CMT 2
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Toro Álvarez (1.990) y, más recientemente, Bedoya Orozco, M. (1.995), sostienen que la
Motivación es la fuerza interior que dinamiza y energiza al individuo en dirección de una meta y
unos resultados específicos. Extendiendo esta afirmación al campo académico, y laboral en
particular, asegura Toro Álvarez, que ésta puede observarse en las acciones y ejecuciones de
una persona, específicamente, es el comportamiento en general y el desempeño ocupacional
en particular, que deben ser entendidos como un efecto o condición consecuente. En tal
sentido, el comportamiento es el efecto de dos tipos de agentes causales denominados:
c) Motivación: engloba otro conjunto de factores y hechos que reciben la influencia de las
condiciones antecedentes y que condicionan a su vez el desempeño.
Ahora bien, estos dos procesos internos, que tienen un papel mediador en la determinación de
las acciones, conllevan a la conformación y determinación del comportamiento; un desempeño
específico, un comportamiento particular constituyen la condición consecuente, o efecto, la
que a su vez, se constituye en algo que afecta a las personas o a las relaciones establecidas
entre ellas, es decir, se convierte en una nueva condición antecedente que actúa sobre las
actitudes, percepciones, motivación. Graficar lo anterior es sencillo:
CC = CA + CI
Para ilustrar todo lo explicado hasta aquí, Toro Álvarez expone que pueden citarse como
condiciones antecedentes de un desempeño cualquiera: recibir una retribución mayor que
otra persona, recibir una sanción, la autonomía que puede ofrecer un puesto de trabajo, o
incluso una área de trabajo, la variedad de la tarea que se debe realizar, el tipo de dirección o
supervisión que se recibe. Sea cual sea, estas condiciones producen percepciones y
sentimientos de equidad o inequidad, aumentan o disminuyen los sentimientos de
autorrealización, permiten expresar o no un reconocimiento: condiciones intervinientes. En
tal sentido, los juicios sobre equidad, autorrealización o reconocimiento son estados internos de
la persona que tiene la potencialidad de energizar, activar o inhibir ciertos comportamientos, los
cuales se convierten en condiciones consecuentes, ejecuciones o desempeños. Los efectos
producto del desempeño como aumento de la retribución, reconocimiento, sentimientos de
logro, confirman o niegan las percepciones, sentimientos o intereses de la persona por tal
desempeño y sus efectos.
Fernando Toro Álvarez (1.983) sostiene la existencia de tres (3) tipos fundamentales de
motivaciones, o mejor aún, condiciones motivacionales, y sobre la base de ellas
desarrolló su trabajo y su cuestionario. En tal sentido, el citado autor refiere:
Son aquellas condiciones intrínsecas que posee todo individuo, que nacen de su yo
interno y que le impulsan a seguir una determinada línea de acción y ejecución; señala
Álvarez Toro, que no es posible comprender una condición motivacional interna sin
tener en consideración el contexo, el medio externo que rodea a todo individuo o
sujeto. El hecho obedece a que estos dos aspectos son dimensiones del mismo
fenómeno motivacional.
Ahora bien, con fines analíticos y exploratorios se pueden discriminar y considerar por
separado, pero ninguna de las dos dimensiones, con real independencia de la otra,
puede explicar satisfactoriamente el fenómeno de la motivación. En tal sentido y en
relación al instrumento desarrollado por Toro Álvarez, el Cuestionario de Motivación
para el Trabajo (CMT), que se utilizará en la presente investigación, se puede apreciar
cierta interdependencia entre los contenidos de los ítems de la primera y de la tercera
parta, pues están referidas a las condiciones motivacionales internas y externas,
respectivamente.
A las variables psicológicas corresponden los diferentes hechos descritos por los
términos o conceptos de necesidad de seguridad, autoestima y de autorealización,
definiciones propuestas por Maslow y el de necesidad de logro propuesto por
McClelland. Estos constructos describen las diversas condiciones personales de índole
cognitivo y afectivo que le permiten al individuo derivar sentimientos de agrado o
desagrado de su interrelación y experiencia con demás individuos o con ciertos
eventos externos que activan el comportamiento en el sentido de aproximarse o
evitarse tales objetos. Estas variables, han de analizarse con criterios meramente
psicológicos, sin que ello implique descartar los criterios sociales y biológicos que sean
necesarios considerar. Para finalizar, cabe puntualizar que las distintas teorías en
cuestión no han brindado informaciones precisas ni definiciones claras y unívocas de
estos factores, lo que permite inferir la existencia de un vacío de precisión en los
conceptos, así como falta de evidencias que sustenten o fundamenten los mismos.
Las condiciones motivacionales internas están dadas por cinco (5) factores claves:
Logro:
Poder:
Este factor se expresa a través de acciones que buscan ejercer dominio, control e/o influencia,
no sólo en personas o grupos, sino además sobre los diversos medios que permitan adquirir,
mantener o consolidar el control sobre las posiciones de mando, influencia en los medios de
comunicación, la acción sobre los incentivos o recompensas.
Afiliación:
Ésta se evidencia por los deseos o la realización de actividades que permitan el empleo en el
trabajo de las habilidades y conocimientos personales y el mejoramiento de tales capacidades
y conocimientos.
Reconocimiento:
Afirma Toro Álvarez (1.990) que como en todos los fenómenos psicológicos, se observan
grandes diferencias individuales tanto en las condiciones motivacionales internas como en las
externas, en tal sentido, las personas difieren en cuanto a los medios que prefieren emplear
para obtener retribuciones deseadas en sus respectivos trabajos.
Por su parte, Simon (1.957) asegura que el comportamiento de las personas en toda
organización es intencional, orientado a la obtención de metas o resultados; por lo
consiguiente, en la medida en que las organizaciones provean posibilidades directas e
indirectas de alcanzar metas personales, en esa misma medida las personas estarán
dispuestas a considerar su vinculación como miembro activo de la organización; a cambio, el
individuo recibe beneficios o retribuciones que le interesan, tal como salario, buen trato,
promoción, prestigio y la satisfacción de varias necesidades. Por supuesto, la participación
activa del individuo se expresa en su dedicación a la empresa en tiempo y esfuerzo, aceptando
que las personas revestidas de autoridad definan y limiten su comportamiento, es decir, aceptar
relaciones de autoridad dentro de ciertos límites.
En cuanto a este tipo de condición, referida a los medios preferidos para obtener retribuciones
deseadas en el trabajo, se desea determinar los valores o elementos que la persona atribuye a
varios tipos de desempeño en relación con varios resultados o retribuciones deseadas. Estas
condiciones se encuentran delimitadas por cinco (5) factores:
Dedicación a la Tarea:
Aceptación de la Autoridad:
Modos de comportamiento que manifiestan acato, reconocimiento y aceptación, tanto de las
personas investidas de autoridad en la organización como de las decisiones y actuaciones de
tales personas. Comportamientos de sujeción a las determinaciones de personas o
dependencias con autoridad formal.
Este factor se evidencia a través de modos de comportamiento que hacen realidad valores,
creencias o normas relevantes para el funcionamiento y la permanencia del individuo dentro de
una organización, evitando todo aquello que pueda causar perjuicios al trabajo y a la empresa,
cumpliendo sus normas y políticas, que permiten el logro de sus objetivos y metas.
Requisición:
Expectación:
Esta dimensión comprende variables constituidas por eventos externos, y otras personas o
agentes; ambas coinciden en el hecho de contener variables externas al organismo, propias del
contexto laboral u organizacional y del puesto de trabajo o área.
Este grupo de variables describen condiciones organizacionales y del puesto de trabajo que
están en el contexto laboral de todo individuo, y cuyo análisis, debe realizarse con los criterios
propios de su condición de estímulos. La categoría de los eventos externos comprende factores
intrínsecos motivacionales relacionados directamente con el trabajo, y que permiten al individuo
reaccionar ante una situación dada. Por su parte, las personas o agentes contiene los modos
de comportamiento típico de los jefes, colegas y subalternos que, al igual que las otras
variables extrínseca, en este caso, pueden activar la aparición de ciertas acciones a partir de la
valoración que se atribuye a las condiciones externas, y dado que no todos los puestos de
trabajo no son iguales, resulta significativo identificar estas condiciones y el valor e interés que
ellas puedan revestir.
Los factores considerados en esta variable son cinco (5) también, a saber:
Supervisión:
Grupo de Trabajo:
Está representado por las condiciones sociales de todo empleo provee a las personas,
brindando la oportunidad de estar en contacto con otros, haciéndose partícipe en actividades
colectivas, compartiendo, aprendiendo de otros y con otro, y la valoración que el individuo hace
de tales condiciones.
Condiciones intrínsecas del trabajo que proporcionan a la persona que lo ejecuta varios grados
de autonomía, variedad, acceso a la información sobre su contribución a un determinado
proceso o producto, y la valoración que la persona hace de esas condiciones.
Salario:
Promoción:
Ahora, cabe preguntarse ¿Qué problemas inciden directamente en el rendimiento laboral de los
trabajadores? Si bien se han expuesto hasta ahora los principales aspectos relacionados con el
rendimiento laboral, no se pueden omitir aquellas causas estudiadas y comprobadas que
inciden en el mismo. En tal sentido, Quinn Mills (1.991), y posteriormente Esparza (1.996),
coincidieron en señalar que las principales causas que influyen en el rendimiento laboral de los
trabajadores, indistintamente del área de trabajo o, incluso, dedicación profesional, son las
siguientes:
Este punto se refiere cuando un empleado no realiza cierta actividad, aún cuando se le
amenace, coercione o se le proponga algún tipo de chantaje o soborno, porque
sencillamente le falta habilidad o conocimiento, carece de él, por lo tanto no es
competente para ejecutar la tarea en cuestión. También se relaciona cuando la
persona no realiza alguna actividad de manera rápida, o exactamente como lo
demanda o exige la administración de la empresa.
Ausencia de Motivación:
Hoy por hoy, existe una marcada tendencia a estudiar los niveles de ejecución evidenciados del
personal en relación a los estimados, no sólo para incentivar o sancionar, sino también para
precisar la población capacitable dentro de la organización, como para establecer las metas de
producción, expresadas, no sólo en la cantidad y/o calidad del producto final o un servicio en
particular, sino en las horas-hombres laboradas e implicadas para la obtención de esos
productos o servicios; en tal sentido, se desea optimizar los procesos de evaluación, a fin de
determinar con objetividad, seriedad y responsabilidad los niveles de rendimiento y desempeño
laboral, identificando los factores que inciden en éste.