin error la ver-
dad que Dios hizo consignar en dichos libros para
salvación nuestra» (DV n. 11).

48
Según santo Tomás quien se ha compenetrado
con la Escritura posee la fuente para toda forma-
ción y educación cristiana, dejando claro los cuatro
efectos de la Sagrada Escritura:
1. Es útil para enseñar la verdad y confrontar la
falsedad, en cuanto al orden especulativo.
2. Para liberar del mal e inducir al bien, en cuan-
to al orden práctico.
3. Conducir al hombre a la perfección.
4. No hace al hombre bueno, sino que lo per-
fecciona.

ACLAMACIONES
GUÍA: Pidamos al Señor, siempre atento a nues-
tras necesidades, las siguientes intenciones y al fi-
nal de cada una de ellas respondemos: «Ayúdanos
Señor a saber escucharte y ser fiel a tu Palabra».
GUÍA: Que la escucha de la Palabra, promueva
en nosotros un verdadero encuentro con el Señor
y reavive nuestra fe.
TODOS: «Ayúdanos Señor a saber escucharte y
ser fiel a tu Palabra».
GUÍA: Que al meditar tu Palabra nos permita re-
flexionar sobre las circunstancias actuales de nues-
tras vidas y de los que nos rodean.

49
TODOS: «Ayúdanos Señor a saber escucharte y
ser fiel a tu Palabra».
GUÍA: Que en la Palabra de Dios encontremos
la confianza en Él ante las pruebas que nos presen-
ta la vida.
TODOS: «Ayúdanos Señor a saber escucharte y
ser fiel a tu Palabra».
LECTOR: Que siempre estemos dispuestos a
hacer conocer la Palabra de Dios y así colaborar en
promover la fe en aquellos que encontremos en el
camino.
TODOS: «Ayúdanos Señor a saber escucharte y
ser fiel a tu Palabra».
GUÍA: Que, así como Timoteo permanezcamos
fiel a la sana doctrina y que nos permita descubrir
la Verdad.
TODOS: «Ayúdanos Señor a saber escucharte y
ser fiel a tu Palabra».
(Se pueden agregar aquí oraciones surgidas de la
meditación del texto u otras, si la comunidad reunida
lo desea)

GUÍA: Gracias Señor, por invitarnos a permane-


cer firmes y fieles a tu Palabra.
GUÍA: Que el Señor nos dé la gracia de saber
escuchar su Palabra, meditarla, encarnarla en

50
nuestra vida diaria y proclamarla como fuente de
salvación para todos.
TODOS: Te damos gracias, Señor.

ORACIÓN FINAL
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

CANTO DE SALIDA
Tu Palabra me da Vida.

Mtra. Hilda Alicia Garza Sagastegui


Diócesis de Tabasco

51
8. CELEBRAR LA PALABRA

(En el momento más oportuno se entrega a todos


los fieles en una hoja el Rito de Entronización. Al termi-
nar la Oración Colecta, se invita a los fieles a permane-
cer de pie con la monición especial de entronización).

MONICIÓN
Hermanos, entronizamos en nuestro Templo la
Sagrada Escritura porque queremos hacer nuestra
la Palabra de Dios y para celebrarla, sobre todo, en
la Eucaristía, a fin de que sea para nosotros Luz y
Vida en el nuevo milenio. Permaneciendo de pie, ha-
gamos este breve rito de entronización y comencé-
moslo con nuestro canto: «Tu Palabra me da vida».
(Mientras se canta, avanzan en procesión por la nave
central el incensario, dos ciriales y un ministro llevando en
alto la Biblia; se detienen antes de subir al presbiterio, mien-
tras el sacerdote y el pueblo hacen el primer responso).

52
PRIMER RESPONSO
SAC: «El Espíritu del Señor está sobre mí por-
que me ha ungido…»
TODOS: «…y me ha enviado para anunciar el
Evangelio a los pobres».
SAC: «En el principio existía la Palabra y la Pala-
bra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. Y la Pala-
bra se hizo carme…»
TODOS: «…y habitó entre nosotros y hemos
visto su gloria, gloria que recibe del Padre como
Hijo único, lleno de gracia y de verdad».
(El ministro sube al presbiterio y entrega la Biblia al
sacerdote, el cual la toma y la presenta al pueblo, mien-
tras se dice el segundo responso).

SEGUNDO RESPONSO
SAC: Aquí está la Biblia, el Libro Santo desde el
cual Dios nos habla.
TODOS: Gracias, Señor, por tu Palabra que nos
salva.
SAC: «Lleguen nuestras súplicas hasta Ti, en tu
Santo Nombre confiamos».
TODOS: «Dichosos los que cumplen tu Palabra
y la que buscan de todo corazón».

53
SAC: «Me adelanto a la aurora pidiendo auxilio
y en tu Palabra espero».
TODOS: «No, no me olvido, Señor, de tus man-
damientos».
(Al terminar el segundo responso, el sacerdote colo-
ca la Biblia en el lugar especial preparado para la Sagrada
Escritura, distinto del ambón y se inciensa la Sagrada Es-
critura, junto a ella se colocan los cirios. Mientras tanto el
monitor invita a la asamblea a rezar el tercer responso).

TERCER RESPONSO
MONITOR: Hermanos, mientras el sacerdote
entroniza la Biblia en nuestro Templo, reverencie-
mos nosotros a la Palabra de Dios, diciendo juntos
con devoción y fe:
TODOS: Creemos en la Palabra de Dios.
Amamos la Palabra de Dios.
Buscamos la Palabra de Dios.
Vivimos la Palabra de Dios.
Proclamamos la Palabra de Dios.
(Concluye con esto el rito de Entronización y conti-
núa la Liturgia de la Palabra).

Pbro. Benito Rivera


Diócesis de Matamoros

54
9. DEJARSE ALIMENTAR

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu


Santo. Amén.
Todos: Ven, Señor, en ayuda de tu comunidad,
y a cuantos hemos recibido el don de la fe concé-
denos tener parte en la herencia eterna de tu Hijo
resucitado, que vive y reina.

MOTIVACIÓN Y PROCESIÓN DE LA BIBLIA


Estando todos reunidos, en silencio y dispues-
tos a comenzar el encuentro, nos disponemos a
iniciar la procesión de entrada de la Biblia, se su-
giere:
(La Biblia es introducida solemnemente por algún
miembro, llevándola en alto, pueden acompañar 2 per-
sonas más con velas)

55
(Otra posibilidad: la Biblia abierta va pasando de
mano en mano. Cada uno la recibe con veneración y le
da un beso).

CANTO DE ENTRADA
«Tu Palabra me da vida…» (Todos)
GUÍA: Reunidos hoy para escuchar y meditar la
Palabra de Dios, queremos en este encuentro, dar
gracias a Dios y reconocer en ella el instrumento
privilegiado para el encuentro con Jesucristo que
nos renueva cada día.

ORACIÓN
Señor Jesús, venimos a tu encuentro y reco-
nocemos que tenemos hambre y sed de Ti. Te pe-
dimos que avives en nuestro interior el deseo de
estar en comunión contigo para que en todo lo que
hagamos busquemos siempre tu rostro.
Ven, Señor, en ayuda de tu comunidad, y a
cuantos hemos recibido el don de la fe concédenos
tener parte en la herencia eterna de tu Hijo resuci-
tado, que vive y reina.
(Se coloca la Biblia en el lugar de preferencia prepa-
rado para ella)

LECTURA DEL TEXTO BÍBLICO


GUÍA: Escuchemos con atención.

56
Del Evangelio de San Juan (Jn 6, 35-40)
«Les dijo Jesús: Yo soy el pan de vida. El que
venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí,
no tendrá nunca sed. Pero ya os lo he dicho: Me
habéis visto y no creéis. Todo lo que me dé el Pa-
dre vendrá a mí, y al que venga a mí no lo echaré
fuera; porque he bajado del cielo, no para hacer mi
voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado.
Y esta es la voluntad del que me ha enviado: que
no pierda nada de lo que él me ha dado, sino que
lo resucite el último día. Porque esta es la voluntad
de mi Padre: que todo el que vea al Hijo y crea en
él, tenga vida eterna y que yo le resucite el último
día.» Palabra del Señor.
TODOS: Te alabamos Señor.

REFLEXIONEMOS
(Se hace una breve reflexión sobre el pasaje leído
y escuchado)

GUÍA: Yo soy el pan de vida. Entusiasmados


con la perspectiva de tener el pan del cielo del que
hablaba Jesús y que da vida para siempre (Jn 6, 33),
la gente pide: «¡Señor, danos siempre de este pan!»
(Jn 6, 34). Pensaban que Jesús estuviese hablando
de un pan especial. Por esto de forma interesada
piden: «¡Danos siempre de este pan!»
La gente no se da cuenta de que Jesús no está
hablando del pan material. Por eso, Jesús responde

57
claramente. «¡Yo soy el pan de vida! El que venga a
mí no tendrá hambre y el que venga a mí no tendrá
sed». Comer el pan del cielo es lo mismo que creer
en Jesús. Es creer que Él vino del cielo como revela-
ción del Padre. Es aceptar el camino que Él enseñó.
Cuando participamos del Pan, el Cuerpo y la Sangre
de Jesús nos estamos anticipando a nuestra propia
resurrección, por eso basta con creer; si creemos,
nos dice Jesús ya estamos presagiando, ya estamos
hoy mismo saboreando el gusto de la vida eterna.
Pero la gente, a pesar de estar viendo a Jesús,
no cree en Él. Jesús percibe la falta de fe y dice:
«Porque esta es la voluntad de mi Padre: “que todo
el que vea al Hijo y crea en él, tenga vida eterna y
que yo lo resucite el último día”». Este es el alimen-
to que el pueblo debe buscar: hacer la voluntad del
Padre del cielo. Es éste el pan que sustenta la vida
de las personas y les da dirección.

ACLAMACIONES
GUÍA: Pidamos al Señor, siempre atento a
nuestras necesidades, las siguientes intenciones y
al final de cada una de ellas respondemos: «Jesús
es el pan que sustenta la vida de las personas y les
da rumbo».
LECTOR: Que la escucha de la Palabra, promue-
va en nosotros un verdadero encuentro con el Se-
ñor y reavive nuestra fe.

58
TODOS: «Jesús es el pan que sustenta la vida
de las personas y les da rumbo».
LECTOR: Señor ayúdanos a reconocer que tene-
mos hambre del Pan verdadero que baja del Cielo.
TODOS: «Jesús es el pan que sustenta la vida
de las personas y les da rumbo».
LECTOR: Que cada día Señor seas en nuestras
vidas el Pan que sacia nuestra hambre y sed.
TODOS: «Jesús es el pan que sustenta la vida
de las personas y les da rumbo».
LECTOR: Señor ayúdanos a meditar y profundi-
zar, en la vivencia y testimonio de los sacramentos
desde la identidad de nuestro sacerdocio bautismal.
TODOS: «Jesús es el pan que sustenta la vida
de las personas y les da rumbo».
LECTOR: Que cada día cuando participamos del
Pan, el Cuerpo y la Sangre de Jesús nos estamos
anticipando a nuestra propia resurrección te reco-
nozcamos como el «pan de vida bajado del cielo».
TODOS: «Jesús es el pan que sustenta la vida
de las personas y les da rumbo».
(En silencio puedes ofrecer tus propias intenciones)

GUÍA: Que el Señor nos de la gracia de saber es-


cuchar su Palabra, meditarla, encarnarla en nuestra
vida diaria y proclamarla como fuente de salvación
para todos.

59
GUÍA: Agradecidos por el amor que el Señor
nos brinda y convencidos de que Él es nuestra guía
y sustento en la fe nos despedimos cantando y/o di-
ciendo este soneto a manera de oración:

Redondamente
A Pascua sabe el Pan, a Pascua viva,
un pan aún, apenas, masticado,
y vivo ya, y ya resucitado.
Aún bajo tierra y ya volando arriba.
No hay nada que la muerte no reviva
y nada que, al nacer, no esté enterrado:
el Pan ya está en la hoz, y en el bocado
latiendo está la espiga primitiva.
Y Dios es Pan, y simultáneamente
el Pan ya es muerte y ya la muerte es vuelo;
y el Pan, que es pan si lo miráis de frente.
Es más que pan si levantáis el velo.
Que carne y pan y muerte y tierra y cielo
juegan al corro en Dios, redondamente.
(Soneto José Luis Martínez)

CANTO DE SALIDA
Tu Palabra me da vida

Pbro. Lic. Frodi García Ovando


Diócesis de Tabasco

60
10. LA PALABRA NOS CONGREGA

Preparar los siguientes signos:


Biblia (Se puede hacer la Biblia de un tamaño gran-
de para que todos la puedan ver y será llevada por dos
personas).

Tres cirios (Tres personas portarán los cirios uno


al frente y dos a cada lado de la Biblia y la comunidad
caminará detrás de ellos).

Preparar el lugar a donde llega la procesión:


Una mesa con un mantel.
Un pequeño arreglo floral.
Un atril para colocar la Biblia o un lugar donde
colocar la Biblia grande que se confeccionó y el es-
pacio para colocar los cirios.
Hacer 6 carteles con citas bíblicas alusivas a la
Palabra y ubicarlos en diferentes lugares del Tem-

61
plo o área donde tendrá lugar la entronización.
También estos carteles con letra grande pueden
ser portados por personas que caminarán detrás
de la Biblia y los cirios.
Sugerimos algunas citas bíblicas que se pueden
usar:
1. «La Palabra está muy cerca de ti, en tu boca y
en tu corazón, para que la pongas en práctica» (Dt
30, 14).
2. «Tu Palabra es antorcha para mis pasos, luz
en mi camino» (Sal 119, 105).
3. «La hierba se seca y la flor se marchita, pero
la palabra de nuestro Dios permanece firme para
siempre» (Is 40, 8).
4. «El Señor extendió la mano, me tocó los la-
bios y me dijo: Yo pongo mis Palabras en tu boca»
(Jr 1, 9).
5. «El cielo y la tierra pasarán, más mis palabras
no pasarán» (Mt 24, 35).
6. «He aquí la sierva del Señor; hágase en mí
según tu palabra» (Lc 1, 38).
7. «La Palabra era la luz verdadera que ilumina
a todo ser humano» (Jn 1, 9).
8. «Y la Palabra se hizo carne y puso su morada
entre nosotros» (Jn 1, 14).

62
9. «Si ustedes permanecen fieles a mi palabra,
serán verdaderos discípulos» (Jn 8, 31).
10. «Las palabras que les he dicho son espíritu y
son vida» (Jn 6, 63).
11. «Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras
de vida eterna» (Jn 6, 68).
12. «Si alguno me ama, guardará mi Palabra; y
mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos
con él morada» (Jn 14, 23).
13. «Proclama la palabra, insiste a tiempo y a
destiempo, convence, reprende y anima, enseñan-
do con toda paciencia» (2Tim 4, 2).
14. «Porque la palabra de Dios es viva y eficaz,
y más cortante que cualquier espada de dos filos»
(Heb 4, 12).

INICIO DE LA PROCESIÓN
SALUDO
ANIMADOR: Estamos reunidos en torno a la Pa-
labra, como peregrinos que buscamos y seguimos
los signos y señales que nos llevan al encuentro del
Señor. Caminamos para llevar la Palabra de Vida a
quienes se sienten cansados y fatigados, llevamos
en el corazón el fuego de la Palabra para compartir-
la. La Biblia no es sólo un libro es Jesús mismo que
camina a nuestro lado y da sentido a nuestra vida.

63
SIGNOS (La Palabra y la luz).
(Las personas tomarán la Biblia y los cirios, que le-
vantarán frente a la comunidad en la medida que sean
presentados por el animador, se irán colocando en su
lugar para dar inicio a la procesión).
(El portador la levantará en alto durante toda la
procesión).

ANIMADOR: Aquí está la Palabra.


TODOS: Que la amemos, aprendamos a escu-
charla, estudiar, orar y testimoniar la Palabra con
nuestra vida.
ANIMADOR: Aquí está la luz.
TODOS: Que ella sea antorcha para nuestros
pasos e ilumine nuestro camino.
ANIMADOR: Aquí está el Pueblo de Dios.
TODOS: Que escucha y pone en práctica sus
preceptos.

PROCESIÓN
(Las personas con la Biblia y los cirios, irán al fren-
te de la procesión, la comunidad detrás, entonando un
canto. Después del canto se dirán en voz alta tres de
las citas bíblicas en forma pausada, dejando un espacio
entre una y otra y luego se volverá a entonar el canto).

64
ANIMADOR: Comencemos nuestro camino,
con paso firme. Que la Palabra de Dios, hecha car-
ne en Jesús, habite en nuestro corazón, para que
sea luz y fortaleza en nuestro camino.
TODOS: Que Dios Padre acompañe nuestros
pasos, guiados por el anuncio de su Palabra.
CANTO:
Tu Palabra me da vida o Somos un pueblo que
camina.

PRESENTACIÓN DE LA PALABRA
(Terminada la procesión, los signos son puestos en
una mesa dispuesta para la ocasión. Después de esto
continúa la celebración).

ANIMADOR: Señor hoy que nos hemos reunido


en torno a tu Palabra te pedimos que haga su mo-
rada en nosotros y sepamos valorar el gran tesoro
que has puesto en nuestras manos, que seamos
capaces de llevarla, anunciarla y proclamarla por el
mundo para transformar corazones en el encuen-
tro personal con Cristo. Haznos capaces de ser fie-
les testigos de tu Palabra.
TODOS: Que la Palabra nos haga crecer como
pueblo de Dios. Esta Palabra «está muy cerca de ti:
en tu corazón y en tu boca, para que la cumplas»
(Dt 30, 14).

65
ANIMADOR:
En la puerta del jardín por Juan Damasceno:
«"Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil
para instruir en justicia" (2Tim 3, 16) Por tanto, el
alma adquiere gran ventaja de la lectura de la Bi-
blia.
"Como un árbol plantado junto a corrientes de
aguas", (Sal 1, 3), el alma está irrigada por la Biblia
y adquiere vigor, produce fruta sabrosa, es decir, la
verdadera fe, y se embellece con un millar de hojas
verdes, es decir, acciones que agradan a Dios. La
Biblia, de hecho, nos lleva hacia la santidad pura y
acciones sagradas. En ella encontramos el estímulo
a todas las virtudes y la advertencia de huir del mal.
La Biblia es un jardín perfumado, agradable,
hermoso. Le encanta a los oídos, con cantos de
pájaros en una armonía dulce, divina y espiritual,
que toca nuestro corazón, nos consuela en el do-
lor, nos alivia en un momento de ira, y nos llena de
gozo eterno. Vamos a tocar a su puerta con diligen-
cia y con perseverancia. No nos desanimemos de
llamar. Se abrirá la cerradura. Si hemos leído una
página de la Biblia dos o tres veces y no hemos en-
tendido, no debemos estar cansados de volver a
leerlo y meditar en ella. Busquemos en la fuente de
este jardín "fuente de agua que salta hasta la vida
eterna" (Jn 4, 14). Vamos a saborear una alegría
que no se secará nunca, porque la gracia del jardín
Biblia es inagotable».

66
LECTURA Y REFLEXIÓN
ANIMADOR: Escuchemos de la 2da. Carta del
apóstol san Pablo a Timoteo (2Tim 3, 10-11. 14-17).
ANIMADOR: Hacemos un momento de re-
flexión en silencio, repasemos las palabras que he-
mos escuchado dejando que penetren en nuestro
corazón.
ANIMADOR: «Lleguen nuestras súplicas hasta
ti en tu Santo Nombre confiamos».
TODOS: «Dichosos los que cumplen tu Palabra
y la buscan de todo corazón».
ANIMADOR: «Me adelanto a la aurora pidiendo
auxilio y en tu Palabra espero».
TODOS: «No, no me olvido, Señor, de tus man-
damientos».
TODOS: Padre nuestro que estás en el cielo…

ORACIÓN FINAL
Señor, Padre de Jesús y Padre nuestro, que nos
amas, y por eso nos hablas para llevarnos a la sal-
vación. Te agradecemos por habernos enviado a
Jesucristo, tu Hijo amado. Él es tu Palabra viva, que
nos revela tu rostro del Padre misericordioso. Da-
nos tu Espíritu, para que aprendamos a escucharte
y tengamos la valentía de seguirlo con un corazón

67
sencillo y generoso, para que tu Palabra pueda dar
fruto en nuestra vida y nosotros podamos anun-
ciar y continuar tu Reino entre nuestros hermanos.
Amén.

BENDICIÓN FINAL
(Si se encuentra un sacerdote o diacono se puede
dar una bendición final).

Se puede entonar un canto para cerrar la en-


tronización.

Animación Bíblica de la Pastoral,


Arquidiócesis de Hermosillo

68
11. ALABANZA AL DIOS
QUE NOS HABLA
EN SU PALABRA

INVITACIÓN A ALABAR A NUESTRO DIOS


Sal 136, 1-3
MONICIÓN:
En este momento vamos a reconocer a
nuestro Señor como el único Dios, así lo hace el
pueblo de Israel en el Shema’; también lo con-
fesaremos como el Santo, el Altísimo y Rey de
Reyes, el cual merece toda alabanza de parte
de sus pequeños hijos. Este es el Dios que nos
ha mostrado Jesús y que está presente en su
Palabra.
Se canta o reza a dos coros el salmo para-
fraseado.

69
CONTAR LAS OBRAS QUE REALIZÓ Sal 136, 4-9
MONICIÓN: Las maravillas de la creación han
sido dignas de admiración a lo largo de la historia.
Siempre brota del corazón humano un espontáneo

70
reconocimiento al Creador por la maravillosa bóve-
da celeste con su sol, luna y estrellas; lo mismo pasa
al contemplar la tierra con sus bellezas y bondades;
qué decir de la inmensidad que refleja el agua, sea
en el mar como en la lluvia, no hay más que recono-
cer a Dios en la majestuosidad de su creación.
(En este momento se avanza con la Biblia y dos cirios)

Mientras se entona el canto «Tu palabra me da


vida».
(Se coloca la Biblia en su trono y se hace la siguien-
te oración a dos coros)

ORACIÓN A LA PALABRA
(Card. Carlo M. Martini)
Señor, te damos gracias porque nos congregas
todavía una vez más en tu presencia, nos reúnes en
tu nombre.
Señor, tú nos pones frente a tu Palabra, la que
inspiraste a tus profetas: haz que nos acerquemos
a esta Palabra con reverencia, con atención, con
humildad; haz que no la despreciemos, sino que la
acojamos en todo lo que nos dice.
Sabemos que nuestro corazón está cerrado a
menudo, incapaz de comprender la sencillez de tu
Palabra.

71
Envíanos tu Espíritu para que podamos acoger-
la con verdad, con sencillez; para que ella transfor-
me nuestra vida.
Haz, Señor, que no te resistamos, que tu Pala-
bra penetre en nosotros como espada de dos filos;
que nuestro corazón esté abierto y que nuestra
mano no resista; que nuestro ojo no se cierre, que
nuestro oído no se vuelva hacia otra parte, sino
que nos dediquemos totalmente a esta escucha.
Te lo pedimos, Padre, en unión con María por
Jesucristo nuestro Señor. Amén.

DIOS EN LA HISTORIA DE ISRAEL Sal 136, 10-22


MONICIÓN: Ahora recemos con el pueblo de la
Biblia la admirable síntesis de su historia, pues ellos
siempre cantaban las grandes acciones milagrosas
que Dios hacía a su favor: las plagas, el paso por el
mar, los portentos del desierto, los reyes podero-
sos vencidos, la entrada y posesión de la tierra.

Se canta el Sal 136, 10-22


GUÍA: El hirió a Egipto en sus primogénitos.
TODOS: Porque es eterna su misericordia.
GUÍA: Y sacó a Israel de aquel país.
TODOS: Porque es eterna su misericordia.
GUÍA: Con mano poderosa, con brazo extendido.
TODOS: Porque es eterna su misericordia.

72
GUÍA: Él dividió en dos partes el mar Rojo.
TODOS: Porque es eterna su misericordia.
GUÍA: Y condujo por en medio a Israel.
TODOS: Porque es eterna su misericordia.
GUÍA: Arrojó en el mar Rojo al Faraón.
TODOS: Porque es eterna su misericordia.
GUÍA: Les dio su tierra en heredad.
TODOS: Porque es eterna su misericordia.
GUÍA: Y a Hog, rey de Basán.
TODOS: Porque es eterna su misericordia.
GUÍA: Guió por el desierto a su pueblo.
TODOS: Porque es eterna su misericordia.
GUÍA: Él hirió a reyes famosos.
TODOS: Porque es eterna su misericordia.
GUÍA: Dio muerte a reyes poderosos.
TODOS: Porque es eterna su misericordia.
GUÍA: A Sijón, rey de los amorreos.
TODOS: Porque es eterna su misericordia.
GUÍA: En heredad a Israel, su siervo.
TODOS: Porque es eterna su misericordia.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.


Como era en el principio, ahora y siempre, por los
siglos de los siglos. Amén.

73
DEMOS GRACIAS AL SEÑOR POR TODOS LOS
BENEFICIOS QUE HEMOS RECIBIDO
(Sal 136, 23-26)
MONICIÓN: La recapitulación que hace el au-
tor en los versículos 23 al 26, puede dar pie para se-
guir enunciando las múltiples intervenciones que
ha tenido Dios con el nuevo pueblo.
(Se rezan las siguientes preces de manera res-
ponsorial)

GUÍA: Dios nos habla en su Palabra.


TODOS: Porque es eterna su misericordia.
GUÍA: El Padre nos envió al Verbo.
TODOS: Porque es eterna su misericordia.
GUÍA: El Espíritu nos hace entender la Escritura.
TODOS: Porque es eterna su misericordia.
GUÍA: El Padre se revela en su Palabra.
TODOS: Porque es eterna su misericordia.
GUÍA: Dios sale al encuentro del hombre en su
Palabra.
TODOS: Porque es eterna su misericordia.
GUÍA: El Verbo es camino, verdad y vida.
TODOS: Porque es eterna su misericordia.
GUÍA: La Palabra es viva y eficaz.
TODOS: Porque es eterna su misericordia.

74
GUÍA: Dios nos sigue alimentando con su Palabra.
TODOS: porque es eterna su misericordia.

ORACIÓN FINAL
Señor, lámpara es tu palabra para mis pasos,
una luz en mi sendero.
Dios bueno, dame la gracia de recibir, disfrutar
y practicar tu Palabra; que ella sea fuente de vida
para mí y los que me rodean.
Señor, quiero vivir, según tu ley y tus manda-
tos. Amén.

Se concluye con el canto: «Sois la semilla»

María del Socorro Becerra Molina, HMSP

75
12. LA PALABRA
NOS HACE DISCÍPULOS

GUÍA: En el nombre del Padre, y del Hijo y del


Espíritu Santo.
TODOS: Amén.
GUÍA: La Palabra de Dios, que es la Biblia, va a
adquirir desde este momento un lugar preferente
entre nosotros. Queremos expresar así nuestra fe
ante este misterio sublime de la Palabra de Dios en
la persona de Jesucristo, voz personal del Padre,
que nos habla constantemente y nos renueva con
la vida cristiana.
Nuestros obispos reunidos en Aparecida-Brasil
nos recuerdan que nuestra fe debe apoyarse cada
vez más en la Palabra de Dios, a fin de que en ella
podamos descubrir el rostro fascinante de Jesús
nuestro Señor.
Dispongamos nuestro corazón abierto como
el de los discípulos que escuchaban la Palabra de

76
labios de Jesús, atentos a sus enseñanzas para que
dispuestos a ser tierra buena la hagamos germinar
en nuestro corazón y demos frutos abundantes.
(NOTA: En este momento la Biblia es introducida
solemnemente por diversos miembros. El grupo avanza
procesionalmente mientras los demás cantamos: La Bi-
blia es llevada en alto, acompañada del cirio y se coloca
hasta el lugar de la meditación).

CANTO
Tu Palabra me da vida

ORACIÓN
TODOS: Dios nuestro, Padre bondadoso que
nos amas con infinita misericordia, envíanos tu Es-
píritu Santo, para que nos ayude a leer, meditar y
escuchar tu Sagrada Escritura desde el corazón,
atentos al mensaje que nos quieres comunicar.
Crea en nosotros el silencio para escuchar su
voz en la creación y en las Escrituras, en los acon-
tecimientos y en las personas, sobre todo en los
pobres y en los que sufren. Así seremos tus discí-
pulos y misioneros, y podremos testimoniar que
Jesús está vivo y presente en medio de nosotros
como fuente de amor, de vida y de esperanza para
el mundo. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Se-
ñor. Amén.

77
GUÍA: Escuchamos a San Pablo en la 2da carta a
Timoteo (2Tim 3, 10-11a. 14-17)
«Tú en cambio, has seguido mi enseñanza, mi
modo de proceder, mis proyectos, mi fe, paciencia,
amor y perseverancia; mis persecuciones y sufri-
mientos. Tú permanece fiel a lo que aprendiste y
aceptaste con fe: sabe de quien lo aprendiste. Re-
cuerda que desde niño conoces la Sagrada Escri-
tura, que puede darte sabiduría para salvarte por
la fe en Cristo Jesús. Toda Escritura en inspirada y
útil para enseñar, argumentar, encaminar e instruir
en la justicia. Con lo cual el hombre de Dios estará
formado y capacitado para toda clase de buenas
obras». Palabra de Dios.
La primera parte es marcada por los falsos
maestros que en ese tiempo buscaban el protago-
nismo de sus puestos, Pablo pasa ahora a recordar
a Timoteo su propio ejemplo. Por supuesto, no se
trata de un acto de vanidad por parte del apóstol,
sino que su propósito era animar a Timoteo, mos-
trándole cómo a pesar de los grandes obstáculos
que había encontrado en su ministerio, sin embar-
go, el Señor lo había librado de todos ellos.
Con frecuencia se da demasiada importancia a
la formación intelectual, sin proveer modelos vivos
y cercanos de lo que es un siervo de Dios en acción.
Sobre este modelo de formación, hay que decir
que fue el mismo que también el Señor Jesucristo
usó con sus discípulos.

78
En la segunda parte Pablo va a explicar que el
recurso principal para poder resistir los días malos
que se avecinaban, sería continuando siendo fieles
a la Palabra de Dios: «Pero persiste tú en lo que has
aprendido y aceptaste con fe». La Palabra es la ver-
dad que puede limitar el avance del error, es la luz
que hace desaparecer las tinieblas.
La influencia espiritual que Timoteo había reci-
bido durante su infancia en ese ambiente familiar,
dejó en él una huella permanente, tal como afirma
el proverbio: «instruye al niño en su camino, y aun
cuando fuere viejo no se apartará de él» (Pr 22, 6).
La familia es el punto de partida para la educación
en la fe y la influencia pastoral complementará la
vida del ser humano en la vida de Dios.
Estos versículos constituyen una de las porcio-
nes más conocidas de la Biblia, y con razón, pues
nos suministran la declaración más explícita de la
inspiración divina de todas las Escrituras. Conside-
rando los grandes beneficios que la Palabra de Dios
tiene para la salvación y santificación de las perso-
nas, deberíamos comprometernos totalmente con
su predicación y enseñanza. Este era el propósito
fundamental de Pablo cuando escribía esto a Timo-
teo; quería que fuera fiel a las Escrituras, basando
su ministerio en ellas, fortaleciendo el pueblo de
Dios por medio de ellas.
GUÍA: Pidamos al Señor, siempre atentos a
nuestras necesidades, las siguientes intenciones y

79
al final de cada una de ellas respondemos: Ayúda-
nos Señor a saber escucharte y tener fe en ti.
LECTOR: Que la escucha de la Palabra, promue-
va en nosotros un verdadero encuentro con el Se-
ñor y reavive nuestra fe.
TODOS: Ayúdanos Señor a saber escucharte y
tener fe en ti.
LECTOR: Que, al meditar los textos bíblicos,
nos permitan reflexionar sobre las circunstancias
actuales de nuestras vidas y de los que nos rodean.
TODOS: Ayúdanos Señor a saber escucharte y
tener fe en ti.
LECTOR: Que, en la Palabra de Dios encontre-
mos la confianza en Él ante las pruebas que nos
presenta la vida.
TODOS: Ayúdanos Señor a saber escucharte y
tener fe en ti.
LECTOR: Que siempre estemos dispuestos a
hacer conocer la Palabra de Dios y así colaborar en
promover la fe en aquellos que encontremos en el
camino.
TODOS: Ayúdanos Señor a saber escucharte y
tener fe en ti.
GUÍA: Que el Señor nos de la gracia de saber es-
cuchar su Palabra, meditarla, encarnarla en nuestra

80
vida diaria y proclamarla como fuente de salvación
para todos. Juntos recemos la oración de los hijos
de Dios: Padre nuestro…

ORACIÓN
GUÍA: Señor y Dios nuestro, que nos llamas al
seguimiento de tu único Hijo, Jesucristo, y nos invi-
tas a trabajar por tu Reino, atiende nuestras súpli-
cas y haznos cada día mejores participantes en la
comunidad, humanos y solidarios, para que poda-
mos responder con amor al amor que nos has dado
y ofrezcamos los frutos abundantes de trabajo que
hacemos en nombre de Jesucristo, tu Hijo, que vive
y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es
Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

BENDICIÓN FINAL
(El sacerdote toma la Biblia y levantándola dice:)

Que Dios Padre bondadoso, fuente de la ver-


dadera sabiduría, bendice nuestra comunidad, y
nos siga alimentando con la Palabra que sale de su
boca.
TODOS: Alabado seas por siempre Señor.
SAC.: Que el Evangelio de Jesús nuestro Señor,
resuene siempre en esta comunidad, irradiando luz
y esperanza para todos.

81
TODOS: Alabado seas por siempre Señor.
SAC.: Que el Espíritu Santo, Maestro y Amigo
interior, nos enseñe a leer y a orar la Palabra que
palpita en las Escrituras Santas.
TODOS: Alabado seas por siempre Señor.
SAC.: Y que la bendición de Dios Todopoderoso
Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda y permanez-
ca en cada uno de nosotros (+)
TODOS: Amén.

P. Jesús Vázquez Arana


Arquidiócesis de Puebla

82
CANTOS PARA LA ENTRONIZACIÓN

A. TU PALABRA ME DA VIDA

TU PALABRA ME DA VIDA,
CONFÍO EN TI, SEÑOR.
TU PALABRA ES ETERNA,
EN ELLA ESPERARÉ.

Dichoso el que con vida intachable,


Camina en la ley del Señor.
Dichoso el que guardando sus preceptos,
lo busca de todo corazón.

ESTRIBILLO

Postrada en el polvo está mi alma,


Devuélveme la vida tu Palabra;
mi alma está llena de tristezas,
consuélame, Señor, con tus promesas.

ESTRIBILLO

Escogí el camino verdadero


y he tenido presentes tus decretos
correré por el camino del Señor
cuando me hayas ensanchado el corazón.

ESTRIBILLO

83
Repleta está la tierra de tu gracia
enséñame Señor tus decretos
mi herencia son tus mandamientos
de alegría nuestro corazón.

ESTRIBILLO

B. ESCUCHAR TU PALABRA
Escuchar tu Palabra, es inicio de fe en ti, Señor.
Meditar tu Palabra, es captar tu mensaje de amor.
Proclamar tu Palabra, Señor, es estar embebido de ti.
Proclamar tu Palabra, Señor, es ya dar testimonio
de ti mi Dios (2).

C. SOIS LA SEMILLA
Sois la semilla que ha de crecer
sois la estrella que ha de brillar
sois levadura, sois grano de sal
antorcha que ha de alumbrar.

Sois la mañana que vuelve a nacer,


sois espiga que empieza a granar
sois aguijón y caricia a la vez
testigos que voy a enviar.

ID, AMIGOS, POR EL MUNDO,


ANUNCIANDO EL AMOR

84
MENSAJEROS DE LA VIDA,
DE LA PAZ Y EL PERDÓN
SED, AMIGOS, LOS TESTIGOS
DE MI RESURRECCIÓN
ID LLEVANDO MI PRESENCIA.
¡CON VOSOTROS ESTOY!

Sois una llama que ha de encender


resplandores de fe y caridad
sois los pastores que han de guiar
al mundo por sendas de paz.

Sois los amigos que quise escoger


sois palabra que intento gritar
sois reino nuevo que empieza a engendrar
justicia, amor y verdad.

ESTRIBILLO

Sois fuego y savia que viene a traer


sois la ola que agita la mar
la levadura pequeña de ayer
fermenta la masa del pan.

Una ciudad no se puede esconder


ni los montes se han de ocultar
en vuestras obras que buscan el bien
los hombres al padre verán.

ESTRIBILLO

85
ÍNDICE

El domingo de la Palabra de Dios


(III del tiempo ordinario) ....................................... 3

Introducción ............................................................ 8

1. Ser testigos ........................................................... 9


2. Dejarse iluminar ................................................... 15
3. Vivir en caridad ..................................................... 21
4. Dejarse guiar ........................................................ 29
5. La luz de las familias ............................................ 33
6. Aumenta nuestra fe ............................................ 39
7. Dejarse enseñar ................................................... 46
8. Celebrar la Palabra .............................................. 52
9. Dejarse alimentar ................................................ 55
10. La Palabra nos congrega ................................... 61
11. Alabanza al Dios que nos habla
en su Palabra ........................................................ 69
12. La Palabra nos hace discípulos .......................... 76

Cantos para la entronización .................................. 83

86

También podría gustarte