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Caso Obergerfell VS Hodges

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CORPORACIÓN UNIVERSITARIA ANTONIO JOSÉ DE SUCRE

- CORPOSUCRE -

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES

DERECHO CONSTITUCIONAL II

ANÁLISIS: CASO OBERGERFELL VS HODGES

DOCENTE: ANDRÉS FELIPE DE LA ROSA

REALIZADO POR :
MARIA JOSE LOZANO
SILVIA OZUNA
IRINA POLO SUÁREZ
YESELIS SOTTER ÁVILA

SINCELEJO – SUCRE

Agosto 30 de 2021
1. Qué principios fundamentales interpreta la suprema corte de Estados Unidos en la
decisión.

Para colocar en contexto sobre el caso, son 14 parejas del mismo sexo, que
reclaman los derechos adquiridos por sus matrimonios en otros estados, en el
estado en el que actualmente viven. Estos provienen de Michigan, Kentucky y
Tennessee, los peticionarios demandan a oficiales estatales por la violación de los
derechos establecidos en la enmienda 14. Los peticionarios buscaban el certiorari,
ésta garantiza la revisión limitada a dos preguntas:

 La primera, presentada por los casos desde Michigan y Kentucky, es si la


enmienda 14 exige a los estados licenciar un matrimonio entre dos personas
del mismo sexo. La segunda, presentada por los casos desde Ohio,
Tennessee y nuevamente, Kentucky es si la enmienda catorce exige a los
estados reconocer matrimonios celebrados en estados donde se garantiza el
derecho.
Si nos remitimos a la enmienda 14, esta habla de que “Ningún estado debe privar a
ninguna persona de su vida, libertad o propiedad sin un debido proceso”, de acuerdo
a los antecedentes presentados a lo largo de la sentencia y a los argumentos
proporcionados por los demandantes, el juez llega a la conclusión de que tiene que
disentir sobre lo expuesto de acuerdo a lo siguiente:
 La corte no legisla si los matrimonios entre dos personas del mismo
sexo pueden ser convincentes, el argumento legal para requerir tal
extensión no lo es, ya que este derecho no incluye que un estado
cambie su definición de matrimonio.
 El derecho que se anuncia no tiene bases en la constitución
 Las cortes no tienen que estar al pendiente de la sabiduría o políticas
de legislación que giran en torno a este tipo de problemas con
definiciones claras en la ley.
 No existe disputa seria que, bajo estos precedentes, la constitución
proteja el derecho a casarse y exija a los estados aplicar sus leyes
matrimoniales igualitarios.
 El matrimonio se refiere solo a una relación: La unión del hombre y la
mujer
 El matrimonio no provino de un movimiento político, descubrimiento,
enfermedad, guerra, doctrina religiosa y otro movimiento en la historia
del mundo
 La raza humana debe acudir a la procreación para sobrevivir y esto
ocurre entre un hombre y una mujer.
El tema que discute la mayoría es el matrimonio, que es un deseo y los peticionarios
lo desean. Esta opinión describe la “trascendente importancia” del matrimonio y
repetidamente insiste que los peticionarios no busquen en “denigrar”, “desvalorar”
o “degradar” esta institución. Nadie discute estos puntos. De hecho, las atractivas
cuentas personales de los peticionarios y otros como ellos son principalmente la
razón del por qué muchos americanos han cambiado su opinión sobre si los
matrimonios de parejas del mismo sexo se les debe permitir casarse. Como una
cuestión de ley constitucional, sin embargo, la sinceridad de los deseos de los
peticionarios no es relevante. Cuando la mayoría resulta ser la ley, se justicia
principalmente en los precedentes discutibles del fundamental “derecho a casarse”.
2. Como se relacionan los principios interpretados con la decisión adoptada.
En cuanto a los principios que abarca la corte suprema de la constitución de los
estados unidos presenta mucha relación en cuanto la decisión adoptada donde
manifiesta que persona del mismo sexo tiene el derecho de contraer matrimonio
garantizando sus derechos en igualdad, dignidad y libertad porque ante la sociedad
han sido violados sus derechos de realizar un acto matrimonial y conformar una
familia. Estos principios fueron de gran utilidad para que la corte suprema les
permitiera la decisión de contraer matrimonio a las parejas del mismo sexo siendo
respetados sus derechos ante la sociedad. Es así que cada juez defendió un
principio así:
El Juez Scalia no solo mencionó en su momento que se estaba atentando contra
los pilares de la democracia, sino que consideró a la sentencia como un golpe
judicial contra la misma. Para él, la decisión acerca del matrimonio homosexual no
correspondía ser adoptada por un órgano como la Corte, dado que es un órgano no
elegido democráticamente. Al hacerlo, señaló, la Corte le quitó al pueblo la libertad
de decidir y gobernarse así mismo. De igual modo, consideró que un sistema en
el que las decisiones del pueblo se subordinan en la voluntad de 9 jueces, no
debería llamarse democracia.
En un sentido similar, se pronuncia el juez Alito, que es otro de los Jueces en
discordia. Este juez sostuvo el término libertad, previsto en la décimo cuarta
enmienda, puede tener múltiples significados, los cuales deben ser dados por
mayorías democráticas y no por jueces que no son electos. Así, consideró que sobre
la base del término libertad, la Corte se había irrogado la autoridad de conferir
protección constitucional al derecho a contraer matrimonio, a pesar de que a su
juicio no es un derecho fundamental; vale decir, impuso al pueblo norteamericano
su concepción personal de libertad.
Estas críticas están referidas al papel que deben jugar los jueces constitucionales o
las cortes constitucionales en un Estado constitucional y democrático, y apuntan a
la auto-restricción por parte de los mismos. Es decir, dado que se tratan de órganos
no elegidos democráticamente, deben, al momento de adoptar este tipo de
decisiones, restringirse y privilegiar al legislador democrático. Se trata de críticas
que consideran contra mayoritarias sentencias como la que venimos comentando.
El valor que le dan los los 5 jueces, encabezados por el juez Kennedy al proceso
democrático. En la sentencia sí se tiene en cuenta y se incorporar argumentos
acerca del valor de la democracia y de cómo la Constitución ha previsto que sea el
proceso democrático, deliberativo, el que oriente los cambios en la legislación; pero
también considera que si este proceso en la práctica, por el tiempo que toma,
reduce, lesiona o permite la vulneración de derechos de las personas, se deben
adoptar decisiones judiciales destinadas a que no se sigan vulnerando derechos.
En esos casos, como la propia sentencia señala, le corresponde al juez reparar el
daño y encontrar una solución jurídica a la situación, como la encontró la Corte
Suprema Norteamericana. En todo caso, luego de analizar todos los precedentes
jurisprudenciales, la Corte concluyó que ello la compelía «a la conclusión de que las
parejas del mismo sexo podían ejercer su derecho a casarse»; ya que «los cuatro
principios y tradiciones que serían discutidos demuestran que las razones por las
que el matrimonio es fundamental conforme a la Constitución se aplican con igual
fuerza a las parejas del mismo sexo». Esos cuatro principios que la Corte analizó
en su sentencia, son:
 primero: el derecho a escoger pareja
 segundo, el carácter de derecho fundamental del matrimonio,
 tercero, su vinculación con otros derechos de la familia, y
 cuarto el derecho al matrimonio de parejas del mismo sexo como parte del
derecho a casarse.
Los jueces que formaron la mayoría, en todo caso, estaban conscientes del
significado de la sentencia que estaban dictando y de su incidencia sobre los
principios del control de constitucionalidad de las leyes. Por ello, luego de decidir el
fondo, argumentaron que «Por supuesto, la Constitución establece que la
democracia es el proceso apropiado para los cambios, pero siempre que ese
proceso no reduzca los derechos fundamentales»
El tema decidido por la Corte Suprema de los Estados Unidos, al declarar el derecho
constitucional de las parejas del mismo sexo a casarse como derecho fundamental,
en todo caso, se resolvió con base en los principios de libertad y de igualdad ante
la Ley expresados en la Enmienda Catorce; y quizás le faltó a la Corte recurrir
también a la cláusula abierta de los derechos contenida en la Enmienda Novena de
la Constitución. Con la decisión adoptada, en consecuencia, se equiparó en cuanto
a su régimen legal, a las uniones de parejas del mismo sexo con el matrimonio entre
un hombre y una mujer, garantizando igualdad en cuanto al tratamiento y beneficios
gubernamentales que pudieran tener. Eso en definitiva fue lo que demandaron los
peticionarios, como lo resumió la Corte, en el sentido de: «encontrar esa libertad en
casarse con alguien de su mismo sexo y tener su matrimonio considerado como
legal en los mismos términos y condiciones como el matrimonio entre personas de
sexo opuesto».
Ello también podía haberse resuelto, en el sentido de la equiparación en cuanto a
los términos y condiciones, sin necesidad de cambiar la definición de «matrimonio»
y de las uniones estables, cuando luego de regular el «matrimonio entre hombre y
mujer», se regulara también las uniones del mismo sexo en igualdad de los
derechos con tratamiento bajo la ley del libre desenvolvimiento de la personalidad,
cambiando una institución ciertamente milenaria.

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