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Plantas Bulbosas

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Las plantas bulbosas son plantas herbáceas y perennes que presentan órganos

subterráneos de reserva de nutrientes, tales como bulbos, cormos, rizomas,


tubérculos y raíces tuberosas. Estas especies suelen perder su parte aérea durante
las épocas desfavorables de crecimiento (el invierno o el verano, dependiendo de la
especie) y permanecen en reposo gracias a las reservas almacenadas en sus bulbos.
Cuando las condiciones estacionales vuelven a ser favorables, dichas reservas
sustentan el nuevo ciclo de crecimiento. Además, los bulbos también permiten la
multiplicación vegetativa o asexual en estas especies.12 El concepto de "plantas
bulbosas" hace referencia, básicamente, a aquellas especies que se utilizan como
ornamentales en parques y jardines o bien, como flores de corte2 y fuera de este
ámbito no se usa para referirse a plantas cuyas estructuras de propagación
vegetativa no sean bulbos.

Índice
1 Adaptaciones al medio
2 Distribución en la naturaleza
3 Historia de su utilización
4 Utilización en jardinería
4.1 Macizos y borduras
4.2 Naturalización
4.3 Jardines de rocalla
5 Adquisición
6 Multiplicación
6.1 Bulbos
6.2 Cormos
6.3 Tubérculos
6.4 Raíces tuberosas
6.5 Rizomas
7 Producción y mercado mundial
8 Referencias
9 Bibliografía
10 Enlaces externos
10.1 Sociedades internacionales dedicadas a las plantas bulbosas
Adaptaciones al medio
Las plantas han resuelto de maneras muy diversas el problema de la supervivencia
durante épocas adversas, como son los inviernos muy fríos y los veranos
excesivamente cálidos y secos. Así, las especies anuales completan su ciclo durante
las estaciones favorables y transcurren como semillas las épocas desfavorables para
el crecimiento. Las plantas bulbosas, en cambio, han desarrollado órganos
subterráneos de reserva que les permiten sobrevivir durante las estaciones
desfavorables en estado de reposo y reiniciar el crecimiento cuando las condiciones
ambientales vuelven a ser favorables.1

Las adaptaciones y las estrategias de las plantas bulbosas pueden satisfacer


exigencias ecológicas muy diversas. Numerosos tulipanes (Tulipa) de origen
asiático, por ejemplo, están adaptados a un clima continental extremo, con veranos
secos y tórridos, inviernos helados y primaveras con breves aguaceros, período en
el cual desarrollan su ciclo completo. Existen, por otra parte, muchas especies de
sotobosque, como algunos crocos (Crocus), la escila (Scilla) y el diente de perro
(Erythronium) que, gracias a sus reservas alimenticias, crecen muy rápido y cumplen
su ciclo a principios de la primavera, antes de que las hojas de los árboles de
hallan desarrollado y les quiten la luz del sol.1

Scilla non-scripta creciendo en un sotobosque.


Muchas plantas bulbosas habitan comunidades adaptadas a incendios recurrentes
durante la estación seca (ejemplo, varias especies de Iridaceae). En esos períodos,
las plantas bulbosas se hallan en reposo y de ese modo sobreviven al calor del
fuego. Los incendios limpian de vegetación la superficie, eliminando la competencia
y, además, aportan nutrientes al suelo a través de las cenizas. Cuando las primeras
lluvias caen, los bulbos, cormos y rizomas comienzan a brotar rápidamente,
iniciando un nuevo período de crecimiento y desarrollo sostenido por las reservas
acumuladas en sus tejidos durante la estación previa. Varias especies del género
Cyrtanthus, por ejemplo, son reconocidas por su rápida capacidad de florecer
después de incendios naturales de pastizales, de ahí que varias de estas especies
sean conocidas como "Lirios de fuego". De hecho, ciertas especies tales como
Cyrtanthus contractus, Cyrtanthus ventricosus y Cyrtanthus odorus, solo florecen
luego de que se producen los incendios naturales.3

Distribución en la naturaleza
El mayor número de especies de plantas bulbosas se encuentran en regiones del mundo
con un clima mediterráneo, esto es, donde los inviernos son fríos y húmedos y los
veranos son secos y cálidos, con una primavera corta. Las reservas acumuladas en
estas plantas les permiten crecer rápidamente en la primavera, antes de que las
hierbas anuales tengan tiempo de hacerlo. Cinco áreas en el mundo tienen este tipo
de clima: la región del Mediterráneo, extendiéndose hacia el este hasta Asia
Central; California; la región central de Chile, el extremo sur de Sudáfrica y el
oeste y sur de Australia.

En los climas tropicales, donde existe alternancia de estaciones secas y húmedas,


las plantas bulbosas son también muy comunes. Finalmente, algunas especies bulbosas
también proceden de regiones con lluvias estivales e inviernos secos. Una región
con este tipo de clima y que es particularmente rica en especies bulbosas es la de
las montañas Drakensberg en el noreste de la provincia de El Cabo en Sudáfrica.4

Historia de su utilización
El uso de las plantas bulbosas es probablemente tan viejo como la civilización
humana. Desde los orígenes de la historia, las raíces o tallos carnosos y
subterráneos de muchas especies fueron utilizados como alimento. Así, la papa
(Solanum tuberosum), la oca (Oxalis tuberosa) y la batata (Ipomoea batatas) fueron
cultivados en Sudamérica por cientos de años como fuente de alimento. Los egipcios
cultivaban cebollas (Allium) y los griegos producían y exportaban grandes
cantidades de azafrán (Crocus sativus) a otros pueblos.

Con el transcurso del tiempo, la gente también comenzó a percibir a muchas especies
bulbosas como objetos de simbolismo religioso y no meramente como fuente de
alimento. Los lirios (Lilium), por ejemplo, han sido utilizados como símbolo de
pureza durante cientos de años.

Lirios en un paisaje primaveral, fresco datado a finales de la Edad del Bronce.


Excavaciones de Acrotiri (Santorini), Grecia.
Existen pinturas en palacios de Grecia de más de 3000 años de antigüedad que
atestiguan ese uso. Esta asociación entre la pureza y ciertos lirios pasó más tarde
a la cristiandad, donde a la Virgen María se la representaba con flores de lirio
Lilium candidum (lirio blanco) en sus brazos. El símbolo de la flor de lis estuvo
originalmente basado en la flor de una especie de Iris (Iris pseudacorus) y
aparecía en pinturas religiosas egipcias e indias mucho antes de que fuera adoptado
como emblema de los reyes de Francia desde el siglo V. Las plantas bulbosas
entonces, han servido como alimento, símbolos religiosos y del poder real desde
hace miles de años. Asimismo, han sido admiradas y utilizadas por la belleza de sus
flores desde tiempos inmemoriales y por muchas civilizaciones. La lista de países
que han utilizado a las plantas bulbosas como ornamento antes de la era cristiana
es bastante larga, e incluye a Grecia, Egipto, China, Corea e India. Aún más larga
es la lista de géneros que eran cultivados en tales países como plantas
ornamentales: Lycoris, Lilium, Crocus, Cyclamen, Narcissus, Scilla, Gladiolus,
Muscari, Ranunculus, Allium, Iris y Hyacinthus.12
Utilización en jardinería
Las plantas bulbosas son las más versátiles de todas las especies para el jardín.
Florecen en sitios muy diferentes y embellecen todas las estaciones del año. Además
de la belleza de sus flores, muchas especies de plantas bulbosas poseen un
atractivo follaje, lo que las hace todavía más valiosas en el diseño de parques y
jardines. La mayoría de ellas, por otro lado, son relativamente rústicas y no
exigen grandes cuidados, se multiplican año tras año formando colonias que, a lo
sumo, hay que ralear o aclarar para asegurar buenas floraciones. Existen en todos
los colores imaginables y muchas poseen exquisitas fragancias. Con respecto al
tamaño, se pueden encontrar especies de pocos centímetros de altura como Crocus
minimus hasta ejemplares de 3,6 m como Cardiocrinum giganteum.15

Macizos y borduras
Los macizos y las borduras son los lugares del jardín donde tradicionalmente se
plantan las especies bulbosas. La elección de las especies a plantar dependerá de
varios factores, tales como el tipo de suelo, la posición (sitio soleado o con
sombra), el color o efecto que se desea lograr en el jardín y la época del año en
la cual se desea que las plantas florezcan.

Bordura de tulipanes e iris.


A continuación se brindan ejemplos de la época de floración de algunas especies
bulbosas:

Planta bulbosas de floración primaveral. La primavera es la estación del año típica


de las plantas bulbosas. Algunos ejemplos son: Allium, Arum, Asphodelus, Camassia,
Convallaria, Crocus, Cyclamen, Eranthis, Freesia, Fritillaria, Galanthus,
Hyacinthus, Hippeastrum, Iris, Ixia, Leucojum, Muscari, Narcissus, Ornithogalum,
Ranunculus, Scilla, Trillium y Tulipa y Zephyranthes.
Plantas bulbosas de floración estival: Achimenes, Agapanthus, Allium, Alstroemeria,
Amaryllis, Anemone, Begonia, Calochortus, Canna, Crinum, Crocosmia, Dahlia,
Dierama, Eucomis, Galtonia, Gladiolus, Gloriosa, Haemanthus, Hymenocallis, Lillium,
Oxalis, Pancratium, Paradisea, Polianthes, Sprekelia, Tritonia, Watsonia,
Zantesdechia.
Plantas bulbosas de floración otoñal: Crocus, Colchicum, Cyclamen, Nerine,
Sternbergia.
Plantas bulbosas de floración invernal: algunas especies de los géneros Galanthus,
Crocus, Cyclamen y Eranthis.
Naturalización
En los parques extensos es posible plantar algunas especies para que se
multipliquen espontáneamente y crezcan entre el césped o debajo de los árboles.
Esta práctica, la naturalización de una especie, exige que se cumplan los
requisitos ecológicos de la especie en cuestión y está muy extendida en los países
anglosajones. La ventaja más evidente de esta práctica de cultivo es que los
cuidados necesarios son mínimos una vez lograda la naturalización. Las plantas
adecuadas para naturalizar son aquellas suficientemente pequeñas, pero capaces de
competir con el césped circundante; rústicas, como para soportar año tras año las
inclemencias del clima y prolíficas como para difundirse rápidamente.

Crocos naturalizados en los jardines de Victoria Park, Londres.


Algunos de los géneros de plantas bulbosas adecuados para naturalizar en jardines
son: Allium, Anemone, Arum, Colchicum, Crocus, Cyclamen, Endymion, Fritillaria,
Galanthus, Ipheion, Leucojum, Lilium, Muscari, Narcissus, Ornithogalum, Scilla,
Sternbergia y Tulipa.

Jardines de rocalla
El jardín de rocalla es un espacio bastante reducido donde se pueden crear
condiciones muy diferentes y cultivar un gran número de especies. La única
limitante es el tamaño de las plantas, que debe ser pequeño. Algunos de los géneros
de plantas bulbosas más adecuados para el jardín de rocalla son:1 Allium, Anemone,
Anthericum, Bulbocodium, Chionodoxa, Cyclamen, Eranthis, Erythronium, Galanthus,
Ipheion, Muscari, Ornithogalum, Oxalis, Romulea, Rhodohypoxis y Scilla.

Adquisición
Las plantas bulbosas pueden ser perennifolias, tales como Clivia, Agapanthus y
muchas especies y variedades de Iris y Hemerocallis. No obstante, la mayoría de las
plantas bulbosas son caducifolias ya que atraviesan períodos del año en los que
pierden toda la parte aérea y los órganos de reserva se hallan en reposo bajo
tierra. Esta característica se ha aprovechado en la comercialización de este tipo
de plantas, ya que al iniciarse el período de reposo, los bulbos pueden arrancarse
del terreno y acondicionarse para su venta, pudiendo permanecer secos, sin
substrato alguno, durante semanas o meses.12

Multiplicación
Las plantas bulbosas pueden multiplicarse sexualmente, a través de semillas, o bien
vegetativamente. La multiplicación por semillas se utiliza, en general, para
incrementar rápidamente el número de ejemplares de una especie dada y cuando se
realiza mejoramiento genético. Muchas de las especies de plantas bulbosas son
autoincompatibles, por lo que se deben realizar polinizaciones entre clones o
plantas diferentes para obtener semillas. La mayoría de las semillas de las plantas
bulbosas germinan bien cuando se siembran tan pronto como maduran. Algunas especies
necesitan un período de frío para germinar.

El mayor problema de la multiplicación por semillas es que las plantas obtenidas


por este medio serán muy variables para una gran cantidad de caracteres, tales como
el color de las flores, la altura y el período a floración, por lo que normalmente
se utiliza la multiplicación asexual o vegetativa para propagar este tipo de
plantas. De ese modo, las características de un determinado cultivar permanecen
inalterables.6

Las plantas bulbosas pueden multiplicarse vegetativamente de varios modos y


existen, de acuerdo al tipo de órgano de reserva, algunos métodos más o menos
generales los cuales se describen a continuación.6789

Bulbos
Artículo principal: Bulbos
Hijuelos o bulbillos:
La mayor parte del bulbo está formado por escamas, las cuales morfológicamente son
las bases envolventes de las hojas. Las escamas exteriores del bulbo, por lo
general, son carnosas y contienen nutrientes de reserva. En el centro del bulbo se
encuentra ya sea un meristema vegetativo o un tallo floral sin expandir. En las
axilas de las escamas se desarrollan meristemas que producen bulbos en miniatura,
llamados bulbillos o hijuelos. En algunas especies de lirios (Lilium) estos
bulbillos se forman no solo en las axilas de las escamas sino también en las axilas
de las hojas normales, ya sea en la porción aérea o en la parte subterránea del
tallo.

Bulbillos al lado del bulbo original en Allium


Los hijuelos se utilizan para propagar muchas clases de bulbos. Este método es los
suficientemente rápido como para realizar la producción comercial de tulipanes,
narcisos, iris bulbosos y muscari, pero, en general, es demasiado lento para otras
especies.

Estacas de tallo
Es un método adecuado para la propagación de lirios (Lilium). Consiste,
simplemente, en cortar el tallo de las plantas en trozos que llevan dos o tres
hojas, los cuales se plantan en tierra. Tales estacas, en lugar de formar raíces y
brotes, como ocurre en otras plantas, forman bulbillos en las axilas de las hojas,
los cuales más tarde producen raíces y brotes pequeños estando todavía adheridos a
la estaca. Las estacas de tallo se hacen al poco tiempo de finalizada la floración.

Estacas foliares:
Se toman hojas completas en una época en que estén perfectamente desarrolladas y se
dividen en dos o tres partes. Cada sección se coloca en un medio de enraizamiento,
colocando el extremo basal varios centímetros por debajo de la superficie. En dos a
cuatro semanas se forman bulbillos en la base de cada trozo de hoja. Este método se
aplica con éxito en Haemanthus, Hyacinthus, Muscari y Lachenalia.

Estacas de bulbo:
Consiste en cortar un bulbo maduro en secciones verticales, cada una de las cuales
debe llevar una porción del plato basal. Cada sección se subdivide luego mediante
otro corte vertical realizado cada 3 o 4 escamas. Cada estaca de bulbo, entonces,
está formada por una sección del plato basal y porciones de 3 o 4 escamas. Estas
estacas se plantas verticalmente en un medio de enraizamiento, como turba y arena,
enterrándolas en toda su longitud. En unas cuantas semanas se forman bulbillos
nuevos entre las escamas, los cuales luego emiten raíces. Varias especies pueden
multiplicarse por este método, entre ellas Chasmanthe, Haemanthus, Hippeastrum,
Hymenocallis, Lycoris, Narcissus, Nerine, Pancratium, Scilla y Sprekelia.

Campos de producción de plantas bulbosas en plena floración, Holanda.


Cormos
Artículo principal: Cormos
Cormillos:
La propagación de plantas con cormos se hace principalmente por medio del
incremento natural de nuevos cormillos que crecen al lado del cormo original. Se
requiere un crecimiento de uno a dos años para que estos cormillos alcancen un
tamaño adecuado para florecer. Especies tales como Gladiolo, Freesia y Sparaxis se
multiplican de este modo.

División del cormo:


Los cormos grandes pueden dividirse en secciones de forma tal que cada una de ellas
retenga por lo menos una yema. Los trozos así obtenidos se deben espolvorear con un
fungicida para evitar que se pudran por acción de patógenos y se plantan. De cada
sección surgirá un brote que inmediatamente emitirá raíces y dará una nueva planta.

Tubérculos
Artículo principal: Tubérculos
División:
los tubérculos pueden propagarse cortándolos en secciones y plantando cada una de
ellas, con la única condición que cada sección conserve una yema. Este es el medio
comúnmente utilizado para la multiplicación comercial de la papa.

Raíces tuberosas
Artículo principal: Raíces tuberosas
División:
el método usual de propagación de las raíces tuberosas es dividir la corona de tal
modo que cada sección lleve como mínimo una yema del tallo. Esta división se debe
realizar poco antes de la plantación.

Estacas foliares:
La propagación vegetativa en plantas con raíces tuberosas, como la dalia o las
begonias tuberosas, es más efectiva utilizando estacas foliosas. Las estacas forman
raíces en sus bases y muy pronto regeneran una nueva planta.
Rizomas
Artículo principal: Rizomas
División
Se efectúa al inicio del período de crecimiento (ejemplo, al inicio de la
primavera). Se realiza cortando el rizoma en secciones, asegurando que cada una de
ellas tiene por lo menos una yema lateral. Varias especies, tales como los Iris
rizomatosos y el lirio del valle (Convallaria) se propagan de esta forma.

Producción y mercado mundial

Campo de producción de tulipanes en Holanda.


Las plantas bulbosas se producen a escala industrial con dos objetivos principales,
la producción de flor cortada y la de bulbos secos. Estos últimos se destinan, a su
vez, a satisfacer la demanda de bulbos para parques, jardines y uso hogareño y, por
otro lado, para proveer los bulbos necesarios para la producción de flor cortada.
El comercio internacional de flor cortada tiene un valor global aproximado de 11
000 millones de Euros, lo cual da una idea de la importancia económica de esta
actividad.

Desde comienzos del siglo XVI Holanda es el país líder en la producción y


comercialización de plantas bulbosas, tanto para el mercado de bulbos secos como
para el de flor de corte. De hecho, con aproximadamente 30 000 hectáreas dedicadas
a esta actividad la producción de bulbos en Holanda representa el 65 % de la
producción mundial y, además, este país tiene una participación del 95 % en el
mercado internacional de bulbos dedicados a la producción de flor cortada. Estados
Unidos es el segundo productor internacional, seguido por Francia, Japón, Italia,
Reino Unido, Israel, Brasil y España.1011

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