Plantas Bulbosas
Plantas Bulbosas
Plantas Bulbosas
Índice
1 Adaptaciones al medio
2 Distribución en la naturaleza
3 Historia de su utilización
4 Utilización en jardinería
4.1 Macizos y borduras
4.2 Naturalización
4.3 Jardines de rocalla
5 Adquisición
6 Multiplicación
6.1 Bulbos
6.2 Cormos
6.3 Tubérculos
6.4 Raíces tuberosas
6.5 Rizomas
7 Producción y mercado mundial
8 Referencias
9 Bibliografía
10 Enlaces externos
10.1 Sociedades internacionales dedicadas a las plantas bulbosas
Adaptaciones al medio
Las plantas han resuelto de maneras muy diversas el problema de la supervivencia
durante épocas adversas, como son los inviernos muy fríos y los veranos
excesivamente cálidos y secos. Así, las especies anuales completan su ciclo durante
las estaciones favorables y transcurren como semillas las épocas desfavorables para
el crecimiento. Las plantas bulbosas, en cambio, han desarrollado órganos
subterráneos de reserva que les permiten sobrevivir durante las estaciones
desfavorables en estado de reposo y reiniciar el crecimiento cuando las condiciones
ambientales vuelven a ser favorables.1
Distribución en la naturaleza
El mayor número de especies de plantas bulbosas se encuentran en regiones del mundo
con un clima mediterráneo, esto es, donde los inviernos son fríos y húmedos y los
veranos son secos y cálidos, con una primavera corta. Las reservas acumuladas en
estas plantas les permiten crecer rápidamente en la primavera, antes de que las
hierbas anuales tengan tiempo de hacerlo. Cinco áreas en el mundo tienen este tipo
de clima: la región del Mediterráneo, extendiéndose hacia el este hasta Asia
Central; California; la región central de Chile, el extremo sur de Sudáfrica y el
oeste y sur de Australia.
Historia de su utilización
El uso de las plantas bulbosas es probablemente tan viejo como la civilización
humana. Desde los orígenes de la historia, las raíces o tallos carnosos y
subterráneos de muchas especies fueron utilizados como alimento. Así, la papa
(Solanum tuberosum), la oca (Oxalis tuberosa) y la batata (Ipomoea batatas) fueron
cultivados en Sudamérica por cientos de años como fuente de alimento. Los egipcios
cultivaban cebollas (Allium) y los griegos producían y exportaban grandes
cantidades de azafrán (Crocus sativus) a otros pueblos.
Con el transcurso del tiempo, la gente también comenzó a percibir a muchas especies
bulbosas como objetos de simbolismo religioso y no meramente como fuente de
alimento. Los lirios (Lilium), por ejemplo, han sido utilizados como símbolo de
pureza durante cientos de años.
Macizos y borduras
Los macizos y las borduras son los lugares del jardín donde tradicionalmente se
plantan las especies bulbosas. La elección de las especies a plantar dependerá de
varios factores, tales como el tipo de suelo, la posición (sitio soleado o con
sombra), el color o efecto que se desea lograr en el jardín y la época del año en
la cual se desea que las plantas florezcan.
Jardines de rocalla
El jardín de rocalla es un espacio bastante reducido donde se pueden crear
condiciones muy diferentes y cultivar un gran número de especies. La única
limitante es el tamaño de las plantas, que debe ser pequeño. Algunos de los géneros
de plantas bulbosas más adecuados para el jardín de rocalla son:1 Allium, Anemone,
Anthericum, Bulbocodium, Chionodoxa, Cyclamen, Eranthis, Erythronium, Galanthus,
Ipheion, Muscari, Ornithogalum, Oxalis, Romulea, Rhodohypoxis y Scilla.
Adquisición
Las plantas bulbosas pueden ser perennifolias, tales como Clivia, Agapanthus y
muchas especies y variedades de Iris y Hemerocallis. No obstante, la mayoría de las
plantas bulbosas son caducifolias ya que atraviesan períodos del año en los que
pierden toda la parte aérea y los órganos de reserva se hallan en reposo bajo
tierra. Esta característica se ha aprovechado en la comercialización de este tipo
de plantas, ya que al iniciarse el período de reposo, los bulbos pueden arrancarse
del terreno y acondicionarse para su venta, pudiendo permanecer secos, sin
substrato alguno, durante semanas o meses.12
Multiplicación
Las plantas bulbosas pueden multiplicarse sexualmente, a través de semillas, o bien
vegetativamente. La multiplicación por semillas se utiliza, en general, para
incrementar rápidamente el número de ejemplares de una especie dada y cuando se
realiza mejoramiento genético. Muchas de las especies de plantas bulbosas son
autoincompatibles, por lo que se deben realizar polinizaciones entre clones o
plantas diferentes para obtener semillas. La mayoría de las semillas de las plantas
bulbosas germinan bien cuando se siembran tan pronto como maduran. Algunas especies
necesitan un período de frío para germinar.
Bulbos
Artículo principal: Bulbos
Hijuelos o bulbillos:
La mayor parte del bulbo está formado por escamas, las cuales morfológicamente son
las bases envolventes de las hojas. Las escamas exteriores del bulbo, por lo
general, son carnosas y contienen nutrientes de reserva. En el centro del bulbo se
encuentra ya sea un meristema vegetativo o un tallo floral sin expandir. En las
axilas de las escamas se desarrollan meristemas que producen bulbos en miniatura,
llamados bulbillos o hijuelos. En algunas especies de lirios (Lilium) estos
bulbillos se forman no solo en las axilas de las escamas sino también en las axilas
de las hojas normales, ya sea en la porción aérea o en la parte subterránea del
tallo.
Estacas de tallo
Es un método adecuado para la propagación de lirios (Lilium). Consiste,
simplemente, en cortar el tallo de las plantas en trozos que llevan dos o tres
hojas, los cuales se plantan en tierra. Tales estacas, en lugar de formar raíces y
brotes, como ocurre en otras plantas, forman bulbillos en las axilas de las hojas,
los cuales más tarde producen raíces y brotes pequeños estando todavía adheridos a
la estaca. Las estacas de tallo se hacen al poco tiempo de finalizada la floración.
Estacas foliares:
Se toman hojas completas en una época en que estén perfectamente desarrolladas y se
dividen en dos o tres partes. Cada sección se coloca en un medio de enraizamiento,
colocando el extremo basal varios centímetros por debajo de la superficie. En dos a
cuatro semanas se forman bulbillos en la base de cada trozo de hoja. Este método se
aplica con éxito en Haemanthus, Hyacinthus, Muscari y Lachenalia.
Estacas de bulbo:
Consiste en cortar un bulbo maduro en secciones verticales, cada una de las cuales
debe llevar una porción del plato basal. Cada sección se subdivide luego mediante
otro corte vertical realizado cada 3 o 4 escamas. Cada estaca de bulbo, entonces,
está formada por una sección del plato basal y porciones de 3 o 4 escamas. Estas
estacas se plantas verticalmente en un medio de enraizamiento, como turba y arena,
enterrándolas en toda su longitud. En unas cuantas semanas se forman bulbillos
nuevos entre las escamas, los cuales luego emiten raíces. Varias especies pueden
multiplicarse por este método, entre ellas Chasmanthe, Haemanthus, Hippeastrum,
Hymenocallis, Lycoris, Narcissus, Nerine, Pancratium, Scilla y Sprekelia.
Tubérculos
Artículo principal: Tubérculos
División:
los tubérculos pueden propagarse cortándolos en secciones y plantando cada una de
ellas, con la única condición que cada sección conserve una yema. Este es el medio
comúnmente utilizado para la multiplicación comercial de la papa.
Raíces tuberosas
Artículo principal: Raíces tuberosas
División:
el método usual de propagación de las raíces tuberosas es dividir la corona de tal
modo que cada sección lleve como mínimo una yema del tallo. Esta división se debe
realizar poco antes de la plantación.
Estacas foliares:
La propagación vegetativa en plantas con raíces tuberosas, como la dalia o las
begonias tuberosas, es más efectiva utilizando estacas foliosas. Las estacas forman
raíces en sus bases y muy pronto regeneran una nueva planta.
Rizomas
Artículo principal: Rizomas
División
Se efectúa al inicio del período de crecimiento (ejemplo, al inicio de la
primavera). Se realiza cortando el rizoma en secciones, asegurando que cada una de
ellas tiene por lo menos una yema lateral. Varias especies, tales como los Iris
rizomatosos y el lirio del valle (Convallaria) se propagan de esta forma.